Trabajo Social Como Ciencia
Trabajo Social Como Ciencia
Trabajo Social Como Ciencia
El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que
promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la
liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la
responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social.
Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los
conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para
hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar.
DEBERES BÁSICOS
Los deberes básicos de la profesión del trabajo social incluyen facilitar el cambio social, el
desarrollo social, la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas.
El trabajo social es una profesión práctica y una disciplina académica que reconoce que los
factores históricos, socioeconómicos, culturales, geográficos, políticos y personales
interconectados sirven como oportunidades y/o barreras para el bienestar y el desarrollo
humano. Las barreras estructurales contribuyen a la perpetuación de las desigualdades, la
discriminación, la explotación y la opresión. El desarrollo de la conciencia crítica a través de
la reflexión sobre las fuentes estructurales de opresión y/o privilegio, basados en criterios
tales como la raza, la clase, el idioma, la religión, el género, la discapacidad, la cultura y la
orientación sexual, y el desarrollo de estrategias de acción para abordar las barreras
estructurales y personales son fundamentales para la práctica emancipadora donde los
objetivos son el fortalecimiento y la liberación de las personas. En solidaridad con los que
están en situación desfavorecida, la profesión lucha por mitigar la pobreza, liberar a los
vulnerables y oprimidos, y promover la inclusión y la cohesión social.
El deber de cambio social se basa en la premisa de que la intervención del trabajo social se
lleva a cabo cuando en la situación actual, sea a nivel individual, familiar, grupal, comunitario
o social, se considera que hay una necesidad de cambio y desarrollo. Es impulsado por la
necesidad de cuestionar y cambiar las condiciones estructurales que contribuyen a la
marginación, la exclusión social y la opresión. Las iniciativas de cambio social reconocen el
lugar de la acción humana en el avance de los derechos humanos y la justicia económica,
ambiental y social. La profesión está igualmente comprometida con el mantenimiento de la
estabilidad social, siempre y cuando dicha estabilidad no sea utilizada para marginar, excluir
u oprimir a un grupo particular de personas.
PRINCIPIOS
Los principios generales del trabajo social son el respeto por el valor intrínseco y la dignidad
de los seres humanos, no hacer daño, el respeto a la diversidad y la defensa de los derechos
humanos y la justicia social.
El trabajo social abarca los derechos de primera, segunda y tercera generación. Los derechos
de primera generación se refieren a los derechos civiles y políticos, como la libertad de
expresión y de conciencia y la libertad contra la tortura y la detención arbitraria; los de
segunda generación son los derechos socio-económicos y culturales que incluyen los niveles
razonables de educación, salud, vivienda y lingüísticos minoritarios; y los derechos de tercera
generación se centran en el mundo natural y el derecho a la biodiversidad de las especies y
la equidad intergeneracional. Estos derechos se refuerzan mutuamente y son
interdependientes, dando cabida a los derechos individuales y colectivos.
En algunos casos, el “no hacer daño” y “el respeto a la diversidad” pueden representar
conflicto y valores de competencia, por ejemplo, cuando en nombre de la cultura los derechos
de los grupos minoritarios como las mujeres y los homosexuales son violados, incluido el
derecho a la vida. Los Estándares Globales para la Educación y Formación en Trabajo Social
tratan este complejo tema por la defensa de que los trabajadores sociales son educados en un
enfoque de derechos humanos básicos, con una nota explicativa que dice así:
Este enfoque podría facilitar la confrontación constructiva y cambiar el lugar donde ciertas
creencias, valores y tradiciones culturales violan los derechos humanos básicos de los
pueblos. La cultura es una construcción social y dinámica, que está sujeta a su vez a la
deconstrucción y al cambio. Esta confrontación, deconstrucción o cambio constructivos
pueden ser facilitados a través de ella, y la comprensión de determinados valores, creencias
y tradiciones culturales y por medio de un diálogo crítico y reflexivo con los miembros de
los grupos culturales y cuestiones más amplias de derechos humanos.
CONOCIMIENTO
PRÁCTICA