Escala de Funcionamiento Parental EFP
Escala de Funcionamiento Parental EFP
Escala de Funcionamiento Parental EFP
RESUMEN
La violencia filio-parental (VFP) est incrementando de manera alarmante en la ltima dcada, lo
cual pone de manifiesto el inters por desarrollar estudios dirigidos a su prevencin, evaluacin e
intervencin. El objetivo de este estudio es la construccin y validacin de una escala que evale
una de las variables explicativas ms relevantes en el inicio y mantenimiento del fenmeno: el
funcionamiento parental. Despus de haber hecho una revisin de numerosos instrumentos de
medida y un estudio cualitativo de factores parentales influyentes en la conducta violenta de los
hijos, se cre una escala que rene los factores ms relevantes implicados en la VFP. La validacin
de este instrumento se realiz con una muestra de 103 padres y madres con hijos que ejercen
violencia sobre ellos. Los resultados muestran adecuados niveles de fiabilidad ( = 0,615) y una
estructura multidimensional dividida en 6 factores. Este instrumento se plantea como una
herramienta de medida para padres que facilite la pronta identificacin de caractersticas
disfuncionales vinculadas al sntoma de sus hijos. Con ello, se pretende disear un plan de
intervencin eficaz y personalizado para cada familia.
Palabras clave: violencia filio-parental, funcionamiento parental, factores de riesgo de la VFP,
estilos educativos parentales, estilos de socializacin familiar.
ABSTRACT
Child-to-Parent Violence (CPV) has increased alarmingly in the last decade, which has been
reflected by the interest in developing studies aimed at its prevention, evaluation, and intervention.
The objective of this study is the construction and validation of a scale that evaluates the most
relevant explanatory variables of the onset and maintenance of the phenomenon: parental
functioning. Through the review of numerous instruments of measurement and a qualitative study
of parental factors influential in the violent behavior of children, this scale gathers the most
relevant factors involved in CPV. The validation of this instrument was carried out by a sample of
103 fathers and mothers with children who display violence towards them. The results display
adequate levels of reliability ( = 0,615) and a multidimensional structure divided into six factors.
This instrument poses as a measurement tool for parents to facilitate the early identification of
dysfunctional characteristics linked to the symptoms of their children. This is intended to design an
effective and personalized intervention plan for each family.
Key words: Child-to-Parent Violence, parental functioning, CPV risk factors, styles of parental
education, styles of family socialization.
verbal (gestos amenazadores, ruptura de objetos apreciados,), dirigidas a los padres o tutores,
por lo que debemos diferenciarla de los casos de violencia aislada (un nico episodio), de la
vinculada a trastornos mentales graves, al consumo de txicos y al parricidio (p. 15).
Este nuevo fenmeno se ha incrementado de manera alarmante en la ltima dcada. Segn
los datos estadsticos ofrecidos por la Fiscala General del Estado en su memoria del ao 2014, se
informa que las denuncias se han duplicado en los ltimos aos, pasando de 2.638 en el ao 2007 a
ms 5.000 en el ao 2011. En los aos posteriores se observa un nmero descendiente de
denuncias, llegando a 4.659 en el ao 2013. Sin embargo, aunque los datos muestren un ligero
descenso en la cantidad de denuncias anuales, desde el ao 2011 los casos de violencia filioparental empiezan a contabilizarse de forma aislada a los de otro tipo de violencia intrafamiliar.
Por lo tanto, los datos muestran un constante ascenso. No obstante, se desconoce la prevalencia
real existente en los casos de violencia filio-parental en nuestro pas. Como se refleja en el estudio
de Ibabe (2007), existen muchos casos ocultos que no llegan a las administraciones pblicas. Las
propias caractersticas del problema derivan en el secreto y ocultacin del mismo, ya que
cuestionan a los propios progenitores en su rol de padres, generando sentimientos de culpa y
vergenza (Pereira y Bertino, 2009).
Los primeros estudios realizados sobre esta temtica intentaron argumentar la VFP
recurriendo a variables explicativas tradicionales de violencia intrafamiliar, encontrando que los
factores asociados a otro tipo de violencia, como la descendiente o de gnero, no se asocian de
igual modo que cuando se aplican al campo de la violencia de hijos a padres (Cornell y Gelles,
1982; Harbin y Madden, 1979; Peek, Fischer y Kidwell, 1985). De hecho, las variables
tradicionales nicamente han logrado explicar el 8,6% de la varianza (Peek et al., 1985). Como
consecuencia, se considera fundamental ir ms all de los modelos tradicionales de violencia
familiar y centrarse en modelos explicativos especficos de ste fenmeno en cuestin.
Existen numerosos modelos explicativos de la VFP en la literatura cientfica actual. Uno de los
ms aceptados es el modelo ecolgico anidado que proponen Cotrell y Monk (2004). Estos
autores, tomando como referencia el modelo ecolgico de Bronfenbrenner, explican la violencia
ascendente definindola como un fenmeno relacional en la que convergen variables de distinto
orden de repercusin. Segn estos autores, existen varios niveles de influencia implicados en la
VFP: microsistema, mesosistema, exosistema, macrosistema, y ontognesis (Aroca, Lorenzo y
Mir, 2014; Castaeda, Garrido-Fernndez y Lanzarote, 2014; Gonzlez, 2012).
El microsistema se conforma por los contextos ms cercanos a la persona, como la familia
o la escuela. Incluye las variables referentes a comportamientos concretos de los miembros de un
sistema en particular y las caractersticas de su composicin (Agnew y Huguley, 1989; Harbin y
Madden, 1979; Ibabe et al., 2007). El mesosistema se refiere a las interacciones existentes entre los
contextos del microsistema, como la comunicacin entre la familia y la escuela. El exosistema
comprende aquellos entornos sociales en los que la persona no participa activamente, pero en los
que tienen lugar hechos que s pueden afectar a los contextos ms cercanos a la persona, por
ejemplo, el contexto laboral de los progenitores o los medios de comunicacin (Ibabe, Jaureguizar
y Daz, 2007). En el macrosistema encontramos los valores culturales y sistemas de creencias que
legitiman la violencia y promueven el uso del poder (Kennair y Mellor, 2007, como se cit en
Castaeda et al., 2014). Por ltimo, los factores ontogenticos hacen referencia a la historia
personal que cada individuo trae en su comportamiento y relaciones. Pueden ser, por ejemplo,
factores temperamentales o consumo de drogas (Aroca et al., 2014; Laurent y Derry, 1999).
Este enfoque predice que en los casos de violencia filio-parental existen factores
determinantes en cada uno de los niveles y, se establece que cuantos ms factores estn presentes,
ms probabilidades se darn para la aparicin del maltrato.
Las caractersticas familiares en las que tiene lugar la VFP, es decir, el microsistema, ha
sido el foco de la mayora de los estudios realizados. Y es precisamente en esta parte dnde
queremos centrar nuestro estudio.
La familia es el primer agente educativo que interviene en el desarrollo del aprendizaje de
los hijos en los primeros aos de su vida (Schneider, Cavell y Hugnes, 2006, como se cit en
Aroca, Mir y Bellver, 2013). Puede ser un espacio afectivo de convivencia, de proteccin y
satisfaccin de las necesidades de los pequeos. Pero, por el contrario, tambin puede devenir en
una fuente de conflictos y riesgos en forma de abandono o cualquier otro tipo de maltrato fsico,
emocional y sexual (Garrido, 2001, como se cit en Aroca, Cnovas y Alba, 2012).
Existen numerosas variables familiares estudiadas en los casos de VFP, aunque en
ocasiones muestran resultados contradictorios.
La estructura familiar monoparental se ha considerado uno de los factores de riesgo y
predictor de la conducta violenta del menor agresor hacia sus progenitores (Cotrell, 2001;
Gallagher, 2004; Ibabe et al., 2007). Sin embargo, cada vez existen ms estudios que aportan
diferentes resultados. Pereira (2006), sin ir ms lejos, aporta datos que hablan de una mayora de
familias compuestas por ambos progenitores. Informa de un 64% de familias biparentales, frente a
un 36% de familias monoparentales. Resultados muy similares reflejan los datos aportados por
Laurent y Derry en su estudio de 1999.
Existen autores que defienden una posicin neutra ante la estructura familiar, considerando
as una distribucin similar en ambos grupos (Patterson, Luntz, Perlesz y Cotton, 2002). El estudio
realizado por la Asociacin Altea-Espaa (2008) afirma que no existe relacin entre la estructura
familiar y la violencia ascendente, por lo tanto sta no puede ser considerada como un factor de
riesgo predisponente a una futura agresin.
Esta contradiccin en cuanto a los resultados, la encontramos tambin en los estudios
referentes al nivel socioeconmico de las familias. Algunos estudios sugieren que la VFP es ms
frecuente en familias de bajo nivel socioeconmico (Cotrell y Monk, 2004; Ibabe et al., 2007), sin
embargo otros encuentran que se da en todos los estratos sociales (Peek et al., 1990). El grueso de
los estudios encuadra el fenmeno dentro de una clase social media-alta (Agnew y Huguley, 1989;
Gallagher, 2004; Nock y Kazdin, 2002; Pereira, 2006).
La experiencia previa de violencia en la familia como forma de resolucin de conflictos es
otro factor relevante (Gallagher, 2004; Garrido, 2005; Pereira y Bertino, 2009; Urra, 2006).
Tomando como punto de apoyo la teora del aprendizaje social de Bandura (1977), los hijos
pueden aprender que la violencia puede ser un recurso resolutivo (Pereira y Bertino, 2009).
La VFP tambin parece correlacionar positivamente con los estilos educativos que no
facilitan el ajuste emocional y social de los hijos necesarios para su correcto desarrollo (Aroca et
al., 2014). Los estilos educativos, prcticas de crianza o estrategias de socializacin, son las
tcticas que usan los padres con sus hijos para educarles y orientarles en su desarrollo personal y
en su integracin social (Aroca et al., 2012; Toro, Pea y Rodriguez, 2008). Autores como
Coloma (1993) los definen como esquemas de prcticas educativas paternas que se pueden reducir
a unas pocas dimensiones, que cruzadas entre s en diferentes combinaciones dan lugar a diversos
tipos de educacin familiar (Como se cit en Aroca et al., 2012). Estas dimensiones son: el control
y la implicacin afectiva ente entre los miembros de la familia (Toro et al., 2008). De la
interrelacin de estas variables que se producen en las prcticas educativas parentales surgen los
diferentes estilos educativos.
Diana Baumrind (1968) fue la primera autora que se dedic a investigar acerca de los
estilos parentales y los efectos de la socializacin familiar sobre la competencia de los nios y
adolescentes (Como se cit en Oliva, Parra y Arranz, 2008). Ms adelante, MacCoby y Martin
(1983) enriquecieron la propuesta inicial de Baumrind estableciendo una tipologa de 4 estilos
parentales: autoritario, democrtico o autoritativo, permisivo y negligente o indiferente (Aroca et
al., 2012; Musitu y Garca, 2004; Oliva et al., 2008; Toro et al., 2008). Los tres primeros estilos ya
fueron propuestos por Baumrind en sus estudios de socializacin familiar. Siendo el estilo
negligente propuesto por MacCoby y Martin (1983). Estos cuatro estilos descritos son el producto
de combinar dos dimensiones fundamentales ya mencionadas anteriormente: el afecto y el control.
Los estilos educativos parecen haber experimentado cambios en los ltimos aos.
Concretamente, los estudios indican una profunda transformacin de las relaciones entre
progenitores e hijos, las cuales son cada vez ms simtricas (Etxebarria, Apodaca, Fuentes, Lpez
y Ortiz, 2009, como se cit en Calvete, Gmez-Guadix y Orue, 2014). En nuestro pas se percibe
que las familias han oscilado de un estilo parental autoritario a un estilo ms indulgente y
permisivo (Garca y Gracia, 2009). Con este cambio, se ha pasado del uso de la autoridad para
resolver los conflictos a padres que, cada vez en ms casos, ceden constantemente a los deseos de
sus hijos (Etxebarria et al., 2009). Desde esta perspectiva, se propone que la VFP se derivara de la
incapacidad de los padres para poner lmites a la conducta de sus hijos y para establecer
consecuencias contingentes a su conducta (Garrido, 2005; Calvete et al., 2014). Cotrell (2001)
asegura que el intenso esfuerzo por proteger los derechos de los menores, intentando favorecer su
autonoma y libertad, ha llevado a una grave crisis de liderazgo dentro de las familias.
Los estilos de crianza permisivos se caracterizan por dejar hacer y no imponer lmites a los
hijos (Prez y Pereira, 2006; Urra, 2006). Adems, dificultan el establecimiento de una estructura
jerrquica entre el nivel parental y el filial, lo que ocasiona a su vez dficits en el establecimiento
de normas y en la supervisin (Cotrell, 2001; Pereira y Bertino, 2009, Pereira, 2011). Cuando esto
sucede, se da una relacin simtrica entre padres e hijos, que ocasiona un desequilibrio en la
relacin facilitando la aparicin de la conducta agresiva en el menor. Es llamativo en estas familias
el fracaso y la renuncia a establecer una jerarqua que permita el establecimiento y mantenimiento
de normas. Esto, a su vez, se relaciona con varios factores: triangulaciones en las que se busca la
alianza del hijo, vinculacin afectiva muy fusional entre el hijo violento y uno de los progenitores,
o conflictos extremos entre los padres que no permiten a ninguno de los dos ostentar la jerarqua
familiar (Pereira, 2011).
Siguiendo las clasificaciones clsicas de Baumrind (1968) MacCoby y Martin (1983), el
estilo de socializacin considerado de proteccin es el democrtico o autoritativo, en el que se
combina un buen nivel afectivo combinado con un alto nivel de demandas y control parental
(Aroca y Cnovas, 2012). Esto es, padres afectuosos, que refuerzan comportamientos y son
sensibles a las peticiones de sus hijos sin llegar al extremo de la indulgencia. Tienen la capacidad
de dirigir y controlar el comportamiento de sus hijos siendo conscientes de sus sentimientos y
capacidades. Plantean exigencias e independencia. Este estilo se encuentra ms relacionado que el
resto de los estilos parentales con altos niveles de ajuste del menor, madurez psicosocial,
autoestima y un nivel inferior de conflictos entre padres e hijos (Aroca y Cnovas, 2012; Bernal,
2008; Castaeda et al., 2012 y Toro et al., 2008).
Hay otros autores, como Cotrell y Monk (2004) o Urra (2006), que han identificado otro
estilo parental ms que se considera de riesgo para la VFP. Es el de los padres sobreprotectores o
controladores en exceso, ya que hace aumentar las tensiones y conflictos cuando los hijos
empiezan a demandar una mayor autonoma. Hace referencia a lo que previamente habamos
descrito como control psicolgico, esto es, estrategias intrusivas y manipuladoras que, en cierta
medida, violan la individualidad del menor. En esta lnea, se consideran que estos padres seran
excesivamente controladores e intrusivos en las vidas de sus hijos, dispuestos a satisfacer todos sus
deseos toman las decisiones por ellos y no les ensean a ser autnomos por miedo a que se
equivoquen o perderlos (Pereira y Bertino, 2009; Pereira 2011; Urra, 2006). En las primeras etapas
evolutivas, este estilo se ve reforzado. Sin embargo, el nivel de conflicto ira en aumento a medida
que los menores demanden mayor autonoma. La conducta violenta aparecera como forma de
obtener control sobre sus vidas (Cotrell y Monk, 2004).
Cuando el estilo de crianza se caracteriza por una excesiva ausencia de disciplina y fracaso
en el rendimiento parental, los padres pueden llegar al extremo de la negligencia (Laurent y Derry,
1999). Cuando los padres no son capaces de cumplir su papel como padres adultos, en ocasiones
los adolescentes son los que se ven obligados a asumir este rol. Esta carga puede ser abrumadora
para algunos, recurriendo as a la conducta violenta como medio para rechazar el papel de adultos
(Laurent y Derry, 2009).
Tambin, se destaca la no congruencia en el estilo educativo en la pareja o incluso en el
mismo progenitor como factor de riesgo relevante (Agnew y Huguley, 1989; Aroca et al., 2014;
Cotrell y Monk, 2004; Ibabe et al., 2007). Excesiva contradiccin puede llevar a que el menor no
encuentre las situaciones predecibles generando frustracin, rabia e impotencia llegando al uso de
la conducta agresiva como medio para imponer su propio criterio.
Un concepto que emerge del estudio de la familia, y que est vinculado a esta concepcin,
es el de coparentalidad. Consiste en la colaboracin de dos figuras parentales en la educacin de
los hijos (Feinberg, 2003). Segn este autor, la coparentalidad solo se circunscribe a los aspectos
de la relacin entre dos figuras parentales respecto a la tarea educativa hacia el menor, sin implicar
que los roles en cuanto a la autoridad y responsabilidad sean equitativos para ambos adultos (como
se cit en Rivadeneira, 2013). McHale, Kuersten y Rao (2004) lo definen en funcin del grado de
coordinacin entre la pareja en sus roles parentales, e implica compartir la responsabilidad de criar
a un hijo.
Este trmino parte de la concepcin sistmica de la figura de los padres como subsistema
cuya misin es regular las interacciones familiares. Se distingue de la relacin de pareja entre los
padres y los estilos educativos en el sentido que, mientras los estilos parentales describen prcticas
de crianzas de ambos progenitores en sus interacciones individuales con su hijo, la coparentalidad
se refiere a la interaccin de ambos padres, como equipo ante su hijo.
10
11
la que la educacin (lmites, normas) se sacrifican para mantener el afecto (Pereira y Bertino,
2009).
La realidad parece ser que una vinculacin afectiva inadecuada, tanto en exceso como en
defecto, contribuiran a la aparicin de la violencia por parte del joven hacia sus progenitores.
A pesar de que existen muchos modelos explicativos de la VFP que tienen en cuenta las
variables familiares implicadas en el desencadenamiento de este fenmeno, no son tantas las
pruebas dedicadas a evaluarlas.
Existen numerosos instrumentos que evalan variables implicadas en la VFP. Desde
pruebas para medir la intensidad de las agresiones, pruebas que evalan los factores individuales
de los jvenes, o factores de riesgo familiares. Pero la mayora de ellos estn orientados desde el
punto de vista del adolescente agresor. Varios estudios revisados destacan este hecho como una
seria limitacin, y proponen la necesidad existente de incorporar para futuros estudios la
perspectiva de los progenitores (Calvete, Gmez-Guadix y Orue, 2010; Calvete, Orue y Sampedro,
2011).
Tambin se encuentran en la literatura cientfica pruebas destinadas a evaluar el
funcionamiento familiar en general o algunos de los factores de riesgo mencionados anteriormente
en particular: DDI: Discipline Dimensions Inventory (Strauss y Fauchier, 2007, como se cit en
Calvete et al., 2010), FACES: Family Adaptability and Cohesion Evaluation Scale (Olson y
Gorall, 2003, como se cit en Schmidt, Barreyero y Maglio, 2009) o EFF: Evaluacin del
Funcionamiento Familiar (Atri y Zetune, 2006, como se cit en Velasco y Luna, 2006) entre otros.
Sin embargo, la gran mayora de ellos estn validados en poblacin general, sin existir resultados
de eficacia aplicada a esta poblacin en concreto: familias que sufren violencia ascendente.
Los instrumentos destinados a evaluar los estilos de socializacin parental solamente tienen en
cuenta la dimensin afectiva y del control de la conducta del menor: PSPI: Parenting Style and
Parental Involvement (Paulson, 1996, como se cit en Touliatos, Perlmutter y Straus, 2001),
PSDQ: Parenting Styles and Dimensions Questionnaire (Robinson, Mandleco, Olsen y Hart, 1995,
como se cit en Touliatos et al., 2001) o EA-P/ENE-P: Escalas de Afecto y Normas y Exigencia en
su versin para padres (Bersab, Fuentes y Motrico, 2001). Si bien es cierto que estn implicadas
en el desarrollo de la violencia filio-parental, nos resultan incompletos.
Por todo ello, el objetivo en este estudio es construir y validar una escala para padres que
evale el funcionamiento parental en las familias en las que ha surgido violencia filio-parental
(VFP). Partimos de la hiptesis de que los padres de estos jvenes tienen un funcionamiento
disfuncional en algunos aspectos a la hora de ejercer su rol como padres.
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MTODO
Participantes
Para la realizacin de este estudio se ha contado con una muestra de padres y madres, con
hijos adolescentes de entre 13 y 18 aos (Media= 15,78; Desviacin Tpica= 1,07), que sufren
violencia filio-parental (VFP) en sus familias. Todos ellos son usuarios del programa recURRAGINSO, especfico de VFP, en el que estn actualmente en tratamiento. A pesar de que la sede de
este programa se encuentra en la Comunidad de Madrid, las familias participantes pertenecen a
distintas provincias espaolas, siendo en este sentido, la muestra bastante heterognea.
La Escala de Funcionamiento Parental (EFP) se administr a un total de 105 padres y
madres, acompaada de un cuestionario de recogida de datos sociodemogrficos. Se seleccionaron
slo aquellos cuestionarios que se haban completado adecuadamente, siendo estos un total de 103.
De ellos, 45 eran hombres y 58 mujeres. La edad de los padres oscil entre los 37 y 60 aos
(Media= 50,11; Desviacin Tpica= 4,62) y la de las madres entre los 37 y los 61 aos (Media=
49,30; Desviacin Tpica= 4,93).
Con relacin al estado civil, 76 de los participantes (73,8 %) estn casados o conviven en
pareja en situacin anloga al matrimonio, 23 de ellos (21,4 %) estn divorciados o separados, 3
(2,9 %) estn solteros y solo 2 (1,9 %) estn viudos. De todos ellos, 96 (94,2%) comparten la
crianza de los hijos con su pareja o con el progenitor de sus hijos en el caso en el que estn
separados o divorciados, siendo nicamente 6 participantes (5,8%) los que no comparten la
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responsabilidad del menor con otro adulto, dedicndose a esta labor en exclusividad un nico
progenitor. La mayora de los participantes de esta muestra tienen un nivel socioeducativo medioalto, medido en funcin al nivel de estudios (78 de los 103 padres tiene estudios superiores; lo que
corresponde con un 75,7%) y los ingresos anuales medios de la familia (74 tiene ingresos
superiores a 30.000 anuales, es decir, un 70,8%).
El tiempo total en el que llevan participando en el programa es recogido en funcin al
nmero de meses. Segn los datos ofrecidos por el programa recURRA-GINSO, el tiempo medio
de tratamiento hasta recibir el alta es de 9,5 meses aproximadamente. La muestra de padres que
participan en este estudio oscilan entre 1 y 13 meses (Media= 5,91; Desviacin Tpica= 3,19),
estando la mayora en el ecuador del tratamiento.
Proceso de elaboracin de la escala
Para la elaboracin de los tems de la escala se procedi a realizar un estudio cualitativo de
los factores parentales influyentes en la conducta violenta de estos jvenes, realizado en un taller
para padres participantes del programa recURRA-GINSO en Marzo del 2014. De ah se recogi un
listado de conductas especficas propuestas por los padres que transformadas a tems resultaron un
total de 120. Tambin se llev a cabo una revisin de instrumentos psicomtricos elaborados en la
literatura para la medicin de las principales dimensiones que queremos recoger en este
instrumento: PSPI (Paulson, 1996, como se cit en Touliatos et al., 2001), PSDQ (Robinson et al.,
1995, como se cit en Touliatos et al., 2001) o EA-P/ENE-P (Bersab et al., 2001). Se cont
tambin con la opinin de expertos en la materia, as como con la observacin en clnica de los
mismos.
El resultado de este proceso de elaboracin de la escala se corresponde con la obtencin de
los 55 tems que forman parte de la versin original de la EFP. El conjunto de tems obtenido se
agrup de forma terica en un total de 10 factores englobando las cuatro dimensiones que
originalmente se tena previsto medir. La dimensin de vinculacin afectiva qued constituida por
tres factores, incluyendo 5 tems para medir el afecto fsico, 5 para evaluar el apoyocontencin y 4 para la comunicacin-interaccin. La denominacin de los factores se hizo en
base al contenido de los tems. A pesar de que todos estn relacionados con la vinculacin afectiva,
se consider que englobaban distintos aspectos concernientes a dicha dimensin. El control
conductual qued compuesto por otros tres factores, tomando como fundamento el modelo clsico
de Baumrind (1968), incluyendo 4 tems para evaluar control rgido o autoritario, 8 tems para
control democrtico o autoritativo y 4 tems para medir control indulgente o permisivo. El
control psicolgico se dividi en 2 factores, 6 tems componen el factor intrusividadmanipulacin y 9 miden sobreproteccin. Por ltimo, la ltima dimensin, la coparentalidad,
14
15
A los padres no asistentes a la sesin grupal, se les envi una versin online del
cuestionario de forma privada por sus terapeutas en la que podan participar de forma voluntaria.
La mayora de los participantes de este estudio, 89 padres (86,4%), contestaron de forma
presencial, siendo una minora, 14 padres (13,6%), los que se prestaron a responder al cuestionario
de forma online.
Anlisis de datos
Para el anlisis estadstico se ha empleado la aplicacin IBM SPSS Statistics 22. Las
herramientas y tcnicas utilizadas se explican a continuacin. Uso de anlisis descriptivos de las
variables sociodemogrficas usando media y desviacin tpica en las variables cuantitativas y
tablas de frecuencia y porcentajes en las variables cualitativas. El ndice de validez de contenido
(IVC) de Lawshe de cada tem e ndice de validez aparente (IVA), tambin llamado ndice de
concordancia simple (IC), para analizar la validez de contenido del test. Para la validacin de la
escala se realiz un Anlisis Factorial Exploratorio, usando la tcnica de Componentes Principales
y rotacin Varimax. La consistencia interna del test se calcul a partir del coeficiente de fiabilidad
alfa de Cronbach. Adems, tambin se hallaron otras medidas estadsticas, como el uso de la
prueba de diferencias de medias t de Student y su alternativa no paramtrica Mann-Whitney para
el anlisis de la validez discriminante del test y una correlacin de Pearson para relacionar cada
una de las dimensiones con la variable tiempo de tratamiento.
RESULTADOS
El primer anlisis realizado fue el de la validez de contenido del instrumento. Como ya se ha
expuesto anteriormente en este trabajo se encomend a 3 jueces expertos en VFP la realizacin de
dos tareas. La primera referente a la valoracin de la utilidad del tem para formar parte del
instrumento. Siguiendo los criterios de esencialidad habituales (Media > 2,50; ndice de validez de
contenido (IVC) de Lawshe >= 0,67; ndice de concordancia simple (IC >= 1) se eliminaron
aquellos tems que no los cumplan. Quedando as descartados 12 tems en total para el resto de los
anlisis.
Un total de 28 tems tuvieron un IVC igual a la unidad, puesto que todos los jueces expertos
estuvieron de acuerdo en calificarlos con la mxima puntuacin de utilidad, es decir, con un 3.
Se encontraron 15 tems que aunque sus ndices descriptivos eran algo menores al criterio
establecido, al menos fueron clasificados por 2 de los 3 jueces como esenciales. Por lo tanto,
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optamos por mantenerlos en el estudio para analizar su comportamiento en el resto del proceso de
anlisis.
La segunda tarea acordada a los jueces fue clasificar los tems en la dimensin a la que
consideraban que pertenecan. El grado de concordancia entre los jueces y la autora fue muy
elevado, por lo tanto, no se retir ningn tem despus de este proceso.
En conclusin, se construy una primera versin provisional de la escala compuesta por 43
tems. Esta es la que se aplic posteriormente a la muestra de participantes del estudio, y sobre la
que se realiz el estudio de la validez de constructo que se presenta a continuacin.
Para el anlisis factorial del instrumento, se decidi dividir la escala en dos partes. El hecho de
que la dimensin de Coparentalidad solamente pudiese ser respondida en funcin a la pareja, los
padres divorciados, solteros o viudos que no comparten la crianza de los hijos con otro progenitor
o pareja no pudieron contestar a estos tems. Por lo tanto, con la finalidad de no perder a estos
participantes se decidi realizar este anlisis de forma independiente al resto de los tems. Por un
lado, se analizaron los tems que pueden ser respondidos por cualquier participante (36 tems), y
por otro, los que no pueden ser respondidos por las familias monoparentales (7 tems).
En esta primera parte se pudo comprobar que los participantes no respondieron a la totalidad
de los tems a pesar de que se les haba solicitado que no dejasen respuestas en blanco. Se
sospecha que es debido a un olvido o despiste y no relacionado con la comprensin de los
enunciados, ya que en ninguna ocasin se repiti ningn nmero de tem en blanco. Slo se
dispuso del 100% de las respuestas de estos 36 tems en 92 de los participantes (89,3%). Para
evitar la prdida de datos, aunque fuese minoritaria (10,7%), se opt por realizar una imputacin
de los datos faltantes mediante el mtodo de regresin lineal mltiple que implementa SPSS-22.
En consecuencia, el anlisis que se presenta a continuacin se realiz con la matriz de datos
completa (N= 103 para todos los tems).
El primer paso del anlisis de validacin, fue el uso del Anlisis Factorial Exploratorio (AF)
que nos permiti descubrir qu tems son vlidos y cul es la estructura factorial que subyace a los
mismos. Para el proceso de extraccin de factores, se decidi emplear el mtodo de Componentes
Principales. Para la rotacin de factores, se utiliz el mtodo Varimax, suponiendo independencia
entre los mismos. Se fij como criterio de validez de un tem presentar una carga factorial de al
menos 0,400. As mismo, se estableci para la definicin de un factor, contener un mnimo de 3
tems.
Previo al anlisis, se realizaron pruebas para comprobar la adecuacin de la muestra y del uso
de la tcnica al conjunto de tems.
17
---
Fac. 2
Fac. 3
Fac. 4
Fac. 5
-,133
-,152
-,187
,365
---
,091
,096
-,058
---
,148
-,002
---
-,107
Factor 2
Factor 3
Factor 4
Factor 5
---
18
Tras la revisin del enunciado de los tems que saturan en cada una de las dimensiones
encontradas, se concluye que:
El primer factor que explica casi un 18% de la varianza y est formado por 5 tems (42,
33,41, 31 y 23) es la dimensin Comunicacin-Interaccin.
El segundo factor, que explica un 12,39% de la varianza emprica mediante 4 tems (26,
17, 36 y la inversin del tem 43), se corresponde con la dimensin terica Control conductual
indulgente.
Tabla 2
Anlisis Factorial Exploratorio. Escala de Funcionamiento parental. N=103.
Componentes Principales con rotacin Varimax (KMO=0,748; Bartlett: P<,000)
Saturaciones (peso factorial) > 0,400
tem
Enunciado
,795
,793
,770
,740
,722
,821
,709
,677
,671
,785
,760
,683
,588
,741
,675
,668
,542
,700
,662
,607
8,89
El tercer factor que explica un 11,36% de la variabilidad total y que est formado por 4
indicadores (39, 10, 19 y 29) corresponde a la dimensin Control psicolgico Sobreproteccin.
19
Enunciado
Fac. 1
R-52 Soy incapaz de alcanzar una lnea y criterio con __(mi pareja)___ transmitiendo consistencia,
coherencia y complicidad ante nuestro hijo/a.
,756
53 __(mi pareja)___ y yo solemos estar de acuerdo ante las normas, lmites y castigos que ponemos
a nuestro hijo/a.
,730
R-47 __(mi pareja)___ y yo tenemos ideas y criterios diferentes sobre cmo educar a nuestro hijo/a
49 Estoy de acuerdo con __(mi pareja)___ sobre los valores que queremos transmitir a nuestro
hijo/a.
% de Varianza total explicada
20
,690
,451
65,69
Cronbach
Comunicacin-Interaccin
Dimensin
IC 95%
Test de significacin
,859
,811 - ,898
F=12,19 P<,000
,746
,655 - ,817
F=43,61 P<,000
Control psicolgico-Sobreproteccin
,719
,619 - ,798
F=25,61 P<,000
,659
,537 - ,755
F=2,32
P=,075
Vnculo afectivo
,659
,527 - ,759
F=8,57
P<,000
20
,626
,513 - ,724
F=74,99 P<,000
,824
,755 - ,877
F=27,75 P<,000
24
,615
,409 - ,722
F=52,24 P<,000
Conjunto de 5 dimensiones
Subescala de Acuerdo en la Coparentalidad
INSTUMENTO COMPLETO
21
Dimensin / Sexo
ComunicacinInteraccin
45
D.T.
58
0,82
Control
conductual
indulgente
45
1,31
58
1,18
Control
psicolgicoSobreproteccin
45
1,12
58
1,16
45
1,16
58
0,96
45
1,24
58
0,95
42
1,46
47
1,60
Vnculo afectivo
Subescala de
Coparentalidad
NS = No significativo (P>,050)
Test Mann-W
Tamao
del efecto:
gl
dif
R2
-1,98
101
,051 NS
NS
1,85
,064 NS
,037
-0,39
101
,699 NS
NS
0,57
,567 NS
,001
-3,21
101
,002**
0,28 1,18
3,26
,001**
,093
0,90
101
,370 NS
NS
1,19
,233 NS
,008
-2,03
101
,045 *
0,01 0,86
1,99
,046 *
,039
1,62
87
,109 NS
NS
1,35
,177 NS
,029
1,06
Control
conductual rgido
IC 95%
* = Significativo al 5% (P<,05)
22
como un mayor grado de acuerdo. Se trabaj con los valores originales, sin recurrir a la imputacin
de datos, ya que el hecho de trabajar con medias evit la prdida de datos.
En primer lugar, se estudi la capacidad de discriminacin del instrumento con respecto al
sexo del progenitor. Para ello se realizaron pruebas de contraste de diferencia de medias. En
concreto se emple t de Student para muestras independientes. Ante la posibilidad de distorsin
que podra suponer la presencia de posibles asimetras en las variables, se decidi replicar el
contraste con la alternativa no paramtrica Mann-Whitney. De esta forma se pretendi aumentar la
confiabilidad estadstica de los resultados. As mismo, se estim el tamao del efecto de las
diferencias con el habitual ndice R2 . Los resultados se reflejan en la Tabla 5.
Los resultados obtenidos con una tcnica paramtrica y con su alternativa no paramtrica
ofrecieron valores de P muy similares. Fueron, por tanto, coincidentes. En general no se
encontraron diferencias estadsticamente significativas (P>0,05) salvo en la dimensin Control
psicolgico-Sobreproteccin dnde las mujeres puntuaron por encima de los hombres (P<0,01)
con un tamao del efecto moderado (R2 = 0,093) y en la dimensin Vnculo afectivo que de
nuevo las mujeres puntuaron por encima de los hombres (P<0,05) con un tamao del efecto an
menor (R2=0,039).
Los datos observados en la dimensin Comunicacin- Interaccin mostraron resultados
similares a los anteriores en el tamao del efecto (R2 = 0,037), aunque las diferencias no pudiesen
considerarse estadsticamente significativas (P=0,051).
Finalmente se puso en relacin cada una de estas dimensiones con la variable Tiempo de
Tratamiento, recogido en la encuesta de datos sociodemogrficos en meses. Dado que todas ellas
son cuantitativas, optamos por usar el coeficiente de correlacin de Pearson. No se encontr
ninguna correlacin que pueda considerarse estadsticamente significativa (Tabla 6).
Tabla 6
Coeficientes de correlacin de Pearson entre las dimensiones del test y la variable Tiempo de Tratamiento.
Dimensin
Comunicacin - Interaccin
103
-,038
,351 NS
103
-,032
,375 NS
103
,028
,390 NS
103
,066
,255 NS
Vnculo afectivo
103
-,025
,402 NS
89
,087
,209 NS
NS = No significativo (P>,050)
23
DISCUSIN
En esta investigacin se ha pretendido aportar un instrumento de medida vlido que evale
el funcionamiento parental en familias que sufren violencia ascendente. Como ya se ha revisado a
lo largo de este estudio, son numerosas las investigaciones que apuntan a ciertas caractersticas de
los padres relacionadas con problemas conductuales en los hijos. En base a ello, la construccin de
esta escala se ha fundamentado en las variables explicativas parentales ms relevantes de este
fenmeno en la literatura cientfica englobndolas en un nico constructo: el funcionamiento
parental.
La Escala de Funcionamiento Parental (EFP) presenta una estructura factorial adecuada,
distribuida en cinco dimensiones a la que se incluye una subescala unidimensional de Acuerdo en
la coparentalidad. Los datos obtenidos confirman que la consistencia interna de la escala, a pesar
de que es moderada, se considera aceptable (=0,615), as como en cada uno de los 6 factores que
se presentan, en los cuales, la fiabilidad es mayor en cada dimensin por separado que en el
instrumento en su totalidad.
El alfa de Cronbach es una medida de fiabilidad que tiene en cuenta para su clculo la
homogeneidad de los tems. Adems es esperable que a mayor nmero de tems, mayor fiabilidad.
A pesar de que la distribucin de los tems es homognea en cada factor encontrado, los datos que
arrojados en este estudio distan bastante de lo esperado, siendo mayor la fiabilidad en cada factor
por separado (de 3 a 5 tems) que en el instrumento completo (24 tems). Este hecho nos muestra
que podra existir independencia terica en cada uno de los factores estadsticamente ya se
comprob la ortogonalidad de los mismos- entendindolos como constructos diferentes y no
relacionados entre s, en lugar de comprenderlos como distintos factores de un mismo constructo
(funcionamiento parental). Por lo tanto, estos resultados nos indican que el planteamiento terico
inicial pueda ser errneo.
La propuesta terica de esta escala engloba 10 factores, de los cuales 6 de ellos se ven
representados en la versin final despus de haber realizado el anlisis de datos.
La primera dimensin, Comunicacin-Interaccin, es entendida como la promocin de
la escucha, el dilogo y la comunicacin con el hijo como un componente importante de la relacin
afectiva. Baer y Bray (1999) afirman que una comunicacin familiar pobre es propia de las
relaciones familiares de los adolescentes en los que est presente la conducta problema (como se
cit en Villar, Luengo, Gmez y Romero, 2003). En este caso, se considera que una baja
puntuacin en este factor, puede influir indirectamente a la Violencia Filio-Parental. Los datos
evidencian que los adolescentes que consumen sustancias tempranamente, que tienen bajo
24
25
esta sobreproteccin motivada por diversas razones nio excesivamente deseado, tardo, frgil,
acogido, adoptadoetc.-, adems, son padres que estn dispuestos a querer a sus hijos por encima
de todo, dificultando su individuacin o diferenciacin. Tambin vinculado al control psicolgico,
propusimos en la conceptualizacin terica de esta escala la inclusin de la dimensin
Intrusividad o Manipulacin como cualitativamente diferente al concepto de Sobreproteccin.
Hace referencia a las estrategias intrusivas y manipuladoras -como induccin de culpa o retirada de
afecto- utilizadas por los padres cuando el adolescente muestra un comportamiento que ellos no
aprueban. Se resume en el si no te portas bien, no podr quererte (Pereira y Bertino, 2009),
quedando as el afecto, instrumentalizado. Sin embargo, ningn tem de esta ltima dimensin
sobrevivi al anlisis factorial exploratorio. Este hecho se explica debido a posible ambigedad en
la redaccin de los tems. La mayora de ellos incluan la palabra NO, lo que puede dar lugar a
confusin interpretando las respuestas como una doble negacin. Ejemplos de estos tems son:
Utilizo el chantaje emocional para que mi hijo/a no se salga con la suya o Cuando mi hijo/a me
falla o me decepciona, siento que no le puedo querer de la misma forma.
No obstante, se intent corregir a priori este tipo de errores para el que se realiz un
estudio piloto con 15 participantes. Es quiz la pequea muestra obtenida para este estudio, unido
a la dificultad para eliminar algunas negaciones, que los intentos de evitar este resultado han sido
en vano.
La quinta dimensin Vnculo afectivo hace referencia a la parte de la vinculacin
padre/madre-hijo ms relacionada con el afecto y la cercana fsica. Englobando aspectos como el
contacto fsico afectuoso y disfrute de tiempo juntos. Pereira y Bertino (2009) identifican una
relacin excesivamente prxima y fusional padres-hijos como una dinmica relacional
caracterstica que aparece en la mayora de los casos al inicio de la conducta violenta. Sin
embargo, numerosos estudios indican la ausencia de afecto positivo por parte de los progenitores,
con la consecuente privacin emocional que conlleva, como un factor de riesgo determinante para
la VFP (Agnew y Huguley, 1989; Calvete, Gmez-Guadix y Orue, 2014). A pesar de las
contradicciones en lo referente al vnculo afectivo, no cabe duda que una relacin inadecuada,
tanto en exceso, como en defecto, est estrechamente relacionado con este fenmeno. Los
resultados que arrojan nuestro estudio, comparten algo de esta ambigedad encontrada, ya que no
se han delimitado de una forma clara factores diferenciados que puedan evaluarla. El anlisis
factorial nos seala la existencia de dos dimensiones independientes relacionadas con la
vinculacin afectiva: la Comunicacin-interaccin revisada anteriormente, y esta ltima, a la
que hemos denominado Vnculo afectivo. Sin embargo, la distribucin de los tems est cargada
de confusin, ya que tanto unos como otros parecen estar evaluando lo mismo. Tomemos como
ejemplo los siguientes: Sacrifico parte de mi descanso o aficiones para compartir tiempo con mi
26
hijo/a y atender sus demandas afectivas, perteneciente al primer factor mencionado, y Alimento
el sentimiento de que estar con mi hijo/a es disfrutar de l/ella, que se incluye en este ltimo. Por
lo tanto, se aprecia cierta debilidad en la concepcin terica de esta dimensin, que se intentar
revisar y subsanar en futuras versiones del instrumento. Algo similar ocurre con el factor ApoyoContencin que habamos propuesto en los inicios tericamente.
El ltimo factor estudiado en este trabajo como una subescala unidimensional
independiente, es el Acuerdo en la Coparentalidad definido como el grado de compromiso,
pacto o consenso compartido entre las figuras parentales con respecto a una serie de temas
relacionados con el hijo. Inicialmente, se incluyeron tems que reflejaban no nicamente el acuerdo
parental, sino tambin el conflicto. Este, se define como el grado de peleas que mantienen los
padres sobre la educacin de su hijo, as como el debilitamiento del criterio del otro progenitor a
travs de la crtica, el menosprecio o la culpa. Pereira (2011) propone el conflicto parental como
uno de los factores que favorecen la aparicin de la VFP. Adems, matiza el concepto incluyendo
tambin la formacin de coaliciones entre el hijo y un progenitor contra el otro, as como la
participacin del joven en los conflictos parentales, es decir, la triangulacin.
A pesar de la relevancia que el conflicto parental tiene en este fenmeno, no se logr su
inclusin en la escala final. Esto es debido al nmero reducido de tems que se redactaron para
medirlo. Fueron 4 en su totalidad. Se observ a posteriori, que dos de ellos, a pesar de que estaban
relacionados con el conflicto parental, hacan quiz ms referencia al concepto de triangulacin. Se
diferencia en que el primero nicamente implica a los cnyuges en el conflicto, y este ltimo,
incluye al descendiente en la dinmica conflictiva. El hecho de que se hubiese fijado un criterio de
un mnimo de 3 tems para la creacin de un factor, imposibilit poder identificar tres factores
aislados en cuanto a la coparentalidad se refiere: acuerdo, conflicto y triangulacin.
Como conclusin, estos resultados nos muestran interpretaciones contradictorias entre s. Por
un lado, la baja fiabilidad del instrumento en su totalidad en contraposicin con los altos niveles
encontrados en cada una de las dimensiones por separado, nos conducen a pensar en la
independencia terica de cada uno de los factores. Por otro lado, la no representatividad del estilo
democrtico en el instrumento final, nos hace contemplar el control conductual como un
continuo, estando en los extremos la rigidez y la indulgencia, y por lo tanto, relacionadas entre s.
Igualmente encontramos esta relacin en lo referente a la vinculacin afectiva y a la
coparentalidad. Estas ambigedades sealadas nos llevan de vuelta al planteamiento terico
inicial, en el que se propona medir cuatro dimensiones: vinculacin afectiva, control
conductual, control psicolgico y coparentalidad. Para futuras versiones de este instrumento,
se plantea considerar cada una de ellas como constructos independientes, y por lo tanto las pruebas
destinadas a explorar la validez factorial se tendran que realizar por separado. De esta forma, se
27
hace una lectura diferente de este instrumento, interpretndolo como una batera en la que se
engloban diferentes subescalas, siendo su uso vlido tanto en conjunto, como por separado.
Adems, nos permitira aumentar el nmero de tems pertenecientes a cada dimensin, con el
consecuente aumento de fiabilidad de la escala.
A pesar de los resultados encontrados, somos conscientes de las limitaciones
metodolgicas existentes en este estudio que deben ser tenidas en cuenta al interpretar los datos.
La primera est relacionada con el tamao de la muestra. Sera conveniente comprobar si la
estructura factorial se replica con muestras ms grandes. Adems, todos los participantes
pertenecen al mismo centro teraputico. Si bien es cierto que representan la mayora de las
provincias espaolas, consideramos que su condicin socioeducativa media-alta podra estar
contribuyendo a sesgar los resultados. La segunda limitacin importante es la ausencia de contraste
de las puntuaciones con otras medidas objetivas, sin las cuales el instrumento puede dar pocas
muestras de validez externa. Adems, el hecho de no haber realizado un Anlisis Factorial
Confirmatorio, no nos permite reasegurar la validez factorial del instrumento.
Ante la imposibilidad de aplicar un test-retest, este estudio no aade conclusiones de
estabilidad temporal de la escala. Sin embargo, esta limitacin se intent subsanar poniendo en
relacin cada una de las dimensiones encontradas con la variable tiempo de tratamiento recogida
en meses. No se encontr ninguna correlacin significativa, lo que nos permite concluir que el
efecto del paso del tiempo no altera la medicin del test. A su vez, la fiabilidad del instrumento en
este sentido, no se ve amenazada.
En versiones futuras se plantea extremar las condiciones para minimizar el efecto de la
deseabilidad social. A pesar de que ya se intent controlar mediante el anonimato de las respuestas,
la VFP provoca en numerosas ocasiones sentimientos de vergenza y tendencia al ocultamiento
por parte de los padres (Aroca et al., 2013). Es posible que las respuestas estn cargadas de
subjetividad, y se responda ms en funcin a cmo les gustara que se les percibiese a cmo
realmente se perciben. Para ello, proponemos dos soluciones, la primera es la inclusin de unos
tems que midan la deseabilidad social. La segunda, est relacionada con la construccin de una
versin del instrumento que pueda ser respondida por los hijos adolescentes. Nos permitira un
contraste de las puntuaciones, accediendo an si cabe, a una mayor informacin y comprensin de
este fenmeno. Adems, como propone Palacios (1999, como se cit en Bersab et al., 2001) en su
modelo de construccin conjunta, las relaciones entre padres e hijos son bidireccionales, siendo
interesante tener en cuenta la perspectiva de ambos.
Tambin se prev en una futura investigacin homogeneizar el formato de presentacin.
La tasa de participantes en los diferentes formatos -presencial y online- difiere ampliamente. El
28
100% de las personas a las que se les solicit participacin en el estudio de forma presencial,
accedieron a colaborar. Siendo nicamente un 28% los que enviaron el cuestionario
cumplimentado de los que se les present el estudio en formato online. Por lo tanto, estos datos
nos llevan a sospechar la existencia de diferencias en funcin del formato de presentacin.
A pesar de estas deficiencias tericas y metodolgicas encontradas, este estudio sienta las
bases de la construccin de un instrumento de medida futuro. Tendra importantes implicaciones
tanto a nivel preventivo como diagnstico. Permitira una rpida identificacin de caractersticas
parentales influyentes en la conducta violenta de los hijos, y as, disear un tratamiento
individualizado para cada familia. Adems permitira el estudio diferencial con poblacin normal
para lograr un conocimiento ms profundo de qu es lo que est fallando en estos hogares.
Tambin ayudara a delimitar diferencias en funcin del sexo de los progenitores.
En resumen, consideramos este trabajo como un estudio piloto de una lnea de
investigacin futura, en la que se pone de manifiesto la necesidad existente de construir
instrumentos de medida que ayuden a evaluar, identificar y clarificar que se esconde tras esta
alarmante realidad social: la violencia filio-parental.
29
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32
33
34
0 1 2
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
3 4
5 6
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
12 Evito decirle nada a mi hijo/a cuando incumple las normas con tal 0 1 2
de no discutir.
13 Intento controlar la vida de mi hijo/a en todo momento.
0 1 2
3 4
5 6
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
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0 1 2
3 4
5 6
0 1 2
3 4
5 6
3 4
5 6
3 4
5 6
35
A continuacin van a aparecer frases que hacen referencia a la relacin que usted mantiene con el
padre/madre de su hijo/a adolescente. (En el caso de que su actual pareja cumpla funciones de
padre/madre con su hijo/ responda en funcin a ello).
En el caso en que usted sea el/la nico/a responsable de su hijo/a NO es necesario que contine.
Responda la opcin ms prxima a su realidad, sustituyendo mentalmente el espacio en blanco por
el nombre del padre/madre de su hijo/a.
Totalmente
Bastante
Algo en
Algo de
Bastante
en
en
Neutral
desacuerdo
acuerdo
de acuerdo
desacuerdo desacuerdo
21 Soy incapaz de alcanzar una lnea y criterio con __(mi pareja)___ 0 1 2
transmitiendo consistencia, coherencia y complicidad ante nuestro
hijo/a. R
22 __(mi pareja)___ y yo solemos estar de acuerdo ante las normas, 0 1 2
lmites y castigos que ponemos a nuestro hijo/a.
23 __(mi pareja)___ y yo tenemos ideas y criterios diferentes sobre 0 1 2
cmo educar a nuestro hijo/a. R
24 Estoy de acuerdo con __(mi pareja)___ sobre los valores que 0 1 2
queremos transmitir a nuestro hijo/a.
6
Totalmente
de acuerdo
3 4 5 6
3 4 5 6
3 4 5 6
3 4 5 6
Nota: Los tems marcados con R hay que codificarlos (Invertir las puntuaciones).
CLAVES DE CORRECCIN:
-
36