En una de las primeras escenas del Poema de mio Cid, su protagonista, Rodrigo Díaz de Vivar, a punto de partir para el exilio, encomienda a su esposa Jimena y a sus hijas, Elvira y Sol, a Sancho, abad del monasterio de San Pedro de...
moreEn una de las primeras escenas del Poema de mio Cid, su protagonista, Rodrigo Díaz de Vivar, a punto de partir para el exilio, encomienda a su esposa Jimena y a sus hijas, Elvira y Sol, a Sancho, abad del monasterio de San Pedro de Cardeña. Después de entregar al abad cien marcos para la manutención de su esposa e hijas, Rodrigo promete pagarle el cuádruplo de cuanto gaste de más: "Si essa despenssa vos falle<¡:iere o vos menguare algo, 1 bien las abastad, yo assi vos lo mando; 1 por un marcho que despendades al monesterio dar e yo quatro" ( vv. 257-260). 1 En una nota a su edición del poema, Colín Smith sugiere la posibilidad de que en la promesa de Rodrigo al abad haya "una referencia a las palabras del Buen Samaritano 'Curam illius habe; et quodcumque supererrogaveris, ego cum rediero reddam tibi'" [Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva] (Poema 286). Extendiendo esta observación de Smith, mostraré en este estudio que la presencia de la parábola en el poema no se limita a estos versos. El contenido narrativo del relato evangélico aparece en el poema integralmente, distribuido en dos episodios separados: en el de Cardeña y, más tarde, en la escena conocida como la "afrenta de Corpes". Postulo también que la inserción 1 Cito el Poema a lo largo de este artículo a partir de la edición de Colin Smith.