Imágenes Falsas de Dios
Imágenes Falsas de Dios
Imágenes Falsas de Dios
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determinadas formas culturales e histricas, con sus imgenes caractersticas, su
riqueza o pobreza lxica
A veces nos encontramos con imgenes de Dios que no corresponden con la realidad:
Dios vengativo
Dios como recurso que explica aquello que no entendemos
Dios intervencionista
Dios que dirige todo, que explica todo aquello que no entendemos. Todo lo que ocurre
en el mundo lo ha querido Dios, da lo mismo que sea un cncer o la lotera. Suerte o
desgracia, Dios lo ha querido. Dios lo ha querido suena a una frase piadosa, pero en
realidad es una expresin muy mala y peligrosa. Lleva consigo una imagen inaceptable,
impresentable de Dios. A Dios se le achaca todo lo que sucede en el mundo, y as es el
responsable ltimo de todas las cosas buenas y de las atrocidades que pasan en este
universo mundo.
En esta imagen est en juego una serie de aspectos muy importantes de la vida de los
creyentes. Dios se convierte as en un recurso de encubrimiento y legitimacin de una
realidad que pide a gritos ser cambiada. En lugar de trabajar y luchar por cambiar esta
situacin social, lo que hace esta forma de entender a Dios es que lo convierte en una
tapadera de la situacin. K. Marx tena razn cuando deca, en estos casos, que la
religin era una suerte de narctico, un opio del pueblo, una niebla ideolgica que
cubra y encubra la realidad.
Una religin de este estilo, con esta imagen de Dios de fondo, es muy buena para
domesticar a la gente. No se tienen que justificar las situaciones de desigualdad e
injusticia, porque Dios as lo quiere, es decir, porque ya se las legitima religiosamente.
Dios juez, severo y castigador.
Jess no da pie a pensar en actuaciones de Dios, generalmente calamitosas, que se
atribuyen con facilidad a castigos o escarmientos divinos. Hay que recordar estos
pasajes y rechazar con energa tales afirmaciones. Dios no interviene en estos casos. El
Dios de Jess no es responsable de tales hechos, sean accidentes o malformaciones
congnitas. Dios no tiene ese rostro hurao, castigador o resentido que cobra agravios
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e inflige penas a los humanos. Este Dios es una deformacin monstruosa del Dios de
Jess.
Ante estas imgenes de Dios, debemos tomar la del Dios de la vida por encima de
cualquier otra. Esta manera de entender la vida, pasin, muerte y resurreccin de Jess
nos acerca a otro modo de entender la salvacin. Esta ya no aparece como un acto
sacrificial de expiacin, ni como el resultado de un acto redentor del dolor, ni como un
destino sealado por el Padre para pagar una deuda, sino como el resultado de una vida
apasionada por el Reino de Dios. Lo que nos salva es una vida; si se quiere, un estilo de
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vida: una entrega amorosa que encarna y actualiza la compasin de Dios por los
hombres. Lo que nos salva, en definitiva, es el Amor hecho compasin efectiva por los
hombres. Y lo que hace Jess es encarnar este amor compasivo y eficaz de Dios.
No obstante, el tema de Dios en Occidente se ha centrado en el debate sobre la
existencia o no de Dios. Sera ms simple creer en Dios si se pudiera ver como se ve el
sol. Cuando se ama a alguien, se le escoge libremente. Y lo que Dios justamente quiere
es que todos los seres humanos sean libres de amar. Es muy importante comprender
que Dios quiere hombres libres. Puede ser Dios una simple invencin humana? Dejar a
la ciencia exclusivamente la explicacin del Universo, del hombre y del sentido de
nuestra existencia, sera toparse con una pared que no resuelve las cuestiones ltimas.
La ciencia tiene sus lmites. Puede responder a muchas preguntas, pero no puede
afirmar ni negar la existencia de Dios.
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La idolatra
Hablar de Dios
Es el Espritu que nos impulsa a hablar con valenta (parresia) ante lo escndalos y
abusos en esta sociedad globalizada.
Tendramos que recordar continuamente el aviso que uno de los ms grandes telogos
del siglo XX, Karl Barth, nos haca respecto a su hablar de Dios: no olvidis que esto lo
dice un hombre de Dios. Siempre hablamos hombres y mujeres, seres humanos, en
lenguaje humano, con los condicionamientos humanos. Se nos olvida a menudo. Jess
advierte a sus discpulos: Cuando os lleven para entregaros a los tribunales, no os
preocupis de qu vais a hablar; sino hablad lo que os comunique en ese momento.
Porque no seris vosotros los que hablaris, sino el Espritu Santo (Mc 13, 11).
Hablamos con demasiada alegra y seguridad de Dios, de su Misterio. Quiz una de las
consecuencias no queridas, perversas, de este empeo de la cultura occidental,
cristiana, de aclarar, reflexionar y razonar acerca de todo, es que le perdemos el
respeto al Misterio.
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Conclusin
El trabajo podra ser ms amplio. El hecho de haberme comprado el libro de Jos Mara
Mardones y estar leyndolo, me ha abierto mucha curiosidad a seguir profundizando en
el tema, sobre todo, porque creo que, a nivel pastoral, es muy importante, como dice
Mardones:
Creo que tambin el trabajo se podra completar con el libro del Papa Francisco El
nombre de Dios es misericordia.
Es decir, que presento el trabajo para calificar algo ms de desarrollo, pero queda muy
abierto a mi lectura y reflexin personal y a la sntesis del tema que pueda realizar.