Generación 1957
Generación 1957
Generación 1957
http://heredia-costarica.zonalibre.org/archives/2009/09/tercera-generacion-del-periodo-superrealismo-1957-irrealismo.html
La novela que llam ms la atencin de los lectores, sobre todo de los europeos, fue Cien
aos de Soledad: 1967, del colombiano Garca Mrquez y sin lugar a dudas lo promocion al
premio novel de literatura de 1982. Pero tambin otras obras de escritores de la misma
generacin, tuvieron gran xito editorial, La muerte de Artemio Cruz: 1962 de Carlos
Fuentes, El obsceno pjaro de la noche: 1970 de Jos Donoso, Boquitas Pintadas: 1969 de
Manuel Puig y formaron esta generacin de novelistas (1957), llamada del Irrealismo o de
ruptura y que, en Latinoamrica, hasta hoy, ninguna otra, ha alcanzado tanto xito.
El juego con el tiempo, con el lenguaje, con los diferentes espacios, sobre todo el interior o
psicolgico, sorprende a los lectores ingenuos, les exige estudio, detenimiento, cuidado y no
se debe afirmar, como lo han dicho algunos crticos, que los textos son para eruditos y que
no permiten el disfrute, el placer de lo narrado, eso es falso. Si una persona solo ve en nuestra
realidad latinoamericana, una planicie, una meseta, unos pocos colores, un claroscuro,
entonces es que est miope, porque nuestra realidad es compleja, polivalente, ambigua,
multifactica y casi siempre escurridiza, difcil de aprehender.
En Costa Rica, esta generacin, si bien es cierto, no tiene los alcances literarios importantes
de otros pases como Colombia, con Gabriel Garca Mrquez, premio novel en 1982, creador
del Realismo Maravilloso o Realismo Mgico que violent y super todos los cdigos de los
paradigmas literarios anteriores, sobre todo del realismo fotogrfico, referencial, biogrfico
y superficial. An se escriben novelas tradicionales que utilizan el paradigma anterior, pero
lo importante es que algunos, pocos, eso s, han logrado crear importantes novelas que
pueden y han rebasado nuestras fronteras por su calidad literaria y la renovacin de viejos
moldes ya estereotipados y aldeanos.
La primera decisin fue unirse en un proyecto ideolgico y poltico. Casi todos, por no pecar
de desconocimiento, con la excepcin de Julio Suol Leal y Jos Len Snchez, fueron
militantes del Partido Liberacin Nacional. El que inicia la generacin, por ser el mayor,
Alberto Caas Escalante, fue fundador importante de ese partido, del que ahora se retira, no
por su gusto, sino porque el partido perdi el rumbo de sus postulados originales y, por esa
razn se uni a una nueva agrupacin poltica llamada PAC, Partido Accin Ciudadana.
Creemos que don Alberto tiene razn, son ms las semejanzas entre ambos partidos que las
diferencias. No sabemos cules son las decisiones de los otros novelistas, pero lo importante
es que, en su momento todos pertenecieron a ese ideario modernista liderado por don Jos
Figueres Ferrer, dos veces presidente de Costa Rica. Muchos de estos novelistas ocuparon
cargos polticos en diferentes gobiernos de Liberacin Nacional y hasta fundaron ministerios,
tal el caso de don Alberto que le correspondi crear el Ministerio de Cultura, juventud y
Deportes, Julieta Pinto en el IMAS, Carmen Naranjo, como embajadora en Israel y otros
cargos. Apostaron a la nacionalizacin de la Banca, la Educacin y la salud. Fueron
promotores de la creacin de la llamada clase media costarricense, que ahora comienza,
poco a poca, a desaparecer, por empobrecimiento.
Otro de los rasgos que los une, como generacin, es que sus obras giran, por lo general,
sobre la ciudad y, en especial, San Jos. Ya no aparece el enfrentamiento entre campesinos
y citadinos sino la temtica citadina y sus mltiples facetas sociales: corrupcin, prostitucin,
drogas, alcoholismo, burocracia, consumismo, delincuencia, inseguridad, soledad. Las
novelas giran dentro de esta basta temtica. Lo ilustra el ttulo de una novela de Carmen
Naranjo Coto, Diario de una multitud: 1974. Se empean en mostrar la burocracia, lo
cotidiano, el diario vivir, la fealdad de la ciudad y sus lacras, los bajos fondos, y algunos hasta
hacen paralelos con la ciudad que los vio nacer y les form en su juventud. Es una especie
de aoranza, porque casi todos nacieron en San Jos o en el llamado Valle Central, de Cartago
a San Ramn y por otra parte, salvo excepciones, muchos pertenecen a la llamada clase
media. Son profesionales y gozan de una cultura importante. Algunos son periodistas y
abogados, otros hasta obtuvieron licenciaturas en Filologa, como es el caso de Julieta Pinto
Gonzlez que, a pesar de disfrutar de holganza econmica, ofrece una gran sensibilidad
social por los ms necesitados y lo mismo podra decirse de Carmen Naranjo Coto.
Es notorio que casi no aparezcan escritores de novelas del partido opositor a Liberacin
Nacional, no importa cul sea el nombre que se le d: Unidad Nacional, Social Cristianismo,
etc. Salvo los dos novelistas antes sealados. Pensamos que no se preocuparon por escribir
obras literarias. Esto no es una observacin casual porque desde los inicios de la historia
literaria son pocos los escritores que no han pertenecido o a partidos de izquierda que son
los ms o a Liberacin Nacional. Es tema para un mayor anlisis futuro. Esto unido a que la
izquierda perdi la perspectiva, se encuentra desorientada y sin un futuro cierto. ste es un
gran reto para los futuros y actuales novelistas costarricenses.
Otro rasgo importante que se le debe sealar a esta generacin, es que no abandon del
todo el realismo, se pas del campo a la ciudad y se afinc de preferencia en el hombre, su
tragedia frente al sistema, su propia impotencia pero no dio el salto a lo maravilloso, a lo
mtico, a lo extrao, a lo hiperblico, a lo universal, a lo fantstico. Su universo sigui siendo
chico, su horizonte no lleg ms all de lo que poda ver. Este rasgo de nuestra literatura y
de la personalidad del costarricense que no ensancha sus horizontes, que no piensa en
grande, que se ajusta demasiado a sus propias limitaciones, que no abre su imaginacin y da
rienda suelta a su poder creativo, es quizs una camisa de fuerza que ha impedido la creacin
de obras de gran envergadura y aplauso universal. Somos de poco alcance. Salvo algunas
obras, como las de Carmen Naranjo, Rima Valbona y Samuel Rovinski, para solo citar tres de
los ms importantes.
En Costa Rica se destacan algunos novelistas por la calidad de las obras y por el logro de las
mismas en el proceso de la creacin literaria innovadora. Tendremos ocasin de referirnos,
en detalle, a los ms sobresalientes de ellos.
pero tuvo el xito que ninguna otra novela costarricense alcanz, salvo quizs Mamita Yunai,
de Carlos Fallas Sibaja. Fue leda en varios idiomas y llevada a la pantalla. Debe reconocerse
que en el momento de escribir esta novela Jos Len Snchez Alvarado era un preso en la
isla de San Lucas y posea escasos estudios formales. Poco a poco se fue convirtiendo en un
intelectual autodidacta y un estudioso, sobre todo de la historia indgena de Mxico. Obras
como Tenochtitlan: 1984 y Campanas para llamar al viento: 1987 y Mujer...an la noche es
joven!: 2001, forman parte de las novelas ms importantes de nuestra literatura.
No debemos dejar de destacar a otras dos mujeres de esta generacin que dan relieve a
nuestra literatura, se trata de Carmen Naranjo Coto (1930) que ha escrito por lo menos siete
novelas de gran valor literario, Los perros no ladraron: 1966, Memorias de un hombre palabra:
1968, Camino al medioda: 1968, Responso por el nio Juan Manuel: 1971, Diario de una
multitud: 1974, Sobrepunto: 1985, El caso 117.720: 1987 y Ms all del Parismina: 2000. Su
temtica ms importante es el hombre frente a lo cotidiano, sus angustias, fracasos y
sufrimientos. Su obra es una finsima crtica a nuestra sociedad de consumo, estereotipada,
burocratizada, despersonalizada, mediocre.
La otra escritora que sigue por este mismo camino es Rima Gretel R. De Valbona (1931) que
ha escrito novelas tan importantes como Noche en vela: 1968, La espina perenne: 1981, Las
sombras que perseguimos: 1983. Tendremos ocasin, ms adelante, de referirnos en detalle,
a estas novelas. Los dems miembros de esta generacin sern retomados en su momento.
Algunos de ellos escribieron folletines, otros bestsellers, algunos, una sola novelita, casi sin
No es nuestro inters resear los contextos histricos y sociales de los autores porque
sabemos que abundan investigaciones de historiadores, socilogos y politlogos que lo han
hecho en abundancia y con mayor propiedad; no obstante anotamos, a modo de
observacin, que los novelistas de esta generacin, se inclinaron por un ideario poltico
ideolgico comn. Casi todos ellos, por lo menos los ms importantes, pertenecieron al
partido Liberacin Nacional, y se inspiraron en la ideologa Social Demcrata que dio
nacimiento a este partido, en Costa Rica. Con su lder Jos Figueres Ferrer a la cabeza
emprendieron una serie de reformas constitucionales y crearon, bajo su mandato
importantes instituciones que demarcaron el derrotero de lo que hoy es Costa Rica. Iniciaron
el proceso de la segunda repblica con medidas trascendentales tales como la
nacionalizacin de la banca, la creacin de instituciones como el ICE, AYA, El Ministerio de
Cultura, Juventud y Deportes. Abolieron el ejrcito (1948), crearon el banco de los
trabajadores, iniciaron una apertura masiva de la educacin primaria y secundaria, se ampli
la clase media, impulsaron y crearon universidades de educacin superior, tales como la
UNA y el ITCR, etc. En stos y otros proyectos, directa o indirectamente, estuvieron adscritos,
casi la mayora de los novelistas de esta generacin. Fueron la vanguardia de ellos y
ocuparon puestos importantes en casi todos. Eso nos permite valorar el poder de la
generacin y afirmar, sin lugar a dudas, que fue una generacin de grandes logros en todos
los niveles de nuestra vida social y cultural, no slo en el mbito de la novelstica nacional.
simplicidad del manejo poltico de la primera repblica, propio de la clase oligrquica. Esto
abri dos vertientes narrativas. La primera que frustrada por el cambio social que propiciaba
una alta industrializacin liviana, de engranaje, de refraccin y ensamblaje as como la
apertura del comercio y la entronizacin del consumismo galopante, volvi los ojos al pasado
y con nostalgia revivi se, para algunos y no pocos, paraso terrenal perdido, ese edn. La
segunda posicin y la ms significativa que fij todas las esperanzas y proyectos en la
revolucin del 48 y sus reivindicaciones pero que, poco a poco, fue comprendiendo que la
tal revolucin, solo fue cosmtica y de cambio de timn, se frustr y evidenci en sus novelas,
ese desengao, esa enajenacin pero a pesar de ese fracaso ideolgico, no vio cerradas las
puertas del futuro y auscult en el pasado, la historia, el origen de su cultura, la explicacin
a la tan deseada identidad perdida y se aboc a la incursin en la intrahistoria, la naturaleza,
las minoras y al rechazo de la sociedad enajenada que viva. Reinvent el lenguaje y se abri
a las tcnicas modernas de otras artes y no escatim esfuerzos hacia la incursin de la
psicologa de los personajes, a travs del monlogo interior, los contrapuntos y sobrepuntos.
Lo privado e ntimo abre sus secretos y muestra los miedos, el terror, la impotencia, la
incomunicacin, la soledad y la frustracin.
Esta generacin abandona el viaje del campo a la ciudad y se afinca en la ciudad, ya sea para
sufrirla o para regresar al campo como una salida hacia ese mito que an persiste en muchos,
sobre todo cuando llegan a viejos, de que todo tiempo pasado fue mejor, cuando en realidad
solo fue diferente, ni mejor, ni peor.
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