Follari - Paradigmas en Ciencias Sociales
Follari - Paradigmas en Ciencias Sociales
Follari - Paradigmas en Ciencias Sociales
A
prtes
A
prtes
relaciones entre miembros de la misma disciplina adems suelen ser interinstitucionales e internacionales, de manera tal que desbordan ampliamente
las relaciones primarias y configuran modalidades altamente abstractas de
vinculacin1. Tras este sealamiento en torno de la nocin equvoca de
comunidad cientfica (que mantiene en algo el candor espiritualista asignado a lo cientfico por las versiones ms tradicionales sobre la profesin; por
ejemplo, Gaston Bachelard se refiere reverencialmente a la ciudad cientfica) volvemos a la cuestin del paradigma en las ciencias sociales. As como
no es fcil tipificar qu es la comunidad cientfica, tampoco lo es establecer
cules seran los acuerdos mnimos que se requieren para que ella sostenga la
vigencia del paradigma. Al respecto se nos hace til la nocin de matriz
disciplinaria: remite a esos compromisos compartidos por todos los que
practican la disciplina, los que por cierto no son fciles de encontrar entre
quienes se dedican a las ciencias sociales. Contamos en ciencias sociales con
un equivalente a la frmula de la energa dada por la teora de la relatividad?; existen aqu acuerdos intertericos que puedan sostenerse consistentemente ms all de los diferentes discursos? Parece evidente que no. En qu
pueden acordar el holismo y el individualismo metodolgico a la hora de
ofrecer un concepto de sociedad?; o qu es una explicacin? En qu
sentido podramos hacer trabajar en comn las obras de Parsons y de Marx?
Sostenemos que la cuestin del acuerdo entre los cientficos no es una especie
de aditamento secundario que se haya agregado a una nocin puramente
contenidista de lo que es el paradigma. Por el contrario, le es consustancial.
Kuhn subraya en su Posdata: El trmino paradigma es ... intrnsecamente
circular. Un paradigma es lo que comparten los miembros de una comunidad
cientfica, y a la inversa una comunidad cientfica consiste en unas personas
que comparten un paradigma. No todas las circularidades son viciosas
(Kuhn, pp. 270-271). De modo que, aun cuando alguien pudiera suponer que
existe un plexo de matriz disciplinaria en las modalidades por las que cada
tradicin cientfica se expresa en las ciencias sociales, esto no es razn suficiente para hablar en ellas de paradigma: cabra advertir que se requiere
adems el acuerdo de la comunidad cientfica. Huelga subrayar que en las
ciencias sociales no se da tal acuerdo. La existencia de corrientes alternativas
y diferentes es permanente, y la relacin de exclusin que se da entre ellas
resulta epistemolgicamente obvia, dado que el carcter holista de las teoras
(nos referimos a su estructura lgica, no a la interpretacin que hacen de su
1. Analistas de la institucin universitaria p. ej. Burton Clark han mostrado cmo los acadmicos tienen escasa insercin intrainstitucional, por cuanto sus pares disciplinares se encuentran
diseminados en otras universidades, y a menudo en otros pases.
A
prtes
A
prtes
objeto; en ese primer sentido, las teoras individualistas son tambin holistas), impide que puedan mezclarse indiscriminadamente entre s como si la
remisin de ellas al mismo objeto real autorizara a ubicarlas en relacin con
idntico objeto terico2. De tal manera, no hay consenso en las ciencias
sociales. Ello ha llevado a Kuhn con escaso conocimiento especfico sobre
estas a considerarlas preparadigmticas, es decir, a suponer que an no
estn maduras, y que cuando arriben a los acuerdos propios de las disciplinas ms avanzadas, se configurarn plenamente como ciencias. Esta versin
sobre las ciencias sociales es muy propia del desconocimiento y la incomprensin a su respecto que habitualmente ha mostrado la filosofa anglosajona. A pesar del enorme salto que signific Kuhn por su ruptura con el
logicismo propio del neopositivismo y la filosofa analtica, su consideracin
de las ciencias sociales no deja de ser tan pobre y secundarizante como la
propuesta por los previos filsofos de la ciencia empiristas.
En la Posdata nuestro autor intenta ser ms complaciente con las ciencias
sociales, pero la solucin sigue permaneciendo bastante confusa: Probablemente el ms notable ... [de los asuntos que requieren su referencia a la
estructura de la comunidad] es lo que antes he llamado la transicin del
periodo preparadigma al posparadigma en el desarrollo de un campo
cientfico. Y contina luego:
La naturaleza de esa transicin a la madurez merece un anlisis ms completo que el que ha
recibido en este libro, particularmente de aquellos interesados en el avance de las ciencias sociales
contemporneas. Con ese fin puede ser til indicar que la transicin no tiene que estar asociada
(ahora creo que no debe estarlo) con la primera adquisicin de un paradigma. Los miembros de
todas las comunidades cientficas, incluso de las escuelas del periodo preparadigma comparten
las clases de elementos que, colectivamente, he llamado un paradigma. Lo que cambia con la
transicin a la madurez no es la presencia de un paradigma, sino, antes bien, su naturaleza (Kuhn,
pp. 274-275, nfasis mo).
Ciertamente, no puede el prrafo ser menos claro. An en el periodo preparadigma se cuenta con paradigma, lo cual hace bastante absurdo denominar
a ese periodo preparadigmtico. Pero si intentamos interpretar sintomalmente
esta verdadera gaffe del texto de Kuhn, creemos que se trata de la idea
de que quienes forman parte de las diferentes escuelas comparten entre
s (solo los miembros de la misma escuela y dentro de cada una de ellas)
los supuestos en comn propios de la matriz disciplinar. Esto es, que
en ese limitado sentido s podra afirmarse que en ciencias sociales existen
paradigmas.
A
prtes
A
prtes
A
prtes
A
prtes
A
prtes
A
prtes
que ste posibilita, las ciencias sociales requeriran configurar algn territorio
conceptual de encuentro que impidiera la total dispersin y la incomunicacin ms flagrante.
Afirma el autor: En la ciencia natural no hay clsicos porque la atencin,
normalmente, se centra en sus dimensiones empricas. Las dimensiones no
empricas estn enmascaradas ... As que en vez de clsicos, la ciencia natural
tiene lo que Kuhn llamaba modelos ejemplares (ibd., p. 32). En lo cual
concuerda plenamente con lo que venimos afirmando. Y agrega ms adelante:
El desacuerdo generalizado dentro de la teora social provoca serios problemas de comprensin
mutua. Sin embargo, la comunicacin es imposible sin una base de entendimiento mnima. Para
que sea posible un desacuerdo coherente y consistente, y para que este desacuerdo no interrumpa
la marcha de la ciencia, es necesario que exista cierta base para una relacin cultural, que se da
solo si los que participan en un debate tienen una idea aproximada de qu es aquello de lo que
habla el otro ... Es aqu donde intervienen en el debate los clsicos (ibd., p. 42).
Bibliografa
Alexander, J.: La centralidad de los clsicos en A. Giddens et al.: La teora social, hoy, Alianza,
Madrid, 1990.
Bourdieu, P. et al.: El oficio de socilogo, Siglo XXI, Buenos Aires, 1975.
Kuhn, T.: La estructura de las revoluciones cientficas [1962] (incluye Posdata original de 1969),
Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 1980.
Laudan, L.: El progreso y sus problemas, Ed. Encuentro, Madrid, 1986.
A
prtes