Antología Intervención Educativa
Antología Intervención Educativa
Antología Intervención Educativa
ANTOLOGA
INTERVENCIN EDUCATIVA
Compilacin: Bertha Angelita Magaa Barragn
Segundo Semestre
Intervencin Educativa
B. Angelita Magaa Barragn
PRESENTACIN
El curso de Intervencin Educativa se ubica en el segundo semestre de la
Licenciatura en Intervencin Educativa (LIE), en el campo de competencia
instrumental.
El propsito de este curso, es aportar a los estudiantes conocimientos y
habilidades de tipo terico, metodolgico e instrumental para que reconozcan los
campos de intervencin y los alcances de los mismos, a partir de necesidades
concretas de carcter socioeducativo, psicopedaggico y cultural.
La competencia que el/la alumno (a) deber adquirir durante su desarrollo del
curso, ser: distinguir las diversas formas de intervencin, a partir de la
conceptualizacin y reconocimiento de sus mbitos, estrategias y recursos para
que identifique alternativas pertinentes de intervencin que le permitan elaborar un
bosquejo de un proyecto de intervencin.
El presente curso-taller se ha organizado en cuatro bloques temticos:
BLOQUE I
Educacin Formal, No Formal e Informal
BLOQUE II
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y Psicopedaggica.
los
estudiantes
reconozcan
modelos, mtodos y tcnicas de
intervencin,
en
ejemplos
concretos de proyectos de
intervencin educativa, para que
bosquejen uno.
BLOQUE IV
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TABLA DE CONTENIDOS
BLOQUE I
Salomn, Magdalena (1980) Panorama de las principales corrientes de
interpretacin de la educacin como fenmeno social. Perfiles Educativos.
Thomas J. La Belle (1980) Introduccin. Poltica social subdesarrollo y
educacin no formal y cambio social en Amrica Latina.
Rico Vercher Manuel Actividades extraescolares, educacin no formal y
currculum paralelo. Trabajo del escolar y currculum paralelo. Orientaciones
prcticas. Los desafos y el desarrollo humano, Declaracin Mundial sobre
educacin para todos.
BLOQUE II
Ardoino, Jaques (1981). La intervencin: imaginaria del cambio o cambio de lo
imaginario?. La intervencin institucional.
Colom, Caellas, Antonio J. Pedagoga social e intervencin socieducativa.
Pedagoga social e intervencin socioeducativa.
Maher, Charles, Zens Joseph. Estructura de la intervencin psicopedaggica en
centros educativos.
Anke, Van Dam. Cultura educativa. Cultura, intervencin educativa y
transformacin social. No. 8 1997.
BLOQUE III
Plan de estudios de la Licenciatura en Intervencin educativa (2002)
Bazdresh Parada Miguel, Notas para fundamentar la intervencin educativa
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ignorancia).
Esta identificacin con el rol del maestro se traduce en un desempeo escolar
especfico, que conduce directamente a la universidad. En cambio, los individuos
que se identifican con el grupo domstico (amigos-vecinos, etc.), no tienen
motivaciones suficientes para ingresar en la universidad. Parsons dice
textualmente al respecto: Esta bifurcacin de la clase a base de identificacin con
el maestro, o el grupo de iguales, corresponde perfectamente con la bifurcacin de
los que irn a la universidad y lo que no irn. Tan es as, que sera difcil evitar la
hiptesis de que esta dicotomizacin estructural en el sistema escolar es la fuente
primaria de la dicotomizacin selectiva.36 Vemos, pues, que la figura del maestro
es muy decisiva, y que su rol alcanza una dimensin ms universal que la del rol
paterno; por lo tanto, el maestro debe insistir en normas universales y legitimar la
recompensa diferencial del logro. De todo lo anteriormente expuesto se infiere que
para Parsons es estrictamente el rendimiento escolar, o dicho de otro nodo, las
cualificaciones adquiridas (y no adscritas), las que determinan la seleccin social y
la asignacin del status del futuro ocupacional de los individuos, y, por ende, el
sistema de estratificacin. Sin embargo, nos indica este autor, al mismo tiempo, el
sistema educativo es necesariamente selectivo. Las diferencias en la capacidad
innata para realizar trabajos intelectuales y en las orientaciones familiares y
motivaciones individuales, hacen que varen los niveles de los logros educativos y
la distincin. Este factor se ha puesto de manifiesto en lo que algunos llaman
meritocracia que, aunque compatible con los ideales de la igualdad de
oportunidades, introduce nuevas formas de desigualdad sustantiva en el sistema
social moderno.
Si l rendimiento es un logro personal, y la posicin de cada sujeto se deriva de
sus mritos, obteniendo el justo reconocimiento diferencial de la sociedad, a travs
de la valoracin compartida respecto al xito, entonces esta concepcin tiene una
perfecta correspondencia con la ideologa liberal que en los Estados Unidos de
Amrica se expresa, como ya lo hemos vista, en el American Dream, esto es: el
ascenso individual, desde el escaln ms bajo el ms alto, es posible, por el
carcter abierto de la sociedad. Pero adems de su posibilidad y deseabilidad, es
un imperativo del modelo cultural, como lo seala R. K. Merton.
Por ltimo, queremos sealar que, aunque esta sociologa reconoce
explcitamente la relacin entre la escuela y la sociedad global, muchos de los
autores estructural-funcionalistas reducen sus investigaciones a la accin e
interaccin de grupos pequeos, con abstraccin de las relaciones objetivas de las
fuerzas sociales. Adems, casi todas las investigaciones se refieren a las escuelas
norteamericanas, por lo cual no creemos que las conclusiones que alcanzan sean
significativas para nosotros.
PERSPECTIVA DE LA TEORIA DE LA REPRODUCCION
Esta corriente terica se rige por la categora de totalidad; y esta hiptesis supone
que la comprensin y explicacin de cualquier fenmeno exige diversos tipos de
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individuos de una sociedad dada, para renovar las situaciones que hacen posible
la reproduccin del sistema capitalista existente.
Por central el estudio y la funcin de la educacin, especialmente, como un
sistema de estrategias de la reproduccin social y cultural, algunos autores
denominan a esta perspectiva de interpretacin de los fenmenos educativos
Teora de la Reproduccin, porque la educacin y la escuela juegan un papel
decisivo en la dinmica propia de la reproduccin de las relaciones sociales de
produccin de bienes materiales y simblicos; y la clase dominante puede definir e
imponer su modelo de individuo y la sociedad, as como seleccionar y controlar los
medios por los cuales la educacin los realiza.
La definicin de los modelos sociales y culturales de la clase domnate se llevan a
cabo a travs de la imposicin hegemnica del saber burgus, universalizando sus
contenidos y omitiendo deliberadamente otros modelos de hombre y de sociedad.
Es Althusser el principal representante y el iniciador de la teora de la
reproduccin. Su influencia predomina en los otros autores de los que trataremos
brevemente al referirnos a esta corriente.
Althusser intenta ampliar la teora del estado marxista, que es el soporte de su
interpretacin del lugar que ocupa la escuela en la superestructura social. Para
hacer progresar la teora del estado marxista, introduce la distincin entre poder
del estado y aparatos del estado. El poder del estado (su dominio) es el objetivo
de la lucha de clases; en cambio los aparatos son instituciones que cumplen una
funcin que concierne al poder.
Los aparatos del estado son de dos categoras: por una parte, los represivos, que
funcionan con violencia (aunque no necesariamente con violencia fsica), y por
otra, los aparatos ideolgicos, que funcionan a base de ideologa. Empricamente,
los aparatos represivos del estado comprenden al gobierno, la administracin, el
ejrcito, la polica, los tribunales, etc., y los aparatos ideolgicos son instituciones
especializadas como, por ejemplo, el sistema religioso, familiar, escolar, jurdico,
poltico, cultural, informativo. Etc.
Todo aparato del estado, ya sea represivo o ideolgico, funciona al mismo tiempo
con violencias e ideologa, pero los aparatos se distinguen por el papel
preponderante que adquiere una u otra de estas formas.
Para Althusser, la accin educativa, encarnada en la escuela, viene a ser uno de
tantos aparatos ideolgicos del estado, porque ms que por la coercin (aparatos
represivos del estado), la escuela renueva las relaciones de produccin existentes,
a travs de la introyeccin del discurso ideolgico de la clase dominante, condicin
necesaria pero no suficiente para la reproduccin de la fuerza de trabajo y las
relaciones de produccin. Estos dos aspectos son simultneos y constituyen una
misma funcin del aparato escolar.
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importantes en tal sentido, Pero, en realidad, hacia el logro de dicho fin tiene una
multiplicidad de otras iniciativas y actividades denominadas privadas, que forman
al aparato de la hegemona poltica y cultural de las clases dominantes.
La escuela acoge a los nios de todas las clases sociales y a travs de sus
mtodos propios les inculca las habilidades, envueltas en la ideologa dominante
durante los aos en que son ms maleables, a travs del aparato de estado,
escolar. En diferentes momentos, los acogidos inicialmente desembocan en la
produccin, y por lo tanto, segn las exigencias de calificacin laboral, a un nivel
determinado de la estructura econmica y cultural de la sociedad. Algunos,
quienes continan por otros tramos de la escuela, suministran los recursos
humanos para los puestos pequeos y medianos funciones y una ltima parte, la
que llega a la cima del sistema educativo, se constituye en los intelectuales y los
agentes de la explotacin y represin: Capitalistas, gerentes, administradores,
militares, etc. Cada uno de estos grupos ya est armado del componente
ideolgico que conviene al papel que deben desempear en la sociedad de
clases.
Los mecanismos que producen este resultado, vital para el rgimen capitalista,
nos dice Althusser, estn naturalmente cubiertos y disimulados por una ideologa
de la escuela universalmente reinante, ay que es una de las formas esenciales de
la ideologa burguesa dominante, una ideologa que representa la escuela como
un medio neutral, desprovista de ideologa (ya que laica) donde los maestros,
respetuosos de la conciencia y de la libertad de los nios que les son confiados
(con toda confianza) por sus padres, quienes son tambin libres, es decir,
dueos de sus hijos, les permiten el acceso a la libertad, la moral y la
responsabilidad de los adultos con su propio ejemplo, con los conocimientos, la
literatura y sus virtudes libertadoras.
Termina Althusser destacando que la mayora de los maestros, principales
protagonistas de la accin y prctica ideolgica educativa, no sospechan la ndole
de su trabajo y no imaginan que constituyan con su dedicacin a estructurar y a
nutrir la representacin del mundo de la burguesa.
Baudelet y Establet, educadores franceses que se han dedicad largos aos al
estudio terico-emprico de la escuela, en Francia, entre otros aportes, desarrollan
y flexibilizan la concepcin un tanto lineal de Althusser, que considera la accin
ideolgica como una fuerza que se desplaza nicamente desde la clase
dominante hacia la clase dominada, la cual recibe pasivamente la accin .
Sostienen aquellos que la lucha de clases en el seno de la sociedad capitalista
neutraliza en parte la efectividad de la transmisin ideolgica de la burguesa y
que el proletariado levanta potentemente su propia concepcin de la realidad.
Baudelet y Establet destacan tambin que en el seno de la escuela primaria,
aparentemente nica, funcionan dos corrientes paralelas: la red de escolarizacin
primaria profesional, P.P., por la cual circulan los alumnos cuyas opciones
ocupacionales, de acuerdo a la divisin social del trabajo, se insertan en la parte
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Bourdieu.
En una publicacin anterior, Bourdieu, junto con Passeron, nos muestra a la
escuela no slo como el lugar privilegiado de la reproduccin cultural, sino
tambin, como la instancia donde prevalece la violencia simblica a travs de la
accin educativa: La accin pedaggica es objetivamente una violencia simblica
en cuanto impone, a travs de un poder arbitrario, una arbitrariedad cultural. Para
estos autores, violencia simblica consiste en imponer significados como
legtimos, ocultando las relaciones de fuerza en que descansa esa imposicin.
Agregan adems que la violencia simblica aade a su fuerza subyacente una
fuerza especficamente simblica, que la hace ms efectiva an. Las relaciones de
fuerza en que se apoya la violencia simblica, estn dadas por la existencia en el
seno de la sociedad capitalista, de una clase dominante que tiene poder para
imponer arbitrariamente su modelo cultural, y una clase dominada, que sufre la
accin de imposicin.
Creemos que considerar arbitrario el modelo cultural de la burguesa es hasta
cierto punto desconocer la historia y su dinmica. La cultura burguesa es el
resultado de todo un proceso de interrelacin entre el desarrollo de las fuerzas
productivas y la ciencia, entre las caractersticas sociales de la sociedad burguesa
y su expresin filosfica, artsticas, etc. Es cierto que su transmisin como cultura
oficial se basa en el poder, pero el poder tambin es un componente histrico de
las fuerzas sociales, que no se puede considerar como un fenmeno arbitrario
sino inherente a la lucha de clases. La violencia simblica no pasa de ser una de
las tantas violencias que ejercen las clases dominantes.
Andr Gorz no enfoca la escuela como agente de reproduccin social, sino que se
detiene en ella para examinarla en su funcin de seleccin social. Considera que
el control y la seleccin social se basan en la divisin del trabajo que separa el
quehacer intelectual del quehacer manual, permitiendo que el primero sea
monopolizado por una minora formada por la grande y la pequea burguesa.
Los intelectuales, cuando son asalariados, obtienen de sus conocimientos una
nueva funcin de control como intermediarios entre la burguesa y el proletariado,
amortiguando el choque entre esas dos clases antagnicas. Por lo tanto, los
intelectuales, incluyendo en esta categora a todos los profesionales y a los
cuadros de direccin y mando, refuerzan y aseguran el control y la seleccin del
sistema de dominacin en la sociedad capitalista.
Por otra parte, la seleccin social est garantizada fundamentalmente por la
escuela, que origina esta categora de intelectuales. La funcin principal de la
escuela, aunque disfrazada, es la de reservar el acceso a la ciencia a quienes
estn socialmente calificados para a ejercer la autoridad y, por lo tanto, a tener
una cuota del poder.
La escuela de una formacin que se traduce en posiciones de prestigio,
respetadas y bien remuneradas. Los que logran esta formacin cientfica tienen un
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INTRODUCCIN
Por lo general, la educacin no formal se refiere a los programas organizados, no
escolares, que se proponen brindar experiencias especficas de aprendizaje a
ciertos sectores especficos de la poblacin. La mayora de esos esfuerzos
educativos, cuya imagen se asocia habitualmente con la de los pases llamados
subdesarrollados, se dirigen a los
adultos y jvenes que desde el punto de
vista socioeconmico se califican como pobres, e incluyen la extensin agrcola, el
desarrollo de la comunidad, la concientizacin, la capacitacin tcnico-vocal, la
alfabetizacin y educacin primaria, la planificacin familiar y otros programas del
mismo tipo. En general, tienden a reforzar el poder de los participantes y a mejorar
su status, ya sea modificando sus actitudes y valores bsicos respecto al trabajo y
la vida. Una exposicin de la educacin no formal dirigida al reforzamiento del
poder y el mejoramiento del status de los grupos socioeconmicamente pobres, no
debe limitarse al objetivo del cambio de conducta de los participantes, sino tomar
en cuenta todo el sistema social para evaluar las formas en que esa conducta
interacciona con el medio fsico y humano. Por consiguiente, defino el cambio
social, en primer lugar, como una modificacin a largo plazo de la conducta del
hombre y de la relacin entre esa conducta y el medio humano y fsico, y, en
segundo lugar, como una modificacin de las reglas y estructuras que permiten
que se establezca esa nueva -o diferente- conducta y relacin. Dentro de esta
definicin del cambio social creo que debe analizarse y evaluarse la educacin no
formal y que, para juzgar la eficacia de los esfuerzos realizados por este tipo de
educacin debemos medir sus efectos sobre los que son pobres desde el punto de
vista socioeconmico.
En Amrica Latina, las actividades de la educacin no formal tienen una larga
historia que a veces abarca varias dcadas y otras varios siglos. Para los fines de
este trabajo, podemos agrupar esos esfuerzos en cuatro grandes divisiones. En
una categora se incluyen las iniciativas que utilizan las escuelas para lograr el
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5United ations, Population, Environment and Development: The Latin American Experience.
Economic Bulletin for Latin America, XIX. 1 y 2 (1974). Pp. 10-28. Edicin en espaol: Naciones
Unidas, Poblacin, medio ambiente y desarrollo: la experiencia latinoamericana, Boletn
econmico de Amrica Latina, XIX, nos. 1 y 2 (1974). Nueva Cork, pp. 9-28.
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Como ya dijimos, ninguna de estas teoras basta por s misma para explicar el
subdesarrollo de Amrica Latina, aunque parcialmente ambas pueden contribuir a
aumentar nuestra comprensin y orientar nuestros esfuerzos para disear
estrategias de cambio. Uno de los primeros compromisos entre ambas debera
referirse al problema de los procesos y los objetivos. Como dijo Denis Goulet.
La pregunta fundamental es se convertirn las sociedades subdesarrolladas en
meras consumidoras de la civilizacin tecnolgica o sern agentes de su propia
transformacin? Por lo tanto, lo que est en juego es algo ms que una guerra de
palabras; las lneas de batalla se tienden entre dos interpretaciones
contrapuestasde la realidad histrica, entre dos principios opuestos sobre la
organizacin social. El primero valora sobre todo la eficiencia y el control social, el
segundo, la justicia y la creacin de un nuevo hombre.
Sin embargo, dentro de los objetivos del crecimiento econmico, debemos tener
en cuenta la vulnerabilidad de los latinoamericanos frente a las fuerzas polticas y
econmicas mundiales que slo les dejan un pequeo margen de negociacin y
les crean una posicin dependiente. No cabe duda que estos son problemas
sociales estructurales que, por derivar las posiciones de las bases de poder
nacional e internacional, deben ser enfocadas al mismo nivel.
Otro aspecto del compromiso entre ambas teoras se refiere a la forma en que los
extranjeros perciben los valores y procesos latinoamericanos. Debemos tratar de
explicar los patrones de conducta locales a travs de algo que no sea un modelo
de la patologa social que atribuye la privacin cultural a un sistema sociocultural
dado. Se necesita un enfoque cultural relativista, en el cual se pueda separar la
explicacin de la conducta de la poblacin, basada sobre las reglas y normas
adoptadas por esa poblacin, de los juicios sobre ella que derivan de un sistema
sociocultural distinto. Para lograrlo, es fundamental evitar las comparaciones entre
los objetivos que se propone el extranjero, basados en su concepcin de lo que es
adecuado, y las mltiples posiciones de la poblacin del propio pas sobre lo que
necesita o busca. Por ejemplo, desde el punto de vista de la justicia social, se
gana muy poco si se califica como atrasados la conducta o los valores de un
pueblo, cuando implcitamente no existe un modelo sociocultural viable por
completo que se pueda definir como absolutamente moderno. Como hemos
aprendido en la ltima dcada, en el campo de la educacin se puede ganar
mucho tratando a los dems como colaboradores y no como estudiantes; como
gente que sabe u no como ignorantes, y como un producto de su medio y su
cultura en lugar de desdichados que no tienen un estilo de vida considerado por
algunos como el ms adecuado para todo el mundo.
Cambio social y participacin popular
Puesto que la brecha entre ricos y pobres contina ensanchndose en Amrica
Latina como en muchas otras partes, indica que muy poco del progreso logrado
en el desarrollo nacional durante las ltimas dcadas ha llegado a las masas;
muchos pensarn que el futuro nos deparar algo semejante si no se trata de
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incorporar a los pobres a los programas de desarrollo nacional. Las obras que se
ocupan de este ltimo tema insisten en la necesidad de cambiar las estructuras
sociales creando una clase media empresaria o movilizando a la poblacin
campesina para que participe del mercado nacional. 20 Y, a su vez, esos esfuerzos
se vinculan con la modificacin de las estructuras industriales, de los procesos de
planificacin y toma de decisiones y de los mtodos de ayuda internacional
bilateral o multilateral. Estos son slo algunos ejemplos de los complejos y
correlativos aspectos de la estrategia del desarrollo local, regional y nacional. Pero
mi inters reside en los procesos de microcambio dirigidos a las poblaciones
marginales de Amrica Latina y destinados a lograr una distribucin ms equitativa
del poder individual y colectivo a travs del ingreso y la toma de decisiones. Por lo
tanto, tratar en primer lugar las estrategias empleas en os programas basados en
la comunidad que implica la participacin popular y la accin colectiva de los
estratos inferiores (desde el punto de vista socioeconmico), en los que la
direccin y el liderazgo provienen de dentro y de fuera de la poblacin a la que se
dirigen.
Segn los intereses de que se sirvan, la participacin popular en el proceso de
desarrollo puede alentar diferentes propsitos. Desde el punto de vista de los que
toman las decisiones polticas y econmicas, la movilizacin de las masas puede
significar la creacin de nuevos mercados de consumidores, la superacin de las
diferencias tnicas y culturales o la pacificacin de sectores potencialmente
explosivos. Por otro lado, los idelogos y los estrategas del cambio social pueden
considerar esa participacin masiva como una forma de modificar o promover el
cambio estructural a favor de los mismos participantes. Vinculada con esta ltima
posicin est la que indica que un prerrequisito para el cambio social, o un
aspecto paralelo a l, es la organizacin de las masas como fuerza poltica y
econmica. Otros consideran que las masas tienen la necesidad,
fundamentalmente psicolgica, de superar la enajenacin y alentar un sentimiento
de fuerza y autonoma, pertenencia y autovaloracin. Estas y otras posiciones que
apoyan la participacin popular aparecen implcita y a veces explcitamente, en
muchos de los programas de cambio microsocial que se realizan en Amrica
Latina. Mientras algunos se plantean que el proceso de cambio ser libre de
objetivos, y en l los participantes determinarn sus propios fines y medios, otros
son ms dirigidos, y en ellos los de afuera actan como intermediarios entre las
masas y la sociedad global o como agentes de control que crean nuevas
relaciones de dependencia.
La mayor parte de esos programas de participacin popular, organizados
fundamentalmente a nivel comunal o regional, implican el mejoramiento
20Joseph A. Schumpeter, the Theory of Economic Development, Nueva York,
Oxford University Press, 1961. Edicin en espaol: Joseph A. Schumpeter, Teora
del desenvolvimiento econmico. Una investigacin sobre ganancias, capital,
crdito, inters y ciclo econmico, traduccin de Jess Prados Arrarte, 3 ed.,
Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1963.
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superar los males del subdesarrollo. Sin embargo, en los ltimos aos, los
educadores y los cientficos sociales fueron perdiendo sus ilusiones respecto a la
capacidad de la escolaridad formal para lograr satisfactoriamente esos fines de
largo alcance. Esa desilusin, quiz debida al hecho de haber sobrestimado la
capacidad de la escuela respecto a los problemas que deba enfrentar, es la razn
que explica fundamentalmente el actual inters por la educacin alternativa y, en
especial, por la educacin no formal en las zonas de desarrollo.
Educacin formal, no formal e informal
Si bien algunos dirn que el impulso principal para la bsqueda de una educacin
alternativa provino de quienes consideraban que la escuela era ineficaz, ineficiente
y muchas veces inadecuada para la gente a la que estaba dirigida, otros opinarn
que se debi al hecho de que la poblacin, debido a las extremas presiones
financieras para su expansin. Otros, todava, considerarn que, por su misma
naturaleza, el sistema educativo origin su propia demanda al crear una jerarqua
vertical mal adaptada a la orientacin inherente de la escuela es la de favorecer a
las poblaciones urbanas de clase media y alta, que, debido a que sus
antecedentes socioculturales se combinan con las exigencias de las escuelas,
consiguen mejores xitos escolares. Puesto que hoy se piensa que se deben
tratar de conseguir los objetivos del desarrollo aumentando la participacin de las
masas en el proceso mismo, ese ethos no igualitario que se refleja en las escuelas
es de mal augurio respecto a su probable contribucin para conseguir los objetivos
de la igualdad de oportunidades.
Debido a que siempre se ha considerado que la educcin es lo que se imparte en
las escuelas, no se han comprendido bien las posibilidades que puede ofrecer una
concepcin ms amplia de aqulla. Para buscar otras alternativas debemos
comenzar por considerar a la educacin como un continuo que va de la educacin
informal a la no formal y finalmente, a la formal. Coombs y Ahmed, que identifican
a la educacin con el aprendizaje, definen esos trminos de esta manera: la
educacin informal es el proceso que dura toda la vida, por el cual cada persona
adquiere y acumula conocimientos, capacidades, actitudes y comprensin a travs
de las experiencias diarias y del contacto con su medio; la educacin formal es
toda actividad educativa organizada y sistemtica realizada fuera de la estructura
del sistema formal, para impartir ciertos tipos de aprendizaje a ciertos subgrupos
de la poblacin, ya sean adultos o nios. La diferencia principal entre estos dos
procesos consiste en que el deliberado nfasis en la instruccin y en el programa
que existe en la educacin no formal no est presente en la informal. Los mismos
autores definen el tercer modo de aprendizaje, el formal, como el sistema
educativo institucionalizado, cronolgicamente graduado y jerrquicamente
estructurado que abarca desde la escuela primaria hasta la universidad. 21
21 Phillip H. Coombs y Manzoor Ahmed. Attacking Rural Poverty: How Nonformal Education
canHelp, Baltimore, Md. John Hopkins University Press 1974:8 Edicin en espaol: Philip H.
Coombs y Manzoor Ahmed, La lucha contra la pobreza rural; el aporte de la educacin no formal.
Madrid, Tecnos, 1975.
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general, se tratan temas tales como los impuestos, la poltica, el cambio, etc. Para
orientar los temas se usan la representacin, el sociodrama y otras formas de
actividades participativas. Despus de la reunin, los delegados vuelven a sus
aldeas para discutir temas semejantes. El proceso es abierto y muy participatorio y
atribuye gran importancia a la toma de decisiones y a la accin del grupo. La idea
bsica es capacitar a los campesinos para que formulen sus propias necesidades
(Ryckmus).28 Aunque la animacin rural puede usarse como paso preliminar a fin
de que una aldea se organice para realizar actividades del tipo de desarrollo
comunitario, no debe orientrsela en una direccin determinada.
Desde mi punto de vista, la leccin principal que puede aprenderse de esos
programas es la forma en que los educadores conciben y tratan a los
participantes. Los liberacionistas como antes que ellos los filsofos de la
educacin demostraron que nuestros mtodos pedaggicos implicaban
bsicamente una relacin vertical en la que los maestros dominaban y los
estudiantes los seguan pasivamente. Hemos supuesto que la gente es como
recipientes vacos que esperan ser llenados con la informacin que nosotros
creemos que deben conocer. Los misioneros, los que trabajan en el desarrollo de
la comunidad y los agentes de extensin son tan culpables de fomentar esos
enfoques bancarios del proceso educativo como los maestros de la escuela.
El problema que se me plantea con la mayora de estos programas de orientacin
liberacionista es que tienen una confianza casi absoluta en que la gente tomar la
iniciativa por s misma o con sus colegas concientizados. Parecen suponer que a
partir de que una persona conozca su realidad en su propio beneficio. Yo dira que
es tan probable que se sienta frustrada como que inicie la accin. Puede estar
psicolgicamente preparada para una revolucin inminente, pero, mientras tanto,
no se le han hecho conocer los canales alternativos a los cuales puede dirigir su
energa. Aparentemente, en Amrica Latina ahora se procura superar algunas de
esas crticas incorporando, junto con la concientizacin, ms objetivos
socioeconmicos. Por ejemplo, se estn incluyendo en los esfuerzos de la
corriente liberacionista la creacin de organizaciones sociales autodirigidas, como
las cooperativas y las industrias administradas por los obreros. Aparentemente, se
trata de lograr un estado de tipo socialista ensamblando la produccin econmicas
latinoamericana hacen muy difcil el logro de ese objetivo. No obstante, el dilema
del enfoque liberacionista es mantener al movimiento al margen de las prcticas
polticas y econmicas internacionales, mientras se fomentan las oportunidades de
participacin que mejoran las condiciones de vida de la poblacin marginal.
Sostenidos por fuerzas de orientacin anticapitalista y anticonsumista, esos
esfuerzos son extraos al ambiente sociopoltico latinoamericano. Esto no quiere
decir que no haya expresiones de mucha empata por las explicaciones y
soluciones de la dependencia liberacin; por el contrario, se sugiere que al utilizar
estos enfoques a micronivel para modificar toda la composicin de la sociedad es
28 Jean Pierre Ryckmus, Rural animation: Its Methds and Potencial, Convergent, 4:1
(1971), 14-19.
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dependencia para explicar sus propios programas. Estos desarrollistas dicen que
quieren evitar el paternalismo de sus actividades respecto a los participantes y
buscan compromisos econmicos con sus crticos liberacionistas.
Me pregunto si alguna vez los desarrollistas y los liberacionistas llegarn a ser
buenos socios en el proceso de cambio social. Bsicamente, sus races
ideolgicas derivan de las explicaciones polarizadas del subdesarrollo a las que ya
antes llamamos dependencia y privacin. Histricamente, los liberacionistas
desarrollaron su teora como un rechazo del progreso y los objetivos de cambio
social planteados por los desarrollistas, a los que consideran manipulados desde
la cspide de la estructura social, tanto dentro como fuera de Amrica Latina. As
pienso que es muy difcil que los liberacionistas aprendan nada de los
desarrollistas, puesto que ellos mismos han calibrado las alternativas y elegido un
curso que es, generalmente aunque no por completo, la anttesis del enfoque del
desarrollo. Sin embargo, como ya he dicho, los desarrollistas pueden tener mucho
que aprender de los liberacionistas. Por ejemplo, stos les han recordado
cuando no se lo han enseado que deben prestar atencin a la autonoma y la
participacin popular de la poblacin en la que actan; que deben tener en cuenta
la importancia de las estructuras sociales, econmicas y polticas y poner en tela
de juicio la orientacin capitalista de muchos programad que, inevitablemente,
aumentan la dependencia del hombre en lugar de liberarlo de esa limitacin.
Adems, los liberacionistas han creado varios enfoques para el proceso grupal,
que, como tcnica, pueden aplicarse a algunos programas de orientacin
desarrollista. As, es probable que la embestida de los liberacionistas, ms
unidimensional desde el punto de vista afectivo y estructural, contine influyendo,
por lo menos, sobre algunos de los desarrollistas ms eclcticos, cuando stos
traten de alcanzar determinados resultados cuantitativos, como la produccin y el
ingreso. Esto no quiere decir, sin embargo, que los liberacionistas se proponen
complementar el proceso y los objetivos de los otros; es evidente que estn
tratando de crear una alternativa basada sobre un punto de vista ideolgico
distinto.
Aunque ambas explicaciones y enfoques de los programas de cambio social
constituyen una armazn bsica para comprender las motivaciones de los
actuales esfuerzos de cambio en Amrica Latina, mi inters reside en las
estrategias utilizadas para lograr el cambio social. En este caso, llamo estrategia a
los supuestos, planes y mtodos para movilizar los recursos que se utilizan en pro
de conseguir los fines y objetivos propuestos. Dentro de los argumentos de las
teoras de la privacin desarrollo y de la dependencia liberacin, podemos
encontrar algunas de las bases ideolgicas sobre las que se asientan esos
programas. Al mismo tiempo, sin embargo, no son muy explcitas respecto a los
supuestos sobre los cuales desarrollan sus estrategias de cambio social. Para
obtener esa informacin debemos volvernos a la teora del cambio social y evaluar
su relacin con la educacin en general. Esa exposicin, que realizaremos en el
prximo captulo, nos brindar los mecanismos integradores para evaluar los
esfuerzos programticos fuera de la escuela que se realizaron y se estn
realizando en Amrica Latina y que describiremos en los captulos III a VI.
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Resumen
Este captulo comienza sealando la diversidad de Amrica Latina como regin
biofsica y cultural y los dilemas que la mayora de los pases que la integran
enfrentan en su poltica social. As, por lo que respecta al crecimiento de la
poblacin, la expansin de la escuela formal, la prestacin de servicios de
salubridad, la generacin de empleos y una distribucin ms equitativa del poder a
travs del ingreso y la toma de decisiones, se indica que, como una regin del
mundo, Amrica Latina enfrenta muchos problemas sociales similares, a los
cuales debe prestarse una atencin permanente. Por lo tanto, se explica con
brevedad la existencia de zonas relativamente subdesarrolladas dentro del rea
global, a travs de dos posiciones contrapuestas alas que designamos como
dependencia y privacin. Aunque se considera que ninguna de las posiciones
tericas es totalmente vlida para explicar los problemas sociales de Amrica
Latina, se dice que ambas proveen un fundamento ideolgico del que derivan sus
estrategias bsicas muchos programas de cambio social. Dada la marginalidad de
gran parte de la poblacin latinoamericana desde el punto de vista de la
participacin en las instituciones y en la distribucin de los recursos nacionales
la exposicin destaca la necesidad de una mayor coordinacin de los esfuerzos de
cambio social a nivel de la comunidad. Se indican las caractersticas de esos
programas de participacin popular y se examina el papel de los procesos
educativos en ellos. El captulo concluye con una discusin sobre las tendencias
de los programas de cambio social y de educacin no formal desde el punto de
vista de las teoras que explican el subdesarrollo por la dependencia o por la
privacin. Se dice que esas bases ideolgicas permiten comprender las
motivaciones subyacentes en esos programas, pero que no articulan los
supuestos que existen en las estrategias de cambio que se han adoptado.
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Torsten Husen29 emite un juicio radical al afirmar que las reformas limitadas a las
escuelas estn destinadas a tener un alcance limitado, puesto que muchos de sus
problemas tienen sus races en la sociedad en general, los remiendos con
reformas basadas en el aula no sern de gran utilidad. Este acercamiento crtico
a la institucin escolar nos permite desmenuzar los componentes de esta
institucin.
En primer lugar, debe recordarse que el centro docente-discente trabaja siempre
sobre programas cerrados, que han sido objeto previamente de complejos
estudios a cargo de comisiones que tratan de actualizar contenidos, los cuales
comienzan a envejecer el mismo da de su edicin-publicacin. Variar estos
programas modificarlos o sustituirlos, no es posible hasta una nueva revisin del
currculum por parte de la administracin educativa.
Y hasta ese nuevo tiempo de revisin, las probables nuevas alteraciones del
currculum quedan en manos de los profesores, individualmente o en equipo.
Pero para cualquier modificacin, los profesores dependen de la estructura
organizativa o, mejor dicho, de la burocracia administrativa-docente. Un cambio,
una alteracin o sustitucin del currculum (formas nuevas), van a exigir material
nuevo, conocimiento de tcnicas nuevas, personas nuevas, cambios de horarios y
distribucin distinta del tiempo escolar, todo lo cual tropieza con unos
procedimientos, plazos, normas y autoridades no fciles de resolver y gestionar
con la oportunidad y diligencia precisas.
Ante esta situacin, y la demanda no satisfecha por la institucin docente
tradicional, surgen las llamadas agencias culturales y el denominado currculum
abierto, en una lnea de educacin no formal, o, ms claramente dicho, de
educacin fuera de la escuela, superada por la va de los hechos la
anacrnica apropiacin en exclusiva de enseanza igual a escuela y,
comprobado, desde siempre, que tambin se produce enseanza y hasta
educacin extramuros del recinto escolar. La mayora de la gente adquiere buena
parte de sus conocimientos fuera de la escuela, afirmaba Illich. La escuela debe
renunciar a ser el nico recurso de formacin-instruccin de los ciudadanos en
fase de aprendizaje. Es en este contexto donde aparecen los nuevos conceptos
de currculum integrado y currculum abierto, as como los de educacin informal,
educacin difusa, educacin funcional y educacin extraescolar.
Con toda esta flora pedaggica no queda disminuida la escuela. Como dice Trilla,
la escuela ocupa slo un sector del universo educativo. La escuela es uno de los
canales educativos.
Los nuevos currculos enumerados poseen algo en comn: tienen en cuenta
29 Citado por Philip H. Coombs en la I Semana Monogrfica sobre Los objetivos de la educacin ante la vida
activa en la sociedad futura. Fundacin Santillana, Madrid diciembre, 1986.
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docente-discente de siempre.
No hay antagonismo, ni rivalidad, ni siquiera competitividad. Nosotros proponemos
que ese conjunto riqusimo de contenidos, medios, mtodos y personas que
funcionan fuera de la escuela con una clara intencin educativa, es decir, de
mejora del individuo y de la sociedad, operen como currculum paralelo, con sus
caractersticas de complementario, desburocratizado, verstil y adaptable,
temporal, con un beneficio mutuo, de modo que, abandonado el obsoleto propsito
de que todo sea escuela y en la escuela, el individuo en formacin pueda
encontrar los mdulos de aprendizaje all donde estn disponibles, sin tener que
escolarizarlos o convertirlos en parte del currculum escolar. Y que tales
mdulos sean impartidos por los profesionales y expertos respectivos, sin tener
que convertir o reciclar al profesor tutor en un multiespecialista, ni tener que llenar
el recinto escolar de talleres, rincones, remedos de fbricas o salas de ensayo.
Slo de este modo podr resolverse la cada vez ms paradjica situacin de una
escuela que reclama para s todo tipo de novedades, desde la educacin vial,
sanitaria y sexual, hasta la teleinformacin, el laboratorio de idiomas y la
enseanza del y por ordenador y al mismo tiempo solicita (y obtiene) una
reduccin del tiempo de presencia del escolar en sus aulas. Porque, en efecto, y al
menos en las Europa occidental y la Amrica anglosajona, los calendarios
escolares de todos los niveles van reduciendo el tiempo de presencia fsica del
alumno en el recinto escolar, incrementndose, por tanto, el tiempo libre y
extraescolar, desde la jornada nica todo el ao en Italia, a los cuatro o cinco
tiempos de vacaciones cortas a lo largo del curso escolar, como ocurre en
Francia, Alemania y suiza, desde el nivel de preescolar al universitario.
Espaa no escapa a esta tendencia de reduccin del calendario escolar, y las
disposiciones para la elaboracin del mismo, en las distintas administraciones
educativas, central y autonmica, van favoreciendo las decisiones de los rganos
de gobierno en este sentido.
Desde esta perspectiva, no habr sino inventariar todo ese currculum abierto y
convertirlo en currculum paralelo, coordinar horarios y calendarios, evitar
duplicaciones de programas, distribuir niveles de capacitacin y, en un paso ms
acreditar mdulos o partes de un programa de modo que lo adquirido fuera del
recinto escolar tenga validez acadmica dentro del mismo, y el individuo sepa
dnde acudir, en el momento oportuno, para adquirir los conocimientos y
capacidades que precisa. De este modo, el beneficio es mutuo y mltiple. La
institucin escolar no precisa instalar en sus aulas lo que ya existe y funciona bien
fuera del edificio escolar; ni contratar a otras personas, creando problemas
burocrticos difciles de salvar; ni necesita acelerar ni diversificar reciclajes y
pluriespecualizaciones del profesorado propio ms all de las modalidades que le
son especficas. Por otro lado, las agencias educativas externas incrementan su
clientela, rentabilizando sus instalaciones y servicios.
De este currculum paralelo vamos a conocer algunas de sus posibles
aplicaciones, sus fundamentos, los recursos de que se vale y de qu productos
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decoracin.
Montaismo, aire libre, campismo.
Teatros, coro, msica.
Iniciacin en las tcnicas fotogrficas.
Uso didctico de nuevas fuentes documentales
Aceptado hay ya de forma general que el profesor no es la nica fuente de
documentacin ni, en ocasiones, la principal, hay que avanzar un poco ms y
proponer que el centro escolar tampoco es la exclusiva fuente informativa para su
propia clientela.
Aqu es donde aparece la educacin difusa que, en ocasiones, no es sino una
oferta permanente, que aguarda la presencia del agente activo e inteligente, que
es el alumno, o quiz mejor, el individuo en situacin de aprendizaje:
Bibliotecas pblicas y privadas.
Bibliotecas especializadas (de cmaras de comercio, de sindicatos, de
municipios; archivos de colegios profesionales)
Banco de datos y centros de teledocumentacin.
Conocimiento y uso de las tcnicas de encuesta, de aplicacin de cuestionarios,
entrevistas
Tcnicas de observacin de fenmenos naturales y sociales.
Visitas a centros laborales, culturales, experimentales
Hemeroteca: uso discrecional de revistas de divulgacin, especializada, prensa
diaria.
Uso discrecional de los medios de comunicacin no escritos: telfono, radio y
televisin.
Uso de los recursos audiovisuales no convencionales: videoteca, fonoteca
Uso de publicaciones peridicas no especialmente didcticas: catlogos
comerciales y cientficos, memorias anuales de entidades varias, informes de
organismos internacionales.
Libros de fiestas locales.
Campaas de Conmemoraciones, Das de
Otro sector ms puntual de actuacin del currculum paralelo lo constituyen las
conmemoraciones ocasionales. En determinado momento, la sociedad, o las
instituciones con responsabilidad social, pretenden llamar la atencin sobre un
aspecto del acontecer cotidiano, para sensibilizar a los ciudadanos y solicitar un
mayor compromiso cvico.
El currculum paralelo ofrece respuestas y recursos puntuales; despus la
institucin escolar puede proseguir el esfuerzo iniciado hasta llegar a la
asimilacin del valor propuesto, mediante la conducta habitual establecida:
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Da del rbol.
Da del medio ambiente.
Campaa contra el tabaco.
Campaa contra la violencia.
Campaa contra el uso de las bebidas alcohlicas.
Campaa antidroga.
Campaa contra el hambre.
Campaa de limpieza de la localidad.
Campaa de cuidado de espacios de uso pblico: jardines, calles, zonas verdes
en general.
Suelen presentar datos estadsticos de historia local, efemrides, etc. Y su
utilizacin como estudios etnogrficos debe ser tomada en cuenta.
Campaa de integracin de disminuidos en la escuela.
Campaa contra el juguete blico.
Da del emigrante.
Da de la Constitucin
Da de las misiones religiosas.
Da universal de los derechos humanos.
Da de la paz.
Preparacin de personal no docente para actividades educativas
Como una consecuencia de la actualizacin de profesionales no docentes en el
centro escolar o en instituciones, agencias o lugares fuera del recinto escolar,
el currculum paralelo puede constituir un procedimiento idneo para ofrecer unos
mdulos, en forma de cursos intensivos, aptos para preparar a personas no
especialistas ni docentes en tareas de indudable contenido a proyeccin
educativa.
Los mdulos estarn dirigidos y preparar de modo especfico a:
Monitores deportivos.
Animadores socioculturales.
Animadores de tiempo libre.
Cuidadores, educadores auxiliares en centros de preescolar y centros de
minusvlidos.
Documentalistas.
Monitores de bibliotecas y animadores de lectura.
Monitores de recursos audiovisuales.
Expertos en jardinera y floricultura.
Monitores de trabajos manuales y bricolaje en general.
Monitores para visitas y desplazamientos fuera del recinto escolar.
Un sector cercano a este campo, y vinculado tambin al empleo del tiempo libre y
al uso de nuevas fuentes documentales, es el de la elaboracin de materiales
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En vsperas del siglo XXI, el mundo enfrenta enormes desafos caracterizados por
la amenaza del estancamiento y la decadencia de la economa; disparidades
econmicas cada vez mayores entre las naciones y dentro de cada pas; millones
de personas desplazadas que padecen a raz de las guerras, los conflictos civiles
y la delincuencia; la degradacin general del medio ambiente y el rpido aumento
e la poblacin. Estos desafos plantean problemas de inters directo e indirecto
para todas las naciones, de los efectos de los problemas varan de acuerdo con
las condiciones y el contexto social especfico de cada una de ellas. Estos
desafos pueden llegar a limitar el desarrollo de las personas e, incluso, de
sociedades enteras y estn ya retardando la capacidad y la voluntad de los
gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, las comunidades, las familias
y las personas de apoyar nuevas inversiones en educacin bsica, que es la base
del desarrollo humano.
Afortunadamente, el momento actual ofrece tambin una oportunidad excepcional
para rectificar esta situacin. Los movimientos mundiales en pro de la paz, la
drstica reduccin de las tensiones de la guerra fra y las tendencias globales de
crecimiento que se observan en muchos pases en los ltimos aos se combinan
para crear un clima internacional ms cooperativo y empeado en respaldar el
desarrollo humano, en el que el bienestar de todos los seres humanos se
considera el foco y el objetivo de los esfuerzos en pro del desarrollo social. El
desarrollo humano implica un proceso interactivo que consiste en la maduracin
psicolgica y biolgica y en el aprendizaje. Esto permite a los individuos
acrecentar su bienestar, al igual que el de sus comunidades y naciones. El
desarrollo humano es ms amplio que el desarrollo de los recursos humanos (si
bien lo incluye), vinculado ste ltimo con el desarrollo y la conservacin de los
individuos para contribuir al crecimiento econmico y al progreso social.
Hay un consenso cada vez mayor en el sentido de que el desarrollo humano debe
ser el centro de todo proceso de desarrollo; de que en tiempos de ajuste y
austeridad econmica es preciso proteger los servicios para los pobres; de que la
educacin la capacitacin de las personas mediante el suministro de niveles
bsicos de instruccin- es verdaderamente un derecho humano y una
responsabilidad social. Nunca antes se ha diagnosticado y se ha entendido mejor
la naturaleza del aprendizaje y de la educacin bsica en trminos de sus
dimensiones psicolgicas, culturales, sociales y econmicas. En la actualidad, la
cantidad de informacin disponible en el mundo gran parte de ella relativa a la
supervivencia y al bienestar bsico- es exponencialmente mayor que la existente
hace tan slo algunos aos y, adems, aumenta a un ritmo cada vez ms
acelerado. Incluye informacin sobre la manera de obtener conocimientos que
ayuden a ampliar horizontes o de aprender. Se produce una sinergia de cmo
aprender. Se produce una sinergia cuando una informacin importante va
acompaada de otro adelanto moderno: nuestra nueva capacidad para
comunicarnos. Los recursos financieros, tecnolgicos y humanos de que se
dispone a escala mundial para satisfacer las necesidades bsicas de aprendizaje
no tienen precedente.
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Otro concepto es entender los jvenes educandos que sus discusiones dan lugar
a acciones y que cada persona es responsable de su proceder. Incluso an los
ms pequeos deben aprender que es conveniente, que los bebes nazcan como
resultado de una decisin, en una atmsfera de amor y dedicacin. Es muy
importante que algunos pequeos comprendan que tienen un margen de control
sobre algunos aspectos de sus vidas, entre ellos el de la maternidad/paternidad.
Los alumnos preadolescentes sacan partido de la educacin de la poblacin, que
contribuye a desarrollar su autoestima, un factor importante para el xito escolar y
la excelencia en la escuela y para la prevencin de embarazos entre
adolescentes.
Los adultos que no asisten a la escuela deben comprender que las cuestiones
relativas a la poblacin estn estrechamente vinculadas con sus vidas. Estos
jvenes estn ya en edad de que necesitan informacin suficiente que pudieran
controlar su fertilidad y tomar sus decisiones, como las relacionadas con la ms
adecuada satisfaccin de sus necesidades de aprendizaje exige un enfoque
integral a los jvenes adultos y en particular los que estn a punto de casarsereciban una informacin adecuada sobre los mtodos de planificacin familiar que
se utilizan en sus respectivas necesidades.
Las poblaciones marginadas necesitan educacin bsica para prepararse para la
migracin, para lograr movilidad social y ocupacional, poder acceder a nueva
informacin y nuevos mercados y adaptarse a un nuevo mundo. La satisfaccin de
las necesidades bsicas de aprendizaje de esos grupos no resolver sus
problemas, pero debe ser parte de la solucin.
Se necesitan, sobre todo, formas no convencionales de educacin bsica para
aqullos cuyas vidas se han visto conmocionadas por fuerzas que escapan a su
control. Estos problemas afectan a todos los pases: los niveles crecientes de
analfabetismo funcional en las economas industrializadas muestran que tampoco
son inmunes a estos problemas.
Para combatir la degradacin del medio ambiente, los pueblos deben no slo
entender los efectos de accionar sobre el medio sino aceptar tambin su
responsabilidad en este sentido. No deben transferir el costo de sus acciones ni a
pueblos en otras regiones geogrficas ni a loa generaciones venideras. Un mejor
nivel de conocimientos bsicos ayuda a informar a las personas sobre el costo real
del dao al medio ambiente y a fomentar la aceptacin social de reglamentaciones
encaminadas a restringir los actos dainos para el medio ambiente y a promover
medidas que fundamentan un desarrollo ecolgicamente aceptable. La
rehabilitacin de tierras ecolgicamente amenazadas puede iniciarse utilizando los
conocimientos tradicionales de los habitantes de esas tierras. Las personas con
conocimientos sobre la reproduccin local de alimentos en condiciones difciles,
prcticas medicinales, formas literarias y artsticas e instituciones y procedimientos
comunitarios locales constituyen un valioso recurso cultural. Para utilizar esos
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PREAMBULO
Hace ms de cuarenta aos, las naciones de la tierra afirmaron en la Declaracin
Universal de Derechos Humanos que toda persona tiene derecho a la
educacin. Sin embargo, pese a los importantes esfuerzos realizados por los
pases de todo el mundo para asegurar el derecho a la educacin para todos,
persisten las siguientes realidades:
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mundo mucha de ella til para la supervivencia del hombre y para su bienestar
elemental es inmensamente mayor que el disponible hace slo pocos aos y su
ritmo de crecimiento contina acelerndose. Parte de esa informacin sirve para
adquirir conocimientos tiles con objeto de mejorar la calidad de vida, o aprender a
aprender. Y cuando una informacin importante va asociada a ese otro avance
moderno que es nuestra nueva capacidad de comunicacin, se produce un efecto
de sinergia.
Estas nuevas fuerzas, combinadas con la experiencia acumulada de reformas,
innovaciones investigaciones y con el notable progreso de la educacin en
muchos pases, convierte a la educacin bsica para todos, por primera vez en la
historia, en un objetivo alcanzable. En consecuencia, nosotros, los participantes de
la Conferencia Mundial sobre Educacin para Todos, reunidos en Jomtien,
Tailandia, del 5 al 9 de marzo de 1990. Recordando que la educacin es un
derecho fundamental de todos, hombres y mujeres, de todas las edades y en el
mundo entero. Reconociendo que la educacin puede contribuir a lograr un mundo
ms seguro, ms sano, ms prspero y ambientalmente ms puro y que al mismo
tiempo favorece el progreso social, econmico y cultural, la tolerancia y la
cooperacin internacional.
Conscientes de que la educacin es una condicin indispensable, aunque no
suficiente, para el progreso personal y social. Observando que los saberes
tradicionales y el patrimonio cultural autctono tiene una utilidad y una validez por
s mismos y que en ellos radica la capacidad de definir y de promover el
desarrollo. Constatando que en trminos generales, la educacin que hoy se
imparte adolece de graves deficiencias, que es menester mejorar su adecuacin y
su calidad y que debe ponerse al alcance de todos. Conscientes de que una
adecuada educacin bsica es fundamental para fortalecer los niveles superiores
de la educacin y de la enseanza y la formacin cientficas y tecnolgicas y, por
consiguiente, para alcanzare un desarrollo autnomo, y Reconociendo la
necesidad de ofrecer a las generaciones presentes y venideras una visin
ampliada de la educacin bsica y un renovado compromiso a favor de ella, para
hacer frente a la amplitud y a la complejidad del desafo, proclamamos la siguiente
Declaracin Mundial sobre Educacin para Todos:
Satisfaccin de las Necesidades Bsicas de Aprendizaje
1. Cada persona nio, joven o adulto- deber estar en condiciones de aprovechar
las oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades bsicas
de aprendizaje. Estas necesidades abarcan tanto las herramientas esenciales
para el aprendizaje (como la lectura y la escritura, la expresin oral, el clculo, la
solucin de problemas) como los contenidos bsicos de aprendizaje
(conocimientos tericos y prcticos, valores y actitudes) necesarios para que los
seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y
trabajar con dignidad, participar plenamente en el desarrollo, mejorar la calidad de
su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar aprendiendo. La amplitud de
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