Ningún Poder A Los Tontos
Ningún Poder A Los Tontos
Ningún Poder A Los Tontos
PREFACIO Cuando la estupidez se torna epidmica La gran amenaza que amaga a la humanidad no son ni terremotos ni tsunamis, ni tampoco polticos inescrupulosos, ejecutivos rapaces o conspiradores tenebrosos, sino una ESTUPIDEZ GIGANTESCA!, nica, mundial, que revienta todas las dimensiones. Quien no lo cree ya est infectado. La estupidez ella es la gran constante de la historia humana, la nica potencia mundial que ha perdurado durante milenios: reyes, papas y presidentes vinieron y se fueron; sociedades surgieron y sucumbieron, programas electorales fueron escritos y olvidados la estupidez permaneci. Revoluciones, catstrofes naturales, guerras mundiales o crisis financieras tampoco pudieron mellarla. De hecho, siempre hubo brotes esperanzadores de conformar ms racionalmente la convivencia de la gente; sin embargo, tales experimentos raramente perduraron. La poderosa Internacional de los Tontos, de los estrechos de mente, de los que se quedaron eternamente en el pasado, de los retardados sin remedio retomaron el atril de director de la historia y marcaron el dbil ritmo al que las condiciones deben danzar. John Adams, el segundo presidente de los Estados Unidos de Amrica, ya se lamentaba en el siglo 18: Mientras todas las dems ciencias han avanzado, el arte de gobernar contina marcando el paso; escasamente es practicado hoy mejor que hace tres mil o cuatro mil aos.1 Eso ha cambiado poco. Todava los frutos en la poltica van muy por debajo de lo que los seres humanos han logrado en otras reas. Pero por qu es esto as? Podra ser que la poltica vaya mentalmente retardada tras las ciencias y las artes, porque ella les ofrece a los retardados mentales posibilidades particulares de despliegue? No resultara difcil encontrar polticos cuyo ejemplo podra corroborar tal tesis. No obstante, ella no apunta a la realidad: Pues el Poder de los Tontos no se basa en retrasos mentales individuales (que en poltica para ser justos no son ms frecuentes que en la poblacin promedio), sino en dficits cognitivos colectivos: La estupidez es polticamente efectiva cuando adquiere grados epidmicos, cuando la demencia es tan omnipresente, que ella, como tal, ya no es perceptible. Esto es, para pesar del ser humano, lo normal. Friedrich Nietzsche lo resumi claramente: La demencia individual es algo raro pero en grupos, partidos, pueblos, pocas, es la norma. 2 Lo complicado con esta demencia absolutamente normal, es que a ella generalmente se le reconoce slo cuando se le aprecia desde la distancia temporal o espacial. Porque todos nosotros somos prisioneros de la Matrix* cultural en la que fuimos socializados.
*Matrix es una triloga de pelculas de ciencia ficcin escritas y dirigidas por los Hermanos Wachowski.La pelcula plantea que en el futuro, casi todos los seres humanos han sido esclavizados, tras una dura guerra, por las mquinas y las inteligencias artificiales creadas. Estas los tienen en suspensin, y con sus mentes conectadas a una simulacin social que representa el final del siglo XX, Matrix. Los seres humanos son usados por las mquinas para obtener energa, y los pocos humanos descendientes de los que no cayeron en las redes de los robots o que han sido liberados de Matrix, viven en la ciudad Zion. Desde all, una pequea flota de naves se mueve por el subsuelo, entrando de forma clandestina a Matrix y tratando de liberar cada vez a ms personas conectadas, buscando a aquellos que intuyen que algo no es correcto en el ilusorio mundo en que viven. Y es as, que nuestra propia cultura actual nos parece, en general, bastante razonable. Pero lo es realmente? Somos realmente mucho ms listos que los seres humanos del pasado, o simplemente nuestra estupidez lleva otros vestidos? Nos analizarn futuras generaciones a nosotros, personas civilizadas educadas, quizs, con la misma mirada compasiva y perturbada con la que hoy nosotros miramos hacia atrs a aquellos que alguna vez estaban convencidos de poder aplacar a los dioses del clima con sacrificios humanos? Es posible que seamos tan tercos, tan cargados de prejuicios, tan estrechos de mente como ellos? A quines sacrificamos nosotros ahora? Y por qu motivos? Lamentablemente no existe una pldora roja (en la pelcula Matrix elegir entre tomar una cpsula roja o una azul determina, respectivamente, si se quiere conocer el mundo real o se prefiere seguir en el mundo como ilusin) que uno pueda tragar para poder salir de la Matrix demencial.3 En realidad se requiere de algn esfuerzo mental para superar slo una pequea porcin de los mitos correspondientes a la poca que todos portamos con nosotros. Slo este esfuerzo podra, lamentablemente, bastar para retener a gran parte de los seres humanos en la Matrix. Porque quin se entrega con gusto a esfuerzos mentales a no ser, quizs, para resolver crucigramas? Arthur Schopenhauer opinaba que la profunda aversin contra el esfuerzo mental es un rasgo esencial tpico de nuestra especie: La gran mayora de los seres humanos est constituida de tal forma que, conforme a toda su naturaleza, nada le es ms importante que comer, beber y aparearse.4 Eso, desde la perspectiva biolgica-evolutiva, es comprensible: Por qu tendra el ser humano que exigir ms de la cuota su organo pensante de altos costos en recursos, si tal consumo de recursos no se recompensa en el instante? Al fin y al cabo, aquellos que osaron escapar de la Matrix raramente lograron ventajas del uso extremo de la razn. De manera terrible muchos pensadores avanzados de la
humanidad no fueron en su tiempo valorados, sino despreciados, ridiculizados, perseguidos, encarcelados, desterrados o incluso quemados vivos. Es cierto, desde las fechoras asesinas de la Inquisicin, han cambiado muchas cosas pero la rgida relacin de poder y estupidez se ha mantenido. An tiene vigencia: La estupidez dominante es siempre la estupidez de los dominantes.5 Es por eso que aqul que se alza contra el sentido comn (dgase: el consenso de la estupidez vigente en el momento) necesariamente entra en conflicto con los conservadores del status quo. Pero quin querra jugrselas contra los altamente condecorados representantes del Estado, de la sociedad, de la religin? Es que acaso no muestra la experiencia, que aqul que delata las estupideces, al final l mismo es el que queda como estpido? Es que no hay que considerar casi como un signo de astucia que la mayora de los seres humanos mejor se adapta y acepta todo como est, incluso an si con ello se dae la lgica? No sin razn se dice: (Slo) nios y locos dicen la verdad. Tambin en el sabio cuento de Hans Christian Andersen El traje nuevo del emperador no es casualidad que sea un nio el que se atreva a declarar la verdad, a lo que en un primer momento nadie se atreve. Que el emperador va desnudo, que los representantes del poder estn sentados sobre una estafa grotesca y nica, es una verdad enorme, muy terrible, para que un adulto pueda llegar a ella. El Libre Pensamiento es, al parecer, slo posible cuando uno an no se viste la camisa de fuerza de lo convencional como el nio del cuento de Andersen o cuando uno se ha despojado de ella, y ante los ojos del mundo es uno el que se ha vuelto loco. Como loco, que se ha desprendido de la camisa de fuerza, uno disfruta literalmente de libertad pero al precio de no ser nunca ms tomado en serio. Eso porque: a algunas personas les asienta mejor la gorra de loco que el birrete de profesor. Y es as, que aqu me permitir la libertad de los locos, de escribir sin pelos en la lengua, aunque en ello pierda toda oportunidad de ser aceptado en la liga de los caballeros serios . Que eso a m me valga un rbano tiene que ver con un cierto consuelo infantil que, incluso entrado en aos, no ha terminado de crecer: Es que simplemente no soporto cuando la gente afirma que el emperador va vestido, cuando evidentemente l est desnudo. Estoy harto de escuchar de polticos, lderes religiosos, sabios en economa, gente de medios s, incluso de filsofos ao tras ao, mes tras mes, semana tras semana, da tras da las eternas frases huecas que no dicen nada. Y a m me da nuseas cundo tengo que ver cmo esta supuestamente tan inteligente especie sigue detrs de cada idea demencial tan cruda. Con esto en ningn caso me considero particularmente inteligente, no creo tampoco saber las respuestas correctas a todas las preguntas expuestas en este
folleto contencioso. Sin embargo, soy lo suficientemente loco como para mantenerme tanto tiempo en mis posiciones hasta que no se me presente mejores argumentos. Por eso es que, hasta la prueba de lo contrario, yo parto de que nuestra llamada Gran Cultura no slo eleva a grados inimaginables los potenciales tecnolgicos de la humanidad, sino tambin la estupidez humana. Y es justamente esto lo que hace la actual situacin mundial tan extremadamente peligrosa: Cuando la tecnologa de punta y la idiotez de punta se juntan, las consecuencias son generalmente catastrofales! No se necesita ser genio para reconocer que a la larga no nos podemos permitir el Poder de los Tontos. En el fondo basta con observar el mundo con los ojos desprejuiciados de un nio. En el cuento de Andersen es un solo nio, que no estaba iniciado en el juego estpido de los adultos, el que pudo hacer caer toda la corte de la demencia. Yo deseara que ms y ms adultos siguieran su ejemplo. Despus de todo, la evolucin nos ha dotado de un aparato pensante increiblemente complejo y flexible. Tendramos que empezar a usarlo inteligentemente
HOMO DEMENS Porqu me avergenzo de ser un humano Pero qu sobrenombres ms decorativos nos hemos dado para resaltar la particularidad de nuestra especie: Homo absconditus, el ser humano inescrutable; Homo aestheticus, el ser humano orientado por lo bello; Homo creator, el ser humano creador; Homo innovator, el ser humano inventor; Homo ludens, el ser humano jugador y por ltimo, como coronacin de la autoadulacin, la definicin oficial de nuestra noble especie: Homo sapiens, el ser humano sabio. Si no fuera tan trgico podra considerarse como el mejor chiste de la historia: el ser humano sabio eso es casi tan original como el len vegetariano, la lombriz zapateadora o la musaraa burocrtica. Seguro: No se le puede desconocer a nuestra especie una cierta picarda campesina pero sabidura? No. Sabidura fue y es un bien escaso entre nosotros, monos vanidosos. Nuestra tan glorificada inteligencia no la usamos preponderantemente para hacer de este mundo un lugar mejor, digno para vivir en l, sino para engatusarnos, saquearnos, explotarnos, masacrarnos mutuamente. Y para qu todo esto? Para nada y siempre para nada. Pues los vencedores en este juego miserable por poder y recursos en ningn caso llegaron a disfrutar de una vida sin preocupaciones. Mejor dicho, tuvieron que aferrarse temerosamente a los frutos de sus victorias, vivir con el miedo constante de ser pronto ellos mismos embaucados, saqueados, explotados, masacrados. No puede ser ms estpido y sin embargo este juego es continuado de generacin en generacin. Pero seamos francos: La historia de la humanidad ha sido durante largos periodos una historia de la inhumanidad! Durante milenios no tuvimos nada mejor que hacer que aniquilarnos mutuamente. Quin cuenta los millones y millones de torturados, ahorcados, lapidados, apualados, estrangulados, desnucados, fusilados, desterrados, envenenados, gasificados? Un torrente nico de sangre se extiende a travs de los siglos; l es el derrotero comn en aquella hilera sin sentido de asesinatos y homicidios, de explotacin y violencia, que se llama historia. Es por eso que una definicin de especie ms precisa que Homo sapiens sera Homo demens6 , el loco, el ser humano chalado. Pues eso es justamente lo que nos distingue particularmente de todos los otros animales: Slamente nosotros somos los suficientemente chiflados como para sacrificar nuestras vidas por puras ficciones tales como dios y patria, honor y gloria. Ninguna ideologa es lo suficientemente absurda como para que nosotros no luchemos por ella hasta el final ms amargo. Basta echar un vistazo a la historia de las religiones para hacerse un cuadro de la colosal propensin del ser humano a delirios: Ningn chimpanc, por muy neurtico que est, ira alguna vez a la
guerra para demostrar que l tiene el amigo imaginario ms bacn (dios) a su lado. Pero nosotros los humanos lo hemos hecho una y otra vez y no se vislumbra un final de este absurdo grotesco: Pues todava nos creemos, los necios caminantes erguidos, que el universo fue creado por un dios todopoderoso exclusivamente para nosotros y los nuestros. La arrogancia humana, de considerarse el centro del cosmos, es francamente la locura ms estpida y polticamente la ms calamitosa que haya producido alguna vez el Homo demens; ella es, en cierto sentido, la madre de todas las insanias. De ella se desprenden no slo innumerables imbecilidades religiosas, sino tambin la pretensin terrenal de enseorear sobre el globo, que el Homo demens desde siempre consuma despiadadamente. Vale la pena entonces analizar profundamente esta particular estupidez fundamental. La mosca csmica de un da Para ello comprendamos primeramente los banales hechos cosmolgicos7: La Tierra puede parecernos a nosotros, diminutos bpedos, gigantesca; pero en dimensiones csmicas ella es tan increiblemente diminuta, que sera francamente atrevido definirla como partcula de polvo en el espacio. Ya frente a nuestro Sol la Tierra parece una semilla de meln frente a una sanda. Y el Sol mismo es una enana amarilla, que frente a la gigante roja Arcturus adopta el tamao de una semilla de meln, y frente a la supergigante roja Beteigeuze pticamente desaparece por completo. 8 Desde Coprnico podra haberse estado rumoreando en cierto grado, que la Tierra en ningn caso se encuentra en el centro del universo (el que tampoco podra existir en absoluto en un cosmos infinito). Ni siquiera nos encontramos en el centro de nuestra galaxia, sino que en uno de los brazos exteriores en espiral, mejor dicho en la provincia galctica ms lejana, a alrededor de 26.000 aos luz del centro de la via lctea . Al lado de nuestro Sol transitan en nuestra galaxia 300 millardos de otras estrellas (1 millardo=1.000 millones), a lo cual nuestra Va Lctea es slo una galaxia entre estimadamente 100 millardos de galaxias con ms o menos 70 sextillones de estrellas (1 sextilln=1 millardo de billones) (1 billn=mil millardos). La insignificancia csmica del ser humano, consecuentemente reprimida por el Homo demens, se presenta, sin embargo, no slo en la dimensin espacial, sino tambin en la temporal: As, ya haban transcurrido dos tercios del tiempo de vida del universo (en total 13, 7 millardos de aos) hasta ahora, hasta que hace 4,6 millardos de aos aparecieron el Sol y la Tierra en las inconmesurables vastedades del espacio . De la supuesta coronacin de la creacin no se vislumbraba ah francamente nada. Tuvieron que transcurrir ms de cuatro millardos de aos, es decir, el 90% de toda la historia terrestre hasta ahora, para que surgieran los primeros vertebrados. Hace 416 millones de aos los primeros
de ellos se asentaron en tierra firme, hace aproximadamente 250 millones de aos aparecieron los primeros mamferos. En todo caso, a nuestros antepasados descendientes de los reptiles, que apenas alcanzaban el tamao de ratones o ratas, difcilmente se les habra pronosticado un futuro prometedor. Ellos estaban demasiado a la sombra de dinosaurios y pterosaurios, que dominaban entonces el mesozoico (la edad media de la Tierra). Esto cambi recien con los fatdicos impactos de meteoritos hace 65 millones de aos, los que tuvieron como consecuencia que aproximadamente la mitad de todas las especies de plantas y animales de entonces se extinguieran (entre ellos todos los dinos y pterosaurios). Recin tras esta catastrofe devastadora pudieron desplegarse los mamferos, entre otros tambin la orden de los primates, a la que pertenecemos. Pero desde entonces, hasta la aparicin del ser humano moderno, debieron pasar todava millones de aos . Hace aproximadamente 15 millones de aos se separaron los antepasados de los actuales gibones de nuestra lnea originaria. Hace once millones de aoslos orangutanes tomaron su propio camino, los gorilas lo hicieron hace seis millones de aos. Casi un milln de aos ms tarde se separaron los rboles genealgicos de los actuales chimpancs y bonobos del rbol del ser humano; razn por la cual, nosotros estamos ms estrechamente emparentados con los chimpancs, que stos con los gorilas, lo que al Homo demens le gusta reprimir. Al momento de la separacin de las lneas ancestrales de seres humanos y chimpancs, escasamente habramos credo capaces a nuestros antepasados que alguna vez produciran descendientes que resolveran crucigramas o volaran al espacio. Pues el cerebro de los australopitecos era slo insignificantemente ms grande que el de un actual chimpanc. Recin con el homo erectus, nuestro antepasado directo, se inici un notable desarrollo del organo pensante. En poco menos de dos millones de aos se duplic su volumen cerebral. (Si usted ahora entiende las instrucciones de uso de su televisor, eso debe agradecrselo especialmente al buen viejo Homo erectus.) Apenas hace 200.000 aos se desarroll del Homo erectus el ser humano moderno, el que se la pas, lo que a menudo se olvida, el 95 por ciento de su existencia hasta ahora, como cazador y recolector. Puede sorprender, pero de hecho el ser humano moderno se las arregl el 99 por ciento de su historia como especie, sin iglesia cristiana; el 99,9 por ciento sin mquina a vapor; 99,99 por ciento sin telfono mvil. Si se traslada la historia de nuestro universo a un ao calendario, la irrelevancia csmica de la humanidad resulta particularmente evidente: Si se pone el Big Bang en el 1 de enero 00:00 hrs. hay que esperar hasta principios de septiembre para que se originen el Sol y la Tierra. A fines de septiembre se desarrollan las primeras formas de vida primitivas. Tarda hasta mediados de diciembre para que los primeros peces naden en los ocanos. Alrededor del 20 de diciembre aparecen vertebrados terrestres. Los dinosaurios dominan la escena
del 28 al 30 de diciembre. Recin el 31 de diciembre, pocos minutos antes de medianoche, aparecen los primeros representantes de la especie Homo sapiens. La historia cultural humana se reduce, en la escala del calendario csmico, a los ltimos segundos antes del nuevo ao. Comencemos entonces la cuenta regresiva para que puedan empezar los fuegos artificiales de ao nuevo: 10 termina la Nueva Edad de Piedra (Neoltico), comienza la Edad de Bronce, 9 en el Alto Egipto se usa el primer alfabeto, 8 se construyen las tumbas en el Valle de los Reyes en Egipto, 7 los chinos inventan la brjula, los griegos consuman la transicin de la Edad de Bronce a la de Hierro, 6 Pitgoras sobresale en Grecia, Buda en India, Confucio en China, 5 tras elf in de la gran cultura griega, Roma llega a ser la potencia mundial, 4 a partir de una secta juda se desarrolla el cristianismo hasta ser la religin dominante, 3 la antigua cultura sucumbe tras el fin del Imperio Romano y la expansin del Islam; comienza la antigua Edad media, 2 en la Alta Edad Media los papas llaman a Las Cruzadas e inician la Inquisicin, 1 Lutero desata la Reformacin, comienza la Caza de Brujas en Europa, los clculos de Coprnico sacuden la idea geocntrica del universo, 0 Salud, Feliz Ao Nuevo! En los ltimos milisegundos antes de medianoche el Homo sapiens demens estaba particularmente inquieto: No slo ivent el pararrayos, la ampolleta y la cmara digital, sino que tambin masacr a millones de sus congneres en innumerables guerras. Hagamos entonces saltar los corchos de la champaa! Puede ser que la fiesta, en todo caso, no dure mucho. Porque cuntos segundos ir a existir el ser humano en el primer ao tras el Big Bang? un segundo (equivalente aproximadamente a 434,5 Jahre)? diez segundos? medio minuto? Si llegramos hasta las 00:01 hrs. del nuevo ao (26 065 aos) eso sera para una especie demente como la nuestra bastante respetable; una permanencia hasta la 1 de la maana (1.563.927 aos) un pequeo milagro. El 2 de enero (en 37.534.246 aos), con bastante seguridad, ya no estaremos. En todo caso no seremos los nicos que en el transcurso de enero nos retiremos del escenario de la vida. Debido a que la luminosidad de nuestro sol aumentar continuamente, probablemente ya el 14 de enero del calendario csmico (en unos 500 millones de aos) no habr formas de vida superiores sobre la Tierra, el 24 de enero (en unos 900 millones de aos) habrn desaparecido todas las plantas. A principios de marzo (en aproximadamente dos millardos de aos) la Tierra se habr convertido en un planeta completamente desrtico. A mediados de julio (en 7 millardos de aos) el Sol se inflar hasta convertirse en una gigante roja, aumentando 250 veces su actual volumen. Al poco tiempo despus la Tierra probablemente se precipitar en el Sol, el que tras algunos relampagos de helio a fines de julio (en 7,7 millardos de aos) se contraer hasta convertirse en una enana blanca, el que como las cenizas de una fogata se mantendr algn tiempo como brasas silentes, por lo menos
hasta fines del segundo ao del calendario csmico, hasta que finalmente se apaguen las luces de nuestro buen viejo Sol. El vistazo al calendario csmico comprimido a dos aos deja dos cosas en claro: Primero, que la vida terrenal no es ms que un simple fenmeno efmero, marginal, en las infinitas vastedades del universo. Segundo, que el ser humano dentro de este fenmeno marginal juega un rol muy subordinado. En el calendario csmico el Homo sapiens tiene, a lo ms, el estatus de una mosca de un da (nacida el 31 del 12 y muerta el 1 del 1) vindolo con atencin, ni siquiera eso. Las verdaderas amas de la Tierra han sido y sern las bacterias, las que existieron mucho antes que nosotros y que seguirn existiendo mucho tiempo despus de nosotros. Qu es lo que se puede concluir entonces si justamente la mosca csmica de un da, el ser humano, presume de estar en el centro del universo? No hay una prueba ms clara de la debilidad mental de esta especie? Cun necio hay que ser realmente para no darse cuenta de la megalomana que nos empapa todos los das en iglesias, mezquitas, sinagogas, templos? No tena nada mejor en mente el supuesto creador que encarnarse justamente en la figura de una especie de mono surgida por casualidad y prontamente en extincin, en el miniplaneta Tierra, y ser crucificado? Ridculo! Le dar importancia l a que las formas de vida simiescas sobre este insignificante planetilla se le sometan recitando cinco veces al da frases en rabe? Grotesco! Se molestar en serio el supuesto creador si a determinadas horas, que estos terrcolas llaman Sabbat, se empujen cochecitos de nios ? Completamente meschugge (hebr.: loco)! El estigma de ser un humano Es realmente notable todo lo que el Homo demens es capaz de fantasear, y slo por haberse desprendido de su pelaje corporal y haberse puesto el reloj de pulsera digital. Probablemente donde esto se hace ms evidente es en nuestro trato con los animales no humanos. Por supuesto que nos consideramos algo mejor en comparacin con ellos, s : lisa y llanamente lo mejor, la coronacin de la creacin, aunque todos los hechos demuestran que no somos sino los neandertales de maana. En la aspiracin compulsiva de deslindarse del animal, el Homo demens francamente no repara en ninguna necedad. Y es que estamos no slo genticamente emparentados en alto grado con muchos animales, sino que tambin compartimos con ellos todas las emociones bsicas. Probablemente usted ya sabe que nuestros parientes ms cercanos, los chimpancs, los bonobos, los gorilas y los orangutanes poseen conciencia de un Yo, y que se conduelen por sus fallecidos, pueden anticipar el futuro. Pero saba usted que incluso tambin los cerdos se reconocen en el espejo y que tienen capacidades como los primates? que la vacas lloran la prdida de sus terneros y que desarrollan verdaderas depresiones en los establos? que las
gallinas se comunican entre s sobre la calidad de su pienso y que su corazn se acelera cuando sus polluelos estn en peligro? Son muchos los animales sobre este globo que sienten placer y deseo, alegra y sufrimiento, esperanza y desesperacin, de manera similar a nosotros. Si aceptramos que estamos unidos en una continuidad evolutiva con todos los otros seres vivos comprenderamos que simplemente somos vida que quiere vida en medio de la vida que quiere vivir9; as nuestro pensar y actuar cambiaran radicalmente. Sera probablemente la mayor revolucin de la historia de la humanidad. Pero es justamente esto lo que el Homo demens no permite. Con la misma indiferencia boba con la que l, ao tras ao, empuja a millones de sus congneres a la muerte por inanicin, se vuelve hacia sus parientes del reino animal: Considerando el hecho de que slo en Alemania son sacrificados al ao 40 millones de cerdos, no sorprende que a cada uno de estos altamente inteligentes y sensibles animales se les conceda slo un metro cuadrado como habitat, que no se considere necesario anestesiarlos para la castracin, que aparte de antibiticos tambin se les administre psicofrmacos para que puedan soportar tanto tiempo la tortura de la vida bajo el cuidado humano hasta estar listos para el matarife. Desconociendo por completo el hecho de que no estamos por sobre la naturaleza, sino que somos simplemente parte de la naturaleza, fiel a la ms estpida de las mximas bblicas sometemos la Tierra para nosotros. Eso lo sienten ao tras ao los millones y millones de cerdos, vacas, ovejas, gallinas, gansos y patos, que no slo son torturados hasta la muerte por motivos culinarios, sino tambin los millones de animales que martirizamos en investigaciones o que mantenemos encarcelados en jardines zoolgicos, a menudo bajo condiciones indignas. Por supuesto que tampoco se escapan de la tirana desenfrenada del Homo demens los animales en libertad, ya que somos nosotros los que destruimos cada vez ms sus biotopos, creando con ello finalmente aceleradamente las condiciones para el ocaso de nuestra propia especie. Segn estimaciones del WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) la diversidad de especies se redujo entre 1970 y 2005 en un 27%. Se puede comparar entonces perfectamente la desaparicin de especies de nuestra poca con las catstrofes del pasado prehistrico, como la muerte masiva hace 65 millones de aos, de la que fueron vctimas, entre otros, los dinosaurios. La diferencia naturalmente es que: Esta vez no son los impactos de meteoritos o erupciones volcnicas, lo que est destruyendo una gran parte de la vida sobre la Tierra. Es uno de los mismos seres terrestres, es el Homo demens, el que con su comportamiento retardado se arrastra a s mismo y a otros al abismo, el que evidentemente ya no puede aguantar la espera para abandonar el escenario de la vida.
Para lograr este objetivo hemos hecho considerables avances en las ltimas dcadas: Hemos envenenado los suelos, contaminado el aire, saqueado los mares, arrasado los bosques. Slo en un siglo hemos saqueado recursos que se haban originado durante millones de aos, y como contraparte inventamos tecnologas que han dejado inhabitables regiones completas. Jane Fonda una vez precis muy claramente el comportamiento baboso del Homo demens: Nosotros nos comportamos con el mundo, como si tuviramos otro en el portamaletas. Crame: Si uno pudiera renunciar al Club Homo sapiens demens, as como cuando se renuncia a un equipo deportivo miserable, a un partido poltico plagado de idiotas, a una comunidad religiosa dominada por idiotas yo ya lo habra hecho hace tiempo. Pero como es sabido, durante el tiempo de vida, no es posible salirse del Homo sapiens demens. Somos miembros innatos de este club, condenados a arrastrar toda la vida con nosotros el estigma de ser un humano. Homo sapiens u Homo demens? Pero lamentarse no ayuda en nada. En vez de eso intentemos hacer lo mejor de nuestra situacin. Despus de todo, la evolucin biolgica nos ha dotado en el camino con herramientas bastante prometedoras. Porque cralo o no: El ser humano tiene el potencial para ser un animal particularmente listo y tierno.10Homo demens no tiene que ser en ningn caso el fin del camino. De hecho, cada uno de nosotros porta en s el mecanismo para ser las dos cosas, Homo demens cabeza hueca y rabioso, as como para ser Homo sapiens manso y listo. Para usar una comparacin del reino de los insectos: Es sabido que cualquier larva de abejas mielferas se desarrollara para ser reina si fuera alimentada consecuentemente con Jalea Real. (Trabajadoras normales reciben esta especial ambrosa slo en los primeros tres estadios como larva, las futuras reinas en todos.) Entonces la abeja reina se presta para elegirla como metfora del Homo sapiens, y la Jalea Real de aquellos requisitos especiales que deben darse para que tal excepcional ejemplar de nuestra especie pueda desplegarse. Sin embargo la comparacin cojea tremendamente en un aspecto: Sera desleal comparar a las altamente eficientes abejas trabajadoras con el Homo demens. Pero hay una buena analoga para el Homo demens en el reino de los insectos, son las hormigas mentalmente trastornadas que han sido infectadas por larvas de la Fasciola Heptica o Duela del Hgado.11 Aqu yo pienso: Si existiera un dios bastara slo el ciclo de vida de la Fasciola heptica para comprobar que el ominoso creador tiene un sentido del humor extremadamente estrambtico. Pero juzgue usted mismo: Las larvas de la Fasciola Heptica llegan al cuerpo de la hormiga mediante bolitas de secreto
infectado de caracoles de tierra, y que las hormigas engullen con gusto. Mientras que la mayora de las larvas de la Fasciola, tras el fatal banquete, se instalan comodamente en la cavidad corporal de la hormiga, una de ellas emigra al sistema nervioso central de la vctima, donde ejecuta un cambio de conducta permanente en la hormiga: Controlada por el gusano cerebral en su cabeza, la hormiga abandona su grupo, trepa a la punta de una brizna de pasto, agarrndose frreamente ah como consecuencia del ttano de sus mandbulas. El objetivo de este acto suicida: La hormiga tiene que ser tragada por una cabra, una oveja, una vaca, un cerdo, un perro o un conejo, pues slo as llega la Fasciola a su Tierra Prometida, la vescula biliar de su anfitrin final. Su anfitrin intermedio, la hormiga controlada por el gusano cerebral, queda por supuesto en el camino. En seres humanos que han sido infectados por gusanos cerebrales ideolgicos puede observarse algo parecido . Piense slamente en los autores de los atentados del 11 de septiembre... En sentido figurado podramos entonces preguntarnos: Cul es la Jalea Real, que nos convierte en Homo sapiens? Y cmo diablos nos defendemos de aquellos gusanos cerebrales que nos degeneran a Homo demens? Ya que debido a la supremaca cuantitativa de esta especie existen muchos ms conocimientos sobre el Homo demens y sus gusanos cerebrales, que sobre el Homo sapiens y su Jalea real, parece razonable comenzar con el anlisis del Homo demens. Partamos entonces al centro del pas de las maravillas de los gusanos cerebrales. Pero cuidado! Justo al comienzo de nuestra expedicin nos vamos a topar con uno de los gusanos cerebrales ms peligrosos y resistentes de todos los tiempos un gusano que desde hace milenios lleva a los seres humanos a hacer y creer las cosas ms extravagantes, que los incita a verdaderas orgas de sangre, que motiva a los padres a torturar a sus propios hijos; que trastorna de tal forma a hombres y mujeres, que ellos con una sonrisa en los labios se hacen volar por los aires. Quizs usted ya tenga una idea de adnde conduce este viaje: al Santo Grial de la idiotez, un lugar en el que la melagmana es vendida como humildad y la estupidez como algo sublime, en el que el Homo demens, con consecuencia particularmente despiadada, se abandona al ridculo : Bienvenido al maravilloso mundo de los relidiotas!
EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS RELIDIOTAS La Santa Ingenuidad y sus consecuencias El Homo demens cre a los dioses a su imagen y semejanza no es de extraar que se encuentren en tan lamentable estado. Pinse slamente en el modelo estndar cristiano del Deus demens (del dios chiflado),del que la Biblia, el libro ms imprimido de todos los tiempos (!), narra la siguientes curiosidades: Despus que dios hubo creado el universo con sus sextillones de estrellas y planetas, se enfad tanto l por el comportamiento de algunas formas de vida simiescas sobre la Tierra, por lo que decidi ahogar a casi todos los seres vivos sobre este planeta (diluvio). Pero este biocidio horrible no bast para reconciliar al creador todopoderoso con sus criaturas. Este en realidad fue el motivo para que dios, con el transcurrir del tiempo, desarrollara lo que en una persona se diagnosticara como trastorno de personalidad mltiple, pero que para un ser todopoderoso se le llama tiernamente trinidad. En todo caso, dios urdi en este estado triple un osado plan: Su primera parte (dios padre) encomend a la segunda parte (espritu santo) prear a una mujer, para que finalmente naciera la tercera parte como dios hecho persona (dios hijo). El objetivo de la misin: El dios hijo deba ser ejecutado de modo horrible, y luego, al tercer da resucitar de entre los muertos. Por qu? Porque dios, evidentemente, slo mediante este acto de autoflagelacin esto tambin un caso conocido en psiquiatra podra quedar en las buenas consigo mismo y su creacin. En memoria de este, en alto grado psicopatolgico, acto de redencin celebran, aun hoy en da, los seguidores del dios tres en uno un extrao ritual, en el que como punto central hay unas obleas redondas parecidas a las bases de algunas cocadas. Las opiniones divergen unas de otras, si esto es por los conjuros de los respectivos maestros de ceremonia (sacerdotes catlicos y ortodoxos) o por la misericordia de dios (variante luterana) en todo caso, durante el ritual, las profanas obleas deben transformarse de verdad (no slo simblicamente!)12 en el cuerpo del redentor replicado millardos de veces. Este cuerpo es zampado inmediatamente por los creyentes tras la transubstanciacin de las obleas, pues esto es lo que les encomend el dios hijo a sus muchachos en la santa escritura: El que coma de mi carne y beba de mi sangre tendr la vida eterna, y yo lo despertar en el Da Final. Pues mi carne es alimento verdadero, y mi sangre es bebida verdadera. El que come mi carne y bebe mi sangre se queda en m y yo me quedo en l 13 Entonces: Buen provecho! El sentido de este acto ritual canibalstico (ya el reformador zuriqus Zwingli hablaba de comilona de gente, muchos siglos despus Sigmund Freud recurri nuevamente a este diagnstico) es tan oscuro como el procedimiento mismo: Supuestamente salvaguardara a los creyentes de pecados mortales y de afecciones demoniacas, de manera que tras el paso terrenal consigan acceso directo al reino celestial, en vez de ser asado post mortem en el fuego infernal.
Aleluya! Qu dice esto sobre nuestra tan inteligente especie, que millones de personas hayan debido entregar sus vidas por tal patraa ? Qu delata esto sobre nosotros, que a pesar de la Historia criminal del cristianismo14, que a pesar del evidente delirio de los dogmas cristianos, segn estadsticas oficiales, 2,2 millardos de personas reconozcan ser portadores del gusano cerebral Deusdemens?! Intente por un momento liberarse de todas las costumbres de pensamiento que con seguridad a usted le fueron inculcadas desde nio: Considerara cuerda usted a una persona que cree seriamente en tal historia? Considerara sensato usted elegirla para una funcin poltica? Le confiara usted a l, a un canbal de ritual, tranquilamente sus nios? Tmese tranquilamente su tiempo para responder a estas preguntas. Ms adelante las retomaremos. Lo primero que queremos aqu es echar un vistazo a algunas otras historias sagradas que el Homo demens ha urdido en el transcurso de los ltimos milenios. Por motivos de espacio (Homo demens ha sido tan libre para inventar inmediatamente miles de dioses) nos concentraremos aqu en los parientes ms prximos del Deus demens cristiano, en el judo Jehov, cuyo nombre no est permitido pronunciar (como Lord Voldemort en Harry Potter), y en el musulmn Al, cuyo nombre, por el contrario, se debe alabar cinco veces al da . Ilusiones judas y delirio antisemita Jehov, cuya supuesta autobiografa (palabra de dios) sirvi ms tarde de plantilla de copia para el dios cristiano y musulmn, comenz su carrera como gobernante del mundo de forma bastante modesta (lo que a menudo es omitido muy sutilmente en la biografa oficial): En la poca del faran egipcio Ramses III. (siglo 12 antes de nuestra era) aparece la abreviatura JHW como denominacin de una montaa en Transjordania, as como nombre de un dios montas provinciano adorado por los beduinos que habitaban ah. Tablillas de arcilla de la poca identifican a Jehov como hijo del popular dios toro El, que era considerado creador del mundo y altivo jefe de una respetable familia de dioses. (Slo con la diosa de la fertilidad Aschera habra engendrado 70 dioses y diosas.) Jehov entonces fue en un principio slo un dios entre muchos dioses. Esto comenz a cambiar cuando el rey Joschija, en el siglo 7 antes de nuestra era, gobernaba sobre el pequeo reino de Jud. Para unificar poltica y culturalmente las tribus de Palestina, Joschija declar al entretanto, ascendido a dios de la ciudad de Jerusaln, Jehov, como nico dios del pueblo judo; y se entreg por completo a aniquilar los innumerables cultos alternativos de su poca. Es difcil estimar hoy cun efectiva fue la poltica religiosa de Joschija, pero es un hecho que Jehov, en el transcurso de los siglos posteriores, ascendi en la carrera celestial hasta llegar a ser el nico dios de un pueblo elegido.
Como advenedizo divino que haba tenido que imponerse sobre la dura competencia, Jehov demostr una cualidad destacable: celos furibundos una deficiencia de carcter bastante comn entre nosotros, Homo demens. Cun terriblemente celoso se comportaba Jehov queda claro inmediatamente al comienzo de los tristemente clebres Diez Mandamientos, ya que ah est escrito: Aparte de m no tienes que tener otros dioses. () porque yo soy Yahveh tu DIOS, fuerte, celoso, que castigo la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin de los que me aborrecen 15 Con tales amenazas de venganza (si se toma la palabra de dios en serio, deberan pagar no slo mi hijo de diez aos, sino tambin sus hijos, los hijos de sus hijos, los hijos de los hijos de sus hijos no natos, por las renglones sacrlegos de este libro) mejor uno se somete. Al fin y al cabo la ira terrible de Jehov es descrita en la Biblia juda de manera impresionante: Piense slo en el destino de las ciudades Sodoma y Gomorra, las que Jehov arras porque ah supuestamente habran tenido lugar prcticas homosexuales sacrlegas. Tales narraciones crueles impresionaron, por supuesto, tremendamente a Homo demens, por lo que no sorprende que los homosexuales, aun hoy, en algunas partes del mundo sean perseguidos y tildados de sodomitas. A los redactores de la biblia hebrea, que trabajaron del siglo 2 al 6 antes de nuestra era en esta obra heterognea, no se les puede tomar a mal que hayan estilizado a su propio grupo a pueblo elegido, que declararan a su dios como dominante nico sobre el mundo, y que inventaran historias fantsticas para apoyar este mensaje, las que histricamente nunca tuvieron lugar (como el xodo de Egipto o la conquista de Jeric).16 En lo que se refiere a la exageracin barroca de la propia historia, los redactores bblicos no eran los nicos: Todo grupo tnico que se autoestimaba posea sus propias leyendas fanfarronas y, por supuesto, sus propios dioses que estaban a su lado enbatallas gloriosas. Probablemente el rabioso Jehov tambin estara hoy olvidado como los dioses de los antiguos egipcios, griegos, romanos, celtas o germanos (Quin cree hoy en Atum, Thot, Horus, Isis, Amon, Zeus, Dionisio, Pan, Poseidn, Atenas, Hera, Jpiter, Venus, Diana, Vesta, Teutates, Taranis, Esuis, Odn, Thor, Tyr o Frigg?), si el culto a Jehov no hubiera creado dos sucursales, que rpidamente se desarrollaron hasta ser religiones mundiales: Cristianismo e Islam, ya que casualmente correspondan al espritu destructivo de su poca. El hecho de que el judaismo a diferencia de otras religiones histricas haya sobrevivido durante milenios, se debe particularmente a la circunstancia de que cristianos y musulmanes, tras haber saqueado despiadadamente la herencia juda, hicieron todo lo posible para distanciarse de los judos. Este proceso fue peculiarmente significativo en el cristianismo: La transicin de secta de fin de mundo a religin cristiana antijuda se consum ya en los textos del Nuevo Testamento: As, en el evangelio de Juan se dice que los judos tendran al
diablo como padre.17 El redactor del evangelio de Mateo, asimismo, les pone en la boca, a raz de la crucifixin de Jess (De la que en el fondo fueron responsables los romanos, no los judos en realidad los italianos deberan haber entrado a la historia como asesinos de dios) aquella funesta automaldicin, a la que aludiran generaciones venideras de antijudos : Venga su sangre sobre nosotros y nuestros hijos!18 Ya los primeros emperadores cristianos actuaron correspondientemente. Restringieron ms y ms los derechos del pueblo judo mancillado por crmenes ateos y limitaron la propagacin de la fe juda en sus dominios, condenando con la pena de muerte la conversin al judasmo. En el medioevo cristiano el delirio lleg verdaderamente a su cspide: Se les imputaba a los asesinos de dios, cometer asesinatos rituales, profanar hostias, envenenar pozos de agua y propagar enfermedades como la peste. Como consecuencia tuvieron lugar numerosos pogromos. Pero eso an no le era suficiente a la fraccin de devotos fanticos del Homo-demens: As, el reformador Martn Lutero preguntaba en su diatriba Sobre los judos y sus mentiras, qu debera hacerse con este pueblo infame y maldito. Su consejo era que a sus sinagogas y escuelas se les atraque fuego, y que lo que no quiera arder sea colmado y cubierto de tierra, para que nadie vea de ello por toda la eternidad ni una piedra ni escoria.19 En la noche del pogrom del 9 al 10 de noviembre de 1938 (en el cumpleaos de Lutero, cuando celebraba el obispo de Turingia, Martin Sasse) fue llevado a cabo finalmente el fiel consejo del reformador. Pues Hitler, el que ya haba dejado en evidencia, de forma impresionante, en Mi lucha su estatus de Homo-demens idiota rematado (Al defenderme yo de los judos, lucho por la obra del seor La tarea que comenz Cristo, pero que no termin, la consumar yo20), crea de verdad en una conspiracin mundial juda, que desde el comienzo de los tiempos trabajaba con el objetivo de la destruccin del mundo, y en la que estaban coludidas personas tan dismiles como Moiss, Paulo, Spinoza, Lassalle, Rothschild, Heine, Marx, Lenin y Einstein.21 Uno no sabe en absoluto qu es lo ms repugnante la indiferencia bestial con la que los esbirros de Hitler cometieron el exterminio en masa de millones de hombres, mujeres y nios judos, o la estupidez abisal, la megaidiotez nauseabunda de aquel gusano cerebral del Homo-demens que provoc las crueldades nacionalsocialistas. En todo caso: Con la cesura zivilisatoria que acompa la revisin del holocausto, mengu el tradicional odio a los judos dentro del cristianismo. En cambio, l adquiri en la cultura musulmana dimensiones cada vez ms amenazantes y esto aunque el islam originalmente era ms tolerante frente al judaismo que el cristianismo: Al fin y al cabo, judos (como cristianos) eran considerados Dhimmi, protegidos, tolerados con derechos legales
restringidos, y que para ello deban pagar un impuesto correspondiente en regiones de soberana musulmana. (Por otra parrte, para liberarse de este impuesto de Dhimmi y recibir los mismos derechos, masas de judos en el Medio Oriente, se convirtieron al islam en el siglo 7, as es que se puede deducir que muchos de los mismos palestinos que hoy esmeradamente demuestran su delirio antisemita, descienden de judos.) Aunque bajo dominio islmico hubo masacres aisladas de judos, el odio a los judos, tpico de los cristianos, durante siglos fue menos generalizado entre los musulmanes. Pero esto cambi cuando durante el mandato britnico sobre Palestina (19221948) ms y ms judos se radicaron en la regin. Como reaccin a ello la Hermandad Musulmana, fundada en Egipto en 1928, exhort a la lucha no slo contra el colonialismo y ladecadencia occidental , sino justamente tambin a desterrar a los judos. Pronto los Hermanos Musulmanes encontraron socios aliados en Palestina, donde durante el Alzamiento rabe de 1936 a 1939 se llevaron a cabo numerosos atentados a judos. Lder de la revuelta fue el tristemente clebre Gran Mufti de Jerusaln, Mohamed Amin al-Husseini, el que ya en 1933 haba tomado contacto con la Alemania nazi, ofreciendo sus servicios para la lucha contra el judaismo mundial. Tras el aplastamiento del levantamiento en Palestina al-Husseini huy en 1941 a Alemania, donde, apoyado generosamente por Hitler, hizo todo lo posible para implantar gusanos cerebrales antisemitas en cabezas musulmanas.22 El hecho de que al-Husseini, el que frente a Hitler, Himmler, Eichmann & Ca. haya exigido siempre la aniquilacin de los judos y paricipado activamente como comandante de Grupo SS en los crmenes nazis, despus no haya sido condenado como criminal de guerra, se lo agradeci al arte superior de la diplomacia: Las potencias vencedoras no queran por ningn motivo sentar al prominente religioso islmico en la banca de los acusados. Y as, al-Husseini, que muri en 1974 en Egipto, pudo dedicarse tres decadas ms a su Misin de Homo-demens: a la divulgacin de la peligrosa enfermedad cerebral Islamismo, que hasta el da de hoy amenaza al mundo. Quin sabe dnde estaramos sin cabezas chifladas como al-Husseini o Hassan al-Banna, el fundador de la hermandad musulmana. Posiblemente hace tiempo habra retornado la paz al Oriente Medio y la diferenciacin recargada de conflictos en judos y musulmanes sera banal. Guerra profana por laTierra Santa Trgicamente la poltica israel ha contribuido de manera significativa para que este conflicto candente se haya consolidado. El error poltico fundamental ya consisti al haberse constituido Israel como Estado del pueblo judo y no como Estado de las personas habitantes en suelo israel. De hecho esta referencia al pueblo judo era comprensible, considerando la persecucin de personas judas durante siglos, que culmin en el holocausto, pero
lamentablemente la seal equivocada en el momento inapropiado. Ya que de este modo fueron discriminados no slo israeles no judos y fortalecidos los correspondientes prejuicios entre los musulmanes; sino que tambin se mantuvo en pie la ficcin fatal de que habra un pueblo judo como unidad absoluta y claramente diferenciable: Pero observando detenidamente se demuestra que no existe un pueblo judo, as como tampoco existe un pueblo cristiano o un pueblo musulmn.23 En realidad, la imagen recargada de historia del pueblo judo expulsado violentamente de la Tierra Santa, vagabundeante durante siglos en la dispora, es un absurdo. Ya en tiempos de Jess la mayor parte de los judos viva fuera de Palestina, esto debido principalmente a que el judaismo era entonces una verdadera religin misionaria. Debido a que muchas personas convertidas al judaismo no tenan antepasados judos, no sorprende que el grado de parentesco entre las diversas etnias judas24 sea realmente nfima. Resumiendo: Los judos no son en absoluto un pueblo, sino un grupo de personas de las ms diversas procedencias. (Esto naturalmente, en forma ms suave, tambin vale para otrospueblos: Quin contra toda razn manosea conceptos nacionalistas, slo a travs de eso ya delata su pertenencia a la necia especie Homo demens.) Lgicamente el concepto de judo slo puede describir la pertenencia a la comunidad religiosa juda, as como la palabra cristiano marca la pertenencia a la comunidad religiosa cristiana. Pero la verdad es que muchosjudos en el mundo, si no es la mayora, en el sentido religioso no son en absoluto judos. Incluso en Israel el 44 por ciento de los judos son seculares, es decir, abandonaron la creencia en el el viejo y rabioso Deus demens Jehov. Esto prueba entonces que el pseudogrupo de los judos ha producido ms miembros del Homo-sapiens que la mayora de los otros grupos, pero pone en aprietos a algunos polticos israeles: En realidad debieran admitir, que muchos israeles judos, en el estricto sentido, no son para nada judos, lo que llevara al absurdo la frmula del Estado del pueblo judo. Para encubrir esto, en Israel tambin son absurdamente presentados como seguidores de la religin juda aquellos que decididamente rechazan la religin juda. Para ser considerado judo basta ser hijo de una mujer juda, la que si tampoco es religiosa, pero proviene de una madre juda que tampoco era religiosa, pero que provena de una madre juda que tampoco era religiosa, pero que y as sucesivamente, hasta que finalmente en la lnea genealgica materna aparece finalmente una dama que realmente era seguidora del viejo culto de Jehov. Esta cruda mezcla de aspectos religiosos y biolgicos recuerda no slo fatalmente las ideas chifladas que eran la base de las Leyes Raciales de Nremberg; ella, justamente, ha sometido la moderna democracia israel a una especie que en la poblacin israel est completamente subrepresentada,
al: Homo demens religiosus. Esto se percibe, sobre todo, en el derecho civil, el que est ampliamente influido por fuerzas religiosas. Para mantener viva la ficcin del pueblo judo, en Israel no hay matrimonio civil. Matrimonios entre miembros de distintas comunidades religiosas son, de hecho, imposibles, ya que religiosos judos y musulmanes rechazan rigurosamente matrimonios mixtos, lo que tiene un efecto altamente contraproductivo para la sociedad israel. (Tambin en Europa las tensiones entre catlicos y protestantes disminuyeron recin cuando aumentaron los matrimonios interconfesionales.) En verdad es una irona de la historia que justamente los judos, de cuyas filas provienen los crticos ms resueltos de la religin (pinsese slo en Spinoza, Marx, Freud o Einstein), no lograran en su propio Estado anclar la separacin entre Estado y religin. La consecuencia: Precisamente los judos, que han producido ms psicoterapeutas que cualquier otro grupo en el mundo, se dejan dominar por una horda de trastornados obsesivos compulsivos, los que estn tan religiosamente traumatizados, que incluso temen, como grave blasfemia, desplegar un paraguas en el Sabbath . (En caso de que usted se pregunte por qu: Un gusano cerebral, evidentemente bueno para bromas absurdas, les murmulla que los paraguas son algo as como carpas, y entonces extender un paraguas es igual en el Sabatth a una construccin.) Slo los muchos cientos de miles de pginas que se han escrito en los ltimos siglos sobre la correcta interpretacin de las reglas del Sabbath corroboran de manera tragicmica la enorme propensin de los seres humanos al delirio. Las disputas al interior de la ortodoxia juda dejan incluso chica la controversia sobre la cena entre catlicos y protestantes (Quin o qu convierte la hostia vegetariana en el cuerpo de Jess? el sacerdote ordenado o la misericordia de dios? ). Piense slo en el debate grotesco que ha estallado entre los representantes sionistas y antisionistas del judaismo ortodoxo: Los tarados de un lado celebran la poltica violadora del derecho internacional de asentamientos en las zonas ocupadas con el argumento imbcil de que dios les habra prometido esta tierra a los judos. Los cabezas huecas del otro lado ya sienten incluso como pecado imperdonable la mera fundacin de Israel, ya que no es el ser humano el que debe erigir el Estado judo, sino el mesas, por lo que hacen causa comn con aquellos estpidos que hacen todo lo posible por hacer desaparecer del mapa a Israel. Cun extremadamente serio es este anhelo para los antisionistas ultraortodoxos, lo demostraron estos, entre otras cosas, cuando en 2006 participaron en la abyecta Conferencia de Negacin del Holocausto, la que bajo el patrocinio del presidente iran, Mahmud Ahmadinedschad, reuni a ultraderechistas de todos los pases para ilustrar al mundo sobre la conspiracin sionista. Probablemente nunca antes hubo tal aglomeracin tan multicolor de Homo demens tarados como en esta conferencia: Islamistas, nacionalistas,
racistas, neonazis, del Ku-Klux-Klan, ms judos ortodoxos antisionistas una Internacional de la Idiotez, controlada por gusanos cerebrales fundamentalmente distintos y sin embargo unidos en el delirio comn Estado teocrtico Irn Que Mahmud Ahmadinedschad haya llegado a ser el portavoz de aquellos mentecatos que quieren exterminar a Israel y liberar a la humanidad de la influencia nociva de los sionistas, no es nada extrao: Ya desde su niez el pequeo Mahmud fue infectado por su padre con los mitos ms chalados de la fe chiita. Ms tarde sucumbi l a la influencia del ayatol Khomeini , al que sigui a los pantanos ms profundos de la idiotez religiosa: As como alguna vez Khomeini, as tambin cree Ahmadinedschad en la necesidad de una guerra santa contra los infieles, en particular contra Israel, supuesta fuente de todo mal. Y tal como el lder revolucionario islamista de antao, el presidente iran cuenta tambin firmemente con un pronto acontecimiento apocalptico, a saber, con la vuelta del oculto 12 Imam Muhammad al-Mahdi, el que dara inicio a la Era Dorada del Islam. La creencia en al-Mahdi, nacido supuestamente el ao 869 como descendiente directo de Mohamed, y que desde 941 (!) vive oculto, es parte central del sistema insano chiita.25 Este gusano cerebral especial ha infectado sobre todo personas en Irak, Paquistn, Afganistn y en el Lbano, pero el foco de la epidemia se halla en Irn: Segn el artculo 5 de la constitucin iran, el viejo alMahdi, de casi 1.200 aos, es incluso Jefe oficial de Estado del rgimen de los mullahs! Lderes revolucionarios, Consejo de Guardias, y Presidente de Estado cumplen, segn la constitucin, slo el rol de suplentes que gobiernan por encargo del imam escondido hasta su venida. En esto, Ahmadinedschad y sus colegas creen realmente en serio que el Mahdi muy pronto saldr de un pozo seco en la mezquita de Jamkaran, que asumir el reinado del mundo y que con la bendicin de Al salvar a toda la humanidad de su padecimiento (en realidad este acontecimiento estaba ya pronosticado para 2007). El presidente iran est tan profundamente convencido de este disparate, que incluso lo pronunci en la Asamble General de la ONU (!). As cerr su discurso en septiembre de 2006, anunciado a toda voz como contribucin a la solucin de los grandes problemas mundiales, con una profeca maravillosa (dgase: con una sobredosis de aire caliente) de una necedad difcil de superar: Oh, todopoderoso!, exhal Ahmadinedschad en el micrfono, todos los hombres y mujeres son tus creaturas, y t has designado su gua y redencin. Concdele a la humanidad sedienta de justicia el hombre perfecto [al-Mahdi], que t nos has prometido, y haznos sus fieles, los que anhelan su venida y su causa.26 Los Jefes de Estado reunidos quedaron atnitos tras el discurso del presidente iran, lo que Ahmadinedschad se lo explicaba por la inmensa fuerza de sus palabras y el poder del imam escondido . Pero de hecho la mayora de ellos
qued simplemente anonadada (ya que ellos no conocan el mito de al-Mahdi) o (si lo conocan) desmesuradamente horrorizada ante la idea de que un chiflado apocalptico de tal envergadura pudiera poseer algn da armas nucleares. En realidad es de temer, que Ahmadinedschad, en caso de emergencia, aplique cualquier arma de destruccin masiva para acelerar la tan anhelada venida de alMahdi. Disputa por sucesin entre sunitas y chiitas A diferencia de los chiitas imamitas como Ahmadinedschad, los sunitas, que constituyen la mayora de los musulmanes en el mundo, consideran la creencia en el 12 imam escondido una verdadera sandez lo que sin duda es sensato. Pero eso no significa que el islam sunita sea de algn modo ms racional que el chiita. Los acontecimientos que llevaron a la secesin de la comunidad islmica ya revela mucho sobre el carcter de la actual segunda mayor religin sobre la Tierra: Pues la divisin de sunitas y chiitas result de un vicio tpico del Homo demens, de la disputa por la herencia. Usted seguramente lo conoce: A poco de fallecer una persona se enzarzan sus queridos sucesores en una pelotera despiadada por la herencia del plido Eso pas tambin tras la muerte de Mohamed. Inmediatamente se formaron dos fracciones irreconciliables: Por una parte estaba Ftima, la hija del profeta del primer matrimonio, que vea a su marido Ali Talib (yerno de Mohammed) como lder legtimo de los musulmanes. Por el otro bando se posicion la esposa ms joven de Mohammed, Aischa, que haba sido casada con el profeta a la tierna edad de seis aos, y que ahora demandaba que su padre Abu Bakr (suegro de Mohamed) asumiera el rol gua. En el curso de las rencillas entre hija/yerno y esposa/suegro hubo primeramente violentos conflictos intrafamiliares (as muri Ftima, la hija de Mohamed, tras una agresin del suegro), poco tiempo despus devastadoras batallas militares, en las que decenas de miles perdieron la vida. Lo absurdo es que hasta el da de hoy sunitas y chiitas se diferencian por al lado de que fraccin estn en la sangrienta disputa familiar tras la muerte de Mohammed: Los sunitas se solidarizan con Aischa y Abu Bakr, los chiitas con Ftima y Ali Talib. Segn ello los unos aducen el Califato, que va del primer Califa Abu Bakr, pasando por las dinastas de califas de los Omeyas y Abases, hasta los Osmanos; los otros aducen el Imamato, la lnea de ascendencia, que va desde el primer imam Ali, pasando por sus hijos (es decir: los nietos de Mohamed), hasta aquel oculto 12 Imam, por cuya venida Ahmadinedschad rez tan fervorosamente ante la Asamblea General de la ONU. Difcil de creer, pero en realidad el quiebre familiar en la casa de Mohamed caus los sangrientos conflictos de siglos entre sunitas y chiitas, en los cuales padeceran sobre todo los chiitas, numricamente inferiores. An hoy ellos son reprimidos en muchos pases sunitas particularmente en Arabia Saudita, el pas donde se encuentran
los lugares de peregrinacin ms importantes del islam (Meca y Medina) y que muchos musulmanes consideran ejemplo iluminador de derecho y orden. Lo que eso significa ya lo revela un corto vistazo a este pas islmico ejemplar: El islam sunita (en su manifestacin conservadora salafista)27 es en Arabia Saudita religin estatal ,y la ley divina, la Sharia, fundamento de la jurisprudencia. De acuerdo a ella los delitos como adulterio, relaciones homosexuales, beber alcohol o la apostasa de la nica y verdadera fe sunita son castigados con azote pblico o la pena de muerte. Para garantizar la conservacin de las estrictas normas de comportamiento, la autoridad para la divulgacin de virtuosidad y el impedimento de vicios enva diariamente a la calle a su polica religiosa, la que vigila celosamente que las mujeres vayan vestidas muy decentemente y que no les deparen deshonra a sus tutores masculinos (padre, hermanos o tos, ms tarde: esposo). La seriedad con la que los policas religiosos cumplen su tarea, se mostr ejemplarmente en marzo de 2002, cuando impidieron violentamente que colegialas desesperadas abandonaran su escuela en llamas, ya que las muchachas que escapaban de las llamas no habran estado vestidas apropiadamente.28 Suras de la demencia Trtese de Arabia Saudita o Irn: En lo que se refiere al delirio de sus guardianes de la moral, casi no hay diferencia entre sunitas radicales o chiitas radicales. Eso tampoco es sorprendente, ambos sistemas delirantes se alimentan de la misma fuente turbia, del Corn. Ya el gran mdico y escritor persa al-Razi (Rhazes), una verdadera lumbrera en la breve fase de la Ilustracin islmica (siglo 9 al 10), comprenda la obra fundamental del islam como una rara mezcolanza de fbulas absurdas e incoherentes.29 De hecho, las 114 suras y 6.236 versos del Corn son extraamente confusos, y en pasajes dan la impresin como si fueran los apuntes de un paciente de psiquitrico. Cada una de las suras, las que no estn ordenadas ni cronolgica ni temticamente (Un concepto estructural verdaderamente original!), saltan vivamente de un tema a otro, slo una cosa permanece de verso a verso igual, de la misma forma cansadora y perturbadora: un dibujo en blanco y negro de bien y mal,cielo e infierno, creyentes y no creyentes, dios y diablo, infinita misericordia y eterna maldicin, lo que hace pensar en un sndrome borderline de personalidad. Irnicamente los derechos de autor de este confuso texto los tiene, segn la fe islmica, el mismo Al, el que custodiara en el cielo (o donde quiera que est los antiguos musulmanes no saban nada del universo infinito) el texto original del Corn. En su misericordia infinita, se dice, Al quera anunciar el texto del Corn a sus creaturas terrenales. Para ello habra habido, naturalmente, vas directas dios, como ser todopoderoso, hubiera podido anunciar sus mandamientos con voz atronadora a todo el mundo o haberlos esculpido con letras indelebles en la Kaaba , pero por motivos inescrutables (el Al
musulmn debe haber tenido un mal consultor de relaciones pblicas, as como el Jehov judo o la Trinidad cristiana diospadre/hijo/espritu santo) l prefiri enviar a su ngel Gabriel para implantar una copia del texto celestial original en el corazn de un hombre de 40 aos llamado Mohammed, el que en el ao 610 pasaba por un tipo de crisis de la mediana edad y que se haba retirado al pramo del monte Hira. Gabriel le revel a Mohammed durante el sueo, lo que perfectamente desconcertara a cualquier persona cuerda pero no a nuestro profeta: Convencido de ser el Enviado de dios, descendi l del monte reuniendo a su alrededor a los primeros seguidores. En la fase mecana temprana el liderazgo de Mohamed era an bastante modesto, l se consideraba admonitor religioso, no fundador de una nueva religin. Pero tras la muerte de su primera esposa Chadidscha (por el 619) se agudizaron, evidentemente, sus ataques psicticos30: Una vez relata Mohammed haber subido de la Kaaba con una escalera al cielo, acompaado por Gabriel. En otra oportunidad l vuela con al-Buraq, un animal de montar tipo caballo, blanco, con alas y rostro humano, hacia Jerusaln, donde l ora con Abraham, Moiss y Jess. Incluso con el mismo todopoderoso se habra encontrado Mohamed en su viaje al cielo. Gracias al apoyo de Moiss l logra incluso regatear el mandamiento de Al de 50 a 5 insignificantes rezos por da(!) (Evidentemente el cielo funciona como un bazar oriental Ni imaginarse si Mohamed hubiera mostrado menos destreza negociante: Los musulmanes se la pasaran hoy rezando!) Al poco tiempo tras las vivencias decisivas en el cielo Mohamed se traslada de Meca a Medina, donde l, en un breve plazo, pone en pie un potente ejrcito. El profeta va adquiriendo progresivamente rasgos de un guerrero fantico de dios que tampoco se amilana ni ante ejecuciones en masa. En el ao 630 su squito es lo suficientemente grande como para tomar la Meca. Cuando Mohammed muere en el ao 632 ya toda la pennsula rabe est bajo dominio islmico tras numerosas extorsiones, guerras de conquista y miles y miles de muertos (minimizantemente se decribe el proceso como expansin islmica) el imperio de los musulmanes se extiende desde Espaa hasta la India. El sndrome relidiota Interrumpamos aqu el anlisis: Hemos visto en cmara rpida tres de las innumerables historias religiosas de salvacin que el Homo demens ha concebido en el transcurso de los siglos. Con ello espero yo ha quedado en claro que ninguna de estas historias soporta en lo ms mnimo una comprobacin crtica. De hecho, los mitos fundamentales del judaismo, del cristianismo, del islam (no quiero meterme aqu en las particulares chaladuras del hinduismo o del budismo tibetano) se caracterizan por una necedad que francamente despierta compasin. No obstante y slo esto ya muestra cun desacertado es, refirindose a nuestra especie, hablar de Homo sapiens
millardos de personas creen al pie de la letra estos relatos absurdos. Y eso tiene, naturalmente, repercusiones: Para hacerse una idea de las consecuencias de este delirio basta extraer del montn de noticias que da tras da pasan por los teletipos algunos casos sintomticos Noticia 1: Judos ultraortodoxos apedrean a turistas en Jerusaln, porque estos usaban su mvil en horas inapropiadas (el motivo para este hecho relativamente inofensivo es claro: judos devotos creen que la corriente elctrica sera un tipo de fuego y hacer fuego segn los mandamientos ficticios de su dios ficticio en Sabatt est vedado.) Noticia 2: La iglesia catlica instruye ao tras ao nuevos exorcistas para contrarrestar el peligro demoniaco. (Ocasionalmente bastan para ello, evidentemente tambin, los restos de un santo prominente ahora que estoy escribiendo esto, la sangre del fallecido papa Juan Pablo II es distribuida por obispados mejicanos, con la encomienda oficial de acabar ah con la guerra de las drogas.31 Cmo puede uno comentar algo as? Quizs con las palabras de Karlheinz Deschner: Mientras ms grande es el dao en el tejado, ms linda la vista al cielo.) Noticia 3: Cristianos Evangelicales en Kenia y Nigeria expulsan, torturan, matan a sus propias nias por considerarlas brujas. (Uno de los fenmenos ms terribles de nuestros tiempos del Homo-demens: En el continente africano tiene lugar exhortada por predicadores occidentales, y fieles a la exigencia bblica A una bruja no debes dejarla con vida! una nueva caza de brujas, que ya ha cobrado entre nios decenas de miles de vctimas.) Noticia 4: Mujeres palestinas relatan llenas de orgullo que ellas preparan a sus hijos, ya desde su primera infancia, para abandonar gloriosamente la vida como bombas humanas. (No crea que estas mujeres no aman a sus nios. Al contrario: Ellos quieren, como toda buena madre, slo lo mejor para su nio y algo mejor que la recompensa de Al, por una muerte como mrtir, no pueden imaginrselo.) En los medios este delirio religioso cotidiano es parafraseado como religin. Pero se justifica echar en un mismo saco las obras maestras que han resultado en el contexto religioso (pinsese slo en las creaciones maravillosas en el campo de la msica, de las bellas artes, de la arquitectura), con el disparate insoportable que hoy obnubila a millardos de cerebros? Tenemos que equiparar realmente a los grandes msticos de las religiones mundiales (budistas del Zen, hindes advaitas, sufis islmicos, msticos cristianos como Meister Eckhart ,etc.) con aquellos chiflados chiquitos que, sobre la base de textos aejos, pretenden dictar nuestro presente y futuro? No! Deberamos aprender a distinguir entre la fusin mstica con todo el universo32 y
el fundido de todas los fusibles en el piso de arriba, provocado por dogmas desvariados. Sentimientos religiosos no son para ser justos necesariamente sinnimos de idiotez religiosa, aunque a menudo van juntos el uno con el otro. El concepto de idiotez religiosa (en breve: Relidiotez) puede sonar hiriente, pero describe de manera mucho ms precisa que cualquier otro concepto alternativo uno de los problemas centrales de nuestra poca: Mientras tengan, propiamente, relidiotas la ltima palabra sobre nuestro planeta y la tienen lamentablemente, para pesar del ser humano, en muchas partes del mundo , todos los intentos de conformar una convivencia de las personas ms sensata,ms libre, ms justa estarn condenados al fracaso. (Piense slamente en los extremistas musulmanes en Somalia, que en 2011 no permitieron la ayuda internacional para la poblacin hambrienta.) Intentemos entonces, teniendo a la vista la importancia de este fenmeno, una breve definicin del sndrome relidiota: Relidiotez es una raramente diagnosticada (aunque brota a menudo ) forma de limitacin mental, desatada preponderantemente en la infancia mediante intensiva indoctrinacin religiosa. Ella conduce a rendimientos cognitivos por debajo de la media, as como a reacciones emocionales impropias tan pronto se trate de cuestiones de relevancia religiosa.33 Curiosamente la relidiotez no se refleja en una reduccin general del coeficiente intelectual: Relidiotas son de hecho extremadamente limitados en su visin del mundo como para poder reconocer los absurdos evidentes de su credo, pero en el mbito tcnico o estratgico pueden ser altamente inteligentes (vase a Osama bin Laden). As como hay islas talentos (personas limitadas mentalmente o autistas con habilidades matemticas o artsticas impresionantes), hay tambin sin duda islas miserias (personas normales o altamente inteligentes que en cuanto a visin de mundo son totalmente dbiles). Por eso es que relidiotez debiera entenderse como trastorno parcial del desarrollo un trmino propuesto ya hace aos por el psiclogo del desarrollo Franz Buggle, para comprender los bloqueos especficos de pensamiento de fundamentalistas religiosos.34 En Europa Occidental nos complicamos en estimar correctamente las dimensiones globales de la relidiotez. Pues la mayora de los creyentes, con los que nos encontramos en nuestras latitudes, hace tiempo que dejaron de tomarse muy a pecho su religin . Muchos de ellos, a lo ms, hablan un dialecto religioso, que suena pechoo en algn grado, pero que hace tiempo dej de serlo.35 En efecto, la mayora de los cristianos ni siquiera sabe lo que deberan creer ofcialmente: La Resurreccin de los Muertos muchos la conocen slo de filmes de zombies y el Juicio Final muchos probablemente lo toman como la ltima receta ideada por el cocinero de TV Johann Lafer. La transformacin del brutal y furibundo cristianismo europeo de antao en una pseudoreligin inofensiva con carcter folclrico, es sin duda un desarrollo
afortunado. En todo caso debemos tener cuidado en concluir que el canturreo religioso banal en Europa corresponde a las condiciones en el mundo. Lo que significa verdadera relidiotez no se encuentra slo en Arabia Saudita, Irn, Nigeria o Somalia, sino ya en los EE.UU. de Amrica: Cuando evanglicos estadounidenses hablan de resurreccin, creacin, cielo, infierno, dios y diablo, para ellos stos no son metforas sueltas No, esta gente cree realmente en lo que dice! Ellos creen en verdad que dios cre el mundo cuando los babilonios elaboraban la primera cerveza. Millones de ciudadanos estadounidenses estn incluso convencidos de estar viviendo en ese bblico Fin de los tiempos, en el que (segn el apocalipsis de Juan) se librar la batalla final entre el bien y el mal, entre dios y el diablo. Como en las ltimas dcadas ha aumentado en todas las religiones el nmero de chiflados apocalpticos que disponen entretanto de posibilidades tcnicas, con las que los guerreros de dios en tiempos atrs ni siquiera soaban, surge hoy una de las grandes preguntas cruciales de la humanidad: si se lograr contener la influencia de los relidiotas (eliminarla, probablemente nunca.) En todo caso, la relidiotez ,por supuesto, no es el nico problema grave que debiramos resolver para avanzar sobre un camino hacia un futuro mejor. Pues lo gusanos cerebrales relidiotas hace tiempo que reciben competencia de la parte profana: Los seres humanos ya no necesitan dioses para hacerse la vida un infierno! Los nuevos sistemas delirantes del Homo demens funcionan tambin sin pechoera, teniendo as efectos no menos mortales. Abandonemos entonces el maravilloso mundo de los relidiotas y sumerjmonos en en el absolutamente normal delirio de la estupidocracia financiera
ESTUPIDEZ DE ENJAMBRE Cmo los economidiotas arruinan el mundo Quiz usted conoce el chiste: Se encuentran dos planetas en el universo. Hombre, que me siento mal, jadea uno. Temo que tengo Homo sapiens! Oh, eso es terrible!, dice el otro. Yo tambin tuve una vez Homo sapiens. Pero not e preocupes: Eso se va rpido! En este chiste casi todo es cierto, slo el diagnstico de la enfermedad no es del todo correcto: Pues el planeta aquejado no padece de Homo sapiens, sino que de Homo demens y eso es una diferencia enorme: Un planeta como la Tierra podra soportar sin problemas a siete millardos de humanos sabios pero no a siete millardos de idiotas! Cun vertiginoso ha sido el crecimiento demogrfico en las ltimas dcadas, se puede ilustrar con unos pocos nmeros: Hace 2.000 aos vivan sobre la Tierra ap. 300 millones de humanos, un milenio y medio despus, en el ao 1500, eran 500 millones; por el 1800 cerca de un millardo. En el siglo 20 a pesar de las devastadoras Guerras Mundiales se fue derechamente al grano: En 1927 ya habitaban la Tierra dos millardos de personas, en 1960 ya eran tres millardos, en 1974 cuatro millardos, en 1987 cinco millardos, en 1999 seis millardos. Entretanto ya rompimos la barrera de los siete millardos, la de ocho millardos caer ms o menos el 2025. Es una perogrullada que grandes masas de personas producen grandes problemas. No obstante: La veradera causa de la miseria global no radica en la mayor biomasa del ser humano, sino en el poco uso de la masa cerebral: Somos lisa y llanamente demasiado tontos para ser tantos! Todo nicho ecolgico soporta slo un cierto grado de estupidez y en este sentido el ser humano sobrepasa exageradamente la raya. Si vemos las catstrofes que nosotros ya hemos desencadenado, hay que preguntarse realmente, cul forma de vida es la ms inteligente: humano u hormiga? Al fin y al cabo, la biomasa de las hormigas sobrepasa muchas veces la del ser humano. (no son slo muchos ms individuos, sino que sobre la balanza pesan mucho ms.) Y aunque los muchos sextillones de hormigas, da tras da, producen y consumen como los campeones mundiales, ellas no tienen problemas de sobrepoblacin ni de basura. Aparentemente ellas saben hacer economa ms inteligentemente que nosotros. Pero por qu esto es as? Dnde yace la causa ecolgica y econmica evidente de la sabidura de las hormigas y de la no menos evidente estupidez de los humanos? No somos como individuos infinitamente ms listos que ellas? Por supuesto que lo somos! Como individuos somos colosalmente superiores a las hormigas, como colectivo, sin embargo, navegamos a la vela: Pues las hormigas se destacan por su inteligencia de enjambre, los humanos por su
estupidez de enjambre. Es exactamente el fenmeno inverso: Mientras que de la limitacin individual de las hormigas resulta una inteligencia colectiva, de la inteligencia individual de los humanos resulta una limitacin colectiva: Recin juntos somos realmente tontos! Porque esa es nuestra especialidad: hemos creado un sistema que de la racionalidad de cada uno crea, con precisin mortfera, el fundamento de una demencia colectiva que nos hace tomar decisiones que, dentro del sistema, parecen inteligentes e incluso razonables, aunque en verdad son de una estupidez pavorosa. Para ello es difcil hallar un mejor ejemplo que nuestra actual sociedad de usar y tirar, la que por una parte tiene consecuencias completamente irracionales, pero que por otra parte se fundamenta en estrategias econmicas muy racionales, como la llamada obsolescencia programada. Posiblemente usted no ha escuchado nunca este trmino36, pero los fenomenos ligados a l le deben ser bastante familiares. Usted seguramente ya lo sabe: Apenas se vence el plazo de garanta de su mvil, tostador, impresora o refrigerador, el maldito engendro se muere! Detrs de este interesante hecho se oculta no slo el famoso estrago del tiempo, que como se sabe nos carcome a todos y a cada uno, sino tambin justamente la obsolescencia programada. El adjetivo obsoleto, contenido en este voluminoso concepto, significa caduco, anticuado, fuera de uso y de eso se trata precisamente: Muchos productos son concebidos intencionalmente de tal forma que en el momento justo (ni muy temprano ni muy tarde) estn caducos. Como consecuencia el feliz consumidor puede estimular la economa adquiriendo nuevos productos. Pero claro! Dnde estaramos si los productos duraran eternamente? Los mercados se desplomaran, nuestras ganancias, nuestros puestos de trabajo, nuestras pensiones correran peligro! Algo tan absurdo como refrigeradores con una vida til de 25 aos slo lo poda producir la R.D.A. no es de extraar que se fuera a pique. Cmo se hace correctamente, ya lo mostraron hace dcadas los consorcios elctricos, cuando redujeron sistemticamente la vida til de sus ampolletas de 2.500 a 1.000 hrs. Pues el lema del mercado global es: Larga vida a la corta vida! En este sentido era simplemente consecuente cuando los diseadores de DuPont, que en los aos 1950 inventaron medias de nylon irrompibles, fueran enviados posteriormente de vuelta al tablero de dibujo para desarrollar una variante menos resistente. Mercancas demasiado durables, eso lo sabe cualquier empresario, son una tragedia para el negocio. En nuestro bello nuevo mundo de mercancas cada producto tiene de partida una vida til predeterminada y para que ella no sea sobrepasada inadecuadamente, los fabricantes se las ingenian: Lo primero para ello es crear tendencias de moda de corta vida, de manera que los consumidores voluntariamente echen mano a nuevos productos. Pero a veces los clientes son un poco porfiados, y deben ser empujados a su felicidad. Por ello es que algunos
fabricantes incorporan chips en sus aparatos elctricos que les dan a sus artefactos, tras un cierto periodo de servicio, la gentil indicacin de detener el trabajo.37 Ms popular es an el desgaste calculado, es decir, la utilizacin de materiales que tras algn tiempo hacen el producto intil, o que en su ptica lo hace aparecer tan estropeado que el cliente se lo piensa tres veces si no sera mejor adquirir el el producto ms caro pero, en cambio,ms prestigioso. Desde el punto de vista empresarial la estrategia de la obsolescencia programada es sin duda astuta muy astuta incluso, ya que garantiza el xito de la empresa mediante salida en masa de sus productos . Tambin desde el punto de vista econmico nacional la obsolescencia programada parece tener sentido, ya que si slo todos compramos como locos recibimos como recompensa aquel anhelado crecimiento econmico, por el que polticos occidentales tan fervorosamente rezan, como devotos catlicos lo hacen por la remisin de sus pecados. Visto globalmente, la obsolescencia programada, bajo las actuales circunstancias, no puede ser ms descabellada, ella es precisamente un ejemplo modelo de nuestra carencia de inteligencia de enjambre o de nuestra extrema estupidez de enjambre: A ninguna persona por s sola se le pasara por la cabeza jugarse la vida por la conquista de recursos, para transformarlos despus en un tiempo cortsimo en montaas de basura sin valor. Slo en la masa somos lo suficientemente estpidos como para mostrar tal comportamiento. Humano til o perjudicial? El hecho es que debido a los cada vez ms cortos tiempos de vida til de los productos, cada vez se producen ms desechos. Slamente en Alemania esto representa por ahora ms de un milln de toneladas al ao de basura electrnica y hay pases que lo hacen fabulosamente mejor, como los EE.UU., donde cada ao son recolectados 300 millones de computadores. En realidad tendra que ser obvio que no puede ser una solucin como hasta ahora embarcar basura venenosa a los tugurios miserables del mundo (a veces incluso esta carga txica es declarada cnicamente como ayuda para el desarrollo ). Pero cambiamos por eso nuestra actitud? De ninguna manera! Aunque las montaas de basura siguen creciendo tan dramticamente, as como se van agotando los recursos, no queremos admitir que el paradigma de la corta vida ya ha sobrevivido mucho tiempo. Huestes enteras de especialistas en economa consideran an como un signo de inteligencia disear productos tan poco inteligentes que deban ser sustituidos lo ms pronto posible. Quedando as finalmente todo como antes: Con el mayor esmero producimos montaas y montaas de basura, creando as las condiciones ideales para nuestro ocaso colectivo, como si realmente no pudiramos esperar. El incipiente movimiento por el medio ambiente tampoco ha hecho cambiar mucho esto en las ltimas dcadas. Es cierto que ha habido xitos en ciertos sectores (as fueron prohibidos en 2001 algunas sustancias particularmente
txicas, como el PCB o DDT), pero la onda ecolgica, como mucho, pudo echarle una manito de gato verde a la actual barbaridad. Pero pregntese usted: Es realmente ecolgico o ms bien dicho ecoloidiota (esto es idiotez ecolgica), si por una parte se reduce a la mitad el consumo de bencina por automvil, pero por otra parte se triplica el nmero de vehculos? Es sensato seguir el imperativo del ecologismo que se limita a reducir las cantidades de sustancias nocivas txicas y a restringir la transformacin de recursos irrecuperables en basura improductiva? No conduce esto, en el mejor de los casos, al derrumbe algo ms tarde de los sistemas, en el peor de los casos incluso a un aceleramiento de la destruccin, ya que los productos comercializados como eco o bio pueden entonces ser consumidos sin mala conciencia? Bajo el dictado del ecologismo nuestra meta de todos es llegar a ser algo menos pernicioso para el medioambiente. Eso suena fantsticamente ecolgico, pero atendindolo ms detenidamente es ecoloidiota porque: Menos malo todava no significa ni con mucho que sea bueno! Justamente en este punto queda en claro la insensatez de la onda ecolgica: Ella nos condiciona a ver nuestra salvacin en reducir la huella ecolgica negativa del Homo demens, en vez de fortalecer con la misma intensidad la huella ecolgica positiva del Homo sapiens. Nuestra atencin est tan focalizada sobre el humano perjudicial, que perdemos completamente de vista al humano til. Pero por qu tendramos que ser mucho ms tontos que otras especies? Por qu no podramos lograr nosotros, seres humanos, lo mismo que practican las hormigas de manera ejemplar hace millones de aos? No podramos tambin nosotros conformar tan inteligentemente produccin y consumo para que estos sean no slo inofensivos, sino incluso tiles para la biosfera? Que esto es posible lo han expuesto Michael Braungart y William McDonough en su excelente libro Simplemente producir inteligentemente.38 Ellos documentan no slo insistentemente por qu debemos despedirnos rpidamente de la forma de produccin practicada hasta ahora, la que conduce de la cuna de la explotacin de materias primas al fretro de los vertederos de desechos peligrosos, sino que evidencian con su Principio Cradle to Cradle (traducido: de la cuna a la cuna), cmo podra hacerse de otra forma: En un verdadero ciclo econmico deberan estar consecuentemente separados unos de otros los nutrientes biolgicos y los tecnolgicos. En vez de perderse para siempre, ellos se mantendran conservados para el proceso de produccin y consumo, lo que exige que ya en la planificacin y fabricacin del producto ya est calculado en l su posterior reaprovechamiento. Desechos, en el sentido de basura intil, ya no existen en tal sistema cclico, ya que todo residuo es a la vez alimento para el prximo proceso metablico as como la naturaleza nos lo ensea desde hace millones de aos.
Lo notable de Cradle to Cradle es que l no slo es consecuentemente ecolgico, sino tambin consecuentemente humanista. El ser humano no se presenta aqu de partida como lastre para el planeta, sino como enriquecimiento potencial. Esta es una enorme diferencia con los enfoques tradicionales, que la mayora de las veces vienen en tnica penitencial, que predican letana de nuestra gran culpa y suplican expiacin por el gran pecado del ser humano a la santa creacin de dios.39 Esta diferencia conceptual fundamental tiene consecuencias prcticas de gran alcance: A diferencia de las ideas tradicionales, Cradle to Cradle no apela a la reduccin, a desistir y a cero crecimiento (la triste trinidad del ecologismo devoto), sino a ms creatividad, a ms belleza y a una inteligente expansin de nuestras posibilidades tcnicas. El modelo de C2C (como se abrevia el concepto) no es la fra, asceta habitacin de monje, sino el cerezo florido, el que ao tras ao, aprovechando de forma tan maravillosamente efectiva sus recursos, no slo l se beneficia sosteniblemente de ello, sino tambin su alrededor . Entretanto, Braungart y McDonough, juntos con socios internacionales, han comprobado que el concepto Cradle to Cradle funciona. Ellos han levantado fbricas de las que el agua efluyente es ms pura que el agua afluyente, han construido casas que producen ms energa que la que consumen, han diseado monitores que pueden ser completamente reciclados, han elaborado textiles que no slo pueden ser vestidos confiadamente (normalmente portamos basura txica sobre la piel),sino que despus pueden servir como compost en el jardn . Las experiencias de los ltimos aos han mostrado, que la revolucin C2C, que transformara radicalmente nuestro metabolismo con la naturaleza, sera perfectamente realizable. Firmas de renombre ya han trabajado exitosamente con el concepto40 y sin duda ya estaran ahora muchas, muchas empresas a bordo, si (si:eso s!) hubiera mayores estmulos econmicos para que las empresas se bajaran del absurdo sistema de la ecoloidiotez. Pero justamente aqu est el problema: Estupidez ecolgica (ecoloidiotez) y necedad econmica (economidiotez) son procesos que se refuerzan mutuamente. La terrible verdad es que no slo muchas de las mercanca que producimos y consumimos diariamente no estn diseadas inteligentemente, sinoque todo nuestro sistema econmico se alza sobre un diseo no inteligente! Como si no bastara con que creemos productos tontos, adems fallamos en la tarea de organizar sensatamente el recambio de estos productos. De hecho, signo negativo multiplicado con signo negativo, da en mtemticas signo positivo pero el + gordo que resulta de la distribucin tonta de productos tontos va a dar como por arte de magia a las cuentas de algunos pocos, mientras que la mayor parte de la humanidad mira embobadamente desde la ropa cargada de txicos.
Estupidez econmica de enjambre En realidad, una economa que funciona bien debiera garantizar el intercambio impecable de bienes y servicios. Tericamente podramos incluso esperar que, gracias a la reproduccin permanenete de las riquezas naturales y al enorme aumento de la productividad humana, cada individuo sobre este planeta pueda llevar una vida ms o menos aliviada. Pero como todos sabemos, la realidad se ve completamente distinta: Es cierto que muchas personas disfrutan hoy de un lujo que hara palidecer de envidia incluso a los emperadores, reyes y papas ms poderosos del pasado, pero al mismo tiempo mueren da tras da 30.000 nios menores de cinco aos como consecuencia de desnutricin, carencia de higiene y deficientes prestaciones mdicas. Mientras nosotros hacemos saltar los corchos de champaa, millardos de personas no tienen ni siquiera acceso a agua potable. Mientras nosotros vamos al gimnasio para quemar caloras excedentes, hay 700 millones de personas amenazadas por el hambre. Es la gran paradoja de nuestro tiempo: La humanidad nunca fue ms rica, nunca fue ms pobre que hoy. Nunca antes hubo tal grandioso bienestar, y a la vez una miseria tan terrible. Algunos ven aqu un problema de la moral. Opinan que nosotros, las personas de las naciones industrializadas ricas, simplemente seramos demasiado rapaces, y que premeditadamente les robaramos a los ms pobres de los pobres las ltimas migajas del plato. Pero es cierto esto? Somos realmente tan despiadados como para que no nos toque el padecimiento de los otros? Aspiramos en verdad a lograr nuestra felicidad a costa del infortunio de los ms pobres? No! La mayora de nosotros tiene absolutamente claro que esto no puede seguir as. La gran mayora de las personas en las naciones industrializadas desea otro mundo, uno ms justo, en el que cada uno pueda vivir sin preocupaciones. Entonces no es por carencia de tica global, sino por carencia de inteligencia, que las cosas an continan como estn. La triste realidad es que: No somos tan malos, sino demasiado tontos para lograr un mundo ms justo! Y eso es lo realmente trgico de esta situacin: Nadie lo quiere, todos se lamentan de ello y sin embargo sucede: La brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor y eso no slo a escala global, sino tambin dentro de las naciones ricas. Segn las teoras de la economa clsica, en realidad no debiera haberse llegado a esto. La mano invisible del mercado descrita por Adam Smith tendra que haber manejado de tal forma el egoismo de los individuos, para que ella, con el correr del tiempo, hubiera garantizado el bienestar de todos. Pero result distinta la cosa: Mientras la mano invisible del mercado acariciaba a unos, estrangulaba a otros. La accin de un asesino invisible que produce millones de vctimas y que no aparece en ninguna ficha policial podra definirse como crimen perfecto no obstante, si todo eso hubiera sido planeado
concienzudamente. Pero eso justamente no fue el caso. As como tampoco hay un diseo inteligente en la naturaleza (la evolucin biolgica est tan llena de fracasos, infortunios y panas, que el suponer un diseador inteligente se prohibe en s mismo), no se puede distinguir en nuestro modelo econmico alguna forma de inteligencia superior. Al contrario: No hay un campo donde se manifieste tan evidentemente la estupidez humana de enjambre, como en el campo de la economa. Encuentra al prximo mayor idiota! Piense slamente en las turbulencias de los mercados financieros internacionales: Ahora, cuando estoy escribiendo esto, el euro, debido a las colosales deudas estatales en Grecia, pero tambin en muchos otros pases europeos, est masivamente bajo presin. Aunque los gobiernos acuerdan Paquetes de Rescate cada vez mayores, de dimensiones difciles de imaginar, astutos ejecutivos de fondos de cobertura siguen especulando exitosamente contra la deprimida moneda europea. Naturalmente ellos son estilizados por eso, tanto en los medios como en la poltica, como los chicos malos. Pero lo que se pasa por alto en esto: El capital con el que los ejecutivos apuestan contra el euro, proviene no insignificantemente de la misma eurozona! Es as que cajas de pensiones, para asegurar las jubilaciones de sus miembros, han colocado su capital justamente en aquellos lucrativos fondos de cobertura especializados en especulaciones monetarias. 41 En consecuencia se apuesta con ahorros europeos contra ahorros europeos. Una payasada de primera clase, en la que usted puede elegir lo que prefiera: Si el ocaso del euro es detenido, su renta privada de jubilacin cae; si el plan se malogra, su renta sube, pero el euro ya no vale casi nada. Locuras de este tipo estn a la orden del da en este negocio, mejor dicho: Ellas son constitutivas de este negocio. El gur de bolsa Andr Kostolany, fallecido en 1999, afirmaba haber aprendido ya en su primer da en la Bolsa de Pars la receta bsica de su posterior xito, y ella es que el curso depende slamente de si hay ms papeles que estpidos o ms estpidos que papeles.42 De hecho, los mercados financieros funcionan segn la lgica de las cartas cadena, cuya regla fundamental es tan simple como absurda: Encuentra al prximo mayor idiota! Exitoso es aquel que logra encontrar un idiota que ofrezca ms por un papel, el que ya haya sido adquirido por uno mismo por sobre el valor . Naturalmente que an ms exitoso es aquel que encuentra no slo al prximo mayor idiota, sino que adems apuesta en el momento justo a que la porquera de producto financiero que se le ha vendido a l, pierda su valor. 43 En la economa real no funcionara nunca tal idea comercial, pero el juego virtual de cartas cadena de los mercados financieros hace tiempo ya que se desacopl de ella.
Una yuxtaposicin de los respectivos volmenes muestra cunto divergen los mercados reales y financieros entre s: As, el valor total de todos los bienes y servicios producidos mundialmente en 2010 fue de ap. 63 billones de dlares (1 billn= 1.000 millardos; 1 millardo=1.000 millones), pero el volumen de los derivados financieros (de las especulaciones a valores futuros de estos bienes y servicios, derivadas de modo extremadamente intransparente) fue nada menos que de ap. 601 billones de dlares, el volumen de los negocios de divisas (el comercio con monedas) de incluso ap. 955 billones de dlares. 44 Con esta desproporcin a la vista no es de extraar que las inversiones en la produccin de bienes y servicios reales vayan decayendo progresivamente. (En los aos 1970 en Alemania se inverta todava el 15% del Producto Interno Bruto en la expansin o mejoramiento de las capacidades productivas, en los 1990 an era el 10%, en 2010 la cuota de inversin neta fija era de un msero 2,9%.45) Pero por qu los dueos de capital tendran que invertir en nuevas tcnicas y productos, por qu los bancos tendran que llevar a cabo su tedioso negocio diario de otorgar crdito a empresas si la ruleta del casino financiero virtual arroja ganancias mucho mayores? Desde la lgica interna del sistema financiero esta estrategia de inversin es completamente racional, pero observada objetivamente se trata de La mayor imbecilidad econmica de todos los tiempos! Pues qu representan las ganancias y prdidas en los mercados financieros si ellas sla y nicamente giran en torno a s? Qu valores reales tienen que seguir representando los exorbitantes aumentos de patrimonios y deudas? Pregntese usted mismo: Hay algo ms descabellado que la idea de que podra producirse bienestar invirtiendo capital ficticio en capital ficticio, en lugar de invertir en bienes y servicios reales ? Hay que recordar realmente que el eslogan de los bancos Haga trabajar su dinero! es una pura estupidez? Por supuesto que el dinero no trabaja nunca, son siempre personas reales las que trabajan por dinero, produciendo bienes y servicios! Y es justo en este punto es en el que el gato financiero especializado en ratones virtuales se muerde la propia cola: Ya que por qu dinero, pinsese por favor, van a tener que trabajar entonces las personas, si una gran parte del capital afluye a productos financieros especulativos en vez de ir a bienes y servicios reales?! Como todo sistema de cartas cadena el capitalismo de casino tambin se derrumbar, cuando la discrepancia entre ficcin y realidad sea demasiado grande como para seguirse auntoengaando por encima de eso. Al parecer nos vamos acercando poco a poco a este punto. Cada vez son ms las personas que reconocen que los inmensurables aumentos de fortunas en dinero son magnitudes tan irracionales como las deudas aumentadas, en igual medida, sobre las que esas fortunas descansan. Es probable que la mayora venga a comprender recin, en el momento de la crisis, la relacin indisoluble entre riqueza y deuda: Sin deuda de dinero no hay fortuna en dinero! 46
Es un hecho: Por cada euro que usted ahorra, alguien tiene que gastar un euro que no le pertenece. Si aumentan sus ahorros,lo que est garantizado por el mecanismo de intereses sobre intereses, as tambin tienen que aumentar las deudas en el otro lado. Lgicamente este juego puede funcionar slo mientras los deudores logren dar la impresin de que ellos pueden cancelar sus deudas con intereses . Pero esto, con el tiempo, es cada vez ms difcil, y en algn momento completamente irreales, cuando deudas y fortunas alcanzan magnitudes astronmicas. En este momento de la verdad se hace evidente el juego de idiotas de la economa del Homo-demens; es entonces cuando queda en claro, que deudas, que nadie puede servir, necesariamente significan tambin fortunas, que ya no pueden ser cubiertas por nada ms. La culpa de los acreedores Normalmente se les carga la culpa del fallo en la circulacin del dinero a los deudores insolventes. Quin ms podra ser culpable aparte del deudor? , piensa el acreedor con enfado ingenuo. Entonces l obliga a aquellos que ya no pueden pagar, vease a Grecia (pronto esto alcanzar a otros Estados), a hacer penitencia, a apretarse ms el cinturn y a ahorrar cueste lo que cueste (lo que hunde ms la economa deteriorada y con consecuencias sociales fatales). Pero aunque pueda ser cmodo para los acreedores volcar la culpa en los deudores, de hecho ambos estn metidos en la miseria y en el mismo grado: Porque mientras mayor es la cuota de ganancia de algunos, mayor es la cuota de deuda de los otros. Por supuesto que es correcto cuando se dice que ya no nos podemos permitir las exorbitantes montaas de deudas. Pero en esto no hay que olvidar (lo que ocurre regularmente), como conclusin inversa, que esto tambin significa que ya no podemos permitirnos fortunas exorbitantes. 47 En ningn caso es tan honorable, como podra suponerse, pertenecer a aquellas personas ahorrativas, que a diferencia de la mayora de los Estados o constructores de casas estadounidenses no viven por sobre sus propias condiciones. Pues aqul que vive por debajo de sus condiciones, econmicamente no es menos perjudicial. El ahorrador esmerado, que no tiene otra cosa en la cabeza que multiplicar su capital, es ms bien un mal doble: l no slo empuja a otros a la trampa de la deuda, sino que debilita directamente el ciclo econmico, sobre el que descansa finalmente su patrimonio monetario. Por qu? Porque ahorro no significa otra cosa que renuncia al consumo, pero renuncia al consumo conduce a menor salida de bienes y servicios y con ello a cadas de beneficios reales, lo que se refleja asimismo en mayor nmero de desocupados, menor recaudacin de impuestos y ms insolvencias privadas, por ltimo, incluso, Estados en bancarrota y por la amalgama de deudas y fortunas preponderantemente, la prdida de los ahorros privados.
Fortunas en dinero demasiado grandes, segn esto, no slo son dainas, ya que ellas necesariamente descansan sobre deudas que en algn momento ya no pueden ser servidas, sino tambin porque el capital que poseen algunos pocos le falta a la mayora para que pueda poseer todos esos bellos bienes y servicios, los que tericamente podran ponerse a disposicin, pero que debido a la cada de consumidores solventes ya no tienen demanda. Entonces aqu se revela el clmax de la economidiotez: Ya que el dinero debiera ciertamente garantizar el intercambio impecable de bienes y servicios, pero que bajo las actuales circunstancias es justamente el dinero el que impide un intercambio impecable! En el fondo en realidad existe todo lo que un mercado eficiente requiere: Personas con necesidades y medios de produccin que podran satisfacer con creces estas necesidades. Slo el medio, el dinero que es necesario para acoplar oferta y demanda una con otra, no est en el lugar que corresponde. Debido a este mal funcionamiento monetario surge una escasez artificial de bienes y servicios, la que no existira con una distribucin sensata del medio dinero. Para comprender este estado de cosas hay que tener conciencia del rol central que juega el dinero en el ciclo econmico. Esto es, esencialmente, dos funciones: Dinero sirve primeramente como medio central de pago y de cambio para bienes y servicios de todo tipo. Como tal ste es francamente un invento genial; l nos libera del enorme esfuerzo del trueque directo. (Imagnese que usted hubiera tenido que adquirir este libro directamente de m a cambio de manzanas de su jardn, un cuarto de hora de clases de guitarra o un corto viaje en taxi probablemente todava estaramos negociando sin llegar a un acuerdo.) Segundo. Dinero cumple la funcin de un medio de reserva de valor. (As yo no debo invertir inmediatamente en manzanas la recaudacin por la venta de este libro, sino que lo puedo hacer tambin meses despus.) Sin duda que esta funcin de reserva de valor es tambin una propiedad sensata del dinero claro que slo bajo la condicin que a nadie se le pase por la cabeza quitarle el dinero al ciclo econmico por largo tiempo. Pues el dinero que unos acopian (por ejemplo escondindolo bajo la almohada), le falta a todos los otros para intercambiar bienes y servicios. El dinero en la economa tiene que circular, como la sangre en el cuerpo es interrumpida esta circulacin, colapsa el sistema. Para ilustrar el fascinante efecto que le corresponde a la circulacin del dinero, el periodista financiero Lucas Zeise recurre a una ancdota entretenida: Sucedi en una pequea aldea en Luberon, que viva exclusivamente del turismo, hasta que ste muri debido a la crisis financiera mundial. Ningn turista visita el pueblo, y cada habitante, para sobrevivir tiene que bombear dinero de otro. () Finalmente aparece un forastero que arrienda un cuarto en un hotel. l paga, al registrarse, con un billete de 100. Apenas sube el turista la escala con su trolley, sale corriendo el hotelero hacia su carnicero, al que l le
debe hace semanas 100 euros. El carnicero agarra el billete y parte hacia el campesino que lo abastece de carne, la que l hasta entonces no haba podido pagar. Feliz el campesino toma el billete y trota hacia la nica prostituta del pueblo, a la que l an le debe dinero por las ltimas visitas. La prostituta, por su parte, se va de prisa adonde el hotelero, donde ella de vez en cuando arrienda una pieza por horas, y que no haba podido pagar desde el estallido de la crisis. En ese mismo momento, en el que ella deposita el billete sobre el mesn de recepcin, baja el turista la escala, explica que el cuarto no le gusta, toma el billete y desaparece. En este breve momento en la vida de un pueblo no se gast ni un dinero, ninguno gan o perdi algo. Lo nico: todos los habitantes del pueblo estn de pronto libres de deudas48 De medio de cambio a objeto de cambio Si se hubiera mantenido eso, de que el dinero poseyera meramente la funcin de medio de pago, cambio y reserva, nuestro mundo se vera bastante mejor. Pero el Homo demens no sera Homo demens, si l no hiciera todo lo posible para convertir los inventos ms astutos de la humanidad a su contrario. As fue tambin con el dinero. En lugar de procurar que el dinero sea una unidad de clculo estable, transparente y neutral para el intercambio de bienes y servicios, hacemos todo lo posible para transformarlo en un instrumento inestable, intransparente y parcial de redistribucin, que obstaculiza el intercambio de bienes y servicios. Que cmo nos result este ingenio de idiotas? Muy simple: Hicimos del medio de cambio el objeto de cambio, del medio de comercio de mercancas la mercanca de comercio sin ms ni ms. Que este concepto no puede fructificar debiera saltar a la vista. Pero cmo podra ser el dinero un patrn neutral para el valor de mercado de bienes y servicios, cuando el dinero mismo es una mercanca, cuyo valor es determinado en los mercados mediante especulaciones ambiciosas intransparentes? Debiera en realidad asombrarnos que con la desregulacin de los mercados financieros, es decir: con el fortalecimiento de la funcin de mercanca del dinero, la locura econmica alcanzara nuevas cumbres a velocidad record? Por cierto que no! No obstante, sera un error ver la causa de la actual miseria en los mercados financieros desencadenados y en su comercio de cartas cadena. Al fin y al cabo, los astutos malabaristas financieros no inventaron la funcin de mercanca del dinero, sino ms bien se la encontraron. Su creatividad slo consisti en llevar la demencia contenida, en la funcin de mercanca del dinero, a la cspide. Que el dinero no slo es un medio de cambio, sino, sobre todo, tambin mercanca, se ve en el hecho de que hay que pagar un precio para adquirirlo. En el caso del dinero, este precio se llama inters. El inters en la economa tradicional se fundamenta en que l asegura la circulacin del dinero; en cierto grado es el premio para que el dueo de patrimonio monetario no lo almacene entre cuatro paredes, sino que lo introduzca nuevamente al ciclo
econmico, lo que como hemos visto es imprescindible para el funcionamiento del intercambio de bienes y servicios. Pero el inters tiene efectos colaterales extremadamente desagradables que pueden dejar en la sombra su utilidad, s, incluso finalmente anularla: Pues en la realidad, a la larga, el inters no slo conduce a un difcilmente realizable imperativo de crecimiento econmico (por ltimo las ganancias de las empresas deben estar por sobre la carga de inters, ya que sino la empresa zozobra), sino tambin a la redistribucin estructural de la riqueza de pobres hacia ricos, la que si no se toman contramedidas con el tiempo avanza tanto, que todo el ciclo econmico colapsa.49 Busquemos entonces las causas por las que la brecha entre ricos y pobres se abre cada vez ms y ms; para ello debemos ocuparnos no slo con formas concretas de explotacin (dumping salarial por ejemplo), sino, sobre todo, con la forma abstracta de la explotacin, que est implcita en el carcter de mercanca del dinero. Con esto se quiere decir,particulartmente, la lgica nefasta del mecanismo de inters y de inters compuesto, que est ligada indisolublemente con la mercanca dinero, y cuyos efectos se pueden caracterizar muy precisamente con la sentencia bblica: Pues al que tenga, a l le ser dado, y l tendr en abundancia; pero al que no tenga, a l le ser quitado incluso lo que tiene.50 As es justamente en la realidad econmica: Quin tenga capital, a l le fluir capital extra en forma de ingresos por intereses. Quin no tenga capital, a l le ser (siempre y cuando l no acceda a ms capital a costa de otros) quitado adems lo poco que tiene en forma de cargas de inters. El dinero hace rico Las consecuencias catastrofales de esta relacin se ven particularmente en la relacin de los pases industrializados con los subdesarrollados. Es as que los ingresos por intereses, que en las ltimas dcadas fueron transferidos del sur pobre al norte rico, fueron muchas veces mayor que la ayuda para el desarrollo que fluy en sentido contrario. Ya a mediados de los aos 1990, Helmut Creutz, terico monetario, confirm: Nosotros, los ciudadanos, a menudo estamos orgullosos de nuestras limosnas que recolectamos para el Tercer Mundo. Alrededor de 4.000 millones de dolares al ao, recolectados en todos los pases industrializados, de hecho son una bella suma. Pero estos 4.000 millones de dlares les alcanzan a los pases pobres apenas para doce das para que puedan cumplir con sus obligaciones de inters. Juntar a duras penas el dinero en los 353 das restantes del ao sigue siendo su problema. Dicho de otra forma: Las limosnas recolectadas por todas las organizaciones de ayuda del norte en un ao estn nuevamente de vuelta con nosotros al cabo de doce das. Pero en ningn caso nuevamente en los bolsillos de los donantes, cuyos ahorros fueron reenviados como crditos al sur. Es decir, van a dar a aquellos que ya hace aos reciben del sur ingresos por inters, sin ningn rendimiento a cambio, generando nuevamente con ello la causa para aquellas acciones de limosnas 51
Por supuesto que la transferencia de dinero condicionada por el inters, de pobre hacia rico, no tiene lugar slo a nivel global, sino tambin dentro de las naciones industrializadas ricas. Las dimensiones de esta notable redistribucin quedan a la vista cuando se divide a los hogares alemanes, clasificados segn riqueza, en diez grupos iguales . Ah se demuestra que slo los dos grupos de hogares ms ricos se benefician del mecanismo de intereses (el que no slo se refiere a crditos bancarios, sino que se oculta en casi todo bien econmico), mientras que el 80% de los hogares (para ser ms preciso incluso casi el 85%) debe soportar prdidas significativas. Slo en el ao 2007 fluyeron 255 millardos de euros(!) de los ocho grupos de hogares ms pobres a los dos ms ricos. Los mayores ganadores en esto fue el 10 por ciento de los hogares alemanes, que pudieron sumar a su ya voluminosa riqueza una ganancia por inters (ingresos por inters menos cargas de inters) de ms de 231 millardos de euros.52 Si se toma conciencia que esta transferencia de dinero de pobres a ricos condicionada por inters no slo tuvo lugar en 2007, sino que ocurre desde hace dcadas, queda claro porqu entretanto el 10 por ciento de la poblacin alemana posee mas del 60 por ciento de todo el patrimonio federal (en 1988 su parte en el patrimonio total representaba an el 45 por ciento, en 2002 ya el 57, 9 por ciento, en 2007 el 61,7 por ciento, tendencia ascendente).53 El 20 por ciento ms rico de los hogares posee entretanto sobre el 80 por ciento del patrimonio, mientras que el 80 por ciento de los hogares tiene que arreglrselas con menos del 20 por ciento del capital, y el 50 por ciento de los hogares ms pobres a duras penas tiene que raspar el 2 por ciento. A escala global esta desproporcin de pobre y rico resulta aun ms dramtica: El 10 por ciento de la poblacin mundial posee el 85 por ciento del patrimonio global, la mitad ms pobre de la humanidad, tomada en conjunto, apenas el 1 por ciento.54 Esta distribucin de desigualdad no es slo, en sentido tico y poltico, completamente inaceptable (pero cmo podran fundamentarse tales diferencias de riqueza mediante rendimientos reales?!), sino que tambin tiene consecuencias econmicas fatales. En la teora econmica este problema es tratado a veces con el trmino clave utilidad marginal. Qu se quiere decir con ello? Bueno, mientras ms unidades posee usted de un bien econmico, menos satisfactorio es para usted conseguir ms unidades de este bien. Si usted, por ejemplo, tiene mucha hambre se alegra con el primer, segundo, tercer, cuarto, quizs tambin con el quinto sandwich, pero ya con el dcimo, centsimo, el milsimo pan que llegue a su mesa, usted personalmente ya no sabe qu ms hacer con l. As es tambin con el dinero: para el 80 por ciento ms pobre de los hogares en Alemania, cada aumento del ingreso sera de utilidad prctica, ya que ellos
invertiran, en gran parte, el dinero extra en consumo, y con ello estimularan la coyuntura. Pero para los que, de partida, ya son ricos, el provecho real de ingresos extras que les fluye slamente por el mecanismo de inters tiende a cero. Al fin y al cabo ellos ya poseen de todos modos mucho ms capital que el que pueden gastar personalmente. Un mayor consumo extra es, para este grupo, difcil de imaginar, y tampoco le dara ms satisfaccin, como lo describe Thomas Strobl muy correctamente: Artculos de lujo no son un negocio de masas. El tercer Porsche ni con mucho da tanto placer como el primero. Incluso tampoco si se ha adquirido con dinero sucio y caraduramente se ha descontado de los impuestos. Slo con un puado de superricos no se har funcionar una economa de mercado esto est claro.55 Farsa economidiota en cuatro actos El porqu esto es as debiera estar entretanto claro: A travs de la creciente concentracin de riqueza en una parte muy pequea de la poblacin retrocede en total la demanda interna, y con ello la salida real de bienes y servicios. Es as que surgen todos esos procesos degenerativos que ya he esbozado como consecuencias del ahorro exagerado. En el fondo no debiera sorprender que en el escenario financiero mundial sea presentada actualmente una comedia tan espantosa. La Farsa economidiota en cuatro actos ofrecida por la idioticracia financiera se puede resumir de la siguiente forma: Primer acto: En el curso del hundimiento de la coyuntura interna muchas empresas slo pueden conseguir sus beneficios despidiendo fuerza de trabajo, lo que explica el porqu suben las acciones cuando una empresa anuncia medidas de racionalizacin. Lo que en un principio podra parecer una estrategia muy astuta, a largo plazo resulta una estupidez estremecedora: Ya que liberando fuerza de trabajo disminuye tambin el consumo general en el mercado, lo que lleva nuevamente a un nuevo hundimiento de la coyuntura. Segundo acto: Para evitar lo peor el Estado debe intervenir ms y ms, asegurando la subsistencia de los marginados por el mercado e iniciando masivamente programas de coyuntura. Esto sin embargo hunde cada vez ms los presupuestos pblicos en el remolino de deudas. Ahora que estoy escribiendo esto (1-10-2011, 16:30 hrs.) las deudas pblicas alemanas son de 2 billones 72 millardos 692 millones 507 mil y 910 euros.56 (En lo que se refiere a la indicacin de la hora, hay que ser ms o menos exacto, ya que en el escaso minuto que he necesitado para tipear este nmero, el estado de la deuda en Alemania ha aumentado en 90.000 euros ms, por da crece actualmente en 134 millones ) Desde 1970 entonces el Estado estaba endeudado en slo 64 millardos de euros la deuda pblica ha aumentado en ms de treinta veces. Entonces, por supuesto que a la larga una deuda del Estado tan horrenda como esta no puede resultar bien. Entonces el mismo Estado alemn se ha impuesto un freno a la deuda, la que se refleja especialmente en recortes en el gasto social
(lase Hartz IV: Programa de ayuda para desocupados). Esto provoca asimismo no slo crecientes tensiones sociales, sino tambin una reduccin de la demanda interna, con los efectos negativos conocidos. Slo esto ya parece un mal chiste, pero la gracia macabra viene recin ahora: Porque aparte de los nuevos crditos por la suma total de 1.596 millardos de euros que Alemania tuvo que tomar entre 1970 y 2009, en el mismo periodo haba pagos de intereses por la suma de 1.562 millardos de euros. Eso significa: De los ms de 1,5 billones en nuevas deudas que el Estado acumul en 39 aos, los presupuestos pblicos slo pudieron destinar esculidos 34 millardos para tareas generales (como p.ej. para el sistema educacional y social)!57 El resto del dinero fue a dar en su mayor parte a las cuentas de aquella pequea minora de hogares, que son lo suficientemente ricos como para prestarle mayores cantidades de dinero al Estado. Entonces, los poseedores de fortuna monetaria que ya son ricos a costa de la sociedad y sin mover un solo dedo se enriquecieron en 1.562 millardos de euros! Tercer acto: Como consecuencia de la inmensa ganancia de capital, los mimados en el lujo estn frente a un problema de lujo: Pues adnde partir con toda la guita si a) ella misma no puede ser consumida, si b) las inversiones en la economa real casi no valen la pena (ya que con el debilitamiento del consumo general caen los beneficios), y si c) los Estados ya no pueden endeudarse en absoluto tan rpidamente como para satisfacer a todos los acreedores dispuestos? Problemas complicados que llevaron al sector financiero en los ltimos aos a un veradero estado de emergencia de inversiones. La aparentemente astuta solucin al problema consisti en inventar inversiones ficticias de capital en forma de productos financieros. Es decir, se empaquet creditos fuleros (a personas que nunca podran pagarlos) en envoltorios cada vez ms originales y turbios, lo que de hecho funcion bien hasta que la trampa se destap.58 Cuarto acto: En este momento de la verdad tiene lugar una nueva salida dramtica a escena del Estado, el que salva con nuevos crditos en multimillardos no slo a los bancos, sino tambin las fortunas administradas por ellos. El chiste aqu es que la fortuna para el rescate de la fortuna proviene de esta misma fortuna, de manera que el Estado salvador tiene que pagar tasas de inters aun mayores a los propietarios de la fortuna rescatada. Pero eso es slamente posible cuando l pide ms dinero prestado a los poseedores de fortuna, es decir, moviliza fortuna rescatada para rescatar fortuna rescatada. El clmax de este juego absurdo: Los administradores de la fortuna rescatada le devuelven la mano al Estado por su generosa accin de rescate apostando con fortuna rescatada contra el salvador de la fortuna (crisis de los Euroestados), as es que ste necesita an ms fortuna rescatada para poner a salvo la fortuna rescatada frente a aquellos cuya fortuna debiera ser realmente rescatada.
Se da cuenta usted hacia dnde apunta finalmente esta farsa? Si a usted le ha quedado la impresin de que nuestro sistema monetario no se diferencia mucho del muy reprendido comercio con productos ficticios en los mercados financieros, entonces usted est absolutamente en lo correcto: En realidad todo nuestro sistema econmico funciona bajo la lgica absurda de las cartas cadena59, las que pueden funcionar de maravillas durante algn tiempo, pero que en algn momento se estrellan contra los cantos de la realidad. Por eso es que los productos financieros turbios de los ltimos aos no son meros fenmenos excepcionales casuales de nuestro sistema econmico, sino consecuencias lgicas de un comercio economidiota de cartas cadena que ha entrado a su fase final. Por eso es que lo que fue acordado hasta ahora por los gobiernos a nivel internacional no podr evitar el colapso final. En el mejor de los casos los paquetes de rescate en multimillardos permitir ganar un poco de tiempo. Pero este tiempo debiera aprovecharse urgentemente en atacar el problema fundamental que se oculta detrs de cada uno de los fenmenos multifacticos de la actual crisis financiera, a saber, la funcin de mercanca del dinero, la que, como se ha dicho, induce a que el dinero en el ciclo econmico no sirva como medio de cambio estable, transparente y neutral , sino como instrumento inestable,turbio e injusto de redistribucin. Qu debiera hacerse entonces en la actual situacin? Debiramos abolir el carcter de mercanca del dinero, en cierta medida inventar el dinero de nuevo. Para ello no bastar regular ms fuertemente el sector financiero y prohibir ciertos productos financieros que aumentan puro capital ficticio. Tampoco la sensata introduccin de un impuesto sobre las transacciones financieras en el comercio internacional de divisas (impuesto Tobin) resolver el problema de fondo. Sera necesario mucho mejor: Rescindir la colosal redistribucin de probre a rico que ha tenido lugar en las ltimas dcadas! Se requerira entonces de polticos que tengan el valor de dejar en claro frente a toda la opinin pblica que la reduccin de las deudas exorbitantes slo es posible si tambin son reducidas las riquezas exorbitantes. Necesitaramos polticos que aboguen decidididamente para que del capital de pocos se llegue al capital de muchos, lo que no debiera ser slo una demanda izquierdista sino tambin una liberal.60 Necesitaramos polticos que combatan de raz la creencia absurda de que el dinero podra trabajar, y que insisitan en que slo rendimientos reales en la vida real producen bienestar.61 Pero hay tales polticos a la vista? No! La idea de que nuestros polticos mayoritariamente reconocern las seales del tiempo, y que iniciarn medidas efectivas contra la economa de cartas cadena, parece tan oscura como la creencia chiita en que el 12 Imam saldr de un pozo seco para asumir el gobierno del mundo. Pero por qu esto es as? Para poder responder a esta
LA NECEDAD DE LOS GOBERNANTES Politidiotas en el poder Yo no s cmo se siente usted, pero a m personalmente se me hace cada vez ms difcil motivarme para participar en elecciones y darle mi voto a un partido poltico. Algunas veces me pregunto si los viejos Spontis (activistas de orientacin izquierdista entre los aos 1970-1980) no estaban realmente en lo cierto: Si las elecciones cambiaran algo, hace tiempo ya que estaran prohibidas! Socilogos definen el sndrome cultural de agotamiento del que yo padezco como fastidio ante la poltica pero fastidio ante los polticos sera el trmino ms preciso: Porque yo, como muchas ciudadanas y muchos ciudadanos, no tengo la menor duda de que a la clase poltica le corresponde una gran responsabilidad en nuestra sociedad slo que yo temo que las damas y caballeros que estn llamados a cumplir esta labor, no posean las cualidades requeridas. Evidentemente aqu no se trata de un mero problema individual, sino de uno estructural. Ya hace ms de 20 aos Esther Vilar llamaba la atencin sobre el brillo embriagador de la estupidez, que define el quehacer poltico como ningn otro.62 De hecho, hay que considerar que justamente en el nicho de la poltica actan fuerzas selectivas, las que a personas pensadoras, creativas empticas, ms bien las obstaculizan en vez de estimularlas. Pero cmo podra una persona original, ingeniosa, sensible, soportar toda la abulia, la estrechez de mente, toda la presin para la hipocresa oportunista que se le exige a un poltico profesional durante su marcha por las instituciones? No es as que aquellos que de partida ya llevan en s una cierta tendencia al oportunismo ablico, estn en ventaja en la escena poltica? Esther Vilar pregunta con razn: Cmo logra una persona durante dcadas nadar en todo ese mar de frases y cargar con todas esas banalidades en la boca? Cmo lo hace para defender siempre con el mismo fervor el programa siempre cambiante del partido? Cmo soporta esa persona en tiempos de elecciones hacer todas esas promesas que sabe que no las podr cumplir? [] Por qu a esa persona normalmente ninguna pose le es demasiado grotesca si supone que con ella parecer cercano al pueblo? Ah se hermanan los seores provenientes de los mejores crculos con mineros cubiertos de holln, como si ellos en toda su vida no hubieran soado nada ms que contar con la amistad de estos hombres de verdad . [] El que les habla a los empresarios se queja de la insaciabilidad de los asalariados, y ya en l prximo discurso stos son remitidos a la avaricia de sus jefes. Y de ah al prximo evento, donde todo comienza dfe nuevo desde el principio: Apretn de manos, palmoteos en la espalda, hacer amistad. Hacer preguntas a las que nadie responde. Respuestas que nadie escucha. Y todo esto a un ritmo de diecisis horas todos los das de la semana 64
Viendo la tendencia de que precisamente desde hace aos y dcadas, desde los ms recios, incansables y campechanos apretadores de mano, palmoteadores de espaldas, trilladores de frases, calentadores de asiento en reuniones, surgen finalmente parlamentarios, ministros, jefes de gobierno y presidentes64, no debiera sorprendernos la modesta calidad de las soluciones polticas a los problemas. Vilar ve aqu, con razn, uno de los problemas fundamentales de la democracia parlamentaria: Pero cmo podra la poltica, bajo tales condiciones, ser algo distinto al poder de lo grosero sobre lo fino, del pellejo duro frente a la sensibilidad, de lo banal sobre lo particular, de la hipocresa sobre la sinceridad, de lo trivial sobre el ingenio?65 Por supuesto que hay y eso en muchos partidos polticas y polticos listos, sensibles, innovadores, que de una u otra forma han logrado ingenirselas a travs del sistema, sin perder en ello su integridad personal, su sensibilidad. Pero ellos constituyen en todos los partidos una minora que casi no puede imponerse contra la mayora de trilladores de frases huecas, de los matones compulsivos, de los oportunistas profesionales brutos. Yo no formulara este balance en tal apodctica dureza si no me hubiera visto en los ltimos aos confrontado crecientemente (en programas de entrevistas, foros, intercambios de cartas, etc) en especial con representantes de la clase poltica. Aqu se han abierto una y otra vez abismos intelectuales, que yo con el mayor esfuerzo posible, no habra considerado posibles. En este sentido, la introduccin de este libro La estupidez dominante es siempre la estupidez de los dominantes no es slo un bonito juego de palabras: Ya que todas las formas de estupidez que hemos analizado hasta ahora, relidiotez, ecoloidiotez, y economidiotez, se unifican a nivel poltico en una megaestupidez integral, la politidiotez. La santa ingenuidad en la poltica Esto es esbozado a continuacin. Comencemos con la comprobacin del sndrome relidiota en la poltica: Primeramente, aqu felizmente hay que dejar en claro que relidiotas totales, tales como el presidente iran Ahmadinedschad, en las democracias occidentales son ms bien una rareza a pesar de la impresin duradera que dej George W. Bush. Pero eso es obvio, ya que en los sistemas de pensamiento relidiotas todo el poder gubernamental viene desde arriba, de dios, y no desde abajo, del pueblo. Resumiendo: Relidiotez y democracia son incompatibles entre s. Sin embargo: A pesar de la ausencia de guerreros de dios militantes en los parlamentos y gobiernos de los Estados occidentales, tambin el quehacer poltico en sociedades liberales seculares est determinado en un grado sorprendente por gusanos cerebrales relidiotas . Esto se nota en que mientras las iglesias rurales estn cada vez ms vacas los lderes polticos francamente compiten en las misas transmitidas al pblico por quin tiene permitido tomar asiento en las primeras bancas de la iglesia.
Muchos lderes polticos se presentan con gran esmero como supercreyentes, razn por la que ellos no slo en la poltica, sino tambin en las iglesias, ocupan importantes cargos (como en el Comit Central de los Catlicos Alemanes o en el Consejo de la Iglesia Evanglica en Alemania). Y ellos, por supuesto de manera notable, en todos los sectores polticos se esfuerzan al mximo en evocar en sus discursos los llamdos valores cristianos. No obstante, hay que poner muy en duda que las damas y seores de la poltica tengan la ms mnima idea de lo que estan hablando ah en realidad. Slo un ejemplo entre muchos: La Ex-Ministra de la Familia y actual Ministra de Asuntos Sociales, Ursula von der Leyen Y ella en realidad no es la ms tonta del gremio de polticos, al contrario! anunci en 2006 ante las cmaras, que los 19 primeros artculos de nuestra ley fundamental, en principio, resumiran los diez mandamientos.66 Quin se lo hubiera imaginado? Evidentemente la ministra posee una edicin bastante particular del texto de la constitucin alemana: Pues desde cundo, por favor, legitima la Carta Fundamental coercin religiosa y castigo colectivo67, esclavitud y subyugacin de la mujer bajo el hombre68 todos contenidos de los diez mandamientos? Formulado a la inversa: Desde cuando los diez mandamientos contienen Derechos Humanos inviolables e irrenunciables (Artculo 1 de la Carta Fundamental), el derecho al libre despliegue de la personalidad (artculo 2), la igualdad de derechos de hombre y mujer (artculo 3), la libertad religiosa e ideolgica (artculo 4) o incluso el resguardo de la libertad de opinin, de prensa, del arte, y la investigacin (artculo 5)? Estos derechos no estn slo ausentes en el canon de los diez mandamientos, ms bien estn en una contradiccin indisoluble con toda la orientacin de la biblia! Observado histricamente esto es comprensible: Porque cmo habran podido las personas que hace muchos, muchos siglos idearon las santas escrituras, formular derechos fundamentales, que recin pudieron ser desarrollados en una etapa muy tarda de la evolucin cultural? De hecho, hubiera sido un milagro; s, incluso una prueba de la existencia de dios, si Moiss en su legendario descenso (es decir: completamente inventado) del monte Sina, en lugar de los diez mandamientos hubiera trado la Carta Universal de los Derechos Humanos. Pero en toda la historia de la religin no ha sucedido tal cosa. Ms bien cada vez se ha visto confirmado uno de los conocimientos fundamentales de la sociologa de la religin: Los dioses y sus respectivos mandamientos fueron siempre exactamente tan astutos, o exactamente tan limitados como las personas, de cuya fantasa, en el respectivo contexto histrico, ellos surgieron. Es a causa de esta constelacin fundamental que las religiones son necesariamente conservadoras. Ellas no crean nuevos valores para el presente y el futuro, sino que son mquinas culturales del tiempo que transportan a la
actualidad ideas caducas de pocas pasadas.69 Esto explica tambin el porqu una gran parte de los valores que constituyen el moderno Estado de Derecho, en ningn caso proviene del cristianismo, sino ms bien tuvo que ser conquistada en una lucha emancipatoria de siglos contra la resistencia del cristianismo organizado. Cualquiera sea el aspecto del Estado de Derecho que enfoquemos, ya sea democracia, derechos humanos, separacin de poderes, la cuestin de la autodeterminacin sexual o la igualdad de derechos de hombre y mujer: Las religiones (incluido el cristianismo), summa summmarum, no fueron motores, sino balatas de freno del progreso cultural y lo han seguido siendo hasta el da de hoy! En pocas palabras: El mismo cuento manoseado de siempre por algunos polticos, sobre la hasta ahora positiva fuerza marcante de las religiones, se derrumba como un castillo de naipes cuando le hacemos empeo en mirar ah con un poco ms de atencin.70 Ahora, no nos debiera incomodar particularmente cuando los polticos, en sus discursos domingueros, reciten relidioteces absurdas, si no fuera porque estas distorsiones de pensamiento tienen consecuencias polticas. Pero lamentablemente este es el caso. En Alemania esto se aprecia particularmente en el privilegio de las dos iglesias principales, por el que algunos polticos incluso aceptan la restriccin de derechos constitucionales.71 As, por ejemplo, est estipulado en el artculo 4 de la Carta Fundamental, que ninguna persona puede ser discriminada por su religin o ideologa, por lo que Alemania tambin se siente comprometida ante las prescripciones europeas sobre antidiscriminacin, pero esto no impide a la poltica de ninguna manera de fomentar con costos en millardos la prctica eclesistica de la discriminacin.72 Piense usted slo en los anuncios cristianos de empleos que se publican diariamente en nuestros peridicos. La declaracin implcita de estas ofertas de empleo para mdicos, psiclogos, enfermeros, etc. dice: Judos, indeseados; ateos, indeseados; musulmanes, indeseados! Y esto en empresas que son financiadas en un 100 por ciento con fondos pblicos , tales como hospitales o asilos de ancianos, para cuyo mantenimiento las iglesias no ponen ni un solo centavo! Consecuencia: Como los consorcios sociales eclesisticos Caritas y Diacona, gracias al magnnimo apoyo poltico, hace tiempo que se convirtieron en unos de los mayores empleadores no estatales en Europa, hoy millones de personas estn de hecho obligadas a ser miembros de la iglesia para poder desarrollar su profesin. Esto golpea de manera particularmente dura a empleados en empresas catlicas (hospitales, jardines infantiles, asilos de ancianos, etc.), que pueden perder su trabajo slo si se casan con una pareja divorciada o declaran vivir en una relacin homosexual. Hgase usted la pregunta: Corresponde tal discriminacin al siglo 21? Puede ser legtimo adems financiar con fondos pblicos una violacin de este tipo a los derechos fundamentales? Por supuesto que no! Pero hasta ahora a casi ningn poltico se le ha pasado por la mente emprender algo contra esta injusticia manifiesta.73
Si se considera cun fuertemente est extendido el sndrome relidiota en la poltica, se comprende el porqu lesiones sistemticas a los derechos humanos,que debieron padecer miles y miles de nios en hogares e internados de instituciones cristianas, fueron completamente ignoradas durante dcadas.74 Tambin se comprende el porqu se les niega a los moribundos el derecho a autodeterminacin al final de la vida. Aunque la gran mayora de la poblacin hace tiempo aboga por una liberacin de la eutanasia, la poltica en este asunto no da ningn paso. Culpa de esto es sobre todo la idea relidiota de que slo seramos administradores y no propietarios de la vida que dios nos ha confiado, y no tenemos permitido disponer sobre ella.75 Casi no se puede resumir en palabras a cunto padecimiento, a cunto sufrimiento indecible se les condena a enfermos terminales. Dignidad humana en el tubo de ensayo? Ideas relidiotas de este tipo definen, en todo caso, no slo el trato con el final, sino tambin con el comienzo de la vida. Piense slo en el debate sobre el llamado Diagnstico Gentico Preimplantacional(DGP), que se llev a cabo en el parlamento alemn en 2011. El objetivo del DGP es, mediante un anlisis temprano de vulos fecundados artificialmente, implantar en el tero slo aquellos que tengan las mejores perspectivas para un desarrollo sano. Realmente una buena idea, debera pensarse sobre todo si se considera los altos costos psquicos y fsicos que, en cualquier caso, deben soportar las mujeres cuando toman la difcil decisin de una fecundacin artificial. No obstante, el 43 por ciento de los parlamentarios alemanes vot por una prohibicin rigurosa del DGP, mientras que la mayora vot por una legislacin que restringa la admisibilidad del DGP a unos pocos casos. Cuales fueron los motivos para este mangoneo dspota? No habra que pensar que las ciudadanas y los ciudadanos de un Estado de Derecho liberal son lo suficientemente juiciosos para decidir por s mismos lo que es mejor para s? Preguntado a la inversa: Hubo argumentos convincentes para que el Estado les vede absolutamente el derecho a sus ciudadanas de controlar la calidad de los embriones producidos artificialmente, antes de que se les implanten en sus cuerpos? No, no hubo ni hay tales razones, como lo estableci un dictamen biotico que les lleg a todos los parlamentarios del Bundestag en los prolegmenos de la decisin sobre el DGP.76 Pero cmo reaccionaron los parlamentarios a este dictamen? Lamentable no se puede formular ms afablemente: La mayora de las cartas y faxes de polticas y polticos se movieron a un nivel intelectual tan subterrneo, que es sorprendente que el Estado no haya sucumbido hace tiempo bajo el peso de la grandiosa debilidad mental de su personal administrativo !77 Es as que muchos parlamentarios no comprendieron la tremenda diferencia entre una poltica gentil con los discapacitados y una gentil con la discapacidad: Ya entender que el Estado, de hecho, debiera asistir con todos los medios
disponibles a enfermos y a discapacitados pero no enfermedades y discapacidades rebas la capacidad mental de numerosos polticos. Pero aun ms alarmante fue cuntos miembros del parlamento alemn fundamentaron su voto para una prohibicin o una fuerte restriccin del DGP con la imagen cristiana del ser humano. Invocando el supuesto principio cristiano primitivo de que dios en el momento de la unin entre espermio y vulo le insuflara a la vida incipiente un alma inmortal, ellos explicaron que ya embriones tempranos antese: aqu estamos hablando de formaciones celulares completamente insensibles, que pueden ser congeladas y descongeladas sin reparos deben ser consideradas como personas jurdicas con dignidad humana. Tenan claro realmente los parlamentarios lo que estaban diciendo por su propia boca? Crean ellos en realidad que a objetos en un tubo de ensayo les correspondera toda la dignidad humana? haban pensado seriamente alguna vez sobre las contradicciones de su propia creencia, por ejemplo, de por qu dios tena que ser tan terriblemente indeciso, que l primero a) a cada vulo fecundado le insufla un alma inmortal , para poco despus b) a la mitad de ellos succionrsela nuevamente? (despus de todo el 50 por ciento de los vulos fecundados se malogran espontneamente, por lo que dios, si fuera responsable, debiera pasar a la historia como el mayor mdico abortista de todos los tiempos ) Sobre todo: No tenan claro en absoluto estos parlamentarios que su creencia privada en embriones con alma, por ms que se quiera, no puede ser motivo para vedarles a personas discrepantes el derecho, con ayuda del DGP, a aumentar las chances de tener un nio sano? No debieran haber sabido que se contradice los principios de la democracia, cuando el Estado, ideolgicamente neutral, se toma el derecho de prescribirles a sus ciudadanas y ciudadanos una posicin atada ideolgicamente?! Probablemente, as es de temer, la mayora de estos parlamentarios inspirados por el cristianismo no era ni siquiera consciente de que el dogma de la insuflacin simultnea del alma(vertido del espritu en el momento de la fecundacin) en ningn caso es tan primigeniamente cristiano, como generalmente se afirma. En realidad la iglesia durante siglos parti de la idea alternativa de la insuflacin sucesiva del alma, segn la cual el alma se comienza a desarrollar paulatinamente recin en el embrin o feto, razn por la cual telogos cristianos no vean ningn problema en legitimar interrupciones del embarazo antes del tercer mes. Recin hace casi 150 aos el papa Pio IX llev la enseanza de la insuflacin del alma en el momento de la fecundacin a dogma de fe vinculante, lo que hace del trasfondo teolgico de esta decisin fundamental una farsa en s misma. Pues este oscuro dogma de la insuflacin simultnea del alma estaba relacionado con el dogma aun ms oscuro de la inmaculada concepcin de Mara, que Po IX. ya haba anunciado en 1854. El problema del papa: Cmo tendra que rememorarse dignamente la
concepcin de Mara, si Mara en el momento en que fue concebida, segn la interpretacin clsica, no era ms que materia sin alma y razn? Esta pregunta no dejaba en paz a Po IX, porque, por supuesto, l estaba convencido de que la santsima virgen nunca jams alguna vez poda haber estado desalmada. Entonces el buen hombre hizo lo que tena que ser hecho, y en 1869, en honor de la madre de dios, tarj la insuflacin sucesiva del alma del canon de la fe. Triste pero cierto: Sobre tal necedad relidiota descansan aun hoy leyes de un estado secular! Ecoloidiotas en el poder Vamos entonces al prximo elemento central de la politidiotez, a la ecoloidiotez. Tambin para ella el ao 2011 proporcion ejemplos impresionantes. Recordemos slamente cmo el gobierno federal alemn, que apenas en 2010 haba abandonado el abandono de la energa atmica, reaccion al accidente del reactor nuclear en Fukushima. Si hubiera faltado una prueba ms para el diagnstico de Esther Vilar, de que la estupidez poltica se manifiesta sobre todo en la carencia de fantasa78, las reacciones a Fukushima habran aportado la prueba definitiva. Porque qu fue lo que afirmaron los representantes de los partidos de gobierno en marzo de 2011 ante las cmaras? Ellos declararon con toda seriedad ( sin ponerse rojos) que un accidente tan dramtico como el de Fukushima no se lo habran podidoimaginar nunca. Pero qu declaracin de bancarrota de la razn! Es que los argumentos decisivos, que se declaraban contra la energa atmica, no eran de conocimiento general ya a ms tardar desde los bestsellers de Robert Jungk de los aos 1970 Alcanzando el tomo y El Estado atmico? Se necesit en verdad, 25 aos tras Chernobyl, una nueva catstrofe para demostrar las consecuencias fatales de un sper accidente? No habra debido reconocer hace tiempo la poltica, que es brutalmente negligente usar una tecnologa que castiga la imperfeccin humana con catstrofes irremediables? Si los polticos fueran seres que en su actuar se guiaran preferentemente por argumentos, la respuesta sera clara: Ningn ser humano cabal apostara por una tecnologa, cuyos riesgos son tan catastrofales que no son cubiertos por ningn seguro del mundo! Pero en el juego de la poltica no se trata de la consideracin racional de los argumentos, sino de la distribucin social del poder. Polticos no pueden permitirse seguir argumentos que objetivamente pueden ser correctos, pero polticamentze irrealizables. Ellos estn atrapados (y al mismo tiempo enredados) en una maraa de intereses, entre los que deben actuar hbilmente: los intereses del partido, que ellos representan; los intereses de los electores, por cuyos votos ellos luchan; y los intereses de los lobbystas, que pululan alrededor de ellos como moscas en los excrementos.
Justamente este conglomerado de intereses fue el motivo por el que el gobierno democristiano-liberal en otoo de 2010, contra toda razn ecolgica, anunciara el abandono del abandono ya acordado de la energa atmica. Por ltimo, ambos partidos en el pasado haban estado involucrados significativamente en la produccin y expansin de la energa nuclear, de cuya seguridad y eficiencia tambin sus electores estaban totalmente convencidos. El accidente del reactor en Chernobyl haba quedado por una parte en el olvido, por otra parte eso poda explicarse fabulosamente bien con la economa socialista deficiente de la U.R.S.S., lo que asimismo calzaba perfectamente en los programas electorales de ambos partidos y en el cuadro de opinin de sus respectivos electores. Evidentemente ambos partidos estaban adems en muy estrecho contacto con los grandes consorcios de energa, los que esperaban recaudar pinges beneficios con los reactores atmicos existentes. Por qu entonces, con un consenso de intereses tan contundente, habra que escuchar en la prctica a tericos, que con su crtica a la energa nuclear no hacen ms que propaganda para el bando poltico contrario? Si entremedio no hubiera ocurrido el accidente en Fukushima este negociado de poltica real habra resultado perfectamente. Pero en este aspecto Fukushima cambi todo. Aunque la cuestin argumentativa permaneci igual (el uso de la energa nuclear tras Fukushima permaneci, por supuesto, tan seguro, como lo haba sido antes de Fukushima), el estado de nimo se haba transformado dramticamente: La aprobacin de los electores tuvo un vuelco, la presin sobre los partidos de gobierno aument, y tambin los consorcios de electricidad debieron admitir que perderan clientes si continuaban apostando por la energa atmica. Entonces los polticos de gobierno hicieron un violento viraje en U en su poltica atmica no porque de repente ellos hubieran estado convencidos argumentativamente de lo correcto del abandono de la energa atmica (como se dijo: la situacin permaneci igual), sino porque tras Fukushima las relaciones de poder (la situacin de los intereses) haba cambiado radicalmente. Tomates sin genes? No es de extraar que los verdes pudieran beneficiarse fuertemente con estas nuevas condiciones. Al fin y al cabo ellos hace dcadas que se oponen decididamente al uso de la energa nuclear. No slo por eso se tiende a concederles a los verdes una mayor competencia en asuntos ecolgicos que a otros partidos. Sin embargo, en ningn caso los verdes estn a salvo de la ecoloidiotez. Donde ms de manifiesto queda esto es en su riguroso rechazo a la ingeniera gentica. Que los alimentos modificados genticamente son nocivos y ecolgicamente inseguros pertenece al slido sistema de creencias de cada poltico verde ntegro. Sin embargo, llama la atencin que tras la crtica a los reactores atmicos tambin hayan perdido este sello de distincin. Porque entretanto
polticos de todos los partidos sobresalen queriendo proteger el mercado europeo ante los supuestos peligros de productos transgnicos . Preguntmonos: Cmo se explica esta extraa concordia de la clase poltica? Acaso por estudios cientficos que habran confirmado la sospecha frente a plantas modificadas genticamente? No, algo as no impresionara a polticos reales. Tampoco en este caso fue y es decisivo, para la toma de decisiones, la situacin argumentativa, sino el estado general de intereses: Polticos de todas las fracciones despotrican contra alimentos modificados genticamente, porque esto primeramente es inters de asociaciones ecolgicas y convencionales de agricultores , y porque, segundo, en la poblacin est tan difundido el miedo ante estos productos, que equivaldra a suicidio poltico hacer lo contrario. El hecho de que todas las grandes organizaciones cientficas evalen la ingeniera gentica verde79 de manera completamente distinta que la poltica, evidentemente no le molesta a nadie. Aqu los hechos hablan por s mismos80 cuando se est dispuesto a ir a argumentos racionales (lo que yo, debo admitirlo, como viejo simpatizante de Greenpeace durante mucho tiempo tampoco lo hice81): Alimentos modificados genticamente son normalmente menos destructores del medio ambiente, menos nocivos para la salud, menos alergnicos que productos agrcolas convencionales, s, incluso en estos puntos son superiores a bio-productos. Pero sobre todo, la ingeniera gentica verde se distingue por mayores rendimientos sostenibles en particular en zonas con condiciones ecolgicas desfavorables. La Premio Nobel alemana Christiane Nsslein-Volhard precis el estado de la investigacin, dejando en claro que la aplicacin de la ingeniera gentica ofrece un potencial an no agotado para la agricultura ecolgica, para una mejor proteccin del medio ambiente, para la conservacin de la biodiversidad y para la salud. Las ventajas estn a la vista: Plantas que son resistentes a las polillas, plagas de hongos, virus y nemtodos no necesitan ser fumigadas. Plantas mejor adaptadas a condiciones de crecimiento desfavorables, suelo salino, karst, sequa, pueden ser criadas y cultivadas para refertilizar tierra estril.82 Naturalmente toda tcnica potente ofrece oportunidades y riesgos, pero en este caso el veredicto de la ciencia es asombrosamente claro: La rigurosa negativa a la ingeniera gentica no es al contrario de lo que comunmente suponen algunos defensores del medio ambiente expresin de amplitud de miras ecolgica, sino de insensatez ecolgica y econmica. Cuando se mira las cosas con ms detencin, casi no se puede reprimir la impresin de que la histeria anti-ingeniera gentica propagada es un capricho de lujo de europeos consentidos, que pueden permitirse creer mitos ecolgicos irracionales, en lugar de sondear los potenciales econmicos y ecolgicos de una tcnica que precisamente ofrece la chance de un futuro mejor a los ms pobres de los pobres. Aqu el miedo ante productos transgnicos radica en
particular casi exclusivamente, en la naciones ricas, en el desonocimiento. Es as que encuestas realizadas en los aos1990 llegaron al resultado de que el 35 por ciento de los ciudadnos de la UE y el 65 por ciento de los estadounidenses crea que los tomates cultivados convencionalmente no contenan genes. Sectores mayores de la poblacin no tendran claro que, por supuesto, el cultivo convencional, que nosotros los seres humanos practicamos desde hace ap. 12.000 aos, y que sin sus xitos moriramos de hambre, necesariamente ha estado ligado a intervenciones en el material gentico. En el fondo, la nica diferencia entre el cultivo tradicional y la tcnica gentica moderna, es que la intervencin en el material gentico puede tener lugar de forma ms precisa.83 Lo cierto, en todo caso, es que con la ayuda de los nuevos procedimientos biotecnolgicos tambin puede introducirse informaciones de especies ajenas en el genoma de una planta de cultivo. Esta transferencia gentica horizontal es de hecho un nuevo procedimiento para nosotros seres humanos, pero no es antinatural, como muchos opinan, pues en la naturaleza ocurre hace millones de aos que plantas adoptan secuencias genticas de otros organismos y virus. Que muchos europeos rechacen la ingeniera gentica como algo antinatural se debe no slo a un desconocimiento en biotecnologa, sino tambin a una comprensin inadecuada de la naturaleza. Muchos interesados en ecologa an siguen comprendiendo la naturaleza como algo esttico que debiera ser mantenido en un determinado estado, aunque la naturaleza siempre est fluyendo (evolucin) y los genomas siempre se estn transformando sin intervencin del ser humano. Y en esto los seres humanos no son en ningn caso los nicos seres vivos que intevienen en el material gentico de otros organismos microorganismos lo hacen desde hace millardos de aos. En resumen: La idea de que sera un tipo de pecado si el ser humano modifica el material gentico de otros organismos no es ms que un mito ecoloidiota que se alimenta preponderantemente de tres fuentes antievolucionistas: a) del mito teolgico de una constancia de las especies creada por dios (refutada por Darwin), b) del mito romntico de una naturaleza sagrada (que ignora todas las desgracias que predominan realmente en la naturaleza), as como c) del mito antroposfico de una agricultura que est en armona csmica (la que quiere cultivar plantas segn su naturaleza, por lo que no slo es mal vista toda ingeniera gentica, sino incluso el cruce de trigo y escanda). Anotemos: El hecho de que alimentos modificados genticamente no tienen permitido ser distinguidos con el sello bio no es porque los productos transgnicos sean antiecolgicos o riesgosos para la salud. El motivo para ello se encuentra ms bien en ideas altamente irracionales (en parte tambin polticamente reaccionarias) que la aparte de esto tan meritoria agricultura ecolgica desde un principio llevaba en s.84 Como estos irracionalismos nunca fueron tratados en el movimiento ecologista, llegaron a la poltica a travs de
Alianza 90/Los verdes, el partido del lobby de la agricultura ecolgica. En todo caso no transcurri mucho tiempo hasta que tambin los partidos tradicionales se volcaran contra la ingeniera gentica verde. Pues eso corresponda no slo a la posicin de muchos electores, que estaban extremadamente inseguros por los escndalos con alimentos en el pasado reciente, sino sobre todo a los intereses de las asociaciones agrcolas convencionales, las que elegantemente, con ayuda de una prohibicin de importaciones de alimentos modificados genticamente, podran protegerse contra la impopular competencia extraeuropea. El hecho de que esta proteccin del mercado provocara justamente grandes daos a pases emergentes y subdesarrollados, que se benefician preponderantemente de planatas de cultivo modificadas genticamente, no lo percibi en absoluto el consumidor, el que se imaginaba que en la poltica anti-ingenieria gentica se tratara en primera lnea de su salud. Un tratamiento racional con la ingeniera gentica verde no la maldecira como obra del demonio ni la venerara como cura milagrosa para todos los problemas. Los polticos abiertos a la argumentacin debieran comprender que la moderna biotecnologa podra ser eficaz para solucionar el problema del hambre en el mundo, sin embargo, slo bajo la premisa de que sean creadas las correspondientes condiciones econmicas y polticas . La pregunta decisiva no debiera entonce ser, si la ingeniera gentica verde tiene permitido realmente ser aplicada (sera irresponsable no hacerlo), ms bien debiera establecerse claramente cmo tendra ella que ser aplicada de manera racional. La crtica de Los Verdes y de Greenpeace a las prcticas empresariales de la Firma Monsanto tiene, por supuesto, en este aspecto su justificacin. Efectivamente, sera fatal si una sola firma dominara el mercado global con plantas de cultivo transgnicas. Slo que: Tal situacin monoplica no se impide mediante un bloqueo fundamentalista de la ingeniera gentica, sino a travs de un fomento responsable de la investigacin estatal! Negocio de la poltica o poltica de los negocios? Ocupmonos ahora con el tercer elemento central de la politidiotez, la economidiotez. Como se expuso en el captulo anterior, el comercio de cartas cadena de los mercados financieros no hubiera sido en absoluto posible sin respaldo poltico. Si el Estado no hubiera intervenido con programas de estmulo econmico en millardos, con subvenciones, con un sistema social desbordante, as como con programas de rescate de bancos y Estados, los mercados financieros, debido a su absurdo en la economa real, habran colapsado ya hace tiempo. Entonces algunos economistas radical-liberales y economistas izquierdistas no estaran muy distantes unos de otros, como podra suponerse. La diferencia entre ellos consiste en que unos critican la irracionalidad del Estado, que sabotea el mercado, y los otros la irracionalidad de los mercados, que hace desangrase al Estado. Pero de hecho ambos irracionalismos estn
sistmicamente unidos el uno con el otro: Sin la irracionalidad de los mercados, el Estado no se comportara tan irracionalmente y viceversa! Podran ser escritas cientos de pginas sobre el sndrome economidiota en la poltica. Por ejemplo, sobre la creencia ciega de los polticos en los efectos reales de aumentos ficticios de capital, la que los llev a la absurda idea de acoplar, justamente, las pensiones de vejez de las ciudadanas y ciudadanos al comercio de cartas cadena de los mercados financieros internacionales (renta Riester: rentas de financiacin privada en Alemania). Otro ejemplo de economidiotez sera el sistema tributario alemn, el que afecta casi exclusivamente a los ingresos medios, y que por numerosos perfeccionamientos empeorantes ha llegado a ser tan embrollado que incluso los mismos funcionarios de finanzas han perdido ya la brjula en el caos de leyes tributarias.85 Brotes igualmente de grotescos son creados por el desbordante sistema de subvenciones, el que mantiene artificialmente con vida a productos y empresas, que lgicamente ya habran desaparecido hace tiempo del mercado. Pero describir todo esto rebasara los lmites de esta polmica. Concentrmonos por eso mejor en los motivos que llevan a polticas y polticos, en tal indecorosa regularidad, a tomar decisiones economidiotas. Una de las principales causas de la economidiotez poltica radica en la gran importancia de los grupos de presin (lobbistas, cabilderos) , a los que hay que agradecerles que el quehacer de la poltica est definido crecientemente por la poltica de los negocios. Evidentemente un engranaje entre poltica y economa es completamente bienvenido, ya que todas las ciudadanas y ciudadanos debieran beneficiarse de una economa prspera pero problemas serios surgen cuando en la poltica se les concede mayor peso a intereses particulares de empresas y sociedades que a los intereses de la comunidad. Y eso no se debe slo a polticos corruptos. (Sera un error cubrir a toda la clase poltica con un manto de sospecha.) La mayora de las veces los intereses de la comunidad sucumben ms sutilmente, y eso como resultado del sistema desbordante de la expertocracia de grupos de presin (lobbistas, cabilderos). Como se sabe, a raz de la complejidad de los temas a la que ellos se ven confrontados, los polticos cada vez deben estar recurriendo a la opinin de expertos. Pero estos expertos no caen del cielo, sino que a menudo provienen de empresas y sociedades que tienen intereses en una decisin poltica: Si se trata de asuntos de iglesia, el papel principal viene de funcionarios de la iglesia; si se trata de asuntos de enrga, representantes de los grandes consorcios de enrga particpan en el proyecto; si se trata de mercados financieros, son escuchados los directores de los grandes bancos. Hay que seguirse asombrando de que la poltica considere ms bien los intereses particulares que los de la comunidad?
Lo que debiera contraponerse al efecto perjudicial de la expertocracia de los grupos de presin (lobbistas, cabilderos) se sabe hace tiempo: Primero, una mayor transparencia de la poltica, as como, segundo, una mayor participacin de las ciudadanas y los ciudadanos en procesos polticos de decisin. En ningn caso ha de sorprender que el Partido de los Piratas, dentro del electorado, hace tiempo que viene anotando puntos con estos contenidos. Si los partidos establecidos no reaccionaran correspondientemente a esto, eso sera slo una prueba ms de la deplorable necedad de los gobernantes. El estpido juego del poder Cuando se habla, como lo dice el ttulo de este captulo, sobre una necedad de los gobernantes, debiera naturalmente considerarse el diagnstico al que lleg la historiadora Barbara Tuchman en su libro homnimo. En su anlisis de la necedad poltica desde Troya a Vietnam ella lleg a la consclusin de que la raz del mal yacera sobre la persistencia en el error: Aunque sera irracional insistir en lo desfavorable despus que eso se ha comprobado como desfavorable, para un gobierno nada sera ms terrible que admitir sus errores, ponerle fin a las prdidas, cambiar el curso. La historiadora vio la razn, para esta estupidez bsica, en lo humano demasiado humano: La sensatez poltica sucumbira demasiado a menudo a debilidades humanas irracionales ambicin, temor, aspiracin a estatus, guardar las apariencias, ilusiones, autoengaos, prejuicios.86 Ahora, es un fenmeno bien conocido en la psicologa social, que las personas se obstinan en errores aunque esto les sea desfavorable, y se complican la vida segn el lema yo tengo razn aunque me equivoque.87 Pero por qu este fenmeno es tan extendido justamente en la poltica? Evidentemente esto est relacionado con las particulares reglas del juego del poder: Aquellos que han conquistado el poder temen perder ese poder, cuando se ha filtrado que ellos han cometido errores. Al fin y al cabo ellos tienen que contar con que representantes de partidos adversarios ya estn al acecho para desenmascarar tales errores y presentarse ellos mismos como aquellos que ya lo saban desde siempre antes mucho mejor. Esta estructura de maniobra poltica de dominancia es la razn por la que las discusiones polticas son, por regla general, tan poco satisfactorias: Pues a diferencia de debates filosficos, ellas no tienen como meta hacer a los polemistas avanzar juntos, sino darles en su punto ms dbil a los adversarios. Mientras que el en el debate filosfico el argumento convincente es un regalo que les ofrece a los participantes una posibilidad para superar errores, el argumento en la discusin poltica es un arma a ser aplicada para repeler crticas a la propia persona. Se puede estar seguro: Cuando representantes del partido A sustentan cierta posicin, inevitablemente aparecern representantes del partido
B indiferentes a la contundencia de los argumentos atacando precisamente esta posicin, y presentndolo como un error irreparable para siempre. En este juego del poder, desde los aos 1980, en los que Barbara Tuchman escribi sobre la necedad de los gobernantes, no ha cambiado nada. Pero en otro aspecto, desde entonces, ha tenido lugar un cambio notable por lo menos aqu en Europa Central: Porque casi ya no hay polticos que se aferraran dogmticamente a su lnea y slo por eso, porque ya no hay una lnea reconocible a seguir. Hoy el sistema de navegacin de la mayora de los polticos ya no est determinado por slidos principios polticos, sino por el sube y baja de los nmeros en las encuestas. El informe del mercado de opinin es el orculo al que recurre el poltico moderno. En el quehacer poltico diario el poltico ya casi no puede permitirse convicciones propias, por las que l, en caso necesario, debiera nadar contra la corriente. En pocas palabras: Mientras que los polticos de antes cometan el error de aferrarse dogmticamente a sus decisiones errneas, los polticos de hoy tienden a cometer el error contrario: Prefieren no tomar decisiones antes que tomarlas, y que despus se las pueda interpretar como fallas. Particularmente por esta razn se ha puesto de moda delegar decisiones a comisiones de expertos. Es por eso tambin que a los polticos, en sus apariciones en pblico, les gusta emplear frmulas vacas, frases, palabras huecas de las que no se puede extraer ningn contenido sustancioso, y que con ello tienen la ventaja de ser irrefutables. Cmo entonces debiera interpretarse el cambio poltico insinuado aqu, del dogmatismo estrecho de mente del pasado a la orientacin flexible segn el mercado de opinin? Es que acaso no es una buena seal cuando los polticos escuchan con tanta atencin a sus electores, para que ellos en caso necesario, vase el abandono de la energa atmica por parte de democristianos-liberales, arrojen completamente por la borda sus ideas? O es esto la mera expresin de una carencia ciega de conceptos o puro oportunismo? El hecho, en todo caso, es que el cambio en la poltica provoc un resultado paradjico: Aunque hoy los partidos se esfuerzan ms que nunca en obtener aprobacin por parte de los electores, la aprobacin por parte de los electores a los partidos polticos no fue nunca tan pobre como lo es hoy en da. Cmo se explica esto? Podra ser que los electores cada vez se asustan ms de s mismos al notar en la flaqueza y desorientacin en la poltica la imagen reflejada de su propia flaqueza y desorientacin? Despotricamos contra los polticos necios slo porque queremos desviar nuestra propia estupidez? La amarga verdad es: En la democracia no slo todo el poder proviene del pueblo, sino tambin toda la estupidez! Por qu entonces acusar con el dedo a polticos incapaces, banqueros rapaces o predicadores de odio chiflados?Despus de
todo nosotros, cabezas huecas, recibimos slo la poltica, la economa y la religin de cabezas huecas que merecemos! Entonces partamos por nosotros mismos: Qu fue lo que fall entonces tan terriblemente para que hayamos permitido esta estupidez? Por qu no se vislumbra an un fin de esta farsa? Cmo es posible que a partir de todos los tiernos bebs de Homo-sapiens, que da tras da ven la luz del mundo, se desarrollen con regularidad espantosa Homo-demens adultos retrasados. Para responder a esta interrogante echemos un vistazo a la Matrix cultural de la que se alimenta el Poder de los Tontos
BIENVENIDO A LA MATRIX La estupidez tambin tiene que ser aprendida Ya Sigmund Freud se asombraba del contraste abrumador entre la inteligencia radiante de un nio y la debilidad mental del adulto promedio.88 Una de las principales razones para esta atrofia relativa l la vea en la educacin religiosa. Freud criticaba que a los nios ya se les confrontara con enseanazas religiosas en un momento en el que ellos an no podran comprender la transcendencia de esas enseanzas. Consecuencias de este adoctrinamiento temprano: Cuando el pensamiento del nio se despierta, las enseanzas religiosas ya se han vuelto resistentes. 89 Justamente esto, segn Freud, conduce a una reduccin de las facultades de razonamiento: La persona que ha llegado al punto de tragarse acrticamente todos los absurdos que las enseanzas religiosas le venden no debiera sorprendernos mucho con su deficiencia de raciocinio . 90 Es por eso que el padre del psicoanlisis reclamaba sustituir la educacin de la ilusin y de la deficiencia de razonamiento, por una educacin para la realidad. Esto ciertamente podra ser un objetivo utpico, pero en algn momento, de eso estaba seguro Freud, se impondra la silente voz de la razn: El primado del intelecto, por cierto, se encuentra bastante lejos, pero probablemente no a una distancia infinita. 91 Desde las anotaciones de Freud sobre estas ideas han pasado ms de 80 aos y sin embargo hoy no se podra formular esto de forma ms precisa: Pues an estamos a kilmetros de distancia de una educacin para la realidad, absurdos religiosos siguen aquejando la capacidad mental, todava hay nios que son infectados a temprana edad con los gusanos cerebrales relidiotas ms absurdos. Pero nos haramos la cosa muy fcil si redujramos la atrofia relativa, que se manifiesta en la metamorfosis de nios inteligentes a adultos dbiles de razonamiento, slo a la educacin religiosa; ya que la educacin para la relidiotez es slo uno de muchos subprogramas de gusanos cerebrales al interior de la Matrix cultural, la que nos manipula tan exitosamente que ni siquiera notamos cun poco aprovechamos nuestras posibilidades biolgicas. Para comprender este estado de cosas es necesario tomar conciencia del vnculo existente entre naturaleza y cultura. Primero: El ser humano no viene al mundo ni como hoja en blanco, ni como robot gentico que slo debera dejar correr programas biolgicos predeterminados. Ms bien es un ser cultural por naturaleza estampado biolgicamente, pero al mismo tiempo flexible culturalmente. Segundo: Nuestra cultura no es como se afirmaba antes expresin de una deficiencia biolgica, sino, mejor dicho, de una riqueza biolgica, ya que slo programas biolgicos particularmente complejos pueden poseer la facultad de adaptarse a medios ambientes cambiantes. Tercero: Aunque antes las diferencias culturales humanas y de chimpancs en ningn caso se habran diferenciado tan claramente como hoy, ya entonces tiene que
haber habido diferencias biolgicas que posibilitaran la posterior explosin cultural del ser humano. En este contexto la pregunta por el milln reza: Gracias a qu cualidad biolgica a diferencia del chimpanc - pudo el ser humano desarrollarse desde cazador recolector a neurtico de gran ciudad? Cul es entonces la diferencia biolgica esencial entre ser humano y chimpanc? La respuesta a esta pregunta puede sonar despectiva, pero para la comprensin de la naturaleza humana es de suma importancia. El ser humano es el mono que mejor puede imitar como los monos. De hecho, nuestros cerebros fueron de tal manera configurados que en el transcurso de la evolucin nos convertimos en verdaderos maestros de la imitacin. Precisamente ,en este sentido, somos claramente superiores a los chimpancs: Si se compara la conducta de aprendizaje de chimpancs y nios, escribe el bilogo evolutivo Thomas Junker, se demuestra en los nios una mayor exactitud de copia. Mientras que los chimpancs estn orientados ms pragmticamente al objetivo, los nios intentan imitar ms exactamente el comportamiento de otros, aunque en ciertos casos esto pueda ser menos efectivo92 Quizs usted se preguntar por qu es esta imitacin exacta tan importante? Respuesta: Porque es el fundamento esencial para la transmisin exitosa de experiencias sociales de aprendizaje, es decir, la base de toda la formacin de tradiciones. Sin nuestra disposicin para imitar perfectamente el comportamiento de otros no podramos aprender el lenguaje; tcnicas culturales complejas como leer, escribir, calcular no se habran desarrollado nunca, para qu hablar de ciencias, filosofa y arte. En otras palabras: La capacidad para imitar con exactitud es la raz de todos los logros culturales, sin embargo: Ella es tambin la raz de toda la estupidez humana. Por qu? Porque el ser humano est programado para imitar todo lo que el se encuentra en su cultura incluso el absurdo ms burdo y obnubilante del cerebro! Para los nios esta disposicin incondicional para la imitacin es de importancia vital. Si no intentaran por s mismos imitar sonidos, cuyo sentido ellos no entienden, no podran aprender nunca un lenguaje. Incluso ms tarde, en sus anhelos de orientarse en el mundo, estn entregados, para bien o para mal, a su ambiente cultural. Curiosos ellos absorben toda informacin que les es ofrecida. En esto, en los primeros aos, su confianza en la fidelidad de las afirmaciones de sus personas de referencia no tiene lmites. Eso se debe particularmente a que su imagen sobre el mundo an no est muy consolidada para, sobre la base de esta imagen, comprobar la fidelidad de las afirmaciones. Pero con el tiempo ellos adquieren un arsenal de visiones tradicionales que determinan sus ideas sobre lo verdadero y lo falso, lo justo e injusto, lo bello y lo feo. Precisamente esto es lo que debe ser entendido bajo el concepto de Matrix cultural: un programa para la normacin social de costumbres individuales de pensamiento, sentimiento y comportamiento.
Por supuesto que tales programas de normacin estn sometidos a vaivenes histricos. Hoy se ven claramente distintos que en los tiempos de la esclavitud, de las cruzadas o de la Guerra Fra. Tambin las diferenciaciones locales son considerables: As, la Matrix cultural en Europa Occidental se diferencia de los programas normativos de Rusia, China, Arabia Saudita o Irn. No obstante, aparte de las diferencias histricas y regionales, hay una gran caracterstica comn: Todas las culturas producidas por el ser humano han dado gran valor a formar lo ms temprano posible a su descendencia segn su propia imagen. Esto no sera problemtico si las culturas se limitaran a transmitir a generaciones venideras, aparte de tcnicas culturales basales, tambin conocimiento slido, asegurado, sobre el mundo. Pero el Homo demens no sera Homo demens si se quedara en eso. Lo cierto es que: Mientras ms irreal, ms insensata, ms grotesca es una idea cultural, mayor es el esfuerzo requerido para implantarla en las cabezas de los ms jvenes! Abuso ideolgico infantil En ninguna parte se hace esto ms evidente aqu hay que coincidir con Freud que en el caso de la educacin religiosa. Realmente es para arrancarse el pelo, con qu bobadas nios indefensos son cebados ya desde la familia, en el jardn infantil, en la escuela primaria, mas terrible an: en escuelas dominicales cristianas o escuelas musulmanes del corn. Es para asombrarse todava que la mayora de las personas nunca haya podido desarrollar una eficiente inmunizacin intelectual, cuando ellas ya con la leche materna cultural tienen que absorber tal sobredosis de toxinas degradantes del cerebro? Por cierto: En la mayora de los pases del mundo el grado de contaminacin relidiota es mucho mayor que en la Europa ampliamente secularizada. Pero tambin en nuestras latitudes es considerable el dao que surge de la infeccin temprana con gusanos cerebrales. Es as que a menudo se les cuenta a nios de jardn infantil, a ms tardar a partir de la primera clase, el ingenuo mito infantil de la historia bblica de la creacin, pero se les oculta a ellos los conocimientos contradictorios a ella de la biologa de la evolucin. Entonces las y los ecolares recin vienen a verse confrontados, si es que es realmente as, con el tema evolucin, en el dcimo ao escolar; pero hasta entonces ya hace tiempo que ideas creacionistas han echado races en sus cabezas. Pregntese usted: No debera ser exactamente lo contrario? No deberamos primeramente a los nios transmitirle lo que sabemos de forma ms o menos asegurada sobre la naturaleza de las cosas (evolucin), antes de meterles interpretaciones del mundo inciertas (como la idea de la creacin), cuya problemtica ellos no pueden estimar en absoluto, al carecer para ello del conocimiento bsico necesario?
El hecho de que la prctica corriente de manipulacin ideolgica de nios y jvenes en las escuelas pblicas sea tan poco debatida se debe a que la mayora de ciudadanas y ciudadanos an parte, con gran naturalidad, de que en realidad habra nios catlicos, protestantes o musulmanes. Pero es cierto eso? De ningn modo! Hay tan pocos nios catlicos, protestantes o musulmanes , como los hay democristianos, liberales, socialdemcratas o verdes. Cmo se vera si a los hijos de electores DC o a los hijos de electores PSD se ls impartiera en la escuela el programa de sus respectivos partidos as como hoy se les dicta a los nios de catlicos y a los nios de protestantes clases de religin catlica y de religin protestante respectivamente?! A todos les quedara claro que se tratara de un adoctrinamiento indebido, s: de un abuso infantil ideolgico. Por qu entonces debiera ser tan distinto en el caso de la religin?! La clasificacin de nios en diferentes asignaturas ideolgicas conduce no slo a la formacin de ghetos religiosos en la sociedad, perjudicial para la comunidad, sino que, debido a los contenidos relidiotas en estas clases, tambin a un dao de la capacidad individual de razonamiento. Imagnese slamente cmo reaccionar un nio sensible, inteligente, cuando escucha que el querido dios, consciente y premeditadamente (!) hace que se ahoguen casi todas la personas y animales con el diluvio, y que l por nuestros pecados deja ejecutar sanguinariamente a su hijo en la cruz. Imagnese usted tambin por favor cmo este sensible nio debe sentirse con la informacin de que sus padres, en la misa dominguera, engullen el cuerpo de esa pobre vctima sacrificada , para, de este modo, unificarse con ella. Esto demuestra cunto nos hemos habituado a estas creencias sangrientas absurdas, que ya no somos capaces en absoluto de percibir este rito canbal como el escndalo que l realmente representa. Es que no es consternador que gran parte de la poblacin, de los medios, de la poltica, del establishment cultural, sigan an en el siglo 21 valorando como algo pedaggicamente irrenunciable, preparar a nios inocentes para tal canibalismo ritual? Seguramente: La mayora de los padres, s, incluso de los maestros de religin ya casi no toma en serio el milagro de la comunin, as como tampoco otros dogmas del cristianismo. Pero hace esto la cosa mejor? De ningn modo! Pues qu mensaje pedaggico les transmitimos a nuestros nios si a la fuerza los metemos en rituales, en los cuales ni nosotros mismos creemos en su sentido? Este es el objetivo principal de toda educacin para estrangular el pensamiento. El mensaje es: Manda a la cresta del cerro los argumentos! No busques explicacin a las cosas! No seas un loco que se rebela contra los absurdos del sistema, sino un necio que sigue a la manada imbcil ! No preguntes nunca por el sentido del todo, sino que adptate a las costumbres dominantes por ms estpidas que stas sean! Si se busca las causas del
contraste acongojante entre la inteligencia radiante de un nio sano y la debilidad mental del adulto promedio aqu se las halla. Estupidez en todos los canales El principio de estrangulamiento mental nos llega principalmente de los medios. Theodor W. Adorno se lamentaba ya en los aos 1940: De cada visita al cine salgo, con toda claridad, ms tonto y peor que antes.93 Pero que habra dicho l si se hubiera visto confrontado con el aturdimiento medial de la actual industria de la entretencin?! Cmo habran sido sus comentarios sobre los reality shows como Hermano Mayor, Campamento en la selva y Alemania busca a la superestrella? Imagnese a Adorno como invitado prominente a Quin quiere ser millonario?: Impensable! Hoy ms que nunca los responsables de los medios parten de que al pblico se le entretiene cuando el nivel se mantiene abajo. Trgicamente el xito parece darles la razn: Porque mientras ms chato es el formato, ms alta es la cuota de sintona; mientras ms estrecho de mente el programa, ms amplia es la sonrisa de los responsables del programa. No es de asombrar que da tras da, noche tras noche, se nos presente la misma papilla enervante de estupideces: formatos de conversacin, en los que se habla mucho y se dice poco, realitycebollas con prominentes, a los que no se les conoce y tampoco quisiera conocrseles, programas de comedia sin humor, programas de quiz huecos, programas informativos sin valor informativo, programas pop sin ningn brillo. Al que resiste todo esto, sin degenerar por completo intelectualmente, le volarn a ms tardar las ltimas chispas de racionalidad de las circunvoluciones cerebrales, con losmutantes divertidos (grupo musical alemn, cuyo nombre real es los musicantes divertidos ) de la msica popular o con sus descendientes del Ballermann 6 (film alemn de comedia) . Stefan Bonner y Anne Weiss han descrito con gran precisin, en su bestseller Generacin tonta, las consecuencias de esta divulgacin medial de la estupidez.94 Es paradjico: Aunque el conocimiento del mundo est hoy en da a un clic de ratn de distancia, millones de personas jvenes se encuentran tan retardadas mentalmente que ni siquiera saben lo que no saben. Casi no existen ambiciones para contrarrestar la estupidez propia. Pero de dnde podran provenir tales ambiciones? Por ltimo, nunca llegaron a saber que la formacin es un valor en s misma , que es valioso en s mismo ganar visiones ms profundas sobre la vida, el universo, y todo lo dems (Douglas Adams) aunque a travs de ello no se gane un contrato como modelo con algn diseador de modas o un contrato de grabacin con algn productor de tercera clase.
El sistema universal de estupidificacin Lamentablemente el conocimiento fundamental sobre el valor de conocimientos fundamentales slo existe en muy pocas personas. Por supuesto que esto no slo se debe a los nulos mensajes de los medios, sino sobre todo a los absurdos de nuestro sistema educacional, el que con absoluta razn podra ser definido como sistema maleducacional, s, incluso como sistema estupidificacional. Pues qu aprenden preponderantemente los nios, jvenes, adultos en nuestras escuelas primarias, escuelas de formacin profesional, escuelas superiores y universidades? Ellos aprenden que la formacin no posee valor propio, sino que, en el mejor de los casos , un valor de cambio! La locura pedaggica realmente existente (Pedagoidiotez) se manifiesta sobre todo en el absurdo forzamiento a la bulimia de conocimiento, que es cultivada en las instituciones educacionales: las y los escolares son entrenados para , en el menor tiempo posible engullir la mayor cantidad de conocimiento muerto, y en el momento de la prueba, a cambio de notas en el plazo justo, volver a vomitarlo. En realidad a nadie debiera sorprender que con tal bulimia educativa slo unos pocos contenidos de aprendizaje permanezcan en el alumno. Igual de poco debiera sorprendernos que el inters por contenidos de aprendizaje escolar se extinga por completo, si las y los escolares no pueden ver en la educacin ni siquiera un valor de cambio: Aquel que, respecto a sus chances de ascenso social, se ha resignado hasta tal punto de sealar como sueo profesional: Cuando sea grande voy a ser recibidor de ayuda social!, no tiene ningn motivo para quemarse las pestaas con contenidos que en el fondo le interesan un carajo. Es fcil detectar el mal mayor de nuestro sistema educacional: La mayora de las veces la aventura de saber les es presentada a los nios en la escuela de manera tan insoportablemente aburrida, que al poco tiempo ellos ya pierden esa cualidad que por naturaleza los hace capaces de aprender: la curiosidad. Son contados los maestros y maestras que dominan el arte de entusiasmar a sus alumnas y alumnos por los contenidos que ellos transmiten. Pero sin entusiasmo el aprender se transforma en un apropiamiento tedioso de saber ajeno. Es cierto que se dice que se debiera aprender para la vida y no para la escuela, pero de hecho la mayora de las veces es lo contrario: Alumnas y alumnos aprenden para pruebas aquello que aprenden no tiene ninguna importancia para ellos mismos, para su vida, para su comprensin del mundo, por lo que rpidamente, tras la fecha de prueba, eso queda nuevamente en el olvido. A qu se debe que el profesorado fracase normalmente de forma tan rotunda en entusiasmar a los alumnos? Primero: Muchas maestras y muchos maestros han adquirido igualmente su conocimiento de manera alienada; entonces, como personas, ellas no estn ni entusiasmadas por los contenidos de su asignatura, ni por la posibilidad de poder transmitirselos a los jvenes. Segundo: En la
formacin pedaggica (particularmente para las escuelas secundarias) an se sigue alimentando el concepto errneo de ensear asignaturas en vez de ensear a personas. Una buena clase, apasionante y entretenida, debiera orientarse por las fortalezas y debilidades, talentos, preferencias y rechazos de las alumnas y alumnos. Estandarizamientos rgidos, que miden a todos los aprendientes con el mismo rasero, son pedaggicamente absurdos en alto grado, pues destruyen justamente los potenciales creativos que debieran ser fomentados. Tercero: Nuestras instituciones formadoras (desde el jardn infantil hasta la escuela superior) estn en general tan mal equipadas financieramente, que no es posible un aprendizaje individual. Aqu debiera la poltica intervenir decididamente. Despus de todo cada democracia vive de la sabidura de sus ciudadanos. Aqul que ahorra principalmente en formacin, demuestra slo una cosa: el grado notable de su propia estupidificacin. Una deficiencia central de nuestro sistema educacional no puede dejarse sin ser mencionada: Todava se mantiene en primer plano el aprendizaje de hechos aislados no la comprensin de contextos. A alumnas y alumnos les son embutidas cantidades absurdas de hechos aislados, mientras que en la tarea decisiva, de relacionar entre s estos hechos individuales aislados, casi no reciben orientacin. Pero es que educacin significa hoy ms que nunca conocimiento contextual. Porque el problema de nuestro tiempo ya no consiste en absoluto en recibir acceso a conocimiento detallado especializado . El gran desafo de nuestro tiempo es no naufragar en el mar de informaciones, que de todos modos ya nos inunda. Si las alumnas y los alumnos son atiborrados con conocimiento fragmentado, como si se tratara de prepararlos para un resultado exitoso en Quin quiere ser millonario?, esto no tiene nada que ver con formacin. Al fin y al cabo cualquier tontito con ayuda de Wikipedia podra responder la pregunta del milln de euros. Formacin entonces no significa acumular mucho conocimiento fragmentado, ella se expresa ms bien en estar en situacin de, desde el gran fondo de conocimientos, extraer las informaciones relevantes para los problemas. Como el sistema educacional fracasa en esta importante tarea, muchas y muchos escolares y estudiantes ya no ven el bosque por los tantos rboles que ste tiene. Ellos no comprenden ni en qu relacin estn los contenidos de una asignatura con otra, ni entienden qu importancia tienen estos contenidos para los contenidos de otras asignaturas, y mucho menos tienen ellos conciencia de qu tendran que ver esos contenidos con su propia vida. Para la motivacin al aprendizaje esto en realidad no es muy estimulante. Por ello, las ofertas de educacin debieran estar concebidas fundamentalmente de tal manera que dejen muy en claro estos contextos: Inmediatamente, al comienzo de una unidad de aprendizaje debiera ser aclarado por qu es importante ocuparse con el tema. En caso de que no resultara hacer ver la relevancia de un tema, eso sera seal de que ste no tiene cabida en la clase. (En el mejor de los casos podra ser
tratado en un curso especial, en el que participaran slo aquellos que puedan interesarse por l.) Si de este modo se lleva el sentido del aprendizaje al centro del aprendizaje, as, necesariamente, se transforma la relacin de enseantes y aprendientes: Porque los enseantes ya no pueden esperar que los aprendientes se traguen incondicionalmente todo lo que les es presentado, ms bien ellos deben orientarse segn las necesidades de los aprendientes. Los aprendientes por su parte estn estimulados no slo a repetir como loros lo que se les ha insuflado, sino a reflexionar por s mismo sobre cun relevante es para sus vidas lo que estn aprendiendo, y si las informaciones que les son transmitidas resisten realmente un anlisisi crtico. En el caso ideal los enseantes se transforman con ello, en cierto modo, en aprendientes, y los aprendientes en enseantes. La comunicacin unidireccional de la educacin se convierte en un dilogo de aprendizaje, del que ambas partes se benefician. La jalea real de la educacin Como vemos, el concepto educacional esbozado brevemente aqu apunta a un viraje de la educacin estranguladora del pensamiento descrita arriba. Pues los principios centrales de un precepto pedaggico para la fortaleza mental rezan: Preocpate por los argumentos! Ve al fondo de las cosas! S un loco que se alza contra los absurdos del sistema no un necio que sigue a la manada tonta! No te adaptes a las costumbres dominantes, sino que pregunta por el sentido de todo! Si la Matrix cultural fuera reconfigurada en este sentido, esto tendra consecuencias sociales, econmicas y polticas trascendentales: Ya que la persona que desde pequea ha aprendido a cuestionar crticamente lo enseado, en vez de repetirlo irreflexivamente a cambio de notas, no se dejar infectar tan rpidamente por gusanos cerebrales ecoloidiotas o economidiotas. No se tragar ni el aejo chisme del juicio final, ni se dejar influir para que disee chips que arruinen equipos tras vencerse el plazo de garanta, o artilugios financieros que empujen a las personas a la ruina. Y por supuesto no elegir a ningn poltico que apoye tal absurdo. Con ello, en bsqueda de la jalea real, que podra hacernos seres humanos sabios, hemos llegado a destino. El resultado no debiera sorprender particularmente a nadie. Esto es: Para desarrollarnos a Homo sapiens en vez de degenerarnos a Homo demens, debemos ser alimentados con la jalea real de la educacin. En esto como sucede con las abejas no es significativa la cantidad, sino la calidad de la jalea. Quien sabe mucho puede estar muy lejos de ser una persona formada, tambin puede estar en alto grado deformada. No slo la edad no protege de necedad tampoco el saber y la inteligencia son suficientes para prevenir la necedad. (Vase slamente al papa Benedicto XVI.
Se debe incluso considerar que personas inteligentes son susceptibles de padecer de delirios si ellas han sido infectadas a muy temprana edad con los gusanos cerebrales correspondientes y justamente ellas, como portadoras del delirio, son particularmente peligrosas). Cmo entonces se reconoce la diferencia entre formacin y deformacin? En el fondo es muy fcil: A diferencia de los gusanos cerebrales estupidificantes, la jalea real de la educacin hace que a) nuestra capacidad mental sea fortalecida, lo que nos permite reconocer contradiciones lgicas como tales que son, b) nuestro sentido de la realidad sea aguzado, de manera que ya no podemos evadirnos con mentiras de la realidad, y c) nuestra espina dorsal sea estabilizada, de manera que no perdamos, a las primeras seales de resistencia, nuestra capacidad para andar erguidos. Si esta jalea real estuviera mundialmente a disposicin, ya habra acabado hace tiempo el poder de los tontos, de los estrechos de mente, de los sempiternos del pasado. Pero cun realista es esto? No es una tremenda ilusin creer que la humanidad pueda liberarse de sus tremendas ilusiones? Es que la voz de la razn no es demasiado dbil como para que ella pueda imponerse contra todo el repicar de campanas, todos los llamados de muecines, todo el gritero de mercado, todo el berrinche de polticos? Sigmund Freud opinaba: La voz del intelecto es baja, pero ella no descansa hasta que ha encontrado odos. Al final, tras infinitos, a menudo reiterados repudios, ella lo logra. Este es uno de los pocos puntos en los que se puede ser optimista frente al futuro de la especie humana 95 Si no estoy errado, podemos nosotros, los de hoy, en este aspecto, incluso ser algo ms optimistas de lo que fue Freud en los aos 1930. Por ltimo, gracias a internet pueden ser hoy transmitidas tambin aquellas opiniones que antes habran sido rigurosamente reprimidas por el establishment poltico. De cmo el desplome de las barreras de comunicacin tiene consecuencias trascendentales, es evidente: En todos los rincones y aristas del sistema global se forman movimientos de resistencia. Los guardianes del orden establecido ya hace tiempo que no estn tan seguros sobre sus monturas, como en tiempos pasados. Las cosas han comenzado a moverse, sin que an haya alguien que sea capaz de detenerlas. Y as somos testigos de una transformacin que se consuma ante la vista de todos nosotros: Pues el alzamiento de los locos de la resistencia contra los necios del poder ya ha comenzado
NINGN PODER A LOS TONTOS! Un llamamiento a la resistencia En el cuento de Andersen El traje nuevo del emperador un slo nio derrib la demencia de los poderosos. En la realidad la cosa no es muy distinta: A menudo slo basta la accin comprometida de unos pocos para volcar el sistema social. As, la simple negativa de Rosa Park, el 1 de diciembre de 1955, de negarse a despejar su asiento en el bus para un pasajero blanco, marc el comienzo del fin de la segregacin racial en los EE.UU. En la cuna de los movimientos sociales siempre hubo personas aisladas que fueron lo suficientemente locas como para quebrar los tabes mentales de su tiempo. Por supuesto que estos desubicados que abogaban por tales ideas aventureras, tales como libertad de expresin de opinin, abolicin de la esclavitud, abrogacin del racismo, igualdad de derechos de hombre y mujer, o por una relacin sensata con la naturaleza, prcticamente no fueron tomados en cuenta por la clase poltica de su poca (en caso contrario: eran rpidamente sacados de circulacin). Pero a largo plazo nadie pudo impedir que ms y ms personas fueran contagiadas por estas ideas subversivas. Entretanto, ellas se han convertido incluso en tan slidos componentes de nuestra Matrix cultural, que parece casi inimaginable que alguna vez ellas hayan parecido inimaginables. En este sentido es alentador que tantas personas protesten hoy contra las necedades que han sido descritas en este libro: As, el Movimiento Internacional por los Derechos de los Animales ataca el delirio, reseado en el segundo captulo, de una situacin particular que tendra el ser humano en el cosmos, del que resulta (en el sentido ms terrible de la palabra) su crudo trato con formas de vida no humanas . El Movimiento de Crtica Ilustrada de la Religin, que se ha formado entretanto en muchos pases del mundo, afronta el poder de los relidiotas descrito en el tercer captulo. Movimientos por el Medio Ambiente combaten hace dcadas la ecoloidiotez ya explicada en el cuarto captulo; movimientos crticos del sistema financiero, como Attac (recientemente tambin: Occupy Wall Street) la economidiotez descrita en el mismo captulo. Iniciativas por democracia directa, como Mehr Demokratie e. V. (Ms Democracia mediante decisin popular y ciudadana), intentan contrarrestar la necedad de los gobernantes discutida en el captulo cinco; movimientos por reforma educacional (como la Reggio-Pdagogik) la pedagoidiotez tratada en el captulo 6. Es concebible que estos movimientos aislados puedan unificarse alguna vez en un gran colectivo aglutinante, en un Movimiento de Resistencia del Homosapiens contra el peligro para la civilizacin del Homo-demens? Imposible no es, aunque por el momento (an?) hay razones de peso que hablan en contra. Pues quien ha reconocido una idiotez, no est por eso para nada a salvo
de otras idioteces: Lamentablemente muchos an no estn conscientes de cmo las diferentes formas de delirio del Homo-demens relidiotez, ecoloidiotez, economidiotez, politidiotez y pedagoidiotez estn ligadas unas con otras. (Pinsese slamente en el conflicto de Oriente Medio, en el que estos trastornos mentales, de forma fatal, actan juntos y se estabilizan mutuamente.) La conjuncin sistmica de los diversos delirios es por ltimo responsable de que muchos esfuerzos de ayuda, bien intencionados, se esfumen en el espacio sin ningn efecto. Es como brujera: para contrarrestar el fundamentalismo debiera etimularse el desarrollo econmico en los pases afectados, pero cmo tendra que fomentarse el desarrollo econmico, cuando el fundamentalismo justamente lo impide? Interacciones similares existen entre ecoloidiotez y economidiotez: Un cambio ecolgico ser posible recin cuando la economa ya no est marcada por la maximizacin de beneficios a corto plazo, pero para superar esta insensatez economidiota debiera existir ya una conciencia ecolgica que considere las consecuencias a largo plazo del quehacer econmico. En este sentido no puede esperarse mucho de parte de la poltica: Porque cmo podran los polticos hacer frente a las anteojeras de caballos de los intereses a corto plazo, si su reeleccin depende de la satisfaccin de estos intereses a corto plazo? Y cmo podran ellos corregir las fallas de nuestra Matrix cultural, si su propia razn y actuar fueron marcados justamente por esta Matrix? Hace un siglo y medio Karl Marx se enfrentaba al mismo problema. En sus famosas Tesis de Feuerbach se lee al respecto: La teora materialista de la transformacin de las circunstancias y de la educacin olvida que las circunstancias deben ser transformadas por el ser humano, y que el educador mismo debe ser transformado. () La conjuncin de la transformacin de las circunstancias y de la actividad humana slo puede ser tomada como prctica revolucionaria y ser comprendida racionalmente96 Con ello se quiere decir dos cosas: Primero, que nuestro pensar y actuar estn igualmente determinados por las condiciones sociales, as como las condiciones sociales estn determinadas por nuestro pensar y actuar. Segundo, que ambas cosas no son estticas, sino que estn sometidas a un cambio permanente. Particularmente dramticos son estos procesos de transformacin en momentos de crisis, es decir, cuando se hace evidente que la forma de nuestra convivencia o de nuestra interaccin con la naturaleza produce problemas tan graves que ya no podemos resolver con los recursos tradicionales. En este sentido, en cada crisis social grave late un peligro y una chance al mismo tiempo el peligro de que sucumban logros culturales conquistados en duras luchas (por ejemplo tras el ocaso de las grandes culturas de la antigedad en Europa), pero tambin la chance para que aprendamos de las catstrofes del pasado (pinsese , por ejemplo, en la reconstruccin de Europa tras la Segunda Guerra Mundial).
Tambin las crisis de la actualidad son en este sentido ambivalentes: De la primavera rabe podra pasarse rpidamente a un invierno islamista, a una era glacial cultural, que haga congelarse toda esperanza de libertad en los pases rabes pero tambin el tierno retoo de la libertad, brotado tras el derrocamiento de los dictadores, podra desarrollarse como un rbol cargado de frutos. Igualmente, la crisis de los mercados financieros podra desencadenar una catstrofe econmica con consecuencias espantosas, pero tambin dar origen a una forma ms justa de economa global. Que aprovechemos o no la chance que la actual crisis ofrece, depender significativamente de si estamos dispuestos a repensar. Pues los grandes problemas del mundo no puden ser resueltos con el mismo modo de pensar, con el que los hemos causado (Albert Einstein).97 Decisivo ser si los Locos de la Resistencia pueden liberarse de los patrones tradicionales de la Matrix cultural, o si finalmente slo verteremos vino viejo en odres nuevos. El hecho de que en este aspecto an haya deficiencias queda de manifiesto en que hoy casi todos los movimientos de resistencia se presentan con un mpetu altamente moralista as como si los problemas que aquejan al mundo pudieran explicarse con que malos empresarios, ejecutivos, banqueros, polticos se hubieran confabulado por propia voluntad contra el ser humano y la naturaleza. Pero se trata aqu realmente de un problema moral? Fue la crisis financiera mundial realmente resultado de la rapacidad de algunos banqueros? Son los necios del poder realmente mucho ms egoistas que los locos de la resistencia? No! El satrico Wiglaf Droste compuso una vez: Si est el cerebro muy mal, con gusto es tomada la moral.98 Esto tambin calza en el siguiente caso: No es que la miseria global se deba a decisiones execrables de personas aisladas, sino a un sistema diseado de forma tan poco inteligente que necesariamente se llega a procesos de estupidez de enjambre. Sera absurdo arrostrar a los polticos que ellos se orientan por intereses; a economistas que ellos quieren obtener ganancias; a clricos que ellos quieren salvar almas. Por ltimo, ellos slo cumplen su trabajo. Ellos hacen lo que los respectivos subsistemas exigen de ellos. Lo trgico de esto es que: mientras ms eficientemente, ms concienzudamente ellos cumplen su labor, ms desastrosas son las consecuencias. Pues eso es lo tonto de sistemas tontos: Quien acta en ellos racionalmente, acta irracionalmente; quien hace perfectamente lo falso, hace lo perfectamente falso.99 Estupidez y orgullo crecen de un madero Los Locos de la Resistencia, segn esto, no tienen ninguna razn para drselas de apstoles de la moral. Aqul que, sobre esto, presume no pertenecer a los necios del poder, evidencia con ello slo una cosa, que no ha comprendido las causas sistmicas, las causas ms profundas de la crisis. Ms an: l demuestra de manera inequvoca que l mismo ha sido infectado por uno de los programas
de gusanos cerebrales ms peligrosos de todos los tiempos, el virus de la propia superioridad moral: Ya que estupidez y orgullo crecen de un madero. Como en libros anteriores he tratado muy detalladamente esta particular necedad del Homo-demens100, voy a limitarme aqu entonces a dos breves anotaciones: Primero: La estupidez bsica del orgullo se yergue tambin como otras muchas estupideces sobre una autosobrestima del ser humano. Nosotros, monos erguidos, nos creemos en serio estar por sobre las leyes naturales, y que con nuestro libre albedro podemos decidirnos por el bien o el mal, lo verdadero o lo falso, lo bello o lo feo. Pero en realidad, todas las decisiones que tomamos, y tambin todas las cualidades que poseemos estn determinadas por causas. Es un hecho que: cada uno de nosotros puede ser en cada momento de su vida slo exactamente tan inteligente, atractivo, tierno, justo, etc., como lo debe ser en ese exacto momento, por causa de su respectiva naturaleza y sus experiencias. Segundo: De la autosobrestima del ser humano crece aquella funesta superioridad moral propia, con la que los afortunados sentencian sobre los desafortunados, los bellos sobre los feos, los cultos sobre los incultos, las lites sobre los marginados, los buenos sobre los malos. Como particularmente devastador se ha demostrado el dualismo moral de bien y mal: Pues las personas que se figuran ser los guardianes del bien en contra del mal no buscan soluciones justas para conflictos de intereses, sino que cualquier disputa inocua ellos la hacen escalar. (Tambin, en este sentido, el conflicto del Medio Oriente puede servir como ejemplo admonitorio.) Por eso lo que nosotros necesitamos en la actual situacin no es indignacin moral, sino desestupidificacin cultural! En lugar de Indignaos! 101 debiera decirse: Desestupidificaos! Porque el gran frente de conflicto de nuestro tiempo no se extiende entre el bien y el mal, sino entre inteligencia y estupidez! Antese: En esta diferencia entre inteligencia y estupidez no se trata de las cualidades de individuos en particular (un coeficiente intelectual altsimo tampoco ofrece una profilaxis efectiva ante infecciones de gusanos cerebrales), sino de la naturaleza de sistemas socioculturales (estn ellos diseados inteligente o ininteligentemente?, estimulan ellos la inteligencia o la estupidez de enjambre? ) En caso de que un individuo est en situacin de mirar ms lejos que otros, no es que esto se explique por su grandioso yo, sino por la feliz circunstancia de que l, al interior de la Matrix cultural, haya entrado ms en contacto con la jalea real de la educacin que con gusanos cerebrales de la estupidificacin. Pero incluso en este punto no se puede estar nunca seguro. Porque aunque por muy lejos que podamos llegar con la vista, nuestro horizonte mental es siempre limitado. (Esto es vlido tambin, por supuesto, para el redactor de estos
renglones: por favor, no vaya usted a deducir del estilo apodctico de este manifiesto contencioso de que aqu se trata de pregonar verdades intocables. Por supuesto que yo s, que los resultados de mis cavilaciones son pasajeros y susceptibles de errores. Pero justamente cuando uno sabe eso, uno debiera dejar claramente demarcadas las posiciones propias. Por qu? Porque eso aumenta las chances de que el absurdo que ha sido formulado pueda ser refutado por otros que ven ms lejos.) Desestupidificaos! Un movimiento reformista comprometido con la desestupidificacin cultural en lugar de la indignacin moral tiene, aparte de mayor autenticidad, una segunda ventaja contundente: l tambin puede alcanzar a aquellas personas que estn integradas firmemente en el sistema, pero que ya han empezado a dudar de la razn de todo. En numerosas conversaciones que he podido sostener en los ltimos aos, con polticos, empresarios, banqueros, periodistas, maestros, incluso con funcionarios religiosos, ha quedado de manifiesto que sorprendentemente muchas personas han perdido la confianza en la racionalidad de los sistemas, dentro de los cuales ellos actan. En el fondo ellos se encuentran en una situacin similar a la de los siervos imperiales del cuento de Andersen: Ellos saben en realidad que el emperador va desnudo pero tienen que seguir desempeando el rol de caudatarios en esta obra de teatro absurda, hasta que haya llegado hasta el ltimo rincn de la conciencia social cun despiadadamente descabellada es toda la presentacin . Hagmosles entonces un favor a nuestros polticos, empresarios, banqueros, periodistas, maestros y predicadores, y libermoslos de los constreimientos tontos de sistemas tontos ! Fortalezcamos la voz de la razn! Declaremos claramente y a toda voz que el emperador va desnudo! Porque slo as puede ponrsele fin a esta farsa que nos es ofrecida cada da por relidiotas, ecoloidiotas, economidiotas y politidiotas. Ya es hora de concebir una reforma radical de los sistemas sociales: Convirtmonos en arquitectos de una nueva Matrix cultural, en la que la inteligencia de enjambre ocupe el lugar de la estupidez de enjambre, en la que los gusanos cerebrales de la estupidificacin ya no se puedan extender, porque la jalea real de la formacin est a disposicin de todos los ciudadanos de la Tierra! El imperativo categrico de nuestros das es: dejar morir falsas ideas, antes que personas mueran por falsas ideas! Imagnese usted lo que una humanidad que siga este imperativo de Homo-sapiens podra alcanzar! Ya no sera necesario preocuparse por el futuro de la especie humana. Finalmente, incluso la hegemona misma de los delirios ms tenaces no pudo impedir para siempre su progreso: Piense slamente en las posibilidades fantsticas de la tcnica, los grandiosos conocimientos de la ciencia, las maravillosas creaciones del arte! No es impresionante lo que la humanidad pudo crear, a pesar de todos los
desvos y desvaros de la historia, de los intentos de censura estrechos de mente por parte de relidiotas y politidiotas? No menos notable es que la humanidad haya tambin, en el sentido tico, logrado superar paso a paso su limitacin originaria: Mientras que al principio los sentimientos altruistas valan slo para los miembros del propio clan, vinieron despus otros grupos sociales, muy pronto todos los miembros de una sociedad; con la Declaracin de los Derechos Humanos de la ONU incluso la humanidad como un todo. Pero ni aun con eso estaba acabado todava el posterior desarrollo tico: Activistas por los derechos animales con razn exigen hoy que tambin deben ser considerados los intereses de los animales no humanos. Si se est a la bsqueda de una prueba de que el ser humano posee el potencial para ser un animal inteligente y amistoso, se la encuentra aqu: Ningn otro animal se preocupa por la calidad de vida de los individuos de otras especies. Pero los mejores de nosotros hacen justamente eso Y slo porque sera una lstima si el ser humano abandonara el escenario de la vida antes de tiempo! Para que no se llegue a eso deberan aquellos, que se salvaron de los gusanos cerebrales de la Matrix cultural, tomar posicin. Se trata de impedir que el Homo sapiens le ceda el terreno al Homo demens, porque: Cuando el ms listo cede, el ms tonto se lleva el triunfo. Hoy menos que nunca podemos permitirnos el triunfo de los idiotas: El tren de la humanidad ha agarrado tal velocidad, mediante la evolucin cultural, mediante la tcnica y globalizacin, que sera irresponsable dejarles la palanca de mando a cabezas huecas redomados. Creemos entonces las condiciones para que el poder de los tontos pueda ser quebrado! ste es y ser el mayor desafo de nuestros tiempos.
Notas 1 John Adams, citado segn Barbara Tuchmann: Die Torheit der Regierenden. Von Troja bis Vietnam. Frankfurt/M. 2006, S. 12 2 Friedrich Nietzsche: Jenseits von Gut und Bse. In: Friedrich Nietzsche: Werke in drei Bnden. Herausgegeben von Karl Schlechta. Mnchen 1954, Band II, S. 637 3 In den berhmten Matrix-Filmen der Wachowski-Brder war dies bedeutend einfacher. 4 Arthur Schopenhauer: Parerga und Paralipomena. In: Arthur Schopenhauer: Zricher Ausgabe. Werke in zehn Bnden. Zrich 1977, Band IX, S. 79 (Funote) 5 Este juego de palabras se basa en una precisa formulacin de Karl Marx y Friedrich Engels, que escribieron en el Manifest der Kommunistischen Partei: La ideas dominantes de una poca fueron siempre slo las ideas de la clase dominante, Marx-Engels-Werke (MEW), Band 4, S. 480. 6 Este acertado concepto fue empleado por el filsofo francs para describir la caracterstica cualidad del ser humano, vease entre otros. Edgar Morin: Die sieben Fundamente des Wissens fr eine Erziehung der Zukunft. Hamburg 2001, S. 72f. 7 Vase, entre otros, Heinz Oberhummer: Kann das alles Zufall sein? Geheimnisvolles Universum. Salzburg 2008 8 Muy bien ilustrado en Ken Robinson: In meinem Element. Mnchen 2010, S. 85ff. 9 Cita. Albert Schweitzer: Die Lehre der Ehrfurcht vor dem Leben. Berlin 1974, S. 30 10 Cita. Stephen Jay Gould: Darwin nach Darwin. Frankfurt/M. 1984, S. 76f. 11 Daniel Dennett us esta analoga para ilustrar el funesto efecto de ideas religiosas, vase Daniel Dennett: Den Bann brechen. Religion als natrliches Phnomen. Frankfurt/M. 2008, S. 17. Como veremos, los gusanos cerebrales que manipulan al Homo demens no son slo de tipo religioso. 12 La suposicin de una transformacin puramente simblica de la hostia, como se la figuraba el reformador suizo Zwingli, es considerada en la iglesia catlica, como hereja (vase Katechismus der Katholischen Kirche, Abschnitt 1374), tambin Lutero rechazaba decididamente la idea de Zwingli.
13 Joh 6,546,56 14 Cita. para ello la obra en diez tomos del mismo nombre de Karlheinz. 15 Exodus, 20,3ff. 16 Vgl. u. a. Israel Finkelstein, Neil A. Silberman: Keine Posaunen vor Jericho. Die archologische Wahrheit ber die Bibel. Mnchen 2002 17 Joh 8,44 18 Mt 27,25 19 Martin Luther: Von den Juden und ihren Lgen. Wittenberg 1543 citado aqu segn la complilacin lingsticamente modernizada de Martin Sasse (Hg.): Martin Luther ber die Juden: Weg mit ihnen! Freiburg 1939, S. 9 20 Adolf Hitler: Mein Kampf. Mnchen 1936, S. S. 70 und S. 751 21 Particularmente claro queda esto en el libro tarado del mentor de Hitler, Dietrich Eckart: Der Bolschewismus von Moses bis Lenin. Zwiegesprche zwischen Hitler und mir. Mnchen 1924 22 Sobre la absurda biografa del Gran Mufti simpatizante nazi vase entre otros Klaus Gensicke: Der Mufti von Jerusalem und die Nationalsozialisten. Darmstadt 2007 23 Vase aqu para ello, como para el siguiente, el notable libro del historiador israel Shlomo Sand: Die Erfindung des jdischen Volkes. Israels Grndungsmythos auf dem Prfstand. Berlin 2011 24 Pinsese aqu, p.ej. en las diferencia entre los judos de Europa Central, de Europa Oriental, ibricos, orientales, yemenitas y etopes. 25 Exactamente esto se refiere a los llamados doce chiitas o imamitas, los que en todo caso representan a la gran mayora de todos los chiitas en el mundo. Los siete y cinco chiitas no creen (como delatan ya los nombres) en el mtico 12 Imam. 26 Discurso de Ahmadinedschad ante la Asamblea General de la ONU (61a Sesin, 19 Septiembre 2006), citado segn el documento oficial de la UNO A/61/PV.11, S. 40, traduccin al alemn: MSS 27 Salafistas se orientan principalmente por las fuentes primigenias del islam, Corn y Sunna (hechos y dichos de Mohammmed transmitidos), e interpretaciones modernistas las consideran ellos tergiversadoras. Debido a su interpretacin literal (fundamentalista) ellos respetan normas morales
extremadamente rgidas. Bsicamente puede diferenciarse entre un salafismo conservador, como el practicado en Arabia Saudita, y un salafismo yihadista, como el representado, p.ej. por Al-Qaida. Polticamente ambas corrientes son enemigas entre s (as es que Arabia Saudita es considerada como aliada de EE.UU. en la lucha contra el terrorismo), pero ideolgicamente las fronteras son fluidas, lo que explica por qu 15 de los 19 atacantes del 11 de Septiembre provenan de Arabia Saudita. 28 Cita. Erik Mller: Die toten Mdchen von Mekka, telepolis 25.3.2002 29 Ibn Warraq: Warum ich kein Muslim bin. Berlin 2004, S. 369 30 Ya entonces, cuando Mohammed estaba vivo, l era tildado de loco o posedo. El comerciante ms rico de La Meca, Walid Ibn al-Mugira, incluso quera pagarle a un mdico experimentado para que sanara a Mohammed. Por algn motivo el Corn siempre hace ver, por ejemplo en la sura 52,29: T no eres, gracias a la misericordia de tu seor, ni adivino, ni ests posedo (como lo afirman los incrdulos). Lamentablemente slo pocos investigadores tienen el valor, de tocar tan abiertamente la pregunta sobre el estado psquico del profeta, como se ha hecho en este libro notable: Armin Geus: Die Krankheit des Propheten. Marburg 2011 31 Radio Vaticano del 10.8.2011, cita tambin Mxico: Sangre del papa debiera detener la guerra de las drogas, Spiegel online (10.8.2011) 32 Cita. Michael Schmidt-Salomon: Rationale Mystik: Wie man die Weisheit des Ostens mit der Weisheit des Westens verbindet. In: Michael SchmidtSalomon: Jenseits von Gut und Bse. Warum wir ohne Moral die besseren Menschen sind. Mnchen 2009 33 Recuerde slamente las fatales caricaturas controversiales: Durante la publicacin de doce caricaturas de Mohammed (en el fondo bastante inofensivas) en el perdico dans Jyllands-Posten slo en febrero de 2006 murieron 139 personas y 823fueron heridas. 34 Cita. Franz Buggle: Denn sie wissen nicht, was sie glauben. Aschaffenburg 2004 35 Esto vale incluso para religiosos profesionales. Exgesis hermenutica se llama el intento de reinterpretar dogmas para que ya no parezcan tan absurdos, como cuando fueron pensados originalmente. De este modo muchos telogos europeos mantienen an retricamente en pie el contacto con una tradicin, cuyo fundamento, en su contenido, ellos ya hace tiempo que abandonaron. 36 Debo admitir que yo recin le puse atencin a la obsolesencia programada por un documental transmitido en el canal ARTE en febrero de 2011Comprar
para el vertedero de basura. Un libro recomendado sobre el tema: Giles Slade: Made to Break: Technology and Obsolescence in America. Cambridge 2007 37 En Kaufen fr die Mllhalde (Comprar para el vertedero de basura) es demostrado esto con una impresora, la que tras un cierto nmero de pginas impresas, se ha muerto. Despus de haber hecho correr un programa de hacker, y el chip contador de pginas impresas ha sido devuelto a 0, la impresora funciona de nuevo impecablemente. 38 Si usted quiere ller un libro realmente bueno sobre ecologa, tome este: Michael Braungart, William McDonough: Einfach intelligent produzieren. Cradle to Cradle: Die Natur zeigt, wie wir die Dinge besser machen knnen. Berlin 2003 39 Sobre la relacin entre relidiotez y ecoloidiotez podra escribirse un libro aparte. Por ahora lo dejo aqu sealado. 40 Vase Michael Braungart, William McDonough (Hg.): Die nchste industrielle Revolution. Die Cradle to Cradle-Community. Hamburg 2009 41 Hay que creerle a John Taylor, jefe del xitoso fondo de cobertura FX Concepts, especializado en especulaciones monetarias, cuando l seala que a ninguna de las cajas de pensiones alemanas, cuyos intereses l representa, se le pas por la cabeza de persuadirlo de hacer apuestas lucrativas contra el euro, cita. Dietmar Hawranek, Armin Mahler et al.: Mrkte auer Kontrolle, in: Der Spiegel 34 / 2011, S. 60 42 Kostolany hizo esta anotacin graciosa, entre otras, en una de sus ltimas entrevistas, frente a boersenreport.de. 43 Esta estrategia de la doble maximizacin de beneficios le puso tambin su propia pimienta al sistema de cartas cadena estadounidense, el que finalmente condujo al colapso bancario del ao 2008 . 44 Cita. Dietmar Hawranek, Armin Mahler et al.: Mrkte auer Kontrolle, S. 60 45 Sahra Wagenknecht, cuya pericia en economa an es apreciada muy poco en crculos econmicos debido a su pasado en la Plataforma Comunista , ha sealado certeramente este cambio dramtico, vase Sahra Wagenknecht: Freiheit statt Kapitalismus. Frankfurt/M. 2011, S. 84 46 Thomas Strobl lo ha tratado particularmente bien: Ohne Schulden luft nichts. Warum uns Sparsamkeit nicht reicher, sondern rmer macht. Mnchen 2010
47 Los hogares privados en Alemania hace aos ya que haban acumulado un patrimonio sensacional de ms de diez billones de euros, los que se beneficiaban en especial de los pagos de intereses en millardos por parte de los presupuestos pblicos. Eso significa: Sin los dficits en millardos de las haciendas pblicas los patrimonios privados tampoco habran crecido tan enormemente. Quizs usted piense en eso la prxima vez cuando despotrique contra las deudas deudas del Estado 48 Lucas Zeise: Geld der vertrackte Kern des Kapitalismus. Kln 2011, S. 64 49 Tericamente el inters, es decir, el precio por dinero, debiera tender, con sobreoferta de capital frente a bienes reales, a cero. Pero eso exactamente es lo que no ocurre debido a la intransparencia de los mercados financieros, lo que tiene consecuencias catastrofales, como ya lo veremos. 50 Mateo 25,29 Para ser correctos hay que sealar que tanto la Tor, la Biblia y el Corn prohiben a los creyentes la economa de intereses. Lamentablemente el Homo demens extrajo del tesoro cultural de las religiones, con olfato idiota seguro, no slo los elementos sensatos, sino los particularmente descabellados, como lo hemos visto en el captulo anterior. 51 Helmut Creutz: Das Geldsyndrom. Wege zu einer krisenfreien Marktwirtschaft. Frankfurt/M. 1995, S. 392f. 52 Cita. Helmut Creutz: Zinsumverteilungs-Ermittlung bezogen auf 2007 und 38 Millionen Haushalte. http://www.helmutcreutz.de/pdf/grafiken/T7_Zinsumverteilungs-Ermittlung_2007.pdf 53 Cita. Entre otros Joachim Frick, Markus Grabka: Gestiegene Vermgensungleichheit in Deutschland, in: Wochenbericht des DIW Berlin Nr. 4/2009 54 Cita. World Institute for Development Economics Research: Pioneering Study Shows Richest Two Percent Own Half World Wealth, Dezember 2006 55 Thomas Strobl: Ohne Schulden luft nichts, S. 47f. 56 Ledo del reloj de deuda de la liga de los tributadores, vase: http://www.steuerzahler.de 57 Helmut Creutz: Staatsverschuldung kurz gefasst, in: Humane Wirtschaft 02/2011, S. 12 58 Muy ilustrativamente fue decrito este sistema de cartas cadena y de desinformacin en Max Otte: Der Crash kommt. Mnchen 2009; sowie Max Otte: Der Informationscrash. Wie wir systematisch fr dumm verkauft werden. Mnchen 2010.
59 Cita. Thomas Strobl, Ohne Schulden luft nichts, S. 227 60 Aqu no se trata de una nivelacin total de las diferencias de riqueza. Como las personas, por sus respectivas condiciones y experiencias, son distintas, ellas rinden en forma distinta, rendimientos que son apreciados en forma distinta, lo que tambin tiene como consecuencia desigualdad social. Sin embargo, las diferencias de riqueza deben basarse sobre rendimientos distintos no sobre redistribucin automtica de riqueza. Pues grandes diferencias de riqueza no slo producen grandes tensiones sociales, sino que tambin socavan la capacidad de rendimiento de una economa de mercado. 61 Eso significa para dueos de fortunas en dinero que ellos slo pueden aumentar su capital, convirtindose ellos mismos en empresarios, es decir, invirtiendo en bienes y servicios reales. Si sus bienes y sevicios son exitosos en el mercado, su disposicin al riesgo les es recompensada con ganancias, si sus productos caen tienen que aceptar prdidas. 62 Esther Vilar: Der betrende Glanz der Dummheit. Aktualisierte Neuausgabe Aschaffenburg 2011. (Die Originalausgabe erschien 1987.) 63 Esther Vilar, Der betrende Glanz der Dummheit, S. 42f. 64 Op. S. 44 65 Ibd. 66 As Ursula von der Leyen 2006 en la presentacin de la llamada alianza por la educacin, cita. Eva Lodde: Bndnis fr Erziehung Von der Leyen erzrnt Muslime, Spiegel online 20.04.2006 67 Cita. El primero de los Diez Mandamientos citado en el cap. 3: No tendrs dioses ajenos delante de m. () porque yo soy Yahveh tu DIOS, fuerte, celoso, que castigo la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generacin de los que me aborrecen. (Exodus, 20,3ff.) 68 Vase el ltimo de los Diez Mandamientos: T no tienes que desear la mujer de tu prjimo, su esclavo o esclava, su vaca y su burro o cualquier otra cosa que le pertenezca. (Exodus, 20,17) 69 La diferencia entre fundamentalistas religiosos y creyentes ilustrados consiste en el grado en que esta transferencia de moralidades anticuadas a esta poca, es filtrada. Con algunos creyentes ilustrados este filtro est tan ajustado que ya casi no pasan contenidos atnticamente religiosos. En el fondo ellos ya no argumentan religiosa, sino secularmente, lo que sin embargo encubre que ellos revisten argumentos seculares con una fraseologa que pareciera religiosa;
vase mis anotaciones sobre el dialecto religioso en el captulo sobre la Santa Ingenuidad. 70 Cita. Entre otros Michael Schmidt-Salomon: Manifest des evolutionren Humanismus. Pldoyer fr eine zeitgeme Leitkultur. Aschaffenburg 2006; Michael Schmidt-Salomon: Anleitung zum Seligsein.Aschaffenburg 2011; A. C. Grayling: Freiheit, die wir meinen. Wie die Menschenrechte erkmpft wurden und warum der Westen heute seine Grundwerte gefhrdet. Mnchen 2008 (La libertad que nosotros opinamos. Cmo fueron conquistados los Derechos Humanos y por qu Occidente hoy pone en peligro sus valores fundamentales) 71 Cita. Aqu entre otros Gerhard Czermak: Religions- und Weltanschauungsrecht. Eine Einfhrung. Heidelberg 2008 72 Cita. Sobre todo Carsten Frerk: Violettbuch Kirchenfinanzen. Wie der Staat die Kirchen finanziert. Aschaffenburg 2010 73 En el fondo sera muy fcil: El legislador podra hacer dependientes los financiamientos pblicos del requisito de que en las empresas subvencionadas no se permita la discriminacin ideolgica . Adems, una poltica responsable podra (debera!) hacer que la anotacin sobre la confesin, introducida durante el nazismo (!), en la cartola de impuestos, se elimine. Esta medida no slo dificultara la poltica de discriminacin en las empresas cristianas, sino que tambin procurara que el artculo 140 de nues tra Constitucin sea cumplido finalmente, segn el cual nadie est obligado a revelar su condicin religiosa. 74 Cita. Peter Wensierski: Schlge im Namen des Herrn. Die verdrngte Geschichte der Heimkinder in der Bundesrepublik. Mnchen 2006 (Golpes en nombre del Seor. La historia reprimida en la Repblica Federal de los nios de hogares); vease tambin la pgina de la accinde los entonces nios de hogares www.jetzt-reden-wir.org 75 As textualmente en el Katechismus der Katholischen Kirche (Catequismo de la iglesia catlica), Prrafo 2280 76 Comisin de tica de la Fundacin Giordano Bruno: Por una legalizacin del Diagnstico Gentico Preimplantacional dentro de mrgenes ampliados. Mastershausen 2011 accesible a travs de www.giordano-brunostiftung.de) 77 Que usted sostenga este libro en sus manos, es gracias especialmente a esta circunstancia. Sin el grueso fardo acumulado de estupideces de polticos, que me llegaron sobre el tema del DGP, no se me habra venido a la cabeza escribir un libro sobre el poder de los tontos.
78 Cita. Esther Vilar, Der betrende Glanz der Dummheit, S. 14 79 Ingeniera Gentica Verde significa procedimientos de ingeniera gentica aplicados a plantas. El trmino Ingeniera Gentica Roja define, por el contrario, la aplicacin de tales procedimientos a organismos de sangre roja (vertebrados). 80 Vase entre otros Deutsche Forschungsgemeinschaft (Hg.): Grne Gentechnik. Weinheim 2011; Frank und Renate Kempken: Gentechnik bei Pflanzen: Chancen und Risiken. Berlin 2006. 81 En mi trabajo de doctorado concluido en 1997 Erkenntnis aus Engagement (Conocimiento desde el compromiso) yo opinaba que la ingeniera gentica tendra un potencial de riesgo similar a la energa nuclear. Esta idea, como yo lo veo hoy, se basaba sobre una aceptacin acrtica de argumentos que me parecan en realidad plausibles, ya que yo entonces no me haba ocupado an intensivamente con cuestiones de la biologa de la evolucin y de la gentica. 82 Christiane Nsslein-Volhard, citada tras la declaracin de la Academia de los Cientficos Naturales Leopoldina Academia Nacional de Ciencias, de la Academia Alemana de las Ciencias Tcnicas Acatech y de la Academia de Ciencias Berln-Brandenburgo: Fr eine neue Politik in der Grnen Gentechnik, 13.10.2009 83 A quien quiera desentrenarse delciosamente el miedo irracional frente a la ingeniera gentica, se le recomienda este libro cientfico fabuloso de cocina: Beda M. Stadler: Gene an die Gabel. Das erste GVO-Kochbuch der Welt. Bern 2001 84 As se alimenta la agricultura biodinmica con la vieja biomarca demeter, directamente del sistema delirante de Rudolf Steiner, la antroposofa; la agricultura orgnica biolgica con la actual marca superior Bioland del Movimiento Patritico Campesino suizo, el que sobre un cristianismo reaccionario llam a la proteger la patria, la familia, la tradicin y la creacin. 85 Una entretenida introduccin a la locura tributaria se encuentra en Ursula Ott: Total besteuert. Wie ich einmal ganz alleine den Staatshaushalt retten sollte. Mnchen 2010. 86 Barbara Tuchman, Die Torheit der Regierenden, S. 476ff. 87 Vgl. Carol Tavris, Elliot Aronson: Ich habe recht, auch wenn ich mich irre. Warum wir fragwrdige berzeugungen, schlechte Entscheidungen und verletzendes Handeln rechtfertigen. Mnchen 2010
88 Sigmund Freud: Die Zukunft einer Illusion. In: Sigmund Freud: Studienausgabe. Frankfurt/M. 2009, Band IX, S. 180 89 Ibd. 90 Op., S. 181 91 Op., S. 186 92 Thomas Junker: Die Evolution des Menschen. Mnchen 2006, S. 97 93 Theodor W. Adorno: Minima Moralia. Reflexionen aus dem beschdigten Leben. Frankfurt/M. 1989, S. 21 94 Stefan Bonner, Anne Weiss: Generation Doof. Wie bld sind wir eigentlich? Kln 2008 95 Sigmund Freud, Die Zukunft einer Illusion, S. 186 96 Karl Marx: Thesen ber Feuerbach. In: Marx-Engels-Werke (MEW), Band 3, S. 5f. 97 Las visiones de Einstein son, de todos modos, en muchos aspectos congruentes con la argumentacin en este libro, cita, entre otros, Albert Einstein: Mein Weltbild. Gtersloh (ohne Jahresangabe); o Alice Calaprice (Hg.): Einstein sagt. Zitate, Einflle, Gedanken. Mnchen 1999 98 Wiglaf Droste: Nutzt gar nichts, es ist Liebe. Leipzig 2005, S. 98 99 Michael Braungart, fundador de C2C, remite siempre a esto en sus conferencias. Lo que l comprueba con el ejemplo de ecologa mal entendida, corresponde tambin a otras formas de sietemas diseados no inteligentemente. 100 Vase sobre todo Michael Schmidt-Salomon: Jenseits von Gut und Bse. Warum wir ohne Moral die besseren Menschen sind. Mnchen 2009; el tema tambin es tratado en Michael Schmidt-Salomon, Lea Salomon: Leibniz war kein Butterkeks. Den groen und kleinen Fragen der Philosophie auf der Spur. Mnchen 2011 101 Vgl. Stephane Hessel: Emprt euch! Berlin 2011
Michael Schmidt-Salomon. Dr. phil. Nacido en 1967, Alemania, filsofo independiente y escritor, as como cofundador y portavoz de la Fundacin Giordano Bruno, de la que son miembros distinguidos cientficos, filsofos y artistas. Schmidt-Salomon es entrevistado frecuente en prensa, radio y televisin.