Apunte Hidrologia Ubp
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INDICE GENERAL
1. Introducción 3
2.5. Ecuación general del movimiento del agua subterránea: Ley de Darcy. 10
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II. Ciclo hidrológico y medio ambiente – El agua nuevo desafío para la supervivencia
Bibliografía 49
ANEXOS
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1. INTRODUCCION
El estudio del agua subterránea es importante para la realización de obras de ingeniería, para
la ejecución de investigaciones geológicas y muy especialmente para el desarrollo de obras de
captación de dicha agua con fines de abastecimiento para satisfacer las necesidades del
hombre.
Las formaciones geológicas en que se acumula el agua subterránea y que son capaces de
cederla reciben el nombre de acuíferos. Los acuíferos sirven como conductos de transmisión y
como depósitos de almacenamiento. Como conductos de transmisión transportan el agua
subterránea de las áreas de recarga, hacia lagos, pantanos, manantiales, pozos y otras
estructuras de captación. Como depósitos de almacenamiento, los acuíferos actúan
suministrando agua de sus reservas para ser utilizada cuando la extracción exceda a la recarga
y, a la vez, almacenando agua durante los períodos en que la recarga resulta mayor que la
extracción.
La hidrogeologia puede ser definida como el estudio de las aguas subterráneas cuyo énfasis
especial recae sobre su aspecto químico, circulación y circunstancias geológicas
condicionantes.
El término hidrogeología fue utilizado por primera vez en el año 1802 por el conocido
naturalista francés Lamarck. Lamarck atribuyó al término un significado casi idéntico al de
“geología hídrica” de Powell, quien la definió como el estudio de los fenómenos de degradación
(erosión) y deposición geológicas debido a la acción del agua. Lucas en 1879, fue
probablemente el primero que utilizó el termino “hidrogeología” para designar el estudio
geológico del agua subterránea. Mead definió el término “hidrogeología” como el estudio de las
leyes relativas a la existencia y movimiento de las aguas subterráneas. Mead en su definición
acentúo el carácter especial de “estudio del agua subterránea considerada como un elemento
geológico cuyo conocimiento contribuye a lograr la comprensión del origen y evolución de los
cursos superficiales de agua y de los sistemas de drenaje”.
La hidrogeologia esta fuertemente relacionadas con otras ciencias. Estas son, primero las
ciencias básicas como: matemática, física y química, ya que los conocimientos de estas
ciencias son imprescindibles para una correcta comprensión de la hidrogeología.
Otras ciencias a las cuales esta estrechamente ligada son: geología, hidrología superficial,
meteorología. Es por ello que por lo general los estudios y proyectos hidrogeologicos son
interdisciplinarios, en donde intervienen, geólogos, físicos, químicos, ambientalistas, etc.
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2. EL AGUA SUBTERRANEA COMO RECURSO
Las clasificaciones de los acuíferos pueden variar según el factor que se tome en cuenta para
hacerlas. De este modo se pueden clasificar los acuíferos según los materiales litológicos que
los constituyan (detríticos, fisurados, volcánicos, etc.) o, como en este caso vamos a tomar el
factor de la presión hidrostática del agua encerrada en los mismos, lo cual se traduce en unas
circunstancias prácticas muy útiles al hablar de captaciones de ese agua.
Libres, no confinados o freáticos: son aquellos en los cuales existe una superficie de agua
encerrada en ellos, que está en contacto con el aire, a través de espacios porosos, y por lo
tanto de la presión atmosférica. Está formado en general por un estrato permeable
parcialmente saturado de agua que yace sobre otro estrato impermeable o relativamente
impermeable. En la mayoría de los casos existe solamente un nivel freático. Se asientan sobre
un manto impermeable.
Acuíferos cautivos o confinados: son aquellos en los que el agua está sometida a una
presión superior a la atmosférica. Por lo tanto el efectuar una perforación, el agua asciende a
un nivel superior al del techo del acuífero y por lo tanto tienen una superficie piezométrica
imaginaria, resultante de unir todos los puntos o niveles que alcanzaría el agua para igualar su
presión con la presión atmosférica.
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La liberación del agua se produce por compactación de la matriz sólida, elasticidad del agua y
en casos especiales por gravedad.
Constituye la trama de las rocas y el soporte de las aguas subterráneas a manera de una
esponja. Los elementos de una fase sólida pueden corresponder a una roca compacta o a una
incoherente.
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Estudio del complejo en si: porosidad
m = (Vv / V) * 100
Forma de los granos: este es un factor importante en las gravas y arenas; no así en el caso
de los elementos finos.
Dimensiones de los granos: a mayor uniformidad, la porosidad aumenta, puesto que en una
muestra bien graduada las partículas finas obstruyen los poros.
Disposición de los granos: (grado de acomodamiento). Según este factor, para iguales
formas, la porosidad puede variar entre 25% y 47%.
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Indice de Vacíos (e): es la relación entre el volumen de espacios y el volumen de la fase
sólida.
B) Fase Líquida
Porosidad eficaz (me): es la relación entre el volumen de agua gravifica y el volumen total.
El agua gravífica es la única que puede circular y explotarse. Circula solo a través de los
espacios vacíos útiles o interconectados, la porosidad eficaz representa en definitiva a estos
últimos y por lo tanto es un parámetro de mucha importancia práctica.
me = Vw Libre / V
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Una roca puede ser muy porosa, pero si los huecos no están conectados no será productiva
hidráulicamente, este es el caso de las arcillas.
Dimensión: a mayor diámetro mayor porosidad eficaz (las gravas tienen porosidad eficaz
alta y las arcillas bajas)
Retención específica (ms): es la relación entre el volumen de agua (de retención capilar
aislada) Vr retenido por la roca después que ha percolado el agua gravífica y el volumen total
de la roca.
ms = Vw retenida / V
por lo tanto:
me + ms = Vg / V + Vr / V = (Vg + Vr) / V = Vv / V = m
me + ms = m
La porosidad eficaz representa una fracción a menudo pequeña de la porosidad. Este para
metro es muy importante pues indica las reservas útiles del acuífero.
Gravas..... 25%
Arenas..... 20%
Limos....... 20%
Arcillas..... 3%
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El tamaño de los granos determina una cierta superficie especifica (Se) (superficie/volumen),
la cual influye en los fenómenos de absorción . Por ejemplo en arcillas cuando:
Los tres para metros siguientes son los fundamentales que describen el comportamiento
hidráulico de un acuífero: permeabilidad (K), transmisividad (T) y coeficiente de
almacenamiento (S).
Permeabilidad (K): es el caudal que pasa por una sección del acuífero de superficie unitaria
bajo un gradiente unitario a una temperatura determinada (20 oC).
K=(L/T)
Valores de K (m/día):
Gravas .....104
Arenas......10
Limos .......10-2
Arcillas......10
Transmisividad (T): es el caudal que circula por una sección de acuífero de ancho unitario y
altura igual al espesor saturado para un gradiente unitario a una temperatura fija (20 oC).
Q = K * i * (b * h) = (K * h) * i * b = T * i * b
T= K * h
Coeficiente de almacenamiento (S): es el volumen de agua que puede ser liberado por un
prisma vertical de acuífero de sección unitaria y altura igual al espesor del acuífero para una
disminución unitaria del nivel piezometrico o carga hidráulica.
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La disminución de carga puede ser:
Libres .......... 3 * 10 –1 a 5 * 10 –2
Semiconfinado........ 5 * 10 –2 a 5 * 10 –3
Confinado.......... 10 –4 a 10 –6
2.5. Ecuación general del movimiento del agua subterránea (Ley de Darcy).
La ley fundamental que rige el comportamiento de las aguas subterráneas es la Ley de Darcy.
Esta ley es valida solo para condiciones netamente definidas:
La experiencia de Darcy consistió en hacer fluir agua a través de una columna de arena de
sección A, altura unitaria y bajo una carga de agua h. Encontró que el caudal se rige por la
expresión:
Q=-K*i*A
Donde a su vez:
Q = - K * (h / l ) * A
Q/A=-K*i
El signo (-) se debe a que el agua se desplaza desde el potencial mas alto al mas bajo,
buscando el plano de menor energía.
Con este avance del agua se produce una disminución del nivel piezometrico, modificado como
consecuencia de la necesidad de vencer las fuerzas de fricción a través del medio poroso
saturado. A mayor longitud, menor carga, de allí el signo negativo. Cuando la proporcionalidad
lineal entre esa perdida por unidad de trayecto y la velocidad se expresa en términos
matemáticos, se obtiene la denominada LEY DE DARCY:
Es el caudal que pasa por una sección unitaria de acuífero bajo un gradiente unitario a una
temperatura de 20 oC.
Q=-K*i*A - K Q / ( A * i) = - V / i
K es un parámetro que considera tanto la fase sólida como el comportamiento liquido. Su valor
depende de:
Porosidad eficaz
Un terreno muy poroso puede ser muy permeable si sus poros son grandes y bien
interconectados, tal como sucede en la grava limpia, o bien puede ser casi impermeable si sus
poros son muy pequeños y cerrados en las arcillas.
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Un terreno de baja porosidad, en general, es poco permeable ya que las conexiones entre
poros son difíciles y reducidas. La porosidad elevada es una condición necesaria pero no
suficiente para una buena permeabilidad.
Densidad ()
Para obtener u coeficiente Ko que dependa solo de las propiedades del medio, se relaciona:
K = Ko * ( / )
Ko = C * d2
C = factor de forma. Tiene en cuenta los efectos de estratificación y disposición de los granos,
distribución del tamaño, etc.
Q = Ko * ( / ) * A * i
Area de pasaje (A): es el área total (espacio poroso + fase sólida). Es un concepto ficticio
que da una sección de pasaje mayor a la que en realidad tiene. Esto da origen a que la
velocidad V calculada según Darcy sea una velocidad aparente.
V=Q/A=K*i
Es una velocidad reducida, menor que la real, ya que está referida a la sección total.
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Velocidad real media
Cuando la sección de pasaje se halla limitada a los espacios porosos (la porosidad siempre es
menor que l), se reduce la sección y aumenta la velocidad.
Vm = Q / (A * m) = (K * i) / m = V / m
Ve = Q / (A * me) = (K * i) / me = V / me
A * me < A * m (me m)
V < Vm < Ve
Q=V*A
Q = const. Q = Vm * A * m = V * A
Q = Ve * A * me = V * A.
Ambito de validez de la Ley de Darcy: esta ley describe un flujo laminar en un medio
homogéneo e isótropo con un sustrato impermeable horizontal.
Re = (v * d * ) / Re < 4: laminar
Re > 4: turbulento
En donde:
Re = Número de Reynolds
v = velocidad de circulación
d= diámetro de circulación
= viscosidad dinámica
= densidad
La velocidad (v) depende de la permeabilidad (K) y del gradiente hidráulico (i). El valor de i en
condiciones normales es pequeño y compatible con el régimen laminar, salvo en las cercanías
de las obras de captación.
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3. Clasificación de las rocas.
Existe una gran diversidad de roca, pero debido a la finalidad de este apunte, el agrupamiento
aquí considerado tiene por objetivo tratar aquellas de mayor relevancia hidrogeológica.
La capacidad de transmitir agua depende del tipo de formación geológica. Las rocas pueden
ser divididas en tres grandes grupos:
La composición química de los magmas es muy diversa y por lo tanto lo es también el conjunto
de rocas que se obtienen luego de su cristalización por enfriamiento. El proceso en si que lleva
a la consolidación de un magma es también un factor que incide en el producto resultante,
iguales composiciones químicas, pero diferentes condiciones de solidificación dan como
producto rocas de aspecto muy diverso.
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El estudio de las rocas se basa en métodos propios de la mineralogía, geología, química y de la
física, y requiere la identificación precisa de los minerales presentes. La mayoría de las veces
las rocas son heterogéneas, es decir, están compuestas por más de una fase mineral, y
además de su identificación precisa es necesario describir o cuantificar las relaciones entre las
especies que integran la roca (su textura).
Existen diferentes criterios para clasificar una roca ígnea, algunos se basan en su quimismo,
otros en su composición mineral y todos ellos de alguna manera tienen en cuenta la textura.
Este criterio de clasificación atiende a la forma, disposición y tamaño relativo de los cristales
constituyentes de una roca, pasando por alto las especies minerales involucradas. En este
sentido, el cuadro se considera suficientemente explícito como para reconocer a que categoría
textural pertenece una roca dada.
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Clasificación mineral de las rocas ígneas
Esta clasificación estrictamente llamada "modal", divide las diversas rocas ígneas en grupos o
clases estableciendo rangos en que diferentes especies minerales pueden aparecer en la roca
en cuestión.
La condición que ha de cumplir el sistema ternario para ser representado como un punto es
justamente que la suma de los porcentajes relativos de cada uno de los componentes sea
100%. De ello se deriva que en principio no tendremos en cuenta para clasificar una roca nada
más que los porcentajes relativos de cuarzo, feldespatos alcalinos y plagioclasa.
Por ejemplo, consideremos una roca formada por 33% de cuarzo, 22% de plagioclasa
(oligoclasa), 37% de feldespato potásico (ortosa), 6% de biotita, 1% de epidoto y 1% de
circón. A los efectos de la clasificación modal llevamos las proporciones de cuarzo, plagioclasa
y feldespato potásico al 100%: Qz = (33x100)/92 = 36% Pg = (22x100)/92 = 24% Kf =
(37x100)/92 = 40% De esta manera, el análisis modal de la roca se plotea en un diagrama
triangular de vértices Q - A - P y queda representado por un punto dentro del campo de los
granitos. Clasificamos la roca entonces como un granito a biotita, dejando en claro cual es la
fase mineral accesoria más importante
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Clasificación química de las Rocas Igneas
Todas las rocas ígneas pueden ser clasificadas en base a su quimismo, aunque este criterio es
especialmente apto para aquellas de grano muy fino (afaníticas) o vítreas, para las cuales la
mineralogía es imposible de definir.
Una vez analizada, los resultados composicionales son expresados -por lo general- en
porcentaje en peso de los óxidos de los elementos mayoritarios: sílice (SiO 2), aluminio (Al2O3),
hierro (FeO - Fe2O3), magnesio (MgO), manganeso (MnO), titanio (TiO 2), calcio (CaO), sodio
(Na2O) y potasio (K2O). A estos valores suele agregárseles los del fósforo (P 2O5) y pérdida de
agua por ignición (H2O-).
Tradicionalmente las rocas con bajo contenido de sílice se han denominado rocas básicas y
aquellas con alto contenido se llamaron rocas ácidas. Esta clasificación sigue en uso, y es
necesario aclarar que se basa exclusivamente en el contenido en sílice de la roca, sin
connotaciones respecto al "pH" de la misma.
El resto de los óxidos que componen la roca presentan un comportamiento particular respecto
al porcentaje de sílice, y sus tendencias pueden ser referidas al mismo. Esto se ejemplifica en
la figura siguiente:
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Las conclusiones más relevantes son:
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Se gráfica en el eje horizontal el tanto por ciento del óxido de silicio y en el eje vertical el
porcentaje en volumen de los minerales.
Ejemplo: una roca con 65% de sílice en peso tendría una mineralogía compuesta por
10% de cuarzo, casi 30% de feldespato potásico, aproximadamente 35% de plagioclasa
(60% molécula anortítica y 40% de molécula albítica), 15% de hornblenda y un 10%
de biotita.
Uno de los factores que controlan el proceso metamórfico es la temperatura. Debe tenerse
presente que la fuente de calor para estas transformaciones proviene de la desintegración
radiactiva de isótopos que ocurre en el interior de nuestro planeta. Ya que la superficie del
mismo está sometida a un continuo enfriamiento (calor irradiado por la Tierra) existe un
aumento gradual de la temperatura con la profundidad, al que usualmente se llama gradiente
geotérmico. Este varía de una zona a otra de la corteza siendo su valor medio de 1ºC cada 33
m. De ello surge que una roca a medida que se ve sometida a condiciones más profundas se
ve inmersa en un medio de mayor temperatura y de mayor presión.
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Cuando las temperaturas son bajas -en las cercanías de la superficie- los procesos se asignan
al ciclo exógeno o sedimentario, y más precisamente a la diagénesis o litificación. En cambio,
cuando las temperaturas alcanzan el punto de fusión de las rocas envueltas en un evento
metamórfico, generándose un fundido (fusión anatéctica o anatexis), los procesos pasan al
campo de las rocas ígneas. Entre estas dos temperaturas, que definen los limites superior e
inferior del metamorfismo, se desarrolla el proceso metamórfico.
Es importante dejar bien en claro que el metamorfismo tiene lugar mientras las fases
minerales integrantes de una roca determinada están en estado sólido. Es así que los procesos
del metamorfismo son "procesos en estado sólido" con pocas o mínimas fases volátiles
involucradas (agua y dióxido de carbono), además el sistema es isoquímico: la composición
química volumétrica de la roca es invariante y las nuevas especies minerales (especies
neoformadas) estarán condicionadas por la química original.
Podemos decir que existen tres grandes familias de procesos metamórficos según el
predominio relativo de la temperatura y la presión:
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Los grados y facies metamórficas son definidas para cada protolito en particular por una cierta
paragénesis, y mas específicamente por los limites de estabilidad termodinámica de los
minerales recristalizados. Esta es la causa por la que se establece que si una roca metamórfica
presenta hornblenda (anfíbol), pertenece al "grado medio de metamorfismo"; o lo que es lo
mismo, la hornblenda define al grado medio de metamorfismo (o facies anfibolita).
Una de las características más comunes de las rocas metamórficas que auxilia a su
reconocimiento, es la orientación preferencial de sus minerales debido a que estos se han
desarrollado en un medio en que existe presión dirigida. La orientación resultante define la
foliación o la esquistosidad de la roca metamórfica.
Así las hojas de las micas que recristalizan durante el metamorfismo tienden a alinearse según
superficies más o menos definidas dándole a la roca un aspecto particular. Las texturas
resultantes dependen de la intensidad de los procesos de transformación y de los minerales
que componen la nueva roca resultante.
Las texturas más comunes entre las rocas metamórficas se esquematizan en el cuadro
siguiente
Los accesorios comunes son muscovita (gneiss muscovítico), biotita (gneiss biotítico), ambas
micas (gneiss a dos micas), o anfíbol (gneiss anfibólico). Los ferromagnesianos están
orientados de forma más o menos notoria. Las micas normalmente contornean los granos
mayores de feldespato que adquieren el aspecto de "ojos". Cuando se describe un gneiss debe
indicarse cual es el accesorio ferromagnesiano presente, su tamaño de grano (fino, medio o
grueso), y si es posible distinguir el tipo de feldespato.
Anfibolita: se designa con este nombre a un grupo amplio de rocas metamórficas cuyo
componente esencial es un anfíbol. Las anfibolitas más comunes tienen como minerales
integrantes hornblenda, plagioclasa y cuarzo; la hornblenda suele presentarse en bastoncitos
cuyo eje se orienta paralelo a un plano preferencial, confiriéndole a la roca una textura algo
esquistosa (nematoblástica). La roca puede mostrar un bandeado alternado de capas verde
oscuro, casi negras, muy ricas en anfíbol y otras más claras donde domina la plagioclasa y el
cuarzo. Algunas anfibolitas en muestra de mano tienen pobre esquistosidad, siendo su textura
prácticamente masiva.
Filita: roca muy esquistosa, cuyo nombre popular es "piedra laja". Los componentes
esenciales son sericita y cuarzo. Ocasionalmente pueden contener calcita (filitas calcáreas).
Los colores varían entre el beige y el negro, el grano es tan fino que es prácticamente
imposible distinguir minerales individuales a ojo desnudo. La sericita es un nombre que se
aplica a la muscovita muy finamente cristalizada, constituyendo una transición entre la illita y
la muscovita propiamente dicha. La abundancia de filosilicatos de grano fino le da a la roca un
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tacto untuoso, y el ordenamiento interno planar le confiere la propiedad de partirse fácilmente
en lajas delgadas.
Caliza metamórfica: las calizas metamórficas son rocas fundamentalmente constituidas por
calcita y/o dolomita. Tienen colores muy variables desde el blanco hasta el negro, siendo
comunes los grises y los rosados. El tamaño de grano varía entre submilimétrico y 5mm,
siendo en los casos más frecuentes de entre 0,5 y 2mm. La roca puede ser bandeada con
alternancias de color y de tamaño de grano o maciza con textura sacaroide (similar a granos
de azúcar); en este último caso la roca puede ser clasificada como un mármol. La principal
característica para su reconocimiento es su reacción con el ácido clorhídrico y que se rayan
fácilmente con cualquier objeto metálico, lo que permite distinguirlas de las cuarcitas, que son
rocas fundamentalmente constituidas por cuarzo.
Como hemos descripto anteriormente, las rocas metamórficas están formadas por rocas ígneas
y sedimentarias sometidas a procesos químicos y físicos (temperatura y presión. Ejemplo:
gneis, cuarcita equistos y mármol. Estas rocas son pobres productores de agua.
Los procesos de meteorización son importantes en rocas metamórficas de granos finos como
los esquistos. Estos procesos pueden aumentar la porosidad y la permeabilidad en estas rocas.
Vimos también que, las rocas ígneas son aquellas formadas por solidificación de magma
fundido (ej. granito, sienita, gabro, etc.) llamadas plutónicas. Si los magmas ascienden hasta
la superficie en las erupciones volcánicas su enfriamiento es muy rápido, su grado de
cristalización inferior y las rocas que se forman (ej. basalto, riolita, etc.) se denominan
volcánicas.
Las rocas plutónicas presentan una estructura cristalina que pueden presentar espacios
porosos debido a fracturas (porosidad secundaria). La porosidad, permeabilidad y caudal de
estas rocas son similares a los de las rocas metamórficas.
En general en casi todos los pozos excavados en rocas metamórficas y plutónicas los caudales
de explotación son bajos. El caudal medio de explotación en pozos abiertos, esta comprendido
según las regiones, entre 0,5 l/s y 1,5 l/s. En las rocas fracturadas y cuando las condiciones
son favorables se pueden encontrar caudales medios hasta del orden de 3 l/s .
Por lo general se obtienen mayores caudales en rocas situadas en regiones de climas húmedos
que en las situadas en regiones de climas seco; este fenómeno es probablemente debido al
hecho de que, en las regiones húmedas el agua subterránea se encuentra a menores
profundidades que en las zonas secas saturando de este modo la parte mas permeable de las
rocas. Por otro lado en las regiones húmedas la circulación subterránea es mas intensa, lo que
contribuye a aumentar la permeabilidad de las rocas por efecto de su descomposición
meteórica y por la disolución de los minerales que constituyen las paredes de las fracturas.
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Tanto las rocas metamórficas como las rocas plutónicas son consideradas como acuífugos.
Donde dicha roca esta fracturada y meteorizada puede considerarse como un acuífero local.
La calidad química del agua procedente de las rocas metamórficas y plutónicas suele ser casi
siempre excelente.
Dentro del grupo de las rocas volcánicas, existen materiales de propiedades hidrogeológicas
muy diferentes. Algunos acuíferos en terrenos basálticos recientes poseen una de las más altas
tranmisibilidades conocidas en todo tipo de terrenos, lo que contrasta con el caso de las tobas
volcánicas que, aunque generalmente poseen porosidades muy elevadas, tienen
permeabilidades muy bajas y con los diques volcánicos, en los que tanto la porosidad como la
permeabilidad son muy bajas.
Las porosidades y las permeabilidades son muy variables, como puede observarse en las
tablas 3 y 4. Aunque la porosidad de las rocas volcánicas puede ser a veces muy elevada, su
permeabilidad varía muchísimo, en función siempre del conjunto de estructuras primarias y
secundarias de cada roca más que de su propia naturaleza litológica.
La mayor parte de las aguas subterráneas procedentes de las rocas volcánicas poseen una
excelente calidad química. Por lo general, esta agua suelen ser cálcico- magnésico-
bicarbonatadas. Las aguas de baja calidad química suelen estar asociadas a surgencias de
fuentes termales y a la proximidad de fumarolas, las cuales pueden tener un contenido
elevado en iones de sodio y cloro.
Si bien en general los reservorios en estas rocas no suelen ser muy productivos, en muchas
regiones pobladas constituyen el recurso hídrico subterráneo más importante. Un ejemplo son
los basaltos de Serra Geral, que afloran y se encuentran también hasta profundidades
superiores a los 1000 m, abarcando grandes superficies en Brasil (600.000 Km 2), Uruguay
(48000 Km2) y Argentina (197600 Km2)
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Todas las rocas que quedan expuestas en la superficie de la Tierra interactúan con la
atmósfera y la hidrósfera. Como resultado de esta interacción las diferentes especies minerales
que conforman las rocas expuestas se desestabilizan produciéndose un conjunto de cambios
físicos y químicos que agrupamos bajo el nombre de meteorización. FORD (1984) plantea la
diferencia entre meteorización e intemperismo en función a la ausencia o presencia,
respectivamente, de vida y sus procesos relacionados actuando en la descomposición de los
minerales, el término intemperismo plantea además no solamente el proceso de destrucción
de los minerales, sino el de neoformación de otras especies y movilización de sus resultantes.
Residuos Sólidos: minerales arcillosos, óxidos, hidróxidos y/o materiales amorfos que
pueden abandonar el ambiente si existe algún agente de transporte.
Iones: son los más móviles (en agua), aunque algunos de ellos pueden permanecer
retenidos por fuerzas electrostáticas de las arcillas y otros compuestos. Los agentes de
intemperismo son aquellos que actúan sobre los minerales primarios para dar lugar a
los productos, sin embargo estos agentes no desaparecen de la reacción y continúan
actuando sobre estos últimos movilizando o inmovilizando alguna de las fases creadas.
Tradicionalmente se han diferenciado los agentes de meteorización en físicos (encargados de
fragmentar y aumentar la superficie específica del mineral primario, así como de la eventual
dispersión de los fragmentos); químicos (aquellos que disgregan la estructura cristalina por
solubilización y pérdida de constituyentes de las mismas) y bióticos (desempeñan papeles
físicos y químicos: cuñas de raíces, ácidos húmicos, etc.).
FISICOS
variaciones de presión y
temperatura
acción del agua (líquida y sólida)
acción de sales precipitadas
acción del viento
acción de las raíces
acción de la tectónica frágil
acción de los animales
QUIMICOS
agua
oxígeno
hidrógeno
dióxido de carbono
BIOTICOS
bacterias y microorganismos
raíces
etc.
Varios mecanismos entran en juego a nivel superficial que producen fracturación de las rocas.
Entre los más importantes destacaremos: Las rocas que se han formado a niveles profundos
de la corteza donde imperan grandes presiones cuando llegan a la superficie en ausencia de
presiones confinantes se fracturan subdividiéndose en poliedros de formas variadas. Las
superficies de subdivisión se llaman diaclasas de descompresión, en la práctica de estructura
de las rocas ígneas volveremos sobre este concepto. Cuando las microfracturas y fracturas de
la roca son ocupadas por agua proveniente del ciclo superficial pueden ocurrir fenómenos
físicos de aumento de volumen tales como el congelamiento que ayudan a propagar y
aumentar el número de fisuras así como su tamaño. La hidratación química de algunas
sustancias minerales va acompañada de aumento de volumen y por consiguiente se generan
tensiones internas que fracturan el macizo rocoso.
La mayor o menor facilidad de descomposición de los minerales en la superficie terrestre
dependerá de dos tipos de factores: los factores de capacidad e intensidad.
Factores de Capacidad: son factores propios y específicos de cada mineral (intrínsecos), los
más importantes son los estructurales y los químicos:
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Factores de Intensidad: son característicos del ambiente en el que se produce la alteración,
controlando el proceso de meteorización y el grado e intensidad del mismo:
Drenaje: teniendo en cuenta que casi todos los procesos de intemperismo ocurren en medio
acuoso, el tiempo que el agua está en contacto con los minerales regula la alterabilidad de
éstos. El agua transportará en solución variadas sustancias y desalojará los productos
generados por la alteración, manteniendo en funcionamiento la meteorización y bajando el pH
del agua. Las condiciones ideales para la alteración de minerales es cuando el agua es
abundante y el drenaje es moderadamente bueno. Una vez que el agua va penetrando en el
subsuelo se carga de cationes y su pH se vuelve más alcalino, por lo que las reacciones de
alteración se hacen menos importantes. Por otro lado, el drenaje está estrechamente
vinculado con la topografía.
Clima: incide sobre las características e intensidad del proceso intempérico por dos
parámetros: precipitación y temperatura. La velocidad de las reacciones químicas se multiplica
por 2 ó 3 cada 10º de aumento de temperatura (ley de VAN'T HOFF), siendo esta una de las
razones de la alta agresividad de los climas tropicales, en los que casi todos los silicatos son
inestables. Junto con la topografía puede enunciarse:
- En zonas quebradas, frías y secas domina la desintegración. Esto es: a climas más
cálidos y húmedos más rápidamente progresa la meteorización.
Vegetación: acción mecánica de las raíces, acción química en proximidades de las raíces
(descenso de pH y suministro de CO2), productos resultantes de la degradación de la materia
orgánica en el suelo, regulación sobre la precipitación y regulación sobre la erosión.
La pérdida de consistencia facilita la acción de los agentes de transporte que pueden entonces
remover parcial o totalmente la roca meteorizada.
Los principales agentes de transporte son la gravedad, el agua, aire y hielo.
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En climas desérticos el transporte por el viento (eólico) es uno de los factores predominantes,
así como lo es el movimiento de los glaciares en las zonas más frías del planeta. En nuestro
país y en las condiciones actuales, gravedad y corrientes de agua superficiales son los agentes
principales de transporte, aunque el viento juega asimismo un papel importante,
especialmente en las arenas costeras. El transporte por hielo es inexistente en nuestro país en
las condiciones actuales. Sin embargo existe registro geológico abundante de sedimentos
transportados por glaciares en otros momentos de la historia geológica.
Las condiciones climáticas en las diferentes zonas de la Tierra cambian el balance entre los
factores predominantes de transporte. La gravedad es sin duda el principal factor que
condiciona la ubicación última de las sustancias transportadas por los diversos agentes, de
hecho es la gravedad quien condiciona el movimiento del agua y del hielo en la superficie
emergida de nuestro planeta. Es lógico pensar entonces que el destino final de los sedimentos
en un momento determinado serán las superficies topográficamente deprimidas de nuestro
planeta, donde pueden acumulares importantes espesores de materiales sedimentarios.
En nuestro país existen varias cuencas sedimentarias de diversa edad. Como ejemplo, la fosa
tectónica del Santa Lucía es una porción de nuestro territorio en la cual el "piso" de rocas
ígneas y metamórficas sufrió un hundimiento pronunciado durante el período Cretácico en que
actuaron tensiones muy importantes en la corteza. Ello posibilitó la depositación de espesores
de hasta 2000m de sedimentos, la mayoría de ellos de edad Cretácica, que constituyen el
subsuelo de buena parte del departamento de Canelones.
Asimismo tengamos en cuenta que el agua que circula por la superficie de nuestro planeta (y
que proviene íntegramente de las precipitaciones) no solo arrastra partículas (detritos), sino
que también contiene iones en solución que son removidos de ciertas zonas y se recombinan
en otras para dar lugar a especies minerales formadas como consecuencia de la precipitación
química. Estas especies minerales pueden actuar como cementantes entre los granos de las
rocas detríticas, o bien constituir espesores importantes de rocas de precipitación química tales
como las calizas.
27
Los organismos vivos juegan a veces papeles menos evidentes, pero no por ello menos
importantes en la generación de rocas sedimentarias, muchas veces condicionando factores
como el pH y eH en cuerpos de agua, y regulando entonces la precipitación química de una u
otra especie mineral.
Otros elementos que han de tenerse en cuenta para la clasificación de las rocas sedimentarias
detríticas normalmente considerados en segundo lugar, incluyen aspectos tales como forma
de los granos (especialmente en psamitas y psefitas), selección, mineralogía y cemento. El
color es una propiedad utilizada en la descripción pero no es un criterio de clasificación.
Debe tenerse presente que la asignación de un nombre particular a una roca específica, sea
esta sedimentaria, ígnea o metamórfica, es un objetivo secundario frente al de realizar una
minuciosa descripción de la misma. Resulta mucho más valioso aprender a observar y describir
cuidadosamente una roca, que conocer su nombre en un criterio de clasificación arbitrario
cualquiera. La correcta descripción de una litología solo puede realizarse cuando se tiene la
oportunidad de verla en el campo y de observar además su relación con las rocas vecinas. La
muestra de mano -obtenida con la herramienta apropiada- puede permitir en algunos casos
una descripción aceptable, pero tiene enormes limitaciones. Por ello debe entenderse que los
ejercicios propuestos en las clases de taller suponen la dificultad accesoria de no estar
observando directamente el afloramiento, sino una porción relativamente pequeña y no
siempre representativa del total. En este caso mas que en ningún otro, repetimos que el
objetivo fundamental es una exhaustiva descripción de lo que vemos mas que la asignación de
un nombre particular a cada muestra.
28
La selección es la propiedad que describe la variabilidad del tamaño de grano en una roca
sedimentaria detrítica. Aquellas rocas que muestran solo una clase granulométrica bien
definida, siendo el tamaño de todas las partículas similar, se dicen bien seleccionadas. Por
oposición, aquellas en que sus constituyentes presentan una gran diversidad de tamaños se
denominan mal seleccionadas. La selección de una roca es una propiedad que condiciona
fuertemente su porosidad, y por lo tanto su comportamiento frente a la circulación de agua,
subsuperficial o subterránea.
Se dice que una roca sedimentaria es más madura cuanto más redondeados y seleccionados
estén los clastos que la integran. La madurez textural es un índice que refleja el tiempo
transcurrido entre la erosión del material detrítico original y su depositación final.
29
En las rocas sedimentarias detríticas es común que las partículas constituyentes se encuentren
más o menos fuertemente adheridas por sustancias minerales a las que llamamos cementos.
Estas sustancias llenan los vacíos que existen entre las partículas eliminando parcial o
totalmente la porosidad inicial.
Los cementos pueden ser precipitados químicos que cristalizan a partir de aguas cargadas de
sales circulando por los poros originales del sedimento o precipitados en forma simultánea con
las partículas. Una roca sedimentaria detrítica cementada es más densa, más tenaz, y menos
porosa que su equivalente no cementado.
La tenacidad depende en gran medida del tipo de cemento siendo las cementadas con SiO 2
las más resistentes no sólo mecánicamente sino también a ulteriores transformaciones por
meteorización.
30
3.1. Las aguas subterráneas en las rocas sedimentarias.
Como hemos visto estas rocas están formadas por depósitos o materiales meteorizados de
rocas preexistentes. Dependiendo del tipo de mecanismo de transporte se clasifican en:
Depósitos fluviales o aluviales (ríos): incluyen gravas, arenas, limos y arcillas. Estas
formaciones están caracterizadas por estratificación. Las porosidades varían entre 20 al 60%
pero solamente las gravas y las arenas presentan macroporos. Debido a cementación,
presiones t temperaturas las arenas pueden cambiar formando depósitos consolidados
denominados areniscas, o los limos en limolitas. Estas rocas consolidadas tienen menor
capacidad de transmitir agua al menos que estén fracturadas o presenten fenómenos
karsticos como en el caso de las limolitas.
Depósitos eólicos (viento): estos depósitos incluyen arena y loess. A menudo grandes áreas
están cubiertas con un material relativamente homogéneo.
Depósitos glaciales (hielo): durante el Pleistoceno los glaciares depositaron “glacier till”
que usualmente es una mezcla de limo, arena y arcilla. Estos depósitos son en general pobres
productores de agua.
Desde el punto de vista hidrológico, los sedimentos son materiales geológicos con porosidad
intragranular. En la mayoría de las formaciones acuíferas del mundo, el agua esta alojada
entre los granos de los depósitos sedimentarios (en poros e intersticios).
Arenas y Gravas.
Los rodados y guijarros, así como la arena pueden estar constituidos principalmente por
cuarzo o por rocas que han sido destruidas, fragmentadas y erodadas por arrastre. En algunas
regiones, como ocurre en el Caribe, la arena también puede ser material calcáreo, procedente
de los fragmentos corales y valvas de moluscos.
Las gravas y las arenas generalmente se presentan en grandes estratos, lentes o conos
aluviales y en extensiones menores, en planicies aluviales. También en muchos otros tipos de
depósitos, tales como: dunas de arena, depósitos glaciales y depósitos de playa.
En Argentina la gran mayoría de los centros urbanos son abastecidos por acuíferos de arena
y/o gravas. Es conocida la importancia como acuífero de las “Arenas Puelches” de las cuales se
surte de agua potable e numerosas poblaciones de las provincias de Chaco, Santa Fe y el
noroeste de la provincia de Buenos Aires.
Volúmenes importantes son extraídos para riego en las provincias de San Juan y Entre Ríos.
31
Limos y arcillas.
La arcilla es un material sedimentario muy fino 9fracción granulométrica menor a 1/256 mm)
compuesto principalmente por silicatos de aluminio hidroxilados, con estructura atómica
planar.
Aunque tanto en los limos como en las arcillas la porosidad es generalmente alta, la
permeabilidad y el rendimiento especifico son bajos a muy bajos. Esto se debe a que lo poros
de estos sedimentos finos son muy pequeños; el agua es sostenida entre los granos por
capilaridad y no se mueve fácilmente por gradiente hidráulico ni drena por gravedad.
Loess
Areniscas
Las rocas consolidadas equivalentes a las arenas son las areniscas. Existe una gradación
continua entre las arenas sueltas de una playa pasando por las areniscas parcialmente
cementadas hasta las areniscas cuarcíticas duras con muy baja porosidad. Una arena que es
enterrada profundamente en el curso de los tiempos geológicos, tiende a perder su alta
porosidad y permeabilidad a medida que el material cementante llena los poros. A pesar de
ello, muchas areniscas consolidadas antiguas retienen suficientes permeabilidad para actuar
como excelentes acuíferos y reservorios.
Las areniscas de edad Triásico – Jurásico, conocidas en Uruguay como Formación Tacuarembó
y en Brasil como Botucatú, constituyen un importante acuífero de extensión regional.
Rocas carbonatadas.
Las rocas carbonatadas, de las cuales las calizas son las más importantes, son
extremadamente variables con respecto a la cantidad de agua subterránea que pueden
contener y producir en los pozos. Las calizas densas, sin canales de disolución y diaclasas
significativas, contienen muy poca o nula cantidad de agua subterránea aprovechable. Por otro
lado, las calizas que contengan cavernas interconectadas y canales de disolución, conocidas
como calizas Kársticas, pueden contener grandes cantidades de agua subterránea.
Normalmente tales aguas están en rápido movimiento a través de los canales subterráneos
constituyendo “ríos” subterráneos.
32
En varios países del Caribe hay acuíferos kársticos. En Cuba, por ejemplo, mas del 65% del
territorio está constituido por formaciones kársticas n los que están contenidas ;las principales
reservas de aguas subterráneas.
La composición química de las aguas subterráneas extraídas de las rocas sedimentarias puede
variar desde la correspondiente a las salmueras de las rocas marinas profundas, hasta la de
las aguas que poseen un contenido total en sólidos disueltos inferior a 100 ppm, como puede
ser al caso de los acuíferos en areniscas próximas a la superficie del suelo.
Existen marcadas diferencias en la calidad química del agua subterránea en los tres grupos
más comunes de rocas sedimentarias: las arcillas, las areniscas y las rocas carbonatadas. Las
aguas procedentes de las arcillas son las que contienen por lo común mayores cantidades de
hierro y de fluoruro, así como un bajo pH, normalmente situado entre 5.5 y 7. Las aguas de
las calizas poseen porcentajes bajos de contenido en sílice, cantidades ligeramente mayores de
calcio y magnesio, así como valores de pH situados generalmente por encima de 7.0. La
calidad química del agua procedente de las areniscas es algo más variable según el tipo de
terreno acuífero, la composición mineralógica de los granos y la profundidad de la formación
acuífera.
Las regiones de precipitación muy elevada ocupan una extensión relativamente pequeña en
comparación con las zonas de baja temperatura o áridas.
Las regiones con precipitaciones superiores a 4000 mm por año no se distribuye de manera
uniforme a lo largo del mismo, sin embargo no existe, marcados periodos secos, de manera
que en ellas siempre hay agua disponible para la recarga de los acuíferos a lo largo de las
estaciones. Mientras que las regiones con precipitaciones superior a 1250 mm por año poseen
estaciones secas y húmedas bien marcadas, por lo que cada año sufren problemas de
abastecimiento de agua.
La presencia de una abundante recarga de agua induce a pensar que todas las formaciones
permeables deben estar totalmente saturadas allí donde sea posible el almacenamiento
subterráneo. Como consecuencia se puede inferir que los niveles de las aguas subterráneas de
estas regiones deben estar situados muy próximos a la superficie del suelo y que los
gradientes hidráulicos deben ser más fuertes que en los acuíferos semejantes emplazados bajo
otras condiciones climáticas.
La abundancia de agua obliga a pensar, que el lavado químico de los materiales solubles y de
los parcialmente solubles de los terrenos acuíferos debió haberse efectuado muy rápidamente,
por lo que la calidad química de las aguas subterráneas de estos climas es buena.
33
3.4.2. El agua subterránea en las regiones áridas
Los acuíferos que se formaron con anterioridad a los desiertos que sobre ellos yacen no son
muy afectados por la aridez que reina en la superficie.
La ausencia general de material orgánico y las elevadas temperaturas hacen pensar que las
pequeñas cantidades de agua infiltrada que pueden llegar a los acuíferos de estas regiones no
podrán contener mucho dióxido de carbono disuelto en comparación con el que llevan las
aguas infiltradas en las regiones templadas y húmedas, esto sumado a la falta general de
humedad, significa que la alteración química de los acuíferos, posterior a la formación de los
desiertos, debe ser muy lenta, y que la formación de las grietas de disolución en las rocas
carbonatadas en las regiones desérticas ha debido quedar reducida al mínimo.
La cantidad relativamente pequeña que supone la recarga en las regiones desérticas se refleja
en las grandes profundidades a las que se encuentran los niveles saturados en las zonas altas
y en los gradientes hidráulicos excepcionalmente bajos que existen en general en este tipo de
regiones.
Las aguas subterráneas de estas regiones presentan una calidad química más pobre que en
aquellas regiones de precipitación normal. Aunque no toda el agua subterránea de las regiones
desérticas es salobre o salada, existen una serie de factores que contribuyen a aumentar la
cantidad de sólidos disueltos. En primer lugar las sales contenidas en el agua de lluvia y nieve
se concentran en la superficie como resultado de los elevados índices de evaporación de estas
regiones y, en consecuencia, las intensas lluvias y las crecidas ocasionales de los ríos vienen a
constituir una fuente mas de material sólido disuelto que podrá concentrase en los primeros
metros del subsuelo, donde queda a disposición del lavado de las aguas de las precipitaciones
posteriores, más intensas, que puedan percolar más profundamente. En segundo lugar los
depósitos salinos se encuentran generalmente en estas regiones en sedimentos próximos a la
superficie del suelo, que podrán ser disueltos por las aguas subterráneas que percolan hacia
los acuíferos. En tercer lugar, la lenta circulación del agua subterránea de estas cuencas
retarda la expulsión de las aguas congénitas, dejando tiempo suficiente para la disolución de
los materiales ligeramente solubles que estan en contacto directo con las aguas subterráneas.
En último lugar, el polvo fino, compuesto en buena parte por las sales solubles transportadas
por el viento desde las playas de los desiertos, forma una extensa lluvia seca que permanece
acumulada en la superficie del suelo hasta que es lavada, y en parte infiltrada, por las aguas
de las lluvias ocasionales.
34
La presencia de aguas potables no suele ser un caso raro en muchas regiones desérticas,
aunque el agua salobre es la única que casi siempre puede encontrase en la mayor parte de
ellas; a pesar de todo, los habitantes de estas regiones sobreviven perfectamente
consumiendo agua con un total de sólidos disueltos superior a 3000 ppm. Las aguas de mejor
calidad química se encuentran en las rocas metamórficas y plutónicas fracturadas y en los
sedimentos derivados de las mismas.
El agua más confiable desde el punto de vista de la calidad química suele ser el agua que llega
al subsuelo de las regiones desérticas por procedimientos naturales o artificiales y que solo se
desplaza a distancias muy cortas dentro de los acuíferos.
Los suelos permanentemente helados o “Permafrost”, están presentes en casi todas las zonas
situadas por encima del circulo polar Ártico, a excepción de grandes extensiones del norte de
Escandinavia.
Los hidrolacolitos, son colinas formadas por la acumulación de hielo en forma lenticular que
empuja al suelo suprayacente hacia arriba y hacia fuera; estas colinas pueden poseer una
altura de 100 metros y un diámetro de 250 metros, aunque las formas mas frecuentes son
considerablemente mas pequeñas.
Las zonas que no están congeladas próximas a grandes masas de agua y los acuíferos situados
bajo extensas formaciones regionales de permafrost son las fuentes mas confiables para el
alumbramiento de mayores cantidades de agua subterránea. Allí donde el permafrost es muy
potente, los mejores acuíferos potenciales pueden estar helados, con lo que los pozos deben
descender hasta el sustrato rocoso o incluso llegar hasta los acuíferos profundos saturados con
agua congénita de muy mala calidad.
El agua subterránea de mas fácil explotación se encuentra en las zonas que permanecen
activas durante el final del verano y el comienzo del invierno, aunque estas zonas raramente
llegan a constituir un recurso anual permanente.
35
Las zonas descongeladas situadas a lo largo de las corrientes de agua que alimentan a los
hidrolacolitos pueden ser también favorables para el alumbramiento del agua subterránea,
aunque Muller, llego a la conclusión de que la mayor parte de los hidrolacolitos deben estar
alimentados por flujos relativamente insignificantes de agua subterránea. Loa flujos mayores
se manifiestan en la superficie a través de manantiales permanentes y no se cumulan en el
subsuelo para formas las masa de lacolitos.
La calidad química del agua de los ríos y lagos de las regiones árticas es generalmente
excelente, al igual que la de las aguas subterráneas que permanecen activamente renovadas a
partir de estas fuentes naturales de recarga.
En algunas aguas subterráneas de estas regiones se sabe que tanto la presencia del hierro
como del manganeso han llegado a causar ciertos problemas. Probablemente la presencia de
cantidades considerables de materia orgánica en ciertos terrenos acuíferos de origen aluvial
favorecen la conservación de la materia orgánica. Por otra parte, la materia orgánica en los
acuíferos puede provocar una coloración desagradable del agua, y con menos frecuencia,
sabores también desagradables.
El permafrost en si mismo, no ejerce mas que un efecto totalmente secundario sobre la calidad
química de las aguas subterráneas. La congelación parcial deja siempre un residuo de agua
más salada, de tal forma que por este procedimiento se puede pensar que podría haber tenido
lugar alguna concentración de sólidos disueltos durante el largo periodo de tiempo que
necesito el agua para congelarse y constituir las zonas de permafrost. En la mayor parte de los
casos sin embrago, la circulación del agua subterránea suele ser lo suficientemente rápida
como para haber podido desalojar el agua salada así formada, a mayor velocidad de la que
esta pudo formarse. Existe un estudio acerca de los efectos de los ciclos de congelación
estacional en una región donde la concertación es algunos constituyentes es mayor en invierno
que en verano.
36
II. Ciclo hidrológico y medio ambiente – El agua nuevo desafío para la supervivencia
El agua de los océanos, de la atmósfera y de las tierras modifica tanto su posición geográfica
como su estado físico, en una serie de cambios continuos que configuran el ciclo hidrológico.
Debido a que el ciclo hidrológico ha sido tratado por numerosos autores con diferentes
enfoques y profundidad, ha generado que no siempre se utilicen conceptos semejantes y la
diversidad en el uso de la terminología específica, producen a veces serias confusiones en
lectores no avezados en el tema al confrontar opiniones aparentemente contrapuestas.
Ambientes hidrológicos: se define como tal a aquellas partes de la Tierra donde ocurren los
fenómenos hidrológicos. Desde el punto de vista más general, los ambientes primarios que se
pueden diferenciar son: océanos y mares, masas continentales y atmósfera.
Dentro de estos ambientes primarios pueden considerare tantos otros como sea necesario;
para ello debe generalizarse el concepto diciendo que ambiente hidrológico es un espacio
determinado en el que actúan entradas, respuestas y salidas que constituyen procesos
hidrológicos.
Estos procesos están conformados por los fenómenos hidrológicos que son distintas formas y
mecanismos por los cuales el agua se mueve, se distribuye y se almacena en la naturaleza,
con sus correspondientes cambios de estado.
El concepto de sistema, es útil para describir a los ambientes hidrológicos, por lo que es
común referirse de esa forma. Dooge (1973) define como sistema a cualquier estructura,
dispositivo, esquema o procedimiento, real o abstracto que relaciona para cierto tiempo de
referencia, una entrada (input), causa o estímulo, de materia, energía o información y una
salida (output), efecto o respuesta, de información, materia o energía.
37
Refiriéndose a la figura 1.1, es importante analizar lo que sucede en la parte continental,
dentro de ella es preciso fijar sistemas de referencia en los cuales poder explicitar luego los
procesos del ciclo hidrológico. Estos sistemas de referencia son por lo general las cuencas.
Se define como cuenca hidrográfica de un curso de agua, en una determinada sección del
mismo, al área delimitada topográficamente en la cual los excedentes de lluvia caída son
conducidos superficialmente a través de los afluentes a la sección del curso considerada. Se
llama también cuenca imbrífera, cuenca topográfica, cuenca de captación, etc.
En ella actúan procesos hidrológicos de entrada como los fenómenos de lluvia, nieve, energía
solar, escurrimiento superficial y subterráneo de otros sistemas. Se producen procesos de
respuesta y transformación del sistema a través de fenómenos como infiltración,
almacenamiento en vegetación, superficie e interior del suelo, escurrimiento sobre el terreno y
en cauces, cambios de estado, etc.
La respuesta del sistema origina procesos de salida constituidos por fenómenos tales como
escurrimiento superficial y subterráneo hacia otros sistemas, evaporación y evapotranspiración
real hacia la atmósfera.
En los casos en que las divisorias de aguas superficiales y de aguas subterráneas no coinciden,
no es posible definir una sola cuenca. El concepto de cuenca hidrológica implica tener en
cuenta ambas divisorias.
En general, este concepto se refiere a sistemas en que es posible asociar a un punto o sección
de cauce determinada un área también determinada que contribuye a conformar el caudal de
agua que por él pasa.
Existen también otros sistemas de funcionamiento diferente, como es el caso de grandes áreas
de llanura, donde en muchos casos no existe una relación funcional de área de captación-
sección del cauce de salida, debido principalmente a la falta de una red de avenamiento
jerarquizada y a que las divisorias de aguas superficiales son dinámicas en función de la
actividad pluvial.
Precipitación (P): es la entrada principal al sistema físico, y se entiende por tal, al agua
caída en sus diferentes formas (lluvia, nieve, precipitación oculta, etc.)
De la cantidad total de agua que se precipita una parte se evapora en la misma atmósfera
antes de llegar al sistema físico.
Parte del agua que inicialmente es retenida por la vegetación, escurre por las ramas y el
tronco o gotea desde las hojas llegando finalmente al suelo. La diferencia entre el volumen de
agua retenido inicialmente y el que por escurrimiento y goteo llega al suelo, se denomina
Intercepción efectiva (Fe) y es la cantidad de agua que finalmente es agotada por
evaporación volviendo a la atmósfera.
38
Se denomina Precipitación efectiva (Pe) a la cantidad de agua del almacenamiento o que
de la precipitación llega directamente a la superficie del suelo.
Se denomina Infiltración (I) a la cantidad de agua que se introduce desde la superficie hacia
el interior del suelo.
El agua que ingresa en el suelo puede encontrase con capas de relativa mayor
impermeabilidad dando lugar a la formación de una lámina de detención que a su vez da lugar
a la denominada Escorrentía subsuperficial o hipodérmica (Ass), que se produce en
general siguiendo en forma paralela la superficie del terreno, hasta que un corte o cambio
brusco de pendiente lo hace aflorar a la superficie o aporta directamente a un curso de agua.
El escurrimiento superficial conjuntamente con la escorrentía subsuperficial constituyen la
escorrentía directa (AD) de una tormenta.
A medida que se va produciendo esta redistribución del agua en el suelo por efecto de la
evapotranspiración, la zona saturada que constituye el almacenamiento freático alimenta a su
vez al suelo que tiene por encima por Ascenso capilar (C).
El agua que constituye el acuífero freático tiene un movimiento regido por las leyes de
escurrimiento en medios porosos saturados. En una cuenca hidrológicamente aislada, cuando
el nivel freático intercepta a los cauces que componen la red de avenamiento, descarga en
ellos proporcionando lo que se denomina escorrentía de base o subterránea (AG) que
sumándose a la escorrentía directa dan por resultado la escorrentía total (A) que transporta
un cause.
Si el nivel de agua en un curso que se intercepta con el nivel freático es mayor que éste, se
puede producir el fenómeno inverso y entonces el agua de escurrimiento del cauce, Recarga
(RA) al acuífero freático.
39
Debido a las diferentes leyes físicas que gobiernan a la escorrentía directa y a la escorrentía
de base, las velocidades y los tiempos de aporte a un cauce son muy diferentes.
Generalmente la directa proporciona volúmenes de agua más importantes que conforman una
crecida debido a una lluvia, mientras que la de base proporciona los volúmenes de agua que
escurren a periodos inter-lluviosos. El derrame total que transporta un curso en un momento
puede estar constituido de aporte directo o de aporte de base o ambos a la vez.
En el ciclo hidrológico o en una porción del mismo debe existir, conforme al principio de
conservación de masa, un equilibrio entre las entradas, las salidas y las variaciones del
sistema considerado. Las relaciones cuantitativas que se establecen para representar a este
equilibrio, constituyen las formulaciones de los balances hidrológicos. Para definir un balance
hidrológico es imprescindible definir el sistema o porción del mismo al que se aplica y el
intervalo de tiempo que se considera. Por lo tanto no existe una única expresión del balance
sino tantas como asociaciones de sistemas e intervalos de tiempo puedan plantearse.
Las técnicas de balance hídrico son, en líneas generales un medio sencillo de resolver
problemas hidrológicos, a nivel teórico – práctico.
Los balances hídricos nos permiten, con una información sencilla de adquirir, evaluar en forma
cuantitativa los recursos de agua de una región, cuenca, subcuenca, etc., así como los posibles
cambios acontecidos en función de variaciones climáticas naturales y/o antrópicas.
40
1.2.2. Metodología para la aplicación de los balances hídricos
La metodología para el calculo del balance hídrico es muy variada dependiendo de:
1. Períodos.
De acuerdo al tipo de información disponible y a los resultados que se esperan obtener los
balances hídricos pueden ser formulados para diferentes pasos de tiempo:
2. Zonas
De acuerdo a las características y alcances del modelo a desarrollar el mismo puede abarcar
diferentes zonas como por ejemplo:
Continentes
Países
Cuencas hidrológicas superficiales
Cuencas hidrológicas subterráneas.
Subcuencas hidrológicas (superficiales y/o subterráneas)
Masas de agua.
El balance puede ser aplicado a determinados sistemas del ciclo hidrológico como lo pueden
ser:
Zonas especiales
41
1.2.4. Formulación básica de la ecuación de balance hídrico.
Para cualquier masa de agua y cualquier intervalo de tiempo, es su forma mas general la
ecuación de balance hídrico se puede expresar:
Donde:
P = Precipitación
QSE = Caudal superficial entrante
QSUE = Caudal subterráneo entrante
Ev = Evaporación (incluye evapotranspiración)
Qss = Caudal superficial saliente
Qsus = Caudal subterráneo saliente
S = Variación del almacenamiento
= Error
Por ejemplo:
P + QSE– Ev – Qss S = 0
b) Si no hay aportaciones desde otras cuancas y las áreas son bien definidas se deprecia el
caudal de entrad superficial contabilizándose únicamente el de salida:
P– Ev – Qss S = 0
P– Ev – Qss = 0
d) Si el balance hídrico se plantea para un área pequeña y para un periodo de tiempo corto, la
variación, por ejemplo, del almacenamiento resulta tener un peso relevante, y por lo tanto
la expresión resulta:
42
Donde la variación del almacenamiento S esta dad por:
Donde:
No obstante nunca se logra un cierra exacto del mismo, por lo que es aceptable el término
como factor de cierre.
Si es imposible obtener alguna de las variables del sistema, la misma se podrá obtener por
diferencia de las demás, de modo tal que el error de cierre quedará compensado en esta
última variable así estimada.
El balance hídrico terrestre esta compuesto por un conjunto de diferentes balances hídricos.
Las tablas 1.1, 1.2 y 1.3 presentan datos sobre la presencia de agua en la tierra y la tabla 1.4
presenta el balance hídrico que resulta de la interacción entre los continentes y los océanos.
43
Distribución del 103 Gm3 Cantidad de agua
Agua Agua total % Agua dulce %
Océanos 1300000 97
Mares y lagos 100 0.008
salados
Hielos polares 28500 2.14 77.6
Agua en la 12 0.001 0.035
atmósfera
Agua en 1 0.000 0.003
organismos
Lagos de Agua 123 0.009 0.335
dulce
Cursos de agua 1 0.000 0.003
Zona no saturada 65 0.005 0.18
Zona saturada 8000 0.60 21.8
Total de agua 36700 2.77 100
dulce
Total de agua 1337000 100
Tabla 1.3: Cantidad de agua sobre la tierra (Holy, 1982)
Interc
Océanos Area P -E Escorrenti ambio P-E Escorre Intercambio con
a con el ntia el océano
superficial océan superfici
o al
44
La Tabla 1.5 muestra un resultado interesante cuando se aplica el balance hídrico en los
océanos, particularmente a lo que se refiere a intercambio de agua entre los océanos. Se
puede concluir que desde el océano Pacífico aproximadamente 440000 m3/s fluye hacia el
océano Indico y una cantidad igual hacia el Atlántico. Desde el océano Artico hacia el Atlántico
fluye 94500 m3/s. Este balance de agua explica porque hay un flujo promedio desde el océano
Pacífico hacia el Indico a través del archipiélago de Indonesia.
Los cambios a largo plazo en las cantidades del balance hídrico están asociados a los cambios
atmosféricos del medio.
Hay evidencias para demostrar que desde 1880 la temperatura de la tierra se ha incrementado
en mas de 0.5 oC y este incremento es cada vez mayor. Asimismo se produjo un incremento
del nivel promedio del mar en este lapso.
Rodríguez Iturbe (1992), ha señalado que hay varios efectos que podrían retroalimentar el
cambio climático, haciendo más severos sus efectos. En particular, los cambios en la humedad
del suelo favorecerían una mayor disminución en la precipitación. La disminución en la
cobertura vegetal también retroalimentarían el proceso de sequías.
Así, los cambios en la precipitación y humedad del suelo, combinados con incrementos de
temperatura, pueden ocasionar cambios mayores en el escurrimiento. Estos estudios deben
proceder a nivel de cuencas.
El agua es un bien común esencial para la vida, que hasta hace muy poco se creía
superabundante y se gastaba sin medida, especialmente en las naciones ricas industrializadas.
Pero, en realidad, es un recurso relativamente escaso y en algunas partes del mundo
extremadamente escaso.
45
La demanda mundial de agua dulce se duplica cada veintiún años. Los sistemas de provisión
no pueden mantener el ritmo del crecimiento poblacional. El principal problema está ahora en
algunas islas: Cabo Verde y Barbados ya agotaron sus recursos. Las Baleares reciben
embarques de agua provenientes de Escocia: su altísimo costo es solventado por la redituable
industria turística.
La escasez también amenaza a otras regiones, más pobres y más pobladas. La situación de
Medio Oriente y de Africa del Norte, es precaria. El norte de China, parte de India y Pakistán,
algunas zonas de México y Sudamérica especialmente en el Nordeste de Brasil, también
experimentan su falta. En varias ciudades chinas las capas de agua subterránea han
descendido más de un metro por año, lo que las pone al borde de la sequía total.
En las próximas décadas el suministro de agua per cápita disminuirá treinta por ciento en
Egipto, cuarenta por ciento en Nigeria y cincuenta por ciento en Kenia. Para 2025, la cantidad
de agua disponible por persona en Oriente Medio y Africa del Norte se habrá reducido en
ochenta por ciento.
Según algunos expertos, el problema no es la falta global de agua dulce, sino su distribución
irregular. Los países fríos, de abundantes precipitaciones y escasos habitantes – como Canadá
y Suecia, por ejemplo – tienen un superávit hídrico. Mientras tanto otros, desérticos, calurosos
y superpoblados están al borde de la sed.
“El agua es pura dinamita”, afirmó Peter Gleik, del Instituto del Pacifico para estudios sobre el
desarrollo, el medio ambiente y la seguridad, con sede en California. Y explico de esta manera
su explosiva afirmación: “El agua se va a cobrar cada vez más importancias en las relaciones
políticas interestatales y cada vez será más probable el conflicto violento acerca de este
recurso esencial. Se está convirtiendo rápidamente en un tema clave de la política
geoestratégica”.
Como bien se sabe, los ríos y lagos compartidos por varios países son motivo de ríspidos
enfrentamientos o, al menos, de permanentes consultas en procura de desactivar elementos
desencadenantes de eventuales conflictos. Situaciones de este tenor se han producido en
Europa Central, en Africa, en el sudeste Asiático.
46
El uso compartido, sobre todo por parte de los países situados aguas abajo, se está
convirtiendo desde hace años en germen de problemas internacionales. Y lo será mucho
más en las próximas décadas por varias razones: el crecimiento demográfico, la
industrialización que impone el empleo de grandes volúmenes de agua y la desertización
como consecuencias de la tala de bosques sin la consiguiente adopción de prácticas
culturales conservacionistas.
Según Gleik, el 40% de la población humana vive en unas de las 250 cuencas hidrográficas,
cuyas aguas comparten más de un país. “Grandes ríos, como el Nilo, el Ganges, el Niger, el
Tigris, el Mekong, el Bramaputra y el Indo, atraviesan numerosas naciones y todas pretenden
extraer mas agua de ellos. Las tensiones son particularmente frecuente en Asia Central y el
Medio Oriente, donde los conflictos sobre el agua datan de hace más de cinco mil años”,
añadió
Lo que podría describirse como geografía del conflicto del agua involucra nueve grandes ríos
ellos son:
Nilo: atraviesa diez países y proporciona el 97 % del agua de Egipto. En su curso superior.
Sudan, Kenia, Ruanda, Burundi, Uganda, Tanzania y Zaire han anunciado emprendimientos
hidroenergéticos que hasta ahora no han podido ser compatibilizados y generan grandes
disensos.
Río Grande: sirve de frontera entre los Estados Unidos y México. Frontera que se está
recalentando por las demandas mejicanas de mayor caudal para afrontar los requerimientos
de sus zonas desérticas. Los gobernadores de los estados de la Unión que limitan con México
se han opuesto enérgicamente a estas peticiones.
Jordán: Jordania, Siria, Líbano e Israel mantienen enfoques encontrados a propósito del
empleo de sus aguas, que suplen el 40 % de los requerimientos de Israel, cuya resistencia a
devolver los territorios ocupados en la guerra de 1967 se explica por el hecho de que allí se
genera ese recurso.
Tigris – Eufrates: Turquía controla el nacimiento de ambos ríos. Aguas abajo Siria e Irak
dependen totalmente de ellos; Siria ha elaborado proyectos de embalse e irrigación que ya
han despertado la oposición de Irak.
Mekong: Laos, Vietnam y Camboya ya han comenzado a discutir por el uso de este río, que
necesitan para su programa de industrialización. Se estima que los embalses que se
construyan modificarán profundamente la importante estructura agraria de esos tres países,
creando las consiguientes tensiones internas que sus gobiernos desean evitar.
Zambezi: Sudáfrica ha anunciado su intensión de desviar el curso de este río, lo que causaría
la ruina de grandes regiones situadas aguas abajo, en Zambia, Zimbabue y otros países, que
han protestado enérgicamente.
47
Ganges: Nepal y Bangladesh están realizando deforestaciones en las estribaciones del
Himalaya, que han modificado el curso normal de este río, amenazando la subsistencia de más
de 300 millones de habitantes de las zonas rurales de la India. Este país, a su vez. Ha
construido una gigantesca represa en la frontera con esos dos países y la obra se ha
convertido en permanente foco de fricción.
El asunto se complica por la ausencia de una ley internacional que establezca los derechos del
agua dulce, del mismo modo que la Ley del Mar que regula la navegación y la pesca en los
océanos.
Con o sin legislaciones, no hay duda de que el agua se convertirá en un recurso escaso y, por
lo tanto, negociable. Ya hay algunos indicios de esta tendencia. En 1993, por ejemplo, el
NAFTA eliminó las barreras comerciales entre los EEUU, México y Canadá y establecieron un
tratamiento igualitario para la producción y el tráfico de bienes en los tres países. En 1995,
temiendo que los consumidores mexicanos y norteamericanos exigieran acceso a las reservas
canadienses de agua dulce, el gobierno de la Columbia Británica – una provincia de Canadá-
prohibió la exportación de agua.
Algunos expertos sostienen que al someter el agua a las reglas de oferta y demanda del
mercado internacional, se evitará derroches y se incentivará el desarrollo de nuevas
tecnologías en la agricultura y la industria. Para otros analistas, comerciar el agua suena a
sacrilegio, algo así como vender el aire al mejor postor: para ellos, el agua es un derecho
humano, íntimamente relacionado con los factores culturales y religiosos. Este debate se irá
calentando en el futuro y quizá no haya agua para apagar la hoguera que se encenderá.
48
BLIBLIOGRAFIA.
4. CUSTODIO , E., y LLAMAS MADURGA, M. R., 1983. Hidrología Subterránea. (2). Ed.
Omega. Barcelona.
7. FREEZE A.; CHERRY J., 1979. Groundwater. Prentice Hall, Englewood Cliffs. London. pp
604.
11. LINSLEY, Kohler y Paulhus. Hidrología para ingenieros. Mac Graw – Hill Book Company.
New York.
14. RISIGA, A; Auge M, C. (1989). Hidrología subterránea. Manual del curso internacional
de hidrología general con énfasis en hidrología subterránea. CONAPHI.
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53
ANEXO 2
MINERALES
Definiciones básicas:
RED CRISTALINA: Conjunto de todos los nodos que forman una estructura cristalina.
Está definida para cada especie mineral por seis constantes cristalográficas: a0, b0, c0,
a, b, g.
CRISTAL: Materia cristalina, natural o artificial, delimitada por superficies planas, paralelas
a planos reticulares de su estructura interna.
Todo mineral puede concebirse además como un sistema en equilibrio con el medio que lo
rodea en el momento de su cristalización. Todo cambio en la temperatura, presión, o
composición del entorno (P,T,X) lo transforma en un sistema relativamente inestable. La
alterabilidad en condiciones superficiales de un mineral en particular depende entre otros
factores de la diferencia entre las condiciones reinantes durante su cristalización y las
condiciones a las que se encuentra sometido en el ciclo superficial. Otro de los factores que
inciden fuertemente es la naturaleza de los enlaces entre los elementos constituyentes de
cada cristal, la energía de esas uniones que son destruidas en la alteración condiciona la
estabilidad de cada mineral frente a un cambio de condiciones P,T,X. Las propiedades
físicas y químicas de las rocas dependen entre otros parámetros, de las propiedades físicas
y químicas de los minerales constituyentes.
Afortunadamente una clasificación razonable y útil de las rocas más abundantes del
subsuelo puede llevarse a cabo sabiendo reconocer unos pocos minerales, que por su
frecuencia de aparición y volumen relativo en la corteza permiten definirlas. Han sido
reconocidas en la corteza unas 3000 especies minerales, su clasificación compete a la
mineralogía y los criterios utilizados en estas clasificaciones son o bien químicos (silicatos,
sulfatos, óxidos, etc.), o bien estructurales (filosilicatos, tectosilicatos, inosilicatos, etc.).
No debe pues confundirse el reconocimiento que será el fruto de la observación de unas
pocas propiedades físicas, con la clasificación en si: resultado de un análisis de laboratorio
54
detallado y extenso donde se aplican sofisticadas técnicas para el reconocimiento de la
estructura cristalina y composición química.
Una de las clasificaciones más utilizadas en mineralogía fue elaborada por H. Strunz, quién
la propuso en 1938. Con algunas modificaciones, se encuentra en uso y es universalmente
aceptada. Divide a los minerales en 9 clases:
1. Elementos
2. Sulfuros
3. Halogenuros
4. Oxidos e hidróxidos
6. Sulfatos
7. Fosfatos
8. Silicatos
9. Sustancias orgánicas
No. de especies
Clase Ejemplos
aprox
I 50 Oro, Azufre
II 300 Pirita, Galena
III 100 Fluorita, Sal gema
IV 250 Cuarzo, Hematita, Rubí
V 200 Calcita, Dolomita
VI 200 Yeso, Baritina
VII 350 Apatito, Monazita
VIII 500 Feldespatos, Micas
IX 20 Ambar
Dentro de cada una de estas clases se contemplan una serie de divisiones denominadas
"tipos", "grupos", "series", "familias" y por último la unidad fundamental: la "especie".
55
Los silicatos constituyen el grupo más importante, ya que en su conjunto conforman el
90% de la corteza terrestre. La subdivisión interna de este grupo se hace en base a
criterios estructurales y no químicos, suponiendo una unidad fundamental [SiO 4]4-,
esencialmente un tetraedro con un átomo de silicio ocupando la posición central y cuatro
átomos de oxígeno dispuestos de manera de compartir un electrón de valencia con otros
cationes dando lugar a una estructura cristalina, en base a cuya geometría se realiza la
clasificación.
1) Nesosilicatos: con grupos tetraédricos aislados unidos a otros similares con un catión
distinto del silicio (v.g.: olivino).
2) Sorosilicatos: dos tetraedros unidos por un vértice formando un grupo [Si 2O6]2-
relacionados entre sí con cationes distintos al silicio (v.g.: epidoto).
5) Filosilicatos: los tetraedros conforman una malla plana de arreglo hexagonal (v.g.: micas
y arcillas).
6) Tectosilicatos: donde los tetraedros conforman una malla compleja con presencia de
aluminio en lugar de silicio en algunos de los tetraedros dando lugar a la presencia de
cationes diversos (Na+, Ca2+, K+) incluidos en el edificio cristalino (v.g.: feldespatos y
cuarzo).
Reconocimiento de minerales
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Propiedades físicas de los minerales
Como fue mencionado antes, las propiedades físicas de los minerales son una función de su
composición química y estructura cristalina. De esta manera se podrán definir propiedades
físicas escalares y vectoriales, si son dependientes o independientes -respectivamente- de
la dirección cristalográfica de observación.
Las propiedades físicas de una especie mineral varían entre ciertos parámetros como
resultado de que distintos individuos de una misma especie no son necesariamente
idénticos. Por ejemplo: diferentes cristales de cuarzo pueden presentar coloraciones
diversas (incoloro, gris, azulado, violeta, rosado, blanco, negro, etc.). De allí deducimos
que el color no es una propiedad útil para diferenciar el cuarzo del resto de los minerales.
La biotita (mineral ferro-magnesiano del grupo de las micas) es sistemáticamente de color
negro o marrón muy oscuro. En ese caso el color es un buen criterio para diferenciarla de
otras especies similares. El reconocimiento de un mineral será entonces el resultado de la
observación de un conjunto de propiedades, siendo una buena costumbre el seguir una
"marcha sistemática".
a) Propiedades
escalares:
a.1) Densidad
b) Propiedades
vectoriales:
b.1) Velocidad de
crecimiento (forma)
b.2) Cohesión (tipo de
fragmentación)
b.3) Tenacidad
(fragilidad, ductilidad,
flexibilidad, dureza)
b.4) Propiedades
eléctricas
b.5) Propiedades
magnéticas
b.6) Propiedades
radiactivas
b.7) Propiedades ópticas
b.7.1) Brillo
b.7.2) Color
b.7.3) Indice de
refracción
b.7.4)
Luminiscencia
b.7.5)
Fluorescencia
b.7.6)
Fosforescencia
b.8) Propiedades
organolépticas
b.8.1) Olor
b.8.2) Sabor
b.8.3) Tacto
57
Forma: la forma externa de un cristal correspondiente a una especie mineral cualquiera
queda determinada por su velocidad de crecimiento. Las caras de crecimiento más rápido
son las que presentan un desarrollo menor. En cambio, las más lentas se desarrollan más y
muestran tendencia a hacer desaparecer a las otras.
Cuando un mineral forma parte de una roca, la forma que desarrolla un determinado cristal
es función de diversos factores, algunos propios de su especie y otros que resultan del
condicionamiento que determinan las especies minerales vecinas. Así un cristal de cuarzo
que creciera a partir de la cristalización de un líquido silíceo en completa libertad
desarrollará caras cristalinas como la que puede observarse en la figura. La misma especie
cristalina (cuarzo) cristalizando en último lugar en una roca granítica ocupará los
intersticios entre los cristales de otras especies (feldespatos y mica) que cristalizaron antes
que el, y su forma no estará determinada por su estructura cristalina sino que se verá
condicionada por los espacios vacantes.
Llamamos hábito al desarrollo relativo del conjunto de caras de un cristal bajo la influencia
de los factores fisicoquímicos del medio (temperatura, presión, radiactividad,
concentración, viscosidad, etc.), que actúan durante su génesis. De manera simplificada
distinguiremos entre los siguientes tipos de hábito:
Hábito hojoso: es el que presentan aquellos minerales en que sus cristales se desarrollan
preferencialmente en dos direcciones y pobremente en la perpendicular al plano que los
contiene, típicamente las micas y arcillas.
Hábito fibroso: es el que presentan aquellos minerales en que sus cristales se desarrollan
preferencialmente en una sola dirección y pobremente en las demás, el mineral adquiere
aspecto de fibras (algunos anfíboles, asbesto).
Hábito prismático: lo presentan los minerales en los que sus cristales se desarrollan
moderadamente en dos direcciones y fuertemente en la otra. Adquieren formas prismáticas
de base rectangular, triangular o hexagonal. El hábito tabular es un caso particular del
prismático en el que las caras del cristal se desarrollan en forma de prisma muy corto o
aplastado, el cristal adquiere forma de tabla o tableta.
58
Cohesión: la resistencia a la ruptura es obviamente diferente en distintos minerales, y la
forma de los trozos obtenidos al romperlos es una consecuencia de su organización interna.
Hay minerales que se rompen dando lugar a superficies planas: en ese caso diremos que el
mineral se cliva o que muestra clivaje.
Un mineral puede tener más de un plano de debilidad por los que se rompe más fácilmente
y en ese caso tendrá más de un plano de clivaje. Las micas constituyen el ejemplo más
evidente de mineral con un plano de clivaje perfecto, por el que se separa en hojas
extremadamente delgadas.
Clivaje: rotura de un mineral paralelamente a una cara real o posible del cristal. Tal cara
corresponde a planos reticulares de mayor densidad de nodos, mientras que el conjunto de
esos planos están unidos entre sí por enlaces más débiles. Según el grado de facilidad y
perfección con que se manifiesta el clivaje, recibe calificativos como: excelente, muy
bueno, bueno, manifiesto, pobre o imperfecto, etc.
Otros minerales como el cuarzo tienen una estructura sin planos de debilidad preferente y
se rompen tal como lo haría un trozo de vidrio. A este tipo de fractura se la conoce como
fractura concoide.
Fractura: rotura totalmente desordenada, sin ninguna dirección preferente de los enlaces
estructurales de un cristal como consecuencia de un golpe. Se definen 4 tipos: irregular,
concoidea (superficies curvas), astillosa (entrantes y salientes puntiagudos) y ganchosa
(propia de los metales nativos).
Propiedades ópticas
En el lenguaje común, la palabra opaco suele usarse con un sentido diferente para aquellos
materiales no reflectantes. En sentido estricto, los cuerpos opacos no permiten el pasaje de
la luz, los cuerpos transparentes permiten la observación de objetos a través de ellos, y los
cuerpos translúcidos permiten el pasaje de la luz, pero con reflexiones internas que
imposibilitan distinguir una imagen cuando se les interpone en su camino.
El brillo es una propiedad compleja que describe la manera como la luz se refleja en la
superficie del mismo. Depende de varios factores como el índice de refracción y el grado de
pulimento de la superficie observada. El brillo metálico lo presentan algunos minerales que
como los metales no permiten el pasaje de la luz (sustancias opacas) y su nombre es
suficientemente explícito. Las diversas variedades de brillo no metálico son características
de las sustancias transparentes o translúcidas y podemos distinguir diversas variedades:
brillo adamantino, típico del diamante y de las sustancias con alto índice de refracción,
brillo vítreo (el de la mayoría de los minerales) semejante al del vidrio, con variedades
como el brillo graso (típico de las superficies de rotura del cuarzo) semejante al de un
objeto engrasado, brillo nacarado en que se observa iridiscencia por difracción en las
microfisuras de la superficie (la que muestra el Nácar); brillo mate es el típico de las
sustancias terrosas o de las superficies que dispersan la luz en todas direcciones.
El color de un mineral es una propiedad que aunque muy aparente posee un potencial de
diagnóstico limitado. Muchos minerales muestran colores diversos dependiendo de mínimas
proporciones de impurezas en su estructura, el cuarzo por ejemplo, aunque
frecuentemente incoloro o gris puede ser rojo, blanco, celeste, violeta (amatista), amarillo
(citrino) verde o aún negro. Minerales de este tipo sin una coloración típica se llaman
alocromáticos mientras que aquellos en que se verifica una cierta constancia en el color se
denominan idiocromáticos (la biotita es normalmente negra).
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A continuación se presentarán una serie de tablas con las propiedades más importantes de
los minerales de interés para el ingeniero agrónomo.
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PLAGIOCLASAS
Albita Anortita
Fórmula NaSi3AlO8 CaSi2Al2O8
Hábito Prismático tabular
Dureza 6
Peso Esp. 2,62 g/cm3 2,76 g/cm3
Clivaje 3: dos buenos y uno malo
Fractura No
Brillo Vítreo a perlado
Color Incoloras, blancas, grises, transparentes a translúcidas.
Maclas Si: polisintéticas. Como resultado se ven estrías en el plano de clivaje.
Existe una serie isomorfa entre la albita y la anortita:
% albita % anortita
Albita 100 - 90 0 - 10
Oligoclasa 90 - 70 10 - 30
Variedades
Andesina 70 - 50 30 - 50
Labradorita 50 - 30 50 - 70
Bytownita 30 - 10 70 - 90
Anortita 10 - 0 90 - 100
Poco uso en porcelanas. Las variedades transparentes se utilizan como
Usos
gemas
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PIROXENO ANFIBOL HEMATITA
Ca(Mg,Fe,Al) (Al,Si)8O22Ca2Na(Mg,Fe2)4(
Fórmula Fe2O3
(Si,Al)2 O6 Al,Fe3+,Ti)(O,OH)2
Prismático
Hábito Prismático rómbico Tabular u hojoso
cuadrado
Dureza 5-6 5-6 5 1/2 - 6 1/2
Peso esp. 3,2 - 3,3 g/cm3 3,0 - 3,4 g/cm3 5,26 g/cm3
Clivaje 2 buenos a 90º 2 buenos a 56º y 124º 1 bueno
Fractura No No No
Brillo Metálico Metálico a submetálico Metálico
Negro a verde Verde oscuro a negro Castaño rojizo a negro, o
Color
rojo sangre oscuro.
Maclas No No No
Enorme familia de Seguramente es la familia Oligisto: variedad de
Variedades minerales. de minerales más grande hematita bien cristalizada.
que existe.
Variedades Mena más importante de
transparentes hierro. Utilizada como
Usos
como gemas. pigmento (ocre rojo) y
como polvo para pulir.
(½Ca,Na)0.7(Al,Mg,Fe)4[(Si,
Fórmula HFeO2 K1-1.5Al4[Si7-6.5Al1-1.5O20](OH)4
Al)8O20](OH)4 · nH2O
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