Molinos y Aceñas en Los Fueros Del Sur Del Duero
Molinos y Aceñas en Los Fueros Del Sur Del Duero
Molinos y Aceñas en Los Fueros Del Sur Del Duero
EL HISTORIADOR Y LA SOCIEDAD
Homenaje al Profesor Jos M. Mnguez
ndice
Presentacin, Pablo C. Daz, Fernando Luis Corral e Iaki Martn Viso....... 9
Jos Mara Mnguez, entre Alfonso VI y Rossini, Manuel Snchez Martnez.. 13
Algunas notas ms sobre la cultura del vino en la Edad Media, Mara Dolores Cabaas Gonzlez............................................................................. 23
Historias regionales de la repoblacin: los reyes asturleoneses y las polticas de la tierra en el oeste de la meseta del Duero, lvaro Carvajal e
Iaki Martn Viso......................................................................................... 39
El mito godo en la construccin de Castilla, Pablo C. Daz............................ 53
Concejos y monarqua en el reinado de Alfonso VIII: el pacto matrimonial
de 1187-1188, Carlos Estepa Dez.................................................................. 67
Fernando II y la consolidacin del seorio feudal de San Salvador de
Oviedo, Francisco Javier Fernndez Conde............................................... 77
Ganadera, poblamiento y dehesas en los concejos de realengo de Extre madura (siglos xiii-xv), M Dolores Garca Oliva...................................... 101
Un castellano en la corte del rey Fernando: breves notas para el estudio
de las relaciones monarqua/nobleza en el siglo xii, Fernando Luis
Corral........................................................................................................... 115
Los titulares del seoro de Villafranca de la Sierra (vila), desde su creacin hasta la unin con el de las Navas, despus del llamado pleito de
Villafranca (1256-1389), Carmelo Luis Lpez.............................................. 129
Un prelado medieval y su corte: Gonzalo de Vivero (Salamanca, 1447 1480), Jos Luis Martn Martn..................................................................... 147
Ideologa y anfibologa antijudas en la obra Fortalitium Fidei, de Alonso
de Espina. Un apunte metodolgico, Jos M Monsalvo Antn................ 163
De la funcin de los castillos en el tiempo y los espacios de Diego Gelmrez,
Ermelindo Portela y M del Carmen Pallares............................................ 189
La influencia inglesa en la Espaa de fines del siglo xviii a travs de las
bibliotecas , Ofelia Rey Castelao................................................................. 205
Introduccin
*
Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto de Investigacin HAR2008-01441 financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovacin.
Una visin general en, Gonzlez Tascn, I., La difusin medieval del molino hidrulico. En Navascus Palacio, P. (coord.), Ars mechanicae. Ingeniera medieval en Espaa, Madrid, 2008, pp. 99-118.
Tipo de ingenio
La primera cuestin a considerar es el tipo de fbrica a la que se refieren los
fueros. Hay menciones a molinos y aceas, predominando los primeros. No es
necesario explicar las caractersticas de unos y otras, algo de sobra conocido, pero
s considero conveniente analizar las referencias que se hacen a ellos en las diferentes normativas locales.
El fuero de Ledesma castiga a quien desficier o foradar pesquera o petril
ajenos, entendindose por ello el azud de la acea, ya que el ttulo de la ley dice
de pesqueras de azenjas; en torno a esas aceas tiene que haber una estera de
dos palmos en alto, multndose a quien no lo cumpla con un maraved pagado
cada viernes. Ms adelante establece cmo debe actuar quien tenga rancura de
molinero o colmenero, no habiendo ms referencias al asunto que nos ocupa.
Sobre esta cuestin vase Barrero Garca, A. M., El proceso de formacin del derecho local
medieval a travs de sus textos: los fueros castellano-leoneses. En De la Iglesia Duarte, J. I., Primera
Semana de Estudios Medievales de Njera, Logroo, 2001, pp. 91-132.
He utilizado los de Ledesma, Alba de Tormes, Coria, Salamanca, Bjar, Soria, beda, Baeza,
Cuenca, Zorita de los Canes, Alcal de Henares, Seplveda, Madrid, Plasencia y Guadalajara. La primera vez se dar la referencia completa, luego slo se indicar el nombre del lugar (Coria, Zorita,
etc.). En el caso de Cuenca se citar el nmero de la ley del Cdice Valentino como referencia para
las otras versiones y el de Heznatoraf. Se han utilizado tambin el Fuero Juzgo y los privilegios de
Toledo. En algn asunto se har referencia, como punto de comparacin, a lo regulado por el fuero
de Miranda de Ebro, el Fuero Viejo de Castilla y el Fuero Real.
Castro, A. y De Onis, F., Fueros leoneses de Zamora, Salamanca, Ledesma y Alba de Tormes.
Madrid, 1919, vol. 1, (fuero de Ledesma) pp. 233 y 275, leyes 93, 94, 95 y 335. Sobre el agua en los fueros
291
El fuero de Alba de Tormes diferencia entre aceero y molinero, mencionando a ambos cuando se refiere a las penas en que incurrir quien mate a algn
vecino o morador del cuerpo de la villa, sea varn o mujer; se da la circunstancia
de que esos dos oficios, a diferencia de otros, slo son mencionados en masculino. Al molinero, no al aceero, se le exime de pecho y facendera, pero se trata
por igual a molinos y aceas cuando se establece su fuero y al regular cmo
construirlos: no pueden levantarse en heredad ajena y no han de perjudicar a los
ya instalados en la misma corriente; sin embargo slo para la acea se establece
un rea especfica de control donde nadie podr pescar ni hacer pared, el pilago de la acea: desde somo de cabo de la pesquera una piedra echadura arriba
de dedo; e assi como la bufarda toma en su derecho, en parte en parte del rio.
El fuero de Coria menciona aceas y molinos en las leyes dedicadas a estos
ingenios, y adems en la que se refiere al empeo de propiedades. El de Salamanca no menciona molinos, pero s se ocupa de las pesqueras de aceas en
el ttulo por quales cosas encoten las iusticias; adems, un artculo protege esas
pesqueras, y otro obliga a que las muelas de acea tengan un aro alrededor; por
otra parte al establecer lo que se ha de dar a la viuda en viudedad se incluye
una vez de acea.
En los de Bjar, Soria, beda, Baeza y Cuenca, que dedican un ttulo completo a los molinos, las aceas aparecen en una ocasin, junto con otras ruedas
verticales (de pozo, huerto y bao, y en Cuenca tambin de batn), en el resto de
los artculos se dice siempre molino, lo mismo que en el de Zorita de los Canes.
Los fueros de Alcal de Henares y Seplveda se ocupan muy poco de los molinos y no hacen ninguna mencin a aceas, como sucede en el de Plasencia, que
en cambio se refiere profusamente a los molinos. En el de Madrid hay slo una
referencia a unos molinos concejiles. Si establecemos la comparacin con otros
casos, vemos que el Fuero Viejo (zona Norte del Duero) slo habla de molinos,
lo mismo que el Fuero Juzgo y el Fuero Real.
vase Del Val Valdivieso, M. I.. El agua en los fueros medievales de la corona castellana, en Del Val
Valdivieso, M. I. y Bonachia Hernando, J. A. (coords.), Agua y sociedad en la Edad Media hispana,
Universidad de Granada, 2012, pp. 67-96.
Ibidem (fuero de Alba de Tormes), pp. 296, 322 y 326, leyes, 9, 84 y 99.
Maldonado y Fernndez del Torco, J., Sez, E. y Fernndez Hernando, J., El fuero de Coria. Madrid,
1949, p. 82, ley 291. Martn, J. L. y Coca, J., Fuero de Salamanca. Salamanca, 1987, pp. 77, 83, 84 y 95,
leyes, 121, 158, 159, 160 y 220.
Gutirrez Cuadrado, J., Fuero de Bjar. Salamanca, 1974, pp. 68-70, leyes 185-209. Snchez, G.
Fueros castellanos de Soria y Alcal de Henares. Madrid, 1919, (fuero de Soria) p. 91, ley 252. Peset, M.,
Gutirrez Cuadrado, J., Trenchs Odena, J. y Gutirrez Cuadrado, J., Fuero de beda. Valencia, 1979, p.
283, ley 4b. Roudill, J., El fuero de Baeza. La Haya, 1962, p. 87, ley 163. Urea y Smenjaud, R., Fuero de
Cuenca: formas primitiva y sistemtica, texto latino, texto castellano y adaptacin del fuero de Heznatoraf. Madrid, 1935, p. 243, ttulo VIII, (en el fuero de Heznatoraf ley CLXIV). Uruea y Smenjaud, R.,
El fuero de Zorita de los Canes, segn el cdice de la Biblioteca Nacional (siglos XIII al XIV) y sus relaciones con el fuero latino de Cuenca y el romanceado de Alczar. Memorial Histrico Espaol XLIV.
Madrid, 1911, p. 109, ley 166.
Snchez, G. y Millares Carl, A., Fuero de Madrid. Madrid, 1932, p. 46, ley LXXI.
292
Ramrez Vaquero, E., El fuero de Plasencia: estudio histrico y edicin crtica del texto. Mrida,
1987, pp. 69 y 132, n 15 y 477. Sez, C., Caballero, A. y Torrens, M. J., Fuero de Alcal de Henares.
Madrid, 1992, p. 77. Lo mismo sucede en otras reas, como en Miranda de Ebro, cuyo fuero considera
los molinos como bienes races (Cantera y Burgos, F., Fuero de Miranda de Ebro: edicin crtica, versin y estudio. Burgos, 1980, pp. 42 y 67, ley 9). El Fuero Real se refiere al molino construido dentro
del matrimonio por marido y mujer, aludiendo a diversas situaciones (Martnez Dez, G., Ruiz Asencio,
J. M. y Hernndez Alonso, C., Leyes de Alfonso X. 2, Fuero Real. vila, 1988, p. 315, libro 2, tt. 4, ley 9).
Izquierdo Benito, R., El libro de los privilegios de Toledo. Toledo, 2005, p. 41. beda, p. 260, tt. 8,
ley 1c y p. 280, tt. 18, ley 1a. Baeza, pp. 61 y 84, leyes 29 y 158. Cuenca, p. 233, ttulo 8, n 1. Plasencia, p.
147, n 593. Soria, p. 87, ley 237. Seplveda, p. 120, ley 170. Keniston, H., Fuero de Guadalajara (1219).
Princeton, 1924, p. 16, n 101. Alcal, p. 82.
293
beda, p. 281, tt. 18, ley 1h. Baeza, p. 85, leyes 150 y 155. Plasencia, p. 147, n 595 y 596. Zorita,
pp. 106 y 107, leyes 153 y 158. Cuenca, p. 233, ttulo 8, leyes 2 y 4. Soria, pp. 87 y 88, leyes 239, 242, 244
y 255. Seplveda, p. 120, ley 172. Bjar, pp. 68 y 70, leyes 185, 187, 188 y 204. La construccin de molino
en heredad propia es recogida en el Fuero Real, p. 313, libro 2, tt. 4, ley 4.
Plasencia, p. 150, n 616. Esta situacin parece enlazar con el Fuero Viejo que recoge esta forma
de acceso a la propiedad, mencionando expresamente a los molinos (Gonzlez Alonso, B., Barrios
Garca, . y Del Ser Quijano, G., El Fuero Viejo de Castilla: consideraciones sobre la historia del derecho de Castilla (c. 800-1356). Valladolid, 1996, p. 143, libro 2, tt. 2, ley 9).
294
que quienes hacen tales molinos las heredades suelen ante prender (Bjar dice
por que ante prendan las heredades). El de Cuenca es el ms explcito. En sus
diferentes versiones se observan ligeras variaciones que ayudan a entender el
sentido de la norma. En la forma primordial y en la sistemtica el ttulo es de eis
qui molendinos faciunt adulterinos, lo que puede interpretarse como falsos; si
esto es as es ms fcil comprender el resto de los fueros, y las otras versiones del
de Cuenca, donde se les denomina fornezinos. Estaramos por tanto ante molinos que no se ajustan a derecho, cuyos dueos actan buscando hacerse con
heredades (por aquellos que fasen los molinos fornesinos por que ante prendan
las heredades, mandamos, dice el fragmento conquense; por que ay tales que
fazen molinos yvernizos por amor de manprender las heredades, mandamos,
en la versin de Heznatoraf), o bien obtener ganancias ilegtimas. Por esto se
prohbe la construccin de ese tipo de molinos.
Otro asunto diferente es construirlo en medio del ro. Todos los fueros que se
refieren a ello lo aceptan. Seplveda lo autoriza en medio del rio e sea estable por
siempre si oviere entrada e salida por lo suyo propio, es decir se pone una restriccin, sin duda para evitar los problemas que podra plantear el derecho de paso.
Encontramos exactamente la misma norma en otros fueros, con la nica salvedad
de que en Plasencia se dice en medio del ro y en beda en medio de venajo; en
otros casos pueden referirse a esa zona o a la ribera, pues la expresin utilizada es
madre del ro (Bjar, Soria, Zorita y Cuenca), y venaio del ro (Baeza). Uno y otro
tipo de instalaciones son relativamente frecuentes y no parecen plantear problemas, ms all de los derivados de las caractersticas de su instalacin.
Cuando un molino necesita obras de mantenimiento, para la zona Norte
del Duero el Fuero Viejo permite cortar el agua del cauce durante once das,
pero en el rea que nos ocupa no hay menciones a este asunto. En cambio son
abundantes las referencias a la construccin o reparacin de los molinos de titularidad compartida. Es sabido que con frecuencia son de propiedad compartida,
lo que suele ser fuente de conflictos y tensiones. Por eso no debe extraar que
los fueros reglamenten esa circunstancia, imponiendo a todos la obligacin de
colaborar en la obra cuando es necesaria y uno de ellos ha decidido realizarla.
En Cuenca se les denomina parcioneros o partidores, en Zorita poroneros, en
Baeza y beda partidores, y en Bjar y Plasencia aparceros. Las normas se refieren al trabajo asalariado que han de contratar para realizar la obra, peones (Bjar
y Plasencia) y obreros (Cuenca, beda y Baeza); cuando se trata de obra nueva
Plasencia, p. 148 n 597. Bjar, p. 69, ley 193. Soria, p. 89, ley 245. beda, pp. 281-282, tt. 18i.
Baeza, p. 86, ley 156. Zorita, pp. 107-108, ley 159. Cuenca, pp. 238-239, tt. 8, ley 5.
Seplveda, p. 120, ley 171. Plasencia, p. 147, n 594. Bjar, p. 68, ley 186. Zorita, p. 105, ley 152.
Soria, p. 87, ley 238. beda, p. 280, tt. 18, ley 1b. Cuenca, p. 233, tt. 8, ley 1. Baeza, p. 84, ley 149.
Fuero Viejo, p. 146, libro 4, tt. 6, ley V. Las ordenanzas de Toledo lo autorizan durante doce
das (Snchez Benito, J. M. y Mela Martn, C., Los molinos hidrulicos en el sistema agrario del siglo
XV a travs de un ejemplo: el monasterio de Santa Mara de Aguilar de Campoo. Publicaciones de la
Institucin Tello Tllez de Meneses, 1989, vol. 60, p. 111).
295
Cuenca, pp. 238-241, tt. 8, ley 7. Zorita, p. 108, ley 161. Baeza, p. 85, ley 158. beda, p. 282, tt.
18, ley 1k. Bjar, p. 69, ley 195. Plasencia, pp. 148 y 153, n 599 y 641-642.
El fuero de Coria establece que todos los omes que apareria ovieren en molinos o aceas, en
las aldeas, fagan su cabildo a Santa Ines (Coria, p. 63, ley 98).
296
Coria, p. 55, ley 166. Zorita, pp. 109 y 111, leyes 164 y 171. Cuenca, p. 241, tt. 8, leyes 9 y 16. Alcal
de Henares, p. 83. Bjar, pp. 69 y 70, leyes, 199 y 209. beda, pp. 282-284, tt. 18, leyes 3 y 6e. Baeza,
pp. 86 y 88, leyes 161 y 169. Soria, p. 91, ley 251. El Fuero Real castiga a quien quebranta molino ajeno
con una multa de sesenta sueldos, la obligacin de reconstruirlo en treinta das, y el pago al dueo
de las prdidas sufridas (Fuero Real, p. 427, libro 2, tt. 5, ley 14). Fuero Juzgo o libro de los jueces,
cotejado con los ms antiguos y preciosos cdices. Madrid, 1815, p. 147, libro 8, tt. 4, ley 30.
Soria, p. 91, ley 252 y 253. Baeza, p. 86, leyes 162, 163 y 164. Plasencia, p. 148, n 602. beda, p.
283, tt. 18, leyes 4 y 5. Bjar, p. 69, leyes 200-203. Cuenca, p. 243, tt. 8, leyes 10-12. Zorita, pp. 109-110,
leyes 165 y 166. Fuero Juzgo, p. 123, libro 7, tt. 2, ley 12.
297
Zorita, pp. 106 y 110, leyes 154, 167 y 168. Cuenca, p. 235, tt. 8, ley 2. Soria, pp. 87 y 92, leyes
239 y 255. Baeza recoge la misma norma para molinos, presas o cauces nuevos que perjudicaran a los
antiguos (p. 87, n 165), igual que beda (p. 283, tt. 18, ley 6a). Plasencia, p. 151, n 621. Fuero Viejo,
p. 146, libro 4, tt.6, leyes VI y VII.
Cuenca, pp. 237 y 245, tt. 8, leyes 4 y 13. El Fuero de Soria dice que quien calze a aquaducho
fiziere, el mismo faga puent en ello, si al coneio fuere mester (p. 88, n 243). Bjar, qui fizier el calze o
el aguaducho faga y puente (p. 68, ley 191). Baeza recoge esa ley sobre el puente, refirindose a calze
o acequia (p. 85, ley 154), igual que beda (p. 281, tt. 18, ley 1g), y Zorita (p. 107, ley 157).
298
molino daquel que el cauze fiziere; lo mismo ordenan los de Baeza, beda, Bjar
y Zorita.
Tambin se toman medidas para evitar o compensar los daos que puedan
causar los canales. En primer lugar cuemo los viejos molinos an de destroir los
nuevos que les empecieren de aquella misma manera los calzes viejos an de
destroyr los nuevos que les enpecieren como puede leerse en los fueros de Baeza
y Bjar. Plasencia da un plazo de tres das una vez resuelto el juicio, para destruir
los molinos o cauces nuevos que perjudiquen a los antiguos, imponiendo una
pena de diez maraveds y el dao doblado a quien no se sometiera a la norma.
Por otro lado se procura evitar los daos que pudiera sufrir el cauce. Lo ms
frecuente deba ser su destruccin, o al menos menoscabo, debido al paso del
ganado que lo atravesaba, consecuencia de la carencia de un puente o paso. El
fuero de Soria se hace eco de esa eventualidad estableciendo una multa de cinco
sueldos si fueran ms de cien ovejas, de una meaja por oveja si fueran menos de
esa cifra, y de un dinero por cerdo, vaca, buey o por bestia.
Adems se tiene en cuenta el dao que pueda causar en heredad ajena el
agua que desborda de la presa o del cauce. Como ya he sealado, en tal caso
el dueo del molino, presa o cauce debe pagar los daos causados y tomar las
medidas oportunas para evitar que la situacin vuelva a repetirse, pero si no
puede evitarlo (el fragmento conquense aade vedar non la quisiere), conpre la
eredad por quanto dos alcaldes mandaren o dele otra tanta e tal eredad e en tal
logar doblada dice el Fuero de Cuenca. En relacin con esto se establece otra
obligacin, la de limpiar las acequias, denominacin en la que hay que incluir
los cauces molinares dado que aparece en ese contexto en todos los fueros que
se refieren a ello. Cuenca obliga a limpiarlas a los que tienen las heredades colindantes, lo mismo que Baeza y beda, que ponen una pena de dos maraveds
cada semana a quien no lo hiciera (en Zorita un maraved).
En este punto de los cauces y la desviacin del agua hay que llamar la atencin sobre la competencia que parece existir, por la utilizacin del agua, entre
Soria, p. 88, ley 240 y 241. Baeza, p. 85, ley 152 y 153. beda, p. 281, tt. 18, ley 1e. Bjar, p. 68,
leyes 189 y 190. Zorita, p. 106, leyes 155 y 156.
Baeza, p. 85, ley 152. Bjar, p. 68, ley 190. Plasencia, p. 151, n 622.
Aunque es otro asunto, cuando Enrique IV toma medidas para reparar el acueducto de Segovia, se refiere a la construccin de un puente en el cauce con el fin de evitar que lo rompiera
el ganado que lo atravesaba (Del Val Valdivieso, M. I., El abastecimiento de agua a Segovia en el
contexto bajomedieval castellano. Estudios segovianos, 1996, vol. 94, pp. 731-752)
Cuenca, p. 239, tt. 8, ley 6. Lo mismo dicen (indicando slo el caso de no poder evitarlo) Zorita, p. 108, ley 160; Bjar, p. 69, ley 194; Plasencia, p. 148, n 598; beda, p. 282, tt. 18, ley 1j; y Baeza,
p. 86, ley 157.
Cuenca, p. 241, tt. 8, ley 8. Baeza, p. 86, ley 159. beda, p. 282, tt. 18, ley 1l. Zorita, p. 108, ley
162.
299
Martn Viso, I., Regados y molinos en la vega del Tajua (siglos XII-XIII): Del control comunitario al dominio seorial. En Segura Grao, C. (ed.), Agua y sistemas hidrulicos en la Edad Media
hispana. Madrid, 2003, pp. 133-162.
Cuenca, p. 245, tt. 8 ley 14. Baeza, p. 87, ley 166. Bjar, p. 70, ley 206. beda, p. 283, tt. 18, ley
6b. Soria, pp. 92-93, ley 256.
Como comparacin puede consultarse, Lpez Beltrn, M. T., Economa y derecho: el molino
en los fueros del valle del Ebro. Hispania, 1983, vol. 153, pp. 5-22.
Zorita, pp.97-98, leyes 134 y 135 (la ley 832, manda que ninguno non empare estas cosas, entre
ellas arenal, molar y tejar, p. 369).
300
Seplveda, p. 99, tt. 98. Ya he indicado que el fuero de Salamanca obliga a que las muelas de
acea tengan un aro, por lo que podra pensarse que en este caso se estn refiriendo a aceas y no
a molinos, pero no hay ningn indicio que lo aclare.
CrdobadelaLlave,R.,LosmolinoshidrulicosenlacuencadelGuadalquivirafinesdelaEdadMedia:instrumental y equipamiento tcnico. Anuario de Estudios Medievales, 2003, vol. 33/1, pp. 291-337.
Soria, p. 91, ley 248. Cuenca, p. 247, tt. 8, ley 15. beda, p. 283, tt. 18, ley 6d. Baeza, p. 88, ley
168. Plasencia, p. 124, ley 422. Bjar, p. 70, ley 208.
Bjar, p. 70, ley 207. Baeza, p. 87, ley 167. beda, p. 283, tt. 18, ley 6c. Cuenca, p. 247, tt. 8, ley
15. Soria, p. 92, ley 255. Plasencia, p. 124, n 422. Alcal, pp. 82 y 103.
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El fuero de Plasencia recoge otras normas que obligan a los molineros: tienen que respetar la vez tanto a su seor como a los que quieran moler; han de
ser fieles a sus seores en todo lo referente al molino; han de dar toda la harina correspondiente al grano que se hubiera llevado a moler, en caso contrario
pechelo doblado, lo mismo que si la harina es mala; y si el molino estropeara
o desperdiciara parte del grano el molinero, como responsable, deber pagarlo
doblado. Esto ltimo se recoge tambin en el de Soria donde puede leerse que
si la ivera se colare en el molino, el molinero peche el menoscabo daquel cuya
fuere la ivera. Por su parte los clientes tambin han de respetar alguna norma,
al menos en Plasencia, donde se castiga con una multa de diez maraveds a todo
omne que sobre su vez del molino otro fuerzal fiziere.
En ocasiones se recogen ventajas que favorecen al molinero. Aspectos que
ya se han sealado como la defensa, en general, de la integridad del molino, de
su casa y de sus instrumentos de trabajo suponen un trato ventajoso derivado,
sin duda, de la necesidad de garantizar la molienda. Junto a ello, y respondiendo
a la misma razn, el fuero de Guadalajara les da un trato de favor al prohibir que
se prendan vestias del molino. En el de Alba de Tormes, como ya he indicado
ms arriba, se recoge su exencin de pecho y facendera.
Conclusiones
Como ha podido constatarse, muchos fueros repiten las mismas normas, a
veces con alguna variacin; pero tambin se observan grandes diferencias entre
aquellos que prestan una relativamente amplia atencin a los ingenios molinares
y otros que apenas se refieren al tema, como el de Guadalajara o el de Madrid.
En otro orden de cosas, son mucho ms abundantes las menciones de molinos
que de aceas, aunque hay diferencias entre unos y otros fueros.
Sobre las cuestiones de las que se ocupan, destaca la defensa de la propiedad y el amparo de los molinos existentes frente a los de nueva construccin;
la preservacin de su integridad, y la de los otros dos elementos vinculados,
presa y canal; la defensa de quienes quieren repararlo cuando no todos los parcioneros estn de acuerdo en realizar la obra; la regulacin del uso del agua, y
su reparto con quienes la necesitan para regar; y algunas cuestiones referidas a
los molineros y su trabajo, la maquila y lo que a ellos pertenece, aspectos que
vienen fijados en algunos fueros, de manera que al menos en esos casos es la
autoridad foral/concejil y no los seores de los molinos los que marcan la pauta.
Parece que en general la razn de tales normas es garantizar a la poblacin la
302
303