7 Nueve Modos de Orar
7 Nueve Modos de Orar
7 Nueve Modos de Orar
INTRODUCCIN
Vamos a orar siguiendo a Santo Domingo. Nuestra oracin ser lenta, pero personal e interior. Tenemos en nuestras manos los modos de orar de Santo Domingo. Iremos contemplndolos uno a uno. Son como cuadros o escenas de la vida de un orante, aunque, en la realidad de la vida de oracin, los deberamos vivir en continuidad, sin interrupcin en cada modo. Al final del da Domingo oraba despus de predicar, ensear, caminar... Estaba cansado, como quizs lo estamos hoy nosotros por otros motivos. Y oraba en diferentes posturas para mantenerse vigilante. Orar unas veces es escuchar, otras hablar, otras pedir, otras... dormir (es decir que hasta nos podemos quedar dormidos reposando en los brazos de Dios...) porque simplemente es estar en la presencia de Dios tenindole como amigo. Domingo ora ante Cristo crucificado, pero fijmonos que en casi todas las imgenes, Mara est presente.
Nosotros pedimos perdn por nuestros pecados y decimos: Seor, ten piedad! Hacemos memoria en nuestro interior de los nios y nias que en el mundo estn sometidos a todo tipo de explotacin, trabajo o delincuencia. Recordamos a emigrantes humillados por nuestras maneras de vivir que justificamos hasta con leyes.
Por eso recordamos a nuestras familias, que nos han transmitido una vida, o que les hemos dado una vida, el amor, la educacin... o que nos han posibilitado el estar aqu. Por eso recordamos a nuestras comunidades, fraternidades, grupos, movimientos, nuestros superiores, lderes...
lgrimas fue escuchado por su reverencial temor (Hb 5, 7). Pero Santo Domingo no utiliza este modo de orar sino cuando, inspirado por Dios, saba que se iba a obrar algo grande y maravilloso en virtud de la oracin, o que Dios le mova con especial fuerza a una gracia singular. Pronunciaba con ponderacin, gravedad y oportunamente las palabras del Salterio que hacen referencia a este modo de orar; deca atentamente: Seor, Dios de mi salvacin, de da te pido auxilio, de noche grito en tu presencia;...Todo el da te estoy invocando, Seor, tendiendo las manos hacia ti (Sal 87, 2-10) Se identifica con Cristo y abraza a todos los hombres y mujeres con su oracin. Nosotros podemos elevar nuestros brazos y formar una gran cruz de humanidad. Unidos hacemos memoria de los hombres y mujeres que no son cristianos pero creen en Dios y lo buscan con sincero corazn, oramos por todos los buscadores de Dios. Oramos por los que desde su fe buscan la paz y lo hacen desde la justicia. Pedimos a Jess que muri por todos que seamos capaces de superar actitudes racistas o de marginacin por cuestiones religiosas o de cultura. Recordamos a quienes llevan su cruz de cada da, a quienes les cuesta aceptarla, a quienes la rechazan, a quienes se la cargan a otros...