Libro Economía Ecuador
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Libro Economía Ecuador
ec
. LA
ECONOMIA POLITICA
DEL ECUADOR
CAMPO, REGION, NAClON
(1931 - 1983)
Presidente Fundador
Enrique Ayala Mora
Presidente
Luis Mora Ortega
Director Ejecutivo
1985
12 de Octubre
Edif. Quito 12 El Girn W of. 51
Tf. 554558 P.O. Box 4147
Quito Ecuador
es
FLACSO
Facultad Latinoamericana de Ciencias SoCiales
Sede Quito
M. Calvache 582
Telfono 452666
Bellavista
QUITO- ECUADOR
-tw:tkR. -
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YORK UNIVERSITY
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CERLAC
Centre for Research on Latn America and the Caribbean
Foundres College 324
CONTENIDO
Presentacin
11
Agradecimientos
15
CAPITULO 1
Louis Lefeber
El fracaso del desarrollo: Introduccin a
la Economa Poltica del Ecuador
17
CAPITULO 2
35
CAPITULO 3
91
CAPITULO 4
Luciano Martinez V.
133
CAPITULO 5
Gilda Fa"ell
179
CAPITULO 6
Peter C. Meier
197
CAPITULO 7
Edgar Pita S.
219
'243
"CAPITULO 9
Graciela Schamis
293
CAPITULO 10
Gilda Fa"ell
337
CAPITULO 11
Amaldo M. Boceo
369
CAPITULO 12
Jaime Moncayo G.
405
C\PITULO 13
Liisa North
425
Los.autores
459
FLACSO
461
CERLAC
462
463
\.
PRESENTACION
1978. Fue el resultado de un acuerdo entre elflamante Centro de Investiga. iones sobre Amrica Latina yel Caribe (CERLAC) de. Toronto y la Facultad
Latinoamericana de Ciencias SoCiales (FLACSO) que tiene sedes en varios
pases de Amrica Latina. Este acuerdo fue posible gracias a un conjunto de
circunstancias favorqbles: el inters de FLACSO por establecer relaciqnes con
instituciones de investigacin sobre Amrica Latina en el Canad; el hecho de
que varios de los miembros de CERLAC ya venan haciendo trabajo de inves-
tigacin sobre efEcuador por algn tiempo o se proponfan iniciarlo; la pre
como FLACSO contaban en ess momentos con los fondos necesarios para
plasmar todas estas circunstancias en un proyecto cooperativo que, sea apro
vechando el trabajo ya en curs, sea generando nuevos, hiciera una contribu
12
de Cuenca en abril de 1978 y en noviembre de 1980. Por otra parte, solicita
ron la colaboracin de investigadores en varias instituciones extranjeras. En
total se logr reunir un equipo de treinta investigadores provenientes del Ca
nad, Ecuador, Colombia, Argentina, Chile, Per, Francia y Suiza.
Todo trabajo de investigacin comienza con una tarea definida. La
nuestra en trminos generales fue colaborar con una nueva generacin de in
vestigadores nacionales y extranjeros en su tarea de fortalecer las ciencias so
ciales en el Ecuador. En trminos ms especificas, nos propusirrws superar un
gnero de investigacin abstracto, teorizante, con poco asidero en la investi
gacin empirica y que trataba al Ecuador como si fuera un todo homogneo,
asi como tambin otro gnero de investigacin, extremadamente concreto,
descriptivo, referido' a unidades de anlisis demasiado pequeas: cmunidades
indigenas, pueblos, provincias. Este empeo nos llev a valorizar un tipo de
trabajo intermedio, terico y empirico a la vez, cuyo vehiculo de expresin
fuera la monografia cientifica en lugar de la descripcin pura y simple o del
ensayo cuasi-literario. Por esta razn diseamos una serie de monografias so
bre varios aspectos de la realidad social ecuatoriana en el siglo XX, apoyando
e incorporando al mismo tiempo otros trabajos similares que ya estaban en
marcha.
El plan fue estudiar algunos de los principales problemas econmi
cos, sociales y poUticos del pais en una perspectiva histrica y publicar los
trabajos resultantes en cuatro volmenes: uno sobre Historia, otro sobre
Clases Sociales Agrarias, un tercero sobre Economia y el cuarto sobre Poltica.
El proyecto en su totalidad qued bajo la direccin de Gonzalo Abad
(FLACSO) y Juan Maiguashca (CERLAC). En lo que se refiere a los volme
nes, se nombraron cuatro editores: Juan Maiguashca para el de Historia, Mi
guel Murmis para el de Clases Sociales en el Agro, Louis Lefeber para el de
' y Gonzalo Abad para el de PoUtica.
Economza
Puesto que la meta comn fue superar el macroanlisis generalizador
y el miqro-anlisis empirista, se pens que los volmenes privilegiarian lo que
se podria llamar un "meso-anlisis relacional", que, evitando unidades de
estudio tales como la nacin en un extremo o la .comunidad indgena en el
otro, se concentrarla en unidades intermedias como son los subsistemas regio
nales o sectoriales y las relaciones con sus respectivos todos. Esto explica la
importancia que el Proyecto "Ecuador" ha dado al estudio de las\partes claves
de varios sistemas sociales, ora concebidos como regiones, ora como sectores.
Para coordinar el trabajo. de treinta investigadores fue. necesario el
patrocinio y la ayuda econmica de varias instituciones nacionales y extran
jeras. El aporte principal provino de CERLAC, aunque tambin fueron muy
sigrificativas las contribuciones de FLACSO, sede Quito y FLACSO Interna
cional. Otras. instituciones que han apoyado al Proyecto ''Ecuador" ya sea
1:3
intelectual o econmicamente son, en orden alfabtico: el Centro de Es tu:..
dios Socio-Econmicos (CIESE) de Quito, Ecuador; el Centro Planifica
cin y Estudios Sociales (CEPLAE.SJ de Quito, Ecuador; la Fundacin para
la Educacin Superior (FES) de Cali, Colombia; Institut d'Etades Andines
(/FEA) de Lima, Per; Instituto Latinoamericano de Investigaciones So
ciales (ILDIS) de Quito, Ecuador; Escuela de Sociologia de la Universid(Jd
Central del Ecuador, Quito, Ecuador; Instituto de Investigaciones Sociales
de la Universidad de Cuenca, Cuenca, Ecuador; y Universidad del Valle,
Cali, Colombia.
En momentos cruciales del desarrollo del. proyecto fue necesario
reu_nir a los equipos de uno en uno para que sus miembros se informaran
reciprocamente sobre los progresos de su trabajo e integraran sus respecti
vos volmenes. ,El equipo de Historia tuvo dos seminarios en Quito mien
tras que !os dems se reunieron en tres ocasiones en Torpnto, Canad. Los
seminarios canadienses fueron posibles gracias a la gran capacidad otganizati,
va de la Vice-Directora de CERLAC, la profesora Liisa North, y al apo;:o del
Social Science and Humanities Research Council de Canad. No tenemos la
menor duda que la calidad de .los. volmenes de Economia, Clases Sociales
en el Agro y PoUtica mejor, en gran parte, debido a la oportunidad.que tu
vieron los colaboradores de intercambiar ideas.
Despus de cuatro aos de trabajo el Proyecto "Ecuador" ha llegado
a su fin Estaba previsto desde el inicio que estos volmenes seran pubicados
en ingls y en espaol. La edicin castellana que aparece ahora bajo el sello
de la Corporacin .Editora Nacional ha sido parcialmente financiada por el
Banco Central. Este inestimable apoyo lo debemos a la iniciativa del Presiden
te de la Corporacitm Editora, doctor Enrique Ayala, quien hizo varias suge
rencias sobre la fonna y administracin de la edicin El orden de aparicin
de los volmenes ser: primero, el de Economa; SegUndo, el de aases So
ciales enel Agro; tercero, el de PoUtica; y cuarto, el de Historia.
El Proyecto "Ecuador", a ms . de- contribuir a ]a consolidacin de
un nuevo tipo de produccin en.las ciencias sociales, puede ser de utilidad
al poltico, al pedagogo y al pblico en generaL El anlisis regional-sectorial,
al insistir en la relacin parte-todo, ofrece material emp(rico nuevo o poco
conocido y por lo tanto hace posible una comprensin ms detallada y com
pleta de las principales articulaciones de los sistemas econmico, social y po
Utico del Ecuador contemporneo. Asi, se puede descubrir dentro de ellos
disfuncionalidades y embotellamientos que desafan la habilidad y .la volun
tad del hombre poUtico progresista ecuatoriano. Desde una ptica pedag:..
gica, estos volmenes aumentarn el caudal de lecturas actualmente existente
para los estudiantes unwersitarios. Por otra parte, se dirigen tambin al p-
14
blico en general puesto que los temas no son excesivamente especializados
Juan Maiguashca G.
Toronto, Canad
AGRADECIMIENTOS
16
les y Humanidades de Canad (SSHRCC) por haber financiado su costo. En
otros dos seminarios que tuvieron lugar en Quito, se profundizaron los conte
nidos de la mayora de las contribuciones en sus diferentes etapas, lo que sir
vi para dar mayqr coherencia al producto final.'
Los ensayos de este volumen no se prepararon teniendo en mente el
. asesoramiento en cuestiones polticas, pero dado que tratan directamente con
problemas que tienen relacin directa con dicho tema, era importante su rpi
da publicacin. Ello fue posible gracias al doctor Enn'que Aya/a, Presidente de
la Corporacin Editora Nacional, a quien agradecemos su inters.
Finalme}zte debemos reconocer la gran ayuda brindada por los cuer
pos administrativos de ambas instituciones, especialmente por Liddy Gomes,
asistente administrativa de CERLAC, cuya agotadora atencin a todos los de
talles, paciencia y buena voluntad resolvieron muchos de los problemas admi
nistrativos relacionados con la transferencia de fondos, viajes y otras cuestio
nes organizativas.
Louis Lefeber
Toronto, marzo de 1984
Louis Lefeber*
supera a .
..
Agradezco los comentarios valiosos de Liisa North y Arnaldo Boceo; no obstante, las
tambin, mi agradecimiento a Ana Proietti de Boceo, Mara Cuvi y a Lii North por la
fiel traduccin de este nsayo, originalmente escrito en idioma ingls.
(Varios afios).
'
18
como el ingreso per cpita. L a realidad es que, aun sin considerar los efectos
de la profunda recesin de los ltimos tres a.os, ha existido en el pas una
comertendencia creciente hcia la separacin entre la economa moderna
cial
y la economa tradicional.
Histricamente, la distribucin del ingreso ha sido desigual, hecho
que se agudiz con las grandes divisiones regionales y tnicas. En particular,
la pobreza tanto de la mayora de los campesinos y comunidades indgenas
de la Sierra, como la de los trabajadores de las plantaciones de la Costa, ha sido
y continua siendo extrema. Si bienla distribucin del ingreso en las reas ur
banas ha sido menos desigual, an subsisten grandes diferencias. En las urbes
coexisten grupos que perciben bajos ingresos
con las actividades de alta y baja productividad (las ltimas son caractersticas
de los sectores tradicionales) y con el aumento del desempleo y subempleo
.causados por un crecimiento insuficiente del }!1lpleo y otras fuentes de_ingre
so en aquellos sectores cuya productividad es alta.
El aumento de esta brecha se evidencia en las estadsticas sectoriales.
En el perodo 1 960 - 1980 , el crecimiento anual de la fuerza de trabajo fue
superior al 3 o/o. Sin embargo, en la industria ese porcentaje disminuy del
. 1 9 o/o al l7 o/o, no as en el sector servicios, donde se increment del 23 o/o
al 3 1 o/o, mientras que en la agricultura disminuy del 57 o/o al 5 2 o/o.
Al mismo tiempo, entre 1 960 y 1 98 1 , la participacin de la industria en el
Producto Nacional Bruto (PNB) aument del 20 o/o al 38 o/o, disminuyendo
la participacin del sector servicios y de la agricultura, del 54 o/o al SO o/o, y
del 26 o/o al 12 ojo, respectivamente. 2 En otras palabras, esa dramtica re-
Cf. Banco Mundial World Development Report 1983. New York, Oxford University
Press, 1983. La agricultura incluye tambin forestacin, caza y p esca. La industria com
prende minera y petrleo, manufactura, construccin, electricidad, agua y gas. El resto
de actividades econmicas se inclye n el sector servicios. Cabe anotar, sin embargo, que
las estadsticas sobre la distribucin sectorial del trabajo se refieren al perodo 19601980. Esto se debe a que el Informe d 1983 presenta solo la participacin sectorial del
ingreso en 1960 y 1981 y no se cuenta an con datos estadsticos sobre la distribucin
sectorial del trabajo para 1981. Por otra parte en el Informe de 1982 -que incluye la
informacin tanto para la distribucin del ingreso como la de! trabajo en los aos 1960 y
1980
existe una incongruencia en las cifras.. que no ha sido clarificaQ.a en el Informe.
En particular,la distribucin sectorial del ingreso en 1960 suma 94 o/o en lugar de 100 ojo.
Si esa diferencia de 6 ojo se agrega a la participacin del sector servicios, los datos de ese
Informe, para el perodo 1960-1980, coinciden con los citados en el texto para el pero
do 1960-1981. Tambin cabe sealar que las cifras arriba citadas coinciden con los datos
generados y utilizados por las fuentes ecuatorianas.
.-
19
distribucirt dela-participacin de los'sectores ha favorecido a la industria, en
cativo. En los aflos sesenta, la tasa de crecimiento anual del PNB fue, aproxi
incremento de cerca del 9 ojo anual. En. cambi, la tasa anual de crecimiento
de la produccin agrcola fue inferior al 3
o/o".
..:.
l. a esperanza en la magia del mercado - debera haber requerido un amplio
incremento de la productividad del trabajo, cosa que, al parecer, se ha concen
Cializados de la industria y los servicios, excluyendo a la mayora del artesanado y a los trabajadores de los servici9s tradicionales. El rpido crecimiento del
Cf.. Louis Lefeber y Lsa North. Introduction: democracy and development in Latn .,.,
20
mercado interno; un nfasis exagerado n el crecimiento urbano-industrial en
detrimento del rural y del agrcola; y, un proceso indiscriminado de industria
pender de la balanza de pagos, a tal punto que, forzosamente, tuvo que orien
tarse ms hacia el comercio y la exportacin que hacia el mercado interno.
Amrica .. In: Louis Lefeber y Lsa North ed. Democracy tind Development in Latin
21
ria prima industrial.
rganismos
greso ms equilibrada, por medio de una reforma graria y una poltica espec
fica de creacin de empleos. 6 Con tales polticas, el Estado pudo haber estimu
lado "el desarrollo del mercado nacional;. sin. embargo opt por lo contrario:
1972,
la
L que en realidad ocurri, en las dos ltimas dcadas, fue que el crecimiento
les. Al mismo tiempo, el dficit _del gobierno que creci debido al bajo precio
5
22
fijado a la venta de sus servicios (incluyendo la venta local de productos de
rivados del petrleo) y a la rpida expansin del gobierno como sector, tam
bin tuvo que ser financiado con prstamos del exterior.
No obstante, el auge del petrleo provoc un crecimiento significati
vo en los servicios y en las actividades productivas inducidas. Ello increment,
aceleradamente el ingreso de un limitado segmento conformado, principl. mente, por grupos urbanos y de ingresos altos, que incluye a los trabajadores
sindicalizados con empleos estables. El incremento concomitante de la de
manda de bienes de consumo por parte de esos grupos no pudo ser satisfecho
con la produccin interna. La consecuencia fue el aumento de los precios na
cionales que, al no ir acompaflado de un reajuste en la relacin de intercambio
de divisas, provoc un importante incremento de la demanda de importacio
nes. A pesar de algunos esfuerzos, temporales . e ineficientes; para restringir
las. importaciones, estas llegaron a un nivel insostenible en 1 98 1 . 7
As, a pesar del "boom" petrolero que propici una situacin muy
favorable en cuanto a divisas se refiere, se fue acumulando una gran carga ex
terna sin que, al mismo tiempo, se sentaran las bases necesarias para el creci
miento y desarrollo de un mercado interno que hubiese beneficiado, equita
tivamente, a toda la poblacin.
Si bien el auge de las exportaciones de petrleo dur poco tiempo,
contribuy a que se dieran importantes cambios en la economa a fines de los
aos setenta la produccin dej de crecer y el aumento de la demanda interna
de derivados del petrleo restringi el potencial exportable. Sin embargo, el
increme.nto de la capacidad de importacin, ms las polticas gubernamentales
para promover la industrializacin, dieron como resultado un considerable au
mento de la capacidad manufacturera del pas. Otro factor que contribuy a
este aumento fue la participacin de los inversionistas extranjeros quienes fue
ron atrados por la buena acogida del gobierno, particularmente hacia los es
tadounidenses, y por las oportunidades ofrecidas tanto. por el auge petrolero
como por el hecho de que Ecuador pertenece al mercado andino. 8 El gobier
no cre estmulos. adicionales y subsidios con el propsito de favorecer una
equilibrada distribucin regional de las inversiones, sin embargo, la mayor par
te del crecimiento se concentr en las grandes ciudades.
El "boom" petrolero y el crecimiento industrial inducido, naturl
mente, incrementaron potencialmente la. demanda de trabajo. Pero, en este
caso, las polticas gubernamentales anteriormente creadas para promover el pro
ceso de industdalizacin, subsidiando la adquisicin y el uso del capital, proba
ron ser contraproducentes. Como se seflal, el ingreso generado por el sector in7
Cf. Captulo 9.
23
. dustricV aument ms rpidamente que el empleo. Ert trminos relativos, la
participacin del ingreso irldustrial casi se duplic frente a una disminucin
de la proporcin de mano de obra empleada n ese mismo sector. Los em
triaL
1duccin industrial por medio de la pequea industria, pensando que esta ten
dra mayor "flexibilidad" que las grandes unidades de produccin para elegir
ron
rra. Tampoco cabe esperar que estas .empresas puedan tener mayor flexibilidad
para elegir su ubicacin, ya que dependen tanto del mercado como de las tc,
nicas y otros insumos, los cuales se obtienen ms fcilmente en las grandes con
centraciones iildustriales o urbanas. La evidencia es que, salvo en ciertos casos y
por necesidades especficas (por ej. el procesamiento de productos agrarios
frescos), ellas prefieren localizarse en centros urbanos importantes. En lo que
est en. contradiccin con tal propsito. Las subvenciones se otorgan para la
9 '
Cf. Captulo 6 ..
24
sarrollo basado en la pequea industria puede utilizar tcnicas de uso intensi
vo de capital en idntica o an mayor proporcin que el desarrollo basado
en unidades de produccin a gran escala) O
11
1979). Quito, CONADE-ILDIS, 1 9 80. Para el caso de la India ver: P.N. Dhar y H.F. Ly
dall. The role of small enterprises in Indian economic development. Nueva Delhi, 1 9 6 1 .
12
trabajo urbano.
13
14
En los Captulo 2 y 3 se analiza los problemas del sector agrcola y su relacin con
la economa nacional.
25
sobre Reforma- Agraria de
tiva porcin de recursos al sector rural. Sin embargo, han sido los'productores
grandes y medianos
prnductos tanto para los consumidores de altos ingresos com.o para el sector
ganancia marginal que generan es, en gran medida, apropiada por los inter
ms, la poltica estatal de precios para los bienes alimenticios no" favorece a
los.agricultores. Esto ms el inadecuado crecimiento del ingreso de los princi
cin total de alimentos apenas logr mantener el mismo ritmo .de crecimiento
Un
26
quea disminucin en la ltima dcada. Incluso en cultivos donde la produc
cin poda haberse incrementado rpidamente, como es el caso del arroz, la
falta de capacidad del mercado interno para absorber ese incremento detuvo
su expansin. Y esto se da a pesar de que un nmero importante de habitan
27
so en E cuador. Una parte de los exc eden tes privados, gen erados en el m erca
do, ha sido in vertida fuera del pas, como es el caso de l as exportacion es de
b an ano, o corresponde a fugas de capitaL Otra parte s e ha d estinado al d esa
rrollo de tcnicas y proce sos que no in creme ntan la demanda d e trabajo en
las actividades con mayor p roductividad. Sin emb argo, en una economa de
mercado, el incremento de la demanda de tra bajo es el prin cipal medio para
elevar el poder adquisitivo de los grupos. con menores _ingresos lo que, a su
vez, sirve para elevar sus niveles d e vida. Si es te pro ceso no tiene lugar en el
mercado, est e no cumple su fun cin como institucin social, haciendo necesa
ria la intervencin estatal.
U na de las formas de intervencin es a quella en la cual el Es tado to
ma posesin de los medios de produccin para usarlos de acuerdo con el inte
rs s ociaL Pero, fren te a la realidad ecuatoriana actual, es ms apropiado p en
s ar que se mantendr la economa miX ta .de mercado con . la p articipacin de
em presas pb licas y privadas. En este cas o la intervencin estatal debe planifh
carse de tal manera que s ea del inters de los particip antes en el mercad o e l
actuar en una forma socialm ente constru ctiva.
Com o hem os vis to, si b ien los gbiernos ecuatorianos han interveni
d o en el mercado tanto directa como indirectamente, s irt embargo, su accin,
lejos de corregir acrece nt el mal funcionanriento de ese, mercado. Coa la in
tervenci n , el Es tado ha agotad o la m ay or part e de los excedentes que capt.
dire ctamente no solo a travs de impue st os sino tambin de la explotacin de
los recursos petroleros nacionales. 16 Y all radica un p roblema. Las plticas
es tatales al promover la sustitucin de trabajo por capital, la dependencia en
las importaciones . y . prstamos externos y al privilegiar las exp oitacion es y el
cr ecimiento u rb an o a exp ens as de la agricul tura y del d esarrollo rural y regio
nql, han establecido, tambin, u na estructura s ocioecon mica y un conjunto
d e relaciones poltico-econmicas, d ifciles de reencau zar en un a direccin so
cialm ente . constructiva. Los capitalistas, los trabajadores de la industria urb a..
na, sindicalizados y con empleo estab le, los comerciantes t anto importadore s
como exportadores y los terratenientes est n interes ados en man tener el .siste
m a a fin de continuar beneficindose de los subsidios que, directa o indirecta
mente, disfrutan. Un cambio de las polticas que favorec,en a los s ectores ac
tualm ente margi nados (la pob lacin rural y los s ectores de productividad
baja) podra ej ecutarse solo a e xpensas de quienes ahora se b enefician de las
p olticas vigentes . . Si no hay una resolucin, se hace necesario persuadir a
quien es detentan el poder poltico influir en la s decisiones de gobierno 1 7 que
16
17
28
deben ceder una parte de lo que ellos creen que les corresponde por derecho y
que va en su propio inters.
Sin embargo, si los grupos de poder tuviesen una comprensin inteli
gente de sus propios intereses, ellos mismos deberan apoyar un cambio. En
efecto, aparte de los problemas sociales que puede producir la ampliacin de
la brecha en los niveles de vida, ser necesario controlar el gran endeudamien. to externo. Esto requerir la reorientacin de la economa: cambiar el sentido
hacia afuera que mantiene por una orientacin hacia adentro y, en lgar'de
introduj o una relacin entre los sectores urbanos y rurales que era rentable
Cf. Louis Lefeber. On the pa;adigm for economic development. World Develop
ment, 2 ( 1 ), 1 9 74 .
29
ce sita no solo un sector agrcola productivo sino tambin una comunidad
rural prspera, capaz de proveer materias primas a la industria y consumir los
bienes de, esta ltima. En este sentido, las polticas econmicas tendrn que
centrars en el desarrollo rural en mucha mayor medida de lo que lo han
hecho hasta ahora.
En una economa de merado - ya sea que en esta participen la em
control que puede ejercer un gobierno est primero y por sobre todo en el
.:_
consumo podran negociar . SU; S productos en el medio local sin tener que des
30
contribuira a ese desarrollo y, de paso, generara ingresos y empleo en el sec
tor rural.
En cuanto al contexto urbano-industrial, en lugar de subsidiar el uso
La reorientacin de la economa
cho , los mercados regionales, en especial los andinos, pueden ser considerados
como extensiones de los mercados nacionales, entre pases cuyas necesidades
econmicas bsicas son similares. Sin embargo, esto se refiere a una perspectiva
a largo plazo , mientras que los problemas relacionados con el desempleo y la
reorientaci(m de la economa deben ser abordados cuanto antes.
En lo que se refiere a la economa urbana, la orientacin hacia el
mercado interno no disminuira la importancia de la industria. Por el contra
rio , el desarrollo rural - es decir el crecimiento de la productividad agrcola
19
discute en el Captulo 1 0.
31
a la industria de la aguda dependencia que actualmente mantiene con respecto
al sector externo.
cas, los cuales no podran efectuarse sin que se den otros cambios, tambin
p or
el Fondo Monetario
ciente mediante la medicina patrn oro , debe ser rechazado por varias razo
nes. Cada una por separado justifica ese rechazo. La primera e de orden prc
a pesar del altsimo costo que signific para los grupos de bajos ingresos, esa
mente la condicin que debera haber curad o : ' disminuy el poder adquisitivo
de los grupos de bajos ingresos, minando de esta forma la base econmica in- .
dispensable para el desarrollo del mercado interno . . E n tercer lugar, aunque
ciones del FMI), frente a una economa interpacional en plena recesin y una
paquete del FMI contiene ciertos elementos que no deben rechazarse por el
mero hecho de formar parte de ese paquete. Sin embargo , deben utilizarse en
combinacin . con polticas que eviten los efectos indeseables de esos elemen
tos sobre los ingresos y el b ienestar. Al mismo tiempo, esa combinacin de
32
Los subsidios al capital, que conducen a la sustitucin de trabajo por
capital, tendran que ser reemplazados, como se discuti, por subsidios desti
los productores. Para asegurar que los subsidios a los bienes de consumo bsi
sos (ganancias, sueldos y salarios}, _de las clases urbanas econmicamen!e favo
recidas. Ellas son quienes actualmente captan los excedentes, a expensas de
con el statu quo e instrumentaran su poder para fijar precios y salarios con
el fin de mantener su nivel real de ingresos. Por ende, sera necesario crear un
otra parte, una reforma del sistema impositivo permitira reemplazar el fman
de recortar los gastos pblicos como lo sugiere el FMI), y proveer los fondos
bios tendran que ser introducidos y las clases, polticamente dominantes, ten
33
fueran capaces de hacerlo , lleguen a reconocer sus propios l.ntereses? No tene
mos la respuesta. Sin embargo, es evidente . que es imprescindible tener lideraz..: