Tecnologia Obstetrica
Tecnologia Obstetrica
Tecnologia Obstetrica
INTRODUCCION
El objetivo central del sector salud es, obviamente, la satisfaccin de las necesidades de
salud de la poblacin, pero con poco que uno
observe la realidad surge que ese objetivo est
lejos de alcanzarse conspirando contra la meta
que postula la Organizacin Mundial de la
Salud: "Salud para todos en el ao 2000"
que se expone en el Plan de Accin para la
instrumentacin de las Estrategias Regionales15.
Tomando como marco de referencia a dicho
plan se considera que la Estrategia de Atencin Primaria de la Salud resulta la ms adecuada para lograr la extensin de cobertura
de los servicios de salud a toda la comunidad,
MATERIAL Y MTODOS
* Dentro de las tecnologas de apoyo pueden individualizarse las administrativas y las de capacitacin. Aunque este trabajo se trate primordialmente de las tecnologas bsicas, un anlisis completo
no puede obviar a las restantes, que condicionan a las primeras.
** Climent, G. y Mendez Diz, A. Accesibilidad cultural: Satisfacin de las necesidades del paciente en la
relacin mdico-paciente. Trabajo presentado al Primer Congresso Argentino de Medicina Familiar.
Buenos Aires, Sept. 1985 Dados inditos.
los conocimientos cientficos. Permite el control del proceso sin interferir en su fisiologa
ni en las relaciones del grupo familiar. Sus
principales caractersticas responden a las tecnologas apropiadas en salud y son:
consideracin del proceso de embarazo,
parto y puerperio como un proceso fisiopsicolgico normal;
ubicacin de la madre, hijo y grupo familiar en el centro del proceso de atencin;
promocin del vnculo temprano padres-hijos;
educacin y participacin activa y responsable de ambos padres;
promocin de un vnculo satisfactorio
Equipo-Paciente;
libertad en la eleccin de posiciones
cmodas y naturales para la madre durante el pre-parto y parto;
libertad en la eleccin de tcnicas alternativas;
no realizacin ni aplicacin rutinaria de
maniobras y medicamentos;
utilizacin de criterios preventivos.
La aplicacin de una tecnologa con estas
caractersticas permite que luego de un embarazo normal se produzca un parto tambin
normal, y en especial, natural. Implica tambin
un parto "humanizado" y "personalizado", es
decir adecuado a las caractersticas del ser
humano no cosa, no animal y a la individualidad prpria de cada persona1,2,4,6,8,10,13,14,
16,20,22,25,26,27
* De las atendidas en el sector pblico el 45% pertenecan a clase baja y el 40% a media baja,
de las que lo fueron el de O.S. el 42% eran de clase media baja y el 40% de clase media. De
las atendidas en el sector privado el 52% era de clase media y el 32% de media alta.
Episiotoma
En cuanto a la episiotoma, puede decirse
que es tambin una tcnica que se generaliz
con la difusin del parto sin temor y que tiene
sus defensores tanto como sus detractores.
Muchos obstetras consideran que de no realizarse el corte preventivo de los tejidos, que
implica la episiotoma, puede producirse desgarros cuya extensin y gravedad es variable.
Adems, se evita as la ruptura de las miofibrillas de la piel del perin, lo que permite
una mejor recuperacin del tono muscular.
La distensin prolongada de los ligamentos
que sostienen a la vejiga, tero y recto, producida por el esfuerzo realizado, conduce en
algunos casos, al prolapso.
Explican tambin que en su pasaje por el
canal de parto, el beb inspira la mucosidad
que lo rodea, y si esta etapa se prolonga mucho tiempo le ser difcil expulsar esa mucosidad, provocndole trastornos respiratorios.
La episiotoma evita al nio la prolongacin
de un momento que le es sumamente angustiante: el paso por un conducto muy estrecho.
Tambin protege la delicada cabeza del nio
de posibles traumatismos.
Sin embargo existen otras opiniones de
otros profesionales que trabajan con la premisa de no convertir lo natural en patolgico.
En el momento en que el beb asoma la cabeza, la madre, sentada, lo ayuda a nacer.
La bolsa de aguas intacta, va facilitando la
lenta distensin de la vagina. Esta modalidad
de trabajo permite que el pasaje del nio se
realice gradualmente, controlado por el mdico
que protege con su mano la zona perineal para
que no se produzca el desgarro, y por lo tanto
no sea necesario practicar episiotoma. Mencionan adems, que los desgarros, si los hay
no alcanzan la magnitud de la incisin preventiva; a la vez dos bebs nacen sin signos de
sufrimiento. Este procedimiento facilita que la
mam pueda iniciar fludamente la relacin
con su hijo y reanudar su vida sexual sin los
trastornos que provoca la herida.
Segn los datos, los profesionales consideran como necesario esta prctica en mayor
medida que la poblacin. As resulta que el
70% de los mismos considera que la episiotoma es necesaria en "casos de primparas"
dando como fundamento que es una medida
preventiva y el 22% "en todos los casos".
* Se usan las siguientes abreviaturas: Pb: Pblico; O.S.: Obras Sociales; Priv: Privado; M: Mdicos; O: Obsttracas.
Cuando no se especifica a que sector corresponden los datos es porque no se encontraron diferencias.
prctica (13%). Es considerada como adecuada ms por las madres del sector privado
(60%) (O.S: 44%; Pub: 27%), donde se la
pone en prctica en mayor proporcin que en
los otros (44%).
A la vez, ha de sealarse que se da escasamente en el sector pblico (5%) pero, como
vimos, las atendidas en el mismo tampoco lo
consideran especialmente importante (27%).
Vnculo con el hijo
En cuanto al inicio del vnculo con el hijo
en forma temprana, es una pauta valorizada
fundamentalmente desde la psicologa. El poner en contacto al beb con la madre an
antes de cortar el cordn permite que se prolongue el vnculo establecido durante los nueve
meses de gestacin, una adaptacin gradual a la
vida extrauterina y el inicio de un nuevo
vnculo.
Pero tambin desde la medicina se sostiene
que a travs del cordn la natureza asegura
en los momentos iniciales de la vida una doble
respiracin: por 5 10 minutos despus del
nacimiento todava lleva oxgeno de la sangre
materna al recin nacido. El corte inmediato
del cordn umbilical, en cambio, obliga al
recin nacido a respirar inmediatamente de
una manera desconocida, y la entrada de aire
en los pulmones provoca una sensacin similar
a una quemadura violenta.
Para establecer un vnculo adecuado con el
hijo es tan importante que se de un contacto
inmediato despus del nacimiento entre la
madre y el nio como que ese contacto pueda
tener permanencia e intensidad. Esto es posible si en la institucin donde se hallan internados se permite la internacin conjunta o
rooming-in. Caractersticas fsicas del establecimiento y las normas organizacionales son
los condicionantes bsicos de dicha posibilidad.
Una de las consecuencias positivas ms
importantes de esta modalidad de atencin
rooming in es que farovece el amamentamiento segn demanda del nio. Adems la
madre puede acariciar al beb, hablarle, arrullarlo, y el beb tiene la posibilidad de
sentir calor, de ser movido y sostenido todo
lo cual favorece su desarrollo fsico y mental.
Segn los datos, eu 66% de las entrevistadas tuvo al beb por primera vez en sus
brazos en un momento cercano al nacimiento,
estando an en la sala de partos, pauta que
consideramos ideal para favorecer el vnculo
con el hijo en forma precoz. Esto se da en
mayor proporcin en el sector privado (de
A la vez las necesidades de los profesionales, lo que ellos consideran como adecuado,
coinciden en mayor medida con las de las
madres atendidas en el sector privado, por lo
cual las necesidades de las mayoras que
son justamente las de menores recursos son
satisfechas en menor medida.
Justamente esto se opone a la aplicacin del
enfoque de riesgo que supone que no todas
las personas y/o grupos tienen las mismas
necesidades ni todos los problemas tienen la
misma importancia, y por lo tanto no se vuelcan los recursos para aquellos grupos considerados vulnerables12.
Surge, entonces, la necesidad de revisar crticamente las modalidades de atencin que se
ofrecen analizando sus objetivos y las necesidades a las que responden y si se advierte
que no satisfacen a las de las mayoras reorientarlas en favor de ese objetivo.
Centrndonos en el rea de Obstetricia se
sabe que el embarazo y el parto transcurram
en familia donde las personas estaban ligadas
por fuertes vnculos humanos que constituan
la trama social en la cual descansaban. Ahora
transcurren en organizaciones hospitalarias
donde los vnculos se trocaron en meros contactos superficiales. Esto lleva a un sentimiento
de soledad, de desamparo y no debe sorprender que las mujeres, sus maridos y sus familias
miembros solitarios y aislados en una sociedad atomizada sean fcil presa de la manipulacin de las organizaciones de servicios de
salud encaradas como meras empresas que
tienen verdadero poder de decisin e imposicin.
Estas organizaciones al crear e imponer
normas y procedimientos dificultan el proceso
de atencin. Imponer a la embarazada determinada posicin durante el trabajo de parto
y el parto, suministrarle oxitcicos, analgsicos
y anestsicos sin su consentimiento y en forma
rutinaria, separar a la mujer de su marido
primero y de su hijo despus sin consideracin
de sus necesidades y muchas otras tcnicas
utilizadas en la atencin obsttrica son algunas
de esas normas que pueden ser necesarias para
el funcionamiento de la organizacin. Pero su
aplicacin en forma rutinaria y rgida, sin contemplar las diferencias individuales, resulta no
slo insatisfactoria sino tambin ineficiente.
Habr que ver cules son los procedimientos y tcnicas tradicionales que deben revalo-
Por modalidades de atencin se entiende tanto a los recursos, tcnicas y procedimientos utilizados como
a las ideologas inherentes: concepcin acerca de la salud, del ser humano, de la prevencin, de la
medicina, la ciencia y la tecnologa.
REFERNCIAS BIBLIOGRFICAS
1. BARANCHUCK, N. Humanizacin de la atencin materno infantil: nuevas modalidades
para brindar servidos de atencin mdica.
Buenos Aires, Ediciones SMI, 1983.
2. CALDEYRO BARCIA, R. Tecnologa apropiada para la atencin del parto. Bol. Ofic. sanit.
panamer., 90:69-79, 1981.
3. CLIMENT, G. & MENDES DIZ, A. Tecnologa apropiada en salud. Med. y Soc., Buenos
Aires, 3(2):73-81, 1980.
4. DOYAL, L. Mujeres, medicina y control social. Cuad. md. soc., Rosario, (16):51-64,
1981.
5. ESCARD, F. Abandnicos y
Buenos Aires, Eudeba, 1981.
hospitalismo.