Problemas de Mecanica de Suelos
Problemas de Mecanica de Suelos
Problemas de Mecanica de Suelos
Un poco de historia…….
Antes de nada se debe conocer que Pisa es una pequeña y bonita ciudad italiana
atravesada por el río Arno. En el centro, en pleno casco antiguo, se encuentra la
Plaza de los Milagros, un recinto que reúne cuatro importantes edificios religiosos
edificados en la Edad Media: el Baptisterio (lugar destinado a los bautizos), el
Cementerio, la Catedral y la emblemática Torre.
La Torre inclinada de Pisa es la torre donde están las campanas. En este caso el
campanario no se hizo en la misma catedral, sino en un edificio aparte, en lo alto de
esta esbelta torre cilíndrica. Su exterior está cubierto de mármol blanco y rodeado
de galerías, arcos y columnas que le dan un aspecto muy elegante y propio del
Románico del centro de Italia.
Con 183 metros de altura, la torre fue construida en una sola base de 9 metros de
profundidad, y comenzó a hundirse casi inmediatamente después de la
construcción comenzó en 1173, avanzando más allá de la segunda planta en
1178. Por 1272, la torre todavía estaba sin terminar, y los ingenieros construido
plantas superiores con un lado más alto que el otro para compensar la inclinación,
por lo que la torre curvada. Las medidas de estabilización han continuado durante
siglos, y la torre fue declarada totalmente estable en mayo de 2008 tras la
eliminación de las campanas, apretando la torre con cables y retirar la tierra
debajo de la parte elevada. Los ingenieros dicen que ha dejado de moverse por
primera vez en la historia, y que va a permanecer de pie durante al menos 200
años.
Al problema del suelo se unió que la parte de la torre que está enterrada, es decir,
donde va anclada, que son los cimientos, tienen sólo 3 metros de profundidad…
¡Muy poca fijación para una torre de 55 metros de altura y casi 15 mil toneladas de
peso!
Ambos factores unidos dieron como resultado una construcción que cada año iba
alejándose de la perpendicular y acercándose al suelo peligrosamente.
Dos Torres
de Bolonia, Italia
Las torres de Bolonia son edificaciones de origen medieval ubicadas en la ciudad
de Bolonia, Italia. Entre los siglos XII y el XIII el número de las torres edificadas fue
enorme. Se ha llegado a mencionar la cifra de 180, pero los estudiosos consideran
esta cifra una exageración, fruto de una incorrecta interpretación de los textos
notariales de la época.
Los motivos por los que se levantaron tantas torres no están claros. Se tiende a
pensar que las familias más ricas de la ciudad, en una época marcada por las
luchas entre las facciones adeptas al papado y al imperio, las utilizaron como un
instrumento de ataque y defensa, y sobre todo, como símbolo de poder.
La torre Garisenda y la torre Asinelli son las dos más famosas que aún hoy
continúan en pie, aunque la primera tiene un grado de inclinación con respecto a
la vertical de 3,2 metros; el grado de inclinación de la segunda es de 1,3 metros.
La Asinelli, la más alta, tiene una altura de 97,6 metros. En el momento de su
construcción no superaba los 60 metros, siendo ampliada posteriormente. En el
siglo XIV pasó a ser propiedad de la ciudad, siendo destinada sucesivamente
como fortaleza y prisión.
Consecuencias.- Esta torre fue construida en tierras pantanosas sobre una base
de árboles de roble que fueron preservados por el agua que había en el terreno.
Cuando éste se secó en el siglo XIX la madera se pudrió causando así su
inclinación. El acceso al campanario se prohibió en 1975, por temor a derrumbe,
pero en el año 1985 se volvió a abrir tras realizarse obras de mantenimiento.
Oude Kerk ,Delft, Países Bajos
Se empezó a inclinar ya durante su construcción pero, aún así, durante 150 años
fue el punto más alto de la ciudad.
Bad Frankenhausen Iglesia Torre, Alemania
De 1504 a 1512, el concejo mandó construir una torre civil, para albergar el reloj
público —construido por el leridano Jaime Ferrer— y las campanas que regulasen
la vida de la ciudad. Las campanas se colocaron en 1508. La torre estaba
construida con ladrillo en estilo mudéjar por los maestros cristianos (Gabriel
Gombao y Antón Sariñena) y los mudéjares (Juce Galí, Ismael Allabar y el
maestro Monferriz). Se empezó a derribar en 1892 por decisión del ayuntamiento
de Zaragoza.