Los Misterios de La Hipnosis

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LOS MISTERIOS DE LA HIPNOSIS

Cada vez son ms los mdicos que recurren a esta vieja tcnica. La usan para atacar el
dolor, para combatir el asma y ciertos trastornos nerviosos, y, tambin para remplazar la
anestesia en operaciones quirrgicas menores. Pero qu pasa en el organismo y, sobre
todo, en el cerebro, cuando nuestro cuerpo permanece mucho tiempo sometido a ese
raro sueo artificial que anula la conciencia? Para qu sirve en realidad, como se le hace
para hipnotizar a una persona.
1. UN CONTROL PSQUICO ENIGMTICO.
La hipnosis se basa en el poder de la sugestin, que no siempre es absoluto. No se puede obligar
al hipnotizado a realizar actos en contra de su voluntad, porque su conciencia crtica sigue
funcionando. Pero, por qu hace todo lo dems? Por ejemplo, por qu "obedece" rdenes?
2. EL CEREBRO ESCONDE SU JUEGO.
Aunque el hipnotizado siente, y de alguno modo sabe, que se encuentra en una situacin distinta,
rara, su electroencefalograma es similar al de una persona en estado de vigilia normal. Una
paradoja que hoy intentan dilucidar los cientficos.
3. EL CUERPO SUPERA LOS LMITES.
En un estado de hipnosis nuestro cuerpo se vuelve sbitamente capaz de llevar a cabo hazaas
que no realizara en situaciones normales. Por ejemplo, quedar completamente rgido y aceptar
ser suspendido entre dos sillas, apoyado con nuca y pies.
A ms de doscientos aos de su polmica presentacin en Europa, la hipnosis ha revelado su
principal secreto: ningn hipnotizador puede influir sobre un sujeto que no desea ser hipnotizado. O
sea, no hay hipnotismo, slo autohipnosis, un peculiar estado de relajacin muscular y
concentracin mental voluntarias, que induce y supervisa un terapeuta calificado. Hoy, los
cientficos son categricos al respecto: es posible situar a un individuo en un enclave psquico y
fsico especial mediante una tcnica de sugestin oral que modifica temporalmente su estado de
conciencia, pero no convertirlo en un autmata que cumpla rdenes caprichosas o en contra de su
tica personal, como robar o asesinar. Lejos qued el mito sintetizado por Fritz Lang en El doctor
Mabuse, filme mudo que en 1922 mostraba cmo un genio loco hipnotizaba media Europa para
dominar el mundo, y que ms tarde censur Hitler porque se sinti retratado. Actualmente, dentistas
franceses, rusos y estadounidenses emplean la hipnosis controlada para reducir el dolor de una
extraccin de muela, por ejemplo. Y tambin parece resultar til para tratar ciertos sndromes
asmticos, algunas fobias y no pocos trastornos psicosomticos.
Como lo explica el antroplogo Lapassade, de la Universidad de Pars, la hipnosis concita a una
capacidad natural de nuestro cerebro: la sugestin, herramienta que transforma un pensamiento es
una indita reaccin corporal y emocional. Segn el profesor Len Chertok, pionero de la hipnosis
en Francia, el limite de esa reaccin es el espritu crtico del hipnotizado, que no suele aceptar
modos autoritarios por parte del hipnotizador, aun tratndose de extravagancias ms propias del
teatro que de la ciencia mdica. Indudablemente, Chertok desaprueba que algunos hipnotizados, no
todos, hagan el ridculo al saborear una cebolla creyendo que es un durazno, o al sentirse borrachos
tras beber un vaso de agua, por engao del hipnotizador. Pero lo peor es la tetanizacin, ese acto de

poner a un sujeto tieso cual tronco y colocarlo entre dos sillas, apoyado slo con nuca y pies,
agrega Lapassade, con lo que se corre el evidente riesgo de contracturas musculares e incluso
posibles lagunas mentales antes no experimentadas por el hipnotizado.
Y bien, qu es la hipnosis? La palabra proviene del griego hypnos. que significa sueo, pero
resulta insuficiente a la hora de precisar qu es ese cuarto trance al que los cientficos atribuyen un
determinismo fisiolgico distinto al de los otros tres estados vitales: la vigilia, el dormir sin soar y
el dormir con sueos. Porque el hipnotizado no est dormido, no suea y, es ms, su respiracin,
tono muscular y pulsaciones son los de una persona despierta. Cul es la clave de este enigma? La
actividad cerebral. "Si bien el electroencefalograma de un hipnotizado es idntico al de alguien
completamente lcido, se detectan significativas diferencias neurolgicas, afirman los expertos del
hospital belga de Lieja, dirigidos por Jacques Faymonville. Esta tesis se basa en una valiosa
comprobacin: los efectos de la hipnosis sobre la reduccin del dolor son tan va nabes de un
paciente a otro, que no pueden deberse a meras perturbaciones psicolgicas de la sensibilidad, sino a
reales modificaciones neurofisiolgicas. Es decir, que dentro del estado hipntico se descubri una
actividad cerebral especfica, cuyos mecanismos y alcances se mantuvieron en secreto, adems,
hasta su reciente publicacin en el New England Journal of Medicine. El escepticismo de
Faymonville lo llev a desechar los argumentos sensacionalistas de los hipnotizadores no
cientficos, que promocionan su poder encubrindolo con ocultismo o con un don de la pura
naturaleza animal.
Y es que el mencionado determinismo fisiolgico de la hipnosis podra dar lugar a interpretaciones
parciales, basadas en comprobaciones en apariencia indiscutibles: la serpiente, el halcn y la
mangosta hechizan visualmente a sus victimas para luego comrselas, y este fenmeno
difcilmente se explicara por la sola fuerza de la sugestin, en general sujeta a la interrelacin de al
menos dos voluntades libres y a un puente de oralidad simptica. Otro dato que contradice el lugar
comn acerca de la hipnosis: las personas ms sugestionables no seran las nicas que pueden ser
exitosamente hipnotizadas. Para el doctor Jeannot Hoareau, psiquiatra del hospital Cochn, en Pars,
quienes mejor responden son los individuos inteligentes, con fuerte personalidad, que muestran una
gran capacidad de concentracin y no temen dejarse ir por su interior. Segn Hoareau, en toda
sociedad habra hasta un 15 % de sujetos hipersugestionables y, salvo un reducido grupo de
refractarios a cualquier intromisin mental, prcticamente todo el mundo es hipnotizable. Osada
mocin que, si no fuera improbable, acentuara que la disposicin no es indispensable para ser
hipnotizado, dado que el cuerpo respondera aunque el intelecto se negara. Como se advertir, los
criterios son distintos aun dentro del campo clnico, y la polmica no acaba.
Considerada por minoras culturales como un arma de sometimiento, la hipnosis no termina de
liberarse del inquisitorial cepo al que la conden, por ejemplo, una comisin de notables del rey
Luis XVI de Francia, entre los que figur el estadounidense Benjamin Franklin. Ellos acusaron de
curandero a Mesmer a fines del siglo XVIII. Justamente al mdico austriaco Franz Anton Mesmer,
sin cuya concepcin de las enfermedades como un desequilibrio de lo que llamaba fuerzas
magnticas, y que l pretenda combatir colocando imanes sobre el organismo afectado, no
habramos conocido la nocin de rapport, o conexin espiritual entre terapeuta y paciente, ni
abandonado el prejuicio que ubica a la hipnosis como pare del rito vud, la gestacin de zombis y
dems artes negras de la brujera.
En 1829, Juies Cloquet efectu la primera operacin quirrgica en que se aplic la hipnosis como
anestsico, y desde 1938, en la entonces Unin Sovitica, miles de embarazadas se prepararon para
un novedoso parto sin dolor en los hipnotarium de los hospitales.

Tres son los niveles del proceso: hipnoidal, medio y profundo. En el primero se busca el estado de
relajacin ideal, en el segundo es posible obtener sensaciones analgsicas y en el ltimo, conocido
tambin como sonamblico y para el que slo sera apto un pequeo porcentaje de individuos,
podra aflorar el subconsciente.
En muchos pases se ha regulado legalmente el empleo de la hipnosis, con el fin de limitar tanto su
uso por parte de mdicos charlatanes, como los abusos que cometen los mentalistas en los teatros de
variedades. En Inglaterra, por ejemplo, se lleg a prohibir esta prctica en todo tipo de espectculos
pblicos, porque no pocos sujetos sufrieron regresiones y no han podido volver a la realidad, o
experimentaron diversos problemas cardiacos. Este debate es cada vez mayor en Europa y Estados
Unidos. Incluso, en algunos pases se cuenta con normas especificas para la aplicacin de la hipnosis
en medicina y psiquiatra. Especialistas como el doctor Ral Miserda, miembro del Instituto Milton
H. Erickson, asumen esta tcnica con tica y responsabilidad. En los estados hipnticos, la gente
puede ser influida por el terapeuta, tanto antes como despus de entrar en el trance. Muchas veces,
las regresiones son simples fantasas inducidas por el hipnotizador, y el paciente las siente como si
fueran realidad, seala. Esto hace necesaria una formacin especial, un entrenamiento peridico y
un fuerte compromiso que asume todo aquel que trabaja con el inconsciente de las personas.
Segn Miserda, la terapia hipntica ha servido para superar problemas de aprendizaje, complejos,
enfermedades psicosomticas y fobias, as como para curar ulceras, cuadros asmticos y de
hipertensin, y muchos otros trastornos. Uno de los mtodos ms utilizados es la progresin hacia el
futuro del paciente. Consiste en llevar a la persona hasta el tiempo donde su problema se encuentre
totalmente superado, de manera que, gracias al terapeuta, sepa cmo consigui superar sus
complejos. Esta parece ser la cara favorable de una prctica que aguarda una regulacin responsable.
Por otro lado, hasta los hipnotizadores menos acreditados del espectculo argumentan en su defensa
una dudosa seriedad que, no cabe duda, han copiado directamente de los postulados cientficos.
Resta por corroborar ticamente, entonces, hasta dnde la finalidad pecuniaria, de la que no est
exenta la propia medicina, es un punto en contra del hipnotismo como entretenimiento. Los efectos
del fenmeno, as como sus aplicaciones en cualquier terreno, siguen siendo inciertos, quiz
preocupantes. Para que el siglo XXI no le depare a la hipnosis un futuro injusto, arraigado en los
tabes de su lado oscuro, es de esperar que prevalezca el digno papel que le fue asignado por los
mdicos de Grecia, Persia y el antiguo Egipto, mucho antes que los magos y exorcistas de feria se
apropiaran de esa extraa sabidura para su exclusivo y espurio beneficio.
HIPNOSIS MDICA
En 1958, un grupo de jvenes mdicos y odontlogos mexicanos interesados en la hipnosis,
invitaron a un mdico cubano a impartir cursos sobre hipnosis mdica. Estos cursos dejaron 1a
semilla para que se creara, entre otras, la Sociedad de Hipnosis Mdica, de la cual formaron parte
cirujanos dentistas, mdicos, psiclogos y psiquiatras. En 1959, durante el Congreso Mdico
Panamericano realizado en Mxico, se cre la seccin de Hipnosis Mdica. El 31 de agosto de ese
ao, durante dicho congreso, se llev a cabo la primera intervencin quirrgica (una
apendicectoma) sin anestesia. En su lugar se empleo la hipnosis. Intervinieron el cirujano y
gineclogo espaol Juan Alejandro Tero, el cirujano pediatra Felipe Cacho y el cirujano dentista
Roberto Villegas Malda, quien fue el hipnlogo y de quien era paciente la mujer intervenida. Por si
las dudas, estuvo presente el anestesilogo Guillermo de Ovando. Sin embargo, no fue necesaria su
intervencin gracias a que la hipnosis surti efecto.

En una charla con Conozca Ms, el doctor Roberto Villegas Malda, profesor de la Facultad de
Odontologa de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, psicoterapeuta y fundador de la
Sociedad Mexicana de Psicoprofilaxis y Obstetricia, explica que la hipnosis es una herramienta ms
de la medicina para luchar contra al dolor, y un auxiliar en el control del sangrado en cirugas
menores, de los movimientos peristlticos y de la nusea que se presenta como efecto reflejo de una
broncoscopia. Le pediatra tambin se sirve de la hipnosis para, por ejemplo, convencer a los nios
de que se tomen sus medicamentos. Sin embargo, la hipnosis no sustituye la anestesia; es slo una
herramienta ms en determinadas situaciones y personas, una herramienta que emplea la
significacin de la palabra.
HIPNOSIS: PARA QUE SIRVE?
Desde tiempos inmemoriales, el uso de la hipnosis en espectculos pblicos opac sus
posibilidades reales en la teraputica; incluso faltaba desmitificarla como una panacea
capaz de curar casi cualquier enfermedad psicosomtica.
Para algunos psicoanalistas, la hipnosis puede constituir un tratamiento completo. Para muchos
mdicos, el trance hipntico llega a servir como anestsico. No todos estn de acuerdo. Sin
embargo, aprobada por el faran Ramss II y fundamentada tericamente por el mdico-alquimista
Paracelso en 1529, esta aeja tcnica empieza a revelar, en pleno umbral del siglo XXI, cules son
las dolencias que ayuda a erradicar y cules estn muy lejos de su alcance teraputico.
Para qu sirve la hipnosis?
Para dejar de fumar, por ejemplo, con una tasa de xitos hasta del 80%, segn algunos especialistas.
Eso s, an no hay estudios comparativos respecto a las aplicaciones a largo plazo con rayos lser o
parches y chicles de nicotina. En ciruga dental, los beneficios de la hipnosis fluctan, segn la
receptividad de los pacientes, entre un 10 y un 90%. Lo mismo para quemaduras graves y
curaciones cutneas. En excesos de peso y bulimia puede volver repulsivos ciertos alimentos antes
irresistibles. Fobias, neurosis, ansiedad, depresin, anorexia, impotencia, eccemas y asma estn en la
lista de la actual hipnoterapia. Incluso los problemas digestivos, haya o no lceras, diarreas y
dolores abdominales, son susceptibles de tratamiento con hipnosis, aseguran algunos terapeutas.
En qu casos es ineficaz la hipnosis?
La drogadiccin, su mayor enemigo, le impide actuar porque, como dice el analista especializado
Didier Michaux, "la toxicomana crea una dependencia pesada, es un autntico estado hipntico
autoinducido y cerrado. Tambin en los cuadros psiquitricos fuertes, como la esquizofrenia o la
depresin aguda, la hipnosis resulta de nulo valor auxiliar.
Y, naturalmente, queda fuera en las intervenciones quirrgicas de alto riesgo, en las que la anestesia
sume en un sueo profundo al paciente. Esto es as porque, como se ha dicho, para lograr una
autohipnosis oralmente inducida, un trance de todos modos diferente al estado de vigilia normal, el
sujeto no debe estar dormido. Razn por la cual numerosos terapeutas prefieren que sus pacientes se
relajen cmodamente sentados o recostados, pero no echados horizontalmente. Un simple bostezo
puede romper el triple proceso en su fase inicial sugestiva de descenso a uno mismo, o a una rara
zona psquica.

Tambin los nios


Aunque no es habitual su empleo en los nios, la hipnosis manejada profesionalmente como un
juego interactivo demuestra una amplia eficacia que no atenta contra la lucidez del paciente, el cual
siempre distingue entre realidad y ficcin.
CMO SE HIPNOTIZA?
La hipnosis slo es practicable en individuos sugestionables y bien dispuestos a dejarse guiar
profesionalmente hacia ese extrao punto de la conciencia en el que no se est ni dormido ni
despierto.
la frmula "Durmase, se lo ordeno!" es un recurso de magos e ilusionistas, y no reviste seriedad
alguna. En cambio, cuando se trata de un mdico o un psicoanalista, el proceso hipntico es
inducido paso a paso y con mucha serenidad. Una sesin dura alrededor de una hora y en general el
paciente est recostado en un divn, mientras el terapeuta lo invita a cerrar los ojos o a mirar un
punto exacto de la sala, y lo gua al relajamiento muscular con suave voz: "Apoye su mano derecha
en el muslo, sienta la textura de su pantaln", por ejemplo. "Esas sugerencias tienen como objetivo
fijar la atencin del sujeto en s mismo -explica el doctor Jean-Marc Benhaiem-, lo que restringe su
percepcin del mundo y le permite asimilar mejor sus sensaciones y las consignas del terapeuta".
Luego, ste le pide al paciente que levante una mano o cruce los dedos. Si lo hace, quiere decir que
ya esta hipnotizado. Llega entonces la fase crucial de la sesin clnica. El terapeuta repite varias
veces sus sugerencias: "El cigarrillo le hace mal al corazn o "Ese dolor de pecho desaparecer si
deja de fumar. Al terminar la sesin, el paciente es sacado del trance gradualmente (no de golpe,
como en los programas de televisin o en los teatros), lo que le devuelve el control de sus msculos
y la lucidez sin ninguna sensacin de malestar. Antes de despedirse, el paciente y su terapeuta
comentan en detalle lo ocurrido y as, amablemente, el primero completa su experiencia mediante la
razn, libre de ocultamientos que pudieran minar su credulidad. Porque as como el hipnotizador
declara en un teatro que su acto ser exitoso slo si los "voluntarios" creen en su "poder", en la
praxis cientfica la confianza es, siempre, la clave de toda interaccin provechosa. Sobre todo en el
rea de la hipnosis, proceso que bsicamente requiere un gua.
La mirada firme del hipnotizador y su viejo pndulo son herramientas para captar la atencin del
hipnotizado.

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