Christopher Hill - Robinson Crusoe

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importantes de los siglos XIV y XV sucedieron en Italia, el suyo

sigue siendo libro del tipo de los de Burckhardt.


No obstante, la historia cultural en el estilo de Huizinga modi-
fica a Burckhardt en varias direcciones, caminos que han resulta-
do bastante valiosos para el siglo XX posterior a Huizinga. A los
diecisis o diecisiete ley una de las primeras obras del antroplogo
social E.B, Tylor, La cultura primi#va, y qued muy impresionado
por ella. Al esta experiencia declaro: "abri para m
perspectivas que hasta cierto punto me han inspirado desde
entonces", El haberse preparado como. orientalista antes de su
especializacin en historia de Europa occidental ayud a Huizin-
ga+-como eHrabajo.decampo.lo hace con los antroplogos- a
"desfamiliarizarse" de su propia cultura, y as a preguntar sobre
ms asuntos para explorarlos. Su inters por el simbolismo,
especficamente por lo que llam "el modo simblico de pensamien-
to", fue consecuencia de su inters en la antropologa, Otro resul-
tado igualmente significativo fue el que extendiera su concepto de
cultura .ms all de las artes y ms all de Burckhardt. La
civilizacin holandesa en el siglo XVIl, por ejemplo, incluye pgi-
nas fascinantes sobre la inquietud holandesa por la limpieza. En
otra parte aborda lo que lleg a llamar "el elemento ldieo" en la
cultura; observ actividades "serias" como juegos y los juegos como
cosas seras. Qu quiso decir san Frandsco .-pregunta- al
llamar a la pobreza su novia? Crea en tal persona o slo usaba
una figura de lenguaje? La respuesta de Huizinga es que "en la
actitud de san Francisco se mezclaban la fe y: la incredulidad ... san
Francisco estaba jugando con el personaje Pobreza".
Huizinga no anticip el da en que algunos. de sus colegas se
llamaran a s mismos "historiadores de las mentalidades" o
"historiadores antroplogos", pero ya indagaba algunas de sus
"nuevas Merece ser recordado no slo como un hombre
de aptitudes vanas, un estilista, el autor de un bestseller de la
historiografa, sino tambin Gomo un iniciador, alguien que hizo
retroceder los lmites de. la historia cultural.
r
Robinson Crusoe
Christopher Hill
Tomado de History Workshop Journal, 10, otoo, 1980. l'raduccin de
Dolores Avila.
Aquellos que, como yo mismo, tuvieron su primer encuentro con
Robinson Crus.oe enJ,lna edicn abreviada, se sorprenden cuando
leen la versin original. Un largo intervalo parece transcurrir
antes de que podamos llegar al grano. EIrelato.de la vida del hroe
que precede a su naufragio en la isla ocupa 'alrededor de las
Merece ser recordado no .slo
como un hombre de aptitudes
varias sino como un
iniciador, alguien que hizo
retroceder los lmites r.k la
historia cultural.
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La narracin original se asemeja
ms a un sermn protestante o a
una fbula moralizadora, en
tanto que las versiones
abreviadas la convierten en un
popular cuento infantil.
primeras 50 pginas, que equivalen a un sptimo de la primera
parte.
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Por otro lado, la narracin original se asemeja ms a un
sermn protestante o a una fbula moralizadora -una "parbola",
como la describe el prefacio a la segunda parte-, en tanto que las
versiones abreviadas la convierten en un popular cuento infantil.
Robinson Crusoe es cuidadosamente ubicado en lo social. Su
padre fue un inmigrante alemn que tuvo xito como comerciante
en Hull, luego de lo cual se retir a la seorial ciudad catedralicia
de York, donde naci Robinson. Su hermano mayor se enrol en el
ejrcito ingls y ah muri. El padre de Robinson 10 haba destinado
para la jurisprudencia, pero la cabeza del hijo "empez a bullir muy
pronto de fantasas aventureras". Su padre lo areng sobre las
ventajas del "estado medio", "no expuesto a las miserias y penali-
dades, los afanes y sufrimientos de la clase baja de la humanidad,
al tiempo que ajeno a la soberbia, la lujuria, la ambicin y la
envidia del sector superior". Las desgracias posteriores de Robin-
son Crusoe pueden verse como una sucesin de castigos de la
providencia por el desacato y negligencia con que respondi a su
llamado. Este, su "pecado original", le acarre el castigo y ms
tarde lo llev a arrepentirse de su "ambicin temeraria y desmesu-
rada de ascender ms pronto de lo que la naturaleza de las cosas
admita". Crusoe terminar por aceptar que la mayor felicidad ha
de encontrarse en la conformidad con "la condicin en la cual me
colocaron Dios y la naturaleza". No obstante algunas reinciden-
cias, por la va del arrepentimiento alcanzar su rescate y un
rotundo xito material.
Robinson Crusoe se presenta como un modelo de las virtudes
protestantes burguesas. En la isla, su sobrevivencia y prosperidad
final las debi al arduo trabajo y la disciplina, al ascetismo y el
rechazo al ocio. Respetaba el sbado como da de descanso, si bien
no con toda constancia. Adopt el hbito de pedir a Dios que
bendijese sus alimentos. "No poda soportar la idea" de la desnu-
dez, "a pesar de que estaba completamente solo"; una de sus
primeras acciones despus de rescatar a Viernes fue darle un par
de calzoncillos. Al poco tiempo de llegado a la isla, Crusoe redact
un balance de bienes y males, ganancias y prdidas, de acuerdo con
lo que Defoe haba enseado a su Perfecto comerciante ingls.
Dentro de la mejor tradicin puritana, Robinson Crusoe llevaba un
diario que conceba, en parte, como un ejercicio de confortacin
espiritual, y a la vez como un balance del estado de sus negocios
-lo que fue el Diario de Pepys en sus comienzos. Cuando rescat
al capitn ingls de morir a manos de los amotinados, al momento
convino con l en que lo llevara de regreso a Londres "sin pedirle
nada por el pasaje".
As, el protestantismo tradicional se acompaa de una prudente
moral aplicada a los negocios: el "espritu del capitalismo" de Max
Weber. La actitud de Crusoe hacia la predestinacin y la providen-
cia cabe dentro de este esquema. Reconoce que Dios se vale de
nuestras propias acciones para castigamos por nuestras faltas.
"Una ley oculta que todo lo dirige ... nos apremia a ser los instru-
mentos de nuestra propia destruccin". Alternativamente, lo que
parece una calamidad resultar a veces en nuestro provecho. La
providencia se manifiesta, para rusoe, en "secretos impulsos a
hacer o no hacer una cosa". El "nunca dej de obedecer" esos ocultos
dictados, aunque no pudiera expllcrselos.
Si leemos Robinson Crusoe bajo esta luz, un camino decisivo
ocurre cuando el hroe ha completado su segundo ao en la Isla.
Empez entonces a comprender que, mediante la gracia divina,
poda encontrar en su interior un paraso mucho ms dichoso que
"la vida perversa y execrable que llev en mis pasados das". Pero
aparentemente el tema moral, si a l apuntaba Defoe en un
principio, ya no le satisfaca. Cuando Robinson Crusoe "iba a dar
gracias a Dios por haberme trado a este lugar ... algo sacudi mi
mente ante ese pensamiento ... 'Cmo puedes ser tan hipcrita',
me dije en voz alta, 'para aparentar agradecimiento por una
condicin de la cual, aunque te esfuerces por sentirte feliz; prefe-
riras de todo corazn ser liberado'? lO.
El tema moral se aborda, pues, de manera un tanto discontinua.
Tal vez Defoe, al igual que sus lectores, se inclina a interesarse a
tal grado en el aqu y ahora de Robinson Crusoe que olvida las
perspectivas ms amplias; o adquiere acaso otras nuevas? La
segunda parte se dirige probablemente a restituir el equilibrio en
la intencin moralizadora, y sta puede ser una razn para que
resulte mucho menos emocionante que la primera. Pero la segunda
parte presumiblemente fue escrita como una idea posterior, en
respuesta al xito de la novela original. El relato del regreso de
CrusO a su isla contiene algunos puntos de inters: lo dems es
slo una narracin convencional de aventuras, losj)ormenores de
un viaje alrededor del mundo. Carece de la intensa carga imagina-
tiva de la primera parte. En la isla, Crusoe se halla esencialmente
a la defensiva, trtando de salvarse de enemigos reales o imagina-
rios, como el hroe de La Madriguera de Kafka. Sus enfrentamien-
tos con los indios tienen este objetivo. En la segunda parte, los
cbmerciantes occidentales que luchan continuamente contra afri-
canos y asiticos no tienen justificacin; la sucesin interminable
de combates y las victorias de la tecnologa militar superior son, en
consecuencia, menos interesantes y al final se hacen tedibsas.
Karl Marx recurri a Robinson Crusoe en su isla para explicar
la diferencia entre produccin para el uso y produccin para el
intercambio, entre valor de uso y valor de cambio. Crusoe se torn
entonces decisivo en las discusiones sobre divisin del trabajo,
individualismo y acumulacin primitiva. Indudablemente como
reaccin contra este acercamiento a la obra, en los ltimos veinte
aos ha habido un alud de intentos por leer Robinson Crusoe como
una alegora sistemtica y consistente, ya sea religiosa o biogrfi-
ca. Tales intentos me parecen forzados. Defoe fue, felizmente,
ajeno a la exigencia de los crticos del siglo XX de una "narrativa
coherente y formalmente sofisticada lO, Utiliz en efecto las tcnicas
de la alegora de cuando en cuando, y en sus Serias reflexiones en
torno a la vida y sorprendentes aventuras de Robinson Crusoe
(1720) deja entrever toda suerte de intenciones metafricas. Pero
los desacuerdos de los crticos muestran lo difcil que es interpre-
tar la novela como una alegora deliberada y armoniosa, y me
parece muy improbable que las observaciones de Defoe (o de
Karl Marx recurri a Robinson
Crusoe en su isla para explicar la
diferencia entre produccin para
el uso y produccin para el
intercambio.
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Robinson Crusoe est muy lejos
de ser un protestante fantico.
Inventa BU propia versin de
religin inspirada en la
naturaleza.
Crusoe) en las' Serias reflexiones hayan sido parte de su plan
original. Su objetivo principal al escribir esta tercera parte (ade-
ms, bien puede suponer.se, de obtener algn dinero) era defender-
se contra la acusacin de haber compuesto una fbula insulsa, "de
ficcin y mentiras".
Yo tengo la ventaja de acercarme a Defoe desde la perspectiva
del siglo XVII. No me sorprende, tanto como alosmodemos crticos
literarios, encontrar que un hombre educado para ser un ministro
no conformista tuviera amplios conocimientos de teologiacalvinis-
tao Por otro lado, al situ8(me en la ptica del siglo XVII, no espero
necesariamente que DeCoe sea congruente en su pensamiento.
Aprendi teologa no de unos cuantos libros sino de su inmersin
de toda la vida en un ambiente cultural de puritanismo en desin-
tegracin. Muchos de nosotros tendramos difICultades hoy en da
para formular una filosofa coherente sin echar mano de los
fragmentos de Marx, Freqd y Einstein que tomamos de los libros,
de lo que omos en bares y de la televisin.
No debemos, pues, dejamos trastomar demasiado por las
ambigedades de Defoe, si bien stas requieren investigacin. Es
o no Robinson Crusoe un relato moralizador puritano? Es su
graoia interior todo lo que cuenta? Debemos ver la conversin de
Viemes como "un rasgo decisivo de la regeneracin de Crusoe"?
Qu tan importante SOl} las comodidades materiales de la civili-
ZaCiIl? El aristcrata rso de la segunda parte, que rehus el
ofrecimiento de Crusoe para escapar del exilio arguyendo que
podra sucumbir a las tentaciones de la vida en el mundo civilizado,
es tal vez un contrapeso a la denuncia que Robinson Crusoe hace
.de s mismo como un hipcrita por dar gracias a Dios abandonado
en una isla desierta. Pero el aristcrata no perdi la oportunidad
de mandar a su hijo a enfrentar los peligros del vasto mundo. De
qu lado se coloca Defoe?
Robinson Crusoe est muy .lejos ,de ser un protestante fantico.
Inventa su propia versin de religin inspirada en la naturaleza y
descubre que Viemes capta con facilidad las verdades del cristia-
nismo cuando se las explica, Viemes posee la "honradez sencilla y
genuina", tanto como el fsico, del buen salvaje. Will Atkins, uno de
los ingleses a quienes encuentra Robinson Crusoe al regresar a su
isla, se cas con una mujer pagana cuyo westionamiento simple
pero perspicaz lo oblig a pensar con seriedad acerca del cristianis-
mo que l formalmente haba aceptado. Crusoe esperaba ms
benevolencia de "los que eran carubales", que de los
monopolistas de la Compaa de las Indias Orientales.
Crusoe es un ciudadano del mundo. Esto queda claramente
establecido desde el principio de la novela. Ingls puro en grado
sumo, era hijo de un inmigrante; ni siquiera de un inmigrante
holands o flamenco como los antepasados de Guillermo III y de
Defoe, sino alemn como Jorge l. y adems de Bremen, en el
corazn del territorio hannoveriano. Indudablemente,. Defoe esta-
ba plantearido aqti algo En El verdadero ingls se
haba burlado de aquellos que dfendian la pureza racial inglesa
contra los inmigrantes extranjeros:
We have been Europe'ssink, the jakes where she
Yoids all her offal outcast progeny. J
Algo quera dar a entender tambin cuando describi a 108
colonizadores espaoles de la isla de Crusoe como mucho ms
indulgentes y civilizados en su relacin con los. nativos que los
nufragos ingleses.
Como seal Charles Gildon, Crtico contemporneo de Defoe,
Robinson Crusoe parece conceder poca importancia a la diStincin
entre catlicos y protestantes. En Brasil se avino a la iglesia
romana y fue en una reflexin psterior cuand se persuadi de
vender su plantacin brasilea en vez de reanudar sU vida all,
como haba pensado al principio. Crusoe, como soberano de su isla,
otorg libertad religiosa en sus dominios" a protestantes, papis-
tas y paganos. Curiosamente, fue un saCerdote catlico franes
quien insisti en que los colonizadores ingleSes tornaran por
esposas.a las mujeres indias con las que ya vivan yen que stas
fueran bautizadas. Tales ceremonias parecen'tener escaso signifi-
cado para Crusoe: n.unca pens en bautizar a Viernes, aunque ste
lleg "a ser un cristiano como pocos he conocido en mi vida". El
esfuerzo de Crusoe por honrar el sbado -para lo cual haca
muescas sobre estacas.a m de saber en. todo momento qu da de
la semana era- vino a parar en nada: pronto perdi la 'cuenta.
Aqu, otra vez, un. hecho en apariencia insignificante debe tener
algn sentido determinado. Los protestantes radicales como Mil-
ton no se preocupaban demasiado por observar das o pocas
particulares ni por las ceremonias; no obstante, hubieran sosteni-
do que un seglar bien poda actuar como ministro y bautizar si se
presentaba la ocasin.
Crusoe tiene una U"me opinin sobre el misterio religioso, sea
entre paganos, papistas o protestantes. "Las disputas ... sobre .. .
sutilezas doctrinales o sobre esquemas de gobierno eclesistico .. .
eran para nosotros completamente intiles, al igul que lo han
sido, en mi opinin, para el resto del mundo. Somete la existencia
del demonio a un severo anlisis racional. Seguramente no con
toda inocencia, Defoe muestra a Crusoe desconcertado ante la
pregunta de Viernes de porqu Dios permite que el demonio exis
"Al principio no supe qu responder, as que aparent no haber
odo"; y cuando este truco ya no tuvo efecto, cambi de tema. "Era
para m una prueba de cmo las solas nociones de la naturaleza,
aunque llevan a las criatUras racionales al conocimiento de Dios,
el ser supremo, y de la veneracin debida a l como consecuencia
de nuestra con todo, slo la revelacin divina puede
formar el conocimiento de Jesucristo".
Podemos leer esto como un desmo encubierto o como manifes-
tacin de la ingenuidad de Crusoe (o aun de Defoe). Pero Defoe
ciertamnte no era ingenuo en su teologa. Su padre, como el de
John Milton, lo haba destinado al ministerio religioso. Daniel
haba sido rigurosamente instruido en la academia disidente de
Newington Green; haba estudiado a Baxter con sumo cuidado ..
Posea una sofisticada teologa" lo bastante para advertir el anti-
trinitarismo de El paraso perdido, en el que la mayora de los
Crusoe parece conceder poca
importancia a la distincin entre
catlicos y protestantes.
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De muchas maneras Defoo es ms
un hombre del renacimiento que
un protestante tradicional.
crticos no repararon durante los siguientes 200 aos y que algunos
todava se obstinan en negar. La heterodoxia de Milton en torno a
la trinidad fue puesta en letra de molde slo desde 1825, pero Defae
bien pudo tener acceso a tradiciones orales. En efecto, ley a Milton
con toda atencin y cuidado, y lo admir desde mucho tiempo antes
que Addison mostrara a los lectores de The Spectator que Milton
era un gran poeta. Defae tena catorce aos cuando muri Milton.
De muchas maneras Defoe es ms un hombre del renacimiento
que un protestante tradicional; Watt seal mucho tiempo atrs
que el de Defae es l.\D puritanismo atenuado en la direccin del
laicismo. Sus ideas son las mismas de los puritanos de principios
y mediados del siglo XVII, pero sostenidas con menos vehemencia.
No es ya la actitud de un cuartel sitiado ni de una tropa de asalto:
habiendo triunfado sobre la adversidad, el puritanismo sucumbi
despus del ascenso. Robinson Crusoe presta apoyo al sealamien-
to hecho por los crticos de Weber de que, al afirmar que "la tica
protestante" prepar el desarrollo del capitalismo, tom muchas de
sus pruebas del puritanismo de fines del siglo XVII y aun del XVIII.
La preocupacin de Weber era refutar a Marx -o tal vez ms bien
a los toscos marxistas de su tiempo que defendan la primaca del
sustrato econmico sobre la superestructura ideolgica en una
forma en que Marx se cuid de no hacerlo jams. Weber no
pretenda haber colocado una "causa religiosa" primera en lugar de
una "econmica", pero s se inclinaba a sostener que "protestantis-
mo" y "calvinismo" eran categoras eternas. Tawney, y muchos
despus de l, sealaron que a fines del siglo XVII el puritanismo
estaba ya influido por el capitalismo, ms que ste por aqul. El
protestantismo, pensaba Tawney -y yo coincido con l-, se
desarroll junto con y como consecuencia del ascenso del capitalis-
mo ms bien que a la inversa. Defoe -y Robinson Crusoe- fueron
productos de la sociedad capitalista instituida.
Si subrayamos el propsito moralizador de Robinson Crusoo, la
obra puede leerse como un opsculo en favor de la tolerancia
religiosa sobre el bien conocido tema de su utilidad en los negocios.
Pero en el siglo XVIII ya no se esgrima (como hacan los economis-
tas del XVII) que la tolerancia atraera a Inglaterra a mercaderes
y artesanos piadosos refugiados, sino que la persecucin careca de
sentido en un mundo en el cual el comercio internacional haba
pasado por encima de las divisiones religiosas. De tal modo,
Crusoe, al encontrarse en Brasil, se sujeta automticamente al pa-
pismo, aunque no nos habla de ello sino hasta despus, como una
muestra ulterior de ostensible arrepentimiento. Un monasterio
brasileo atenda sus intereses financieros en su ausencia tan es-
meradamente como lo haca la viuda protestante en Londres. Su
conformidad al papismo parece haberle dejado buenos dividendos;
y esto da otro matiz a la cuestin: para tener xito en los negocios
deben hacerse a un lado los prejuicios religiosos. Las mayores
ganancias habrn de obtenerse mediante el comercio con papistas,
al precio de renunciar en cierta medida a las propias convicciones.
Como lo hace ver Robinson Crusoo, el mundo del Caribe, con sus
frecuentes naufragios y rescates marinos, condujo a una mescolan-
za de nacionalidades y credos en la cual la intolerancia religiosa
hubiera sido extremadamente embarazosa, por decir lo menos,
Una vez que el reclamo de los espaoles del control absoluto sobre
toda el rea no pudo imponerse por ms tiempo, la tolerancia re-
ligiosa y el libre acceso al comercio marcharon juntos. Una de las
ms importantes soluciones a la intolerancia religiosa fue el co-
mercio de esclavos: los agricultores catlicos n ~ s i t a b a n los escla-
vos que les proporcionaban los comerciantes ingleses y holandeses.
Defoe dirige un encendido discurso en favor de la tolerancia reli-
giosa al sacerdote catlico-romano francs, en el cual hace decir a
Crusoe que si "todos los miembros de su iglesia" tuvieran "la misma
moderacin, pronto seran protestantes", Frente a estos salvajes
paganos, la divisin religiosa entre los cristianos resultaba cada
vez ms absurda; cosas mucho ms serias unan a los comercian-
tes de la cristiandad occidental que las que los separaban.
En realidad, siempre haba habido algo paradjico en el antica-
tolicismo de Inglaterra. Aquellos caballeros que denunciaban a
gritos el papismo en la Casa de los Comunes y demandaban el
endurecimiento de las leyes contra los recusantes, vivan ellos
mismos en amistosos trminos con sus vecinos catlicos, se casa-
ban entre ellos y protegan a sus parientes. Incluso Milton, antipa-
pista feroz, tuvo cordiales relaciones con un cardenal cuando
estuvo en Roma, brind proteccin al nieto papista de Edmund
Spenser y estuvo en "ntima comunicacin" con el papista William
Joyner despus de la restau.racin. El anticatolicismo fue con
frecuencia una manera de atacar al absolutismo. Tuvo su auge
durante el reinado de los Estuardos, cuando el podero internacio-
nal de Espaa y Francia pareca amenazar la seguridad de Ingla-
terra. Por la misma razn, se redujo al mnimo en los aos
cincuenta del siglo XVII y nuevamente despus de 1688, yespecial-
mente despus de que el Acta de establecimiento excluy por fin a
los catlicos de la sucesin del trono ingls. Una vez que la sucesin
hannoveriana estuvo asegurada, la tolerancia despreocupada, que
en la prctica exista en la cerrada sociedad del condado, pudo sin
peligro extenderse a la comunidad comercial internacional.
A partir de Marx, se ha escrito mucho en tomo a Defoe como
economista y precursor de Adam Smith. Se dice que la frase "la
riqueza de las naciones" aparece por los menos 33 veces en los
escritos de Defoe. Robinson Crusoe atac el monopolio de la
Compaa de las Indias Orientales, que poda condenar a un
hombre sin escucharlo, una vez que haba sido acusado de pirate-
ra. Sus acusadores eran a la vez sus jueces -a cuya arbitraria
sentencia no haba apelacin- y sus ejecutores. Este monopolio
constitua una fuente de tanta inseguridad para los comerciantes
que operaban dentro de la ley como lo eran los salvajes.
Ms importante tal vez resulta la claridad de algunos conceptos
de Defoe. "Aquello que poda servirme era lo nico que tena valor",
observ Crusoe. "No sufra por cultivar ms maz porque no lo
necesitaba". Y compar el mundo al cual regresaba, en donde "los
trabajadores gastaban su fuerza en la diaria lucha por mantener
la fuerza vital con la cual laboraban ... viviendo slo para el trabajo
y trabajando slo para vivir" y producir la riqueza que los ricos
El anticalolicismo fue con
frecuencia una manera de atacar
el absolutismo.
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De muchas maneras Robinson
Crusoe, un libro sobre la vida en
una isla desierta, constituye una
exaltacin de la tecnologa
occidental europea.
luego derrocharan "en ruines excesos o en frvolos placerea-.Ensu
la enorme reserva de dinero y metales preciosos de CFusOe era
intil: "'Lo hubiera dado todo por tres o 'cuatro pares de zapatos y
caleetines ingleses",' Defoe haba aprendido mucho de Locke (o de
sus predecesores) sobre la teora del valortrabajo; y de Harrington
(: el mundo que lo rodeaba) sobre la influencia de la economa en
la poltica. ("La revolucin en el comercio trajo una revolucin en
el propio orden de cosas". Ahora vemos que la nobleza y llfantijua
gentry han vendido sus bienes cas en todas partes y que 108-
'comunes' y los comerciantes los han comprado: as, lagentry es
hoy ms rica que la nobleza, y los oomerciantes lo son ms que
todos"). ' ' ,,'
No obstante su propio fracaso en el comercio, Defoe escribi
libros populares y exitosos como El perfecto comerciante ingls. "Al
comercio", escribi aqu, "no debe vrsele como un asunto de
importancia menor; se le denomina muy apropiadamente 'ocupa-
cin' (business) porque es la ocupacin por excelencia de la vida; ...
nada sino lo que llamaramos los deberes imprescindibles habr de
interponerse, y aun stos tendPn un lmite, de tal modo que no
afecten a los negocios". hombre debe entregarse a sus
tareas religiosas al grado de descuidar las pocas y momentos
propios de los negocios", Defae someti a discusin casos de
consciencia tales como los que podra encontrar un tendero piado-
so. Se pronunci por salarios altos y por un comercio. ms libre,
pues pensaba que la superioridad industrial de Inglaterra le
permitira por tales medios tomar ventaja sobre todas las dems
naciones. .
De muchas maneras Robinson Croso, un libro sobre la vida en
una isla desierta, constituye una exaltacin de la tecnolog
occidental europea. Es gracias a las herramientas y artculos 'que
Crusoe salva del naufragio como puede no slo sobrevivir sino
prosperar, recurriendo a la herencia de siglos de'civilizaciJi. Pero
en este proceso tiene que dominar muchas tcnicas nuevas; la
divisin del trabajo y una diversidad de habilidades, apunta,
hubieran aligerado infinitamente su labor: "Lo que con ayuda y
herramientas poda ser sencillo,resultaba una tarea colosal y
requera un tiempo prodigioso para hacerlo yo solo con las manos.
"Creo que poca gente se ha detenido a pensar en ... la sorprendente
multitud de pequeeces necesarias para el suministro, produccin
y preservacin del cereal, y fabricacin y acabado de un solo
artculo: el pan". Como el hombre en estado de naturaleza de
Hobbes trae consigo muchos de los supuestos de la sociedad
burguesa, as Robinson Crusoe tiene en su isla una gran parte del
equipo material y, sobre todo, del bagaje mental de un burgus
ingls del siglo-XVIII. Las agudas crticas a China en la segunda
y tercera partes, aUnque sin duda motivadas por lo que DeCoe
consideraba una exageradaadulaein en boga del arte y la cultura
chinos, se derivan en ltima instancia de un desprecio hacia la
inferioridad tecnolgita y por tanto militar de China con respecto
a Europa occidental. '
Desde este punto de vista, Robinsan Crusoe podra leerse como
un libelo a favor del imperialismo occidental europeo en su Case de
principios del siglo XVIII. Crusoe toma posesin dela isla. Lleva a
ella capital y habilidades tcnicas, pero hasta que Viernes apareee
no cuenta con la fuerza de trabajo neeesaria para deSal:'rollar al
mximo tales recursos. La segunda parte describe la solucin
mucho ms efectiva que pusieron en prctica los sucesores de
Crusoe en la isla: obligar a los indios, primero por medio de la
derrota militar, luego por hambre, a aceptar la c<lndicin de
trabajadores subordinados o de pequeos propietarios que produ
cen bajo supervisin. Crusoecompra esta conducta brutal con su
propia actitud :hacia Viernes, a quien haba "instruido ... en los
principios .racionalesde la vida". Sus sucesores fracasaron en
"civilizar y someter a lsindios por medio de un trato amable y
argumentos amistoSOll", y por tanto "nunca contaron con ellos para
ayudarlos y pelear a su favor como'Yo contaba con Viernes". Dos
acercamientos a la colonizacin; cada uno con sus ventajas y
desventajas.
Los estudiosos que toman aDefoe en su poca tarda probablemen
te no reflexionan lo suficiente sobre su radicalismo de los primeros
aos. Se uni a la rebelin de Monmouth ae 1685, el ltimo episodio
de la revolucin democrtica ingles; como MUton 25 aos atrs,
tuvo la suerte de escapar a la muerte por traicin. Fue un firme
partidario de la Revolucin de !f388 y de Guillermo III. Su carrera
posterior no muestra consistencia poltica pero quin la posee
durante ese periodo? La decepcin de los whigs radicales ante el
acuerdo con que 'termin la revolucin fue profunda. Algunos, como
Wildman, siguieron confabulando irlfructuosamente contra el
rgimen; otros, como Fergusoni se volvieron jacobitas. El memorial
de la legin de Defoo (1701) fue muy radical en su llamado al pueblo
contra el parlamento, y El medio ms eficaz para con los disidentes
(1702) lo meti en graves problemas. Aqu presentaba como pro
puesta, en tono irnico, lo que se lea como una extremista posicin
tory de intolerancia: los disidentes deban ser desterrados y sus
predicadores colgados. El panfleto ofendi por igual a whigs y tories
y Defoo fue condenado a la picota,
De ah en adelante precehaber decidido -a diferencia de
Milton despus de 1660-que no haba esperanza de una solucin
radial para Inglaterra en el corto plazo. "Conozco fondo a tods
los partidos", escribi en palabras que recuerdan el anlisis de los
sesenta del siglo XVIII de Sir Lewis N atnier; "conozco la base de sus
pretensiones y de su sinceridad, y as como el Predicador dijo que
todo era vanidad y mortificacin al espritu, digo yo a mi vez de
stos: no es todo sino mero espectculo, superficialidad e hipocre-
sa abominable, de todos los partidos, en todas las pocas, bajo
cualquier gobierno, en todo cambio de gobierno; cuando estn
fuera para entrar, para evitar quedar fuera; cada secta, cnda
partido y casi cada persona de la que tenemos noticia es, a mi
entender, ms menos culpable de la acusacin general, a: sbcr,
la de anteponer sus ntereses a sus principios".
As, protestando a veces demasiado, continu con la prcticn
universal y vendi su pluma a Harley, un homore de centro. Pero
Defoo conserv muchos de los principios -o prejuicios- de su
Las estudiosos que toman a Defoe
en su poca tarda probablemente
no reflexionan lo suficiente sobre
su radicalismo de los primeros
aos.
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xx12m08 ver a Defoe el radical
como un aislado sobreviviente: su
barco se haba ido a pique.
juventud. En La apologa del pobre (1698) "uno entre los plebeyos"
denunci el sesgo clasista de las leyes que promovan los socieda.
des voluntarias para la reforma de las costumbres: "El hombre del
anillo de oro y vistosa vestimenta puede blasfemar ante la ley o
injuriarla; puede tambalearse cuando se dirige a su casa por las
amplias calles y nadie se fija en l; pero si un pobre se emborracha
o profiere un juramento, debe llevrsele al cepo sin remedio".
Particularmente interesante es la actitud cambiante de Defoe
hacia "la muchedumbre". En El memorial de la legin adverta al
parlamento: "ustedes no estn por encima de los resentimientos de
la gente". Cuando se le puso en la picota por El medio ms eficaz
para con los disidentes l, como Lilburne dos generaciones antes,
fue aclamado como mrtir por el populacho. Pero una actitud ms
ambivalente aflora en el Himno a la muchedumbre de 1708.
Lutero, Calvino, Knox y Cranmer fueron hijos de la muchedumbre.
Our mobs the reformation still pursue
And seldom have been in the wrong tUl now.
3
Por el momento, las muchedumbres de la iglesia y el rey
arremeten contra los disidentes. La muchedumbre, piensa Defoe,
ha perdido su creatividad; sus objetivos principales han quedado
asegurados con la victoria del gobierno parlamentario sobre el
absolutismo y se ha tornado inconstante, falta de propsitos,
destructiva; sus alborotos slo sirven a los fines de los jacobitas,
Defoe prefiere los prejuicios de un parlamento corrupto que los del
an ms mercenario populacho de Londres, pronto a dejarse
levantar por Sacheverell contra la Revolucin de 1688. "Estos
nuevos dictadores de las calles" deben ser controlados, "y si el
convencimiento no lo logra, la horca lo har", En 1724 public La
gran ley de la subordinacin, que trataba de la intolerable conduc-
ta de los sirvientes.
Con alguna exageracin, podemos ver a DeCoe el radical como un
aislado sobreviviente: su barco se haba ido a pique, y si algunos de
sus camaradas quedaban con vida, haba perdido el contacto con
ellos. Tena que hacer 10 ms que estuviera a su alcance con lo que
pudo salvar del naufragio. Su aislamiento personal era en parte su
propia culpa, pero haba razones sociales para la impotencia
poltica de los exradicales. EL acuerdo de 1688 haba legitimado el
rgimen de un parlamento corrupto -que representaba a los
propietarios- sobre una sociedad corrupta: sta es la poca de La
pera del mendigo, Viajes de Gulliver. Jonathan Wild, y Whigs and
Hunters de Edward Thompson. Qu otra opcin quedaba? Dado el
analfabetismo de la poblacin y su dependencia de caseros, patro-
nes y pastores en lo relativo a ideas polticas, no haba posibilidad
de establecer una democracia. Aun si se lograba por
algn milagro instituir el voto masculino, ello hubiera llevado ms
probablemente a la restauracin de los Estuardos que a una
sociedad justa e igualitaria. Apoyar el acuerdo de la revolucin de
1688 y la sucesin hannoveriana de 1714 era necesario, pensaba
Defoe, para impedir la restauracin del absolutismo y la tirana
clerical: slo as se preservara una Inglaterra en la cual la clase
media pudiera dedicarse libremente a sus negocios. La gentry
resultaba una pesadilla para esta sociedad, como los afectados
oficiales un lastre para los marineros a bordo de un barco; pero
cualquier posible alternativa al rgimen de la gentry sera peor.
Seguramente no sin irona, el nico de los libros de la poca
tarda de Defoe en el que realmente aparecen ideas radicales es
Una historia general de los robos y asesinatos de los ms notables
piratas, dado a la luz cinco aos despus de Robinson Crusoe. El
futuro capitn pirata Misson concluy de sus observaciones en
Roma "que toda religin no es sino un freno en la mente de los ms
dbiles, al que los ms sabios se someten slo en apariencia". Fue
convertido en "un perfecto desta" por "un sacerdote lascivo", quien
le mostr que la Biblia se contradeca a s misma y que los milagros
del Nuevo Testamento eran incompatibles con la razn, Una
inesperada observacin miltonianaaparece aqu: "Dios nos dio la
razn para emplearla en bien de nuestra felicidad presente y
futura, y cualquier cosa contraria a ella ... debe ser falsa". "Todo
hombre naci libre, y tuvo tanto derecho a aquello que lo sustenta-
ba como al aire que respiraba", La monarqua existe para defender
la desigualdad, El comercio de esclavos "nunca podra ser agrada-
ble a los ojos de la justicia divina". Los cristianos que "vendan a los
hombres como bestias ... demostraban que su religin no era ms
que una farsa"'. El capitn Misson liber a los esclavos cautivos y
los alent a unirse a su tripulacin en condiciones de igualdad. Los
oficiales eran elegidos por medio de votacin, y cuando la tripula-
cin fund una colonia en Madagascar, sus riquezas y ganado se
repartieron equitativamente. Le llamaron Libertalia, pero no era,
como a veces se sugiere, una utopa comunista: haba propiedad
privada de la tierra, y el poder supremo se depositaba en un
hombre, aunque ste era elegido cada tres aos. Pero incluso con
sus resonancias de Milton y Winstanley, as como de Locke y los
destas contemporneos, sta vena a ser una obra muy notable
tratndose de Defoe, Fue tal vez tambin que los nativos, en un
ataque infundado, destruyeron Libertalia antes de que sus teoras
pudieran probarse en la prctica.
En la misma Historia encontramos personajes que poseen una
conciencia de clase, como el liberado capitn Mary Read, que
consideraba a los piratas moralmente preferibles a "aquellos que
estafan a viudas y hurfanos y tiranizan a sus pobres vecinos que
no tienen dinero para reclamar justicia"; y el capitn Bellamy, que
rehus "someterse a ser gobernado por leyes que han hecho los
ricos para su propia seguridad ... En realidad, roban a los pobres al
abrigo de la ley, mientras que nosotros saqueamos a los ricos bajo
la proteccin de nuestro propio valor". Tena una pobre opinin de
aquellos que "confan enteramente en f a l s o ~ ministros ... que no
practican ni creen lo que ponen en las cabezas de los tontos a los
cuales predican", El tema de los piratas como "azote de tiranos y
avariciosos, y bravos defensores de la libertad" probablemente
merece una investigacin ms amplia. Sabemos que DeCoe sostuvo
muchas conversaciones con antiguos piratas; sabemos tambin
que en la tropa del ejrcito ingls que tom Jamaica en 1655 haba
muchos radicales. Algunos soldados permanecieron en la isla, que
El tema de los piratas como
"azote de tiranos y avariciosos, y
bravos defensores de la libertad"
probablemente merece una
investigacin ms amplia.
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28
Defoe se encontr asimismo como
un radical en una sociedad
donde no haba salida al rgimen
corru:pto de un parlamento
gentry.
se convirti en la base principal de los piratas. Otros antiguos'
radicales se dirigieron a las Indias Occidentales despus de la
derrota de la revolucininglesa de 1660, pues all deben habe' sido
pocaslas ocupaciones para los que odiaban la esclavitud.
De esta manera Defoe se encontr a s mismo como un radical en
una sociedad donde no haba salida al rgimen cOlTUpto de un
parlamento gentry; en la cual las exigencias del puritanisIrio
revolucionario se haban,atemperado para adaptarse a un pecami- .
noso mundo comercial. A qu fines destinara su "vitalidad
plebeya"? Las novelas parecen haber sido su respuesta -lejana a
una evasin de la realidad, pero de repliegue de la vida poltica en
la cual hasta entonces se haba visto envuelto. Sin embargo,
sospecho que al escoger un medio de comunicacin diferente no
abandon su deseo de predicar, como tampoco lo hizo Milton,
despus de ser "expulsado de la iglesia por los prelados", "Predicar
es hablar a una pequea parte de la humanidad", seal Defoe;
"publicar librases hablar al mundo entero". Se trata de una de las
maravillas de la nueva tecnologa. En RobinsonCrusoe Defoe
habl en efecto al mundo entero, aun cuando lo que dijo fue a
menudo sumamente ambiguo. As pues en dnde estamos? Nues-
tro primer problema es diferenciar a Defoe de Robinson Crusoe.
Defoe dio a entender que l era slo el editor, no el autor, de
Robinson Crusoe, as como de Moll Flanders y Roxana. Los cri'ticos
de El paraso perdido han distinguido recientemente entre John
Milton y el narrador del poema pico. Si tienen razn o no al
hacerlo, nosotros seramos ciertamente injustos con Defoe atribu-
yndole todas las ingenuidades de Crusoe. Ya he sugerido uno o
dos ejemplos. La actitud de Crusoe hacia la esclavitud, el caniba-
lismo yel racismo se expone en pocas palabras y con ambigeda-
des. El contraste entre el trato que Crusae da a Viernes y la actitud
mucho ms brutal de sus sucesores hacia los indios difcilmente
puede ser accidental. Crusae cree en su misin civilizadora, en la
gran responsabilidad del hombre blanco. Entabla excelentes rela-
ciones con Viernes y su padre. Lo mismo hacen .los espaoles que
lo suceden en la isla. Son los nufragos ingleses quienes maltratan
a los nativos. A su regreso a la isla Crusae se esfuerza, en alianza
con los espaoles, por mejorar la suerte de los indios. En su
siguiente viaje queda consternado por "la masacre de Madagas-
car", cuando la superioridad militar occidental se utiliza para
destruir una poblacin y a sus habitantes en venganza por el
asesinato de un ingls que haba intentado violar a una joven
nativa.
La superior tecnologa europea que Defoe tan sinceramente
aprobaba, poda depositar el poder en manos de bestias ebrias. El
cristianismo, cuya expansin le pareca tan conveniente, resulta-
ba un arma cuando menos de dos mos: poda civilizar a los nativos;
poda tambin, se daba cuenta Crusoe, ser un medio para imbuir
la disciplina del trabajo en beneficio de aquellos que lo introducan.
Es mrito de Crusae (y de Defoe) mirar y describir claramente
las dos caras de la colonizacin occidental: su tirana y explotacin
brutales, as como su papel civilizador". Despus de todo,es la
poca de la South Sea Bubble: nunca los comerciantes y especula-
dores ingleses se haban enriquecido tan rpidamente a costa del
despojo del resto del mundo. En su primer viaje de negocios al
Mrica occidental, Crusoe obtuvo beneficios de un 700%. Trajo
algn capital de la isla cuando regres a Europa, pero BU inmensa
fortuna provena de su participacin como rentista de una planta-
cin esclavista en Brasil, administrada en parte durante su ausen-
cia por un monasterio brasileo. Crusoe no rep8l' en absoluto en
los mtodos sin duda crueles por medio deJos cuales se producan
sus ganancias: sus lectores mostrarse igualmente distra-
dos.
Cul fue la actitud de DeCoe hacia la esclavitud? AntE$ de su
viaje a la isla haba vendido a "mi buenXury", que le haba ayudado
a escapar de la en Salee. Crusoe se senta "muy renuen-
te a vender la libertad del pobre muchacho que tan lealmente me
haba ayudado a conseguir la ma", y acept slo despus de que el
comprador le hubo prometido dejar en libertad a Xury en diez aos
si se haca cristiano, y despus de que el propio Xury acept el
convenio. Esto contrasta muy notoriamente con el trato que recibi
Viernes, que culmin en un honroso servicio fnebre cuando muri
en el mar. Pero Crusoe compro un esclavo en su- plantacin
brasilea y no tuvo escrpulos en participar en un viaje para traer
esclavos de Africa occidental a Brasil. Ms tarde expres su
desaprobacin de esto, pero no debido a que tuviese objecin
alguna contra tal comercio, sino porque considero que deba haber
comprado los esclavos "'.a aquellos cuya ocupacin era traerlos". La
primera palabra que le ense a Viernes fue "amo", Los perezosos
ingleses que lo sucedieron en la. isla planearon hacer algunos
prisioneros entre los naturales "para ocuparlos en los trabajos ms
penosos". Crusoe deploraba su pereza, pero encontraba este pro-
yecto en particular "no tan descabellado", Pareca imposible enSe-
par el trabajo disciplinado a los indios sin alguna forma de
coercin.
Resulta claro, pues, que Crusoe no desaprob 11) esclavitud como
institucin. Su horroppor la prctica del canibalismo le llev,
primero, a dar gracias a Dios de ser "distinto de criaturas tan
espantosas como stas", Por largo tiempo se propuso "destruir a
algunos de estos monstruos en su cruel y sangriento festn". Pero
al reflexionar ms detenidamente se dio cuenta de que "estas
gentes no crimen lo que hacen; ni su conciencia ni su
corazn se lo reprochan", y consecuentemente, que l no tena
autoridad "para erigirse en juez o ejecutor de estos hombres como
criminales", "Cmo descubrir el juicio de Dios ante estas circuns-
tancias?", puesto que l ha escogido dejarlos sin el beneficio de la
enseanza cristiana. Atacarlos sin motivo "justificara las cruelda-
des cometidas por los espaoles en Amrica, donde exterminaron
a millones de estas gentes que, .. de nada tenan que responder ante
ellos" , "Aun los propios espaoles consideran hoy qn hecho aborre-
cible y repugnante el aniquilar a aquellas gentes en su propio
pas". De tal manera Crusoe abandon su idea de castigar a los
indios y redujo sus planes a capturar "dos o tres salvajes ... para
convertirlos en llS esclavos y que hagan cuanto leS ordene",
Aqu Deroe toma parte, en una forma muy interesante, en una
CTUSoe no desaprob
la esclavitud como institucin.
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Crusae rechaz el argumento de
que la gente deba ser castigada
por acciones que para ella
resultaban naturales.
discusin que se haba prolongado por cierto tiempo. La conquista
y sojuzgamiento de los sal"',ajes paganos se haba justificado por las
prcticas incivilizadas como el canibalismo; Crusoe aceptaba esto
por instinto. Pero en un anlisis ms detenido rechaz el argumen-
to de que la gente deba ser castigada por acciones que para ella
resultaban naturales. Esto socav en gran medida la teora que
haba fundamentado la conquista y sometimiento de los indios
americanos -y de los irlandeses. Defoe subraya este punto sugi-
riendo gratuitamente ms de una vez que unos europeos a punto
de morir de hambre podran recurrir con plena justificacin al
canibalismo, aunque tal vez no deberan "pedir la bendicin para
esa carne".
Con todo, Crusoe parece dar por sentada la inferioridad cultural
de los indios americanos y su vnculo infantil con el europeo,
superior, a quien deban llamar amo. Pero dentro de estos lmites
viva feliz junto a Viernes y senta una gran satisfaccin ensen-
dole ingls, tcnicas occidentales y rudimentos de cristianismo.
Lamentaba el racismo provocativamente belicoso de sus sucesores
ingleses en la isla y atrocidades como la masacre de Madagascar,
que describe con toda franqueza. "Pens que era una triste condi-
cin la de vemos siempre obligados a estar matando a nuestros
semejantes para salvarnos nosotros". Nobles sentimientos; pero
cmo conciliarlos con la esclavitud como institucin y con la
ocupacin europea de Amrica?
Algunas de estas ambigedades, como he apuntado, fueron sin
duda producto de la situacin histrica en la cual escribi Defoe;
bien podra haber sido inconsciente de ellas. En tomo a la esclavi
tud se contradice, como tambin lo hace Robinson Crusoe. En La
reforma de las costumbres (1702) haba atacado a aquellos que
"truecan baratijas por las almas de los hombres", y en 1724 su
capitn Misson dira que "traficar con los de nuestra misma
especie" no era cristiano. Pero en otra parte Defoe admiti el
comercio de esclavos como "la ocupacin ms til y productiva ...
entre todos los sectores del comercio nacional", pidiendo slo que a
los esclavos no se les tratara con ms severidad de lo que fuera
necesario por razones econmicas.
El punto de partida de Defoe parece haber sido que "el creador
en su sabidura nos ha mostrado del modo ms evidente que dise
el mundo para el comercio", En 1719, el ao de Robinson Crusae,
public Una narracin histrica de los viajes y aventuras de Sir
Walter Raleigh, que pugnaba por la colonizacin de la regin del
Orinoco donde se hallaba la isla de Crusoe; y en Serias reflexiones
recomend el sometimiento por la fuerza de "las naciones brbaras
e idlatras del mundo". Encontraba esto muy distinto de la prctica
"impa y no cristiana" de forzar a los cristianos a sujetarse a alguna
versin de la religin cristiana diferente a la suya. Pero despus de
trazar una detallada estrategia para la conquista y cristianizacin
del Japn, Crusoe da sus argumentos en favor y en contra y deja la
cuestin abierta.
Probablemente el propio Defoe estaba indeciso. La esclavitud le
pareca a la vez mala en s misma y necesaria para la grandeza y
prosperidad comercial de Inglaterra. Los conquistadores europeos
contribuyeron a la riqueza del mundo obligando a los "salvajes" a
trabajar, ya fuera como esclavos o en condiciones de vil explota-
cin. Podemos ver las consecuencias. Defoe se dio cuenta de
algunas -es difcil decir realmente de cuntas. Pero en la poca en
que escribi todava haba lugar para cierto optimismo, aun cuan-
do ste result engaoso. El momento ms significativo se encuen-
tra tal vez en la segunda parte, cuando Crusoe queda espantado
pero impotente ante la masacre de Madagascat y 10 nico que
puede hacer es colocarse al margen de ella. Es una de las pocas
ocasiones en que no reclama absoluta responsabilidad por lo que
est pasando. El mensaje que Defoe intent transmitir aqu queda
a la imaginacin de cada uno.
As pues, aunque Defoe y Crusoe tienen mucho en comn,
podemos sospechar que Defae estaba ms consciente de las ambi-
gedades y contradicciones en las actitudes de Crusoe de lo que los
crticos han aceptado siempre. Tomemos por ejemplo la esperanza
de Viernes de que Crusoe ir a su pas y "ensear a los salvajes
a ser buenos, juiciosos, dciles". Esto era, nos dice Crusoe, "una
cosa que ... yo no tena la menor intencin ni deseo de emprender".
Se trata de un golpe palpable a la reticencia de los protestantes
ingleses a acometer el trabajo misionero entre los nativos, aunque
ello haba figurado por largo tiempo en los planes de las compaas
comerciales durante el siglo XVII. La falta de inters por hacer
proselitismo en la poca de Defoe es en verdad sorprendente
cuando la comparamos con el fervor de los movimientos misioneros
de fines del siglo XIX. Puesto que no poda culparse a los indios de
su inferioridad cultural (que todos los observadores del siglo XVIII
dan por sentada), pareca obvio que ensearles al menos los
rudimentos del cristianismo era un deber de los ingleses que los
sometan al trabajo. Pero entonces podran transformarse en
trabajadores menos sumisos. La propia Sociedad para la Propaga-
cin del Evangelio posea plantaciones en las Indias Occidentales
y no permita que se enseara el cristianismo a sus esclavos por
miedo a que reflexionaran sobre su situacin. Me temo que el
calvinismo (y ese libro racista que es el Viejo Testamento) tiene
una gran responsabilidad en esto. Incluso Milton pensaba que el
"severo anatema" de que deban ser "siervQs de siervos" haba sido
arrojado sobre toda la "casta corrompida" de los descendientes de
Cam (El paraso perdida, XII, 101-5).
No fue un protestante ingls sino un sacerdote catlico-romano
francs quien se preocup por la conversin. "En cuanto a m",
admiti Robinson Crusoe. "no haba albergado hasta entonces
ningn propsito semejante, y creo que nunca lo habra formado;
consideraba a los salvajes como esclavos y gente a la cual, de haber
tenido trabajo para ellos, habramos utilizado como tales, o bien
nos habramos sentido felices de transportar a cualquier otra parte
del mundo". Aqu Defoe se aparta claramente de Crusoe y plantea
dos cosas. Primero, que los indios eran considerados como objetos
ms que como personas. Esto es congruente con el hecho de que
Crusoe arrastro a Viernes con l a Europa sin consultarle, aunque
ello significara que el padre de Viernes quedaba abandonado y en
completa ignorancia de la suerte de sU hijo. En segundo lugar, que
La falta de inters por hacer
proselitismo en la poca de Defoe
es sorprendente.
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Viernes e8 la respuesta de Crusoo
(y de Defoe?) al raci8moy la
explotacin. d,eloombre por
eloombre.
la conversin resultaba superflua, si no es que un tanto absurda.
Crusoe era seversimo en su crtica de la "conversin" masiva,
"como.ele llama, de los chinos aleristianismo" por los catlicos. Lo
que importaba eran las estadsticas, da a entender Defoe, no el
bienestar de lasBlmas individuales. El sacerdote que tan elocuen-
temente habl de convertir a los indios' prometi tambin perma-
neceren la isla para atenderlos. Pero Robinson Crusoo lo disuadi
de este proyecto: se fue de hecho en el siguiente barco. DeCoe
apenas oculta aqu su ironl!t. Paulatinamente Robinson Crusoe
comprende, sobre la base de la experiencia, que el cristianismo
puede ser til para la disciplina del trabajo. Si mi razonamiento es
acertado, Defoe est, una vez ms, vacilante entre ambas opciones.
.la venta de Xury como esclavo por Crusoe y su
aceptacin de Viernes como compaero, si bien de rango inferior.
En la soledad de su madriguera kaf'kiana, donde se hallaba
aterrado de su propia especie, no menos que de los animales
feroces, Crusoe anhelaba la compaa y la conversacin humanas.
Viernes fue la respuesta a este anhelo: no podra haber sido nunca
un simple objeto. Viernes es la respuesta de Crusoe (y de Defoe?)
al racismo y la explotacin del hombre por elhombre; an ms, el
relato en su totalidad idealiza el papel histrico -del colonialismo
como un sistema que impone la disciplina del trabajo en inters de
la explotacin.
Por tanto, DeCoe no slo est exaltando el comercio, la coloniza-
cin y la propagacin de los avances tecnolgicos del capitalismo.
Hay algo de esto, pero queda de tal manera envuelto en contradic-
ciones y complejidades qUEmunca podemos estar seguros de cul es
la verdadera posicin de DeCoe. Tampoco-est escribiendo sola-
mente un opsculo puritano. Crusre titubeaba en su nfasis en la
divina providencia. En un momento parece que "Dios, milagrosa-
mente, ha hecho crecer el grano" para alimentarloi pero su "piado-
sa gratitud a la providencia divina" se ve menguada cuando
encuentra una explicacin natural. Crusoe pone en duda inclusive
la justicia de la providencia en el punto decisivo que hemos venido
consideran,do:el de ocultar el conocimiento indispensable para la
salvacin "de tantos millones de almas" que bien podran "hacer
mucho mejor uso de l que el que hemos hecho nosotros". Y si
atendemos al relato ms que a las palabras de Crusoe, advertimos
que "el chico locuaz y aventurero", como se req.ere a s mismo, no
slo no recibe. castigo sino que es recompenSado con extrema
generosidad despus de todas sus correras. Resulta dudoso inclu-
sive que alguna vez se arrepientalirmemente -cuando menos la
cuestin no se aclara como se habra hecho en un opsculo
moralizador--..; pero llega finalmente a una condicin mucho mejor
que la que hubiera alcanzado de haber acatado los deseos de su
padre.
Los "Cuertes impulsos" de Defoeprovienende la misma tradicin
puritana que los "mpetus enardecedores" que llevaron al Sansn
de Milton a destruir a la aristocracia y a los sacerdotes filisteos.
Algunos crticos del siglo XX encuentran difcil aceptar que Milton
consideraba a In aristocracia y.' a los sacerdotes ingleses'como
enemigos de Dios, a quienes deba odiar por consigna religiosa;
contra ellos estaba en guerra, como Sansn contra sus equivalen-
tes filisteos. Argumentan que debemos distinguir con todo rigor
entre Milton y Sansn. Puesto que Milton estaba escribiendo una
obra teatral, esto es sin duda discutible; si DeCoe hubiera escrito
Sansn agonista, tal argumento me convencera. Pero Robinson
Crusoe es 50 aos posterior a Sansn agonista. Defoe ya no
esperaba el triunfo de la causa de Dios sobre la tierra en el mismo
sentido que Milton. Causas adyacentes explicaban ahora muchas
cosas que solan atribuirse a la providencia. Por lo menos una de
las "providencias" de Defoe parece haber sido una mera coinciden-
cia. La nocin del pecado ha perdido su poder sobre aquellos que
hablan de ella. Crusoe sigue olvidndose de si realmente se ha
arrepentillo o no, en la misma Corma como olvida registrar el
sbado mediante muescas.
Por lo tanto, creo que debemos mantener una actitud flexible en
torno al punto hasta el cual Defoe estaba consciente de sus
contradicciones en Robinson Crusoe: pueden haber sido su manera
de transmitir un mensaje. Watt tiene razn indudablemente en
advertirnos que a menudo encontramos una marcada irona en
DeCoe debido tan slo a que nuestras concepciones han cambiado:
Defoe pone en boca de sus personajes opiniones que a nosotros nos
parecen artificiosamente ingenuas pero que para l tenan un
sentido edificante. La historia ha sido tal vez benvola con l. Pero
cuando estimemos a Defoe con demasiada confianza a partir del
significado literal de erusoe o de Moll Flanders, debemos recordar
que el autor de El medio ms eficaz para con lo.s disidentes no
siempre expuso sus puntos de vista por el mtodo ms claro y
directo, especialmente cuando se trataba de asuntos impopulares
o arriesgados. Arnold Kettle menciona "dos tipos de realismo".
Por un lado est el realismo sutil de aceptacin -el que se
asocia con muchos de los personajes de C.P. Snow, que son
realistas en el sentido de valerse por s mismos-, por otro el
ms peligroso e incitante realismo de potencialidad -que se
encuentra en la habilidad para comprender las fuerzas que
actan en una estructura determinada. El primero confiere
a DeCoe su capacidad inigualada para reflejar su mundo tal
como es. El segundo aade vitalidad a su obra hacindonos
ver ese mundo en trminos de sus deficiencias y de sus
potencialidades humanas.
Kettle toma dos citas del Journal del gobernador Bradford para
explicar "el paso en el puritanismo de la tradicin alegrica a la
tradicin realista", que
est vinculado al creciente xito material de la burguesa.
Puesto que los acaudalados puritanos tienen ahora el control
de la situacin en un grado considerable, su inters por la
consciencia y la moral se ha tornado mucho ms prctico, ms
enlazado a la accin, menos encauzado al interior y ms al
exterior; el inters en el aqu y ahora como opuesto al futuro,
y por tanto, en trminos literarios, ms realista.
Defoe pone en boca de sus
personajes opiniones que a
nosotros nos parecen
artificiosamente ingenuas pero
que para l tenan un sentido
edificante.
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Pero todava pienso que fue
atinado establecer un lazo entre
la situacin de Robinson Crusoe
y el surgimiento del
individualismo, de una mayor
consciencia
del propio ser.
Hace unos 30 aos escrib sobre la tendencia literaria a aislar al
hroe o a la herona de la sociedad, abandonndolo a discurrir la
forma de salvarse slo con la ayuda de Dios. Suger que esto era
algo especficamente puritano, que une a El paraso perdido, El
paraso recobrado y Sansn agonista con El Viaje del peregrino y
Clarissa Harlowe al igual que con Defoe. Ahora pienso que esta
perspectiva era demasiado reducida y el nfasis. en el puritanismo
demasiado limitante. En El doctor Fausto y Tamerln de Marlowe,
en Hamlet, El rey Lear y Ricardo 11 de Shakespeare, y en muchas
otras obras isabelinas y jacobinas, el hroe como individuo se
encuentra aislado en algn sentido, incluso en sus disputas con
otros; y creo que podemos prolongar la tradicin hasta los grandes
individualistas romnticos. Pero Robinson Crusoe queda tal vez
como la ms pura entre todas ellas. En las dems el hroe se
compromete en un dilogo -a menos que asumamos que en El
paraso recobrado Satn representa una parte de la personalidad
del Hijo de Dios y que el debate es slo interior. Las novelas de
Richardson son dilogos epistolares. La mayor parte del tiempo
erusoe habla consigo mismo, ocasionalmente con Dios. Pero toda-
va pienso que fue atinado establecer un lazo entre la situacin de
Robinson Crusoe y el surgimiento del individualismo, de una
mayor consciencia del propio ser.
El nfasis en el individuo aislado puede ayudar tambin a
explicar la ausencia del sexo en la novela. El autor de Moll
Flanders y Roxana no ignoraba la existencia y el poder del sexo. No
era tampoco "puritanamente" remilgado. No abordar el tema en
relacin con erusoe solo en la isla podra dirigirse a guardar la
consonancia con las convenciones de la poca. Pero las mujeres no
desempean en lo absoluto un papel significativo en la vida de
Crusoe tal como se relata en la novela. Se casa, como por mera
frmula, en una sencilla frase al final de la primera parte. Su
esposa desaparece tambin sin ceremonia alguna en la misma
frase; no podra ser menos relevante para los temas de la novela,
y hasta dnde ataen a Defoe aquellos matrimonios sobre los que
insiste el sacerdote francs en la segunda parte? No puede haber
esperado realmente que creyramos que los tres facinerosos seran
fieles a sus mujeres indias y que ninguno de los espaoles interven-
dra. Watt propone el sugestivo argumento de que Defoe concibe el
sexo como una mercanca, ms que como una relacin humana.
Puesto que en la isla de Crusoe no hay intercambio, tampoco hay
demanda de bienes. Cuando los ingleses escogen a sus compaeras
indias, la eleccin del primero no recae en la ms joven y hermosa
sino en "la ms fea y vieja de las cinco", Porque "esperaban
dedicacin y ayuda en los negocios, ms que ninguna otra cosa; y
ella result a la postre la mejor esposa de todas". La tosca metfora
comercial subraya el hecho de que la mujer es una fuente de fuerza
de trabajo ms que de satisfaccin sexual. De Brasil, "adems de
otros artculos, envi siete mujeres", nos dice erusoe; y prometi
"hacerles llegar algunas mujeres de Inglaterra junto con un buen
cargamento de enseres bsicos", El matrimonio formal en el cual
insisti el sacerdote francs slo confirm la relacin econmica
que ya exista por s misma. No cabe duda de que DeCoe comparta
el escepticismo de los protestantes radicales acerca de las ceremo-
nias, La compaa y solaz que Milton (y muchos otros protestantes
radicales) consideraban propias del matrimonio, Robinson Crusoe
las encontr en Viernes --que sin embargo era ms un discpulo y
un pblico que un compaero. "Two Paradises twere onelTo dwell
in Paradise alone"," Crusoe est muy cerca de alcanzar lo mejor de
ambos mundos.
Para terminar, unas cuantas palabras sobre el estilo de Defoe.
"Un lenguaje accesible, sencillo y familiar", escribi, constituye "la
excelencia de un escrito sea cual sea el asunto que aborde y
cualesquiera las personas para quienes escribamos o hablemos",
"Una expresin o estilo perfecto" es "aquel por cuyo medio un
hombre que se dirige a quinientas personas, con capacidades
comunes y a la vez diversas, se hace comprender por todas ellas en
el sentido que lo desea". Hoyes casi un lugar comn trazar la
evolucin de la prosa coloquial inglesa desde las autobiografas
espirituales de Bunyan hasta los panfletos del interregno de
levellers y diggers, y tal vez hasta los sermones puritanos y los
Opsculos de Marprelate. Pero el tema de las influencias y fuentes'
de origen es ms complejo. Las Cartas provinciales de Pascal"
fueron traducidas al ingls en 1658, y su estilo flemtico de narrar
por medio de un individuo aparentemente simple, que elogiabafll
los jesuitas pero en realidad persegua suprimir el cristianismo.
atrajo ciertamente la atencin de los panfletistas de la posrestau-
racin. El elemento comn entre Pascal y los levellers es que uno
y otros se hallaban comprometidos en la controversia; uno y otto,
pretendan convocar al hombre comn contra el orden establecid.O:,
y por tanto tenan que ser claros, directos y punzantes. '
Examinemos un poco ms detenidamente el papel de las acade-
mias disidentes en la evolucin de una prosa como la de Defae. La
enseanza se llevaba a cabo en la lengua verncula y se orientaba
hacia cuestiones modernas. Los que acudan a ellas eran, como el
propio Defae, jvenes de clase media que no estudiaban en la.
universidad, Estas academias representaron una opcin cultural
que dio a un hombre como Defoe su audacia y confianza en, si; ,
mismo. Cuando intervino en favor de la Legin, se sabia t.an:
avezado en conocimientos tiles como aquellos a los que atacaba.
Cuando se burl del "verdadero" ingls estaba ridiculizando las
pretensiones de los aristcratas que reclamaban haber llegado C()P
el conquistador pero no tenan otra cosa que alegar en su favor:
'Tis that from some French trooper they derive
Who with the Norman bastard did arrive ...
Wealth, howsoever got, in England makes
Lords of mechanics, gentlemen of rakes:
Antiquity and birth are uselcss here;
'Tis impudence and money makes a peer ...
These are the hcrocs that dcspise the Dutch,
And ral a new-come foreigncrs so much,
Forgetting that thcmselves are aH derived
From the most scoundrel race that cvcr lived.
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En su estilo, Defoe se muestra consciente de su pertenencia a
Un lenguaje accesible, sencillo y
familiar constituyen la excelencia
de un escrito sea cual sea el
asunto que aborde.
. ~ . - .
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Vefoe no ignoraba el latn, pero
observ que la educacin en
Oxford o en Cambridge tena un
efecto pernicioso sobre el estilo de
la prosa, pues haca que los
hombres pensaran en latn.
una cierta clase social al eludir los latinismos. Bunyan no se
avergonz de no poder, "con Poncio Pilatos, hablar hebreo, griego
y latn". DeCoe no ignoraba el latn, pero observ que la educacin
en Oxford o en Cambridge tena un efecto pernicioso sobre el estilo
de la prosa, pues haca que los hombres pensaran en latn. Hay
aqu un patriotismo lingstico tan vehemente como el de Milton
y an ms profundo. La prosa de Defoe, se ha dicho, "contiene una
gran cantidad de palabras de origen anglosajn, ms que la de
cualquier otro escritor de renombre, con la significativa excepcin
de Bunyan". Es nuevamente el pblico al que apelaban Bunyan y
DeCoe comerciantes, artesanos y pequeos terrate-
nientes, y sus esposas-Io que resultaba decisivo. En su mayora,
estaban acostumbrados al sencillo estilo puritano de predicar y a
la prosa de los artesanos que Sprat menciona como modelo en su
Historia de la Sociedad Real de Londres. Ninguno habra encon-
trado tiles las alusiones clsicas que acadmicos y caballeros se
ufanaban de reconocer. Asociaban la cultura latina con la clase
que los exclua de las universidades.
Hay un interesante esquema en la carrera de Defoe. Despus de
11""'-''''/13 aos de "proyectos" fracasados, se vio orillado a ganarse la
y a pagar sus deudas por medio de un dudoso periodismo
La sensibilidad hacia su pblico, que adquiri a travs del
constante con el lector de este gnero, le permiti llevar a
uno de los ms exitosos proyectos de todos los tiempos:
la novela, para reunir y desarrollar las exigencias de un
lector de ficcin que aumentara en forma consistente
las dos y media centurias siguientes. Aqu Defoe encontr
fin la oportunidad de aplicar su cualidad ms notable: su
JCu .. ,uCl.ushakesperiana para penetrar en los ms diversos perso-
-Robinson Crosoe y el sacerdote francs, Moll Flanders, el
Misson- y gozar de ellos.
se inici en los dilogos dramticos con El instructor
(1717) y otras obras didcticas similares, as como Ri-
empez con las Cartas para amigos especiales. Pero la
'sonUlca,ClCln tom carne humana, como haba sucedido en El
recobrado y El uiaje del peregrino. En las novelas Defoe
abstraerse de la censura dogmtica y convencional que se
obligado a adoptar cuando moralizaba. Las ambigedades,
y confusiones no eran ya delitos infamantes: podan expre-
en seres humanos, a cada uno de los cuales se le permita
ntegramente sus potencialidades. Aparte de uno o dos
de introduccin y conclusin, hombres y mujeres consti-
su propia justificacin. Esto llevaba el principio de toleran-
-necesario para la grandeza comercial de Inglaterra- a su
rv .... n .... lgico.
cuando Defoe no escribi para el teatro, su uso de la prosa
una narrativa que no serva directamente a nirign propsito
"' ..... r ... '." ni moral le parece a Gildon un desliz muy impropio de la
""p."",,,.a puritana por la ficcin. As lo consider tambin Defoe
un principio, pero por fortuna su idea de la generosidad de Dios
a sus escrpulos. De tal manera la revolucin democrtica,
derrotada en poltica, triunf en la novela.
Notas
1 El relato de las aventuras de Robinson Crusoe apareci originalmente
en tres partes: '/.'he life and strange surpming aduentures of Robinson
CrusoeofYork, mariner(1719), '/.'hefartheraduenturesotRobinsonCrusoe
(1719) y Serious refkctions during the lite and surprising adueritures of
Robinson Crusoe (1720). Pero su fama pronto vino a descansar casi exclu-
sivamente en la primera parte-la que conocemos hoy-, de la cual existen
innumerables traducciones y adaptaciones. (N. del T.).
2 Somos zahrda de Europa, cloaca donde
vierte todo su prole expulsa e inmunda.
s Nuestra muchedumbre an buscan la reforma
y pocas veces se han equivocado hasta hoy.
4 Dos parasos era uno. vivir solo en el.paraso.
5 Vstagos son de algn soldado francs
que lleg con el bastardo normando ...
La incierta riqueza hace en Inglaterra
de artesanos, seores, de truhanes, caballeros:
vanos resultan aqu antigedad y origen;
caudales y descaro hacen a un noble ...
Hroes que desprecian al holanda.
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