Barbie

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Barbie: un juguete sexual

TEXTO:

Ciudad de Mxico, 1963.Es autora de Los demonios del Edn. El poder que protege a la pornografa infantil (Grijalbo, 2005), Esta boca es ma (Planeta, 2006) y Memorias de una infamia (Grijalbo, 2007), entre otros ttulos.

Lydia Cacho

Lo saba!, me dije cuando, subiendo al avin, me encontr en el peridico la resea del libro de Jerry Openheimer: Toy Monster: The Big, Bad World of Mattel. Tena que encontrarlo. Justo luego de saber que Da Siete hara un especial sobre el aniversario de la mujer objeto sexual del siglo: la muequita Barbie. Coneso que mucho antes de que mi madre me dijera creo que eres feministayo senta una animadversin malsana hacia la mueca rubia de piernas kilomtricas y senos articiosamente cercanos a las amgdalas. No, no era envidia, sino desagrado. No eres buena referencia, me dijo un amigo a los 20 aos cuando asegur que Barbie era una mueca que se daba a las nias para entrenarlas en el estereotipo del smbolo sexual. Me resultaba extrao ver a esa rubia nrdica en miniatura, de piel blanca roscea, particularmente entregada a manos de mexicanas de piel morena y cabello castao o negro (hablemos de mayoras). Algunas amigas me llamaron exagerada, es slo una mueca, insistan. Pues 30 aos despus de que comenc a despotricar contra la plstica rubia despampanante y su novio castrato, un tal Ken, Openheimer publica este estupendo libro que revela los verdaderos orgenes de la hasta ahora aparentemente inocua Barbie doll. Se hizo la luz, dira el profeta. Resulta que el diseador de la Brbara americana, Jack Ryan, era un fantico de los juguetes sexuales. En la dcada de los setenta Ryan, quien se gradu en Yale como diseador industrial, llevaba

Los nmeros de Barbie


1,000,000,000 de modelos de ropa han sido diseados para ella 100,000,000 metros de tela se han utilizado para confeccionar su guardarropa 65,200,000 resultados distintos aparecen al buscar Barbie en Google.com 18,000,000 de usuarios estn registrados en BarbieGirls.com 300,000 muecas se vendieron en 1959, el ao de su lanzamiento 27,450 dlares fue el precio que alcanz la mueca en una subasta 1,000 canales de YouTube.com estn dedicados a Barbie 100 personas participan en la elaboracin de una mueca 90 por ciento de las nias de entre 2 y 10 aos tienen por lo menos una Barbie 50 animales diferentes han sido su mascota 29 centmetros es la estatura de la mueca 14 producciones en video ha protagonizado 3 dlares cost la primera Barbie 1 es el lugar que ocupa como franquicia de juguete a nivel mundial
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una vida, como dira mi abuelo paterno, licenciosa. O, como dira el propio Ryan, era un manitico sexual con una obsesin por las rubias exticas, de pechos voluptuosos y cuerpos despampanantes. Su jacin por mujeres despampanantes lo llev a casarse, entre otras rubias, con Zsa Zsa Gabor. Ryan era lo que los americanos llaman un womanizer y las mexicanas apodamos mujeriego empedernido. Adems de ser un genio del diseo, se las arregl para convencer a los dueos de Mattel, la compaa juguetera, de que Barbie y Ken eran los muecos ideales para las nias y nios modernos. En el libro, Stephen Gnass conesa que cuando su amigo Jack le cont de su mueca recin fabricada, hablaba de ella como el colofn de sus perversiones sexuales. Quin lo dira, y las madres comprndoles Barbies a sus nias. Resulta que enga al mundo entero, sobre todo a los propietarios de Mattel, Ruth y Elliot Handler, pareja conservadora y protestante, a quienes Barbie y Ken les parecieron tan monos, que les pusieron los nombres de sus propios hijos. Segn el libro Toy Monster, el verdadero Ken Handler qued traumatizado por las burlas del mueco bautizado como l; sobre todo por el asunto de aparecer como asexuado y precioso. El autor asegura que el verdadero Ken muri de VIH-sida y dentro del clset en 1990. El libro tiene cuantiosas ancdotas de la vida y obra del creador de Barbie y Ken. Pero sobre todo reivindica esta extraa sensacin que durante dcadas muchas personas hemos tenido, la sospecha de que esa mueca apela al estereotipo de la mujer objeto, de la mujer articialmente fabricada. Tal vez por eso nunca hizo sentido ver a una nia mexicana jugando a las Barbies con sus amiguitas. Sus madres no se parecan a la mueca plstica, ni tampoco sus amigas. Difcilmente sus tas mediran en promedio 1.85 y tendran las piernas ms largas que unamodelo noruega y los senos ms duros y grandes que la mujer promedio con implantes de silicona. Pero a n de cuentas, a qu jugaban, o juegan, las nias mexicanas con Barbie? A ser mam? Por supuesto que no. Para fomentar la maternidad se les compran muecos que semejan bebs tan naturales que asustan. Con Barbie, que ahora sera la ta abuela de las Brats, las nias juegan a soar con ser una mujer articial. Suean con convertirse en un paradigma

de mujer prcticamente inalcanzable, ms all incluso de las costossimas cirugas plsticas si no pregntenle a Niurka. Las nias de la generacin Barbie juegan a convertirse en Conejitas de Play Boy, no a ser ingenieras o presidentas. Es la generacin que desarroll una enfermedad moderna llamada anorexia. Para quienes leyendo estas lneas piensen que escribirn a Da Siete para decirme eres una exagerada, es simplemente un juguete, esta vez, gracias al libro de Openheimer, puedo decirles que s, que es un juguete, pero un juguete sexual de un tipo que consideraba a las mujeres poco menos que objetos. Un hombre fascinado con los prostbulos y que debi resistir varios tratamientos para sanar la gonorrea. Un tipo, como dice el libro, embelesado con las mujeres de apariencia aniada, nbil, que en sus propias ocinas de Mattel, mientras diseaba a sus muecas, reciba las llamadas de la proxeneta (madame) que le enviaba prostitutas cada vez ms jvenes. En ellas se inspiraba para la creacin que termin en manos de millones de nias del mundo. Desde hace aos una voz interior me deca que Barbie inspiraba todo menos ganas de jugar al t, a la mam, a las muecas. Barbie invita a las nias a jugar a Sex and the City o a la cabaretera. Y las madres dirn pero qu hago si a sus amiguitas les encanta? Puedo evitar que se maquille con el juego Barbie va a Las Vegas, o que se disfrace de bailarina de tubo a los 6 7 aos? Todo parece indicar que las madres y padres estn para educar, no para consentir; a veces deciden las personas adultas, otras veces decide la mercadotecnia, o la nia pequea. Todos los juguetes son, en esencia, educativos. Ensean a nias y nios a seguir patrones de conducta, a descubrir ideas, a desarrollar paradigmas o a fortalecer estereotipos. El problema con Barbie no es la mueca hermosa en s misma, sino lo que representa. A la cultura de la nenorra bobalicona, de la mamacita manipuladora que juega a hacerse la tonta para lograr sus objetivos. Esa sonrisita nbil de Marilyn Monroe que esconde a una mujer deprimida y utilizada por el poder, vctima de su propio personaje. Eso es lo que esconde el smbolo, por eso nos incomod a tantas. Su padre lo ha confesado, la fabric para que todos los hombres tuvieran una rubia boba y tetona en casa.

Barbie es una transgresora ANA ELENA MALLET, CURADORA DE ARTE

El hecho de que la mueca ms vendida de la historia sea producto de la travesura de un maniaco sexual irrefrenable, cuya creacin fue una travesura fetichista, no es para escandalizarse, claro est. Las feministas lo dijeron desde que sali al mercado; la historia lo conrma y la realidad lo rearma cotidianamente. Dale una espada a un nio y querr hacer la guerra. Dale una Barbie a una nia y pensar que sin tetas no hay paraso.
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Barbie: 50, y tan fresca


TEXTO:

Alejandro Brofft

n contra esquina del Central Park de Nueva York, donde la 5 Avenida se transforma en un caudal de comercios, un par de guardias como del Palacio de Buckingham protege la entrada de lo que podra confundirse con un castillo de fantasa. Es la juguetera FAO Schwartz. Hay algo en el segundo piso que llama la atencin de los visitantes. La gente se detiene a observar un desle de moda mecnico. Recorre la pasarela una mujer espigada de rostro angelical y cabellera rubia. La modelo es conocida por todos; no en vano lleva 50 aos bajo los reectores. Su gura se repite en los estantes. Est disponible en versiones econmicas de menos de 5 dlares y en ediciones de coleccin que superan los 250. Estn tambin a la venta los objetos de su vida diaria: sus vestidos, su coche y hasta su casa. El concepto seduce a algunos, como desagrada a otros. Empero, nadie es indiferente a ese territorio pintado de rosa que es el mundo Barbie. Un fructuoso souvenir La vida de la familia Handler cambi en 1958 con un viaje a Europa. El matrimonio de Elliot y Ruth caminaba por las calles de Lucerna, Suiza, cuando su hija Brbara aburrida ya de vestir y desvestir guras de papel se encontr con Lilly. Aquella era una mueca radicalmente distinta a las que entonces circulaban en el mercado. Su cuerpo no era el de un beb, sino el de una fmina de contornos pronunciados. Su vestimenta y maquillaje eran los de una seductora. Cuenta la

Sabas qu
...Barbie Millicent Roberts es el nombre completo de esta mueca ...es originaria de Willows, Wisconsin, Estados Unidos ...estudi en la Willows High School ...tiene cuatro hermanas menores: Skipper (1964), Stacie (1992), Kelly (1995) y Krissy (1995) ...su primera mascota fue un caballo de nombre Dancer ...ha adoptado ms de 50 nacionalidades distintas ...ha probado suerte en ms de 100 ocios diferentes ...Ken, hasta ahora su nico novio, es dos aos menor que ella ...la pareja rompi en San Valentn de 2004 ...ltimamente se les ha visto juntos de nuevo ...se sospecha que ya regresaron ...es la mueca ms conocida y mejor vendida de la historia
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leyenda que en realidad era una distraccin para hombres adultos. Lilly naci en 1952 en Alemania. Surgi como personaje de una historieta. El dibujante Reinhard Beuthien la hizo atractiva e independiente. En 1955 se convirti en una egie de plstico. Algunos aseguran que el personaje estaba inspirado en una prostituta, otros, en Marlene Dietrich. Brbara regres a su casa de Los ngeles, California, con tres ejemplares. Sin embargo, pronto desaparecieron de su vista. No fue que se los hubieran castigado o robado; los convirtieron en objeto de estudio en la fbrica de juguetes de sus padres. Doa Ruth propuso crear una mueca similar. Logr persuadir a los consejeros luego de dos aos de insistencia. Mattel compr los derechos de Lilly para evitar que su comercializacin les afectara, no en ventas, sino en reputacin. Sin embargo, el diseador Jack Ryan no sacric la imagen de femme fatale de la pieza original. El 9 de marzo de 1959, durante la Feria de Juguetes de Nueva York, Mattel present su nueva apuesta: Barbie. Las piernas largas, el busto marcado y la cintura estrecha fueron cubiertos con un look que pasara a la historia: traje de bao de rayas negras y blancas, sandalias, gafas de sol y un par de arracadas. El xito fue rotundo. La compaa logr vender 300 mil copias en el primer ao. Comenz as la carrera de la mueca ms conocida y lucrativa de la historia. Cristina Lorenzo, directora de Marketing de Mattel de Mxico, arma que el xito de Barbie se debe a su capacidad de dictar tendencias. Tambin a su habilidad para reejar el acontecer de la historia, la moda, las costumbres y los estilos de vida, que han evolucionado a un ritmo increble. La escritora Sara Sefchovich lo atribuye a su aspecto. Barbie explica fue un fenmeno porque era la primera mueca adulta. Ya no era el beb o la nia tpicas, con sus paales y su chupn, sino una mujer hecha y derecha. Desde el departamento de juguetera de El Palacio de Hierro del que es vendedora, Marlene Ceballos quien tambin estudia Mercadotecnia propone una tercera explicacin: el aparato publicitario que tiene detrs. Hasta hoy se han vendido ms de un billn de unidades en los 150 pases donde est disponible. Cada semana la cifra aumenta en un milln. A nadie debe sorprenderle que sea la licencia juguetera ms rentable del mundo. Y es que, tanto para sus seguidores como para sus detractores, Barbie es ms que una mueca.

El guardarropa
Infancia es destino? En 1977, en una entrevista con el diario The New York Times, Ruth Handler explic las razones que la guiaron en su creacin: Toda nia necesita de una mueca a travs de la cual pueda proyectar los sueos de su futuro. En sus memorias (1994), la autonombrada Mam de Barbie escribi que su intencin fue permitir a cualquier pequea ser lo que desee. Segn Cristina Lorenzo: El mundo Barbie es aquel que cada nia vive y representa a travs de su propio proceso de juego. En l, una pequea puede convertirse en una princesa, un hada, una sirena o puede jugar a ser una doctora, una maestra o una piloto de carreras. Ese universo es tan grande como la imaginacin de cada una de ellas. La compaa ha lanzado a la modista, la aeromoza, la cantante, la enfermera, la tenista, la reina de belleza... y otras muchas que hoy superan el centenar. Estas realidades, que las nias pueden vivir y experimentar a travs del juego, hacen de Barbie una mueca nica, considera Lorenzo. Sus ocupaciones han respondido a las inquietudes de poca. En 1965, cuando todava era incierta la llegada del hombre a la Luna, Barbie se visti de astronauta. En 1992, cuando se desconoca del futuro poltico de Hillary Clinton y Barack Obama, se desenvolvi como candidata presidencial afroamericana. Mara Dolores Muozcano Skidmore, doctora en Sociologa y acadmica de la UNAM, identica un peligroso estereotipo en este juego de las representaciones. La actuacin de los diferentes roles resulta increble en una misma gura: la del cuerpo escultural, del peinado perfecto y de la sonrisa imborrable. Los vestuarios acaso disfraces? no contemplan actividades como las de albail u obrera. La doctora Muozcano apunta que en su origen, la mueca estuvo pensada para una clase social muy especca. Si bien se ha democratizado en su comercializacin, no lo ha hecho en su papel representativo. La acadmica advierte: Las nias ven como un ideal llegar a ser como Barbie. Eso est muy mal enfocado. Inuye negativamente en sus percepciones como personas al querer ser un ideal inalcanzable. Para Sefchovich, Barbie representa a la mujer perfecta. Y expone: A todas las mujeres occidentales nos ensearon a aspirar a ese tipo de perfeccin. Tiene un cuerpo hermoso, una cara muy bonita, siempre est impecablemente vestida, maquillada y peinada y adems es feliz, tiene todo lo que se supone que debe tener una mujer para serlo.

Anna Sui (2006) Anne Klein (1997) Badgely Mischka (2003, 2004, 2006 y 2008) Bill Blass (1997) Bob Mackie (1990, 2004) Burberry (2001) Byron Lars (1999, 2006 y 2007) Calvin Klein (1996) Carolina Herrera (2005) Cynthia Rowley (2005) Diane von Furstenberg (2006) Dior (1997) Donna Karan (1995) Dooney & Bourke (2006) Escada (1996) Ferrari (2005) Giorgio Armani (2003) Givenchy (2000) Hanae Mori (2000) Hello Kitty (2007 y 2008) Judith Leiber (2005) Juicy Couture (2004 y 2008) Kate Spade (2003) Kimora Lee Simmons (2008) Anna Sui MAC (2007) Monique Lhuillier (2006) My Melody (2008) Nicole Miller (1996) Nolan Miller (1999) scar de la Renta (1985 y 1998) Paul Frank (2004) Ralph Lauren (1996) Reem Acra (2007) Tarina Tarantino (2008) Todd Oldham (1999) Vera Wang (1998 y 2008) Versace (2004) Versus (1996) Zac Posen (2006)

Donna Karan

Byron Lars

Mexicanos se unen al festejo


Alessa Casti (Alejandra Albarrn y Sofa Casares) Ins Barona Mara Luisa de Chvez Carlo Demichelis JI+B (Jess Ibarra y Bertholdo) Lydia Lavn Tanya Moss Dalia Pascal Pineda-Covaln (Cristina Pineda y Ricardo Covaln) Alana Savoir Calvin Klein

Hello Kitty
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La belleza tipo Barbie es un obligado en el imaginario colectivo, sostiene Guillermo Len, presidente de la Asociacin Mexicana de Diseadores de Moda, AC. Este arquetipo ha sido motivo de anlisis y crticas intensas en el terreno mdico y sociolgico. En fechas recientes se ha insistido en la inuencia de la mueca en el incremento de los desrdenes alimenticios. Preocupa el dao que en las menores pueda generar el habituarse a la gura imposible. La doctora Araceli Aizpuru de la Portilla, directora de la Fundacin Ellen West, explica que a Barbie no se le puede culpar de la anorexia y la bulimia. Sin embargo, s se puede responsabilizar al aparato mercadolgico del que forma parte. Ella recuerda haber jugado con Barbies. Los problemas alimenticios no estaban entonces generalizados. Esto ocurri hasta que la mueca se insert en un estilo de vida que perme no slo el aparato comercial, sino hasta la escala de valores. M. G. Lord es considerado uno de los historiadores de la mueca. En su biografa no autorizada la dene como un juguete diseado por mujeres, para mujeres que les ensear a otras mujeres lo que, para bien o para mal, la sociedad espera de ellas. Aime Vega Montiel, miembro del Programa de Investigacin Feminista de la UNAM, piensa en Barbie como uno de los productos de la industria cultural que ms reivindica la construccin estereotipada de la identidad femenina. Los patrones no

slo son fsicos, sino tambin morales, que implican el acatamiento de los mandatos de gnero. Esto expone Vega se enmarca dentro de la estructura patriarcal. Aclara que no es la mueca por s sola la que inuye en la representacin que las nias se hacen de lo que signica ser mujer. El producto embona bien con el discurso familiar, social y meditico que juntos conforman un habitus con el que es muy difcil romper. Esta postura la comparte Elvira Hernndez Carballlido, acadmica de la Universidad Autnoma del Estado de Hidalgo y de la UNAM. Cree que se trata de un mensaje patriarcal y machista hacia las nias que les indica cmo ser como mujeres. La tambin doctora en Comunicacin hace notar: Les marca un estilo de vida en donde lo material y lo perfecto parecen la nica meta. La realidad parece ser distinta, por lo menos ms compleja. Vestida para conquistar A pregunta expresa, Sara Sefchovich responde: Que si tuve una Barbie? Por supuesto que la tuve, me la regal mi padre cuando yo tena como 10 aos y me encant. La recuerda bien: Vena con un hermossimo vestido de noche, largo, lleno de olanes, de color rojo intenso, sin tirantes!!! Era tan bonita y tan elegante que no le poda yo quitar el ojo de encima. Anatole France arm que si pudiera elegir algo 100 aos despus de su muerte, tomara una revista de moda. Asever que las fantasas de las mujeres retratadas le diran ms del futuro de la humanidad que todos los lsofos, los novelistas, los predicadores o los cientcos. De haber conocido a Barbie, tambin hubiera pedido una. Y es que, de acuerdo con Desire Navarro, presidenta del Fashion Group Mxico, la mueca es una referencia histrica. La columnista explica: Es un icono popular que representa, segn su indumentaria, su estilo de cabello, sus profesiones, lo que est de moda en ese momento. Contadas son las mujeres que pueden acceder a una prenda de alta costura. Barbie es quizs la que ms nmero de piezas tiene en su guardarropa. Ah se esconden grandes tesoros como el icnico modelo Bar de la coleccin de 1947 de Christian Dior. Ms de centenar y medio de nombres destacados la han vestido o tomado como motivo de inspiracin. Desde Armani hasta Zac Posen, Barbie ha recorrido todo el alfabeto de la moda. En la lista guran varios talentos nacionales: Jos Luis Abarca, Miguel Buccio, Gustavo Helguera, JI+B, Macario Jimnez, Nstor Osuna, Viviana Parra, Pineda-Covaln, Royal Closet y Hctor Terrones. Este ao, como parte de los festejos por su aniversario, otros 10 nombres le disearn una prenda hecha en Mxico.

Barbie continuar reinventndose y siendo un reflejo del mundo en el que vivimos; inspirando a las prximas generaciones de nias de todo el mundo a ser lo que ellas quieran ser y a cumplir sus sueos a travs del juego
CRISTINA LORENZO, DIRECTORA DE MERCADOTECNIA DE MATTEL DE MXICO

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El joyero Daniel Espinosa no slo aport su talento para crearle una pieza, tambin prest su nombre para el modelo Barbie Jewels. Se dice orgulloso de saber que las primeras de las 250 copias estn en manos de la infanta Leonor heredera de los prncipes de Espaa, as como de las hijas de Nelly Furtado y Madonna. Sus colegas coinciden en el privilegio que la experiencia implica. Bertholdo Espinosa (JI+B) conesa: Barbie es la clienta ms importante que hemos tenido en nuestra vida. Para Gustavo Helguera, el asunto fue un poco ms relajado, muy divertido en realidad. Sofa Casares (Alessa Casati) coincide con esta sintona ldica: Fue como regresar a la niez y jugar de nuevo a las muecas. Para muchos, Barbie no es una mueca para jugar. De hecho explica Cristina Lorenzo, el coleccionismo se ha convertido en todo un fenmeno en Mxico y en el mundo. Las coleccionistas demuestran su devocin por la mueca a travs de clubes, convenciones, revistas, pginas de internet, en donde comparten conocimientos, intercambian piezas y aumentan su acervo. Es el caso del maquillista Juan Carlos Frank. De nio, las muecas de sus primas y vecinas le apasionaban. No haba justicacin para que l como hombre tuviera una. Las primeras que llegaron a sus manos fueron La Mujer Maravilla y La Mujer Binica. El tenerlas fue signicativo para que luego decidiera dedicarse a la belleza. Hoy, ms que una coleccin, Barbie es un motivo de inspiracin. Un signo de nuestros tiempos Como parte de los festejos por su cumpleaos, el museo Franz Mayer de la Ciudad de Mxico abrir sus puertas para recibir a Barbie. Honrar a la quincuagenaria con la muestra Barbie: 50 aos de historia, moda y diseo. Ana Elena Mallet trabaja en el montaje de la muestra. Desde la produccin de la mueca misma, tiene que ver con el diseo, asegura. Cada mueca est pintada a mano. Si bien es un molde, al momento de ponerle el pelo y pintarla, es un proceso artesanal. La curadora maniesta que el proyecto le entusiasma por la oportunidad que le dan de llevar la cultura popular al museo. Ms que una celebracin, la muestra implica la validacin de Barbie como un icono popular de nuestros tiempos. No es la primera vez que la gura de plstico encuentra espacio en una galera, ya que ha sido un recurrente motivo de inspiracin. Andy Warhol, el maestro del arte pop, la inmortaliz en ms de una obra. El artista plstico Thomas Forysthe realiz toda una serie llamada Food Chain en la que la proyect desnuda y amenazada por utensilios de cocina.

Los festejos de Barbie por su 50 aniversario


Desfile en la Mercedez-Benz Fashion Week de Nueva York con la participacin de 50 creadores de moda. Fiesta de cumpleaos en su casa de Malib, California. Inauguracin de la mega tienda Barbie en Shanghai, China. Serie de muecas coleccionables. Venta especial en la boutique Colette de Pars, Francia. Corner de exhibicin y venta en el almacn Bloomingdales de Nueva York (SoHo). Lanzamiento de una lnea de cosmticos en alianza con la marca Stila. Produccin de una lnea de chocolates en compaa de Dylans Candy Bar. Publicacin del libro Barbie en edicin limitada de lujo; ya a la venta en la Boutique Assouline de la colonia Polanco, en el DF (5281 0568). Produccin de una serie de maniques con la figura de Barbie. Convencin nacional de coleccionistas de muecas Barbie Pgina de internet conmemorativa. Perfil de la mueca en Facebook. En la Ciudad de Mxico, exposicin conmemorativa en el Museo Franz Mayer.

FOTOS: CORTESA MATTEL

Las letras tambin le han dado cobijo. Sandra Cisneros (Barbie-Q) la convirti en un profundo vnculo de amistad entre dos amigas. La imaginacin de A. M. Holmes (A Real Doll) la proyect como el amor platnico de un nio que presume: Estoy saliendo con Barbie. Tres tardes por semana, mientras mi hermana est en clase de ballet, se la quito a Ken. A su vez, Gary Soto (Barbie) regal a sus lectores un mensaje de que lo bello no siempre es lo mejor. Barbie ha traspasado tiempos y fronteras. Ms que un juguete, es un poderoso signo de nuestra poca. A pesar del paso del tiempo, todava conserva el mpetu de seguir adelante en la bsqueda de nuevos adeptos. Y aunque su popularidad se vea amenazada con la aparicin de nuevas formas de entretenimiento, su permanencia parece estar garantizada. Es probable que el elixir que tome sea el mismo que le ha permitido llegar a los 50, y tan fresca.
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