Descartes y Los Sentimientos
Descartes y Los Sentimientos
Descartes y Los Sentimientos
Acta fenomenológica latinoamericana. Volumen III (Actas del IV Coloquio Latinoamericano de Fenomenología)
Círculo Latinoamericano de Fenomenología
Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú; Morelia (México), Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
2009 - pp. 577-587
La síntesis de las principales interpretaciones que The synthesis of the main interpretations that have
han conformado el concepto de naturaleza a lo shaped the concept of nature throughout the his-
largo de la historia le permite a Merleau-Ponty tory of philosophy leads Merleau-Ponty to a
precisar el sentido del ser natural bajo la forma de specification of the meaning of natural being by
un problema específico, que surge de la comproba- way of a particular problem that arises with the veri-
ción de una tensión, y, por consiguiente, de una in- fication of a tension and hence of an inadequacy
suficiencia que es constitutiva de la historia de la that is a constituent part in the history of ontol-
ontología. Dicha tensión comienza con la metafísi- ogy. This tension begins with Cartesian metaphys-
ca cartesiana, que deja ver con claridad cómo, por ics, in which nature is conceived, on the one hand,
un lado, la noción de naturaleza es pensada a par- on the basis of pure understanding and the idea of
tir del entendimiento puro y de la idea de lo infinito infinitude, and, on the other, is understood as
y, por el otro, es vista como “inclinación natural”, “natural inclination” when the compound soul-body
al considerar el compuesto alma-cuerpo tal como is considered as grasped by the senses. The essay
es captado por los sentidos. El presente texto aims at highlighting this tension in order to bring
busca poner de relieve esa tensión con la finalidad forth “what is implicit” in Cartesian philosophy, i.e.,
de sacar a luz “lo implícito” de la filosofía cartesia- “being according to feeling and ‘coexistence’”.
na, esto es, “el ser según el sentimiento y la ‘co-
existencia’”.
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Con la finalidad de comprender el sugestivo título de esta comunicación, que recuerda
al del artículo “El filósofo y su sombra”, donde Merleau-Ponty intenta sacar a luz lo
no-pensado o lo implícito de la fenomenología de Husserl, comenzaremos la exposición
con una breve presentación de la manera en que el fenomenólogo francés aborda la
lectura de los grandes pensadores de la filosofía. Sobre esta base, intentaremos com-
prender, como ejemplo de “historia objetiva”, la interpretación de Descartes realizada
por Martial Guéroult en su conocido libro Descartes según el orden de las razones. A partir
de ello, indagaremos la “contradicción” que, según Merleau-Ponty, se presenta en las
Meditaciones metafísicas. Finalizaremos la exposición con una reflexión acerca del sentir
en ambas filosofías.
§ 1. La posición merleau-pontyana
respecto de la historia de la filosofía
A partir del primer curso dedicado al concepto de naturaleza, pasando por las Notas
que amplían los respectivos cursos y las notas de Lo visible y lo invisible, se desprende que
la elaboración de la ontología, que Merleau-Ponty desarrolla en sus últimos escritos, no
puede separarse de una reflexión sobre la naturaleza. Sin embargo, antes de abordar el
tema, Merleau-Ponty opta por realizar una síntesis de las principales interpretaciones
que han conformado el concepto de naturaleza a lo largo de la historia de la filosofía.
La exposición histórica es presentada como una propedéutica destinada a señalar la
necesidad de un cambio ontológico: “La Naturaleza como pliegue o estrato del Ser
total, la ontología de la Naturaleza como vía hacia la ontología –vía que se prefiere aquí
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Graciela Ralón de Walton § 1.
1
Merleau-Ponty, M., La nature. Notes. Cours du Collège de France, Paris: Seuil, 1995, p. 265.
2
Cfr. Taminiaux, J., “La phénoménologie dans le dernier ouvrage de Merleau-Ponty”, en: Le regard et l’excédent, La
Haye: Martinus Nijhoff, 1997, pp. 77-80.
3
Cfr. Merleau-Ponty, M., Le visible et l’invisible, Paris: Gallimard, 1964, p. 251.
580
§ 1. Descartes y su sombra: el ser según el sentimiento
4
Taminiaux, J., op. cit., p. 79.
5
Loc. cit.
6
Loc. cit.
7
Merleau-Ponty, M., Signes, Paris: Gallimard, 1960, pp. 16-17.
8
Ibid., p. 16.
9
Merleau-Ponty, M., Le visible et l’invisible, p. 251.
10
Loc. cit. Cfr. ibid., pp. 172, 239-240.
11
Ibid., p. 253.
12
Merleau-Ponty, M., Le prose du monde, Paris: Gallimard, 1969, p. 132.
581
Graciela Ralón de Walton §§ 1.-2.
13
Ibid., pp. 129-130.
14
Ibid., p. 130.
15
Ibid., p. 132.
16
Merleau-Ponty, M., Résumés de cours 1952-1960. Collège de France, Paris: Gallimard, 1968, p. 99.
17
Loc. cit.
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§ 2. Descartes y su sombra: el ser según el sentimiento
cuyas enseñanzas no pueden coincidir con la del entendimiento puro”18. Más preci-
samente, Merleau-Ponty presenta el problema en los siguientes términos: “Hay dos
maneras de comprender al hombre, (...) mi naturaleza en sentido amplio, como sien-
do el entendimiento y todo lo que él concibe; y mi naturaleza en el sentido (...) del
compuesto alma-cuerpo”19. Sacar a luz lo implícito o lo latente de la filosofía carte-
siana consiste, pues, en mostrar que el sentimiento cumple una función central para
el mantenimiento de la vida, que, por otra parte, da cuenta del compuesto humano.
Ya desde la Fenomenología de la percepción, Merleau-Ponty señala que el pensamien-
to cartesiano resulta contradictorio, puesto que el conocimiento vital o “inclinación
natural” que nos enseña la unión del alma y del cuerpo no puede ser garantizado “por
la veracidad divina que no es otra cosa que la claridad intrínseca de la idea”20. Merleau-
Ponty cita parte de una carta, donde Descartes le confiesa a la princesa Elizabeth “que
no le parece que el espíritu humano sea capaz de concebir distintamente y al mismo
tiempo la distinción entre el alma y el cuerpo y su unión, a causa de que para esto es
necesario concebirlos como una sola cosa y conjuntamente conservarlos como dos,
lo que se contradice”21.
Intentaremos, brevemente, resumir la interpretación que Martial Guéroult ofrece
del problema. A partir del hecho de que la evidencia del mundo exterior en la “Sexta
meditación metafísica” no es menos cierta que la existencia de Dios, Guéroult inter-
preta que la investigación acerca de la cualidad, que es puesta de manifiesto por el
sentimiento, responde a otro orden que el de la geometría o la física. Con otras pa-
labras, el sentimiento considerado en el aspecto oscuro y confuso de su darse, no
concierne al entendimiento, sino a la verdad de lo vivido. El error fundamental, según
Guéroult, consiste en mezclar los dos órdenes o en negar uno en provecho del otro.
Aquí, Guéroult invoca la correspondencia de Descartes con la princesa Elizabeth y
afirma: “Se sabe, en efecto, que el sentimiento de la unión perjudica el conocimiento
claro y distinto de la distinción real del alma y del cuerpo, y viceversa, de manera que
el filósofo tiene mucha dificultad para obedecer las enseñanzas del sentimiento (de
lo vivido) y para practicar la verdadera psicología, en tanto que el hombre del común,
librado únicamente a esta vivencia, no llega a desembarazarse del peso de las cuali-
dades sensibles para aprehender la verdad del cuerpo y practicar la verdadera física”22.
Sin embargo, el entendimiento, siguiendo el orden estricto del encadenamiento de
las ideas claras y distintas, está también obligado por la veracidad divina a demostrar
racionalmente esta verdad de lo vivido, delimitando con exactitud su esfera23.
18
Loc. cit.
19
Merleau-Ponty, M., La nature. Notes. Cours du Collège de France, pp. 33-34.
20
Merleau-Ponty, M., Phénoménologie de la perception, Paris: Gallimard, 1945, p. 52.
21
Loc. cit.
22
Guéroult, M., Descartes selon d’ordre des raisons. Tome II: L’âme et le corps, Paris: Aubier, 1953, p. 126.
23
Cfr. ibid., p. 127.
583
Graciela Ralón de Walton §§ 2.-3.
24
Merleau-Ponty, M., Notes de cours au Collège de France 1958-1959 et 1960-1961, Paris: Gallimard, 1996, p. 223.
25
Ibid., p. 222.
26
Ibid., p. 223.
27
Descartes, R., Meditaciones metafísicas, Buenos Aires: Charcas, 1980, p. 279.
584
§ 4. Descartes y su sombra: el ser según el sentimiento
28
El autor se pregunta si no se podría alcanzar una visión total, como ocurre en el caso de la mirada, “que toma
posesión de las imágenes monoculares para obtener una sola visión” (Merleau-Ponty, M., Le visible et l’invisible, p.
220).
29
Cfr. Slatman, J., L’expresion au-delá de la représentation. Sur l’aisthesis et l’esthétique chez Merleau-Ponty, Leuven: Vrin,
2003, pp. 86-91.
30
Merleau-Ponty, M., Phénoménologie de la perception, pp. 64-65.
31
Ibid., p. 245.
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Graciela Ralón de Walton § 4.
carnal con el mundo, con las cosas y con los otros, que no es un puro accidente que
sobreviene desde afuera, sino que constituye nuestra inserción primaria en el mundo.
Esta inserción implica una relación de mutua pertenencia, que Merleau-Ponty ha des-
crito como comunión o extraña adherencia entre lo sensible y el que siente, y que, en
sus últimos escritos, describe como la carne, cuya nota fundamental es la reversibili-
dad entre el sintiente y lo sentido.
En la Fenomenología de la percepción, Merleau-Ponty intenta esclarecer el sentido de
la diferencia entre naturaleza y espíritu partiendo de la descripción fenomenológica
de la existencia humana que participa en dos medios, según ella se realice sobre el
modo de una vida prepersonal o existencia generalizada, por una parte, y una vida
personal, por la otra; lo cual significa que la naturaleza de donde surge lo humano no
es extraña al hombre, sino que mantiene con él una relación esencial. La naturaleza
aparece como una dimensión de la existencia y esta dimensión es caracterizada como
la pasividad de la existencia.
El cuerpo, como adhesión prepersonal a la forma general del mundo, desempeña
por debajo de la vida personal el papel de un “complejo innato”, lo cual hace posible
que el acto de la percepción se beneficie con operaciones ya efectuadas en el plano
de la existencia generalizada que nos pone en contacto con el mundo. “Hay, pues,
otro sujeto por debajo del yo, para quien un mundo existe antes que yo esté ahí y que
señala ahí mi lugar”32. De esta manera, la percepción da testimonio de una prehistoria
y la renueva; así, en cada acto de percepción, el sujeto que percibe sabe “(...) que hay
un espesor histórico, retoma una tradición perceptiva y es confrontado con el pre-
sente”33. Esto obliga a reconocer que detrás de las decisiones personales existe una
zona de existencia generalizada y de proyectos ya realizados. El énfasis con el que
Merleau-Ponty insiste en el carácter anónimo de esta vida perceptiva no es sino la
contracara de una pasividad que nos constituye. A diferencia de los actos personales
por los que el sujeto decide, por ejemplo, “consagrar su vida a las matemáticas”, la
experiencia perceptiva se expresa diciendo que “se percibe en mí y no que yo perci-
bo”34. Como el nacimiento y la muerte, la sensación aparece en un medio de genera-
lidad que la precede y que la sobrevivirá. La percepción no compromete mi ser per-
sonal, aquel del que soy responsable y acerca del cual decido, sino “otro yo que ha
tomado partido por el mundo”. De esta manera, en la sensación se pone de manifiesto
una existencia general “que corre a través de mí sin que yo sea el autor”. En segundo
lugar, la sensación es anónima porque es siempre parcial. Cuando veo un objeto, sé
que hay algo más allá de lo que actualmente veo. Merleau-Ponty resume estas dos
afirmaciones diciendo que toda sensación se localiza en un campo. “En virtud de una
32
Ibid., p. 294.
33
Loc. cit.
34
Ibid., p. 249.
586
§ 4. Descartes y su sombra: el ser según el sentimiento
35
Loc. cit.
36
Ibid., p. 263. La naturaleza como el lugar de nacimiento del sujeto vuelve a quedar confirmada en el primer
curso que, entre los años 1956-1957, Merleau-Ponty dedica de manera sistemática al concepto de naturaleza:
“(...) la naturaleza (...) es un objeto de donde nosotros hemos surgido, donde nuestros preliminares han sido pro-
gresivamente colocados hasta el instante de anudarse en una existencia, y que continúa sosteniéndola y propor-
cionándole sus materiales. Ya sea que se trate del hecho individual del nacimiento, o del nacimiento de las
propias instituciones, la relación original del hombre y del ser no es la del para sí al en sí. La relación continúa
en cada hombre que percibe” (Merleau-Ponty, M., Résumés de cours. Collège de France 1952-1960, p. 94).
37
Merleau-Ponty, M., Le visible et l’invisible, p. 179.
38
Merleau-Ponty, M., Résumés de cours. Collège de France 1952-1960, pp. 176-177.
587