FISIOLOGADEL

ENFRENTAMIENTO
ARMADO
Eldeseodesobrevivir

Limitaciones
fisiolgicasenel
usodearmasde
fuegoenestrsde
combate
ASOCIACINESPAOLADEINSTRUCTORESDETIROPOLICIAL
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Fisiologa del Enfrentamiento Armado: El deseo de sobrevivir

Bruce K. Siddle (1995) defini la tensin del combate como la percepcin de una
amenaza inminente, propia o ajena, de recibir una lesin grave o mortal, bajo
condiciones dnde el tiempo de la respuesta es mnimo.

Base cientfica
Durante siglos se han reconocido los efectos negativos de la tensin del
combate. El fenmeno como la visin del tnel, la exclusin auditiva, la prdida
de habilidad motora compleja, la conducta irracional y la incapacidad para
pensar claramente, se observan como subproductos de la tensin del combate.
Aunque estos fenmenos se han observado y se han documentado durante
centenares de aos, la poca investigacin se ha dirigido a entender por qu en
combate la tensin deteriora la actuacin del individuo, cuyo preludio fueron las
teoras de James-Lange (1885), y la ms evolucionada de Cannon- Bard (1938),
seguidas por la de Schachter-Singer (1962) que uni ambas en una sola teora
del comportamiento emocional.
No es hasta la dcada de los 90, cuando, neurlogos, psiclogos y fisilogos
profundizan en el estudio de los cambios fisiolgicos que el enfrentamiento con
armas de fuego a corta distancia producen en los seres humanos. Desde
entonces y hasta la fecha son muchos los estudios, ensayos y
experimentaciones llevadas a cabo por la comunidad cientfica, siendo sin lugar
a dudas los descubrimientos del Doctor en Neurologa Joseph LeDoux en 1994,
sobre El cerebro emocional el ms importante en este campo, ya que fue el
primero en demostrar cientficamente sus hallazgos.
Cada especialista haba profundizado en las reacciones al combate prximo de
la parte del cuerpo humano que le era de inters, olvidando que el cuerpo
humano no es un rgano o vscera independiente, sino un conjunto de ellos,
mucho ms complejo y cuyas reacciones involucran, no solo a ese rgano, sino
a todo el cuerpo humano.

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Su estudio: Sharpening the Warriors Edge publicado en 1995, con un lenguaje

claro nos indica que le sucede al cuerpo humano en situaciones de
enfrentamiento armado, tesis que la comunidad cientfica ha ido confirmado con
el paso de los aos, como los desarrollados por la Doctora en Psicologa Alexis
Artwohl, en Encuentros de fuerza mortal (1997) y Distorsiones en la
percepcin y memoria del Policia envuelto en tiroteos (2002) o los elaborados
por el Doctor en Psicologa Dave Grossman, en En Combate (2004).

Es en dicha dcada, cuando un Instructor Policial Bruce K. Siddle, decide

concentrar su estudio en los anlisis realizados por la comunidad cientfica de
manera individual y describir con precisin a la comunidad policial todo aquello
que le ocurre al agente de polica en situaciones donde este percibe una
amenaza que ponen en gravsimo riesgo su integridad fsica. Situaciones que
por ende llevan aparejado el uso del elemento diferenciador de estos
profesionales, el arma de fuego.

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Dichos estudios cientficos han demostrado que el ser humano posee dos
cerebros, uno ms antiguo y limitado a la respuesta ante emociones fuertes y
otro mucho ms evolucionado y racional desarrollado con la evolucin del ser
humano, sin embargo segn los descubrimientos del Dr. LeDoux, en situaciones
de uso de la fuerza para defender la vida ante una amenaza grave, el ser
humano usa su cerebro primitivo o emocional, sin ser capaz de usar su cerebro
racional hasta que cese la percepcin de la amenaza mortal. Debiendo tener en
cuenta que es la percepcin individual de cada individuo en ese momento,
circunstancia y lugar, la que genera esa reaccin primaria.
Al margen de que las circunstancias que le rodeen puedan interferir en su
capacidad perceptiva por un exceso de tensin nerviosa, que segn los casos
puede verse agrava con una situacin de tensin prolongada en el tiempo o por
un subido e inesperado estimulo.
El cerebro del ser humano en el momento de percibir una amenaza mortal
elimina el proceso cognitivo, que va desde la propia percepcin de la amenaza
por el tlamo, a la corteza cerebral donde busca una respuesta racional, la cual
ser enviada a la amgdala para su distribucin al sistema nervioso medular.
Sin embargo, en situaciones de peligro o amenaza grave la corteza cerebral no
interviene, por lo que no es posible encontrar respuestas adecuadas a la accin
real, solo a la percibida. En este caso el tlamo sigue percibiendo la amenaza,
solo que cuando esta es muy grave para el individuo, el tlamo comunica su
deteccin de la situacin directamente a la amgdala, la cual responder
aplicando una respuesta automtica aprendida, espontanea e irracional, sin la
intervencin del nuestra corteza cerebral, mucho ms racional, la cual solo
entrara en funcionamiento cuando la intensidad de la amenaza se perciba como
menor o controlada.
En ese proceso de percepcin el tlamo informa a la Hipfisis, Glndulas
suprarrenales, Tiroides, Ganglios Linftico e incluso a algunos Msculos de la
percepcin de una amenaza grave, lo que produce de forma inmediata la
secrecin de hormonas como por ejemplo: Cortisol, Adrenalina, Noradrenalina,
etctera; en microsegundos las hormonas alcanzan cantidades muy elevadas y
grandes distancias de manera muy rpida. La combinacin de todas estas
hormonas, al mezclarse con la sangre refuerzan y prolongan las reacciones del
estrs en combate.

Consecuencias de la percepcin de una amenaza grave.

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Durante miles de aos y decenas de siglos la evolucin del ser humano ha

preparado a este para sobrevivir en un planeta hostil, muy a menudo perseguido
y amenazado por animales superiores.

Cuando se entra en "COMBATE", nuestra mente y cuerpo se preparan

Fisiolgicamente produciendo hormonas que ayudarn a poder responder a las
demandas fsicas del cuerpo, el cuerpo se prepara para la lucha, pero tambin
para escapar del peligro. De hecho las reaccin automtica del ser humano son
Luchar o Huir por partes iguales, pudiendo llegar a situaciones de lucha
irracional o huida irracional

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El uso de instrumentos es demasiado reciente en nuestra evolucin como para

haber logrado crear procesos automticos de defensa o supervivencia y mucho
menos con herramientas tan sofisticadas como las armas de fuego. Mucho ms
cuando ni siquiera toda la poblacin usa de dichas herramientas, sino que solo
una pequea parte hace un uso de ellas.
La segregacin de Cortisol, Adrenalina y Noradrenalina producen en el cuerpo
humano alteraciones y cambios muy rpidos e importantes, como:
Aumento de la glucosa en sangre.
Aumentan el ritmo cardiaco.
Vasoconstriccin perifrica.
Vasodilatacin muscular esqueltica.
Dilatan los alveolos pulmonares.
Aceleran el ritmo respiratorio.
Dilatan las pupilas.
Contraccin muscular principalmente en la espalda, cuello y hombros.
Liberan clulas rojas en el torrente sanguneo para facilitar una rpida
coagulacin.
En definitiva el cuerpo humano reacciona ante la amenaza mortal incrementado
su fuerza y resistencia fsicas, pero estas reacciones dificultan, entorpecen o
anulan su capacidad para emplear con eficacia algunas herramientas complejas
que requieren justo de lo contrario, de habilidad y de destreza.

Perdida de habilidades para el uso de armas de fuego

La secrecin de hormonas y sus efectos en cuerpo humano han sido estudiados
y demostrados desde antiguo por la comunidad cientfica y como vemos en la
actualidad dichos estudios han sido corroborados y contrastados por neurlogos,
fisilogos y psiclogos.
Sin embargo, la comunidad poltica, jurdica y social no aplica estos
conocimientos a la realidad de los servicios policiales y mucho menos ante la
necesidad racional del uso de la fuerza.
La prdida de capacidades que sufre el ser humano ante la necesidad de usar la
fuerza para sobrevivir a una amenaza implica a casi la totalidad del cuerpo
humano, as podemos observar limitaciones funcionales e incapacidad en
algunos de nuestros rganos internos y sentidos, como por ejemplo:

Es por ello que deberamos de realizar un anlisis pormenorizado de que cada

rgano o sentido afectado, estableciendo la causa-efecto en la capacidad para la
defensa con armas de fuego.

Sistema circulatorio.
Visin.
Audicin.
Habilidad motora.
Percepcin cerebral.
Etc.

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Sistema circulatorio.
Ya se han enumerado las alteraciones que la percepcin que un individuo
obtenga de una amenaza, con independencia de su realidad y grado, este se
ver afectado de una manera muy importante en su sistema circulatorio, siendo
innecesario, tras las argumentaciones anteriores profundizar, ms en ello.

Visin
Las pupilas se dilatan, por efecto de la adrenalina en sangre, lo que provoca la
entrada de ms cantidad de luz en el ojo y que la retina se vea sorprendida por
el rpido cambio de las circunstancias de luz ambiente, sin tiempo para la
adaptacin de la retina. Dicho incremento de luz dificulta la capacidad para
observar lo que ocurre perifricamente, generando la denominada Visin de
tnel.
Segn los estudios desarrollados por la NASA, en situacin de estrs ante
situaciones crticas el ojo humano no es capaz de ver ms de un cono, cuya
base tiene aproximadamente unos 50 cm de dimetro, es decir, la anchura de un
ser humano.
Por ello no es de extraar que en situaciones de amenazas graves a la vida, un
agente de polica no sea capaz de percibir lo que ocurre a su alrededor. Siendo
imposible determinar que ocurre al margen de la accin que genera la amenaza.
Nunca sabr que hacen o quieren hacer el resto de sus compaeros, otros
agresores o terceras personas, incluso ser incapaz de percibir otras amenazas
igual de mortales o ms que la detectada en primer trmino.
No sabr si terceras personas intentaran detener esa amenaza por su cuenta,
por lo cual es fcil entender que cuando concurren varias personas observando
y percibiendo la amenaza como propia, cada una responda de manera individual
repeliendo la amenaza que detecta. Circunstancia est muy habitual en los
enfrentamientos con armas de fuego donde cada agente de polica dispara por
su cuenta hasta ver cesar la amenaza.

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El rgano prioritario para la defensa es el ojo y cuando este ha detectado una

amenaza ajusta el foco visual sobre sta. Es decir, el ojo ha ajustado el cristalino
para observar con precisin el hecho o accin de peligro. Al percibir la amenaza
y ser consciente de ella, la vasoconstriccin de los vasos venosos perifricos en
los msculos ciliares que mueven el cristalino, impiden la adaptacin ocular. Eso
produce una perdida en la percepcin de la profundidad de campo de nuestra
visin.

Existen casos documentados en que se reporta la perdida de percepcin de

color, todo se ve en blanco y negro o cambian las tonalidades de los colores. Al
dilatarse las pupilas, entra ms luz en la retina, lo que hace que los conos y
bastoncillos de la retina reciban ms luz, los bastoncillos perciben ms luz y son
los encargados de la visin en blanco y negro los conos situados en la fvea
estn deslumbrados por el exceso de luz y al ser los encargados de la visin en
color pierden su capacidad para percibir con precisin los colores. Por este
efecto podemos aseverar que se pierde la percepcin real de color.

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El ojo esta enfocado la amenaza y es imposible ver otra cosa, los estudios sobre
el estrs ante el peligro inminente de la NASA indican que el ojo humano en
estrs se fija en la amenaza y su profundidad de campo se limita a unos 45 a 90
cm por delante y detrs de esta. Es decir, una agresin a 3 metros solo permite
ver desde los 2 a los 4 metros como mucho, Motivo por el cual es imposible ver
las miras del arma y apuntar o terceras personas situadas tras el agresor.
Observemos que la creencia popular de apuntar a partes no vitales o disparar a
matar es sencillamente IMPOSIBLE. Algo que solo sera factible cuando alguien
no est siendo amenazado. De igual manera un disparo al aire jams ser
dirigido con eficacia hacia donde no hay nadie pudiendo dirigirle por error y de
manera inconsciente sobre una ventana o balcn, al margen siempre posible de
que la cada del proyectil acabe en un inocente, circunstancia esta ltima muy
habitual en los pases rabes.
Se da la circunstancia de que ningn agente de polica es capaz de recordar a
ver visto ni buscado sus miras, el arma se interpone entre la amenaza y la
agresin como reaccin defensiva emocional.
No hay que olvidar que el ser humano es binocular y por ello el arma no es
percibida ni impide visualizar con claridad la amenaza, eso solo ocurrira si el
agente de polica cerrara un ojo para disparar, algo imposible en situacin de
estrs, ya que se calcula que la perdida de percepcin visual est en torno al
74%.
Sin embargo la amenaza se percibe con claridad incluso con mucha ms nitidez
de lo normal.

Audicin
La exclusin auditiva o tnel sonoro es otro de los efectos de una persona que
perciba una amenaza mortal. La tensin muscular del cuello y cara por efecto de
la adrenalina tensa el musculo tensor del tmpano, la membrana timpnica al
estar tensada vibra menos y por ello se percibe un sonido atenuado. Al mismo
tiempo el musculo tensor del estribo en el odo interno, separa el estribo de la
ventana oval, por lo que los movimientos mecnicos de estribo no producen
accin directa sobre la ventana oval y por consiguiente el sonido esta
notablemente deteriorado.

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El sonido del disparo se escucha pero es imposible determinar la procedencia,

son innumerables los casos en los cuales un polica dispara y es incapaz de
saber que ha sido l, al mismo tiempo un disparo amigo puede ser interpretado
como disparo del agresor. De ah que en muchos casos la mera percepcin de
un disparo desate un tiroteo injustificado, convencidos de ser objeto de una
agresin por disparos de un agresor que en realidad realizo un compaero. Es
un hecho real y ampliamente documentado.

Algunas frecuencias no se ven afectadas en su totalidad y otras s. El efecto en

la audicin es que el ser humano en estrs de combate es aproximadamente un
84% sordo. La precisin de la comunicacin oral est muy limitada pudiendo
confundir lo odo e incluso or lo que nadie dijo.

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Habilidades Motoras
Por habilidades motoras entendemos la capacidad del ser humano para
desarrollar una actividad motriz a travs del sistema neuromuscular, las
neuronas activas las ramas descendentes medulares hasta llegar a los msculos
con impulsos elctricos para realzar acciones concretas de coordinacin.
El ser humano posee tres habilidades motoras:

Habilidades motoras gruesas, las ms innatas en el ser humano y las que

involucran a los grandes grupos musculares. Son las que nos capacitan
para mover las piernas y los brazos incluso antes de nacer e incluso
afrranos con todos los dedos de la mano al dedo del pediatra tras
nuestro nacimiento.

Habilidades motoras complejas, aquellas que vamos desarrollando en

nuestro aprendizaje, basadas en la capacidad para coordinar
movimientos de forma voluntaria, aquellas nos hacen capaces de coger
un objeto con precisin tras mltiples intentos fallidos.

Habilidades Motoras Finas, consistentes en los movimientos

especializados fundamentalmente de las manos, dedos y pies. Como la
mecanografa o el uso de dispositivos manuales que somos capaces de
usar sin fijar la mirada en ellos.

El uso de armas de fuego implica el uso coordinado de dedos y manos, y sobre

todo de la coordinacin visin-manos, es decir involucra de forma especialmente
importante a las habilidades motoras complejas y que si son asimiladas tras un
exhaustivo entrenamiento, llegaran a ser habilidades motoras finas.
Debido a la aparicin de la adrenalina y noradrenalina, a la vasoconstriccin
generalizada en los vasos sanguneos perifricos y a la tensin muscular, el ser
humano pierde sus habilidades motoras finas y ve muy reducida su habilidad
motora compleja. En este caso, la coordinacin visin-manos se ve seriamente
comprometida, siendo imposible realizar movimientos precisos con los dedos, las
manos o los pies. Precisamente las habilidades necesarias para el uso de
herramientas especializadas, como el arma de fuego, en situaciones de una
percepcin de peligro para la vida, son difciles de mantener.

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Al perder la Habilidad Mano/Visin, es muy difcil el coordinar nuestros

movimientos de manos, como lo que vemos y queremos hacer, las acciones ms
simples, se convierten en problemas muy serios, al no poder ejecutarlas aunque
estamos viendo que hay que hacer.

Son muchos los casos documentados sobre contracciones involuntarias del

sistema neuromuscular, con espasmos involuntarios que activan los mecanismos
de disparo de un arma de fuego, sobre todo en situaciones de duda, donde el
polica est operando con su arma en la mano intentando determina la realidad
de una amenaza. Dichas contracciones pueden ser simpticas o parasimpticas
y se activan de forma involuntaria en el momento de la mxima tensin e incluso
al cesar la mxima tensin.

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Percepcin Cerebral
Ya hemos anticipado que el cerebro del ser humano no utiliza la parte racional
correspondiente a la corteza cerebral cuando percebe una amenaza mortal. Las
reacciones son puramente fruto de nuestro cerebro lmbico o emocional, las
respuestas automatizadas aprendidas en el pasado condicionan nuestra
respuesta en el acto presente, muchas veces de forma irracional.
El cerebro ha elaborado estas respuestas para ser capaz de sobrevivir ante
situaciones complejas y donde la lentitud en tomar la respuesta puede suponer
la diferencia entre morir o sobrevivir, resulta herido o salir ileso.
Existen muchos ejemplos fciles de entender:, si un ser humano est sobre el
borde de un precipicio y siente una presin en su espalda, aunque solo sea la
fuerza del veinte, su instinto irracional o emocional ser apartarse del precipicio,
sin que su cerebro cognitivo sea capaz de evaluar si la presin recibida es
suficiente para poner de verdad su vida en peligro. Igual que cuando tocamos un
cable y sufrimos una descarga elctrica o nos quemamos con un objeto caliente,
la reaccin instintiva o emocional es soltar el cable o el objeto, sin para a pensar
si la cantidad de corriente o el calor percibido sern una amenaza realmente
grave.
De igual manera un ser humano ante la percepcin de una amenaza mortal
dirigida contra l, utilizara cualquier instrumento que tenga a su alcance para
usarlo en su defensa, aunque sea ocasional y sobre todo empleara los ms
contundentes de forma puramente instintiva, sin ser capaz de racionalizar o
pensar si est ajustado o es proporcional. Se da la circunstancia de que todos
los agentes de polica llevan en su servicio armas de fuego que la sociedad les
aporta para que se defiendan y la defiendan, No es de extraar por tanto que
reaccin automtica inicial de un polica sea sacar su arma de fuego para
defenderse.
El cerebro est buscando respuestas lmbicas en nuestro cerebro emocional y al
mismo tiempo por efecto de la noradrenalina est intentando almacenar
recuerdos en el mismo lugar, la corteza cerebral ha sido inhibida y no tiene
capacidad para buscar o almacenar datos con total eficacia, lo que implica que
muchas funciones cerebrales posibles en situaciones de normalidad sean
imposibles en situaciones de estrs de combate.
Entre los efectos producidos por el estrs de combate en el cerebro podemos
citar los ms corroborados y demostrados cientficamente y contrastados por la
realidad los siguientes:

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Este es un fenmeno muy comn, quiz el ms documentado y fcil de recordar,

presente en la mayora de los casos, incluso en accidentes de nuestra vida
cotidiana, al acelerarse el proceso mental y los pensamientos ser ms rpidos,
esto nos hace pensar que todo fuera de nosotros va ms lento. Estos es debido
a que al usar la va corta que anula el uso de la corteza cerebral en la respuesta,
nuestra percepcin es que todo va ms rpido cuando solo es nuestro cerebro el
que trabaja ms deprisa.

Percepcin en "Cmara Lenta".

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Prdida de Memoria,
El cerebro lmbico almacena los recuerdos ms tortuosos y emocionales y la
corteza cerebral los de aprendizaje, ambos se mezclan y al mismo tiempo estn
limitados en su capacidad de recordar acontecimientos. La percepcin visual y
auditiva estn alteradas los que implica que los sucesos no queden
almacenados con eficacia en el cerebro.
En estas condiciones el ser humano tiene serias dificultades en recordar todo lo
sucedido, los estudios de la Dr. Artwolh y del Dr. Grossman llegan a la
conclusin de que aproximadamente la mitad de los sucedido en una situacin
de enfrentamiento armado no llegue a recordarse nunca, incluso ni siquiera la
mitad de lo que el agente hizo en su intervencin armada.
Es ms segn los mismos estudios, el cerebro no recuerda ms que una cuarta
parte del suceso en las primeras 24/48 horas, recitando al menos 72 horas para
llegar a recordar con eficacia que pudo suceder.
Cuando se somete a un agente a un proceso de interrogatorio o toma de
declaracin antes de ese tiempo, solo se est fomentando que llene sus lagunas
con lo que su imaginacin le d a entender que pudo pasar, motivo por el cual
luego pueda parecer que falto a la verdad de forma deliberada, cuando en
realidad fue forzado a ello de forma inintencionada.
Este es uno de los motivos por el cual los sindicatos policiales en los Estados
Unidos de Norteamrica, aconsejan sus afiliados no declara antes de esas 72
horas, es ms, debido a las millonarias indemnizaciones a las que son
condenadas las administraciones, por situaciones derivadas del uso de la fuerza
con armas de fuego, es la propia administracin la ms interesada en que el
agente no incurra en contradicciones.

Irrealidad o Alucinacin.
El cerebro mezcla la realidad con la ficcin, muchas veces aprendida por las
pelculas, la imaginacin, sus experiencias anteriores o las situaciones vividas
por sus compaeros.
Este fenmeno es muy habitual en persecuciones o intervenciones prolongadas
donde el agente de polica est inmerso en situaciones de estrs prolongado y
cambios bruscos en la segregacin de hormonas de supervivencia. El agente
est en una montaa rusa de emociones y sustancias hormonales en sangre con
constantes cambios de ritmo cardiaco, su mente tiende a construir un escenario
propicio para su defensa.

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La sobre produccin hormonal puede provocar un shock, con escalofros y

temblores imposibles de controlar. Al saturarse nuestro cuerpo de sustancias
nuestro cuerpo puede reaccionar de forma convulsiva.

Temblores.

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Limitacin Verbal.
Es casi imposible el poder articular nuestras palabras, ya que nuestra lengua es
una habilidad motora compleja, nuestro cerebro est acelerado y las boca seca
por la vasoconstriccin perifrica, incluso pensando ms rpido de lo que
podemos articular. Son muchos los casos reportados en los que el agente no fue
capaz de articular palabra o estas eran incomprensibles.

Mareos. Inestabilidad o prdida del equilibrio,

Esto debido a que nuestro sistema de equilibrio se encuentra en el odo, al ser
este afectado nos produce una sensacin de movimiento sin haberlo en realidad.

Negacin o Incredulidad. Se rechaza la idea de lo que est pasando, no se

cree que est pasando en ese momento a esa persona. Definitivamente se niega
a creer que le puede pasar algo. Se cuestiona la veracidad de los hechos en un
momento donde cada fraccin se segundo cuenta, para la sobrevivencia del
evento.

Parlisis o bloqueo emocional.

En algunos casos los agentes de polica se bloquean emocionante al verse
sorprendidos y no encontrar su cerebro una respuesta correcta, suele darse en
situaciones de baja preparacin, poca experiencia laboral o situaciones personal
de desmotivacin.
Es ocasiones es el exceso de posibles respuestas aprendidas lo que le impide al
cerebro seleccionar un de ellas o incluso usar la peor.
El miedo a morir o la percepcin de que la respuesta aplicada no surte efecto
implica una sobrecarga de estrs de combate que en ocasiones bloquea al
agente por un exceso de hormonas en sangre.
Este fenmeno est presente en un 7% de os casos en la Estados Unidos de
Norteamrica.

Al finalizar el peligro el cuerpo humano busca vlvulas de escape para sacar las
emociones, los efectos ms habituales suelen ser:

Llanto Incontrolable
Dolor de Estmago.
Nusea o Vmito.

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ES

Como ressumen a lo
o analizado anteriorme
ente podem
mos estableecer el sigu
uiente
cuadro en
n funcin a los estu
udios realiz
zados en los anlisiss de los casos
c
analizadoss realizados
s entre la D
Dra. Alexis Artwolh
A
y el Dr. David G
Grossman.

7%

Dra. Alexis Artwolh,

A
FBI Law Enforc
cement Bulletin 18 (Occt. 2002)

10

62 %
79 %
71 %
84 %
74 %
52 %
46 %
39 %
26 %
21 %

Distorsion
nes en la p
percepcin
n de polica
as envueltoos en
enfrentam
mientos arm
mados (15
57 casos)
Movimien
nto lento Camara lenta
l
Visin de
e tunel
Visin cla
ara del obje
etivo
Tnel son
noro prd
dida auditiva
Respuestta automttica no consciente
c
Memoria perdida de
e una parte
e del suceso
Memoria perdida de
e la actuac
cin en el suceso
s
Disociacin o irreal idad
Pensamie
entos intru
usoso o dis
stracciones
s
Distorsion
nes en la m
memoria no recuerda o lo reccuerda
distinto
Parlisis temporal

AEITP
A
- Feebrero de 2012

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