4 Ser para La Muerte
4 Ser para La Muerte
4 Ser para La Muerte
Vicente Huidobro
Resumen
el presente artículo tiene la pretensión de mostrar la posibilidad de una
ética en Heidegger a partir del ser-para-la-muerte. Para ello, lo hemos
dividido en tres partes. La primera de ellas trata de mostrar el vínculo que
existe entre el estar-en-el-mundo y la ética, partiendo de la comprensión
que Heidegger tiene de ésta. En el segundo apartado hacemos una
aproximación a la cotidianidad del Dasein, señalando algunas implicaciones
que esta cotidianidad tiene con claras resonancias éticas. Para finalizar,
en el último apartado, tratamos de mostrar cómo el ser-para-la-muerte
puede llegar a ser considerado como un fundante ético.
Palabras claves
Estar-en-el-mundo, ser-para-la-muerte, vivencia, cotidianidad, Das man,
ética originaria.
Abstract
This article aims to demonstrate the possibility of a heideggerian ethic
beginning with the being-toward-death. To this end, we have divided it in
three sections. The first of these attempts to show the relationship that
exists between being-in-the-world and ethics, starting from Heidegger’s
understanding of this. In the second section, we take an approach to
1. Lic. en Filosofía por la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, El Salvador, Dr. (c) por
la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Chile. “Beneficiario Beca Postgrado PUCV
2015”. E-mail: ulises.amaya.p@mail.pucv.cl
ISSN 1994-733X, Editorial Universidad Don Bosco, año 14, No.28, Enero-Mayo de 2016, pp. 65-80
66 El Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética en Heidegger.
Ulises Salomón Amaya Pérez
Keywords:
being-in-the world, being-toward-death, experience, everydayness, The
One, original ethics.
Introducción
Este trabajo tiene la pretensión de realizar una aproximación a un posible punto
de partida para el abordaje ético del pensamiento heideggeriano. Aunque el
punto de partida que proponemos, o más bien, el fundante de una posible ética
se encuentra en el primer Heidegger, asumimos una continuidad entre aquello
que los especialistas han llamado ‘el primer y segundo Heidgger’.2 Por ello,
aunque el fundante ético se encuentre en el desarrollo de SuZ3 publicado en
1927, sus resonancias alcanzarán el despliegue posterior a esta época.
2. En este punto optamos por la lectura que realiza von Herrmann, para quien la obra heideggeriana
constituye un todo unitario. Basta recordar que en 1962 el mismo Martin Heidegger comenta en el
prólogo a la obra del sacerdote jesuita, William Richardson, Trought Phenomenology to Thought de
1963, que la maduración de un complejo temático (Sachverhalt) a través de un largo tiempo fue lo
que produjo la Kehre, además, en el Protokoll zu einem Seminar über den Vortrag “Zeit und Sein”
del 1962, Heidegger afirma que aquello que constituye la estructura esencial del Ereignis han sido
elaborados entre 1935 y 1936. F.W. von Herrmann en 1991 al interpretar la Kehere como la estructura
misma del acaecer inicia una nueva linea de comprensión del pensamiento heideggeriano, así, abre
una nueva lectura de la obra heideggeriana como un todo unitario. Cfr. Basso Monteverde, Mercedes
Leticia, Génesis y constitución del Ereignis, un estudio de la continuidad de la obra de Martin
Heidegger, [1919-1939] a través del problema de la diferencia ontológica, Tesis para optar al grado
de Doctora en Filosofía, UBA, Argentina, 2013, pp.5-6. En Brief über den “Humanismus”de 1946,
traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte (Alianza Editorial, Madrid 2000), Heidegger nos dice,
“La conferencia ‘De la esencia de la verdad’, que fue pensada y pronunciada en 1930 pero que no
se publicó hasta 1943, permite obtener cierta visión del pensar del giro que se produce en Ser y
Tiempo a ‘Tiempo y Ser’. Dicho giro no consiste en un cambio del punto de vista de Ser y Tiempo,
sino que en él es donde ese pensar que se trataba de obtener llega por vez primera a la dimensión
desde la que se ha experimentado Ser y Tiempo, concretamente como experiencia fundamental del
olvido del ser”.
3. Usaremos “SuZ” para referirnos a la obra Ser y Tiempo de 1927 de Martin Heidegger.
4. Entre quienes podemos mencionar a Víctor Farías, Heidegger y el Nazismo y Emmanuel Faye, Heidegger,
l’introduction du nazisme dans la philosophie: autour des séminaires inédits de 1933-1935.
TEORÍA Y PRAXIS No. 28, Enero-Mayo 2016 67
Para otros, la imposibilidad radica en las aseveraciones del propio autor. Para
ellos, Heidegger cierra la posibilidad de esbozar cualquier tipo de ética. Sin
embargo, en el presente trabajo trataremos de clarificar en la medida de lo
posible a qué se refiere Heidegger con esta supuesta negación de una ética,
y además, trataremos de proponer el ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode)
como fundante de un planteamiento ético en Heidegger.
“La ética aparece por primera vez junto a la lógica y la física en la escuela de
Platón”5. Señala nuestro autor que antes no había una separación en disciplinas,
no había, por decirlo así, una parcelación del pensamiento. “Los pensadores
anteriores a esa época no conocen ni una ética, ni una lógica, ni una física.
Y, sin embargo, su pensar no es ni ilógico ni amoral”.6 Para Heidegger, en los
presocráticos la ética forma parte de una experiencia originaria que no ha caído
bajo la nominalización, con esto me refiero a la sustantivación de la acción del
pensar en diferentes nombres, por lo que se trataría de un pensar originario, y
la ética, al formar parte de ese pensar, sería una ética originaria.
Así, este trabajo busca proponer una veta de lectura del pensamiento
heideggeriano y su relación con la ética y sumarse a la investigación que se
ha venido realizando en torno a esta temática, véase, por ejemplo: “Ética
originaria y la psiquitría” (2006), del profesor Jorge Acevedo de la Universidad
de Chile, publicado en Observaciones Filosóficas; “¿Es posible aún una ética?
Heidegger y la filosofía práctica” (2004) de Franco Volpi de la Universidad de
Padua, publicado en Konvergencias, Filosofía y Culturas en Diálogo. Es relevante
señalar lo sugerente de la relación que, en el artículo recién mencionado,
propone Volpi entre la Ética Nicomaquea de Aristóteles y lo dicho en Sein und
Zeit por Heidegger; “La ética del ‘otro comienzo’ de Martin Heidegger” (2004)
de Luis César Santiesteban Baca, México, publicado en Diánoia; “El problema
de la ética en la filosofía de Heidegger” (2012) de Jesús Valera Enríquez,
tesis publicada en Dialnet. Así, el estudio de una ética en Heidegger es una
investigación vasta y compleja, investigación que se ha complejizado más con
la publicación de los Cuadernos Negros, de los cuales tres volúmenes fueron
ya publicados por la editorial Vittorio Klostermann en el 2014; esto, según
algunos, debido al claro posicionamiento de nuestro autor con respecto a la
Y otro grupo, cuyo mayor representante, nos parece, es el profesor Volpi, ponen
mayor énfasis en la presencia aristotélica en el desarrollo del pensamiento de
Heidegger, al menos, el Heidegger de Sein und Zeit, y para quien la lectura
de nuestro autor reactiva y transforma el sentido de algunos elementos
fundamentales de la Ética Nicomaquea. Al respecto, el profesor Volpi señala:
Y continúa:
7. Acevedo Guerra, Jorge, “Ética originaria y la psiquiatría”, en, Observaciones Filosóficas, Revista
Digital, Nº 2, 2006, visto en, http://www.observacionesfilosoficas.net/eticaoriginaria.html
8. Volpi, Franco, “¿Es posible aún una ética? Heidegger y la Filosofía práctica”, en, Konvergencias,
Filosofía y Culturas en Diálogo, Número 7, Año III, Agosto/Septiembre, Argentina, 2004. Visto en,
http://www.konvergencias.net/volpi.htm
TEORÍA Y PRAXIS No. 28, Enero-Mayo 2016 69
9. Ibídem.
10. Para Heidegger la conciencia es fundamental para la aperturidad del Dasein y se encuentra
estrechamente relacionado con su carácter fáctico. Nuestro filósofo nos dice en SuZ, “La conciencia
da a entender ‘algo’, la conciencia abre. De esta caracterización formal surge la indicación de
remitir este fenómeno a la aperturidad del Dasein”.”Das Gewissen gibt »etwas« zu verstehen,
es erschließt. Aus dieser formalen Charakteristik entspringt die Anweisung, das Phänomen in die
Erslossenheit des Daseins zurückzunehmen”.
11. Cuando Heidegger utiliza el concepto de dimensión para referirse al movimiento vital-existencial-
afectivo del Dasein debe ser comprendido como una distensión, esto significa que existe cierto
vínculo entre lo existencial y afectivo, pero ese vínculo, además, refleja una tensión entre ambos.
Es a partir de este movimiento que el Dasein se acerca o se aleja de sí mismo en la comprensión del
Ser, dicho movimiento arroja al Dasein a los dos modos de ser-en-el-mundo, a saber, el de propiedad
e impropiedad.
12. Jorge Eduardo Rivera sostiene que ha solido traducirse In-der-Welt-sein como ser-en-el-mundo,
sin embargo, dicha traducción no mostraría, sostiene Rivera, el acto mismo de ser sino que haría
referencia a algo quiditativo, por ello, él prefiere la traducción de estar-en-el-mundo porque esta
traducción estaría más en consonancia con el carácter ejecutivo del Dasein puesto que remitiría a
su carácter existencial-ontológico, además, y esto es relevante, para Rivera, estar-en-el-mundo no
expresaría un estar colocado, sino más bien, una acción progresiva que bien podría expresarse en
gerundio, estar-siendo-el-mundo, lo que implicaría, la idea de habitar, idea que será fundamental
para el Heidegger posterior a los Beiträge zur Philosophie.
13. Villalibre, Modesto Berciano, La revolución filosófica de Martin Heidegger, Editorial Biblioteca
Nueva, Madrid, 2001, p. 13.
70 El Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética en Heidegger.
Ulises Salomón Amaya Pérez
14. Cfr., Di Sivestre, Carlos, “La temporeidad extático-horizontal como origen de la trascendencia
del Dasein”, en, Discusiones Filosóficas, Año 11 Nº 17, julio-diciembre, Colombia, 2010, pp. 255-
273, para la cita p. 257.
15. Ibid, p.17. “Ein Spruch des Heraklit, der nur aus drei Wortern besteht, sagt so Einfaches, dass
aus ihm das Wesen des Ethos unmittelbar ans Licht Kommt. Der Sprucht des Heraklit lautet (Frgm.
119): ἦθος ἀνθρώπῳ δαίμων. Man pflegt allgemein zu übersetzen:«Seine Eigenart ist dem Menschen
sein Dämon». Diese Übersetzung denkt modern, aber nicht griechisch, ἦθος bedeutet Aufenthalt,
TEORÍA Y PRAXIS No. 28, Enero-Mayo 2016 71
Ort des Whones. Das Wort nennt den offenen Bezirk, worin der Mensch wohnt. Das offene seines
Aufenthaltes Lässt das erscheinen, was auf das Wesen des Menschen zukommt und also ankommend
in seiner Nähe sich aufhält.”.Heidegger, Martin, Brief über den Humanismus, op.cit. p.17
16. Acevedo Guerra, Jorge, op.cit.
17. Cohn, Priscilla N. Heidegger: su filosofía a través de la nada. Ediciones Guadarrama. Madrid
1975. Pág. 37.
18. “La vivencia (Erlebnis) puede, pues, se considerada como Vorgang, como hecho objetivo. Es
esto lo que sucede no sólo en la psicología, sino incluso en la filosofía de Husserl. También a esta se
opone Heidegger, como veremos, mediante este concepto de vivencia o de Erlebnis como Ereignis”.
Villalibre, Modesto Berciano. La revolución filosófica de Martin Heidegger. Editorial Biblioteca
Nueva, S.L. Madrid 2001, p. 27.
19. Veáse, Heidegger, Martin. Zur Bestimmung der Philosophie.
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Ulises Salomón Amaya Pérez
Los hechos ya están consumados, son fijos, estáticos, el acaecer que las
vivencias significan es dinámico, es ejecución, y es en ese acaecer en el cual
el Dasein se encuentra. La vivencia es el estar existiendo y la realización de
posibilidades que se tornan experiencias, experiencias que están en un constante
devenir, pero es importante señalar que dichas posibilidades solo lo serán si
comparecen como tal en el mundo del Dasein, por lo que no se trata de que las
posibilidades sean infinitas tal como piensa el existencialismo de Sartre, sino
que son posibilidades en la medida en que un determinado momento histórico
permita que comparezcan como tal. Esta última idea es sumamente importante
para comprender el sentido de una ética en Heidegger, las posibilidades como
se acaba de mencionar no son infinitas, están determinadas por un contexto
histórico muy preciso, algo que podríamos llamar un cierto ‹espíritu epocal.
“Este carácter de ser del Dasein, oculto en su de-dónde y adónde, pero claramente
abierto en sí mismo, es decir, en el ‘que es’, es lo que llamamos la condición de
arrojado [Geworfenheit] de este ente en su Ahí; de modo que en cuanto estar-
en-el-mundo, el Dasein es el Ahí. El término “condición de arrojado” mienta la
facticidad de la entrega a sí mismo. El factum de ‘que es y tiene que’ abierto
en la disposición afectiva del Dasein, no es aquel ‘que [es]’ que ontológico-
categorialmente expresa el carácter de hecho, propio del estar-ahí”.20
20. Heidegger, Martin. Ser y tiempo. Traducción, prólogo y notas de Jorge Eduardo Rivera. Editorial
Trotta. Madrid 2003. §29. Pág. 159. “Diesen in seinem Woher und Wohin verhüllten, aber an ihm
selbst um so unverhüllter erschlossenen Seinscharakter des Daseins, dieses »Dass es ist« nennen wir
die Gewogenheit dieses Seienden in sein Da, so zwar, dass es als In-der-Welt-sein das Da ist. Der
Ausdruck Geworfenheit soll die Faktizität der Überantwortung andeuten. Das in der Befindlichkeit
des Daseins erschlossene »Dass es ist und zu sein hat« ist nicht jenes »Dass«, das ontologish-
kategorial die der Vorhandenheit zugehörige Tatsächlichkeit ausdrückt”. Heidegger, Martin, Sein
und Zeit, Max Niemeyer Verlag, Tübingen, 2001,§29, p. 135.
TEORÍA Y PRAXIS No. 28, Enero-Mayo 2016 73
21. Ibid. §38. Pág 198. “Der Titel der keine negative Bewertung ausdrückt, soll bedeuten: das Dasein
ist zunächst und zumeist bei der besorgten »Welt«. Dieses Aufgehen bei… hat meist den Charakter
des Verlorenseins in die Öffentlichkeit des Man. Das Dasein ist von ihm selbst als eigentlichem
Selbstseinkönnen zunächst immer schon abgefallen und an die »Welt« verfallen. Die Verfallenheit
an die »Welt« meint das Aufgehen im Miteinandersein, sofern dieses durch Gerede, Neugier und
Zweideutigkeit geführt wird”. Heidegger, Martin, Sein und Zeit, op.cit,§38, p. 175.
74 El Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética en Heidegger.
Ulises Salomón Amaya Pérez
III. Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética
Llegados a este punto estamos en el momento álgido de nuestro trabajo, el
título de este último apartado es bastante sugerente, pero además, puede ser
considerado como un tanto transgresor al intentar cualificar al ser-para-la-
muerte (Das Sein zum Tode) como punto de partida de una ética en Heidegger. En
lo que resta de nuestra investigación trataremos de dar cuenta de esta tesis que
ha dirigido nuestro trabajo y que aún está sujeta a una mayor investigación. Por
el momento la presentamos como una tesis que guiará futuras investigaciones.
El Dasein al ser un ser fáctico comparte el destino de todo lo fáctico, de
todo lo viviente, a saber, la muerte. Sin embargo, en sentido estricto, sólo el
Dasein muere, porque la muerte, entendida no como un hecho sino como una
posibilidad, sólo es propia del Dasein, ya que la muerte implica la conciencia
de su advenimiento, cosa que los demás vivientes no poseen. Los animales y
las plantas simplemente llegan a su fin existentivo. La muerte revela al Dasein
su propia contingencia y su finitud, la inminencia (Bevorstand) lo enfrenta a la
conciencia de la temporalidad y del fin de ésta. Y de la misma manera que existen
dos formas en las cuales el Dasein existe, a saber, propiedad (Eigentlichkeit) e
impropiedad (Uneigentlichkeit), así también hay dos formas de habérselas con
la muerte que dependerá del tipo de existencia en que el Dasein se encuentre.
La existencia impropia vive absorbida en el uno, el “se” impersonal, la muerte
no comparece ante el Dasein porque este tipo de existencia la oculta, huye de
ella, mientras que en la existencia propia hay una asunción de ella y ésta se
torna en un existenciario, y al tornarse un existenciario, el Dasein se torna un
ser-para-la-muerte (Sein zum Tode).
“Los mortales son los hombres. Se llaman mortales porque pueden morir. Morir
22. Ibid. §27. Pág. 152. “Das Man entlastet so das jeweilige Dasein in seiner Alltäglichkeit. Nicht
nur das; mit dieser Seinsentlastung kommt das Man dem Dasein entgegen, sofern in diesem die
Tendenz zum Leichtnehmen und Leichtmachen liegt. Und weil das Man mit der Seinsentlastung
dem jeweiligen Dasein ständig entgegenkommt, behält es und verfestigt es seine hartnäckige
Herrschaft”. Heidegger, Martin, Sein und Zeit, op.cit.§27, pp. 127-128.
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quiere decir ser capaz de la muerte en cuanto muerte. Sólo el hombre muere,
el animal termina. No tiene a la muerte como muerte ni delante ni detrás de él.
La muerte es el cofre de la nada, es decir, de aquello que desde ningún punto
de vista es algo que simplemente es, pero que, a pesar de todo, esencia, incluso
como el misterio del ser mismo. La muerte, como cofre de la nada, alberga en
sí, lo esenciante del ser. La muerte, como el cofre de la nada es el albergue del
ser. A los mortales les llamamos ahora los mortales, no porque su vida terrena
termine, sino porque son capaces de la muerte como muerte. Los mortales son
los que son como los mortales, esenciado en el albergue del ser. Ellos son la
relación esenciante con el ser como ser”.23
23. Heidegger, Martin, “La cosa”, en, Filosofía, ciencia y técnica, traducción Francisco Soler,
Editorial universitaria, Santiago de Chile, 2007, p. 251. “Die Sterblichen sind die Menschen. Sie
heissen die Sterblichen, weil sie sterben Können. Sterben heisst: den Tod als Tod vermögen. Nur
der Mensa stirbt. Das Tier verendet. Es hat den Tod als Tod weder vor sich noch hinter sich. Der Tod
ist der Schrein des Nichts, dessen nämlich, was in aller Hinsicht niemals etwas bloss Seiendes ist,
was aber gleichwohl west, sogar als das Geheimnis des Seins selbst. Der Tod birgt als der Schrein
des Nichts das Wesende des Seins in sich. Der Tod ist als Schrein des Nichts das Gebirge des Seins.
Die Sterblichen nennen wir jetzt die Sterblichen - nicht, weil ihr irdisches Leben endet, sondern
weil sie den Tod als Tod vermögen. Die Sterblichen sind, die sie sind, als die Sterblichen, wesend
im Gebirg des Seins. Sie sind das weisende Verhältnis zum Sein als Sein”. Heidegger, Martin, Das
ding, en, Vorträge und Aufsätze, Band 7, Gesamtausgabe, Vittorio Klostermann, Frankfurt Am Main,
2000, p. 180.
24. Ramos, Antonio Pintor. Historia de la Filosofía Contemporánea. Biblioteca de Autores Cristianos.
Madrid, 2002, p. 243.
76 El Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética en Heidegger.
Ulises Salomón Amaya Pérez
25. Pirard, Eduardo Carrasco. “Heidegger y la Ética”. Depto. De Filosofía. Universidad de Chile,
Visto en, https://es.scribd.com/doc/253538430/Heidegger-y-La-Etica-Eduardo-Carrasco-Pirard.
26. Hay algunos autores como Barbara Merker que hablan incluso de una ética fenomenológica
en el pensamiento heideggeriano. Veáse, Selbsttäuschung und Selbterkenntnis, Zu Heideggers
Transformation der Phänomenologie Husserl, Frankfort del Meno, Suhrkamp, 1998.
TEORÍA Y PRAXIS No. 28, Enero-Mayo 2016 77
“Ante la “Hybris” del siglo XX, y ante la ceguera de toda esta época de
desenfrenado optimismo y confianza en los poderes de dominio humano, quizás
podamos ser capaces algún día de aprender con Heidegger, esa piedad que es el
pensar, sin salir del recinto en que impera la tensión de unidad de contrarios,
formada, por un lado, por la extrema indigencia humana, y por el otro, por el
extremo poder del ser. Allí donde según el antiguo anunciado de Parménides,
27. Cfr., García Ruíz, Pedro Enrique, “Humanismo y subjetividad. Heidegger y desfondamiento
ontológico de la ética”, en, Anuario de Filosofía, Vol. 1, Universidada Autónoma de méxico UNAM,
México, 2007, pp. 135-136.
28. Cfr., Holzapfel, Cristóbal, “El pensamiento a-valórico heideggeriano”, en, Aventura ética.
Hacia una ética originaria, Universidad de Chile, visto en, http://padron.entretemas.com/cursos/
Antologia/RecursosEpistemMetod/DiccionariosGlosariosAntologias/Nietzsche/personales.ciudad.
com.ar/M_Heidegger/holzapfel.htm
29. Según el Profesor y Dr. Cristobal Holzapfel de la Universidad de Chile —en su libro, Aventura
ética. Hacia una ética originaria editado por Lom Ediciones en coedición con la Facultad de Filosofía
y Humanidades de la Universidad de Chile— puede hablarse de dos tipos de ética, “(…) podemos
plantear una distinción entre dos tipos de ética, a las que llamaremos ética afirmativa y ética
negativa. Respecto de la primera, cabe decir que toda ética es en primer lugar afirmativa, si
entendemos por ésta la propuesta de una escala calórica determinada que arroja asimismo criterios
para valorar las más distintas situaciones que nos tocan enfrentar, permitiéndonos de este modo
una orientación existencial. Indudablemente que la ética socrático-platónica, la ética aristotélica,
la ética cristiana, la ética kantiana se presentan con esos perfiles. Ellas representan, podríamos
decir, la gran avenida de la ética occidental. Pero hay también la clara posibilidad de una ética
negativa. En ésta se trataría de una disposición al retiro de las valoraciones (…) se deja ver que la
ética negativa no se aplica tanto a las escalas valóricas propuestas en la tradición, sino sobre todo
a las valoraciones que se hacen a partir de ellas”.
78 El Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética en Heidegger.
Ulises Salomón Amaya Pérez
ser y pensar, son lo mismo, allí también tiene el prodigio de que la libertad y el
destino sean lo mismo”.30
IV. Conclusiones
El ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) conduce al Dasein a encontrarse con
aquello que es esencial en la existencia humana, a saber, el habitar (Wohnen).
La ética es para Heidegger un habitar (Wohnen), pero, ¿qué debemos entender
por habitar? El filósofo de la selva negra nos responde en Bauen Wohnen Denken
de 1951, “Habitar, ser llevado a la paz, significa: permanecer circundado en
lo Frye, esto es en lo Freie [libre], que protege a todo en su esencia. El rasgo
fundamental del habitar es este proteger”.31 El habitar (Wohnen) es proteger
(Schonen), pero, ¿qué debe proteger el Dasein?
“Los mortales habitan en cuanto que a su propia esencia, que es tener el poder
de la muerte en cuanto muerte, la conducen hacia el uso de ese poder para
que sea buena muerte. Los mortales guiados hacia la esencia de la muerte no
significa, de ningún modo, poner como meta la muerte en cuanto vacía nada;
tampoco mienta el entenebrecer el habitar por medio de un ciego poner la
vista en el fin. En el salvar a la tierra, en el acoger al Cielo, en el esperar a los
30. Ibidem.
31. Heidegger. Martin, “Construir Habitar Pensar”, en Filosofía ciencia y técnica, Prólogo de
Francisco Soler y Jorge Acevedo, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 2007, p. 212. “Wohnen,
zum Frieden gebracht sein, heisst: eingefriedet bleiben in das Frye, d.h. in das Freie, das jegliches
in sein Wesen schont. Der Grundzug des Wohnens ist dieses Schonen”. Heidegger, Martin, “Bauen
Wohnen Denken”, en, Vorträge und Aufsätze, Gesamtausgabe, Vittorio Klostermann, Frankfurt am
Main, 2000, p. 151.
32. Heidegger Martin, “Construir Habitar Pensar” ibid p. 214. “Die Sterblichen wohnen in der Weise,
dass sie das Geviert in sein Wesen schonen. Demgemäss ist das wohnende Schonen Verfältig. Die
Sterblichen wohnen, insofern sie die Erde retten… Die Erde retten ist mehr, als sie ausnützen oder
gar abmühen Das Retten der Erde meistert die Erde nicht und macht sich die Erde nicht untertan,
von wo nur ein Schritt ist zur schrankenlosen Ausbeutung. Die Sterblichen wohnen, insofern sie
den Himmel als Himmel empfangen… sie machen die Nacht nicht zum Tag und den Tag nicht zur
gehetzten Unrast. Die Sterblichen wohnen, insofern sie die Göttlichen als die Göttlichen erwarte”.
Heidegger. Martin, ibid. p. 152.
TEORÍA Y PRAXIS No. 28, Enero-Mayo 2016 79
Bibliografía
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Basso Monteverde, Mercedes Leticia, Génesis y constitución del Ereignis. Un estudio de la
33. Heidegger. Martin, Ibid. pp. 214, 215. “Die Sterblichen wohnen, insofern sie ihr eigenes Wesen,
dass sie nämlich den Tod als Tod vermögen, in den Brauch dieses Vermögens geleiten, damit ein
guter Tod sei. Die Sterblichen in das Wesen des Todes geleiten, bedeutet keineswegs, den Tod als
das leere Nichts zum Ziel setzen; es meint auch nicht, das Wohnen durch ein blindes Starren auf das
Ende verdüstern”. Heidegger, Martin, Ibid. pp. 152,153.
80 El Ser-para-la-muerte (Das Sein zum Tode) como fundante de una ética en Heidegger.
Ulises Salomón Amaya Pérez
c) Revistas
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