Lflacso Moya
Lflacso Moya
Lflacso Moya
Alba Moya
iteratura oral y
popular de
Ecuador
Alba Moya
iteratura oral y
popular de
Ecuador
2006
Contenido
Presentacin editorial
1. Versin ejecutiva
2. Marco de referencia
17
Deslindes tericos
18
25
29
33
El marco legal
33
35
35
Oralidad primaria
37
Canciones
37
43
44
Narracin
47
Los mitos
47
Fbulas
72
Leyendas
74
Oralidad secundaria
80
La poesa.
84
Las loas
85
Las dcimas
92
Dcimas a lo divino
94
Dcimas de argumento
94
5.2.2 Canciones
107
La copla
107
La bomba
125
Chigualo
128
El arrullo
129
Andarele
129
130
130
5.2.5 Narracin
132
El cuento
132
Leyendas
140
6. Recomendaciones
147
153
9. Bibliografa
155
155
155
Presentacin
editorial
l Convenio Andrs Bello est construyendo una Cartografa de la Memoria de sus pases miembros. Dentro de ese clido registro, la Literatura Oral y Popular constituye un factor trascendental de la identidad y
patrimonio cultural, para impulsar el Espacio Cultural Comn Latinoamericano.
El Instituto Iberoamericano del Patrimonio Natural y Cultural, IPANC, (ex
IADAP), ejecutor de este proyecto, ha institucionalizado agendas anuales con
acciones concertadas con las instituciones e investigadores de los pases, en torno a las temticas: Fiesta popular tradicional, Msica Popular Tradicional, Literatura Oral y Popular, Patrimonio Cultural Alimentario.
En esta entrega, Estado del Arte de la Literatura Oral y Popular de Ecuador, se propone la denominacin arte oral como alternativa a la literatura oral,
para respetar la naturaleza y especificidad de estas manifestaciones. Se utiliza un
esquema clasificatorio de oralidad primaria y oralidad secundaria, en relacin a
las matrices socioculturales indgenas, afros y mestizas del pas, para presentar
una antologa de manifestaciones cuyos textos se trascriben.
Se expresa la necesidad de articular las polticas culturales y educativas, as
como fortalecer los contextos socioculturales en los que se cultivan las manifestaciones literarias orales. Existe amplitud en las referencias y criterios valorativos del aporte de las culturas indgenas a la cultura del Ecuador, y en la necesidad de emprender acciones de rescate y fomento cultural en comunidades cuya vulnerabilidad es manifiesta, como es el caso de las nacionalidades de la
Amazona. Se anexa una valiosa informacin de fuentes bibliogrficas.
1. Versin ejecutiva
ay un desencuentro entre los trminos literatura oral no solo por el significado etimolgico de los mismos sino por el que han ido adquiriendo a lo largo de la historia. Literatura viene de letra y se refiere a la escritura y oral se deriva de voz y se refiere a lo que se transmite verbalmente. Sin
embargo, hay autores como Adolfo Columbres, que consideran que adoptar la
designacin de literatura oral reivindica a esta produccin, tradicionalmente
considerada como no culta.
De hecho, la palabra literatura hace referencia a una produccin elitista;
inscrita en las bellas artes, sujeta a reglas y parmetros que excluyen de su mbito a la narrativa y potica de las culturas orales, por no encajar en lo que, desde la hegemona y el etnocentrismo, se califica como culto.
Ms all de la importancia que tiene el tomar en cuenta el sentido semntico de los trminos, es preciso establecer la diferencia entre los modos oral y escrito de pensar, de recordar, de transmitir y de consumir el conocimiento.
Hablar de literatura para referirse a la oralidad es como hablar de una cosa
en trminos de otra. Por otro lado, es un anacronismo porque la oralidad precede
a la escritura y, finalmente, porque juntar estos trminos conduce a que la oralidad sea tratada como una variante de la escritura y no como un sistema distinto.
Si bien el nombre de tradicin oral no encierra ningn antagonismo entre
sus partes, es muy genrico, por lo tanto, no le confiere la especificidad que se
requiere para referirse a la produccin artstica oral. Ahora bien, la falta de una
terminologa adecuada no debe conducirnos a utilizar una errnea, por lo que se
amerita acuar una nueva designacin. La de arte oral respeta su naturaleza y le
asigna la especificidad que est ausente en la de tradicin oral.
10
Ahora bien, la denominacin por s sola no garantiza el uso de metodologas adecuadas para el tratamiento del material que le corresponde, por lo tanto,
es importante hacer otras precisiones, tales como identificar a cual de ellas corresponde dicho material. Esto no solo tiene el propsito de sistematizar el conocimiento sino de tratarlo con pertinencia.
Si bien la oralidad existe no solo en las sociedades grafas sino en las que
tienen escritura, se trata de una oralidad distinta. La oralidad primaria es propia
de los pueblos grafos, mientras que la oralidad secundaria, es un remanente de
la escritura.
En las culturas orales hay un modo propio de entender las palabras y de
preservar los mensajes en la memoria. Adems, el sentido mismo de las palabras es distinto. En las culturas orales a stas se les confiere un poder real, un
poder til y transformador. Como las palabras solo cuentan con el sonido, la
nica forma de preservar el conocimiento es transmitindole a otro, es decir,
comunicndole. Pero, para que lo grave en su memoria es necesario usar algunas pautas nomotticas, tales como las repeticiones, anttesis, alteraciones, expresiones calificativas, marcos temticos comunes, incluso la secuencia, la
acumulacin y, a nivel formal, la propia sintaxis. Todo est en funcin de favorecer el recuerdo de lo relatado. Los pensamientos abstractos, los conceptos
son expresados de manera concreta, a travs de ancdotas. A nivel formal, el
discurso es rtmico, redundante, repetitivo, con expresiones fijas. Los mensajes se transmiten en forma sugerente, no concluyente ni excluyente.
En pases multiculturales que han atravesado por procesos de dominacin, como es el caso del Ecuador, se puede encontrar simultneamente la oralidad primaria y la oralidad secundaria. La primera corresponde a los pueblos
vernculos y la segunda a la sociedad envolvente o nacional. Sin embargo, como esta ltima es portadora de una ideologa hegemnica, sta permea toda la
sociedad, incluyendo a los pueblos subordinados, razn por la cual tambin
vamos a encontrar oralidad secundaria en los pueblos de cultura oral primaria.
Ms all de la diferencia establecida entre la oralidad primaria y secundaria, por la presencia o ausencia de escritura, hay otra ms importante, es la
correspondencia a matrices culturales distintas, por lo tanto, a sistemas simblicos distintos, independientemente de la lengua que se utilice. De all que el
material puede estar en lengua verncula, pero puede inscribirse en la oralidad
secundaria.
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Oralidad primaria
Canciones
Anents
Cantos de guerra
Cantos de enfrentamiento
o de Pucar
Jahuay
2. Oralidad secundaria
b. Narracin
Mitos
Fbulas
Leyendas
a. Poesa
b.
Cuentos
Leyendas
Fbulas
Loas
Dcimas canciones
Coplas
Bomba
Chigualo
Arrullo
Andarele
Adivinanzas en verso
Juegos infantiles en verso
Narracin
12
Los mitos merecen un tratamiento completamente distinto, por varias razones, la ms importante es que trabaja con un material altamente simblico, puesto
que no solo son metforas sino cdigos. En realidad se usa un metalenguaje. Por
lo tanto, su sentido profundo no se encuentra en la narracin sino en el significado
oculto de los smbolos; de all que es necesario desentraarlo, lo que implica decodificar al mito. El significado profundo, al que nos estamos refiriendo, no solo
tiene un eje temtico sino varios, ya que son como rayos de luz que se refractan.
Otra particularidad de los mitos es que si bien son annimos y de produccin colectiva, el consumo es individual, ya que el mito se realiza en el oyente.
Pero la diferencia ms importante es que los mitos no son narraciones para divertir o entretener sino que tratan sobre temas de lo ms profundos. Por la
forma en la que son abordados, su comprensin apela al inconsciente y su interpretacin demanda de la concurrencia de la antropologa, la filosofa, la historia y otras disciplinas.
Como la funcin del mito no solo es transmitir el conocimiento sino el
asombro que caus su produccin, sea que corresponda a un acto creador o a
un descubrimiento o constatacin, el oyente al escucharlo experimenta una
sensacin de inmortalidad.
Si bien el propsito de este trabajo no es el de analizar los mitos, para dar
una idea del carcter que estos tienen, sealaremos que, por ejemplo, los mitos
presentados sobre los mellizos Cuillur y Ducero, aunque hablan de las aventuras
de estos hermanos, de cmo uno de ellos pierde una pierna, de cmo le sacan la
mandbula al caimn, de cmo colocaron los kingos en el cielo, etc., de lo que
estn tratando es del incesto, de las constelaciones, del tiempo astronmico, del
calendario de los recursos naturales, del paso de la mortalidad a la inmortalidad,
del origen de muchas de las pautas culturales del pueblo al que corresponde el
mitotabes, prescripciones etctera.
En cuanto a la poesa, vemos, en primer lugar, que en las culturas indgenas no hay poesa propiamente dicha, por lo menos en el Ecuador. En el perodo colonial los cronistas detectaron entre los incas una sola expresin de esta
naturaleza: el arawikus; las otras expresiones poticas siempre estuvieron ligadas a la msica y, a menudo, a la danza. Por lo tanto, antes que hablar de poesa deberamos hablar de canciones.
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14
En cuanto al carcter de annima y colectiva, que se le atribuye a la poesa, hay que sealar que si bien se puede identificar al poeta, cuando recin ha
creado, este origen se va olvidando con el paso del tiempo y en la medida en
que se difunde el producto, incluso en otros mbitos geogrficos y culturales.
En este proceso de difusin no solo se pierde la autora sino que se descontextualiza la obra.
De acuerdo con varios autores, el yo que existe en este tipo de poesa o cancin es un yo colectivo y la alusin que a veces se hace al autor solo nos remite
a un individualismo festivo.
En cuanto a la vinculacin de la poesa con la msica, vemos que tambin
en la oralidad secundaria esta vinculacin existe, en la mayor parte de expresiones. En el Ecuador solo las loas y las dcimas son poesas en el sentido estricto
de la palabra. El resto son canciones y corresponden a diferentes ritmos.
De lo que se conoce, las dcimas solo han sido encontradas en la provincia
de Esmeraldas y son el resultado del sincretismo de las tres culturas: la hispana,
la afroecuatoriana y la indgena. Son composiciones formadas por cuarenta y
cuatro versos divididos en una cuarteta, es decir, una estrofa de cuatro versos y
cuatro dcimas o estrofas de diez versos. Los versos son octosilbicos, rimados
de acuerdo a una de estas tres maneras: abab, abba y aaba.
Segn la clasificacin Emic, es decir, de los propios actores sociales, las
dcimas se dividen en dcimas simples y argumentos. Los argumentos son dcimas de reto en los que intervienen dos poetas o recitadores que se llaman decimeros. Tanto las dcimas simples como los argumentos se clasifican en dos: a lo
humano y a lo divino. Las primeras tratan de temas mundanos, las segundas estn orientadas a las enseanzas de la religin catlica.
Las loas son poesas dedicadas a Dios y al santoral catlico.
En cuanto a las canciones vemos que estas han sido clasificadas de acuerdo con el ritmo y tienen un componente tnico del cual no pueden ser desligadas. Entre estas tenemos: la copla, la bomba, el chigualo, el arrullo, el andarele
y los jahuay.
Las coplas son de amplia difusin, se las encuentra en la sociedad mestiza,
en la afroecuatoriana y en la indgena. Son muy conocidas las coplas de carnaval, particularmente de Guaranda, pero tambin las del carnaval de las provincias de Bolvar, Azuay y Chimborazo.
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Para comprender mejor las coplas de carnaval hay que remitirnos al origen
de esta celebracin. Se trata de un proceso de sincretismo entre la cultura europea y la indgena, caracterizada por ser lo que M. Mauss llamara un hecho social total. En ella se subvierte todo el orden, para luego recuperar el equilibrio y
la homeostasis social.
La bomba es propia del valle del Chota, y aunque se trata de una creacin
de la poblacin afro que se encuentra en el lugar, tambin es el resultado de sincretismo de las tres culturas, antes mencionadas.
El chigualo, el arrullo y el andarele son propios de la cultura afroesmeraldea.
Aunque no son poesas, tambin se han incluido en este gnero a las adivinanzas y juegos infantiles expresados en verso y encontrados en algunas provincias de la Sierra ecuatoriana.
Dentro de la narrativa ecuatoriana, inscrita en la oralidad secundaria, tenemos: el
cuento, la fbula y la leyenda.
El cuento es una composicin que pone
en escena a seres, hechos y lugares imaginarios. Aunque sus races son hispanas, la temtica refleja una idiosincrasia regional; por
ejemplo, en Esmeraldas gira, generalmente,
en torno al valor de la inteligencia y de la astucia, mientras que en Carchi ms bien estn
relacionados con las almas, los espritus y seres de ultratumba.
Las fbulas revelan su origen hispano o indgena. Aunque al referirnos a las
primeras, sera ms adecuado decir europeo. Son relatos fantsticos y ejemplificadores, protagonizados por distintos animales.
Las leyendas, por su lado, son un gnero de origen espaol; sin embargo,
se han sincretizado con la cultura indgena. Por lo menos las que han sido identificadas en este estudio, aunque toman temas indgenas, de alguna manera, reflejan el hecho colonial y los procesos histricos correspondientes a la vida republicana. Tal es el caso de la leyenda sobre Huscar y Atahualpa, o de la princesa Sa.
2. Marco de referencia
i bien es muy difundido, y parece lgico, el uso de los trminos literatura oral para referirnos a la produccin narrativa y potica transmitida
oralmente, existe una discusin no resuelta sobre la pertinencia de esta designacin. Quienes no aprueban la mencionada denominacin proponen, en su
lugar, la de tradicin oral. Adolfo Colombres considera que adoptar la designacin de literatura oral reivindica a esta produccin, tradicionalmente considerada como no culta.
El punto de desencuentro radica en el antagonismo que existe entre los trminos: literatura y oralidad. Literatura significa escritos, viene del latn litera
que significa letra del alfabeto, por lo tanto, la literatura se refiere al material
escrito (Ong, 1994 :20). Es a travs de la historia que se le ha dado una connotacin de arte escrito. Esto no ha ocurrido con la palabra oralidad, que deriva de
vox, que en latn significa vocal, oral (ibdem, 22), que alude a todo lo que se
transmite a travs de la palabra hablada, sin llegar a adquirir el sentido de arte
hablado, exclusivamente.
Ahora bien, la palabra tradicin, por su parte, tampoco le asigna a la oralidad la especificidad que buscamos pero, al menos, no es antagnica a ella.
Si bien se reconoce el significado etimolgico de la palabra literatura y, por
tanto, la contradiccin que encierra el calificativo de oral, quienes defienden su
uso sostienen que, de lo que se trata es de adoptar una postura reivindicativa de
la produccin artstica oral.
Puesto que no se trata de palabras con un sentido inmediato sino que suponen una postura terica, es preciso hacer los deslindes conceptuales y el anlisis de contexto pertinentes, para saber lo que conlleva optar por una u otra
designacin.
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Deslindes tericos
Enfatizar en el antagonismo de los trminos literatura oral apunta a rebasar
los problemas formales de esta designacin para tratar un tema de fondo: la comprensin de la diferencia de naturaleza que existe entre los modos orales y escritos de pensar. Esta reflexin que surgi no precisamente en la lingstica sino en
la literatura, va a dar cuenta de que son dos senderos distintos por los que se camina, no solo para la produccin del material artstico, sino para su distribucin y
consumo. Consecuentemente, los mtodos de anlisis tambin deben ser distintos.
Aunque parezca que ineludiblemente el lenguaje es oral, el hombre se comunica de varias maneras, pero entender el lenguaje del sonido articulado es
fundamental no solo por su importancia en la comunicacin, sino porque nos
conduce a la comprensin del pensamiento mismo.
Se dice que una imagen vale por mil palabras, pero necesariamente esta
imagen incluye las palabras en las que se sita. Dondequiera que haya seres humanos hay lenguaje articulado. Incluso el lenguaje de los sordos, que se sirve de
gestos, estos solo substituyen a las palabras, es decir que, como seala Ong, el
lenguaje es abrumadoramente oral.
La escritura es la consignacin de la palabra en el espacio (Ong, 1994:17).
Al hacerlo, extiende la potencialidad del lenguaje en forma casi ilimitada y, lo
que es fundamental, da una nueva estructura al pensamiento. En todos esos maravillosos mundos que crea la escritura, todava le es inherente y en ellos vive la
palabra hablada. Al leer un texto transformamos en sonido real o imaginario de
la palabra hablada (ibdem).
La escritura nunca puede prescindir de la oralidad, porque esta ltima, es
decir, el lenguaje hablado, es un sistema primario, anterior a la escritura. La expresin oral puede, y de hecho as ha sucedido, prescindir de la escritura pero esta ltima no puede prescindir de la palabra hablada.
El habla ha fascinado a los seres humanos y, en s misma, ha incitado a la
reflexin mucho antes de que exista la escritura. Ese embeleso continua hasta
el momento. En poca de los griegos esa fascinacin se expres en el cultivo
de la retrica. Claro que ese arte se basaba en la memorizacin de discursos
previamente escritos.
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sonas de una cultura escrita las palabras son asimiladas como cosas, como representaciones que estn en una superficie externa (ibdem).
Hablar de literatura oral para referirse a la tradicin oral es reducir esta manifestacin a unas caractersticas que le son extraas. Para Ong es como hablar de
caballos como si fueran automviles sin ruedas. Esto nos obliga a describir a los
caballos en base a las caractersticas del automvil. Al final tenemos una descripcin del caballo en la que vemos que solo se compone de lo que no es. Entonces,
ya no importa cun precisa y minuciosa sea la descripcin, siempre ser errnea.
Hablar de literatura oral es como decir escritura oral. Es describir un fenmeno primario con otro secundario, posterior. Es como si pusiramos la carreta
delante del caballo (ibdem). Lo cual, a ms de ser un absurdo, es un anacronismo. Cuando trabajamos con este criterio tenemos que, al final, reducimos poco
a poco las diferencias entre la literatura y la produccin artstica oral, y tenemos
como resultado una tergiversacin grave e inoperante.
Las culturas orales producen representaciones verbales, pujantes y hermosas, de gran valor artstico y humano, las cuales incluso pierden la posibilidad
de existir, una vez que se las escribe. Es que psicolgicamente se procesa de
manera distinta.
Actualmente la escritura est ampliamente difundida. Sin embargo, la oralidad persiste an en pueblos letrados, as como tambin existe la prctica, cada vez
ms fuerte, de llevar la oralidad a la escritura. Claro que, cuando esto ltimo sucede, en algunos casos, es porque, lo que se revela, ha dejado de tener la funcin
originaria en la cultura, para constituirse en un recurso desesperado que permite
preservar la identidad tnica. Es una respuesta defensiva a la amenaza de la extincin. Ong dice que es como aceptar que es necesario morir para seguir viviendo. Solo que a esto hay que agregar que se trata de una nueva forma de vida.
Si un informante huaorani nos transmite un canto de guerra, significa que
este canto culturalmente es un elemento muerto, refleja el hecho de que el pueblo huaorani ha dejado o est dejando de ser un pueblo guerrero, de que ha sido
pacificado. Lo mismo ocurre con los anent (cantos sagrados) a Nunkui, diosa
de la chacra de los shuar, que interpretan las mujeres. Estos eran tan secretos
que, inclusive, algunas solo entonaban la msica, mientras los versos eran cantados con el pensamiento, para no ser escuchadas ni siquiera por los familiares
ms prximos. Actualmente, nos transmiten las informantes shuar, despus de
21
preguntar a sus abuelas, porque ellas mismas ya no saben. Al haber cambiado las
actividades productivas, al haber incorporado tecnologas agrcolas forneas, los
anent han dejado de tener sentido.
Ong seala que la escritura devora sus propios antecedentes orales (1994).
Efectivamente, cuando los pueblos grafos pasan a ser letrados, sea en su propia
lengua o en la lengua dominante, las formas originales de transmitir los conocimientos van desapareciendo. La costumbre amaznica que tenan los hombres
jefes de familia, de narrar los mitos en las madrugadas, se va desvaneciendo, en
la medida en que la sociedad se transforma y en la medida en que la escritura
desfuncionaliza a los mecanismos tradicionales de socializacin.
En la cultura oral, la memoria se vale de estrategias distintas a las que se
usa en la cultura letrada. Dado que las palabras son sonidos y dada la fugacidad
del sonido, la imposibilidad de detenerlo, de fijarlo, de darle inmovilidad, la
cultura oral liga la palabra al suceso. Esto explica que, en los mitos, haya tantas versiones como narradores; los personajes pueden cambiar de sexo, edad,
apariencia, relacin de parentesco, etc., lo que importa es el suceso.
En la cultura oral no solo hay un modo propio de preservar los mensajes en
la memoria, sino una forma propia de entender las palabras. Malinowsky deca que
la lengua es un modo de accin y no solo una contrasea del pensamiento (Malinowsky, Aput Ong, 1994:39). Pero, en una cultura oral, an los sonidos son ms
que esto. Un cazador puede percibir un bfalo con todos los sentidos, pero si oye
a un bfalo tiene que estar atento, alerta, porque algo est sucediendo. En la mitologa amaznica, los que no escucharon las palabras pronunciadas por un demiurgo, inevitablemente sufrirn una catstrofe. Hay dos formas de no escuchar, la fsica y la actitudinal, independientemente de la forma, el resultado es el mismo.
Los pueblos orales conceden a la palabra un gran poder. Para ilustrar esto, veamos lo que piensan al respecto los quichuas del Oriente ecuatoriano. El
complejo tigre-shaman es muy comn en los pueblos amaznicos. En general,
se piensa que los shamanes se transforman en tigres y que, despus de muertos, se reencarnan en un jaguar. Sin embargo, no solo los shamanes pueden hacerlo sino ciertas personas. Estas personas son individuos que poseen algn
poder, generalmente, el poder de la palabra. Segn Muratorio, para los Napo
Runa ... es evidente que eran las personas con extraordinaria habilidad verbal, que hablan con fuerza, sentido y conocimiento de causa, las que podan
convertirse en pumas (Muratorio, 1988:262).
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Si bien este mito es influido por el cristianismo, las mismas ideas se encuentran en los mitos propios. Cuando se refieren a los tiempos de los orgenes,
sealan que la primera generacin de hombres que hizo Dios, era de upas (tontos, zonzos), que era la generacin de la tortuga, de las serpientes, de la paloma.1
Su principal caracterstica era que casi no podan hablar, eran tontos, algunos
no hablaban nada, otros no saban trabajar para comer. Por eso Dios quiso que
desaparezcan... (ibdem, 263) (El subrayado es mo).
En una versin recogida de los quichuas del Per encontramos las mismas
ideas:
Los primeros hombres no eran del todo como los de ahora;
eran un poco diferentes.
Eran racionales, pero no demasiado. (Eran) zonzos (upa) ...
Conversaban bien (yanga yuyayu, es decir: degana, de por gusto2 )
pero no pensaban mucho (Mercier, Aput Muratorio, 1988:263).
Segn Muratorio, existe una estrecha asociacin entre alma, fuerza y lenguaje para los indgenas sudamericanos (Muratorio, 1988, 263). Esto puede constatarse en la mitologa secoya. Basta que el dios a diga mentalmente algo para que esto se haga realidad. En el mito de la creacin del mundo se dice que:
Por donde se miraba solo haba agua. En eso a vio unas burbujas, el crey que
poda ser un animal y pens: que se eleve y, efectivamente, se elev y emergi
el armadillo isjam...
En la mitologa indgena americana, los animales eran personas y sus nombres eran los de la
especie en la que se convertian ms tarde. Ejemplo: Danta era un hombre que luego se transforma en el animal de este nombre.
Es decir podan hablar por hablar.
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Pero en la tierra no haba nada, ni vegetacin ni animales. Entonces sopl el viento y dio la vuelta como un cicln, a pens: Que apareciera una persona y la
persona apareci...(Moya, 1999:84).
La palabra tiene un poder vital y transformador, pero tambin un poder fctico. Siguiendo la mitologa secoya, cuando an, en los tiempos primigenios, va
recorriendo el mundo se encuentra con varias personas, a las que siempre les hace la misma pregunta: Qu estn haciendo? y, de lo que respondan depende su
destino si dicen estamos sembrando maz, o yuca o pltano, sus tierras se llenan
del producto mencionado; pero hay un hombre que displicentemente contesta:
estamos sembrando piedras y ese campo solo se lleno de piedras (ibdem, 78).
En una cultura oral, las
palabras entraan un potencial mgico, deben ser habladas, fonadas, accionadas por
un poder. De all que a los
nombres se les confiere un
poder sobre las cosas y la capacidad de dar poder a los seres humanos. En la mitologa
amaznica los animales eran
originariamente hombres, pero llevaban el nombre del
animal en el que se convertiran, y, obviamente, ya llevaba, en forma humanizada, las
caractersticas que tendran
como animal.
Hay un mito zpara cuando pronuncia en nombre de Tzitzano, primera vez,
este se transforma en perico ligero (A. Moya, informacin personal de Marco
Grefa).
El poder fctico que se les concede a las palabras se expresa en la cuidadosa eleccin de los nombres. Ms all de la simbologa que tienen estos en las lenguas indgenas, se les atribuye el poder de imprimir caractersticas peculiares en
la persona, incluso su suerte. Por ejemplo, recientemente, una pareja zpara puso a su primognita el nombre de Kika, que significa caimn (observacin per-
24
sonal) a pesar de que en el Registro Civil no reconocen los nombres que no son
hispanos. Caimn connota fuerza, astucia, sigilo, eficacia. Esta concepcin sobre los nombres explica la costumbre, tambin zpara, de tener dos nombres:
uno hispano, para usarse en el mundo exterior, y otro en lengua materna.
Veamos lo que Jimpikit y Antum (dos investigadores shuar) nos dicen sobre la simbologa y las razones por las que los shuar eligen los nombres, a travs de algunos ejemplos.
Nombres masculinos
Ampam: Viene de ampai, una planta medicinal. Se utiliza este nombre para obtener la suerte de curar las enfermedades para las que se aplica la planta.
Antn: Proviene de la palabra antu que quiere decir escuchar detenidamente (antu ajata=escuchar detenidamente). Se designa este nombre para que el nio sea
dctil y crtico.
Awak: Expresa interrogacin y Awala vencer, ganar.
Ayui: Proviene de la palabra ayu=bueno, con mucho gusto. Indica asentimiento. Se
designa a la persona para que sea generosa en cualquier actividad.
Aspa: Viene de asaa... quiere decir mirar bien. Se pone este nombre para que el nio sea detective de las cosas que le rodean.
Saint: Procede de la palabra saa, sonido de la lluvia, eco de los ros. Se nombra para que la persona no sea criticada por otra gente.
Nombres femeninos
Atsurmat: Proviene de la palabra atsurma que quiere decir no existe. Esta palabra
expresa el desprecio.
Sua (fruta): Nombre de un rbol cuyas frutas sirven para teir el itip (tela con los
hombres se vestan, iba de la cintura para abajo). Tambin sirve para tatuar el rostro.
Yapakach: Nombre de un anfibio que suele estar en la huerta. Se caracteriza por su
agilidad. Solan designar con este nombre a sus hijas, con la finalidad de que sean
como ste, hermosas, bellas o que sobresalgan en los trabajos (Jimpikit, Antum,
2000:39-86).
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El discurso y la memoria
en una cultura oral
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6.
7.
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8.
Homeosttica. En las sociedades orales es importante guardar el equilibrio, para lo cual se desprenden de los recuerdos que ya no tienen pertinencia actual.
9. En la cultura escrita el diccionario da mltiples posibilidades semnticas
a un trmino, en las grafas no. Las palabras no responden a las definiciones sino que adquieren sentido en el presente y en un ambiente real. Dependen de la gesticulacin, de la modulacin de la voz, etc. Las acepciones de
las palabras surgen continuamente del presente, del uso actual. Lo importante es lograr la homeostasis en el presente; si es que es necesario olvidar
el pasado, hay que hacerlo.
10. Los planteamientos son situacionales antes que abstractos.En las culturas
orales se utilizan los conceptos en marcos de referencia situacionales y operacionales abstractos pero se los mantiene cerca del mundo humano vital. Levi
Bruhl hablaba de un pensamiento prelgico, mgico, Boas de un pensamiento igual que el nuestro solo que utilizaba un marco de categoras distinto.
11. El pensamiento oral es reflexivo y profundo pero se vale de relatos que
pueden referirse a los animales para explicar la complejidad de la vida
humana. Aborda lo filosfico, lo moral, lo psicolgico, pero utiliza simblicamente las historias. A nivel formal en lugar de usar secuencias analticas usa secuencias acumulativas.
Hasta aqu hemos visto lo irreductibles que resultan los trminos literatura
oral. Pero la inadecuacin de la palabra literatura respecto a la produccin artstica oral no solo se debe al sentido etimolgico de sta sino y, sobre todo, al que
ha ido adquiriendo a lo largo de la historia.
De hecho, la palabra literatura hace referencia a una produccin elitista;
generada y consumida a nivel individual, inscrita en las bellas artes, sujeta a
reglas y parmetros que excluyen de su mbito a la narrativa y potica de las
culturas orales, por no encajar en lo que, desde la hegemona y el etnocentrismo, se califica como culto.
De acuerdo con Ong, no es posible referirse a una cosa en trminos de otra,
y visto que la oralidad, a diferencia de la Literatura, no ha logrado tener un significado dual, es decir, genrico para todo lo que est escrito y especfico para
referirse al arte de la palabra escrita toca optar por otra designacin.
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Muchos hablan de tradicin oral. Si bien estos trminos no son antagnicos, el problema es que su asociacin no cambia el problema de la falta de especificidad para referirse a la produccin artstica oral. Necesitamos un nombre
que nos remita a la naturaleza del objeto al que se refiere, a sus caractersticas
intrnsecas. En vista de la ausencia de este nombre propongo acuar uno nuevo,
el de arte oral.
Mientras sigamos usando el trmino literatura, continuaremos enfocando la
comprensin y tratamiento de la produccin artstica oral en funcin de lo que no
tiene. Estaremos hablando siempre de la ausencia de algo, en lugar de hacerlo en
funcin de lo que es y de lo que tiene. La designacin de arte oral nos remite a
su naturaleza y otorga a la nocin de oralidad la especificidad que buscamos.
El arte oral sera parte de la tradicin oral, ya que esta ltima es muy incluyente, involucra a todo lo que se transmite verbalmente: las tecnologas, las
normas de comportamiento, etc. Mientras que el arte oral solo hace referencia a
la produccin oral artstica.
Claro que la tradicin oral involucra tanto a las sociedades grafas como a las
que tienen escritura, pues solo nos remite a esa produccin que se transmite a travs de la palabra hablada, pero si bien las dos comparten algunas caractersticas,
tambin tienen profundas diferencias, dado que, en el primer caso, se trata de
una oralidad primaria y, en el segundo, de una oralidad secundaria.
En pases multiculturales pero traspasados por procesos de dominacin, en
los que la cultura dominante permea en toda la estructura social, incluyendo a
los pueblos subordinados, es necesario distinguir si esa penetracin ha ocurrido
a nivel formal o en el contenido o en los dos. Esto impone identificar cul es la
matriz cultural que subyace en las distintas expresiones de la tradicin oral.
Para aclarar esta diferencia es preciso remitirnos a los conceptos de cultura y de clase social as como tambin a la convergencia de estos dos elementos
en una sociedad compleja. Finalmente, si queremos referirnos al caso ecuatoriano, debemos hacer un anlisis de contexto, esto es, un anlisis de las caractersticas de la formacin social ecuatoriana.
Aunque hay tantas definiciones de cultura como autores, lo que nos importa en este caso es resaltar que, a ms de referirse a los rasgos materiales y no materiales de un pueblo, una cultura es, ante todo, un sistema simblico nico e
irrepetible, porque es el resultado de la creacin de un pueblo en particular.
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Contexto socio-cultural
e histrico del Ecuador
Lo que hoy es el Ecuador estuvo habitado por una multitud de etnias, muchas de las cuales fueron desapareciendo, a lo largo de la historia, mientras que
otras persisten hasta la actualidad.
La colonizacin espaola hizo que, desde la ptica de la dominacin, esa
diversidad tnica se invisibilizara, para dar a la luz a la nica diferencia que interesaba al nuevo rgimen, esta es: la de dominados/dominantes, esto es, indios/no-indios. Lo cual no significa que, en los hechos, las diferencias tnicas
aludidas se mantuvieran vigentes.
En cuanto al mestizaje vemos que fue un fenmeno que empez desde la
propia conquista y que sigue dndose hasta la actualidad.
Como durante la colonia, el ser mestizo exima de la mita y del pago del
tributo, a que estaban sujetos los indios, los que tenan dicha condicin se apresuraban en probarlo. Desde este perodo hasta la actualidad, en el Ecuador como en el resto de Amrica latina etnia y clase van de la mano. De all que el ser
blanco coloca a los individuos en el lado de los beneficiarios. Esto explica el
permanente proceso de blanqueamiento de la sociedad, que involucra incluso
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a un sector de la poblacin indgena, puesto que es la manera de obtener el pase al otro lado de la sociedad. El proceso de blanqueamiento supone la negacin de las races indgenas. Es as como se ha constituido la sociedad nacional.
Esta sociedad es portadora de la matriz cultural hispana.
Los pueblos indgenas, en cambio, se han mantenido como tales. Esto ha
significado, por un lado, estar en el lado de la subordinacin pero, por otro, conservar su identidad tnica.
Desde el tema que nos preocupa y, como se ha dicho antes, la tradicin oral,
y, por tanto, el arte oral, se encuentra tanto en la sociedad nacional o envolvente como en los pueblos indgenas. Pero hay que distinguir, en los dos casos, si se
trata de una oralidad primaria o secundaria. El hecho de ser un pueblo indgena o
afroecutoriano no excluye la posibilidad de
que practique los dos tipos de oralidad.
Establecer esta diferencia es fundamental para dar un tratamiento metodolgico pertinente a las obras. Las diferencias del
material son de fondo y de forma; siguen diferentes reglas y obedecen a diferentes matrices culturales.
Si bien en los pueblos indgenas tambin vamos a encontrar obras literarias, es
decir, productos artsticos de la oralidad secundaria, lo cual se debe precisamente al
proceso de colonizacin del que fueron objeto. Esto no significa que haya desaparecido la produccin correspondiente a la oralidad primaria y es preciso establecer la diferencia, simplemente porque se trata de materiales de distinta naturaleza.
3. Revisin y
apreciacin critica
de las fuentes de
informacin existentes
a literatura disponible sobre el tema que nos convoca es muy heterognea en cantidad y calidad, en algunos casos las diferencias son muy profundas. Son pocas las publicaciones en las que se da un tratamiento metodolgico adecuado al material. En algunas, simplemente, no se usa ninguno.
Uno de los problemas comunes es que las clasificaciones que se hace no
tienen un solo criterio sino varios, por ejemplo, una misma clasificacin se hace
por el tema, por la forma, por la ocasin en que se interpreta, etctera.
Por lo general, no se hace una crtica a la terminologa utilizada. Por ejemplo, se clasifica como poesa a las canciones. De all que cuando se hace una taxonoma, entre los criterios ya mencionados se incluye el del ritmo de la msica utilizado para clasificar a las poesas. Incluso se considera una caracterstica
de la poesa la simbiosis con la msica popular. Concretamente se seala que,
en raras ocasiones, la poesa popular no est acompaada de msica, como ocurre con las dcimas y que, en este caso, la falta de msica parece estar compensada por el aumento del ritmo y de cadencia de los versos. De manera que se
considera a la poesa sin msica como una excepcin, como una excepcin que
confirma la regla. Siguiendo este mismo hilo conductor se seala que estas poesas con msica, generalmente, son coplas que se cantan en diferentes ritmos:
andareles, alabaos, amorfinos, carnavales, zapateados, villancicos, chigualos,
etc. As se concluye con que la poesa popular y la msica parecen hacer una
sntesis, en la que se unen en forma indeleble.
En algunos casos la meloda fuerza a la poesa, como en las bombas del
Chota. A veces, la meloda parece ser una suerte de gua significativa y reconocible de una especie potica determinada, como los jahuay, que con una meloda
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El marco legal
Hay que reconocer que, a nivel interno, las luchas de los pueblos indgenas
porque el Estado ecuatoriano se declare plurinacional y, a nivel externo, la suscripcin y ratificacin del Convenio 169 de la OIT (1998), han sido factores determinantes para que el Estado confiera a la identidad nacional una comprensin
distinta a la que haba manejado tradicionalmente. Esto es que se considere a las
diferentes etnias, pueblos y sectores populares como partes constitutivas de la
identidad nacional.
Efectivamente, la Constitucin actual seala que:
La cultura es un patrimonio del pueblo y constituye un elemento esencial de su identidad (...), que el Estado... establecer polticas permanentes para la conservacin,
restauracin, proteccin y respeto del patrimonio cultural tangible e intangible (...)
as como de valores y manifestaciones diversas que configuren la identidad nacional plurilinge y multitnica. El Estado fomentar la interculturalidad ... (Art. 62)
(Aput A. Moya, 2004).
oral ecuatoriano.
Claro que la difunsin en los casos de oralidad secundaria obedece a mecanismos distintos que en
los de oralidad primaria, sobre todo cuando se da en un contexto colonial, ya que la imposicin de
ciertas expreciones artsticas est ligada al control ideolgico de la poblacin. Tal es el caso de las
loas, que son expresiones potico-religiosas.
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La gran variedad de clasificaciones que se hace del arte oral obedece, por
un lado, a la forma descontextualizada en que se las realiza, por otro, a la falta
de un hilo conductor. Respecto a lo primero vemos que hay algunas expresiones,
como las dcimas, por ejemplo, que son muy localizadas, por lo tanto, no podemos atribuirles el carcter de una expresin nacional. Las leyendas y las coplas,
en cambio, estn difundidas en distintos entornos.
Las clasificaciones internas de cada una de estas expresiones, ms bien son
de carcter temtico y, dado que los investigadores encuentran distintos temas,
segn la localidad a la que se remiten, estas clasificaciones, con frecuencia, tienen el carcter de ser particulares y localistas.
Dado que la oralidad secundaria es un remanente de la escritura, y dado que
la escritura alfabtica en el Ecuador, como en el resto de Amrica latina, penetr con el espaol, vamos a ver que la produccin oral artstica es un remante no
solo de la lengua sino de la literatura espaola y, como tal, de la literatura europea. En contraste con esto, la oralidad primaria, que es la de los pueblos indgenas del Ecuador, va a estar sujeta a sus propias concepciones.
En vista de lo expuesto, el esquema a utilizarse en este trabajo se establecer en vista de la diferenciacin entre oralidad primaria y secundaria. Luego
dividiremos a estas dos formas en: poesa y narrativa. La clasificacin temtica de estas ltimas tomar en cuenta la visin mic, es decir, la visin de los actores sociales de las diferentes culturas, en el caso que exista, y la visin tic,
es decir, la de los observadores externos, que, en este caso, es la de los autores
de la bibliografa utilizada.
I.
Oralidad primaria
a. Canciones
Anents
Cantos de guerra
Cantos de reto o de
Pucar.
Jahuay
b.
Narracin:
Mitos
Fbulas
Leyendas
II.
Oralidad secundaria
a.
Poesa
Loas
Dcimas
Canciones
Coplas
Bomba
Chigualo
Arrullo
Andarele
Adivinanzas en verso
Juegos infantiles en verso
I.
a.
b.
Narracin
Cuentos
Leyendas
Fbulas
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Oralidad Primaria
Canciones
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por hacerse y que requiere del concurso de varios instrumentos de tipo histrico, literario, musical y antropolgico.
Sabemos que los incas adoptaron al sol como dios principal, puesto que era
una deidad existente en todas las culturas de los pueblos que conquistaron, aunque no era la principal ni siquiera para los propios incas. Sin embargo, la universalidad de su culto hizo que los incas lo adoptaran como dios principal, puesto
que, al ser comprendido por todos, devena en un elemento cohesionador del imperio. La importancia que dieron los incas al culto al sol se debe a que la religin era la base de sustentacin del imperio. Las tierras arrebatadas a los pueblos dominados se deca que estaban destinadas al sol y al Inca, y la prestacin
del trabajo gratuito de los pueblos subyugados era para labrar las tierras del sol
y del Inca. Vale resaltar que el Inca tena estas prerrogativas en tanto se declaraba hijo del sol, pero su manejo ideolgico iba ms all. Sabemos que el Inca hizo que el trabajo en estas tierras fuera una verdadera fiesta. La gente se vesta
como para una celebracin festiva y, mientras trabajaban, cantaban los himnos
al sol o jahuay.
Pese al tiempo relativamente corto de la dominacin inca a los pueblos de
lo que es ahora el Ecuador, los hechos descritos calaron profundamente en sus
culturas, de all que hasta el presente se cantan los jahuay a lo largo de la Sierra
ecuatoriana.
A los espaoles por su parte, lo primero que les interesaba era desestructurar el incario, puesto que era lo que daba coherencia a toda la poblacin indgena y les confera una identidad global, de all que se concentraron en atacar al
culto y a las expresiones religiosas incas. As, quemaron los quipus4 y exterminaron a los quipuckamayos, a los amautas filsofos e historiadores del rgimen, encargados de transmitir los ritos y tradiciones incas y a los arawikus
personas reclutadas por el Estado por su talento musical y potico para que narren artsticamente la versin oficial de la historia siguiendo un decreto expedido en 1583 (Estensoro, 1992).
Despus del Taki Oncoy, enfermedad de la danza, un movimiento de resistencia pasiva que se dio en Per, en el siglo XVII, y que constituy una especie
de trance mstico, con el cual los indgenas rechazaban todo lo que era de origen
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Cordones de diferentes colores, anudados a diferentes distancias, para producir distintas significaciones que solo podan ser ledas e interpretadas por los especialistas, los quipuc
kamayok.
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espaol y hacan un llamado a sus huacas deidades ms antiguas que las introducidas por los incas, los espaoles percibieron claramente la relacin que exista entre el canto, la danza y las creencias religiosas ancestrales, por lo que, en el
marco de la Extirpacin de Idolatras institucin colonial, establecida para aplicar a los indios, en lugar de la Inquisicin, que se aplicaba a los blancos, prohibieron los taquis o bailes y fueron destruyendo sistemticamente los instrumentos musicales indgenas, mientras introducan los suyos. As se fueron mutilando
las expresiones propias y alterndose el sentido y la forma de las canciones quichuas originales. Pero, al mismo tiempo, estas alteraciones, se convirtieron, paradjicamente, en parte de las estrategias indgenas para poder conservar sus propios cultos y rituales, en base al disimulo.
La nica forma de hacer sus propias celebraciones, pblicamente, era
aprovechando la coincidencia calendrica que haba entre stas y las celebraciones catlicas, que les fueron impuestas. As, siguieron cantando a sus dioses pero con canciones en las que se mencionaba al Dios y al santoral catlico. La alusin a sus deidades era intercalada de manera discreta con las que se
haca a los personajes de la religin catlica.
Los instrumentos autctonos con ms fuertes connotaciones culturales como la bocina, el churo, fueron prohibidos y frenticamente perseguidos y, en
cambio, se fue introduciendo la flauta y el violn.
Ahora bien, como la dominacin inca en el Ecuador fue relativamente
corta 60 aos, las medidas adoptadas por el rgimen colonial, facilitaron, de
alguna manera, el fortalecimiento de la ideologa preinca: las deidades de tipo
familiar las huacas; los rituales ligados a stas, as como tambin al ciclo vital, particularmente a la muerte, y al ciclo agrcola pervivieron, y, con ello, las
expresiones estticas: msica, danza, mitologa, etctera.
A nivel formal, como ya hemos visto, los espaoles introdujeron los gneros literarios vigentes en la poca tales como las dcimas y las coplas y, con
ellos, las reglas de su produccin. Esta transmisin de caractersticas a la poesa
quichua sigui hacindose en el perodo republicano, particularmente en el siglo
XIX, un siglo marcado por la corriente del romanticismo, que se caracteriz por
la revalorizacin de las races histricas y culturales de los pueblos, especialmente de la lengua.
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Vale resaltar que la poesa en los pueblos indgenas siempre estuvo ligada a
la msica, de manera que es ms adecuado hablar de canciones antes que de poesas. Remitindonos a la actualidad diramos que la bibliografa disponible da
cuenta de la existencia de canciones en las culturas: quichua, shuar, achuar y huaorani. Es posible que exista en las dems culturas pero, al menos, no son conocidas.
En cuanto a las canciones quichuas, vemos que estn dirigidas a mltiples temas religiosos cristianos, a las diferentes fases del ciclo vital del hombre, del ciclo agrcola, etctera.
En la cultura shuar tenemos los anent, que son canciones interpretadas por
hombres o mujeres segn el tema. Como en realidad se trata de invocaciones,
vemos que los anent de la caza son interpretados por los hombres, mientras que
los de la huerta o de evocacin al marido que sale de viaje son cantados por las
mujeres. Todos tienen la misma msica, el mismo ritmo, lo nico que cambia
son las letras.
Las canciones de los huaorani, por lo menos las que han salido al mundo
exterior, son las canciones de guerra.
En todos estos casos, para entenderlas, hay que remitirnos a la cultura, de
lo contrario resultan absolutamente incomprensibles para un observador externo. Por ejemplo, en las canciones quichuas del Inti Raimy, hay un tipo de ellas
que son las de Pucar. El Pucar es la lucha ritual entre las dos mitades en las
que, simblica y socialmente, est dividida toda poblacin quichua andina, la
mitad de arriba o hanan y la mitad de abajo o urin. Hasta hace unos pocos aos
los enfrentamientos se hacan con hondas o guaracas, dando como resultado varios heridos y, eventualmente, muertos. Como estn inscritos en los ritos de fertilidad, la sangre vertida en la batalla, es considerada como necesaria, puesto que
augura buenas cosechas a los vencedores y malas a los que han experimentado
perdidas humanas. En las canciones de Pucar se hace un despliegue de valenta, de hombra de los participantes y se hace referencia a la confrontacin con
sus contrincantes.
Otro tipo de canciones del Inti Raimy son las de agradecimiento al Sol. En
ellas, para disimular su intencin, se alude en primer lugar a San Juan. En estas
fiestas se le entrega al sol como ofrenda un castillo donde se cuelgan frutas, panes, cuyes asados, guaguas (muecas) y caballos de pan, licores, dinero, las ms
hermosas, coloridas y raras mazorcas de maz. En realidad, cuando se agradece
a San Juan, se est agradeciendo al sol.
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Allukuta taquishun
Imacutapash caraipa
Jala Jala, trabajashunchic
Tucui tuta.
Asintai, asintai
Como pucara
Peguchipica
mana imatapash caranchu
Juyayai, juyayai.
Anchringi guambra anchuringi
Shuctallaca parijashpa cachaiman
Shuctallaca micuita micusha
Jacuchi shucman
Jacuchi jacuchi
Bailadores de Pucar de la
Toquemos bonito
ojal nos brinden algo;
oigan, oigan, trabajemos
Toda la noche
Asienta, asienta
como pucara
en Peguche
no nos brindan nada
Juyayai, Juyayai.
Quitars de aqu muchacho
A uno no ms le he de dejar igualando
a uno no ms hasta le comer
vamos a otra casa
vamos, vamos. (PEBI,1996)
Imata llaqui
Allicuna allicuna
Jaricuna, jaricuna
Bolsacuna, Bolsacuna
Jacuchi, jacuchi
Imata tiyan
Asua tiyanchu
Atallpa tiyanchu
Cuitianchu
Cati, cati, jacu jacu.
Los de la Bolsa como hombres
los mejores, como hombres
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como hombres
qu pena hay
los mejores, los mejores
los valientes, los valientes
los de Bolsa, los de Bolsa
vamos, vamos
qu mismo hay;
Hay chicha?
hay gallina?
Hay cuy?
Sigan, sigan, vamos, vamos (ibdem).
ashtaguan pucuchinapangui
caya guatapash muyuchiguangui taiticulla
caya punllaca misacrishami taiticu
jatun San Juanmi caashca
llaqui llaquillami musparinchic taiticulla.
Este regalo es para el padre San Juan
Este regalo es para el padre sol,
Este regalo es para nuestros antecesores,
este regalo es para la virgen del Quinche,
para todos ustedes.
Por eso ahora
Estamos preocupados por esta gran fiesta,
Padre San Juan,
Padre sol.
Has parar en bien esta fiesta,
Has que no pase nada malo,
Hars alcanzar la chichita.
Hars alcanzar el maicito,
Cuidaras a mis hijos,
Mndeles una bendicin a mis hijos
Que no caigan en donde quiera,
Querido padre, has regresar en bien.
Estas cosas te ofrendamos a ti padre mo.
Esta velita te ofrendamos, Padre mo,
Para el prximo ao hars crecer ms,
Hars producir ms,
Tambin, hars vivir para el prximo ao, Padre mo.
Maana te dar una misa Padre mo,
No has de estar triste, Padre mo,
Ha llegado la gran fiesta de San Juan
Estamos tan preocupados, Padre mo (PEIB, 1996).
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Kunkunta wajantana
Nunkui nuwachi
Shakaimia aishmanka
Urukamtai imitmamkinkia
Tsatsuruta tu awajanta
Kakurruta amajaya
sagradas
Marido shakaim
T tambin, t tambin
Qu piensas?
Al comenzar a trabajar?
De madrugada hacia el trabajo
Con tu machete,
Tu machete grande y fino,
Vas haciendo sonar tin tin tin
Cuada culebrita
Hazte a un lado para que no te corte
Con el humo del tabaco
Humeando, humeando estar;
Has sonar tin tin tin
Marido Shakaim
Culebrita haste a un lado
para que no te corte
has sonar tin tin tin
yo, yo mismo
siendo mujer Nunkui
atrs de mi marido
voy humeando la candela;
atrs de mi marido
chispeando la candela voy,
se siente el olor de la candela
siendo mujer Nunkui
marido Shakaim.
Porque puede morder la culebra
Voy cortando la hierba,
Siendo solo despejo el monte
Haciendo sonar y retumbar... (PEIB, 1996)
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b. Narracin
Los mitos
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Tsitsano
Antes no haba gente en esta zona. Un da, el mono colorado baj de los rboles a tomar agua en una machinmanga (un fruto que puede ser usado a la
manera de taza). Como la planta estaba cargada de frutos, se cay uno de
ellos, el mono lo tom y se llev al ro. El mono no saba qu era ni para
qu serva. Una vez en el ro, el mono tom agua en este recipiente y al hacerlo se transform en persona. La mujer del mono que haba observado todo, no quiso bajar del rbol pero el mono, ya transformado en hombre, le
tir el fruto y tambin ella se transform en mujer.
La pareja tuvo un hijo, comenz a caminar, sigui creciendo hasta que se
hizo joven. En esa poca haba una gente que se llamaba kayak. Ellos vivan haciendo la guerra. Eran poderosos shamanes.
El hijo de los monos se cas con la hija de uno de estos shamanes. Y ellos
le llamaron Tsitsano.
El suegro de Tsitsano tena secretos y Tsitsano deba hacerle caso a todo lo
que le dijera. El suegro le dijo que no tope su bodoquera, que se haga sus
propios instrumentos de caza, pero Tsitsano tom la bodoquera y el matiri
(recipiente en el que se lleva el veneno o curare) y se fue, pese a que la esposa le dijo que no lo hiciera, porque algo le iba a suceder. A los treinta minutos de que Tsitsano saliera de la casa, lleg el suegro y pregunt por su
bodoquera.
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Las mujeres shuar cantan unos anent a Nunkui cuando siembran la yuca. Son cantos mgicos y secretos, son invocaciones que permiten que haya productividad en la siembra.
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con la hija. Luego sigui su camino. Lleg a donde otra familia, donde tambin le ofrecieron su hija. Aqu le dijeron que coma guatn. Tsitsano se fue
de cacera, acompaado de la joven, llevando una chonta (pucuna). Tsitsano cogi un palo e introdujo en el hueco de la pucuna, por donde salieron
lombrices, Tsitsano las top con su mano y se asust. La mujer le ense
cmo coger las lombrices con los dedos para hacer maito con ellas. Coloc las lombrices en las hojas, las llev a casa y las as, pero Tsitsano no
quiso comerlas y sigui su camino. Lleg a donde otra familia. Aqu tenan
bastantes monos ahumados, pero como estas personas no tenan ano, en lugar de comerlos, se ponan los monos por la espalda y estos se caan al suelo. Tsitsano, al ver esto, les dijo que no se hace de esa manera, que se les
debe cocinar y comer. Les hizo cocinar otro mono, se lo comieron y luego
se fueron a defecar. La gente gritaba: todos estn defecando, y todos venan
a ver. Cogan las heces con la mano y se ponan en la cara. Tsitsano les dijo que no hagan as, que los excrementos son desperdicios.
Tsitsano les ense a comer y a defecar. Pero, para que puedan defecar,
Tsitsano les sac un caracol que tenan en el ano. Primero le quit a la novia y le hizo el ano, luego les hizo lo mismo a los dems. Fue as como todos comieron y defecaron.
Despus se encontr con otra familia. Ellos tenan una nia que se estaba
muriendo. La madre le dijo a Tsitsano que la nia se est muriendo porque
le han shamaniado (embrujado). La madre de la nia haba sido tigre. Y su
hija se haba enfermado por comer puerco espn. Tsitsano le sac las espinas y le cur muy bien. Tsitsano haba sido un buen shamn.
El pap de la nia lleg a la casa. ste tena lanzas que se convertan en tigre. Al olerle a Tsitsano quiso comerle, pero la mujer le dijo que no lo haga porque le haba salvado la vida a su hija. Entonces el padre le regal a
Tsitsano las lanzas que se convertan en tigre.
Tsitsano se fue a otra comunidad. All encontr a una mujer llorando. l le
pregunt por qu lloraba y la mujer le respondi que iba a dar a luz, que tenan que partirle la barriga y que, por tanto, tena que morir.
Tsitsano trajo dos palos en forma de Y, les aline paralelamente y les clav
en la tierra; luego, cruz un palo recto en la parte bifurcada de los palos y
le ense a la mujer a sostenerse de este palo, colocndose en cuclillas.
Alrededor de las once de la noche, la mujer empez a sentir los dolores de
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Auca es una palabra que en quichua, originalmente, significaba guerrero pero que, a partir
de la incursin espaola, se le dio la connotacin de salvaje.
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perico ligero amaneci tomando guayusa. Les dieron chicha para que lleven y se fueron juntos.
El perico ligero le advirti a Tsitsano que no se ra si es que l, al subirse a
un rbol, se cae. Tsitsano asinti, pero, cuando el perico ligero se subi a
un rbol y se cay, Tsitsano se ri, por lo que el perico ligero se enoj, se
fue a su casa a contarles lo ocurrido y le reclam a Tsitsano.
Al siguiente da, el perico ligero le llam a la trtola y le dijo que le vaya
a dejar a Tsitsano a su casa. La trtola acept. El perico ligero le advirti a
Tsitsano que no coma man a la ida sino al regreso.
Mientras iban a casa, Tsitsano cort las hojas de palma para hacer el techo
de la casa temporal, que es lo que se acostumbra cuando se va de caza.
Tsitsano saba hacer esto correctamente. Entonces, la trtola le hizo acuerdo a Tsitsano de cuando l cazaba. Al escuchar esto, Tsitsano le qued mirando a la lora y le dijo que quera comerla, cortndole la cabeza, pero la
lora le hizo acuerdo que ella le iba a llevar a su casa.
Efectivamente, la lora le llev a casa a Tsitsano. All estaba el suegro, que ya
saba que ste iba a regresar, puesto que era shamn y l mismo hizo que se
perdiera. Luego salieron juntos a cazar sajino, Tsitsano llev la lanza que le
regalaron los tigres.
El cuado de Tsitsano quera esta lanza y se fue a cazar con ella, pero la
lanza le comi al cuado y regres al lugar donde le regalaron a Tsitsano.
Los hijos de Tsitsano, que eran numerosos, se hicieron zpara. Por eso los
zpara tienen el pelo colorado. Antiguamente los zpara no coman al mono colorado, ahora ya lo hacen porque se han casado con mujeres de otras
nacionalidades, pero an ahora, no les gusta comer su carne ( A.Moya, Trabajo de campo. Informantes: Marco Grefa, Ricardo Ushigua).
Cuillur y Duciru
Es una serie de relatos sobre estos mellizos que son hijos de Quilla (Luna)
y su hermana y esposa lluco, que al trmino de una serie de aventuras, de su
lucha contra las amenazas a la gente en la selva y despus de haberles instruido sobre muchas cosas, se vuelven estrellas y se van al cielo. Cuillur es
Venus o lucero de la maana y Duciru es lucero vespertino
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quedaba sino uno para mostrarle el camino a la joven. Por fin el urpi anga
se comi tambin el ltimo. Entonces la mujer empez a preguntar por el
camino al nio que llevaba en su vientre.
ste es el camino de los diablos, ste de los tigres, ste otro es el camino
bueno, le iba guiando el nio desde el vientre. Mientras iba caminando le
rog el nio a su madre: cgeme esa florcita. El nio beba por el ombligo.
La mujer se fue a coger la flor, pero entonces le pic una avispa en la cara.
Por tu culpa me pasa esto, dijo la mujer enfadada y golpe su barriga. Despus, cuando volvi a averiguar por el camino, el nio ya no le contest. La
joven ya no saba a donde dirigirse y se equivoc de camino. Fue as como
lleg a la casa de los tigres come-gente.
Ven, ven nuera, antes de que te cojan mis hijos para comerte dijo la abuela tigre La vieja entonces le hizo entrar a la mujer y le escondi en una
olla grande en el tumbado.
En la tarde regresaron los hijos tigres y, ya en casa, se reunieron para comer. La mujer, al verles comer, sinti deseo de hacerlo y se le cay un poco de saliva en la comida de uno de los tigres. ste se dio cuenta y empez a decir: Ya dije, miren, la vieja tiene escondida alguna carne por aqu.
Todos dijeron: Es nuestra tambin y subieron al tumbado para comerla.
Primero brinc hacia arriba el atallpa puma, despus del tigrillo, despus
el gran caru caru, despus el yana puma, despus el guagua puma luego
el Alcun puma y por ltimo brinc el Puca puma. Todos fallaron menos el
ltimo, que logr llegar arriba y de una sola patada rompi la olla, le cogi a la mujer por el pelo y le bot hacia abajo. De un solo tajo, le partieron la barriga. Entonces, la abuela tigre les rog: A m, que soy la que les
ha criado, djenme aunque sea las tripas. Los tigres halaron de un golpe y
le dieron todas las entraas.
La abuela se fue al ro para lavarlas y de las entraas sac dos tiernos nios. Ella saba que la mujer estaba embarazada y cerca de dar a luz. Los envolvi con mucho cuidado en un poco de algodn y los cri a escondidas
de sus hijos. Los nios crecieron. A la edad de tres aos fueron a rogarle a
la abuela que les hiciera dos arcos para cazar pajaritos.
La abuela les hizo los arcos y ellos se volvieron muy hbiles cazadores.
Mataban toda clase de pajaritos y abejas. Siempre le seguan a la abuela a
la chacra. Un da le dijeron: Djate quitarte los piojos abuelita. Ya estaban
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muy crecidos. Ella se acerc y ellos le lanzaron dos flechas, una por la una
oreja y otra por la otra oreja. Ellos saban que los tigres haban matado a su
mam y por eso mataron a la abuela. Le cortaron la cabeza y dejaron la
mandbula encima de un rbol cortado, para hacer lea, que estaba en el
fondo de la chacra. Despus cogieron una olla bien grande y all le pusieron a cocinar a la abuela tigre, hecha pedazos, y esperaron a los tigres que
se haban ido de cacera.
Por la tarde llegaron los tigres y preguntaron a los mellizos: Dnde est
la abuela? Se fue a cortar lea, le contestaron los mellizos. Entonces los
tigres empezaron a llamarle: Mam, ven rpido. Hii tuj, hii tuj ... se oa como si la abuela estuviera cortando lea. Los mellizos haban dejado colgada la mandbulas, y le haban mandado que conteste, para engaar a los tigres. Entonces, los nios les dieron de comer a los tigres lo que haban cocinado. Por ltimo, les dieron la cabeza y empezaron a decirles, mientras
coman: Yo tambin como la cabeza de tu madre, as como t comiste la
de m madre. Luego, los mellizos se transformaron en colibres y se fueron volando.
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Madre, donde ests? Se pusieron a gritar los tigres, buscndola, y de nuevo se oy como si la abuela estuviera cortando lea. Cuando fueron a ver,
se dieron cuenta del engao y quisieron atrapar a los mellizos, pero ellos se
haban ido volando.
Algn tiempo despus, los tigres se fueron de cacera. Los mellizos haban
estado observndoles. A dnde se estarn yendo? Se preguntaron. Llevemos nuestros arcos y matmosles a ellos tambin. As hablaban los nios
Tayaj,7 el mayor y el menor. Les siguieron a los tigres y vieron que haban
atravesado el mar, por un inmenso rbol de pujal cado. El mayor dijo: Yo
voy a esperar aqu, t, vete al otro lado, con tu arco. Pero el menor no quiso irse, pensando que l tambin saba tirar muy bien con su arco. Vete t
al otro lado le dijo el menor t no vas a poder cogerlos, djame a m, le
replic el mayor, pero el menor no quiso y el mayor tuvo que irse al otro
lado, hacindole muchas recomendaciones.
Mientras esperaban el regreso de los tigres, los mellizos se pusieron a cortar el rbol, uno de un lado y otro del otro. A la tarde regresaron los tigres
y empezaron a cruzar el rbol. Delante iba una hembra preada. Mientras
cruzaban, uno tras otro, el rbol se rompi y cayeron todos al agua. Los lagartos les comieron y solo quedaron flotando los pulmones. Solo la hembra
embarazada haba logrado, de un brinco, llegar al otro lado. Trale hermano. Grit el hermano mayor. Lin lin lin... el menor tir, pero fall todas. El
hermano mayor tambin tir, pero solo logr llegarle a la pierna, dada la
gran distancia. Por eso existen hasta ahora los tigres come-gente, que son
la descendencia de esa hembra.
Despus de lo sucedido, los mellizos se preguntaron: Qu haremos ahora? Por qu nosotros tambin no cruzamos el mar? Llamaremos a la
abuela dijeron y se pusieron a llamar al lagarto.
El hermano menor era medio loco, nunca haca caso a los consejos del hermano mayor. Siempre sala con la suya. Cuando lleg la abuela lagarto, el
hermano mayor le dijo al menor: Qudate callado mientras cruzas sentado
sobre el lagarto. No digas Qu ojos tapados tienes!.
El mayor cruz primero. La abuela lagarto le hizo cruzar y regres para
llevar al menor. Cuando ya estaba cerca de llegar a la orilla, el menor se
burl diciendo: Que ojos tapados tienes, lagarto! Ni acab de decir esto,
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mayor, hizo lo que le haba aconsejado Amasanga, fue a botar el nido de comejenes en el hueco que le haba indicado. Entonces se hizo una gran bola.
El Juri Juri hizo or su voz hasta media noche, luego se alej. Al siguiente
da vieron que haba desaparecido todo. No haba el rancho, ni una hoja, ni
los machetes. Todo haba desaparecido.
Los dos hermanos siguieron el camino que haba abierto el Juri Juri, en
medio de la selva para irse; el uno iba cargando su lanza, el otro el machete. Llegaron hasta el tronco vaco de un rbol llamado Chunchu. All el Juri Juri estaba durmiendo con otros espritus, entonces, los dos hermanos
prendieron fuego en el tronco del rbol y se empez a quemar el tronco.
Cuando las llamas empezaban a devorar todo el rbol, se oyeron los gritos
de juri juri. Primero cay, desde la punta del rbol, un jurijuri, con un solo
ojo, despus otro sin boca y luego otro sin pies. Caa toda clase de diablos.
Por ltimo cay uno, con una cara de viejo, con puro hueco, como si hubiera tenido viruela. Era el curaca de todos los diablos, era Amasanga. Los
hermanos le esperaron para matarle tambin a l cerca del fuego, pero
Amasanga saltaba de rama en rama con su lanza pintada de un rojo como
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de sangre. Por qu me matan les dijo. Yo soy Amasanga, el dueo de todos los animales. Baj a la tierra saltando y ese mismo instante desapareci (Foletti Castegnaro, 1985).
Tres jvenes estaban yendo por la selva cuando se encontraron con Puca
Uma, (puca=rojo, uma=cabeza, es decir, un pjaro carpintero). Puca Uma
tena el semblante de un hombre. Por qu se te est volviendo roja la cabeza? Le preguntaron las mujeres. Es la corteza de un rbol que me cubre
el pelo y lo colorea contest. Si quieren saber ms, sigan mi golpetear y
les har ver. A las mujeres se les despert la curiosidad y le empezaron a
seguir, pero el Puca Uma se volvi pjaro y se vol y ellas no pudieron alcanzarlo. Por ir buscndole al Puca Uma se haban alejado del camino conocido e internado en la selva. Cuando empezaba a anochecer, llegaron a la
casa del murcilago.
Al verlas, la vieja les dijo: Ya anochece, qudense conmigo, estoy solita, sin
mis hijos; maana proseguirn el camino. Las jvenes se quedaron. Cuando
estaban durmiendo, llegaron los hijos y a una de las jvenes le chuparon toda la sangre y le dejaron muerta.
Al siguiente da las otras dos se dieron cuenta de lo que haba ocurrido y se
asustaron. A nosotros tambin nos va a pasar lo mismo dijeron y trataron
de huir. Vamos a picar uvillas les dijeron los murcilagos, y se fueron todos
al rbol de ella. Los murcilagos volaron arriba y all se coman todos los
frutos sin tirarles nada a las jvenes que estaban abajo, esperando. Chikirij,
chikirij chikirij, cantaban los murcilagos desde la copa del rbol. Entonces
las mujeres aprovecharon y huyeron.
Seguan perdidas en la selva, entonces, llegaron a la casa de la Mishqui Mama (Mishqui=dulce, miel), la madre abeja. Vengan nias, vengan; mis hijitos se han ido de cacera, acompeme un poco les dijo.
Las jvenes se quedaron por una semana en la casa de la Mishqui Mama.
Entonces llegaron los hijos y se juntaron todos. Una semana despus, la
Mishqui Mama cay enferma, entonces, los hijos les dijeron a las jvenes
que le baen a su madre con agua tibia, pero no caliente. Una de las jvenes calent el agua correctamente pero la otra calent demasiado. Con un
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pilche empezaron a regarle el agua en la cabeza de la Mishqui Mama, entonces, empez a derretirse como cera; se hizo una bolita y se muri la
Mishqui Mama.
Las mujeres se quedaron asustadas. Cuando llegaron los hijos, les contaron
lo ocurrido. Por qu calentaron demasiado el agua, quemndole a nuestra madre? No han sabido cuidarle bien. Se enojaron mucho y las echaron
afuera.
Siguieron caminando y esta vez llegaron a la casa de Tzuma Runa, donde
se encontraba su madre. Los hijos haban trado a la casa un montn de cangrejos para pelar. All se quedaron las jvenes, por dos noches. Una noche,
los hijos se fueron a molestar a las jvenes. Al siguiente da ellas se dieron
cuenta que tean la cara hinchada. Se disgustaron y se escaparon de la casa del Tzuma runa.
Anduvieron por la selva hasta que llegaron a la casa de la madre del pene.
Acrquense nias, vengan, qudense a dormir aqu. Mis hijos se fueron a
Sarayaku, yo estoy solita, les dijo la vieja. Por la noche, cuando ya estaban
dormidas, la vieja vino a pincharles con una ramita para saber si ya estaban
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le brindaban la comida mas rica. A Quinde le daban despus cualquier cosa, la chicha era pura agua. Acangau es un gran trabajador decan.
Un da Acangau y Quinde decidieron hacer una competencia. Veamos
quin es mejor para trabajar unas hectreas solo de maz dijeron.
Acangau para lucirse ante las mujeres llegaba a casa ya muy tarde, a la cada del sol, solo para dormir y sala muy temprano, cuando apenas empezaba a amanecer.
Vamos a ver cmo va el desmonte, cmo est trabajando Acangau, dijeron
las mujeres y vieron que ste iba subiendo el cerro, cargado de una piedra,
le haca rodar y nuevamente la suba. As se pasaba jugando. Mira qu clase de hombre ha sido. Solo es un burln, no sirve para nada, y nosotros le
hemos tratado tan bien. No ha trabajado nada. A fuerza de tirar la piedra
le tiene al monte pelado.
Una vez que se dieron cuenta de todo, regresaron a casa sin hacerse ver y
se pusieron a cocinar. Esta tarde le haremos ver a Acangau burln que nos
ha engaado hasta ahora. Vago, mentiroso!
Esa tarde se cumpla el plazo de la competencia. Quinde fue el primero en
llegar. Entonces, rpidamente las mujeres le dieron una rica comida y una
chicha espesa. Esto es para ti Quinde, le dijeron, pero l les contest: no
hermanas, denme lo de siempre, agita no ms, como siempre me han dado, porque yo ya estoy acostumbrado. As soy yo y as se acordarn de m
las futuras generaciones y dirn: Come aguado, como colibr. As hablaran sobre m. Mientras deca esto, pis pis, se transform en pjaro colibr
y se fue volando, enojado con las mujeres.
Las jvenes se quedaron esperando a Acangau. ste lleg cuando ya se haca de noche. Las mujeres le dieron un caldo con aj, muy fuerte, con hierbas irritantes. Lo haban preparado despechadas. Decan: Que se bae tambin en esto. Mientras coma, Acangau dijo: Esta comida parece que necesita manos para bajar, con las manos se hace ms dulce. Mientras deca esto, se rasgaba el cuello con las manos. Con las manos baja bien esta comida, deca mientras se rasgaba. De tanto rasgarse, empez a salirle sangre
del cuello. Yo soy Acangau, el hombre burln que en lugar de trabajar haca rodar las piedras, desde la cumbre del cerro, engandoles, deca
Acangau, y gritando: Atatau, atatatu, tau tau tau, vol hacia el rbol llamado Lupuna (ceibo), la madre de los rboles. Desde la copa del rbol deca:
As aconteci, para que las futuras generaciones lo cuenten.
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Despus de todo esto, las tres mujeres, quedndose solas dijeron: Vamos a
ver cmo es la chacra de Quinde, cmo ha trabajado. Cuando llegaron,
vieron que la chacra era inmensa, se extenda entre cuatro cerros, hasta la
base de cada uno. Todo estaba tumbado, despejado, abierto. Ellas se asustaron viendo tanto trabajo. El Quinde al que ellas despreciaban haba trabajado muchsimo.
Vamos a sembrar todo esto dijeron las mujeres. Cada una empez a trabajar de un lado diferente, para acabar pronto y as encontrarse en medio de
la chacra. Trabajaban la inmensa chacra, bajo los fuertes rayos del sol, sin
el alivio de un rbol. Entre ellas se gritaban para animarse: Uh Uh Uh, hermanita, ests sembrando? Hermanita, siembra, siembra.
La chacra era tan grande que pasaban sembrando y sembrando y no lograban encontrarse. Para encontrarse gritaban Uh Uh Uh, y, de tanto gritar as
se volvieron sapos. All se perdieron, no lograron salir ms de la chacra de
Quinde.
Pucsiri, ya vencida, sin poder trabajar ms con su palo se transform en el
pcaro pjaro Pucsiri y dijo: As dejamos acontecido, para que las futuras
generaciones cuenten lo que aconteci en los tiempos antiguos. En cambio
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Jubn y Oncolo, que se haban vuelto sapos, dijeron: Las futuras generaciones dirn: A fuerza de gritar en la chacra se han vuelto sapos verdes, con
la piel llena de pintas, diciendo solo Uh Uh Uh. Se volvieron sapos, a los
pies de los cerros (Foletti Castegnaro, 1985).
Dentro de la tierra haba dos dioses: Engare era el uno y Andang era el padre muerto. El uno tena el bastn de oro y el otro de plata. Engare golpe
para arriba y dijo: estar all arriba para vivir. Engare golpe el techo porque quera saber si es posible vivir en la tierra, verdaderamente quera vivir all.
Sin que Engare golpeara con fuerza, el techo se abri y Engare, que era
un hombre alto, subi a la tierra. Como Engare subi el otro qued abajo
esperando.
Una vez arriba dijo: Ahora voy a golpear con mi vara hacia abajo. Mientras tanto, el que estaba abajo golpe hacia arriba y se entrecruzaron los
bastones. El de abajo tena unas uas largas. Se rasc e hizo el hueco. Se
pregunt: Y ahora cmo voy a salir? Y sali por debajo de un rbol. Una
vez afuera exclam: Aqu est bueno para vivir. Hizo una iglesia grande y
all se estableci. Luego se pregunt. Qu haremos para multiplicarnos?
Como ya eran dos dioses, cogieron tierra, hicieron muecos y los formaron
en dos filas, colocndoles frente a frente. Llam a un mueco y le dijo: Sobrino, ven. El mueco de tierra fue rpidamente, como una perdiz, diciendo: Undururru, repetidamente. Entonces dios le pregunt: Qu es el que
dice as? Si dice as es comida de perdiz. Luego dios pidi a otro que se le
acerque, diciendo: Ven sobrino. Y ste tambin se le acerc. ste tambin
fue rpido, como el gran guatn, se acerc a dios y luego se fue gritando.
Entonces dios dijo: Qu es el que grita as. El mismo que respondi: Ay, no
he visto ningn animal que diga as. Si dice asi qu es para ustedes? Volvi a preguntar. Si dice as es comida de guatn, respondieron, entonces lo
mand. Volvi a llamar a otro, dicindole: Ven sobrino. Entonces fue como
guanta, lleno de rabia y se puso junto a dios, entonces dios dijo: Cmo se
dice al que dice as? No he visto a nadie que diga as, respondieron. Si dice as, es comida de guanta. Luego llam a otro y fue rpidamente diciendo piii y desapareci. Dios pregunt Qu es el que dice as? Si dice as no
puede ser otro que comida de venado.
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El siguiente lleg diciendo pichi pichi. Y dios dijo que es el pichilingo, comida de pichilingo.
El siguiente lleg diciendo vi, y dijo que era comida de perdicilla; el siguiente vino con la cola enrollada diciendo cu, dijo que era macoa, comida
de macoa. Todo esto hizo el un dios, entonces el otro dios cogi a los muecos del otro lado y les hizo chachi. Es decir, la una fila se hizo solo de
carne para comer y la otra de chachi. Luego hicieron casas en Ibarra y all
se establecieron y se multiplicaron. Entonces dios se molest mucho y les
dijo: hijos voy a mostrarles una tierra. Como ustedes se han multiplicado
mucho, me causan una gran molestia. Les voy a mostrar un pueblo para
que vivan all.
Haba una pequea balanza.
Dios vio que la balanza no se
equilibraba, que caa ms a un
lado, segua pesando y diciendo
siempre que faltaba poco, hasta
que se igualaron los dos lados de
la balanza, entonces dios les dijo: Vivan aqu. Ahora la tierra
es la otra mitad. Entonces fueron all, hicieron sus casas, su
pueblo y se multiplicaron. Pero
se haban multiplicado mal. All
no podan multiplicarse bien.
Como en tiempos anteriores los
indios bravos nos coman a nosotros los chachila, entonces se fueron a vivir all. Pero empez a suceder algo extrao, cada vez que las mujeres chachila iban a defecar, stas desaparecan. Aunque se multiplicaban seguan
desapareciendo. Entonces los hombres quisieron saber qu pasaba. Como
los chachila, antiguamente, llevaban el pelo tan largo como las mujeres,
uno de ellos dijo que se iba a defecar y se visti de mujer. Se fue a defecar y adopt la misma posicin de las mujeres, entonces un indio bravo le
cogi los testculos y el pene y le hal para arriba, estaba examinndolo.
El chachi se hizo como si no hubiera visto al indio bravo. Luego de limpiarse, se acomod la falda y se levant. El indio bravo le cogi al chachi
de los brazos y lo aplast. Como el indio bravo tena una lanza, el chachi
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Fbulas
El to cndor y la ta ardilla
Un da, mientras la ta ardilla se asoleaba, revoloteaba por encima de ella
un cndor que quera atraer su atencin. Sin embargo, ella permaneci
impasible.
Despus de tanta insistencia, sin que ella de modo alguno respondiera, el
astuto cndor exclam: Ta, ta, vamos a la fiesta del cielo.
Yo no voy. No s dnde est. No conozco ningn cielo.
El cndor dijo: Quieres ir? Yo me voy. Si no puedes caminar, te llevar sobre m. Vamos! imposible que te quedes! Yo te llevar sobre m...
Aunque en el corazn de la ardilla no haba tal aceptacin dijo: S, esprame. Dentro de poco ir contigo.
Cuando ya estaba lista para ir, el cndor se pos e hizo subir a la ardilla
sobre su lomo, llevndola por las quebradas.
Por las peas no puedo ir. Dijo la ardilla.
Una vez que llegaran a tales alturas, el cndor exclam: Ya estamos llegando, abrzate fuerte ta.
Al llegar a una inmensa quebrada, mucho ms temible que las anteriores, el
cndor, batiendo sus alas, arroj lejos de s a la infeliz ardilla que muri de
contado.
El cndor, ante el espectculo, prorrumpi en carcajadas, a la vez que, inclinndose repetidas veces, saboreaba su delicioso potaje, dejando una parte para los dos siguientes das (F. Jara, R.. Moya, 1987).
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De esta forma hizo parar al lobo sobre el muro, al frente de una roca. El conejo, sosteniendo bien la soga le dijo:
Tito, tira duro. Si es que no se rompe quiere decir que es buena.
El tonto del lobo, acostado con la soga envuelto en la cintura, tiraba de ella.
Mientras el lobo halaba la soga de totora, este se deshizo y se rompi.
Dicen que el conejo hizo rodar al lobo a la quebrada y lo mat. (L. Coloma, M.M.. Cotacachi, et. al., 1987)
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Una vez que lo encontr, airado, despedaz el nido y los huevos de la malvada, con las bolitas de lodo.
Al ver el ave tal destrozo se quej, gritando de esta manera:
Ayyyyyyyyyyyyyyy! Soy muy desgraciada. El escarabajito, siendo en todo inferior a m, me ha superado. Devulveme los hueeeeevoooos! (F. Jara, R. Moya, R., 1987).
Leyendas
Es una manifestacin narrativa de la literatura popular, fundamentalmente tradicional, cuyos elementos constitutivos primarios, personajes, lugares y hechos se determinan con precisin y entre los cuales, por lo menos uno, est directamente relacionado con la realidad histrica o geogrfica, pero a la vez enriquecido por la fantasa del pueblo (Ramrez, 1982).
Aqu los personajes, hechos y lugares entran en juego en las siguientes
alternativas:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
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Leyendas indgenas
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Se dice que en tiempos muy lejanos, junto al cerro hoy conocido con el
nombre de Cotacachi, haba una llanura que constitua una enorme hacienda. Se dice que tena vacas lecheras, cerdos, ovejas y toda clase de animales de los cuales se pudiera tener necesidad.
En medio de la hacienda haba un corral de ganado y en medio de ste una
pequea piedra que apenas asomaba sobre la tierra, y que con el paso de los
das iba creciendo cada vez ms.
El seor de las tierras not que haba adquirido un tamao considerable y
orden que la quitaran de all. Sin embargo, la piedra estaba ya tan enraizada que fue imposible desalojarla.
Los das pasaron y el tamao de la piedra segua en aumento y poco a poco
iba apoderndose del corral. Ante el asombro del seor, la piedra iba aumentando y aumentando de tamao, lo que le haca vivir en continua zozobra.
En los das y en las noches siguientes, la piedra continu creciendo, creciendo, impidiendo que el ganado continuara en el corral. El hacendado mirando todo esto prepar otro corral y tambin mud su casa, dejando crecer tranquilamente a la piedra.
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Walcha
Esta historia es antes de la masacre de Yaguarcoha realizada por los incas. Walcha es la hermosa hija del curaca Ampacui de los pastos y de
Chalpi. El curaca era un hombre recto y justo. Un da debi trasladarse a
Cuesaca, para solucionar un diferendo que haba entre dos familias enemigas, y se fue acompaado de su hija.
Cerca de este lugar, cerca del ri Cambi (agua torrentosa), en un vallecito,
viva Chuil, un hombre poderoso y extrao, al que nadie poda verlo. Al otro
lado del vallecito viva una vieja bruja llamada Caushe, que en coayquer significa agua estancada.
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La Princesa Sua
En Atacames se narra la leyenda de la Princesa Sua, hija del cacique del lugar, que se enamor de un espaol, el Capitn de Len. l tuvo que salir temporalmente del lugar y la princesa se qued esperndole, pero le lleg la noticia de que haba muerto en la batalla con los teaones, al mando del prncipe (cacique) Ton-Zupa, expretendiente de la princesa. Al enterarse de lo
acontecido, ella corri al pen donde sola encontrarse con el capitn para
contemplar el paisaje y se arroj al acantilado.
Despus de un tiempo, el capitn regres a la aldea donde fue informado
del suicidio de la princesa. Desesperado, tambin l decidi hacer lo mismo, fue al acantilado y se arroj. Desde entonces se conoce al lugar como
El Pen del Suicida (Leyenda de la provincia de Esmeraldas) (Laura Hidalgo, 1982).
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Oralidad secundaria
La poesa
Hay diferentes formas de referirse a la poesa inscrita en la oralidad. Algunos autores, como Carvhalo Neto, hablan de la poesa Folk mientras que otros,
como Ubidia, la llaman Poesa popular. En el Ecuador, ningn autor toma en
cuenta si se inscribe en la oralidad primaria o en la oralidad secundaria.
De acuerdo con Ubidia, en la poesa popular el yo particular del poeta no
existe. Su lenguaje es completamente socializado. Hay un yo colectivo que representa a la comunidad en la que se inscribe la obra. Los temas ataen a patrones establecidos; hay una manera establecida de expresar el amor, las advertencias, la burla, los desdenes, hay elementos mticos de antigua procedencia, sobreentendidos, colectivizados (Ubidia, 1982).
Si bien, en las coplas, a veces se hace referencias al autor, se trata de un individualismo festivo que, en ltima instancia, no es ningn individualismo porque, en el texto, no hay nada que d cuenta de una conciencia sola que hable desde el fondo de su soledad (Ubidia, 1982).
Histricamente vemos que, en la medida en la que se afianzan las relaciones
sociales de tipo capitalista, la poesa popular tiende a desaparecer, puesto que esta
se desarrolla a condicin de que exista una marcada cohesin social.
Los poetas del siglo de oro glosaban los estribillos de antao o componan
nuevos pero con frmulas viejas, de manera que lo tradicional y lo aadido no
se separaban. Pero ya antes, en los albores de la literatura, los juglares hacan lo
mismo, los largos versos de 16 slabas (de los clrigos) de los letrados los adaptaron a la poesa oral, dividindoles en dos versos de 8 slabas con rima alterna.
En el Ecuador, la primera coleccin de versos populares la hizo Juan Len
Mera, en su obra Los cantares del pueblo ecuatoriano (1892). Claro que, por
desgracia, en su coleccin rechaz lo que estaba en contra de sus parmetros y
corrigi los errores gramaticales. Las poesas fueron agrupadas por temas: religiosos, sentenciosos, morales, amatorios, tristes, etc. En las dcadas de 1950 y
1960, la poesa popular cobra gran inters. Se hicieron antologas y recopilaciones; las ms importantes fueron las de Daro Guevara y Justino Cornejo y de los
esposos Costales (ibdem). Isaac Barrera hizo una recopilacion de coplas populares en Ecuador en 1960 (Ortiz, 1982).
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caso, la falta de msica parece estar compensada por el aumento del ritmo y de
cadencia de los versos. De manera que esta excepcin parece confirmar la regla.
Generalmente son coplas que se cantan en diferentes ritmos: andareles, alabaos,
amorfinos, carnavales, zapateados, villancicos, chigualos, etc. La poesa popular
y la msica parecen hacer una sntesis, en la que se unen en forma indeleble.
En algunos casos la meloda fuerza a la poesa, como en las bombas del
Chota. A veces la meloda parece ser una suerte de gua significativa y reconocible de una especie potica determinada, como los jahuay, que con una meloda
pentatnica sostiene interminables melopeas (Ortiz, 1982). A veces, la misma
copla es cantada en ritmos diferentes (carnavales de Guaranda, chigualos de Manab, amorfinos del Guayas).
Su apego a una mtrica ms o menos estricto. Mientras en la poesa culta tiende a desaparecer la rima, en la poesa popular resulta imprescindible.
Esto parece atribuible a que responde a una exigencia musical y ldica, pero,
sobre todo, a una necesidad de facilitar la memorizacin. La rima y la cadencia aseguran la preservacin de las estrofas, de los versos, pero tambin de las
mismas pautas de composicin.
Es funcional. Mientras el arte elitista, considerado como culto es autocomprensivo y autosuficiente, se justifica a s mismo; el arte popular, y, dentro
de ste, la poesa popular, es funcional. Est al servicio de cierta celebracin,
fiesta, ritual o actividad. Las siembras, las cosechas, el nacimiento, el matrimonio, la muerte, etc., tienen sus cantos caractersticos.
Es tradicional. La poesa popular preserva la cultura y evoluciona con ella,
va admitiendo prstamos, adopta nuevos temas, etc, pero es un autntico patrimonio cultural (ibdem).
Pez considera que la poesa, en general, se caracteriza por cambiar el lenguaje comn, que es analtico, conceptual y general, por un lenguaje potico,
que es sinttico e individual, profundamente simblico y que esa simbologa corresponde a la cultura en la que se inscribe. Considera que la cultura es, ante todo, una urdimbre de significaciones, en la que est inserto el hombre.
Aunque este autor no establece la diferencia de la poesa elitista con la popular, en cuanto a la relacin que guarda con la cultura, parece sugerir que la
poesa popular, no solo que refleja sino que est ligada a la cultura, por lo que
sugiere que debera ser analizada desde una perspectiva tanto rnic como tic
(Pez, 1992).
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Las loas
Son alabanzas generalmente dedicadas a un santo. Tambin existen loas al
Nio Dios, en tiempo de Navidad. Los poetas se renen para cantarlos.
Las loas estn difundidas entre la poblacin afroecuatoriana, indgena y
mestiza. Entre las loas indgenas tenemos las que estn dedicadas al Coraza;
se las interpreta en las fiestas de San Luis. stas han sido registradas por Buitrn y Rubio Orbe.
Loas afroecuatorianas
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De su cerebro y corona
Se form la suma ciencia,
Fue tanta la providencia
Form la blanca paloma;
Y, hoy anduvo en persona
El mismo por el goyal. (Coba, 1980)
Las Dcimas
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El verso es octosilbico o romance se llama romance porque lo usaron los juglares. El romance se lo encuentra en Espaa desde el siglo XI, tanto en la poesa popular como en la culta. El verso octosilbico es propio del espaol, as como el alejandrino lo es del francs y el endecaslabo del italiano.
El octoslabo nace en el medioevo, se sigue desarrollando en el renacimiento
y en el barroco, hasta que entra en crisis en el romanticismo. Hoy se lo encuentra limitado a las redondillas, dcimas y romances. El cultivo de este verso en
la poesa negra esmeraldea se explica porque el castellano era la nica lengua
para comunicarse.
La Glosa, en este caso es el estribillo.
Estribillo viene del verbo latino estribo. Es el verso o estrofa temtico inicial e introductorio de una cancin o composicin potica que se repite o desenvuelve al final de cada estrofa.
La rima de la primera estrofa en las dcimas esmeraldeas puede ser la que
corresponde a una redondilla, es decir, es: abba, o a una cuarteta, es decir, abab,
o a una cuarteta sonantada, es decir, aaba. Vemos estos tres ejemplos:
Primero: abba
Voy a formar una historia
tratando de las mujeres
porque a ms de miles seres
han hecho perder la gloria.
Segundo: abab
No quiero tener amigos
el mejor chalo a arder
porque hoy da come conmigo
y maana me va a vender.
Tercero: aaba
Desde que sali la diabla
all en el puente de "Tres tablas
dej la maldita moda
del vestido minifalda.
La rima y la mtrica estn supeditadas a los usos dialectales, eso ocurre con
los pronombres. Veamos algunas expresiones:
Porque la composicin profunda se encierra en yo
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Tambin hacen cambios semnticos, con el propsito de obtener la armona sonido-sentido, para lo que se recurre a la creacin de palabras o de
construcciones sintcticas. Los esmeraldeos cambian los significados por
asociaciones sensoriales, estos cambios pueden tener asociacin visual. Por
ejemplo:
plan por superficie
Blindado por legalizado con sellos.
veamos:
Yo voy por el plan del agua
Traigo mi certificado,
Mi pasaporte blindado
Del mesmo gobernador.
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La funcin
Toda obra literaria, oral o escrita solo se realiza cuando es consumida por
un receptor, pues el propsito de su creacin es comunicar. Pero esta funcin va
cambiando con el tiempo.
Tres tiempos en la funcin de estos poemas
1.
2.
Un tiempo de funcin manipuladora. Al inicio de la colonia, los negros cumplan tareas serviles antes que agrcolas o mineras. La Iglesia estuvo comprometida con la institucin de la esclavitud, as como
ms tarde con la manumisin. Pero para ser liberado, uno de los requisitos que se exiga es haber abrazado la religin catlica. Por lo tanto,
la manipulacin tiene doble va, por un lado, los colonizadores tienen
inters en deculturarlos y, luego, asimilarlos a la cultura dominante.
Por otro lado, para los esclavos, adoptar la religin catlica es el pase
a la libertad, por eso, Hidalgo dice que la funcin tiene una tendencia
afirmativa. En esta etapa los cantadores solo memorizan lo que les ensean (Hidalgo, 1982).
Funcin progresiva. Esa funcin inicial se modifica y adquiere rasgos de comunicacin propios de una obra potica. La estructura de
estos poemas es asumida e interiorizada por los receptores y pasa a
ser el canal de expresin propia. Los receptores pueden codificar y
decodificar el mensaje una vez que se da la identificacin entre la visin del mundo del autor grupal que crea el mensaje y el que recibe.
Pero el crculo no se cierra sino que avanza en espiral con el impulso
que genera la identificacin comunicativa en los complejos niveles
vitales, estticos y sociales que encierra connotativamente la obra literaria. En ese momento la funcin se vuelve progresiva, es decir, en
impulsora de la estructura de la dcima desde el punto de vista artstico (ibdem). El grupo genera y consume. En esta etapa, si bien usan
la misma estructura, a nivel formal, cambia la temtica; pasan a contar sus propios problemas, alegras, angustias y tristezas. Tambin
cambia la materia misma de la expresin: el lenguaje, ahora se materializa segn sus propias normas del lenguaje. La mtrica y la rima se
supedita a la expresin dialectal y la entonacin del decimero tiene un
3.
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Clases de dcimas
Segn los decimeros esmeraldeos se clasifican en dcimas sencillas y dcimas de argumento y stas, a su vez, en dcimas a lo humano y a lo divino. En
resumen, la clasificacin sera:
1. Dcimas sencillas
A lo humano
A lo divino
2. Dcimas de argumento
A lo humano
A lo divino
La gualgura es un personaje en forma de polla negra que luego se transforma en hombre y que se aparece a los trasnochadores.
El bambero, es el espritu protector de los animales; no tiene forma definida y se aparece a los que lastiman a los animales y les dejan sufrir, cuando
les cazan.
El duende que se aparece a las jvenes de las que l se enamora.
La bruja que es mezcla de persona y animal, que tiene predileccin por los
recin nacidos, les chupa la sangre hasta que mueran.
93
El riviel, que es el alma de un hombre en pena que se aparece a los hombres que navegan en bongo o canoa pequeita, se presenta luminoso y con
destellos y les lleva a donde hay vientos y corrientes para hacerles naufragar. Para evitarlo, no se debe navegar solo.
94
Dcimas de argumento
Cuando las dcimas se convierten en un reto se llaman dcimas de argumento. Un informante dice que los poetas se desafan y lo hacen de acuerdo al
tema o argumento. En los desafos, del insulto pasan a las manos y pueden llegar a la muerte. En los desafos no es necesario terminar toda la dcima, el poeta se da por satisfecho si llega a decir una glosa y una o dos estrofas (Coba,
1980).
El argumento, segn un poeta, es un razonamiento cuya finalidad es convencer al poeta adversario. Aunque, ms bien parece que de lo que se trata es de
conseguir adhesiones de tipo personal, de demostrar sabidura sobre un tema especfico. Pueden ser a lo humano o a lo divino, sobre historia, geografa, sobre
amor, sobre la madre, etctera.
No solo las dcimas son argumentadas, tambin existen versos de otro tipo
que se los interpreta en distintas ocasiones. Cuando los poetas se renen en velorios, en chigualos o en fiestas familiares, echan versos argumentados entre dos
o ms poetas sobre diferentes temas. Algunos de ellos son muy hirientes. Veamos unos ejemplos:
Informante 1
T dices que ere cantor
con tu canto de aparato,
vamos a ver si dice
cuntos pelos tiene un gato.
Informante 2
Los pelos que tiene un gato
son ciento cuarenta y dos,
ahora me vas a decir
cuntos pelos tengo yo.
Informante 1
Informante 2
Informante 2
95
Informante 1:
Informante 1
En las dcimas de argumento no interesa tanto la coherencia de las preguntas ni la omisin de las respuestas sino la familiaridad que tiene el poeta
con el tema propuesto y el sometimiento de la expresin a las reglas de la verificacin. Un juez dirime si las preguntas estn bien planteadas y si las respuestas convencen o no. En los temas divinos hay dos caminos para la argumentacin, o la Biblia o la revelacin.
Siguiendo con el tema de las clasificaciones, Hidalgo, utilizando un enfoque gentico funcional divide a las dcimas por temas, en:
1.
2.
3.
4.
De la muerte
De las visiones
De la historia
De los comportamientos
5.
6.
7.
8.
A la mujer
Hiperblicas
Del informativo oral
De la propia intimidad
96
Dcimas de noticias
A los comportamientos
A la Tagua
Ejemplo 1:
Ejemplo 1:
La fortuna me buscaba
y yo la menospreciaba,
por creerme de las mujeres
hoy da me lo saca encara.
Pensalo bien Rafael
atend lo que te digo:
que no gast en mujeres
por que te trae perjuicio;
y el hombre que fuese bobo
y falta de conocimiento
gasta su plata en mujeres
y solo se queda al viento
y las malditas mujeres
siempre se quedan riendo...
Gobernador de Esmeralda
Presidente del Estado
causa la tagua mash
estn los bosque arruinaos.
Es el medio que han hallado
de poderse mantener
y esperamos de ust
en esto ponga reparo;
algunos se han ocupado
Yendo a las fincas ajenas,
Cortando buenas y malas
Ocasionando la ruina,
Pido que este mal no siga
Gobernador de Esmeralda...
Ejemplo 1:
No quiero tener amigos
el mejor chalo a arder
porque hoy da come conmigo
y maana me va a vender.
Ejemplo 2:
A la escoba de bruja
Ejemplo 3:
Ejemplo No. 4
Al banano
Al banano
97
98
Dcimas Histricas
(El fragmento tornado es para sealar como se cita, con precisin, los
nombres de los personajes implicados)
Ejemplo 1:
A la Guerra de Concha
Ejemplo 2:
Dcima de hiprbole
Ejemplo 2:
La Concha de Almeja
Yo me embarqu a navegar
en una concha de almeja
a rodar el mundo entero
a ver si hallaba coteja
desde Cristbal Coln
Sal con rumbo a Europa,
con una tripulacin
como de cien mil en popa.
con viento que a favor sopla
me atraves Casas Viejas
y muchas ciudades lejas
las visit en pocos das.
navegaba noche y da
en una concha de almeja
99
100
La lengua latina
Ejemplo
He venido hasta esta tierra
buscando con quin cantar
tal vez llegue algn poeta
con quin pueda argumentar.
pero que vayan sabiendo
y no les cause sorpresa,
que solo por castigar
Dcimas rememorativas
El radio
Qu grande el entendimiento
del hombre que invent el radio
que le ha dado distincin
al mundo civilizado...
Pero si estando encerrado
en cualquier aposento,
con la corriente del viento
canta diversas canciones
y alegra los corazones.
El hidroavin
101
El agua ardiente
La juatal (fatal) aguardiente
all en el brazo de Mira
dizque hacen un aguardiente
de manera tan juatal
que est matando a la gente...
Promocin de fuentes
de trabajo
Se ha regado la noticia
Afuera de este cantn,
Que hay un buen trabajo en Limones
En el duro`e contencin.
El dueo de un almacn
que venda a plazos:
Ya no andes a canalete,
no tengas ningn temor,
ndate donde Don Milo
y hblale por un motor.
un papel te hace firmar:
tres meses has de pagar
doy con esa condicin.
102
De la intimidad
La noche triste
Ejemplo 2:
Todo en contra te ha salido
en vez de acertar erraste.
ya te goz y te dej
aquel por quien me olvidaste.
Dios dijo a Adn: Donde ests?
Adn dijo: me he escondido
porque me encuentro desnudo
cierta vergenza he tenido.
y Dios dijo al caudillo:
quin dice que ests desnudo?
es verdad y te aseguro
que has tornado lo prohibido.
ingrato por tu pecado
todo en contra te ha salido.
Por qu del fruto has tornado,
Adn? Le pregunt Dios
Adn contest temblando:
Seor la mujer me dio.
Oh mujer ciega y atroz,
por qu del fruto has comido
y le has dado a tu marido
y contra tu Dios pecaste?
mas por hacerlo mejor,
en vez de acertar erraste.
"El demonio te enga
diciendo que saberas
Ejemplo 3:
Ejemplo 4:
103
104
Ejemplo 5:
Tengo un San Miguel arcngel
Y en el cielo tengo un ngel.
Tambin tengo un San Jos
Un Santo Antonio nacarado
Tengo una imagen, no s
Su rostro cmo se llama
Tengo su rostro severo
Estampado en mi memoria
(El subrayado es mo)
(Hidalgo, 1982).
Los Argumentos
A lo humano
Los cantos de presentacin de los autores son la hiperblica audotescripcin, y tienen el fin de desconcertar al contrincante. Veamos un fragmento de
uno de estos.
Ejemplo 1:
Yo me llamo Tito Livio,
yo fui quien form un volcn,
por mi madre soy Angulo
y por mi padre Estupin.
Yo soy la brava pantera,
yo soy el len temido,
soy el bravo cocodrilo
que vivo en estos retiros.
Soy tintorera del mar
pa atemorizar las naves.
Si no han sabido sabrn
que en el aire tengo un nido.
Cuando quiero argumentar
yo me llamo Tito Livio.
105
Entre los argumentos mencionan lugares recorridos inslitos como el cielo, el infierno, y el escenario supremo es el templo. Veamos esto:
Cuando cant en el infierno
se estremeci el firmamento.
Ejemplo 2:
Predico dentro`e la iglesia
como un Santo Papa en Roma...
En otros argumentos vapulean al rival
hasta humillarlo
Se me hace mi fantasa
cuando alguno me provoca,
yo le hago callar la boca
argumentando en porfa.
Empezar por el cero
que es un nmero factor,
en operacin mayor
que me disminuyas quiero.
Que te has mandado grosero,
que me provocas hoy da,
sabiendo que en poesa
se oye mi fama bastante.
106
Matemticas sabrs
si sos nmero estudiado,
que me sums por quebrado
y que tambin divids.
Si quers aprende ms
con reglamento y con nota.
Queda con la mente loca
El que conmigo se meta.
An cuando sea el ms poeta,
Yo le hago callar la boca.
A lo Divino:
107
Canciones
Como se ha dicho antes, solamente las dcimas y las loas seran poesas, en
el sentido estricto, porque no van acompaadas de msica. Las coplas, albaos,
chigualitos, andareles, etc, son canciones. Sin embargo, como la mayora de autores las incluyen dentro de la poesa, en este trabajo los expondremos para dar
una idea de su forma y contenido.
La copla
La copla vino de Espaa. Se introdujo en Amrica durante el perodo colonial (Ortiz, 1982) y ha ido enriquecindose a lo largo de la historia. La copla est relacionada con las fiestas de Navidad, pases del Nio, San Juan en Imbabura
y otras fiestas religiosas, as como tambin con el Carnaval (Ibdem). Su funcin
principal es la de estrechar vnculos en una poblacin o entre sectores sociales.
La copla est ligada a la msica. El espaol Francisco Rodrguez Marn, en
1882, las public bajo el ttulo de: Cantos Populares espaoles (ibdem). Los
cantores populares tanto en Espaa como en Ecuador, hacen sus interpretaciones
con el acompaamiento de la guitarra (ibdem).
Las coplas de carnaval, en el Ecuador, expresan claramente el sincretismo
de las culturas hispana e indgenas. El carnaval de Guaranda es conocido a nivel
nacional y, ms localmente, el de Azuay y el de Chimborazo. Para ubicarnos en
el contexto haremos una aproximacin al origen y significado de esta fiesta.
Se remonta a las fiestas de Saturno en Roma.
Entre el 17 y el 23 de diciembre, Roma se invada de desenfrenada alegra
porque estaba gobernada por Saturno. Durante la saturnalla no exista ninguna
diferencia social entre romanos, todos se sentan iguales, como hermanos. Se cerraban los tribunales, las escuelas, las tiendas. La gente se abandonaba a toda
clase de bromas. Todo era permitido en esos das. Los ricos acostumbraban a tener la mesa continuamente llena para quienquiera que se presente en su casa
(Pez, 1992).
108
109
El Carnaval
2.
llega el carnaval
msica, canto y baile
viandas y bebidas
elogio a la tierra
visita a parientes,
amigos y vecinos
los forasteros
se acaba el carnaval
el desfile
el carnaval en el campo
El amor
el amor
el galanteo
el conquistador
amor con inters
erotismo picante
aspectos negativos
del amor
el matrimonio
la terrible suegra
las mujeres
pero sigo siendo el rey
3.
Otros temas
la madre
la casa
el cura y las creencias
pesares
censuras
aforismos
chistes y humor
crtica econmica
crtica poltica
amor y cortejo
picarescas
picarescas sexuales
de la tierra
religiosas
loas de carnaval
110
El carnaval de Guaranda es quiz la principal fiesta de esta ciudad. Se celebra en la primera semana de marzo. En ella se cantan cientos de versos, acompaados de una msica entonada con hojas de capul, el tambor y la quena.
Se nombran priostes con un ao de anticipacin. Se prepara comidas propias de esta ocasin: fritada, hornado, mote, aj de cuy, sopas, chihuiles, papas,
carne de res, habas, mellocos, huevos, bebidas. Se utiliza disfraces de vaca
loca, curiquingas (pjaro de oro) adultos, perro, caballo, asnos, blancos, negros, yumbos y danzantes.
Es una fiesta preinca. Juegan con globos de jebe, talco y polvos de distinta
ndole, con lo que se pintan la cara. En Guaranda hay orquestas con violines y
guitarras que entonan la msica del carnaval. La msica mezcla la alegra y la
tristeza. Convoca a gente de todas las clases sociales. Durante tres das que dura
la fiesta todo el mundo se aprovisiona de animales, aves y granos para brindar a
la gente. Todo el mundo tiene derecho a entrar solo o acompaado a cualquier casa. Hombres y mujeres cantan los versos del carnaval, cantan en coro junto a una
casa y establecen competencia con otro grupo que est en una casa vecina.
Quiz la copla ms conocida es:
Al golpe del carnaval
Todo el mundo se levanta,
Especialmente sabiendo
La persona que lo canta
Que bonito es Carnaval.
Al ro me he de botar,
Hasta dar con lo profundo,
Hasta que el agua me diga
Que este es el pago del mundo
Los das de carnaval.
Chaimari gusto,
Chaimari gano,
Beberme un trago
Tarde y maana.
As se hace,
As se hace
El Carnaval.
A verte vengo,
Vengo por verte,
Trayendo flores
Para ofrecerte.
Chicha quiero,
Chicha quiero,
Trago no.
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La fiesta, en la ciudad, dura dos das (lunes y martes). Al tercero (mircoles) salen al campo a descansar. En cambio, en las comunidades, el Mircoles
de Ceniza es cuando empieza la fiesta; van a Guaranda, a caballo, con tambores y guitarras y, con los rostros pintados de blanco, recorren la ciudad cantando y tocando instrumentos musicales, invitando a que asistan al casero al que
pertenecen. En algunos lugares, como Vinchoa, Casipamba, Pircapamba, Shunguna, Chalata, la Loma del Cacique, se realiza el juego ritual del Gallo Compadre, que consiste en enterrarle al gallo hasta el cuello, para que una persona, que
est vendada los ojos, lo decapite. Aproximadamente hay diez gallos, con los
que se realiza el juego.
En Cacha en cambio se hace el entierro de Taita Carnaval. En este evento
se rene a algunos tontos-vivos, que son retardados y medio mudos pero enamoradizos. Estos van hasta una colina donde plantan una bandera. Rodeados de mucha gente esperan a Taita Carnaval hasta que ste llega.
Taita Carnaval llega vestido de varios colores, con polvo en la cara y gorro de payaso, con guitarra en la mano y botella en el cinto. La gente canta en
coro el carnaval. Luego empiezan a empujarle a Taita Carnaval. Le hacen rodar hasta que se queda quieto como muerto, luego lo tapan con tamo y lo queman; pero Taita Carnaval se ha escabullido mientras la gente se cubra los ojos.
Los deudos simulan llorar y cantan:
Ya se acaba el Carnaval,
muchachos a trabajar
en el ao venidero,
para tener que gastar
Adis, adis Carnaval.
En los das de carnaval los indgenas pueden visitar a los hacendados, llevando el camari (palabra quichua que significa regalo). Se anuncian:
Abre la puerta y ventana
Que venimos visitar
Trayndote esta maana
Camari para entregar.
Entran a la casa llevando envuelto en manteles blancos alimentos preparados: gallinas, papas, cuyes asados, huevos, quesos, frutas. Cuando le entregan
112
Mujeres
Mujeres
Hombres
Hombres
Mujeres
Atrasito de mi casa
ya te dije que no quiero
primerito el matrimonio
que sino me has de botar.
(Naranjo, 1987)
113
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Poltica
Viva el sol, viva la luna,
viva la flor de ibiln,
viva la mujer que tiene
la pasin del liberal.
Las pesetas esterlinas
ya perdieron su valor,
arriba el partido godo,
abajo el Libertador.
Ya vienen las balas,
djenlas venir,
que un hombre valiente
no teme morir.
Los muchachos de este tiempo
son como la naranjilla
en cada pueblo que pisan
andan dejando semilla.
Las coplas y las canciones
al pasar me van dentrando
ni con puya no me dentra
este rosario del diablo.
Coplas de carnaval de la
provincia de Bolvar
Crtica econmica
115
116
Crtica poltica
Picarescas
Al gobierno de Velasco
que era muy atolondrado
con tantas huelgas y paros
le volvieron alocado.
Por eso Cuba querida
por eso Fidel barbado
yo me he de jugar la vida
contra el yanqui acaudalado...
Por ah viene guarandeos
Fidel Castro redentor
con l seremos muy dueos
de esta patria el Ecuador.
Barbudito de mi vida
Fidel Castro el redentor
ven pronto a curar la herida
del pobre trabajador.
(Segundo Moreno, 1987)
Amor y cortejo
Picarescas sexuales
Amor imposible mo
por imposible te quiero (bis)
bien bonito el carnaval
porque el que ama el imposible (bis)
es amante verdadero (bis)
bien bonito el carnaval.
Suspirando me aniquilo
y lloro de mi infeliz suerte
cmo no he de llorar
teniendo ojos y no verte...
De la tierra
Loas al carnaval
Religiosas
El cantar el carnaval
No es fuerza ni obligacin (bis)
Pero haciendo el carnaval
Al estar con mis amigos
no me nace del corazn (bis)
Pero haciendo el carnaval.
(Segundo Moreno, 1987).
117
118
Desfile de Carnaval
El carnaval ha venido
a mi casa no ha llegado
ser porque no he tenido
puerco ni mote pelado.
Ya se asoma el carnaval
por el lado del Oriente
y en su mochila trae
chihuilitos y agua ardiente.
As diciendo vamos andando
tomando un trago de contrabando.
Baile de Cintas
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1
Ay de m, ay de vos
en una crcel los dos
comidos o no comidos
pero juntos los dos.
2
Alhaja mi cariito
metido en el asador;
si no fueras caspisique
tuvieras otro sabor.
3
Ahora noms estoy aqu
maana dnde estar;
recordando tus caricias
del camino volver.
4
A un amigo llev
donde aquella que yo amaba;
y le llev tantas veces
que despus l me elevaba.
5
Acbame de matar
brrame de tu memoria
y vos eso no tendrs
penas, rastro ni gloria.
6
Cuatro, cinco corazones
te diera si yo tuviera
como solo tengo uno
dispne como t quieras.
7
De la pea vierte el agua
del agua nace un pescado;
de la boca de mi negra
un jazmn bien dibujado.
8
Dizque le gustan
las buenas mozas;
y que en amores
no anda con cosas.
9
El anillo que me diste
fue de coco y se rompi;
el amor que me tuviste
duro poco y se acab.
10
Ingrata toma el pual
despedzalo a este pecho;
y en la sangre lo vers
las acciones que me has hecho.
11
Locro de papas
con queso es bueno
no te hars dueo
de amor ajeno.
12
A la vida de mi vida
muerta la quisiera ver;
velando sobre una mesa
y no en ajeno poder.
120
13
El espino se arrepiente
de haber nacido en el campo
as me arrepiento yo
de haberte querido tanto.
14
Me enamor de una negra
y con ella me cas;
pues dentro del cuerpo negro
un alma blanca encontr.
(Pez, 1992)
1
Anoche me confes
con el cura Juan Jos;
de penitencia me puso
que duerma con su merc.
2.
Alhaja guambra
de Pelileo
si no te cuidas
yo te pateo.
3
Dos flores perdiste loca
ambas en edades tiernas
una por abrir la boca
otra por abrir las piernas.
4
Alhaja guambra
de Catequilla;
tendrs cuidado
la rabadilla.
5
La cosa de la mujer
pesa tres libras, cuatro onzas;
las tengo muy bien medidas
en el kilo de mis bolsas.
6
Mi mujer es chiquita
azote de este verano;
pero tiene una cosita
que no le cabe en la mano.
7
Ojal que te murieras
que te coman los gusanos;
para que no quieres dar
el molde de hacer cristianos.
8
Todas las mujeres tienen
en el ombligo una taza;
y ms abajito tienen
la barbas de Galo Plaza.
9
Quisiera ser zapatito
de ese tu pulido pie;
para ver de vez en cuando
lo que tu zapato no ve.
10
Las mujeres de este tiempo
son como bolas de acero;
se les rasca la barriga
y se les rompe... el sombrero.
(Pez, 1992)
Picarescas
Insultantes
1.
Qutate de mi delante
cara de huevo sin sal;
si vieras que te aborrezco
como al pecado mortal.
2.
Pobre chagra mal nacido
cara de gato sin dueo;
que a las doce de la noche
vienes a quitar el sueo.
3
Hombre feo, mentiroso,
te haces el disimulado;
te haces el que no me quieres
cuando por m has llorado.
4
En media calle encontr
una sbana tendida;
yo pens que era un marrano
y haba sido esta bandida.
5
Las mujeres y los gatos
tienen igual condicin.
Aunque les den de comer
siempre cazan su ratn.
6
La mujer cuando es soltera
se peina todos los das;
pero cuando ya se casa
se peina cada ocho das.
7
Las solteras son de oro
las casadas son de plata;
las viuditas son de cobre
las viejas de hojalata.
8
Menate, menate,
matita de aj,
as se menean
las de por aqu.
9
Fiera, muda, carishina
amiga de los varones,
he de avisar a tu mama
a que te ponga calzones.
10
La mujer alta y garbosa
es la que me gusta a m;
la que es omota parece
figura de Pujil.
11
Todas las mujeres son
parientes del gallinazo;
despus de comer la carne
del hueso ya no hacen caso.
12
Una blanca vale un peso
las morenas, cuatro reales;
una chica pan con queso
negra: dos tamales.
121
122
13
El sapo y la lagartija
se fueron a caminar;
la lagartija montada
y sapo pendejo a pie.
14
Si Jesucristo muri
por tres clavos solamente;
porqu no muere tu naa
que le clava tanta gente.
15
Las muchachas de este tiempo
son como la garrapata,
que se apegan donde el hombre
para sacarle la plata.
(Mera, Aput Ortiz, 1982)
Matrimonio
1
Csate, casamentero
casado te quiero ver,
cuando me veas soltero
envidia me has de tener.
2
Si tu marido es celoso
dale de comer mazamorra;
y si te sigue celando
sguele mazamorreando.
3
Desde que yo estoy casado
parezco burro de flete;
Hay qu fardo tan pesado!
Qu bien hecho por zoquete!
(Daro Guevara,
Apud Ortiz, 1982)
Parentesco
1
Al borracho de mi hermano
le voy a desheredar,
si quiere tener dinero
que se vaya a trabajar.
2
Ay yernito de mi vida
patitas de mirlo tierno,
hasta cundo te ver
revolcando en los infiernos.
3
A la vieja de mi suegra
pan con queso le voy dando
que a la chulla hija que tiene
me la mande regalando.
4
Yo te quise querer
pero tu mama no deja,
en qu no se meter
la vieja cara de oveja.
5
Anoche me fui a tu puerta
Pazs-pazs como un gato;
Sali tu mama y me dijo:
entr feo mojigato.
6
Anoche me fui a tu puerta
por encima del tejado;
sali tu mama y me dijo:
Este es el gato cebado.
7
Atracito de mi casa
tengo una puerca preada;
cada vez que salgo y veo:
parecida a mi cuada.
8
A m no me dentran balas,
ni aunque me las tiren bajas;
soy gallo que con el pico
Mata al que lleva navaja
(Paulo Carvalho Neto,
Apud Ortiz, 1982).
9
Canta, canta guiracchuro.
encima de la soleta;
yo tambin quiero cantar
encima de una soltera.
10
Canta, canta guiracchuro
encima del capul;
tras de un tiempo viene otro
chaica, tucui rungami.
11
Si el corazn de la pulga
se pudiera sazonar
sacara almuerzo y merienda
sobrando para cenar.
12
El poltico del pueblo
se parece al gaviln;
cuando mira a las pollitas
les clava el pico y se van.
(Daro Guevara,
Apud Ortiz, 1982).
123
124
La mapaseora
Sobre el amor
Esta es la mapaseora
la que se santificaba
de noche durmi conmigo,
la maana comulgaba.
A las doce de la noche
un enredo sucedi
y al cabo de nueve meses
el enredo revent.
El cura de la parroquia
el enredo bautiz
ella, la mapaseora
perdonada se qued.
(Lpez, Aput Narajo, 1988)
Sobre virtudes
125
La Bomba
Es una expresin artstica propia del valle del Chota, que est en la provincia serrana de Imbabura. Son canciones interpretadas por dos vocalistas, acompaados por tres instrumentos musicales: guitarra, guaz y raspa.
La bomba est ligada a la danza. En ella, la mujer revolotea alrededor del
hombre en son de conquista. Lleva una botella en la cabeza y le da caderazos a su
compaero de baile, hasta que lo arroja al suelo, sin que a ella se le caiga la botella. Es una mezcla de las tres culturas: afroecuatoriana, indgena y espaola.
Para comprender esta expresin, es pertinente caracterizar a la poblacin
que la cre, a partir de su historia, por lo que haremos una aproximacin a la
misma.
Con el nombre de Coangue se conoca, en el tiempo de la conquista y hasta mediados del perodo colonial, a los valles del Chota y Salinas. Se lo identificaba como el valle de la muerte o el valle sangriento, debido a que era una zona paldica. Pese a estas condiciones, los colonizadores llevaron a centenares de
indgenas de tierras fras, en calidad de mitayos y all perdieron sus vidas por lo
que fueron remplazados por esclavos (Coba, 1980).
Los jesuitas llegaron a la Audiencia de Quito en 1575. Para 1630 ya tenan
algunas propiedades en el Chota. En 1659 tenan 122 esclavos: 31 hombres, 32
mujeres y 59 nios. Para 1767, cuando fueron expulsados de Amrica, tenan 10
haciendas y 1700 esclavos en el Chota.
A ms del Chota, los esclavos estaban en el valle de Catamayo, en los campos mineros de Zaruma y en las plantaciones de la Costa. Segn Gonzlez Surez, en el siglo XVIII haba un nmero considerable de esclavos. En Quito y
Guayaquil, estaban destinados al servicio domstico pero la mayora se encontraba en los valles ardientes de la Sierra y en la Costa, trabajando en las haciendas, fundamentalmente, en los trapiches.
Los esclavos que estaban destinados a las minas se les llamaba piezas de
minas, a los que estaban destinados a las tareas agrcolas y al trapiche se les llamaba piezas de roza.
Ante los excesos de maltrato a los esclavos, en 1789 se expidi una Cdula Real, encaminada a mejorar la calidad de vida de los esclavos, en educacin,
vestuario, ocupacin, diversiones, habitacin, salud, imposicin de castigos,
126
abusos de mayordomos, situacin de viejos y enfermos. En realidad, solo exhortaba a los dueos y mayordomos en contra de los abusos, castigos, multas, mutilaciones y muerte. Pese a tales disposiciones los maltratos se siguieron practicando, de all que se suscitaron suicidios, infanticidios, rebeliones y fugas pero,
sobre todo, desarrollaron una resistencia pasiva diaria que se expresaba en: sabotajes, robo, irona, burlas de quienes atentaban contra su derecho a la vida. Los
negros fugitivos se llamaban cimarrones. Vivan en las montaas y salteaban los
caminos.
Los negros en el Chota estaban trabajando en haciendas caicultoras, en
la produccin de azcar, panela y aguardiente destinadas al mercado. Ellos desarrollaron una expresin potico musical conocida como bomba.
Mete caa al trapiche
Estrofa
A la culebra verde,
cholita no le hagas caso
mete caa al trapiche
saca caa bagazo.
Estrofa
Anoche yo fui por verte
por el hueco del tejado,
sali tu mama y me dijo:
por la puerta condenado!
Estribillo
Meniate, meniate,
yo te dar un medio;
ele ya me menio
quierde pes el medio.
Estribillo
Meniate, meniate,
yo te dar un medio;
ele ya me meni
quierde pes el medio.8
Ya me voy al Oriente
Estrofa:
Yo no quisiera bailar
con esas mujeres
porque cuando siempre bailo
son muy fulera`.
8
Estribillo
Ya me voy, yo ya me voy,
yo me voy para el Juncal
del Juncal yo ya me voy
al Oriente a camellar.
El medio real era el circulante monetario de la poca colonial. Para Coba, cuando dice meniate
meniate, parece aludir, antes que a la danza a los favores sexuales que tena que hacer una
negra, favores que no eran recompensados por lo que se haba prometido, por lo que ella reclama: dnde est el medio (Coba, 1980).
Estrofa
Maana cuando me vaya
recordars,
solo mi corderito
se quedar.
Ejemplo 3:
Banda de Peaherrera
La banda de Peaherrera
es la mejor de la comarca (bis)
porque ha ganado en concursos
en todito el Imbabura
en todito el Imbabura
Ay! En todito el Imbabura.
Meniate, meniate
matita de aj (bis):
ele ya me meni
quierde pes el medio (bis).
Los negros de Mompobamba
son valientes y aguerridos (bis),
a los de Apuela les dicen
que no saben ni pararse (bis).
Ejemplo 4:
Atracito de mi casa
tengo un pozo de agua clara
donde me lavo la cara
y t te lavas el culo.
La naranja para lisa,
el limn para espinoso,
mi corazn para firme
y el tuyo para espinoso.
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Chigualo
Significa, cantar. Se dice: hacer chigualos o participar en ellos. Son cantos
afroecuatorianos dedicados a un nio. Se los canta en Navidad y, entonces, son
equivalentes a los villancicos, o en un velorio de un nio. Segn Acosta Sols,
en este ltimo caso se canta y baila por nueve das, al son de marimba, cununo,
guaz y maracas.
Chigualo del entierro de un nio
Nio lindo, Nio Dios,
Nio para dnde vas (bis).
Nio si te vas al cielo
no me vayas a dejar (bis).
De la rama a la flor
No me vayas a dejar (bis).
De la flor naci Mara
no me vayas a dejar (bis).
Dnde est la matetita?
no me vayas a dejar (bis).
Dnde est que no le veo?
no me vayas a dejar (bis).
Yo quiero cant con ella
no me vayas a dejar (bis)
Se qued, por lo que veo
no me vayas a dejar (bis).
Doctor
se me muere mi hijo
dele leche y mime (bis).
Doctor
me est agravando
sgale dando (bis).
Doctor
se me muri,
prele la mano
no le d ms (bis).
Doctor
se me muere mi hijo
dele leche y mime (bis).
Doctor
me est agravando
sgale dando (bis).
Doctor
pseme la cuenta.
cinco cincuenta.
Bota tu cuerpito al agua,
cinco cincuenta.
La campeona de los ros,
cinco cincuenta.
Para la Santa Mara
cinco cincuenta.
Abrme el entendimiento
cinco cincuenta.
Para poder yo pedir
cinco cincuenta.
Al Divino Sacramento
cinco cincuenta.
Para redimir al hombre
cinco cincuenta.
Y lbrame del pecado
cinco cincuenta.
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Doctor,
Psame la cuenta,
cinco cincuenta (bis).
(Coba, 1980)
El arrullo
Pertenece al cancionero afroesmeraldeo. Es un canto dulce que sirve para enamorar, se lo ofrece en serenata.
Ahora que nos iremos
con esta luna tan clara,
aurora a la media noche,
aurora a la madrugada.
Dios te salve gran Seora
salve dolorosa Madre,
salve emperatriz del cielo,
hija del eterno Padre.
Andarele
Pertenece al cancionero afroesmeraldeo y es de tipo festivo Los instrumentos que lo acompaan son la marimba, las maracas, el cununo y el guaz.
Los intrpretes son un solista y un coro.
La ola
El pauelo y el sombrero
se le ha mojao,
las olas se le han mojao (bis)
las ola`.
Las ollas de Mara
se le ha mojao,
las olas se le han mojao (bis)
las ola`.
El saco de San Jos
se le ha mojao,
las olas se le han mojao (bis)
las ola`.
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Adivinanzas en verso
Si bien, ni las adivinanzas ni los juegos infantiles son poesas, hay algunas de estas expresiones que tienen la forma de verso. Las siguientes se las encontr en la provincia de Tungurahua.
Sin m no viven las plantas
sin m no pueden crecer
sin m ninguno se lava
sin m te mueres de sed.
Respuesta: El agua
Sin tener alas yo vuelo
tengo cola y no soy ave
y como bien lo sabes
sin viento me vengo al suelo.
Respuesta: La cometa
Aserrn, aserrn
los maderos de San Juan,
piden pan
no les dan,
piden queso
les dan hueso,
piden raspadura
les dan piedra dura,
piden alfeique
le botan la cabeza.
En lo alto vive
en lo alto mora
en lo alto teje
la tejedora.
Respuesta: La araa.
(Naranjo, Tung.)
De ofensa
Coco pelado
quin te pel
solo las orejas
te dej.
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El Cuento
Es una composicin que pone en escena a seres imaginarios, que efectan
acciones imaginarias, en lugares imaginarios (Ubidia, 1983).
Segn Propp, los cuentos populares, en sus orgenes, fueron mitos que se
fueron difundiendo a lugares y culturas distantes y, al hacerlo, perdieron la conexin con lugares, personajes, acciones y, en general, con el mundo concreto. Por
lo tanto, perdieron su funcin original para adquirir una nueva: la de entretener.
Su desarraigo explica porque en estos relatos se usan frmulas como: Haba una vez, o En un lugar muy lejano. Es que las concreciones no interesan, ya
que el cuento es un puro ejercicio de la ficcin.
En el Ecuador vamos a ver que los cuentos reflejan la idiosincrasia de los distintos pueblos en particular. Por ejemplo, los cuentos recogidos en Esmeraldas tratan por lo general sobre la inteligencia y la astucia; exaltan el valor de estas caractersticas. En los cuentos sobre el tigre y el conejo siempre triunfa la astucia del
conejo. Hay otros sobre la vieja y los caminantes, la vieja y los ladrones; sobre los
curas que se acuestan con la mujer de un vecino; sobre el hijo del hacendado que
resulta ser tonto o vago. El comn denominador de todos es que siempre triunfa la
inteligencia.
Cuentos de Esmeraldas
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El cura y el sacristn
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por ms que le repite varias veces. El cura le pregunta si es sordo y el sacristn le responde que no se oye nada en un sentido: de ac para all, entonces el cura se cambia de lugar con el sacristn y este ltimo le pregunta
sobre el robo de su mujer, a lo que el cura responde que ha sido verdad que
en ese sentido no se escucha nada (Argentina Chiriboga 1995).
La Reina Mora
Haba una vez un par de reyes que eran muy felices. Una vez el rey se fue
a la guerra. La reina siempre sala al balcn para ver si regresaba. Por all
pasaba una negra, que era una bruja.
Un da, la negra le dijo a la reina que se agachara y, al hacerlo, la negra le
clav un alfiler en la cabeza y la reina se convirti en lora. La negra se puso el vestido y la corona de la reina y se puso a esperar al rey. Los sirvientes estaban asombrados, no saban que haba sucedido con su reina.
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Leyendas
En las leyendas de la oralidad secundaria vamos a notar la influencia de la
cultura hispana, pueden ser rurales o urbanas. Entre estas ltimas son muy conocidas las del Padre Almeida en Quito, as como la de Cantua y la construccin
del templo de San Francisco en la misma ciudad.
En la provincia del Carchi hay leyendas sobre las luchas de la Independencia. En una de ellas que se mezcla la historia de los que defendan la Corona y
los que se oponan, y se habla de un milagro de una Virgen de la Caridad a un
soldado por haberle ofrendado una esperma encendida. Hay otras sobre las luchas entre liberales y conservadores; sobre santos.
Muchas de las leyendas ecuatorianas tienen origen en las culturas indgenas que perviven tanto en estas poblaciones como en las mestizas.
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Huscar y Atahualpa
Se dice que en la lucha entre Huscar y Atahualpa y sus correspondientes huestes, se hizo un juego que consista en cargar una pelota de un quinal y una lanza de hierro que serva para lanzar la pelota. Que Atahualpa
le dijo a Huscar: Lancita, lanzota, te caers en la panza de Mara Carranza. Que al or esto, Huscar prefiri cederle la nacin porque Mara Carranza era su esposa y no quera que muera. (Martnez, et. Al, 1982)
El guagua negro
Es un relato del enamoramiento de una hija de un conservador con un liberal, en la poca de las luchas ms encarnizadas de estos partidos. Segn el
relato, los dos jvenes engendran un hijo. Despus de huir juntos, la gente
les arrastra y no se sabe si finalmente murieron o huyeron pero dieron origen al guagua negro, que llevaba como su padre un sombrero de lana, adornado con una cinta roja y alpargatas ceidas por lanas azules de gran tamao. En su mano derecha llevaba un fuete con el que castigaba a las personas que parecan de buen corazn, pero cuyas sus acciones eran negras, como las sombras que cubren el nudo de Boliche. (Leyenda de la provincia
del Carchi) (J. Mafla, 1995)
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La Moledora
En Quinyul, un poblado del Noroccidente del Carchi, que actualmente lucha por sobrevivir, haba sido, en el pasado, uno de los centros poblacionales de los pastos, y haba cobrado importancia por su cercana a Chical, un
lugar donde haba minas y lavaderos de oro.
Quinyul se destruye por el deslave de una de sus lomas cercanas, que le deja
sepultado.
algunos indgenas, seguramente enemigos de los del lugar, especialmente los Colorados de Esmeraldas vinieron a estos territorios y prendieron
fuego a las ruinas (Los Colorados son de la provincia de Pichincha, debe
decir los Cayapas, que estn ubicados en Esmeraldas y Carchi).
Los pobladores lograron tomar preso a uno de los indios y lo llevaron a
Mayasquer. Al pasar por el punto que ms tarde se denomin la Moledora,
la bruja de la zona cogi al indio y le moli; le hizo polvo y, desde esa altura, bot sus cenizas a la laguna de Unthal. Cuenta la leyenda que, desde
ese entonces, nubes de mosquitos aparecen por el lugar y causan enfermedades; que la piedra en donde fue sacrificado el indio todava existe y que,
al pasar por la Moledora, la vieja se come el corazn del ms cobarde que
va en la caravana (J. Mafla, 1995).
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El ngel Bello
Se dice que haba un hombre que tena varios hijos, que cada vez que naca
uno acuda a las personas ms ricas del lugar, para ver si le ayudaban en algo, y as poder subsistir. Sin embargo, nunca consegua nada. Cuando naci
su ltimo hijo decidi hacerle padrino al diablo. ste le anticip que a los 18
aos tena que irse con l y que deba ir bien vestido, con la mejor mula y la
cobertera de libros, que cuando vaya al infierno deje la cobertera en la playa. Dicho esto, le dio un atado de billetes y le dijo que vaya a hacer los preparativos para el nacimiento. Cuando lleg a casa, la esposa le pregunt de
dnde sac el dinero, pero l no le cont lo sucedido.
Despus de que naci el nio, lo bautizaron; el diablo con su valenta no revent. Luego, el diablo le dio a su compadre unas semillas y le dijo que vaya a regar a la playa y que haga doce corrales; le advirti que no se levante
en la noche al escuchar el ruido que haran los animales; que todos iban a
llorar, menos los burros ni los puercos.
Efectivamente, as sucedi. La esposa le dijo que vaya a ver por qu se desesperaban los animales, pero l la tranquiliz. Al siguiente da cuando despertaron, se encontraron con una gran hacienda. Los corrales estaban llenos
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etc. Pero ngel Bello dijo que solo quera las cenizas del infierno y las sac utilizando sus orejas, sus ojos y los huecos de su nariz.
Tal como le haba aconsejado el anciano, ngel Bello sali del infierno sacudindose las cenizas. Como stas haban sido las almas que estaban en el
infierno, se convirtieron en palomas.
Recogi el cobertor de sus libros de donde lo haba dejado y regres a su
casa. Sus padres an vivan, por lo que salieron a recibir pero, para entonces, ngel Bello ya era un anciano. Al presentarse ante ellos les dijo que
era ngel Bello y, en ese instante, cay muerto. Cuando le velaron se presentaron todas las palomas que l haba sacado del infierno y dijeron: Por
la caridad que tuvo ngel Bello, merece estar con nosotros en el reino de
los cielos. Lo cogieron y levantaron el vuelo, con el cuerpo y el alma de
ngel Bello (Juan Martnez, Azuay 1982).
146
6. Recomendaciones
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7. Polticas culturales y
la vigorizacin del
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patrimonio cultural
del pas
a recuperacin y revalorizacin del arte oral debe inscribirse en el marco de la defensa del derecho a la identidad. Para esto se requiere de la
creacin de una poltica cultural correcta, la misma que debe plantearse
como propsitos:
1.
2.
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propsito es preciso que sean manejados con pertinencia, esto es, usando los mtodos que correspondan a su naturaleza.
Sin negar la importancia que tiene la literatura universal, es increble que
los ecuatorianos sepamos tanto sobre mitologa griega, y nada sobre la mitologa de los pueblos indgenas del Ecuador.
Ahora bien, para llegar al punto de la enseanza del arte oral ecuatoriano,
debera pasarse por la produccin de la bibliografa especfica, en versiones adecuadas para el pblico al que est dirigido. La bibliografa sobre el arte oral no
ha sido pensada para llegar a los nios, ni a los jvenes. Faltan trabajos de sntesis y no existen textos sobre la materia, por lo que es preciso producirlos.
La poltica cultural debe ir
acompaada de una poltica educativa, y las dos deben pensarse y
ejecutarse armnicamente. Debe
haber una voluntad poltica de largo aliento para producir cambios
visibles en la sociedad.
En el Ecuador, el trabajo con
el arte oral ms bien se ha reducido a su recopilacin. Han sido
muy escasos los trabajos de interpretacin. Si bien es importante la tarea de la recuperacin, este material debera ser considerado como la materia prima de elaboraciones que den cuenta de
las caractersticas identitarias de los pueblos a los que pertenecen, de lo contrario, son descontextualizados, desnaturalizados y empobrecidos, lo cual no solo
que es injusto sino que, desde el punto de vista poltico, no contribuye a establecer relaciones de interculturalidad.
El respeto a la diferencia no solo debe ser enunciado sino entendido y
asumido. No puede quedarse en la simple constatacin de su existencia, sino que
debe ser comprendida como una disputa por espacios de poder, debe pasar del
reconocimiento de un hecho social a una propuesta poltica, en bsqueda de una
sociedad ms equitativa.
153
en peligro de extincin
154
155
9. Bibliografa
156
Jensen, A. E,
1975 Mito y culto entre los pueblos primitivos, Mxico, Fondo de Cultura Econmica.
Hidalgo Alzamora, Laura,
1982 Dcimas esmeraldeas, recopilacin y anlisis socioliterario, Quito,
Banco Central del Ecuador.
Martnez, Juan (Coord), Eximan, Harald, Mora Luca, Vega, Carmen,
1982 Cultura Popular en el Ecuador, Tomo I, Azuay, Centro Interamericano de
Artesanas y Artes Populares, CIDAP.
Mitlewski, Berd,
1997 Heterologa de la tradicin oral,en pp 173 -737, El mito en los pueblos
indios de Amrica, Quito, Abya yala.
Moya, Alba,
1999 Atlas mitolgico de los pueblos indgenas del Ecuador, Quito, Proyecto
FBE, GTZ.
Moya, Ruth, yMoya Alba.
2004 Las Derivas de la Interculturalidad, Quito, CAFOLIS.
Moreno, Segundo,
1987 La cultura Popular en el Ecuado, Bolvar, Tomo III, CIDAP.(s.e.).
Muratorio, Blanca,
1987 Abya Rucuyaya Alonso y la Historia Social y econmica del Alto Napo.
1850 -1950, Quito, Abya-Yala.
Naranjo, Marcelo, y Carrasco, Hernn, Vaca Roco.
1988. La Cultura Popular en el Ecuador, Imbabura, Tomo V, IADAP.(s.e.).
Naranjo, Marcelo,
1983. Cultura Popular en el Ecuador, Cotopaxi, Tomo II, Quito CIADAP.
Ong, Walter J.,
1996 Oralidad y escritura. Tecnologias de la palabra, Mxico, Fondo de Cultura Econmica.
Ortiz, Patricio, y Vasquez, Luis,
s.f. Traduccin oral del cantn Tulcn, Tulcn, Gobierno Municipal del Catn Tulcn.
157
10. Anexos
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Anexo 1
Instituciones que gestionan el arte oral
1. ONORCAC y dentro de ella, la Unidad Hambi Mascari, est recuperando la
historia oral. Cotacachi, provincia de Imbabura.
Responsables Magdalena Fueres, Nicols Gmez, Carlos Guitarra.
Telf. (062) 916012
(062) 915977
2. La Direccin Huaorani, de la DINEIB; Direccin Nacional de Educacin Intercultural Bilinge, Puyo, provincia de Pastaza.
Recogen mitos del pueblo Huaorani.
Telf. (032) 887084
(032) 886835
3. Ayuda en Accin. Trabaja en las tres regiones geogrficas del Ecuador
en la revalorizacin cultural. En el marco de la construccin de ciudadana se proponen fortalecer la identidad cultural, a travs de la recuperacin de mitos, leyendas, cantos, poesa, msica, danza y teatralizacin.
Trabajan con las organizaciones de base. Cada ao realizan un encuentro intercultural en el que se encuentran pueblos indgenas, afroecuatorianos y mestizos.
Han producido dos vdeos sobre los mencionados eventos, bajo el ttulo de Canta cuentos. No son comercializables.
Manuel Guzmn No. 30-170
Telefax 2452440, 2225058, 2505268
160
Casilla 17-05-769
Quito.
Anexo 2
La Direccin de los Zpara, ONZAE, tiene dos DVD, publicados por UNESCO:
- Kuatupama Zpara, palabra zpara.
Palabra Mica 2. Relatos tradicionales de los pueblos zpara, quichua, puruh
y chachi del Ecuador.
Puyo, provincia de Pastaza.
Telf. 03886505
zapara@andinanet.net