Reuss Tito
Reuss Tito
Reuss Tito
JOSEPH REUSS
Introduccin
PREDICA LO QUE ES CONFORME A LA SANA DOCTRINA
La carta dirigida a Tito pertenece juntamente con la primera y segunda a Timoteo al
grupo de las llamadas cartas pastorales. Estas cartas son muy semejantes entre s en cuanto
a la forma y al contenido y por eso integran un grupo especial dentro de la literatura
epistolar del apstol Pablo. Las tres estn dirigidas a personas particulares, a colaboradores
del Apstol, pero al mismo tiempo son escritos oficiales destinados a aquellas comunidades
al frente de las cuales se encuentran como pastores Timoteo y Tito. Las tres tratan de los
deberes del oficio pastoral y contienen disposiciones e instrucciones semejantes. Las tres
presuponen una situacin espiritual similar y forman una unidad por el lenguaje, el
vocabulario y el tono.
Estas cartas pastorales tienen su origen en los ltimos aos de la vida del apstol
Pablo. Despus de la liberacin de la primera prisin romana, en el ao 63, el apstol Pablo
intent probablemente hacer un viaje misional a Espaa 1, acerca del cual no se han
conservado noticias seguras. Seguidamente se dirige de nuevo al Asia menor y a Grecia, y
visita la isla de Creta, donde en compaa de Tito funda unas comunidades cristianas (1,2)
2.Tito, hijo de padres paganos y muy probablemente ganado tambin para el cristianismo
por el propio Pablo (1,4), era un miembro de la comunidad antioquena.
Sin haber sido circuncidado fue a Jerusaln juntamente con Pablo y Bernab para
asistir al concilio de los apstoles (Gl 2,1-5). No sabemos nada acerca de si fue adems
compaero y colaborador del Apstol de los gentiles en otros viajes, porque el libro de los
Hechos, de una manera sorprendente, guarda absoluto silencio sobre l. A finales del tercer
viaje apostlico fue enviado desde feso a Corinto como portador de la llamada carta de
las lgrimas 3. l logr volver a obediencia a aquella comunidad casi perdida para el
Apstol mediante la hbil ejecucin de su cometido. Casi inmediatamente despus de esto,
Pablo le envi de nuevo desde Macedonia a Corinto, para que concluyera la colecta all
realizada, y al mismo tiempo entregase la segrunda carta a los Corintios (2 Cor 8,6.1623;12,8). Despus de una actividad apostlica llevada a cabo en comn en la isla de Creta,
Pablo lo dej all (1,5) para que continuase la labor misional y especialmente para que
completara la organizacin de las comunidades, porque las cristiandades all existentes an
carecan de ella. Tito debe permanecer en la isla de Creta hasta tanto que Artemas o Tquico
lleguen para relevarlo (3,12). Entonces deber viajar rpidamente a Nicpolis (en el Epiro),
donde Pablo est pasando el invierno (3,12). En la carta dirigida a Tito, que Pablo escribi
probablemente al mismo tiempo que la carta primera a Timoteo (hacia el ao 65 d.C.) y que
seguramente fue llevada por Zenas y Apolo, el Apstol expone a su representante las dos
tareas que debe realizar en la isla de Creta: la ordenacin de la vida eclesistica y la lucha
contra los herejes existentes dentro de las comunidades.
1. Probablemente Pablo haba predicado juntamente con Tito en la isla de Creta slo por
poco tiempo y haba fundado con l algunas comunidades cristianas. Al ausentarse de la
isla dej alli a Tito para que completara la implantacin de las comunidades, para la cual el
Apstol apenas si haba echado los fundamentos (1,5). Adems, una tarea especialmente
importante, que Pablo le confiaba expresamente, era el establecimiento en cada una de las
comunidades de sus respectivos dirigentes, los presbteros. El Apstol exiga para la
eleccin de estos hombres cualidades bien concretas que expone en particular (1,6-9).
Deben ser personas realmente creyentes, moralmente maduras y disciplinadas, que sean
obedientes a Dios y sirvan con amor a sus hermanos (1,6-9). Pablo da tambin a Tito
instrucciones bien concretas para el modo de vivir de las diversas categoras de cristianos.
As, pues, detrs de la palabra de Tito, probablemente an joven, est toda la autoridad del
Apstol de los gentiles. l le da instrucciones para los ancianos (2,2), para las ancianas
(2,4-5) y para los jvenes (2,6). Le muestra la importante tarea de los esclavos dentro de la
comunidad cristiana. En pocas palabras describe la posicin exacta de los cristianos con
respecto a la autoridad pagana (3,1) y seala la actitud recta de los cristianos en relacin
con el ambiente pagano que les es hostil con frecuencia (3,2). En dos ocasiones hace notar
expresamente la importancia que tiene una vida cristiana para orientar hacia la fe a los
alejados judos y paganos. Las jvenes deben procurar, mediante la ejemplaridad de su
vida, que no sea difamada la palabra de Dios (2,5), y la obediencia y fidelidad de los
esclavos en el servicio deben hacer respetar en todo el mundo la doctrina de Dios,
nuestro salvador (2,10).
Lo que continuamente podemos observar en las cartas del Apstol de los gentiles -la
unin inseparable de la predicacin salvadora con la vocacin moral- nos sale al encuentro
tambin en la carta dirigida a Tito. Despus de haber presentado (en 2,1-10) los deberes
de los diversos estados de los cristianos, seala la fuente del vigor que se necesita para
una vida cristiana de tal calidad. Lo que se exige a los cristianos, tiene su fundamento en la
salvacin por ellos recibida. La gracia de Dios, que se encarn en Jesucristo, les ha
regalado la salvacin mediante la fe y el bautismo (2,11). Esta gracia de Dios conduce a los
cristianos a una rotura radical con toda impiedad y con los placeres perniciosos y a una
verdadera vida cristiana con respecto a Dios, al prjimo y al propio yo (2,12). El principal
fundamento de una vida tal es la esperanza en la manifestacin gloriosa de nuestro gran
Dios y salvador, Jesucristo, la parusa del Seor glorificado (2,13). Mediante su entrega a
la muerte de cruz, Jesucristo ha liberado a los cristianos de la esclavitud del pecado y de la
muerte, los ha purificado, y a semejanza a como lo hizo con el pueblo de Dios en la alianza
antigua, los ha constituido en un pueblo de eleccin y santo, el pueblo de Dios de la alianza
nueva, que ahora debe llevar una autntica vida cristiana siendo celador de obras buenas
(2,14).
Despus de haber concluido en 3,2 sus exigencias para un modo recto de vivir, el
Apstol alude de nuevo a la salud recibida como fundamento de la vida moral. Los
cristianos de Creta tanto ms fcil y gustosamente podrn mostrar una paciencia indulgente
y un amor sacrificado para con sus conciudadanos gentiles, cuanto ms piensen en el
cambio que poco ha se ha realizado por primera vez en su vida con su conversin al
cristianismo. Antes eran como ellos, ahora han recibido la salud en el bautismo mediante
el bao renovador y regenerador del Espiritu Santo, que (Dios) derram copiosamente
sobre ellos por Jesucristo, nuestro salvador. Esto ha sido posible gracias a la maravillosa
accin de Dios que irrumpi con el nacimiento y la muerte de Jesucristo en la cruz (3,4-5).
Mediante la santificacin en el bautismo por el Espritu Santo, los cristianos son tambin
herederos de la vida eterna, que esperan (3,7). As se describe la gran obra de gracia del
Dios trino con palabras tomadas de un himno bautismal del cristianismo primitivo. Como
adems se excluyen toda gloria y todo mrito humanos se hace resaltar vigorosamente la
accin gratuita de Dios (3,5-7). Este don salvfico recibido significa para los cristianos un
compromiso moral y una tarea. Ellos deben distinguirse por las obras buenas en medio
del mundo pagano. De esta forma el Apstol ha unido inseparablemente en ambos lugares
su invitacin moral a los cristianos de las comunidades nacientes con la s declaraciones
sobre la salud recibida.
2. La segunda tarea que Tito debe realizar en las comunidades de Creta es la lucha
contra los herejes. En las comunidades existen ya muchos de estos hombres, sin que se
diga si han venido de fuera a las cristiandades, lo que es muy probable, o han surgido del
interior de las mismas (1,10). stos son descritos como unos hombres desobedientes e
insubordinados (1,10) que se oponen al Apstol y a sus enseanzas e instruccones. Son
unos charlatanes, porque su predicacin es pura palabrera vana (1,10); son unos
seductores, porque su doctrina encierra un engao y una ilusin, ya que se presenta con la
pretensin de un conocimiento sublime (1,16) y un concepto severamente asctico de la
vida(l,l4). Los ms entusiastas defensores de esta doctrina se hallan entre los
procedentes de la circuncisin (1,10), los judeocristianos. Sus actividades no se limitan a
los cristianos individualmente, sino que desconciertan a familias enteras (1,11),
constituyendo as un serio peligro para las comunidades. Sobre su actitud moral proyecta
significativa luz el hecho de que ellos difunden sus errores movidos por torpes ganancias
(1,11). Hacen de su predicacin un negocio.
Las enseanzas que difunden no son descritas con toda claridad. Tienen rasgos muy
semejantes a los errores que encontramos en la primera y segunda carta a Timoteo. Se
ocupan de mitos judos (1,14), de especulaciones sobre genealogas (3,9), de
mandamientos de hombres, muy principalmente de prescricidones sobre alimentos y
purificaciones (1,14; 3,9), cuyo absurdo descubre el Apstol de una forma completamente
clara (1,15). Se gloran de un conocimiento sublime de Dios (1,16). As, pues, de los
diversos datos de la carta a Tito aparecen los siguientes rasgos caractersticos
fundamentales de la hereja: por una parte la pretensin de un conocimiento ms sublime
de Dios y por otra la exigencia de una actitud severamente asctica de la vida. Se presenta
aqu muy probablemente, como en la segunda y primera carta a Timoteo una forma de la
temprana hereja gnstico-juda, con que nos encontramos tambin en la carta a los
Colosenses (Col 2, 16.18).
Contra este amenazador peligro de la fe en las comunidades de Creta, Tito debe dar la
batalla con toda decisin. Debe tapar la boca a los falsos maestros (1,11), debe impedir
la difusin de las falsas doctrinas, principalmente en las asambleas pblicas. Debe
intervenir contra ellas con toda la energa; pues el peligro de las comunidades cristianas se
hace mayor, debido a que la agitacin clandestina de los herejes es favorecida por el mal
carcter del pueblo cretense (1,12). La mendacidad, la rudeza y la pereza son -segn
expresin proverbial de los antiguos- los vicios nacionales de este pueblo, y el Apstol
confirma, con una publicidad despiadada, que esto responde a la verdad (1,13). Por eso la
severa intervencin de su representante es absolutamente necesaria (3,8). Tito de ninguna
manera debe implicarse en discusiones teolgicas ni en controversias sobre la hereja (3,9),
sino que sencillamente debe rechazarla y evitarla. Evidentemente es intil y nociva.
realidad est destinada a todos los cristianos de Creta, muy probablemente para la lectura
pblica en las asambleas cultuales. Cuanto ms intensamente se avanza en la fundacin
de comunidades en la isla y ms decisivamente deben ser rechazados los errores, con
mayor intensidad debe subrayarse la autoridad del apostol y su representante Tito. Pablo
sirve a Dios como esclavo, le pertenece plenamente, debe entregarle toda su vida y todo su
trabajo. Por otra parte esta designacin expresa adems que l, al igual de los dirigentes
del pueblo israelita, como un Moiss, un David, un Isaas 5, ha sido escogido para un
servicio y misin singulares.
Con relacin a Cristo l es apstol, su ministro autorizado, que debe predicar el mensaje
y la palabra de Cristo. A Pablo, pues, se pueden aplicar las palabras de Cristo: Como mi
Padre me ha enviado, as tambin os envo yo (Jn 20, 21). Detrs de Tito est el Apstol
de los gentiles con toda su autoridad, pero detrs de Pablo est el propio Cristo y Dios.
Algo debe ser comunicado a la comunidad de parte de Dios y de Cristo. Por eso, los
cristianos de Creta, como destinatarios de la carta, son invitados a recibir la palabra de
Dios y a su ministro autorizado.
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4. Rm 1,1; Flp 1,1; en Gl 1,10 Pablo se presenta como siervo de Cristo.
5. Cf. Is 20,3; Am 3,7; Jr 44,4; Dan 9,10s.
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2. TAREAS DEL APOSTOL (1,1b-4).
1b ...conforme a la fe de los elegidos de Dios y al conocimiento de la verdad
que se ajusta a la piedad,...
Pablo tiene una doble misin como apstol. En primer lugar debe preservar y mantener
en la fe cristiana a los elegidos de Dios. Dios ha escogido a los cristianos de entre los
dems hombres y los ha llamado a la fe mediante su gracia 6. Pero, como expondr a
continuacin, ahora amenazan peligros de parte de los herejes. De esta suerte, ya desde el
principio alude a una importante finalidad de su escrito: mediante esta carta deben ser
confirmados y fortalecidos los cristianos contra todas las herejas que se han difundido en
la isla. Pablo, como apstol del Seor, se muestra responsable de la conservacin y
defensa de la fe cristiana en las comunidades.
La segunda misin de Pablo como apstol se refiere a la difusin de la verdad que se
ajusta a la piedad. Piedad quiere decir aqu, lo mismo que en la primera carta a Timoteo,
la fe de la iglesia en contraposicin de la doctrina de los herejes (1 Tim 6,3; d. 3,6). Por
tanto, Pablo ha sido elegido para difundir y proclamar el conocimiento de la verdad de la fe
cristiana 7. Si los hombres deben venir a la verdad de la fe, es necesario de un lado la
vocacin de parte de Dios, despus la predicacin de la verdad revelada por parte del
Apstol. Pablo debe conducir a los hombres mediante esta predicacin al conodmiento e
inteligencia de la verdad salvfica cristiana 8. Sobre el Apstol pesa esta obligacin como
una urgencia, por eso exclama: Ay de m, si no anuncio el Evangelio! (1 Cor 9,16).
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6. Cf. Rm 8,33; Col 3,12; 2Tim 2,10.
7. Cf. 1Tm 2,4; 4,3; 2Tm 2,25.
8. Cf. 1Tm 2,4; 2Tm 2,25; 3,7.
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para el cristianismo, con toda razn lo puede llamar su hijo, y con toda razon puede
aludir a esta relacin de paternidad. Tito es su hijo autntico, porque abriga los mismos
sentimientos que su padre espiritual, con el que est unido con lazos de amor y fidelidad. El
mismo lazo de la fe los estrecha a ambos. Acaso puede el Apstol expresar un testimonio
ms bello en favor de Tito que el llamarle su autntico hijo? As como la fe une a Pablo y
a Tito en una verdadera comunidad, del mismo modo todos los cristianos deben
considerarse verdaderos hermanos segn la fe comn.
4. SALUDO (1,4b).
4b Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jess, nuestro Salvador.
En lugar del saludo habitual entre los griegos (gozo) y los judos (paz), el Apstol
desea al destinatario gracia y paz. Eleva el saludo en otro tiempo usual y corriente a un
plano ms alto, al nivel cristiano y desea lo que es ms importante para los cristianos:
gracia, es decir la inagotable benevolencia, y paz, la obra salvfica de Dios, Padre amoroso
9. Fuente nica de estos dones saludables solamente pueden ser Dios y Jesucristo, que,
como Hijo de Dios y Seor glorificado, es equiparado al Padre. Este saludo no es un deseo
vaco, sino eficaz, de forma que Tito se hace participante de toda la plenitud de la
benevolencia divina y de la salud de Dios. Lo garantiza el propio Dias, como Padre
amante, y Jesucristo, nuestro Salvador.
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9. En 1Tm 1,2 y en 2Tm 1,2 el saludo consta de tres miembros; el tercer miembro misericordia falta en
Tito 1,4.
Parte primera
MISIN DE TITO EN CRETA 1,5-16
En muchas cartas del apstol Pablo podemos distinguir dos partes: en primer lugar el
Apstol recuerda lo que Dios ha realizado y describe as la actividad salvfica de Dios. En
una segunda parte suele deducir las consecuencias para la vida cristiana 10. La carta
dirigida a Tito, a semejanza de las otras dos cartas pastorales, presenta con respecto a
este particular una disposicin an ms laxa. El autor expone en esta carta dos grandes
deseos: primeramente la ordenacin de la vida cristiana en las comunidades de Creta,
despus la lucha contra los herejes. Las instrucciones que Pablo da a su colaborador y
actual representante en la isla se hallan dispuestas de una forma un tanto suelta. Tito debe
llevar a feliz trmino el trabajo iniciiado por el Apstol en el establecimiento de las
comunidades cristianas, de modo especial debe poner al frente de cada una de las
comunidades a sus dirigentes respectivos (1,5-9). Luego le da instrucciones concretas para
la ordenacin eclesistica y para el modo de vivir cristianamente (2,1-3,7). Adems Pablo
quiere animar a Tito, en esta carta, a la decisin y entereza en la lucha contra los herejes
de las comunidades (1,1S16; 3,8-11). En esta exposicin fortalece adems la posicin de
Tito como representante del Apstol y supremo dirigente de todas las comunidades, al
tiempo que le apoya mediante la fuerza de su palabra apostlica. As pues, en la primera
parte de la carta expone primeramente las tareas de Tito en Creta, el cual debe nombrar
dirigentes de cada una de las comunidades, que deben estar adornados de determinadas
cualidades (1,5-9). Junto con esto debe luchar contra los herejes, que son adictos a mitos
judos y a mandamientos de hombres (1,10-16).
...............
10. Cf., en cierto modo, ITes; 2Tes; Gl; Col; Ef.
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1. NOMBRAMIENTO DE PRESBITEROS CON DETERMINADAS CUALIDADES
(1/05-09).
a) Nombramiento de presbteros (1,5).
5 Te dej en Creta con el fin de que acabaras de organizar lo que quedaba y
establecieras presbteros en cada ciudad, segn la norma que te di yo mismo.
Despus de la liberacin de la primera cautividad romana (63/64 d.C.), Pablo estuvo
actuando con Tito en Creta por un breve espacio de tiempo.
No poseemos otras noticias sobre esta actividad del Apstol. La fe cristiana haba
penetrado en muchas ciudades de la isla en otro tiempo populosa. Sin duda el Apstol de
los gentiles solamente haba podido colocar los fundamentos de las comunidades cristianas
11. Se desconoce la extensin que haba adquirido el Evangelio de Cristo antes de la
misin paulina 12. Tampoco conocemos los motivos para que Pablo abandonara tan pronto
la isla antes de establecer cada una de las comunidades. Al partir de all dej a Tito con
absolutos y plenos poderes. l debe llevar a trmino la ulterior constitucin de cada una de
las camunidades, regular las relaciones entre ellas, y de esta suerte acabar de organizar lo
que quedaba.
Antes de su despedida, el Apstol haba encargado adems a Tito una tarea
especialmente responsable: nombrar presbteros en cada una de las ciudades donde haba
sido establecida una comunidad cristiana.
El hecho de que las propias comunidades no deban establecer estos hombres
procedentes de su interior, sino que esta medida haya sido encomendada a Tito, es una
medida que tiene su razn de ser en lo recientes que son las comunidades de la isla. En las
cartas de Pablo observamos continuamente que el Apostol, cuando parte para proseguir su
labor misional en otros lugares, recurre a sus colaboradores y les confa tareas difciles y
cargadas de responsabilidad. As Pablo ha confiado plenamente en que Tito, autntico
hijo en la fe que nos es comn, realizar a la perfeccin esta difcil tarea.
...............
11.Cf. 1Co 3,6; 2Co 10,16; Rm 15,20s
12.Cf. Act 2,11; 27,8s.
...............
b) Cualidades exigidas (1,6-9).
Para la eleccin de los presbteros tienen vigor determinados principios. Ha participado
el Apstol a su representante estos principios ya antes de su marcha y se los recuerda de
nuevo ahora en este escrito? Como en la primera carta a Timoteo (3,2-7) se enumeran aqu
las cualidades exigidas en estos jefes de las comunidades. Ciertamente, hemos de
observar que en Creta, por tratarse de comunidades muy recientes, se presentan
circunstancias distintas a las que se dan en feso, que ya desde antiguo haba recibido la
fe cristiana. Al modo de un padre espiritual prudente y experimentado, Pablo tiene en
consideracin el estado de las respectivas comunidades entre cuyos miembros son
escogidos los presbteros. Pero el catlogo de las cualidades requeridas se relaciona, en
parte literalmente, con el contenido en lTim 3,2-7. Aunque en la carta a Tito se ofrece una
formulacion distinta, sin embargo existe una concordancia en cuanto al sentido .
6a Que el candidato sea irreprochable, marido de una sola mujer, ...
En la seleccin de los jefes de las comunidades Tito debe tener en cuenta dos hechos.
En primer lugar que la reputacin del hombre sea intachable. Ningn defecto debe manchar
la vida de aquel cristiano que ha de ser digno y merecedor de la confianza de la comunidad.
Qu se entiende con esa integridad, se expresa de una manera negativa en el siguiente
verso 7, y de un modo positivo en el verso 8. Al exigirse del dirigente de la comunidad que
sea marido de una sola mujer, no debe entenderse en el sentido de que el matrimonio de
tal hombre haya de estar libre de la ms pequea sombra 13, sino que no le est permitido
contraer nuevo matrimonio despus de la muerte de su primera esposa. Mientras que el
Apstol permite expresamente a los cristianos en general contraer segundas nupcias 14, a
los dirigentes de las comunidades les exige esta meta ms alta, como primer paso al ideal
del celibato, que, en poca posterior, la Iglesia ha impuesto como obligacin a sus
sacerdotes.
...............
13. Algo as como si hubiese disuelto su matrimonio o, si separado se hubiese casado de nuevo, cf. Mt 5,32;
19,9; Mc 10,11.
14. Rm 7,25; 1Co 7,39; 1Tm 5,14.
...............
6b ...cuyos hijos sean creyentes, que no estn tachados de mala conducta ni
sean rebeldes.
El hecho segundo que ha de tener en cuenta Tito en la eleccin de los candidatos al
presbiterado es la vida ejemplar de la familia del hombre escogido. En esta poca
temprana, quienes presidan las comunidades estaban casados; la soltera (el celibato) es
una exigencia eclesistica introducida ms tarde. En aquellas comunidades de la isla poda
darse fcilmente el hecho de que slo los padres se hubiesen convertido y abrazado la fe
cristiana, mientras los hijos continuaban siendo infieles. Por eso, el Apstol exige de los
presbteros que sus hijos sean tambin cristianos. Pero esto no es suficiente. Los hijos
no deben desacreditar al padre mediante su mala conducta y su desobedienda y, con ello,
hacerle imposible el cumplimiento de sus deberes. Ms an, el padre juntamente con toda
su familia deben ser modelo para la comunidad cristiana. En efecto, quien est al frente de
una comunidad debe dar pruebas, en el pequeo ambiente de su familia, de que lleva a la
perfeccin el gobierno de su propia casa y de que sabe educar a sus hijos en la honradez,
la disciplina y la obediencia. Pues si falla en la direccin de su propia familia, cmo se le
va a confiar la gran familia de la comunidad cristiana con todas sus necesidades internas y
externas?
7 Porque es preciso que el obispo sea irreprochable, como administrador de
...............
8 ...sino hospitalario, amigo del bien, ponderado, justo, piadoso, dueo de s
mismo.
Como contraste son ofrecidos en forma positiva los autnticos rasgos distintivos que
deben poseer los jefes de comunidades. En el Nuevo Testamento continuamente se exige
de los cristianos la hospitalidad para con los hermanos extranjeros y peregrinos 16. Por
tanto es evidente que tambin la casa del jefe de la comunidad debe estar siempre abierta
a los hermanos peregrinos y a los cristianos que buscan ayuda o que sufren alguna
necesidad, de tal forma que se muestre aqu el amor servicial. Debe estar adornado de la
prudencia, la justicia, la piedad, y ser una persona discip]inada, madura y firme en la
prctica del bien.
...............
16.Cf.ITim 5,10; Rom 12,13; Heb 13,2; IPe 4,9; 3Jn 5.
...............
9 Debe ser custodio de la palabra autntica, conforme a la doctrina recibida,
para que tambin l pueda exhortar con doctrina sana y refutar a los
contradictores.
El Apstol coloca el requisito ms importante al final de su catlogo: el jefe de la
...............
2. IMPUGNACIN DE LOS HEREJES (1/10-16).
En lo anteriormente dicho Pablo haba indicado que el jefe de la comunidad, que est
afincado en el slido fundamento de la verdad de la fe tradicional, debe corregir a los
herejes y a los enemigos. Ahora describe en primer lugar a los herejes.
a) Descripcin de los herejes (1,10-11).
10 Porque hay muchos desobedientes, charlatanes y embaucadores,
mayormente entre los procedentes de la circuncisin, 11 a los cuales es preciso
tapar la boca, ya que trastornan familias enteras, enseando lo que no se debe,
llevados del deseo de torpe ganancia.
En las comunidades cristianas de Creta an no bien afincadas en la fe se dan ya herejes
en gran nmero. Han venido de fuera, de Asia Menor 18, a las comunidades de la isla,
siguiendo los pasos del Apstol despus de su predicacin del Evangelio? O han surgido
del interior de las propias comunidades an no maduras en la fe? Estos herejes son
calificados de hombres desobedientes. Ciertamente, ellos pertenecen a la comunidad
cristiana, pero se oponen a la doctrina y a la ordenacin eclesisticas y no quieren
someterse.
El Apstol los llama desdeosamente charlatanes, porque el contenido de su doctrina es
hueca palabrera. Pero al mismo tiempo son hombres peligrosos, embaucadores, porque su
doctrina presenta una ilusin activamente desconcertante y seductora, aunque la exponen
con la pretensin de un conocimiento ms sublime y un concepto rgidamente asctico de la
vida 19. En este particular se destacan de manera especial los que proceden de la
circuncisin, los judeocristianos. As pues, estos hombres constituyen un serio peligro para
las comunidades cristianas, por lo que hay que poner en accin un comportamiento severo
para con ellos. Tito debe taparles la boca. Debe impedirles el presentarse y ensear sobre
todo en las asambleas comunitarias. Pues es grande el peligro de que no solamente hagan
caer a los cristianos en particular, sino tambin a familias enteras, y de este modo
ocasionen graves perjuicios en la comunidad.
Sobre su actitud moral nos la aclara el Apstol al decir que ensean lo que no se debe,
llevados por la avaricia, el deseo de una torpe ganancia. Por tanto, lo que ellos intentan es
aprovecharse de sus discpulos, y su predicacin se convierte por ello en un lucrativo
negocio (cf. lTim 6,6-8). En otro tiempo era muy corriente suministrar el sostenimiento
para los dirigentes de la comunidad mediante regalos y aportaciones libres. Esta costumbre
proporcionaba a los predicadores irresponsables y codiciosos numerosas ocasiones para el
propio enriquecimiento. Por eso Pablo exiga tan encarecidamente de todos ellos el
desprendimiento20, y fustiga tan severamente la codicia de los herejes.
Tambin ha brotado en las comunidades cristianas de la isla de Creta la cizaa que el
enemigo ha sembrado entre el trigo. Se realiza as lo que el Seor haba expuesto en otro
tiempo a sus discpulos mediante una conocida parbola (Mt 13,24-30). Al campo en que el
Seor siembra su buena semilla, vendr siempre el enemigo para sembrar la mala hierba
entre el trigo. Cuando la planta crezca y presente el fruto, aparecer tambin la cizaa.
...............
18.En la 1Tm (1,3-11; 4,1-11; 6,3-10) y en la 2Tm (2,14-18) tenemos noticias de herejas muy semejantes.
19.Cf. tambin 1Tm 1,4; 4,2.4.
20.Cf. 1,7; 1Tm 3,3-8; 5,10.
...............
b) Errores y vicios de los cretenses (1,12-13).
12 Dijo uno de ellos, profeta entre los suyos: los cretenses son siempre
embusteros, bestias malas y vientres perezosos. 13 Este testimonio es
verdadero. Por tanto, reprndelos duramente para que se mantengan ntegros en
la fe ...
La agitacin clandestina de los herejes es apoyada y favorecida por los vicios perversos
de los cretenses. Como prueba cita el Apstol un proverbio transmitido en verso
(hexmetro) que se contiene en la conocida poesa Sobre los orculos, conservada
fragmentariamente, de un famoso compatriota suyo, el poeta Epimnides, del siglo VI antes
de Cristo. Seala que los propios cretenses consideran como profeta a este poeta; con
ello apela al testimonio de toda la antigedad. En este verso se enumeran tres vicios de los
cretenses: mendacidad, que en el mundo antiguo era proverbialmente atribuida a los
cretenses, rudeza y pereza. Pablo no slo cita la fuerte expresin del poeta cretense, sino
que dice pblica y claramente que ha podido comprobar con su propia experiencia esta
caracterstica tan poco agradable en las comunidades cristianas de Creta.
Segn el pensamiento del Apstol, aqu slo puede tener eficacia la ms severa
correccin sin miramiento alguno. Tito debe intervenir sin vacilacin, si aparece la menor
inclinacin en los cristianos hacia el error. Solamente de esta forma se mantendrn ntegros
en la fe, permanecern firmes en la verdadera y autntica fe del Evangelio. Pues
nicamente la doctrina tradicional del Evangelio es, en contraposicin al error, la sana
doctrina (lTim 1,10), la expresin de la salud espiritual y moral, que conduce a una
saludable vida moral. Sin miramiento alguno muestra el Apstol el gran peligro que
amenaza a las comunidades cristianas de Creta. Cuando contempla la fe amenazada, l,
que lleva en su corazn el amor de una madre para con sus cristianos, puede tambin
exponer duras y severas exigencias.
c) Seales de la falsa doctrina (1,14-16).
14 ...y no den odos a mitos judos ni a preceptos de hombres que se vuelven
de espaldas a la verdad.
El error es caracterizado brevemente en dos aspectos. Pablo dice nicamente que el
error se ocupa de mitos judos. Qu hay que entender con esta expresin? Sin duda
Pablo piensa en las fbulas rabnicas, que estn ayunas de toda verdad. Se trata aqu muy
verosmilmente, como en la primera carta a Timoteo, de narraciones fantsticas y de
especulaciones sobre textos del Antiguo Testamento y listas genealgicas que deban
impresionar muy profundamente21. Estas doctrinas presentan claramente un origen judo
(1,10; 3,9), pero tambin denuncian las huellas de un error posterior muy peligroso, la
gnosis (1,16) 22. Una segunda caracterstica del error es la siguiente: dan odos a
preceptos de hombres que se vuelven de espaldas a la verdad. Por el versculo siguiente
aparece claro que con esta expresin se piensa en la observancia de las prescripciones
judas referentes a la pureza legal y el uso de ciertos alimentos 23.
...............
21.Cf. 1Tm 1,4; 4,7.
22.Cf. 1Tm 4,3; 6,20; 2Tm 2,18.
23.Cf. 1Tm 4,3; 2Tm 2,18.
.............
15 Todo es puro para los puros; para los manchados y para los descredos
nada hay puro; al contrario, tanto su razn como su conciencia estn contaminadas.
El Apstol se refiere en primer lugar a los preceptos de hombres que se vuelven de
espaldas a la verdad, a las prescripciones referentes a la pureza legal y al uso de ciertos
alimentos. Con una brevedad lapidaria opone a ellos la expresin clara y vigorosa: todo es
puro para los puros. Esto no es otra cosa sino el eco de las palabras de Jess:
Escuchadme todos y entendedlo bien. Nada hay externo al hombre que, al entrar en l,
pueda mancharlo; son las cosas que salen del hombre las que lo manchan (Mc 7,14). Este
convencimiento era posesin firme de la comunidad cristiana (cf. Rom 14,14-20). El que ha
sido purificado por Dios en el bautismo (cf. 3,5-7), el que tiene un corazn puro y una
intencin pura no considera la creacin como algo malo. Todas las cosas que el hombre
encuentra en el mbito de su actividad, de su uso o de su disfrute, son puras para aquellos
que son limpios en lo ms ntimo de su ser y tienen intenciones puras. Tal cristiano puede
usar los dones de Dios con la libertad de los hijos de Dios. Porque todo lo que Dios ha
creado es bueno (lTim 4,4). La creacin entera redimida por Jesucristo es pura, como el
mismo Dios se lo hizo comprender claramente a Pedro en una visin 24. Por eso, los
cristianos que ya conocen perfectamente esta verdad pueden gozar con alegra de todos
los dones de la creacin.
La doctrina errnea, los preceptos de hombres, contraviene por tanto el orden creador
y salvador de Dios, se aparta de la verdad, Si por el contrario est manchado el sentimiento
y la conciencia de un hombre, entonces para l todo es impuro. l puede tambin abusar y
profanar lo ms bello y noble, porque, movido por su mala intencin, puede abusar de ello
con avidez perversa de placer. La pureza no est en las cosas de la naturaleza, sino en la
actitud del corazn. La actitud interna como alma del comportamiento moral es la que
decide sobre todo. Por consiguiente, estos herejes, con su concepcin rgidamente
asctica de la vida se encuentran en oposicin a la verdad del Evangelio; ellos se vuelven
de espaldas a la verdad.
...............
24.Cf. Hch 10,9-16.
...............
16 Alardean de conocer a Dios, pero con sus obras lo niegan: son
abominables, rebeldes e incapaces de toda obra buena.
Otra caracterstica de los herejes: presumen de un conocimiento ms sublime de Dios .
Aqu se ofrece una huella muy clara de la hereja posterior y muy peligrosa: la gnosis. El
Apostol vuelve a aludir sencilla y brevemente a esta pretensin. Piedra de toque para todo
conocimiento de Dios, y con ello para la hereja, es la vida prctica cristiana. El que
pretende conocer a Dios, pero le niega mediante su manera de obrar, mediante su vida de
cada da, es abominable para Dios: El que dice que le conoce y no guarda sus
mandamientos, miente, y la verdad no est en l (lin 2,4). Por tanto, se deduce que el
ncleo central de la hereja es ste: la pretensin de un conocimiento ms sublime de Dios
y un concepto rgidamente asctico de la vida. Pablo vuelve a aludir a ambas disposiciones.
Por eso para l los herejes son hombres abominables, rebeldes, pues se colocan frente
al verdadero Evangelio con rebelda e insubordinacin. Por ello son tambin incapaces de
toda obra buena.
---------------------------------------Parte segunda
ORDENACION DE LA VIDA CRISTIANA 2,1-3,11
Junto con la realizacin del establecimiento de las comunidades cristianas en la isla de
Creta y el nombramiento de los presbteros, en cada una de las comunidades (1,5-9), la
otra misin de Tito consiste en la ordenacin de la vida cristiana. Por eso debe predicar lo
que est conforme a la doctrina recta y sana, al mensaje cristiano, y mostrar cules son
los deberes de cada estado, ante los cuales debe resplandecer el propio Tito como modelo
con la realizacin de todo bien (2,1-10). La fuente del vigor exigido para llevar una vida
cristiana es la gracia de Dios que se ha mostrado en Jesucristo (2,11-15). A continuacin
se exponen concisamente los deberes de los cristianos para con la autoridad y el prjimo
...............
b) Deberes de los ancianos (2,2-3).
2 Que los ancianos sean sobrios, graves, prudentes, sanos en la fe, en la
caridad, en la paciencia. 3 De igual modo, observen las ancianas un porte digno,
no sean calumniadoras, ni esclavas del vino, sino maestras del bien, ...
El Apstol comienza con los hombres ancianos, con los entrados en aos, que con su
carcter sentado y maduro deben mostrarse y hacerse valer en todas las situaciones
difciles de la vida por la sobriedad, la reserva y la moderacin en el uso del vino, la
honradez, el comportamiento humano y digno, la prudencia y el dominio de s mismo. La
actitud fundamental del cristiano: la fe, el amor y la paciencia deben aparecer de modo
especial en estos hombres.
Las mujeres ancianas deben manifestar en su actitud interna y externa su perfecta
dignidad como cristianas maduras. Teniendo en cuenta la dignidad del prjimo deben
dominar sus lenguas y evitar toda calumnia. Extraa la severa exhortacin a moderarse en
el uso del vino. Quiz se haca necesario debido a datos de experiencia personal del propio
Apstol, o acaso a un incidente especial, sobre todo teniendo en cuenta que Creta era un
pas famoso por sus vinos. Ellas, mediante su modo de vivir y mediante su ejemplo
cristiano, deben ser maestras en toda obra buena para las jvenes; tal es el deber de
aquellas que han madurado con la experiencia de la vida. Las instrucciones del Apstol no
son otra cosa que la transmisin de las exigencias de Jess en el sermn de la montaa:
Alumbre as vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y
glorifiquen a vuestro Padre que est en los cielos (Mt 5,16).
c) Deberes de los jvenes (2,4-7).
4 ...para que enseen a las jvenes a amar a sus maridos y a cuidar de sus
hijos, 5 a ser prudentes y honestas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus
maridos, a fin de que no sea difamada la palabra de Dios. 6 Asimismo, a los
jvenes exhrtalos a ser prudentes.
De las jvenes exige Pablo que sean plenamente mujeres y madres en la familia. l
presenta una imagen luminosa de la mujer cristiana que se diversifica en su vocacin de
esposa, madre y ama de casa, y que incluye en s la riqueza de un ser prudente, honesto y
bueno. El amor a su esposo y a sus hijos constituyen la razn de su vida. Ella cumplir
todos sus deberes en la respetuosa subordinacin a su marido. Aunque las cualidades
indicadas no son virtudes exclusivamente cristianas, sin embargo el Apstol muestra cmo
debe realizarse la fe cristiana en el mbito de la vida concreta de la mujer. Naturalmente
debe tenerse en cuenta adems que Pablo parte de la situacin de la mujer de entonces,
que no puede equipararse con la actual.
Si la mujer conduce su vida de esta forma, si ofrece ante los ojos del pblico pagano una
autntica imagen de la vida cristiana, entonces jams dar ocasin a que la doctrina
evanglica sea denigrada por los adversarios y enemigos del cristianismo 26; entonces
nunca dar motivo a que su vida diaria, quiz dentro de un matrimonio mixto, conduzca a
su esposo pagano a un juicio despectivo sobre el cristianismo, sino por el contrario podr
ser ocasin de que si algunos se muestran rebeldes a la palabra, sin palabra alguna sean
conquistados por la conducta de las mujeres (lPe 3,1).
La exhortacin a los jvenes es concisa y breve. Pablo exige de ellos prudencia y
dominio de s mismo *. A su tendencia a engolfarse imprudente y apasionadamente en la
vida y a precipitarse con frivolidad en sus peligros se contrapone el ideal del joven cristiano
que se domina a s mismo. Por tanto, todo miembro de la comunidad tiene el sagrado deber
de influir ejemplarmente mediante su modo de vivir cristiano en la comunidad y a hacer
honorable la doctrina cristiana a los ojos de quienes se hallan fuera del cristianismo: los
judos y los paganos.
...............
26. El Apstol dirige con frecuencia a sus comunidades y discpulos exhortaciones semejantes. Cf. 1Tm 3,12;
1Co 10,32; Col 4,5; 1Tm 5,14; Tt 2,8.10.
* La segunda de estas dos exigencias no figura en el texto que ofrecemos, pero en el original griego la
palabra que corresponde a prudencia (sophrosyne) incluye ambos conceptos. - Nota del traductor.
...............
27. Sobre la preocupacin por los numerosos esclavos en las cristiandades primitivas, cf. Ef 6,5-8; Col 3,2225; 1Co 7,21; 1Tm 6,1-2; 1P 2,18-25.
28. Ya en el Antiguo Testamento es llamado salvador y redentor: cf. Dt 32,15; 1S 10, 19; Jdt 9,11; Sal
24(23),5.
29. Cf. Col 3,22-25; Ef 6,5-8; 1P 2,18-25; 1Co 7,21; 1Tm 6,1-2.
...............
2. LA GRACIA DE DIOS COMO FUENTE DE ENERGA (2/11-15).
Dnde encuentran cada uno de los estados de las comunidades cristianas de la isla de
Creta el vigor para realizar ese modo de vivir cristiano, tal como acaba de ser descrito por
el Apstol en 2,1-10? Pablo responde: en la gracia de Dios que ha aparecido en Jesucristo
(2,11), que impulsa a los cristianos a una vida de santidad ya en este mundo (2,12). Esta
vida es sostenida por la esperanza en la parusa de Jesucristo (2,13). La doble obra de la
gracia de Dios es presentada como cumplimiento de la promesa del antiguo Testamento
(2,14). Tito debe predicar esta buena nueva de la gracia de Dios como fuente de vigor y
fuerza (2,15).
a) La gracia de Dios, revelada en Jesucristo (2,11-14).
11 En efecto, la gracia de Dios salvador se ha manifestado a todos los hombres, ...
Pablo proclama el himno de la gracia y benevolencia divinas. En la hora determinada en
el plan salvador de Dios se ha revelado el amor y benevolencia divina infinita e inefable,
que han aparecido en Jesucristo, el unignito Hijo de Dios que se ha hecho hombre. l es
esta benevolencia y amor divinos en su persona divina. En l ofrece Dios a todos los
hombres, sin excepcin alguna, la salvacin. Porque tanto am Dios al mundo, que
entreg a su Hijo nico, para que todo el que cree en l, no perezca, sino que tenga vida
eterna (Jn 3, 16). sta es la salud que deben alcanzar todos los hombres: la liberacin de
la muerte eterna, la posesin de la vida eterna. La benevolencia divina no conoce lmites.
Dios ofrece la salud en Jesucristo a todos los hombres sin distincin de personas, de
situacin social o de raza.
Este amor de Dios es incomprensible y, al mismo tiempo, definitivo para el tiempo y la
eternidad; sin embargo, obliga al hombre a una decisin clara, sea que se abra o que se
cierre a esta llamada amorosa de Dios.
12 ...y por ella aprendemos a renunciar a la impiedad y los deseos mundanos,
y a vivir en este mundo sobria, justa y piadosamente, ...
El Apstol describe la actividad impulsora de la gracia de Dios manifestada en Jesucristo.
Esta se muestra en primer lugar de una manera negativa, en cuanto conduce a los
cristianos a una ruptura radical con una vida de impiedad y de placeres mundanos. El
bautismo cristiano, en efecto, significa el fin de una vida del hombre que se hallaba anclada
en el pecado y en los placeres terrenos (cf. lJn 2,16). Por el bautismo hemos sido
sepultados con l en su muerte, a fin de que, como Cristo resucit de la muerte para la
gloria del Padre, as caminemos en novedad de vida (Rom 6,4). As pues, lo que ha
surgido mediante el bautismo lo contina la gracia divina, al darnos fuerza suficiente para
una vida cristiana nueva, que se deja ver en tres aspectos. Con respecta al propi yo es
una vida de prudencia y de disciplina, con miras al prjimo es una vida de honradez, con
respecto a Dios es una vida de piedad. El hombre, slo con sus propias fuerzas, es incapaz
de llevar una vida semejante, lo podr realizar por la fuerza de la gracia de Dios, que
nicamente le proporciona la aptitud para ello. La conciencia de estar sustentado por esta
fuerza de la gracia de Dios, permite al Apstol decir confiadamente: Todo lo puedo en
aquel que me conforta (Flp 4,13).
13 ...con la bienaventurada esperanza en la manifestacin gloriosa de nuestro
gran Dios y salvador, Jesucristo,...
Pero el cristiano no encuentra en el mundo actual la meta definitiva de su vida, vive en
esperanza, su vida est sustentada por la esperanza en la venida del Seor. As pues,
aguarda la consumacin de la salud venidera, y la plenitud de la salvacin. Unida a la fe y
al amor, esta esperanza constituye una estructura fundamental de toda vida cristiana (cf.
lCor 13,13); los cristianos perseveran en la esperanza en Jesucristo nuestro Seor (lTes
1,3). Esta esperanza viene a ser para los cristianos un ancla firme y segura, ... que va
penetrando hasta detrs del velo (Heb 6, 19), el ancla que el cristiano arroja en los abismos
del cielo.
El gran da hacia el cual dirige sus miradas el cristiano apoyado en la bienaventurada
esperanza, es aquel en que nuestro gran Dios y salvador Jesucristo venga del cielo con el
resplandor de su refulgente y poderosa majestad y reciba a los suyos en su reino, el da de
la parusa. El Seor glorificado a cuya venida en regio esplendor el Apstol dirige su
mirada, es designado aqu no slo como nuestro salvador, nuestro redentor, sino
tambin como nuestro gran Dios. El Apstol alude continuamente en sus cartas a la
esperanza como pilar bsico de la vida cristiana 30. Acaso no tiene vigencia para el
cristiano actual, que tan fcilmente se dispone a instalarse en este mundo, que tan
fcilmente se olvida de que su verdadera patria est en los cielos, es decir, en Dios
mismo (Flp 3,20), la exhortacin de la carta a los Hebreos: Mantengamos firmes la
profesin de la esperanza? (Heb 10,23).
...............
30. Cf. 1Co 13,13; Ga 5,5; Ef 1,15-18; 3,2; Col 1,4s; 1Ts 1,3; 5,8; 1Tm 3,13; 2Tm 2,12; Hb 3,6; 4,16; 6,1820; 96,15-28; 10,22-24; 11,1.
...............
14 ...que se entreg por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y para
purificarnos y hacer de nosotros un pueblo que fuese posesin suya y celador de
obras buenas.
Jesucristo se presenta como salvador y redentor de todos los hombres mediante su
entrega a la muerte. En esto precisamente nos ha mostrado Dios su amor, en que Cristo
ha muerto por nosotros cuando an ramos pecadores (Rom 5,8). l entreg su vida
como sacrificio expiatorio vicario por toda la humanidad que estaba desahuciada. Pues el
Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redencin de
muchos (Mc 10,45). De este modo Jesucristo realiz la obra de la redencin y con ello nos
libr de toda iniquidad, del pecado que tena aprisionada a la humanidad con su poder
tirnico.
...............
b) Orden de predicar, dirigida a Tito (2,15).
15 As es como has de ensear, exhortar y reprender con plena autoridad. Que
nadie te menosprecie.
Este mensaje de la gracia de Dios, que se ha revelado y hecho patente en Jesucristo,
que es la fuente de toda fuerza para la vida cristiana, debe ser el contenido de la
predicacin de Tito. Qu opuesta a la doctrina de aquellos charlatanes y embaucadores
(1,10), que predican mitos judos y preceptos de hombres (1,14), que llevados del
desco de torpe ganancia trastornan familias enteras (1,11)! Tito debe entregarse a esta
tarea no temerosa y tmidamente, sino con toda decisin.
Pero, qu es lo que significa la exhortacin ltima: Que nadie te menosprede? Se
halla Tito todava en una edad juvenil (cf. 2,7), a semejanza de Timoteo (cf. lTim 4,12)?
Es que acaso se han ofrecido ciertas dificultades para su oficio de dirigente de la
comunidad a causa de su corta edad? Es evidente que no se reciben con agrado las
prescripciones y consejos provenientes de un joven. A ello se aade que, generalmente, al
frente de las comunidades cristianas se encuentran ancianos. O es que Tito era un hombre
en algn modo torpe y desordenado? Poco sabemos de la vida de Tito para poder llegar a
una certidumbre sobre esto. Pablo, con esta carta y su exhortacin, con su gran
personalidad y autoridad como Apstol de Jesucristo, apoya a su discpulo y
representante, y muestra que el contenido del mensaje cristiano y su poder absoluto no
recibe menoscabo en modo alguno, por la persona del predicador, ni por su juventud. Jess
haba dicho a sus discpulos: Quien a vosotros escucha, a m me escucha; quien a vosotros
desprecia a m me desprecia; pero quien me desprecia a m, desprecia a aquel que me
envi (Lc 10,16).
3. DEBERES RESPECTO A LA AUTORIDAD Y AL PRJIMO
(3/01-02) .
cada una de las categoras de cristianos, y expone los deberes para con la autoridad (3,1) y
el prjimo (3,2).
a) Sumisin a la autoridad (3,1).
1 Recurdales que vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades; que
obedezcan, que estn dispuestos para toda obra buena, ...
En sus instrucciones para la ordenacin de la vida cristiana se refiere finalmente el
Apstol a los deberes para con la autoridad. Segn resulta del texto de la instruccin
(recurdales), la cuestin de la relacin de las comunidades cristianas de la isla de Creta
con la autoridad pagana ya antes haba sido objeto de exhortacin y de consejo. Ser
suficiente al autor hacer ahora slo indicaciones concisas? Pablo pide a Tito que recuerde
a los cristianos sus deberes con respecto a la autoridad, que interesan a todos. Como
cristianos, los cretenses deben tambin sumisin y obediencia a la autoridad pagana. En la
carta a los Romanos ha expuesto ya los principios de la obediencia: Todos estn
sometidos a las autoridades superiores. Porque no hay autoridad que no provenga de Dios
y cuantas existen han sido establecidas por Dios. De modo que quien desobedece a las
autoridades, desobedece a la ordenacin de Dios. Por consiguiente, los que tal hacen ellos
mismos se acarrean la condenacin (Rom 13,1-2). Por tanto, ve Pablo detrs del poder
civil al mismo Dios, creador de la sociedad humana. Por eso la obediencia al Estado y a sus
prncipes, en definitiva, es obediencia a Dios. Pablo se afirma en esta toma de posicin,
aunque Nern era entonces el emperador. Por eso en la carta primera a Timoteo ordenaba
adems oraciones por los reyes y por todos los que estn en la cumbre (lTim 2,2). La
orden de someterse y obedecer dada por el Apstol tiene tambin vigencia cuando se trata
de una autoridad no cristiana 32. Se apoya acaso esta exhortacin en que, por lo que
sabemos, precisamente en esta isla las perturbaciones de la paz eran muy frecuentes? (cf.
1.12).
Otro deber de los cristianos es estar dispuestos para toda obra buena, la cooperacin
voluntaria al bien comn. Tal colaboracin no es otra cosa que el cumplimiento del
precepto del amor al prjimo, que no debe conocer lmites ni fronteras y que nunca puede
cesar ante el enemigo (cf. Mt 5,38-48).
...............
32. Nada se dice en este lugar sobre la legitimidad o ilegitimidad de la autoridad, como sucede en la mayor
parte de los lugares en que Pablo habla de esta materia, sobre todo en Rom 13. Por las circunstancias
concretas de los tiempos antiguos y ante todo por el concepto tradicional judo sobre la autoridad civil se
entiende fcilmente que nunca haya sido expuesta expresamente esta cuestin, sino que nicamente se hayan
puesto los fundamentos en orden a subrayar la soberana absoluta de Dios y su correspondiente poder
universal. Una exposicin completa de las opiniones de la Sagrada Escritura sobre la relacin con el Estado
conducir a conceptos diferenciados. En todo caso de ninguna manera se puede deducir de este lugar la
legitimidad de un gobierno ilegal, tal como se dio por ejemplo en la epoca nazista, en orden a obligar a los
cristianos a una obediencia incondicional. (Sobre esta cuestin cf. tambin B. SCHWANK, Primera carta de
san Pedro, comentario a 2,13-14.
...............
b) Actitud ante el prjimo (3,2).
2 ...que a nadie difamen, que no sean pendencieros; que sean afables y
33. Cf. Rm 1, 18-32; 2,1-29; 5,12-14; 6,17-23; 1Co 6,9-11; Ef 2,1-3.11s; Flp 2,15; Col 1,13-21s; 2,13; 3,57;
1Ts 1,9; 4,5.
...............
b) La salvacion mediante la regeneracin (3,4-6).
4 Pero cuando apareci la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor por los
hombres, 5 no nos salv por las obras justas que hubisemos realizado nosotros,
sino segn su misericordia, por el bao regenerador y renovador del Espritu
Santo, 6 que l derram copiosamente sobre nosotros por Jesucristo, nuestro
salvador, ...
En la hora que Dios haba determinado en su plan salvfico, cambi para la humanidad el
curso dc la historia de los hombres 34. La gran obra de Dios irrumpi con el nacimiento de
Jesucristo y se complet en su muerto de cruz. En Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre,
apareca la bondad y el amor de Dios por los hombres. Con palabras solemnes que han
sido tomadas de las frmulas de expresin del estilo ulico de otro tiempo son
personificados dos atributos de Dios que se manifiestan en la encarnacin de Jesucristo y
que resplandecen como una luz en medio de las tinieblas. Se trata de la incomprensible
bondad de Dios, que sale al encuentro del hombre pecador, no como juez y vengador,
sino como Dios bondadoso y compasivo. Se trata del amor de Dios por los hombres,
quien a pesar de su absoluta distancia con relacin a los hombres desciende amablemente
hasta su criatura. Qu sublime imagen de Dios describe el Apstol con estas palabras!
Con el nacimiento y la muerte en cruz de Jesucristo se da ese cambio en la historia de la
humanidad, que implica tambin la gran transformacin de cada uno de los hombres.
Si el cristiano, con una fe verdadera y autntica, se adhiere a esta bondad de Dios hecha
carne y a este amor por los hombres, es decir a Jesucristo, si se entrega con toda su
persona al Dios encarnado, entonces Dios lo libera de la corrupcin eterna mediante un
bao de regeneracin, el bautismo de agua. La palabra regeneracin, tomada del
judasmo helenista de entonces, es traspasada al bautismo cristiano, porque ste hace del
hombre una nueva creacin. Lo viejo ya pas y ha empezado lo nuevo (2Cor 5,17).
Mediante el bautismo se introduce en el alma del hombre el germen de una vida nueva
sobrenatural y comienza para los hombres una vida ms noble.
El bautismo es aquel nacer de Dios (Jn 1,12s), aquel nacimiento de arriba (Jn 3,3), el
nacimiento de agua y de Espritu (Jn 3,5). Con el bao regenerador est unida la
renovacin del Espritu Santo que l derram copiosamente sobre nosotros por Jesucristo,
nuestro salvador. Con la concesin de este don del Espiritu se cumple la profeca del
profeta Joel: Despus de esto derramar mi espritu sobre toda carne (Jl 3, 1-5). As
pues, el hombre, en su naturaleza dominada por el pecado y las pasiones, es creado de
nuevo al recibir el bautismo mediante el don del Espritu de Dios, y es equipado con nuevas
fuerzas para realizar una vida del espritu y de la gracia, de forma que realmente es una
nueva creacin.
Regeneracin y renovacin significan aptitud nueva, adquirida con la transformacin de
la vida precedente. Constituyen un acontecimiento en el cual el hombre, mediante la accin
creadora de Dios, es elevado y equipado para una vida nueva. Aunque ya con estos dos
conceptos se excluye toda obra humana en este nuevo comienzo de la vida, sin embargo
esto mismo se subraya con toda decisin y este pensamiento fundamental de la predicacin
paulina se hace resaltar fuertemente, cuando se dice que ello sucedi no por las obras
justas que hubisemos realizado nosotros, sino segn su misericordia. Toda obra humana
o mrito son excluidos radicalmente, nicamente la misericordia de Dios ha salvado a los
cristianos. Es Dios uno y trino, el Padre, el Hijo y el Espritu Santo, quien ha realizado esta
regeneracin en los hombres mediante el bautismo; l ha sido quien les ha perdonado y les
ha elevado a una vida nueva, ms sublime. El Apstol hace recordar a cada uno de los
cristianos de las nuevas comunidades aquella rotura y aquel cambio en su vida que se
introdujo mediante la recepcin del bautismo cristiano. Haca poco tiempo que haban
experimentado, por primera vez, aquel cambio.
Acaso no se ha abandonado y desvanecido casi totalmente el significado del bautismo
cristiano en la vida cristiana de nuestro tiempo? En nuestra vida de cada da, somos
plenamente conscientes de la realidad y de la trascendencia de la regeneracin y de la
renovacin del Espritu Santo?
...............
34. Han sido tomados acaso estos versculos (3,4-7) de un himno primitivo cristiano sobre la gracia del
bautismo segn lo deja sospechar el comienzo de 3,8? O es que 3,5a es una aadidura posterior a este
himno para hacer resaltar especialmente un pensamiento fundamental de la predicacin paulina?
...............
c) Los cristianos, herederos de la vida eterna (3,7).
7 ...a fin de que, justificados por su gracia, seamos herederos, segn nuestra
esperanza, de una vida eterna.
Nuevamente alude el Apstol a un pensamiento fundamental de su predicacin para que
se excluya toda gloria humana: nosotros hemos sido justificados y hemos recibido la nueva
vida sobrenatural por su gracia, por pura benevolencia suya. Por tanto el cristiano lo
debe todo al amor incomprensible de Dios. Por eso le conviene la exhortacin de Pablo:
Qu tienes t que no hayas recibido? Y, si lo has recibido, por qu te gloras, como si
no lo hubieras recibido? (lCor 4,7). Juntamente con el nuevo nacimiento a una nueva vida
reciben los cristianos adems un don salvfico todava ms grande: son herederos de la
vida eterna, que esperan. Mediante el bao regenerador y renovador del Espritu Santo
los cristianos reciben la filiacin. Pero como los cristianos son ya ahora hijos, Dios envi
a
nuestros corazones el Espritu de su Hijo, que clama: Abba!, Padre!... y si eres hijo, eres
tambin heredero por voluntad de Dios (cf. Gl 4,5-7). Es cierto que los cristianos no
poseen todava la vida eterna en su plenitud. Pero mientras llega el fin de los tiempos su
vida est sustentada sobre la inquebrantable esperanza de esta plenitud de vida, que es la
meta de la vida cristiana. Porque con el Espritu Santo han recibido en el bautismo la
garanta de esta vida divina 35, de forma que pueden esperar con absoluta confianza el
fallo absolutorio de Dios en el juicio y la participacin en la vida eterna.
d) Compromiso para una vida cristiana (3,8).
8 He aqu una afirmacin digna de crdito y quiero que la afirmes con tesn:
que quienes han credo en Dios se comprometan a ejercitarse en obras buenas.
Esto es bueno y provechoso para los hombres.
Con una frmula que aparece con frecuencia en las cartas pastorales 36, se hace
resaltar de nuevo la verdad de la doctrina que ha sido presentada en el precedente
fragmento (3,4-7). Con toda decisin es invitado Tito a penetrar y a predicar el mensaje de
la obra salvadora de Dios, muy principalmente a la vista de los herejes que actan en la
comunidad como charlatanes y embaucadores, ponen en peligro la fe, y trastornan
familias enteras, enseando lo que no se debe (1,10). Mediante esta predicacin de la
regeneracin y renovacin del Espritu Santo, los fieles cristianos deben ser informados de
que este don salvador que han recibido, significa para los cristianos, a un mismo tiempo,
una obligacin moral y un compromiso. Ellos deben conservar, desarrollar y llevar a la
prctica, en un modo de vivir cristiano autntico, la nueva vida divina que Dios les ha
regalado en medio del mundo pagano en que viven. Una fe verdadera debe fecundar las
fuerzas morales y mostrarse en la conducta de la vida, una fe cristiana debe actualizarse
con amor en la vida diaria (cf. Gl. 5,6). El agradecimiento por el don salvador recibido en
el bautismo es lo que capacita al cristiano para la posicin exacta con respecto al prjimo y
le habilita para una verdadera vida activa. En las comunidades cristianas donde domina tal
sentimiento, donde reina una capacitacin tal para una autntica vida cristiana, all est lo
bueno y lo provechoso para la salud de los cristianos. Pero todo aquello que anuncian los
herejes es intil para la salvacin de los hombres y sin resultado para la vida eterna. Un
nuevo aviso ante estos herejes cierra el texto de la carta propiamente dicha.
...............
35. Cf. 2Co 1,22; 5,5; Ef 1,14.
36. Cf. 1Tm 1,15; 3,1; 4,9; 2Tm 2,11; Tt 3,8; esta frmula deja sospechar que en 3,4-7 es citado un himno
bautismal cristiano; cf. nota 34.
...............
5. NUEVA ADVERTENCIA SOBRE LOS HEREJES (3/09-11).
a) Evtense las disputas y las discusiones sobre la ley (3,9).
9 Evita las cuestiones necias, las genealogas, las disputas y los debates sobre
la ley, porque son cosas intiles y vanas.
A semejanza de la primera parte (1,1-10) de la carta a Tito, as tambin la segunda
concluye con una observacin sobre los herejes. De nuevo se alude brevemente, como en
otros lugares de las cartas pastorales 37, a la predicacin de estos falsos maestros. Se
trata de cuestiones necias, de narraciones fantsticas y especulaciones sobre
genealogas, sobre disputas y debates en torno a la ley del Antiguo Testamento, referentes
sobre todo a las prescripciones sobre la pureza legal y el uso de ciertos alimentos. El
apostol no se detiene a describir estos errores, nicamente da una clara y breve indicacin:
evtalos. Y da el motivo para obrar as: lo bueno y provechoso para los hombres (3,8) es
una autntica vida cristiana que se manifiesta en las obras buenas, pero aquellas doctrinas
son intiles, ms an nocivas en orden a este fin. As coma una autntica vida cristiana es
algo bueno para los hombres (3,8), porque conduce a la vida eterna, aquella clase de
doctrina es intil. Es caracterstico en las cartas pastorales que Pablo, cuando pone en
guardia a Timoteo o a Tito ante los herejes, les ordena nicamente con pocas palabras que
rechacen sin ms las falsas doctrinas. Jams les permite un acercamiento a esas falsas
doctrinas 38. Nunca tiene lugar una confrontacin desde el punto de vita teolgico con
estos conceptos e ideas. Por el contrario, si observamos otras cartas paulinas, como las
dirigidas a los Romanos o a los Glatas, o tambin numerosos captulos de la segunda
carta a los Corintios, o la primera y segunda a los Tesalonicenses, y aun la carta a los
Efesios o a los Colosenses, encontramos all una actitud completamente distinta del
Apstol, que con frecuencia se detiene en una amplia y sagaz exposicin de los errores de
sus enemigos. Es que Timoteo y Tito no estaban preparados para estas controversias,
puesto que Pablo sencillamente se las prohbe? O sabe por experiencia que tales
discusiones son completamente intiles y traen nuevos peligros para la doctrina de la fe,
propuesta ya como norma firme, fe que estaba seriamente amenazada en las comunidades
de Creta recientemente fundadas?
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37.Cf. 1Tm 1,3-7; 4,1-11; 6,3-19; 2Tm 2,14.16-18.
38.Cf. 1Tm 4,7; 6,11.14.20; 2Tm 2,16.23; 3,14, cf.4,4; Tt 3,9s.
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b) Comportamiento con los herejes (3,10-11).
10 Al hereje, amonstalo una y otra vez, y despus rechzalo, 11 considerando
que un hombre as est pervertido y peca, y l mismo se condena.
Como conclusin da el Apstol a su representante una importante instruccin sobre el
modo prctico de comportarse con los herejes. Estos son un peligro para la fe y se han
convertido en una amenaza para la existencia de las comunidades cristianas. De aqu la
severa e implacable orden del Apstol. A estos falsos maestros debe corregrselos una y
otra vez. En la segunda carta a Timoteo Pablo le ordena que corrija con mansedumbre a
los adversarios, por si acaso Dios les concede el arrepentimiento y reconocen la verdad
(2Tim 2,25). De lo que podemos concluir que tambin Tito debe poner en esta correccin
mansedumbre, pero al mismo tiempo y en su da debe poner decisin. Debemos quizs
proponer la amonestacin del hermano equivocado de tal forma que, como se describe en
Mateo 18,15-16, la primera exhortacin deba hacerse ante cuatro testigos, en la segunda
sin embargo haya que pensarse en uno o dos solamente? Mas, si las amonestaciones son
intiles e infructuosas y el falso maestro persevera en la desobediencia, se muestra rebelde
contra toda exhortacin, y se cierra a toda posible inteligencia, entonces Tito debe romper
las relaciones con el hereje. La orden enrgica suena de esta manera: Rechzalo!
Debemos considerar esta ruptura de relaciones con el hereje, de forma que ste sea
excluido de la comunidad en las asambleas comunitarias (cf. lTim 5,20; Mt 18,17)? Tito
debe poner en prctica una disciplina rgida, cuando se trata de la conservacin y
seguridad de la fe en la comunidad. Esta fe es el bien precioso que el Apstol le ha
confiado para conservarlo puro y autntico, para protegerlo y para transmitir este valioso
legado. Cuando este bien de la fe es puesto en peligro por un falso maestro, entonces
nicamente sirve una separacin decisiva. Esta orden no es otra cosa sino el eco de la
radical exhortacin de Jess: Si tu mano o tu pie es para ti ocasin de pecado, crtatelo y
arrjalo lejos de ti... Y si tu ojo es para ti ocasin de pecado, scatelo y arrjalo lejos de ti
(Mt 18,8s).
No es Tito quien ha dado el fallo de condenacin sobre el hereje. l abandona
nicamente a este hombre a la condenacin que el propio hereje pronunciia contra s
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1. INSTRUCCIONES PERSONALES (3,12-14).
12 Una vez que yo hubiere enviado junto a ti a Artemas o a Tquica, haz la
posible por venir pronto a verme en Nicpolis, porque tengo el propsito de pasar
all el invierno.
La primera indicacin se refiere al propio Tito. Pablo va a enviar a Creta dentro de un
tiempo razonable a uno de sus colaboradores, a Artemas o a Tquico, para que releve a
Tito en su puesto y le entregue la direccin de la Iglesia en la isla de Creta. Mientras de
Artemas slo sabemos lo que en esta carta se dice, Tquico es mencionado como
compaero del Apstol cuando ste, en su tercer viaje misional, regres de Macedonia al
Asia Menor (Act 20,4). Procede del Asia Menor, es portador de la carta a los Colosenses
(Col 4,7) y a los Efesios (Ef 6, 21), y debe informar desde su punto de vista personal a los
destinatarios de ambas cartas sobre la situacin en que se encuentra el prisionero Pablo
(Ef 6,21s; Col 4,7-9). Este le estima sobremanera, y lo llama hermano querido, servidor
fiel y consiervo en el Seor (Col 4,7). En la segunda carta a Timoteo informa el Apstol
de que le ha enviado a feso (2Tim 4,12). Algunos suponen que este servidor fiel no
solamente fue cornpaero del Apstol, sino que tambin le sirvi como secretario.
Despus de la llegada de su sucesor el propio Tito debe dirigirse pronto a Nicpolis,
donde el Apsto1 piensa permanecer durante el invierno. Se trata sin duda de la ciudad
situada en el Epiro, que en memoria de la victoriosa batalla de Augusto junto a Accio (31
a.C.) recibi este nombre y que se haba desarrollado hasta convertirse en centro de la vida
cultural helenstica. La eleccin de este lugar, situado junto al mar Adritico, permite
sospechar quiz que Pablo pensaba dirigirse nuevamente hacia Oriente? As pues, Tito
deber abandonar dentro de un espacio de tiempo razonable las comunidades cristianas de
la isla de Creta. Pero aunque tenga presente este cambio, debe llevar adelante su tarea
apostlica con toda energa hasta el ltimo momento de su actividad. Aun ahora que sabe
que va a ser relevado en su oficio debe predicar lo que es conforme con la sana doctrina
(2,1), debe mostrarse como modelo en obras buenas (2,7b), de exhortar y reprender
con toda decisin (2,15) y dar testimonio del Evangelio de Jesucristo. As pues, debe
cumplir fielmente sus obligaciones hasta ltima hora, puesto que de los servidores de
Cristo y administradores de los misterios de Dios se exige que sean fieles (lCor 4,1s).
13 A Zenas, el jurisconsulto, y a Apolo mira de proveerlos solcitamente de
forma que no les falte nada, 14 y que los nuestros aprendan a ejercitarse en
obras buenas para atender a las apremiantes necesidades y que no sean
hombres infructuosos.
Un segundo encargo: Pablo encomienda a los cuidados de Tito a dos hombres, a Apolo y
a Zenas, que probablemente son portadores de la carta, y que se puede suponer que
pasando por Creta se dirigen a Alejandra, la patria de Apolo (Act 18,24). De Zenas, a quien
llama jurisconsulto, quiz porque antes fue escriba judo o porque, como jurisconsulto
romano, ejerca todava esta actividad, no tenemos la menor noticia en los restantes escritos
del Nuevo Testamento. Por el contrario, Apolo es conocido como un judo docto en
filosofa y orador muy inteligente por su actividad en feso (Act 18, 24-26) y en Corinto
40.
Con el fin de asegurar los medios necesarios para su ulterior viaje y el equipo de ambos
maestros cristianos Tito debe tratar con todo esmero de que no les falte nada. Para ello
debe apelar a la beneficencia de la comunidad cristiana. Los cristianos de Creta, con su
sentido de sacrificio, no deben dejarse superar por los judos y paganos que apoyan con
entusiasmo a sus predicadores ambulantes. As pues, deben mostrarles su amor eficiente, y
si es necesario ofrecerles su ayuda.
Este amor operante debe ser el fruto de su verdadera vida cristiana. Sorprende que en la
parte central de las cartas pastorales se insista tanto en las buenas obras 41: se exhorta a
Tito a educar a las nuevas comunidades en la prctica eficiente de la caridad. Es cierto que
la exigencia de las obras buenas, que no es lcito equiparar con la justicia por las obras,
no falta en las cartas ms antiguas de Pablo 42. Pero el hecho de que en las cartas
pastorales se fije de una manera especial la atencin en esto, se explica por el fin prctico
de estas cartas. Mediante estas obras buenas debe manifestarse la fuerza de la nueva
vida que acta en los cristianos (cf. 2Tim 3,17), y hacerse visible la gracia de Dios
salvadora y adyuvante en la vida diaria de los cristianos. La verdadera fe cristiana debe
actuarse en la caridad (Gl 5,6).
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40.1Co 1,12; 3,4-6.22; 4,6; 16,12.
41.Cf. 1Tm 2,10; 5,10; 6,18; 2Tm 2,21; 3,17; Tt 2,14; 3,8.
42.Cf. 2Ts 2,17; 2Co 9,8; Rm 2,7; 13,3; Col 1,10; Ef 2,10.