Los Esposos
Los Esposos
Los Esposos
Introduccin
Ser esposos en su propio hogar. El anhelo de casi todo joven y
jovencita! Cuando yo me case, tendr con quien compartir todos mis
gozos y mis tristezas. Dar mi amor a mi cnyuge y sacrificar mi
todo para su bienestar. Tendremos un hogar donde se podr sentir la
mera presencia de Dios. Nuestro hogar ser un cielo pequeo.
Qu sueos ms bonitos! Qu metas ms nobles! Y s, cun
alcanzables.
Pasan diez aos. El sueo ya se ha realizado... por lo menos, ya estn
casados.
Pero para muchos, ah se termina la realizacin del sueo. Estn
casados, s, pero su hogar se parece ms a un infierno pequeo que a
un cielo pequeo. Qu desastre!
La vida matrimonial, un cielo pequeo o un infierno pequeo?
Depende. Depende de los esposos. Dios les ha otorgado la
responsabilidad de escoger cmo ser su vida matrimonial.
Su felicidad no depende de las condiciones que les rodeen. No
importa si sean pobres o si sean ricos. No importa si todo les vaya
bien o si todo les salga mal. No importa... los esposos son
responsables para escoger. Seguirn los principios de amor y
humildad? O buscarn sus propios deseos egostas? Si hacen ste,
su hogar ser un infierno pequeo. Pero si hacen aquello, su hogar
ser bendito de Dios, un cielo pequeo aqu en la tierra.
En este libro vers cmo practicar el amor verdadero y la humildad
con tu cnyuge. Qu debes hacer cuando los dos quieren comerse el
hgado del pollo? Cmo vas a gastar el dinero que tienen a mano?
un sombrero nuevo para l, o una olla nueva para ella? Debo
obedecer a mi esposo si l no sigue a Cristo?
Ojal que al estudiar este libro Dios te hable y te ensee cmo
cumplir su plan magnfico en cuanto al matrimonio, en cuanto a tu
matrimonio!
Los publicadores
Desde yo a nosotros
Todos acostumbramos a pensar en nosotros mismos. Todos
planeamos nuestras vidas para nuestro propio bien. Todos por
naturaleza somos egocntricos. Pero en el matrimonio, tenemos que
cambiarnos. De repente, ya no soy yo, sino nosotros. Qu raro. Y qu
difcil!
Ayer, si me daba la gana, sala de compras o me recostaba a leer un
libro. Ayer, si yo quera, cambiaba de trabajo o no me afeitaba. Ayer,
segn mi antojo, compraba una Pepsi o me paseaba todo el da con
mis amigos. Ayer, conforme a mis emociones, tocaba himnos en la
grabadora o me iba solo al monte. Ayer. Pero, ya no soy yo, sino
nosotros. Qu raro. Y qu difcil!
Creo que ste es el ajuste principal. Si lo logramos, los dems ajustes
sern ms fciles. Tengo que cambiar los pensamientos de lo que yo
quiero a lo que ella quiere. Ella tiene que cambiar los pensamientos
suyos de lo que ella quiere a lo que yo quiero. Y juntos debemos
buscar lo que sea bueno y provechoso para ambos.
La Biblia dice que Dios toma a dos y los une en uno. Esto significa que
ya no debo vivir para el bien mo, sino para el bien nuestro. Significa
que mi vida queda enredada con la vida de mi esposa. Nuestras vidas
son para compartir entre nosotros. Debemos fomentar entre nosotros
una comunicacin que sobrepasa la que tengamos con cualquier otra
persona.
Todo esto tiene efectos tremendos en nuestras vidas. Yo ya no paso
tantas horas con mis amigos. Ya no salgo para pasearme solo tanto
como antes. No es que por ser casado ya no me gustan esas cosas,
sino que ahora me es ms importante mi relacin con mi esposa. Y
ella me ha puesto a m y a nuestra relacin en una posicin
semejante.
Y qu de los libros y la grabadora? El mismo principio rige. Hay
ocasiones cuando quisiera leer, pero ella necesita de alguien con
quien platicar o de alguien que le ayude a tender la ropa. Entonces no
leo.
De vez en cuando se me antoja escuchar himnos en la grabadora.
Pero qu hago si mi esposa quiere escuchar un mensaje o quiere que
vaya a comprar harina? o s slo quiere silencio en ese momento?
Por amor a ella e inters en nosotros, no escucho los himnos.
La ayuda de Dios
Cualquier matrimonio puede ser feliz, exitoso, y lleno de nosotros.
Aun el matrimonio pagano. Pero la abundancia matrimonial en todos
sus aspectos pertenece slo a aquellos cnyuges que conocen a Dios.
Para lograr el ajuste de yo a nosotros, busca la ayuda de Dios. l
puede hacer los cambios fundamentales en el corazn. l se
especializa en cambiar puntos de vista y propsitos de vida.
El amor
Te parece extrao que hablo del amor al hablar de los ajustes?
Sabes que muchos se casan sin conocer el amor verdadero? Es
cierto! Cada uno se ocupa tanto con yo que no tiene tiempo de
preocuparse con la otra persona. Su relacin se basa en lo que cada
uno puede conseguir del otro. Aun los favores que hacen el uno para
el otro los hacen para conseguir algo para s mismos.
El amor verdadero se interesa en el bien del otro, sin buscar provecho
personal. Medita en estos pasajes bblicos que pintan un paisaje del
amor verdadero.
Las muchas aguas no podrn apagar el amor, ni lo ahogarn los ros
(Cantares 8.7).
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus
amigos (Juan 15.13).
El amor sea sin fingimiento (Romanos 12.9).
El amor no hace mal al prjimo; as que el cumplimiento de la ley es
el amor (Romanos 13.10).
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no
es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo
suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, ms se
goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. El amor nunca deja de ser (1 Corintios 13.48).
Todas vuestras cosas sean hechas con amor (1 Corintios 16.14).
Servos por amor los unos a los otros (Glatas 5.13).
Con toda humildad y mansedumbre, soportndoos con paciencia los
unos a los otros en amor (Efesios 4.2).
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor (1 Juan
4.8).
De hijos a esposos
Si nos hemos criado en un hogar normal, siempre nos hemos
considerado hijos de pap y de mam. Desde nio hemos vivido bajo
su mando. Hemos ido con ellos al trabajo, al culto, o para visitar en
otro pueblo. Al crecer, poco a poco hemos obtenido cierto grado de
independencia. Pero muchos hemos seguido viviendo en la misma
casa con nuestros padres, comiendo la misma comida, platicando los
mismos temas... hasta casarnos.
Todo esto es bueno. Dios lo dise para nuestro bien. Pero segn dice
Dios, cuando nos casamos, esta relacin se tiene que cambiar. En la
Biblia Dios nos da una instruccin en cuanto a este cambio. La da no
slo una vez, sino cuatro veces:
Por tanto, dejar el hombre a su padre y a su madre, y se unir a su
mujer, y sern una sola carne (Gnesis 2.24). (Ve tambin Mateo
19.5, Marcos 10.7 y Efesios 5.31.)
Qu querr decir Dios con tal instruccin?
Creo que aqu Dios describe el inicio de una nueva relacin entre hijos
y padres. Esta relacin se suma con una palabra: separacin.
Enfocaremos cuatro aspectos de la separacin entre los casados y sus
padres.
Separacin fsica
La pareja recin casada establece su propio hogar en su propia casa o
habitacin. No importa tanto cunta distancia haya entre la casa de la
pareja y la casa de sus padres. Lo importante es que vivan aparte.
Separacin econmica
El nuevo esposo se vuelve el nico sostn de su esposa. Los padres
ya no se ven obligados a proveer a las necesidades materiales de la
pareja. Algunos padres usan el dinero y las cosas materiales para
controlar a sus hijos casados. La pareja recin casada debe tratar de
evitar este problema. La mejor manera es que el esposo trabaje para
sostener a su familia, y que l, con la ayuda de su esposa, haga las
decisiones econmicas. No digo que la pareja ya no debe pedir
consejos de sus padres en cuanto a asuntos econmicos. Pero deben
tener cuidado de no depender de sus padres econmicamente.
Separacin emocional
Tanto el marido como la mujer debe comprender que su matrimonio
importa ms que los lazos emocionales que les unen a sus padres.
Cuando haya conflictos en tu matrimonio, no corras a casa a quejarte
a tu mam! Te aseguro que si tu cnyuge se entera de tus llantos
con ella, tus problemas matrimoniales slo aumentarn. Sin embargo,
no digo que ahora deben pasar por alto a sus padres, ni que se deben
olvidar de ellos. An deben disfrutar de la amistad y los consejos de
sus padres. Por esto es bueno visitarlos regularmente, juntos.
Separacin pblica
El dejar el hogar de los padres debe ser un acto atestiguado por la
comunidad y las autoridades. El hombre y la mujer pblicamente
hacen votos de fidelidad y lealtad. Prometen ser fieles el uno al otro
durante toda su vida. Se comprometen para una tarea de toda la
vida, y as inician la nueva familia.
Si los casados fallan en obedecer el mandato de Dios de dejar padre y
madre, descubrirn una gran fuente de problemas, desacuerdos y
tristezas. Encuentras en lo siguiente algo que describa tu
matrimonio?
De novios a esposos
Prioridades diferentes
Una prioridad es algo que estimamos muy importante... ms
importante que otras cosas. Las prioridades dan direccin a nuestras
vidas. Tal vez haya tantas prioridades como hay personas, pues cada
persona tiene su propia opinin en cuanto a lo que sea muy
importante. He aqu solamente unas poquitas de las prioridades que
existen hoy en da:
el dinero
la religin
la bebida
los amigos
la salud
la poltica
la comida
el avance social
la familia
el cnyuge
la fortuna
el trabajo
la iglesia
los naipes
los deportes
Relaciones
Dios
padres
cnyuge
parientes
hijos
vecinos
hermandad
Actividades
lectura bblica
trabajo
culto
tiempo libre
Comestible
frijoles
sodas
carne
caf
papas
dulces
verduras
ofrenda
ducha
ropa
bicicleta
agua potable
libros
casa
rosal
estufa
naranjo
ninguna deuda
hortaliza
electricidad
cama
atencin mdica
silla
mecedora
jabn
discos
sanitario
Dudo que sus listas concuerden. Y ninguna lista tendr el orden que
sea correcto para toda pareja en cualquier tiempo en cualquier
circunstancia. Pero si ustedes juntos tratan de hacer estas decisiones,
mejorarn mucho la comunicacin entre s.
Suegros difciles
Eres varn. Tu suegro te critica porque no le provees a tu esposa
suficientes aparatos de cocinar. Tu suegra te mira mal porque no
llevas a su hija para que la visite cada semana. Qu vas a hacer?
Eres mujer. Tu suegra no aprueba de cmo cuidas tu casa. Tu suegro
piensa que malgastas el dinero que tu esposo gana a duras penas.
Qu vas a hacer?
Hablar, pero con quin? Con tus suegros?
Dios ha dado a usted la responsabilidad de platicar con calma y sin
acusacin con tu cnyuge sobre lo que te dicen sus padres. Averigua
si tu cnyuge piensa igual que ellos. En lo que seas culpable en estas
cosas, reconoce tus fallas ante tu cnyuge y toma las medidas
necesarias para cambiar.
Tambin tienes otra tarea. Los suegros de tu cnyuge son tus padres
y eso quiere decir que t tendrs que intervenir con tus padres si
causan problemas. En una manera respetuosa, considerada y
amorosa, explcales que tu hogar no es responsabilidad de ellos, sino
de ustedes. Agradceles por su inters en tu bienestar, pero
mustrales que al atacar a tu cnyuge te roban de eso.
Si ellos se te quejan por la manera en que te trata tu cnyuge o cmo
se comporta tu cnyuge, pdeles que por favor ya no lo hagan. T
conoces bien las fallas de tu cnyuge y no necesitas que otros te
muestren ms. Debes preparar observaciones positivas para
contarles a tus padres en cuanto a tu cnyuge. No caigas en la
trampa de quejarte a tus padres acerca de tu cnyuge!
Por otro lado, si tus padres logran fomentar en ti una falta de respeto
para tu cnyuge, platica con ella en cuanto a eso. No te irrites ni le
Cristo nos instruye a devolver bien por mal y a orar por los que nos
maltratan (Mateo 5.39, 4346; Romanos 12.14, 1721; 1
Tesalonicenses 5.15; 1 Pedro 3.9).
El dinero
Se dice que en los Estados Unidos ms de 50% de los divorcios se
deben a desacuerdos econmicos. Tal vez no sea tal el caso donde
vives t, pero sin duda, en cualquier lugar el dinero puede causar
bastantes problemas en los matrimonios.
Aqu hago una lista de algunos desacuerdos comunes en cuanto al
dinero. Ustedes pueden aadir ms.
Compromiso a ofrendar
El ofrendar es un paso de obediencia. La Biblia dice: De Jehov es la
tierra y su plenitud; el mundo, y los que en l habitan (Salmo 24.1).
Todo es de Dios, pero le entregamos la ofrenda en una manera
especial. Nos ayuda a recordar que todas nuestras posesiones
pertenecen a l. Las ofrendas tambin demuestran fe. Muchas veces
no sabemos cmo nos alcanzar el dinero si ofrendamos a Dios antes
de comprar cualquier cosa con el sueldo. La fe en Dios nos afirma que
si le ponemos a l primero, l proveer a nuestras necesidades
(Salmo 37.25; Mateo 6.2534; Filipenses 4.19; Hebreos 13.5).
Libertad econmica
La Biblia dice que el que compra a crdito cae bajo servidumbre
(Proverbios 22.7). En cierto sentido, esa persona pierde su libertad,
Con palabras
Muchas personas son demasiado carnales para hacer esto. Si algo les
cae mal, o si el cnyuge no disciplina a los nios como les gusta,
quedan enojados o resentidos... y sin palabras. Guardan silencio... un
silencio fro, tenso, y acusatorio.
Se requiere humildad para platicar con calma acerca de nuestros
desacuerdos, pero no conozco cmo solucionarlos sin platicar.
Con amor
El amor siempre considera el bien de la otra persona. El amor no es
egosta, ni busca lo suyo. El amor considera los sentimientos y los
intereses del otro. El amor no hace nada indebido. El amor no tiene
envidia. El amor es sufrido, dispuesto a sacrificar a favor del amado
(aun algo tan pequeo como la clase de tortillas!). El amor sabe
pedir disculpas, y sabe decir: Tienes razn. Hice mal en disciplinar a
Eduardo cuando estaba enojado. El amor controla las actitudes y el
punto de vista. El amor controla las palabras para que no hieran ni
insulten. El amor no se irrita, ni guarda rencor
En Paz
Objetivamente
Ser objetivos quiere decir tener la capacidad de considerar algn
tema desde varios puntos de vista. Generalmente vemos cualquier
tema desde un solo punto de vista: el nuestro, el que nos conviene
(las tortillas de harina tienen ms sabor y ms valor nutritivo). Este es
el punto de vista que ms amenaza nuestra objetividad. Si
continuamos con slo ese punto de vista, nuestro matrimonio perder
su equilibrio. El contrapeso de otra opinin vale mucho.
Y si en realidad anhelas ser objetivo, conoce el punto de vista de Dios.
Diferencias. Ajustes. Problemas. O destruirn el matrimonio o lo
enriquecern. Seguramente has visto bastantes matrimonios
destrozados y destruidos a causa de estas cosas. Cmo ser tu
propio matrimonio?
Si Dios quisiera, l podra impedir que ustedes tuvieran que enfrentar
las diferencias, los ajustes y los problemas. Pero Dios quiere
enriquecer su matrimonio. l sabe que todos estos retos forman parte
de la ruta hacia la felicidad, la satisfaccin, y la riqueza moral.
Cuando los cnyuges solucionan juntos los problemas que pudieran
separarlos, descubren una intimidad que no se encuentra en ninguna
otra manera.
Gnesis 1.27 nos dice que Dios cre a Adn y Eva a su propia imagen.
Podemos decir que, en cierto sentido, la imagen de Dios se refleja en
toda la humanidad. As nos dise Dios, tanto a las mujeres como a
los hombres. Sin embargo, al leer 1 Corintios 11.7, quedamos
plenamente convencidos de que en una manera especial, el varn es
imagen y gloria de Dios.
Amar primero
con voz tierna y suave, proclamando la profundidad del amor que nos
tiene.
Pues s, Dios nos escribi una carta: la Biblia. Pero eso no era
suficiente. Por qu? Porque el amor genuino hace ms que hablar y
escribir; ese amor acta. As que, Dios nos am de tal manera que
actu; mand a su Hijo al mundo para redimirnos. El amor tuyo hacia
tu esposa tambin debe actuar.
Muchos descansamos en nuestro conocimiento del amor que tenemos
en el corazn hacia nuestras esposas. Pensamos que eso es
suficiente. Queremos que ellas se sacien con nuestras proclamaciones
de amor del ao pasado. Ya les hemos dicho qu sentimientos tan
tiernos y bonitos sentimos por ellas. Por qu repetirlo otra vez?
Pero el amor no se demuestra por lo que sentimos sino por lo que
hacemos.
Qu hiciste hoy que demostr el amor que le tienes a tu esposa? Por
ms cariosas y romnticas que sean tus palabras, stas pronto
perdern su sabor si no las endulzas con acciones. Cuando vuelvas a
casa maana, trele una flor a tu querida esposa. Si ves que est
colmada de quehaceres, tiende la ropa. Si ves que la mesa est floja,
reprala. Cuando el beb no la deja terminar sus quehaceres... tienes
dos alternativas: cuidar al beb o terminar los quehaceres t mismo!
Demuestra tu amor.
hombres que opinan que tienen esposas llenas de todo tipo de error,
falla, problema, y debilidad, mientras ellos mismos son tan fuertes,
sabios, y perfectos.
Vaya! Parece que no se les ha ocurrido algo. Ellos tienen parte de la
culpa de las fallas de sus esposas! Lee Efesios 5.2527 otra vez.
Cristo nos vio sucios y arruinados por el pecado. Se sacrific a s
mismo para santificarnos, purificarnos y hacernos una iglesia gloriosa.
l quiso presentarse la iglesia a s mismo, pero no la quera sucia y
arruinada. l la perfeccion, quitando de ella toda mancha, arruga, y
cosa semejante.
As que, si yo veo en mi esposa algo que me desagrada o que no est
bien, qu me ganar con culparle a ella nada ms? Dios quiere que
yo haga con ella como Cristo hizo con la iglesia. l quiere que yo, por
medio de una vida sacrificial por ella, le ayude a corregir los
problemas que tenga.
Ah! Habr algunos que se regocijarn con esa tarea. Siempre han
tenido la ambicin de componer a su esposa.
Detnganse un momentito. Yo de ninguna manera quiero decir que
los esposos deben empezar a acechar a sus esposas, criticndolas y
corrigindolas. La purificacin a la cual me refiero es algo que se hace
con humildad, paciencia, cuidado, consideracin, y amor. Qu te
parece el siguiente ejemplo?
Supongamos que mi esposa fcilmente se enoja con los hijos. Les
grita, les golpea sin misericordia, y les dice nombres feos. Si yo quiero
purificarla como Cristo purific a la iglesia, tal vez los siguientes
pasos tengan su efecto:
1. Asegurar que yo sea un ejemplo positivo.
5. Acordar con ella sobre una sea secreta que usar para recordarle
a controlarse en una situacin difcil.
Amar siempre
El ejemplo de Dios: Jehov se manifest a m hace ya mucho
tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado (Jeremas 31.3).
Conoce, pues, que Jehov tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el
pacto (Deuteronomio 7.9).
El amor de Dios por los suyos est fijado en la eternidad. El amor de
Dios no cambia en circunstancias desagradables, ni cuando tiene que
ver con personalidades imposibles de amar. Ese amor no flucta ni
se debilita. Jeremas escribi que ya haban pasado muchos aos
desde que Dios le haba declarado este amor, y Jeremas parece
exclamar: Es cierto! Despus de tanto tiempo, l todava me ama.
Yo s que Dios no va a dejar de amarme por cualquier fallita ma.
Tampoco dejar de amarme porque se enfade de su relacin conmigo.
Ni dejar de amarme porque se sienta mal. Su amor es eterno y
constante.
Te das cuenta? Dios es fiel. l guarda el pacto que hace con los
suyos. El amor de l por m le impuls a obligarse conmigo. l est
legalmente ligado conmigo. No me dejar. Siempre cumplir su parte
en nuestra relacin. l guardar su pacto conmigo.
Jehov ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la
cual has sido desleal, siendo ella tu compaera, y la mujer de tu
pacto (Malaquas 2.14). Pacto. All tienes una palabra tan
significante. Tu esposa es la mujer de tu pacto. Si t violas ese pacto
(ya sea por infidelidad abierta o por un sencillo enfriamiento de tu
amor), Dios mismo va a ser testigo contra ti. Tu amor y tu dedicacin
hacia ella no deben flaquear.
Algunos maridos siguen viviendo con sus esposas, pero son maridos
desleales. No, no hablo slo del marido que tiene un enlace romntico
con otra mujer. S, hablo del marido que no se relaciona con su
esposa como debe. Tal marido casi no se la lleva en casa. Evita las
conversaciones normales con su esposa. Le gusta criticarla,
especialmente ante otros. Las relaciones ntimas las tiene para el
placer de l solamente. Descuida del cumpleaos de su esposa, y el
aniversario de boda ya no le es gran cosa. No le ayuda a su esposa
para nada... ni siquiera cuando ella est enferma.
Desleal!
Guardaos, pues, en vuestro espritu, y no seis desleales para con la
mujer de vuestra juventud (Malaquas 2.15).
Vigilancia! Si no nos cuidamos, puede desarrollarse en nuestro
espritu una actitud indiferente en cuanto a nuestra relacin con
nuestra esposa. Si no mantenemos una vigilancia activa, pueden
meterse en nuestra mente esos pensamientos y puntos de vista que
resultan en deslealtad y falta de constancia. Cuidado con la
amargura, la crtica, el resentimiento, la codicia, y el desagrado.
Dios nos insta a mantener esta vigilancia porque sabe que la
deslealtad nace en el espritu. Y una vez nacida, conducir a una
deslealtad abierta. Y l aborrece el repudio. l aborrece la separacin
fsica, espiritual, y emocional entre esposos. l aborrece el rechazo
del marido a su esposa. Por qu? Porque mancha el reflejo de su
propio carcter.
Varones, nunca olviden que son imagen y gloria de Dios... y en l no
existe rasgo de deslealtad, ni de repudio, ni de violacin de pacto.
Porque Jehov Dios de Israel ha dicho que l aborrece el repudio
(Malaquas 2.16).
Tal vez has quedado sobrecogido por la magnitud de tu tarea. Tal vez
te preguntas por qu te casaste si tus obligaciones son tan enormes.
Tal vez te has desanimado porque el amor no es algo tan sencillo
como siempre te imaginaste. Tal vez ya has dicho: Es por dems!
Nunca podr amar as!
Amigo mo, ya ests comprometido. Tienes que ponerle a tu relacin
matrimonial las mejores ganas y fuerzas que tengas. Pero esas
mejores ganas y fuerzas no te servirn mucho si no tienes la ayuda y
el poder de Dios... pues como humano nunca podrs reflejar
adecuadamente el carcter de Dios sin su ayuda. Has pedido de Dios
tal amor?
El esposo que ama a su esposa con esa clase de amor podr guiar a
su esposa mucho mejor, y tendr el apoyo completo de ella.
El ejemplo de Dios: Condujiste en tu misericordia a este pueblo
que redimiste; lo llevaste con tu poder a tu santa morada (xodo
15.13). Me guiar por sendas de justicia por amor de su nombre
(Salmo 23.3). Y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por
nombre, y las saca (Juan 10.13).
Qu bendicin que Dios tambin nos gua! Un aspecto obvio de su
liderazgo es su autoridad. l da las rdenes; nosotros las seguimos.
Slo as podremos gozar de su direccin. Si Dios no tiene autoridad en
nuestras vidas, no nos puede dirigir.
Dirigir en decisiones
Hay demasiados maridos perezosos en esta tarea. Tal marido toma
pocas decisiones en el matrimonio o en la familia. No quiere decidir si
el hijo necesita disciplina, no quiere decidir si la hija puede salir con
sus amigas, no quiere decidir si deben mudarse a un barrio ms
tranquilo, no quiere decidir si deben instalar luz elctrica, no quiere
decidir si su esposa puede ayudar en la escuela dominical, no quiere
decidir si los hijos necesitan atencin mdica, no quiere decidir si van
Dirigir responsablemente
Hay algunos maridos que no quieren aceptar responsabilidad por las
consecuencias de sus decisiones malas. Tal vez por esto otros
maridos no quieren hacer las decisiones en primer lugar. Si algo no
sale bien, ellos no quieren tener la culpa.
Hay bastantes esposos que con toda facilidad culpan a sus esposas o
a sus hijos cuando sus decisiones resultan en un desastre. A mi
parecer, el marido que no acepta la responsabilidad por sus
decisiones es una persona inmatura y cobarde. Slo los fuertes
pueden admitir: Tom una decisin mala. La culpa es ma.
Amigo mo, cuando Dios te dio la autoridad en tu matrimonio y en tu
hogar, tambin te dio responsabilidad. Hoy en da, los hombres
quieren tomar toda la autoridad que puedan, pero no quieren aceptar
la responsabilidad por las decisiones.
Captulo 2 - Proveer
Proveer material y fsicamente
Proveer emocionalmente
El ejemplo de Dios: Y el mismo Jesucristo Seor nuestro, y Dios
nuestro Padre, el cual nos am y nos dio consolacin eterna y buena
esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en
toda buena palabra y obra (2 Tesalonicenses 2.1617). Jehov es mi
pastor; nada me faltar.... Confortar mi alma.... Aunque ande en
valle de sombra de muerte, no temer mal alguno, porque t estars
Proveer espiritualmente
Creo que la mayora pensamos en esta rea primero cuando
consideramos la provisin de Dios para con nosotros. Y con razn,
pues l ha hecho grandes cosas por nosotros para asegurar que
tuviramos todo recurso espiritual necesario. Veamos slo algunos
versculos que detallan la provisin espiritual que Dios da a los suyos.
El ejemplo de Dios: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Seor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendicin espiritual en los
lugares celestiales en Cristo (Efesios 1.3). Fiel es Dios, que no os
dejar ser tentados ms de lo que podis resistir, sino que dar
tambin juntamente con la tentacin la salida, para que podis
soportar (1 Corintios 10.13). Todas las cosas que pertenecen a la
vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante
el conocimiento de aquel que nos llam por su gloria y honra (2
Pedro 1.3).
Tenemos al Seor Jess, tenemos al Espritu Santo, tenemos la
palabra de Dios. Qu nos hace falta? Nada! Dios ha asegurado que
tengamos todo lo necesario espiritualmente. No cabe duda de que l
nos ha colmado de toda bendicin espiritual.
Pero, qu de tu esposa? S, es cierto que ella ha recibido toda
bendicin espiritual de Dios al igual que t. Pero, qu provisiones
espirituales est recibiendo de ti? T eres su proveedor; manos a la
obra!
Tu esposa necesita que t tomes la responsabilidad de vigilar por su
espritu. Ella est bajo tu cargo. Ella necesita que t ores por ella. T
conoces (o por lo menos, debes conocer) sus flaquezas y sus
problemas espirituales; ora por ella especficamente sobre estas
Captulo 3
La parte de la esposa
Cuando Dios cre a Adn, l le hizo un varn perfecto. Pero a pesar de
su perfeccin, Adn no era completo. La opinin de Dios mismo era:
No es bueno que el hombre est solo; le har ayuda idnea para l
(Gnesis 2.18).
Confiamos en que Dios siempre hace bien las cosas. As que
concluimos que Dios quiso que a Adn le faltara algo. Dios dise el
vaco en el varn! Y Dios tambin dise la solucin al problema
hizo una mujer, y la trajo al hombre (Gnesis 2.22). Hoy en da
tambin, Dios quiere usar a la esposa para completar a su marido.
El apoyo
La mujer apoyar al varn? Pero el varn es ms fuerte que la mujer.
Cierto. Pero la voluntad de Dios es que ella apoye a su marido.
Distintas circunstancias de la vida ponen sobre el marido presiones
que el apoyo de su esposa le ayuda a soportar.
Frente a la prdida
Ms adelante veremos que Rebeca apoy a su marido despus de la
prdida de su querida madre. T puedes apoyar a tu esposo cuando
enfrenta la prdida de un pariente suyo. Pero hay otros tipos de
prdida: un amigo que se traslada a un lugar distante; la falta de
trabajo; la prdida accidental de algn miembro fsico; la traicin de
amistad o confianza; la prdida de cierto trabajo favorito.
Frente al fracaso
Todos a veces no hacemos las cosas bien. Habr ocasiones cuando tu
marido fracasar. Y a veces se sentir un fracaso aunque en realidad
no lo sea. Cuando tu esposo no hace bien las cosas o fracasa de
alguna manera, cmo reaccionas? Tal vez intent un nuevo tipo de
empleo, y fall. Tal vez volvi a pasarte por alto en una decisin
importante. Tal vez malgast el dinero. Tal vez trat de reparar algo, y
Frente a la dificultad
Esto se puede relacionar a los dos puntos anteriores. En este tipo de
prueba, no es que pierda algo o falle en algo; s es que tenga ms
dificultades de lo normal. Si sabes que tu marido est pasando por
dificultades extras, esfurzate por ser ms tierna y comprensiva. No
escojas este tiempo para comentarle tus quejas, tus desnimos, y tus
desilusiones. Este es el tiempo para ayudarle en lo que puedas para
aliviar su carga.
Frente a la tentacin
T y tu esposo son uno ante Dios. Entre muchas otras cosas, esto
significa que t tienes cierta responsabilidad de ayudarle a vencer las
tentaciones. Cuando sepas que l est enfrentando tentaciones muy
fuertes, pide que Dios le d fuerza especial para resistir al diablo. T
conoces las cosas que irritan a tu esposo; si piensas que enfrentar
algunas de ellas, ora por l de antemano. Cuando sepas que l estar
en presencia de mujeres inconversas y seductivas, vigila por tu
marido en la oracin. En lo que puedas, aydale a evitar las
tentaciones sexuales. Por ejemplo, yo le he pedido a mi esposa que
no comente sobre la manera indecente en que se visten algunas
mujeres; eso solamente llama mi atencin hacia ellas. Tambin le he
instruido a no dejar a mi vista catlogos que contengan fotografas de
mujeres medio vestidas.
Frente a la responsabilidad
Entre ms responsabilidades tiene tu esposo, ms necesita el apoyo
tuyo. En estos das, tengo tanto que hacer que no siempre lo recuerdo
todo. Le doy gracias a Dios que me dio una esposa que me ayuda a
recordar mis responsabilidades. Ella tambin me ayuda a desempear
algunas de estas responsabilidades. Tal vez no siempre parezca gran
cosa lo que hace, pero siempre me es una ayuda. Y cuando ella sabe
que mis responsabilidades me sobrecogen por un tiempo, se esfuerza
por serme menos carga. Ella confa en que no la desprecio, y sabe
que una vez que pase la crisis, le dar ms atencin.
El apoyo emocional
La madre de Isaac haba muerto, dejando un gran vaco en la vida de
su hijo. Dios, quien le haba quitado a Isaac su madre, le dio a Isaac
una esposa. Le provey a Isaac el consuelo. La Biblia dice que Isaac
tom a Rebeca por mujer... y se consol... despus de la muerte de
su madre (Gnesis 24.67).
Cuando tu esposo llegue a casa del trabajo o del viaje y est
plenamente desanimado, no le eches encima la carga de tus propios
problemas. Este es el tiempo para que t cumplas con tu
responsabilidad de apoyarlo. Dale la oportunidad de hablarte sobre lo
que sali mal. Escucha con paciencia y busca la manera de ayudarle a
recobrar nimo. Aydale a pensar en el Seor y a encontrar
respuestas bblicas. Expresa tu confianza en l y en sus habilidades. Y
qu de tus propios dolores emocionales? Ms adelante tendrs
oportunidad de compartirlos con l. Al escucharle a l, ayudars a
abrirle el corazn para que l te escuche a ti.
El apoyo espiritual
El esposo es el lder espiritual de su hogar. Por eso es el blanco ms
importante para el diablo. T puedes apoyar a tu marido en su batalla
espiritual. Ora cada da por l, por ti misma, y por los hijos. Mantn
fija tu propia sumisin. Apoya a tu marido en su disciplina a los hijos,
para que no se desarrolle en ellos un espritu de rebelda. Dile que
pondrs versculos bblicos en la pared... si l los escoge. Haz lo que
puedas para facilitar un altar familiar. Recuerda que ests para
apoyar, ayudar, y animar y no para mandar. No caigas en la trampa
de ser regaona y quejosa.
El apoyo fsico
Aunque es muy cierto que el fsico masculino es mucho ms fuerte y
robusto que el femenino, hay veces en que el hombre tambin
necesita el apoyo fsico de su esposa.
Cuando tu esposo est cansadsimo o enfermo, es posible que
necesites hacer algunos de los negocios de l en el hogar. Si sus
La sumisin
Parece que en este mundo nadie quiere someterse a nadie. Parece
que todos quieren ser libres. Y todos quieren ser iguales a otros. El
empleado quiere ser igual al patrn. El alumno quiere ser igual al
profesor. La mujer quiere ser igual al varn. Y este problema se
extiende a travs de muchsimos matrimonios.
La sabidura terrenal le susurra a la mujer seductivamente: No te
sometas a tu marido. l no es ms importante que t; ustedes son
iguales. Vive segn tu propia voluntad. Si a l no le gusta, que se
marche. Y as muchas mujeres se precipitan por la vereda engaosa
de la independencia y la rebelda.
Al contrario, la sabidura celestial aconseja el camino alto y seguro de
la sumisin: Las casadas estn sujetas a sus propios maridos, como
al Seor (Efesios 5.22). En un mundo que con rapidez se arroja a la
perdicin y a la desdicha, cunto necesitamos a mujeres que con
gozo se someten! Sin tales mujeres, nuestros hogares, nuestras
iglesias, y nuestras culturas se desintegrarn. Eres t una mujer
sumisa?
Qu es la sumisin?
Primero te digo algunas cosas que la sumisin no es: no es falta de
importancia ni de valor; no es falta de inteligencia ni de sabidura; no
es esclavitud.
Para ver lo que la sumisin femenil s es, fjate en las siguientes cosas
que debes hacer.
Obedecer a tu esposo
La Biblia dice que la mujer debe someterse a su esposo as como la
iglesia se somete a Cristo. Tambin dice que la mujer ha de amar a su
marido (Tito 2.4). El amor es ms que bonitos sentimientos
emocionales y fsicos. En Juan 14.15, Cristo ensea que el amor de la
iglesia hacia l resulta en obediencia, pues dice: Si me amis,
guardad mis mandamientos.
La esposa sumisa y amorosa cumple con cuidado las rdenes de su
marido. Pero la esposa idnea no est satisfecha con esperar hasta
que se le diga qu hacer. Esta mujer se esfuerza por descubrir la
voluntad de su esposo. Y entonces encuentra su satisfaccin en
cumplirla. En cambio, la mujer que acta slo cuando su esposo le d
rdenes directas no ha aprendido a ceder ni a adaptarse muy bien.
Respetar a tu esposo
Sin el respeto, los tres puntos anteriores carecen de sabor y valor.
Efesios 5.33 dice claramente: La mujer respete al esposo. La esposa
que respeta a su marido...
1. Lo nota. Se da cuenta de las buenas cualidades que tiene. Ella
sabe mejor que nadie que l no es perfecto, pero ella no se fija en sus
fallas. No espera para notar a su marido hasta que ste haga algo
grande. De da en da, ella busca lo bueno en su esposo. Si su
esposo provee para su familia, si es tierno y comprensivo, si es atento
y paciente, si arregla las cosas descompuestas, si mantiene limpio el
patio ella lo nota.
Velarte el cabello
Segn 1 Corintios 11.216, el velo sobre la cabeza de la mujer
cristiana seala su aceptacin del orden que Dios estableci para el
hogar. La mujer debe llevar esta seal de sumisin en todo tiempo
porque en todo tiempo debe aceptar el plan de Dios y someterse a su
marido. La hermana que rehsa llevar el velo rechaza la seal de la
autoridad del varn, y as trae deshonra a su marido.
Al contrario, la esposa velada trae honra a su marido. Su velo declara
a todo el mundo su intencin de ceder ante l, adaptarse a l,
obedecerle, y respetarle. Y a la vez, si ella cumple con estas cosas, da
a esta seal su pleno valor. Su velo debe representar la realidad
interna de su relacin con Dios y con su esposo. Pudiramos decir que
su velo es el recordatorio constante de lo que su vida debe mostrar.
Aclaremos aqu que este velo es algo artificial, y no el cabello. La
palabra tambin en 1 Corintios 11.6 muestra claramente que se est
hablando de algo encima del cabello. Si el cabello fuera el nico velo
y ella rehusara tener cabello, cmo podra an tener cabello para
cortarse?
Entender el porqu
Hasta este punto nos hemos supuesto que todo lector acepta que la
esposa debe someterse a su esposo. Pero es posible que algunos no
lo acepten, o que no comprendan por qu Dios mand tal cosa. Por
qu debe la esposa someterse a su marido?
Dios quiere que le obedezcamos aunque no comprendamos, pero
pueda que aprecies mejor la sumisin si entiendes por qu Dios
mand que te sometieras. Considera estas dos razones: (1) porque
Dios sabe lo mejor, y (2) porque someterte trae harmona y felicidad.
1. Dios sabe lo mejor. Dios es soberano y l estableci la
autoridad del varn sobre su esposa. En 1 Timoteo 2.1114 nos
dice por qu: La mujer aprenda en silencio, con toda sujecin.
Porque no permito a la mujer ensear, ni ejercer dominio sobre
el hombre, sino estar en silencio. Porque Adn fue formado
primero, despus Eva; y Adn no fue engaado, sino la mujer,
siendo engaada, incurri en transgresin. Firme y claramente
revela su voluntad para la esposa sumisin. Esto es su plan,
su nico plan. Esposa, debes seguir la direccin de tu esposo
como tu cuerpo sigue la direccin de tu cabeza (1 Corintios
11.3). Oponerte a la autoridad de tu esposo es oponerte a Dios
(Romanos 13.12). Dios tambin es el Creador. l dise a tu
esposo para dirigir y tomar las responsabilidades pesadas que
acompaan el liderazgo. En cambio, Dios te dise a ti para ser
una seguidora y una ayudante. El Creador seguramente sabe
cul papel es el mejor para el varn, y cul es el mejor para la
mujer. Que nadie se atreva a alegar con el Creador!
Buscar ejemplos
Creo que todos aprendemos mejor al ver ejemplos e ilustraciones.
Dios te da ejemplos para ilustrar el alcance de tu relacin sumisa con
tu marido. Veamos dos ejemplos de la Biblia: Sara en el Antiguo
Testamento y la iglesia en el Nuevo Testamento.
Usar la consideracin
No te quejes de los padres de tu marido aunque sean muy
entrometidos.
No seas mandona ni regaona; puedes darle a tu esposo ideas o
sugerencias, pero no lo persigas con ellas! No lo critiques ante sus
hijos, sus familiares, sus amigos... ante nadie. No lo acuses... de lo
Tener paciencia
Acepta los fracasos de tu esposo. No te vuelvas una criticona;
perdnalo. Reconoce que hay cosas que necesita aprender, y parte
del aprender es fracasar.
El cuidado de la casa
Cuando el clima se vuelve spero, el edificio donde vivimos nos
refugia. Dentro de sus paredes estamos protegidos y tranquilos. As
debe ser tu hogar emocional y espiritualmente. El mundo se vuelve
ms y ms difcil y hostil; la vida amenaza a tu familia por todos
lados. Pero en tu hogar tus hijos encontrarn refugio... si edificas tu
Gerente
La esposa buena es tal que su esposo puede confiar en ella, sabiendo
que ella manejar con juicio los recursos materiales de la familia. Ella
es frugal con su dinero, invirtindolo sabiamente (Proverbios 31.24).
Lo que tiene, usa a la mayor ventaja. Evita gastar dinero que no tiene
comprando a crdito.
Enfermera
Cuando la nia sangra de la nariz o el esposo tiene dolor de muela o
el beb tiene fiebre o el nio se lastima el brazo... la mam est all
para socorrer. Adems de saber tratar los malestares, sabe
prevenirlos con limpieza, higiene, y una dieta nutritiva. Insiste en que
se laven las manos despus de ir al sanitario y no permite que los
chiquillos anden todos sucios. Ah, y si ella misma se enferma... tiene
que seguir con sus negocios!
Consejera
Pleitos, problemas, oportunidades, decisiones la familia acude a la
mam por sus consejos. Muchas esposas influyen con sus hijos en
caminos peligrosos. No seas t de sas.
Los odos de la mam siempre estn atentos y su corazn nunca deja
de sentir el dolor de otros. Anima a su esposo despus de un da
difcil, conforta a sus hijos en sus tragedias personales, y se regocija
en los triunfos de los dems. El hecho de que ella fielmente
desempea este papel se debe a su fiel lectura y estudio de la Biblia.
Maestra
La esposa vigila el avance de la educacin de sus hijos. Antes de que
asistan a la escuela, les ensea a limpiarse y a vestirse. No les
permite ser vagos en vez de ir a la escuela. Cuando tienen tarea, ella
asegura que la hagan a tiempo. Si tienen dificultades en alguna rea
de sus estudios, les ayuda a aprender. En lo que le sea posible, evita
que tengan que aprender cosas falsas o inmorales en el saln de
clase. Y si aprenden lo malo en la escuela, ella apoya a su esposo en
corregir lo que han aprendido.
Trabajadora social
Aunque la esposa est ocupadsima con sus propios quehaceres, tiene
tiempo para ayudar a otros. A pesar de sus propias necesidades, se
fija en las necesidades de otros. Con gran diligencia se esfuerza por
proveer lo que necesiten. Aunque sea pobre, encuentra
oportunidades de ayudar a los que tengan menos que ella.
su vida, para encajar bien con sus planes (aunque por ser l pecador,
sean un poco egostas), para ser un conducto de la bendicin de Dios
a l. Si se lo pides, Dios te dar un deleite en servir a tu esposo de
esta manera. Descubrirs diferentes maneras de hacer que la vida de
tu esposo sea una delicia y una satisfaccin feliz.
Puedes entregarte enteramente a tu esposo. l debe observar que
slo Dios y su iglesia te importan ms que l. l debe ver que tu
cristianismo no te ha hecho independiente de l. Esfurzate por
compartir con l tus anhelos y temores personales, y tus metas para
la familia. Esto le dar las oportunidades de ejercerse como tu
cabeza, protector, ayudador, y amante. El hecho de que l sea
inconverso no hace impura tu relacin ntima con l.
Dios te ha diseado para ayudarle a cumplir su plan para tu esposo
impo! Puedes ser colaboradora con Dios! Dios busca la salvacin de
tu esposo, y l depende de tu ayuda. Asimismo vosotras, mujeres,
estad sujetas a vuestros maridos; para que tambin los que no creen
a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus
esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa (1 Pedro
3.12).
En vez de entristecerte y desanimarte, la grandeza de tu tarea debe
arrimarte ms al Seor.
Entrgate por completo al trabajo que Dios te ha dado. l comprende
que t no podrs cumplir perfectamente tu papel de esposa,
especialmente si careces del apoyo de tu marido. Pero eso no
disminuye lo que Dios espera de ti. Por qu no? Porque l est a tu
lado, listo para darte la fuerza para hacer lo que piensas que ya no
puedes hacer.
Captulo 4
Las bendiciones de la vida matrimonial
Al haber estudiado las tres lecciones anteriores, es muy posible que
t reacciones como los discpulos del Seor en Mateo 19.10: Si as es
la condicin del hombre con su mujer, no conviene casarse. Tantos
ajustes y problemas! Cuntos compromisos y obligaciones para los
esposos! Para qu casarse?
Como en todo aspecto de la vida, junto con cada bendicin hay
responsabilidad. Con cada privilegio viene obligacin. Nada en la vida
es totalmente gratis; todo nos cuesta algo. As que, no te espantes
Qu bendicin!