Fin de La Persona
Fin de La Persona
Fin de La Persona
La muerte Natural.
La muerte trae como consecuencia el fin de la vida humana. La muerte natural se da por el
deceso de las funciones vitales del ser humano.
La medicina ha previsto tres tipos de muerte natural, que son la muerte biológica, que se da
por la extinción de las células del cuerpo humano; la clínica que es la muerte que se da por
el cese de las funciones de los sistemas nervioso central, cardiovascular y respiratorio,
siempre que estos sean irreversibles; y finalmente la muerte cerebral que es la última clase
de muerte natural estimada por la ciencia, que se da por el cese de las funciones del cerebro
cuyo cese deja a la persona en un estado de coma irreversible, suspendiendo la vida del
cerebro sin que esto detenga las funciones por ejemplo respiratorias mediante un pulmón
artificial.
La importancia de conocer las clases de muertes que existen, es para conocer mejor cuáles
serán las consecuencias que trae cada una de estas muertes.
La muerte clínica determina cuando es que la persona deja de ser tal; cuando pasa de ser un
sujeto de derecho a un objeto del derecho y cesa así la personalidad.
Mientras que la muerte cerebral no sólo determinará el fin de la persona, sino que se abre a
otro campo, es así como llegamos a la donación de órganos. Específicamente determina
cuando es que alguien, que dejó de ser persona porque se le determinó muerte clínica puede
donar sus órganos, ya que estos se encuentran intactos, lo único que se encuentra
suspendido son las funciones cerebrales, aunque el cuerpo puede seguir trabajando, es así
como el corazón puede seguir latiendo aún luego del cese de las labores del cerebro.
La muerte, como ya se mencionó trae consigo el fin de la persona, por lo cual, está ya no
puede ejercer acción alguna por sí misma, ni tampoco por apoderado.
Es así, que por ejemplo, que en casos de divorcio, si durante el proceso de divorcio sin que
se haya dictado sentencia, uno de los cónyuges fallece prevalecen los derechos adquiridos
por el matrimonio, tal como los derechos sucesorios. De ni una manera, los herederos
forzosos (es decir los hijos) - aún hayan estado llevando el proceso por Poder otorgado de
parte del causante- pueden seguir el divorcio hasta la disolución del vínculo matrimonial;
puesto que el matrimonio ya se extinguió por muerte de uno de los cónyuges.
La muerte, acarrea no sólo la desaparición del hombre; sino también efectos jurídicos,
como ya dijimos, la personalidad, y por ende la capacidad.
El fallecido en tal caso es un objeto del derecho sui generis, digno de ser protegido.
En el Primer caso, de que "los muertos heredan a los vivos", tenemos el caso de la
Premoriencia, que consiste en el caso de que dos o más personas con un vínculo de
parentesco o legítimo fallecen en un mismo momento, pero se puede demostrar quién de
ellos falleció al final; esto implica que la persona que resistió más tiempo será quien herede.
Así tenemos por ejemplo, de que una pareja de casados toma un avión, y surge una
emergencia en que hace un acuatizaje forzoso. Como consecuencia del impacto del avión
con el mar varias personas fallecen, y la pareja se salva con graves heridas hasta que llega
el grupo de emergencias a rescatarlos, en ese instante fallece la mujer pero no el marido,
quien fallece unos momentos luego por la impresión por la pérdida de su mujer. Los
paramédicos ya constataron quien falleció primero, por lo tanto el último en fallecer (el
marido) será quien herede los bienes de su mujer; pero como este falleció, y no tenían hijos,
heredarán los parientes del marido.
La muerte Presunta.
Nociones generales:
Se puede decir que se determina que una persona está muerta sin la necesidad de mostrar el
cadáver, simplemente por el hecho de la ausencia prolongada de la persona.
Acerca de este tema podemos encontrar en el artículo 63° del código civil.
d. Cuando exista certeza de la muerte, sin haber hallado el cadáver o sin haberlo
reconocido. Tenemos aquí por ejemplo, cuando hay un accidente de avión, y caben las
mínimas posibilidades de supervivencia, porque el accidente se dio en medio del mar,
donde no pudo llegar equipo de emergencia alguno.