El documento resume las ideas principales del libro "En defensa del capitalismo" de Johan Norberg, un intelectual sueco que defiende el capitalismo global y la globalización. Norberg argumenta que el capitalismo ha sacado a millones de personas de la pobreza a través del crecimiento económico en países como China e India. También defiende la libertad económica, la propiedad privada, el libre comercio y la libre circulación de capitales y personas. Critica algunas ideas comunes del movimiento antiglobalización como que los ricos se enriquecen
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El documento resume las ideas principales del libro "En defensa del capitalismo" de Johan Norberg, un intelectual sueco que defiende el capitalismo global y la globalización. Norberg argumenta que el capitalismo ha sacado a millones de personas de la pobreza a través del crecimiento económico en países como China e India. También defiende la libertad económica, la propiedad privada, el libre comercio y la libre circulación de capitales y personas. Critica algunas ideas comunes del movimiento antiglobalización como que los ricos se enriquecen
Descripción original:
Este ensayo trata de la defensa del capitalismo global en el siglo XXI
El documento resume las ideas principales del libro "En defensa del capitalismo" de Johan Norberg, un intelectual sueco que defiende el capitalismo global y la globalización. Norberg argumenta que el capitalismo ha sacado a millones de personas de la pobreza a través del crecimiento económico en países como China e India. También defiende la libertad económica, la propiedad privada, el libre comercio y la libre circulación de capitales y personas. Critica algunas ideas comunes del movimiento antiglobalización como que los ricos se enriquecen
El documento resume las ideas principales del libro "En defensa del capitalismo" de Johan Norberg, un intelectual sueco que defiende el capitalismo global y la globalización. Norberg argumenta que el capitalismo ha sacado a millones de personas de la pobreza a través del crecimiento económico en países como China e India. También defiende la libertad económica, la propiedad privada, el libre comercio y la libre circulación de capitales y personas. Critica algunas ideas comunes del movimiento antiglobalización como que los ricos se enriquecen
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El capitalismo global
Este ensayo argumenta como algunos países han salido de
la pobreza extrema adaptando su economía y políticas a la evolución y exigencias que demandan los mercados diariamente, en este caso los países han optado por adaptar su economía a la globalización y al capitalismo global, para hablar de capitalismo global primero hay que saber que es el capitalismo:
El capitalismo es un sistema económico y social
basado en que los medios de producción deben ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo para asignar los recursos escasos de manera eficiente y el capital sirve como fuente para generar riqueza. A efectos conceptuales, es la posición económico-social contraria al socialismo. Un sistema capitalista se basa principalmente en que la titularidad de los recursos productivos son de carácter privado, es decir, deben pertenecer a las personas y no una organización como el Estado. Dado que el objetivo de la economía es estudiar la mejor forma de satisfacer las necesidades humanas con los recursos limitados que disponemos, el capitalismo considera que el mercado es el mejor mecanismo para llevarlo a cabo, por ello cree necesario promover la propiedad privada y la competencia. Los factores fundamentales de producción son el trabajo y el capital. El capitalismo propone que el trabajo se proporciona a cambio de salarios monetarios y debe ser de aceptado libremente por parte de los empleados. La actividad económica se organiza de manera que las personas que organizan los medios de producción puedan obtener un beneficio económico y aumentar su capital. Los bienes y servicios se distribuyen mediante mecanismos de mercado, promoviendo la competencia entre empresas. El aumento de capital, por medio de la inversión ayuda a la generación de riqueza. Si los individuos persiguen el beneficio económico y la competencia en el mercado, aumentará la riqueza. Y con el aumento de riqueza, aumentarán los recursos disponibles. Las economías capitalistas se caracterizan principalmente porque empresas e individuos producen e intercambian bienes y servicios en el mercado por medio de transacciones económicas a través de determinados precios. De este modo, puede señalarse que es el individuo el que por medio de organizaciones empresariales o financieras lleva la iniciativa económica y toma decisiones. El sistema opuesto en términos de propiedad privada al capitalismo es el socialismo, que básicamente defiende el concepto de propiedad social de los elementos de producción o de los bienes. De este modo, a raíz de la defensa de la propiedad privada surgen el resto de características capitalistas: defensa de intereses propios e individuales, los sistemas de precios y la existencia de competencia en el mercado. Con el paso de los años, las posturas socialistas han ido evolucionando desde sus premisas más clásicas hasta una postura más abierta y aceptante del libre comercio. Bajo ciertas premisas básicas como el control de los gobiernos en el ámbito económico y financiero y la protección del ciudadano para evitar situaciones de desigualdad o abuso social. Se trata de sistemas económicos mixtos conocidos como socialismo de mercado o socialdemocracia.
El primer capítulo comienza criticando una de las ideas
más repetidas del movimiento antiglobalización: los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. En esta frase, sostiene el autor de este libro, únicamente es verdad la primera parte, ya que la pobreza se reduce en el mundo, especialmente en Asia, continente que ha apostado decididamente por el capitalismo. Recurriendo a diversos datos estadísticos vemos como los ingresos de los pobres se han multiplicado, y como millones de personas han salido de la miseria gracias al crecimiento económico. Se ha disminuido el hambre en el mundo (este problema solo ha aumentado en el África Subsahariana), se ha duplicado el acceso al agua potable, ha mejorado la educación y la democratización del mundo avanza a pasos agigantados: nunca había habido tantas democracias como hoy en día. La globalización hace cada vez menos defendible la discriminación de la mujer y mejora sus condiciones de vida. En China e India, donde viven la mitad de los pobres del mundo, gracias a la liberalización de sus economías, se está produciendo un crecimiento económico espectacular. Norberg nos muestra, además, que las diferencias entre países se han reducido, derrumbando otro de los tópicos a los que se suele recurrir. Esto no quiere decir que todo vaya bien, ya que se ha extendido el sida y en algunas zonas de África la pobreza es mayor; aún así es mentira, según su punto de vista, que el mundo ha empeorado. En el segundo capítulo se afirma que la prosperidad del planeta no es un milagro, sino que se debe al entorno de creatividad y de esfuerzo que construye el capitalismo. La libertad económica incrementa la prosperidad, fomenta el desarrollo, eleva el nivel y la esperanza de vida. El crecimiento ilimitado de la economía capitalista es el mejor remedio contra la pobreza. La igualdad de oportunidades en una sociedad fomenta el crecimiento y la libertad económica promueve la igualdad; libertad e igualdad no se oponen. En defensa de la globalización es un documental basado en el libro “ En defensa del capitalismo” de Johan norberg, que es un intelectual sueco que en su juventud fue anarquista, pero su pensamiento ha evolucionado de tal manera que ahora defiende la economía de mercados, el capitalismo, el liberalismo y la globalización. Johan Norberg destaca, además, que la propiedad privada beneficia a los pobres porque les proporciona una protección jurídica frente a los poderosos, ya que impide que éstos se apropien de sus bienes: “El capitalismo sin derecho a la propiedad es un capitalismo exclusivamente para élites”. Otro punto que se destaca es la prosperidad de Asia frente al desastre africano; los primeros apuestan por el libre mercado, los segundos por economías autárquicas y planificadas que les han llevado a la miseria y al caos. El libre comercio, “es de por sí un comercio justo, puesto que se basa en la voluntariedad”, siendo, además, fuente de prosperidad y crecimiento. La importación, a diferencia de lo que suele pensarse, es tan buena como la exportación, ya que al importar mercancías baratas se ahorran recursos en el país importador. Norberg aboga por favorecer el libre intercambio comercial suprimiendo aranceles, incluso de manera unilateral. Cuanto más libre comercio, más crecimiento económico y menos pobreza; de esta forma se reduce el desempleo, al ser la creación de trabajo mayor que su destrucción. El autor de esta obra también está a favor de la libre circulación de personas, porque la inmigración es la solución al envejecimiento de la población en los países más desarrollados. Aquí se hecha en falta una mención a los problemas que puede generar una inmigración masiva no controlada, ya que únicamente se mencionan sus aspectos positivos. Johan norberg criticá otra de las consignas del movimiento antiglobalización: el 20% de los habitantes del planeta consume el 80% de recursos. De esta forma se da a entender que los pobres son pobres porque los ricos son ricos. Johan Norberg afirma que el 20% de la población mundial consume el 80% de los recursos porque produce esos recursos. Y esta desigual distribución se debe, en su opinión, a la desigual distribución del capitalismo. Especialmente crítico se muestra el autor con Occidente, ya que éste afirma ser liberal de cara a la galería y después aplica políticas proteccionistas en productos textiles y agrarios. Según él, la política agraria de la Unión Europea es irracional y vergonzosa. En este capítulo también se critica el modelo autárquico que, durante una época, se impuso en Latinoamérica, el mantenimiento de aranceles por parte de los países en desarrollo y el endeudamiento provocado por políticas equivocadas del Banco Mundial y del FMI. Muchos gobiernos de países ricos practican el proteccionismo propugnado por grupos de presión y no creen realmente en el libre comercio. Norberg afirma que el trabajo infantil debe ser denunciado, pero no aplicar sanciones económicas, ya que esto puede empeorar la situación de los menores. Otra de las afirmaciones habituales de los movimientos antiglobalización es que los países en desarrollo pagan sueldos bajos; de esta forma, para competir con ellos, en las economías más avanzadas se reducen los sueldos y se empeoran las condiciones de trabajo. El autor de este ensayo piensa que esto es falso porque las condiciones laborales han mejorado gracias a una mayor productividad. También se suele criticar a las multinacionales afirmando que éstas explotan a los países pobres y dominan el mundo. Las multinacionales al producir a gran escala son más competitivas, además, su influencia se ha exagerado mucho; las empresas tienen más poder en economías cerradas donde no hay competencia y existen monopolios. El autor de esta obra defiende la separación del Estado y del sector empresarial. Una crítica habitual al capitalismo es que éste destruye el medioambiente, sin embargo, una vez alcanzado un alto grado de desarrollo, la protección medioambiental mejora gracias al avance tecnológico y a una mejor legislación. Los críticos de la libre circulación de capital afirman que ésta es un colectivo sin líder que se mueve por puro afán especulativo. Sin embargo, el mercado lo que busca es el mayor rendimiento del capital, invirtiendo muchas veces en proyectos prometedores y en países en vías de desarrollo. Los mercados flexibles superan mejor las crisis y excesivos controles burocráticos fomentan la corrupción. Otro de los caballos de batalla de los antiglobalizadores es la imposición de la famosa tasa Tobin, es decir, un impuesto a los movimientos internacionales de capital. Esta tasa sería inaplicable, ya que todos los países deberían cumplirla, además, perjudicaría a los países menos desarrollados al encarecer las inversiones y necesitaría una burocracia inmensa. Johan norberg afirma que el progreso no conduce a una homogeneización cultural, sino que nos lleva al pluralismo y a la libertad de elegir cultura. Las culturas, al mezclarse entre sí, se fortalecen, ya que la globalización reduce el enclaustramiento y es un remedio contra la intolerancia y la autocomplacencia. La globalización permite la difusión de las mejores ideas y logra que el ideal de la dignidad humana supere las fronteras. La globalización no es algo necesario e imparable, solo es deseable, ya que el futuro será lo que queramos que sea, lo que libremente construyamos con nuestras decisiones.