T.10 Separación y Divorcio. Fam Monop y Reconst. I. Fdez.
T.10 Separación y Divorcio. Fam Monop y Reconst. I. Fdez.
T.10 Separación y Divorcio. Fam Monop y Reconst. I. Fdez.
A. SEPARACIÓN Y DIVORCIO
Situación actual
Factores condicionantes en la situación de separación o divorcio
Implicaciones de la separación o divorcio en la conyugalidad y
parentalidad
Consecuencias de la situación de separación o divorcio en los hijos
Pautas para la intervención socio-educativa con familias en proceso de
separación o divorcio
B. FAMILIAS MONOPARENTALES
Definición y datos
Orígenes de la monoparentalidad
Características de las familias monoparentales
Ciclo vital y monoparentalidad
Pautas para la intervención socio-educativa con familias monoparentales
C. FAMILIAS RECONSTITUIDAS
A. SEPARACIÓN Y DIVORCIO
Situación actual
En algunos países como Suecia, Dinamarca y Estados Unidos, las tasas de divorcio
bordean o sobrepasan el 5% de los matrimonios contraídos en el año. Como
consecuencia de ese aumento cuantitativo se crean nuevas formas de relación familiar.
En España, en 1981, 45 años después de que se derogase la primera Ley del Divorcio
(1932), se volvía a admitir de forma legal el fin de los matrimonios. Por otro lado, en
2005, entraba en vigor la Ley del 'Divorcio Express', y las cifras (según el Instituto
Nacional de Estadística) se disparaban en un 42% respecto al periodo anterior. Los
datos ponen de manifiesto sin embargo, que en función de la crisis económica se ha
iniciado una tendencia a la baja desde el 2008
1. Apuntes realizados con base a los textos señalados en las referencias bibliográficas de Roberto
Pereira y Marta Aja
Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Según los últimos datos publicados por el INE, en el año 2011 se produjeron 110.651
rupturas matrimoniales en España, situándose la tasa de separación o divorcio en el
2,3% de la población. Algunos datos significativos vinculados:
Por tanto, el divorcio ha pasado a formar parte de nuestra realidad familiar y social,
no pudiéndose considerar como un fenómeno excepcional, llegando a plantear algunos
autores el divorcio como una etapa del ciclo vital (Campos y Linares, 2002). Se trata de
una crisis del ciclo vital casi siempre inesperada, en la que debe ser entendida la
necesidad de evolución de las relaciones entre la pareja y los hijos. El sistema familiar
ante un proceso de divorcio se encuentra en crisis, con la consiguiente necesidad de
transformación y reorganización.
El divorcio, por tanto, no implica que la familia no exista, sino que solamente la relación
matrimonial ha finalizado y la familia se ha transformado. El profesional en el trabajo
con estas familias por tanto, debe atender el impacto de los miembros familiares
ausentes (padre, madre, abuelos, hermanos) tanto como de los que viven bajo el mismo
techo.
Las familias en proceso de separación o divorcio con frecuencia tienen que afrontar una
serie de factores estresantes de tipo emocional, relacional y económico, antes y después
del divorcio.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Weintraub y Hillman (citados por Sánchez, 2002) señalan distintos tipos de separación
implicados en un proceso de divorcio:
- Separación social: implica reestructurar los vínculos con la familia política del
cónyuge y con los amigos en común.
Todos estos tipos de separación, con las consecuencias que conllevan, determinan un
proceso de duelo, que varía en intensidad, dependiendo del tipo de vínculo, de las
características de la separación, de los recursos internos de cada persona, la existencia
de redes familiares y de apoyo, de las experiencias de pérdidas anteriores y del
momento de la vida en el cual se presente la ruptura (Jaramillo citado por Sánchez,
2002).
Por tanto, muchas de las diferencias de adaptación son atribuibles a la forma en que la
familia maneja el proceso de divorcio. Algunos de los factores condicionantes son:
Tipo de separación. Una de las variables es la que se refiere al momento de la toma de
decisión. Cuando la separación se produce por mutuo acuerdo el nivel de conflicto es
menor. A pesar de que persistan dificultades la predisposición de los miembros a
negociar es mayor. Sin embargo, si uno de los miembros toma la decisión, la lucha de
poder suele provocar graves conflictos. En ocasiones, a pesar de existir una separación
física no se produce una separación emocional dificultando el proceso.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
ayudan a los miembros de la pareja a negociar sobre las pautas de crianza de sus hijos
y evitar los conflictos (Servicios de mediación, Puntos de Encuentro Familiar).
Apoyo familiar. Existe una correlación positiva entre el manejo de la nueva situación de
una manera favorable y un apoyo adecuado por parte de los familiares más cercanos.
Según diversos estudios, tan perjudicial es la falta de apoyo de los familiares como la
intromisión exhaustiva de los mismos en la separación. Un apoyo familiar adecuado, en
el que se respete la intimidad de los miembros de la pareja entendiendo que son ellos
los que deben acordar y tomar las decisiones con respecto a sus hijos, junto con el
abandono de la idea de pareja o matrimonio como única forma de éxito personal y
felicidad, supone una cuestión clave para el manejo de manera adecuada del divorcio.
Por regla general, y especialmente en el caso de hijos pequeños, ésta suele recaer en la
madre. El contacto con el otro progenitor debe estipularse entonces como régimen de
visitas. Sin embargo, el contacto con los hijos no previene totalmente la sensación de
soledad, ni suple la figura de apego que se ha perdido. Por otra parte, frecuentemente
se produce un descenso en la economía del hogar, y de hecho es una de las causas del
fenómeno conocido como feminización de la pobreza. Esta circunstancia impulsa a
muchas madres a incorporarse al mundo laboral. Si al mismo tiempo, la mujer ha de
atender las tareas de cuidado y educación de los hijos y ocuparse de todas las
obligaciones que antes se compartían, es evidente que el nivel de esfuerzo y la
posibilidad de que aparezcan situaciones de tensión se incrementan notablemente.
Por otro lado, el padre o madre que no recibe la custodia de los hijos tiene más
oportunidades para rehacer antes su vida personal y social. Sin embargo, lo difícil es
conciliar la búsqueda de nuevos equilibrios personales y nuevas amistades sin rechazar
ni negar su vida familiar anterior. En este sentido, uno de los riesgos más importantes es
el de desvincularse emocionalmente de sus hijos. Una buena parte de sus funciones
parentales (que conformaban su identidad personal) pueden quedar mermadas al
perder la oportunidad de compartir con sus hijos múltiples experiencias cotidianas. En
muchos casos los conflictos con el progenitor que conserva la custodia dificultan y
reducen las oportunidades de visita. En la medida en que el padre o la madre sin la
custodia puedan convivir y relacionarse periódicamente y sin restricciones con sus hijos,
unos y otros no sufrirán tanto los efectos de la separación.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Así, respecto a la duración, Kaslow afirma que la duración del duelo es mayor en el
caso de pérdida tras divorcio, que tras la pérdida por muerte. Mientras que en su
opinión, un duelo “normal” tras muerte viene a durar unos 18 meses, tras un divorcio
ésta es mayor, entre dos y cuatro años. Este incremento de la duración puede deberse a
numerosas circunstancias:
Los elementos emocionales asociados al duelo por la pérdida del cónyuge van a tener
por tanto un impacto fundamental en el proceso familiar de la situación de divorcio, y en
la reorganización de las relaciones familiares tras la crisis. La no resolución adecuada
del duelo asociado al divorcio va a condicionar la adaptación a la nueva estructura
familiar de los miembros de la familia. Así, hay cónyuges que mantienen activas
fantasías de reconciliación, y quieren mantener a toda costa un vínculo emocional con la
expareja. Son frecuentes en estas situaciones no resueltas los conflictos y la
descalificación y/o celos patológicos hacia la nueva relación del otro miembro de la
pareja que sí ha gestionado de manera efectiva su duelo y quiere rehacer nuevamente
su vida. Esta conducta entorpece el proceso de duelo del otro miembro, dificulta el
ejercicio parental de ambos progenitores, y afecta muy significativamente a los hijos,
que pueden ser utilizados como chivos expiatorios, o, de manera consciente o
inconsciente para chantajear emocionalmente a la expareja.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Easterbrooks y Ende (1988) plantean que los conflictos parentales afectan a las
prácticas de crianza de tres maneras distintas:
Hay que dejar constancia además, de que en algunas situaciones de importante conflicto
familiar, la hostilidad y agresión expresadas por los adultos en sus enfrentamientos
puede reproducirse en la relación con los hijos. En estas situaciones, los hijos pueden ir
tomando más conciencia del conflicto, e incluso implicarse activamente en los conflictos
de los padres.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
A menudo, a los niños mayores se les da más información acerca de los cambios previsto
tras el divorcio con lo cual pueden adaptarse mejor a la nueva situación. Ante los niños
más pequeños y en muchas ocasiones con la idea de protegerlos los padres suelen
ocultar información o incluso camuflarla lo cual puede originar sentimientos de
culpabilidad y desconcierto en el niño. Por otro lado, investigaciones insisten en la mayor
vulnerabilidad del adolescente debido a los cambios personales y en las relaciones en
los que se encuentra.
Atribución de causalidad: Diversos estudios afirman que los niños más pequeños tienden
a culparse más a sí mismos de los enfrentamientos entre sus progenitores, mientras que
niños más mayores son capaces de identificar otros factores.
La atribución causal que hagan los hijos se podrá dar lugar a un mejor o peor
afrontamiento de la situación. Atribuir la causa del conflicto a factores externos y no
controlables por él supone para el niño reducir su sentimiento de culpabilidad.
Percepción del conflicto: Los hijos pueden percibir algunos de los conflictos de sus padres
como problemáticos mientras que sus padres no las estén experimentando como tales.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Una vez la pareja rota y debido a la lucha de poder que establecen muchos de los
cónyuges el hijo puede ser utilizado como aliado contra el otro miembro de la pareja,
utilizado como mediador en las disputas de la pareja o como cabeza de turco para
descargar la tensión creada.
Señalar por otro lado, que diferentes autores identifican la instrumentalización de los
menores en el conflicto conyugal con lo que actualmente se denomina “síndrome de
alienación parental”, donde básicamente uno de los progenitores es rechazado por los
hijos, en la mayoría de los casos el niño es influenciado por el progenitor custodio y
manipulado, bien explícitamente o implícitamente.
Gardner (1989), considera que este síndrome se encuentra presente en el 90% de los
casos. Señala asimismo diversas estrategias que contribuyen al desarrollo de este
síndrome:
Hacer que el niño se sienta culpable por querer estar con el otro progenitor.
Utilizar una vinculación fuerte con el hijo para debilitar la que tiene con el otro
progenitor en vez de fortalecerla.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Respecto al conflicto de lealtades en los hijos, se refiere al compromiso que cada uno
tiene con sus padres. El niño quiere a su padre y a su madre, depende emocionalmente
de ellos. Cuando el niño quiere ser leal a los dos y no quiere defraudar a ninguno, es
entonces cuando surge el conflicto. Cuando los padres trasmiten a su hijo que debe ser él
el que elija o decida se le coloca ante un conflicto de lealtad. Es por tanto,
responsabilidad de los padres tomar las decisiones sobre su futuro aunque se hayan
separado.
Los niños que sufren este conflicto tienen una sobrecarga adicional emocional que no les
corresponde. Tienen la tarea extra de pensar qué decir, cómo, a quién, dónde,… si le
molestará a uno u otro, si le seguirán queriendo, si le aceptan,… una tarea que
sobrepasa a un niño y que hace que se manifieste de otras maneras más “disimuladas”
o camufladas. La instrumentalización de los hijos por parte de los padres favorece que
el conflicto de lealtades en los hijos sea mayor, aumentando las posibilidades de
sufrimiento y malestar en éstos.
En cualquier caso, hay que dejar constancia de que la mayoría de las investigaciones
han llegado a la conclusión de que aunque los hijos de divorciados presentan más
problemas de conducta que los de familias intactas, la magnitud de las diferencias es
moderada. El funcionamiento psicológico de la mayoría de los niños y sus padres mejora
con el paso del tiempo, conforme la familia se va adaptando al divorcio.
En este sentido, Dowling y Barnes (1999), plantean una serie de factores que pueden
contribuir a la adaptación de los hijos tras una separación o divorcio:
- Ausencia de conflictos entre los padres tras el divorcio. El conflicto entre los
padres tiene un efecto negativo sobre los niños.
- Buenas relaciones y contacto fácil con ambos progenitores. Cuando los niños
mantienen buenas relaciones con ambos progenitores los efectos del divorcio se
mitigan.
- Cuando los hijos pueden hablar abiertamente sobre los procesos de cambio que
afectan a sus vidas les ayuda a desarrollar por si mismos estrategias para
afrontarlos.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
B. FAMILIAS MONOPARENTALES
Definición y datos
Así, existen distintos tipos de familias monoparentales dependiendo de los factores que
intervienen en su origen (Hernández Prados, 2002): familias monoparentales vinculadas
a la natalidad (madres solteras); vinculadas a la relación de pareja (abandono familiar,
anulación matrimonial, separación de hecho y separación legal, divorcio y viudedad);
vinculadas al ordenamiento jurídico (adopción) y vinculadas a situaciones sociales
(hospitalización, emigración, laboral y encarcelación). En relación a esto, existen diversas
definiciones que tienen en cuenta criterios como que los hijos deben ser menores de una
cierta edad, dependientes del progenitor, o tienen en cuenta el tipo de ausencia
(temporal o permanente, con corresponsabilidad o no) del otro progenitor, o la
convivencia de otras personas junto al progenitor y los hijos.
Especificaban además, en estos núcleos de madre con hijos, respecto al estado civil, que
el 47% eran viudas, el 15,2% casadas, el 11,2% solteras, el 16,6% separadas, y el
10% divorciadas. Por tanto, el 26,5% de los núcleos monoparentales de madres con
hijos correspondían a mujeres separadas o divorciadas con hijos: la proporción en
relación a los hombres era de 7 mujeres por cada hombre.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Señalar que está previsto que en el tercer trimestre de 2013 se presenten los datos
correspondientes a el Censo de Población y Vivienda de 2011, lo que ofrecerá una
perspectiva más actualizada sobre la evolución de los núcleos monoparentales.
Orígenes de la monoparentalidad
Uno de los criterios más importantes de cara a diferenciar las diversas realidades
monoparentales es lo que algunos autores han denominado las rutas de entrada o
causas precipitadoras de la monoparentalidad.
Divorciado que no
Divorciado que forma una
SEPARACIÓN O DIVORCIO forma una familia
familia reconstituida.
reconstituida.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
* Tipos Familias Monoparentales En Función Del Grado De Permanencia Del Estado Monoparental
(tomado de Sara Barrón López)
Todas las familias monoparentales han sentido alguna pérdida por lo tanto los
sentimientos de soledad, tristeza, culpabilidad, y rabia están inevitablemente
presentes en algún grado y mezcla.
Las relaciones entre padres e hijos presentan peculiaridades en función del tipo
de familia monoparental.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Por su parte, José Luis Castellanos Delgado (1989) describe la problemática psicosocial
de estas familias en los siguientes términos:
El cuidado de los niños por parte de un solo progenitor, que debe proveer
también el sustento económico, es tan absorbente que contribuye a crear una
percepción de aislamiento.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Flaquer (1999) afirma que “el origen de los problemas que suscita la familia
monoparental reside menos en su estructura como tal que en el hecho de que dicha
estructura todavía se halla mal adaptada a la sociedad en la que ha surgido”.
Robert Weis señala dos cambios que tienen lugar en la transición de una familia
constituida por los miembros padre/madre a la monoparental. Primero, la “estructura
jerárquica” se derrumba y los niños pasan a estar más implicados en la toma de
decisiones. Segundo, la descompensación de la estructura de autoridad incrementa la
comunicación entre los miembros familiares. Como resultado de estos cambios, las
madres monoparentales y sus hijos a menudo experimentan más intimidad que los
padres e hijos en la mayoría de familias constituidas por los dos miembros. Además, las
fuertes demandas de la paternidad/maternidad individual con frecuencia requieren que
los niños asuman una mayor responsabilidad en la dirección del hogar. Weis sostenía
que estos cambios pueden fomentar una temprana madurez en los niños de familias
monoparentales. Si este fenómeno afecta positiva o negativamente a los roles y
relaciones futuros del niño, todavía está por ver.
Las familias monoparentales también tienen sus propias etapas vitales, y por lo tanto
una duración variable, no sólo en función de una reconstitución familiar sino también
como consecuencia de otros acontecimientos que experimentan sus integrantes;
acontecimientos que suspenden y restablecen temporalmente la monoparentalidad o
que definitivamente la clausuran.
Por último, hay que señalar que muchas de las rutas de salida contempladas no
significan necesariamente un final definitivo de la monoparentalidad. Su frecuencia y
duración son aspectos clave en la cronología de estas formas de convivencia. El
establecer un límite objetivo (plazo de tiempo transcurrido en meses, años) sólo puede
ser justificable en términos operativos ante la perspectiva de una investigación empírica
que requiera homogeneizar y concretar lo máximo posible trayectos y duraciones
monoparentales particulares.
Y es que no se puede obviar la propia significación y definición que derivan las familias
de sus arreglos familiares, ni tampoco eludir sus expectativas de monoparentalidad y
acotaciones temporales, porque son precisamente sus vivencias y tiempos los que
fundamentan y explican la delimitaciones teóricas y la propia utilidad analítica de los
conceptos (Barrón, 1998).
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
También hay que considerar las mediaciones para fortalecer las redes de los
hijos en familias monoparentales así como la comunicación con la escuela.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
C. FAMILIAS RECONSTITUIDAS
Tomando como referencia la definición de Emily y John Visher (1988) establecemos que
una familia reconstituida es la formada por una pareja adulta en la que al menos uno de
los cónyuges tiene un hijo de una relación anterior.
A pesar de que éste último tipo de familia reconstituida era la más frecuente, son las
tres primeras las que han ido en aumento en los últimos años. En este sentido, en los
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Así, hay que tener en cuenta que las familias reconstituidas son familias en transición, lo
que implica que tienen que asumir un número importante de cambios en un corto período
de tiempo. En estas familias, las etapas de ciclo vital a menudo se trastocan y no
cumplen con las expectativas previstas.
Por otro lado, las familias reconstituidas tienen su origen en una pérdida: la de un
cónyuge o un progenitor para los hijos, aunque como se ha comentado, en distinto grado
si se trata de muerte o divorcio. Por tanto, un paso previo para la reconstrucción familiar
será el de hacer el Duelo por la pérdida.
Por las pérdidas implícitas en los cambios que produce una muerte o el divorcio
(mudanzas, nuevos empleos, cambios en el estilo de vida, etc.)
Por la pérdida de uno de sus padres (aunque el que no vive con ellos los visite
regularmente)
Por las pérdidas implícitas en los cambios que produce una muerte o el divorcio
(nuevo lugar de residencia, nueva escuela, pérdida de los amigos, etc.)
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
A nivel de estructura, en las familia reconstituida tenemos dos adultos, y al menos un hijo
procreado por uno sólo de los adultos, o bien varios hijos procreados por los dos
adultos, pero con otros adultos que no coinciden, lo que determina que las obligaciones
conyugales y parentales no corresponden en exclusiva a la nueva pareja, sino que
puede haber otra persona o personas con obligaciones y derechos parentales. Por
tanto, tienen una estructura más compleja y un mayor nivel de estrés que las Familias
Convencionales.
La función parental en estas familias, es de las más difíciles de todas las funciones
humanas; y es más difícil la de madrastra que la de padrastro (mayor estrés). La
disfunción familiar en estas familias no significa necesariamente una mala relación
conyugal. Sin embargo, es casi imprescindible una buena relación conyugal para que la
reconstrucción familiar finalice adecuadamente.
Al menos dos miembros forman parte de otro sistema familiar. En los casos en que hay
más de dos parejas con hijos, pueden entrecruzarse varios sistemas familiares. Las
familias reconstituidas complejas son aquellas en las que ambos adultos tienen hijos que
provienen de matrimonios previos, y son las que presentan una probabilidad mayor de
divorcio.
Una familia reconstituida es un sistema más abierto a la entrada de miembros, sus límites
están menos definidos, la condición de miembro no está tan clara, pudiendo haber
disenso acerca de quién forma y quién no forma parte del sistema, no están claros ni
desde el punto de vista biológico, ni legal ni geográfico. En este sentido, la cohesión
familiar es menor que en las familias convencionales, y una satisfactoria integración
familiar en una familia reconstituida cuesta generalmente un mínimo de dos años.
En estas familias existen un mayor número de “otros” significativos que pueden ser
experimentados de forma positiva, negativa o ambivalente, según de qué lado
provengan. Los conflictos de lealtad, en el que a menudo participan parientes de uno y
otro lado, están mucho más activados.
En las familias reconstituidas los vínculos legales son asimétricos. El subsistema legal
padres-hijos mantiene sus derechos y obligaciones legales aún después del divorcio y la
reconstrucción familiar, mientras que el subsistema padrastros-hijastros carece de
derechos y obligaciones previos, ni se adquieren a raíz del nuevo matrimonio. Tampoco
los hermanastros comparten entre sí ningún vínculo legal.
El período inicial, que dura de 1 a 5 años o más, es la fase más complicada, y consta de
3 etapas: Fantasía, Inmersión y Toma de conciencia. En la fase de fantasía inicial, todas
las familias tienen una historia de pérdidas que confiere un carácter particular a los
mitos y sueños que aportan a la convivencia. Sin embargo, en la fase de inmersión, las
fantasías de generación inmediata de relaciones cariñosas chocan con las dificultades
de la reconstrucción familiar: distintas costumbres, tradiciones, historia, mitos, etc.
Aparecen problemas de pérdida y lealtades, y es necesario el reforzamiento de la
pareja conyugal. Es un período de acomodación a los nuevos roles, en el que es
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
importante tener en cuenta a los padres biológicos con lo que no se convive. En la toma
de conciencia comienza a darse un sentido a lo que está ocurriendo y es fundamental
tener el apoyo y comprensión del cónyuge que se integra en el sistema familiar, que no
siempre entiende lo que está ocurriendo.
Por tanto, el Ciclo completo de Reconstrucción Familiar dura 4 años para las Familias
“Rápidas” y 7 años para las Familias “Promedio”. Las diferencias entre las familias
parecen radicar principalmente en el tiempo que les lleva negociar las etapas iniciales.
La reconstrucción familiar comienza tras muchas pérdidas y cambios. Todos y cada uno
de los integrantes de la familia experimentan una pérdida, ya que cualquier cambio
implica desprenderse de situaciones o relaciones anteriores. A los niños por lo general,
les gustaría continuar con la estructura familiar previa y a veces en vez de ponerse a
llorar o entristecerse se enfadan o comienzan con conductas molestas. La introducción
gradual de los cambios y el hecho de preguntar a los niños sobre los motivos de su
tristeza puede permitir, tanto a ellos como a los adultos, decir adiós al pasado y
comenzar a apreciar las virtudes de la nueva unidad familiar.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
mucha tolerancia y flexibilidad, así como conversar acerca de estas diferencias para
encontrar la mejor manera de satisfacer la mayor cantidad de necesidades que sea
posible.
Cuando una pareja forma una nueva familia, cada uno trae consigo sus rituales
familiares, reglas de funcionamiento y expectativas, pero se sitúan inicialmente en un
plano de igualdad. En el caso de las familias reconstituidas hay una situación con
frecuencia desequilibrada. No sólo los adultos, sino también los niños traen expectativas
de sus familias previas, por lo que será necesario comenzar a crear tradiciones y
rituales para la nueva familia.
La pareja y, en lo posible también los hijos, tendrán que decidir de común acuerdo las
normas del hogar, pero antes de que los padrastros o madrastras puedan tratar de
imponer dichas normas, tendrán que establecer una relación amistosa con sus hijastros.
Mientras tanto, el padre/madre biológico tiene que fijar los límites desde el principio.
Las relaciones parento-filiales son anteriores a la nueva pareja, por lo que será
necesario que la relación de pareja sea sólida y no sucumba a los ataques que puedan
venir de otros vínculos previos. Es la relación de pareja la que va a mantener el
inestable equilibrio inicial de la familia reconstituida. Si ésta no funciona, o no tiene la
solidez adecuada, la familia se derrumbará.
El desarrollo de una buena relación de pareja no sólo es importante para los cónyuges
sino también para los hijos, aunque al principio les moleste. Necesitan contar con una
pareja sólida que les otorgue estabilidad familiar y les sirva como modelo.
La creación de vínculos entre las personas suele llevar mucho tiempo porque las buenas
relaciones humanas son el resultado de compartir muchas horas gratificantes y felices.
Puede contribuir a este proceso que los cónyuges se conozcan mutuamente más a fondo
y hagan cosas en común. Tal vez a un padre/madre biológico le resulte difícil dar un
paso atrás para que el padrastro o madrastra tenga ocasión de compartir cosas con sus
hijastros, pero es la mejor manera de edificar nuevas relaciones y de que los miembros
del hogar comiencen a sentir que constituyen un grupo familiar. A veces costará crear
lazos de cariño, sobre todo con los hijos mayores; no obstante, el padrastro o madrastra
podrá mantener una “buena” relación con sus hijastros, una relación “ecuánime”, si no
puede ser cariñosa.
Por más que los adultos involucrados en la formación de los niños mantengan poco
contacto entre sí, todos se verán beneficiados si su relación es cordial. Un vínculo neutral,
reducirá los temores de los adultos relativos a la aceptación que muestren los hijos tanto
hacia sus padres biológicos como ensamblados. La antigua relación conyugal ha
terminado, pero las relaciones padres-hijos continúan. Aunque estos contactos no sean
frecuentes, pueden ayudar a los hijos a sentirse más queridos y aumentar su autoestima.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Los niños son a menudo miembros de dos o más hogares, por lo que es necesaria mucha
flexibilidad. Habituarse a las idas y venidas de los hijos llevará tiempo. Al cabo de un
cierto período, esos cambios resultarán normales. No es bueno planear siempre los
eventos especiales para momentos en que puedan estar presentes los hijos que no viven
en el hogar. Si se procede así, los que viven en él tal vez sienta que los otros son más
queridos que ellos. Si bien estos cambios pueden trastornar las rutinas hogareñas,
también les dan a los adultos un descanso en sus responsabilidades parentales.
Las relaciones entre los padrastros o madrastras y sus hijastros pueden ser muy
gratificantes, aunque carezcan de un soporte jurídico. Los niños se benefician cuando es
mayor el número de adultos que se ocupan de ellos, y los padrastros y madrastras
reciben la satisfacción que produce saber que están contribuyendo a darles una mejor
vida. Aunque la familia ensamblada se disocie a raíz del divorcio o de la muerte de uno
de los padres, puede ser importante que el padrastro o madrastra se empeñe
activamente en mantener la relación.
Pittman (1990) enumera una serie de crisis específicas derivadas del proceso de
reconstrucción, que atribuye a la complejidad de estas familias:
2.-Amenazas de continuar la relación. El contacto entre los ex-cónyuges puede dar lugar
a celos, creando una “sombra” y falta de seguridad en la nueva pareja.
4.-Salidas y entradas de los hijos. Una definición poco clara de los límites, jerarquías del
poder y de las normas, a veces contradictorias, puede llevar a los hijos al control de las
reglas familiares, utilizando como arma la amenaza de irse a vivir con el otro
progenitor.
5.-Autoridad diferente sobre hijos diferentes. La nueva familia se enfrenta con el reto
de establecer reglas y normas coherentes para hijos que provienen de distintos
matrimonios; lo frecuente es que haya diferencias. Los hijos no suelen aceptar con
facilidad las nuevas normas y los padrastros tienen grandes dificultades para ejercer la
autoridad sobre los hijastros.
7.-Cuando los hijos se esfuerzan por disolver el matrimonio. Después del divorcio, la
familia se organiza de forma monoparental, siendo muy probable que formen una
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
unidad funcional satisfactoria, por lo que los hijos se pueden resistir a hacer un hueco a
todo el que pretenda suplir el espacio dejado por el otro progenitor. Si hay hijos-
parentales adolescentes y el padrastro o madrastra intentan poner límites rígidos, la
crisis se puede acentuar obligando al progenitor biológico a tomar partido.
8.-Celos parentales por las alianzas de los hijos. Para muchos progenitores divorciados
aceptar que sus hijos puedan querer a otro no es tarea fácil, aunque también los hijos
pueden sentir el temor de querer a otro adulto que no sea su padre. El progenitor
puede sentir celos de la buena relación que tienen sus hijos con el padrastro o
madrastra y reaccionar de forma negativa.
10.-Diferente relación de los abuelos con diferentes nietos. La relación de los abuelos
con los nietos no biológicos suele ser bastante débil, especialmente cuando la nueva
pareja tiene hijos mayores y también porque no tienen oportunidad de establecer una
relación intensa.
Insistir en preservar los vínculos con los padres biológicos, siempre que sea
posible. Favorecer las mejores relaciones posibles entre los excónyuges, su
colaboración y coordinación parental.
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Separación y Divorcio. Fam. monoparentales y Fam. reconstituidas. Apuntes Itziar Fernández. EVNTF
Referencias Bibliográficas
AUSLOOS, G.: “Nuevas familias, nuevos roles, iguales recursos”. Artículo EVNTF.
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