Análisis de Contenido PDF
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FUNDAMENTO SOCIO-CULTURAL
PRECEDENTES DOCTRINALES
KSystematische Inhaltsanalyse,
en KOENIG
(Rene)
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EL ANLISIS DE CONTENIDO
DEFINICIN
SlLBERMANN ( A . ) :
Est. cit.;
pg. 5 7 1 .
(4) BERELSON (Bernard): Content Analysis in Communication Research, Glencoe, 111., 1952; Content Analysis, en LJNDZEY (Gardner): Handbook o Social Psychologi, Cambridge, Mass., 1954; BERELSON (B) y LAZARSFELD (Paul F.): oDie Bedeutungsanalyse von Kommunikationsmaterialien, en KOENIG (Rene): Praktische Sozialforschung, Dortmund y Zrich, 1952.
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EL ANLISIS DE CONTENIDO
Sobre este punto, puede verse MORRIS (Charles): Signs, Language and BehaNew York, 1946.
C. A. in C. R., pg. 16; C. A., pg. 489.
C. A. in C. R., pg. 17? C. A., pg. 489.
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DESCRIPCIN OPERATIVA
Queda dada, con lo anterior, una definicin esencial del anlisis de contenido. Mas como se trata de una tcnica, y toda tcnica es un recurso, un
modo de hacer, encaminado a la produccin de un fin, debemos llegar ms
all: debemos llegar, concretamente, a la consideracin operativa del analisis de contenido.
Hemos dicho que se trata de una descripcin cuantitativa, y hemos aadido que tal cuantificacin no significa la atribucin de un valor numrico
a cada contenido, sino la determinacin de la frecuencia o de la extensin
(9) C. A., pg. 489.
(10) LASSWELL (Harold D.), LEITES (Nathan) y otros:
dies in Quantitative Semantics, New York, 1949. Captulo III: Why Be Quantitative?
(11)
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con que un contenido aparece. Es claro, pues, que tiene que existir por
fuerza una estrecha correlacin entre lo que se va a medir y el criterio especfico de mensuracin, que las unidades empleadas para el anlisis de frecuencia o de extensin han de adecuarse a la naturaleza de la comunicacin
que se analice, y que sta, por su parte, ha de descomponerse, caso de ser
necesario, segn criterios cualitativos derivados de su propio contenido. De
un lado, las categoras del anlisis; de otro, las unidades para la medicin.
Partamos de un cuerpo de comunicacin cualquiera: ante nosotros, como
objeto de anlisis, una novela de vanguardia, un film de tema religioso, una
coleccin de perdicos de la tarde, el guin de una emisin comercial ra'
diofnica, o simplemente, en discurso poltico. Qu es aquello cuya frecuencia o extensin nos interesa verificar? Nuestra primera andadura tiene
que consistir en aproximarnos curiosamente al objeto de la investigacin, y
esta aproximacin tiene que consistir en una atencin compleja que recaiga
alternativamente sobre el conjunto de la comunicacin estudiada y sobre
cada uno de sus elementos y que evale con recto criterio la importancia
relativa de cada uno de ellos dentro del todo. Lo que importa investigar
ser, precisamente, lo ms significativo que haya en el cuerpo de comuni'
cacin. Mas cul ha de ser el criterio para determinar su significatividad?
Tal vez sea en muchas ocasiones de difcil empleo, pero, al menos, en su
determinacin y enunciado, el criterio es sencillo. Llegamos a l partiendode la descripcin del proceso de comunicacin en la masa, dada por Lasswell,
que, en realidad, puede ser perfectamente aplicada a cualquier otro tipo de
comunicacin: Quin dice qu, a quin, cmo y con qu efectos. Pues
bien; situados en la consideracin del qu contenido, lo que en l
sea ms significativo vendr determinado por dos coordenadas: i. a La intencin manifiesta del sujeto que produce, la comunicacin; y 2.a Lo que
pudiramos llamar la maleabilidad psicolgica del sujeto a quien la comunicacin va destinada: su capacidad para ser afectado positiva o negativamente por el contenido que se le ofrece.
Llegado este momento, es preciso plasmar en un sistema de categoras
esos aspectos significativos que van a ser objeto de anlisis. Este segundo pasoconsiste en conceptualizar lo que previamente hemos observado, en concebir
un repertorio de categoras capaces de abarcar la gama de aspectos genricos en los que la comunicacin que estudiamos adoptar, como es lgico,
posturas especficas. A este respecto, Berelson divide las categoras en categoras what is said y categoras how it is said de lo qu se dice y
de cmo se dice, pero nosotros las denominaremos materiales y formales,
respectivamente.
No podemos detenernos a realizar un estudio minucioso de las catego-
ras utilizadas o utilizables en el anlisis de contenido. Citemos, sin embargo, por va de rpida enumeracin, las ms importantes.
Entre las categoras materiales:
a) Asunto o materia.Es, sin duda, la categora ms general, y se refiere a aquello sobre lo que versa la comunicacin. Se utiliza en especial
cuando se desea determinar la importancia relativa de diferentes asuntos en
el cuerpo de un contenido comunicativo. Por ejemplo: la extensin destinada habitualmente por un determinado peridico a las distintas secciones,
o la comparacin de dicho reparto en espacios de tiempo diferentes, a fin
de precisar las tendencias actuantes.
b)
Lo que Berelson denomina direccin; Allport y Faden, orientacin, y Harris y Lewis, carcter (12). Se refiere a la manera de tratar un
asunto, manifestndose, bien a favor, ya en contra o adoptando una actitud
de neutralidad.
c) Fundamento.Esta categora hace alusin al criterio explicitado como
justificativo de la actitud favorable, desfavorable o neutral de la comunicacin. Lasswell y sus seguidores han prestado mucha atencin al doble fundamento expresado en los binomios fuerte-dbil y moral-inmoral.
d) La categora valores, que Berelson y Salter (13) denominan metas, y Jones, deseos (14). Pretende abarcar lo referente a los ideales expresados en la comunicacin: tanto a los intencionales, tras los que se
mueve la conducta, como a los realizados, que configuran la existencia de
cada da. Se aplica, sobre todo, al anlisis de materiales ficticios, tales como
novelas, historietas, pelculas, etc.
e) Medios utilizados para alcanzar los objetivos de la comunicacin.
Aplicada especialmente a los materiales de asuntos polticos.
f) Rasgos definitorios de personas, grupos, instituciones, etc. Ha sido
usada por Jones y por Arnheim (15) para el anlisis de los personajes de
novelas cortas y seriales radiofnicos en trminos de edad, sexo, profesin,
(12) ALLPORT (G. W.) y FADEN (Janet M.): aThe Psychology of Newspapers:
Five Tentativc Laws, en Public Opinin Quartetly, 1940, 4, 687-703. HARRIS (H.) y
LEWIS (P. M.): The Press. Public Behavior and Public Opinin, en Public Opinin
Quarterly, 1948, 12, 220-226.
(13) BERELSON (B) y SALTER (Patricia): Majority and Minority Americans. An
Analysis of Magazine Fiction, en Public Opinin Quarterly, 1946, 10.
(14) JONES (Dorothy B.)t Quantitative Analysis of Motion Picture Content, en
Public Opinin Quarterly, 1942, 6, 411-428.
(15) JONES (D. B.): Est. cit. nota anterior. ARNHEIM (R.): The World of the
Daytne Serial, en LAZARSFELD y STANTON (editores). Radio Research, 1942-43; pginas 34-107.
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Si, de una parte, hace falta elaborar un sistema de categoras para llevar
a cabo el anlisis de una comunicacin, por otra, es preciso tambin determinarse sobre las unidades a emplear en la tabulacin que precede al anlisis. En ocasiones, resulta aconsejable tomar como unidad la palabra, incluyendo en tal concepto no slo la palabra aislada, sino tambin las compuestas, e incluso un grupo de palabras. Esto es as, principalmente, en tres
tipos de estudios: i. En los anlisis de smbolos polticos, como en el caso
de la World Attention Survey, dirigida por Lasswell, en que se computan
key-symbols, como libertad, gobierno constitucional, fascismo, nacional-socialismo, comunismo, etc. 2.0 En los anlisis de estilo literario,
como el estudio recientemente citado de Miles, sobre los poetas ingleses; y
3. 0 En los estudios de legibilidad, que tienen por objeto determinar la
facilidad o dificultad con la que el material comunicado es ledo y comprendido. La aplicacin de la unidad palabra da lugar a listas de frecuencias
relativas a las palabras o grupos de palabras utilizadas.
Otras veces se emplea como unidad el tema, que en su. manifestacin
ms simple es una sentencia compuesta de sujeto y predicado, pero que puede presentarse con mucha mayor complejidad, lo que, como es lgico, dificulta su aplicacin. Sin embargo, como el tema es tal vez la unidad ms
til para el estudio de la influencia de la comunicacin sobre la opinin pblica, porque es la forma en que normalmente se plantean las materias discutidas, se han arbitrado procedimientos para superar la dificultad presentada por los temas complejos. As, frente al tema simple, que se aplica directamente a la comunicacin objeto de estudio, dando lugar al llamado anlisis molecular, se ha procedido a dividir los temas complejos en sus distintas partes, verificando la presencia de stas mediante un sistema de fichas
perforadas, lo que permite reconstruir posteriormente el tema propuesto tal
como aparece en la comunicacin analizada, con el concurso de un cerebro
electrnico. Este es el anlisis atmico de temas usado por Waples y Berelson en 19-41, para su estudio What the Voters tvere Told.
La unidad que ms frecuentemente se utiliza es, sin embargo, el item;
es decir, la unidad natural empleada por quienes realizan la comunicacin,
y cuya dimensin vara segn los medios de que aqulla se sirve. Como
item puede considerarse un libro, un artculo, un discurso, un programa
de radio, una carta, etc. Esta unidad es apropiada cuando las variaciones
que existen entre los diversos items son pequeas o poco importantes, pero
debe abandonarse en aquellos casos en que se introduzcan categoras detalladas que impliquen variacin dentro de los items.
Por ltimo, debemos aludir a la posibilidad de usar mediciones espaciotemporales, en las que interesa, sobre todo, la extensin en el espacio o en
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BERELSON:
C.
A.,
pg.
509.
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SILBERMANN (A.):
Et.
cit.,
pg.
574.
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Citemos en segundo lugar la aplicacin del anlisis de contenido al mbito de la literatura; anlisis que es preciso no confundir ni integrar en el
seno de la literatura comparada, aunque, como seala Alphons Silbermann,
sera de gran utilidad que en tales temas trabajaran ambas de modo conjunto (20). Leo Lowenthal, alemn americanizado, es, sin duda, el mejor exponente de las posibilidades de aplicacin de anlisis de contenido a la literatura. En 1944, en Biographies in Popular Magazynes, llev a cabo un estudio ya clsico en la especialidad sobre las imgenes y sus consecuencias
inmediatas, partiendo de una coleccin de biografas publicadas en semanarios y utilizando las tcnicas psico-sociales de Lazarsfeld, en las que la estructura de un texto, previamente determinada, se contrasta mediante un
sistema de entrevistas, con las reacciones de los lectores. En su estudio Literoture and the Image of Man, publicado en 1957, invierte el orden: no valora la imagen a la luz de su influencia social, sino que, partiendo de ella,
intenta descubrir el sentido del nosotros que encierra. Muy prximo a estas investigaciones se halla el estudio de Erikson {21). Hitler's Imagery and
Germn Youth, en el que se analizan las imgenes contenidas en la obra de
Hitler Mein Kampf, as como los factores del carcter alemn que hicieron
posible y explican la fuerte impresin de tales imgenes sobre la juventud
alemana.
El tercer campo de aplicacin que Silbermann menciona es el de los estereotipos y los smbolos, aunque hay que destacar que no es el anlisis de
contenido la nica tcnica de investigacin usada en tales materias. Merece
citarse como investigacin tpica, en cuanto a las tcnicas empleadas, el artculo de Berelson y Patricia Salter, Majority and minority americans, publicado en 1946 (22), en el que se analizaron i98 narraciones cortas, aparecidas entre 1937 y 1943, en ocho de los peridicos de mayor difusin de los.
Estados Unidos, observndose las diferencias esenciales que existan entre la.
presentacin de los americanos y la de los individuos pertenecientes a minoras o a pases extranjeros, mostrando, adems, cmo cada uno de ellos,
apareca definido segn un estereotipo, con influencia sobre los lectores en
la doble dimensin de conformar y confirmar sus propios estereotipos. Tambin deben mencionarse el estudio de Richard Wohl y Anselm L. Strauss (23),.
Symbolic Representation and the Urban Milieu, en el que se analiza el al-(30)
SILBERMANN (A.):
Est.
cit.,
pg.
577.
(21) ERIKSON (E. H.): Hitler's Imagery and Germn Youth, en KLUCKHON y
MURRAY (H. A.) i Personality in Nature, Society and Culture, New York, 1948.
(22) Vase nota nmero 13.
(23) WOHL (Richard) y STRAUSS (Anselm L.): Symbolic Representation and th&
Urban Milieu, en American Journal of Sociology, 1958, 63.
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canee de la expresin simblica en la vida de las ciudades; el proyecto Radir, que pretenda conseguir una precisin cuantitativa sobre ciertas idelo'
gas y sobre las actitudes adoptadas frente a los smbolos, mediante un recuento de palabras y smbolos clave, y por ltimo, los estudios de Lassweil
y sus colaboradores {24), sobre la atencin mundial hacia determinados smbolos polticos, tales como pacifismo, guerra, armamentos, aliados,
etctera, realizados segn la tcnica de la semntica cuantitativa.
De mayor trascendencia es, sin duda, el uso del anlisis de contenido
para la conduccin de la guerra y de la poltica, sector en cuya investigacin
.se acrisol por obra de Lassweil y su grupo la validez de la tcnica que tratamos. El uso de medios propagandsticos por el enemigo tuvo su primera
consecuencia en las alocuciones patriticas de Jean Giraudoux, titular del
Ministerio de Informacin francs, as como las de la B. B. C. y la Deutsche
Rundfunk, lo que hizo que la radio fuera considerada como un activo servidor del nacionalismo.
El primer mvil del anlisis de contenido al estudiar la propaganda enemiga fue determinar los campos sobre los que se centraba y los puntos en
los que menta, para prevenir a los propios conciudadanos. A esta primera
poca corresponde la obra de Vernon Mackenzie, Here Lies Goebbels!, publicada en Londres en 1940.
Pronto se vi la insuficiencia de este enfoque al comprender que lo vep
laderamente importante era descubrir las causas de tal comportamiento.
Esto es: por qu el enemigo trataba en su propaganda de ciertos temas y
por qu menta en determinados puntos.
Bajo el principio ideolgico de la guerra total se desarroll, paralelamente a la guerra material, un guerra psicolgica, en la que las palabras desempearon el papel ms importante. A partir de abril de 1941, los Estados
Unidos analizaron sistemticamente toda la propaganda radiofnica alemana; trabajo cuya direccin fue encomendada a Lassweil, quien no slo logr
xitos en la prediccin de planes del enemigo, por ejemplo, sobre movimiento de tropas en el Norte de frica, sino que consigui descubrir la presencia de Agencias informativas al servicio de los nazis dentro de las propias
fronteras americanas (25), como en el caso del Transocean Information Service, en el que los anlisis de Lassweil sirvieron de prueba documental ante
(24) LASSWELL (H. D.): World Attention Survey, en Public Opinin Quartetiy,
V, 1941; LASSWELL y GOLDSEN (J. M.): Public Attention, Opinin and Action, en
International Journal 0/ Opinin and Attitude Research, 1947, entre otros.
(25) Sobre este punto puede verse abundante material en el libro ya citado de
.LASSWELL y LEITBS( Language of Politics.
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VALORACIN CRTICA
Hasta aqu la exposicin sucinta y apretada de los aspectos fundamentales Jel anlisis de contenido, de las coordenadas bsicas para situar el anlisis de contenido en el complejo mundo de las tcnicas de investigacin sociolgica. Pero no podemos dar por concluido este artculo sin intentar, siquiera sea en breve espacio, una valoracin crtica del anlisis de contenido.
Para ello vamos a exponer la idea central de un estudio que estamos realizando y que constituye una aportacin personal al tema, con el fin de procurar una base terica ms consistente al anlisis de contenido.
Las crticas que contra l se dirigen pueden clasificarse en dos grupos:
i. Las que aluden a las deficiencias de sus procedimientos, apoyndose en
la escasa fiabilidad de los resultados obtenidos, como demostracin de que
el requisito de la objetividad se cumple en muy pocas ocasiones, 2. Las que
pretendiendo atacar la esencia misma del anlisis niegan la posibilidad de
aplicar tcnicas cuantitativas al estudio de contenidos ideolgicos.
Ciertamente que la fiabilidad de los resultados es baja, y esto lo reconoce
de modo expreso el propio Berelson. Pero de dnde procede esta limitacin? A nuestro juicio, y sin duda alguna, de los sistemas de categoras empleados. Se insiste repetidas veces en la necesidad de que las categoras sean
adecuadas al cuerpo comunicativo que se analice, evitando los generalizaciones, a fin de obviar los apriorismos que fcilmente enturbiarn los resultados, pero se cae en el extremo opuesto, no reconocindolas otro valor que
el de simples instrumentos operativos, cuya eleccin viene determinada con
frecuencia, ms bien por criterios irrelevantes que por la naturaleza del contenido objet de estudio, dando lugar a interferencias subjetivas que daan
la objetividad del anlisis.
Buena prueba de lo que decimos es la conocida definicin de una pared.
(30)
dada por George Lundberg (31) en su Foundations of Sociology, con la pretensin de demostrar la relatividad del concepto de existencia. Si definimos una pared como aquello que obstruye el movimiento de una persona.
hacia un lugar dado, la existencia de la pared se predica a partir de una
conducta humana observada. En cambio, para un microorganismo cuyos movimientos no sean dificultados por la pared, sta carece de existencia bajo^
la definicin que hemos adoptado. En este caso es bien patente que la.
existencia, como caracterstica o categora, no se considera en cuanto propia de la pared en s misma, sino como acontecimiento determinado por lascondiciones de una realidad externa.
Tanto para Lasswell como para Berelson, Lazarsfeld y los restantes analistas, las categoras son meros instrumentos, que designan posibles grupos de
respuestas a ciertos tipos de preguntas: Qu es X? Cmo es X? Dnde
est X? Esta posicin es mantenida explcitamente por Gilbert Ryle, profesor de la Universidad de Oxford, especialista en estudios sobre el uso del
lenguaje habitual, quien sostiene que cada tipo de pregunta "recoge" ciertostipos de predicados; de tal manera, que dos predicados cualesquiera que respondan a la misma forma interrogativa pertenecern a idntica categora.
Esta lnea de pensamiento es la seguida de modo unnime por los analistas,
con la sola rectificacin fctica de que las utilizan, tanto para expresar grupos de predicados como igualmente grupos de sujetos.
Ahora bien: a nuestro juicio, slo ser posible la sistematizacin de lascategoras, y con ello, su mayor precisin y validez, en tanto se las considere
como expresivas de flexiones o casos del ser, ya que nicamente de ese
modo se podrn expresar por su intermedio los aspectos esenciales de la comunicacin. Frente a los enunciados neopositivistas, nosotros consideramos
que las categoras son caracteres de la realidad investigada antes que meros
instrumentos de anlisis, de manera que esta propiedad de servir como instrumento se deriva de su valor real. Lo que significa, por otra parte, que las
categoras deben ser determinadas y definidas por la teora sociolgica y no
creadas ad hoc por el analista, que fcilmente puede perder de vista la
globalidad del tema, y que deber tomar de las elaboraciones tericas aquellas categoras que ms interesen a su investigacin, pero sin olvidar que no;
son nicas y que su verdadero sentido lo alcanzan en el contexto.
Por lo que se refiere a las crticas que niegan la posibilidad de utilizarrecursos cuantitativos para el estudio de los contenidos ideolgicos puede decirse, desde nuestra perspectiva actual, que se trata de seudocrticas carentes
de toda base real. No vamos a negar que en la primitiva semntica cuanti
(31) LUNDBERG (George): aFoundation of Sociology.
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RESUME
La technique d'investigation sociale connue sous le nom de "analyse du
contenu" est expose dans cet article d'une facn historique, systmatique et
critique.
L'auteur commence par situer l'analyse du contenu dans le contexte' de la
dynamique soctO'Culturelle qui en est le cadre thorique propre, pour nous
montrer comment les conditions pculires de. la socit modeme et, tout sp*
cialement, l'volution de cette socit ees dernieres annes, ont men au
dveloppement de la technique d'investigation. II en expose, ensuite, les liens
doctrinaux avec les interprtations psychoanalytiques des symbles, du langage et des mythes, et avec la transformation de la psychologie analytique
individuelle en une psychologie collective et complexe, qui impose le besoin
de dvelopper une technique scientifique interprtative, besoin que l'effer'
vescence politico'sociale de ees demiers tenvps n'a fait qu'augmenter.
On aborde alors, d'accord avec Berelson, la dfinition de l'analyse du
contenu, en tudiant les traits essentiels puis, la technique oprative sur
quatre points diffrents: catgories, units, chantillons, infrences. On par'
vient ainsi a la description des domaines essentiels de la thorie sociologique
ou l'emploi de l'analyse du contenu se recommande: systemes socioculturels
de pense; littrature en tant que phnomene sociologique; stroiypes et
symbles; conduite de la guerre et politique et moyens de communication
dans la masse. On remarque, dans chacun de ees domaines les pculiarits63
que cette technique adopte, ainsi que les tudes les plus importantes s'y
rapportant.
L'article jinit par un jugement critique de l'analyse du contenu oii l'auteur
passe en revue la conception deficiente des catgones en tant qu'instruments
simples pour proposer schmatiquement une optique nouvelle qui suppose
un essai de dgager l'analyse du contenu des fondements no~positivistes
encor vivants, pour en accrottre l'objectivit et en rendre, partaht, plus dignes
de crdit, les resultis.
SUMMARY
This article deals historically, systematically and critically <with the technu
que of social investigation 'ivhich is known by the ame of "contents ana'
lysis".
The author begins by placing the contents analysis 'ivithin the socio-cul'
tural dinamics ivhich is its right theoretical frame, in order to show hoiv
the conditions peculiar to modern society and especiatty their evolution over
the last thirty years, have brought about the development of such an inves'
tigation technique. He then goes on to prove its doctrinal unin ivith the
psychoanalytical interpretations of the symbols, language and myth, and ivith
the transformation of the individual analytical psychology in a. collective and
complex psychology, ivhich involves the need for the development of an
interpretive scientific technique, a necessity increased by the political'social
effervescence of recent times.
Ai this point, folloiving Berelson, he approaches the definition of the
contents analysis by its essential features and contines ivith the operative
descption of same, in four points: categories, units, sanvpling and inferences.
He thus comes to the description of the different fields of sociolgica! theory
in ivhich the use of the contents analysis is of some utility: socio'cultural
systems of thinking; literahere as a sociolgica! phenomenon; stereotypes
and symbols; conduction of nvar and politics and mass media of communicas
tion. In each one of these fields he points out the peculiarities adopted by this
technique, as ivell as the most important studies connected ivith same.
He concludes ivith a critical valuation of the contents analysis, in ivhich
he reviews the deficient conception of the categories as simple instrumenis
and he outlines a new perspective that implies an attempt to free the contents
analysis from the still living neopositive fundaments ivith the purpose of
increasing its objectivity and, consequently, the reliability of its resulte.
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