La Investigación Policial en Su Fase Ética
La Investigación Policial en Su Fase Ética
La Investigación Policial en Su Fase Ética
Un investigador debe poseer numerosas cualidades, así como talento psicológico y una
amplia experiencia práctica.
Más de la mitad de los delitos “mayores” sólo reciben un tratamiento superficial por
parte de los investigadores;
Estos últimos dedican gran parte del tiempo disponible a repetir las intervenciones
ya hechas por los patrulleros;
Los investigadores se dedican, sobre todo a revisar informes, completar
expedientes e intentar ponerse en contacto con las víctimas para interrogarlos con
casos cuyas responsabilidades de solución son casi nulas;
El factor más determinante para solucionar un crimen es la información transmitida
por la víctima o los testigos al patrullero que se desplaza inmediatamente al lugar
de la llamada;
En los casos solucionados pese que al autor del delito no ha sido identificado
cuando se está redactando el parte policial. La solución es casi siempre el
resultado de una investigación policial rutinaria;
Al policía del siglo XXI le corresponde llevar a cabo la investigación criminal entendida
ésta como una actividad técnico-científica que requiere del conocimiento de uno mismo,
de la sociedad y de las personas.
INTELIGENCIA. Ésta entendida como una habilidad innata que le permita adquirir fácil
prontamente informes, datos y pruebas, así como la capacidad de síntesis necesaria para
aprovecharlos. Debe usar las ideas, técnicas y sugerencias metodológicas para lograr su
objetivo y no caer en subjetividades o letargos mentales; debe conocer la acción práctica
y el desarrollo de la delincuencia como fenómeno de crecimiento de este siglo.
REFLEXIÓN. Debe ser reflexivo para buscar las posibilidades lógicas significativas entre
un hecho y otro; entre un dato y la diversidad de referencias. Por lo que la acción debe
basarse en la reflexión para evitar errores que invaliden su trabajo realizado.
Este es en sí el perfil del investigador policiaco cuyo principio rector, sienta sus bases en
la filosofía de la capacitación, esto es, que de acuerdo con su misión, su desarrollo
académico tenderá a mejorar sus valores, actitudes y habilidades.
Ahora bien, ¿qué se debe entender por investigación? Investigar se compone de “in” y del
latín “vestigium”, que significa: rastro, huella, señal.
Inquirir, que se compone también del prefijo “in”, que significa interioridad y del verbo
quaero.
Podemos decir que la policía judicial es un auxiliar de los órganos de la justicia, del
Ministerio Público en la investigación de los delitos, búsqueda de las pruebas,
presentación de testigos, ofendidos e inculpados y de la autoridad judicial en la ejecución
de las órdenes que dicta.
Para precisar lo anterior procede la investigación durante la cual reunirá los elementos
legales que justifiquen el ejercicio de la acción penal.
En las agencias investigadoras, los agentes del Ministerio Público solicitarán directamente
a los agentes de la policía judicial comisionados en la propia oficina su intervención
expresando con precisión cuál debe ser el objeto de la injerencia de dicho cuerpo, si se
trata de investigación en términos generales, la forma en que acontecieron determinados
hechos, si la finalidad es localizar una persona o vehículo, o cualquier otro bien, objeto o
instrumento, un lugar, presentar una persona, etc.
Se debe imputar al policía mayor capacitación profesionalizada para llevar a cabo sus
investigaciones en forma directa y contundente ya sea respecto de pruebas e indicios
para acreditar un tipo penal, o ya bien de un sospechoso o testigo o en su caso de
custodiar donde se cometió el crimen, pues son diversas y variadas sus actuaciones que
hoy día requiere imperiosamente se convierta en investigador.
Tanto para la policía judicial como para el Ministerio Público es necesario delimitar sus
funciones a fin de que su servicio sea más objetivo, práctico e impersonal con el objeto de
atender, prevenir y reprimir al delito y al delincuente, su hacer o conducta antisocial y por
supuesto su forma de controlarlo ya que ello es objeto y fin del derecho penal.
Las funciones tanto del Ministerio Público, como de la policía judicial, debiera realizarse
por medio de la investigación y no por la averiguación. Lo ideal es que esta investigación
criminal se convierta en una actividad técnico-científica que construya un acto que a su
vez requiera del conocimiento de sí mismo, de la sociedad y de las personas. Los
resultados de una investigación así realizada, contendrían los informes de los delitos cuya
reincidencia es abrumadora; determinar cuál es en concreto cada uno de éstos; cómo,
dónde, cuándo, de qué forma, bajo qué circunstancias, etc.; se consuma y ejecuta un acto
delictivo, quién lo cometió, por qué, etc.; puesto que la delincuencia es un fenómeno en
pleno desarrollo y no un fenómeno controlado.
Examen del lugar del crimen, con la minuciosa observación de todos los detalles,
huellas y rastros.
Examen de las personas directamente con el hecho criminoso y los datos del
comportamiento anterior de dichas personas.
Información de los diversos registros.
Vigilancia de sitios y personas e identificación de las personas.
Descripción, aseguramiento en su acto de instrumentos y objetos de la infracción.
Encaminarse a realizar todas las diligencias probables y posibles para descubrir una cosa.
Es decir, este un estudio científico por parte del ministerio público para llegar al
descubrimiento científico de un algo, propósito, fin o hipótesis.
Todo lo anterior será con el fin de que el órgano ministerial capte u obtenga datos para
establecer una técnica, la cual al conformarse en conjunto se conviertan en medios
probatorios con el objeto de que el juez encuentre los motivos de la certeza.
Una vez analizada la función investigadora del policía abordaremos de manera breve los
técnicos de la investigación.
La situación puede parecer clara a primera vista, pero es esencial hacer un examen
cuidadoso ya que mediante la observación minuciosa se hallaran pistas definitivas en
forma de pruebas que muestren las particularidades del hecho delictivo y de los objetos
involucrados.
¿Cómo describir a una persona?: la descripción deberá ser una exposición calara y
completa, en la cual se mencione todo tipo de cicatrices marcas o señas particulares, en
caso de tener. Al describir a alguien se hará resaltar lo peculiar y definitivo en
comparación de lo común y corriente.
Los estados emocionales afectan siempre la exactitud de la observación, así mismo las
situaciones violentas y sorpresivas que provocan, tención orgánica, a lo cual el cerebro
responde de manera primordial y descuida o deforma la percepción de los hechos. Por
otra parte las predisposiciones, las cuales consisten en ideas fijas prejuicios y creencias
que forman parte de la estructura mental del observador, las cuales afectan la exactitud
de la observación, ya que este tendrá la tendencia a ver lo que se ha propuesto o lo que
está determinado a ver por su conformación mental.
Uno de los errores más comunes consiste en agregar detalles que no existían en el
cuadro original. Las personas que hacen esto no lo hacen con la intención deliberada que
sus agregados sean ciertos, el investigador deberá tomar en cuenta la posibilidad de que
el recuerdo este expuesto a falsedades con la inserción consiente de circunstancias
agregadas. Los recuerdos están expuestos a trasposiciones en cuanto a tiempo, orden de
sucesión y arreglos de los detalles. Un recuerdo puede contener detalles de un objeto o
acontecimiento correctos, esto no implica que todos los detalles del recuerdo lo sean.
Aún cuando sean personas preparadas las que observen e informen, siempre existe la
posibilidad de errores o discrepancias entre los detalles que recuerdan y los verdaderos,
un modo muy útil para evitar este tipo de errores consiste en ir tomando notas a medida
que se observan y fotografían cuando sea posible.