Caratu7la 2
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ORFEO
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Y LA TRADICIOK
de mult a 'y privaci6n de libertad qui enes reprod ulca n sin la precept iva
Un reencuen \.
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ALBERTO BERNABE Y FRA ~ C:. '
GOBIERNO MINISTERIO
DE ESPANA DE CULTURA
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WA LTER B URKERT, CLAUDE C ALAME. FRr\~Ch_ C
Eslo o bro ~r: sica pub ,O~Q L 'Y IJI ~v b,~ec cn de !o
R OSA G ARCIA -G ASCO . FRITZ GR AF. l\I IGI r _ ~
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EUGENIO LUJAN, S ARA M AciAs, R AQL-EI \1
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MARCO A, S AN T."' MARiA , MARIS.~ TI_.
Muchos de los capitu los de eSle libro form an parte de los rrabajos del Proveclo
de In vesti gac i6n Conso li der C Cos mogonia y escatolog ia en las religione>
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Un reencuentro
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MINISTERIO
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akal
XLIV
Alexander Fol
Sofa
*
Traduccin de Rosa Garca-Gasco.
1
Wright 1995, 341.
2
Rudhardt 1991, 274.
3
Fol, A. 1993a.
4
Sparkes 1991.
5
Mndez Lloret 1993.
1035
mone) en su muerte. La posibilidad de que el pasaje se entienda como
un makarisms corriente6 no es muy elevada.
El eudaimonismo rfico es un rito mistrico dionisaco como
puede verse por las dos laminillas de oro (siglo IV a.C.) de Pelina,
Tesalia7, que lleva a un estatus antropo-demnico tras la muerte fsi-
ca del iniciado.
6
Lvque 1997.
7
Para el rito y para el iniciador, cfr. Graf 1991a, Fol, A. 2002, 181-182 y OF 485-486.
8
OF 487.4 qeo; ejgevnou ejx ajnqrwvpou: e[rifo ej gavla e[pete. cfr. Zuntz 1971, 329 A4;
Fol, A. 2002, 197s.
1036
territorialmente, de sujetos regidos por una dinasta que monopoliza
tambin la economa (basileiva). La basileiva se opone a polis, en la
que el principio de estado es soportado por el conjunto (politeiva) de
ciudadanos-guerreros-cabezas de familia, nacidos libres y propieta-
rios de parcelas de tierra. Mientras la politeiva posee tambin un
thos escrito, el ethnos, que no es una manifestacin de etnia, se con-
solida mediante un sistema tradicional de valores. Ello fija un tipo
determinado de conducta de la cultura oral.
Debemos a los observadores literarios griegos la historia inicial
de la realidad histrica del ethnos tracio. Por este motivo, el estudio
de la espiritualidad tracia tendra xito en las zonas de interaccin de
la tradicin oral de Tracia y la tradicin literaria antigua de Grecia9.
Esta interaccin vino a parar en los dos Orfeos de Pausanias (el
tracio, que era ms divino, y el griego, denominado hroe cultu-
ral)10. Esta diferenciacin se incluye contextualmente ya en la visin
platnica del Orfeo mtico, el creador de una antigua enseanza
secreta, y de Orfeo como autor de poemas11, y ello parece sugerir que
Scrates es una imagen paradigmtica no tanto de la ajrethv griega
como de la cultura tracia, que est motivada por el principio de la
metoivkhsi, del movimiento/migracin en la ajtopiva de Scrates12, es
decir, en el Ms All.
Las recientes observaciones apoyan las hiptesis acerca de las
enseanzas orales rficas entre la aristocracia acerca de la inmortali-
dad, que no coinciden con la visin filosfico-religiosa de la inmor-
talidad del alma. La ausencia de la idea de la metempsicosis en los
Himnos rficos13, que son un vestigio tardo (de entre el siglo II y IV
a.C.) de cantos rituales14, enfatiza la superacin de pruebas, activa y
consciente, por parte de los iniciados rficos, frente a la pasividad del
alma que se reencarna15.
La pasividad del alma que se reencarna se determina por su culpa
y por la recompensa que le espera. Estas categoras no pertenecen a
la doctrina rfica oral de la aristocracia. Se generaron a partir de la
forma de pensamiento en trminos de causa-efecto, que conforma-
ba las virtudes del conjunto de ciudadanos despus del siglo IX a.C.
El orfismo no literario tiene cabida para su fe en la salvacin indivi-
dual en el Ms All, que podra no ser aceptada por la religiosidad
9
Fol, A. 1997a y 1997b.
10
Sabbatucci 1991.
11
Bernab 1998a, 50-52.
12
Luri Medrano 2003.
13
Morand 2001, 226.
14
Fol, A. 1995c, 8-11.
15
Bernab 1998a, 74-75.
1037
olmpica de la polis16, porque una fe individual es perjudicial para la
polis.
En la zona de interaccin entre la tradicin tracia oral y la tradi-
cin literaria griega aparecan figuras, aparte de Orfeo, que funciona-
ban como emisarios de un conocimiento diferente17. Tales figuras son
Eumolpo, Museo y Tmiris, pero no slo ellos. El encuentro entre
distintos tipos de conocimiento se contempla en el escenario de la
penetracin de algunas manifestaciones de la teora y del ritual cha-
mansticos procedentes del territorio de los escitas y de los tracios
en Jonia en el siglo VII-VI a.C., que incluyen el motivo inicitico del
desmembramiento y la reconstruccin, y los mitos de Orfeo18. Con
todo, teniendo en cuenta la circunstancia de que el chamanismo no es
una enseanza, como el orfismo, sino un conjunto de procedimientos
y prcticas, i.e., shamanhood19, el proceso de interpenetracin podra
presentarse de forma diferente por medio del trmino diagonal hiper-
brea. Introduce la idea de la Sabidura Nrdica, empleada en el viaje
de Apolo a su templo circular ms all del Breas. La diagonal
hiperbrea es un trmino que denota una zona tpica de interaccin
que comprende fenmenos desde Creta a Beocia, Tesalia y Macedo-
nia. En Tracia, este espacio espiritual continuaba entre las simblicas
montaas sagradas, que se identifican como Grandes Diosas-Madre.
Son el Pangeo, desde cuyo pico Orfeo cant un himno a Helio, la
divinidad ms venerada de los tracios, que aman los caballos20, y el
legendario Cogeo(no) geta21.
Tracia del Ponto, desde Bizancio hasta Istria y Olbia, al igual que
Tracia del sur y del suroeste desde la lnea Tasos-Samotracia-Asia
Menor del noroeste, hasta el norte, empez a helenizarse muy pron-
to, ya entre mediados del siglo VIII y mediados o la segunda mitad del
siglo VI a.C.22. La fe rfica oral de las cerradas sociedades del Ponto
nrdico fue reconocida en los misterios bquicos descritos por Her-
doto y, sobre todo, en la enseanza de Zalmoxis sobre la inmortali-
dad. Se manifiesta en la escritura y en los smbolos del entorno cul-
tural-lingstico griego, como sugieren las lminas seas rficas de
Olbia23, y adquiri gradualmente un carcter filosfico-especulativo.
16
Cfr. Bernab 1998a, 82-83.
17
West 1983a, 45-62.
18
West 1983a, 259, n. 1.
19
Neykova 2003.
20
Soph.Fr.582 Radt.
21
Strab.7.3.5, cfr. Fol, A. 2002, 50-51.
22
Fol, A. 1996.
23
West 1983a, 17-20; SEG 28, nn. 659-661; 41, nn. 621; 42, n. 720; Dubois 1996, n.
96; Dettori 1997; Fol 1993b, n. 6.
1038
El proceso se intensific despus de Platn, y hacia el final del siglo IV
a.C. se document en el Papiro de Derveni 24. Gracias a estas fuentes, la
fe doctrinal-ritual del ethnos, que estaba difundida sobremanera en Tra-
cia, alcanz el mximo relieve y puede ser llamada Orfismo tracio25.
La breve suposicin inicial26 creci hasta llegar a un intento de
establecer un sistema homogneo de valores del ethnos, subrayando
las enseanzas sobre la inmortalidad. Sobre la base de este intento27,
el orfismo tracio se define como fe individual en la inmortalidad de
la energa intelectual del creyente. Teniendo en cuenta que tracio
no es una denominacin tnica, sino de un ethnos situado histrica y
tipolgicamente, orfismo tracio se convirti en trmino clasifica-
dor para la conducta consciente en el campo de interaccin entre la fe
oral y sus vestigios literarios arcaicos.
Esta fe se visualiza y percibe en el modelo cosmognico de la
Gran Diosa-Madre y en el modelo mitolgico de su hierogamia con
su Hijo, Sol/Fuego (Apolo/Dioniso). En el modelo social doctrinal-
ritual, la fe en Hijo y paredro solar-ctnico sigui dos caminos. En los
misterios esotricos orales se alcanzaba en forma de e[kstasi de los
aristcratas iniciados hacia el Hijo; en el exoterismo popular de los
o[rgia bquicos, en forma de ejnqousiasmov de los creyentes por el
Hijo, que los obsesiona.
Los dos niveles de fe se reflejan en la tradicin literaria durante la
Antigedad grecorromana y se manifestaron incluso durante los aos
sesenta del siglo IV. Cuando Gregorio Nacianceno se dirigi al empe-
rador Juliano el Apstata, denunciando la impura falta de originalidad
del paganismo, le pregunt por el origen de su habilidad para iniciar-
se y obsesionarse (to; muein kai; to; qrhskeuvein): No proviene
acaso de los tracios?28. De acuerdo con H. Grgoire, la etimologa
de qrhskeuvein / qrhskeiva, mot grec le plus rpandu pour religion,
puede rastrearse en el adjetivo qrhsko, i. e., tracio29. Al analizar el
pasaje de Plutarco sobre las Bacantes tracias y macedonias, y traba-
jar sobre informacin aadida, incluyendo Paus.9.29.3 Rocha-Perei-
ra, que contiene la famosa frase tav te a[lla ejdovkei tou Makedoni-
kou to; e[qno ei\nai pavlai to; Qravikion, el autor se pregunta: Qu
sera, en efecto, la religin griega sin los aportes de Tracia?30.
24
Acerca del cual, recientemente Jourdan 2003, Betegh, 2004, Bernab 2004c, 149-186.
25
Fol, A. 2002, 323-355.
26
Fol, A. 1981.
27
Fol, A. 1986, 1993b, 1994; 1995c; 2002.
28
Segn Lamagna 1999, con Gr.Naz.c. Iul.1(4) Bernardi.
29
Otra opinin en Fol, A. 1995a.
30
Que serait, en effet, la religion grecque sans les apports de la Thrace?, Grgoire
1948, 379, n. 1, 385s.; cfr. Karakatsanis 1997 acerca de estas conclusiones.
1039
Las etimologas, con todo, son, a menudo, traicioneras, y en este
caso concreto son tambin superfluas. La iniciacin exttica (muein)
en la inmortalidad estaba personificada por el maestro geta Zalmo-
xis31. Herdoto32 explica la fe en el Maestro diciendo que:
31
Popov 1995.
32
Hdt.4.94.1 ajqanativzousi (varia lectio ajpaqanativzousi) de; tovnde to;n trovpon: ou[te
ajpoqnhviskein eJwutou; nomivzousi ijevnai te to;n ajpolluvmenon para; Savlmoxin daivmona.
33
Pl.Chrm.156d-157c.
34
Plichon 2001.
35
Ustinova 2002.
1040
que desmembraban al Hijo-Zagreo de la Gran Diosa-Madre, bajo la
imagen de un toro, como para insuflarle nueva vida, y ofrecan como
sacrificio mistrico el Hijo nio, el profeta del dios. El asesinato del
cantor no es una razn para sus tatuajes, que se perciben en las acla-
raciones etiolgicas como un castigo retardado36. La autntica deter-
minacin doctrinal del orfismo oral est en una relacin causal inver-
sa: los tatuajes que pueden tambin verse en las escenas mendicas
de cermica tica de figuras rojas, en las que se representa la muerte
de Orfeo, concedan a las mujeres tracias el derecho de comportarse
como Bacantes y de matarlo teniendo en cuenta su destino de sufri-
miento por el sufrimiento del Hijo. Mientras llevaban a cabo su fun-
cin ritual, a diferencia de las literarias Bacantes de Eurpides, se per-
ciba y se crea que eran sacerdotisas de la Gran Diosa-Madre, como
se sugiere por sus tatuajes. Esta dependencia se hace clara por la ima-
gen de la Gran Diosa-Madre con guedejas de cabello en forma de ser-
pientes y leones. Su imagen decora una greba de plata con oropel,
descubierta en los ricos ajuares de la tumba de un dinasta tracio, Tr-
balo, en el tmulo de Mogilanska Mogila de Vratsa, al noroeste de
Bulgaria, datado en la primera mitad del siglo IV a.C.37. Las franjas
paralelas de la mejilla derecha de la Gran Diosa-Madre suponen una
analoga directa de los tatuajes mendicos de las mujeres tracias en
las escenas de la cermica, en seal de su papel sacro de ejecutoras
de la voluntad de la diosa38.
Estrabn, citando a Esquilo39, describe los frenticos alaridos de
splica de los que imitan toros, el estridente sonido de las flautas, el
retumbar de los tmpanos y la meloda de cobre de los cmbalos, que
resonaban durante el misterio sacrificial de la hierogamia de los pare-
dros Madre-Hijo. La msica, segn Estrabn, proceda en origen de
Tracia y de Asia Menor. Emerga como un sonido mistrico durante
las festividades en honor de las Grandes Diosas-Madre tracias, Ben-
dis y Cotito. Los misterios rficos se originaron tambin a partir de
estos ritos. En otras palabras, el lugar de nacimiento de la msica est
en la interaccin entre la tradicin oral y la literaria40.
Los ritos mistricos sacrificiales con toros no slo comportaban
sonidos. En colores que son llamas41 se llamaba a Orfeo con o[rfni-
no. Este color es descrito por Platn42 como una combinacin de
36
Cfr. cap. 7 1.1.a, 2.2.
37
Marazov 1980.
38
Fol, A. 2002, 257-262.
39
Str.10.3.16-18, A.Fr.57 Radt.
40
Terminologa diferente en Beschi 1991
41
Pl.Ti.67c.
42
Pl.Ti.68c.
1041
negro (dominante), rojo y blanco. As son igualmente los intensos
colores del rito sacrificial de la hierogamia en el que Dioniso-Zagreo
muere para renacer como Dioniso-Sabazio de su matrimonio sagrado
con la Gran Diosa-Madre. La divinidad pasa a travs del rojo (hiero-
gamia), negro (tumba-tero) y blanco (nuevo nacimiento en el Ms
All). Estos son los colores rficos que designan el ciclo Vida-Muer-
te-Inmortalidad, que es fundamental para la enseanza de la fe43.
Pevrkh es el otro nombre de Tracia. El topnimo tracio se trans-
forma en tenimo del dios-piedra Prkos y otros as44. El dios piedra
es paredros de la Madre-Montaa45 y conserva esta posicin en lagu-
nas residuales del moderno folklore blgaro y griego46. Los dioses
paredroi eran venerados en algunos de los topoi ms importantes de
la fe oral, en trminos de ubicacin y material votivo, y de manera
notable en los santuarios de roca de las cimas de las montaas47. La
conclusin se confirma tambin mediante observaciones arqueo-
astronmicas. La abertura que sirve de entrada a la cueva de Tangar-
dik Kaya en la cordillera krstica de Ilinitsa, cerca de la ciudad de
Kurdjali, en el sur de Bulgaria, tiene forma flica. Detrs, hay un altar
esculpido. En la parte central de la galera hay dos zonas con cortes
elipsoides cruzados y un techo en forma de cpula sobre ellas. En
estas zonas se registra una amplificacin del sonido y del retumbar de
los sonidos graves (ctnicos). Durante el solsticio de invierno del
periodo entre 2000 y 1000 a.C. los rayos del sol penetraban en el altar
al medioda48. En este santuario-observatorio hierogmico es posible
observar tanto el da ms corto como el ms largo (durante el solsti-
cio de verano). En esos das, al parecer, el matrimonio sagrado (pro-
pio de la iniciacin mistrica) entre la Gran Diosa-Madre (cueva-
tero) y el Hijo-Sol (rayo de luz), se contemplaba all. Resultados
similares se obtienen de los estudios sobre el santuario de piedra de
la acrpolis de la ciudad real tracia de Kabyle, cerca de la actual aldea
de Kabyle, al sureste de Bulgaria49.
El principal santuario tracio, circular y sin techo, estaba consa-
grado a Sabazio. Fue erigido en la cima de la montaa de Zilmiso50.
43
Acerca de Orfeo en relacin con o[rfnina favrh, cfr. el episodio en AO 965-1019.
44
Fol, A. 1986, 14-17; IGBulg I2 283, 283bis = Goceva-Opermann 1979, I 96, 97, con
analogas en Asia Menor para el perodo desde el siglo II-I a. C. hasta el III d.C. en Petzl
1994, nn. 6 y 7.
45
Fol, A. 2002, 163s.
46
Cfr. Fol, A. 1994, 256-289; recientemente, Fol, V. en Fol-Neykova 2000, 49-63, 101-
110, 133-137
47
Fol, V. 1998; 2000; Fol, V. en Fol-Jordanov-Porozhanov 2000, 171-192.
48
Stoev et al. 2001.
49
Stoev-Varbanova 1994.
50
Macr.Sat.1.18.8-10.
1042
All, segn Macrobio, que sigue a Alejandro Polihstor como fuente
principal, el dios nico tracio era adorado durante el da como Apolo-
Sol y durante la noche como Dioniso-Fuego. Los sacerdotes profeti-
zaban tanto por medio de los rayos de sol que caan sobre el altar, en
el centro de la rotonda, como por medio de las llamas que se proyec-
taban sobre el cielo nocturno desde el fuego encendido en el altar.
Este Hijo dual de la Gran Diosa-Madre traduce doctrinalmente el
orfismo oral a trminos monotesticos, tanto en su antigedad ritual
arcaica como en su religiosidad anticristiana, literaria e innovada51.
Puesto que Zilmiso es una forma tarda y corrupta de Zalmoxis, el
topnimo est impregnado del significado doctrinal rfico, como el
que se contiene en la actual glosa tracia zalmov, con el significado de
proteccin de un lugar, edificio o pico sagrado52. El santuario de
Sabazio fue construido en la cima de fe ms alta y ms protegida. Su
nombre es Zalmoxis/Zilmiso, que define la ms elevada posicin
doctrinal del antropodmon geta.
De acuerdo con las fuentes escritas, el santuario del dios tracio
Sabazio se retrotrae en el tiempo, a travs de Din Casio y Suetonio,
hasta Aristteles y Herdoto, que lo compar con Delfos, donde los
Trcidas eran una familia sacerdotal. Herdoto se refiere al topos del
dios como santuario de Dioniso, y lo situaba en la montaa ms
alta de Tracia53. Al igual que Zilmiso, sta proclamaba que se pro-
fesaban dos tipos anicnicos de fe: en Apolo y en Dioniso.
La formalizacin arquitectnica estrictamente rfica es predominan-
temente en forma de colmena. Tal construccin puede estar al servicio
de la inmortalizacin, i.e., de la antropodemonizacin del creyente ini-
ciado. Una glosa tracia con significado similar es pituvh-qhsaurov54.
Abarca la nocin de un resplandeciente don-inicitico del Hijo, ilu-
minado por los rayos del Sol poniente, lugar sagrado, que es tambin
una sepultura55.
El tercer templo de Delfos tiene forma de colmena con alas. Vuela
hacia los Hiperbreos56. sta es la imagen del cosmos rfico, que
consiste en dos hemisferios. El tipo de templo, a manera de cpula y
de colmena57, era extremadamente raro en la Grecia postmicnica
y clsica. Se sabe que los santuarios y construcciones sepulcrales de
51
Fol, A. 1993b n. 26 y 1994 n. 9.
52
Velkova 1986, 63-65.
53
Hdt.7.111.2.
54
Velkova 1986, 79
55
Wright, G. R. H, 1997b; Fol, A., 2002, 212-215.
56
Paus.10.5.9; cfr. Huxley 1975, 25-77 con Pi.Pae.8 (Fr.52i Maehl.); cfr. tambin Fol,
A., 2002, 299.
57
Wright 1997a.
1043
este tipo se extendieron al norte, a Tracia, donde la fe rfica oral del
ethnos preserv el lenguaje arquitectnico micnico.
Las construcciones que hay bajo los tmulos de Tracia reproducen
en mayor o menor medida los topoi de fe tallados en roca58. Tal compa-
racin es apuntada por la construccin bajo el tmulo de Shoushmanets
cerca de la ciudad de Shipka, en Bulgaria sur-central. La colosal cons-
truccin arquitectnica en el terrapln del tmulo est construida con
bloques de piedra cuidadosamente tallados en los que se ha aplicado
repetidamente un enlucido de cal. Delante de la fachada, el esquema del
espacio sagrado tiene estras, primorosamente cubiertas con yeso blan-
co, para verter libaciones de sangre. Cuatro caballos y dos perros (lobos)
se sacrificaron all. La entrada semicilndrica del dromos est abierta a
travs de la fachada, bien modelada con bloques rectangulares. Se divi-
de en dos por medio de una columna con un capitel en forma de taba.
La entrada a la cmara abovedada est franqueada por una puerta de pie-
dra con dos alas, con casetones en ambos lados. Una columna drica se
alza en el centro de la cmara abovedada, que tiene unos cuatro metros
de altura y de dimetro. La columna llega hasta lo ms alto de la cma-
ra, donde toca un disco solar hecho de piedra con quince rayos radiales.
La columna est enlucida con resplandeciente estuco blanco. Su base se
apoya en un crculo del altar, tambin cubierto de yeso blanco. Las pare-
des de la cmara estn modeladas con tres franjas horizontales. Las dos
ms bajas se dividen perpendicularmente en siete campos, cada uno a
manera de falsas columnas de estilo drico59.
En el santuario de piedra del pico de Petsopas en Creta, se esta-
bleci un ciclo de ocho aos, al trmino del cual, en el noveno ao,
el calendario solar se igualaba al lunar. Los arqueoastrnomos aso-
cian sus conclusiones con unos conocidos versos de Homero y con
pasajes de Platn60. Minos, el hombre de confianza de Zeus, se
hizo adulto en un ciclo de ocho aos, y al noveno organiz su reino.
Rein ejnnevwro, segn Homero. En otras palabras, fue presentado en
el momento en el que adquiri su posicin, cuando recibi las ense-
as reales de la Madre de las Montaas, la denominada Rea Minoi-
ca61. Este hecho se pone tambin en relacin directa con los textos
citados de Homero y Platn62 y proporciona motivos para pensar que
la fe en la roca de Creta, que tiene las principales caractersticas de
Zagreo del orfismo ritual-doctrinal oral63, parece aceptar la estruc-
58
Fol, V., 1993, 9-76; 2003.
59
Kitov 2001-2002
60
Od.19.178-180, Pl.Lg.624a-625b (cfr. Blomberg-Henriksson 1996).
61
Rutkowski 1986, 88s.
62
Pelon 1995.
63
Fol, A., 1993b, n. 7.
1044
tura pitagrica del Cosmos-Socium en diez fases64. Est ste for-
mado por diez etapas (fases) de la Gran Diosa-Madre (primera, segun-
da, tercera y cuarta: descanso, auto-concepcin, soporte del feto,
nacimiento), las tres etapas del Hijo Sol/Fuego (quinta, sexta y spti-
ma: brillo, puesta en funcionamiento del Cosmos, matrimonio sagra-
do) y las tres etapas de la descendencia del Hijo (octava, novena y
dcima: nacimiento, investidura, antropodemonizacin).
Herdoto identifica la polifuncionalidad divina en la ttrada tracia
de deidades: rtemis, Dioniso, Ares y Hermes65. rtemis es la desig-
nacin-traduccin de los griegos antiguos para la Gran Diosa-Madre,
que es el propio Cosmos. El tenimo Dioniso designa a su Hijo en su
hipstasis ctnica. El portador de la fe en las dos divinidades se llama
Ares. El hijo griego de la guerra por la guerra, nacido en Tracia,
es apropiado para su posicin mitolgica, porque de Homero en ade-
lante tom la imagen de los reyes tracios, como Acamante en el libro
VI de la Ilada, y Reso en la tragedia homnima de Eurpides, donde
el personaje homrico es denominado
64
Fol, A., 1986, 157-161; Fol, A. en Fol et al. 2000, 193-206.
65
Hdt.5.7.
66
E.Rh.385 qeov, w\ Troiva, qeov, aujto; Arh.
67
Cole 1984b.
68
Matsas 1991, 173.
69
Detschew 19762, 18.
1045
Diosa-Madre, que dio a luz al Hijo y al pai del Hijo. Al mismo
tiempo, -kersa/-kerso/karsi-/-karza70, como segundo componen-
te de los nombres propios tracios, sobre todo reales, y en epiclesis de
divinidades, es una denominacin relativa a la funcin y al cargo
tanto de la Gran Diosa-Madre, Reina como del rey-sacerdote-ser-
vidor del Hijo.
Como en Creta, el mdulo tetrdico tracio presupone un desarro-
llo en direccin a la hptada, y, por tanto, hacia una dcada, tanto por-
que los ritos del Zagreo bovino de la hierogamia se codifican median-
te el nmero siete (= z inicial), como porque la Gran Diosa-Madre
iniciaba en su cargo al dinasta antropodmon rfico durante su muer-
te y nuevo nacimiento simblicos, es decir, durante la dcima fase. El
Cosmos rfico en diez fases, dominado por el Pitagorismo, es repro-
ducido arquitectnicamente en dos de los escenarios tracios ms
famosos, uno de los cuales es el santuario de los misterios cercano a
la aldea de Starosel en el centro-sur de Bulgaria. Consiste en una pro-
cesin por una escalera que tiene plataformas laterales para las acla-
maciones, un vestbulo rectangular con una cobertura semicilndrica
y una cmara en forma de colmena, de 548 metros de dimetro. Su
zcalo hasta la bveda est dividido en paneles de diez falsas colum-
nas cada uno. El majestuoso edificio, datable en el siglo V a.C., est
excavado en una colina, apilada adems en forma de tmulo, que est
rodeada por una crepis de 241 metros de largo en lugares con una
altura conservada de hasta tres metros. Est construida con bloques
de piedra labrada sin mortero. Las plataformas rituales de piedra
estn talladas en las laderas de la colina71. En el espacio de la dcada
csmica, ste era el lugar para el rito de paso del rey-siervo del Hijo
al status antropodemnico, despus del cual su cuerpo era situado en
alguno de los ricos enterramientos de tmulo hallados cerca del san-
tuario72.
El orden csmico en diez fases aparece en la decoracin plstica
de la tumba de la dinasta geta cercana al pueblo de Sveshtari, en el
noreste de Bulgaria, datada en el comienzo del siglo III a.C.73. Bajo la
cubierta semicilndrica de la cmara central hay diez caritides, cada
una con un rostro diferente poco familiar aproximacin a la escul-
tura griega antigua. Las caritides se organizan en dos grupos de tres
caritides en cada una de las largas paredes de los lados de enfrente
y un grupo de cuatro frente a la entrada. De esta manera, se formaba
70
Detschew 19762, 229, 232, 241-242.
71
Kitov 2001-2002.
72
Fol, A., 2002, 217-218, 229-231.
73
Fol, A. et al. 1986.
1046
la ttrada con las dos tradas, o las posiciones de 4+3+3 en la cons-
truccin csmica. Sobre las cuatro caritides, a lo largo del axis de la
cmara, en la luneta de encima del friso, la Gran Diosa-Madre sos-
tiene una guirnalda sobre la frente del caballero-dinasta fallecido, y
con este acto sagrado l proclama su status antropodemnico. Un
acto similar se encuentra tambin representado sobre anillos de oro
reales tracios.
Son reyes, reyes-sacerdotes y adivinos, cantores-poetas e inicia-
dores-maestros quienes impulsan el mdulo de la ttrada del orfismo
oral. Son stos figuras procedentes de mitos y leyendas de la Anti-
gedad griega, que se encuentran en veintitrs tragedias y en doce
comedias ticas antiguas74. En el modelo social-doctrinal del ethnos,
con todo, el rey acta como la descendencia del principio itiflico.
Hermes itiflico como principio en el funcionamiento de la ttrada
est tambin atestiguado en ciertas inscripciones. La ms famosa en
cuanto al tiempo existente es Cotis, hijo de Apolo75. Est grabada
en la boca de una jarra de plata para libaciones que procede del teso-
ro descubierto cerca de la aldea de Rogozen, al noroeste de Bulgaria.
La inscripcin registra una declaracin doctrinal del rey odrisio
Kotys I (383-359 a. C.). Esta actitud del rey tracio como hijo-siervo
de la hipstasis solar del Hijo Sol-Fuego se puede observar en otras
dos inscripciones. Estn escritas bajo los bordes de dos copas de plata
de la coleccin Fleischman76, datables entre el 175 y el 75 a. C., que
hoy son propiedad del J. Paul Getty Museum77.
En una de las inscripciones se lee: KOTEOU MHTRO OREA;
en la otra: KOTEOU HLIOU. El antropnimo Kovth/Koteuv, con
variantes, pertenece al rea tracia-frigia de Asia Menor78. Estas dos
inscripciones identifican a la Gran Diosa-Madre con su ms arcaica
identificacin, annima, con la Montaa, y al Hijo-Sol con su antigua
y originaria denominacin-traduccin al griego, Helios79. El ejecutor
de la libacin ritual, el propietario de los dos recipientes, se identifi-
caba a s mismo con el nio nacido de la hierogamia de los dos pare-
droi 80.
El pai de la coleccin de formulae rficas es tambin una mane-
ra de nombrar al iniciado que cruza hasta el Ms All. En el texto de
la laminilla urea de Farsalo, datable en la segunda mitad del siglo IV
74
Lozanova-Stancheva 2003, 216-218
75
Kovtu Apovllwno pai Mihailov en Fol, A. et al. 1989, 47, cat. n. 112; Fol 1995b.
76
TrueHamma (eds.) 1994: C.-D.
77
Fol 19982, 104; Fol en Fol, A. et al. 2000, 211.
78
Detschew 19762, 259; cfr. Zgusta 1970, 47.
79
Desde Fol, A., 1994, n. 3.
80
Cfr. Fol, A., 1995c, 177-181.
1047
a.C., que es una variante ms extensa de las lminas cretenses con
cuatro versos81, el difunto responda a la pregunta sobre quin era l,
por medio de una autodenominacin (v. 6):
81
OF 478-483, cfr. Fol, A., 1999.
82
Zuntz 1971, 361; cfr. Bernab-Jimnez 2001, 64ss.
83
OF493, cfr. Chrysostomou 1991, 372ss., citado por Tsantsanoglou 1997, 114, n. 38;
Bernab-Jimnez 2001, 205ss.
84
Tsantsanoglou 1997, 114-116.
85
OF 578, cfr. Fol, A., 1993b, n. 9.
86
Tsantsanoglou 1997, 116.
87
West 1983a, 205-206.
1048
Las actitudes doctrinales-rituales de Ericepeo-Dioniso y de pai,
que no el uiJov de los textos ms editados de las laminillas, son im-
genes/ideas de la arcaica si se compara con la fecha de los vestigios
fe oral individual en la inmortalidad. Tal reconocimiento de ritos ini-
citicos en la zona de interaccin entre la tradicin oral y la literaria
apoya la suposicin acerca de un hiers logos, fragmentos del cual se
han conservado en textos de las laminillas rficas de oro88.
El iniciador antropodemnico es la figura principal en los frescos
recientemente descubiertos en el sepulcro cerca de la aldea de Ale-
xandrovo, al sureste de Bulgaria, en el territorio del estado odrisio.
Los frescos se datan entre la mitad del siglo IV y comienzos del III
a.C.89. Estn representadas cuatro escenas en el friso central del fres-
co de la cmara abovedada. En la primera escena el venado no corre
ni se defiende. Est en posicin de descanso, porque haba decidido
por propia voluntad ser sacrificado90. El venado es un sustituto apro-
piado para el Hijo de la Gran Diosa-Madre en una imagen solar. A
uno de sus lados se encuentra el rey en pie; en el otro, el rey a caba-
llo. Slo l tiene el derecho a realizar la accin sumisa del sacrificio
con la cual provocar el pathos del Hijo, y al mismo tiempo padecer
su sufrimiento en muerte y en un nuevo nacimiento. La tercera esce-
na enriquece las posibilidades de interpretacin, porque el artista
sigue la secuencia del logos sagrado, como puede observarse por
medio de la sustitucin del venado en reposo por el venado persegui-
do y herido, que morir en un autosacrificio.
La segunda y la cuarta escenas son equivalentes. Muestran al rey
rfico antropodemonizado en combate contra el principal portador
del caos y de la destruccin, contra el enemigo de la Gran Diosa-
Madre, que est a punto de destruir el orden csmico, contra el jaba-
l. La escena est presente en la torutica y en la escultura tracias91.
En esta escena, y tal vez en el friso entero, la figura ms importante
es el rey antropodemonizado, presente en el hombre desnudo con el
falo erecto. Mantiene en alto una labrys ritual. La figura desnuda es
un prstamo iconogrfico griego. Los reyes odrisios comprendan
perfectamente el significado de esta escena debido a sus antiguos vn-
culos con Atenas y Delfos. La desnudez del hombre es una alusin
directa a su carcter heroico y a su antropodemonizacin, representa-
da por el artista tracio mediante el itifalismo regio del estilo de Her-
mes.
88
Riedweg 2002a.
89
Kitov 2001; 2001-2002.
90
Fol, A., 1986, 42-43.
91
Fol 1990, 86.
1049
El artista ha dejado su exquisito perfil y grafito con su nombre tra-
cio en el fresco, en el friso ms bajo frente a la entrada de la cmara,
bajo el friso central. El nombre, descifrado por V Gerassimova, del
Instituto y Museo Arqueolgico de la Academia Blgara de Ciencias,
es Kozimash. Est formado a partir de un primer componente Kozei-
/Kozi, conocido por nombres como Kozibiqu, y de -mash/-mazo, y
que da lugar a Manimazo y otros nombres semejantes92, que con-
tiene una connotacin dionisaca de mazov, la hogaza ritual redonda
de pan y el seno. El epteto del artista, Crhstov, est escrito bajo su
nombre. Al parecer, lo recibi en el taller griego donde estudi, y
especifica la postura del artista creador en la zona de contacto e inte-
raccin entre la tradicin oral tracia y la literaria de la Antigedad
griega, entre los temas doctrinales-rituales rficos de la aristocracia,
reflejados con los crudos acentos del denominado arte brbaro, y la
sofisticada pintura griega de finales del siglo IV a.C.
Esto cierra el crculo constituido por las denominaciones de la
actuacin en los misterios por parte del mediador antropodemnico
durante la iniciacin individual en la fe en la inmortalidad. Las desig-
naciones se hacen a travs del nombre, de la imagen, del nmero, del
tono, del color, de la sustancia, del movimiento, de la forma y de la
funcin.
92
Detschew 19762, 249, 280.
1050