El Famoso Número Tres PDF
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EL FAMOSO NMERO TRES
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Desarrollo profesional en alfabetizacin inicial
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Material de trabajo especialmente desarrollado por Mara del Pilar Gaspar,
para el proyecto Desarrollo profesional en alfabetizacin inicial, Coord. Silvia M. Gonzlez, rea Lengua, DNGE, Ministerio de
Educacin de la Nacin diciembre 2009
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Bruno Bettelheim, (1984) Psicoanlisis de los cuentos de hadas, Grijalbo, Barcelona, pg.
101.
2
siempre, el primer deseo sale mal o tiene consecuencias nefastas para el personaje (Ramn,
por ejemplo, despus de expresar su deseo de volar y una vez concedido ste, se encuentra
con que, al igual que las palomas, est a punto de poner un huevo). El segundo deseo,
entonces, viene a reparar la situacin provocada en el primero; y el tercero, en ocasiones, se
usa para desembarazarse del genial personaje que, hasta ese momento, slo haba aparecido
para favorecer al protagonista.
Tambin, pueden mantenerse pequeas conversaciones para comparar las caractersticas del
personaje que concede los deseos (a veces, ofrece sus dones con agradecimiento y humildad;
otras, se presenta de manera arrogante y como alguien que, literalmente, ha venido a hacer
un favor) as como tambin la relacin que entabla con el protagonista de la historia (que
puede admirarlo y necesitar su ayuda o ni siquiera soportarlo, sin saber cmo hacer para
sacrselo de encima).
De igual manera que sucede con otros temas, es una excelente oportunidad para explorar el
vocabulario convocado en estas historias (deseo, don, favor / cumplir, realizar /
dar, otorgar, conceder, etc.) as como para rastrear la presencia del nmero 3 en
letras de canciones (Tres pelos tiene mi barba), las rondas infantiles y otros textos
vinculados al juego (A la una, a las dos y a las tres).
En el caso de las historias que presentan a tres hermanos, tambin hay situaciones narrativas
que se reiteran: todos se ven sujetos a superar una prueba similar (por lo general propuesta
por el padre, o bien desencadenada a partir de su muerte), dos de ellos siempre fracasan y es
el tercero el que viene a sortear el obstculo presentado y repara la situacin inicial.
Tambin en estos casos es posible notar la presentacin de una serie de oportunidades
necesarias para resolver una situacin, de las cuales siempre: la tercera es la vencida.
En El gato con botas, por ejemplo, recopilado por Charles Perrault y del que circulan
varias versiones, a la muerte del padre, los tres hermanos se renen para distribuir entre
ellos la herencia; el menor, a quien slo le ha dejado un gato, es el que se ver
recompensado ms adelante, gracias a esa herencia. En La mesa, el burro y el bastn, la
situacin inicial es diferente: los tres hermanos son expulsados de la casa paterna; cada uno
aprende un oficio y obtiene un bien a cambio (el mayor, la mesa; el segundo, el burro; el
tercero, el bastn), pero si bien los dos primeros hermanos resultan engaados, el tercero es
quien repara el dao y devela a su padre cmo han sucedido exactamente las cosas.
Este fragmento fue escrito por Fernanda Cano, en: Gaspar, M. P. y S. Gonzlez (coords.)
(2006) Cuaderno para el aula. Lengua 2. Ministerio de Educacin de la Nacin. (pp. 72 75)
Seguramente luego de leer este fragmento, nos vienen a la mente algunos de los relatos
mencionados u otros, pues, efectivamente, buena parte de la literatura popular o de la literatura
infantil contempornea juega con este nmero. En este itinerario alfabetizador proponemos
justamente abordar cuentos que trabajan en torno del nmero 3.
TRES DESEOS
Esta propuesta se basa en la versin de Beatriz Ferro del cuento de Perrault: Los tres deseos,
en: Ferro, Beatriz (2008) Los cuentos de Perrault. Buenos Aires: Editorial Estrada
Lecturas y relecturas
Dado que este cuento tiene cierta extensin y escasas ilustraciones, adems de presentar el
universo del bosque propio de muchos cuentos tradicionales (que tal vez los nios
desconozcan), ser importante leerlo al menos dos veces de manera completa.
Volver a escuchar un cuento siempre es una situacin que a los chicos los entusiasma, por
diferentes motivos. Por un lado, porque en cada relectura se vuelven a vivir aquellas
experiencias que siempre regala un buen relato. Por otro lado, porque escuchar una historia y
vislumbrar el final antes de que este acontezca en la lectura, o jugar mentalmente a recordar los
acontecimientos principales mientras se vuelve a leer o escuchar, es una situacin estimulante y
que fortalece la imagen de los nios de s mismos como sujetos inteligentes.
Los adultos a veces pensamos que a los nios no les interesar volver a escuchar un cuento cuyo
final conocen; tengamos en cuenta que en realidad, frente a una historia interesante y bien
contada, los chicos disfrutan mucho de su relectura.
Escenas que interrogan a los lectores
En este relato de Los tres deseos se presentan algunas situaciones de intensidad dramtica, en
la que los lectores se interrogan sobre lo que suceder, por ejemplo:
- Las nubes negras detrs de las que aparece Jpiter, quien adems le recrimina al leador
que siempre se queje. Los nios viven estas escenas con preguntas que los inquietan
Quin est detrs de esas nubes? Qu har Jpiter para castigar al leador?
- El leador podr pedir tres deseos, pero teme equivocarse. Este temor suele ser
compartido por los chicos: Cmo se hace para elegir solo tres de los innumerables
deseos que una persona puede tener? Cmo hacer para no desear tonteras, de las que
despus uno se arrepienta?
- Las enumeraciones de los deseos del hombre y la mujer, que invitan a los lectores a
tomar partido, con el consecuente temor a equivocarse. Qu deseo pedira yo si
estuviera en su lugar? Ser mejor elegir esto o aquello?
- Los deseos del leador (la salchicha, y que esta se pegara en la nariz de la mujer), que
obligan a preguntarse sobre cmo sern revertidos. La mujer seguir con la salchicha en
la nariz? Un buen mdico dejar la nariz como antes?
Tener en cuenta cada una de estas situaciones que genera intriga permite leer de manera
particular: detenidamente, con pausas dramticas o ritmos rpidos, con tonos de voz que den
cuenta de las emociones de los personajes, entre otras.
Por otra parte, considerar estas escenas como ncleos narrativos nos permite tambin
concentrarnos en cada uno de ellos de manera separada, al planificar el conjunto de sesiones de
clase posible para abordar este cuento.
De all que las sesiones de clase para este cuento estn organizadas en relacin con estas escenas
y con un conjunto de preguntas que instan a la relectura. En esta secuencia se encuentran
transcritos los fragmentos correspondientes, para que los chicos puedan leerlos por s mismos.
Estos fragmentos pueden pegarse en los cuadernos de clase o bien en hojas sueltas, para que
finalmente cada uno cuente con un pequeo libro que se puede ilustrar. En el anexo de esta
secuencia se presenta el texto completo, que puede recortarse en 15 pginas pequeas.
***
4
Actividad escrita
Como cierre de esta primera lectura, se puede culminar por ilustrar a los personajes y escribir
sus nombres: Jpiter, el leador y la mujer del leador. En caso de que el maestro proponga que
cada nio arme su propio libro, estas primeras ilustraciones pueden ubicarse en la primera
pgina, bajo un ttulo como: Los personajes de la historia.
Si el maestro lo considera oportuno, puede concentrarse tambin en repasar (o introducir por
primera vez) algunos aspectos del sistema de escritura y de la ortografa presentes en estas
palabras, por ejemplo:
- Por qu Jpiter va con mayscula y por qu el leador no?
- Si en lugar de poner la J en Jpiter se escribiera la letra G, qu pasara? Sucedera lo
mismo para la palabra mujer?
- La letra a veces nos confunde: hay palabras que se escriben con ni (por ejemplo,
nieto, Antonio, nieve) y otras con (cao, leador, oquis). Entre todos, se puede
hacer un listado de palabras usuales que van con y otro que van con ni, para tenerlas a
la vista y no confundirse a la hora de escribir.
***
Luego de que el maestro lo lea una vez, se puede proponer una lectura compartida, en la que un
chico asume la voz del leador y otro la de su mujer.
Para eso, el maestro puede llamar la atencin sobre las rayas de dilogo, proponerles que las
marquen con distintos colores de acuerdo con quin habla o bien subrayar con un color lo que
dice el leador y con otro color lo que dice su mujer.
Actividades escritas
Antes o despus de la lectura de este fragmento, se puede proponer alguna de las siguientes
actividades.
o Tach la palabra intrusa en cada una de las siguientes listas:
protestar
quejarse
bailar
rezongar
refunfuar
hacha
cuchara
machete
serrucho
sierra
lechuza
salchicha
topo
rata
conejo
Es probable que el maestro necesite hacer aclaraciones sobre las palabras; en particular,
rezongar, refunfuar, machete, sierra, pueden resultarles desconocidas a los chicos.
2) Subray la palabra pobre en cada una de las siguientes expresiones:
o
o
o
o
o
Un da, estaba en el bosque haciendo su tarea cuando, de pronto, el cielo se cubri de nubarrones.
- Tormenta en puerta murmur el hombre - Qu mala suerte!
Pero se equivocaba.
Los nubarrones oscuros escondan a un personaje importante. Porque en aquel bosque se refugiaban
algunos dioses antiguos entre los que estaba Jpiter, el ms poderoso de todos ellos.
De pronto brill en el cielo una espada de luz, estall un estruendo y, al segundo, los nubarrones se
abrieron como un teln gris y en medio de la escena apareci el propio Jpiter.
El leador, aterrado, trat de hacerse pequeito pequeito para pasar inadvertido. Pero a aquellos
dioses antiguos no se les escapaba nada y Jpiter lo seal con el dedo.
Me ha visto, pens el hombre. Mala suerte!
- Buena suerte tron Jpiter tonante -. Estoy harto de orte decir mala suerte. Tus quejas envenenan
el aire y acabarn por espantar a los pjaros y marchitar las flores. Pero ya basta de lamentos, porque
yo, Jpiter, te har el ms dichoso de los hombres. Te otorgo tres deseos, que se cumplirn siempre que
los pidas en voz alta y surjan del fondo de tu corazn. Adis leador, y no quiero ms quejas!
El teln de nubarrones volvi a cerrarse y el hombre aplaudi tmidamente, como el nico espectador
en un inmenso teatro.
Entonces, ahora tengo suerte? se pregunt el hombre. Y se contest a s mismo S! La tengo! Y
puedo desear lo que se me antoje, por ejemplo, que el sol se vuelva cuadrado y verde y gire al revs.
Actividad escrita
El maestro puede proponerles a los chicos que inventen otros deseos ridculos:
El leador, feliz de tener tres deseos, se le ocurre que puede pedir que el sol se vuelva cuadrado
y verde y gire al revs. Luego se arrepiente, porque se da cuenta que es un deseo muy poco
conveniente
Qu otros deseos tontos podran ocurrrseles?
La idea es que los chicos enuncien algunos deseos ridculos que se les ocurran, anotarlos entre
todos en el pizarrn y conversar si son tan ridculos como parecen porque que algo no sirva
para mejorar la forma en que se vive no quiere decir que no pueda ser hermoso.
Por ejemplo:
-
Luego, cada uno podr elegir el deseo ms ridculo pero ms hermoso de todos y copiarlo en su
cuaderno.
- Veinte? salt la leadora - Con la poca memoria que tengo, cmo har para recordar sus
nombres? Y si veinte criados no me alcanzan?
- Silencio, mujer. Pensemos con calma, inteligentemente.
-Inteli gente - mente repiti ella.
Pero ni la mujer ni el marido estaban acostumbrados a pensar cosas inalcanzables y no se les ocurri
absolutamente nada.
- Tengo la mente en blanco dijo ella -. Las ideas se me volaron como pajaritos.
- Silencio! gru el leador, fastidiado porque a l tambin se le haban volado las ideas.
Al escuchar o leer los dilogos entre estos protagonistas, los chicos suelen interrogarse y
ponerse de un lado o del otro. Nuevamente, se recomienda leer este fragmento del cuento de
manera que en la segunda relectura los nios asuman el rol de los personajes y el maestro el del
narrador.
Recordemos que siempre es conveniente marcar las rayas de dilogo con distintos colores de
acuerdo con quin habla y dar oportunidad a los chicos de practicar lo que van a leer, a veces
con la excusa de encontrar los tonos de voz apropiados.
Como oportunidad para esa prctica, sugerimos el desarrollo del siguiente juego2:
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Pila con palabras que indican las emociones del futuro lector o bien los modos en que leern.
Estas palabras se escriben sobre cartones de un tamao un poco menor que los nmeros del
tablero. Por ejemplo:
feliz
gritando
triste
muy rpido
asustado
murmurando
preocupado
cantando
enamorado
con hipo
preguntando
exclamando
con vergenza
estornudando
seguro
como un loro
Cmo se juega?
El maestro o un nio toma seis palabras (pila 2) y las coloca sobre el tablero, una sobre cada
nmero. Las palabras se leen en voz alta.
Un nio toma al azar una frase de la pila 1. Luego de leerla en silencio (o despacito, al maestro),
hasta saberla bien, tira el dado (ocultando el resultado a los compaeros), busca la palabra o
expresin que corresponde a ese nmero y relee (en silencio y con la ayuda del maestro) la
forma en que leer la frase a sus compaeros.
Luego de leerla (puede ser ms de una vez, pues no es tarea fcil), los compaeros votarn
(colocando el cartn o botn en el tablero) la palabra o frase que indica la forma en que fue
ledo. Se cuentan las votaciones y se da a conocer cul es el resultado correcto.
Luego, entre todos, se puede practicar la lectura de esa frase, nuevamente.
Se reitera cuantas veces se desee y mientras el juego contine siendo interesante para los chicos.
No es fcil aprender las reglas de un juego
Cualquier juego reglado tiene un primer momento que supone el aprendizaje mismo del juego.
De all que alentamos a no abandonarlo si en una primera sesin de clase result un tanto difcil
llevarlo a cabo.
Por otra parte, dado que en el juego se reiteran las frases y palabras, el ritmo de juego ir
mejorando cuanto ms se juegue.
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El leador, por su parte, estir las piernas, se mir las botas gastadas y pens:
Quiero unas botas sin agujeros en las suelas para recorrer un bosque muy grande. Quiero que todo ese
bosque sea mo y que por todas partes haya sierras que talen los rboles y silben como una orquesta de
violines. Quiero tener un gran aserradero; que compren mi madera los constructores para hacer pisos,
puertas y ventanas; que la compren los ebanistas para taller los tronos de los reyes, y los dueos de los
astilleros para hacer los mstiles de los barcos. Cuando sea muy rico, quiero que un ingeniero me
invente una nave de madera que lleve mi nombre y sirva para andar por la carretera, para navegar por
los ros y volar por los aires. Quiero ser tan importante que los seres que nos espan desde otro lugar
lleguen a decir: Esa es la tierra; all vive el Leador Famoso
Al rato, marido y mujer se adormecieron junto al fuego, pensando como saban, imaginando como
podan.
En segundo lugar, el maestro puede proponer diferentes actividades de relectura de partes del
fragmento. Por ejemplo, bajo la pregunta De quin es este deseo?, el maestro les sugiere a
los chicos leer algunos cartones donde figuran deseos del leador y de su mujer, extrados del
texto.
La idea es ir ubicando esos cartones debajo del personaje correspondiente, releerlos y luego
verificar si pertenecen al personaje escogido, en una nueva relectura de texto.
Actividad escrita
Una vez concluida la actividad anterior, se puede realizar la siguiente, en los cuadernos:
Estos son algunos de los deseos del leador y de su mujer. Subray el ms lindo del
leador y el ms lindo de su mujer.
La mujer del leador
Quiero que haya un caaveral de caramelos para todos los nios.
Quiero que en los rboles broten quesos, jamones y panes
Quiero que vengan de visita los pjaros y las mariposas
El leador
Quiero unas botas sin agujeros en las suelas para recorrer un bosque muy grande
Quiero una nave de madera que sirva para andar por la carretera, para navegar por
los ros y para volar por los aires
Quiero que por todas partes haya sierras que talen los rboles
Una vez que los chicos leen y subrayan los deseos que les gustan ms, la idea es compartir esas
elecciones, de manera que se produzca un pequeo intercambio con las opiniones de cada uno.
Si es posible, tambin en este dilogo el maestro va tomando notas de las razones a favor de
cada uno de los deseos esbozadas en el intercambio.
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- Un mdico? Qu puede hacer un simple mdico contra un deseo cumplido por volunta de Jpiter?
El marido insisti. Le propuso que usara vestidos con cuellos muy altos o sombreros con alas muy bajas
para disimular su nariz, pero no pudo convencerla.
Entonces sucedi algo: mir a su esposa y, al verla tan fea, dese de todo corazn volver a ver su linda
nariz y su carita alegre.
Y utiliz el ltimo deseo:
- Que desaparezca la salchicha!
Se esfum en un instante, como si todo hubiese sido un sueo.
Inmediatamente, la leadora dej de ponerse bizca, se toc su nariz de siempre y ri de felicidad.
El leador la abraz, le dio un beso en la nariz y ri con ella.
-Ah, qu bueno volver a tener mi cara de siempre!
- Qu raro!-dijo l.
-Raro, qu cosa?
-Me parece que ests ms linda que antes.
Olvidaron los deseos malgastados y las fortunas perdidas. Se tomaron del brazo y salieron a pasear
aprovechando que l tena puesto el sombrero nuevo.
Tal vez hayan ido a caminar por el bosque, o a visitar a otro leador, o a la fiesta de la lechuza. Lo
cierto es que se los vea contentos como si hubiesen cumplido todos sus sueos.
Y dicen que el leador no volvi a quejarse ni una sola vez al menos por ese da.
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EL ITINERARIO CONTINA
Como se seala al comienzo de este texto, todo itinerario supone un recorrido por distintas
lecturas. Hasta aqu, se ha ejemplificado con un cuento posible, en la versin de una reconocida
autora argentina.
A modo de sugerencias finales, incluimos comentarios sobre tres (tres!) cuentos ms sobre los
deseos y el tres:
-
El pescador y su mujer, relato de los hermanos Grimm en la tnica de los tres deseos,
bastante similar al de Perrault.
El genio y el pescador, de Las mil y una noches, en que un pescador logra engaar a
un genio: si bien al ser encerrado el genio haba pensado conceder tres deseos, harto de
su larga espera dentro de una botella, decide matar al que la encuentre. Recomendamos
la versin de Gustavo Roldn, en la coleccin Pajarito Remendado de ediciones Colihue,
que tambin figura en la antologa Cuentos de todo el mundo, coleccin Pajaritos en
bandadas de la misma editorial.
Historia de un Ramn, un salmn y tres deseos, cuento de Graciela Montes, que
reescribe en clave pardica el tema de los tres deseos. Se encuentra en la coleccin
Pajarito remendado, de ediciones Colihue y en la antologa Cuentos de aqu noms, de
la misma editorial.
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