La Observacion Participante
La Observacion Participante
La Observacion Participante
CAPITULO 9
LA OBSERVACIÓN PARTICIPANTE
Esta forma de estudiar la sociedad, si bien en un principio era un método para estudiar
las sociedades “distintas”, se ha ido desarrollando hasta convertirse también en el
instrumento principal para estudiar las pequeñas accione de la vida cotidiana.
La universidad de Chicago, realizó en los años 20 y 30 toda una serie de estudios sobre
la sociedad urbana americana que aún hoy representan un punto de referencia
fundamental para el desarrollo de la investigación sociológica.
Estas experiencias enriquecieron y desarrollaron el modelo inicial de Malinowski,
manteniendo, no obstante, inalteradas las características de fondo: residencia in loco del
estudioso, convivencia con los sujetos estudiados, observación en el ambiente natural de
la interacción social y empleo de personajes clave como informadores.
En el contexto de la investigación de tipo antropológico-etnográfico la observación
participante no constituye el único instrumento que utiliza el investigador. El
observador participante debe observar, escuchar y preguntar, y al preguntar, los
instrumentos que emplea son los de la entrevista. Al mismo tiempo, debe documentarse
sobre los hechos que acontecen y sobre los acontecidos, explorar el material documental
que ya existe sobre la comunidad objeto de estudio y el que ésta produce.
La acción del observador participante debe ser selectiva: éste no puede observar todo.
En primera instancia, es la teoría la que establece qué observar. Hay que hacer algunas
distinciones a propósito del papel de la teoría en la investigación cualitativa en general y
en la observación participante en particular.
Mientras que la investigación cuantitativa de planteamiento neopositivista se inspira en
general en un criterio deductivo, asignando a la teoría una función de guía, la
investigación inspirada en el paradigma interpretativo otorga a la recogida de los datos
empíricos una autonomía mucho mayor. En particular, en el caso de la investigación
cualitativa, ya hemos mencionado el caso extremo de la grounded theory, que enfatiza
la dimensión del “descubrimiento” de la teoría en el curso de la investigación, hasta el
punto de que invita al investigador a ignorar la literatura sociológica existente sobre el
problema estudiado, para evitar que ideas preconcebidas puedan condicionarle.
El hecho es que en una situación como ésta, el investigador puede incluso verse
superado por la riqueza y la desordenada cacofonía de los estímulos que le llegan desde
la realidad; incapaz, ante la falta total de puntos de referencia, de darles un orden y de
elegir entre las infinitas interpretaciones.
En nuestra exposición nos mantendremos, pues, en una línea más moderada, siguiendo
esencialmente, la disertación de Blumer de los “conceptos sensibilizadores” abordada
en el capítulo 3. Según este enfoque, la investigación del observador participante no se
desarrolla en el vacío, no parte de una especie de tabula rasa, sino que es guiada, sobre
todo al principio, por una “sensibilidad” especial hacia determinados conceptos más que
hacia otros.
La observación participante difiere de los otros métodos de investigación en el sentido
de que el investigador selecciona todos los objetos de observación, decide qué preguntar
y forja sus intereses en el curso de la investigación misma. Todo ello en contraste con
los múltiple métodos de investigación “guiados por la teoría” o basados en “test de
hipótesis” en los que los objetos de observación y los tipos de análisis son atenta y
claramente definidos aun antes de que uno empiece a recoger los datos.
Los posibles objetos de observación proponiendo una clasificación que distingue las
siguientes áreas: a) el contexto físico b) el contexto social c) las interacciones formales
d) las interacciones informales y, e) las interpretaciones de los actores sociales. Esta
clasificación de las “cosas a observar” es sólo una de las muchas posibles. En la
observación participante siempre podemos distinguir una fase preliminar descriptiva,
que aquí encuadramos bajo los títulos del “contexto físico” y del “contexto social”,
dirigida a fijar las características visibles externas del ambiente estudiado, seguida de la
fase de interacción real con los protagonistas.
- Las interacciones formales. Entendemos aquellas que tienen lugar entre los
individuos dentro de instituciones y organizaciones, en las que las funciones están
preestablecidas y las relaciones se desarrollan en un marco de vínculos prefijados. El
investigador estudiará cómo se producen las comunicaciones dentro de una empresa
entre los diversos niveles jerárquicos. Comenzará en referencia a los dos puntos
anteriores, con una descripción del ambiente físico y humano.
Posteriormente pasará a estudiar las acciones y las interacciones: en el caso de una
asamblea pública, quién abre la sesión, qué dice, el orden de los oradores, las reacciones
del público, etc.
Qué. Las notas deben reflejar: a) la descripción de los hechos b) la interpretación del
investigador. A estos dos componentes podemos añadir un tercero c) las
interpretaciones de los sujetos estudiados. La descripción de los acontecimientos debe
ser pormenorizada y rica en detalles. Especialmente al principio, es importante que el
investigador haga descripciones extensas, que cubran al máximo la realidad observada.
La interpretación del investigador constará generalmente de dos partes: reflexiones
teóricas y reacciones emotivas. La primera está directamente ligada al objetivo principal
de la observación y representa un primer esfuerzo reflexivo dirigido a acumular material
y puntos de arranque que serán luego amalgamados en el informe final. La observación
participante requiere una implicación del investigador que va más allá del puro
compromiso intelectual. La explicitación y el registro de los propios sentimientos, por
tanto, representa para el observador no sólo una forma de autoanálisis útil para el
control de sí mismo durante el trabajo de campo, sino también una documentación
aprovechable para una reconstrucción a posteriori de la dinámica que se ha creado entre
observador y observado.
Los relatos realizados por las personas estudiadas deben ser tratados de forma idéntica a
los producidos por el investigador.
Cómo. Hay que mantener bien diferenciados los tres componentes de las notas que
acabamos de presentar – descripciones, interpretaciones del observador e
interpretaciones de los sujetos estudiados. Las valoraciones de los sujetos implicados,
por último, hay que atribuirlas claramente a quien las ha expresado, evitando colocarlas
todas juntas en una confusa mezcla. Éste es el primer principio del registro de las notas,
el principio de la diferenciación.
El segundo principio es el de la fidelidad del registro: sus expresiones verbales deben
reproducirse con exactitud meticulosa, incluso la jerga empleada, indicándola con
comillas. Es muy distinta la vivacidad pictórica que puede obtenerse con el relato de un
protagonista, respecto a l resumen que puede dar de éste el investigador.
La grabación de la entrevista acentúa ese carácter de artificialidad que ya hemos
distinguido en la entrevista formal; por tanto, es oportuno llevarla a cabo sólo cuando
existe una sólida relación de confianza entre entrevistador y entrevistado, y en cualquier
caso, cuando la función del investigador ya ha sido plenamente aceptada por la
comunidad estudiada.
Ventajas aportadas por los instrumentos de grabación audiovisual: a los tradicionales
(grabacione audio, fotografías) se ha añadido en tiempos relativamente recientes la
cámara de vídeo, cuyo empleo ha abierto nuevos horizontes a la observación.
9.8. LIMITACIONES Y RECURSOS
Falta de generalización (de los casos estudiados). Las dificultades para generalizar los
resultados de una investigación realizada a través de la observación participante, además
de derivar –como acabamos de decir – de la subjetividad del investigador que estudia,
derivan también de la subjetividad de los casos estudiados. La observación participante
consiste generalmente en el estudio de un caso o de pocos casos; se trata de estudios
intensos, pero a pequeña escala. Por otra parte, la exigencia de profundización que
requiere este planteamiento impide su aplicación a gran escala. De ahí la acusación de
que se trata de estudios sobre realidades que sólo se representan a sí mismas.