Ciencia Política
Ciencia Política
Ciencia Política
EDUCACIÓN A DISTANCIA
CIENCIA POLÍTICA
HUANCAYO - PERÚ
1
Primera Semana:
I. UNIDAD EL CONOCIMIENTO CIENTIFICO.
1.1. CONCEPTO DE CIENCIA.
La investigación es el proceso social de producción de nuevos
conocimientos científicos, logrados por el esfuerzo colectivo
mediante el empleo de metidos y criterios comúnmente admitidos
como validos para explicar la realidad y orientarla
transformadoramente al servicio de la humanidad. (Gildemaro
Arista, en su libro Metodología de investigación. Fd. Albatos, Lima.
Pág. 25).
2
Otros autores sostienen que la ciencia viene a ser el reflejo o
conexiones histórico fundamentales que se observa entre los
fenómenos a lo largo del tiempo y del espacio.
3
La ciencia ha surgido desde el momento mismo en que la
filosofía le demostró al hombre que debe buscar su felicidad a partir
de un manejo equilibrado de la naturaleza, sin perjudicar a las
personas, haciéndole ver que el conocimiento científico, en realidad
está para proporcionar tranquilidad y bienestar al hombre.
4
La ciencia ha invadido nuestras vidas, nuestro lenguaje y
nuestras religiones, pero no en un plano intelectual. La inmensa
mayoría de la gente no entiende los principios científicos, ni está
interesada en entenderlos.
El sitio donde habitualmente nos topamos con las bases del
conocimiento científico es el colegio. En la escuela primaria se dibuja
un primer bosquejo, generalmente incompleto y cubierto de errores.
Es en el colegio secundario donde se aprende a caminar por un
resbaladizo sendero que conduce al saber científico. La mayoría
apenas lo pisa, se cae y no quiere volver a levantarse.
5
La mayor parte de los artículos publicados no tendrán ninguna
relevancia. Porque no aportan nada nuevo, o es demasiado nuevo y
nadie lo entiende; o porque rápidamente es superado por otros
descubrimientos mejores en el mismo campo, o porque es citado y
tenido en cuenta durante un cierto tiempo pero pronto se descubre
que lo que aporta o sugiere no es totalmente cierto o no sirve para lo
que se propone por lo que, muy pronto, es olvidado. Sólo unos pocos
hallazgos científicos pasan a la categoría de permanentes y
constituyen el conocimiento científico más valioso.
1.1.2. IMPORTANCIA
La Ciencia como conjunto de conocimientos racionales,
objetivos y sistematizado, puede entenderse en dos vertientes
subjetiva y objetiva, la primera es el conjunto de conocimientos que
posee una persona; la segunda consta de una serie de preposiciones
referidas a objetos ya sean reales o irreales.
6
La Ciencia es muy importante debido a la estructuración de
conocimientos para llegar a una explicación razonada de las causas,
interrelaciones y efectos de los fenómenos observados e implica una
manera de ver el mundo. Es la explicación que se concreta en el
permanente afán por descubrir las leyes de naturaleza.
7
concreto, por cuanto no se hace ostensible la relación entre lo
fenoménico y el razonamiento lógico, como puede apreciarse
en la matemática, la Cibernética, la Estadística y la Lógica
Simbólica, en las que las operaciones funcionales se efectúan
con objetos ideales.
Estas ciencias tienen por objeto de estudio los entes ideales,
caracterizados por ser exactos, sin contenido concreto, por
cuanto no se hace ostensible la relación entre lo fenoménico y
el razonamiento lógico, como puede apreciarse en la
matemática, la Cibernética, la Estadística y la Lógica
Simbólica, en las que las operaciones funcionales se efectúan
con objetos ideales.
8
Denominadas también ciencias humanas, comprenden todas
aquellas disciplinas que tratan sobre los actos y hechos de los
seres humanos, surgidos en sus interacciones sociales, como
entes que constituyen sociedades y culturas. En su amplio
sentido, se encuentran insertos en este campo la
Antropología, la Sociología, la Ciencia Política, el aspecto
fáctico del Derecho, la Historia, la Filosofía, etc.
a. HECHOS
El concepto de la etapa empírica del conocimiento científico
lo constituye el hecho científico. El hecho es el acto objetivo y
real que sirve de base para elaborar, confirmar y poder refutar
las teorías científicas.
b. HIPOTESIS
Constituye una formulación científicamente fundamentada y
dirigida a explicar previamente una situación problemática
adelantando su probable solución.
9
c. LEY
Las leyes científicas o teorías se refieren a los objetos no
observados, contienen conceptos que no pueden ser obtenidos
directamente de la experiencia ni ser comprobados por ella. La
ley científica es una hipótesis bien comprobada
d. TEORIA.
Es la sistematización lógica y orgánica a hechos, hipótesis,
generalizaciones y leyes mutuamente relacionadas que explican
una determinada región de procesos y fenómenos de la realidad
material. La teoría es un conjunto de conocimientos lógicamente
estructurados, vinculados deductivamente que clasifica y
sistematiza los fenómenos por ellos estudiados.
2. EXPLICAR LA REALIDAD
10
Bibliografía específica:
BUNGE, Mario Epistemología. Edit. Ciencias Sociales. La
Habana 1982
11
2. ENTORNO A LA POLÍTICA.
2.1. CONCEPTO DE POLÍTICA.
El intento de comprender y precisar en forma analítica, crítica y
rigurosa la acción humana e interacción social que conocemos como
política no es una aventura reciente, pues se remonta a la antigüedad
clásica.
A través de la historia encontramos una serie de apreciaciones
sobre política en pensadores de genial dimensión como Platón, Aristóteles,
Séneca, Polibio, Maquiavelo, Santo Tomás, Hobbes, Bodin, Lecke,
Suárez, Belarmino. Montesquieu, Rosseau, Tosqueville, Marx, Stuart Mill,
Lenin, Bertrand Bussell y otros.
Platón decía que la política es la "ciencia regia", Aristóteles,
sostenía que era una mixtura institucional y social.
Siendo la acción política objeto de estudios cada vez más
especializados, los pensadores modernos que se preocupan por el tema
en la gran mayoría son científicos políticos, aunque hay también
sociólogos, economistas, juristas y filósofos, al igual que sus antecesores
clásicos han planteado una serie de definiciones y elaborado diversos
conceptos que a continuación exponemos:
En uno de sus múltiples ensayos, "La Política como vocación", el
famoso sociólogo alemán Max Weber sostiene que la política es "sólo
dimensión, o la influencia sobre la dirección de una asociación política".
Según el tratadista germano, política significa esfuerzo por compartir el
poder, o esfuerzo para influir sobre la distribución del poder, ya sea entre
Estados o entre grupos dentro de un Estado. Observa Weber, que "los que
actúan en política luchan por el poder, bien para servir otros fines, ideales
o egoísmos o bien como "poder por el poder"; es decir, para disfrutar de la
sensación que proporciona el poder. Con estas palabras Weber está
señalando un elemento esencial de la política : su naturaleza agonal.
12
solo y único afán de gozar de las prebendas, privilegios y prestigio que
éste ofrece.
13
sentido común probablemente tendría la siguiente forma : la vida política
se refiere a toda actividad que influye de manera importante en el tipo de
medida autoritaria que adopta una sociedad y la forma en que la pone en
práctica" .
14
"Política es la actividad humana fundada en intereses justificados
ideológicamente, que pretende conseguir objetivos valederos para toda la
comunidad mediante el ejercicio del poder público organizado y el flujo
sobre él" (Pablo Lucas Verdú).
15
Los politólogos soviéticos admiten que la política tiene una relativa
independencia de la economía, y también la capacidad para influir sobre
ella.
16
Es significativo, por otra parte, el aporte de los politólogos
argentinos para la comprensión de la política. Según Carlos A. Floria "la
política" es una dimensión constitutiva del hombre, de modo que no se
puede proponer no tener un comportamiento político o ser apolítico,
porque de alguna forma ello es una posición política" (16). Entiende Floria
que la política se ocupa del poder, que es un fenómeno intrínsecamente
político.
17
elementos claves en toda política formal de dominación: fuerza, Derecho e
ideología.
Estas lealtades pueden ser hacia las ideas, hacia los hombres o
hacia los intereses. Para que la política funcione bien estas tres lealtades
deben interrelacionarse, pues de no ser así se produciría el descalabro. La
política como acción no es sólo lucha; es proyecto y construcción de
estructuras sociales y de Instituciones. De allí que es más importante el
político fundador que el conductor, sostiene Vanossi. El político fundador y
visionario es escaso. Por lo general, la vida política cotidiana favorece a
los conductores.
18
Mención especial y estudio detenido merece el planteamiento que
hace el politicólogo y jurista argentino Mario Justo López. El considera que
la política es un término de difícil definición por su naturaleza múltiple,
polifacética, variable, simbólica y multirrelacionada. Para López, la política
es una realidad plenaria en donde interactúan una serie de elementos que
constituyen las diversas fases de la misma.
19
terreno organizado, debidamente planeado a través de las instituciones. La
revolución social consistiría en la ruptura de la estructura jerarquizada de
dominación y de poder y el cambio de una estructura por otra en donde no
existan jerarquías y los roles sean funcionales.
20
desempeña una función importante como elemento integral de la faz
agonal.
21
La realidad política es variable, cambia en el tiempo; con los hechos
políticos, al igual que los hechos históricos, no se repiten de igual manera.
22
A continuación como resúmen y utilizando todo lo expuesto, vamos
a señalar los rasgos característicos de la política. Creemos que son
constitutivos los rasgos siguientes:
23
Sostiene Mihailo Markovic que la política es la "realización de todas
aquellas actividades y la toma de todas aquellas decisiones mediante las
cuales son regulados y dirigidos los procesos sociales públicos
esenciales".
24
La política es la lucha por el poder. Pero no es lucha ciega, al
menos modernamente, pues se halla condicionada por intereses morales,
por ideologías que conforman una cultura política, o sea un ámbito que es
parte de la cultura general. La realidad social es gobernada y orientadas
por la política en cuanto a vocación de poder. La actividad política se
diferencia de las demás funciones sociales en el hecho de que sobre ella
recae la responsabilidad de dirigir lo social. Mucho antes de que hubiera
Estado, la actividad política existía como función social que organizaba la
cooperación del grupo. El concepto de lo político es más amplio que el de
lo estatal; no sólo la actividad política es anterior a la aparición del Estado
sino que existen grupos políticos dentro del Estado y entre los Estados. No
toda actividad del Estado es actividad política, pues la mayor parte de sus
funciones constituyen aspectos de mera administración. Ordinariamente, la
actividad de los órganos estatales subordinados, que se realiza siguiendo
pautas precisa, no es función política. Esta consiste en dirigir la marcha del
Estado o en disputar la tenencia del Poder.
25
político es el único que inviste de autoridad global, el que dota de la aptitud
para imponer un orden de conducta. El poder económico o el sindical son
prominentes, pero no alcanzan la amplitud y eficacia del poder
gubernativo, que es el máximo. El empuje de una convicción determinada
mueve a los hombres a una acción unida, como sucede con los
nacionalismos que ofrecen motivación eficaz para el todo social. Los
poderes distintos al poder político pueden ser temporalmente muy fuertes
o aún dominantes, pero si bien influyen en la vida del Estado al punto que
no cabe afirmar que existe una forma de poder social con carácter de
absoluto, el poder del gobierno resulta siempre distinto e impone a la
comunidad el sentido unitario que esta requiere. Puede ser influido, a
veces quebrantado, pero se reconstituye por necesidad vital del grupo
humano y emprende su propia dirección, para realizar un orden
determinado. Al final de toda crisis, es el poder de signo político el que
predomina sobre el mando militar, la influencia económica o la presión
sindical.
El poder cumple una triple función: de dirección, de especialización
y de coacción. En efecto dicta reglas, las aplica de modo continuo y
sanciona a los infractores.
26
conocimiento preferentemente sociológico, dado que el poder reprime
pero a la vez absorbe la influencia innovadora de los gobernados.
27
ciencia política occidental debe a los Estados Unidos y a Francia una
poderosa corriente creativa, perceptible desde fines del siglo pasado.
Duverger, Burdeau, Meynaud, Parsons y Easton son los especialistas
más notables. Pablo Lucas Verdú y Luis Sánchez Agesta son
representativos españoles ilustres. Desde la segunda guerra mundial,
la ciencia política se ha configurado como disciplina autónoma,
coincidiendo con la protesta del Tercer Mundo, con la crisis del
marxismo oficial y con cuestionamiento de los sistemas de democracia
formal imperantes en Estados Unidos y en Europa Occidental.
28
El trasfondo económico y social, antes ignorado por los
expositores políticos, aflora modernamente con interés avasallador. Se
analiza el papel que cumplen los sindicatos,la Fuerza Armada, los
medios de comunicación o información (prensa, radio, televisión), la
Iglesia, los grupos de presión, los electores, la opinión publica. Toda la
política ha entrado en crisis y sus fundamentos doctrinarios son
revisados hasta llegara posiciones anárquicas. En algunos países la
opinión se divide por mitades, determinado gobiernos precarios, o de
indefinición obligada. Por doquiera se indaga e impugna respecto de la
alineación, del burocratismo, de la tecnocracia privilegiada, de los
mecanismos de poder, de la dominación y del «poder popular». La
redistribución de la renta nacional entre los diversos sectores, la
conducción de masas, la fabricación de mitos, la estrategia
revolucionaria, la prioridad de acumulación de capital nacional, las
aspiraciones a una justicia social real, las superestructuras y la
correlación entre el poder y el status de diversos grupos, todo ello ha
determinado una movilización del interés intelectual, dirigida a
desmontar la teorización abstracta. Claro está que tal inflación
sociológica, acompañada casi siempre del uso de un lenguaje
esotérico, ocasiona distorsiones de la realidad y de las ideologías, pero
el cúmulo de observaciones y planteamientos inquietantes resulta
sumamente útil para hallar la verdad.
29
Bibliografía específica:
− BIDART CAMPOS, Germán Lecciones elementales de Política. Edic.
auspiciada por la UPLA 2002. Leer las Lecciones 1 y 2.
− MIRO QUESADA RADA, F. Manual de Ciencias Políticas. Edit. Libros y
Publicaciones. Lima Perú 2001, 2da Edic. Leer Cap. I.
AUTOFORMACIÓN FORMATIVA Nº 01
30
Segunda Semana:
II. UNIDAD OBJETO Y METODOS DE LA CIENCIA POLITICA.
3.1 OBJETO DE ESTUDIO DE LA CIENCIA POLÍTICA.
La descripción e interpretación del fenómeno político, es decir de la
movilidad del poder, o sea de los hechos políticos, es decir de la vida política,
constituye el área propia de la ciencia política. Pero con frecuencia, sobre todo
cuando la tratan autores franceses, la ciencia política ensancha su ámbito y
pretende constituirse en ciencia global del Estado. En su acepción estricta, la
ciencia política es el conocimiento de la vida política, del comportamiento
humano en relación con el poder, la dominación y la toma de decisiones. En
una acepción amplia o globalizadora, atañe al Estado: ideas, instituciones y
vida. Hasta hoy no existe unanimidad respecto a establecer si el estudio de
las realidades y de las abstracciones que conforman el Estado constituye una
sola ciencia o varias, o sea si cabe emplear la expresión ciencias políticas o
solamente la de ciencia política.
31
no alcanza a desprenderse de los factores reales para cobrar una autonomía
radical. Por eso, en todo estudio doctrinario sobre el Estado advertimos la
presencia, o cuando menos la referencia ilustrativa, de hechos reales, con
valoración política.
32
identificables. Al aprehender el fenómeno político que está inextricablemente
unido al conjunto de fenómenos sociales, realizan un proceso de abstracción
para expresar la unidad de la esencia. Como dice Burdeau, sin tal abstracción
la ciencia política resulta encadenada a la política menuda; se hace de ella
una simple recopilación de recetas para cada contingencia. El científico
político realiza investigación valiosa, pero se halla lejos de la objetividad que
proclama. Al fin y al cabo, está implicado en la «la aventura humana que
analiza», aunque no se crea comprometido; tanto más en los casos en que se
sabe comprometido y considera que tiene por ello un mayor título moral.
33
John Stracey en "El desafío de la Democracia", estimaba que un país
era democrático, cuando en él los ciudadanos adultos procuran gobernarse a
sí mismos en vez de dejarse gobernar por una autoridad que escape
totalmente a su control, entre sus preocupaciones señalaba : que si el pueblo
desea ser gobernado en su propio interés, debe hacerlo el mismo, pues nadie
lo haría mejor. "...No hay nada que pueda sustituir satisfactoriamente al
gobierno propio, cuando el gobierno está en manos de terceros resulta al final
un gobierno de beneficios de terceros. Si se encomienda la función de
gobierno a un sólo individuo, como es más frecuente, a una sola clase, se ter-
mina siempre siendo explotado".
Las libertades que este autor invoca, son clásicas, las de asociación,
de palabra, de reunión y la cuarta que denominaba el imperio de la Ley. Esta
última, un poco difícil de explicar, le reducía el deseo de todos los hombres de
ser regidos por las leyes y no voluntades arbitrarias.
34
poder. Y, si rechazamos el poder despótico, debemos admitir que hay un
poder democrático. Esa es la razón por la cual nuestro análisis gira alrededor
de esta palabra. Y si hemos hecho este primer enfrentamiento con Lenín, es
porque los marxistas critican lo que llaman democracia burguesa, por
oposición a la que denominan democracia popular.
35
de Dios. La voluntad de los monarcas es ley suprema. Nadie osa
contrariarlos, hasta que Voltaire, Rousseau, Montesquieu, llamados los
enciclopedistas, van a cuestionar la teoría de los reyes, forjada por Bodin,
desplegando el centro del poder hacia el pueblo como única fuente de la
soberanía. Este es el fin de los gobiernos hereditarios, vitalicios, sin controles.
Es el comienzo de los gobiernos fundados en la voluntad de poder y sujetados
a la normatividad de la ley. La doctrina democrática es muy simple: el poder
emana del pueblo, el pueblo elige a sus gobernantes, los gobernantes se
deben al pueblo; la libertad es el centro de toda la decisión política y la justicia
es la meta de todo esfuerzo del poder. Ello lleva a elaborar toda una
arquitectura administrativa que va desde la separación de funciones, hasta la
fijación de plazos para cambios de los gobernantes, como garantía de la
libertad y la igualdad. El liberalismo va a oponer al feudalismo, el concepto de
igualdad por contraposición a las estructuras estamentarias; la individualidad
frente al sometimiento colectivo; el derecho de todos los hombres como
reivindicación al derecho de un solo hombre.
36
concepción; el Estado social de Derecho, enfatizando que tiene prioridad en lo
social sin sacrificar el individuo.
37
Pero el marxismo no ha creado instituciones políticas propias ni ha
cumplido con abolir el Estado, ni lo ha debilitado como preconizaba Lenin; por
el contrario, el Estado se ha fortalecido en dimensiones fantasmales.
38
en tanto que el nazismo no trató de corporatizar el Estado, lo que sí hizo el
facismo, la verdad es que ambos tuvieron como común denominador la
violencia, la opresión, la intolerancia. Y acabaron siendo desplazados como
sistemas políticos, por la más grande conflagración que haya atormentado a
la humanidad, la segunda guerra mundial.
39
espíritu en esfuerzo por edificar en la tierra el mundo que Dios quiso a su
semejanza.
Bibliografía específica:
− FERRERO REBAGLIATI, R. Ciencias Politicas-Teoria del Estado y
Derecho Constitucional. 7ma Edic. Lima Perú 1984. Leer Pag. 17 a 30.
− ANDRADE SANCHEZ, Eduardo Introducción a la Ciencia Política. Edit.
HARLA, Mexico 2da Edic. Leer Cap. I.
− GARCIA BELAUNDE, Domingo Constitución y Política. Lima Perú 1981.
Leer paginas 15 a 63.
− BIDART CAMPOS, Germán Ob. Cit. Leer P. 11 a 28.
− MIRO QUESADA RADA, Fco Ob. Cit. Leer Cap. II.
40
SOCIEDAD Y ESTADO.
4.1 EL ORIGEN DEL ESTADO.
El Estado, representa un ente político y jurídico que establece reglas
y disposiciones para el desarrollo colectivo. El Estado es una realidad
jurídico-política, resultado de la vigencia de un poder soberano sobre una
población específica en un territorio bien delimitado. Los fundamentos del
Estado lo encontramos en la necesidad que tuvieron los hombres, desde la
Antigüedad de contar con un poder político, debidamente instituido y
legitimado que controlara la vida de los pueblos1.
Estamos hablando de un ente político creado por el hombre para la
conducción de la sociedad, para el manejo del poder y para dotar a la
comunidad de las normas y reglas que posibiliten la convivencia pacífica.
Según Durán Abarca2, el Estado es una sociedad humana, asentada
de manera permanente en el territorio que le corresponde, sujeta a un poder
soberano que crea, define y aplica un orden jurídico que estructura la
sociedad estatal para obtener el bien público temporal de sus componentes.
Considera Aristóteles que el Estado es la asociación de hombres que tienen
como fin el bien común, una definición donde se prioriza el bienestar
colectivo pero no se hace mención al ejercicio de la autoridad.
1
FERRERO, Raúl. “Ciencia Política”. Editorial Gráfica DLino's. Lima Perú. 1989. Pág. 68.
2
DURAN ABARCA, Washigton. “El Poder Político y la Propiedad”. Dirección Universitaria de
Biblioteca y Publicaciones de la UNMSM. Lima - Perú. 1979. Pág. 48.
3
FERRERO, Raúl. “Ciencia Política”. Editorial Gráfica DLino's. Lima Perú. 1989. Pág. 68.
México 1954, Pág. 67.
41
personas de existencia ideal, o personas jurídicas". Dicha actuación de
tales personas es generadora de responsabilidades, que todo esto resume
la colectividad social.
Ahora la palabra "Estado" viene del latín status y se define como una
comunidad política desarrollada, de un fenómeno social, el Estado es un
ente jurídico supremo, o algo no visible pero palpable en los sujetos
sometidos a un orden jurídico establecido que nos limita y reconoce
derechos, pero estos derechos es una forma de organización de vida,
porque somos nosotros mismos quienes creamos derechos y limitamos
derechos, y no tan solo como los "otorga" la Constitución de 1917 en su
articulo primero, sino más bien como lo plasma en la de 1857 en su mismo
articulo pero esta "reconoce" y no otorga, esto claro, por la conveniencia
política de aquellos tiempos, entonces tenemos que radicar todo en un solo
ente supremo capaz de autoregularse, por eso de la justificación del Estado.
Del Estado se derivan aspectos secundarios, pero que están sumamente
ligados decretos, etc. y su fuente primaria: la Constitución. Para dar una
definición más adecuada del Estado empezaremos por decir sus elementos,
después el concepto de cada uno de los elementos para después así
unificar todos estos y así tendremos una definición del Estado menos
compleja.
42
El Estado es una sociedad humana, asentada de manera
permanente en el territorio que le corresponde, sujeta a un poder soberano
que crea, define y aplica un orden jurídico que estructura la sociedad estatal
para obtener el bien público temporal de sus componentes.
4.1.2. FINES
A. LOS FINES DEL ESTADO
Toda colectividad humana que ha llegado a conformar una
organización social, política y jurídica, conocida contemporáneamente
como estado tiene ineludibles fines que realizar. Los fines del Estado
constituyen "e/ para que existe, su razón de ser, la misión que debe
cumplir, su justificación histórica".
43
central de Bien Común, entendido como el bien de todos y no de
una parte de los integrantes de un cuerpo social.
a. EL BIENESTAR GENERAL
b. LA SEGURIDAD INTEGRAL
44
ésta como la facultad de actuar con plena autonomía en el campo
interno y libre de toda subordinación en el campo externo,
c. LA SEGURIDAD INTERNA
d. LA SEGURIDAD EXTERNA
a. ESTADO MONÁRQUICO
4
GONZALES URIBE, Héctor. “Teoría Política”. Edit. Porrua S.A. Mexico. 1989. Pág. 56.
45
gobierno (reyes y reinas, emperadores y emperatrices y zares y
Káiseres)5.
b. ESTADO REPUBLICANO
República (del latín res publica, `la cosa pública`), forma de
Estado basado en el concepto de que la soberanía reside en el pueblo,
quien delega el poder de gobernar en su nombre a un grupo de
representantes elegidos. En la práctica este concepto ha sido, sin
embargo, ampliado, distorsionado y corrompido de diversas formas, por
lo que se hace difícil dar una definición unívoca del término. Para
empezar, es importante diferenciar entre república y democracia. En el
estado republicano teórico, en el que el gobierno se convierte en
portavoz de los deseos del pueblo que lo han elegido, república y
democracia pueden ser dos conceptos idénticos (existen también las
monarquías democráticas). Pero las repúblicas que se han dado a lo
largo de la historia nunca se han ajustado a un único modelo teórico, y
en el siglo XX la república ha servido de forma de Estado a regímenes
democráticos pero también a regimenes de partido único y dictaduras.
En realidad, la república ha pasado designar a todo Estado cuya jefatura
es responsabilidad de un presidente, o figura similar, y no de un
monarca.
c. ESTADO IMPERIAL.
Organización política en la que un Estado extiende su poder sobre
otros países: el imperio austro-húngaro. Es el conjunto de los Estados
sometidos a un emperador: el imperio romano.
También se le puede definir como el espacio de tiempo que dura
el gobierno de un emperador: aquello sucedió durante el imperio
napoleónico.
d. EL ESTADO MODERNO
Una de las principales interrogantes a resolver con respecto a
este tema es ¿Por qué surge el Estado moderno? De acuerdo con
Hermann Heller, para que apareciera el Estado tuvo que haber en primer
5
Serra Rojas, Andrés, Teoría del Estado, Editorial Porrúa, México 1993. Pág. 48
46
lugar, una división del trabajo. Pero así mismo, tuvo que haber
interdependencia y cooperación. El Estado moderno aparece cuando se
han producido en Europa las siguientes causas:
1. El Renacimiento
2. La Reforma protestante
3. La expansión geográfica y sus descubrimientos
47
el exterior de padre o madre peruanos, inscritos en el registro
correspondiente durante su minoría de edad”.
(1) HISTÓRICOS :
(2) IDIOMÁTICOS :
(4) RELIGIÓN :
Sistema de culto predominantemente católico y que se mezcla
con las creencias de los pueblos de ideología y fe ancestral
vinculados al pasado aborigen.
(5) TERRITORIAL:
Representado por el suelo común en que habitamos y en el
que desenvolveremos nuestras actividades.
6) ÉTNICO-CULTURALES :
Que es la expresión de nuestra raza predominantemente
mestiza y la manera de hacer y trabajar creando formas espirituales
como: arte, ciencia, pensamiento, etc que otorgan singularidad al
carácter de nuestra población.
48
4.3.2 PODER
Es el elemento formal o jurídico del Estado. Es la potestad o
facultad delegada, independientemente pero limitada de la que dispone
para ejercer su autoridad, organizar y conducir la vida social, política y
económica de la Nación, incluyendo el uso de la fuerza coactiva.
Es la capacidad o autoridad de dominio, freno y control a los seres
humanos, con el objeto de limitar su libertad y reglamentar su actividad.
Este poder puede ser por uso de la fuerza, la coerción voluntaria, o por
diversas causas, pero en toda relación social, el poder presupone la
existencia de una subordinación de orden jerárquico de competencias o
cooperación reglamentadas. Toda sociedad, no puede existir sin un
poder, absolutamente necesario para alcanzar todos su fines
propuestos.
a. CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES:
1) Abarca a toda la sociedad que vive en el territorio del Estado.- Es
un poder sobre toda la comunidad. Ninguna organización tiene tal
extensión en la capacidad de decidir sobre los comportamientos
sociales. El poder del Estado obliga a todos los que vivan en él,
49
cualquiera sea su origen, incluso nacionalidad, religión, cultura ,
situación económica o cualquiera que sea la consideración que
para si pretenda el hombre que vive en esa nación.
4.3.3. TERRITORIO
Es el elemento natural o físico del Estado. Puede ser definido
como la porción del globo terráqueo sobre el cual el Estado ejerce su
soberanía. Comprende la superficie del suelo, el subsuelo, las aguas
fluviales lacustres y el mar adyacente, el fondo marino y el espacio aéreo
que los cubre.
50
En este concepto cabe hablar de la Soberanía, que es la
determinación incondicionada e incondicionable de organizarse política,
social y económicamente y de emplear sus recursos en la forma que
considere más conveniente para el logro de los fines que justifican su
existencia.
51
La jurisdicción, es la facultad del Estado para aplicar su cuerpo
jurídico de leyes y normas en el territorio nacional, a hacer prevalecer
sus derechos en todo aquello que comprometa los sagrados intereses
del país.
1. CARACTERÍSTICAS:
(a) UNIDAD
No puede haber varios territorios en un mismo Estado.
(b) INDIVISIBILIDAD
El territorio del Estado no puede dividirse y alienarse o entregarse
a otras entidades o a otros Estados
(c) INALIENABILIDAD.
El territorio del Estado es inalienable. La enajenación sólo se
concibe en el Derecho Privado, en cuanto a los productos de la
actividad humana que tienen un valor de comercio y de cambio. El
Territorio nacional está fuera del comercio humano. Tampoco se
concibe la enajenación en Derecho Público, la soberanía no
puede cederse ni donarse y cualquier acto de esa índole sería
nulo e inexistente en Derecho.
(d) IMPENETRABILIDAD
El territorio de un Estado, se caracteriza porque en su
extensión sólo es aplicable la soberanía de un centro de poder, y
se prohíbe que los demás Estados desarrollen actos de coacción.
2. Funciones:
a. Brinda asiento a la población.- En el territorio vive la población
que conforma un Estado. Claro que hay miembros del Estado que
viven fura del territorio como los diplomáticos, o hay extranjeros
52
que sin conformar parte del pueblo del Estado, habitan en el
territorio de éste, pero ello es una excepción. En él desarrolla sus
actividades y programa su existencia. De este territorio extraen lo
necesario para vivir o realizan las tareas que le permitan el
sustento.
b. Es la base para la aplicación de las órdenes y normas emanadas
del centro de poder.-El territorio delimita el ámbito donde debe de
cumplirse con el ordenamiento que formula el centro del poder del
Estado. Fuera de sus fronteras la coercibilidad, que es una de las
características de la voluntad estatal, no existe. El territorio, en
consecuencia sirve como campo de aplicación del poder y como
asiento de la sociedad de un Estado.
53
desestabilizador que quisiera surgir promovido por individuos o
grupos que atenten contra el Orden Interno de la Nación.
54
Estado es un todo orgánico y su progreso y desarrollo depende del
funcionamiento de sus partes, esto es, de las distintas áreas del país.
Bibliografía específica:
55
ENGLES, Federico Origen de la familia, de la propiedad y del Estado.
Edit. CLARIDAD, Bs. As. 6ta. Edic. 1957.
SILVA SANTISTEBAN L. Fundamentos de la Ciencia Politica. Univ. Lima 1986
Leer el Cap. II.
BOREA ODRIA, Alberto Los elementos del Estado moderno. Edit. Hochman
Internacional S.A. Lima 1994.
ZHIDKEV Y OTROS Teoría del Estado y el Derecho. Edit. STAR Leer
Cap. II.
BAZAN SALVADOR, O. Ciencia Política: Teoría del Estado. EDIGRABER.
Lima Primera Edic. 2001 Leer Cap. IV.
AUTOVALUACIÓN FORMATIVA Nº 02
Tercera Semana:
III. UNIDAD EL PODER POLÍTICO.
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5.1 ORIGEN DEL PODER
SEGÚN RAÚL FERRERO REBAGLIATTI, de acuerdo con el citado
autor: “La primera necesidad es subsistir, lo que implica alimentarse y
resistir a los vecinos. Ello no se logra sin un mínimo de cohesión. La
formación del Estado (máxima forma de concentración del poder) obedece
a una inclinación de la naturaleza humana y ha sido admitida en todo
tiempo por la razón como algo conveniente y necesario. Una fuerza
organizada, ejercida por una autoridad superior a todos y que mira el bien
común, es evidentemente preferible a las fuerzas particulares, dispersas y
antagónicas, que emplearían los hombres si el Estado no existiera. El
conflicto de intereses y el contraste de apetitos y pasiones, que son la
entraña misma de la vida, hacen quimérico pensar en la conciliación
espontánea. Si se ensayara la anarquía como forma de la vida legítima,
inspirada en la creencia de la bondad universal, el resultado sería la
imposición despótica de un hombre o de un grupo. El orden social que la
historia de la humanidad patentiza nos indica que la sociedad ha optado
entre una sociedad de anarquía, librada al abuso de los más fuertes, y una
situación de autoridad, con imperio de la fuerza pública que el Estado
emplea para proteger a todos los asociados. La sociedad ha escogido
siempre el gobierno que asegura un orden. (...)
Lo cierto es que la necesidad del poder se confunde con la necesidad
del estado, pues su triple función de dirección, especialización y coacción
es lo que determina y mantiene el hecho Estado, que perfecciona la
sociedad, la estructura conscientemente y la domina. La unidad social
previa al Estado nace por obra del poder y de la convivencia”.
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psicológicas. Enúnciase también a la fuerza como explicación del origen del
poder. En esta clasificación tenemos entre los que más trascendencia
alcanzan, al marxismo, que indicaba que el Estado era el mecanismo que
usaba una clase dominante para explotar a las demás clases inermes
constituidas por el proletariado. Hay otro grupo de pensadores que refieren
también en este tema a la fuerza, pero lo mencionan sólo como una
creadora por reacción del estímulo que mueve a la aparición del poder, que
en definitiva surge mediante otro camino. En consecuencia no es fácil
encontrar expositores que funden la legitimidad del poder tan solo en la
fuerza, quizás en muchas obras aparezca ello como un presupuesto, pero
en pocas se les enuncia en forma clara y terminante. Hay doctrinas que
consideran que el poder surge como consecuencia de las necesidades de la
vida o de la naturaleza del hombre. Platón y Aristóteles, entre los antiguos.
Hegel y Heller entre los más cercanos son un buen ejemplo de estas
opiniones. En alguna medida estas explicaciones se encuentran también en
muchas de las doctrinas religiosas así como en los contractualistas.
(...) El poder que interesa se manifiesta únicamente en el ámbito de
la libertad humana y en la relación del hombre con sus semejantes. Pero
aún cabe otra distinción y es el que actúa no sobre la facultad de deliberar
sino sobre la decisión que es lo que diferencia el poder del consejo. En este
último caso, según se advierte no hay una energía que obre sobre la
facultad de hacer y que ponga al destinatario en la disyuntiva de cumplirla o
no, sino que lo hace en forma tal que procura que el propio agente por si
haga lo que el consejero pretende. Con lo cual agregamos a lo que tenemos
dicho precedentemente que esta energía actúa sobre el poder de decisión
del destinatario.”
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Para ARNOLD BRECHT, La palabra PODER designa siempre la
posibilidad de imponer la propia voluntad y anular planes contrarios a
ella, pero no expresa unívocamente cuales son los medios y los fines por
los cuales se busca y utiliza esa posibilidad. Por lo que hace a sus
fuentes, el poder puede basarse en circunstancias muy diversas, o
proceder de ellas, como por ejemplo:
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Para ROBERTH DUBIN, el concepto de poder es usado
universalmente para describir relaciones humanas. Sin embargo, es una
de las ideas menos comprendida y es un concepto acerca del cual
existe, relativamente, poco acuerdo, pero continua el mismo DUBIN ,
podríamos expresar que existe poder “ al hacer que las cosas se hagan“.
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comportamiento de una sociedad, porque el poder ésta en la base de
todas las relaciones sociales.”
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un procedimiento o conducta”. En ese sentido este poder viene
determinado por una facultad, una autorización, una previsión de
posibilidad otorgada por quien es legítimamente poseedor de él. El
concepto de legitimidad se hace importante en la conceptualización de
poder de Malpartida Mansilla, ya que hace alusión a una facultad o una
permisión, una colectivización de ciertos aportes individuales o cuotas de
poder.
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SEGÚN ALBERTO MALPARTIDA MANSILA, al desarrollar su
idea de origen del poder, citando a autores trascendentales aborda
también su naturaleza, en los siguiente términos: “Platón, por ejemplo,
en su obra “La república” indica:”lo que da origen a la sociedad no es la
impotencia en que cada hombre se encuentra da bastarse y la
necesidad de muchas cosas que experimenta ¿Hay otra causa:...Así es
que habiendo la necesidad de una cosa obligada a un hombre a unirse a
otro hombre y a otra necesidad a otro hombre , la aglomeración de estas
necesidades reúne en una misma habitación a muchos hombres con la
mira de auxiliarse mutuamente y a esta sociedad hemos dado el nombre
de Estado”. De modo que las necesidades de los hombres, por sí
mismos, son los que motivan el establecimiento del poder.
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hasta un cierto grado reclama una regulación e incluso un
reordenamiento de los servicios de policía de tránsito, así también el
desarrollo de la civilización hace preciso una organización estatal cada
vez diferenciada para el establecimiento, explicación y ejecución del
Derecho. En estos casos nace del hombre mismo ero no como
consecuencia de un acto contractual sino en razón de las propias
necesidades o tendencias de aquél.”
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- El Poder Político se relaciona íntimamente con el poder económico.
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decimonónico; así pues, no nos enfrentamos con un tema abstracto, sino
con uno de los resultados de la cultura occidental en su devenir histórico.
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Para que estas decisiones se cumplan en determinadas circunstancias
deberá disponerse su empleo compulsivo, empleándose la fuerza y
coacción racional a fin de que sus mandatos que debe ser imperativos se
cumplan con la finalidad de mantener y conservar vigente el ordenamiento
jurídico del Estado que afronta esta responsabilidad con la sociedad de
conformidad a la competencia que por mandato legal y social le
corresponde.
A. DEFINICIÓN
B. CARACTERÍSTICAS
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1. INSTRUMENTALIDAD
El Estado busca alcanzar objetivos y fines esta búsqueda
supone una voluntad que demanda el despliegue de la acción.
Pero la voluntad por si sola es insuficiente y la acción requiere
de múltiples recursos que otorguen capacidad o poder suficiente para
conseguir aquellos objetivos y fines.
Por tanto la capacidad puesta al servicio de la consecución de
fines y objetivos, asume el carácter de instrumentación para la
acción.
Entre muchos instrumentos para la acción el poder tiene
destacado y a veces definitorio papel. Por ello la instrumentalidad es
una de las características principales del Poder Nacional en cuanto
es el medio por excelencia para impulsar el Desarrollo y hacer
efectiva la Defensa.
2. DINAMISMO
3. VARIABILIDAD
El Poder Nacional está condicionado por los factores de
tiempo y espacio. En cuanto al tiempo. se advierte que por su
característica dinámica. el valor de los medios que otorga poder varia
de una época a otra "por múltiples razones. Principalmente porque
los medios se incrementan cualitativa y cuantitativamente por un lado
y otro se desgastan caducan o parecen; y porque un medio o
conjuntos de medios pudo tener en el pasado un valor que no es el
mismo en la actualidad y puede no serlo en el futuro, en función al
destino de su uso.
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En cuanto al espacio la variabilidad es asimismo patente
puesto que un medio o c1asede medio en un lugar determinado son
escasos tienen alto valor que no es el mismo en un lugar donde son
abundantes. Por otro lado la Realidad Nacional concreta e virtud de
su grado de desarrollo alcanzado puede requerir preferentemente
una clase determinada de medios. aplicables en otra realidad de
diferente desarrollo.
4. TOTALIDAD
El Poder Nacional es el resultado de la integración de las
capacidades específicas de medios de toda naturaleza que el
Estado a logrado poseer en su devenir histórico. El Poder Nacional
es pues la combinación singular de un sistema de fuerzas que se
Interrelacionan combinan y se potencian recíprocamente cuyos
orígenes se encuentran en los medios de cualidad y cantidad
diversas. El Poder Nacional abarca la totalidad de los medios
existentes en la Realidad Nacional.
5. RELATIVIDAD
El Poder Nacional es relativo en el sentido de que la "realidad
concreta del Poder Nacional difiere de ]a creencia de] Poder
Nacional", En un Estado puede creerse que la situación del Poder
Nacional es una, pero la realidad de esa situación puede ser distinta
si es vista desde el campo de un eventual oponente o antagonista.
En el ámbito interno del Estado puede creerse que el Poder puede
surtir determinados efectos pero su aplicación puede poner en
evidencia los errores en su apreciación, con resultados negativos.
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De aquí que la apreciación y evaluación de la capacidad inherente
al Poder Nacional. No pueda efectuarse en términos absolutos si no
relativos, considerando no sólo la variabilidad de los medios, sino
también el campo específico en que van a ser aplicados.
2. LA EVALUACIÓN
Consiste en la contrastación de las posibilidades del Poder
Nacional, antes apreciadas (considerando las limitaciones) con las
necesidades y obstáculos previamente determinados que Confrontan
el desarrollo de la Política Nacional.
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El Poder Nacional, no solo es diferenciado en una relación de
Estado a Estado, sino que también lo es en lo que respecta a los
efectos que pueden producir en su ambiente interno, frente a sus
propias necesidades y obstáculos que son inherentes a la Política
Nacional, en el camino hacia la realización de los altos fines del
Estado y del logro de sus objetivos.
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5.4 FACTORES DEL PODER POLÍTICO.
5.4.1. NECESIDAD DEL ESTADO
La primera necesidad es subsistir, lo que implica alimentarse y resistir a
los vecinos. Ello no se logra sin un mínimo de cohesión. La formación del
Estado obedece a una inclinación de la naturaleza humana y ha sido admitida
en todo tiempo por la razón como algo conveniente y necesario.
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estructura conscientemente y la domina. La unidad social previa al Estado
nace por obra del poder y de la convivencia.
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El poder de Derecho posee la ventaja de ser ejercido en nombre de
una institución, el Estado. Ello le permite dar respuesta a dos grandes
interrogantes :
1° En virtud de qué principio tiene el Poder la facultad de mandar?
2° En un grupo dado, a quién le corresponde el derecho de mandar?
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5.4.3. POLITICIDAD ESENCIAL DEL ESTADO : DERECHO Y POLÍTICA
Política es la relación entre gobernantes y gobernados y una búsqueda
de lo que es bueno para los gobernados. El acto político tiene una naturaleza
propia, tal como se distingue un acto moral o un acto económico. Dado que
los hechos se vinculan con el pensamiento, el conocimiento del Estado no
puede desprenderse de la actividad política. Esta es la actividad ordenadora
que precede a la sociedad ordenada o Estado, así como al orden de la
sociedad o sea a la Constitución. Como anota Sánchez Agesta, la actividad
política no es una forma de conducta que realice su efecto (la ordenación) y
luego se inhiba. Por el contrario, supone una acción contínua dentro del
Estado e influye sobre el orden constitucional para remoderarlo según las
ideas que predominan.
La "Razón de Estado" es la máxima del obrar político, la ley motor
del Estado, a fin de mantenerlo vigoroso. Pueden los políticos discrepar en
cuanto a los medios para alcanzar los objetivos del Estado, pues en cada
momento histórico hay una línea ideal de obrar, o sea una razón de Estado
ideal. Pero, junto al valor del bien del Estado, existen otros valores elevados
que también piden para sí una vigencia incondicionada, como son la moral y
la idea del Derecho. En último término, el poder mismo puede verse
amenazado por el quebrantamiento de los valores morales y jurídicos.
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cometidos supra-individuales". Desde luego, en la misma dirección han
obrado también los ideales, como factores para edificar y vigorizar el Estado.
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Por lo que se refiere a la importancia que tiene las teorías políticas,
citamos el pensamiento de Stalin, expresado en una de sus conferencias
sobre los fundamentos del leninismo: "La teoría pierde todo objeto si no
enlaza con la práctica revolucionaria, exactamente igual que la práctica queda
ciega si no elimina su camino con la teoría". La teoría puede convertirse en
otra inmensa fuerza si se desarrolla en unión con la práctica.
Más allá de toda cuestión jurídica, es indubitables que la voluntad de
poder constituye una de las grandes fuerzas de la vida individual y social.
Bertrand Rusel afirma en su obra "El Poder" que éste tiene en el mundo
del espíritu la misma importancia que la energía en el mundo de la física.
Por tanto, el Estado debe ser mirado esencialmente, como agrupación
política, o sea como un ente de poder, antes que como ordenamiento jurídico.
Es la agrupación política suprema y; como quiera que orienta su actividad con
arreglo a cauces jurídicos, puede definírsele como un ser político que se
organiza jurídicamente.
Querer huir de la política es como pretender huir del Estado, dice Carl
Schmit, dado que la comunidad nacional nos envuelve y nos afecta en una
totalidad en la que se entrecruzan la administración, la economía, la moral y el
poder. El fenómeno político guarda relación con el fenómeno económico, el
demográfico y otros, que pueden ser anteriores, concomitantes o
subsiguientes, pero siempre es motor de una colectividad el poder por el
poder, la voluntad de dominio. De ahí la importancia de integrar el mando en
un orden moral para evitar la opresión.
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los hechos políticos, y otras veces son éstos los que toman tributarias a las
ideas, en un proceso de interacción.
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impugnadores y la violencia desatada por "el poder joven", el "poder negro" y
el terrorismo urbano constituyen fisuras en el orden social, que hoy es
movimiento hacia el cambio. Nuestra sociedad respeta cada vez menos los
medios jurídicos de resistencia a la opresión, por ineficaces, y es incitada a los
métodos de violencia. La masa intuye una necesidad de transferencias de los
centros de poder, problema arduo y de manejo más difícil que el de los
explosivos, pues supone el planteo de los teóricos y la habilidad innata del
hombre político, del conductor carismático que sea capaz de equilibrar su
poder personal con la subsistencia de instituciones valiosas pero necesitadas
modificación urgente.
Vivimos una era de discontinuidad, tentando vías que conduzcan a nuevo
pluralismo, a la reforma de todo lo viciado, a la organización de un
consentimiento sin miedo. En cada circunstancia histórica ha surgido la
reinterpretación de los ideales vigentes. Para ello, la teoría Política y la ciencia
política nos brindan un rico material de reflexión, aunque ésta sea
contemporánea a la realización de hechos violentos que viene alterando la
subestructura social.
La sociedad no es una adición de individuos, sino un compuesto. Por
virtud del Poder adquiere una voluntad y sigue un comportamiento
determinado. Este comportamiento es producto de la orientación política. El
ordenamiento jurídico y la estructura del Estado son resultantes de la actividad
política. Por la toma de conciencia de ésta realidad, el poder se ha convertido
hoy en el centro de la lucha social y económica. A su vez, la política es mirada
como el arte de convertir las tendencias sociales en normas jurídicas. El
político hace posible el objetivo entrevisto o anhelado.
Nuestra época es una transición del Estado Liberal al Estado Social,
siendo perceptible una mayor participación del pueblo en el poder. Se quiere
pasar de la democracia gobernada a la democracia gobernante. Las
construcciones formales están cambiando su contenido, para no quedar
vacías de verdad. Tanto el pensamiento del derecho natural del Siglo XVIII
como el derecho racional de Kant, concibieron una organización estatal con
raíces individualistas. Pero a partir de la primera guerra mundial, se hizo
patente que los partidos políticos, los sindicatos y los grupos de presión iban
operando con un dinamismo que debilitaba lo formal del derecho. Por ello se
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ha acentuado notablemente desde que los sindicatos de masas, las Iglesias,
el poder militar y la tecnocracia han gravitado claramente sobre la vida del
Estado.
Paralelamente a esta transformación del Estado en el interior, se ha
venido produciendo la declinación de su soberanía exterior y el surgimiento de
organizaciones supranacionales que limitan la autodeterminación. El proceso
más hondo es el de una nivelación subjetiva y acompañada de un desplaza-
miento del poder, que ha pasado de las esferas parlamentarias y gubernativa
al seno de los partidos políticos. El estado ya dejó de ser neutro, por virtud de
la exigencia general de que tome posición contra determinadas formas de
orden existentes.
Podemos señalar, siguiendo a Fayt, tres posiciones en pugna ideológica :
la de quienes quieren conservar el Orden existente y consideran que bastaría
dulcificar la injusticia humana; la de quienes quieren establecer la burocracia
totalitaria, arrebatando al hombre la posibilidad de decidir por sí sobre su
destino, y, por último, la de quienes deseen la transformación del orden dentro
de la libertad, para obtener un ordenamiento social que asegura la justicia
económica y el pleno desarrollo de la personalidad humana. Esta tercera
posición es la única que permitirá crear una sociedad nueva en el mundo
occidental.
Ello significa analizar, con frialdad de especialista, cuáles son los
instrumentos que permitirán implementar el cambio de un modo racional,
progresivo, con la conciencia de que el poder es bifásico, o sea supone
percepción clara de las metas en quienes gobiernan y motivación acertada en
quienes obedecen y presionan para participar. La relación mando-obediencia
conduce, en el mundo de hoy, hacia una amplia participación popular, con lo
que la política se ennoblece en la medida en que el miedo deja de ser el
sistema normal de gobernar.
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equilibrio fundamental que sea favorable a la libertad, asegurando el
desenvolvimiento regular del Estado". Este equilibrio se establece por juego
de dos fuerzas dinámicas o de movimiento, que son el poder y la libertad, y de
una fuerza de resistencia, que es el orden. Así como afirmó Freud, toda
sociedad se construye sobre el renunciamiento a las satisfacciones instintivas;
por ello es represiva. Orden, poder y libertad conforman una trilogía en torno a
la cual se centra toda la problemática política. Son factores recíprocamente
imbricados, pues el poder hace un juego equilibrador a fin de compatibilizar el
orden y la libertad. Si se pone énfasis extremo en el orden, o sea si es
preferida la libertad, el poder resulta un aparato de coacción y arbitrariedad.
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democrática o afirmando que realiza el bien común. Todo poder aspira a ser
obedecido con un empleo mínimo de la fuerza y trata de ganar prestigio como
condición de perdurabilidad.
Ciertamente, la importancia de la represión varía en razón inversa del
grado de consenso. En los grupos coherentes, la represión es innecesaria de
modo general, pero en los grupos de consenso débil, la represión es
indispensable para evitar la disolución. Por ello, en los países en lo que el
consenso sobre los valores colectivos es grande, la influencia de la Fuerza
Armada es menor y su actividad se limita al rol específico de seguridad.
En el punto de partida de toda concepción humanista está la afirmación
de la libertad humana, que opone resistencia a los gobernantes en todo caso
de arbitrariedad. Se admite la necesidad del mando, y más ahora que se
tiende a hacer del Estado el "agente creador de una sociedad nueva", como
definen muchos. El diseño de esta organización futura es impreciso, además
de que varía ciento ochenta grados de uno a otro lado del mundo. Sin
embargo, existe la convicción de que el Poder no es solamente el servidor del
orden establecido sino también el regulador de los cambios anhelados, el
árbitro que puede hacer de la democracia un movimiento más que un estado
de cosas. Movimiento que conduzca a la justicia económica sin anular la
libertad.
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Las democracias representativas tienen mecanismos reguladores,
principalmente la autoridad de las ánforas libres, para que el orden, solidario
de una determinada idea del Derecho, incorpore reformas con oportunidad
que evita violencias. El instrumento legislativo es el modo normal de usar la
flexibilidad si el orden tiene razonable porosidad. Pero cuando el pluralismo de
las corrientes políticas enerva la autoridad gubernativa, o bien cuando las
fuerzas conservadoras se muestran impermeables y ciegas, adviene el
cambio brusco; la revolución. Esta realiza el cambio que inspiró el desacato
del orden, pero a la vez aspira a restablecer la cohesión social, pero que el
nuevo orden sea estable. Más allá del cambio de equipo gobernante, una
revolución entraña la sustitución del orden social sobre el cual se basaba el
anterior aparato político.
La revolución recoge la nueva idea del derecho y la convierte en
derecho. Desde luego, la palabra Derecho comprende todo lo legislado que
esté vigente. Por tanto, no hay derecho y viejo derecho, sino simplemente
Derecho. Esto se enriquece incorporando medidas de justicia que la
convicción general reclamaba y que faciliten un orden social estable, de
acuerdo con los tiempos.
No es imposible, aunque si improbable, efectuar una revolución dentro
de la libertad, o sea mediante la ley, respetando las formas de la democracia
representativa. En la esencia de la revolución, no está la violencia, pero
generalmente le acompaña, como sucedió en la revolución francesa, la rusa,
la mexicana, la china y la cubana. La experiencia de algunos países no
desarrollados es contradictoria al respecto, pues la transformación se ha
realizado de maneras diversas, inclusive sin derramamiento de sangre. A
partir de la experiencia cubana, los regímenes instaurados con el propósito
de cambiar las estructuras rápidamente se denominan "gobiernos
revolucionarios", tales como los de Argelia, Perú, Guinea e Irak.
La conquista del Poder no es un fin en sí: el Poder que tiende a
oficializarse no es otra cosa que la promesa y el símbolo del orden social
futuro, nos dice Burdeau, el cual agrega: "La revolución sanciona el desajuste
entre la vitalidad de las representaciones colectivas y la atrofia del aparato
político que hubiera cuando el Poder dicta las reglas por encadenamiento de
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los sucesos, debido registrarlas". Las tensiones sociales desaparecen
consolidando la posición política obtenida.
Bibliografía específica:
ANDRADE SANCHEZ, Eduardo Ob cit Leer Cap III.
MIRO QUESADA RADA, Fca Ob cit Leer Cap III.
BAZAN SALVADOR, Oscar Ob cit Leer Pag. 30 a 36.
84
EL PODER POLITICO I
6.1 TIPOS DE PODER.
Según (el poder en las organizaciones): hay 4 tipos principales de
poder en las organizaciones con sus fuentes:
a.Poder personal: carisma, personalidad, magnetismo personal. Surge de
forma individual en cada líder. Es la capacidad que tienen aquellos para
conseguir seguidores a partir de su personalidad. Tienen fe en los
objetivos que atrae y retiene a dichos seguidores. Consiguen que haya
personas que deseen seguirle. El líder percibe las necesidades de las
personas y promete éxito para ellas. Ejemplo: Jesucristo.
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PODER DE RECOMPENSA. es la capacidad para ofrecer incentivos
cuando se realizan las conductas que se desean: promoción, aumento de
sueldo, etc. Generalmente, se relaciona con el poder formal inherente a
alguien que ocupa un cargo superior.
86
6.3 LEGITIMIDAD DEL PODER.
La autoridad es, pues un poder legitimo que el individuo posee en
virtud de su posición en una estructura social organizada. La base de este
poder es su legitimidad. La aceptación de la autoridad se realiza a través
del contrato psicológico y/o el legal. El reconocimiento de la legitimidad no
significa que haya un cumplimiento en todo momento de las órdenes.
Por ello el modelo de poder y autoridad legitima suele estar
respaldado por un sistema auxiliar de recompensas castigos. El poder esta
delimitado por reglas, leyes y ello constituye a su aceptación por los
miembros de la organización. Las condiciones que facilitan su aceptación
son los siguientes:
- Un contexto social que posibilite los procesos de socialización normativa.
- Símbolos de autoridad reconocidos y apropiados.
- Claridad de las normás y requerimientos legales.
- Delimitación de penalizaciones y castigos que apoyes esa autoridad
legal.
- Posibilidad de expulsión de aquellos miembros que no se conforman al
sistema.
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La autoridad jerárquica junto con la coordinación, cumple una función de
control y por tanto impone responsabilidades del individuo ante aquellos
que posen autoridad. El orden jerárquico presenta dos características
que lo definen:
- La asimetría.
- Transitividad.
La asimetría porque si la organización establece que A tiene
autoridad sobre B, este no tiene sobre A.
La transitividad porque si A tiene autoridad sobre B y B tiene
sobre C y D, A tiene sobre C y D.
Bibliografía específica:
BOREA ODRIA, Alberto Ob cit Leer Cap IV.
CASTRO CONTRERAS J, Sociología Edit. San Marcos Lima 8va edic.
1990 Cap. VII.
MIRO QUESADA RADA, F. Ob cit pag. 88 a 103.
AUTOEVALUACIÓN FORMATIVA Nº 03
88
Cuarta Semana:
IV. UNIDAD EN TORNO A LAS FORMAS DE GOBIERNO
Concepto de formas de Estado y de Gobierno.
7.1. EL SISTEMA AUTOCRÁTICO Y SUS FORMAS DE GOBIERNO.
Es un régimen político que deriva de la desaparecida monarquía
absoluta, en el que el gobernante ejerce un poder absoluto, asumiendo
todas las funciones ejerciéndolas unipersonalmente, no reconociendo
límite alguno, pues su voluntad es la suprema ley.
7.1.1. TIPOLOGÍAS
La diversidad de regímenes no democráticos abarca un extenso
abanico dentro del cual se produce una considerable cantidad de
variantes.
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miedos y recompensas. Las Fuerzas Armadas y la policía desempeñan
un papel importante; no existe ideología ni movilización de masas, y el
ámbito político está dominado por élites e instituciones tradicionales. El
modelo característico ha sido el régimen de Somoza en Nicaragua. b)
También forman parte de los regímenes tradicionales las oligarquías
competitivas, en las que con una base económica fundamentalmente
agraria, persisten elementos culturales tradicionales, entre los que
destacan los valores y las instituciones religiosas. Sus variantes son el
caciquismo y el caudillismo, caracterizados por una política de alianzas
entre las élites detentadoras de poder y los jefes locales, que proveen de
votos al poder a cambio de protección política.
90
ideología definida (por lo que recurre a valores tales como el interés
nacional, la seguridad, orden, la racionalización del despilfarro), tiene
escasa movilización desde arriba, así como una considerable apatía a
nivel de masas. Dentro del cual se producen variantes: un régimen que
se plantea de tipo provisional, especie de “dictadura” en el sentido
romano, está formado por Juntas Militares, que no suelen crear partidos
únicos ni parlamentos. Se puede dar o no la presencia de un líder militar
con una posición preeminentemente respecto a la institución militar, en
cuyo caso se la denomina “autocracia”, “tiranía militar” o “cleptocracia”.
La principal estructura de poder es el ejército, que es poco profesional,
se recluta sobre bases personalistas o conexiones tribales y son
regímenes inestables por sus propias características. Aquí se podría
encuadrar el modelo cubano de la etapa de Batista.
91
único o hegemónico desempeña un papel preponderante, ya que no se
produce competitividad entre ellos. Las variantes de este modelo se
diferencian entre sí tanto por sus orígenes como por los contextos
culturales, socio-económicos y en las ideologías-mentalidades que los
legitiman (L. MORLINO: 153). Los regímenes nacionales de
movilización surgen en el contexto de las luchas por la independencia,
están dirigidos por la élite local, suelen tener un líder carismático que, a
través del partido único y con una ideología nacionalista, moviliza a la
sociedad desde abajo. Tras conseguir la independencia, el partido se
convierte en estructura sostenedora del nuevo régimen, pero a medida
que transcurre el tiempo se puede transformar en una maquinaria
burocrática clientelar, mientras que la ideología nacionalista adopta
formas autóctonas de un ambiguo socialismo. El modelo son las ex
colonias
92
ya entonces, durante los efímeros periodos de florecimiento, su
naturaleza frágil y su carácter prosaico.
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Aunque la concepción de la democracia liberal y representativa no
se inicie hasta el siglo XVIII, hubo en Europa algunas comunidades
aisladas, radicadas en las ciudades, donde los individuos gozaron de
ciertos derechos reconocidos y de garantías legales contra la
arbitrariedad de los gobernantes. La república de Venecia en el siglo
XVI y los burgos holandeses del siglo XVII son ejemplos históricos
interesantes que muestran una cierta protección de las libertades. El
consejo municipal de algunas ciudades estaba formado por
representantes elegidos de los distintos oficios, con iguales derechos.
Estas comunas medievales fueron excepciones en el mundo feudal y
tremendamente inestables, siendo suprimidos sus privilegios a medida
que se formaban los grandes Estados nacionales centralizados bajo las
monarquías absolutas a partir del siglo XVI.
Las revoluciones americana y francesa introducen una
concepción radicalmente diferente del republicanismo clásico. La
referencia a la virtud del republicanismo había sido defendida por
PLUTARCO, CICERÓN y TITO-LIVIO, y retomada posteriormente por
MONTESQUIEU y los enciclopedistas del siglo XVIII. En la clasificación
de ARISTÓTELES, la democracia y la aristocracia son dos tipos
diferenciados de régimen político, mientras que para MONTESQUIEU
son dos modalidades de un mismo tipo de gobierno llamado republicano.
Para que perdure, la república tiene que ocupar un territorio de
pequeñas dimensiones, exige el abandono de la ambición y del egoísmo
personal, es decir, la devoción a la comunidad, la virtud política de los
ciudadanos. Es un gobierno en el que la autoridad se ejerce de acuerdo
con las leyes, está basado en la igualdad, en la virtud y en la
participación general en el poder soberano.
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soberanía descansaba en “el Rey en el Parlamento”, es decir, en los
Lores y en los Comunes. El gobierno limitado y las libertades
constitucionales son el punto de partida del gobierno representativo en
Inglaterra. Como se ha resaltado tantas veces, Inglaterra, la cuna de la
democracia liberal, desafía la concepción clásica de la democracia como
el gobierno basado en la soberanía popular, pues aún hoy en día,
formalmente, la soberanía descansa en el Parlamento.
95
a) La Democracia representativa y el modelo de
representación política
En las democracias modernas no se produce la identidad entre
los que gobiernan y son gobernados. La gran dimensión de los Estados
nacionales convirtió en inaplicable el tipo de democracia directa tal y
como se había practicado en la Grecia clásica.
Dos tradiciones opuestas surgen tras los procesos revolucionarios
durante el siglo XVIII: el modelo de democracia representativa, cuyas
fuentes principales son las aportaciones de J. LOCKE hasta J.S. MILLl,
los padres fundadores de la Constitución americana, y el modelo de
democracia directa inspirado en J.J. ROUSSEAU.
La aportación radical de ROUSSEAU fue el concepto de voluntad
general, según el cual cada ciudadano tenía un interés colectivo en el
bienestar de la comunidad, distinto del interés privado y, por tanto, el
cuerpo de ciudadanos debía actuar como un todo y aprobar libremente
las leyes que serían aplicadas por igual a todos los individuos. El pueblo
es, por tanto, el único soberano legítimo de una comunidad, y la voluntad
del conjunto, el poder legislativo, no puede ser representada por ninguna
persona o grupo. Por ello, escribe ROUSSEAU en el Contrato Social al
referirse al sistema parlamentario de Inglaterra, los ingleses sólo son
libres durante la elección de los miembros del Parlamento para después
volver a la esclavitud. Rechazaba el sistema representativo que se
había impuesto gradualmente en Inglaterra como fórmula de
compromiso entre los intereses de la monarquía y el pueblo.
ROUSSEAU establece la distinción entre el pueblo como soberano, es
decir, la soberanía popular, y la forma de gobierno, que puede ser
monárquica, aristocrática o democrática. El gobierno democrático, esto
es, que la gran mayoría sea responsable de la ejecución de las leyes,
constituía un gobierno tan perfecto, pensaba ROUSSEAU, que sólo era
apto para los dioses, no para los hombres.
96
b) La igualdad de condiciones y la libertad
La complejidad de la vida en la sociedad industrial dejaba al
descubierto una serie de problemas nuevos, que los primeros liberales
no pudieron prever. En sus escritos J.S. MILL examina el problema de
la “tiranía social” o “tiranía de la opinión y del sentimiento dominantes”, y
de su amenaza para la individualidad; es decir, llama la atención y pide
protección frente a la opresión que puede surgir cuando la misma
sociedad es el tirano. Ahora bien, el problema planteado por MILL no
sería más que un hecho relevante si no lo conectamos con el principio
de mayoría o regla de procedimiento para tomar decisiones propias de la
democracia. TOCQUEVILLE observó y conectó ambos factores
(SARTORI, 1988: 174).
97
sociedad francesa de su época- conservar las libertades personales e
intelectuales, la protección de la ley contra la arbitrariedad del poder, y la
participación de los ciudadanos, por medio de sus representantes
elegidos, en la gestión pública. Es precisamente el acceso de las masas
a la participación política lo que más preocupaba a TOCQUEVILLE, que
temía la “tiranía de la mayoría”. Las sociedades modernas –la
americana era el modelo que seguirían las europeas- tendían a realizar
la creciente igualdad de condiciones, pero podrían tomar dos caminos
diferentes: preservar las instituciones liberales, o bien evolucionar hacia
lo que llamó “el despotismo democrático” (TOCQUEVILLE, 1980, T. 2:
264-277).
c) La extensión de la ciudadanía
Desde el final de las guerras napoleónicas hasta el estallido de la
Primera Guerra Mundial, la democracia liberal se va consolidando en el
mundo occidental.
98
los miembros de la Cámara de los Comunes eran elegidos por unas 200
familias hacendadas.
En el siglo XIX, la guerra civil americana emancipó de la
esclavitud a cuatro millones de negros, y la exigencia de poseer
propiedades para tener derecho al voto fue eliminándose en todos los
países. A medida que avanzaba el siglo XIX, la presión de las masas
obreras, entre otros factores, obligó a una gradual ampliación de la
representación parlamentaria, que culminó con la concesión del sufragio
universal masculino, es decir, que los derechos de ciudadanía fueron
extendidos a prácticamente todos los adultos varones. De 1828 a 1926,
29 países instauraron gobiernos basados en el sufragio universal.
99
Sin embargo, la ideología propiamente colectivista-socialista,
como bien explicó E. DURKHEIM en su famoso curso sobre el
socialismo, dictado en la Universidad de Burdeos en 1895-1896, está
totalmente orientada hacia el futuro: “Es ante todo un plano de
reconstrucción de las sociedades actuales, un programa para una vida
colectiva que aún no existe o que no existe tal cual es soñada, y que es
propuesta a los hombres como digna de sus preferencias. Es un ideal.
Se ocupa mucho menos de lo que es o ha sido que de lo que debe ser”.
100
el centro director (Estado, Gobierno), encontrando su razón de ser en la
organización: “El socialismo es esencialmente una tendencia a
organizar... El socialismo no se reduce a una cuestión de salarios, o,
como se dice, de estómago. Es ante todo una aspiración a una
reorganización del cuerpo social que tenga por efecto situar
diferentemente el aparato industrial en el conjunto de organismo, sacarlo
de la sombra en que funcionaba automáticamente, llamarlo a la luz y al
control de la conciencia”.
Bibliografía específica:
MIRO QUESADA RADA, F. Introducción a la Ciencia Política. Parte
Especial.- Edit. Cultural Cusco, S.A. Lima Perú 1997 Leer Cap. IV.
ZHIDKEV Y OTROS Ob. cit. Leer Cap III.
FERRERO R. Raúl Ob. cit. Leer Cap XIV.
LOWENSTEIN, kart Teoría de la Constitución. Leer Caps. III y IV.
AUTOEVALUACIÓN FORMATIVA Nº 04
101
Quinta Semana:
V. UNIDAD LOS PARTIDOS POLITICOS I
8.1. CONCEPTO Y CONCEPCIONES SOBRE PARTIDO POLÍTICO.
Es evidente que considerar por separado el sistema electoral y los
partidos políticos sólo se justifica expositivamente y de acuerdo con la
perspectiva general que impone un texto introductorio a la ciencia política.
Como es lógico, todo análisis específico centrado en un país fuerza a que
ambos se consideren conjuntamente en el marco de un sistema político
concreto, dado el influjo que ambos factores ejercen recíprocamente.
Estos dos niveles no son, en ningún caso, formas contrapuestas entre sí,
sino límites metodológicos derivados del plano en el que se quiere proyectar el
análisis. En este sentido, no hay que entender esto como una contradicción,
sino como condiciones derivadas del límite representativo que invade todo el
fundamento del conocimiento, tal como se planteó más arriba.
102
En cambio, resulta funcional ofrecer un marco global de las
características de los partidos políticos que permita adentrarnos en su
problemática general. Como es lógico, este marco global encuentra su punto
axial en el límite que traza la misma concepción del sistema político, en la
medida en que de él dependen la propia construcción del partidismo político
como fenómeno tanto de canalización y de expresión (SARTORI, 1980: 80 ss.)
como de articulación y combinación de intereses (ALMOND-POWELL, 1972:
91 ss.) Hay que tener en cuenta que en caso contrario se anularía la
singularidad de los partidos políticos, esto es, que sería excesivamente fácil
confundirlos con cualquier otro tipo de movimiento social.
Como puede advertirse, este marco global nos coloca ante dos límites:
de un lado, la posibilidad de contemplar como partidos políticos a los partidos
únicos o totalitarios para poder dotar de rigor científico a la construcción que se
hace de los sistemas no-competitivos y que es, en definitiva, lo que lleva a
SARTORI a transponer la función de gobierno en el acceso a cargos públicos
conforme con la transición que él supone desde el gobierno responsable hacia
el gobierno que responde como gobierno de partidos propio de la sociedad de
103
masas. De suerte que la competencia política de los partidos parece así, más
un combate entre oligarquías para lograr el botín público que una
responsabilidad efectivamente adquirida a través de la elección (BACHRACH,
1973: 156 ss.). Esta, como tal elección, no puede ser no-libre o, mejor dicho,
sólo puede ser no-libre eliminado la función de responsabilidad gubernativa, ya
que ésta depende exclusivamente de la existencia de una legítima alternativa
política que es lo que justifica de ipso el proceso electoral. La legitimidad de la
unanimidad popular, como vimos, es sólo un valor marginal que en ningún caso
puede esgrimirse para convertir al mismo proceso electoral en un acto nominal
o de iuris.
Por otro lado, nos coloca ante el hecho de que los partidos políticos no
son la única y exclusiva forma de comunicar, canalizar o expresar los intereses,
puesto que existen sociedades donde tales intereses se desenvuelven también
bajo otras formas de carácter eminentemente social y sobre la base de partidos
débilmente organizados, no programáticos y poco cohesionados (EPSTEIN,
1967: 351).
104
las mismas, esto es, la descripción confrontada con la realidad, como exige
ROKKAN para no desvirtuar el sentido del método “típico-ideal” que WEBER
extrae de la idea de la ciencia social donde previamente JELLINEK ha
encuadrado la comprensión del Estado lato sensu.
105
que el mismo sistema político tiene que desarrollarse de forma que tanto el
factor electoral como el factor partidista se encuentren integrados respondiendo
así a sus necesidades socio-políticas de toda índole.
A este respecto, hay que tener en cuenta que estos intereses políticos, si
salvamos el citado escollo y lo entendemos con la complejidad planteada por
EASTON hemos de advertir, a su vez, que por intereses políticos no hay que
entender sólo intereses puramente políticos de acceso y distribución del poder.
Al ser la ciencia social, como se dijo, un ámbito global de campos
interdependientes entre sí (WILDAVSKY, 1959: 308 ss.), no es posible
proyectar, more geometricum, en un plano el eje de coordenadas empírico de
lo político –que es lo que justificaría la concepción positivista del partido político
en su mera búsqueda de cargos públicos-, sino que se hace necesario
enfatizar la función de gobierno como gobierno responsable, implicado el acto
de dirección y de orientación política, intentando programáticamente el
reconocimiento del statu quo o su modificación. Este es un hecho que no
puede soslayarse en la función de expresión ni, mucho menos, ocultarse tras el
velo de la ambición oligárquica, de la voluntad de poder sin más, ya que el
positivismo científico que ello lleva aparejado no puede justificarse sino por
pura ingenuidad científica como, por ejemplo, concibiendo la política, frente al
106
presunto carácter redentor del comunismo anclado en la autoconciencia del
sovietismo (SCHUMPETER, 1968: 494 ss.), como un acto que se expresa
meramente a partir de los propios intereses redentores, como queriendo
legitimar la existencia de estos mismos intereses aun a costa de deslegitimar a
las propias instituciones político-estatales. Estas, cayendo bajo la férula de la
dominación partidista en su acceso a cargos públicos como simple expresión
de sus intereses políticos, reflejan la posible inutilidad de aquellas instituciones
en cuanto pueden ser sólo instrumentos de poder para preservar la dominación
oligárquica stricto sensu.
107
8.1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS.
Históricamente los Partidos Políticos devienen de los grupos de
notables – Burgueses – intelectuales que habían decidido intervenir en
política. Estos grupos operaban de dos maneras: cuando tenían el
candidato adecuado buscaban el auspicio de celebridades, elementos
influyentes y sectores significativos de la comunidad y, cuando contaban
con el auspicio, el respaldo y apoyo, buscaban el candidato adecuado es
decir al “Mejor Hombre”.
108
las ideas, es pues un sistema coherente que explica, justifica o expresa
las actitudes del hombre en el mundo en que vive. La ideología define
una perspectiva sobre el mundo.
109
control. Esto los relaciona estrechamente con la función de la articulación
de intereses así como la agregación de intereses (Almond y Coloman).
Generalmente los intereses se articulan con anterioridad o para el
propósito de vincularse con la política a través de un partido. Les conviene
buscar expresión e influencia a través de uno o, incluso, varios partidos. Al
partido por su lado, le conviene formar una gran alianza; o agregación de
tales subcoaliciones, y preferiblemente una alianza que le asegura una
mayoría en los cuerpos representativos. Si no alcanza esa mayoría no
podrá tener el control político. Una alianza que le ofrezca mucho más de la
mayoría, por otra parte, podría comprometerlo con demasiados socios
todos los cuales esperarían resultados de alguna clase. La agregación de
diferentes subcoaliciones en un mismo partido requiere una considerable
capacidad de organización y bastante esfuerzo. Sus intereses suelen
oponerse y deben reconciliarse también con los objetivos comunes del
partido. Las tensiones interiores resultantes deben ser cuidadosamente
manejadas por la dirección del partido que tiene conocimiento de cómo
satisfacer las demandas de los grupos a cambio de su dedicación a la
causa.
110
cambio en su conducta y actitud puesto que sirven a un nuevo electorado:
el público.
111
"partidos inclusivos" o "populares". Estos son los que Neumann llamó "de
integración social", partidos de masas unidas por la trama social de
asociaciones auxiliares, incluídos la atención a los hijos de los trabajado-
res, las organizaciones juveniles, los clubes recreativos, culturales y
educativos, los sindicatos, etc., que literalmente rodeaban a los miembros
por todas partes y durante toda su vida. Naturalmente, esta subcultura
política también los aislaba mucho de la sociedad no socialista lo cual
reforzaba su estereotipo ideológico "del sistema". Algunos partidos católi-
cos e incluso conservadores y agrarios evolucionarios en la misma
dirección. Los tipos tercero y cuarto de estructura local que Duverger
señala, la pequeña y a menudo clandestina célula de fábrica o célula de
área y la milicia del partido han caracterizado a los movimientos fascistas y
comunistas, especialmente en las décadas de 1920 y 1930. Por lo general,
cada una de ellas está relacionada con el partido superior inmediato sólo
por lazos verticales lo que permite la práctica del centralismo democrático
en las estructuras comunistas y del principio de dirección en las
estructuras fascistas. El grado de centralismo, disciplina y fuerza de
articulación" de todo el partido también brinda distinciones significativas.
Neumann caracteriza la intensa vida de las células y milicias como una
"integración total" a diferencia da "integración democrática", para
relacionar la militancia y el utopismo ideológico de la lucha por el poder de
éstos partidos con la dictadura totalitaria que suelen establecer una vez
que la alcanzan.
112
el cambio constitucional) a diferencia de los partidos que se oponen a la
constitución o que no están dispuestos a aceptar su autoridad legítima.
113
se divida en dos y la competencia política aparece mucho después de la
primera organización semejante a un partido.
114
una organización netamente nacional para asegurar su reelección. Por lo
menos este fue el origen de las organizaciones permanentes de los
partidos en Inglaterra y en otros lugares al ampliarse el sufragio.
115
sistemas oligárquicos de determinación de la política en la que ésta sólo
se decide en la cumbre o en donde su elaboración, atañe principalmente a
los organismos del gobierno y a los grupos de presión más que a los
electores que son miembros ordinarios de un partido. Pero incluso en los
sistemas de un sólo partido suele haber cierta competencia interior entre
los intereses a las facciones organizadas informalmente alrededor de
propias alternativas de política.
116
Debido a esto, se pueden hacer promesas que como es lógico no tienen
por qué cumplirse una vez que se ha obtenido el fin: el poder. Este
aparente cinismo –o maquiavelismo partidista actual-, que sólo es un
efecto perverso derivado de los caracteres concretos de un periodo
histórico –el que lleva desde el liberalismo, a través del desenvolvimiento
del nacionalismo, hasta la consolidación de la república democrática, o
en su defecto a la democracia representativa, que se hace patente en
toda su crudeza durante el proceso que va desde 1919 con la firma del
Tratado de Versalles hasta la caída del muro de Berlín (9-XI-1989), y
que en virtud de los acuerdos de Yalta y Potsdam (1945) racionalizan el
statu quo de los bloques militares-, nos permite no obstante entender
que sus razones no son algo ficticio ni baladi, pues responden
exactamente a hechos incontrovertibles, fundamentalmente el que hace
referencia a la pérdida de orientación y rumbo ante la complejidad del
problema social, en función precisamente de la arrogante e insólita
posición que se infiere de que una parte –pequeña o grande, es
indiferente- se tome el privilegio de decidir qué sea lo bueno o lo mejor
para los demás, y genere en consecuencia la escisión y el desgarro
entre la élite u oligarquía y las masas.
Dado que el sovietismo se encuentra en la necesidad de actuar
así, por reflejo reactivo también la sociedad occidental o no-soviética
debe actuar del mismo modo, y es aquí donde tiene lugar el despliegue
global de aquella perversidad, generadora del cinismo, en cuanto que los
partidos políticos de las sociedades occidentales tanto por temor a la
infiltración soviética como, velis nolis, por justificación añadida para la
conservación y abuso del poder se ven obligados a operar como
maximizadores de votos, en un esfuerzo por perdurar en el poder todo el
tiempo posible y empleando el cinismo en toda su extensión: promesas
incumplidas, sesgo en las informaciones, mediocridad cultural, etc., que
son características específicas propias del periodo analizado.
Supuesta la extinción de este periodo, la readaptación política
tiene que empezar a producirse, a pesar del intento lógico de
retardamiento que es previsible por la conservación del poder y de sus
117
privilegios por parte de las élites oligárquicas, y por parte de las masas,
debido a la inercia de su indiferencia y desinterés.
En este sentido, el cinismo downsiano, que tanta perplejidad
causa al lector de su obra y que se refleja en el capítulo final de
SARTORI, resulta de difícil solución para éste, pese a que empleando un
eje de coordenadas cartesiano, intenta delimitar espacios complejos que
permitan integrar los cleavages sociales que intersectan al campo
político. Pues DOWNS no opera, como interpreta SARTORI, sólo con el
bipartidismo, sino con el bipartidismo a partir de la bipolaridad como
categoría central, que es lo que subsiste en la formulación económica de
HOTELLING, y esto se pone de relieve con mayor enjundia si cabe, en
el hecho singular de tener que forzar la creación de espacios complejos
como única alternativa para poder convertir al campo científico de la
política en el contrapunto redentor del campo científico de la economía
en general y del pensamiento soviético en particular, cuando esto es un
hecho que ya el propio D. TRUMAN había revelado con toda claridad,
modificando profundamente el punto de vista de A. BENTLEY y sobre el
pluralismo grupal, al señalar que”... toda concepción del proceso político
debe tener en cuenta las efectivas diferencias individuales que separan
a los hombres... (e) integrarse en el sistema de relaciones que llamamos
Estado...” (TRUMAN, 1960: 262). Ello, como ya se advirtió, no tiene
necesariamente que significar que la ciencia política sea la panacea
redentora, sino que al contrario debe poner de relieve que semejante
integración no es algo que se pueda hacer sólo contemplando sus
márgenes y omitiendo sus límites, que existen y son esenciales para
evitar una desvirtuación de su genuino contenido científico.
Naturalmente, cobrar consciencia de estos límites inherentes a la
ciencia política es, como se dijo, fundamental no sólo para entender la
función que desarrollan los grupos de presión o grupos de interés, a
saber, sindicatos, Iglesia, ejército, organizaciones financieras, etc., sino
asimismo los movimientos sociales de toda índole, como por ejemplo,
los ecologistas, asociaciones a favor de la paz, etc. que cumplen unas
funciones esenciales como canalizadores de múltiples intereses,
independientemente de que no siempre logren imponer sus objetivos o
118
fines, debido precisamente a los límites que envuelven al campo
científico-político o, cuando menos, a cada sistema político en concreto.
La existencia completamente funcional de este aspecto
plurigrupal, cuya integración política deviene compleja debido a los
propios límites de la misma ciencia política, es lo que induce a R. Dahl a
concebir los sistemas políticos actuales como poliarquías (palabra
compuesta, derivada de -autoridad, dominio-), reflejándose así la
intrínseca complejidad del problema científico-político actual, allí donde
nos advierte de la falacia de la concepción de la política como algo
válido in aeternum, más allá de su aspecto meramente formal. Todo
contenido material de la misma –como dinámica de su sistema político-
transciende enteramente toda racionalización científica del propio
campo, debido a la interdependencia que hay que establecer con los
demás campos que integran el ámbito general de la ciencia social.
Con el trasfondo de la poliarquía dahliana podemos proceder a
advertir que todo el fundamento bipolar presenta una inconsistencia
científica si no se concibe bajo el límite de la representación o bajo el
condicionamiento de fraccionalidad que es justamente, lo que nos
permite remontar el cínico laberinto bipolar bipartidista de A. DOWNS –
entendiéndolo en su funcionalidad histórica- a la vez que atisbar la
fragilidad de las taxomanías neobaconistas –allí donde la paradoja del
tercio excluso (A no puede ser A y no-A al mismo tiempo) (SARTORI,
1980: 346) no tiene otra vigencia que la meramente formal-. Ahora
bien, que esta vigencia sea meramente formal no quiere decir que no se
puedan elaborar fundadamente clasificaciones susceptibles de
tipologizar. Sobre todo, si no se pierde de vista la necesidad de que
cuando se establezca una tipología se prevea asimismo su propio límite
o por el contrario, se la investigue correlativamente con sus distintas
posibilidades de clasificación y se la deduzca con todas las reservas
previsibles. De este modo, la economización que política y socialmente
representa el bipartidismo aparece entonces al resguardo de cualquier
desautorización que pueda impedir una diversidad de expresión de
intereses. Pues, todo esto no es sino la consecuencia de expandir
reactivamente –como contrapunto redentor de la conciencia occidental
119
frente al mágico economicismo soviético- el campo de la política y de
sus soluciones operativas a toda la vida social en general, subtendida en
la democracia partidista y en la representación proporcional pura.
La justificación sotto voce de este último proceso se puede
observar cuando se procede a examinar la evolución de los modelos de
partidos políticos que se han ido proponiendo desde la mitad del siglo
XIX hasta la época actual. En líneas generales, suele fijarse en el año
de 1848 el genuino inicio de los partidos políticos, correlativamente con
la insurrección revolucionaria que se produce en gran parte de la Europa
continental, de la que dan cuenta en sus escritos, entre otos, tanto
MARX como el mismo TOCQUEVILLE. Ya que, con el desarrollo de la
conciencia proletaria impuesta por el desarrollo capitalista tras el
paulatino control que la burguesía va adquiriendo del poder político
después de desplazar, tras la emblemática revolución de 1789 en
Francia, a la aristocracia de los centros neurálgicos de dominio, se
justifica la pertinencia de la existencia de los partidos políticos en cuanto
responden a realidades efectivas: la necesidad de crear un marco de
convivencia para intereses divergentes, que sin embargo no pueden
dejar de converger. Y que es lo que plantea la importancia de una
profundización democrática de la angosta estructura política del Estado
liberal que, basado en el sufragio censitario y en un parlamentarismo
radical que pusiera freno a la omnipotencia de la Monarquía absoluta,
resultaba ya una forma organizativa incongruente para poder integrar los
problemas que planteaba la sociedad de masas y los inicios de la
industrialización, tal como se puede percibir en el cuadro siguiente que s
ilustrativo en relación con todo esto.
Naturalmente, esta profundización era inevitable que sucediera no
sólo tras la creación, sino incluso la legalización e integración estatal de
los partidos políticos en el mismo marco democrático, lo que alteraba la
endeble cobertura social sobre la que se había edificado el Estado
liberal, que por la irrupción de las masas en la vida socio-política se
tornaba inconsistente e inelástico. La integración partidista en el Estado
democrático es sin embargo algo que se lleva a cabo de forma
paulatinamente paralelamente en el planteamiento teórico de la cuestión,
120
ya que no será hasta 1903 cuando, a partir de la publicación de la obra
del ruso M. OSTROGORSKI (1854-1919), La Democracia y la
Organización de los Partidos Políticos, se empiece a tomar conciencia
del fenómeno partidista en su sentido estricto, en la medida en que la
crítica marxista a la democracia representativa y el fenómeno del
partidismo político no constituye sino un arcano anclado en la razón
ilustrada, pues la posibilidad de que el proletariado, como actor socio-
político colectivo pueda a través de la dictadura del proletariado edificar
el socialismo no deja de ser un simple desideratum y sin que de ello se
infiera ausencia de orientación real en el pensamiento de MARX. Pues
como es lógico, el problema aquí no estriba en que MARX carezca de
razón, sino en cuáles son los senderos por los que ha de discurrir una
evolución que no se puede concebir con la simplicidad de la
unilinealidad, sino cobrando pena conciencia de la realidad, siempre
mucho más lábil y curvilínea de lo que en principio se puede suponer,
como consecuencia derivada del propio fundamento representativo del
conocimiento científico-social, y por lo mismo del científico-político.
La razón de esta toma de conciencia se debe fundamentalmente
a la parábola que construye el mismo OSTROGORSKI, en cuanto que,
sin de un lado, viendo el impacto extraño que la democratización, a
través del partidismo, produce en sociedades tan ordenadas como la
inglesa del siglo XVIII –con las reformas de 1832, 1867 y 1885, previas
al reconocimiento del sufragio universal y a la entrada en liza del
laborismo- y en la estadounidense durante la evolución del siglo XIX –
con las disputas entre el Norte y el Sur, con el trasfondo del federalismo
y los problemas de estabilización política derivados de la corrupción del
dominio republicano a principios del siglo X- se ve obligado, por otro
lado, a estimar que el partidismo es un mal a desechar.
El intento de buscar soluciones al problema como por ejemplo, el
establecimiento de un sufragio restringido referido mucho más al mérito
que a la renta, acompañado de la sustitución de los partidos políticos por
organizaciones ad hoc; es decir, grupos especializados en temas
concretos –análogos a los grupos de presión o a asociaciones
voluntarias- que se constituyan en canalizadores de los intereses, pero
121
que inmediatamente se disuelvan tras la consecución de su fin, no refleja
en realidad otra cosa sino una percepción del fenómeno social
enteramente alterado en función de no poder asumir las
transformaciones sociales de toda índole que la democratización trae
aparejadas consigo misma, sobre todo el problema de la sociedad de
masas que constituye un auténtico laberinto para el fundamento de la
filosofía liberal, que es el trasfondo del pensamiento político de
OSTROGORSKI (1979: 37ss.).
Es así como OSTROGORSKI advierte, respecto a la dirección de
los caucus –comités de dirigentes de los partidos- que los partidos
políticos no son más que un mero instrumento de dominación de élites
escondidas detrás de programas ómnibus (OSTROGORSKI, 1979: 209
ss.), programas que ofrecen soluciones universales, que nunca se
realizan y que alteran sustancialmente la conexión que el liberalismo
había establecido con la vida social, ya que el gobierno de partidos que
la democratización trae consigo no es de suyo más que una falacia en
cuanto que son los dirigentes los que controlan todo y ponen en
funcionamiento el party game (juego de partidos) que da la impresión de
democratización y que sin embargo, no es más que una reproducción
inconsecuente del principio de la volonté genérale de ROUSSEAU para
dar legitimidad al principio de mayoría, que por su ambivalencia no deja
de contener un cesarismo encubierto.
122
WEBER, yendo finalmente a la Universidad de Torino, donde enseñaba
G. MOSCA- y estudia a fondo esta organización política. Su resultado
será el libro mencionado que, bajo el influjo de la teoría de la circulación
de las élites de G. MOSCA y de W. PARETO, le lleva a poner de
manifiesto las limitaciones organizativas que poseía el mayor partido
obrero del mundo para poder conseguir efectivamente sus objetivos: la
integración organizada de las masas en la vida socio-política. La
inevitable dominación oligárquica ejercida por la élite del partido
socialdemócrata contradecía su genuino funcionamiento democrático, en
claro contraste con sus radicales exclamaciones a la democratización de
la vida política, máxime cuando, tras la caída de Bismarck y la
inauguración de la Weltpolitik (Política mundial) del Kaiser Guillermo Ii a
partir de 1890, la socialdemocracia eleva sustancialmente sus
porcentajes de votos hasta llegar a convertirse en los momentos previos
a la Primera Guerra Mundial en un partido clave en el sistema político
germano (MICHELS, 1983, 2 v.: 153 ss.).
123
fin de realizar un ideal u obtener ventajas materiales para sus
militantes...” (CHARLOT, 1971: 47) es pese a todo una concepción
mucho más compleja de lo que señala esta breve formulación. Pues el
propio WEBER desglosa cada uno de estos conceptos casi hasta el
milímetro para evitar convertir la comprensión del partidismo político en
un hecho científico-social y político inconsistente (WEBER, 1969: 1076
ss.). De ahí que el influjo michelsiano no deje de ser algo relativo, ya
que, independientemente de la novedad del fenómeno partidista como
tal, a partir de la estructura organizativa actual, está claro que el mismo
WEBER no magnifica en ningún caso tal realidad, sin que esto
signifique, por otro lado, que la desprecie como inconsecuente.
La valoración de los límites anejos al partidismo político es algo
que WEBER tiene bien presente en los comentarios que realiza al
respecto, sobre todo por lo que hace referencia a una intelección del
partidismo orientada exclusivamente bien por un ideal, bien por intereses
materiales, los cuales por sí mismo no representan nada si no se tiene
bien presente el efecto de la lucha de valores y fines con el trasfondo de
la distinción entre la ética de la responsabilidad y la ética de la
convicción que se abre con el proceso de secularización que genera las
condiciones para el desarrollo del capitalismo, y para la
institucionalización de la democracia moderna y de lo que no puede
sustraerse la función de gobierno.
Es aquí donde hay que plantear entonces la distinción weberiana
entre los partidos de notables (Honoratiorenparteien) y los partidos de
masas (Massenparteien). WEBER configura su tipología clásica
concibiendo estos últimos de modo ambivalente bajo el transfondo de los
de los partidos americanos, motivados por el aforismo de A. Jackson: to
the victor belong the spoils, y de la socialdemocracia alemana (LENK,
1980: 48). Ahora bien, esta concepción del partidismo político
weberiano es una formulación que sólo responde a medidas a la verdad,
en la medida en que el propio WEBER no concibe esta distinción
partidista sino dentro de todo el cambio político-constitucional y, por
ende, del cambio global que sufren los países más avanzados dentro del
proceso de democratización. Sin embargo, no plantea la posibilidad de
124
que el gobierno de partidos se superponga sobre el gobierno
responsable, ya que es precisamente de esto de lo que se lamenta por
la ausencia de desarrollo parlamentario que tuvo el Reichstag bajo la
arrebatadora personalidad política del Canciller Bismarck, cuyas intrigas
constantes y veleidades coalicionistas permanentes para mantenerse en
el poder habían fraguado una situación de impasse para el desarrollo de
la profesionalidad de los representación políticos.
Con este trasfondo, WEBER nos advierte acerca de la ineficacia
de los Honoratiorenparteien en cuanto que, aunque creados por el sector
burgués-liberal germano, éste no obstante dependía, a través de la
omnipotencia de Bismarck, de la estructura de poder del Junkertum
(grandes aristócratas latifundistas) prusiano, en contrapartida con los
Massenparteien que, si por su configuración organizativo-burocrática
dificultaban el desarrollo democrático interno, como bien había planteado
MICHELS, venían sin embargo a representar la orientación de salida al
impasse bismarckiano. No obstante, tampoco veía WEBER en estos
últimos ningún tipo de alternativa allí donde éstos no entendían bien la
significación de su integración en el marco estatal, en el marco
parlamentario según se produce en 1896, cuando se origina la
resolución de la Segunda Internacional –creada en 1889 tras la
disolución de la Primera Internacional en 1871 y que había sido creada
en Londres en 1864 que fuerza a la eliminación de las minorías que no
aceptasen participar parlamentariamente, dando así inicio a lo que se ha
denominado integración negativa, esto es, a la integración estatal del
partido cuando la masa se encontraba integrada a su vez sólo en el
partido.
La posición ambivalente de WEBER a este respecto ha sido hasta
cierto punto criticada, sobre todo porque se ha operado con una
interpretación simplista del fenómeno partidista en relación con su
formulación de los tipos de legitimidad; interpretación que bien mirada
desde la óptica del fundamento comprensivo de su pensamiento
sociológico es inconsecuente a todas luces y que requería un examen
más detenido.
125
Bibliografía específica:
MIRO QUESADA RADA, F. Introducción a la Ciencia Política. Parte
Especial. Leer Caps. VI, VII, VIII y IX.
Evolución, desarrollo y crisis del sistema de Partidos. Leer todo.
ANDRADE SANCHEZ, E. Ob. cit. Leer Cap IV.
SILVA SANTISTEBAN, L Ob. cit. Leer Cap VI.
126
LOS PARTIDOS POLÍTICOS II
8.5 ORDENAMIENTO LEGAL DEL PARTIDO POLÍTICO.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ. Artículo 35°. Los ciudadanos
pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de
organizaciones políticas como partidos, movimientos o alianzas,
conforme a ley. Tales organizaciones concurren a la formación y
manifestación de la voluntad popular. Su inscripción en el registro
correspondiente les concede personalidad jurídica.
La ley establece normas orientadas a asegurar el funcionamiento
democrático de los partidos políticos, y la transparencia en cuanto al
origen de sus recursos económicos y el acceso gratuito a los medios de
comunicación social de propiedad del Estado en forma proporcional al
último resultado electoral general.
127
condiciones se mantiene o se revoca el registro de los movimientos
regionales.
128
sistemas de partidos. Por ejemplo, en los regímenes socialistas, además
del unipartidismo, existe el sistema denominado de "partidos hegemónicos
ideológicos", que es una característica de algunas democracias populares,
como Polonia y la República Democrática Alemana (RDA).
129
Dentro de esta clasificación, podemos mencionar al PRI mexicano y
a la antigua "falange" española. Partidos de esta naturaleza, tanto
hegemónicos ideológicos, como hegemónicos autoritarios y pragmáticos
existen en Africa, pero la tendencia hegemónica ideológica tiene mayor
presencia que la autoritaria y pragmática Guinea, Túnez y Argelia son
ejemplos-tipo.
Jean Blondel señala que hay tres sub tipos de partidos único :
sistema de partido único autoritario-radical (del tipo comunista) sistema de
partido único autoritario de centro (de tipo populista); sistema de partido
único autoritario conservador (de tipo fascista).
130
competencia, dos partidos políticos que suman alrededor del 90% del
electorado. Estos partidos predominan sobre otros partidos menores que
tienen poca influencia en el electorado.
131
sistema parlamentario; situación que obliga, para su mantenimiento
estable, a la formación de pactos o alianzas partidarias a fin de lograr una
mayor estabilidad de la democracia competitiva. También el
multipartidismo puede ser atemperado o moderado. Según autores, como
Schwartzenberg y Sartori, esta modalidad supone la presencia de cuatro
partidos, los mismos que por medio de pactos y alianzas como en el caso
anterior, contribuyen a evitar la polarización extrema y con ello una
situación intermedia entre el bipartidismo y el multipartidismo integral o
extremo. Esta modalidad de multipartidismo moderado predomina en
países como Alemania Federal, Bélgica e Irlanda, que tienen tres partidos
importantes; y que, como se ha indicado, podrían considerarse dentro de
la clasificación de bipartidismo imperfecto, porque el tercer partido sólo
sirve de apoyo de los dos más importantes, ya que tiene poca influencia en
la sociedad y la vida política. Este sistema también existe en Suecia,
Islandia y Luxemburgo.
132
Como se ha indicado ya, entre los sistemas con más de un partido,
además del bipartidismo y del multipartidismo, encontramos el sistema de
partido dominante y ultradominante.
133
crisis de representación: "la sociedad civil no se siente representada en
los partidos que hasta hace poco concentraban las simpatías populares
y más bien se orienta hoy hacia otros cauces".
Como toda creación humana los partidos son finitos, por lo que
tienen un ciclo de vida al termino del cual se extinguen. La crisis del
sistema de partidos ocurre cuando la crisis de representatividad alcanza
a todos los partidos que lo conforman. La mayor parte de la sociedad
revoca su apoyo a los partidos entrando en crisis no sólo el sistema de
partidos sino la propia democracia ya que no sólo el sistema de partidos
necesita de la de la democracia sino la democracia necesita del sistema
de partidos. Cuando el sistema de partidos está en crisis, el sistema
democrático se queda sin sustento y totalmente vulnerable a cualquier
arremetida autoritaria.
134
Los Partidos Políticos de los 70 estaban sumisos con una
lógica movientista, según la cual su fortaleza radicaba en los
movimientos que les apoyasen por ello buscaron desarrollar redes
de clientelaje político que dejaban fuera de ellas a grandes
sectores de la sociedad no representados por estos movimientos.
Se desarrolla, entonces, un régimen de dominación patrimonial en
el que los líderes de los partidos y el Poder Ejecutivo distribuyen
restan a cambios de lealtad.
En 1980 el régimen que se instalaba aparecía como liberal
y de alcance universal, basado en el respeto al pluralismo y los
intereses de consenso, no pudo librarse de la tradición clientelista
de la historia peruana. Los líderes de los partidos elegían a sus
demás miembros en base a criterios personales o de acuerdo a
una lógica de supuesta representación de grupos, de muchas
veces no era tal.
Otra vez, entonces, se formaron redes de clientes al
rededor de líderes que veían en ellos sus aliados en la sociedad.
En vez de optar por promover la formación de ciudadanos en los
sectores emergentes y reconocer que un Estado en crisis no
podía mantener relaciones de clientelaje sólidas, los grupos.
135
1993, apoyó la opción por el NO. Desde 1992, dejó de
tener representación parlamentaria.
2) PARTIDO APRISTA PERUANO (PAP), 1930 (*). Fundado
por Víctor Raúl Haya de la Torre. Entre sus principales
líderes históricos se encuentran Luis Heysen, Luis Alberto
Sánchez, Armando Villanueva del Campo, Ramiro Prialé,
Manuel Seoane, Andrés Townsend, Alan García. Es el
partido con mayor número de participaciones electorales:
constituyentes y presidenciales de 1931, constituyentes de
1978, generales de 1962, 1963, 1980, 1985 y 1990;
municipales de 1963 y 1966 (en alianza con la UNO), 1980,
1983, 1986, 1989, 1993, 1995 y 1998; complementarias de
1967. Ha sido partido gobernante, con Alan García, entre
1985 y 1990. En el Referéndum de 1993, apoyó la opción
por el NO. Lanzó la candidatura presidencial de Mercedes
Cabanillas, en 1995 y Carlos Roca Cáceres, en el 2000, sin
éxito.
3) ACCION POPULAR (AP), 1956 (*). Fundado en
Chincheros (Cusco) por Fernando Belaúnde Terry, luego
de las elecciones de 1956. Entre sus principales líderes
han figurado: Javier Alva Orlandini, Manuel Ulloa, Javier
Arias Stella, José María de la Jara y Ureta, Eduardo
Orrego. Participa en las elecciones generales de 1962,
1963 (en alianza con la DC), 1980, 1985, 1995, municipales
de 1963, 1966, 1967 (estas tres en alianza con la DC),
1980, 1983. Forma en 1988, con el PPC y el Movimiento
Libertad, el Frente Democrático (Fredemo) y participa en
sus listas en las elecciones municipales de 1989 y
generales de 1990. Participa, asimismo, en las elecciones
municipales de 1993, 1995 y 1998. Fue partido de gobierno
en dos períodos: 1963-1968 y 1980-1985. En el
Referéndum de 1993, apoyó la opción por el NO. En 1995,
lanzó la candidatura presidencial de Raúl Diez Canseco y,
en el 2000, de Víctor Andrés García Belaunde.
136
4. PARTIDO POPULAR CRISTIANO (PPC), 1967 (*). Partido
formado por un sector de la DC dirigido por Luis Bedoya
Reyes. Entre sus principales líderes se encuentran Mario
Polar Ugarteche, Roberto Ramírez del Villar, Ernesto
Alayza Grundy, Felipe Osterling, Alberto Borea. Participó
en las elecciones constituyentes de 1978, generales de
1980, 1985; municipales de 1980, 1983, 1986. En 1988,
forma con AP y el Movimiento Libertad, el FREDEMO y
participa en sus listas en las elecciones municipales de
1989 y generales de 1990. Se presenta solo en las
elecciones del Congreso Constituyente de 1992 y las
municipales de 1993, 1995 y 1998. En el Referéndum de
1993, apoyó la opción por el NO.
5. PARTIDO COMUNISTA DEL PERU (PATRIA ROJA), PC
DEL P(PR), 1970 (*). Ruptura del PCP(BR) liderado por
Alberto Moreno, Jorge Hurtado Pozo, Rolando Breña.
Inicialmente de tendencia maoísta. Participa en las
elecciones generales de 1980 bajo las siglas del UNIR. Es
otros de los fundadores de IU. Al interior de sus filas
participó en las elecciones generales de 1985, 1990 y 1995
y municipales de 1980, 1983, 1986, 1989 y 1993. En el
Referéndum de 1993, apoyó la opción por el NO.
6. PARTIDO COMUNISTA PERUANO (Sendero
Luminoso)(PCP-SL), 1970 (*). Ruptura del PCP(BR)
dirigido por Abimael Guzmán, Antonio Díaz Martínez,
Osmán Morote. Con bases principalmente estudiantiles y
docentes en Ayacucho, inició acciones armadas y
terroristas en 1980. A pesar que gran parte de sus líderes
se encuentran presos, entre ellos su máximo líder Abimael
Guzmán, aún mantienen presencia importante en el
escenario peruano.
7. UNION DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA (UNIR), 1980
(*). Frente electoral de izquierda conformado por PC del
P(PR), FLN, VR-PC. Se incorpora a IU y participa en todas
137
las elecciones desde las municipales de 1980 hasta las
municipales de 1993. En el Referéndum de 1993, apoyó la
opción por el NO.
8. IZQUIERDA UNIDA (IU), 1980. Frente político electoral
conformado inicialmente por UDP, UNIR, PCP, PSR, PCR,
FOCEP. En 1984, UDP y parte del PCR forman el PUM y
se incorporan a IU. Lo presidió Alfonso Barrantes Lingán
hasta 1987. En 1989 realiza su primer congreso. Presenta
listas en las elecciones generales de 1985, 1990 y 1995 en
las municipales de 1980, 1983, 1986 y 1989. Entra en crisis
orgánica en 1990 y presenta candidaturas municipales en
1993, donde sólo participan PCP, UNIR y FOCEP.
9. PARTIDO UNIFICADO MARIATEGUISTA (PUM), 1984 (*).
Fusión de VR, MIR y un sector del PCR. En su mayoría
conformado por la antigua UDP. Sus líderes principales:
Javier Diez Canseco, Agustín Haya de la Torre, Santiago
Pedráglio, Eduardo Cáceres, Carlos Tapia. Integra IU y
participa en sus listas en todas las elecciones desde 1985.
Se retira de IU en 1990 y participa en las elecciones
municipales de 1993. Vuelve a participar, junto con UNIR,
al interior de IU, en las elecciones generales de 1995. En el
Referéndum de 1993, apoya la opción por el NO.
10. CAMBIO 90, 1989 (*). Fundado por Alberto Fujimori
Fujimori. Entre sus fundadores se encontraron Máximo San
Román, Julián Bustamante, Carlos García García. Ganó las
elecciones presidenciales de 1990, luego del golpe de 1992
sus líderes se retiran de dicha agrupación junto con otros
parlamentarios. Participa en Alianza con Nueva Mayoría en
CCD de 1992, en las municipales de 1993 y generales de
1995. En el Referéndum de 1993, apoya la opción por el SI.
En 1999, conforma con otros grupos, la alianza Perú 2000,
que lanzó la candidatura de Alberto Fujimori Fujimori.
11. FRENTE POPULAR AGRICOLA-FIA DEL PERU
(FREPAP) (*). 1989. Integrado básicamente por miembros
138
de la secta religiosa Los Israelitas del Nuevo Pacto
Universal. Es dirigido por Ezequiel Ataucusi Gamonal.
Participó en las elecciones generales de 1990, 1995, CCD
de 1992, municipales de 1993 y las elecciones del 2000,
con Ataucusi como candidato presidencial.
12. NUEVA MAYORIA 1992 (*). Formado por el presidente
Alberto Fujimori para participar en el CCD de 1992, las
municipales de 1993 y las generales de 1995,
conjuntamente con Cambio 90. Entre sus líderes
fundadores se encuentran Jaime Yoshiyama, Carlos Torres
y Torres Lara y Martha Chávez. En el Referéndum de 1993,
apoya la opción por el SI. En 1999, conforma con Cambio
90 y Vamos Vecino, el frente Perú 2000, que apoyo la
candidatura de Alberto Fujimori Fujimori.
13. RENOVACION, 1992 (*). Agrupación formada para
participar en el CCD de 1992, reúne independientes y
militantes de Libertad, bajo el liderazgo de Rafael Rey Rey.
En el Referéndum de 1993, apoya la opción por el SI. En
1999, conforma con el CODE Avancemos que lanza la
candidatura de Federico Salas Guevara para las elecciones
generales del 2000.
14. COORDINADORA DEMOCRATICA (CODE) 1992 (*).
Formado por ex-apristas entre los que se encuentra José
Barba Caballero para participar en las elecciones del CCD
de 1992. Posteriormente, lo hace en las generales de 1995.
En 1999 forma con Renovación la alianza Avancemos, para
participar en las elecciones del año 2000, con Federico
Salas Guevara como candidato presidencial.
15. UNION POR EL PERU (UPP), 1994 (*). Agrupación
fundada y dirigida por el embajador Javier Pérez de
Cuellar. Participó en las elecciones generales de 1995,
convirtiéndose en la primera fuerza de oposición. Entre sus
principales lideres se encontraban Alfonso Grados
Bertorini, Henry Pease, Gustavo Mohme, Daniel Estrada,
139
entre otros. Al final del período parlamentario la mayoría de
sus integrantes habían abandonado la agrupación. Para las
elecciones del 2000, lanza la candidatura presidencial de
Máximo San Román.
16. PERU POSIBLE, 1994 (*). Agrupación formada por
Alejandro Toledo, quien fue candidato a la presidencia -en
alianza con CODE- en 1995 y 2000. Entre sus líderes
principales se encuentran Luis Solari y Carlos Ferrero
Costa.
17. SOMOS PERU, 1998 (*). Formada en base del movimiento
independiente Somos Lima, que había fundado, en 1994, el
alcalde de Miraflores, Alberto Andrade. Participa en las
elecciones municipales de 1998 y obtiene la alcaldía de
Lima y varias otras provinciales y distritales. Presenta a
Alberto Andrade como candidato presidencial para las
elecciones del 2000.
18. VAMOS VECINO, 1998 (*). Agrupación oficialista fundada
para participar en las elecciones municipales de 1998.
Presentó como candidato en Lima al ex -ministro Juan
Hurtado Miller. En 1999, conformó la alianza Perú 2000
apoyando la candidatura del presidente Alberto Fujimori.
19. PERU 2000, 1999 (*). Frente que agrupó a las
organizaciones Cambio 90, Nueva Mayoría, Vamos Vecino
y movimiento independiente Perú 2000, con el propósito de
lanzar la candidatura presidencial, en las elecciones del
2000, de Alberto Fujimori Fujimori.
20. AVANCEMOS, 1999 (*). Agrupación formada por
Renovación y CODE, que lanzó la candidatura de Federico
Salas Guevara como candidato presidencial a las
elecciones del 2000.
21. SOLIDARIDAD NACIONAL, 1999 (*). Agrupación formada
por Luis Castañeda Lossio, que encabezó la candidatura
presidencial de las elecciones generales del 2000.
22. UNIDAD NACIONAL
140
Formado por la Integración de de Unidad Nacional y
Renovación y liderado por Lourdes Flores Nano en las
últimas elecciones presidenciales del 2006.
23. PARTIDO NACIONALISTA DEL PERÚ
Formado por Ollanta Humala Tasso para participar
en las elecciones del 2006, esbozando un argumento
nacionalista.
Bibliografía específica:
BIDART CAMPOS, Germán Ob. cit. Leer Cap. XXII.
MIRO QUESADA RADA, Fco Ob. cit. Leer todo.
CHANAME ORBE, Raúl Diccionario de Ciencia Política. Edit. San
Marcos 1993. Leer p. 303 a 325.
AUTOEVALUACIÓN FORMATIVA Nº 05
141
Sexta Semana:
VI. UNIDAD LOS GRUPOS DE PRESIÓN.
9.1 CONCEPTO Y TIPOS DE GRUPOS DE PRESIÓN.
142
• Grupos de presión exclusivos y grupos de presión
parciales
funcionales o seccionales
internacionales
143
internacionales ejercen su acción traspasando los límites de un
Estado, sin que necesariamente puedan ser identificados con las
organizaciones internacionales.
1) un grupo organizado;
144
La efectividad del grupo de presión dependerá del sistema político
en que éste se inserte y de los recursos que controle, de la facilidad
de acceso a las autoridades competentes para adoptar la decisión
política. Los recursos económicos constituyen una manera de
facilitar la influencia directa o indirecta, ya que ellos permiten adquirir
y orientar los medios de comunicación, entregar información
orientada, influir en la opinión pública, etc. La fuerza del grupo de
presión es creciente a medida que controle un bien escaso, sea éste
material o inmaterial (conocimiento, capacidad, riqueza), ya que ello
lo sitúa en una posición negociadora más fuerte. En los regímenes
democráticos el número de las personas que conforman el grupo de
presión y el apoyo de la opinión pública constituyen un elemento
importante de su fuerza negociadora, ya que el poder político se
sustenta en la decisión ciudadana que se expresa normalmente a
través del sufragio. Los límites de la eficacia de los grupos de
presión están dados porque éstos son diversos y persiguen
objetivos paralelos o muchas veces contradictorios entre sí, como
asimismo, al hecho de que la presión no es sólo unidireccional, vale
decir, de los grupos de presión hacia el poder público, sino que
también el poder público puede influir en los grupos de presión a
través de las decisiones que adopte.
- La persuasión
145
Esta forma de presión se emplea a través de las negociaciones,
la información y la propaganda, con el objeto de convencer de que
ella está orientada hacia el bien común, aun cuando en la práctica
representa el interés particular o sectorial que sirve al grupo de
presión respectivo.
• La intimidación
Esta forma de presión lleva aparejada una amenaza velada o
abierta del uso de la fuerza o de no colaboración con el gobierno en
el caso de no aceptarse la propuesta del grupo de presión.
• La corrupción
Constituye éste el mecanismo más contrario al ordenamiento
jurídico, siempre se realiza fuera del escenario público, utilizándose
generalmente medios económicos para recompensar la decisión
política favorable al grupo de presión.
CUT, CTP
(CENTRAL UNICA DE TRABAJADORES, CENTRAL DE
TRABAJADORES DEL PERU)
JOSE GUERRERO FLORES
ELIAS GRIJALVA ALVARADO
146
JOSE LUIS DIAZ LEON
MARIO ARCE VERA
EDUCACIONAL
SUTEP (SINDICATO UNITARIO DE TRABAJADORES EN LA
EDUCACION DEL PERU)
POBLACIONAL
UNION DE FRENTES REGIONALES
ANTONIO BRAVO BARRETO (PDTE)
ALFONSO VALDERRAMA GONZALES. (SEC.)
Bibliografía específica:
MIRO QUESADA RADA, Fco Ob. cit. Leer Cap. X.
ANDRADE SANCHEZ, E. Ob. cit. Leer Cap 5.
MEGNAUD, Jean Los grupos de presión. Edit. EUDEBA Leer
todo.
AUTOEVALUACIÓN FORMATIVA Nº 06
147
2. Factores de Poder de los Grupos de Presión
3. Formas de Actividad de los Grupos de Presión.
4. Formas Típicas de los Grupos de Presión.
148
Séptima Semana:
VII.UNIDAD EN TORNO A LA OPINION PÚBLICA
10.1 CONCEPTO
149
dimensión tiene y en qué condiciones está el público que le corresponde. Por
otra parte, tampoco puede decirse que la conjunción, competidora de aquélla,
de notoriedad pública y de sus destinatarios constituya algo parecido a un
hecho; ella está acompañada de una específica autocomprensión cuya
obligatoriedad normativa puede aparecer hasta cierto punto en contraposición
a los intereses directos del "trabajo en publicidad". Es significativo que esta
autocomprensión proporcione elementos esenciales precisamente a su
adversario publicístico.
Hay que insistir sin embargo en que, desde el principio, los deseos de
encontrar un sentido unívoco -OTAN siquiera un contenido-, para el viejo
término, han fracasado en la ambigüedad y la pluridefinición. El mayor efecto
de expresión, en mi opinión, lo ha desencadenado su propio éxito. Es
evidente, en las palabras de Candidato Monzón (1887, p.135),que una
realidad tan compleja y dinámica como la opinión pública puede llevarnos a
150
tantas definiciones como marcos de referencia se utilicen. O como han escrito
Muñoz Alonso y Rospir: "La falta de acuerdo sobre la falta de naturaleza de
este concepto, evanescente y proteico, es, sin ninguna duda, una debilidad
congénita de la que adolece esta área de la reflexión sociopolítica. Pero
posiblemente todavía mayor es la dificultad para determinar cuál sea, en un
momento dado, la opinión pública de una comunidad"
B. ANQUILOSAMIENTO MENTAL
151
Como ha comentado también el citado Savater: ¿Por qué los
encargados de transmitir información -son capaces de prevenir toda objetividad
y exactitud en el cumplimiento de sus tareas? Los ingenuos creen que
solamente a causa de los sobornos, chantajes y amenazas del poder, basado
en el oscurantismo de la mentira. En ocasiones así ocurre naturalmente. Pero
en otros muchos casos se trata de gentes con convicciones tan firmes que ni
siquiera los hechos los hacen cambiar de opinión
152
dominio político), entonces se abren fundamentalmente dos caminos para
definir el concepto de opinión pública.
Bibliografía específica:
BIDART CAMPOS, Germán Ob. cit. Leer Lec. Vigésima.
MIRO QUESADA RADA, F. Ob. cit. Leer Cap. XI.
AUTOEVALUACIÓN FORMATIVA Nº 07
153
3. Rasgos Esenciales de la Opinión Pública.
4. Política y Opinión Pública.
154
Octava Semana:
VIII.UNIDAD EN TORNO A LAS ELECCIONES
11.1 ELECCIÓN, REPRESENTACIÓN Y GOBIERNO
La Elección es el derecho político que se puede ejercer de
acuerdo a la capacidad establecida por ley. A través de este proceso y
derecho, los ciudadanos activos con derecho a voto, delegan su
ejercicio en las autoridades que la Constitución establece, eligiéndose
por votación solemne y general a las personas que deben ocupar la
Presidencia de la República, las curules del Congreso y los cargos
municipales. Es, pues, un acto de soberanía que corresponde
exclusivamente a los miembros de la sociedad política. Es la raíz y
base del Estado Democrático; es la más genuina manifestación de la
voluntad popular. Los elegidos democráticamente se convierten en
representantes del pueblo y en depositarios de la soberanía nacional,
ya que como dijo Lamartine: “Todo ciudadano es elector, todo elegido
es un soberano”.
Según Montesquieu, el elector debería ser infalible en su
exigencia. El ciudadano está investido de una función: concurrir a la
designación de autoridades y organizar democráticamente el Estado.
Pero es, al mismo tiempo, el titular de un derecho. El individuo que vota,
no lo hace en su condición de persona privada, sino en virtud de un título
que le confiere la Constitución, llamándolo a definir la voluntad general
de la nación, es decir, le confía una comisión pública al investirlo del
poder legal del voto. Sus deberes con la Patria y los sacrificios que ella
le exige tienen como contrapartida el derecho a participar en el Gobierno
por el sufragio y que le corresponde por su calidad de miembro del
cuerpo político. El voto es, pues, la parte del Poder atribuible a cada
ciudadano en la sociedad política. El cuerpo electoral, observa Jellinck,
es el órgano central del Estado Democrático. La elección popular es la
base de los Poderes Públicos, expresa la Declaración Universal de París
sobre los Derechos Humanos de 1948.
La Representación es el acto por el cual el elegido representa la
voluntad popular y suele tener carisma electoral. La representación se
155
alcanza a partir de las preferencias electorales, que mayoritariamente
eligen a un determinado representante.
El Gobierno viene a ser el poder que se ejerce legítimamente a
partir de la democracia representativa, según el cual, el pueblo
depositario de la soberanía elige a sus mandatarios para que ejerzan el
Poder. El gobierno se encarga de las decisiones políticas, de acuerdo a
la constitución y a las leyes vigentes.
156
participación política, entendiéndose ésta como expresión de la dignidad
humana y de la autodeterminación de la persona.
Entre las Técnicas Electorales tenemos:
1. El uso de las boletas electorales. En las boletas electorales se
ofrecen todas las opciones electorales desde escoger un candidato o a
un grupo de ellos (lista electoral), elegir una o varias propuestas
(plebiscito) o incluso ratificarse a un gobernante o disposición legal
(referendum). Las boletas electorales se fabrican, por regla general, en
diversos tipos de papel seguridad, pero en algunos países donde se
teme el fraude electoral, se agregan medidas adicionales como el foliado
y la firma de los representantes de partidos sobre las boletas, ya que se
quiere evitar la falsificación o duplicación ilegal de las boletas. Durante el
siglo XIX, antes de que se perfeccionara el sistema de elección que
todavía utilizamos, eran frecuentemente utilizados libros en los que se
registraba el sentido del voto de cada elector, dicho sistema se descartó
pues en todos los casos se conocía el sentido del voto de los electores y
podían sufrir por ello distintos tipos de represalias.
2. Tenemos las técnicas del Sondeo y las Técnicas de las
Encuestas, las mismas que se utilizan para obtener resultados sobre los
ganadores y perdedores de la justa electoral.
11.3ESCRUTINIO
Es el proceso por el cual las autoridades electorales proceden al
conteo de los votos emitidos. Es un acto público y fundamental para
garantizar la veracidad y legitimidad del proceso electoral. En la
actualidad el escrutinio se ve apoyado por los procedimientos y
soportes informáticos.
157
12. ORGANIGRAMA
JEFATURA
NACIONAL
ÓRGANOS ÓRGANOS
DE LÍNEA TEMPORALES
COMITÉ DE OFICINAS DE
ÓRGANOS DE DESCENTRALIZACIÓN
ÓRGANOS DE GERENCIA DE
ASESORAMIENTO DE PROCESOS
CONTROL PROCESOS
Y APOYO ELECTORALES
ELECTORALES
159
Bibliografía específica:
PHILLIPS SHIVELY, W. Introducción a las ciencias políticas. Edit Mc
Graw Hill 5ta. Edic. 1997 Leer P. 196 a 206.
ANDRADE SANCHEZ, E. Ob. cit. Leer el Cap 6.
MIRO QUESADA RADA, Fco Ob. cit. Leer Cap. XII.
Manual de Ciencias Políticas. Edit. Libros y Publicaciones. Lima Perú 2001.
Leer Cap. VIII.
Bibliografia general:
DUVERGER, Maurice Introducción a la Política. Ediciones Ariel –
Caracas – Barcelona.
FUKUYAMA, Francis El fin de la historia y el último hombre.
Editores Planeta Argentina, 1996.
HUNTINGTON, Samuel P. El Orden Político en las sociedades
en cambio. Edic. Paidós 5ta. Edic. 1997.
OOSORIO, Manuel Diccionario de ciencias jurídicas, políticas,
y sociales. Edit. Heliastas. 26 Edic.
actualizada, corregida y aumentada por
Guillermo Cabanellas. Buenos Aires, 1999.
SABINE, George H. Historia de la teoría política. Fondo de Cultura
Económica 200.
SARTORI, Giovanni La Sociedad Multiétnica, Pluralismo,
Multiculturismo y Extranjeros. Editorial Taurus.
Buenos Aires, 2001.
TOFFLER, Alvin La tercera ola.
El cambio del poder. Editora Plaza & Janes
S.A. España, 1997.
AUTOEVALUACIÓN FORMATIVA Nº 08
1. En torno a las Elecciones: Elección, Representación y Gobierno.
2. Sufragio y Técnicas Electorales.
3. Escrutinio.
4. Sistema Electoral Peruano.
158
INDICE
Pág.
Primera Semana:
2. ENTORNO A LA POLÍTICA. 12
Segunda Semana:
4. SOCIEDAD Y ESTADO. 41
Tercera Semana:
6. EL PODER POLITICO I 85
Quinta Semana:
Sexta Semana:
Séptima Semana:
10.1 CONCEPTO
Octava Semana:
11.3. ESCRUTINIO