Madre Naturaleza Cuento

MADRE NATURALEZA
Érase una vez, hace mucho tiempo, existía un Bosque lleno de color en el que
animales y hombres eran muy amigos. Dialogaban y siempre llegaban a algún
acuerdo. Los hombres cuidaban y respetaban la naturaleza; plantaban árboles,
no derrochaban agua...pero, sobre todo, amaban a los animales y también
enseñaban a sus hijos a hacer lo mismo.
Los animales muy agradecidos les hacían muchos regalos: las abejas fabricaban
una exquisita miel de la gran variedad de flores que existían, los pajarillos
revoloteaban y cantaban por las mañanas dulces melodías, las ovejas daban su
preciada lana para hacer más calentitos los inviernos, otros ofrecían su leche
con la que las personas hacían miles de cosas exquisitas. Y así, desde el
animalito más grande al más pequeño, todos tenían una misión muy importante,
como también lo arboles les ofrecían sus sombras y frutos, los cerros les ofrecían
un paisaje muy espectacular, todas las personas se sentían alegres de convivir
con la naturaleza.
Todos los mañanas toda la gente amanecía para subir a las montañas a
agradecer todo lo que nuestra amiga Naturaleza nos había dado. Siempre la
gente recordaba que entre la naturaleza había leyes de respeto entre todos.
Un día vinieron varios grupos de jóvenes de excursión para conocer la naturaleza

en ese lugar, todos los ciudadanos tenían curiosidad por los que venían de visita,
los ciudadanos les hacían fiestas a los viajeros para hacerlos sentir como en su
casa.
Pero un día un viajero llamado Luis se puso a pensar que pasaría si las personas
no respetaran las leyes de la naturaleza, Luis comenzó a desobedecer las leyes
de la naturaleza, talando los árboles, votando basura a los lagos y ríos, hasta
que un día escucho que la naturaleza tenía su guardiana más conocida como la
Princesa de la Naturaleza, ella estaba furiosa por tanto daño provocado en su
hogar y buscaba darle una lección al responsable de todo ese caos.
Un día el Señor Luis lleno de codicia en su alma ,estaba marcando los árboles
que iba mandar a talar al día siguiente, ya venía varios días haciendo lo mismo
y nadie le decía nada, malograba el hogar de las aves, destruía las cuevas de
los osos, el césped Hera arrasado por una máquina, los ríos estaban
contaminados con grasas porque ahí lavaba sus maquinarias, todo era
desastroso, las plantas y los animales no entendían porque de pronto el hombre
se puso en su contra y por qué destruía lo que le servía y protegía a él, era tanto
que ya no sabía qué hacer.
Hasta que un día todos los animales hicieron un llamado a la madre naturaleza
o la diosa que protege todo lo hermosos de este planeta y le informaron de todo
lo que estaba pasando y de cómo una sola persona podía hacer tanto daño, la
madre naturaleza en ese momento sintió un dolor muy fuerte en su corazón y no
lograba entender por qué lo hacía, así que pidió que le ayudaran a arreglar este
caos a todas las especies vivas que habitaban ahí.
Luego de eso la madre naturaleza, vigilaba todo lo que el señor Luis hacía, y lo
veía como a horas de la tarde él y varios hombres más traían maquinarias,
cortadoras, hachas y todo lo que podían para seguir destruyendo lo que estaba
a su paso. La madre naturaleza sintió tanto dolor de ver eso con sus propios ojos
que soplo fuerte para ahuyentarlos, pero no lo logro, ellos seguían ahí a pesar
del intenso viento.
Esperaron que pase el viento y seguían, la madre naturaleza reunió a todas las
especies del bosque y les dijo que sola nopodia hacer nada y que porfavor la
ayuden, ellos no lo pensaron ni un segundo y se unieron a ella.
Muy temprano por la mañana los animales hicieron una cadena para no dejarlos
pasar a los hombres que dañaban su hoja, los pájaros en el cielo hicieron lo
mismo. El señor Luis no entendía que pasaba y testarudo siguió su marcha,
mientas el avanzaba los animales también lo hacían, la cadena estaba
conformada por elefantes, rinocerontes, tigres.
El señor Luis vio que los animales estaban furiosos y decidió ya no avanzar, se
dio media vuelta y se fue, pero amenazo que regresaría que no se daría por
vencido.
La madre naturaleza aun con el corazón dañado busco alguna explicación del
comportamiento del señor Luis, así que lo busco por todos lados en la Ciudad y
lo encontró. De la ventana vio que vivía con su hija pequeña y solo estaban los
dos, no tenía esposa, miraba atenta todo lo que hacía y de pronto vio que en el
segundo piso había un cuadro de una mujer rodeado de velas y flores, de pronto
el señor Luis se arrodillo y se puso a llorar frente a esa foto.
Al parecer el señor Luis tenía mucho dolor en su corazón y es por eso que era
tan frio y destructivo, en eso la pequeña se puso a llorar desconsoladamente y
su padre limpiándose las lágrimas corrió hacia ella y el abrazo fuerte y le dijo
tranquila mi pequeña Heidi.
La madre naturaleza se conmovió por lo que veía y decidió tocar la puerta del
señor Luis, toco tres veces y en eso sale el señor Luis, el pregunto que quería y
ella dijo que estaba viendo lo que hacía y que ella es la guardiana del bosque
que él estaba malogrando, el sorprendido no sabía qué hacer y el tomo de loca,
como aparecer lo le creía ella Silbo como el canto de los pájaros y todos los que
estaban por ahí posaron en sus hombros y manos. Al ver eso el señor Luis
asombrado la dejo pasar a su casa y le presento ala pequeña Heidi, ella era una
hermosa niña ni bien la vio quedo encantada.
El señor Luis ese día abrió su corazón y le contó el accidente que tuvo con tu
esposa por el bosque y desde ahí él vive amargado y triste hace las cosas sin
medirse, pero no se daba cuenta que el era el mayor ejemplo de su pequeña.
La madre naturaleza en ese momento recién pudo entenderlo, así que le propuso
que ella trataría de ayudarlo en lo que pudiera, pero con la condición de que ya
no destruya el hogar de los animalitos, le explico que en ese lugar hay muchas
familias de animalitos desde pajaritos hasta elefantes y que estaban muy
asustados y tristes desde que el empezó a destruir todo lo que veía.
El señor Luis se sintió avergonzado y recién también entendió que estaba

haciendo mal, así que le hizo la promesa de ya no cometer eso nunca más y
ayudar a la madre naturaleza a concientizar a todas las personas que pudo.
Pasaron muchos años, ya la niña Heidi estaba grande y con su padre se
mudaron al campo, construyeron su casita y ahí criaban cabras con su papa,
cultivaban las tierras con verduras y frutas y junto a su padre vivieron felices
alrededor de tan hermoso paraíso.

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El señor Luis se sintió avergonzado y recién también entendió que estaba

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