Cap 03 Provincias Geologicas
Cap 03 Provincias Geologicas
Cap 03 Provincias Geologicas
PROVINCIAS
GEOLGICAS
DELMINERALES
TERRITORIO ARGENTINO
INSTITUTO
DE GEOLOGA
Y RECURSOS
GEOLOGA ARGENTINA
ANALES 29 (3): 41 - 96 , BUENOS AIRES, 1999
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CAPTULO 3
Victor A. Ramos
INTRODUCCIN
El territorio argentino ha sido dividido en diversas unidades geolgicas desde los primeros trabajos de reconocimiento y exploracin geolgica realizados a partir de fines
del siglo pasado y principios del actual (Stelzner, 1873;
Brackebusch, 1883; Stappenbeck, 1910; Bonarelli, 1921,
entre otros). Una serie de diferentes propuestas, en su mayora parciales, ha llevado a un relativo consenso de las grandes
unidades morfoestructurales que constituyen el territorio.
Entre las diferentes propuestas merecen destacarse la de
Keidel (1925) basada en el desarrollo paleogeogrfico de las
grandes unidades geolgicas de la Argentina, as como las de
Bonarelli (1913-15), Windhausen (1925 y 1931) y Groeber
(1938), quienes sentaron las bases de las actualmente utilizadas. Ms recientemente, Harrington (1956) propuso una
divisin en unidades morfoestructurales de Argentina, complementada con la sntesis de Geologa Regional de Leanza
(1958) donde describe sucintamente las principales provincias geolgicas. En la divulgacin de las distintas unidades en
uso corresponde destacar el manual de Petersen y Leanza
(1953), quienes presentaron una introduccin didctica al
conocimiento de las diferentes provincias geolgicas.
Estas unidades coinciden parcialmente con las unidades fsicas del territorio argentino reconocidas a partir de
las propuestas de De Moussy (1860-1864), Burmeister
(1876), Napp (1876) y Delachaux (1908), reunidas por
Frenguelli (1946) en su sntesis sobre las grandes unidades
geogrficas de Argentina. sta, si bien se basaba principalmente en criterios geogrficos, no descuidaba los geolgicos, en forma similar a las grandes unidades orogrficas de
Feruglio (1946).
Si bien el intentar establecer lmites y reconocer unidades dentro de la naturaleza tiene mucho de subjetivo, se ha
intentado por lo general respetar el uso histrico de las
mismas, prefirindose redefinir algunas de las unidades o
reagruparlas, antes de proponer nuevas unidades. Para estos
fines cabe destacar el importante aporte a su definicin de los
Primer y Segundo Simposios de Geologa Regional Argentina (Leanza, 1972a) y (Turner, 1979-80), que han servido de
base a la divisin de provincias geolgicas utilizada en este
trabajo e ilustrada en la figura 1. Para su definicin se ha
seguido la propuesta de Rolleri (1976) que expresa que una
provincia geolgica es una regin caracterizada por una
determinada sucesin estratigrfica, un estilo estructural
propio y rasgos geomorfolgicos peculiares, siendo el conjunto expresin de una particular historia geolgica (Rolleri,
1976, p. 240). Las provincias as definidas pueden tener
lmites transicionales con las unidades vecinas.
Las provincias geolgicas reconocidas tienen un control tectnico de primer orden en la segmentacin latitudinal de la litsfera ocenica por debajo de los Andes
(Isacks et al., 1982). Esta segmentacin, evidenciada a
travs de las diferentes inclinaciones de la losa ocenica
subducida en la zona de Wadati-Benioff, ha permitido
entender los procesos que han llevado a la presente
distribucin de unidades y refleja a su vez una ms lgica
apreciacin de su presente expresin morfoestructural
(Jordan et al., 1983). El desarrollo de segmentos con
volcanismo activo, con otros sin actividad volcnica
reciente y diferentes estilos estructurales, a consecuencia
de esta segmentacin de la geometra de la placa
subducida, imprime caractersticas propias a cada provincia geolgica.
Las distintas unidades reconocidas sern descriptas de
norte a sur, abarcando en primer trmino las de la regin
andina, para luego describir las unidades extrandinas. En
cada una de las provincias se citarn aquellos trabajos que el
autor considera ms relevantes para su caracterizacin. Sin
embargo es necesario dejar constancia que es imposible en
esta corta sntesis citar todos los trabajos que de una u otra
forma han permitido integrar la presente resea.
Las cuencas sedimentarias del subsuelo sern slo
descriptas dentro del contexto de la provincia geolgica
correspondiente.
LA PUNA
La provincia geolgica de la Puna (figura 2) fue originariamente descripta como una unidad geolgica por
Brackebusch (1883), quien la denomin Puna de Atacama,
nombre reemplazado simplemente por el de Puna por los
investigadores que lo siguieron (Bonarelli, 1913-15; Keidel,
1927).
Esta unidad est caracterizada por una altiplanicie
sobrelevada por encima de los 3.700 m s.n.m. y presenta
lmites bien definidos con la Cordillera Oriental al este y pasa
transicionalmente a la Cordillera Frontal y al Sistema de
Famatina hacia el sur. Su lmite hacia el oeste corresponde a
travs de la frontera argentino-chilena con la Cordillera
Occidental, parcialmente en territorio chileno que corresponde a la lnea de cumbres formada por lo grandes estratovolcanes
del Cenozoico superior. Las caractersticas geolgicas principales de la Puna fueron definidas por Turner (1970).
Se compone de un zcalo de sedimentitas y
leptometamorfitas de edad ordovcica que en el sector occidental estn fuertemente deformadas. El basamento metamrfico de estas sedimentitas se conoce en su parte norte
Laboratorio de Tectnica Andina. Departamento de Ciencias Geolgicas. Universidad de Buenos Aires, Pabelln II - Ciudad Universitaria.
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indirectamente a travs de los xenolitos que traen a la superficie las volcanitas terciarias. Estos depsitos contienen dos
fajas de rocas dominantemente volcnicas de edad ordovcica
media a superior: la faja eruptiva de la Puna oriental (Mndez
et al., 1973) y la occidental (Palma et al., 1986). En el lmite
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Figura 4. Las Sierras Subandinas y su divisin en los Sistemas Interandino y Subandino (s.s.).
LA CORDILLERA ORIENTAL
En territorio argentino fue Brackebusch (1892) quien
primero us este trmino para describir esta unidad, en un
sentido ms amplio que el actual. Sin embargo, corresponde
a Keidel (1925, p. 280) y a Groeber (1938) restringir su uso
a los Andes de Salta y Jujuy.
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Figura 5. Seccin estructural de las Sierras Subandinas con indicacin de los estilos estructurales de los Sistemas
Interandino y Subandino ( s.s.). El lmite entre ambos sistemas pasa por el Corrimiento Interandino (I.A.T.,
Interandean Thrust de Roeder, 1988). Ntese como el basamento se involucra en la faja plegada y corrida
interandina (basado en Kley et al., 1996 y Kley, 1996).
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interponen en su tercio inferior arcillas verdes correspondientes a una transgresin marina efmera de edad miocena
media (aprox. 13,5 Ma) representada por la Formacin
Anta. Esta transgresin cubri totalmente las Sierras
Subandinas, lo que demuestra que su levantamiento se
Figura 6. Rasgos geolgicos principales del Sistema de Santa Brbara (basado en Rolleri, 1976).
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puede ser definido como una zona frontal de una faja plegada
y corrida epidrmica, estando la zona de imbricacin ms al
oeste, en la Cordillera Oriental. El pie de sierra est caracterizado por un frente serrano no emergente, que est en
continuo crecimiento hacia el este. Las lomas de Campo
Durn marcaran las estructuras ms modernas en superficie,
que se continan en echelon hacia el norte en territorio
boliviano. El frente montaoso activo se halla en el subsuelo
hacia el este de Campo Durn y se reconoce por un fallamiento
no emergente, que se puede definir en superficie por una
Figura 7. Estructura actual y reconstruccin del sistema de rift del Sistema de Santa Brbara y Cordillera Oriental
segn Cristallini et al. (1998). Ubicacin en figura 6.
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Figura 8. Diversos depocentros reconocidos en la cuenca Chacoparanense con sus principales rasgos geolgicos y
otras cuencas sedimentarias asociadas en la Llanura Chacobonaerense.
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tan ms afinidades en su historia geolgica y en sus caractersticas estructurales con las del Sistema de Santa Brbara. En
estas sierras, en discordancia angular sobre un substrato
leptometamrfico de edad proterozoica afloran remanentes
de depsitos correspondientes a las plataformas cmbrica y
ordovcica (Ricci y Villanueva, 1969). Algunos autores como
Mon (1972, 1976), han preferido asimilarlas a la Cordillera
Oriental, priorizando sus caractersticas estructurales.
LA LLANURA CHACOBONAERENSE
La primer descripcin de esta unidad como una provincia
geolgica se debe a Groeber (1938, p. 425) quien la caracteriz
como una extensa planicie desarrollada entre las Sierras
Subandinas y las Sierras Pampeanas al oeste y el ro Paran al
este (figura 8). Su lmite sur se extiende hasta el ro Colorado,
hundindose en la plataforma continental. Su rasgo ms conspicuo es el extenso desarrollo en todo su mbito de una extensa
transgresin marina de edad miocena media (13 a 15 Ma), que
A) LA CUENCA CHACOPARANENSE
Sus caractersticas principales estn definidas por ser
una cuenca de una historia compleja formada por diferentes
procesos de subsidencia. Se correspondera con la extensin
sur de la cuenca de Paran que alcanza su mximo desarrollo
en territorio brasileo. A pesar de compartir parte del
desarrollo paleozoico y mesozoico con esa cuenca, difiere
ampliamente en las secuencias cambro-ordovcicas y las
cenozoicas.
Tiene un depocentro cambro-ordovcico en el norte,
conocido como subcuenca Las Breas (Pezzi y Mozetic,
1989), sobre el que se asientan en discordancia las secuencias
siluro-devnicas. Estas secuencias corresponden a la cuenca
de antepas originada por la deformacin oclyica durante el
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C) LA ANTEFOSA DE CLAROMEC
Esta cuenca parcialmente coincidente en forma gnerica
con la cuenca paleozoica de las Sierras Australes descripta por
Zambrano (1974), ha sido reconocida unicamente por mtodos
geofsicos, que detectaron un depocentro sedimentario en un
supuesto alto de basamento por debajo de la depresin
interserrana, unidad geomrfica ubicada entre los sistemas de
Tandilia y Ventania. En esta rea slo se conocan areniscas
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neopaleozoicas a travs de algunas perforaciones poco profundas (Tapia, 1937) y en escasos afloramientos de pocas decenas
de metros (Llambas y Prozzi, 1975).
Los estudios gravimtricos realizados por Kostadinoff y
Font de Affolter (1982), permitieron postular la existencia de
una fosa paleozoica de varios kilmetros de espesor (Ramos,
1984). sta ha sido constatada por recientes levantamientos
de ssmica de refraccin y reflexin, que han puesto en
evidencia potentes secuencias de sedimentitas eopaleozoicas
y neopaleozoicas, que en conjunto superan los 6 a 7 km de
espesor (figura 10).
Las sedimentitas eopaleozoicas se correlacionan con los
depsitos clsticos de plataforma de esa edad que desde el
margen sur de Tandilia se continan con los depsitos de
cuarcitas del sistema de Ventania. Las neopaleozoicas corresponden a una secuencia clstica molsica que se acua hacia
el norte y correspondera a los depsitos sinorognicos de
Ventania que configuraran una antefosa o cuenca de antepas
perifrica (Ramos, 1984; Lpez Gamundi y Rossello, 1992).
LA MESOPOTAMIA
Esta unidad geolgica corresponde a la llamada Meseta
Misionera (Frenguelli, 1946) y al rea estable adyacente
desarrollada entre los ros Paran y Uruguay (figura 11) y
que fuera formalizada como unidad geolgica con esta
denominacin a partir de la propuesta de Groeber (1938, p.
427).
Comprende a una parte de la cuenca de Paran que est
ampliamente expuesta en Brasil, Paraguay y Uruguay. En
territorio argentino esta cuenca tiene un sector donde afloran
rocas mesozoicas y terciarias, comprendido en la Mesopotamia
y un sector an ms hundido por la carga tectnica distal del
apilamiento andino que corresponde a la cuenca chacoparanense.
Sus depsitos ms antiguos corresponden al Cretcico
inferior, donde areniscas rojas continentales se interdigitan
LA CORDILLERA PRINCIPAL
Hacia el sur de la Puna, ya Keidel (1927) identificaba una
Cordillera Principal de los Andes, destacando la confusin
que exista entre la cuenca geosinclinal mesozoica y el sector
cordillerano caracterizado por los terrenos jursicos y
cretcicos (1925, p. 296), que se extendan fuera de la misma
en el sector oriental del Neuqun. Sin embargo, los autores
posteriores siguieron llamndola Cordillera del Geosinclinal
(vase Groeber, 1938), hasta que finalmente se agrupara en lo
que actualmente se considera como Cordillera Principal
(Yrigoyen, 1972).
Como tal comprende al rea cordillerana delimitada por
las cuencas marinas que procedentes del antiguo ocano
Pacfico ingresaron a territorio argentino durante el Jursico
y el Cretcico. En la misma se pueden distinguir tres sectores
diferentes (figura 12).
El sector sanjuanino, caracterizado por el desarrollo de la
faja plegada y corrida de La Ramada que involucra al basamento (figura 13) (Ramos et al., 1996a) y que expone el
substrato volcnico y piroclstico del Grupo Choiyoi y a las
secuencias mesozoicas marinas todo a lo largo de la regin
limtrofe al sur de la latitud de Caldern (aprox. 31S)
(Yrigoyen, 1979). Las secuencias iniciales de sinrift trisicas
a jursicas inferiores, son depositadas en un ambiente continental y cubiertas en discordancia por depsitos marinos eo a
mesojursicos (lvarez, 1996). En aparente concordancia le
siguen depsitos continentales y marinos de edad jursica
superior a cretcica inferior. Todas estas secuencias son
cubiertas por importantes depsitos clsticos, piroclsticos y
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Figura 11. Principales rasgos de la Mesopotamia, con indicacin de la Meseta Misionera, el conoide aluvial de
Ituzaingo, los esteros del Iber y la extensin en el subsuelo de los basaltos cretcicos.
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Figura 12. La Cordillera Principal y las fajas plegadas y corridas de La Ramada, Aconcagua y Malarge
(Ramos et al., 1996b).
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Figura 13. Seccin estructural de la faja plegada y corrida de La Ramada, en la Alta Cordillera de San Juan
(Cristallini, 1996). Ubicacin en figura 12.
Figura 14. Secciones estructurales de la faja plegada y corrida del Aconcagua (Ramos, 1985).
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LA CORDILLERA FRONTAL
Este nombre fue acuado por Groeber (1938) para la
cadena montaosa que se interpone entre la Precordillera y la
Cordillera Principal, desde el norte de la provincia de San
Juan, comprendiendo las cordilleras de Cajn de La Brea,
Figura 15. Seccin estructural de la faja plegada y corrida de Malarge (basada en Manceda y Figueroa, 1995).
Ubicacin en figura 12.
LA PRECORDILLERA
Esta unidad fue separada de la Cordillera de Los Andes
por Stelzner (1876) quien la denomin Antecordillera, mientras que Burmeister (1876) la denominara Contracordillera.
El reconocimiento de esta unidad como Precordillera se debe
segn Brackebusch (1892, p. 263) a von Strobel, aunque este
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Figura 17. Seccin estructural de la Cordillera Frontal y de la cuenca trisica de Cuyo adyacente (segn Kozlowski et
al., 1993). Ubicacin en la figura 12.
EL SISTEMA DE FAMATINA
Los primeros autores en estudiar el sistema de Famatina,
incluyeron a esta provincia geolgica dentro de las Sierras
Pampeanas (Stelzner, 1876; Bodenbender, 1911). Corresponde a Groeber (1938) separarla como una unidad independiente de las tpicas Sierras Pampeanas, al reconocer la
existencia de rocas ordovcicas dentro de estas sierras, ya
descriptas por Stelzner (1876). Sin embargo, la denominacin Sistema de Famatina deriva de Petersen y Leanza
(1953) y Leanza (1958), quienes sobre la base de sus
caractersticas geolgicas lo segregaron de las Sierras
Pampeanas. A estos fines contribuyeron los trabajos de
Harrington (1956) quien denomin a esta provincia geolgica Sierras Transpampeanas, definidas posteriormente por
Turner (1962) como Sierras Traspampeanas. Como bien lo
destacara Aceolaza (1996), la diferencia etimolgica (trans,
ms all de... y tras, detrs de..), haca hincapi en la
separacin de las mismas, como una unidad independiente,
de las Sierras Pampeanas.
Esta provincia geolgica abarca un conjunto de bloques serranos que desde el norte de Chaschuil, compren-
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Figura 18. Principales rasgos geolgicos de la Precordillera en las provincias de La Rioja, San Juan y Mendoza
(basado en Baldis et al., 1982).
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Figura 19. Seccin estructural esquemtica de la Precordillera con la divisin de sus tres subunidades
(segn Ramos et al., 1986a).
Figura 20. Secciones estructurales del Sistema de Famatina (modificado de Durand, 1996).
(Aceolaza et al., 1996). La secuencia sedimentaria culmina con depsitos de edad llanvirniana. Las asignaciones
Estas rocas estn atravesadas por una secuencia de cuerpos plutnicos de composicin calcoalcalina caracterizados
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Figura 21. Rasgos geolgicos principales del Sistema de Famatina (basado en Toselli et al., 1996).
silricos y una intensa deformacin chnica dctil caracterizan el resto de las rocas eopaleozoicas de este sistema.
Los depsitos neopaleozoicos de la cuenca de Paganzo
que participan en este sistema, seguidos por los depsitos
trisicos del rift de Ischigualasto, corresponden a cuencas
continentales de origen tafrognico. Estos ltimos depsitos
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Figura 22. Rasgos principales de las Sierras Pampeanas Occidentales y Orientales y su relacin con provincias adyacentes.
proterozoicas, en las que se emplazan granitoides calcoalcalinos asociados a subduccin (Lira et al., 1997) y que
corresponderan a un arco magmtico de edad proterozoica.
Los granitos postcolisionales tendran una edad cmbrica
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Figura 23. Secciones estructurales representativas de las Sierras Pampeanas (basado en Gonzlez Bonorino, 1950).
Ubicacin de las secciones en figura 22.
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cin para abarcar las rocas del antiguo macizo que llegaban
hacia el norte hasta la isla Martn Garca (Bonarelli, 1932), su
acepcin actual se debe a Ngera (1932 y 1933).
Estn constituidas por rocas plutnicas y metamrficas
de edad transamaznica o tandileana (Teruggi y Kilmurray,
1980). Los granitoides calcoalcalinos constituyen una faja de
rumbo oeste-noroeste en la parte norte de las sierras de Tandil
y Azul. Los estudios petrolgicos y geoqumicos realizados
en estas rocas permiten inferir que corresponden a
granodioritas, tonalitas y granitos asociados a subduccin
cuyas edades varan de 2.100 a 1.900 Ma (Dalla Salda y
Francese, 1985). Estas rocas plutnicas se alojan en
metamorfitas gnisicas correspondientes a facies de anfibolita
de mediano a alto grado cuya edad absoluta se desconoce,
pudiendo alcanzar hasta el Arqueano inclusive.
En el sector al sur de Tandil las rocas metamrficas son
intruidas por granitos leucocrticos postcolisionales con edades de 1.800 a 1.600 Ma (Varela et al., 1988).
LA TANDILIA
Esta provincia geolgica, as denominada por Ngera
(1932 y 1933) comprende un bloque de basamento que expone
las rocas ms antiguas de Argentina en la regin central de la
pampa bonaerense alcanzando la costa en Mar del Plata (figura
24) (Holmberg, 1972). Si bien Windhausen (1931, p. 58)
atribuye este trmino a Bonarelli, quin utiliz esta denomina-
Proterozoico inferior.
La mitad sur de las sierras de esta unidad est cubierta por
depsitos de plataforma de edad proterozoica superior a
eopaleozoica (Iiguez et al., 1989). Esta delgada cubierta
sedimentaria est constituida por ortocuarcitas y depsitos de
calizas y dolomas en la parte basal. Sus fsiles as como las
edades absolutas de las pelitas indican una edad proterozoica
(Cingolani y Bonhomme, 1982).
En discordancia se encuentran ortocuarcitas de edad
cmbrica y hasta ordovcica inclusive, principalmente expuestas en el sector sudoriental del rea (Dalla Salda et al.,
1972). Algunos diques de diabasa de edad ordovcica afectan
en forma pstuma a la regin (Rapela et al., 1974).
LA VENTANIA
Las sierras australes de la provincia de Buenos Aires
fueron as denominadas por Ngera (1939), para agrupar una
serie de sierras que se extienden desde la sierra de Pan al
oeste hasta la de Pillahuinc al este. Comprenden los afloramientos de sedimentitas paleozoicas, altamente deformadas
por plegamiento, que se asientan sobre un basamento
proterozoico gneo-metamrfico.
El basamento est constituido por granitos y diabasas de
edad proterozoica superior, al que se asocian riolitas de igual
edad (vase figura 25) (Varela y Cingolani, 1976). Algunas
riolitas han indicado edades paleozoicas hasta trisicas inclusive. Parte de los granitos han sido altamente deformados y
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Figura 25. Principales rasgos geolgicos de Ventania (basado en Harrington, 1947, 1972; Suero, 1961; Furque, 1965, 1973).
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Figura 26. Seccin estructural conceptual de Ventania segn von Gosen et al. (1991).
LA PAYENIA
Si bien diversos autores se han referido a esta regin
como una unidad geogrfica conspicua, sus caractersticas
Figura 27. Rasgos geolgicos principales del Bloque de San Rafael (basado en Polanski, 1954; Gonzlez Daz, 1972a y b).
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Figura 28. Rasgos geolgicos principales de Payenia (basado en Bermdez et al., 1993).
Cuaternario. Las rocas baslticas constituyen extensos campos lvicos como los de Llancanelo y Pueln. Tienen
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Figura 29. Rasgos geolgicos principales del Engolfamiento Neuquino (modificado de Ramos, 1977).
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EL ENGOLFAMIENTO NEUQUINO
Esta unidad geolgica fue introducida formalmente con
este nombre por Bracaccini (1970), aunque en diversos ensayos previos ya figuraba como un importante engolfamiento
de las secuencias marinas mesozoicas (Bracaccini, 1960).
Comprende a la regin extrandina de Neuqun y sur de
Mendoza (Herrero Ducloux, 1946), donde afloran principalmente depsitos continentales cretcicos y escasos remanentes de los depsitos marinos maestrichtiano-danianos (figura
29). Estos corresponden a la primer transgresin marina
procedente del oceno Atlntico (Windhausen, 1925; Weaver,
1927). Delgadas cubiertas cenozoicas con su depocentro
Figura 30. Seccin estructural representativa del sector norte del Engolfamiento Neuquino y de las estribaciones de
la Cordillera Principal al norte de Neuqun (modificada de Ploszkiewicz y Vies, 1987).
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Figura 31. Rasgos morfolgicos principales del Bloque de Las Mahuidas en la parte central de La Pampa (segn Ngera, 1939).
LA CORDILLERA PATAGNICA
SEPTENTRIONAL
Se han aplicado diversos criterios para identificar la
extensin longitudinal de la Cordillera Patagnica. Su lmite
norte con la Cordillera Principal se lo ubic tradicionalmente
al sur del ro Agrio (3730' segn Frenguelli, 1946); al sur del
lago Lacar (39, Dessanti, 1972); al sur del lago Nahuel Huapi
(41, Windhausen, 1931) y al sur del lago Fontana (45,
Groeber, 1938), entre otros.
El lmite ms importante aceptado por la mayora de
los investigadores entre la Cordillera Principal y la Cordillera Patagnica, es el predominio de secuencias marinas
jursicas y eocretcicas al norte y el desarrollo del batolito
andino en forma continua hacia el sur (Ramos et al., 1982).
Si se acepta esta propuesta el lmite entre ambas unidades
coincide con el inicio de la faja plutnica que al sur del
Lago Alumin (Turner, 1965) (aproximadamente 39S) se
contina en los Andes Patagnicos de Argentina y Chile
(figura 32).
Dentro de la Cordillera Patagnica se han dividido dos
segmentos, una Cordillera Patagnica Septentrional, caracterizada por el importante desarrollo de rocas volcnicas
(Frenguelli, 1946; Dessanti, 1972), y una Cordillera Patagnica
Austral, donde estn bien desarrolladas los depsitos marinos
neocomianos (Groeber, 1938; Leanza, 1972b). No hay acuerdo sin embargo en el lmite entre ambas, por lo que se ha
mantenido la divisin propuesta por Leanza (1972b) entre
ambos segmentos.
La Cordillera Patagnica Septentrional as definida comprende los Andes Patagnicos desarrollados en Argentina y
Chile entre los 39 y los 45S de latitud, que presenta como
rasgos distintivos un batolito continuo a lo largo de su regin
axial y que en su vertiente oriental presenta un amplio
predominio de rocas volcnicas palegenas (Groeber, 1918).
En esta provincia geolgica se pueden distinguir dos segmentos con caractersticas propias.
A) SEGMENTO NORTE
El segmento norte entre los 39 y 43S est caracterizado
por un basamento metamrfico de mediano a alto grado y
plutonitas paleozoicas, sobre el que se deposit una extensa
cubierta volcnica palegena, cubierta por depsitos continentales y en parte marinos de edad oligocena a miocena, e
importantes derrames baslticos.
El basamento metamrfico se extiende desde el norte
hasta la latitud de Leleque. Escasas dataciones U/Pb en
circones indican edades de hasta 1.500 Ma. Las plutonitas que
intruyen este basamento son mayoritariamente neopaleozoicas
en el sector entre los lagos Lcar y Alumin. Depsitos
neopaleozoicos se conocen exclusivamente a la latitud de
Esquel (43S).
En algunos sectores se han reconocido rocas volcnicas
y sedimentitas marinas de edad lisica, como en el cerro
Piltriquitrn (Gonzlez Bonorino, 1944).
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Las rocas volcnicas han sido tradicionalmente divididas en una serie andestica andina, intercalada con depsitos
marinos, de una extrandina interpuesta con depsitos continentales (Feruglio, 1949-1950; Ramos, 1982a). Los estudios petrolgicos y geoqumicos realizados muestran que la
serie andina es tipicamente calcoalcalina, con trminos
baslticos, andesticos y dacticos de edad eocena a oligocena
(Dalla Salda et al., 1981; Rapela et al., 1988). La extrandina
sera dominantemente bimodal, con trminos riolticos y
baslticos y ms antigua, pudiendo alcanzar el Paleoceno.
Estas rocas desaparecen al sur de la latitud de Corcovado
(4330S).
El eje de la cordillera est intruido por el Batolito
Patagnico, que a la latitud de Bariloche presenta dos pulsos,
uno cretcico de mayor extensin, de otro constituido por
pequeos stocks de edad miocena (Gonzlez Daz, 1982).
Al pie de este segmento se desarrollan las cuencas de
Colln Cura y irehuao (Gonzlez Daz y Nullo, 1980), que
son rellenadas con depsitos clsticos de edad oligocena a
miocena media. Estos depsitos se interdigitan con
sedimentitas marinas que marcan la nica transgresin marina pacfica acaecida durante el Cenozoico en territorio argentino (Ramos, 1982a). Estas sedimentitas marinas quedan
como remanentes por encima del Batolito Patagnico al sur
del lago Puelo.
Espaciados estratovolcanes de edad cenozoica superior
se desarrollan en discordancia sobre las rocas anteriores,
como los volcanes Lann, Puyehue y Tronador, entre otros.
La estructura de este segmento se caracteriza por una
fuerte inversin tectnica de las cuencas extensionales
palegenas durante el Mioceno. El desarrollo oblicuo de las
estructuras ms antiguas originan importantes fenmenos de
transcurrencia como los que se observan en las mrgenes del
lago Nahuel Huapi (Coira et al., 1975).
B) SEGMENTO SUR
Este se caracteriza en primer lugar por la ausencia de
volcanismo calcoalcalino de edad palegena, el que es reemplazado por la serie volcnica del Cretcico inferior (Ramos,
1979; Haller y Lapido, 1980).
El basamento de las secuencias mesozoicas no est
expuesto al sur de Esquel, en la vertiente oriental de este
tramo de la Cordillera Patagnica. El substrato est caracterizado por rocas volcnicas neojursicas, que se interdigitan
hacia el norte con rocas sedimentarias marinas de edad
tithoneocomiana. Estas secuencias son cubiertas por volcanitas
de edad cretcica inferior. En estos depsitos se puede distinguir un arco interno, dominantemente andestico de uno
externo de naturaleza ms cida, donde predominan las
dacitas y riolitas. Entre ambos arcos volcnicos se desarrolla
la cuenca de intraarco del Katterfeld (Ramos y Palma, 1983).
En la regin axial de todo este segmento se emplaza el
Batolito Patagnico, que en forma continua se extiende hacia
el sur. Sin embargo, dado lo sinuoso del lmite poltico con
Chile, en territorio argentino sus afloramientos son
discontnuos. El climax de emplazamiento de este batolito se
registra a los 98 Ma (Ramos et al., 1982).
Los depsitos terciarios estn escasamente desarrollados en
este segmento. Estn compuestos por secuencias clsticas continentales con conspicuos depsitos piroclsticos intercalados.
El arco volcnico palegeno no se desarrolla a estas latitudes,
silencio volcnico que ha sido explicado por la colisin de una
73
LOS PATAGNIDES
Corresponde a Keidel (1921a) proponer la existencia de una
cadena montaosa elevada durante el Mesozoico en la regin
preandina de Neuqun y Ro Negro. Ms tarde tanto Windhausen
(1931, p. 519) como Groeber (1938) lo extienden para otros
sectores de la Patagonia. Si bien se acepta el criterio geolgico
original propuesto por Keidel (1921a), se seguirn principalmente los lmites reconocidos por Frenguelli (1946), dado que
coinciden con el actual conocimiento de la estructura regional.
Se agrupan en esta provincia geolgica los depsitos
mesozoicos marinos y continentales jursicos y eocretcicos,
con sus plutonitas y volcanitas asociadas, que desde Piedra del
guila al sur del ro Limay se extienden por las sierras de
Lipetrn, Taquetrn, Tecka, Tepuel, Languieo y Agnia para
terminar en el sistema de San Bernardo al norte del codo del ro
Senguerr.
As definida, esta unidad geolgica se caracteriza como
una unidad morfoestructural desarrollada al este de la cuenca
de irihuao en el norte y hacia el sur por la llanura pedemontana
que la separa del frente montaoso de la Cordillera Patagnica
Septentrional. Se reconocen dos subunidades en la misma, la
Precordillera Patagnica y los Bernrdides (figura 33).
A) LA PRECORDILLERA PATAGNICA
Esta denominacin agrupa a las estribaciones preandinas
de las provincias de Ro Negro y Chubut, cuya estratigrafa ha
sido caracterizada por Franchi y Page (1980). Sus rocas ms
antiguas corresponden al basamento metamrfico de la regin de Gastre, intruido por rocas plutnicas eopaleozoicas
(Dalla Salda et al., 1994). Sobre este substrato se desarrolla la
cuenca marina neopaleozoica de Tepuel (Suero, 1948), la que
fuera agrupada como una gran cuenca geosinclinal por este
autor (Suero, 1962) y definida como una cuenca compuesta
paleozoica-jursica por Ugarte (1966). En esta cuenca se
reconocen depsitos glaciarios, marinos y continentales de
varios miles de metros de espesor, desarrollados en un ambiente extensional de trasarco.
A las secuencias anteriores se le sobreimpone una cuenca
de intraarco lisica (Ramos, 1983), donde se encuentran
depsitos continentales y marinos, representados por una
transgresin pacfica e interdigitados en el sector oriental con
un arco volcnico andestico. ste se interpreta como un arco
intermitente externo, estando el eje volcnico principal a lo
largo del actual Batolito Patagnico, donde se han reconocido
remanentes plutnicos lisicos (Lizuan, 1981).
En la regin comprendida entre Pilcaniyeu y Gastre,
Rapela et al. (1991a) definieron el Batolito Central Patagnico,
para agrupar un plutonismo de edad trisica superior a jursica
inferior a media, que habra controlado su emplazamiento por
importantes fallas transcurrentes de rumbo oeste-noroeste.
A este eje extensional jursico inferior de intraarco de
rumbo nor-noroeste se le sobreimpone un nuevo rgimen
extensional de rumbo noroeste. Este sistema controla el
74
Figura 33. Rasgos geolgicos principales de los Patagnides, con sus dos subunidades geolgicas:
la Precordillera Patagnica y los Bernrdides.
75
Figura 34. Seccin estructural del anticlinal del Codo del Ro Senguerr, producida por inversin tectnica de los
hemigrbenes mesozoicos.
B) LOS BERNRDIDES
Esta provincia geolgica reconocida ya desde los estudios de Windhausen (1931), como un antiguo macizo
patagnico, fue denominada nesocratn nordpatagnico por
Harrington (1962). Las primeras dataciones radimtricas de
esta regin pusieron en duda la presencia de Precmbrico,
tanto en las metamorfitas como en algunas plutonitas, descartndose el uso de macizo por sus connotaciones de ncleo
rgido antiguo, pasndosela a denominar comarca
norpatagnica (Stipanicic y Methol, 1980). En este trabajo se
vuelve a los lineamientos iniciales del primer simposio de
geologa regional (Stipanicic y Methol, 1972) denominndosela Macizo de Somn Cura (figura 35), dada la naturaleza
precmbrica de su basamento.
76
Figura 35. Rasgos geolgicos principales del Macizo de Somn Cura, provincias de Ro Negro y Chubut (modificado
de Ramos y Corts, 1984).
77
A) SEGMENTO NORTE
Este segmento, incorporado por algunos autores a la
Cordillera Patagnica Central, junto con parte del segmento
sur de los Andes Patagnicos Septentrionales (Haller y
Lapido, 1980), tiene caractersticas propias. Ya Surez
(1976) haba propuesto este lmite como una de las divisiones mayores de la Cordillera Patagnica, que no slo coincide con el punto triple de Aysn, sino que al norte y sur de
los 4630S, la cordillera tiene una estructura diferente,
distinta constitucin geolgica y topografa contrastante
(Ramos, 1989).
Las caractersticas principales de este segmento son su
bajo relieve relativo, en comparacin al segmento sur; la
existencia de un arco volcnico activo y la falta de depsitos
paleozoicos en la vertiente argentina de la cordillera.
Su basamento no aflora, con excepcin de unos enclaves
metamrficos en el arroyo Flores, afluente sur del lago Fontana, dado que los depsitos ms antiguos estn representados
por las andesitas y dacitas de edad jursica superior. A la latitud
del lago Fontana se registra una importante progradacin
deltaica desde el este hacia el oeste que corresponde a depsitos
de prodelta y frente deltaico, caracterizado por las secuencias
marinas tithoneocomianas. Estas secuencias constituiran hacia el este el engolfamiento de Ro Mayo (Aguirre-Urreta y
Ramos, 1981), que a estas latitudes estara compuesto por una
serie de hemigrbenes de orientacin transversal a la cordillera, como los de Ro Mayo y Guenguel. Estos depsitos marinos
y continentales estn cubiertos por volcanitas y depsitos
piroclsticos de edad cretcica temprana tarda que alcanzan su
mximo desarrollo hacia el norte, en el mbito de la Cordillera
Patagnica Septentrional. A la latitud del lago Fontana se
pueden an distinguir los arcos volcnicos interno y externo,
que se interdigitan en la cuenca de intraarco del Katterfeld.
Hacia el norte esta cuenca se acua hasta desaparecer a la
latitud de Treveln (Haller y Lapido, 1980). Hacia el sur se une
con el engolfamiento de Ro Mayo, ante la desaparicin del
arco volcnico externo y su reemplazo por basaltos de edad
cretcica. As se forma la cuenca de retroarco que se extiende
por la vertiente oriental de la cordillera tanto en territorio
chileno como argentino (Aguirre-Urreta y Ramos, 1981). Una
serie de cuerpos intrusivos de edad cretcica inferior, de
composicin granodiortica y grantica, con escasos gabros
tholeticos, atraviesan los depsitos anteriores. Durante el
Terciario la regin fue relativamente estable, encontrndose
depsitos miocenos rellenando los valles principales y ahogando el relieve preexistente. Estos depsitos tienen frecuentes
niveles de tobas de cada pliniana originados en los volcanes
del Cenozoico superior, ubicados ms al oeste y de los cuales
el volcn Hudson es el ms austral.
La estructura de este sector est caracterizada por bloques de orientacin oblicua al tren principal cordillerano, los
que sometidos a una leve compresin han sido parcialmente
invertidos (Ploszkiewicz y Ramos, 1977). Las fallas mantienen en la actualidad sus rechazos directos, aunque los
indicadores cinemticos muestran una compresin y un movimiento inverso.
B) SEGMENTO SUR
Se ubica al sur de Lago Buenos Aires y se caracteriza por
una topografa ms elevada que el anterior, en promedio unos
2 km ms alta, con cerros como el San Valentn, San Lorenzo,
78
Fitz Roy, Muralln, Stokes y las Torres del Paine; todos ellos
tienen naturaleza grantica y no corresponden a edificios
volcnicos.
Figura 36. Ubicacin y lmites principales de la Cordillera Patagnica Austral (basado en Ramos et al., 1982).
El basamento de esta regin est caracterizado por potentes secuencias de flysch de edad paleozoica media a superior
(figura 37), que constituyen el prisma de acrecin del margen
pacfico a estas latitudes. En estos depsitos se distinguen
facies sedimentarias sin metamorfismo y facies
leptometamrficas. Por lo general se interpreta esta diferencia como controlada por los niveles estructurales de exposicin, dado que hay pasajes graduales entre una y otra facies.
Stocks tonalticos de edad carbonfera superior se conocen en
el lago Mogote y el ro San Lorenzo, los que representaran un
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Figura 37. Secciones estructurales representativas de la Cordillera Patagnica Austral (segn Ramos, 1989).
80
Figura 38. Rasgos geolgicos principales del Macizo del Deseado (basado en Schalamuk et al., 1995).
Sobre este basamento se depositan las secuencias continentales de rift de las cuencas de La Golondrina y El Tranquilo, de edad prmica y trisica, respectivamente (Stipanicic y
Reig, 1956; Archangelsky, 1959; Arrondo, 1972). Estos
depsitos son atravesados por plutonitas cidas correspondientes al Batolito Patagnico Central, de edad trisica superior a eojursica (Stipanicic et al., 1972; Rapela et al., 1991a).
Estos fenmenos extensionales localizados son seguidos
por una extensin generalizada vinculada a la apertura del
ocano Atlntico, que lleva a la depositacin una secuencia
clstica continental, interdigitada con el volcanismo rioltico
de la Formacin Chon Aike. Estas riolitas y flujos piroclsticos
que constituyen un extenso plateau rioltico se relacionan
arealmente con escasas volcanitas bsicas alcalinas. La edad
de estas riolitas oscila entre 168 y 170 Ma en el sector oriental
(Pankhurst et al., 1993).
Estas secuencias epiclsticas y volcnicas estn cubiertas parcialmente por nuevas secuencias clsticas y piroclsticas
de edad cretcica inferior que marcan una nueva reactivacin
extensional en el sector nordeste del macizo (Palma, 1989).
Las transgresiones paleocenas, eocenas y oligocenomiocenas, procedentes del Atlntico, se interdigitan con
secuencias epiclsticas y piroclsticas en los mrgenes del
macizo.
La regin se caracteriza por secuencias subhorizontales,
desde el Cretcico superior alto, hasta el Cenozoico superior. Una deformacin penetrativa intensa se observa en el
basamento (Panza et al., 1994) y basculaciones asociadas a
fallas extensionales en los depsitos neopaleozoicos y
trisicos. Una intensa fracturacin extensional domina los
bloques de rocas jursicas y cretcicas, cuya cubierta en
algunos lugares se halla invertida tectnicamente en algu-
81
LA MESETA PATAGNICA
Esta denominacin ha sido utilizada por Ngera (1939)
para caracterizar la regin extrandina patagnica. En el
presente trabajo se la define como la provincia geolgica que
se extiende al este de los Patagnides y que no est comprendida en los macizos de Somn Cura y del Deseado. As
definida arealmente abarca las mesetas de la regin central
del Chubut y de Santa Cruz, continuando en la regin
extrandina de Tierra del Fuego.
Cuando se analiza su composicin geolgica se pueden
distinguir dos sectores diferentes (figura 39).
82
invaden la cuenca originando una compleja serie de secuencias progradantes que alcanzan desde la Cordillera
Patagnica hasta costa afuera en la plataforma continental
(Biddle et al., 1986).
Figura 40. Rasgos geolgicos principales de las Islas Malvinas (segn Nullo et al., 1996).
83
Figura 41. Rasgos geolgicos principales del Plateau de Las Malvinas (basado en Biddle et al., 1996; Ramos, 1996a).
84
LA CORDILLERA FUEGUINA
El extremo austral de la isla Grande de Tierra del
Fuego, presenta una cordillera de rumbo este oeste, que
se conoce como Cordillera Fueguina y que ha sido caracterizada como una provincia geolgica por Borrello
(1972).
Figura 43. Cuencas principales en la Plataforma Epicontinental Argentina (modificado de Urien y Zambrano, 1973).
85
LA PLATAFORMA EPICONTINENTAL
La plataforma epicontinental argentina fue definida y
propuesta como una unidad geolgica independiente por
Ngera (1927, 1939). Su conocimiento actual es el resultado
de una intensa actividad exploratoria acaecida a partir de
1968 cuyos resultados fueron dados a conocer por Lesta et al.
(1980). La investigacin cientfica internacional en el Atlntico sur, liderada por el observatorio Lamont de la Universidad de Columbia, aport los conocimientos bsicos en una
serie trabajos presentados en Urien y Zambrano (1973).
86
Figura 45. Rasgos geomrficos principales del Arco de Scotia (modificado de Parker et al., 1996 y Ramos, 1996b).
87
Figura 46. Rasgos geolgicos principales del sector antrtico argentino (modificado de Caminos, 1980).
88
LA PENNSULA ANTRTICA
Esta regin ha sido considerada como una provincia geolgica independiente por Caminos (1972). En ella se reconocen
diferente sectores con caractersticas propias (figura 46).
El sector ms occidental est caracterizado por el desarrollo de un complejo de subduccin con rocas intensamente
deformadas y con un notable metamorfismo dinmico, como
se observa en las islas Shetland del Sur y Orcadas del Sur
correspondientes al arco del Scotia. Estas rocas metamrficas
tienen una edad neopaleozoica a trisica, no descartndose
metamorfitas an ms jvenes (Herv, 1992). Se han encontrado en este complejo de subduccin esquistos glaucofnicos
en la isla Smith (Rivano y Corts, 1976).
En el sector oriental de las islas Shetland del Sur, en
especial la isla 25 de Mayo y la costa oeste de la Pennsula
Antrtica, se registra un importante volcanismo de arco
mesocenozoico. Este volcanismo ha sido activo entre los 140
Ma y los 2 Ma, siendo sus rocas dominantes tholeitas de arco
de bajo potasio de composicin basltica a basandestica
(Weaver et al., 1982).
La Pennsula Antrtica se halla separada de las islas
Shetland del Sur por una cuenca activa de trasarco, que se
conoce como cuenca de Bransfield y que ha comenzado a
desarrollarse hace 2 Ma. La isla Bridgeman est ubicada en el
eje de esta cuenca ocenica de trasarco (Fisk, 1990). Hacia el
sur (figura 47), la extensin est fracturando la caldera volcnica de la isla Decepcin, caldera desarrollada como parte del
arco volcnico (Smellie, 1988).
La parte principal de la Pennsula Antrtica est formada por una serie de granitoides mesozoicos emplazados
en un basamento metamrfico de edad permo-trisica. En
estos granitoides calcoalcalinos se reconoce un perodo
asociado a magmatismo y extensin entre los 140 y los 105
Ma, interrumpido por una importante deformacin cretcica
media. Los granitoides ms jvenes corresponden al
Cretcico superior a Eoceno inclusive (Storey et al., 1996).
El sector oriental corresponde a la cuenca de Larsen, una
cuenca de retroarco de edad jursica superior a terciaria, que
se desarrolla entre la costa oriental de la Pennsula Antrtica
y las islas James Ross, Marambio y Cerro Nevado (Rinaldi,
1982). La cuenca se inicia con sedimentitas del Jursico
superior, aflorantes en la costa oriental de la pennsula y en
clastos fosilferos englobados en las sedimentitas cretcicas.
Estas sedimentitas portadoras de abundantes faunas de
amonites estn ampliamente desarrolladas en las islas James
Ross y Marambio (Olivero et al., 1986; Macellari, 1988).
Estas rocas estn cubiertas por los basaltos alcalinos de la
isla James Ross de edad pliocena a pleistocena (Gonzlez
Ferrn, 1982), que se asocian a la colisin de una dorsal
ocenica en el sector occidental.
La estructura de esta provincia geolgica es compleja:
corrimientos e intensa deformacin con vergencia occidental
en las islas Shetland del Sur, estructuracin extensional en la
cuenca de Bransfield y estructuras de compresin e inversin
tectnica en la cuenca de Larsen.
LA ANTRTIDA ORIENTAL
AGRADECIMIENTOS
Se desea dejar expreso reconocimiento al doctor Edgardo
O. Rolleri, mi primer maestro de Geologa Argentina, tanto en
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la Universidad de Buenos Aires como en Universidad Nacional de La Plata, que se hace extensivo a los doctores Juan
Carlos M. Turner e Inocencio O. Bracaccini, por sus fecundas
discusiones a travs de los aos sobre estos temas. Este
manuscrito se ha visto beneficiado por los oportunos comentarios de los doctores Juvenal Zambrano, Edgardo O. Rolleri,
Emilio Gonzlez Daz y Jos Salfity. Los doctores Daniel
Prez y Ernesto Cristallini han colaborado eficazmente en la
edicin de las ilustraciones.
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