El Ogro Rojo
El Ogro Rojo
El Ogro Rojo
As pues, tal y como haban hablado, el ogro azul baj al pueblo y se plant
en la calle principal poniendo cara de malas pulgas, levantando los brazos y
dando unos gritos que ponan los pelos de punta hasta a los calvos. La gente
ech a correr despavorida por las callejuelas buscando un escondite donde
ponerse a salvo.
El ogro rojo, siguiendo la farsa, descendi por la montaa a toda velocidad y
se enfrent a su nuevo amigo. La ria era de mentira, pero nadie lo saba.
Maldito ogro azul! Cmo te atreves a atacar a esta buena gente? Voy a
darte una paliza que no olvidars!
Y tratando de no hacerle dao, empez a pegarle en la espalda y a darle
patadas en los tobillos. Qued claro que los dos eran muy buenos actores,
porque los hombres y mujeres del pueblo picaron el anzuelo. Los que
presenciaron la pelea desde sus refugios, se quedaron pasmados y se
tragaron que el ogro rojo haba venido para protegerles.
Vete de aqu, maldito ogro azul, y no vuelvas nunca ms o tendrs que
vrtelas conmigo otra vez! Canalla, que eres un canalla!
El ogro azul le gui un ojo y comenz a suplicar:
No me pegues ms, por favor! Me voy de aqu y te juro que no volver!
Se levant, puso cara de dolor y escap a pasos agigantados sin mirar atrs.
Segundos despus, la plaza se llen y todos empezaron a aplaudir y a vitorear
al ogro rojo, que se convirti en un hroe. A partir de ese da, fue
considerado un ciudadano ejemplar y admitido como uno ms de la
comunidad.
Su da a da no poda ser ms genial! Conversaba alegremente con los
dueos de las tiendas, jugaba a las cartas con los hombres del pueblo, se
diverta contando cuentos a los nios Estaba claro que tanto los adultos
como los chiquillos le queran y respetaban profundamente.
Era muy feliz, no caba duda, pero por las noches, cuando se tumbaba en la
cama y reinaba el silencio, se acordaba del ogro azul, que tanto se haba
sacrificado por l.
Ay, querido amigo, qu ser de ti! Por dnde andars? Gracias a tu ayuda
ahora tengo una vida maravillosa y todos me quieren, pero ni siquiera pude
darte las gracias.
El ogro rojo no se quitaba ese pensamiento de la cabeza; senta que tena una
deuda con aquel desconocido que un da decidi echarle una mano
desinteresadamente, as que una tarde, prepar un petate con comida y sali
de viaje dispuesto a encontrarle.
Durante horas subi montaas y atraves valles oteando el horizonte, hasta
que divis a lo lejos una cabaa muy parecida a la suya pero pintada de color
ail.
Esa debe ser su casa! Ir a echar un vistazo!
Dio unas cuantas zancadas y alcanz la entrada, pero enseguida se dio
cuenta de que la casa estaba abandonada. En la puerta, una nota escrita con
tinta china y una letra superlativa, deca:
Querido amigo ogro rojo:
Saba que algn da vendras a darme las gracias por la ayuda que te prest.
Te lo agradezco muchsimo. Ya no vivo aqu, pero tranquilo que estoy muy
bien.
Me fui porque si alguien nos viera juntos volveran a tenerte miedo, as que lo
mejor es que, por tu bien, yo me aleje de ti Recuerda que todos piensan que
soy un ogro malsimo!
Sigue con tu nueva vida que yo buscar mi felicidad en otras tierras. Suerte y
hasta siempre.
Tu amigo que te quiere y no te olvida:
El ogro azul.
El ogro rojo se qued sin palabras. Por primera vez en muchos aos la
emocin le desbord y comprendi el verdadero significado de la amistad. El
ogro azul se haba comportado de manera generosa, demostrando que
siempre hay seres buenos en este planeta en quienes podemos confiar.
Con los ojos llenos de lgrimas, regres por donde haba venido. Continu
siendo muy dichoso, pero jams olvid que deba su felicidad al bondadoso
ogro azul que tanto haba hecho por l.