Revenido
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1. Tipos de revenidos
Baja temperatura o eliminación de tensiones.
Finalidad: Reducir tensiones internas del material templado sin reducir la dureza.
Procedimiento: Seleccionar el acero adecuado, seleccionar la temperatura de
calentamiento, determinar la dureza inicial, calentar la pieza de 200 °C a 300 °C,
mantener la temperatura constante (dependiendo del espesor de la pieza), sacar
la pieza del horno, enfriarla, determinar la dureza final.
Alta temperatura
Finalidad: Aumentar la tenacidad de los aceros templados
Procedimiento: Seleccionar el acero adecuado, seleccionar la temperatura de
calentamiento, determinar la dureza inicial, calentar la pieza de 580 °C a 630 °C,
mantener la temperatura constante, sacar la pieza del horno y enfriarla
preferiblemente al aire, determinar la dureza final.
Estabilización
Finalidad: Eliminar tensiones internas de los aceros templados para obtener
estabilidad dimensional.
Procedimiento: Seleccionar el acero adecuado, determinar la dureza inicial,
calentar la pieza a 150 °C, mantener la temperatura constante (t=k 6-8 h), sacar
la pieza del horno y enfriarla preferentemente al aire, determinar la dureza final.
Enfriamiento
La velocidad de enfriamiento del revenido no tiene influencia alguna sobre el material
tratado cuando las temperaturas alcanzadas no sobrepasan las que determinan la zona
de fragilidad del material; en este caso se enfrían las piezas directamente en agua. Si el
revenido se efectúa a temperaturas superiores a las de fragilidad, es convenientemente
enfriarlas en baño de aceite caliente a unos 150 °C y después al agua, o simplemente al
aire libre.
Soluciones salinas
Añadiendo al agua una determinada cantidad de sales de temple, el enfriamiento es más
rápido y por lo tanto más enérgico, debido no solo al mayor calor específico de las
soluciones respecto al agua pura, sino también porque debido a la evaporación, las
soluciones salinas cristalizan y sus cristales, dada las altas temperaturas estallan
rompiendo el velo de vapor que circunda la pieza.
Aceites
Los mejores aceites para el temple son los minerales obtenidos por destilación
fraccionada del petróleo. Un buen aceite de temple debe poseer las propiedades
siguientes:
-Volatilidad no muy elevada.
-Temperatura de inflamación y combustión lo más
elevada posible.
-Gran resistencia a la oxidación.
5. ¿Qué es la martensita?
Sulfinización (S+N+C): Aumenta la resistencia al desgaste por acción del azufre. El azufre
se incorporó al metal por calentamiento a baja temperatura (565 °C) en un baño de sales.
Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Revenido
http://www.ingenieriamecanica.cujae.edu.cu/index.php/revistaim/article/viewFile/395/735
https://es.wikipedia.org/wiki/Martensita
https://es.wikipedia.org/wiki/Tratamiento_t%C3%A9rmico