Iztapalapa

Agua sobre lajas

Manfred Frank, Qu es el neoestructuralismo?, trad. de Marcos Romano Hassn,

Fondo de Cultura Econmica/Universidad Autnoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Mxico, 2011, 530 pp., isbn 978-607-477-539-6 (uam); 978-607-16-0724-9 (fce)
Por Natalia Radetich Filinich
Posgrado en Antropologa-unam
nataliaradetich@hotmail.com

E l libro de Manfred Frank Qu es el neoestructuralismo? es el resultado de una serie de

cursos que, con esa rbrica, el hoy profesor emrito de la Universidad de Tubinga imparti, entre 1981 y 1983, en Dsseldorf y Ginebra. Publicado originalmente en 1984
y disponible ahora en la versin castellana, el libro lleva a cabo una tarea fascinante:
generar un rgimen de interlocucin crtica entre el post- o neoestructuralismo francs
(en particular el pensamiento de Jacques Lacan, Michel Foucault, Gilles Deleuze y Jacques
Derrida) y la filosofa alemana (en especial la hermenutica, pero tambin el idealismo,
la fenomenologa, la ontologa existencial y la teora crtica), dos vigorosas tradiciones
de la filosofa continental que han marcado con una indeleble impronta el curso de
los debates filosficos contemporneos.
El autor hace suya la voluntad dialgica de la hermenutica su anhelo de apertura al otro y escucha de su palabra y pone en comunicacin esas dos tradiciones que,
por algn tiempo, sufrieron de un infrtil aislamiento. En efecto, a pesar de que las
fuentes de las que abrev el postestructuralismo francs fueron, a menudo, obras centrales de la filosofa alemana, no han proliferado los esfuerzos por colocar a estos dos
grandes movimientos intelectuales en una relacin de rigurosa interlocucin y de revisin recproca de sus fundamentos. Convencido de que la fuerza explicativa de una
teora no puede evidenciarse sino en la discusin con teoras que ponen en entredicho
sus propios presupuestos, Frank ofrece en este libro una confrontacin dialgica entre
estas dos tradiciones. De manera paralela, traza una sugerente historia del postestructuralismo francs: a contrapelo de quienes sostienen la imposibilidad de identificar, en
este heterogneo conjunto de pensadores, un programa comn, Frank presenta una
reconstruccin histrica del discurso postestructuralista a travs de la cual revela el
Fecha de recepcin 17/09/12, fecha de aceptacin 17/10/12

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fondo argumental que, en buena medida, comparten los trabajos de Lacan, Foucault,
Deleuze y Derrida, y establece filiaciones algunas de ellas insospechadas entre estos
pensadores y otros. As, las obras de Descartes, Kant, Fichte, Hegel, Schleiermacher,
Humboldt, Schelling, Schopenhauer, Nietzsche, Peirce, Husserl, Freud, Wittgenstein,
Heidegger, Gadamer, Adorno, Sartre, Austin, Henrich, Tugendhat, Searle, entre otros,
son invocadas una y otra vez para desentraar las relaciones algunas de ellas de anticipacin que guardan con los planteamientos postestructuralistas.
En las pginas de Qu es el neoestructuralismo? el lector encontrar una minuciosa
reconstruccin de la historia de un conflicto, siempre irresuelto, entre el post- o neo
estructuralismo y la hermenutica: un conflicto que, como tendremos ocasin de mostrar,
gira en torno al tratamiento que ambas corrientes confieren al problema de la relacin
entre estructura (una nocin cardinal en el pensamiento de los alguna vez llamados nuevos franceses) y subjetividad (un tema al cual la filosofa alemana en su conjunto no ha
dejado de interrogar). Como veremos, la pregunta por las relaciones entre estructura y
sujeto apunta hacia una reflexin sobre el problema general de los procesos de significacin (los procesos de gnesis, interpretacin y transformacin del sentido). Mientras
que la hermenutica ha insistido en destacar el papel activo del sujeto en la constitucin
del mundo del sentido, el postestructuralismo, en su crtica de la metafsica y de la filosofa moderna, ha destronado al sujeto como instancia central de los procesos de
significacin y lo ha pensado como efecto de las relaciones estructurales y no como ins
tancia constituyente.1 A juicio de Frank, este conflicto entre hermenutica y postestructuralismo ha permanecido en un constante estatus de irresolucin debido a que ni la
hermenutica ha logrado medir la profundidad del argumento [] en contra de la cen
tralidad del sujeto, ni el [] neoestructuralismo ha indagado hasta llegar a una teora
sustentable del sujeto (p. 15). Para superar este mutuo extraamiento, Frank lleva a
cabo una revisin de la crtica postestructuralista del sujeto constituyente2 y una revisin
correlativa de los cuestionamientos que la hermenutica puede dirigir a la tesis del
descentramiento y desaparicin del mismo. La intencin de Frank es formular, con ello, una
hermenutica de la individualidad (p. 389) que se configurara como una suerte de
fusin de los horizontes de estas dos tradiciones, pues permitira dar cuenta, simultneamente, del carcter constituido del sujeto (de los modos de su dependencia respecto a
condiciones estructurales como el lenguaje, el orden del discurso, la cultura o la historia)
y de su carcter de agente transformador (gracias al cual se hace imposible y se frustra
toda determinacin absoluta de las fuerzas estructurales sobre los actos individuales).
En suma, con un pormenorizado conocimiento de la historia de la filosofa y con una
Esta tesis esencial del post- o neoestructuralismo encuentra su expresin paradigmtica en la
conocida proposicin de Lacan: el sujeto es un efecto del lenguaje (p. 117).
2
Como se sabe, el concepto de sujeto constituyente alude a la postulacin recurrente en la filosofa idealista de un sujeto idntico a s mismo y que constituye al mundo (p. 99).
1

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admirable habilidad para la argumentacin, el autor realiza en esta obra un cuidadoso

estudio de las relaciones, intensas y problemticas, entre estos dos movimientos y un exa
men de sus respectivos posicionamientos acerca de la relacin estructura-sujeto, un
tema de inters fundamental para los estudiosos de la filosofa y de las ciencias sociales.
Conformado por 27 lecciones y un apndice, el libro presenta una detenida exposicin y un cuestionamiento de algunos de los planteamientos medulares del neoestructuralismo. Acuador de este inusual trmino, Frank prefiere el prefijo neo- al prefijo
post- para referirse a esta corriente de pensamiento que, en su opinin, ms que conducir a un rechazo y abandono de los postulados estructuralistas, produce su radicalizacin. Si el prefijo post- nos informa de una relacin temporal de posteridad (de algo
que adviene despus de), el prefijo neo- da cuenta, en cambio, de una relacin ms compleja, una relacin de simultnea recuperacin y transformacin. Para Frank, las obras
de Lacan, Foucault, Deleuze y Derrida no slo tuvieron lugar despus del estructuralismo, sino que, adems, mantuvieron una relacin inmanente con l, al llevar a cabo una
recuperacin crtica del concepto saussuriano y lvi-straussiano de estructura.
Tras un texto introductorio (leccin 1) en el que delinea, a grandes rasgos, los objetivos que lo animan y la posicin desde la cual interrogar al neoestructuralismo, Frank
esboza (en el transcurso de las lecciones 2 a 5) una visin de conjunto de este movimiento e intenta proponer una definicin provisional del mismo. All, adems de exponer las lneas generales de la crtica neoestructuralista al pensamiento metafsico es
decir, a todo pensamiento que postule una instancia trascendente (sea Dios, el espritu,
la razn o el sujeto) como garante del surgimiento y de la estabilidad del sentido, explora las relaciones del neoestructuralismo con los trabajos precursores de Ferdinand
de Saussure y de Claude Lvi-Strauss. Para Frank, una de las contribuciones de Saussure
que capt con mayor fuerza el inters del neoestructuralismo es la oposicin lengua/
habla. En sus investigaciones, el lingista de Ginebra estableci dicha oposicin y, con
ella, sent las bases del concepto de estructura que, ms tarde, Lvi-Strauss trasladara
al anlisis de sistemas significativos no estrictamente lingsticos (como el parentesco
y la mitologa), extendiendo el campo de aplicacin de este concepto hacia el estudio de
la vida social en su conjunto.
Como se recordar, para Saussure el habla es la realizacin concreta del lenguaje el
acto individual y subjetivo de su consumacin efectiva, mientras que la lengua, escapando a todo conjunto fctico de actos de lenguaje, es el ordenamiento abstracto y virtual
de las leyes que gobiernan cada evento singular de comunicacin. La significacin (sn
tesis de significado y significante, mediacin entre lo inteligible y lo sensible) es, desde
esta perspectiva, el resultado de una tarea de diferenciacin y articulacin que lleva a cabo
la lengua es decir, el sistema, la estructura o el cdigo y no, en ltima instancia, el sujeto.
Como es sabido, alrededor de esta tesis han proliferado los debates, pues entraa una
reflexin sobre un problema crucial: la relacin entre acontecimiento y estructura, entre
individuo y totalidad, entre acto y ley, entre singularidad y universalidad.
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Si bien el neoestructuralismo rechaz algunas de las premisas del estructuralismo

clsico,3 comparte con l un gesto de exclusin que Frank impugna a lo largo del libro:
al pensar la significacin y, por aadidura, toda regularidad discursiva y todo ordenamiento sociocultural como efecto del juego autnomo de las estructuras, el estructuralismo y el neoestructuralismo excluyen al sujeto como instancia de formacin y
transformacin del sentido.4 Con esta exclusin, el estructuralismo y el neoestructu
ralismo conduciran, quiz sin quererlo, a un determinismo que Frank aspira a corregir
mediante una rehabilitacin del concepto de interpretacin. Inspirado en la hermenuti
ca de raigambre schleiermacheriana, Frank entiende la interpretacin como un acto
intencional por medio del cual el sujeto genera sentido alterando los condicionamientos
estructurales. Para nuestro autor, si bien toda significacin es motivada por el sistema,
no es derivable de l, pues toda formacin de sentido requiere un acto subjetivo de interpretacin. As, en este libro, Frank defiende la tesis de que la lengua no ejerce una
determinacin [sino una motivacin] en la manera en que se realiza el habla individual
(p. 415).
Una vez hecha esta aproximacin preliminar, en el desarrollo de las lecciones 6 a 27
Frank formula tres interrogantes al neoestructuralismo:
1. Cmo aborda el problema de la historia? Esta pregunta (desplegada en el transcurso de las lecciones 6 a 11) es encarada mediante la discusin de dos obras de
Foucault: Las palabras y las cosas y La arqueologa del saber. Aqu, Frank muestra los
estrechos vnculos entre la concepcin foucaultiana de la historia y la filosofa post
hegeliana de Karl Marx, Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Martin Heidegger
y Louis Althusser. Para el autor, todos estos pensadores comparten la idea de que
el sujeto y su conciencia no tienen su fundamento en s mismos, por lo que no
pueden considerarse como lo hizo gran parte del idealismo y de la fenomenologa
originarios, autnomos y transparentes a s mismos. En efecto, estos autores han
En estas primeras lecciones, Frank expone la crtica del neoestructuralismo a la idea habitual en
algunos epgonos del estructuralismo clsico de una estructura centrada, cerrada en s misma y
cuya estabilidad y unidad estaran siempre garantizadas. Contra esta premisa, el neoestructuralismo
postul la tesis de una estructura descentrada y abierta a un juego ilimitado de transformaciones.
Frank da cuenta de los conceptos neoestructuralistas de diferancia, diseminacin, iterabilidad, indecibilidad, deconstruccin, descentramiento, deslizamiento incesante del significado, multiplicidad rizomtica,
entre otros que, aunque aplicables a distintos campos, tienen un comn denominador: desde
distintas perspectivas, todos estos conceptos cuestionan la idea de unidad, centralidad y estabilidad de las relaciones estructurales que hacen posible la emergencia de la significacin.
4
En el libro, el lector encontrar una detenida argumentacin de las razones por las cuales fracasa
toda teora de la significacin erigida sobre la exclusin del sujeto: al atribuirle al juego estructural
autnomo (a la diferancia en el caso de Derrida, a la episteme en Foucault, al cdigo en Deleuze o al Ello
en Lacan) la capacidad de hacer emerger el sentido, la idea misma de subjetividad retorna a la
manera de un retorno de lo reprimido (p. 19), pues, si bien el papel de sujeto le es negado al in
dividuo, le es adjudicado, en cambio, al juego estructural mismo.
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coincidido en destacar el carcter derivado o secundario del sujeto y de su conciencia

respecto de algo ms: la historia, la tradicin, la episteme, el orden del discurso, el
inconsciente, etctera. Desde esta perspectiva, el sujeto no puede pensarse sin
reparar en su dependencia con respecto a un orden heternomo que se le impone.
2. Cmo concibe los fenmenos de la subjetividad, la conciencia y la autoconciencia? Abordada a lo largo de las lecciones 12 a 24, sta es la pregunta a la que Frank
consagra la mayor atencin. Las teoras neoestructuralistas del sujeto, la conciencia y la autoconciencia son expuestas en un pormenorizado recorrido por algunas
de las obras de Derrida,5 Lacan6 y Deleuze.7 Frank sostiene que la concepcin
neoestructuralista de la subjetividad tiene tres antecedentes fundamentales: de
Heidegger recoge la intencin de llevar a cabo un descentramiento del sujeto mostrando su dependencia con respecto a una estructura existencial que el sujeto
mismo es incapaz de esclarecer; de Nietzsche hereda la concepcin del sujeto como
ficcin y la idea de su fundamento inconsciente e insondable; por ltimo, el neo
estructuralismo comparte con la filosofa analtica de Ludwig Wittgenstein, John
L. Austin y John R. Searle la conviccin de que el sujeto y su conciencia estn
enteramente constituidos por el lenguaje. A juicio de Frank, estas tres tradiciones
prepararon el terreno para la concepcin neoestructuralista del sujeto segn la
cual ste, lejos de ser una instancia constituyente, es siempre instituido por los
rdenes simblicos.
3. Cmo piensa el problema de la significacin? Frank dedica las tres ltimas lecciones de su libro (25 a 27) a la exposicin de la concepcin neoestructuralista de
la significacin. Para ello se concentra especialmente en la crtica de Derrida a la
teora husserliana del sentido y a la teora pragmtica del acto de habla de Austin
y Searle.8
En su minuciosa discusin con el neoestructuralismo, Frank despliega una estrategia de lectura que, en cierta medida, se emparenta con el deconstruccionismo derridiano: situndose en el discurso de Lacan, Foucault, Deleuze y Derrida habitndolo y
prestndole odo atento, el filsofo va, leccin tras leccin, desmontando cada uno de los
textos a los que se enfrenta; mediante una cuidadosa reconstruccin de las cadenas
argumentales que esgrimen los autores, Frank va exponiendo los planteamientos neoestructuralistas hasta hacer emerger sus aporas y sus lmites.
Especialmente su Introduccin a El origen de la geometra, de Edmund Husserl, y La voz y el fenmeno.
6
Escritos.
7
El anti-Edipo, Mil mesetas y La escritura y la diferencia.
8
En el apndice que se incluye al final del libro (titulado Del texto indiscernible al texto no interpretable), Frank presenta una disertacin complementaria sobre el problema de la significacin.
Esta vez se ocupa de la teora derridiana de la significacin del texto potico.
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Como hemos sealado, a juicio de Frank, uno de esos lmites est dado por aquello
que podramos llamar el destierro del sujeto. La apuesta de Frank por acoger a este sujeto que ha sido expulsado del discurso neoestructuralista no debe entenderse como una
voluntad de restituir la idea de sujeto como principio de orden, como ncleo inexpugnable de autoidentidad (p. 394) o como cristalina fuente de la significacin. Lejos de esa
ingenuidad, Frank acude a la hermenutica para pensar al sujeto como aquello cuya
intromisin priva de su identidad y carcter cerrado a todos los rdenes generales
(p. 401). En efecto, para Frank el sujeto es aquello que, gracias a su inalienable diferencia
a su no-conformidad con lo general, perturba todo ordenamiento y fisura toda fuerza totalitaria. Es justo aqu donde se revela el carcter profundamente poltico de la
empresa de Frank y cuando se pone de manifiesto su cercana con la teora crtica de
la Escuela de Frncfort en especial con el pensamiento de Theodor W. Adorno.
Nuestro autor comparte con este ltimo la conviccin de que el compromiso irrenuncia
ble de la filosofa es un compromiso contrafctico, es decir, un compromiso con aquello
que es negado por los rdenes positivos de la sociabilidad y del discurso. As, si la sociedad moderna, con su propensin a la uniformidad totalitaria (p. 483), conduce a un
desmoronamiento del sujeto y a una socavacin de sus potencias, la filosofa ha de emprender una salvacin (p. 482) de ese sujeto amenazado, una salvacin que habra de
entenderse como una defensa, en el terreno de lo terico, de lo no-conforme, [de] lo
no-idntico (p. 483), de aquello en lo que reside el ejercicio de la libertad.

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