Sindicatos Blancos en Monterrey PDF

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Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

Monterreys White Unions (1931-2009)


Miguel ngel Ramrez Snchez
Universidad Autnoma de Baja California
Direccin electrnica: miguel.angel.ramirez.sanchez@uabc.edu.mx

Resumen

Abstract

Mexican white unions are the equivalent to the so-called yellow unions of Spain and France
and employee representation plans (company unions) in the United States and Canada. All
of them are usually conceived as employer-prone labor organizations. Until recently, Mexican
white unions were just regional phenomena, being restricted to the industrial city of Monterrey,
where they have been an important force. Yet, in agreement with the crisis and reorganization
of Mexican trade unionism and the opening of the Mexican political system, they are becoming
an important force at the national level.
Keywords: 1. Trade unionism, 2. employee representation plans, 3. industrial relations, 4. paternalism, 5. Monterrey

Fecha de recepcin: 27 de agosto de 2009


Fecha de aceptacin: 3 de septiembre de 2010

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, julio-diciembre de 2011, pp. 177-210

Los sindicatos blancos son el equivalente mexicano a los sindicatos amarillos de Francia y Espaa y a los planes de representacin del empleado de Estados Unidos y Canad. De ellos se dice
que son organismos obreros sometidos a la voluntad de los patrones, que los crean y dirigen.
En Mxico, esta clase de sindicatos eran hasta hace poco un fenmeno regional, restringido a
la ciudad de Monterrey, donde han tenido su mayor desarrollo. Sin embargo, coincidiendo con
la crisis y reorganizacin del sindicalismo mexicano y la apertura del sistema poltico nacional,
han crecido en nmero e influencia poltica. En este artculo se ofrece un resumen histrico de
este movimiento.
Palabras clave: 1. Sindicalismo, 2. sindicatos blancos, 3. relaciones laborales, 4. paternalismo,
5. Monterrey.

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Introduccin

En la larga crisis del sindicalismo mexicano algunas centrales antes hegemnicas,


como la Confederacin de Trabajadores de Mxico (ctm), han perdido su antiguo
esplendor (Aguilar, 2002, Aguilar y Vargas, 2006) y otras, como las federaciones
y confederaciones blancas con sede en la ciudad de Monterrey, que apenas eran
conocidas por el ciudadano promedio, viven un auge inesperado. Sorprendente
cambio de fortuna para un movimiento prcticamente ignorado hasta ahora por
los analistas laborales, quienes lo consideran una expresin excntrica del sindicalismo mexicano, una especie de patente de corso otorgada a los empresarios
de una ciudad para organizar a sus trabajadores en sindicatos propios, ajenos al
control de los funcionarios del Estado. No es que nadie se hubiera interesado
en ellos hasta ahora. Los sindicatos blancos de Monterrey son mencionados en
los primeros estudios del sindicalismo mexicano (Salazar, 1938), y a medida que
aument su nmero e influencia creci tambin el inters en ellos (Ortega, 1975,
Aguilar, 1986), pero con demasiada frecuencia las referencias a esta clase de sindicatos son simples definiciones formales, muy poco documentadas. Las ms de
las veces los sindicatos blancos son apenas descritos como una categora atpica
del sindicalismo mexicano. Abundan los estereotipos, los errores de interpretacin y los pronsticos fallidos.1 A este cuadro de confusin se agrega el repentino
atractivo de los sindicatos que no confrontan al patrn y hacen frente con l en la
defensa de sus intereses comunes. En el mundo, con ms deseos que evidencias, se
anuncia la muerte del modelo antagonista de relaciones industriales y se revalora
experiencias de colaboracin obrero-patronal, incluyendo formas de sindicalismo
pro patronal, como los sindicatos blancos (Nissen, 1999; Kaufman, 2000).
En este trabajo presento un resumen histrico del sindicalismo blanco de
Monterrey, desde su nacimiento, en 1931, hasta el presente. Para ensayar una definicin que lo describa de forma ms ajustada a los hechos conocidos por la
historiografa regional, reviso los estereotipos contrapuestos que difunden por
separado sus aliados y sus crticos, identifico sus principales ramas, describo su organizacin en sindicatos, federaciones y confederaciones y extraigo un par de conclusiones de su historia. Para este objetivo, me detengo en tres grandes momentos
del sindicalismo blanco: su origen (dcada de 1930), su consolidacin (dcada de
1940) y su expansin reciente (dcada de 2000).
En los que incurren incluso observadores bien informados, como Edur Velasco que anunci en 1999 la
ruptura del sindicalismo blanco regiomontano (Velasco, 1999).

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Un apunte previo

Antes de proceder a la exposicin, me permito destacar la similitud de esta clase


de sindicatos con otros sindicatos de otros pases. Por su historia y por su ideario, los sindicatos blancos de Monterrey son de la misma clase de los sindicatos
amarrillos de Espaa y Francia (syndicats jaunes) y los planes de representacin
del empleado (employee representation plans, mejor conocidos como company unions)
de Estados Unidos y Canad, por citar nicamente a los ms conocidos. Como
recomendaba el fundador de los sindicatos amarillos de Francia, Paul Lanoir, los
sindicatos blancos de Monterrey buscan amigablemente, de buena fe y en toda
circunstancia el punto de unin de las recprocas concesiones que se deben los
trabajadores y sus patrones (Steens, 1902). Pero los blancos de Monterrey nunca
han formado parte de un partido poltico, como s lo fueron en su origen los
amarillos de Francia (Arnold, 1999). Los sindicatos blancos se asemejan ms a los
sindicatos amarillos de Espaa. Como hicieron estos sindicatos, los de Monterrey
renunciaron a la huelga y rechazaron la lucha de clases (Castillo, 1977). Pero los
sindicatos blancos no son hijos de la epstola papal de rerum navarum como sus
similares en Espaa. La doctrina social cristiana de la iglesia Catlica no jug
ningn papel en su creacin ni lo ha hecho en su desarrollo. La historia del sindicalismo blanco es ms parecida a los planes de representacin de Estados Unidos.
Esos planes, como los sindicatos blancos de Monterrey, fueron creados por los
patrones para mantener a sus trabajadores lejos de la agitacin laboral, otorgndoles algunos beneficios, sin perder el control sobre ellos. Siguiendo el ejemplo
de Estados Unidos, la lite empresarial de Monterrey organiz sus propios planes
de representacin. El llamado Plan Rockefeller, el ms importante e influyente de
los planes de representacin en Estados Unidos (Ress, 2007), creado en 1915,
fue imitado en Monterrey apenas tres aos despus por el propietario del mayor
negocio de la ciudad, Luis G. Sada, quien cre en 1918 la Sociedad Cuauhtmoc, una cooperativa que se reconoce como el antecedente directo de los actuales
sindicatos blancos. En ambos casos, un patrn poderoso organiz una forma
controlable de participacin obrera, otorgando a sus trabajadores beneficios superiores al mercado, para detener una ola de inconformidad que amenazaba sus
negocios. John D. Rockefeller lo hace un ao despus de la masacre de Ludlow, y
Luis G. Sada un ao despus de un intento de sindicacin obrera reprimido por
l mismo. Los planes de representacin (ms recordados como company unions) y
los sindicatos blancos se parecen tambin en la dificultad de definirlos, ms all

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de su filiacin propatronal. La forma en que se les conoce es un membrete impreciso. Su significado es ambiguo y cambiante. Para ms detalles, los planes de
representacin (Kaufman, 2000) fueron rebautizados despus de su prohibicin
en 1935 como sindicatos locales independientes (Jacoby, 2001) y ahora mismo se
habla de ellos como parte de un moderno movimiento libre de sindicatos (Logan,
2002), y a veces se les describe como formas de representacin no sindical (Tara
y Kaufman, 2006). A los sindicatos blancos se les da ese nombre desde su origen,
pero ellos mismos se autonombran sindicatos independientes, autnomos, libres
o progresistas. Ciertamente, unos y otros comparten la caracterstica de ser una
creacin patronal. Pero, al menos en Estados Unidos, el verdadero significado de
esta intervencin es objeto de un movimiento de revisionismo histrico, que trata
de rehabilitar a estos sindicatos como autnticos organismos de representacin
obrera (Jacoby, 1989; Kaufman, 2000; Rees, 2007).
En medios internacionales se confunde a los sindicatos blancos con los sindicatos fantasmas, tambin conocidos como sindicatos de proteccin, una clase diferente pero igualmente anmala de sindicato propatronal. Estos sindicatos
usurpan, en complicidad con los patrones, derechos de negociacin colectiva que
no les pertenecen, aprovechando un vaco legal que permite que los dirigentes de
un sindicato acuerden con el patrn la firma de un contrato colectivo de trabajo
sin necesidad de consultar a sus supuestos representados (Quintero, 1989; Lpez, 2000; Bouzas, 2007). El resultado es un extrao sindicalismo de trabajadores
legalmente representados por sindicatos cuya existencia ignoran. Los sindicatos
blancos, en cambio, son conocidos por los trabajadores que dicen representar.

El concepto de sindicato blanco

De la Garza (2003) propone cuatro criterios como base de una tipologa del sindicalismo mexicano donde puedan clasificarse la variedad completa de modelos
sindicales que existen o que pudieran impulsarse en la coyuntura actual. Estos criterios son: 1) estructura y funcionamiento interno del sindicato, 2) relaciones del
sindicato con el trabajo y la empresa, 3) relacin entre sindicato y Estado y 4) relaciones sindicato y sociedad. Visto a contraluz de estos criterios, e interpretando
y ampliando o corrigiendo los argumentos e indicaciones de Enrique de la Garza,
los sindicatos blancos de Monterrey podran ser descritos como: 1) organismos
complejos, manejados de acuerdo con doctrinas gerenciales de calidad en el servi-

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cio, con burocracias profesionales, que ofrecen a sus lderes naturales una carrera
en la organizacin sindical, pero una muy corta, limitada al mbito de la propia
empresa, porque las cpulas federativas de estos sindicatos son muy cerradas y
acostumbran a perpetuarse en el cargo. Su cultura sindical es respetuosa de las formas, incluyendo el puntual cumplimiento de un calendario de asambleas, eleccin
de delegados, revisin salarial y otras tareas. Pero todo ello con un frreo control
de la cadena de mando. La revisin contractual, por ejemplo, depende, en todos
los casos conocidos, de un grupo de asesores designados por la cpula sindical de
forma permanente a plantas o empresas determinadas. 2) En sus relaciones con el
trabajo y la empresa, el sindicalismo blanco de Monterrey puede calificarse como
subordinado a la empresa coadyuvando en tareas de gestin de recursos humanos. De la Garza recuerda aqu el concepto de microcorporativismo y aunque
lo ajusta a las particularidades del caso mexicano incluye en el mismo concepto
a los sindicatos blancos que no slo negocian sino hacen tareas de gestin de
mano de obra (de la Garza, 2003). En este punto coincide Palacios (2003 y 2004),
quien aplic ya este concepto a los sindicatos blancos de Monterrey. 3) Tratndose de la relacin con el estado, de la Garza afirma que los sindicatos blancos han
estado ausentes de la arena estatal. En contra de esta opinin, en las siguientes pginas trato de mostrar que la participacin de los sindicatos blancos en la poltica
ha sido discreta, y la mayora de las veces lo han hecho a travs de sus patrones o
prestando un servicio a sus patrones; pero existen varios ejemplos histricos que
refutan su celebrada imagen apoltica. Su misma circunstancia actual y su acercamiento a la presidencia de la republica y a la Secretara del Trabajo los define cada
vez ms como un actor poltico. 4) En el ltimo criterio de su propuesta analtica,
de la Garza omite toda referencia a los sindicatos blancos, pero la relacin con la
sociedad, sobre todo local, es uno de los elementos distintivos del sindicalismo
blanco de Monterrey. El vnculo con la comunidad en la que viven sus trabajadores no es el que tradicionalmente juega un organismo sindical, de movilizacin y
protesta, es ms el de un organismo intermedio que propone reformas a las leyes,
opina del manejo de las ciudades y del ltimo acontecimiento de la poltica local,
mantiene presencia en ceremonias cvicas y que sobre todo trata de imitar al modelo de los clubes sociales o las asociaciones mutualistas organizando el tiempo
libre de sus agremiados con actividades deportivas y recreativas.
En resumen, los sindicatos blancos de Monterrey son burocracias grandes y
eficientes, con una visin pragmtica y limitada de su papel de representacin de
los intereses de sus agremiados, a los que considera clientes, como dicta la ideologa

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gerencial en boga, controlados de arriba abajo, subordinados a la empresa, pero interesados en el trabajo como tal, que participan en la res publica, pero con una visin
conservadora del orden social, alindose en diferentes momentos de su historia a
partidos polticos de corte conservador, como el Partido Accin Nacional (pan),
ahora en poder de la presidencia de la repblica.
La dimensin poltica de este movimiento no debe subestimarse. Si las fuentes de poder del sindicalismo son el control del mercado de trabajo y su acceso
al poder poltico (Zapata, 2004), la reciente expansin de los sindicatos blancos
puede verse como el resultado, entre otras causas, de un mayor acceso a los rganos de decisin del Estado. El relevo del Partido Revolucionario Institucional (pri)
en la presidencia por parte del pan, en 2000, abri a los blancos la puerta de Los
Pinos. Ciertamente, el significado de este acercamiento est por verse. En su larga
historia, este movimiento no ha influido en la orientacin ni en la ejecucin de la
poltica econmica del Estado mexicano, y su poltica social: vivienda, transporte,
salud, educacin y recreacin, que s ha desarrollado, ha tenido como interlocutor
a los patrones, no al Estado.
Las dos imgenes opuestas del sindicalismo blanco

La prohibicin legal y el estereotipo denostado


En Mxico no se permite a los patrones patrocinar o alentar la creacin de sindicatos de trabajadores. La Ley federal del trabajo, en su artculo 133, fracciones IV y
V, prohbe a los patrones obligar a los trabajadores por coaccin o por cualquier
otro medio, a afiliarse o retirarse del sindicato o agrupacin a que pertenezcan, o
a que voten por determinada candidatura y a intervenir en cualquier forma en el
rgimen interno del sindicato. La interdiccin no ha sido cumplida. Ejemplo de
ello son los sindicatos blancos, un conjunto de sindicatos creados por los capitanes de la industria de la ciudad de Monterrey durante la primera mitad del siglo
xx. Varios autores afirman que estos sindicatos nacieron y se mantienen gracias al
patrocinio de los patrones (de Len, 1968; Rojas 1992; Flores, 1991; Snodgrass,
1996), pero esto nunca ha sido probado en la Junta de Conciliacin y Arbitraje local, si bien el asunto se ha ventilado ms de una vez. Los patrones se han asegurado de borrar sus huellas y los sindicalistas blancos no reconocen su dependencia.
En estas condiciones, calificar de blanco a un sindicato es ms una acusacin que
una definicin. Es un ttulo que tiene la marca del oprobio. El estereotipo dice

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que los sindicatos blancos son impostores que no representan a quienes afilian
porque son dirigidos a trastienda por el patrn. Esta impostura tiene la funcin de
aparentar que el patrn cumple la ley reconociendo el derecho de sindicacin de
sus trabajadores, cuando lo que hace es colocarse en los dos lados de la mesa de
negociacin, anulando de facto la posibilidad de cualquier acuerdo bilateral con sus
trabajadores. El patrn que controla a la representacin colectiva de sus trabajadores no tiene motivo para negociar sus condiciones, le basta comunicar al lder
sindical su voluntad para que ste se encargue de obligar a los trabajadores a hacer
o dejar de hacer lo que desea. La historia apoya este estereotipo. En Monterrey,
los sindicatos blancos ayudaron a los patrones a detener a otros sindicatos que los
amenazaban. Los sindicatos blancos restaron fuerza y finalmente derrotaron a los
sindicatos aliados al gobierno, de filiacin primero cromista y despus cetemista,
que aparecieron en la ciudad de Monterrey en las dcadas 1920 y 1930 del siglo xx.

El mito del buen patrn y el estereotipo celebrado


Si se toma a Monterrey como modelo de sindicatos blancos, debe entonces reconocerse que estos sindicatos llegan a tener aceptacin entre sus miembros. Las
fuentes de esta insospechada legitimidad no radican en los propios sindicatos
como dependen de sus patrones y sus rivales. Los trabajadores tienen bsicamente
tres razones para aceptar pasivamente o preferir activamente a un sindicato blanco
sobre cualquier otra posibilidad: una poltica paternalista de las empresas que reparten beneficios significativos a los trabajadores; la corrupcin y el desprestigio
de las centrales sindicales progubernamentales, y los resultados que entregan los
sindicatos blancos a sus agremiados en la tramitacin de prestaciones. Las primeras dos razones no dependen de los propios sindicatos blancos. El paternalismo
vuelve pecata minuta el inmovilismo de los sindicatos blancos, que no demandan a
los patrones los beneficios que reciben porque el trato implcito es abstenerse de
cualquier exigencia. Si el patrn otorga beneficios antes de siquiera pedrselo pierde sentido la huelga. Como es obvio, el paternalismo funciona mejor en las empresas con altos mrgenes de ganancia, condicin que por largos aos han cumplido
las principales empresas de Monterrey que, para ms informacin, son propiedad
de un pequeo clan familiar. A esto se aade la falta de alternativas. El desprestigio
de los sindicatos rivales refuerza el atractivo de los sindicatos blancos. Por ltimo,
algn servicio proporcionan los dirigentes blancos a sus afiliados. La inaccin los
define, pero los sindicatos blancos de Monterrey han recibido de sus patrones la

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encomienda de administrar un nmero de prestaciones predefinidas que les dan


un pretexto para ocuparse. Funcionan en este sentido como una extensin de la
gerencia de recursos humanos donde se tramitan vacaciones, permisos, ascensos
de categoras y otras demandas que se solicitan a ttulo personal. Las bondades
de los blancos las reconoce incluso Mximo de Len, dirigente comunista y uno de los
crticos ms duros de los industriales regiomontanos, acepta a regaadientes que
los sindicatos de la mayor federacin de sindicatos blancos son una mejor opcin
que muchos sindicatos aliados al gobierno:
A pesar del carcter francamente reaccionario de esta federacin en su conjunto y de
sus sindicatos en lo particular, en buena parte de ellos se mantienen rasgos positivos
que contrastan notablemente con la situacin existente en la mayora de las centrales
gubernamentalizadas. Por ejemplo, aqu no se dan fenmenos de corrupcin poltica
tan repulsivos como en las camarillas sindicales charras o acharradas en los sindicatos
oficializados; se respetan algunas formas de democracia sindical, aunque sin salirse
de ciertos lmites, como es lgico, y en un buen nmero de cuadros medios, existe
una honradez notable en el manejo de los asuntos de los agremiados. Estos rasgos
ayudan muchas veces a que sean ms atractivos, a los ojos de los trabajadores nuevos,
los sindicatos blancos, que muchos de los sindicatos rojos, en donde la corrupcin
moral y poltica de los dirigentes es ya proverbial (de Len, 1968:243).

Como era de esperarse, el apoyo que los blancos reciben de sus agremiados ha
dado lugar a un estereotipo de signo positivo en el que se celebra la generosidad de
los patrones y la responsabilidad de los dirigentes blancos. El prototipo del paternalismo regiomontano es la poltica de beneficios de la Cervecera Cuauhtmoc y
sus empresas asociadas. Es explicable que esa empresa sea el ejemplo ms acabado
del paternalismo pues Cervecera fue durante todo el siglo xx el negocio ms exitoso de la ciudad. El estereotipo dice que los patrones regiomontanos concedieron
beneficios antes de que se los exigieran sus trabajadores o el gobierno. Nemesio
Garca Naranjo, cronista de la ciudad por muchos aos y uno de los publicistas ms
activos del mito del buen patrn, resume el estereotipo en pocas palabras:
Los fundadores de la Cervecera Cuauhtmoc no fincaron la empresa sobre cimientos de extorsin ni de injusticia [...] Los directores no esperaron a las leyes en pro de
los obreros, que ya se presentan. Todo lo contrario, se adelantaron para conceder
voluntariamente, lo que despus se iba a otorgar por obra de la nueva legislacin [...]
En resumen, la Cervecera Cuauhtmoc se adelant a las demandas del proletariado y
dio y sigue dando una ctedra de industrialismo comprensivo y humanitario (Garca
Naranjo, 1965).

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En otro panegrico mistificador, Fuentes Mares relaciona el paternalismo con


la tranquilidad laboral que esta empresa ha gozado en su centenaria historia (Fuentes, 1976:146-147). Este autor habla incluso de importantes innovaciones en el
orden de la justicia social y la igualdad de oportunidades que esta empresa ha impulsado en Monterrey y Mxico (p. 66). La primera de ellas en 1907, cuando los
empresarios reineros decidieron reducir la jornada de trabajo de 12 a nueve horas
diarias. La Cervecera Cuauhtmoc fue la primera empresa mexicana que adopt
el nuevo sistema (Fuentes, 1976:65).

El paternalismo a debate
El paternalismo de que se ufanan los patrones y promueven sus panegricos tiene,
no obstante, sus crticos. Mximo de Len (1968:165) advierte que el paternalismo de Cervecera fue posible por una serie de circunstancias especiales, pues no
todos los patrones pueden recurrir a este tipo de medidas. Concretamente, la
Cervecera y sus mltiples negocios conexos rendan y rinden un alto nivel de utilidad, lo que permiti a sus dueos distraer una pequea cantidad para financiar estas
medidas comprensivas y humanitarias. Otras industrias, como el caso tal vez de la
Fundidora de Fierro y Acero, no tenan ese ligero margen de utilidades disponibles
para estos menesteres. Ya todava con ms razn las empresas pequeas o medias (de
Len, 1968:166).

Para Snodgrass, el paternalismo regiomontano naci como una poltica para


atraer y retener con beneficios a los obreros y tcnicos extranjeros durante el porfiriato, pero durante la revolucin y los aos del maximato callista los industriales
hicieron extensivos estos beneficios a todos los trabajadores de planta por razones
ms pragmticas que la simple generosidad. Con esos beneficios los industriales
trataron de mantener a salvo sus empresas de la agitacin obrera que sacudi
Monterrey luego de la promulgacin de la Constitucin de 1917, que autoriz la
creacin de sindicatos, y la promulgacin de la Ley federal del trabajo, en 1931, que
reglament su registro y les autoriz prerrogativas. De Len (1968), Snodgrass
(1996), Rojas (1992) y Flores (1987) coinciden en que el paternalismo de los industriales regiomontanos es una conducta aprendida y reforzada por traumas de
agitacin poltica. Entre 1914 y 1931 varios acontecimientos que amenazaron sus
derechos de propiedad convencieron a los industriales regiomontanos de las bon-

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dades del paternalismo. El primero de estos traumas es la incautacin, por algunos


meses, de Cervecera Cuauhtmoc por parte de un general carrancista de extraccin magonista que ocup fugazmente la gubernatura de Nuevo Len en 1914.
Para Mximo de Len, antiguo lder de los comunistas regiomontanos, la incautacin ense ms que mil lecciones de humanitarismo a los jefes de Cervecera
(de Len, 1968:166). Ese ao Monterrey fue tomado por tropas constitucionalistas al mando del general Pablo Gonzlez, que nombr como gobernador interino
al general Antonio I. Villarreal, exsecretario de finanzas del partido de Ricardo
Flores Magn, el Partido Liberal (Ortega, 2003).
Entonces se decret la incautacin de la Cervecera Cuauhtmoc para beneficio de la
revolucin y sus dueos tuvieron que emigrar a Estados Unidos por su clara filiacin
huertista. Aunque esta requisa dur slo unos meses, debi hacer meditar grandemente a los seores Garza Sada de la importancia que tena el no oponerse tan radicalmente a la marcha de los tiempos y que era seal de gran prudencia adelantarse
para otorgar concesiones que de todas formas ya iban a ser dadas por las leyes (de
Len, 1968:167).

El segundo trauma es un intento fallido de sindicacin en la Cervecera Cuauhtmoc. A principios de 1917, obreros de la Cervecera comunicaron al gobernador del estado, Alfredo Ricaut, la constitucin de la Alianza Emancipadora de
Obreros de la Cervecera Cuauhtmoc (Rojas, 1992:96). La conspiracin fue socavada con el despido fulminante de los miembros fundadores del sindicato.
En respuesta a este primer brote de inconformidad, el gerente Luis G. Sada promovi la formacin de una sociedad cooperativa que inicia formalmente sus funciones
el mes de marzo de 1918, llamada primero Sociedad Cuauhtmoc y despus, cuando se form la filial Fbricas Monterrey, Sociedad Cuauhtmoc y Famosa (Rojas,
1992:54).

Esta sociedad, que ha sido descrita como una especie de beneficencia (Fuentes, 1976:68), cumpli con creces las expectativas de sus creadores. Rojas recoge
una nota del diario El Porvenir, de fecha 16 de abril de 1920, en la que se informa
que hasta entonces los operarios de Cervecera no han secundado ninguna huelga ni han odo a los agitadores que han venido a Monterrey (Rojas, 1992:55).
scar Flores agrega que esta sociedad es el embrin de los sindicatos blancos. La
Sociedad Cuauhtmoc y Famosa represent la nica organizacin aceptada por
la administracin para plantear inquietudes de mejoramiento de vida que pudieran

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tener tanto empleados como obreros. He aqu el embrin de los sindicatos blancos consolidados en los aos treinta (Flores, 1987:249).
El siguiente trauma por el que pasaron los industriales de Monterrey fueron
las huelgas generales que los metalrgicos estallaron en 1918 y 1920 en las tres
mayores fundidoras de la ciudad. La sucesin de huelgas demostr una creciente
y ms eficiente organizacin de la protesta obrera. La primera huelga metalrgica
fue iniciada en solitario por los Gremios Unidos de Fundidora Monterrey y la
segunda estall simultneamente en las tres fundidoras bajo el mando nico de la
Conferacin Regional Obrera Mexicana (crom), la ms grande y organizada central
nacional de ese momento. La duracin de la huelga metalrgica de 1920 parece haberlos convencido de la urgencia de acabar con los motivos de descontento antes
de que aparecieran nuevas amenazas en forma de sindicatos oficialistas, anarquistas o comunistas. Las movilizaciones obreras tuvieron una impresin significativa
en los industriales regiomontanos, dice Snodgrass, quien agrega que a partir de
1918, ellos tomaron medidas para inhibir la militancia obrera y evitar los costosos paros de produccin (Snograss, 1996:7-8). Los industriales no cedieron a las
principales demandas de los huelguistas: el reconocimiento de las organizaciones
sindicales y el fin de los despidos cclicos que se acostumbraban en las fundidoras
y otros negocios de la ciudad; pero a cambio alentaron en las principales fbricas
regiomontanas el modelo mutualista de cervecera. La estrategia de control de
daos tambin inclua comits obrero patronales en cada departamento, llamados
comits de ajustes, que funcionaban como pequeas juntas de conciliacin precedidas por un representante patronal, el jefe departamental. Estos comits permitieron a los industriales descargar en los jefes intermedios la responsabilidad de
los despidos, pues estos rganos decidan quines eran desocupados al escasear las
ventas y reducirse la produccin. Pero hasta aqu los industriales regiomontanos
nada tenan que ver con los sindicatos. Lo que los convenci de dar el siguiente
paso fue la promulgacin de la Ley federal de trabajo. Hasta el ltimo momento se
opusieron a la ley, pero cuando fue aprobada decidieron prevenirse. Temiendo que
una ola de sindicatos rojos invadiera sus negocios decidieron responder al fuego
con fuego, alentando a sus obreros ms leales a formar sus propios sindicatos y
ganando para su causa a los lderes sindicales menos radicales. As surgieron los
primeros sindicatos blancos.

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Origen y desarrollo de los sindicatos blancos

El origen
Hasta la promulgacin de la Ley federal del trabajo, en 1931, los sindicatos no haban
prosperado en Monterrey a pesar de que su historia en la regin se remontaba
a 1874, cuando se form el Gran Crculo de Obreros de Monterrey (Vellinga,
1989:134). La oposicin de los industriales, la antipata de los sucesivos gobernadores y la inestabilidad del mercado de trabajo lo impedan (Snodgrass, 1996:11).
Para mantener a raya a insumisos y agitadores, los empresarios usaron como castigo disciplinario los despidos punitivos, los frecuentes recortes de personal y la
reduccin de das de trabajo; ni siquiera la Constitucin de 1917 quebr la oposicin
de los industriales regiomontanos. En 1917, los trabajadores de Cervecera se organizaron en su primer sindicato, pero los propietarios de la fbrica acabaron con
la insubordinacin despidiendo a los fundadores. En 1923, un grupo de despedidos form un sindicato en Vidriera Monterrey, filial de Cervecera Cuauhtmoc,
pero la empresa nunca los reconoci ni los reinstal en el trabajo como demandaban (Ramrez, 2009). Aos despus, en 1929, los propietarios canadienses de
la Compaa de Tranvas, Luz y Fuerza Motriz, Agua y Drenaje y Gas de Monterrey, se negaron a reconocer al primer sindicato organizado por sus trabajadores y despidieron a 30 de sus fundadores (Arenal, 1988:39). Con la nueva ley se
abran mejores perspectivas, pero en muchos casos los industriales se adelantaron
a los obreros organizando sindicatos blancos bajo la direccin de los empleados
de confianza (Snodgrass, 1996). Aprovechando la escasez de trabajo provocada
por la depresin econmica mundial, los industriales alentaron la afiliacin de los
obreros a estos sindicatos con la promesa de empleo estable en lugar de jornadas
reducidas (Snodgrass, 1996). Estos sindicatos fueron tcitamente autorizados por
los capitanes de la industria, que alabaron pblicamente la responsabilidad de sus
dirigentes por declararse anticomunistas, enemigos de las huelgas y dispuestos a
cooperar con los patrones en busca de la armona. Inmediatamente despus de
la promulgacin de la Ley federal del trabajo fueron creados numerosos sindicatos
blancos. El primero de ellos fue su modelo original. El 5 de noviembre de 1931
fue fundado el sindicato blanco por excelencia: la Unin de Trabajador de Cuauhtmoc y Famosa (en adelante citada como utcyf o Unin). Una momia de mutualismo resucitada la llama Abraham Nuncio (1984). La Sociedad Cuauhtmoc
no fue sustituida por la Unin. La Unin fue ms bien un membrete sobrepuesto
a la Sociedad. Los jefes de la Cervecera consideraron conveniente conservar la

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

189

estructura de asociacin mutualista y usaron el registro sindical para desanimar la


amenaza de un sindicato lombardista o comunista. A este sindicato le siguieron
otros. En 1934 ya exista una federacin informal de sindicatos blancos, que se
hacan llamar independientes para distinguirse de los sindicatos dependientes de la
ayuda estatal, la crom en primer lugar (Snodgrass, 1996:12-13). Con los llamados
independientes estaban los trabajadores de Fundidora Monterrey afiliados a los 16
sindicatos gremiales mejor conocidos como Sindicatos del Acero, una federacin
tambin informal. De cmo llegaron a convertirse en blancos los antiguos huelguistas agremiados a la crom no hay suficiente informacin. Snodgrass tan slo informa que despus de la huelga de 1920, los obreros de la Fundidora se unieron
en una federacin, los Sindicatos del Acero, que poco a poco cay bajo el control
de un puado de lderes que colaboraron con la empresa (Snodgrass, 1996:16).
La primera tarea de los blancos fue cerrar las puertas de las fbricas a la agitacin
sindical que recorra las calles de Monterrey. La ley de 1931 otorgaba privilegios
a los sindicatos en general pero dispona que fuera slo uno el que negociara con
la empresa las condiciones de trabajo incluidas en un contrato firmado por los
respectivos patrones y sindicatos, el contrato colectivo de trabajo. La clave de los
privilegios era el registro. El primer sindicato registrado podra tenerlo todo. La
ley admita la posibilidad de que un sindicato disputara a otro un contrato pero le
exiga al nuevo sindicato demostrar que detentaba la mayora de trabajadores amparados. Una vez que una empresa creaba su propio sindicato blanco y le otorgaba
los derechos de negociacin colectiva, era ms difcil que los rojos pudieran entrar
a ella. sa fue la utilidad de los sindicatos de Fundidora, que mientras existieron
brindaron a sus patrocinadores una excusa legal contra el asedio de la central
comunista, la Central Sindical Unitaria Mexicana (csum), que desde 1929 afili a
los trabajadores de las fundidoras de Asarco y Peoles en Monterrey (Snodgrass,
1996). Un ejemplo ms acabado ocurri en Vidriera Monterrey, el proveedor de
botellas de Cervecera Cuauhtmoc, propiedad de sus mismos dueos. En 1934,
un nuevo sindicato solicit al gerente de esa empresa la firma de un contrato
colectivo de trabajo, pero ste se excus de hacerlo argumentando que haba reconocido y firmado un contrato con otro sindicato que deca representar la mayora
de sus trabajadores. El sindicato rojo desapareci y la titularidad del contrato la
conserv el blanco. Los sindicatos blancos sirvieron a los industriales de Monterrey deteniendo la agitacin y expulsando de las fbricas a los inconformes.
Son ejemplos de ello, los conflictos de Cementos Mexicanos en 1932, Cervecera
Cuauhtmoc en 1940, Cigarrera La Moderna en 1948 y Cristalera en 1978.

190

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

La victoria de los blancos y la derrota de los rojos


En 1934, los sindicatos blancos reinaban en Monterrey. Los autonombrados sindicatos independientes representaban a la mayora de los obreros neoleoneses
organizados en sindicatos y en ese carcter ocupaban el cargo de representante
obrero en la Junta Central de Conciliacin y Arbitraje (Snodgrass, 1996). Pero el
arribo de Lzaro Crdenas a la presidencia de la repblica y de Gregorio Morales a la gubernatura del estado de Nuevo Len alter la correlacin de fuerzas
favorables a los blancos y su reinado sufri una sacudida. En enero de 1936,
los trabajadores de Fundidora desbarataron los Sindicatos del Acero y decidieron
unirse al sindicato minero nacional, pasando a ser desde entonces su seccin nmero 67. Por la salida de 16 organizaciones de Sindicatos del Acero, los sindicatos
independientes perdieron el puesto que ocupaban en la Junta de Conciliacin y
Arbitraje (Snodgrass, 1996). El ejemplo de los siderrgicos fue seguido por otros.
En febrero y marzo de 1936 un grupo de obreros de Vidriera Monterrey form
un nuevo sindicato y venci en un recuento de trabajadores al sindicato blanco. El
laudo de la junta despoj a los blancos de la titularidad del contrato de Vidriera.
Los capitanes de la industria de Monterrey exigieron la renuncia del presidente de
la junta y protestaron con una manifestacin multitudinaria y multiclasista que ha
trascendido como el ms grande desafo, hasta ese momento, de un grupo empresarial contra el Estado mexicano posrevolucionario. Crdenas viaj a Monterrey
y convalid el laudo de la junta. Present adems su programa de poltica obrera,
que titul 13 puntos de poltica obrera.
La trascendencia de este documento ha oscurecido el carcter prrico de la
victoria presidencial sobre los blancos. Los blancos regresaron en 1938 a Vidriera
Monterrey y paulatinamente recuperaron su perdida hegemona en Monterrey.
Con excepcin de Fundidora Monterrey, que sigui en manos del sindicato minero nacional hasta su quiebra y desaparicin en 1986, las principales empresas
regiomontanas quedaron desde entonces en control de los blancos. Los blancos
recuperaron la representacin obrera en la junta en 1949, cuando ascendi a la
gubernatura Ignacio Morones Prieto (1949-1952), muy apreciado y respetado por
los capitanes de la industria local por el generoso apoyo que les brind durante
su gobierno. El triunfo de los blancos, a pesar de lo dicho, no fue absoluto. Estos sindicatos fueron derrotados en los feudos controlados por los ms grandes
sindicatos nacionales. Las secciones locales de los sindicatos nacionales, como
los ferrocarrileros, los electricistas y los mineros, repelieron el ataque de los blan-

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

191

cos y eventualmente los derrotaron. En la joya de la industria regiomontana, la


Fundidora Monterrey, un sindicato blanco fue vencido por lderes comunistas
que convencieron a sus compaeros de unirse al sindicato minero nacional. Los
blancos se concentraron en las ms redituables industrias manufactureras, que
para ms informacin eran los principales negocios de los empresarios a quienes
se acusa de haber ideado este artificio. Que los industriales hubieran recuperado
con su ejrcito de blancos a Vidriera y no a Fundidora, es explicado por Mximo
de Len por motivos pragmticos. Fundidora tena en el gobierno a su principal
cliente y Vidriera dependa de un mercado ms impersonal, el consumo al menudeo. En consecuencia, Fundidora perda ms que Cervecera enemistndose con
el gobierno federal. Una y otra empresa elevaron con el tiempo los beneficios a
sus trabajadores, pero de Len cree que la estrategia es diferente:
Podemos advertir dos estilos o maneras de enfrentarse a los trabajadores por parte
de la burguesa regiomontana. En el caso del grupo Cervecera-Vidriera predominan
las actitudes paternalistas, de inspiracin social cristiana; en el caso de las empresas
ligadas al grupo Fundidora y conectadas ms directamente con el gobierno, se trata
ms bien de un reformismo preventivo, que se ha desarrollado en Latinoamrica, particularmente despus de la revolucin cubana, pero en el caso de nuestro pas, como
he venido observando, tiene races lejanas (1968:143).

Al triunfo de los blancos colaboraron sus enemigos. En los llamados sindicatos rojos se registraron, a mediados de la dcada de 1940, dos procesos que
terminaran de hundirlos. Uno fue la lucha por sacar a los comunistas del movimiento sindical y otro fue la corrupcin de los lderes sindicales que se acercaron
al gobierno para ponerse a su servicio. Muy pronto a los inicios de la dcada de
los cincuenta los comunistas estaban ya excluidos del movimiento sindical regiomontano (de Len, 1968:234). En 1953 los comunistas fueron expulsados de
Fundidora Monterrey y perdieron su influencia sobre el movimiento organizado.
Ese ao ocurri el despido, de una manera arbitraria y con la complicidad del
gobierno y el comit ejecutivo charro del sindicato, de un grupo de trabajadores
entre los cuales estaban los principales dirigentes comunistas de entonces, con lo
que suprimieron al ncleo ms consciente y combativo del sindicato, as como
atemorizaron al resto de los trabajadores (de Len, 1968:142).
De esta poca datan las primeras incursiones de los sindicatos blancos en la
poltica partidista. En 1947 los blancos fueron convocados por sus patrones a votar por los enemigos de la revolucin. Ese ao, Antonio L. Rodrguez, un rico

192

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

banquero de la ciudad, fue elegido diputado federal con los votos de los blancos.
El prista y cetemista Blas Chumacero se quej en la Cmara de Diputados que
Rodrguez haba llegado a su curul gracias a que el presunto diputado y sus aliados
obligaron a los sindicalistas blancos a votar por l: Son los sindicatos blancos de
Monterrey, engaados miserablemente, los que han sido presionados para ir a depositar su voto en favor del seor Rodrguez, o caso de negarse seran separados
del trabajo; y si iban a votar, en cambio por ese da se les pagara salarios dobles
(Cmara de Diputados, 1946).

Consolidacin y expansin de los blancos


Sin negar las debilidades de los rojos ni las fortalezas de los blancos, lo que en
realidad explica la consolidacin de estos ltimos fue la reconciliacin de los industriales de Monterrey con el gobierno federal. Con Morones Prieto en el gobierno de Nuevo Len (1949-1952), los empresarios regiomontanos aceptaron
finalmente al rgimen de la revolucin mexicana y lo apoyaron conforme fueron
apoyados; en primer lugar impidiendo que los rojos continuaran amenazando sus
empresas. Al evaluar la situacin de 1968, de Len afirma:
En la misma medida que encontraba plena identidad de sus intereses con los que
representa el gobierno, el grupo Cervecera-Vidriera se ha ligado cada vez ms al pri
y sus instrumentos de masas, como son la mal llamada Federacin Nacional de Sindicatos Independientes, apoyan lo mismo al candidato priista a la presidencia de la
repblica, la gubernatura del estado o la presidencia municipal de Monterrey (1968:87).

Con Morones Prieto, el gobierno del estado de Nuevo Len fue entregado a
los industriales. Desde entonces el gobernador en turno impide que los sindicatos
oficialistas sustraigan trabajadores a los blancos (de Len, 1968:253). No obstante, a pesar del poder de sus patrocinadores, la hegemona de los blancos nunca ha
sido bien aceptada por las centrales oficialistas. Cada cierto tiempo surgen problemas. En las dcadas de 1940, 1970, 1980 y 1990, la Confederacin de Trabajadores
de Mxico (ctm) intent desfondar a los blancos, quitndoles trabajadores, demandando la titularidad de contratos colectivos de trabajo y reclamando para s la
sindicacin de nuevas empresas. Los blancos enfrentaron un desafo ms grande
cuando sus patrocinadores salieron de Nuevo Len y los llevaron consigo a sus
nuevas fbricas. Los trabajadores de las empresas filiales del Grupo Monterrey

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

193

en otros lugares del pas fueron encuadrados en sindicatos similares a los creados
en Monterrey. As cuando se constituy hylsa en Puebla, fueron enviados desde
Monterrey dirigentes sindicales para organizar el sindicato de la filial poblana
(Toledo y Zapata, 1999:I/226). La estrategia de exportar sus sindicatos a la par
que ampliaban sus empresas en territorio nacional provoc choques con las centrales oficialistas que dominaban cada lugar.2

Federaciones y confederaciones blancas

Los sindicatos blancos estn organizados en varias federaciones y confederaciones. Las principales son cuatro: la Confederacin de Trabajadores de Sindicatos
Independientes (ctsi), la Federacin de Trabajadores de Sindicatos Autnomos
(Fetsa), la Federacin Nacional de Asociaciones Sindicales Autnomas (Fenasa), y
la Confederacin de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (Conasim).

Tabla 1. Principales federaciones y confederaciones de sindicatos blancos (julio de 2009)

Agremiados
Confederacin de Trabajadores de Sindicatos Independientes (ctsi)
Federacin de Trabajadores de Sindicatos Autnomos (Fetsa)
Federacin Nacional de Asociaciones Sindicales Autnomas (Fenasa)
Confederacin de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (Conasim)

360 000
30 000
40 000
70 000

Fuente: Elaboracin propia.

El sindicalismo blanco tiene tres ramas principales: los independientes (ctsi),


los autnomos (Fetsa, Fenasa) y los libres o progresistas (Conasim); aunque en
2
Antes de que se constituyera el sindicato de Puebla hubo problemas, ya que la crom y la ctm pretendan
obtener la titularidad del contrato colectivo. Sin embargo, finalmente los empresarios lograron convencer
a los trabajadores de las ventajas de formar un sindicato independiente, es decir, no afiliado a ninguna
central sindical oficialista (Toledo y Zapata, 1999:I/226-227). Lo mismo pas en la mina de Las
Encinas, en donde el sntmmrm intent en 1955 hacerse del contrato colectivo de trabajo. Para evitar
esto, se envi desde Monterrey a Jos Ortiz Bernal uno de los fundadores de la utcyf, a la vez asesor
de sithylsa, quien resolvi el problema al lograr el registro federal del sindicato de Las Encinas, con
carcter de independiente (Toledo y Zapata, 1999:I/227). En 1974, en Aceros de Mxico, S.A., la ctm
plante un juicio de titularidad del contrato colectivo de trabajo en contra de la utcyf. En el recuento, el
total de los trabajadores de la empresa, 333, votaron a favor de la utcyf (Toledo y Zapata, 1999:I/227).

194

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honor a la verdad debera hablarse nicamente de dos ramas, porque los sindicatos
libres son apenas desprendimientos de independientes y autnomos. El sindicalismo blanco naci como un movimiento descoordinado de sindicatos de empresas. Pero bien pronto los sindicatos blancos se agruparon. Los independientes
fueron los primeros en federarse en 1936, luego los autnomos que crearon dos
federaciones, una en 1943 y otra en 1976; y por ltimo los sindicatos libres, que
se agruparon en su propia confederacin hasta 2003. El tronco del que provienen
estas ramas es la Unin de Trabajadores de Cuauhtmoc y Famosa (utcyf), primer
sindicato blanco en Monterrey. Casi todas las federaciones blancas se dicen herederas de su legado. La Federacin Nacional de Sindicatos Independientes (fnsi),
la mayor federacin de la Confederacin de Trabajadores de Sindicatos Independientes (ctsi), presume que la utcyf es uno de los sindicatos que fund, en 1936,
la Federacin de Sindicatos Independientes de Nuevo Len (fsinl), la primera
federacin blanca en Monterrey y antecedente de directo de fnsi. Por su parte, la
Fenasa declara en su portal (www.fenasa.org) que su propia historia comienza con
esta unin (utcyf), a pesar que Fenasa no fue creada hasta 1976, con otro nombre,
Alianza Sindical Alfa (asa). No obstante, la utcyf no pertenece a fnsi ni a Fenasa,
la utcyf forma parte de la recientemente formada, en 2001, Conasim. La divisin
del sindicalismo blanco en estas federaciones y confederaciones no es ideolgica; se debe al inters de sus patrocinadores, las empresas del grupo Monterrey,
que alentaron la formacin, divisin y reagrupamientos de estas federaciones y
confederaciones conforme ampliaron sus negocios y desarrollaron su presencia
fuera de Monterrey. Las diferentes centrales sindicales son ms parecidas de lo
que sugiere la variedad de sus nombres. Varios sindicatos grandes y emblemticos
han pasado de una central a otra. Como el Sindicato General de Trabajadores
de la Industria del Vidrio y Conexas, que fue uno de los fundadores de la fsinl,
y ahora forma parte de fetsa. O el mismo caso de la utcyf, que primero form
parte de los independientes y ahora es la cabeza de la Conasim. Las principales
empresas tratan con ms de una federacin, y no guardan una fidelidad especial
por ninguna. No es infrecuente que una misma empresa prefiera en Nuevo Len a
un sindicato de fnsi y en el resto del territorio nacional a otra federacin. Como el
Instituto Tecnolgico y de Estudios Superiores de Monterrey (itesm), que tiene un
sindicato de fnsi (Sindicato de Trabajadores del itesm) en su campus Monterrey
y un sindicato de Conasim (la Asociacin Nacional de Empleados y Trabajadores
en Instituciones Educativas, Culturales y Recreativas en General, Similares y Conexas) en sus otros campus. El criterio por el cual las empresas seleccionan una

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

195

federacin o confederacin blanca no est del todo claro. fnsi presume tener entre
sus filas a uno de los primeros blancos, el Sindicato de Obreros y Empleados de
Cementos Mexicanos (soecm), pero un sindicato de fetsa (Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Industria Cementera y sus Derivados, Similares y Conexos de la
Repblica Mexicana-snticdscrm) afilia a los trabajadores de Cementos Mexicanos
(ahora Cemex) en sus plantas de Torren, Huichapan, Monterrey, Hermosillo/
Yaqui, Ciudad Valles, Tamuin y Tepeaca.

La rama de los independientes (fsinl, fnsi, ctsi)


El 29 de marzo de 1936 naci la primera federacin blanca, la fsinl, que con el
tiempo, en 1964, se transform en la fnsi. En la fundacin de fsinl participaron
nueve sindicatos, entre ellos destacan los sindicatos de Cervecera Cuauhtmoc,
Vidriera Monterrey, Fbricas Monterrey, Cementos Mexicanos, Crculo Azul. Esta
federacin fue creada al calor del enfrentamiento de los empresarios de Monterrey con el presidente Lzaro Crdenas (1934-1940), quien apoy a los sindicatos
comunistas y cetemistas que intentaban reclutar para su causa a los trabajadores
de Monterrey. La fnsi fue uno de los grupos movilizados por los empresarios
para hacer frente comn contra el gobierno federal. Actualmente la fnsi agrupa a
ms de 50 sindicatos con aproximadamente 230 000 trabajadores. En sus filas se
cuentan algunos de los ms antiguos sindicatos de Monterrey, como el Sindicato
de Obreros de Cementos Mexicanos (fundado en 1934) y el Sindicato de Trabajadores de Cigarrera La Moderna (fundado en 1947).
Los sindicatos de fnsi son, bsicamente, sindicatos de empresa. El ms grande es el que afilia a los trabajadores de Bebidas Mundiales, empresa productora
de cerveza y refrescos embotellados propiedad del grupo Femsa, que cuenta con
ms de 4 000 trabajadores. Otro importante es el recientemente creado Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Exploracin y Beneficio de Minas en la Repblica Mexicana que cuenta con 3 985 trabajadores en minas de cinco estados de la
repblica. En agosto de 2001, tres sindicatos de Coahuila que formaban parte de
fnsi crearon su propia federacin blanca, la Federacin Nacional de Sindicatos
Independientes del estado de Coahuila (fnsic). Pero muy pronto fnsi y fnsic se
reunificaron. A finales de 2003, sus respectivas asambleas aprobaron fusionarse
en una nueva confederacin a la que llamaron Confederacin de Trabajadores de
Sindicatos Independientes (ctsi).

196

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

Tabla 2. Federacin Nacional de Sindicatos Independientes (fnsi)


1
Sindicato de Colaboradores de pyosa
2
Sindicato de Empleados y Obreros de Compaa Topo Chico
3
Sindicato de Meseros, Cocineros y Cantineros y Similares Eduardo Olmedo
4
Sindicato de Obreros de Cementos Mexicanos
5
Sindicato de Obreros y Empleados de la Fbrica de Camisas Manchester
6
Sindicato de Trabajadores de Bebidas Mundiales
7
Sindicato de Trabajadores de British American Tobacco Mxico
8
Sindicato de Trabajadores de camisa
9
Sindicato de Trabajadores de carsa
10
Sindicato de Trabajadores de Cartn Sultana
11
Sindicato de Trabajadores de Colchones
12
Sindicato de Trabajadores de Compaa de Vidrio Industrial
13
Sindicato de Trabajadores de evsa
14
Sindicato de Trabajadores de Impresora del Norte
15
Sindicato de Trabajadores de Industrializadora de Caliza
16
Sindicato de Trabajadores de Industrias Monterrey
17
Sindicato de Trabajadores de Industria Protexa
18
Sindicato de Trabajadores de Industrias Tuck de Mxico
19
Sindicato de Trabajadores de John Deere de Mxico
20
Sindicato de Trabajadores de la Fbrica de ge Lighting Mxico
21
Sindicato de Trabajadores de Ladrillera Mecanizada
22
Sindicato de Trabajadores de Papelera Maldonado
23
Sindicato de Trabajadores de Planta Carrier
24
Sindicato de Trabajadores de Tubulares Mexicanos
25
Sindicato de Trabajadores de York Internacional
26
Sindicato de Trabajadores de Zinc Nacional
27
Sindicato de Trabajadores del Club Campestre Monterrey
28
Sindicato de Trabajadores del Club de Bisbol Monterrey
29
Sindicato de Trabajadores del Hospital San Jos
30
Sindicato de Trabajadores del Hotel Ancira
31
Sindicato de Trabajadores del itesm
32
Sindicato de Trabajadores y Operarios de Philips Mexicana
33
Sindicato Industrial de Trabajadores de Nuevo Len
34
Sindicato Industrial de Trabajadores de Transporte Urbano del Estado de Nuevo Len
35
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de Transportes y Anexos
36
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores y Vendedores de Industria Alimenticia

y Conexos de la Repblica Mexicana
37
Sindicato Nacional de la Industria Automotriz de la Repblica Mexicana
38
Sindicato Nacional de la Industria de Trabajadores de Radio, Televisin y Conexos

de la Repblica Mexicana
39
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Elaboracin y Venta de Bebidas

en General de la Repblica Mexicana
40
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Qumica, Similares y Conexos

de la Repblica Mexicana
41
Sindicato Nacional de Trabajadores del Hierro, Acero y Construcciones, Similares

y Conexos de la Repblica Mexicana
42
Sindicato nico de Trabajadores de Motores us de Mxico
43
Sindicato nico de Trabajadores de Prolamsa
44
Sindicato nico de Trabajadores de Terminal Industrial Apodaca
45
Sindicato nico de Trabajadores de ucar Carbn Mexicana
46 Unin Sindical de Empleados y Obreros del Hospital Jos Muguerza
Fuente: dgra/styps, Padrn actualizado de agrupaciones de la Federacin Nacional de Sindicatos Independientes
(fnsi), 22 de mayo de 2007.
Nota: No se incluye el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Exploracin y Beneficio de Minas en la Repblica
Mexicana, cuyo registro fue otorgado el 30 de noviembre de 2006.

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

197

La rama de los autnomos (ftsa, Fenasa)


En 1936 los sindicatos blancos de Monterrey se unieron en la Federacin de Sindicatos Independientes de Nuevo Len. Pero, durante un tiempo, los sindicatos
ms grandes, como el de Vidriera se manej separadamente, de forma autnoma,
hasta que paulatinamente quedaron fuera de la federacin. Se les llamaba autnomos para destacar que cada uno se manejaba separadamente. No obstante,
los autnomos se reagruparon en 1943, primero como Federacin de Sindicatos
Autnomos (fsa), despus como Federacin de Sindicatos Autnomos de la Industria del Vidrio (fsaiv) y finalmente como Federacin de Trabajadores de
Sindicatos Autnomos (ftsa). A diferencia de la federacin de los independientes, ftsa est formada por sindicatos nacionales de industria, definidos por la
ley como sindicatos de una o ms empresas de una misma rama industrial que
operan en dos o ms estados de la repblica. El ms grande de stos es el Sindicato General de Trabajadores de la Industria del Vidrio y Conexas (sgtivc), que
agrupa a 4 750 trabajadores (dgra/styps, 31 de marzo de 2009). Este sindicato
es uno de los primeros sindicatos blancos en Monterrey y fue el aliado de los
empresarios en la huelga de Vidriera Monterrey que en 1946 los enfrent con el
presidente Crdenas. Otro importante es el Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Industria Cementera y sus Derivados, Similares y Conexos de la Repblica
Mexicana, que afilia a 1 940 trabajadores de Cemex en una docena de estados de
la repblica (dgra/styps, 19 de diciembre de 2008).
La tercera federacin blanca es la Fenasa. Esta federacin es producto de una
reorganizacin que sufri el grupo Visa, cabeza del conglomerado de empresas de
Cervecera Cuauhtmoc. A la muerte del patriarca del grupo, Eugenio Garza Sada,
la divisin Acero del grupo Visa se separ y form el llamado grupo Alfa. Los
sindicatos de Alfa fueron encuadrados en una nueva federacin que inicialmente,
en 1976, llamaron Alianza Sindical Alfa, pero que en 1986 rebautizaron como
Fenasa. Los sindicatos del grupo Visa (renombrado aos despus grupo Femsa)
se mantuvieron en la utfyc. La nmina de sindicatos que participaron en la fundacin de asa coincide en una caracterstica importante. La totalidad de estos sindicatos que fundaron asa fueron formados y registrados entre 1952 y 1975, conforme las empresas regiomontanas se desarrollaron y abrieron nuevas sucursales
fuera de Monterrey, en otras ciudades de la repblica. Esta federacin naci como
una central de sindicatos de la rama del acero, cartn, papel y fibras artificiales. En
1986, al cumplir 10 aos de vida, asa cambi su nombre por el de Fenasa. En la

198

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

creacin de esta nueva central participaron 15 sindicatos. Actualmente Fenasa est


formada por una docena de sindicatos, la mayora de ellos nacionales de industria,
formada por una o ms empresas de una misma rama industrial en ms de una
entidad federativa.
Tabla 3. Federacin de Trabajadores de Sindicatos Autnomos (ftsa)
1
2

3

4

5

6

7

8

9


10


11
12
13

14

15

16
17

Sindicato General de Trabajadores de la Industria del Vidrio y Conexas


Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Qumica, sus Similares
y Conexos de la Repblica Mexicana Evaristo Rodrguez
Sindicato de Trabajadores de la Industria Qumica de Transformacin,
sus Derivados, Similares y Conexos
Sindicato de Trabajadores de Empresas Fabricantes de Artculos de Vidrio, sus Derivados,
Similares y Conexas del Estado
Sindicato de Trabajadores de la Industrias de Transformacin, sus Similares y Conexos
del Estado de Nuevo Len
Sindicato Industrial de los Trabajadores de la Transformacin, Armado, Comercializacin
y Transportacin de Productos de Metal, Minerales, Derivados, Similares y Conexos
Sindicato Industrial de Trabajadores de Empresas de Servicios, Similares y Conexos
del Estado de Nuevo Len
Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cristal, Similares y Conexas
del Estado de Nuevo Len
Sindicato de Trabajadores de la Industria Metalmecnica y Transformacin, Ensamble,
Montaje y Comercializacin de Productos Minerales y sus Derivados, Similares
y Conexas del Estado de Nuevo Len
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de la Transformacin y Ensamble
de Productos y Minerales para la fabricacin de Cable y equipo de Cobre, Aluminio,
Hierro y Acero de la Repblica Mexicana Everardo Zertuche Caldern
Sindicato nico de Trabajadores de Qualtia Alimentos Operaciones
Sindicato de Trabajadores de Envases de Borosilicato y Calizo
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Cementera y sus Derivados, Similares
y Conexos de la Repblica Mexicana
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construccin, Similares
y Conexos de la Repblica Mexicana
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Telecomunicaciones
de la Repblica Mexicana
Sindicato de Trabajadores de Caterpillar Servicio Mxico (Planta Torren)
Sindicato Industrial de Trabajadores Electricistas de la Huasteca Potosina

Fuente: dgra/styps, Padrn actualizado de agrupaciones de la Federacin de Trabajadores de Sindicatos Autnomos (ftsa), 8 de diciembre de 2005.

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

199

Tabla 4. Federacin Nacional de Asociaciones Sindicales Autnomas (fenasa)


1
Asociacin Profesional de Trabajadores Industriales del Estado de Nuevo Len
2
Sindicato de Trabajadores de Nemak
3
Sindicato de Trabajadores de Terza
4
Sindicato Industrial de Trabajadores de Hylsa de Mxico y Fierro Esponja
5
Sindicato Industrial de Trabajadores de Hylsa Monterrey
6
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de la Industria Alimenticia
7
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de la Industria de Empaque y Cartn
8
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de la Industria Metalmecnica y del Acero,

Similares y Conexos
9
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de las Encinas
10
Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte Pblico y Comunicaciones
11
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construccin, Excavacin,
Edificacin y Sistemas Automatizados, Similares y Conexos de la Repblica Mexicana
12
Sindicato nico de Fibras Qumicas
Fuente: dgra/styps, Padrn actualizado de agrupaciones de la Federacin Nacional de Asociaciones Sindicales
Autnomas (Fenasa), 8 de diciembre de 2007.

El ms grande de los sindicatos de Fenasa es el Sindicato de Trabajadores de


Nemak, con 3 338 trabajadores (dgra/styps, 27 de agosto de 2008); otro es el
Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de la Industria Alimenticia, con
2 853 trabajadores (dgra/styps, 3 de agosto de 2009).

La rama de los sindicatos libres (fsl, fsp, Conasim)


La Unin de Trabajadores de Cuauhtmoc y Famosa (utcyf) funcion hasta la
dcada de 1970 como una central que agrupaba a los trabajadores de las distintas
empresas creadas por el Grupo Visa (Toledo y Zapata, 1991-I:224). Con la formacin del grupo Alfa, en 1975, y la creacin de su propia central sindical, en 1976, la
utcyf sufri la desercin de los trabajadores de las empresas que se desprendieron
de Visa.3 A partir de entonces, la utcyf parece haberse reconcentrado en la Cervecera Cuauhtmoc y sus filiales fuera de Monterrey. Con el tiempo se mantuvo
como un sindicato discreto, de tamao modesto para su historia, con apenas 1 604
En entrevista con Ral Garza Carlos, quien fuera coordinador general de Fenasa hasta el 1 de marzo de
2001, afirma que en 1975 coordin la divisin del grupo Alfa y Visa y fund los sindicatos de hylsa y
Titn (Garca Machuca, 2003).
3

200

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

trabajadores, segn el ltimo dato disponible de la Direccin General de Registro


de Asociaciones (dgra/styps, 22 de mayo de 2009). Sin embargo, el decano de los
sindicatos blancos reapareci en el 2000, encabezando la creacin de una nueva
confederacin del sindicalismo blanco, la Confederacin de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (Conasim), constituida por acuerdo de asamblea el 7 de octubre
de 2000 y registrada por la Secretara del Trabajo y Previsin Social (styps) el 8 de
mayo de 2001.
Tabla 5. Confederacin de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (Conasim)
1
Federacin de Sindicatos Libres
2
Federacin Nacional de Sindicatos Progresistas Jos Ma. Morelos y Pavn
3 Unin de Trabajadores Cuauhtmoc y Famosa
Fuente: dgra/styps, Padrn actualizado de agrupaciones de la Confederacin de Agrupaciones Sindicales Mexicanas
(Conasim), 12 de mayo de 2009.

Esta confederacin parece ser obra de un solo hombre: su actual secretario


general, Juan Alberto Escamilla, quien primero dirigi a la utcyf, luego, en 1988,
fund la Federacin de Sindicatos Libres (fsl) y despus, en 1997, la Federacin
de Sindicatos Progresistas (fsp). Pero la Conasim puede ser mejor descrita como
una confederacin de sindicatos muy cercana a Femsa, no slo por la utcyf, tambin por la fsl y la fnsp. El mayor sindicato de la fsl es Nacional de Trabajadores
de la Elaboracin y Distribucin de Bebidas, Similares y Conexas de la Repblica
Mexicana, que afilia a 1 913 trabajadores de embotelladoras y agencias de distribucin de cervezas y bebidas de Femsa en varios estados de la repblica. Lo mismo
sucede en la fnsp, una federacin con sede en Guadalajara, aunque sus dos nicos
sindicatos nacionales de industria estn en Monterrey. Su mayor sindicato es el
Nacional de Trabajadores de la Elaboracin, Reparacin, Distribucin de Productos Comerciales en General, Similares y Conexos de la Repblica Mexicana, que
afilia en varios estados de la repblica a 1 196 trabajadores de agencias distribuidoras y comercializadoras de Femsa.

La reciente reorganizacin de los blancos

Con la alternancia poltica en Mxico, es decir, con la prdida de la presidencia de


la repblica por parte del pri, luego de siete dcadas en el poder, la suerte de los

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

201

sindicatos blancos ha mejorado y ahora cuentan con un aliado en Los Pinos. Primero con Vicente Fox (2000-2006) y luego con Felipe Caldern (2006-2012), los
blancos han dejado de ser tratados con la frialdad que los trataron los presidentes
pristas y ahora son inclusive apoyados. Apenas Fox lleg a la presidencia, fenasa
y fnsi fueron invitados por el entonces secretario de Trabajo Carlos Abascal al
Consejo Nacional para el Dilogo de los Sectores Productivos, foro creado por el
gobierno federal para discutir la reforma a la Ley federal del trabajo, molestando de
paso a centrales oficialistas a quienes incomoda compartir la mesa con los blancos.
El mismo Carlos Abascal, quien tambin lleg a ser secretario de Gobernacin, ha
sido sealado como el verdadero impulsor de la Conasim y otras centrales cercanas al partido en el poder, el pan.

La Alianza Sindical Mexicana


Apenas creadas, la ctsi y la Conasim se aliaron con antiguos sindicatos progubernamentales, la mayora de ellos desprendidos de la croc. Este frente, llamado Alianza Sindical Mexicana, es formalmente una confederacin, con registro
otorgado el 25 de abril de 2006 por la dgra-styps. Adems de la ctsi y Conasim,
forman parte de esta Alianza la Confederacin Autntica de Trabajadores de la
Repblica Mexicana (cat) y la Confederacin Mexicana Sindical (cms).
Tabla 6. Alianza Sindical Mexicana
1
2
3
4

Confederacin Autntica de Trabajadores de la Repblica Mexicana (catrm)


Confederacin Mexicana Sindical (cms)
Confederacin de Trabajadores de Sindicatos Independientes (ctsi)
Confederacin de Agrupaciones Sindicales Mexicanas (Conasim)

Fuente: Alianza Sindical Mexicana.


Notas: 1) La Confederacin Autntica de Trabajadores de la Repblica Mexicana est formada por la Federacin
Autntica de Trabajadores de la Repblica Mexicana; Federacin Autntica de Trabajadores del Estado de Tabasco;
Federacin Autntica de Trabajadores del Estado Potosino; Federacin Autntica de Trabajadores del Distrito Federal; Federacin Autntica de Trabajadores del Estado de Veracruz; Sindicato de Trabajadores de Oficios e Industrias
del Estado de Tlaxcala (dgra/styps, Padrn actualizado de agrupaciones, 30 de agosto de 2006); 2) la Confederacin
Mexicana Sindical est formada por la Federacin Nacional de Organizaciones Civiles y Sindicales de Trabajadores de
Mxico; Federacin Nacional de Organizaciones Sindicales Unidad Obrera; Federacin Nacional de Organizaciones
Laborales y de las Industrias de la Repblica Mexicana; Federacin Nacional de Obreros y Campesinos Jos Ruiz
Gonzlez (dgra/styps, Padrn actualizado de agrupaciones, 11 de julio de 2007).

202

Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

La Alianza fue saludada como el nacimiento de la gran central blanca. Pero


es muy pronto para saber si actuar como un organismo articulado, sobreponindose a los diferentes intereses y patrocinios de sus fundadores, en cuyo caso se
estara hablando por primera vez de una central blanca con agenda propia, no
impuesta ni sugerida por una empresa o grupo de empresas.4

La batalla contra el sindicato minero


Lo que ha quedado claro con la formacin de la Alianza Sindical Mexicana (asm)
es el deseo de ocupar una posicin de mayor poder que alienta al sindicalismo
blanco en su etapa actual. Que esa es su intencin lo prueba la batalla legal que
entabl fnsi contra el asediado Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalrgicos y Similares de la Repblica Mexicana (sntmmsrm). El 5 de septiembre de
2007, un sindicato de fnsi demostr en ocho votaciones (recuentos) tener de su
lado a la mayora de los trabajadores de tres empresas del Grupo Minera Mxico y
gracias a esto, el 15 de octubre de 2007, recibi de la Junta Federal de Conciliacin
y Arbitraje (jfcya) la titularidad de los ocho contratos colectivos que estas empresas tenan firmado con el sntmmsrm.
Hay que recordar que el sntmmsrm vive el momento ms difcil de su larga y
accidentada historia.5 En 2005, un grupo rival del secretario general del sindicato,
Napolen Gmez Urrutia, intent desconocerlo mediante una burda maniobra
(falsificacin de firmas incluida) que fue validada por la styps, que acostumbra
rechazar solicitudes con ms mritos por nimiedades procesales y legalismos absurdos. La styps dio por buena la destitucin del secretario general y reconoci
como dirigente sustituto a su rival, al que sigui apoyando no obstante que un
4
Sin embargo, crticos del gobierno han visto en las primeras acciones de la asm un grupo de choque
al servicio del presidente en turno: No pas mucho tiempo para saber de qu era capaz la asm. En
abierta, y tolerada, violacin a la ley, suscribi la intensa campaa de spots, en radio y televisin, contra
Andrs Manuel Lpez Obrador, en los que se trasmitan proclamas e imgenes del golpe de Estado
de Hugo Chvez, en 1992, en Venezuela. Suscritos tambin por el Centro de Liderazgo y Desarrollo
Humano (Celiderh), una agrupacin de la familia Terrazas Torres de Chihuahua, de activa militancia en
el pan, los spots fueron declarados ilegales por el Instituto Federal Electoral y se solicit a la Secretara
de Gobernacin sacarlos del aire, pero Abascal fue omiso y todava se trasmiti uno tras el spot final de
Lpez Obrador, en Canal 2, la medianoche del 28 de junio de 2006 (Delgado, 2008).
5
La oposicin de la Secretara de Trabajo a Gmez Urrutia proviene de la decisin de ste y su sindicato
de romper el tope salarial y negociar mejoras contractuales en abierto desafo a la poltica econmica del
gobierno mexicano que prioriza el control de la inflacin (Zapata, 2009).

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

203

Tabla 7. Recuento por la titularidad de contratos colectivos de tres empresas del Grupo
Minera Mxico, celebrado el 5 de septiembre de 2007

Empresa
Total
Votos Votos

de
para
para
votantes
fnsi
sntmmsrm
Minerales Metlicos del Norte, S.A. de C.V., Unidad Santa Brbara
764
Industrial Minera Mxico, S.A. de C.V., Planta Nueva Rosita
235
Industrial Minera Mxico, S.A. de C.V., Planta San Luis
243
Industrial Minera Mxico, S.A. de C.V., Refinera Electroltica de Zinc 434
Industrial Minera Mxico, S.A. de C.V., Unidad Charcas
729
Mexicana de Cobre, S.A. de C.V., Beneficiadora de Concentrados
786
Mexicana de Cobre, S.A. de C.V., Unidad La Caridad
658
Mexicana de Cobre, S.A. de C.V., Planta de Cal
16
Gran total
3 865

764
185
243
386
687
780
655
16
3 716

0
50
0
48
42
6
3
0
149

Fuente: Organizacin Internacional del Trabajo, Comit de Libertad Sindical, , Informe # 350 (caso 2478), vol. xci,
2008, Serie B, nm. 2.

congreso extraordinario invalid la destitucin de Gmez Urrutia y lo ratific


como secretario el 13 de mayo de 2006. La styps no reconoci a Gmez Urrutia
hasta abril de 2007, luego de que un juez de distrito le orden al secretario del
trabajo que lo hiciera. La captura de las secciones del sindicato minero por parte
de fnsi, fue un acto planeado con antelacin. En 2006, cuando el conflicto del
sindicato minero estaba en su punto ms lgido, fnsi no tena un sindicato que
pudiera disputarle al sindicato minero nacional un contrato colectivo, pero fnsi
solicit (el 6 de octubre de 2006) y obtuvo (el 30 de noviembre) el registro de su
propio sindicato minero, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Exploracin,
Explotacin y Beneficio de Minas en la Repblica Mexicana (snteebmrm).6 Este
sindicato fue el que demand al sntmmsrm la titularidad de los contratos colectivos
de las empresas del Grupo Minera Mxico. No es coincidencia que este desprendimiento del stmmsrm se diera precisamente en las empresas del Grupo Minera
Mxico. Gmez Urrutia acusa a este grupo de estar confabulado con la styps para
desplazarlo de la direccin del sindicato y tomar el control del mismo. La breve
Al momento de su registro, este sindicato contaba con 100 trabajadores en dos empresas: 10 trabajadores
en Yesera Monterrey, S.A., sucursal El Tamarindo, Colima; 25 trabajadores en Yesera Monterrey sucursal
Berrendo, Villa Jurez, San Luis Potos, y 65 trabajadores Minerales y Arcillas, S.A. de C.V., en Nuevo
Len.

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Frontera Norte, Vol. 23, Nm. 46, JULIO-DICIEMBRE de 2011

y exitosa historia del snteebmrm abona a sus sospechas. El 30 de noviembre de


2006, cuando la styps se resista a reconocer a Gmez Urrutia, un sindicato de una
federacin sin experiencia en el medio minero con apenas 100 trabajadores recibi
un registro sin grandes dificultades y menos de un ao despus, el 15 de octubre
de 2007, recibi sin mucho esfuerzo, como si fuera un regalo, la titularidad de
ocho contratos que en conjunto representan ms de 3 000 trabajadores. En menos
de un ao fnsi conquist una inmejorable porcin de la industria minera. fnsi no
es la nica federacin blanca que disputa a Gmez Urrutia los restos del sindicato
minero. Recientemente Fenasa solicit y recibi la aprobacin de una reforma a
los estatutos del Sindicato Industrial Nacional de Trabajadores de las Encinas para
ampliar su radio de accin y cambiar su nombre por el de Sindicato Nacional de
Trabajadores Mineros y Metalrgicos de Mxico.7 Este sindicato se prepara para
demandar la titularidad de cualquier contrato que pueda arrebatarle al sntmmsrm.
No le ser fcil, le sobran competidores. Otras fuerzas se han apuntado. Un sindicato de la ctm de Sonora y un grupo de mineros disidentes de Cananea, en el
mismo estado de Sonora, recibieron de la styps su registro el mismo da, el 25
de octubre de 2007.8 Recientemente, en el mes de abril de 2009, grupos afines a
Gmez Urrutia han denunciado que otro sindicato blanco ha recibido su registro
y se prepara para demandar la titularidad del contrato de Mexicana de Cananea,
en poder de la seccin 65, uno de los bastiones del sntmmsrm (Muoz, 2009). En
este momento, el nmero de trabajadores afiliados al sindicato minero nacional
es de apenas 33 000 agremiados (dgra, styps, 15 de junio de 2007), aunque en sus
mejores momentos lleg a tener 100 000.

Este sindicato contaba al 30 de junio de 2008 con 309 agremiados de la empresa hylsa S.A. de C.V., en
su complejo industrial de Las Encinas, Colima. La sede oficial del sindicato es Pihuamo, Jalisco (dga,
styps, Toma de nota de padrn de socios actualizado, 30 de junio de 2008).
8
Al momento de su registro el sindicato cetemista contaba con 192 trabajadores en dos empresas mineras
que operan en el suroeste del estado de Sonora: 59 trabajadores en Operadora Minera de Navojoa, S.A.
de C.V. y 133 trabajadores en Mayoson, S.A. de C.V. (dgra/styps, 25 de octubre de 2007). Por su parte,
el sindicato en Cananea afiliaba, al momento de su registro, a 85 trabajadores de Mexicana de Cananea,
S.A. de C.V. (dgra/styps, 25 de octubre de 2007). En su primer ao de vida el sindicato cetemista firm
cuatro contratos colectivos con Mayoson, S.A. de C.V. (jfcya, 30 de octubre de 2007), Operadora Minera
de Navojoa, S.A. de C.V. (jfcya, 30 de octubre de 2007), Cobre de Mayo, S.A. de C.V. (jfcya, 30 de
octubre de 2007), Ocotillo Desarrollos Industriales y Extractivos, S.A. de C.V. (jfcya, 20 de octubre de
2008). El sindicato en Cananea, en cambio, no parece tener ninguna posibilidad de disputar la titularidad
del contrato de Mexicana de Cananea a la seccin 65 del sntmmsrm.
7

Ramrez/Los sindicatos blancos de Monterrey (1931-2009)

205

Conclusiones

La historia del sindicalismo blanco de Monterrey es la historia de un pequeo grupo de choque que se convirti, gracias a sus patrocinadores, en una gran masa de
sindicatos locales y nacionales, que afilian en los principales puntos del territorio
nacional a los trabajadores de un grupo heterogneo de grandes empresas y poderosos empresarios. De su evolucin histrica pueden extraerse varias conclusiones. Primero, ya no es como lo fueron en su inicio, un movimiento descoordinado
de sindicatos locales de empresas, ahora son, en su mayora, sindicatos nacionales de industria, agrupados en federaciones y confederacin. Aunque desde la
dcada de 1950 afiliaron trabajadores fuera de Monterrey, es ahora cuando se han
convertido en una verdadera fuerza nacional. Segundo, su pretendido rechazo a
la poltica es un malentendido histrico. Primero contra el pri, luego con el pri y
ahora con el pan, hay ejemplos del activismo poltico de los blancos, aunque ciertamente son discretos y no se mezclan en escndalos como acostumbran hacer
sus adversarios. Ms recientemente, la cercana de los blancos con los gobiernos
de extraccin panista los ha llevado a participar y definirse en temas de poltica
electoral y laboral. Tercero, actualmente el sindicalismo blanco se encuentra en
una etapa de expansin que a mediano plazo les puede redituar fuertes ganancias
en sindicatos y afiliados arrebatados a sindicatos ligados al viejo rgimen, como ha
sucedido en el choque del fnsi con el sindicato minero.
Estas tres conclusiones dan argumentos a quienes especulan que los sindicatos blancos podran desempear un papel central en el arreglo institucional que
surja de la ya larga recomposicin del corporativismo mexicano. Naturalmente,
como apunta De la Garza (2003), aunque el sindicato de las preferencias histricas de las empresas haya sido el blanco, tampoco resultar fcil y sin conflictos la
sustitucin de los corporativos por aqul.

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