UNIVERSO TRANS Analisis Pluridisciplinar
UNIVERSO TRANS Analisis Pluridisciplinar
UNIVERSO TRANS Analisis Pluridisciplinar
Anlisis pluridisciplinar
sobre transexualidad y transgnero
PABLO PEINADO (Editor)
UNIVERSO TRANS
Anlisis pluridisciplinar
sobre transexualidad y transgenero
PABLO PEINADO (Editor)
ISBN: 978-84-606-7749-9
Depsito Legal: M-13919-2015
Gracias a todas las personas trans (travestis, transexuales, transgnero) que a diario luchan por ver reconocidos sus derechos, demasiado a menudo vctimas de la incomprensin y el rechazo; vctimas de una transfobia absurda y sin sentido. Aunque es cierto que,
al menos en Espaa, en mejores condiciones porque la sociedad cada vez ms entiende, comprende y respeta que las personas tienen derecho a ser diferentes o simplemente a ser cada uno como es, con una identidad de gnero nica, con sus deseos, sus sueos y sus diferencias. Porque todos merecemos ser respetados seamos como seamos o
pensemos como pensemos; porque la diversidad no es sino una riqueza de nuestra sociedad y todo lo que sea amputarla, reducirla y cercenarla no hace sino empobrecerla y
crear seres humanos infelices. Y una sociedad con personas infelices es cualquier cosa
menos humana, cualquier cosa menos libre. Una sociedad infeliz y castradora en el fondo no es sino una sociedad que no se acepta a s misma. Tenemos que trabajar y poner
un poco de nuestra parte para que cambie este estado de cosas y construir entre todos
una sociedad ms abierta, ms respetuosa, ms libre y a ser posible ms feliz. Hablo de
felicidad inteligente, no me refiero a esa felicidad tonta que venden los programas basura de la televisin, sino a la verdadera felicidad, aquella que viene derivada de vivir en
paz contigo mismo y con los dems, en una sociedad de iguales. Una felicidad que viene
de saber que la sociedad, desde la madurez colectiva y con una conciencia crtica de la
realidad, siempre puede ir a mejor, siendo ms inclusiva y respetuosa con las personas
para que todos, absolutamente todos, quepamos dentro de ese crculo imperfecto y diverso que es la vida.
Gracias especiales a mis amigos y a mi marido Marce, por su amistad y su amor, porque
esta energa que me regalan y me transmiten cada da me da fuerza para luchar y tratar
de hacer las cosas un poco mejor.
Este libro ha sido posible gracias al trabajo de las personas que han colaborado altruistamente en l. Sin todos y cada uno de los/las autores/as que han accedido a dedicar una
parte de su tiempo a escribir un artculo, este libro no existira, y adems tampoco tendra
razn de ser.
Gracias a Georgina Beyer, maor, transexual y diputada neozelandesa, primera alcaldesa
transexual y primera diputada transexual del mundo, a quien entrevist para la revista
Zero en 2002.
Gracias a AET-Transexualia, a Noelia Mariani, a Cristina Jimnez y a Javier Gmez por su
trabajo, su colaboracin, su amistad y su constante apoyo para que proyectos tan necesarios como este lleguen a buen puerto. Ellos y ellas hacen posible lo imposible con su
trabajo y su esfuerzo.
Gracias a mi familia, mi madre, hermanas, cuados y sobrinos/as por el cario que me
dan, algunas de estas personas desde hace casi cincuenta y cuatro aos.
NDICE
Introduccin
Los Derechos de las Personas Trans.................................................... 15
AET-Transexualia
Desde la medicina
Protocolo de Actuacin con Personas Transexuales en la
UTIG de Madrid.................................................................................................. 33
Jos Miguel Rodrguez Molina, Nuria Asenjo Araque, Antonio Becerra
Fernndez y Mara Jess Lucio Prez.
Desde el derecho
Los Derechos de las Personas Transexuales en Espaa........... 43
Manuel Rdenas
Desde la sociologa
Continuidad o Discontinuidad de Sexognero................................49
Kim Prez Fernndez-Fgares
Desde la literatura
Transexualidad y Hormonas Literarias............................................... 73
Eduardo Nabal Aragn
Desde el teatro
Transexualidades Teatrales: del Mito a la Realidad..................... 79
Carlos Rodrguez Alonso
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In Memriam...................................................................................................... 105
Jess Benjamn Faras Rojas
Desde la televisin
Lo Trans en la Tele..........................................................................................115
Mariola Cubells
Desde el cine
Boquitas Sin Pintar:
Lo Trans en el Cine Espaol y Argentino............................................119
Eduardo Nabal Aragn
Desde el arte
Transformistas, Travestis, Transexuales, Travelos, Drag
Queens, Drag Kings y Mujercitos...........................................................147
Juan Redn
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ndice
El Libro de Daniela.........................................................................................173
frica Pastor Espuch
Voces literarias
Imaginarse Transexual............................................................................... 207
Eduardo Mendicutti
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Introduccin
Los Derechos de las Personas Trans
AET-Transexualia
Nunca encontr un grupo ms estigmatizado y daado psicolgicamente y a la vez tan lleno de humanidad.
Ana Gmez
Psicloga especialista en diversidad sexual y gnero. Coordinadora del grupo
de psicoterapia y apoyo mutuo mixto de AET-Transexualia.
Desde el mismo da de su fundacin, AET-Transexualia ha procurado establecer un vnculo cercano con los responsables sociales construyendo
y tendiendo puentes de dialogo e intercambio de experiencias con todos los sectores. Desde aquel 17 de agosto de 1987 no hemos dejado
de aportar ideas y trabajo para volcarlas a multitud de actividades, entre
ellas este libro que usted tiene en sus manos.
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La realidad de las personas transexuales es muy distinta a lo que la mayora cree. Hablamos de un colectivo al que todava se relaciona ms
con el espectculo y la pornografa que con los problemas de exclusin
social: rechazo familiar, prdida de amistades y relaciones afectivas o
discriminacin laboral. Y, en muchos pases, persecucin, tortura y muerte por asesinato. Una realidad ignorada, desconocida e incluso cuestionada, que da como resultado a un colectivo estigmatizado que vive en
permanente riesgo de sufrir estrs fsico y emocional.
Cuando las personas transexuales manifiestan pblicamente su identidad, se enfrentan a una presin social y laboral enorme, y en su entorno
familiar atraviesan un proceso de aceptacin complejo y difcil. Es en estos escenarios donde aparece la transfobia por miedo, odio e ignorancia. Y actitudes prejuiciosas negativas como el acoso escolar o el aislamiento, pasando por la discriminacin laboral o social y terminando con
la violencia.
Con este libro que aqu presentamos, queremos contribuir a mostrar una
visin multidisciplinar sobre diversas reas de trabajo o actividades ldicas que merece la pena conocer, comprender y difundir. Pretendemos
enviar un mensaje con experiencias personales y colectivas que contribuyan a difundir la realidad de una minora muy desconocida y que posibilite obtener herramientas y marcos conceptuales con los que abordar
la insercin social y laboral de unas personas con unas necesidades y
caractersticas muy especficas.
Desde 2009 venimos impulsando un programa de insercin sociolaboral
para seguir luchando contra la discriminacin, creando un proyecto de
integracin con ayudas pblicas y privadas, sin olvidarnos de promover
la visibilidad transexual, la divulgacin de nuestros derechos y el afianzamiento de la autoestima de hombres y mujeres transexuales a travs de
grupos de terapia y autoayuda.
Uno de los fines de nuestros estatutos, y por el que fue creada esta Asociacin, habla de El derecho a vivir de acuerdo con nuestra propia identidad sexual y de gnero en base al respeto a la dignidad humana y al
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Introduccin
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Para entender la transfobia no basta con hacer estadsticas de asesinatos, suicidios, despidos improcedentes o abandono escolar (que ni
tan siquiera se hacen). Como hemos visto, se trata de una violencia
que no siempre deja cicatrices visibles, que consiste en invisibilizar y
presentar un mundo en el que lo normal y lo mejor es ser un hombre si
has nacido con genitales masculinos y ser una mujer si han sido femeninos; creando un marco en el que la identidad trans no es pensable, un
mundo en el que se nos quiere convencer de que no somos normales.
Y si existimos, es por un error de la naturaleza.
Otras miradas posibles. Transexualidades.
Miquel Miss
La sociedad humana no est formada por un ncleo duro de normalidad al que le salen abscesos laterales, imperfectos e indeseados. La
sociedad humana es un entramado complejo compuesto de hombres,
mujeres, jvenes, viejos, sanos, enfermos, de distintas razas, orientaciones sexuales, particularidades fsicas, etc. Ese heterogneo paisaje es
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Introduccin
coincide con sus genitales de nacimiento y entonces estaramos hablando de una persona trans. En realidad, la pregunta ltima es: Qu es un
hombre y qu es una mujer? y otra pregunta posible sera: Tenemos la
obligacin de identificarnos con uno u otro gnero? Porque la realidad
es que hay muchas personas que no se identifican del todo con ninguno de los dos gneros. Y, sin embargo, al parecer es una obligacin social pertenecer y comportarse de acuerdo a las normas que determinan
lo masculino o lo femenino. El marcaje del gnero, la sealizacin del
gnero, es algo que se hace a una nia o a un nio nada ms nacer. Se
les ponen ropas azules a los nios o de cualquier otro color excepto el
rosa y generalmente se les ponen ropas de cualquier color a las nias,
excepto azules, pero sobre todo de color rosa. El color rosa est prohibido para los nios porque la ausencia de ese color es lo que los identifica como nios y viceversa. Luego estn los pendientes, que enseguida
marcan a una nia como nia (como si se tratara de ganado) y as nadie
pensar que es un nio. De ese modo, si visitas un parque infantil lleno
de bebs, enseguida podrs deducir quines son nios y quines son
nias, porque socialmente han sido marcados casi desde el mismo momento de su nacimiento.
Aunque parezca absurdo, con las mascotas ocurre otro tanto. Desde
que tengo un perro, una de las preguntas que ms he tenido que escuchar en la calle, en esos numerosos encuentros casuales entre perros y
sus dueos, es: Es perrito o perrita? Es cierto que los perros del mismo gnero suelen tener, a veces, conductas ms agresivas entre ellos y
que por eso los dueos, para curarse en salud, prefieren no acercarse o
estar alertas para prevenir posibles enfrentamientos que pueden acabar,
en el peor de los casos, en heridas o rasguos, algo que afortunadamente es bastante infrecuente. Pero desde el principio me llam la atencin esta obsesin por determinar y conocer el gnero de una mascota.
Como mi perro es pequeo y de aspecto dulce, todo el mundo presupone que es una perrita y en principio as le tratan a veces, incluso sin
preguntar. Yo antes de comenzar a preparar este libro me indignaba
un poco de broma y les deca que para nada era una perrita, que era un
perrito. Ahora en cambio les dejo que le atribuyan el sexo que quieran
y me da igual. Ahora para m no es importante si es un perro y le llaman
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Introduccin
Introduccin
de ser para adaptarme a lo social, para no ser marginado. Desde pequeo me sent un nio diferente sin saber los motivos. Solo saba que no
me gustaba jugar con los otros nios a juegos violentos, que me gustaba
dibujar y escribir poesa y que peda a mis profesores poderme quedar
en clase durante los recreos, no recuerdo si por miedo a sufrir la violencia de mis compaeros o por miedo a no saber cul era mi lugar en el
patio de recreo no supe lo que era la homosexualidad hasta mucho
ms tarde, quizs hasta los diecisis aos, pero s saba que era distinto.
Sin embargo, se supone que los dems s saban que era marica. Supongo que lo saban aquellos que me agredan e insultaban con frecuencia,
ya con su violencia trataban de castigarme y de corregir mi amaneramiento.
Me siento plenamente identificado con el personaje que interpretaba
Kevin Kline en la pelcula In & Out, que dirigi en 1997 Frank Oz. Solo
que l era un cuarentn y yo tan solo un adolescente. En esa pelcula
el profesor de literatura inglesa Howard Brackett es sealado por un ex
alumno, durante la ceremonia de entrega de los Oscar, como un hombre
gay. Algo de lo que al parecer l no se haba dado cuenta hasta ese momento, ya que estaba a punto de contraer matrimonio con su novia de
toda la vida. A partir del momento en que su ex alumno le saca del armario, comienza un va crucis para este hombre y una de las cosas que se
le ocurre hacer para solucionar el problema es masculinizarse porque,
al parecer, lo que ocurra era simplemente que tena un aspecto y unas
maneras demasiado femeninas. Por eso compra un divertido mtodo
de masculinizacin que trata de corregir su afeminamiento. Cuando vi
esa escena yo tena 36 aos e inmediatamente me reconoc. Yo haba
hecho aquello mismo veinte aos atrs cuando mis amigos adolescentes (no los que me pegaban o insultaban, sino mis amigos de verdad) me
comenzaron a decir que deba ser menos amanerado, que mova demasiado las manos, que gesticulaba o gritaba demasiado o sea que no era
lo suficientemente masculino y deba modificar esa conducta ms propia
de mujeres que de hombres. Ellos no me llegaron a decir si no cambias
dejars de ser nuestro amigo, pero en realidad es lo que sientes que te
estn diciendo y uno de los peores terrores adolescentes es la soledad
y la marginacin; que te dejen de hablar tus amigos, porque eso es el fin
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Introduccin
sin gnero definido. S, soy consciente de ello, que esto no es del todo
cierto porque me identifico ms o menos con las maneras de mi gnero,
siempre que no expresen violencia. Pero, por ejemplo, no conduzco un
coche, no tengo un buen sentido de la orientacin, no me preocupa en
exceso lo que me pongo, ni cuido especialmente mi piel con cremas de
ningn tipo. Tampoco estoy en forma, ni intento estar delgado y ms an
desde que me asum como perteneciente a la tribu urbana de los llamados osos o, lo que es lo mismo, el club en el que encajamos los hombres gordos y peludos. Quizs no soy exactamente una persona sin
gnero, pero s es cierto que no recib por parte de mi padre un adoctrinamiento en las conductas habitualmente atribuidas a los hombres. No
recuerdo que mi padre me llevara a bares, ni que me hablara de mujeres
o tratara de que me gustaran las mujeres l mismo no haca comentarios sobre ellas, ni intent condicionarme para que me gustaran el ftbol y en general ese tipo de cosas supuestamente masculinas que se
supone que les gustan a los hombres heterosexuales. As es que pienso
que tuve como padre a un hombre con una masculinidad de perfil bajo
que quizs influy en la ma propia o no, quizs nunca lo sabr con exactitud.
La preparacin de este libro me ha hecho preguntarme si para m sera
posible llevar una vida de mujer, actuar y vestir como se supone que lo
hace una mujer. Al fin y al cabo, convertirte en una mujer (la posibilidad
de hacerte pasar por una mujer, aunque solo fuera por unas horas) es
una fantasa que todo hombre (sobre todo si es homosexual) ha tenido
en algn momento de su vida ante la imposibilidad (a veces convertida
en posible) de ligar con un determinado hombre heterosexual. Si pienso
en una mujer que se viste y se maquilla todos los das de una determinada manera para ir al trabajo o para salir a la calle creo que no me veo. Si
pienso en una mujer menos femenina, menos estereotipada, que viste
de mujer de manera parecida a como yo me visto para ser hombre, sin
unos excesivos atributos de gnero y sin necesidad de maquillarme, la
verdad es que creo que s, que sera capaz maana mismo de salir a la
calle con un vestido y comportarme de una manera femenina. Pero tampoco tengo claro que una mujer tenga que actuar de una determinada
manera. Tengo que reconocer que no s en qu se diferencian o por
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qu se diferencian un hombre y una mujer. Si yo llevara a partir de maana una falda y un bolso seguira siendo yo, pero creo que me permitira
a m mismo tener ms pluma, en definitiva ser ms femenino o simplemente tener y desarrollar la gestualidad que me diera la gana, sin miedo
a que mi comportamiento despertara el recelo de mis compaeros de
metro, autobs, de la cola del cine, de sala de espera del mdico o cualquier otro lugar en el que me encontrase. Para m vestirme de mujer me
hara recorrer el camino a la inversa. Ese que me llev desde aquel nionia que era yo, al hombre gay-osuno que hoy da soy. Vestirme como
una mujer quizs sera como recorrer un nuevo camino, o como recorrer
el mismo, pero esta vez en sentido inverso. Esta vez hacia lo femenino.
En un mundo ideal no sera necesario el binarismo hombre-mujer. En
una sociedad ideal la ciudadana estara compuesta de personas que no
tendran que comportarse de una determinada manera para ser aceptadas. Ramn podra vestir hoy como mujer y maana como hombre. Mara podra actuar hoy como mujer y maana como un hombre. Por qu
tenemos que actuar todos los das de la misma manera? Por qu no
podemos sentirnos un da ms masculinos o ms femeninos? No son
acaso la masculinidad y la feminidad unos trajes culturales (una construccin cultural) que nos ponemos y nos quitamos segn nos encajen ms
o menos, segn los necesitemos o no? El mismo hombre es ms femenino como padre o marido que como compaero de trabajo o cuando
se pone a jugar al ftbol. En un mundo ms perfecto que este de ahora
mismo nadie se sentira marginado porque no habra modelos. Cada uno
vestira como quisiese y actuara como sintiera, ms mujer, ms hombre
tambin la orientacin sexual sera libre, claro est, de ese modo las personas se enamoraran de personas e intuyo que la bisexualidad sera,
quizs, dominante en ese tipo de sociedad porque no habra barreras infranqueables entre gneros y el deseo fluira ms libre entre pantalones,
bragas, faldas, blusas, calzoncillos, sujetadores, medias, ligueros independientemente de que lo que hubiera debajo fueran vulvas o penes,
testculos o cltoris, generosas tetas o pechos planos, vaginas o anos.
En esta sociedad en plena (aunque lenta) transformacin en la que vivimos, pero an muy lejana de la sociedad ideal de la que hablaba, los
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Introduccin
Introduccin
Por eso mismo creo que la sociedad debera poder entender que un
colectivo que forma parte de ella, necesite adaptar su cuerpo a lo que
le dicta su cerebro y que necesite vivir de acuerdo a un gnero que
no han elegido, sino que les ha venido de fbrica, pero sin el equipamiento adecuado, por decirlo de algn modo. Adecuado sobre todo
para poder encajar en el statu quo actual. Un mundo cada vez ms desprejuiciado respecto a los cambios fsicos, debera entender mejor que
una persona necesite unos retoques o un cambio fsico importante
cuando lo que est en juego es su salud psicolgica y su vida social.
A las personas que se resisten a entender la realidad trans no es tan
difcil, pero otorgumosles el beneficio de la duda les dira que comprenderla sera mucho ms fcil si todos y cada uno de nosotros fusemos capaces de aceptar que cada persona es nica y que ms all
de clasificaciones, definiciones, encasillamientos y estereotipos cada ser
humano tiene unas caractersticas que le hacen diferente y que la felicidad de una persona tiene ms que ver con que se respete su forma de
entender y vivir la vida o la relacin con su propio cuerpo y su sexualidad que con cualquier otro bien que pueda poseer.
Todos tenemos mltiples identidades hombre, mujer, anciano, albail, arquitecta, abogado, alto o bajo, espaola o italiana, aficionado al yoga,
montaera, madre o padre pero parece que ser una persona trans hiciera invisibles todas las dems caractersticas de esa persona. Como si
el hecho de ser trans fuese lo nico que contase para los dems. Como
si ser una persona trans anulase sus dems seas de identidad y por
ese hecho dejase de ser, por poner un ejemplo, mujer, abogada, madre,
casada, espaola, aficionada a la msica clsica y a la natacin.
Gran parte de la cuestin trans (la transfobia) se solucionara sin el actual binarismo. Si la sociedad entendiese que los rganos genitales no
definen una actitud masculina o femenina de entrada, sino que hasta
que una persona no define su identidad de gnero no hay por qu atribuirle una u otra identidad. La sociedad tiene que entender que se puede ser mujer teniendo pene y hombre con una vulva. Incluso que puede haber personas que no necesitan esta identidad para vivir y pueden
transitar de un gnero a otro sin desear mantenerse en uno concreto. Se
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Desde la medicina
Protocolo de Actuacin con Personas
Transexuales en la UTIG de Madrid
Jos Miguel Rodrguez Molina (1 y 2), Nuria Asenjo Araque (1), Antonio Becerra
Fernndez (1 y 3) y Mara Jess Lucio Prez (1).
(1) UTIG Madrid, Hospital Ramn y Cajal de Madrid.
(2) Universidad Autnoma de Madrid.
(3) Universidad de Alcal; Alcal de Henares (Madrid).
La transexualidad
La transexualidad ha sido definida de diferentes formas. El DSM-II (American Psychiatric Association, 1952) inclua los casos de transexualismo
como desviaciones sexuales dentro de los trastornos de orientacin
sexual y el travestismo, que estaban a su vez incluidos dentro de los
Trastornos de la Personalidad. En el DSM-III (American Psychiatric Asso-
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Desde la medicina...
Desde la medicina...
mayores y otros adultos), segn Goiar, Sannier & Toulet (2005). En la pubertad, el aprendizaje de la identidad sexual prosigue, con gran influencia
de los modelos mediticos (cine, televisin) y del grupo de iguales (Hollander, 2000). Las primeras experiencias amorosas o sexuales contribuyen en gran medida en la construccin de dicha identidad. No obstante,
la construccin de la identidad sexual o de gnero prosigue a lo largo de
toda la vida. A veces se denomina a la identidad sexual sexo sentido.
Por lo explicado anteriormente, es de vital importancia el abordaje psicoteraputico temprano partiendo de la hiptesis de construccin de la
identidad. Se realiza un acompaamiento teraputico para facilitar el proceso de autorrealizacin y orientacin en la construccin de la identidad
sentida por la persona. En este punto es muy importante diferenciar identidad de orientacin sexual. La orientacin sexual es la atraccin hacia
un sexo u otro. La identidad es sentirse y vivirse dentro de un sexo u otro
(Halderman, 2000). Como hemos apuntado anteriormente, la psicoterapia
para reconducir a la persona transexual hacia la asuncin de la identidad
de sexo correspondiente a su sexo biolgico ha sido un completo fracaso (Vandenburgh, 2009), lo que pone en tela de juicio esta visin.
Otra hiptesis (Swaab, 2007) considera que el problema tiene su origen
en etapas tempranas del desarrollo embrionario y fetal. La diferencia en
el tiempo entre el momento de la asignacin de un sexo gonadal (en la
octava semana de gestacin) y la asignacin de un sexo cerebral (en la
vigsima semana) posibilitara que, si en ese lapso de tiempo aparece
una alteracin, por ejemplo de origen hormonal, se diese esta dismorfia.
As, se desarrollaran los genitales en consonancia con el sexo cromosmico, pero alguna alteracin posterior, por ejemplo de los niveles de testosterona, hara que se produjese la asignacin sexual cerebral al sexo
contrario.
Estamos por tanto ante un problema de origen biolgico (geneticoneuroendocrinolgico) y contenido biopsicosocial y no de una enfermedad
mental y en el que los trastornos psicolgicos seran subsecuentes al
problema y no la causa. Los sistemas de clasificacin diagnstica nos
seran igualmente eficaces si nos movemos en este enfoque, aunque
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se trataran ahora como consecuencias del trastorno y no como un trastorno en s mismo porque, aunque estos datos sugieren un peso biolgico en el origen del problema, an no sabemos cul es el detonante
de la percepcin de disforia por parte del paciente. No parece que la
presencia de ciertos ncleos del hipotlamo correspondientes a un cerebro del sexo contrario sea por s misma suficiente como para que el
sujeto se sienta pertenecer de forma automtica a ese sexo incluso sin
saber nada al respecto. De hecho, Money pretendi haber demostrado
el mayor peso de la educacin comparado con el peso de los factores
biolgicos en el desarrollo de la identidad de gnero, si bien sus estudios con dos gemelos monozigticos uno de ellos castrado y el otro no
y educados por separado como nia y nio, respectivamente, son controvertidos an hoy en da (Castillo Robles, Priego Cuadra, & FernndezTresguerres, 2002). Las hiptesis ms completas, todava en investigacin, apuntan a que debe de haber algunos factores en su desarrollo
psicosocial, construccin de identidad sexual y en su historia de aprendizaje producida a travs de su experiencia con el medio ambiente familiar o social que disparan este problema.
Desde la medicina...
para ello). El usuario debe realizarse controles analticos u otros, prescritos por el endocrinlogo de la Unidad antes y durante todo el proceso de hormonacin. Este proceso debe durar toda la vida del paciente
(aunque a edades muy avanzadas a veces los endocrinlogos lo van retirando paulatinamente).
El periodo de tratamiento hormonal previo a la derivacin para cirugas
es de al menos dos aos. En este tiempo, el cuerpo del usuario se va
adaptando de forma que las cirugas se produzcan cuando el cuerpo
previsiblemente ya no va a cambiar ms y no antes, lo que supondra un
riesgo de tener que repetir dichas cirugas. A su vez, en este tiempo el
sujeto va adaptndose a los nuevos roles y superando con ayuda de los
psiclogos los hitos que se van presentando.
Intervencin individual
Intervencin con la familia
Intervencin con la pareja
Grupos de familiares
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Desde la medicina...
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Vanderburgh, R. (2009): Appropriate therapeutic care for families with prepubescent transgender/gender-dissonant children, Children and adolescent
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Desde el derecho
Los Derechos de las Personas Transexuales
en Espaa
Manuel Rdenas
Espaa ha experimentado profundas transformaciones polticas y sociales en el campo de la igualdad de las personas LGBT. Si en algn sector de la sociedad podemos observar numerosos indicadores de la evolucin, es en el de las personas trans. Se han apreciado considerable
avances, en diversos mbitos, si bien no todos los necesarios para conseguir la plena igual social.
En marzo de 2007, se aprob la Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora
de la rectificacin registral de la mencin relativa al sexo de las personas, con lo que tras haber sido objeto de demanda durante dcadas y
ser uno de los problemas principales de las personas transexuales, quedaba resuelto algo que hasta entonces provocaba cuantiosas y reitera43
das situaciones de discriminacin a las personas transexuales y dificultades para la modificacin de la documentacin al no estar acorde con su
identidad de gnero. Hasta la fecha, solo en aquellos casos en los que
la persona interesada se haba sometido a un proceso de reasignacin
quirrgica y tras un largo camino judicial poda obtener el ansiado cambio de nombre y sexo en la documentacin. No obstante, existe, en la
actualidad, una reivindicacin importante para que los requisitos legales
exigidos se modifiquen en concordancia tambin con una exigencia de
despatologizacin de la transexualidad liderada por parte del movimiento asociativo.
La trayectoria por la que han pasado muchas personas transexuales en
la segunda mitad del siglo xx incluye situaciones que abarcan desde el
propio rechazo personal, familiar, social La persecucin legal, los arrestos policiales, la crcel (como vctimas de la Ley de Vagos y Maleantes
primero y la Ley de Peligrosidad Social despus), detenciones arbitrarias
ya en los aos ochenta como consecuencia de la Ley de Escndalo Pblico. En definitiva, una persecucin legal que retroalimentaba el prejuicio y el estigma social.
Hoy en da, Espaa se ha convertido en centro receptor de personas
transexuales de diversos lugares del mundo que abandonan sus lugares de origen en busca de un espacio de libertad, seguridad, desarrollo y crecimiento personal. La evolucin que ha vivido la sociedad espaola es un reclamo aunque no exento de dificultades y problemas. La
transexualidad junto con la homosexualidad es ilegal en ms de ochenta pases del mundo, generando procesos de migracin por razn de
la identidad de gnero y episodios de huida, abandono y bsqueda de
otros espacios con mayor grado de libertad. Un procedimiento de solicitud de asilo ms gil, con una informacin ms accesible, as como la
formacin continua de todos los agentes intervinientes en el proceso de
concesin de status de asilo sera conveniente y deseable para todas
aquellas personas que demuestran haber sufrido una persecucin por
razn de su identidad de gnero para, finalmente, facilitar su integracin
social.
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Desde el derecho...
Desde el derecho...
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Desde la sociologa
Continuidad o Discontinuidad de
Sexognero
Kim Prez Fernndez-Fgares
Desde la sociologa...
Desde la sociologa...
te. Es algo ms: no femenina, sino feminizante, acercndome a la condicin de mujer sin llegar a ella.
Cuando hablo de menores trans, refirindome a su identidad, hablo de
nios trans, de nias trans y de nies trans. Los primeros se saben varones, las segundas se saben mujeres, les terceres se saben ambiges.
A medida que vayamos comprendiendo colectivamente esta realidad,
las madres y padres dejarn de usar valoraciones binarias, pero que
no corresponden a la realidad, como yo crea que tena un nio, o una
nia, pero tena una nia, o un nio, y sabrn que tienen en la realidad
no binaria un nio trans, una nia trans, o une nie trans.
Esta es la realidad, si nos entristece o nos alegra; es la santa realidad,
que debe ser respetada para no entrar en la irrealidad y que aparezcan
sorpresas que nos asombren.
Cada nio trans, o nia trans, o nie trans entra en dilogo con su propia
realidad. El dilogo ser tanto ms libre cuanto que sea libre, cuando se
vea fuera de cualquier represin que obsesiona por ser represin.
Es completamente distinta la experiencia de quien ha podido vivir desde
su niez conforme al gnero deseado de la de quien ha vivido una niez
soada.
Pero les nies trans pueden encontrarse desconcertades en una clase
donde son considerades nios o nias cuando se ven a s mismes como
nies. Ser su propia experiencia la que les lleve de lo sencillo a lo complejo. Alrededor de mis diez aos, pens que hubiera sido ms feliz si
hubiera nacido nia para poder ir al colegio de las nias que haba antes
de llegar al mo de nios donde era tan desgraciada. Estoy segura de
que hubiera sido as, hubiera sido mucho ms feliz, pero no habra dejado de sentir a las nias sutilmente distintas de m. Ojal yo, ahora, hubiera podido explicarme a m antes: Eres bastante femenina, pero no eres
una nia, eres une nie.
54
Desde la sociologa...
Las nias trans a menudo aman con espontaneidad y emocin a los varones, como muchas otras nias. Al acercarse a la adolescencia, puede
ser que encuentren dificultades propias con los varones, ms an que
los adolescentes homo. Entonces, a algunas se les presenta un dilema
prctico entre identidad y orientacin, y puede ser que decidan sacrificar voluntariamente su identidad con tal de no perder posibilidades de
amor. Como me deca un joven de aspecto masculino, yo me siento
mujer, pero no necesito vivir como mujer. Quiz se sintiera mujer en el
amor, y este sentimiento le fuera suficiente.
En cuanto a los hombres trans, se conoce como paradigmtica la historia
de Thomas Beatie que, habindose hormonado y practicado una mastectoma, ha decidido concebir y parir varios hijos sin menoscabo de su
masculinidad de gnero. Es el mismo caso de los llamados hombres/
mam en Ecuador, tradicionales, que visten como varones, trabajan
como varones, son llamados como varones, y aceptan los embarazos y
los partos.
Por eso, los nios trans, las nias trans, les nies trans tienen experiencias no binarias que les ofrecen posibilidades que deben ser respetadas.
Es decir, la realidad es compleja. No solo las personas transexuales solemos ser intersexuales en el plano cerebral, pues nuestro cerebro es
de un sexo y el resto de nuestro cuerpo, de otro, siendo el cerebro realmente el primero de los rganos sexuados puesto que dirige la conducta, y la conducta y la identidad que resultan de la naturaleza de estos cerebros pueden estar ms o menos definidas, siendo masculina, femenina
o neutra.
Esta realidad compleja no la conoce nuestra cultura binarista, que simplifica. Lo mismo que solo concibe la existencia de hombres y mujeres,
solo puede concebir la de hombres y mujeres trans.
De manera que, a las apariencias sexuadas en trminos binarios que
entran como primer elemento en la definicin de transexualidad, se su55
perpone un solo continuo de feminidad/masculinidad cerebrales que depende de la cantidad de andrgenos recibidos por el cerebro, que en
algunos de sus valores ms altos en personas XX y ms bajos en personas XY, segundo elemento de la definicin, da lugar a la transexualidad.
Por tanto, la definicin ms completa de persona trans sera hombre XX
masculino, mujer XY femenina, intersex XX masculinizante o intersex XY
feminizante.
Mientras que lo masculino o lo femenino es bien distinguible, en primer
lugar por la propia conciencia de la persona que ve en cada una de esas
realidades su naturaleza, lo masculinizante o lo feminizante suele presentar cualidades nicas, frmulas singulares, que sumen en la confusin respecto a la clasificacin binaria a las personas que las sienten,
creando vacilaciones identitarias, porque intentamos entender binaristamente lo que no es binario.
Por tanto, la cuestin entre integracin o marginalidad depender de
hasta qu punto nuestra futura cultura aprenda que la realidad sexogenrica no es binaria. Si el nobinarismo (quiz se le llame continuidad,
en trminos positivos) llega a ser un criterio comprendido por las mayoras, habr integracin; si las mayoras siguen siendo binaristas, o discontinuistas, habr marginalidad.
No es difcil ser continuista o nobinarista: lo sigue siendo, como herencia de la cultura india, la ciudad de Jutitn, en Mxico, donde hay muxes
desde hace siglos, personas nacidas con apariencia masculina que deciden llevar una vida femenina. Naturalmente, en siglos anteriores no se
hormonaban ni se operaban, pero eran aceptadas como mujeres en la
vida social y podan casarse con hombres o con mujeres. No es nada difcil; lo nico necesario es tener una mente abierta para comprender que
la realidad que todos vemos a nuestro alrededor es la realidad natural.
56
En la actualidad, la transexualidad y las rupturas de las normas de gnero estn siendo ms visibles en la sociedad del Estado espaol que
en ningn otro momento. Si introdujramos el trmino transexualidad
o trans en cualquier motor de bsqueda como Google, encontraramos
miles de resultados que incluyen organizaciones, noticias de prensa,
reportajes de todo tipo, libros, pelculas, cuestiones de salud e incluso
contenidos pornogrficos. En menos de unos segundos, accedemos a
todo tipo de contenidos y, a pesar de esta hipervisibilidad en la red, as
como la gran cantidad de noticias y pelculas que abordan la transexualidad de una forma ms o menos estereotipada, es evidente que an no
hay suficientes imgenes positivas de las personas trans que sean plurales y muestren la heterogeneidad de nuestras vivencias.
Las identidades trans aparecen en todas las sociedades, en todos los
momentos de la historia, aunque no las llamaramos as ni las entenderamos exactamente como concebimos esta categora ahora. Sealan a
aquellas personas que no se sienten a gusto en el sexo asignado en
57
el nacimiento, ese ser mujer u hombre segn se declara en su Documento Nacional de Identidad y su partida de nacimiento. Son personas
cuya expresin o identidad de gnero difiere de las etiquetas sociales
tal y como las hemos construido en nuestra sociedad actual, bajo los
significantes de mujer y hombre. Por otra parte, la identidad es una
experiencia compleja que engloba cmo sentimos y que puede ir desde si estamos conformando y reafirmando, o no, las expectativas sobre
nuestro comportamiento, que se basan en qu atribucin hacemos a las
categoras mujer y hombre. Puede incluir no sentirse dentro de ninguna
de estas dos categoras (mujer/hombre) o sentir la identidad de gnero
opuesta a la sealada. Tambin puede implicar tener actitudes y roles
sociales determinados, presentarse socialmente de forma ocasional o
permanente de un gnero distinto al asignado, o vivir todo tiempo en el
gnero elegido. Puede incluir la modificacin corporal, o no, a travs de
hormonas, cirugas menores o mayores. Y puede que se haga a veces o
puede que sea un viaje de transicin que dura toda tu vida. Una persona
trans puede tener un aspecto masculino o femenino, puede ser un varn
trans o una mujer trans, o puede rechazar incluso ser categorizado dentro de alguna de estas dos opciones. Puede autodenominarse de muchas maneras, ya que no todas las experiencias trans son iguales.
En los estudios trans y siguiendo el trabajo de Susan Stryker al definir
la transexualidad, dice que se refiere a aquellas personas que se alejan
del gnero que se les asign al nacer. Personas que cruzan las fronteras
que son construidas por su cultura para definir los patrones de lo que es
apropiado para los hombres o para las mujeres (Stryker, 2008). Algunas
de ellas se alejan del gnero que se les asign al nacer porque tienen
un fuerte sentimiento de pertenencia a otro gnero, en el que creen que
vivirn una vida mejor o ms autntica. Otras personas desean situarse
en otro lugar, un espacio que an no est claramente definido o que no
est sealado como perteneciente a un gnero en concreto, un lugar
fronterizo a menudo cuestionado por una sociedad como la nuestra, que
necesita clasificar rpidamente a todo el mundo.
Hay personas que simplemente sienten la necesidad de romper con
las expectativas convencionales que estn ligadas al gnero y que se
58
Desde la sociologa...
y hombres, no hacen sino reforzar la importancia social que se le concede a la categora gnero.
Es posible que parte de nuestra sociedad siga pensando que la sexualidad, la identidad y la (des)identificacin con los roles de gnero son temas tabs, especialmente cuando se refiere a la juventud o la infancia.
Estas reticencias contrastan con la importancia que tiene la diversidad
de la ciudadana de nuestras sociedades, de todas las edades. Hace
ms evidente que convivimos con mitos e ideas errneas que dificultan
la aceptacin de las personas trans*. Y ms an si son jvenes. Bajo el
mito de la inocencia de la infancia y su proteccin, los y las menores
son desposedos de su derecho a poder disentir con las expectativas
que los adultos proyectamos sobre ellos y ellas.
Muchos jvenes luchan por mostrar cmo se sienten, buscando la aceptacin de su entorno y generando un importante debate sobre cmo
concebir su realidad o cmo autodenominarse frente a una sociedad llena de etiquetas para los jvenes que rompen las normas. En este texto,
me centrar precisamente en hacer una breve aproximacin a la realidad de las personas jvenes y adultas trans* a travs de una pequea
investigacin. Para ello, he realizado veinte entrevistas a jvenes y jvenes adultos trans*, entre 2010 y 2014, en diversas ciudades de la geografa del Estado espaol. En esta investigacin aparece que ellas mismas
identifican sus principales necesidades, vinculadas con cmo mostrar
sus sentimientos, transicionar a una vida que proyectan como mejor y
ms digna, la importancia de los estudios y el mbito laboral, as como el
reconocimiento de su entorno ms inmediato, entre otros temas.
Desde la sociologa...
Desde la sociologa...
apoyo de su parte y pensado sus opciones si no era as. Para otros jvenes, contar con el apoyo de su familia es importante, pero se enfrentan a
otros retos:
Yo es que he tenido mucha suerte, por una parte, porque mis padres
son muy de izquierdas y eso Pero an as les ha costado, porque una
cosa es que yo hubiera sido gay y otra esto. Pues no se lo esperaban y
ahora son mis mejores aliados. Chica trans*, 24 aos.
Mis padres lo saben desde que soy bien pequeo y me han acompaado en todo este proceso, primero con los bloqueadores que me sentaban fatal, luego con las hormonas y aqu en la asociacin, pero no te
creas que soy el ms joven, hay uno que es muy pequeo () Ya me
hubiera gustado a mi decirlo de tan pequeo. () Me conoce todo el
mundo, no slo en mi pueblo, incluso cuando voy por ah, pues la gente
habla de m, lo s porque cuando paso miran para el suelo, me hacen
preguntas. A veces me sealan con el dedo y yo s que es porque soy
trans, pero claro es que me han visto con una bandera en el escenario y
hablando de esto. Chico trans* 17 aos.
Las expectativas que proyectan las familias sobre los jvenes son importantes para sus hijos, que temen defraudar a sus familias, a veces tratando de compensarlo a travs de otras formas socialmente valiosas de
reconocimiento como es el xito acadmico o profesional. Como afirmaba una chica trans* de 26 aos, no solo era una forma de enfrentarse al
acoso escolar y formar parte de lo aceptable, sino tambin una forma
de que las familias puedan reconocerlos en positivo. Otra chica afirmaba
algo similar:
Yo decid ser la persona que lo saba todo (). Siempre iba en chndal
al instituto, con las mangas tapndome hasta casi las manos. Me senta
ms segura as, como si no me vieran, bueno ms bien seguro entonces
(). Pasaba las tardes y los fines de semana estudiando, para poder enfrentarme a todos. Los compaeros me pedan ayuda con los deberes,
aunque no haca amigos y los profes me dejaban en paz. Chica trans*
de 26.
63
Por otra parte, para los jvenes trans*, el peso que supone romper las
normas de gnero y enfrentarse a la presin social por cumplir con las
mismas puede ser abrumador. Varios jvenes entrevistados mostraban
deseo de poder descansar de esta presin que supone tratar de cumplir
las normas sociales sobre el gnero, aunque sea temporalmente, o incluso luchando contra sus propios sentimientos:
Me llamaban chico-chica en el instituto, me insultaban todo el rato.
Acab la E.S.O. en ese instituto concertado, pero el director me dijo que
no vala para estudiar, que me pusiera a trabajar. Con todo lo que viva
en casa, en el colegio, no me concentraba para estudiar Perd el hbito
de estudio y a partir de ah me he sentido un intil. A los 17 aos viendo
la tele la noche de fin de ao, me propuse dejar de pasarlo mal. Me propuse cambiar. He nacido con un cuerpo de chica y tengo que ser una
chica, me dije. Me deje el pelo largo, empec a ponerme escotes. Trataba de ser una ta ms. Para pasar desapercibida. Fue la poca ms feliz
de mi vida, cuando me ment para que la sociedad me dejara en paz. Me
vesta de chica y me portaba como tal. No me insultaban, ni me acosaban. Estaba mal conmigo mismo, pero no tena que sufrir la violencia de
los dems. Chico trans* de 26 aos.
Con el objetivo de afrontar el estrs, los y las jvenes entrevistados
prueban diferentes estrategias, a modo de ensayo y error, probando el
impacto de sus opciones.
En estos contextos hostiles, puede llegar a ser comn interiorizar mensajes negativos, una transfobia interiorizada que puede redundar en una
autoimagen y autoestima negativas. Sentimientos que les pueden llevar a
negar lo que sienten, a tener respuestas un tanto pasivas como estar en
casa sin salir, ser dados a querer desconectar a su realidad, tener ideaciones negativas y haber considerado el suicidio como una opcin. Una manera de revertir estas respuestas negativas es construir vnculos positivos
con otras personas, ya sean personas de su entorno (hermanos, compaeros, profesorado, etc.) o amistades online; de nuevo los jvenes entrevistados mostraron que haber conocido gente en asociaciones haba sido
importante para relativizar sus problemas, dando sentido a sus esfuerzos.
64
Desde la sociologa...
Son jvenes que han de mostrar una fuerza importante, como para
acompaar y ensear a sus familias, amistades y profesores. Esta realidad ha sido descrita en la literatura sobre los estudios trans como the
child-taught parent, familias que aprenden a travs de sus hijos (Hill &
Menvielle, 2009). Las personas presentes en estos espacios ntimos de
socializacin manifiestan sus dudas hacia el menor y, como es evidente, no siempre le apoyan. Este abandono se puede materializar en dejar
tempranamente su hogar o su formacin escolar. Chery Moody y Nathan
Grant Smith (2013) nos llaman la atencin sobre el hecho de que tener
una sexualidad minoritaria o una identidad de gnero discordante con
la mayoritaria implica un mayor riesgo a tener pensamientos e intentos
de suicidio. Se vuelve an ms importante trabajar sobre los factores
de salud y proteccin de las personas trans*, convirtindose en un rea
emergente de investigacin, que ha dado resultados positivos con otros
grupos sociales y que supone un giro terico, al fijarse ms en las estrategias de xito. Este tipo de situaciones difciles, como las que temen y
describen las y los jvenes trans*, se pueden revertir gracias al apoyo
activo a los menores, incidiendo en cinco factores de salud, que son: a.
conectar con otras personas; b. obtener el apoyo del profesorado y de
c. otras personas adultas de su entorno; d. asistir a una escuela que trate
de ofrecer un entorno seguro; y estar en contacto con otras personas
trans* de diferentes edades (Platero, 2014).
Incluso cuando cuentan con apoyo, los jvenes trans* saben que una
cosa es decir que se los acepta y otra muy distinta es vencer los prejuicios y estereotipos, por lo que a menudo sienten cierta soledad y aislamiento con respecto al resto de sus iguales.
Despus del orgullo habl con el PIAHT, me hicieron una carta para el
instituto y habl con el tutor, con la orientadora, para introducir el tema
en clase. Tena 18 aos recin cumplidos. Mis padres no fueron al instituto conmigo. Lo cont delante de 36 chavales, en la hora de tutora,
en el primer da de segundo de Bachillerato. Todos miraban para abajo.
Se quedaron todos perplejos. Estaban ms cortados ellos que yo. Yo ya
tena una base, un control sobre el tema, de haber ido a la asociacin el
Hombre Transexual. La gente miraba para otro lado, otros me miraban.
65
Desde la sociologa...
mejor. Si no, pues es igual o peor que estar en tu pueblo. Chico trans*,
23 aos.
El apoyo social a menudo se encuentra fuera de la familia, como en las
organizaciones trans*, as como los espacios online trans* que tienen un
papel fundamental al paliar las necesidades de vnculos y de reconocimiento de sus inquietudes. Algunos jvenes mantienen blogs, tienen
amistades online con las que tienen relaciones intensas, otros hacen vdeos sobre el efecto de las hormonas en su cuerpo; de una manera u
otra, todos los jvenes y adultos trans* entrevistados estaban en las redes
sociales digitales, reconociendo la importancia que tienen para sus vidas.
Asimismo, para las personas trans* jvenes adultas poder expresar su
identidad en contextos como el trabajo o en centros escolares es, cuando menos, un reto importante. Poder independizarse aparece como una
de las preocupaciones que se manifiesta reiteradamente en las entrevistas, les preocupa poder ser autosuficientes econmicamente. Las decisiones que toman estos jvenes sobre cmo y cundo hacer la transicin estn condicionadas por el clculo de riesgos que hacen, de
manera que trazan diferentes estrategias con respecto a sus trabajos.
Algunas personas trans* entrevistadas eligen hacerlo una vez tienen un
puesto de trabajo que les ofrece ms garantas y, para otras, es impensable posponerlo.
Yo quise hacerlo despus de aprobar las oposiciones, una vez que tuve
ms seguridad econmica. No es que no quisiera hacerlo antes o tuviera
dudas. Para mi fue una decisin, para poder salir adelante yo solo. Y claro, tuve que enfrentarme a todos, no ha sido nada fcil. En el trabajo me
ayudaron, aunque imagnate, no es una camino de rosas. Chico trans,
32 aos.
Como resultado de estas diferentes estrategias, para algunas personas
supona tener que salir del armario y enfrentarse a ciertas rupturas de
expectativas, mientras que, para otros, era ms difcil entrar en el mercado laboral debido al peso de la transfobia en un momento tan concreto y
difcil como el actual con la crisis econmica.
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Desde la sociologa...
Llevo sin trabajar desde el verano pasado. Y me sabe mal estar en casa
todo el da sin ayudar a mi madre con los gastos. Voy a hacer un curso
del paro, a ver si me sale algo. Todava tengo el DNI de chica y esto es
un problema. Estoy a ver si me dan el informe en la U.T.I.G.. Chico trans*,
26 aos.
A su vez, estas dificultades sociolaborales tienen un impacto concreto
sobre los jvenes, que deben emanciparse rpido o vivir ms tiempo
del que desean con sus familias, lo cual supone cierta vulnerabilidad por
la dependencia que esto puede suponer de entornos que no siempre
ofrecen su apoyo. En este sentido, llama la atencin la ausencia de programas de apoyo a la juventud trans* que puedan suplir la situacin de
vulnerabilidad y dificultad de insercin laboral. Como deca anteriormente, para muchos jvenes trans* ser independientes es una prioridad, lo
que los lleva a buscar trabajo de una manera temprana. Se enfrentan a
un mercado laboral en el que existe mucho desempleo, prejuicios trnsfobos y sexistas, con las dificultades aadidas (para los jvenes que lo
desean) de no poder realizar su transicin generalmente hasta los 21-25
aos debido a la legislacin vigente (Garca Nieto, 2012). Adems, las dificultades de insercin laboral pueden ser en general ms altas para las
mujeres y especialmente ms complejas para aquellas personas trans*
con situaciones ms vulnerables. Asimismo, poder tener los documentos oficiales acordes a la identidad de gnero elegida supone salir del
armario y mostrarse pblicamente, lo cual no es fcil. La reaccin del
entorno puede estar mediada no solo por ideas errneas, representaciones estereotipadas o carencia de acciones positivas, sino tambin por la
actitud, las habilidades, la presencia y el aspecto de la persona trans* en
cuestin, influyendo sobre su reconocimiento y aceptacin.
En resumen, con este breve anlisis de las entrevistas encontramos muchas de las necesidades prcticas y cotidianas de las personas trans*,
como son la independencia y el reconocimiento, que aluden a sus relaciones personales, familiares y laborales, que pueden ser consideradas como predictores de su salud psicosocial. En conjunto, estos testimonios revelan que las personas trans* jvenes y adultas son capaces
de identificar sus necesidades inmediatas, a medio y largo plazo, lo cual
69
Algunas conclusiones
Hablar sobre la juventud trans* supone referirse a un conjunto de experiencias heterogneas de las cuales an estamos solo comenzando a
conocer algunos de sus matices distintivos. Son vivencias que todava
estn muy invisibilizadas en nuestra sociedad, que suele concebir que
las rupturas de las normas de gnero y la sexualidad pertenecen al mundo adulto, que necesita ser aprobado por la autoridad mdica y legal.
Los y las jvenes trans* entrevistados mostraron que, a menudo, sus decisiones sobre mostrar su identidad de gnero, cmo y cundo hacerlo,
estn mediadas por el impacto y reconocimiento que pueden obtener
de sus entornos inmediatos, no solo de sus familias y amistades, sino
tambin de sus centros escolares y laborales. Llama poderosamente
la atencin que afirman realizar cierta gestin de sus opciones vitales haciendo clculos sobre si obtendrn el apoyo de sus entornos y
cmo esto condiciona su toma decisiones sobre los procesos de transicin, emancipacin, etc. Estas preocupaciones conllevan un proceso
de madurez acelerada que generalmente no se tiene en cuenta; los y
las jvenes trans* estn soportando grandes dosis de estrs adicional,
realizando actividades de compensacin frente a estas demandas de su
entorno. Viven presiones especficas para conformar con las normas sociales de gnero, pero tambin sobre la sexualidad y otras de carcter
interseccional que delimitan lo que est considerado como normal. Por
ese motivo, pueden manifestar sntomas adicionales de estrs, que son
invisibilizados bajo los rigores de una comprensin patologizante de la
transexualidad que les exige tener un sufrimiento significativo tpico de
la disforia de gnero.
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Desde la sociologa...
Bibliografa
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71
72
Desde la literatura
Transexualidad y Hormonas Literarias
Eduardo Nabal Aragn
Tengo la suficiente edad para recordar que las primeras novelas publicadas en castellano sobre transexualidad eran principalmente biografas o, ms a menudo, autobiografas. Se confunda transexualidad con
travestismo, transgenerismo y hermafroditismo. Pero esa es otra historia. Frente al afn de pulcritud del movimiento gay mas asimilacionista
y civilizado o del feminismo esencialista camino de la institucionalizacin, las personas transexuales no eran un punto cmodo, pudieran o
no asistir a sus reuniones con libertad. Una de las primeras novelas, una
traduccin del alemn (en este caso una autobiografa) nos lleg de la
mano y la pluma de Charlotte Von Mahlsdorf con el provocador ttulo de
Yo soy mi propia mujer1, donde nos cuenta su temprana conciencia de
1.- Von Mahlsdorf, Chalotte (1994): Yo soy mi propia mujer, Editorial Tusquets, Coleccin
Andanzas, Barcelona.
73
Desde la literatura...
cierto sensacionalismo) o la prosa potica de Pedro Lemebel, queriendo desdibujar fronteras. Cuando le dieron el Premio Nacional de las Letras, Lemebel declar que iba a utilizar el dinero para ponerse un par
de tetas, boutade o no, fue toda una declaracin poltica. Algunos de
los testimonios recogidos en la literatura latinoamericana (El lugar sin
lmites, Al infierno la maldita primavera) todava eran una realidad en
el Estado espaol. Se trataba de duras realidades como la prostitucin
callejera, la violencia machista y la soledad en la gran urbe. Mientras
tanto, Mendicutti introduce un personaje transexual en Una mala noche
la tiene cualquiera y la drag Shangay Lily, a la luz de la teora queer de
los noventa, escribe la divertida, pero algo insustancial Machistfeles,
donde cuestiona, con cierto desenfado y descaro, la artificiosidad de
los gneros. Desde un mbito mas acadmico, nos llega la novela histrica La chica danesa2, que sorprende por la desenvoltura y la falta
de aspavientos con la que David Ebershoff nos cuenta un episodio de
autoaceptacin en el Copenhague bohemio de los aos 20 que, como
el Berln de los 30 representado en Pars era mujer, muestra una relajacin en las costumbres sexuales de la poca, posteriormente devastado todo ello por la llegada del nazismo. Es posible que la gran novela
sobre la transexualidad en el Estado espaol est por escribirse, pero
no deberamos desdear las influencias de otros pases. Es el caso de
Escrito en el cuerpo, de la britnica Jeannette Winterson, que, inspirndose en Wittig, propone el cuerpo como una pgina en blanco y tambin como un disfraz, empleando siempre un tono clido, que mezcla
realismo y fbula. En el campo de los autores espaoles hay que destacar el inslito poemario La balada del hombremujer3 de Dionisio Caas, publicado en 2008 y ambientado en Nueva York en la era del jazz,
con un nico protagonista, el msico jazzista Billy Tipton (1914-1989) que
mantuvo en secreto su transexualidad hasta que, tras su muerte, se
descubri que fisiolgicamente era una mujer, pese a haberse casado
varias veces. Caas, adems, es autor de otros libros de poemas, ensayos sobre la transtextualidad y nuevas formas de escritura (Puede
un computador escribir un poema de amor?), performer y artista plsti2.- Ebershoff, David (2011): La chica danesa, Anagrama, Panorama de Narrativas, Madrid.
3.- Caas, Dionisio (2008): La balada del hombre-mujer, Editorial Egales, Barcelona-Madrid.
75
co, formando parte del colectivo Estrujenbank. Winterson o Wittig influyen, de diferente forma, en Peri Rossi, Tusquets o Moix y, aunque ninguna de ellas habla propiamente de la transexualidad de mujer a hombre,
s cuestionan el esencialismo del cuerpo de mujer como un constructo
atravesado por discursos sociales, mdicos y jurdicos. Esos discursos
ya fueron cuestionados en poesas y ensayos por escritoras chicanas
o afroamericanas como Cherrie Morga, Audre Lorde o Gloria Anzalda
desde un punto de vista despatologizador, racializado y no colonialista.
La desestructuracin de algunos pases del este de Europa ha llevado
a algunos novelistas a narrar los tiempos anteriores y posteriores al comunismo a travs de las vidas de las personas transexuales sin recursos, en las ruinas de viejos sueos de esplendor como la magnfica Lovetown4 del escritor polaco Michal Witkowski, publicada recientemente
por Anagrama. Mitowski retrata, con una mezcla de crudeza y ternura,
la lucha por la supervivencia de las transexuales y las trabajadoras del
sexo en un pas empobrecido y envuelto en la confusin sociopoltica.
En ella nos cuenta la odisea de dos transexuales antes y despus de la
cada del comunismo en un marco social ms amplio. Definido un tanto
a la ligera como un Decamern queer, es ms bien una historia de
transicin histrica y desastres ntimos.
Las ficciones se han diversificado aunque no lo suficiente. El discurso
despatologizador y del contnuum hombre mujer ha encontrado mejor
acomodo en novelistas estadounidenses como Jeffrey Eugenides con
su inmensa Middlesex, ms correcta y elaborada que las ficciones de
Tom Spanbauer, pero tambin menos potente. O incluso la propia ciencia ficcin que ha pasado de ser un gnero eminentemente masculino a
hibridaciones producidas por nombres como Ursula K. Leguin, Samuel R.
Delaney o la propia Winterson que en The Powerbook5 un libro sobre
el espacio virtual nos dice:
Desvstete. Qutate ropa, qutate el cuerpo, hoy podemos ir ms
all del disfraz. Esta es una historia de amor y desamor, de poli4.- Mitkowski, Michal (2011): Lovetown, Anagrama, Panorama de Narrativas, Madrid.
5.- Winterson, Jeannette(2008): The Powerbook, Editorial Lumen, Barcelona.
76
Desde la literatura...
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Desde el teatro
Transexualidades Teatrales: del Mito a la
Realidad
Carlos Rodrguez Alonso
Desde el teatro...
Desde el teatro...
Ministro presidente de la cosa pblica / Y quiero ser mdico fsico o psquico. Por contra, deja muy claro su rechazo a la condicin reservada a
la mujer: Tener hijos cocinar no! es demasiado. As que, para conseguirlo, se despoja de sus atributos, las tetas, y adopta el nombre de Tiresias, al tiempo que traviste a su marido, quien inmediatamente asume su
nuevo rol y se dedica a la procreacin para repoblar Zanzbar, el territorio simblico en que se sita la historia.
Con Teresa/Tiresias, Apollinaire lanzaba un ataque contra las costumbres establecidas y enarbolaba un alegato por la igualdad de sexos, que
fue recogido aos ms tarde por el compositor Francis Poulenc, al tomar
la obra como base para su pera bufa del mismo ttulo, con resonancias
antimilitaristas.
Unos aos ms tarde, el surrealismo, con su voluntad decidida de explorar el inconsciente y expresar el lado oculto de la personalidad, impuls
tambin a Federico Garca Lorca a mostrar un juego de transexualidades
en su obra El pblico. Escrita hacia 1930 y no estrenada hasta 1986, El
pblico supone un reclamo de la libertad sexual y teatral a travs de la
historia de un Director de teatro que durante toda su vida se ha mantenido en los moldes de la convencionalidad artstica, al mismo tiempo que
ha ocultado su amor homosexual. Su reciente montaje de Romeo y Julieta provoca el enfrentamiento con Gonzalo (designado como Hombre
1), su antiguo amor, que le reclama que muestre la verdad de su ser en
el escenario y rompa con el uso del teatro burgus. Y es precisamente
Gonzalo, el hombre que no se oculta tras ninguna mscara, quien en la
primera escena del drama hace traer un biombo tras el que han de pasar los personajes. Al salir por el lado contrario, cada uno aparece transformado en su personalidad encubierta. As, el Director se torna un muchacho vestido de raso blanco con una gola blanca al cuello, del que
el autor precisa en su acotacin: Debe ser una actriz. De igual forma,
el Hombre 2, enamorado de Gonzalo, aparece por el otro extremo del
biombo como una Mujer vestida con pantalones de pijama negro y una
corona de amapolas en la cabeza. Adems, en una nueva muestra de
personalidades transgenricas, el Director se convertir en la bailarina
Guillermina y en la Dominga de los negritos en el cuadro tercero de la
84
Desde el teatro...
Transgresin y reivindicacin
Tras el largo periodo de la dictadura franquista, que impuso sobre el teatro las estrechas miras morales de la censura, los escenarios espaoles
de los aos 80 se abrieron a autores encuadrados en una nueva vanguardia. Dispuestos a romper con lmites estticos y temticos, algunas
de sus obras exploraron tambin la diversidad sexual y su potencial dramtico. Aparecieron as personajes que se sitan en los lmites de los
gneros, frecuentemente con un sentido transgresor, como el Hombremonja de Coronada y el toro, de Francisco Nieva, estrenada en 1982.
Fue asimismo el caso de los/las protagonistas de Medea es un buen
chico, drama de Luis Riaza presentado en 1984, en el que, a travs del
mito clsico alterado en su identidad sexual, se subvierten las relaciones de poder y erotismo. Los dos personajes, Medea y la Nodriza, que
deben ser interpretados por actores, buscan perpetuarse en el engao
de su propia relacin y la que mantienen con un Jasn ausente, personificacin del hombre. Digamos de paso que quiz pudieran rastrearse en
este texto vestigios de Las criadas, de Jean Genet, quien, por cierto, en
su momento declar que haba escrito su obra para ser interpretada por
hombres: un nuevo ejercicio de transexualidad escnica que fue realizado en Espaa segn tales parmetros por Antonio Daz Zamora en 2007
bajo el ttulo de Las sirvientas.
En semejante tendencia de transgresin, podra incluirse el texto de Fernando Arrabal Breviario de amor de un halterfilo (1987), que se centra
en la historia de Job, dedicado a romper el rcord de levantamiento de
pesas, ajeno a los intentos de seduccin de su masajista/entrenador
Tao, quien en una ceremonia final de amor y muerte se revela en su condicin de mujer, o el montaje que Alfonso Zurro, con su compaa Jcara, hizo de La casa del Bernarda Alba, de Lorca, con todos los personajes femeninos interpretados por actores.
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Pero, sin duda, la obra ms significativa del teatro espaol, por lo que
respecta a la temtica transexual, es Contradanza, de Francisco Ors,
que subi a las tablas en 1983. Su argumento toma como protagonista a
Isabel i de Inglaterra, recreando la hiptesis de su nacimiento como varn, que fue encubierto por su madre Ana Bolena para protegerle de las
intrigas de la corte de Enrique viii y evitar su asesinato. En la obra, Isabel ha crecido y reinado como mujer. Solo su amor por Lord Enrique la
impulsa a desvelar ante l su naturaleza masculina para ofrecrsele en
alma y cuerpo. Pero la ambicin de este y su traicin, obligarn a la soberana a condenarle a muerte para salvaguardar el reino, al mismo tiempo que a mantener su secreto para siempre, atrapada en la identidad
con la que fue conocida en la Historia.
Ors planteaba con su drama una reflexin necesaria para la poca sobre
la homosexualidad, la degradacin por el miedo, el ansia de poder Y
reivindicaba una sexualidad abierta y unas relaciones de comunicacin
y amistad amorosa, desprejuiciadas e independientes de la mezquindad
que supone el concepto del sexo, segn expresaba en el programa de
mano del estreno. Lo cierto es que su trama, ms all de las circunstancias del momento, adquiere un imponente carcter de drama poltico
que reclama la libertad ertica, la libertad para manifestar la verdad del
propio ser sin trabas morales.
Contradanza fue recibida con xito no exento de polmica en el montaje de Jos Tamayo, y ha gozado desde entonces de diversas puestas en
escena internacionales (Estados Unidos, Mxico, Puerto Rico...), aunque
sin duda alcanz mayor resonancia la dirigida por Nuria Espert en Japn
en 1993, para la que, en el papel protagonista, cont precisamente con
Tamasaburo Bando, el onnagata ms reconocido del teatro kabuki actual.
La visibilidad social
La lucha por los derechos sociales y la progresiva visibilizacin del colectivo transexual en diferentes pases han dado paso en el siglo xxi a
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Desde el teatro...
bres y una mujer o al revs. Lleva tambin por ttulo Ich bin meine eigene Frau, y se estren en 2006 en el Schauspiel de Leipzig.
Desde un punto de vista crtico, en Suecia, Marcus Lindeen present en
2006 en el Teatro de la Ciudad de Estocolmo un drama titulado Los arrepentidos (Regretters). Basada en hechos reales, tomaba como protagonistas a dos personajes, Mikael y Orlando que, tras su reasignacin al
sexo femenino, se arrepienten y quieren volver a ser hombres. La obra,
que tuvo un carcter muy polmico, cont con versiones cinematogrficas y televisivas con el mismo ttulo, y pretenda convertirse en una reflexin acerca de algunas personas que con el cambio de sexo esperan
lograr un giro en sus vidas, ms que sobre sus cuerpos, con la intencin
de ser aceptados socialmente.
En el contexto latinoamericano cabe destacar La Quinta Dayana, del escritor venezolano Elio Palencia, que fue estrenada en el Ateneo de Caracas en 2006 y recibi el premio municipal de Teatro Jos Ignacio Cabrujas. En clave de comedia costumbrista, presenta la peripecia de Dayana,
una transexual latinoamericana residente en Canad, que llega a la casa-quinta que regal a su familia con mucho esfuerzo. Trae una gran noticia: por fin podr operarse para cambiar definitivamente de sexo, pero
para ello necesita que la familia asuma sus propios gastos, ya que ella
los ha mantenido con su trabajo desde la distancia. Su peticin desatar
vericuetos de una afectividad y una tolerancia bastante condicionadas.
La obra fue llevada al cine en 2010 con el ttulo Cheila: un casa pa mata, con direccin de Eduardo Barberena.
Ms recientemente, en agosto de 2014, se llev a escena en Buenos Aires Miranda, con dramaturgia de Ulises Puiggrs en colaboracin con
la actriz trans Luca Romina Escobar, que adems la interpret. La protagonista que da ttulo a la obra es igualmente una famosa actriz trans,
pero de telenovelas de los aos 80, que hace su aparicin en el velorio
del patriarca de una familia del interior de la provincia de Buenos Aires y
desata el conflicto, a travs del cual se desvelarn una serie de secretos.
Se trata de una comedia dramtica con toques de misterio, que aproxima a los espectadores a las vivencias de una transexual.
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Desde el teatro...
En la escena espaola
Tambin en Espaa se han producido algunos espectculos de repercusin minoritaria, pero de gran inters. En 2010, en el marco del Festival
Visible de Madrid punto de referencia ineludible para toda la creacin
artstica relacionada con el movimiento LGTB, el director y dramaturgo
Adolfo Simn present Experiencia escnica SAE (Seres Altamente Evolucionados), protagonizada por Alira Araneta, Nayra Citroen, Juana Ramos y Dani Hoyo. El espectculo, con un fuerte carcter de performance, se planteaba en estos trminos:
Cinco transamig@s se dan citan en casa de una de ellas para hacer
juntos la comida. Cada uno de ellas lleva sus propios ingredientes.
El experimento gastronmico no se concreta en la mera suma de
sus partes sino que deviene en un producto dialcticamente superior, conformado por la conjuncin de fuerzas, substancias, decisiones y experiencias diversas. A medida que transcurre el evento el espectador apreciar las sutiles cualidades de los S.A.E. Este
plato se sirve sin conservantes ni colorantes, al natural.
El propsito de esta experiencia escnica era reflejar la complejidad, riqueza y a la vez cercana de la realidad transexual, junto a una diversidad generacional y de gnero.
Un ao ms tarde, 2011, el mismo Adolfo Simn concibi Anatoma
Queer, una nueva performance que constituy una exploracin del concepto de identidad desde un punto de vista experimental. Un collage a
modo de viaje inicitico lleno de referentes artsticos y filosficos a travs de un espacio mltiple. Adolfo Simn es uno de los creadores ms
personales y arriesgados del teatro alternativo y contemporneo de la
capital, siempre comprometido en las temticas LGTB.
Relevantes son asimismo las creaciones del actor, escritor y director
Nacho de Diego, ganador del premio Leopoldo Alas Mnguez (LAM) en
2009 con su obra La playa de los perros destrozados. Sus textos, frecuentemente dramticos y ambientados en el universo LGTB, suelen in89
terconectarse a travs de sus personajes. El primero de ellos, En la ltima cornisa de la noche, mostraba a Mateo, un msico de rock, Irene,
su mujer, y Lorena, la hermana transexual de esta, que ha sido violada y
maltratada por su cuado, al que acaba matando. En 2010 proyect un
gran espectculo dentro del Festival Visible, De amor y otras tormentas,
que no lleg a estrenarse. En su extenso reparto se encontraban dos
transexuales, Frida y Sandra, que dieron lugar a Estigma, soliloquio de
Frida incluido en el libro colectivo Monlogos escnicos (Madrid, Publicaciones de la Federacin de Artistas del Estado Espaol, 2010), y Residuos de la carencia, otro monlogo en el que Elsa reflexiona acerca
de su transexualidad y repasa algunos acontecimientos que marcaron
su infancia, hasta el punto de condicionar toda su vida. Este ltimo fue
estrenado en 2010 en la Sala La Usina de Madrid dentro del espectculo
Triloga de la soledad y, segn nos anuncia, servir prximamente para
inaugurar la Sala ETC en Denia. Residuos de la carencia est incluido,
con mayor desarrollo, en su obra indita Ni los perros de lluvia.
Monlogo fue igualmente el escrito y dirigido por el italiano Marco Calvani que se pudo ver en el festival Fringe de Madrid en 2012: A modo
mo, la historia de una transexual en la noche anterior a la anhelada operacin de cambio de sexo, que debera devolverle la serenidad perdida.
Otros montajes espaoles han contado con una inspiracin cercana y
social. Es el caso de T no, princesa, escrita por Olga Iglesias y estrenada en 2013 en Madrid por la compaa Teatro Efmero. Ambientada en
una peluquera donde efectivamente se llevaron a cabo las representaciones, la obra presentaba la historia de tres mujeres en tres momentos
diferentes de sus vidas, entre las que se encuentra Carla, una peluquera
transexual enamorada y rechazadaa la que el espectador ver conquistar el amor y el respeto a lo largo de dos dcadas.
Como teatro infantil, Clara y Daniel, de Mercedes Asenjo y Javier Esteban, que produjo la compaa vallisoletana Azar Teatro en 2009, rompi una punta de lanza en los estereotipos de gnero. En ella, dos nios
de 9 aos, Clara y Dani, se hacen amigos a pesar de no tener muchas
cosas en comn, acompaados de dos divertidos duendes de aspecto
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Desde el teatro...
andrgino. Clara tiene dos mams y Dani, tras avatares diversos, revela a su amiga que, a pesar de su aspecto, es Daniela, pero en realidad
quiere ser Daniel. Tambin carcter pedaggico tuvo Cuando Martina
encontr su historia, que intenta aproximar a los nios al concepto y la
realidad transexual. El montaje estrenado por el grupo Mauma en Bilbao,
en febrero de 2013, cuenta la aventura de una nia que descubre que
siempre se ha sentido nio, acompaada del perro Serafn, que se siente gorila y de dos ratas enamoradas.
En el mbito del teatro documental, naci el espectculo Transrealidades, creado en junio de 2014 en Madrid por el director argentino Camilo
Vsquez, a partir de los testimonios y las vivencias de sus protagonistas: ngela, Inca Princess, Nayra y Mara Alejandra. Las cuatro actrices
amateur, a partir de un taller de teatro en la asociacin AET-Transexualia,
compartieron en el escenario sus propias experiencias con la intencin
de visibilizar a este colectivo, an frecuentemente discriminado en la sociedad espaola.
A la hora de concluir estas lneas, se anuncia el fallo del Certamen Internacional Leopoldo Alas Mnguez para textos teatrales LGTB 2014,
que convocan anualmente la Asociacin Cultural Visible y la Fundacin
SGAE, con una mencin de honor para la obra Bichito raro, del joven
dramaturgo venezolano Jess Benjamn Faras. Se trata de un drama de
ambiente caribeo protagonizado por una mujer trans, La Kiko, cuya historia se nos brinda en forma de flash back. Reconstruimos as la infancia
de La Kiko cuando todava era Alberto en un barrio marginal, su transformacin y su relacin con Papi, un jugador de bisbol que abandon
por ella el deporte y acab asesinado por la intolerancia social. Una propuesta valiente que esperamos contribuya a apoyar la presencia de personajes transexuales y transgnero en los escenarios de lengua hispana.
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Desde el teatro...
duzca el rechazo, en este caso de su abuelo, y en general el de las personas a las que l quiere.
A lo largo de la obra veremos cmo el padre se muestra intransigente con el comportamiento de su hijo y cmo Amalia, la madre, intenta
abrirse y entender lo que le sucede a Mario, aunque una visita a un
psiclogo recomendado por su marido consigue descolocarla porque
este profesional le habla de llevar a cabo terapias que modifiquen la
conducta afeminada de su hijo, como la prctica de deportes violentos y terapias aversivas y conductuales, todo ello con el fin de evitar
que su hijo sea gay. Porque ni el padre ni el psiclogo pueden siquiera entender que quizs lo que le pasa a Mario no es que sea gay, sino
que muy probablemente es una nia transexual. Pero esto es algo que
est muy lejos de la capacidad de comprensin de personas como el
padre de Mario.
El final de la obra es agridulce ya que, por un lado, el padre ha decidido
matricular a su hijo el prximo curso en un internado donde le ensearn
a ser un hombre. Pero, entre tanto, el abuelo ha decidido llevarse a su
nieto a una casa que tiene junto al mar para pasar juntos unas largas vacaciones de verano... Pero la forma en que explica estas vacaciones a su
nuera es un poco ambigua, casi como si pensara quedarse con el nieto
por miedo a las consecuencias que el ingreso en un internado exclusivamente masculino tendra para Mario el final es potico y abierto y no
sabemos lo que finalmente ocurrir con el nio. Al menos su abuelo le
entiende y su madre tambin parece que ha comenzado a aceptarle tal
y como es. Pero cambiar la actitud de un padre intransigente y transfbico no parece tarea fcil. Esto despierta serias dudas sobre el futuro de
Mario, aunque una posible solucin sera que Amalia decidiera no seguir
unida a su marido y divorciarse, una opcin que insina en un dilogo
entre ella y su suegro.
Hay una curiosa coincidencia entre un prrafo de esta obra y lo que el
dramaturgo Jose Busto cuenta en el texto que ha aportado y en el que
habla de los motivos personales que le llevaron a escribir su obra Ella.
Parece como si el personaje del abuelo fuera Jose Busto, al menos eso
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Desde el teatro...
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Hace unos aos, casi veinte, en el mbito del movimiento asociativo juvenil de mi ciudad, conoc a una persona transexual y trab amistad con
ella. A pesar de encontrarse en un ambiente a priori inclusivo, no era difcil percibir su aislamiento y ese miedo a relacionarse tan propio de las
personas que han sufrido la intransigencia, la hostilidad y la violencia de
una sociedad que no acepta a las personas diferentes.
Durante las largas conversaciones que mantuvimos, me cont que su
vida, hasta ese momento, haba sido una especie de carrera macabra
de obstculos en la que absolutamente todo el mundo la haba tratado
como una enferma mental, como una pervertida o como un acto fallido
de la naturaleza. Reconozco que yo mismo era incapaz de entenderlo del todo. Como el resto de mi generacin, en mayor o menor grado,
yo tambin fui educado en el desprecio y la hostilidad hacia las personas homosexuales, bisexuales y, especialmente, hacia las transexuales.
Cmo iba a entender que una persona estuviera dispuesta a pasar por
semejante suplicio? Pero ella siempre me deca lo mismo, que el verdadero suplicio, lo que realmente le haca sufrir, hasta el punto de volver99
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- Y adems eres muy guapa. Tienes un pelo precioso y unos ojazos que ya los quisiera una estrella de cine. Encajaras bien aqu.
- Gracias.
- No me des las gracias.
- Gracias.
- No te pongas roja, mujer. Se sienta a su lado. Este es un trabajo muy solicitado. Han pasado por aqu unas veinte chicas y an
debo ver a otras veinte, ms o menos. El sueldo no es una maravilla, para qu te voy a decir otra cosa, pero comparado con lo que
hay por ah, no est mal.
- La cosa est fatal, s.
- Seguro que has estado en muchas entrevistas.
- Sobre todo en tiendas de ropa.
- Aqu tratamos a nuestras chicas como si fueran de la familia.
Tengo un buen feeling contigo. Coloca su mano sobre la de ella.
La mira y sonre an ms.
- Inquieta, pero sin aspavientos. Creo que podra hacer un buen
trabajo aqu. Retira la mano sutilmente.
- Estoy seguro de ello.
- Intentando desviar la conversacin. Cerris a medio da?
- Sabes lo que estoy pensando? Le coloca la mano en la rodilla.
- Inquieta, pero sin aspavientos. Bueno. Supongo que ya me llamars.
- No. Vers. Voy a hacer algo que nunca he hecho hasta hoy.
Sube la mano un poco ms. Voy a anular el resto de entrevistas.
Qu te parece?
- Creo que sera injusto.
- Creo que eres perfecta para este trabajo. Sube la mano un poco
ms. Te voy a contratar, Eva. Acabo de decidirlo. Se acerca muy
despacio a sus labios para besarla.
- Carraspea, retrocede sutilmente en el ltimo segundo y tose. Perdona. Tose.
- Se retira.
- Tengo la garganta fatal. Tose.
- Se levanta sin dejar de sonrer. S, este tiempo est loco. Se sienta al otro lado de la mesa. Mira los papeles que le ha trado. T y
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Desde el teatro...
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In Memriam
Jess Benjamn Faras Rojas
Desde el teatro...
y fue tal su talento y sus ganas que se qued en el grupo desde segundo grado hasta quinto ao de bachillerato, hubo sus intermitencias,
claro est, hubo sus desganas, su necesidad de probar otras cosas, sobre todo en el sexto grado, cuando comenz a hacerse consciente de s
mismo, cuando comenz a dolerse de su diferencia, cuando, herido de
que los dems nios se metieran con l, trataba de hacerse invisible.
Luego lleg el desborde hormonal de la adolescencia, y con ella redondeces corporales, y la acentuacin de su belleza andrgina, con la adolescencia llegaron otro tipo de conflictos, como el usar pantalones muy
pegaditos transgrediendo la norma de la Institucin, su lucha por ir maquillado (hubo profesores que le sacaban de clase y otros le suspendan), y por ser aceptado como mujer. Ya para entonces todos le llamaban la Chelito, y ya para entonces tambin, a fuerza de acideces y de
ridiculizar las debilidades de los dems, haba aprendido a defenderse.
Por ese tiempo, pese a que se mantena en el grupo montando las coreografas sobre todo, su desempeo actoral se fue haciendo cada vez
ms espordico porque no quera hacer roles masculinos y, por ser menor de edad y estar dentro de una institucin educativa, la posibilidad de
actuar como mujer estaba descartada.
As se lo expliqu en muchas ocasiones, que, debido a las normas emanadas del Ministerio de Educacin, no poda presentarle en las obras
caracterizando personajes femeninos, que fuera de la Institucin poda
vestirse y ser como quera, pero que dentro haba normas, y que esas
normas me prohiban otorgarle personajes de damas.
Ya para ese tiempo ramos lo que se llama amigos, y en vista del polvorn que provocaba su presencia entre los muchachos, debido al revuelo que causaba (muchas madres amenazadas por su presencia haban
pedido que fuera retirado del plantel, pero para ese tiempo ya exista la
LOPNA, lo que impeda su expulsin por lo del derecho a la educacin),
cuando caminaba por los pasillos, era fcil intuirlo, por ah debe de venir Jos Rafael; me deca al escuchar los silbidos y la algaraba, y dicho
y hecho, me vi en la obligacin de hablarle del sexo seguro, y de la ne107
cesidad de que estudiara para que, con una profesin, tuviera la oportunidad de transformarse, de llevar una vida digna.
Cuando se gradu, Jos Rafael, no figur en el cuadro de honor, ni dio
el discurso de despedida, pero estaba graduado, al menos cumplira su
sueo de estudiar para operarse. Sus visitas se hicieron espordicas,
siempre que vena a visitarme, me deca que estaba estudiando enfermera, que iba bien, que estaba trabajando para cumplir su sueo, que
menos mal que contaba con la aprobacin de su mam, luego, que se
haba retirado porque no queran que fuera a la universidad vestido de
mujer. Despus, una llamada que haba postulado para estudiar Derecho, y tras un largo silencio que se parece al olvido, me anunci que,
ya graduado, no consegua trabajo, que no haba sitio para una persona
de su condicin en el mercado laboral, que haba probado dando clases
de danza y teatro, pero que el ambiente fue demasiado hostil, y que finalmente haba aceptado su destino, se estaba prostituyendo, claro, no
estaba en las calles, su cartel, era de lujo, que le estaba yendo muy bien.
La ltima vez que le vi, estaba yo tomando un caf con unos amigos sentado en uno de esos sitios al aire libre tan frecuentes en mi ciudad cuando pas rubia y radiante, se haba hecho las tetas, que exhiba con un
escote fenomenal. Ella no me vio, y avanz voluptuosa y solitaria, con
sus altos tacones rebotando contra la acera.
Y, para finalizar, una noticia de ltima pgina que dej pasmada a la
ciudad entera por la descripcin tan horrible de cmo fue encontrada
muerta en un terreno baldo, y que el causante fue un polica, su pareja
de haca algunos meses.
Estas historias nunca se cuentan tal y como fueron vividas, pero estn
all, y uno tiene que aprender a vivir con ellas.
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Las noticias aparecidas recientemente en la prensa sobre casos de negacin de derechos relativos a la identidad de gnero de alumnos transexuales en diferentes centros educativos de nuestro pas han puesto
en evidencia, una vez ms, la insensibilidad de cierta parte de nuestra
sociedad hacia esta concreta problemtica. No solo es importante hacer
cumplir la legislacin existente contraria a la discriminacin en el mbito
de la escuela, sino tambin incorporar a la prctica docente la educacin
sobre diversidad sexual y de gnero y desde los medios de comunicacin y la ciudadana una informacin veraz y ponderada que contribuya a la eliminacin de las barreras actualmente existentes. Desde esta
perspectiva, la literatura y el teatro pueden propiciar una plataforma para
el encuentro entre padres y profesores sensibles que deseen ofrecer a
sus hijos y alumnos una visin divergente y libre de prejuicios que les
permita contemplar y analizar los aspectos ms cruciales en la cada vez
ms frecuente bsqueda de la identidad sexual de nios y nias desde
la comprensin, el respeto y la solidaridad. El hecho de que el teatro,
adems de su representacin, pueda llegar al lector en formato impreso permitir generar encuentros, coloquios y sesiones de libro-foro en
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Sinopsis
Alrededor de una mesa repleta de objetos personales, cuatro mujeres
conversan. Cuando perciben la presencia del pblico, deciden hablarles tambin a ellas y a ellos. As, iremos conociendo las realidades de
cada una de estas mujeres. Sus historias, vivencias y ancdotas nos ensearn cmo una sencilla exposicin no ficcionada puede dar paso a
un hecho teatral muy singular acompaado en varios momentos por proyecciones audiovisuales que reforzarn la verdad de las protagonistas.
Hablarn de trabajo, de su vida amorosa, de la familia, de inmigracin,
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de sus sueos, dando voz a un colectivo an hoy estigmatizado por muchos y desconocido por la gran mayora. S, son mujeres transexuales y
presentarn en el escenario sus transrealidades.
Reparto: ngela Flrez, Mara Alejandra Huertas, Inca Princess y Nayra Snchez
Idea y direccin escnica: Camilo Vsquez
Direccin audiovisuales: Nacho Mnguez
Regidura: Lus Andrs
Asistente de direccin: Luna Martinicorena
Desde el teatro...
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Desde la televisin
Lo Trans en la Tele
Mariola Cubells
Desde la televisin...
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Desde el cine
Boquitas Sin Pintar:
Lo Trans en el Cine Espaol y Argentino
Eduardo Nabal Aragn
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Todos hemos nacido desnudos, el resto es drag
RuPaul, cantante
Desde el cine...
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Desde el cine...
Desde el cine...
Nuevas voces hablan, no obstante, desde experiencias personales y polticas de los discursos mdicos y jurdicos sobre los cuerpos, no como
mal menor o tabla de salvacin sino como una copia incluso acentuada de los esquemas cientficos que patologizaron durante mucho
tiempo a gays y lesbianas. Documentales como El camino de Moiss,
realizado por Cecilia Barriga con la ayuda de integrantes del Colectiu
Gai de Barcelona y protagonizado por el propio Moiss que se desnuda en todos los sentidos de la palabra en la conmovedora cinta; novelas
como Una mala noche la tiene cualquiera de Mendicutti o la autobiografa brasilea Princesa escapan, aunque solo en parte, a estos binarismos o, al menos en el caso del primero, suponen un paso adelante al
abordar la transexualidad de mujer a hombre con valenta y ternura ms
all del inocuo travestismo de La monja alfrez de Javier Aguirre, un filme bastante regular que, no obstante, cuenta una historia interesante y
pone en cuestin la asignacin de los roles y las profesiones, las capacidades y los gneros sexuados. Cabe decir que, en la poca, en determinados crculos, no era tan extrao el travestismo de hombre a mujer o no
se tomaba en serio o no haba ningn cuestionamiento de la identidad
sexual, genrica o corporal detrs. Filmes como la sorprendente Mi querida seorita de Jaime de Armian parecan querer abordar sin lograrlo
del todo el tema de la transexualidad de mujer a hombre por encima de
lo biolgico y tambin introducir la intersexualidad y el travestismo, pero
finalmente se quedaba en una historia algo triste y morbosa a pesar del
tour de force interpretativo de Jos Luis Lpez Vzquez, el final feliz y a
secundarias de lujo como la buueliana Lola Gaos o la almodovariana
Chus Lampreave. La pelcula est contada con notable gusto, acordes
musicales de Chopin, y un curioso amor por los pequeos detalles visuales (bien fotografiados) que refuerzan su ambivalencia al tiempo que el
retrato de la poca y los personajes con o sin venda en los ojos. Narra la
pasin y los celos de Adela hacia su joven criada Isabel y cmo lograr
conquistarla cuando se convierta en un donjuanesco, pero algo gris
oficinista, interpretado tambin por Jos Luis Lpez Vzquez. Logr burlar la censura franquista tal vez su tema y la forma pardica, irnica de
abordarlo resultaban un poco extraterrestres, pero aborda la confusin
de los gneros y el pasar por hombre o por mujer con idntico xito de
forma pionera en el cine patrio del momento. Hoy, Mi querida seorita
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Desde el cine...
Obviamente, la legislacin antidiscriminatoria ha cambiado algo las cosas (al menos en este pas) al igual que los avances en el reconocimiento de los derechos de las personas trans (no en todos los lugares ni de
la misma forma), pero la violencia real o simblica se sigue ejerciendo
(de forma solapada o cruda) contra muchas personas transexuales, tambin aqu.
Desde el cine...
Desde el cine...
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En tanto que en Vestida de azul encontramos un documental temporalmente pionero, pero algo sensacionalista, burdo y tentado por la autocomplacencia donde una serie de personajes (transexuales de hombre a
mujer) se limitan a narrar sus difciles experiencias en el momento, Pedro
Almodvar rod en 1985 un cortometraje provocador, en clave felliniana,
acerca de las identidades sexuales llamado Triler para amantes de lo
prohibido. Si Gimnez Rico se limit a investigar, romper un tab y aprovechar cierto morbo y reclamo social, Almodvar parece estar muy cerca
de sus personajes, al igual que ocurre con el Ocaa del filme de culto
Manderley del director cataln Jess Garay. Los directores gays aproximndose a una realidad trans son la primera lanza que es tomada en
serio por gran parte del movimiento. Las trans en Almodvar, a pesar de
que en ocasiones aparezcan aisladas y embarcadas en historias melodramticas, satricas o rocambolescas, son seres con sentimientos muy
hondos, o incluso desgarrados, que se mezclan con un descarado sentido del humor como ocurrir con La Agrado de Todo sobre mi madre o
el Javier Cmara de La Mala Educacin. Aunque este ltimo est ms
cercano a la cada vez ms difusa figura del travesti. A este respecto hay
que decir que la propia San Juan se ha convertido en realizadora de filmes estimables como V.O o T eliges, centrados ms en las relaciones
humanas y de pareja. Adems de crear sus propios monlogos para el
escenario, deudores, en cierto sentido, de su desenfadado aunque algo
chirriante discurso en Todo sobre mi madre de Almodvar.
Una de las secuencias ms hermosas de La ley del deseo es aquella en
la que la transexual Tina representa ante el pblico de un teatro el monlogo de La voz humana de Jean Cocteau implicndose a fondo en
la representacin. Si Tina, como de otra manera el personaje encarnado por Antonio Banderas, es vctima del encanto, el talento y el egocen132
Desde el cine...
Desde el cine...
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Desde el cine...
En el caso de Argentina, cuyo regreso de las dictaduras a la democracia es reciente, las representaciones van a hacerse visibles sobre todo
en personajes secundarios. Hasta hace poco haciendo excepcin de
documentales pioneros sobre lo trans y las identidades sexuales como
Camila, desde el alma dirigida y escrita en 1972 por Norma Fernndez y
protagonizada por la propia Camila (especializada en interpretar a personajes de Lorca), reclamando su posicin, contando su historia personal y
profesional y llamando a escuchar a las personas que han tenido que sufrir sangrantes injusticias histricas por su identidad sexual y de gnero
en el continente. Camila cuenta su vida, pero no por exhibicionismo o su
afn de protagonista, sino porque cree que su experiencia puede servir
a la comunidad (invisibilizada o violentada) transexual en Latinoamrica,
a la vez que puede desterrar violentos o arraigados prejuicios. Filmes
recientes como XXY de Luca Puenzo o, en especial, El ltimo verano de
la Boyita, el cine propiamente trans argentino dirigido al gran pblico
era muy escaso y presentaba solo precedentes aislados. En su ltimo
filme Walkoda, Puenzo incluye de nuevo la mirada de una nia que no
es como las dems y que traba una extraa relacin con el doctor nazi
Menguele refugiado aquellos aos en Argentina. Eugenesia y sexualidad que despierta.
Merece especial atencin el caso de Mia, el notable film de Javier Van
de Couter, que narra la historia de una transexual quien segn palabras
de Rodrigo de la Serna, popular actor de televisin que da vida al personaje de un hombre viril y con prejuicios sufre una doble discriminacin:
por travest y por nacer pobre. Mia, como otras transexuales del cine latinoamericano reciente, trata de conjugar la realidad srdida o inestable
en la que vive con las ilusiones puestas en un futuro mucho ms esperanzador. Aunque, como dice el mismo actor, en Argentina algo que a
menudo sucede en Espaa se prefiere el cine extranjero (sobre todo
estadounidense) a las producciones autctonas. Es un filme desigual,
ambientado en una comunidad LGTB poco comn, pero puesto de relieve por sus buenos intrpretes y por una slida reivindicacin de la subjetividad y las llamadas minoras sexuales, en Latinoamrica en general y
en Argentina en particular. Contiene sentencias muy contundentes como
maricones y travestis tenemos que vivir en una isla para no molestar
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Desde el cine...
tros das han estado marcadas por una extraa parlisis que no siempre
afecta de la misma forma al cine hecho por gays, lesbianas y bisexuales
o a ellos destinado. El discurso de la despatologizacin va a calar, pero
no de un modo determinante, sobre estas representaciones. Ms que
este discurso, lo que penetra en el cine de masas es el de la ruptura de
los roles asignados a unos y otras. As los tres azafatos alocados, colocados, sexualmente activos y con pluma desbordante de Los amantes
pasajeros no son propiamente trans, pero hablan en femenino y son decididamente maricas (al moverse, hablar, comportarse), al contrario que
los personajes del cine de entre otros Antonio Hens, que son deudores de Pasolini y Eloy de la Iglesia. La transexualidad en el cine argentino se mueve en un terreno resbaladizo. Curiosamente las primeras pelculas de ficcin aparte de la citada Mia que consiguen traspasar las
fronteras no van a ser protagonizadas por trans sino por adolescentes
intersexuales como la bienintencionada, pero sombra XXY, de la escritora y directora Luca Puenzo, protagonizada por Ins Efrn o la deliciosa, aparentemente pequea, pero luminosa El ltimo verano de la Boyita
de la argentina Julia Solomonoff y donde Gabo Correa interpreta a Mario, un adolescente humilde y con genitales ambiguos que traba amistad
con Jorgelina (Guadalupe Alonso) hija de un mdico dueo del lugar en
el que pasan las vacaciones familiares y donde trabajan Mario y su familia. No es casual que Solomonoff haga que el padre de Jorgelina sea un
mdico (la propia Solomonoff es hija de un psicoanalista, profesin bastante ms extendida en Argentina que en Espaa) y va a ser la mirada
mdica la que desate, sin quererlo, la ordala sobre el joven y discreto
Mario, enfrentndolo, al menos en un principio, a cierta hostilidad familiar
(sobre todo por parte del padre) y ambiental. Solo la nia (de mirada desprejuiciada y poco creyente en los manuales de sexologa) va a aceptar
a Mario tal y como es. Un filme con tintes autobiogrficos que conmueve
por su naturalidad. Con algo de historia de iniciacin y algo de western
intimista, El ltimo verano muestra que la vivencia de la intersexualidad
o de cualquier otra cosa considerada disfrica est marcada por la clase social o la cultura (rural o urbana) del pas.
En Espaa, los personajes trans siguen siendo escasos y poco o nada
interesantes. As, en Todo lo que t quieras, de Achero Maas, el prota140
Desde el cine...
gonista masculino (Juan Diego Botto) se traviste como la esposa y madre que acaban de perder para consolar a su hija. Un proceso de duelo e incorporacin melanclica y de juego llevado al extremo que se nos
antoja poco creble. El protagonista puede hacer a la vez de padre y de
madre, en privado y en pblico. Esto tendr curiosas consecuencias sociales, pero Maas no articula ningn discurso disidente sino ms bien una
historia surreal e intimista que incluye como ancdota el travestismo. Los
nicos episodios algo interesantes son aquellos en los que Botto (incmodo en un bar de ambiente) llama maricn de mierda al personaje del
gay travestido encarnado por un maduro Jos Luis Gmez cuando este se
le aproxima en plena actuacin y luego, ante su nueva encrucijada vital,
acude a pedirle ayuda para aprender a travestirse de mujer. Algo rescatable, pero tambin bastante pasado de moda en un filme ms bien imposible a pesar del talento audiovisual del realizador. Un filme que se pretende valiente, pero que pasa de puntillas sobre los muchos temas que toca.
Mejor acogida tendr 20 centmetros de Ramn Salazar o, sobre todo,
La piel que habito de Pedro Almodvar, aunque ambas den una visin
surrealista, desquiciada y quirrgica de la transexualidad. En 20 centmetros se articula un musical colorista con algunos apuntes realistas urbanos trans en la lnea de algunas pelculas de Ozon, Honor, Dolan
(Lawrence Anyways), clsicos del gnero aqu y en el extranjero, o de
ttulos como la deliciosa Desayuno en Plutn de Neil Jordan o la valiente
Hegdwig, el musical de John Cameron Mitchell, pero aparte de ser un
filme agridulce, valiente y magnficamente rodado no aporta nada nuevo al elegir la protagonista la operacin como forma de ser toda una
mujer. No obstante, el filme deja demasiados interrogantes en los personajes para ser catalogados con firmeza como la sexualidad del musculoso frutero encarnado por Pablo Puyol o la de alguna de sus compaeras de prostitucin. Solo Marieta parece saber lo que quiere.
El pblico espaol empieza a fijarse en modelos extranjeros como la canadiense Tomboy, una sencilla y simptica historia acerca de una chica
que se siente chico y no necesita operarse, contada con suave naturalismo y delicadeza, o Lawrence Anyways del valioso, pero estridente Xavier Dolan, donde el protagonista (encarnado por el actor francs
141
Desde el cine...
Del mismo modo que apreciamos en las bolleras indmitas de la coproduccin argentino-holandesa Tan de repente, la road movie de Daniel
Lerman, claros ejemplos de masculinidad femenina, los trabajos ms
completos estn por llegar. Pero, en tanto que Argentina tiene su mirada
puesta en el futuro (como Chile con el documental El che de los gays,
Venezuela con la reciente Pelo malo o la inminente adaptacin al cine
de la novela Tengo miedo torero de Pedro Lemebel, que siempre ha reivindicado diferentes formas de travestismo), no puede decirse que dentro del cine espaol el panorama sea demasiado halageo Y es en el
terreno del documental y la memoria con trabajos como Testigos de un
tiempo maldito del joven artista y agitador cultural Javier Larrauri, donde
se da voz a transexuales y travestidos que sufrieron en sus carnes los
males de un tiempo que hoy da, salvando las distancias, amenaza con
volver. Algunos creemos, desde nuestra posicin, que las herramientas
del amo (la ciruga, el interrogatorio, la encuesta, las vaginoplastias, las
hormonas) nunca desmontarn su casa. Pero, aun as, son ellos y ellas
los que deben narrar sus historias y recorrer sus caminos. Como dice la
propia Lorde:
Lo que queremos cada una de nosotras, despus de habernos
contado nuestros relatos es que nos curen. Queremos a la todopoderosa hermana que no nos amedrenta. Musgo silencioso ganando nuestras cicatrices. Que el dolor desaparezca. Que el pasado
no sea as.
Agradecimientos: Pablo Peinado, Jos Luis Peralta, Alberto Mira, Mara
Socorro Aragn, Carla Antonelli, Juan Argelina, Imanol lvarez, Raquel
Platero, Javier Sez, Gerard Coll, Miquel Mis, Pablo P. Navarro, Miguel
ngel Gmez, Daro Rodrguez, Jos Luis Serrano, Candyce Leonard
Bibliografa
Butler, Judith (2010): El gnero en disputa, Paidos, Barcelona.
Lorde, Audre (2011): Zami: una biomitografa, Coleccin Horas y Horas, La cosecha de nuestras madres, Madrid.
144
Desde el cine...
145
146
Desde el arte
Transformistas, Travestis, Transexuales,
Travelos, Drag Queens, Drag Kings y
Mujercitos
Juan Redn
Antes que nada, quiero dejar claro que no pretendo aqu ni hacer un resumen, ni ofrecer una panormica de la teora queer ni de los diferentes
escritos sobre la cuestin del gnero que han cambiado radicalmente la
manera de dar cuenta de la transexualidad en los ltimos aos. Escritoras como Judith Butler en Estados Unidos o crticos como Jos Miguel
G. Corts en Espaa, por citar a dos entre los muchos que han escrito
libros y artculos de este enfoque en el mundo del arte.
Voy a tratar de dar mi visin y mi experiencia personal respecto a la
transexualidad en el contexto de mi coleccin, con lo que ello supone
de parcial y sesgado. En una coleccin declaradamente gay, en la que
147
Mujeres barbudas
El ao 2002, con motivo de la exposicin Hroes cados. Masculinidad
y representacin, comisariada por Jos Miguel G. Corts para el Espai
dArt Contemporani de Castell, me encontr con el fotgrafo, definido
en el catlogo de la exposicin como transgnero, Del Lagrace Volcano
y su obra: fotos de Drag Kings. Mujeres transformadas en hombres y en
el caso del artista al que, adems, le gustan las mujeres de verdad. De
repente, la transexualidad pas a incorporarse a mi coleccin con imgenes de hombres, algunos de ellos barbudos, que antes haban vivido
como mujeres. Sin duda era una forma peculiar y subversiva de representar la masculinidad. Nacida en California en 1957, vivi como mujer
durante sus primeros 37 aos hasta que empez a vivir como hombre/
mujer. An Encyclopedia of Gay, Lesbian, Bisexual, Transgender and
Queer Culture (Chicago, 2002) la define como uno de los instigadores
de la perversa polimorfia de la cultura queer. En su pgina web declara:
Como artista visual de gnero accedo a las tecnologas de gnero con
el fin de amplificar, en lugar de borrar las huellas hermafroditas de mi
cuerpo. Yo me nombro a m mismo un abolicionista del gnero. Un terrorista de gnero a tiempo parcial. Una mutacin intencional e intersexual
por diseo (en comparacin con las de diagnstico) con el fin de distinguir mi viaje de los miles de personas intersexuales que han tenido sus
ambiguos cuerpos mutilados y desfigurados en un intento equivocado
en la normalizacin. Creo en cruzar la lnea tantas veces como sea necesario para construir un puente por el que todos podemos cruzar.
Desde el arte...
Fotografiando a un mito
Entre las obras que tengo de Carles Congost (Olot, Girona, 1970) hay una
en la que aparece Amanda Lear, famosa por haber sido musa de Dal y,
a pesar del halo de misterio que envuelve sus orgenes, fue considerada la primera transexual inglesa. Cantante y modelo, as como pintora y
escritora ocasional, se hizo famosa por su amistad con Salvador Dal. El
ttulo de la obra es Arkaran (The New Order) del ao 2005, que es un
still de su videoarte Memoria de Arkaran (2005), que fue expuesto en el
Centro de Arte Santa Mnica de Barcelona y realizado con la colaboracin del MUSAC de Len. Segn las palabras de Carles Congost: Para
m, Memorias de Arkaran es uno de aquellos trabajos a los que podramos llamar de rotura y apertura. Trabajos que abren nuevos caminos. De
lo que estoy convencido es que expresa perfectamente la relacin que
tengo hoy en da con el medio. La foto form parte de la exposicin comisariada por m en la Galera Mito de Barcelona Imitacin a la vida en
septiembre de 2007.
Warhol travestido
Christopher Makos (Lowell, Massachusetts, 1948). Conoc a Makos hace
muchos aos en Nueva York, un amigo periodista quera hacerle una entrevista y, a travs de su joven asistente espaol Quique Pastor, accedimos a su estudio para realizarla. Posteriormente he vuelto a coincidir con
149
Desde el arte...
Divino Waters
John Waters (John Samuel Waters, Jr., Baltimore, 1946), director de cine,
actor, escritor y fotgrafo. Es mucho ms famoso como director de cine
que como fotgrafo. Su historia y la de Divine, la drag queen tal vez
ms famosa del mundo, estn unidas de forma inseparable.
Le conoc personalmente en Nueva York en una visita privada organizada por la feria de arte The Armory Show a su exposicin Change Of
Life en el New Museum, cuando el New Museum tena su sede provisional en el SoHo. Estaba l esperando a los visitantes, invitados VIP de la
feria. Me acerqu y le ped que me dedicara el catlogo de la exposicin
y, al ensearle un catlogo de mi exposicin Como si nada (Foto Colec151
Mujercitos
Recientemente encontr un libro fascinante en la ltima edicin de Pars Photo, Mujercitos editado por la editoral RM. Exista la posibilidad de
comprar una edicin especial que iba acompaada de una foto original
de poca, cosa que hice. Su autora Susana Vargas hace un recorrido
por las pginas de Alarma! nicamente la verdad, ms conocida como
Alarma! en las que aparecen numerosas noticias sobre Mujercitos, uno
de los nombres con que se conoce a los travestis en Mxico. La autora
seala que no es lo mismo travesti, transexual o transgnero, ya que se
originan en distintos contextos culturales e histricos. La publicacin pertenece a lo que all se conoce como nota roja, que hace referencia a la
crnica de violencia y crimen. Se divide el libro en cuatro captulos: Orga, Bodas, Posando y Engao. Todo ello segn el cariz de la noticia que
Alarma! publicaba.
En la memoria, Mi querida seorita, Juego de lgrimas, Leigh Bovery,
Graces Jones y sobre todo Anonyma Wood, protagonista de la novela
Infortunio de Wesley Stace (RBA, Barcelona, 2006).
152
Muchas veces me pregunto cmo hubiera sido nacer sin haber sido una
persona transexual, cmo hubiera sido poder ir por la calle sin que nadie te mire raro aunque, claro, las personas transexuales de Brasil, por
ejemplo, viven en un pas en el que se han registrado entre 2008 y 2012
(un periodo de cuatro aos) ms de 450 asesinatos de personas transexuales y seguramente sueen con poder vivir en un mundo en el que
su nico problema sea que les miran raro. Es precisamente Brasil el
pas que registra ms asesinatos de personas transexuales, seguido por
Mxico con 106 y por Estados Unidos con 69. Como curiosidad habra
que decir que en Espaa, con todas sus leyes modernas respecto a los
153
En Europa no existe ni un solo pas que reconozca por ley a las personas transexuales los derechos que s reconocen a las personas cisexuales. Doce pases no reconocen a las personas transexuales en sus leyes,
y de los que s tienen alguna legislacin al respecto, en veintin pases
europeos para poder tener tu documentacin acorde a tu sexo real se
te exige por ley estar esterilizado/a, y eso que se supone que Europa
es el primer mundo. En Espaa, que fue pionera en legislar sobre transexualidad con la aprobacin de la ley 3/2007, popularmente conocida
como Ley de identidad de gnero, a da de hoy tenemos un pas en el
que, segn en qu comunidad autnoma vivas, se te aplican unas leyes
o ninguna, por no mencionar que a las personas transexuales se nos discrimina por ley. Actualmente existen cinco normas jurdicas espaolas
que legislan en lo que a derechos de las personas transexuales se refiere. La nica de ellas de aplicacin estatal es la ya mencionada 3/2007
cuyo nico cometido es regular la posibilidad de modificar tu documentacin para que sea acorde a tu nombre y sexo reales, pero sus requisitos son tan restrictivos que resultan discriminatorios. Esta ley obliga a las
personas transexuales a incumplir otra ley segn la cual todos los espaoles tenemos la obligacin de portar un DNI que muestre, entre otras
cosas, nuestro sexo, nuestro nombre y una foto en la que se nos pueda reconocer, ya que la ley 3/2007 nos obliga a portar durante un mnimo de dos aos una documentacin que poco o nada tiene que ver
con nosotros, por no mencionar que nos exige estar diagnosticados con
un trastorno psiquitrico o que dicha ley no reconoce ni la existencia
de las personas transexuales menores de edad, ni la existencia de las
personas transexuales inmigrantes. En cuanto a las leyes autonmicas,
todas ellas, a excepcin de la recientemente aprobada en Andaluca,
exigen, al igual que la ley estatal, que la persona haya sido diagnosticada con un trastorno psiquitrico, como si los psiquiatras supieran algo
sobre la transexualidad ms all de pensar errneamente que quien no
se adecua a las normas sociales padece un trastorno, pero claro, si algn da reconocieran la diversidad humana, tendran que dejar prcticamente vacos sus manuales de diagnsticos mentales y se les acabara
el negocio. Navarra, Pas Vasco, Andaluca cada ley aprobada ha ido
mejorando en lo posible a sus predecesoras, pero es sangrante el caso
de la ley Canaria, en la cual la situacin se ha dado a la inversa y se han
155
Esto, dicho as, puede que parezca fcil de entender e incluso es posible
que haya gente que lo lea y que piense que tengo razn, pero, si ahondamos lo suficiente en la cuestin, puede que muchas de estas personas cambien de idea porque, si nos quedamos en cosas que ya estn
ms que superadas, todos y todas estaremos de acuerdo. En nuestra sociedad a nadie con dos neuronas funcionales se le ocurrira decir a da
de hoy, por ejemplo, que el derecho a voto debe ser algo exclusivo de
los hombres. Esto es algo que est ms que superado, pero claro, atribuir algo en exclusividad a un sexo es un error siempre, no solo cuando
se habla de derechos. Dentro de la gran diversidad humana existimos
personas que directamente somos la demostracin viviente de que atribuir algo en exclusiva a un sexo es un error. Que alguien se invent que
lo de llevar faldas era cosa de chicas, pues que vaya a contarle a un escocs su absurda teora. Que alguien se invento que lo de tener cromosomas XY era algo exclusivo de los hombres, pues ah estn un montn
de mujeres que nacieron con cromosomas XY para demostrar que eso
no es cierto. Que alguien se invent que tener pecho era cosa exclusiva
de las mujeres, pues que investigue un poco sobre la gran cantidad de
casos que existen de hombres con ginecomastia; que, por cierto, yo personalmente no entiendo que, siendo algo natural que existan hombres
con pecho, se considere desde el estamento mdico que padecen una
patologa. Que alguien se invent que lo de nacer con pene era algo exclusivo de los hombres, pues ah estamos todas las mujeres transexuales
para demostrar que tampoco es cierto. Y suma y sigue, porque cualquier
norma que se quiera atribuir a un sexo en exclusiva es un error y evidentemente vivimos en una sociedad que lleva aos basando sus ideas en
errores, a lo que adems hay que sumar el hecho de que desde la medicina todo aquello que se salga de la norma en lugar de utilizarlo como
demostracin de que esa norma estaba equivocada, lo que han hecho
ha sido diagnosticarlo como una enfermedad en la mayora de los casos
o como un problema fsico. Pero es ms grave en el caso de las personas transexuales, ya que adems el estamento mdico se inventa que la
transexualidad es una patologa mental y se queda tan a gusto. Como si
no fuera ya bastante complicado vivir en una sociedad que no es capaz
de aceptar que hay personas que nacemos sin cumplir esas normas que
no tienen ninguna lgica. Una sociedad que da ms credibilidad a las
157
normas sociales creadas con una base equivocada, que a la propia existencia de quienes demostramos tan solo con nacer que dichas normas
sociales no tienen ningn sentido. Sociedades que, para impedir a toda
costa la ruptura de esas normas absurdas, prefieren penalizarnos desde
el mismo momento en que nacemosActualmente nos encontramos con
que ya no existe tanto miedo a decir socialmente que tu sexo no es el
que te dicen que es y gracias a ello las personas transexuales cada da
lo verbalizan a edades ms tempranas. En estos momentos existen ya
un montn de casos de nios y nias que con cuatro, cinco o seis aos
se plantan delante de sus padres y les dicen que estn equivocados,
que su sexo no es el que les asignaron al nacer. Por suerte, en la mayora de los casos, los padres de estos nios y nias transexuales son lo
suficientemente inteligentes como para aceptar la realidad y ayudan en
lo posible a su hijo o hija, pero se encuentran con que en muchos casos
tienen que enfrentarse a una sociedad que directamente no es capaz de
entender que existen nios y nias transexuales, a los que no debemos
confundir con nios con comportamientos de gnero no normativo, porque no tienen nada que ver. El da que como sociedad seamos capaces
de aceptar la diversidad humana, el da que la prensa al hablar sobre
una persona transexual no venda como noticia su condicin. El da que
seamos capaces de aceptar que existen hombres con pene y hombres
con vulva, mujeres con pene y mujeres con vulva. El da que seamos
capaces de aceptar que cuestiones como la capacidad de gestar no es
algo exclusivo de las mujeres y que tambin existen hombres que nacen con la posibilidad de crear una vida en su interior, ese da estaremos
ms cerca de ser una sociedad y ms lejos de ser una suciedad. Pero
para ello an nos queda mucho por aprender y ms an por desaprender. Tenemos que desaprender todas las normas sociales de gnero
pues ninguna de ellas tiene sentido y tenemos que aprender que todos,
hombres y mujeres, transexuales y bisexuales aunque seamos diferentes y nuestras diferencias nos hagan nicos e irrepetibles, en lo que a
derechos se refiere tenemos que ser todos iguales.
158
Clamar y defender el lugar que a cada uno nos pertenece como persona
es todo un reto. Se trata de un desafo que no pocas veces se ve truncado por circunstancias, e incluso personas, cuyo desenlace o reaccin
no siempre podemos prever. As es como surgen infinidad de historias
a lo largo de la vida de cualquier persona, incluidas las personas trans.
Muchas de esas historias llegan a trmino con un final feliz, satisfactorio,
reconfortante. Otras, en cambio, acaban en el extremo opuesto.
Se ha cumplido ahora un ao desde aquel desatinado suceso en mi
vida, la vida laboral de un joven hombre transexual, mi caso no deja de
servir de ejemplo para dar visibilidad a la verdadera realidad a la que se
enfrenta nuestro colectivo.
Mi nombre es Daniel y soy un enfermero de 26 aos de edad que desde
los 18 hizo visible su condicin de hombre transexual entre amigos y familiares, y que ha recorrido un largo camino durante el que ha disfrutado
y luchado a partes iguales, con alegras e inconvenientes debido a mi
identidad de gnero.
Los primeros pasos que siguieron a mi salida del armario recuerdo que
fueron toda una amalgama de sentimientos que incluan alivio e incertidumbre al mismo tiempo. Sentimiento de alivio por saber que uno nunca
ms tendr que aparentar ser lo que no es, por ser capaz de dejar a un
lado el papel teatral que todo estereotipo crea para cada sujeto y circunstancia, por sentir que desde entonces uno queda libre de la celda
interior que reprime todo cuanto es y siente acerca de s mismo. Pero
tambin un sentimiento de incertidumbre por no saber qu le deparar
a uno la vida ahora que ha sido capaz de despegar los pies del suelo. No es extrao el planteamiento de preguntas como Ser igual de
bien aceptado por la sociedad que como lo fui por parte de mi familia y
amigos? o, por contra, la inversamente proporcional Encontrar trabas
para todo cuanto me proponga conseguir u obtener por el mero hecho
de poder ser considerado injustamente distinto o anmalo?
Sea como fuere, s que solo el tiempo me dar respuestas a todas estas
dudas y no me queda otra alternativa que seguir hacia delante sin mirar
160
atrs, sin dar un paso atrs ni para coger impulso (como dira Carla Antonelli).
Los aos pasan y con ellos las personas, sus vidas y sus proyectos. Todo
se encuentra en constante cambio y evolucin. Un da nos encontramos jugando en el patio del recreo sin ningn tipo de preocupacin ms
all de pasarlo bien, y poco despus nos vemos sentados en el gradero de una inmensa clase, en la universidad, con preocupaciones, objetivos, sueos y conflictos internos bien distintos a los de la infancia. Se
da paso de la ms pura inocencia de la niez, a la madurez y el compromiso que rigen toda vida adulta. En todo ese proceso el nico elemento
que no cambia es la percepcin interior que uno tiene de s mismo. Lo
dems, por contra, es todo un periplo vivencial en el que uno llega a
lugares o posiciones muy distintas a las fantaseadas aos atrs. As es
como aquel nio que soaba con ser bombero termina siendo fillogo.
Algunos de los que soaron con ser mdicos, luego dedicaron sus conocimientos a moldear el cabello y los que, anhelando convertirse en
veterinarios, terminaron siendo enfermeros al servicio de un centro de
menores para verse, un buen da, inmersos en una debacle laboral debido a su condicin de hombre transexual.
De la infinidad de situaciones discriminatorias que este colectivo puede
llegar a sufrir, es tal vez el mbito laboral uno de los que ms destaca,
preocupa y coarta la vida de estas personas. En el caso recientemente mencionado, la discriminacin se gest durante innumerables meses donde no faltaron reuniones en privado, frases y palabras cargadas
de despotismo y agravio, proposiciones delirantes a fin de eliminar el
problema de la empresa, y un compendio sin fin de despropsitos varios que se convirtieron en veladas y sutiles amenazas. Ante situaciones
como esta, qu duda cabe, uno llega a sentirse culpable de su propia
identidad e incluso de su propia existencia. De ese modo logran sus fines quienes extorsionan psquica y moralmente a quienes consideran
distintos o enfermos.
Es duro verte inmerso en un proceso en tu propia empresa y tener que
enfrentar consignas del tipo Usted ya no da el perfil psiquitrico para
161
una condicin personal que existe y que debe visibilizarse para acabar
con los prejuicios que la sociedad tiene hacia ella, en gran medida por
ignorancia. Una visibilizacin que debe luchar para que la transexualidad
deje de ser una realidad silenciada.
163
Voy a contar una historia, la historia de mi hija. Naci hace 10 aos, era
un beb precioso y le asignamos el sexo masculino porque, tal y como
se suele hacer y yo misma tena entendido, nios son los que tienen
pene. As que empezamos a nombrarla y tratarla como varn.
En cuanto tuvo autonoma de movimientos, empez a mostrar un gran
inters por pendientes, collares, bolsos, tacones, vestidos, horquillas,
maquillaje e intentaba ponrselos ella sola. A todos nos haca gracia y
no le dbamos ninguna importancia. Al fin y al cabo no era ms que un
beb.
Cuando comenz a gatear, iba loca detrs de los zapatos de sus primas
y se los pona en las manos. Todava guardo unas mallorquinas rojas de
una de mis sobrinas por la fijacin que mi hija tuvo con ellas.
165
Con los primeros pasos llegaron las visitas a mi habitacin para coger
los zapatos de tacn, faldas, vestidos, collares lo que pillara. Se lo pona todo como poda y a continuacin se paseaba as ataviada por toda
la casa.
Cuando empez a hablar, se trataba a s misma en femenino y todos
la corregamos: guapa, no, t eres guapo, pero en el fondo de mi ser
algo me deca que era un acto totalmente consciente, ya que continuamente daba muestras de una inteligencia notable y que se equivocara
tan repetidamente en el gnero, cuando menos, me inquietaba. Obviamente, tras varias correcciones, dej de hacerlo. Quise creer que mi inquietud era infundada.
Si salamos al parque o a la plaza estaba todo el rato pegada a m o husmeando en los bolsos de otras madres. No mostraba ningn inters por
jugar ni socializar y, en cuanto llegbamos a casa, se echaba a correr a
mi habitacin a coger lo que poda y alcanzaba, o me peda que le bajara del armario una falda o un vestido. Una vez que estaba vestida se iba
al bao a pintarse y peinarse, se pegaba rato y rato mirndose al espejo
y frente al espejo la cara le cambiaba, se le iluminaba y sonrea.
Con algo ms de dos aos y medio le pregunt a su cuidadora: Luca,
quin dice quin es nio y quin es nia?. La cuidadora, ms sorprendida por la profundidad de la pregunta que por el contenido de esta, le
contest: Dios, y entonces mi hija concluy: Pues Dios se ha equivocado conmigo. Cuando volv a casa y Luca me lo cont, una especie de
relmpago me recorri por dentro y empec a investigar, y as descubr
que se nace transexual y que existan nios y nias a los que en Estados
Unidos y Holanda se les permita vivir como se sienten. Coment mis indagaciones y mi inquietud a algunas personas de mi crculo ms ntimo y
empec a ser consciente de que ese era un tema tab en el que no iba
a tener muchos apoyos, ya que el desconocimiento y los prejuicios eran
tan grandes que nos impedan a todos ver la realidad. As es que, como
quien encierra a una fiera, aparqu este descubrimiento en un lugar remoto de mi mente.
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A los pocos meses de cumplir los 3 aos, lleg el momento de empezar el colegio. Recuerdo que unos das antes me reun con la profesora
que la iba a llevar y le expliqu que el nio que iba a recibir era muy
femenino y que incluso deca que era una nia. La maestra me dijo que
no me preocupara, que ya se le pasara y que ella la dejara expresarse como quisiera. Esto me tranquiliz bastante, ya que tema que como
educadora la intentase corregir a su manera.
Empez el colegio y fue horrible. Es uno de los recuerdos ms dolorosos que tengo. Todas las maanas quera ir con falda a clase y no haba
manera de vestirla. Todo eran lloros, patadas, gritos y, al final, triunfaba
yo, claro: pantaln o mallas. Yo no entenda nada, me lo tomaba como un
desafo en el que yo tena que imponerme para ponerle los lmites porque pareca que este nio siempre quera salirse con la suya y sus caprichos no tenan fin. Adems, eso es lo que todo el mundo a mi alrededor empezaba a decirme: A este nio le tienes muy consentido, Ponle
lmites, Que no se te apodere, No le des todos los caprichos Y es
que cada vez demandaba las cosas con ms fuerza e irritacin. Qu irona! Todos creyendo que le estaba consintiendo demasiado y ni siquiera
le estaba respetando lo ms preciado que tenemos todos, la identidad.
No solo no se la respetaba, sino que se la negaba. Yo, que era su madre
y, por supuesto, mucho ms los dems, que incluso se permitan juzgarla
con ms o menos discrecin a ella y a m. Todos estaban de acuerdo
en una cosa: no deba darle mayor importancia a todo ese asunto porque ya se le pasara.
Pero no se le pasaba. Mi hija era cada da era ms consciente de que no
la tratbamos como se senta y as cada vez exageraba ms y ms sus
gestos y sus atuendos en un grito incesante para reclamar su identidad.
Pero todos estbamos sordos y ciegos.
Los tres aos de Educacin Infantil fue respetada por su profe y en clase
se pona pincitas en el pelo y los disfraces que haba de nia, y sus compaeros aceptaban perfectamente su manera de comportarse. Cuando
cumpli 4 aos le pregunt qu quera de regalo y me dijo que ir al cole
vestida de Blancanieves. As que all que fue de Blancanieves y casi pa167
reca que levitaba de lo hueca que iba. Lo mismo ocurri cuando cumpli 5 aos, que fue disfrazada de hada y a los 6, de princesa.
Cuando tena 5 aos vino a casa contando que un nio mayor la haba
llamado mariquita y quiso saber qu significaba. Yo intent decirle que
era ese insecto bonito rojo con puntos negros, pero ella me deca: No
puede ser, mam, porque eso no es un insulto. Y yo, hecha un mar de
dudas, le contest: Pues no s, cario, qu habr pretendido decirte
ese nio. No deb de ser muy convincente porque por la noche volvi
a preguntarme y ya le dije lo que significaba. Con sus grandes ojos me
pregunt: Y eso es malo? y yo le dije: Por supuesto que no, pero hay
personas que no aceptan a los que son diferentes. T no tienes ningn
problema; el problema lo tiene ese nio que tiene rabia dentro y la saca
contigo. Pero el problema s apareci, ya que ese fue el comienzo de
una serie de insultos, afortunadamente muy espordicos, ante los cuales
yo me plantaba en la puerta del cole y hablaba con cada nio, explicndoles lo doloroso que era para mi hija y para m que la insultaran, e intentaba transmitirles unas nociones comprimidas de empata.
A los 6 aos dej de verbalizar que era nia, pero se invent un juego
que me parte el alma cada vez que lo recuerdo: Ella era una nia pequea abandonada en el bosque y yo me la tena que encontrar y darme una alegra enorme y cogerla en brazos y decirle lo que la quera y
lo contenta que estaba de habrmela encontrado. Todos los das quera
jugar al juego de la niita, pero para m era muy doloroso porque saba
que no era solo un juego, sino su manera de conseguir que yo durante
unos minutos la aceptara y tratara como nia.
Fueron aos de una terrible soledad para mi hija porque nadie la aceptaba ni respetaba plenamente, y para m porque senta que no estaba
haciendo lo mejor para ella. Pero no contaba con ningn apoyo de mi
entorno. Tena la sensacin de estar entre tinieblas, no atinaba a ver cul
era el camino a seguir.
Yo segua investigando por mi cuenta y durante dos aos me empap
de teora queer y, dndole prevalencia a una teora antes que a lo que
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El Libro de Daniela
frica Pastor Espuch
Vicepresidenta de la Fundacin Daniela
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Dani nos dijo claramente que ese ao no pensaba escribir la carta a los
Reyes Magos, ni a Pap Noel porque nunca le traan lo que les peda.
Pero ese ao algo muy especial sucedi. Su padre tena el firme propsito de nunca comprar una Barbie, ni nada similar. De hecho lo anunciaba en alto:
-Pap no compra Barbies.
Esa sentencia inclua cualquier juguete que tuviera una connotacin femenina. Pero aunque nos mostraba ese lado tosco y masculino, no tard
en darse cuenta del sufrimiento de su hijo.
Un da me encontraba comprando regalos cuando, al girar por un pasillo
de la tienda, me top con mi marido. Los dos bamos a comprarle el mismo regalo. Aquello que le haca tan feliz. Fuimos juntos a recoger a Dani
al cole; sala exultante, dando saltos de alegra. Tena algo muy importante que decirnos. Nos metimos en el coche y no pudo aguantarse:
-Va a ser la semana de los cuentos! Nuestro cuento es Alicia en
el Pas de las Maravillas! Hay que ir disfrazados, y yo voy a ser...
ALI- CIA!.
-Su padre inmediatamente par el coche, se gir hacia l y le dijo:
-Dani, t no eres una nia y nunca lo sers. T siempre sers un
nio!!!
Un grito de dolor desgarrador inund el coche y tambin nuestros corazones. Busqu miles de motivos por los que no poda ir de Alicia, por
ejemplo que no tenamos peluca. Pero l ya tena todo pensado:
-Mami, pues la hacemos de lana.
-Ya mi vida, pero no tengo lana amarilla. Y si hacemos uno de
conejo?
-Vale, mami, ir de conejo.
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Estas y muchas ms son las miles de ancdotas que podra escribir sobre nuestra historia y que no se diferencian prcticamente en nada de
las historias de cualquier otra familia con un nio/a transexual.
La necesidad que nos empuj a tratar de ayudar a lograr un mundo mejor fue principalmente la respuesta de rechazo que obtuvimos por parte
del colegio en todo su conjunto incluyendo a las familias. Me llegaron a
decir que mi problema haba sido escuchar demasiado a mi hija; que a
los nios no hay que escucharlos tanto, que eso es malcriarlos.
-Lo que hay es lo que es, el mundo esta hecho as. Al nio hay
que hacerle ver que eso es imposible, si naci con genitales femeninos es una nia y si naci con genitales masculinos es un nio.
Si piensa lo contrario habr que educarle mejor y no consentirle
que haga o que diga cosas que no le corresponden
Ante tanta estupidez, lo mejor que hicimos fue guiarnos por el sentido
comn porque desgraciadamente muchas veces ya no se trata de ignorancia, se trata de prejuicios. Prejuicios y miedos ante una realidad que
ya no se esconde, que ya no se deja avasallar ni por nada ni por nadie,
que ya se ha cansado de disimular y sonrer ante la hipocresa que nada
tiene que ver con la ignorancia.
Dejar vivir a los nios expresndose como ellos quieren no tiene nada de
malo. Infinitas frmulas nos dan para conseguir que nuestros hijos sean
felices, cuando el AMOR es la clave de todo. Que se sientan apoyados,
queridos, valorados y amados, respetando su identidad, es lo nico que
importa. Motivados por el amor a nuestra hija decidimos crear Fundacin
Daniela, una organizacin sin nimo de lucro destinada, entre otras cosas, a dar formacin a los profesionales sobre esta realidad; una formacin necesaria para que ningn nio ms sufra lo que sufri Daniela.
Y como por mucha resiliencia que tengas hay situaciones a las que te
tienes que enfrentar s o s, lo hice y no me avergenzo de decir que
tuve momentos de flaqueza, de desilusin y de angustia.
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de los profesionales para que nuestros hijos tengan el trato adecuado, respetando as su derecho a la salud.
Para que todo esto pueda lograrse, necesitamos leyes como la
aprobada en Andaluca: la Ley Integral para la no discriminacin
por motivos de identidad de gnero, gracias a la unanimidad de
los partidos polticos.
Me gustara terminar recordando que el nombre tiene como finalidad fijar la identidad de una persona en sus relaciones sociales; es
un signo distintivo del individuo, con el cual se le identifica y se
le reconoce. El cambio de nombre para estos nios significa gozar
de derechos tales como la dignidad y la integridad personal. Derechos que no se les pueden seguir negando.
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1. El paternalismo de los poderes pblicos en asuntos relativos a los menores transexuales: injerencias y omisiones
Los menores transexuales vienen siendo vctimas de varias injusticias
en el mbito legal, derivadas en esencia de unos poderes pblicos que
ejercen un paternalismo mal entendido, sumado a un importante grado de ignorancia (cuando no de otros prejuicios) hacia el fenmeno de
la transexualidad por parte de esos mismos poderes pblicos que han
de velar por el inters superior del menor, conforme a la Ley Orgnica
1/1996, de 15 de enero, de proteccin jurdica del menor (art. 11.2), en la
7.- Este trabajo se basa, con algunos cambios puntuales, en la Comunicacin presentada por
Chrysallis (Natalia Aventn y Javier Maldonado) a los XXVI ENCUENTROS ESTATALES LGTB,
celebrados en Ganda los das 14-16 de noviembre de 2014, con el ttulo Situacin legal de los
menores transexuales en Espaa.
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entonces (es decir, desde el momento en que la familia detecta esos indicios de la discordancia, y adems los sabe interpretar) se opta por no
actuar, se mantendr ese menoscabo al libre desarrollo de la personalidad conforme al sexo sentido como propio.
Y si se opta actuar, si se decide comenzar el conocido como trnsito
social, los padres o tutores debemos afrontar la tarea de recomponer
de manera artesanal, paso a paso, el ser jurdico y personal de nuestros menores en los mbitos registral, educativo y sanitario a fin de evitar que sigan siendo identificados oficialmente con un nombre y gnero
que no sienten como propios, y a fin de evitar que la llegada de la pubertad acente aquella discordancia.
En ese momento es cuando los representantes de los menores comprueban que legalmente esa tarea no es fcil; que no solo no existe una
legislacin estatal que aborde de manera integral las distintas materias
que afectan a los menores transexuales, sino que la normativa aplicable a los diferentes sectores que nos resultan determinantes (fundamentalmente el registral, el educativo y el sanitario), en trminos generales,
no contempla las necesidades de los menores transexuales y, por tanto,
no les da solucin especfica e integral. A ello se aade que, dado que
parte de las materias de inters para la recomposicin legal y para el
trnsito social son competencia de las Comunidades Autnomas (v. gr.
educacin o salud), resulta que el lugar donde resida el menor puede
determinar que su infancia y sobre todo su pubertad puedan convertirse en un autntico calvario.
Por otro lado, con demasiada frecuencia existe desacuerdo entre los padres acerca de las decisiones a tomar relacionadas con la identidad de
gnero de los menores, especialmente cuando los progenitores estn
separados o divorciados, lo que es un obstculo aadido si el menor no
ha alcanzado an suficientes condiciones de madurez para actuar por s
mismo, que generalmente se sita en los doce aos, edad a partir de la
cual se entiende que los menores tiene capacidad natural para decidir
sobre lo concerniente a los derechos de la personalidad y pueden ac-
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tuar sin la representacin legal de sus padres (art. 162 del Cdigo Civil)11.
En tales casos, la Ley tampoco ofrece una solucin lo suficientemente
gil (como sera atribuir la competencia para resolver ese desacuerdo
a la autoridad encargada de resolver la peticin respecto de la cual ha
surgido la discrepancia), sino que, para resolver las controversias surgidas en el ejercicio de la patria potestad entre los progenitores, es preciso seguir previamente un procedimiento de jurisdiccin voluntaria, segn establece la d.t.10 de la Ley 11/1981, de 13 de mayo, de modificacin
del Cdigo Civil en materia de filiacin, patria potestad y rgimen econmico matrimonial12.
Veamos las distintas actuaciones a abordar por los representantes de
los menores transexuales en esa tarea de rectificacin y reasignacin
de los caracteres de su personalidad jurdica asignados errneamente
al nacer, y en conseguir que se den las condiciones adecuadas para que
sea posible el libre desarrollo de la personalidad del menor conforme a
su identidad de gnero, con respeto a su derecho a la privacidad y a la
salud. Comenzaremos con el intento de rectificacin de los datos que
constan en la inscripcin de nacimiento en el Registro Civil: el sexo errneo que se le asign al nacer, y el nombre que se le dio en concordancia con ese sexo.
11.- V. Snchez Hernndez, C. (2002): Capacidad natural e inters del menor maduro como
fundamento del libre ejercicio de los derechos de la personalidad en Estudios Homenaje al
profesor Luis Dez-Picazo, vol. I, Madrid, pp. 951 y ss.; Lama Aym, A. de (2006): La proteccin
de los derechos de la personalidad del menor de edad, Valencia; y Yez Vivero, F. (2006):
Capacidad del menor en el mbito de sus derechos de la personalidad en El desarrollo de la
Convencin sobre los derechos del nio en Espaa, pp. 89 y ss.
12.- Establece que Mientras no se modifique la Ley de Enjuiciamiento Civil, se aplicarn las
normas de la Jurisdiccin voluntaria a las actuaciones que se sigan: () Segundo. Para resolver
las controversias surgidas en el ejercicio de la patria potestad y en las relaciones personales y
patrimoniales de los cnyuges cuando por su propia naturaleza exijan una resolucin urgente.
Por su parte, el Proyecto de Ley de la Jurisdiccin Voluntaria de 2 de agosto de 2014, mantiene
igualmente este procedimiento para caso de desacuerdo en el ejercicio de la patria potestad
ejercitada conjuntamente por los progenitores (art. 88).
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su dignidad al someterse a la humillacin pblica referida, una vulneracin en sus derechos a la intimidad y a la vida privada al verse obligados a dar explicaciones sobre su condicin, y un menoscabo en su
derecho al libre desarrollo de su personalidad conforme a su identidad sexual.
En ese conflicto entre procurar el respeto efectivo a los valores y derechos fundamentales que se ven vulnerados por el nombre registral (lo
que implica que ese nombre registral objetivamente perjudica a la persona) y el inters superior de los menores, frente a la prohibicin de
nombres que induzcan a error en cuanto al sexo, ha de prevalecer la
primera. Y no puede hacerse valer en defensa de esta ltima prohibicin que nos encontremos ante una cuestin de orden pblico porque, como ya hemos recordado, el propio Pleno de la Sala de lo Civil del
Tribunal Supremo, en aquella sentencia de 17 de septiembre de 2007
advirti que no podra ampararse en la determinacin del sexo por razn de la aplicacin de los caracteres del estado civil (orden pblico,
inoperatividad, indisponibilidad, peculiaridades procesales) una respuesta negativa a la cuestin que nos ocupa, dado que la concepcin del
sexo como estado civil se debilita, y abundan ya los tratamientos cientficos de la cuestin en los que se sostiene que el sexo no es un estado
civil, sin perjuicio de sealar la relevancia jurdica que todava tiene; no
obstante, constatar que se va disponiendo la irrelevancia del sexo en el
trfico jurdico (FD 4). Y es que felizmente hoy da es posible incluso el
matrimonio entre personas del mismo sexo.
b) Ese mismo art. 54 LRC advierte que Quedan prohibidos los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, y para el menor
transexual (como para el mayor que an no ha rectificado la mencin registral del gnero) el nombre que consta en el Registro Civil
ha devenido perjudicial de manera objetiva, en tanto que le supone
un obstculo en el respeto y proteccin de su dignidad, del libre desarrollo de su personalidad, del derecho a su intimidad y del derecho
a su vida privada. De ese modo, en el conflicto entre la prohibicin
de nombre que induzcan a error en cuanto al sexo y nombres que
objetivamente perjudiquen a la persona, ha de prevalecer el respe193
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d) De otro lado, este principio de libre eleccin del nombre propio que
rige en la materia18, es reflejo de un Estado que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurdico la libertad, segn proclama el artculo 1 de la Constitucin, norma suprema en cuyo artculo
9.2 se impone a los poderes pblicos promover las condiciones para
que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se
integra sean reales y efectivas. De ese modo, los menores transexuales no han de ver limitado el catlogo de nombres a escoger solo entre los nombres ambiguos o indeterminados para uno y otro gnero,
como mecanismo indigno al que deban recurrir antao, sino que el
respeto a su derecho al libre desarrollo de su personalidad, y al derecho a su vida privada y familiar, no admite injerencias de los poderes
pblicos en la eleccin de un nombre plenamente acorde con su sexo
psicolgico, como expusimos al inicio de esta comunicacin.
Por todo lo anterior, desde Chrysallis abogamos por una interpretacin
del artculo 54 LRC que permita el efectivo respeto de los derechos
fundamentales de las personas transexuales (menores o mayores), as
como por la inmediata entrada en vigor del artculo 51 de la Ley del Registro Civil de 2011, en vacatio legis.
18.- Acogido por la Direccin General de los Registros y del Notariado desde su Circular de 2
de julio de 1980.
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20.- Aunque indica que en el informe de la Unidad de Atencin a la Transexualidad habr recomendaciones especficas para el centro educativo, aade que de entrada, hay 4 bsicas a
tener en cuenta: - Que el profesorado llame al menor o a la menor por el nombre con el que se
identifica, debiendo figurar tambin as en las listas de clase (No en las actas oficiales, dado que
legalmente no se puede cambiar el nombre hasta los 18 aos) Que en el carn de estudiante
est el nombre con el que se identifica (se suele solicitar en cines, guaguas, bibliotecas, etc.)
- Que pueda acudir a los baos y vestuarios que le corresponda de acuerdo con su identidad
- Que las actitudes del profesorado, direccin del centro y alumnado favorezcan el respeto y
eviten situaciones de acoso o discriminacin. Las actitudes ante la agresin o acoso deben ser
claras y no se les debe quitar importancia.
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3. No discriminacin ni segregacin en la atencin sanitaria. La eleccin de mdico especialista es libre, de conformidad con el derecho
que reconoce la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad (art.
10.13) y lo dispuesto en el Real Decreto 8/1996, de 15 de enero, sobre
libre eleccin de mdico en los servicios de atencin especializada
del Instituto Nacional de la Salud, y en la profusa normativa autonmica que reconoce y regula este derecho. Negar este derecho a las
personas transexuales supondra una inadmisible discriminacin por
razn de identidad de gnero, proscrita tanto por el artculo 14 de la
Constitucin como por otras muchas disposiciones25.
Del reconocimiento del derecho a la libre eleccin de mdico especialista cabe concluir que la existencia de las unidades de referencia sobre
identidad de gnero ha de entenderse como un mecanismo de uso facultativo y no obligatorio por parte de los usuarios, en tanto que lo contrario supondra excluir a las personas transexuales del derecho a la libre
la eleccin de mdico especialista, siendo objeto de segregacin y discriminacin. La existencia de esa unidades especficas es una garanta
para quien quiera usarlas, y no una imposicin contraria al derecho citado, adems de discriminatoria y segregadora. Y, respecto a los menores transexuales, hay que aadir que en la actualidad las unidades de
capaz intelectual ni emocionalmente de comprender el alcance de la intervencin () el consentimiento lo dar el representante legal del menor despus de haber escuchado su opinin
si tiene doce aos cumplidos. Cuando se trate de menores no incapaces ni incapacitados, pero
emancipados o con diecisis aos cumplidos, no cabe prestar el consentimiento por representacin. Sin embargo, en caso de actuacin de grave riesgo, segn el criterio del facultativo, los
padres sern informados y su opinin ser tenida en cuenta para la toma de la decisin correspondiente. Sobre el particular, v. Garca Garnica, M. C. (2004): El ejercicio de los derechos
de la personalidad del menor no emancipado (especial consideracin al consentimiento a los
actos mdicos y a las intromisiones en el honor, la intimidad y la propia imagen), Navarra; y
Santos Morn, M. J. (2011): Menores y derechos de la personalidad: La autonoma del menor, Anuario de la Facultad de Derecho de la Universidad Autnoma de Madrid, n. 15, pp. 63
y ss.
25.- La propia Ley General de Sanidad, en su art. 10.1, o las diferentes leyes autonmicas sobre
transexualidad: art. 10.1 Ley 2/2014 (Andaluca); art. 9.3 Ley 14/2012 (Pas Vasco); y art. 6.2 Ley
Foral 12/2009 (Navarra). Adems, cf. el Informe de la Comisin de Libertades Civiles, Justicia y
Asuntos de Interior de la Unin Europea, de 8 de enero de 2014, sobre la hoja de ruta de la UE
contra la homofobia y la discriminacin por motivos de orientacin sexual e identidad de gnero [2013/2183 (INI)].
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Voces literarias
Imaginarse Transexual
Eduardo Mendicutti
Hace un milln de aos, pero una dcada despus de que Raquel Welch
alguien se acuerda de Raquel Welch? fuera, en una pelcula conmovedora de puro ingenua, la mujer prehistrica que algunos nios sensibles, pero aguerridos queran ser, uno ley Travelling (Itinerario transexual), de Kathy Dee, editada por vez primera en Pars en 1974 por
Pierre Belfond y publicada aqu en 1977, en traduccin de Mara del Carmen Muley, en la Coleccin Golirdica de una rara editorial, Cupsa, que
formaba parte del sorprendente grupo Planeta de entonces. Fue la primera narracin autobiogrfica, aunque narrada en tercera persona, de
un transexual que yo le. Como era un texto extraordinariamente resbaladizo y sincopado, a caballo entre lo ms pejiguera de Joyce y lo menos gratificante de Henry Miller, no entend casi nada y me aburr mucho.
Quizs aquel librero de Lieja que acab convertido en Kathy Dee, tras
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Voces literarias...
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Voces literarias...
su peregrinar por peculiares hospederas de monasterios en los que espera alcanzar todos los grados de la experiencia mstica. Sin discusin,
por todos esos estados de conciencia y de nimo atravieso yo cuando
me sumerjo en mi propia memoria.
En ese trnsito hacia el xtasis, repleto de peripecias equvocas entre
lo carnal y lo espiritual, Rebeca de Windsor encuentra un aliado impagable en el lenguaje. Recreacin, que no parodia, del lenguaje de los
msticos los modelos recurrentes son Las moradas, de Teresa de vila,
y los poemas de Juan de la Cruz, el habla de la narradora se muestra
desde el primer momento poseda por las lecturas de las que se ha empachado al considerarlas el mejor vehculo para canalizar bien sus ansias de perfeccin y, en definitiva, de santidad. Y el lector descubre que
el lenguaje de los msticos y el lenguaje marica son tal para cual, un
ejercicio de malabarismo entre lo sublime y lo visceral, entre lo elevado
y lo sexual, entre lo creble y lo increble. Rebeca habla sin parar como
el Alma arrebatado por el Amado, pero siente en todo momento que
bajo esas palabras encendidas, iluminadas, incluso misteriosas en cuanto poticas, hay otros fuegos perfectamente reconocibles.
El choque entre el fulgor de las palabras y su trasfondo turbulento est
llamado a producir un efecto hilarante. O al contrario: una actitud hilarante produce el choque entre el fulgor potico del lenguaje y su trasfondo
turbulento. Y aqu ya entra en juego uno de los ingredientes fundamentales de la imaginacin narradora que uno pone en marcha: el humor.
Uno no sabe o, mejor dicho, no quiere, narrativamente hablando, imaginarse el mundo, la vida, el dolor, el placer, cualquier biografa, sin humor. Con humor es ms viable no solo superar, sino tambin entender
el conflicto, la infelicidad. En el caso de esta novela y de su protagonista
transexual, Rebeca de Windsor, el humor no solo brota en las situaciones
sino, sobre todo, en el lenguaje. Hay en ese lenguaje un trnsito constante, no literal pero s referencial, entre lo masculino y lo femenino, o,
mejor dicho, entre el femenino que corresponde a la mujer que ahora es
Rebeca y el masculino que perteneca al Jess Lpez Soler que Rebeca
una vez fue. Narrada en femenino, en la novela no desaparece nunca el
referente al lenguaje masculino del otro, como en los poemas msticos
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variantes se correspondiera socialmente con un gnero distinto. Y entonces todo sera an ms diverso y glorioso: las orientaciones sexuales
seran mltiples y las variaciones, permutaciones y combinaciones entre
sexos nos enriqueceran como personas y como habitantes del universo,
as, por ser un poco new age. Pero el caso es que quiz sea as, a lo mejor todo esto es ya as y no nos estamos dando cuenta. A lo mejor necesitamos un DNI que tenga ms casillas. En La India ya lo tienen. O un DNI
que no tenga nada. Un DNI sin sexo lo facilita todo: no haran falta leyes
para regular nada porque nadie sabra qu o quin somos ni con qu o
con quin nos identificamos ni con qu o con quin follamos. Todo esto
mola mucho y yo lo pienso sobre todo cuando me tomo tres cervezas.
Pero, por otro lado, estoy seguro de que hay personas que desde nios
se sienten hombre o mujer, hombre o mujer tal y como lo conocemos en
la sociedad occidental, y estn en su derecho, sea o no esto una construccin social, sea o no esto un engao, una invencin, tengan o no
tengan una variante cromosmica del sexo de esas que a m me encantan. Vamos, personas que son XX o XY y saben que quieren ser lo contrario, que ya son lo contrario. Si es que, por volver a mis intoxicaciones
etlicas, hay algo de contrario en ser hombre o ser mujer, que seguro
que lo hay, pero me gustara que esa seguridad de que lo hay no sea
una invencin, una imposicin, un instrumento de control.
En cualquier caso, no tengo ninguna certeza sobre el tema, o casi ninguna. Se abren ante m infinitas dudas, infinitas posibilidades. Por eso me
encanta. Disfruto cuando alguna amiga transexual me dice que cuando
era hombre le gustaban los hombres y ahora que es mujer le gustan las
mujeres. Me encanta cuando veo a una pareja formada por hombre y
mujer que antes eran mujer y hombre (con lo fcil que hubiera sido!). Me
da envidia cuando una mujer transexual me dice que se siente deseada por hombres heterosexuales, por hombres gays, por mujeres heterosexuales y por mujeres lesbianas. Me encanta que un hombre transexual
decida utilizar los rganos reproductores femeninos que an conserva
y d a luz un hijo, dos o diecisis. Me aterroriza pensar que una persona pueda o no ser transexual dependiendo del pas en el que nazca,
que se sienta ms o menos a gusto con las convenciones e imposiciones sobre su gnero dependiendo de la cultura o la geografa, que una
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las tetas, ni extirparme rganos que puedo utilizar para tener hijos
si me apetece y quiero seguir con mi aspecto de mujer machorra
toda la vida y te quedas en el margen. Dices soy mujer, pero mi
polla me provoca unos orgasmos bestiales que no s si perder
con la operacin y entonces te dicen que no eres una verdadera
transexual, que eres un travesti o un maricn con pluma. Dices
soy hombre y me gustan los hombres, pero hablo de m en femenino, suelto toda la pluma que puedo y por las noches me visto
de cupletera y acto por los escenarios de Chueca y entonces te
dicen que eres transexual y que no lo sabes. Dices soy hombre,
follo con mujeres, me enamoro de mujeres, tengo hijos con mujeres, pero tengo un amigo con el que juego al ftbol al que necesito dar unas palmaditas en el culo cada vez que mete un gol, y sus
abrazos me hacen feliz, y entonces te dicen que ests en el armario. A lo que voy: que aparte de tener tarifa plana y estar aburrido,
me da por pensar que todo es muy complejo, que nos gustara
que fuera ms fcil, que las clnicas de ciruga esttica se forran
con las etiquetas de mujer perfecta, los laboratorios, las marcas de
cosmtica, las tiendas de ropa: quieren convertirnos en algo que
no somos, en hombres y mujeres de anuncio. Pero no solo afecta
a las transexuales, obviamente: nos afecta a todas. Quieren que
seamos varn o hembra y nos circuncidan, nos mutilan para convertirnos en algo que nunca seremos, quieren que seamos hombre
o mujer, masculino o femenino, y nos diagnostican, nos insultan,
nos agreden, nos recomiendan, nos mienten, nos prometen que
seremos ms felices si elegimos, si nos transformamos, si entramos
en el rollo, quieren que nos comportemos como supuestamente
debera comportarse un hombre o una mujer, que no aleteemos
con las manos o no bebamos cerveza a morro de la botella, quieren que nos gusten los hombres o las mujeres, pero no los dos a
la vez, o ninguno, quieren que nuestras decisiones sean definitivas
e irreversibles, que mintamos sobre nuestras propias vidas, que inventemos historias sobre nosotros mismos para explicar lo que no
se puede explicar, que busquemos culpables donde no hay culpables Quieren que todo sea perfecto, explicable y predecible y
no piensan que al medirnos, al estudiarnos, nos modifican y que
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Hace unos aos, un amigo querido hizo que conociera a Catulo. Tuve
por primera vez la sensacin de que haba llegado a mi vida ese muchacho, y sent la vida de su Roma de calles oscuras, alumbradas con antorchas entre las sombras, llena de tabernas, de personas viciosas, rindose a gritos y sufriendo. Quiero decir que lo conoc a l, los romanos me
haban parecido romanos, es decir, hombres con tnicas, muy diferentes
de nosotros para sentirlos cercanos.
Catulo haba estado enamorado hasta el fondo de su corazn de la que
llam Lesbia, una mujer que haba pasado por mil hombres, que era poderosa, rica y suntuosa. Durante unos das o semanas, que fueron momentos, ella se rindi a la claridad de aquel amor juvenil. Catulo escribi:
Vivamos, Lesbia ma y amemos
Y rumores seniles y severos
Estimemos todos en un as tan slo.
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Habla de Atis, la hija transexual de la diosa. Al pasar a castellano su lenguaje conceptista, en el que hay que meditar ciertas palabras, como si
fueran un crucigrama, para entenderlas, decid ponerlo con formas casi
idnticas a las latinas, para que l las reconociera.
Al hacerlo, invent un castellano superconceptista, que deja atrs el de
Gngora y nuestros barrocos, que requerira leerlo con un diccionario, o
figurarse su significado. Al final, de todas formas, gloso alguno de los cultismos que me invent.
El ritmo me parece que se puede or ms claro, ms sincopado.
Sobre altos mares Atis, llevado por rauda nave,
frigio bosque, precipitado, su pie ansioso toc
y se adentr en opacos lugares de la divina,
donde estmulo de furia y rabia, vagante nimo,
devolvi del ilion pesos con un slice agudo.
Y as como sinti sus miembros, ya no varn,
tambin manchando la tierra con sola sangre reciente,
con nveas manos tom, presurosa, el leve tmpano,
tmpano tuyo, Cibeles, tuya, Madre, iniciacin,
percutiendo en piel de toro, con dedos tiernos lo cavo,
cancin a sus compaeras tremebunda exhort:
Ea, id a los altos,
galas, bosques de Cbeles,
id juntas, vagas ovejas
de la duea dindimnea,
pidientes de ajenos sitios,
al igual que exiliadas;
secta ma, me seguisteis
tomando salados rpidos
y truculencias del pilago;
quienes cuerpo emasculasteis
por nimio odio de Venus,
haced que el nimo hilare
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Biografas abreviadas
de los autores
AET-Transexualia
Asociacin Espaola de Transexuales que nace en agosto de 1987 con
el objetivo dereducir y eliminar los obstculos y barreras sociales, psquicas y/o culturales que favorecen, mantienen o incrementan la discriminacin hacia el colectivo transexual. Cuenta desde el ao 2009 con
un Programa de Insercin Sociolaboral y con soporte y asesoramiento
sobre temas sociosanitarios y legales y la realizacin peridica de sesiones de grupos teraputicos.
Nuria Asenjo Araque (San Lorenzo de El Escorial Madrid 1972)
Facultativa Especialista en Psicologa Clnica con 14 aos de experiencia en el campo de la Salud Mental Grave y Crnica y desde 2007 en
la Atencin a la Transexualidad en mbito pblico (UTIG) y en consulta
privada. Formacin y experiencia en Psicoterapia Familiar Sistmica, y en
Psicoterapia de Nios y Adolescentes. Psicloga especialista en Psicoterapia de la Federacin Europea de Asociaciones del Psiclogos (EFPA).
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Nacional Centro de Arte Reina Sofa, Somateca, dirigido por Beatriz Preciado. En la actualidad est realizando una residencia de investigacin
sobre el Archivo Queer en el MNCARS y forma parte del i+d Colectivos
en los mrgenes: su exclusin por el derecho en tiempos de crisis (20132015), dirigido por Patricia Laurenzo Copello, de la Universidad de Mlaga. Entre sus publicaciones, destacan sus libros Herramientas para
combatir el bullying homofbico (Talasa, 2007), Lesbianas. Discursos y
representaciones (Melusina, 2008), Intersecciones. Cuerpos y sexualidades en la encrucijada (Bellaterra, 2012) y Trans*exualidades. Acompaamiento, factores de salud y recursos educativos (Bellaterra, 2014)
Juan Redn (Puerto de Sagunto Valencia 1957)
Arquitecto coleccionista. Vive y trabaja en Valencia.
Manuel Rdenas (Madrid, lleva ms de 18 aos en el activismo LGTB)
Abogado, activista y autor de diversas publicaciones sobre la realidad
social y jurdica de las personas lgtb en Espaa. Ha sido el primer espaol en recibir el premio como Mejor abogado LGTB en Washington. Es
coordinador y asesor jurdico desde hace ms de doce aos del Plan de
Informacin y Atencin a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid (PIAHT), desde el que se han realizado ms de sesenta
mil intervenciones.
Carlos Rodrguez Alonso (Madrid, 1963)
Director de escena y teatrlogo. Licenciado en Filologa Hispnica por
la UAM y titulado en Arte Dramtico por la RESAD de Madrid, compagina
en sus trabajos artsticos, literarios, investigadores y docentes. Es coordinador de la Asociacin de Directores de Escena de Espaa, redactorjefe de la revista ADE-Teatro y profesor de la Universidad Southern California en Madrid.
Jos Miguel Rodrguez Molina (Madrid, 1957)
Licenciado en Psicologa por la Universidad Complutense y doctor en
Ciencias de la Salud por la UNED. Especialista en Psicologa Clnica, especialista Europeo en Psicologa Clnica (EUROPSY) y Psiclogo Especialista en Psicoterapia (EFPA). 28 aos de ejercicio profesional, pbli232
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Sinopsis...
Universo trans. Anlisis pluridisciplinar sobre transexualidad y transgnero es un libro que aborda el tema trans desde mbitos tan diversos como el activismo, la familia, la infancia y la adolescencia, la psicologa y la medicina, la sociologa, el derecho, el arte, la literatura, el teatro,
la televisin y el cine con la intencin de hacer un acercamiento a lo
trans que resulte divulgativo y fcil de entender al lector profano en la
materia. El objetivo principal al hacerlo de este modo es que un tema
que quizs desde otros puntos de vista ms acadmicos podra resultar
rido, al tratarlo de esta forma el lector puede acercarse a l sin prejuicios y asimilar un tema tan fcil y complejo a la vez como la diversidad
que encierra el universo trans (travestismo, transexualidad, transgnero)
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