Fortalece Tu Matrimonio
Fortalece Tu Matrimonio
Fortalece Tu Matrimonio
Retiro Matrimonial.
I. P. Getsemaní.
Introducción:
Nuestro respectivo matrimonio se fortalece y prospera cuando el hombre y la mujer están dispuestos
a cumplir con su responsabilidad en la Relación matrimonial, según Dios en su Palabra. Imagine qué
confusión ocurriría en un equipo de fútbol si nadie supiera su responsabilidad en el juego. Esta misma
confusión y frustración existe en muchos matrimonios porque no está bien definida la responsabilidad
del varón y la mujer en su relación de pareja.
Conclusión: Si usted es casado, usted tiene cuatro responsabilidades con su esposa e hijos. Debe
ser cabeza de la mujer, debe amar a su esposa, debe proveer de una manera integral las
necesidades de su esposa y cuidar de ella. El hombre está “obligado” a cumplir su parte aunque la
esposa se niegue a cumplir la suya. Sólo Dios, en la persona del Espíritu Santo, nos puede capacitar
para cumplir semejante reto.
3. La Mujer Casada Debe Vivir en Sujeción a su Marido. Efesios 5:22-23, Colosenses 3:18. El
mundo actual está diciendo a la mujer, “no te dejes”, “no permitas a ningún hombre mandarte”,
“reclama tus derechos”, “La sujeción es una enseñanza antigua y para mujeres tontas e
ignorantes”
Lo que la Sumisión NO es:
La sumisión no es una enseñanza Bíblica sólo para mujeres casadas, sino para todo
creyente. Efesios 5:21; I Pedro 5:5; Lucas 2:51-52.
La sumisión bíblica no es servilismo. Servilismo es esclavitud; sumisión bíblica es libertad.
La sumisión de la mujer no significa que no abra su boca, o que no pueda dar consejos u
opiniones. Proverbios 31:26.
La sumisión no significa que la mujer es inferior al hombre. El hombre y la mujer son
iguales delante de Dios, sólo tenemos funciones diferentes. Gálatas 3:28.
Lo que la Sumisión SÍ es:
La sumisión es un acto voluntario. En ningún lugar se enseña al hombre a sujetarla por la
fuerza.
La sumisión de la mujer es un asunto espiritual, (Efesios 5:22). La mujer necesita
considerarlo como un Acto de obediencia a Dios.
La sumisión de la mujer traerá orden y paz al hogar.
La sumisión debe ser extensa y continua, pero no necesariamente sin limite.