Joaquín Tamayo (Análisis Historiográfico)
Joaquín Tamayo (Análisis Historiográfico)
Joaquín Tamayo (Análisis Historiográfico)
autor inicia con un relato histrico, pero finaliza con una frase que le otorga
al texto un color literario:
El congreso discuta, sin apresurarse, el proyecto del representante
Jos Vicente Concha sobre la reforma electoral. No se consider de
urgencia su aprobacin por el senado y el ejecutivo. Sin pensar que
su rechazo o aplazamiento traera la guerra 5
Anlisis interpretativo: Anteriormente se dijo las tres ideas en las que
Tamayo orienta su anlisis y sus crticas, la libertad, la razn y el orden, son
las directrices interpretativas en todo el texto. Estos principios ideolgicos
estn relacionados directamente con su posicin poltica, que como ya se
dijo, fue liberal. En el texto se pueden identificar algunas afinidades con su
posicin, en especial su admiracin por el caudillo Rafael Uribe Uribe 6, pero
esto no significa que el autor se incline a defender las acciones de los
liberales en el libro o culpar a los conservadores, sus crticas se extienden a
ambos bandos. Su posicin poltica y la importancia de las tres ideas ya
sealadas, es que le permiten distanciarse y a su vez criticar los actos de
los partidos. A continuacin se mostraran dos ejemplos, el primero es un
comentario que Tamayo hace de la pretensin belicista por parte del liberal
Aquileo Parra:
() don Aquileo Parra, dominado por un concepto individualista e
indisciplinado, propuso la guerra en los minutos menos favorables,
como nica solucin para el partido. Sin armas, sin dinero, sin un plan
de campaa, seducidos sus animadores por el valor de la tropa, y
engaados mutuamente por sus propias palabras y las de algunos
conservadores; palabras de apoyo relativo, que aceptadas sin
examen se publicaron como definitivas promesas de neutralidad 7
Su individualidad, inconsciencia, (en contraposicin a un pensamiento
razonado) llevado por las pasiones, se hacen a los ojos de Joaqun Tamayo
caractersticas negativas al momento de analizar la decisin de Aquileo
Parra. El segundo ejemplo, ms que reflejar esta misma tendencia, expresa
un distintivo tono retrico abundante en el libro y an ms importante, la
posicin del autor ante el tema central del texto, la guerra:
Al frente de los destinos pblicos un magistrado honorable a toda
prueba, sobre las flaquezas de su cuerpo, defenda la lucidez de su
espritu en contra de la accin destructora de los hombres y
de la naturaleza. Los conservadores acechaban una oportunidad
para recuperar el poder, y el circulo apasionado del liberalismo
5 P. 17-18
6 P.24.
7 22.
10 P. 16-17.
11 P. 12-13
12 P. 22
Sera pueril sostener que fue (la guerra) obra del general Uribe
Uribe, o del doctor Paulo Emilio Villar, o del seor Caro, o del doctor
Manuel Antonio Sanclemente. A guerra estaba en todas partes. Hubo
desde luego muchos ciudadanos que en primera lnea intervinieron en
ella y en sus alocados comienzos () Si la guerra estaba en todas
partes, si era esperada como una fatalidad invencible, no quiere decir
a mi entender- que ella no hubiera podido evitarse. La guerra se
prepar consciente y deliberadamente. Fue la maldicin de
Colombia16
Hasta aqu la causa esencial de la guerra ha sido de carcter poltico, pero es inevitable olvidar
los aspectos econmicos que dinamitaron la crisis, as lo afirma Abdon E. Valderrama,
estudiante de Tamayo en la Universidad Nacional, al parafrasearlo:
13 P. 2.
14 P. 2-3
15 P. 4, 35, 37, 70-71
16 P-2
hubo vencedores, que mal puede llamarse as a los hombres del palacio de
gobierno; no hubo vencidos19 es decir, nadie tuvo ningn logro, ya que los
cambios reales se dieron ocho aos despus con la cada de Reyes y que
permiti al grupo liberal de los civilistas alcanzar las anteriores pretensiones
que no se lograron en la guerra. Una cosa es decir que la guerra cambi
algunas de las concepciones de las personas y la forma de hacer poltica
pero otra es llamarla revolucin, concepto que no es preciso y tiene el fin
ms bien de darle cierto herosmo a los acontecimientos.
17 Espinosa Valderrama, Abdon, Estertores de fin de siglo
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-946213 (consultado
23/05/2016)
18 29-30.
19 194.
Conclusin
Mencionar las bases de su crtica como de respeto, que reflejan una amplio
matiz ideolgico, como personal, en especial en lo relacionado con R. Uribe
Uribe.
20 P-126.
21 P. 4
Fichas
Marco contextual:
Objetivos del autor: Estos ensayos carecen de importancia y
trascendencia histricas. Ni representan un estudio definitivo ni completo;
son examen superficial de sucesos conocidos e interpretacin sin
finalidad oculta- de unos hombres, sentimientos y doctrinas () No me
propongo revivir censuras. Ms una cosa es evitar por sistema todo impulso
emotivo y toda agresin, y otra diferente hacer elogio de hechos y personas,
que en determinado momento modificaron el rumbo de la historia de
Colombia en sentido desfavorable. Al analizar los actos y decretos de la
segunda administracin de don Jos Manuel Marroqun, al juzgar la triste
suerte que soport el doctor Sanclemente, al estudiar los planes belicosos
del doctor Paulo Emilio Villar, de grado o por fuerza tropezamos con
acontecimientos infortunados, plido reflejo de aquellos, que ms tarde se
ejecutaron en cumplimiento de rdenes precisas del gobierno, cuando ya la
revolucin se perda en el horizonte (pg 3) (aqu ms o menos puedo
rastrear la pretensin del autor con el presente libro, que para l son
ensayos, adems de que las palabras que utiliza me permiten hablar de un
texto de doble caracterstica 1) examinar, analizar y estudiar (algo ms bien
acadmico y propiamente histrico o al menos cientfico) 2) interpretar y
juzgar que desde ya abre la posibilidad de que las conclusiones del autor
estn cargadas, no solo de una investigacin que se suponga puramente
objetiva, sino de posiciones propias e incluso juicios de valor).
La bibliografa histrica sobre l revolucin de 1899 es pobrsima. Algunas
de esas obras se escribieron con objeto definido: injuriar. Otras elogiar a
determinados individuos. Es difcil descubrir en esa trama de elogios y
censuras la verdadera mentalidad de la poca; poseer un conocimiento
sereno de sus hombres. No compartimos la exaltacin delirante del fin de
siglo; sus odios, antipatas, enemistades y desilusiones. A una distancia
infinita de sus preocupaciones polticas, esas querellas que maltrataron la
paz de nuestros mayores, nos interesan
unto de vista abstracto, jams personal. (pg 4) (Aunque ya us esta cita
para aclarar la posicin del autor ante los libros que se han escrito (fuente)
aqu se deja ver otros de sus objetivos, es decir, llegar a tener cierta
objetividad. Por lo menos esto se deja entender en este prrafo, que se
logra observar una intencin de alejarse de la parcialidad de sus
predecesores).
Arquitectnica:
Estilstica: La matanza fue horrible; chorreando sangre, mutilados, esos
hombres menores de veinticinco aos, pelearon con el pecho abierto, como
muecos de carnaval, manchados los miembros por la costra an no
coagulada de las heridas, sucios los rostros de los vivos, feroces e inmviles
las caras de los muertos. As cay Juan Francisco Gmez; as muri Agustn
Neira con los intestinos en la mano, dislocado de dolor sin defensa ante
cuadrillas de malvados, que peinilla en lo alto cortaron su piel como si fuera
cuero de animal. A lo largo del camino las mulas desventradas en
montonera rgida servan de refugio a los pocos, que con los ojos fijos y
abiertos hacia el horizonte, entre charcos de fango y cajas vacas,
dominados por el pavor creciente, perecieron sin poder adivinar el sitio de
donde les disparaban () Los quejidos y el llanto, como una sinfona
dantesca, acompaaron el desfile fnebre de cadveres. (p45-46.)
Ante sus ojos se abra el horizonte de la Sabana. Campos y labranzas,
corralejas y potreros, rebaos y ganados. El toque de las campanas, el
correr de la fuente, la brisa del anochecer, las colinas de Suba, las casuchas
de Usaqun; mundo apacible y sereno, que en su rumor lejano traale a su
mente aos pasados, risas, llanto, su vida all en la casa de Yerbabuena,
solar de juventud, cuan diferente de su vejez atormentada por el empeo de
sus amigos (p. 16-17) (hablando del lugar al que Jos Manuel Marroqu
visit cuando se dio inicio a la guerra) (comparada con la ficha anterior, se
puede notar que su narracin de carcter literario responde en especial a su
interes por ganar amenidad que a fines propiamente ocultos, o por lo menos
no se hacen evidentes. Le agrada describir distintos escenarios, apropiarse
de ellos, su paisaje, colores, sonidos y lo que el personaje siente en relacin
a ese espacio. Un narrador omnisciente)
vista abstracto, jams personal. (pg 4) (su posicin ante las fuentes, por
lo menos secundarias)
Algunos de los documentos transcritos en esta obra, por ser bastante
conocidos, publicados con anterioridad y su largusima extensin, no figuran
ntegramente. De ellos he tomado a mi juicio lo ms importante,
refirindome siempre a la fuente de consulta, en donde se hallan al alcance
de los investigadores. () Por obligante atencin de Monseor Jos
Alejandro Bermdez, cannigo de la Catedral, tuve oportunidad de consultar
su obra indita treinta aos de historia Colombiana, trabajo de este
distinguidsimo y erudito historiador, que contiene preciosos documentos
relativos a los sucesos de aquella revolucin. Su importancia trascendental.
(p. 5) (se vuelve a mencionar las fuentes que utiliza, en este caso la
primaria.)
Hermenutica: Deja claro dos cosas en los primeros 3 prrafos: la guerra
fue producto no del tiempo sino de los hombres, ms sin culpar a ninguno
especficamente. Lo segundo es que a partir de esto declr que no implica la
necesidad de ocultar errores por lo tanto su obra tiene un carcter de
anlisis para definir cules e incluso sealar los actor correctos e
incorrectos. (posicin de l para esto, an no lo s, ms que interpreta la
guerra como producto de las pasiones de los bandos de la poca)
La revolucin de 1899 no tuvo sino un protagonista: el campesino. Los
caudillos que intervinieron en ella, los funcionarios y los generales se
desvanecieron en aquel concierto de disparos y rodar de cureas. EL
hombre del suelo brbaro e iletrado. Domin con su sangre el escenario
histrico, e impuso su spera personalidad por encima de los acordes de la
sinfona poliforme. Fue el hroe annimo () Frente a ese fin de siglo
bogotano, convencional y superficial, con sus mujeres elegantes
enguantadas hasta el codo, de talle esbelto y cabellera negra recogida
sobre la nuca de piel mate; frente a esos galanes de barba rizada, cuya
nocin de la vida y del amor estuvo sometida a la melanclica modalidad de
Silva22; frente a esa generacin insatisfecha de si misma, apasionada de la
msica de Verdi23 y de las flores exticas, alzronse con lividez de espectros
los machetes revolucionarios destrozando inmisericordes la leyenda
romntica del siglo XIX. As la guerra coque de ideas enemigas y encuentro
de aldeanos de la misma raza- desgarr el prestigio del pasado, como rasga
la daga de acero la trama de un lienzo antiguo (p. 4 -5)
La revolucin de 1899 determin la suerte de la generacin venidera. En el empeo de
erguirse el individuo sobre el Estado, las ideas polticas -liberales y conservadoras- se
modificaron perdiendo esos aditamentos tradicionales, que hasta ltima hora en la revolucin
encauzaron la voluntad de los guerreros. El suelo qued convertido en charca sangrienta;
Etiologa: Causa: ojo Sera pueril sostener que fue (la guerra) obra del
general Uribe Uribe, o del doctor Paulo Emilio Villar, o del seor Caro, o del
doctor Manuel Antonio Sanclemente. A guerra estaba en todas partes. Hubo
desde luego muchos ciudadanos que en primera lnea intervinieron en ella y
en sus alocados comienzos () Si la guerra estaba en todas partes, si era
esperada como una fatalidad invencible, no quiere decir a mi entender- que
ella no hubiera podido evitarse. La guerra se prepar consciente y
deliberadamente. Fue la maldicin de Colombia. (pg 2)
Reflexin Histrica:
No hubo vencedores, que mal puede llamarse as a los hombres del palacio
de gobierno; no hubo vencidos. Lgicamente ocho aos ms tarde el grupo
civilista del liberalismo, a la cada de la ditadura del general Reyes,
consigui sin sangre, aquello que en vano haban solicitado los
revolucionarios en los campos de batalla () Por medio de la guerra se puede
conquistar el poder; defender la independencia. Nunca conseguir la libertad (pg. 194)
Reflexiones:
No es que estuviera en contra de la revolucin propiamente, sino de hacerla
sin fines, sin organizacin, sin la gua de la razn. Estaba en contra de que
se hiciera por intereses propios, anarquizada y desordenada. (tal como se
hizo)
No tiene una estructura como tal, en tanto que se dedica a relatar y
comentar los sucesos. sta afirmacin se sustenta principalmente en su
concepcin negativa de esa revolucin que no le dej tomar un bando como
el razonable o el irrazonable en tanto que ambos iniciaron por la
irracionalidad. Su defensa se centra ms en uno que otro personaje, el ms
relevante, Rafael Uribe Uribe.
Ficha # 4 (pg 35): Da una caracterizacin del campesino al igual que la del
soldado.
Ficha # 30= Es sobre palonegro, se marca para el autor una diferencia a lo
que fue peralonso (Gan Uribe Uribe) volver a revisar el captulo de
peralonso y mirar si cambio su narracin de la guerra dependiendo de quin
salga victorioso)
Ficha # 31= da una caracterizacin de los distintos pueblos de la nacin.
Se da de nuevo una de esas descripciones literarias (Podra utilizarla para
ejemplificar).
Ficha # 32= da una conclusin de lo que fue palonegro, totalmente
contrario a lo que dijo de la Victoria de Uribe Uribe.
Ficha # 33= se puede adjuntar con la anterior. Algo hay que tener en
cuenta, culpa tanto a liberales como a conservadores de la batalla, sin
razn
Fucha # 34 = Vuelve a mencionar a Uribe Uribe, cambia radicalmente su
posicin ante la guerra para usar palbras como herosmo o victorias de
gloria (Los liberales pierden en Palonegro).
Fica # 34 = relexiona sobre lo que se hizo luego de la guerra, ac se ve que
limpia el nombre de los lderes y dice que los que continuaron no hacan
caso ni a las doctrinas liberales ni a sus lderes (limpia el nombre de Uribe).
Ficha # 35 = Un ejemplo de su poca preocupacin por dar causas exactas y
contextualizacin (narra como si el lector tuviese conocimiento de lo que se
est diciendo) ser que iba dirigido para personas que tuvieran
conocimientos, es decir, las lites, los letrados etc.?
Ficha # 36 = habla del rechazo por parte del partido liberal de la amnista
brindada por Marroqun. Dice Una cuadrilla de malhechores, por temor a la
crcel, tal vez legue a rendirse, un partido poltico no (Por qu qu defiende
el partido?)
Ficha # 37 (pg 134) hace una caracterizacin interesante del guerrillero
(guapo, interesante) HERICO
Ficha # 38 (pg 136) demuestra esta afirmacin (En el capitulo llamado la
reaccin parece que el autor no est de acuerdo con el gobierno de
Marroqun por las medidas excluyentes que se negaban a aceptar el
derecho a la beligernacia a los liberales. El autor critica en especial los
decretos que sac el gobierno supuestamente para lograr la paz, que ms
que bien hicieron mal. Ms que apaciguar a los liberales (guerrillas) los
encendan) Y vino la pena de muerte por delitos polticos; vino en forma
que hace temblar la mano al escribir su horror
Ficha # 39 (pg 148) Dice la posicin de los guerrilleros con respecto a la
situacin, y del gobierno. (puede complementar la culpabilidad recproca).