Antologia de Sociologia

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ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL NUMERO 19 SAN

MARTIN DE LAS PIRÁMIDES

ANTOLOGÍA DE
SOCIOLOGÍA
YESSICA ESPINOSA LÓPEZ

2° I

SOCIOLOGÍA
2014-2015
Sociología y vida cotidiana

Nuestra tarea previa es la identificación de la problemática sociológica y estudiar los


fenómenos que, históricamente, han posibilitado la construcción teórica en este campo
disciplinar. La sociología trata las relaciones sociales que se establecen entre los
hombres y a partir de las cuales se consolidan las costumbres, se fundan las normas,
las instituciones y sus formas organizacionales.

La promesa de la sociología es dotar a los hombres de la facultad mental que posibilite


una reflexión acerca de la relación entre experiencia individual y contexto, esto se
llama imaginación sociológica. El objeto de la sociología es el hecho social al que
caracteriza como externo, anterior a la concreción vital de los hombres y ejerciendo
coerción sobre los individuos. La vida cotidiana alude a las acciones, pensamientos, y
motivaciones del hombre concreto, es decir, tal como se manifiestan en cada hombre
en particular, con la singularidad que le son propias; produce y reproduce las relaciones
sociales y es una esfera en la que pueden ser comprendidas las interrelaciones del
mundo económico-social y la vida de cada persona. El hombre concreto que
estudiamos en la esfera de la vida cotidiana es particular y específico.

1.1 Crítica de la naturalización de lo social

Joseph Vincent Marques - Cap 1: Casi todo podría ser de otra manera

“Las cosas no son necesariamente, naturalmente, como son ahora y aquí. Todo podría
ser de otra manera, pero ésta es la que le ha correspondido, ya que vive aquí, son
costumbres. El día del señor Timoneda, podría haber sido, pues, muy distinto, y
también el de las personas que lo rodean. Sería un error pensar que sólo podría haber
sido distinto de haber nacido en otra época, con el nivel tecnológico actual son posibles
diferentes formas de vida. Las cosas podrían ser, para bien y para mal, distintas, no
podemos entender como trabajamos, consumimos, amamos, nos divertimos, nos
frustramos, hacemos amistades, crecemos o envejecemos, si no partimos de la base
de que podríamos hacer todo eso de muchas formas. Muy pocas cosas están
programadas por la biología, cómo se concreta todo depende de las circunstancias
sociales en las que somos educados, maleducados, hechos y deshechos. La sociedad
nos marca no sólo un grado concreto de satisfacción de las necesidades sino una
forma de sentir esas necesidades y de canalizar nuestros deseos.”

La mayor parte de las necesidades y situaciones que experimentan los hombres no son
naturales. Desde la perspectiva de las Ciencias Sociales se señala que sólo en la
esfera del conocimiento del sentido común se produce la “naturalización”, fenómeno
que lleva a los hombres a considerar sus acciones y sus creencias como naturales.

El problema que aborda el texto de Marqués es la naturalización, naturalizar nos impide


pensar socialmente. Cuando Marqués habla de naturalizar quiere decir que atribuimos
características naturales a fenómenos sociales, pero eso quiere decir dos cosas: que
tomamos los fenómenos como si no tuvieran historia, y que les sustraemos, les
quitamos su carácter social, el hecho de que pertenecen a un determinado tipo de
sociedad. "Tomar como natural" quiere decir que pensamos un fenómeno como si no
tuviera historia (es decir, que existe desde siempre y de la misma manera) y quiere
decir que lo pensamos separado de la sociedad en la que vivimos, son esas dos cosas.
Por ejemplo, lavarse los dientes es un fenómeno histórico, y es un fenómeno social, por
eso no es “natural”. Las cosas que son naturales son inevitables e inmodificables.
Normal quiere decir que está dentro de las “normas” que existen en una sociedad en un
determinado momento histórico.

Es una actitud previa a la sociología, como una condición para poder hacer sociología.
Pensar que todo podría ser de otra manera. ¿Cuál sería el sinónimo de pensar que
todo podría ser de otra manera? Desnaturalizar. Pensar que todo podría ser de otra
manera es una primera forma, muy rudimentaria, muy básica de desnaturalizar lo
social. Naturalizar es atribuirles a los fenómenos sociales un carácter invariable.
¿Cómo varían los fenómenos sociales? Varían según el tipo de sociedad en que nos
encontremos y según el momento histórico en que nos encontremos. En cambio, los
fenómenos naturales no varían según la sociedad en que nos encontremos ni el
momento histórico. Un árbol crece del mismo modo acá y en la China, hoy o a principio
de siglo. Los planetas se mueven del mismo modo, el organismo del ser humano
funciona del mismo modo. Entonces, los fenómenos naturales (sean físicos, biológicos,
orgánicos), ocurren siempre del mismo modo, independientemente del tipo de sociedad
en que nos encontremos y del momento histórico en que nos encontremos. La cuestión
aquí es que para pensar sociológicamente es preciso desnaturalizar los fenómenos que
nos rodean. ¿Qué quiere decir desnaturalizar? Quiere decir considerar que esos
fenómenos pueden variar según el tipo de sociedad en que nos encontremos y el
momento histórico dentro de esa sociedad. Ahora bien, ¿eso quiere decir que NO hay
fenómenos naturales? Sí, hay, obvio que hay. E incluso algunos de esos fenómenos
tienen que ver con los humanos. Por ejemplo, el caso de la comida. Preguntarse si
comer es un hecho social o es un hecho natural es una pregunta tramposa. Porque lo
natural tiene que ver con el acto de comer: hay una cierta composición biológica de un
organismo humano que hace que comer sea una necesidad. Pero comer también tiene
una dimensión social. Y yo iría más lejos que Marqués, no diría que sólo en la manera
en que comemos, incluso en la forma en la "sentimos" la comida": no hay nada
biológico que diga que la comida tiene que ser "rica". El cuerpo humano necesita
ciertos elementos químicos, no necesita que sea rico. Entonces, dice Marqués, una
ayuda para lograr desnaturalizar lo social,

Es trabajar a partir de dos conceptos. El concepto de lo Normal, y el concepto de lo


Natural. Lo natural, lo hemos dicho, es aquello que no varía según el tipo de sociedad y
el momento histórico, finalmente: fenómenos biológicos, químicos, físicos. ¿Qué sería
lo NORMAL? Normal viene de normas. Entonces ustedes ven que Marqués nos está
diciendo: lo normal es aquello que está dentro de las normas de una sociedad dada en
un momento histórico dado. Lo importante acá es no confundir Normal con algo que
está bien, o que, como dijo alguien antes, es "propiamente humano". Porque eso sería
volver a naturalizar. Matar bebés puede ser perfectamente "Normal" en una sociedad, y
en un tiempo histórico determinado. No hay que mezclar con la ética. Lo normal no es
lo que está bien, en todo caso es lo que una sociedad en un determinado momento
piensa que está bien. Entonces, hagamos jugar todo esto en un ejemplo: lavarse los
dientes. No es natural. ¿Hay algo en el organismo que nos obligue a lavarnos los
dientes, hay una determinación biológica? No. ¿Por qué es importante distinguirlo?
Porque fíjense que ni bien decimos que lavarse los dientes no es natural, sino que es
normal dentro de nuestras sociedades, inmediatamente nos preguntamos: ¿qué pasa
en otras sociedades? O ¿cuándo fue que en nuestra misma sociedad la gente empieza
a lavarse los dientes? Entonces, empezamos a hacer sociología, convertimos un hecho
cotidiano en un problema sociológico.

Charles Wright Mills - La imaginación sociológica - Cap 1: La promesa

Los hechos de la historia contemporánea son también hechos relativos al triunfo y al


fracaso de los hombres y mujeres individuales. Ni la vida de un individuo ni la historia
de una sociedad pueden entenderse sin entender ambas cosas. Los hombres no
poseen la cualidad mental esencial para percibir la interrelación del hombre y la
sociedad, de la biografía y de la historia, del yo y del mundo. Aun cuando no se sientan
consternados. Los hombres advierten con frecuencia que los viejos modos de sentir y
de pensar se han ido abajo y que los comienzos más recientes son ambiguos hasta el
punto de producir parálisis moral. Lo que los hombres necesitan es una cualidad mental
que les ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir
recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás está
ocurriendo dentro de ellos, esto se llama la imaginación sociológica, lo que posibilita la
reflexión acerca de la relación entre experiencia individual y contexto.

1. La imaginación sociológica permite a su poseedor comprender el escenario histórico


más amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria exterior
de diversidad de individuos. El primer fruto de esa imaginación es la idea de que el
individuo sólo puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio destino
localizándose a sí mismo en su época. También nos permite captar la historia y la
biografía y la relación entre ambas dentro de la sociedad, ésa es su tarea y su promesa
y es la señal de todo lo mejor de los estudios contemporáneos sobre el hombre y la
sociedad. Es la capacidad de pasar de una perspectiva a otra, de las transformaciones
más impersonales y remotas a las características más íntimas del yo humano, y de ver
las relaciones entre ambas cosas. Los hombres, por medio de la imaginación
sociológica, adquieren un modo nuevo de pensar, experimentan un trastrueque de
valores; en una palabra, por su reflexión y su sensibilidad comprende el sentido cultural
de las ciencias sociales.

2. La distinción más fructuosa con que opera la imaginación sociológica es quizás la


que hace entre “las inquietudes personales del medio” y “los problemas públicos de la
estructura social”. Esta distinción es un instrumento esencial de la imaginación
sociológica y una característica de toda obra clásica en ciencia social. Una inquietud es
un asunto privado: los valores amados por un individuo le parecen a éste que están
amenazados. Los problemas se relacionan con materias que trascienden del ambiente
local del individuo y del ámbito de su vida interior. Darse cuenta de la idea de estructura
social y usarla con sensatez es ser capaz de descubrir esos vínculos entre una gran
diversidad de medios; y ser capaz de eso es poseer imaginación sociológica.

3. ¿Cuáles son en nuestro tiempo los mayores problemas para los públicos y las
inquietudes clave de los individuos particulares? Para formular problemas e
inquietudes, debemos preguntarnos qué valores son preferidos, pero amenazados, y
cuáles preferidos y apoyados por las tendencias características de nuestro tiempo. El
nuestro es un tiempo de malestar e indiferencia, pero aún no formulados de manera
que permitan el trabajo de la razón y el juego de la sensibilidad. En lugar de
inquietudes, hay con frecuencia la calamidad de un malestar vago; en vez de
problemas explícitos, muchas veces hay sólo el desalentado sentimiento de que nada
marcha bien.

“El principal peligro” para el hombre reside hoy en las fuerzas ingobernables de la
sociedad contemporánea misma, con sus métodos impersonales de producción, sus
técnicas envolventes de dominación política, su anarquía internacional, en una palabra,
con sus penetrantes transformaciones de la “naturaleza” misma, del hombre y las
condiciones y finalidades de su vida. La primera tarea política e intelectual del científico
social consiste hoy en poner en claro los elementos del malestar y la indiferencia
contemporáneos. Es a causa de esta tarea por lo que las ciencias sociales se están
convirtiendo en el común denominador de nuestro periodo cultural, y la imaginación
sociológica en la cualidad mental más necesaria.
4. En todas las épocas intelectuales tiende a convertirse en común denominador de la
vida cultural determinado estilo de pensamiento. Uno de los significados de la idea de
un común denominador intelectual es que los hombres pueden formular sus
convicciones más poderosas según sus términos. Otros términos y otros estilos de
pensamiento parecen meros vehículos de escape y oscuridad. El que prevalezca
común denominador no significa, naturalmente, que no existan otros estilos de
pensamiento y otros tipos de sensibilidad. Creo yo que la imaginación sociológica se
está convirtiendo en el principal común denominador de nuestra vida cultural y en su
rasgo distintivo. Las cualidades de esta imaginación se han convertido en rasgos
fundamentales de esfuerzo intelectual y de sensibilidad cultural en una gran diversidad
de expresiones. Es una cualidad que parece prometer de la manera más dramática
la comprensión de nuestras propias realidades íntimas en relación con las más
amplias realidades sociales. Es una facultad mental que posibilita a los hombres
evaluar las situaciones desde una perspectiva superadora de los estrictos límites de la
particularidad, tomando en cuenta los procesos históricos y la formación económico-
social en la que están insertos; y también les permite superar el sufrimiento y la
desvalorización de sí mismos, ocasionados por una visión ingenua.

La necesidad sentida de revalorar la ciencia física refleja la necesidad de un nuevo


denominador común. Es el sentido humano y el papel social de la ciencia, sus
consecuencias militares y comerciales, su significación política, lo que está
experimentando una revaloración confusa. Es la realidad social e histórica lo que los
hombres necesitan conocer, y muchas veces no encuentran en la literatura
contemporánea un medio adecuado para conocerla. Quieren hechos, buscan sus
significados, desean un “gran panorama” en el cual puedan creer y dentro del cual
puedan llegar a comprenderse a sí mismos. Quieren también valores orientadores y
maneras apropiadas de sentir y estilos de emoción y vocabularios de motivación. A
falta de una ciencia social adecuadas, los críticos y los novelistas, los dramaturgos y
los poetas han sido los principales, si no los únicos, formuladores de inquietudes
individuales y hasta de problemas públicos. El arte no formula ni puede formular esos
sentimientos como problemas que contienen las inquietudes y las dudas a las que los
hombres tienen que hacer frente ahora si han de vencer su malestar e indiferencia y las
insufribles angustias a que conducen.

5. Mi propósito en este libro es definir el significado de las ciencias sociales para las
tareas culturales de nuestro tiempo. Deseo especificar las clases de esfuerzo que están
detrás del desarrollo de la imaginación sociológica, indicar lo que ella implica para la
vida política y para la vida cultural, quizá señalar algo de lo que se necesita para
poseerla, y de esta manera, aclarar la naturaleza y los usos de las ciencias sociales en
la actualidad. Precisamente ahora hay entre los cultivadores de las ciencias sociales un
malestar muy generalizado, tanto intelectual como moral por la dirección que parece ir
tomando la disciplina de su elección, que, así como las infortunadas tendencias que
contribuyen a producirlo, forman parte, de un malestar general de la vida intelectual
contemporánea. Dicho con toda franqueza, espero aumentar ese malestar, definir
alguna de sus fuentes, contribuir a transformarlo en un apremio específico para
comprender la promesa de la ciencia social y limpiar el terreno para empezar de nuevo:
en suma, indicar alguna de las tareas que hay que hacer y los medios disponibles para
hacer el trabajo que hay que hacer hoy. Creo que lo que puede llamarse análisis social
clásico es una serie de tradiciones definibles y usables; que su característica esencial
es el interés por las estructuras sociales históricas; y que sus problemas tienen una
relación directa con los urgentes problemas y las insistentes inquietudes humanas. La
atención intelectual y la atención pública están ahora tan manifiestamente fijas sobre
los mundos sociales que se supone que los profesionales de las ciencias sociales
estudian, que hay que reconocer que se encuentra por única vez ante una oportunidad
en la cual se revelan la promesa intelectual de las ciencias sociales, los usos culturales
de la imaginación sociológica y el sentido político de los estudios sobre el hombre y la
sociedad.

6. Todas las infortunadas tendencias que estudiaré en los capítulos siguientes caen
dentro de lo que generalmente se considera “el campo de la sociología”. Una
diversidad de trabajo intelectual verdaderamente notable ha entrado a tomar parte en el
desarrollo de la tradición sociológica, quizás se admita que lo que ahora se reputa
trabajo sociológico ha tendido a moverse en una o más de tres direcciones generales,
cada una de las cuales está expuesta a ciertas deformaciones.

1. Hacia una teoría de la historia: la sociología es una empresa enciclopédica, relativa a


la totalidad de la vida social del hombre y es al mismo tiempo histórica y sistemática.

2. Hacia una teoría sistemática de “la naturaleza del hombre y de la sociedad”: en las
obras de los formalistas la sociología trata de conceptos destinados a servir para
clasificar todas las relaciones sociales y penetrar sus características supuestamente
invariables, en suma, se interesa en una visión más bien estática y abstracta de los
componentes de la estructura social en un nivel muy elevado de generalidad.

3. Hacia el estudio empírico de los hechos y los problemas sociales


contemporáneos: en la medida en que es definida como el estudio de algún sector
especial de la sociedad, la sociología se convierte fácilmente en una especie de
trabajador suelto entre las ciencias sociales ocupado en estudios misceláneos de
sobrantes académicos. El estudio de los hechos contemporáneos fácilmente puede
convertirse en una serie de datos de ambiente sin relación entre sí y con frecuencia
insignificantes.

El problema del cual arranca el texto de Mills es la condición en la que el hombre se


encuentra en las sociedades modernas. La idea de Mills es que el hombre se ve a sí
mismo como separado, como aislado del contexto social más general en el que vive.
¿Por qué resalto SE VE A SÍ MISMO? Bueno, porque justamente el argumento de Mills
es que el hombre no está aislado, nunca estamos aislados ni separados, siempre
estamos viviendo en sociedad. Para precisar más esto, Mills introduce dos conceptos,
el de órbita privada y el de órbita o esfera pública. Dice que el hombre se siente
separado de la esfera pública, no puede ver la relación que hay entre su esfera de vida
privada y la esfera pública. ¿Qué sería la órbita privada? La órbita privada es la
esfera inmediata de acción del individuo, es decir la esfera en la cual el individuo
interactúa con otros individuos de modo directo. La relación con su madre, con su jefe,
con sus amigos, etc. ¿Y qué sería la esfera pública? Son, dice Mills, el conjunto de las
instituciones sociales. A través de las instituciones sociales cada individuo mantiene
relaciones con otros, pero de modo indirecto, no inmediato, más allá de su esfera
privada de vida. Entonces se ve que el problema de Mills se va haciendo, con los
conceptos, más preciso: porque yo, por ejemplo, mantengo una relación inmediata con
mi jefe, pero al mismo tiempo, esa relación con mi jefe depende del modo en que está
organizado el trabajo en la sociedad en la que vivo. La órbita privada está influenciada
o vinculada siempre con la órbita pública. Y el problema que Mills plantea al principio
del texto es que justamente, en las sociedades modernas, al individuo le cuesta cada
vez más percibir esa relación. En mi ejemplo, yo veo muy bien mi relación con mi jefe,
pero no veo hasta qué punto esa relación depende del contexto social en el que vivo. A
Mills le interesan más las instituciones económicas (mercado, dinero, relaciones
laborales) y políticas (sistema político, tipo de gobierno, etc.), le parecen las más
relevantes. ¿Queda claro que cuando hablamos de instituciones no estamos hablando
necesariamente de algo que tenga un lugar físico, no? No tienen por qué ser una
escuela, un hospital, etc. Estamos hablando de instituciones en el sentido más
amplio de un conjunto de normas que definen para las personas ciertos roles o
funciones. Por eso, entonces, para Mills es importante para todos los hombres en las
sociedades modernas algo que él cree propio de las ciencias sociales: la imaginación
sociológica. Es una cualidad mental que nos permitiría, según Mills, relacionar nuestra
esfera de vida privada con el conjunto de las instituciones en las que vivimos. U, otra
manera de decir lo mismo, relacionar la biografía, dice Mills, con la historia de las
instituciones. Ustedes saben que la biografía es la historia de un individuo, entonces,
todo cierra. A partir de ahí Mills avanza un poquito más, y nos empieza a dar algunas
herramientas que definen y que nos permitirían usar la imaginación sociológica. Lo
primero que nos dice es que para ejercer la imaginación sociológica es bueno
hacerse tres preguntas. La primera es sobre qué tipo de sociedad habitamos.
¿Cuáles son las instituciones básicas de la sociedad en la que vivimos? ¿En qué tipo
de organización social vivimos? ¿Cómo se organiza la producción, cómo se distribuyen
los bienes, etc.? La segunda refiere a la historia: comparar y ubicar a nuestra sociedad
en una historia más amplia de las sociedades: ¿qué distingue a nuestra sociedad de
otras formas de sociedad? La tercera refiere al tipo de hombres y mujeres que una
sociedad así produce: ¿cómo viven, qué piensan, cómo sienten, etc.?

Bueno, esas son las primeras herramientas. Después de eso, Mills agrega dos
conceptos más que nos pueden servir para ejercer esa capacidad mental de la que
habla: el de inquietudes y el de problemas. Una inquietud es una amenaza a los
valores del individuo, justamente porque la causa de la inquietud se encuentra en la
órbita privada. Volviendo a mi ejemplo, puede ser que a mí me echen del trabajo, y
puede ser que eso sea por razones personales: soy vago, mi jefe es un hijo de puta,
etc. Cosas relacionadas con mis relaciones inmediatas. Un problema, en cambio, es
una amenaza a los valores sociales, justamente porque su causa está en la esfera
pública, es decir en las instituciones sociales: una contradicción o una crisis en las
instituciones es la causa de la amenaza de los valores. O son inquietudes, O son
problemas. Las dos cosas, no.

¿Qué relación encuentran entre los dos textos que vimos hoy?

Diego sayas: los dos marcan una especie de llamado de atención a las conductas que
parecerían naturales de las sociedades, apuntan a mostrar que hay otras maneras de
organización social además de esta

Bueno, lo de Diego va bastante bien. Fíjense que Marqués, a través de la


desnaturalización nos llamaba a pensar la variación de los fenómenos cotidianos según
los tipos de sociedad y los momentos históricos. Y Mills de algún modo, sin usar ese
concepto, hace lo mismo: nos dice, bueno, relacionen sus ámbitos más cotidianos, su
esfera privada, con las instituciones sociales en las que viven, comparen con otras
sociedades, piensen si la forma en la que piensan, en la que sienten, etc. no está
vinculada con la sociedad en la que viven.

Anthony Giddens - Cap 1: Sociología: perspectivas y problemas

· La sociología puede definirse como el estudio sistemático de las sociedades


humanas, prestando un énfasis especial a los modernos sistemas industrializados.
· La sociología surgió como intento por entender los trascendentales cambios que han
ocurrido en las sociedades humanas a los largo de los dos o tres últimos siglos. La
industrialización, el urbanismo y nuevos tipos de sistemas políticos están entre los
rasgos importantes del mundo social moderno.

· Los cambios implicados no son sólo cambios a gran escala. Se han producido
modificaciones esenciales también en las características más íntimas y personales de
la vida de las personas. El desarrollo del énfasis en el amor romántico como base del
matrimonio es un ejemplo.

· Los sociólogos investigan la vida social planteando preguntas claras e intentando


encontrar sus respuestas por medio de la investigación sistemática. Estas preguntas
pueden ser fácticas, comparativas, de desarrollo, o teóricas. En la investigación
sociológica es importante distinguir entre los resultados pretendidos y no pretendidos
de la acción humana.

· La práctica de la sociología implica la capacidad para pensar de forma imaginativa y


para distanciarse de las ideas preconcebidas sobre las relaciones sociales.

· La sociología tiene vínculos íntimos con otras ciencias sociales. Todas las ciencias
sociales se ocupan de la conducta humana, pero se concentran en aspectos diferentes
de la misma. Los nexos entre la sociología, la antropología, y la historia son
particularmente importantes.

· La sociología es una ciencia en el sentido de que implica métodos sistemáticos de


investigación y la evaluación de las teorías a la luz de las pruebas y de la discusión
lógica. Pero no puede configurarse siguiendo directamente el modo de las ciencias
naturales, pues el estudio de la conducta humana es diferente en aspectos
fundamentales del estudio del mundo natural.

· Los sociólogos intentan ser objetivos en sus estudios del mundo social, abordando su
trabajo sin prejuicios. La objetividad no solo depende de las actitudes del investigador,
sino también de la evaluación pública de la investigación y de la teoría, que forma parte
esencial de la sociología como disciplina académica.

· La sociología es un objeto de estudio con importantes implicaciones prácticas. Puede


contribuir a la crítica de la sociedad y a la reforma social práctica de diversas maneras.
En primer lugar, la comprensión perfeccionada de un cierto conjunto de circunstancias
sociales muchas veces nos ofrece una mejor oportunidad de controlarlas. En segundo
lugar, la sociología proporciona los medios de aumentar nuestra sensibilidad social,
permitiendo que las políticas se basen en la conciencia de los valores sociales
divergentes. En tercer lugar, podemos investigar las consecuencias (pretendidas y no
pretendidas) de la adopción de programas políticos concretos. Finalmente, y esto quizá
sea lo más importante, la sociología proporciona autoconocimiento, ofreciendo a los
grupos y a los individuos una mayor oportunidad de alterar las condiciones de su propia
vida.

1.2 Construcción del objeto de la sociología

Emile Durkheim - Cap 1 ¿Qué es un hecho social?

“Antes de investigar cuál es el método que conviene para el estudio de los hechos
sociales, importa saber cuáles son los hechos a los que así se denomina.

Los hechos sociales presentan caracteres muy especiales: consisten en obras de


obrar, pensar y sentir, exteriores al individuo y están dotados de un poder de coacción
en virtud del cual se le imponen; no pueden tener otro sustrato que la sociedad. No
pueden confundirse con los fenómenos orgánicos, puesto que ellos consisten en
representaciones y en acciones; ni con los fenómenos psíquicos, los cuales no tienen
existencia más que en la conciencia individual y por ella. Estos hechos son el dominio
propio de la sociología. No encontramos hecho social sino allí donde existe una
organización definida. Hay otros hechos que tienen la misma objetividad y el mismo
ascendiente sobre el individuo y se denominan corrientes sociales. Vienen a cada
uno de nosotros desde el exterior y son susceptibles de arrastrarnos a pesar de
nosotros mismos.
Cuando se contemplan los hechos como son y como siempre han sido, salta a la vista
que toda educación consiste en un esfuerzo continuo para imponer al niño los modos
de ver, sentir y obrar que él no hubiera adquirido espontáneamente. La educación tiene
por objeto hacer al ser social, se puede ver en ella como resumido de qué modo se ha
constituido este ser en la historia.

Un pensamiento que se encuentra en todas las conciencias particulares, un movimiento


que repiten todos los individuos no son, por ello, hechos sociales. Si nos contentamos
con este carácter para definirlos, es que se les ha confundido indebidamente con lo que
se podría llamar sus encarnaciones individuales. Lo que los constituye son las
creencias, las tendencias, las prácticas del grupo tomado colectivamente. El hecho
social es distinto de sus repercusiones individuales. Un fenómeno no puede ser
colectivo más que si es común a todos los miembros de la sociedad o, por lo menos, a
la mayoría de ellos, si es general. Aun cuando el hecho social es debido en parte a
nuestra colaboración directa, no es de otra naturaleza. Un sentimiento colectivo es la
resultante de la vida común, un producto de acciones y reacciones que se originan
entre las conciencias individuales. Un hecho social se reconoce por el poder de
coacción externo que ejerce o es susceptible de ejercer sobre los individuos; y la
presencia de este poder se reconoce a su vez sea por la existencia de una sanción
determinada, sea por la resistencia que el hecho opone a toda empresa individual que
tienda a violarlo. La coacción es fácil de comprobar cuando se traduce al exterior por
alguna reacción directa de la sociedad, como ocurre con el derecho, la moral, las
creencias, las costumbres, incluso con las modas. La estructura política de una
sociedad no es sino la manera en que los diferentes sectores que la componen han
tomado la costumbre de vivir entre sí. Es un hecho social toda manera de hacer, fija o
no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o también, que es
general dentro de la extensión de una sociedad dada a la vez que tiene una existencia
propia, independiente de sus manifestaciones individuales.”

Hay tres características que deben tener los fenómenos que observemos para poder
considerarlos hechos sociales: tienen que ser exteriores al individuo, tienen que ejercen
una coerción o presión sobre él, y son generales, porque son independientes y
externos a los individuos. Los hechos sociales nunca tienen causas individuales.

¿Cuál sería el problema del texto de Durkheim? El hecho social es la respuesta al


problema, pero no es el problema. El problema es: ¿cuál es el objeto de estudio de la
sociología? (Si se fijaron, es el título de la Unidad que contiene estos dos textos). Bien,
Durkheim quiere fundar una ciencia nueva, piensen que estamos a fines del siglo XIX, y
para fundar una ciencia nueva lo primero que se necesita es definirle un objeto, un
objeto que sea propio, que no sea el objeto de otras ciencias. ¿De qué dos ciencias
quiere separar Durkheim a la sociología? Durkheim nos está diciendo: la sociología
quiere estudiar al ser humano, pero no va a estudiarlo como la biología, no va a
estudiar al ser humano como organismo, como ser biológico. ¿Y cuál será la diferencia
con la psicología? La psicología estudia al individuo, la conducta del individuo y su
psiquis, y la sociología no puede estudiar eso. Que entiendan esto último es
fundamental, porque eso les da una ayuda tremenda para entender el concepto de
HECHO SOCIAL. La sociología quiere estudiar a los hombres. ¿Qué cosas de los
hombres? Todo. Fíjense que Durkheim dice que el hecho social son formas de hacer,
sentir o pensar. La sociología estudia las acciones, pero también los sentimientos y los
pensamientos, todo lo que puede hacer un hombre. Pero eso también lo hace la
psicología: estudia sentimientos, pensamientos y conductas. Lo que las distingue es el
modo en que las estudian. Durkheim nos dice que un hecho social son formas de
hacer, sentir o pensar. Pero acabamos de ver que eso no alcanza. ¿Qué
características deben tener esas formas de hacer, sentir o pensar para que las
consideremos hechos sociales, es decir, objetos de estudio de la sociología? 1) Esos
modos de hacer, sentir, etc. tienen que ser exteriores a los individuos. 2) Tienen que
ejercer presión sobre ellos, tienen que tener un carácter coercitivo. 3) Exteriores quiere
decir que el hecho social, dice Durkheim, tiene que existir más allá de los individuos,
tienen que tener una existencia propia. Por eso dice Durkheim que la sociedad es un
hecho "sui generis", es decir, producido por sí mismo. Esto parece fácil, pero es
bastante complejo de pensar: Durkheim nos está diciendo: Si por ejemplo, yo veo un
montón de gente haciendo lo mismo, yendo a la mañana al trabajo, que haya una gran
cantidad de gente haciendo lo mismo, no me alcanza para decir que es un hecho
social. Yo tendría que demostrar que el hecho de que toda esa gente está yendo al
trabajo lo hace porque es algo exterior a ellos, que el hecho de ir al trabajo, existe más
allá de las personas que lo hacen. El segundo carácter de los hechos sociales es que
son coercitivos. Los hechos sociales siempre ejercen presión sobre los individuos. Sí,
siempre, sólo que es muy frecuente que no sentimos esa presión. ¿Por qué no la
sentimos? Dice Durkheim que lo que ocurre es que en la socialización internalizamos
los hechos sociales, los volvemos propios, a tal punto que ya no percibimos la presión.
Por eso pone el ejemplo de la educación, no sé si lo vieron. Dice: imagínense la terrible
presión que es necesaria para que un nene se lave las manos, no se haga encima,
vaya al baño, se bañe, no ande caminando desnudo. Todo eso nosotros ya no lo
sentimos como presión. Sólo sentimos la presión, dice Durkheim, cuando intentamos ir
contra el hecho social: sentir, pensar, o actuar distinto. Cuando se va contra el hecho
social, aparece otra señal que nos sirve para darnos cuenta en qué momento estamos
frente al hecho social: la sanción. La presión del hecho social va acompañada siempre
de sanciones. Pueden ser sanciones graves, como cuando mato a alguien y voy preso,
estoy violando una norma social. Pero pueden ser sanciones muy sutiles, dice
Durkheim, como la risa o la burla cuando me visto mal: estoy violando una norma
social, también: la moda. Tercera y última característica del hecho social: es general,
dice Durkheim, pero porque es colectivo. Esto es importante: general quiere decir que
es una forma de actuar, sentir o pensar que está generalizada, no es muy difícil. ¿Esto
quiere decir que tiene que estar generalizada a TODA LA SOCIEDAD? NO. Puede
estar generalizada dentro de un determinado grupo. Por ejemplo, puedo decir que irse
a vivir a un country en las afueras de la capital es un hecho social. Está generalizado,
pero dentro de una clase social. Ahora bien, lo importante de retener es que Durkheim
dice: es general POR SER COLECTIVO. Durkheim nos da esa aclaración, porque si no
se estaría contradiciendo. Porque ya nos había dicho que él no quería estudiar
individuos, entonces, que un conjunto de individuos hagan lo mismo no me alcanza
necesito que hagan lo mismo porque el hecho social existe fuera de ellos, es externo,
ejerce presión. Sólo que a veces no sentimos que es externo. En definitiva, esto no lo
dice Durkheim, pero se los digo yo para aclarar un poco, cualquier conducta,
sentimiento o pensamiento puede ser visto como un hecho social. Veo un tipo haciendo
algo. Seguramente hay cuestiones individuales, él tiene motivos propios, tiene una
psiquis que es distinta a la de los demás. Pero seguramente hay ahí algo también
social. Durkheim escribe un libraco que se llama "El suicidio". Y yo creo que no lo hace
por casualidad. Lo hace para demostrar que hasta ese acto más personal, más ligado
en general a la psiquis de un individuo, puede ser pensado sociológicamente. Es decir,
puede ser pensado como un hecho social. Y encuentra cosas importantes: que los
católicos se suicidan menos que los protestantes, que en épocas de crisis económica
los suicidios bajan en lugar de subir, etc. Y eso no niega que el que se suicida esté
medio pirado, o tenga sus problemas individuales.

Durkheim no lo dice así, pero en realidad el hecho social, yo te diría que no existe por
sí mismo, sino que es más bien una forma de "mirar la realidad". Veo el suicidio, y en
lugar de preguntarme qué pasa al tipo, me pregunto: ¿hay en el acto de ese tipo algo
que está más allá de él, que lo coerción, etc.?

Durkheim piensa que la herramienta fundamental de la sociología son las encuestas los
estudios de población, y todo eso. Si yo veo un tipo que se suicida, eso no es nada,
pero si te digo que veo que durante un período de diez años hay en tal grupo una tasa
de suicidios del 5%, y en tal otro una tasa de suicidios del 15%, ahí pasa algo.

Norbert Elías - Introducción en “Sociología fundamental”

“Si se quiere entender de qué trata la sociología hay que ponerse previamente en
situación de interpelarse mentalmente a sí mismo y de hacerse cargo de uno como una
persona entre otras.

La tarea de ampliar y hacer más fiable la comprensión de los elementos coactivos en


general y el saber acerca de ellos en cada campo específico de investigación se sitúa,
por consiguiente, en el centro del trabajo teórico y de investigación de la sociología.
Entre las tareas de la sociología se cuenta no sólo la investigación y la explicación de
las regularidades científicas a que se encuentran sometidos los hombres en
determinadas sociedades o grupos empíricamente observables, o en la sociedades en
general, sino también librar al pensar y al hablar acerca de tales regularidades de sus
ataduras a modelos heterónomos y desarrollar poco a poco, en substitución de la
terminología y conceptualización acuñadas ateniendo a representaciones mágico-
míticas o bien a representaciones científico-naturales, otras que se ajusten mejor a la
peculiaridad de las figuraciones sociales formadas por individuos.

La tarea que se impone hoy también en la sociología, en una fase nueva de la


experiencia y la reflexión, en permanente acoplamiento con el caudal creciente de la
investigación empírica concreta, consiste en dejar de lado muchos modelos
tradicionales de pensamiento y de saber y desarrollar en su lugar, en el curso de las
generaciones, otros instrumentos de lenguaje y pensamiento más adecuados a la
peculiaridad de los problemas que plantean los entramados humanos. Muchos de los
sustantivos que se utilizan en las ciencias sociales -como en la vida cotidiana- están
constituidos como si hiciesen referencia a objetos físicos, objetos visibles y tangibles
situados en el espacio y en el tiempo, presentes con independencia del conjunto de los
humanos. Un reaprendizaje y un cambio así en el pensamiento de muchas personas,
incluyendo su habituación a todo un conjunto de nuevos conceptos o al nuevo sentido
de los viejos, requiere habitualmente una sucesión de dos o tres generaciones y, con
mucha frecuencia, un período aún más prolongado. Conducir las palabras y los
conceptos por entre los poderosos modelos de la física y la metafísica es difícil. Una
reorientación de este género depende de los esfuerzos convergentes de muchas
personas, y en última instancia de la marcha del desarrollo social global, de la
evolución del entramado humano en su conjunto. La particular dificultad de la situación
actual de las ciencias sociales estriba en que la posibilidad del tránsito a un
pensamiento menos fantasioso y más cercano a la realidad es más reducida cuanto
mayor sea la furia y el apasionamiento de esas luchas es tanto más incontrolable
cuanto más fantasioso y alejado de la realidad sea el pensamiento del hombre. Las
amenazas y coacciones que atribuimos a las máquinas son siempre, consideradas más
de cerca amenazas y coacciones de grupos humanos interdependientes producidas en
sus recíprocas relaciones con ayuda de las máquinas. Es la fuerza destructiva de los
hombres, no a la de la bomba atómica, a lo que éstos han de temer o, dicho con más
exactitud, a la fuerza destructiva de los entramados humanos. El peligro reside no es
los progresos de las ciencias de la naturaleza y la técnica, sino en el aprovechamiento
de los resultados de la investigación y los inventos tecnológicos por los hombres bajo la
presión de una interdependencia que los entrelaza y de las luchas ligadas a ella por el
reparto de las posibilidades más variadas de poder. El estándar de autodisciplina, de
apartamiento de las motivaciones personales egocéntricas y la consiguiente objetividad
del pensar y el observar en el trabajo científico y tecnológico apoyado en un control
recíproco de los investigadores comparativamente eficaz, es bastante elevado. En
cambio, es relativamente reducido el margen para la influencia sobre los resultados de
la investigación por fantasías egocéntricas o teocéntricas no susceptibles de
contención y control mediante una cuidadosa confrontación con investigaciones
concretas. Por lo que hace a la convivencia social, los hombres están aún en gran
medida, en cuanto al pensamiento y la acción, en el mismo nivel de desarrollo
representado por el pensamiento y la conducta de los hombres medievales frente a la
peste. En estos terrenos las personas se encuentran todavía hoy expuestas a
inquietudes y motivos de depresión que les son inexplicables; y dado que no pueden
vivir sus desgracias sin una explicación, las explicaciones vienen dictadas por la
fantasía. El hecho de que el plano humano-social del universo esté formado por
personas, por nosotros mismos, nos induce a olvidar fácilmente que sus desarrollos,
sus estructuras y sus modos de funcionamiento, así como su explicación son para
nosotros, para los hombres algo en principio no menos desconocido que el desarrollo,
las estructuras, los modos de funcionamiento y las explicaciones de los planos físico-
químicos y biológicos y que han de ser algo a descubrir poco a poco en no menor
medida.”

Elías justamente critica la idea de que pueda pensarse a la sociedad como separada
del individuo. Elías dice, entonces, que esta idea muy propia de las ciencias sociales,
pero también de cualquier persona, de que se piensa a la sociedad como separada del
individuo, viene de lo que él llama el "modelo egocéntrico". ¿Cuál es el principal
problema que él ve en ese modelo egocéntrico? El individuo está en el centro, pero el
problema que tiene Elías con todo eso, es que cuando el individuo queda separado de
la sociedad, la sociedad aparece cosificada. Eso quiere decir, que si pensamos a la
sociedad como algo que está más allá de las personas la pensamos como si fuera una
cosa, la pensamos como si tuviera los mismos atributos que tienen las cosas. Elías
dice que el mundo social no tiene leyes que sean independientes de las personas, y
además tiene un sentido. Las personas interpretan lo que hacen y lo que hacen los
demás, les dan valores, etc. Entonces, justamente por esa diferencia que hay entre el
mundo natural (de las cosas o los objetos) y el mundo social, no podemos pensarlos
del mismo modo. No podemos tratar a la sociedad, o a una institución social, como si
fuera una cosa, como si tuviera una vida propia independiente de las personas que la
forma. Cuando Elías nos dice que no hay que "cosificar" nos está diciendo que no se
puede tratar lo social como hechos naturales. No es que estén diciendo exactamente lo
mismo, pero hay una relación muy fuerte. Entonces, el modelo egocéntrico, que todos
saben qué es, tiene el problema de que produce una mirada codificadora de lo social.
¿Por qué se produce esto? Elías tira tres factores:

1) El primero es que las figuras sociales, efectivamente ejercen una presión sobre los
individuos. Esto es importante, porque les deja ver que Elías se opone a la cosificación,
pero tampoco nos está diciendo que podemos pensar la sociedad como un conjunto de
individuos que hacen lo que quieren, como una sumatoria de individuos. Las
interacciones y las relaciones de poder hacen que efectivamente los individuos sientan
la presión social, y eso hace que el esquema mental más fácil para entender esa
presión sea el egocéntrico, como cuando decimos que la "sociedad nos presiona
para..."

2) El segundo factor es que las ciencias sociales han nacido tomando los modelos de
las ciencias naturales o físicas, que eran las ciencias dominantes y prestigiosas en el
siglo XIX. Un ejemplo clarísimo de eso es Durkheim. En el texto de Durkheim van a
encontrar muchas "palabras" tomadas de las ciencias naturales (como cuando
distingue hechos sociales morfológicos y fisiológicos).

3) El tercero sería la continuidad de lo que llama un pensamiento mítico mágico.


Básicamente, uno podría decir que ese pensamiento es el extremo opuesto de la
cosificación es la personificación, es pensar a la sociedad como si fuera una persona,
que piensa, tiene motivos, tiene fines como cuando decimos: "lo que la sociedad
quiere... o "el sistema busca que todo hagamos tal cosa..."

Entonces, les decía que tienen que leer los títulos de las unidades. Y esta unidad que
estamos viendo hoy se llama: "Construcción del objeto de la sociología". Entonces en
Elías vamos a tener un autor que también se pregunta por el objeto de estudio de la
sociología, pero que lo hace mucho tiempo después que Durkheim, y que, en cierta
medida, uno podría decir que se opone precisamente a lo que propone Durkheim.
¿Cuál es el problema que afronta el texto de Elías, de qué problema parte? El
problema que plantea Elías, básicamente, es que las ciencias sociales, o si quieren con
más precisión la sociología, tienen serios problemas para encontrar un modelo de
pensamiento y conceptos que sean adecuados al objeto que estudian. Elías dice: el
objeto de estudio de la sociología, finalmente son los hombres. Las acciones humanas,
los pensamientos, las relaciones que establecen los hombres. Pero los hombres, a
diferencia de los objetos del mundo natural, sean animados o inanimados, le dan
sentido a las acciones que hacen, le dan sentido a las acciones de los demás, tienen
intenciones, etc. Entonces el objeto de las ciencias sociales no tiene nada que ver con
el de las ciencias naturales. Si queremos hacer sociología de la misma manera que un
físico estudia la ley de gravedad, o que un biólogo estudia un árbol, es un desastre. No
vamos a entender nada, y nos vamos a hacer finalmente representaciones fantasiosas,
es decir, que no coincide con la realidad de ese objeto. Elías reclama un cambio
importante en el lenguaje y los modelos de pensamiento de las ciencias sociales. Dice,
las ciencias sociales tienen que conseguir un modelo propio, tal como hicieron las
ciencias exactas o naturales en su momento.

¿Cuál es ese modelo inadecuado, que nombre le da Elías? Elías resume todo eso que
quiere criticar en lo que llama el modelo egocéntrico. Ese modelo es el modelo con el
que el "hombre de la calle" piensa la sociedad, pero también, dice Elías,
lamentablemente es el modelo de la sociología. Lo fundamental de ese modelo es que
piensa al individuo y a la sociedad como realidades separadas, como entes distintos.
Piensen un segundo en el hecho social... ¿Ven la crítica a Durkheim?
José M.--> dice: si, el hecho social como algo externo fuera del hombre

Para Durkheim eso era el punto de partida, lo mismo que Elías critica. Durkheim nos
dice: si no separamos la sociedad del individuo, no hay sociología. Y Elías nos dice que
no, que eso es un modelo fantasioso. ¿Cuál es el efecto que produce el modelo
egocéntrico (¡palabra clave!)? La cosificación, pero no de los conceptos, sino de la
sociedad, de las instituciones. Si concibo a la sociedad como separada del individuo,
como algo que vive independientemente del individuo, que tiene leyes que están más
allá de los individuos, que tiene una realidad propia (como hacía Durkheim) entonces
estoy tratando a la sociedad como si fuera un planeta, como si fuera un árbol, la ley de
gravedad, etc. En definitiva, como si fuera una cosa, como si fuera un objeto. Tratar a
un árbol como algo que es independiente de los individuos, está muy bien, pero tratar a
la sociedad así, ¡NO! Es un desastre. ¿Por qué es un desastre? Porque la sociedad no
es más que la interacción de distintos individuos. El problema es que cuando decimos
"sociedad", en última instancia nos estamos refiriendo a las interacciones que
establecen los individuos. Bueno, entonces imaginen alguien que nos dice: "No, lo que
pasa es que el sistema te corrompe". Y Elías le diría: "¿El sistema? ¿Qué sistema? Lo
que vos llamas "sistema" somos nosotros mismos interactuando, no hay algo que tenga
vida propia por encima de nosotros. Elías encuentra dos factores que pueden explicar
la vigencia y la fuerza que tiene el modelo egocéntrico: uno es el lenguaje, el lenguaje
con el que contamos no nos permite expresar esas relaciones adecuadamente, el
lenguaje con el que contamos cosifica. El segundo es que, a pesar de que decimos que
la sociedad es un entramado de interrelaciones, etc., también es cierto que esas
interrelaciones en las que nos encontramos nos presionan de cierto modo. Entonces,
para expresar esa presión, usamos esas figuras cosificadas. Yo puedo decirte:

, la universidad no es una cosa, no es algo separado de vos, que está por encima tuyo,
la universidad finalmente son las interrelaciones que sostenemos nosotros diariamente,
nosotros y todos los demás. Pero que vos formes parte de esas interrelaciones, no
quiere decir que seas libre, que hagas lo que quieras, y que puedas hacer con esas
interrelaciones (con la universidad), lo que se te antoja. Las interrelaciones ejercen
cierta presión sobre vos. La idea de Elías es abandonar un modelo (el egocéntrico) y
tomar otro. El de las interacciones, interdependencia, con relaciones de poder
inestables.

John Red - Problemas fundamentales de la teoría sociológica - Cap 3: El objeto


de estudio de la sociología

Los enunciados sociológicos (los enunciados acerca de las relaciones sociales) se


refieren a entidades teóricas complejas. Se hace necesario elaborar algún conjunto de
reglas que sirvan para identificar los enunciados relativos a entidades empíricas que
puedan ser considerados relevantes para la verificación o refutación de proposiciones
teóricas. La esencia del problema de definir el objeto de estudio de la sociología reside
en mostrar qué entidades empíricas son pertinentes en este sentido.

· La definición de los hechos sociales como “externos”: Durkheim reconoce que hay
una clase distinta de determinantes específicamente sociales de la conducta. Su
característica específica es su carácter externo desde el punto de vista de un individuo
que participa del sistema social. Un hecho social, nos dice, es “toda manera de actuar
que sea general en una sociedad dada y que, al mismo tiempo, exista por derecho
propio, independientemente de sus manifestaciones individuales.

El estudio empírico de las leyes supone en sí mismo un procedimiento metodológico


complejo, y el ámbito de los datos sociológicos no queda en modo alguno agotado con
este estudio. La noción de “ley” es algo que construyen los participantes y los
observadores para explicar económicamente la correlación entre esas uniformidades
en la conducta de los participantes, la existencia independiente de un trozo de papel
escrito y la aplicación de sanciones o la creencia en la probabilidad de su aplicación.

“Sin dudas, esta distinción (entre los hechos sociales existentes independientemente y
sus manifestaciones) no siempre se manifiesta con igual claridad, pero sus existencia
obvia en casos importantes y numerosos ya citados basta para probar que el hecho
social es una cosa distinta de sus manifestaciones individuales. Además, aun cuando
esta disociación no aparezca inmediatamente, a menudo se la puede descubrir
mediante ciertos recursos metodológicos. Tal disociación es indispensable, si se
quieren separar los hechos sociales de sus aleaciones, para observarlos en estado de
pureza. Con una intensidad que varía según el tiempo y el lugar, las corrientes de
opinión impelen a ciertos grupos, por ejemplo, el aumento de los matrimonios o de los
suicidios, o provocan un ascenso o una disminución del índice de natalidad, etc. Estas
corrientes son, evidentemente, hechos sociales, A primera vista pueden parecer
inseparables de las formas que adoptan en casos individuales, pero la estadística nos
brinda los medios de aislarlas. De hecho, están representadas con considerable
exactitud por los índices de natalidad, de matrimonios y de suicidios…”

Las corrientes sociales son variables teóricas introducidas por el sociólogo y los
índices estadísticos son el medio para verificar las proposiciones referentes a ellas.
Esas variables teóricas están definidas operacionalmente en términos del conjunto de
estadísticas particulares.

· La ciencia de la cultura y la ciencia de la sociedad: Los hechos sociales típicos son las
leyes y costumbres, el contenido de la educación y las corrientes de opinión. Uno de
los hilos del pensamiento de Durkheim lo llevaba continuamente a la idea de que hay
una “sociedad” total, con autoridad moral sobre el individuo, y que aceptamos como
obligatorios las leyes, costumbres y otros aspectos normativos de nuestra herencia
social porque son las reglas de la sociedad. Si decimos que nuestro objeto es el
estudio y la comparación de sociedades humanas, debemos estar en condiciones de
decir qué son las entidades básicas de las que nos ocupamos. Otro hecho fundamental
de la sociología de Durkheim es que su énfasis en el carácter externo de los hechos
sociales le impidió analizar el concepto elemental de relación social.

Henry Medras

- Elementos de sociología - Cap 5: La regulación social: Valores, nombras y


costumbres

El poder espiritual tiene por objeto el gobierno de la opinión, o sea, el


Mantenimiento de los principios que deben regir las diferentes relaciones sociales.

1. Los valores: Toda sociedad define lo que está bien y lo que está mal. Al implicar,
trascendencia y superioridad, un valor se impone al individuo como evidencia y
absoluto, matizable, si se quiere, pero nunca puesto en entredicho. Por supuesto, los
valores varían con las civilizaciones e incluso, en el interior de una misma civilización,
con los grupos y categorías sociales. Los valores se organizan en un “ideal”, propuesto
por la sociedad a sus miembros, ideal que es algo más que un simple futuro al que se
aspira. En una sociedad dada, los valores se organizan en un sistema o es cala de
valores que tienen que guardar cierta coherencia, aun cuando implique alguna
contradicción. Si el sistema de valores, en especial la moral teórica, tiene que ser
congruente con la ideología, los mitos y creencias de un grupo social tienen que ser
también congruentes, en forma de moral práctica, con la organización y el
funcionamiento de la vida social y económica. El hecho de que la transformación de
estructuras sociales coincida con transformaciones morales no quiere decir,
evidentemente que unas sean causa de otras.

2. Normas y costumbres: El estudio de las normas es particularmente difícil, puesto que


si bien la diferencia teórica entre valor, norma y opinión está suficientemente clara y
precisa, en la práctica es mucho más difícil aislar una norma social y estudiar su
funcionamiento en un grupo. La norma se reconstruye como resultado de un estudio de
datos diversos, opiniones, comportamientos y normas sociales. Existe una diferencia
entre la opinión común y la norma: en un grupo, cuando existe una norma, los
miembros del grupo están dispuestos a sancionar y a intervenir si se infringe la norma.
Cuando una opinión común se fortalece, todo el mundo dirá que hay que hacer algo
para que se respete: en ese momento se convierte en una norma. El posible paso de
una a otra permite comprender la constitución de las normas. Existen dos categorías de
normas sociales que pueden estudiarse directamente sin recurrir a las complejas
técnicas de la psicología social. Son las que están codificadas por el derecho y
sancionadas por el poder público y las rituales izadas en las costumbres y los
comportamientos habituales. Las primeras conciernen a la sociología del derecho que
trata de cómo el aparato jurídico de una colectividad varía adaptándose a las
transformaciones sociales de dicha colectividad, y de cómo influir sobre esas
transformaciones reformando las leyes. La sociología de las costumbres está mucho
menos desarrollada. Los sociólogos se interesan más por los comportamientos que
difieren de individuo a individuo, que por los comportamientos ritual izado y común a
todos los miembros de un grupo o de una colectividad. Un sistema de normas bien
conocido y bastante complejo es el de las normas de urbanidad. En las relaciones entre
individuos, se admite la necesidad de observar algunas formas. El individuo aplica a sí

Determinadas sanciones con respecto a normas de su grupo, y la observación de una


norma no depende, por lo tanto, sólo de sanciones exteriores. La institucionalización y
virtualización de las normas se lleva a cabo mediante la interiorización, pero también
estableciendo un sistema de sanciones. Por lo general, lo que se institucionaliza no es
una norma determinada, sino un conjunto de normas, o un sistema de normas. Una
institución es un conjunto de normas que se aplican a un sistema social, definiendo lo
legítimo e ilegítimo en el sistema. En un sentido más corriente, la palabra “institución”
hace referencia al sistema social mismo al que se aplican esas normas. A un nivel más
general encontramos los valores propiamente dichos. Nos referimos a la seguridad, la
honestidad, el éxito, la solidaridad, etc. Después nos encontramos con la forma que
asumen estos valores aplicados a un determinado rol: es entonces cuando se habla de
normas.

3. Conformidad, inadaptación y anomia (conjunto de situaciones que derivan de la


carencia de normas sociales o de su degradación): La existencia de normas y el
respeto que se les debe son dos cosas diferentes. Existen normas a las que nadie se
acomoda, a pesar de que todo el mundo las acepta, en cualquier situación social,
tropezamos con un gran número de personas que no se conforman a ninguna norma:
se trata del fenómeno de la inadaptación, por oposición a la conformidad, la que puede
explicarse por una adhesión entusiasta o por el hecho de una disciplina impuesta. Es
decir, la gente actúa, o bien de acuerdo, o desviada de determinadas normas. En
ningún sistema social se pide a los miembros que se adhieran perfectamente a las
normas y el grado de laxitud o tolerancia es una de las características de un grupo o de
un sistema. El recién llegado, a falta de otra información, piensa que el reglamento es
una cosa rígida. El veterano sabe ya dónde tira y dónde afloja. Uno puede ser
“marginal” por muchas razones. Para uno, los fines propuestos le parecen inaccesibles,
mientras que al otro le resultan inútiles. La violación de la norma resulta del conflicto
existente entre las normas y los roles. Algunas formas específicas de inadaptación
derivan de un posible conflicto entre los valores esenciales de una sociedad y los
medios a disposición de determinadas categorías de personas para aplicar estos
valores en su vida diaria. La mayoría vive ese conflicto entre los valores sociales
dominantes y su situación presente, conformándose a las normas de los grupos a los
que pertenecen y mirando los valores de la sociedad global como ideales, pero
demasiado lejos de ellos. La anomia es un desarreglo en la sociedad tendente a
debilitar la integración de los individuos que acaban por no saber cuáles son las
normas que deben seguir. Las normas de las que disponen los individuos vienen
dadas, mucho más que por la sociedad en su conjunto, por los grupos de pertenencia y
referencia.

1.3 Estructura de la vida cotidiana

Agnes Heller - La estructura de la vida cotidiana

La vida cotidiana es la vida de todo hombre. En ella se “ponen en obra” todos sus
sentidos, todas sus capacidades intelectuales, sus habilidades manipulativas, sus
sentimientos, pasiones, ideas, ideologías. La vida cotidiana es en gran medida
heterogénea. Son partes orgánicas de la vida cotidiana la organización del trabajo y de
la vida privada, las distracciones y el descanso, la actividad social sistematizada, el
tráfico y la purificación. La vida cotidiana también es jerárquica, y su forma concreta no
es eterna e inmutable, sino que se modifica de modo específico según las diferentes
estructuras económico-sociales. La heterogeneidad y el orden jerárquico (la condición
de organicidad) de la vida cotidiana coinciden en posibilitar un despliegue “liso” de la
producción y la reproducción, no sólo en el “campo de la producción” en sentido
estricto, sino también en lo que respecta a las formas del tráfico. El hombre nace ya
inserto en su cotidianeidad. La maduración del hombre significa en toda sociedad que
el individuo se hace con todas las habilidades imprescindibles para la vida cotidiana de
la sociedad (capa social) dada. El adulto ha de dominar ante todo la manipulación de
las cosas. La vida cotidiana es la verdadera “esencia” de la sustancia social. La vida
cotidiana es la vida del individuo. El individuo es siempre y al mismo tiempo ser
particular y ser específico. Eso no le distingue de ningún otro ser vivo si se considera
en sentido naturalista. Un hombre no puedo representar ni expresar jamás la esencia
de la humanidad. Lo que caracteriza esa particularidad social es la unicidad, la
irrepetibilidad que son hechos ontológicos fundamentales. Las necesidades humanas
se hacen siempre conscientes en el individuo como necesidades del Yo. Todo
conocimiento del mundo y toda pregunta referente al mundo que se motiven
directamente por ese “Yo” único, por sus necesidades y sus pasiones, es una cuestión
de la particularidad. También lo específico, está “contenido” en todo hombre, y
precisamente en toda actividad que sea específica aunque sus motivos sean
particulares. Es posible considerar humano-específicos en su mayoría los sentimientos
y las pasiones, pues su existencia y su contenido pueden ser útiles para expresar y
transmitir la sustancia humana. El individuo (la individualidad) contiene tanto la
particularidad cuanto lo específico que funciona consciente e inconscientemente en el
hombre. El desarrollo del individuo es ante todo función de su libertad fáctica o de sus
posibilidades de libertad. La ética como motivo (lo que llamamos moral) es algo
individual, pero no una motivación particular: es individual en el sentido de actitud
libremente adoptada (con libertad relativa) por nosotros ante la vida, la sociedad y los
hombres. La vida cotidiana está cargada de alternativas, de elecciones. Cuanto mayor
es la importancia de la moralidad, el compromiso personal, la individualidad y el riesgo
(que siempre van juntos) en la decisión sobre una alternativa dada, tanto más
fácilmente se yergue ésta por encima de la cotidianeidad y tanto menos es posible
hablar de una decisión cotidiana. Ningún hombre es en realidad capaz de obrar de tal
modo que su acto se convierta en ejemplo universal, porque todo hombre actúa
siempre como individuo concreto y en una situación concreta. Los conflictos extremos y
puramente morales se producen en los casos en que la motivación moral se hace
determinante y su impulso, su finalidad y su objeto se han de entender como servicio a
la elevación hasta lo específico. La cima de la elevación moral por encima de la
cotidianeidad es la catarsis. En la catarsis el hombre se hace consciente de lo humano
específico de su individualidad.

Las formas de elevación por encima de la vida cotidiana que producen objetivaciones
duraderas son el arte y la ciencia. El medio de la abolición-superación parcial o total de
la particularidad, de su arranque de la cotidianeidad y su ascenso a los específico, es la
homogenización, que significa, por una parte, que concentramos toda nuestra atención
sobre una sola cuestión y “suspendemos” cualquier otra actividad durante la
satisfacción de la anterior tarea; y por otra parte, que aplicamos nuestra entera
individualidad humana a la resolución de esa tarea.

Características de la vida cotidiana:

• Espontaneidad: como ya lo señalamos, es la característica dominante de la vida


cotidiana, aun cuando en las distintas actividades se manifieste en distintos niveles. La
asimilación de las costumbres, las modas, el comportamiento consuetudinario exigen
para su explicación la espontaneidad. Si nos pusiéramos a reflexionar sobre formas y
contenidos de las actividades cotidianas no podríamos llevarlas a cabo, imposibilitando
así la producción y reproducción de la vida humana.

• Probabilidad: en el plano de la posibilidad, de sus actividades y las consecuencias de


éstas, hay una relación objetiva de probabilidad. Siempre se utilizan consideraciones
probabilísticas para llevar a cabo una acción, lo que incluye una mínima proporción de
riesgo imprescindible y necesario para la vida.

• Economicismo: una acción realizada en base a la probabilidad, muestra el


economicismo de la vida cotidiana. La acción y el pensamiento cotidianos se
manifiestan en la medida que es imprescindible para la misma continuación de la
cotidianeidad.
• Pragmatismo: el pensamiento cotidiano se orienta a la realización de las actividades
cotidianas. Por ello afirmamos la unidad inmediata del pensamiento y la acción en la
vida cotidiana. Esta unidad implica la inexistencia de una diferenciación entre “acierto” y
“verdad” en la cotidianeidad: lo acertado es inmediatamente “verdadero”. Por
consiguiente, la actitud de la vida cotidiana es absolutamente pragmática. Por otra
parte, debemos tener en cuenta que, en la vida cotidiana, el conocimiento se limita al
aspecto de la actividad. Ello se debe el “espacio diferenciado” que ocupan la fe y la
confianza.

• Ultra generalización: la generalización excesiva es característica del pensamiento


cotidiano. Los juicios ultra generalizadores son todos juicios provisionales, confirmados
por la práctica (o, por lo menos, no refutados por ella) en tanto nos permiten obrar y
orientarnos. Pero, cuando se trata de ir más allá de la cotidianeidad, de poner en juego
nuestra entera individualidad y, por consiguiente, nuestra moral, debemos abandonar
los juicios provisionales que, arraigados en la particularidad y basados en la fe, se
constituyen en prejuicios. Los juicios provisionales y los prejuicios son ejemplos
particulares de la ultra generalización.

• Precedentes: son indicadores “útiles” para definir nuestras actitudes. Si sabemos cuál
fue la actuación de otro en tal situación, nos manejamos teniendo en cuenta tal actitud.
Puede considerárselo como un fenómeno “positivo” en la mediad en que no imposibilite
la percepción de lo nuevo y único de una situación.

• Imitación: en la vida cotidiana no se actúa obedeciendo a preceptos, sino imitando a


otros. Ni el trabajo ni el tráfico social serían posibles sin imitación.

• Entonación: la entonación tiene una señalada importancia en la vida cotidiana, tanto


en la evaluación y configuración de nuestras actividades como en lo que respecta a las
de los otros hombres, la comunicación, etc. Un hombre, al incorporarse a un medio
determinado, produce en torno suyo una atmósfera tonal específica que lo rodea en
forma permanente. La persona que no posee dicha entonación carece de
individualidad, y la que no es capaz que percibirla es insensible para un aspecto muy
importante de las relaciones humanas.

Hoy tenemos que ver uno de los textos más difíciles del primer examen, el texto de
Heller. Es en realidad la introducción a un libro, entonces tiene la ventaja de ser corto, y
la desventaja de que hay mucho contenido apiñado, sin demasiado desarrollo. ¿Cuál
dirían que es el problema que aborda el texto? El problema es la vida cotidiana, y eso
es un problema porque las ciencias sociales no habían tomado, hasta un tiempo
relativamente reciente, la vida cotidiana como objeto de estudio. Siempre se pensaron
los "grandes problemas sociales" pero no se había hecho una sociología de la vida
cotidiana. Lo primero entonces que nos va a dar Heller es una definición muy precisa
de qué es la vida cotidiana. Hasta este momento trabajábamos con una definición de
"sentido común". Entendíamos como vida cotidiana aquello que una persona hace con
frecuencia, todos los días. Pero como definición es muy insuficiente, porque no todos
hacemos lo mismo, y además hay cosas que no hacemos todos los días y que uno
puede considerar como cotidianas. Heller dice que la vida cotidiana es el ámbito de la
vida social en que se reproduce la persona y se produce la reproducción social. ¿Qué
sería la reproducción social? En general, creo que es claro para todos que una
sociedad debe producir para subsistir. Producir bienes, por ejemplo. Pero además,
debe producir las condiciones que permiten producir esos bienes: podemos hablar de
aspectos económicos, como el mantenimiento de máquinas, edificios, calles, etc., pero
también de aspectos culturales o simbólicos, como las normas sociales. Entonces,
decimos que una sociedad debe PRODUCIR, pero al mismo tiempo REPRODUCIR las
condiciones a partir de las cuales puede producir. Es toda la primera página estoy
intentando darle una forma más entendible y esquemática. Por ahora, lo que estamos
diciendo corre para la sociedad capitalista como para cualquier otra: toda sociedad
debe reproducir las condiciones en las cuales produce y distribuye los bienes que
produce. Por eso Heller va a decir que la vida cotidiana es una realidad que existe en
cualquier tipo de sociedad, que toda sociedad tiene una vida cotidiana. Entonces,
reproducción social sería producir las condiciones en las cuales se producen los
bienes. La vida cotidiana es el ámbito de la sociedad en el cual se produce la
reproducción. Eso quiere decir que se generan las condiciones para que la sociedad
siga existiendo tal como existe. Pero es también el ámbito en que las personas se
reproducen, "los particulares", como dice Heller. Yo estoy acá dando clase, y al tiempo
que reproduzco mis condiciones de vida, estoy reproduciendo el sistema educativo, en
este caso, el universitario. Justamente por eso, es que la vida cotidiana es entonces
HETEROGÉNEA, porque las actividades que son necesarias para la reproducción
social y la propia son muy diversas: tengo que hacer limpieza, comer, cocinar, cuidar
de mis hijos o abuelos, trabajar, en mi caso leer y estudiar, distraerme, etc. La
heterogeneidad refiere al carácter completamente diverso de las actividades que
conforman la vida cotidiana. Ahora bien, podría uno preguntar: ¿cómo es posible que
una sociedad se reproduzca en semejante caos? Entonces, si la vida social puede
desarrollarse, a pesar de la heterogeneidad (si puede haber un "liso despliegue", dice
Heller) es porque ese conjunto de actividades está ordenado según una jerarquía. Por
eso la vida cotidiana es jerárquica, además de heterogénea. Por ejemplo, si ustedes
toman las actividades que hace una persona en su vida, en una sociedad como la
nuestra, capitalista, la actividad de mayor importancia es el trabajo. Esto se modifica
según las diferentes estructuras económico-sociales. Esa jerarquía no es subjetiva,
está impuesta por la estructura socioeconómica de la sociedad en la que nos
encontremos, y el grupo social al que pertenezcamos. Por ejemplo, para un señor
feudal, su actividad cotidiana más importante era la guerra. Por eso Heller dice
"jerarquía espontánea", con eso quiere decir que se nos impone de un modo irreflexivo,
sin que siquiera tomemos una decisión consiente

. Bueno, resumo hasta acá: 1) Vida cotidiana 2) Heterogeneidad 3) Jerarquía. Ahora


entramos en los conceptos más importantes de todo el texto, sino entienden esto, no
entienden nada: los conceptos de ser particular y ser específico. Habrán visto que
Heller habla de la maduración del hombre, y en el párrafo siguiente hace una
comparación entre los hombres y los demás seres vivos, o al menos los animales.
Heller está intentando decirnos lo siguiente: A diferencia de los animales, de los cuales
uno podría pensar que tienen su crecimiento o su maduración "biológicamente
programada", el hombre deviene maduro a medida que incorpora las reglas o normas
de la sociedad en la que vive, reglas o normas que aprende también a medida que
aprende a manipular los objetos. Bueno, pero entonces eso quiere decir que cada
hombre es único e irrepetible, pero es único e irrepetible en el modo en que adquirió,
incorporó, se formó, a partir de las reglas normas sociales en las que vive (incorporó de
manera única). Entonces, soy único e irrepetible, y eso quiere decir que tengo un ser
particular, que soy en un sentido particular pero soy particular en el modo en que me
formé incorporando, haciendo propias, las formas de vida de y de organización social
de la especie y eso quiere decir, entonces, que soy también un ser específico, que de
algún modo viven en mí, estoy habitado por las formas de organización social y de vida
en las que me encuentro. La diferencia es que uno hace referencia, al carácter social
del hombre (ser específico) y el otro hace referencia a lo que lo hace distinto de todos
los demás.

(¡Parece un piropo!), sus específica porque ese ser particular nació de la forma en que
incorporaste o te formaste como ser social, aprendiendo normas, aprendiendo a hablar,
a relacionarte con los demás, etc. Bueno, entonces tiene que quedar bien claro que ser
particular y ser específico no son dos personas distintas, ni siquiera dos tipos de
personas, sino que son dimensiones que componen el ser de cada hombre, lo que
cada hombre es, todos somos al mismo tiempo seres particulares y seres específicos.
Ahora bien, aquí pasamos al problema siguiente, que es el de la relación entre el ser
particular y el ser específico en la vida cotidiana. Si, como dijimos, todo hombre es
particular y específico al mismo tiempo, lo que puede cambiar es el grado en que
seamos conscientes de ello. Por eso es que Heller dirá que hay, en la vida cotidiana,
una tendencia a que ser particular y específico coexistan "en muda comparecencia".
Quiere decir que ambos (obvio, por lo que ya dijimos) se encuentran presentes, pero
están sin comunicación, como "mudos". La tendencia de la vida cotidiana en las
sociedades capitalistas es a que la conciencia del ser particular oculte la conciencia del
ser específico. Es decir, soy consciente de que soy un ser único e irrepetible, distinto
de los demás, con necesidades propias, pero eso me oculta el hecho de que soy un ser
social, que incluso mi yo y mis propias necesidades son construidas o fueron
construidas socialmente. En algo se parece a Durkheim, pero eso es muy general, es lo
que diría cualquier sociólogo. En un sentido, Heller está tomando el mismo problema
que todos los autores que vimos hasta ahora: ¿cómo pensar la relación entre individuo
y sociedad? Sólo que la toma de un modo muy compleja, porque no nos dice que el
individuo es una cosa y la sociedad otra, como hacía Durkheim, o incluso Mills, nos
dice que EN el individuo mismo, como si dijéramos dentro de él, está la sociedad. El
individuo es un ser social. Bueno, si esta tendencia al ocultamiento del ser específico
llega a cristalizar, es decir, a volverse tan sólida que ya no permite en absoluto esa
conciencia, se produce el fenómeno de la extrañación. Cuando no soy consciente de
que estoy formado socialmente, de que mis propias necesidades son necesidades
sociales, ocurre que la sociedad se me aparece como algo EXTRAÑO a mí mismo,
como algo ajeno, como algo independiente de mi propio ser, como algo, que tiene vida
propia y se me impone desde fuera. Un ejemplo muy facilito de pensar es lo que ocurre
con la economía. Uno siempre siente que la economía del país se mueve sola, que
tiene sus propias leyes, que no podemos manejarla y se nos impone. Pero la economía
es, en definitiva, todos nosotros haciendo y llevando nuestra vida cotidiana, la
economía somos todos nosotros cuando vamos a trabajar, cuando compramos, cuando
vendemos, etc. Aparece cosificada como dice Elías.

La sociología no tendría por qué dar salidas, pero Heller la da, o al menos nos da
conceptos para pensar esa "salida". Es lo que, al final del texto, llama "regimiento de
la vida". El regimiento de la vida sería el proceso opuesto al de la extrañación y estaría
indicando un proceso por el cual el hombre es consiente

De su ser particular y también de su ser específico, en ese sentido es capaz de


reconocer aquello que socialmente lo constituye, y por eso mismo (volvemos al
principio

) Puede romper con la "jerarquía espontánea" que impone la estructura


socioeconómica y reordenar conscientemente la jerarquía que ordene su vida
cotidiana. Una aclaración: la extrañación como el regimiento de la vida son procesos, y
son tendencias, no son dos estados dicotómicos, hay matices y grises, distintos grados.
Se reordena en base a una decisión consiente que, Heller espera, tenga que ver con
valores que permitan justamente hacer vidas cotidianas menos "extrañadas" y más
aptas para transformar conscientemente las sociedades en que vivimos. A Heller le
gustan mucho, lo habrán visto, los valores que implican la política, la ciencia y el arte.
Tiene una dosis fuerte de optimismo, aunque no lo diga, para ella (lo digo mal para que
se entienda) el problema no es que somos todos unos guachos, sino que no
desarrollamos la vida social de un modo consiente, no somos guachos, somos
inconscientes. Toda esta preocupación por la vida cotidiana surge en las ciencias
sociales después del fascismo y el nazismo. La pregunta que se hacía todo intelectual,
era ¿cómo es posible que millones y millones de personas, una sociedad entera, haya
podido apoyar un régimen social tan horroroso? Estaban extrañados, lo que ocurría
socialmente, se les aparecía como lo inevitable, como algo fuera de sus propias vidas.
Esa sería la respuesta de Heller, ¿no? Bueno, digo sólo una cosita más para que
termine de cerrarles el texto. Está toda la parte de las características de la vida
cotidiana (economicismo, juicios provisionales, etc.). Con eso Heller quiere señalar
cómo la vida cotidiana, necesariamente, tiende a generar una relación irreflexiva con el
medio social. Por eso va a decir más adelante, que la tendencia a la extrañación se
produce cuando esas características de la vida cotidiana, cristalizadas por la estructura
socioeconómica, se absolutizan.

Bueno, el texto de Heller comienza definiendo qué es la vida cotidiana, entonces es


importante para nosotros, porque hemos hablado mucho de la vida cotidiana, pero sin
una definición conceptual. Lo cotidiano a todos nos suena que es lo que hacemos con
frecuencia, habitualmente, etc. Pero eso no es ni de cerca una definición conceptual.
¿Cómo define Heller la vida cotidiana? Estamos en la primera página del texto. La vida
cotidiana es una dimensión presente en toda sociedad. Toda sociedad posee vida
cotidiana, pues la vida cotidiana es el conjunto de actividades en que los hombres
satisfacen sus necesidades. Al mismo tiempo, cada hombre, al satisfacer sus
necesidades personales, reproduce o participa en la reproducción de la sociedad en la
que vive. Seguimos en la primer página: dice Heller que, en tanto que la vida cotidiana
es el conjunto de actividades a partir de las cuales se da la reproducción social, la vida
cotidiana es HETEROGÉNEA. El hombre participa cotidianamente de muchas
actividades, pero esas actividades tienen un contenido y un significado completamente
distinto, heterogéneo, justamente. Vean sus propias vidas cotidianas: hay que trabajar,
hay que leer, hay que comer, hay que bañarse, cuidar parientes divertirse, ninguna de
esas actividades tiene el mismo contenido, son todas distintas. Estamos hablando de
las actividades que constituyen la vida cotidiana en general. La vida cotidiana es
necesariamente heterogénea porque todas esas actividades tan distintas son
necesarias para que una persona pueda reproducirse, y para que la sociedad también
pueda reproducirse. Con reproducirse no quiero decir desenvolverse, quiero decir
sencillamente subsistir. Ahora bien, ¿qué es necesario como mínimo para que una
sociedad siga existiendo? ¿Qué es lo primero que tiene que pasar? Una sociedad tiene
que producir bienes, comida, ropa, casas, etc. y al mismo tiempo tiene que distribuir
esos bienes

¿Cómo se distribuyen los bienes en una sociedad como la nuestra? Los bienes se
distribuyen a través del mercado, a través del dinero. En otras sociedades el dinero no
existía, la distribución se hacía de otro modo, pero una sociedad siempre distribuye lo
que produce. Esas son las condiciones básicas para que haya reproducción social.
Pero lo importante es que tiene que haber bienes. Por eso hay un párrafo de Heller
medio difícil que habla del "liso despliegue" de la producción y del "tráfico". Ahí Heller
está hablando de eso. Lo que nos intenta explicar es que si la vida cotidiana fuera sólo
heterogénea, la producción social y el intercambio sería un caos. Infinidad de
actividades, completamente distintas... la sociedad no podría producir y distribuir bajo
esas condiciones. Entonces, dice Heller, la vida cotidiana no es sólo heterogénea,
también es JERÁRQUICA. ¿Qué es la JERARQUÍA de la que habla Heller? Poner
cierta prioridad en las actividades a realizar. Importante es que Heller no habla de
jerarquía entre personas, habla de la escala de importancia que tienen las actividades
de la vida cotidiana. Y dice que la jerarquía, entonces, es lo que da "organicidad" a la
vida cotidiana: es decir, que organiza ese conjunto heterogéneo de actividades. ¿Cuál
sería en nuestras sociedades la actividad más importante en esa escala jerárquica? El
trabajo. En la Edad Media no había dinero. La relación social fundamental era entre el
señor feudal y el siervo. El señor le daba tierra y protección, el campesino le daba parte
de lo que producía. No hay mercado, ni dinero. En una estructura social como esa, la
actividad más importante para el campesino era el trabajo, pero para el señor feudal
era la guerra: su poder y riqueza dependía del territorio que conquiste, porque de eso
dependía cuántos campesinos trabajaran para él. Con ese ejemplo ya podemos
contestar a la pregunta que sigue: ¿la jerarquía de la vida cotidiana es subjetiva, es
algo que decide cada sujeto? No. ¿De qué depende? depende de la ESTRUCTURA
SOCIOECONÓMICA. El estado es otra cosa, y la "sociedad" es un poco imprecisa. La
estructura socioeconómica hace referencia al tipo fundamental de relación social: amo-
esclavo, señor feudal-siervo, burgués-proletario. Por eso Heller le llama a esta jerarquía
de la vida cotidiana, JERARQUÍA ESPONTÁNEA. Dice "espontánea" en un sentido no
literal. Acabamos de ver que no tiene nada de "espontánea", pero a las personas en la
vida cotidiana se les aparece como ya dada, como impuesta, como una jerarquía que
ellos no deciden, por lo tanto, como "espontánea". Bueno, vimos: VIDA COTIDIANA,
HETEROGENEIDAD, JERARQUÍA. Y nos faltaría, pare terminar de cerrar esta primera
parte, la categoría de HOMBRE ENTERO. ¿Por qué Heller llama así al hombre tal
como vive su vida cotidiana? Lo importante que retengan de esto, es que el hombre
entero en realidad es lo contrario de lo que suena. Heller dice "entero", porque yo esto
enteramente absorbido por mi cotidianeidad, pero justamente como mi cotidianeidad es
heterogénea, el hombre entero es un hombre totalmente fragmentado: sus
capacidades, sus habilidades, facultades, sentimientos, se ponen en distintas
actividades, de distinto modo, sin poder desarrollarse del todo. Al final de la primera
página, empieza la cuestión de la MADURACIÓN. Y eso, es difícil seguir la conexión,
pero se conecta directamente con lo de la diferencia entre el hombre y los demás seres
vivos, lo de la hoja del árbol, y eso... Bien, Heller nos dice ahí lo siguiente: a diferencia
de otros seres vivos, un hombre se vuelve hombre, a través de una mediación social.
Es decir, entre el nacimiento y el hombre maduro, sucede todo el proceso de
socialización, es decir, el aprendizaje de la manipulación de objetos, y a través de los
objetos, de las normas y reglas de la sociedad en la que vivimos. Un perro ya nace
perro, un árbol nace árbol, tiene las mismas características, y su crecimiento está ya
dado biológicamente. En cambio el hombre se vuelve hombre en la medida en que
incorpora o internaliza las modos de vida y la organización social en que vive. Si
entienden eso, están preparados para entender lo que se deduce de eso: el concepto
de ser particular y ser específico. Cada hombre, al igual que cualquier ser vivo, es
único e irrepetible. Eso quiere decir que cada hombre es un SER PARTICULAR. Pero
como vimos, cada hombre se vuelve único e irrepetible en el modo en que incorpora las
formas de vida y los modos de organización social. Entonces, cada hombre es también
al mismo tiempo un SER ESPECÍFICO. Es decir, tiene en sí mismo, está formado a
partir de las formas de organización social de la ESPECIE (por eso específico). La
particularidad se refiere a que somos únicos e irrepetibles. Especificidad se refiere a
que estamos formados socialmente, a que somos seres "fabricados" en sociedad.
Paren que ejemplifico: Yo soy trabajador, doy clases. Soy docente. Eso un rol definido
socialmente, y en la tarea docente, están incorporadas las formas en que se organiza
la educación en una sociedad como la nuestra, en este mismo chat estamos
incorporando, o asimilando años y años de avances tecnológicos. Ahora bien, el modo
en que yo desarrollo esa tarea, el modo en que soy docente es único e irrepetible. (Lo
cual no quiere decir bueno)

Ontológico quiere decir relativo al ser: es lo mismo que decir que el ser, por definición,
es único e irrepetible.

Ontología: Parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades
trascendentales.

Todos somos socializados, en una sociedad, más o menos del mismo modo. Eso es lo
que construye nuestro "ser específico". Pero el modo en que nosotros incorporamos
esa socialización es único e irrepetible. Por eso no van a encontrar dos personas que
sean iguales. Todo hombre es entonces particular y específico, al mismo tiempo
SIEMPRE el hombre, como ser social, tiene esas dos dimensiones. Ahora bien, otro
problema distinto es si todo hombre es consiente o no de que las tiene... Heller dice
que la conciencia del ser particular se nos aparece como conciencia del yo: cuando
digo, pienso, siento; yo necesito tal cosa, quiero hacer tal cosa, etc. eso es la
conciencia de que soy único e irrepetible. Y la conciencia de que soy un ser social, es
lo que se aparece como conciencia del nosotros: tendríamos que organizarnos de otra
forma, tendríamos que vivir de otra manera, etc. Ahí aparece la conciencia de que soy
un ser específico. ¿Qué es lo que ocurre? Que con las CARACTERÍSTICAS QUE
TIENEN LA ACCIÓN Y EL PENSAMIENTO PROPIO DE LA VIDA COTIDIANA (léase:
economicismo, probabilidad, juicios provisionales, etc.) en la vida cotidiana la tendencia
es que predomine la conciencia del ser particular. Ahora, el predominio de la conciencia
del ser particular puede llegar a ocultar o a impedir completamente la conciencia del ser
específico. ¿Cuando? Bueno, dice Heller, cuando las características del pensamiento y
la acción en la vida cotidiana se absolutizan o se cristalizan. Cuando el "economicismo,
la probabilidad, etc." se "endurecen" demasiado, ya no hay margen para la conciencia
del ser específico. Ahí se produce el fenómeno de la EXTRAÑACIÓN.

La extrañación es pura conciencia del ser particular. Las características de la vida


cotidiana me llevan a que no tenga más conciencia que de mí mismo, como ser único e
irrepetible.

La secuencia lógica sería la siguiente:

1) La acción y el pensamiento de la vida cotidiana tiene ciertas características


(economicismo, etc.)

2) Esas características tienden a la conciencia del yo, es decir, tienden a hacerme


consiente de mi ser particular.

3) Si esas características se cristalizan sólo queda conciencia del ser particular, no soy
consiente más que de mí mismo como ser único e irrepetible.

4) Quedo separado (en mi conciencia) de mi ser social = extrañación.

La extrañación es lo contrario a la "elevación de lo específico" Bueno, ahora


vemos mejor qué quiere decir extrañación. ¿Por qué extrañación? Porque mi ser
específico, es decir, mi ser social, se me aparece como algo extraño. Es decir, las
formas de vida, las formas de organización social se me aparecen como algo
independiente de mí, separado de mí, algo externo a mí y que tiene vida propia.
Podríamos asociar la extrañación a esa sensación que deben tener (todos la tenemos
con frecuencia): de que la sociedad es algo que no dominamos, que se nos impone,
que nos impone modos de vida reglas, etc. Bajo el fenómeno de la extrañación no
podemos ver que finalmente la sociedad no es más que nuestra propia actividad en
relación con la de las demás personas.

Todos estos autores están pensado, de modo distinto, con distintos conceptos, el
mismo problema: ¿cómo pensar la relación individuo-sociedad?

En la medida en que en las sociedades modernas predomina cada vez más la


conciencia del particular, ¿cómo hacer para que el hombre contenga de algún modo su
pura conciencia del yo? Lo que detiene la pura conciencia del yo son las reglas morales
que te dicen: "No, no hagas eso, eso está mal, por más que quieras no lo hagas". La
moralidad funciona en la cotidianeidad, y es cada vez más necesaria en la medida en la
conciencia del particular es lo que prima. La moralidad no solamente forma el sentido
común, pero además no es un concepto que a Heller le interese.

En la vida cotidiana, la unidad vital (propia de la vida de los hombres) entre ser
particular y específico siempre está, pero muchas veces la relación entre esos dos ser
es no consiente, como si "no hablaran", no se "comunicaran", por eso es "muda".

¿Qué sería lo contrario de la extrañación? Lo que Heller llama proceso


de homogeneización. Hay uno dos párrafos en los que habla de eso, del proceso de
homogeneización. Y ya con lo que ustedes saben, ven que la homogeneización, desde
el nombre, se opone a la vida cotidiana, que es heterogénea. El proceso de
homogeneización tiene tres etapas o momentos. Si miran con cuidado, cada uno de
esos momentos se opone a alguna de las cosas que hemos visto:

1) Suspensión de las actividades varias de la vida cotidiana = fin de la heterogeneidad.

2) el sujeto pone toda su personalidad, sus capacidades, facultades y sentimientos en


la resolución y desarrollo de esa actividad = fin del hombre entero.
3) la conciencia del ser particular se diluye en la del ser específico, la conciencia del
nosotros predomina como guía de la actividad que hace = fin de la extrañación (que era
conciencia del específico)

Bueno, si el proceso de homogeneización se completa, ahí aparece lo que Heller llama


INDIVIDUO. Es al revés de lo que uno piensa en general uno piensa individuo como
aislado, separado, etc. Heller dice INDIVIDUO para referirse al sujeto INDIVISO, es
decir, el sujeto en el cual ser particular y específico están unidos conscientemente, y no
separados. Por eso hay un párrafo en el que dice algo así: Todo hombre es SINGULAR
(es decir, específico y particular), pero no todo hombre es individuo (porque no todo
hombre es consciente de su particularidad y su especificidad). En la medida en que soy
consciente de mi especificidad, la sociedad ya no se me aparece como extraña, como
ajena a mí, como inmodificable, sino como o que es. Por lo tanto, se abre la posibilidad
de lo que Heller llama REGIMIENTO DE LA VIDA. Usa "regimiento" en el sentido de
regir, de regular. Se abre la posibilidad de que yo regule mi propia vida social. En
términos de Heller, eso quiere decir que se abre la posibilidad de que yo disponga,
ahora conscientemente, libremente, una JERARQUÍA para mi vida cotidiana. Pero
ahora ya no “espontánea", impuesta irreflexivamente por la estructura socioeconómica,
sino consiente. Entonces, ahí tienen el último aspecto de la vida cotidiana que es
contradicho.

Único e irrepetible no son lo mismo: único es que no hay otro igual, irrepetible es que
no sólo no hay otro igual, sino que nunca lo habrá. No son lo mismo que singular, en

Lo mismo que particular. Singular es específico y particular al mismo tiempo.

Norberto Lachner - “Estudiar la vida cotidiana”

1. El contexto histórico social

Para el pensamiento griego clásico sólo superando el mundo de las necesidades, y por
ende, de la dominación y la desigualdad los hombres pueden llegar a realizarse como
individuos libres e iguales. Para el cristianismo, la vida cotidiana representa pues a la
vez el peligro de la perdición y el camino de la salvación del alma.

La vida cotidiana adquiere un nuevo sentido por cuanto representa el ámbito concreto
en que se define el modo de vida. El conflicto por definir qué y cómo es la vida
cotidiana es un aspecto por determinar en el ordenamiento de la sociedad. Presumo
que el interés por la vida cotidiana se debe a un descontento con la vida cotidiana.
También cabe vincular el interés por la vida cotidiana al descontento con las formas
habituales de hacer política.

2. Los problemas de conceptualización

El interés de la vida cotidiana se debe principalmente al significado vago y equívoco del


término. Por lo mismo, él es apto para designar un disperso y heterogéneo universo de
fenómenos, cuya delimitación y relaciones recíprocas serían justamente la tarea del
estudio de la vida cotidiana. Uno de sus rasgos característicos es la sedimentación de
un conjunto de actividades y actitudes como rutinas y hábitos que se mantienen
constantes por un período prolongado. Incluso puede afirmarse que, en el fondo, sólo
se toma conciencia de la vida cotidiana como pasado, por cuanto es principalmente el
cambio una ruptura con la repetición diaria lo que permite descubrir la continuidad
interrumpida. El sentido común percibe una vida cotidiana aquí y ahora y el análisis
social debe rendir cuenta de este fenómeno. Uno de sus aspectos importantes es que
la vida cotidiana es el ámbito de lo normal y natural. Tal vez el aspecto más relevante
de la vida cotidiano sea la producción y reproducción de aquellas certezas básicas sin
las cuales no sabríamos discernir las nuevas situaciones ni decidir qué hacer. El
estudio de la vida cotidiana apunta pues, en buena medida, a la crítica de la producción
y el uso de aquellas certezas básicas que llamamos “sentido común”. El análisis de la
realidad social no es una labor aséptica; está permeado por la vida cotidiana y sus
presunciones de normalidad. La sociedad no sólo es el “material” sino simultáneamente
el “intérprete” de ese material. El análisis de la vida cotidiana es crítica también en un
segundo sentido: una crítica de la vida no cotidiana.
3. El campo de análisis

Todo orden social distingue y jerarquiza los tiempos, estableciendo un límite entre lo
cotidiano/banal/insignificante y lo extraordinario/único/significativo. La cuestión no es si
puede hablarse de una vida cotidiana en las diferentes sociedades y en las diferentes
épocas, sino de reconstruir los ejes de la clasificación simbólica que elabora
determinada sociedad para estructurar la vida social. Aunque el significado concreto de
la vida diaria sea una definición singular vivencia de un hombre particular) ésta siempre
participa de una significación colectiva. Cada grupo social concibe su vida diaria en
referencia, tácita o explícita, a otros grupos, asimilando o modificando, aspirando o
rechazando lo que entiende por vida cotidiana de aquellos.

La vida cotidiana es la conjunción de un conjunto de situaciones y actividades y la


significación que cada una de ellas adquiere en relación a las demás lo que hace de la
vida cotidiana un ámbito acotado, pero no susceptible de un enfoque único. Los
mismos límites de lo cotidiano son objeto de la investigación. No podemos analizar la
vida cotidiana sin analizar su delimitación respecto a

. Agnes Heller entiende por vida cotidiana “el conjunto de actividades que caracterizan
la reproducción de los hombres particulares, los cuales, a su vez, crean la posibilidad
de la reproducción social”. Hay que situar la vida cotidiana en el cruce de dos
relaciones. Por un lado, la relación entre procesos macro y

. La vida cotidiana se ofrece como un lugar privilegiado para estudiar, según una feliz
expresión de Sartre, lo que el hombre hace con lo que han hecho de é

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