Sicre Jose Luis Introduccion Al Antiguo Testamento
Sicre Jose Luis Introduccion Al Antiguo Testamento
Sicre Jose Luis Introduccion Al Antiguo Testamento
Sobre los Cánticos del Siervo Sufriente (CSS) se habla desde 1892, cuando B. DUHM
señaló que eran textos vinculados entre ellos. Estos textos son:
.- Is 42, 1-7
.- Is 49, 1-6
.- Is 50, 4-9
.- Is 52,13-53,12
Estos cuatro poemas tendrían un autor “post-exílico”, posterior al autor del Deútero-
Isaías (Is 40-55), formando un “conjunto” de textos.
Según Duhm, los CSS serían de un autor (500-400 a.C.) que quizá fue discípulo lejano
del Deútero-Isaías, y que recibió influencias de Jeremías y Job. Un redactor posterior
habría introducido estos textos dentro del Deútero-Isaías, “donde había sitio” y, en
consecuencia, no tienen relación clara con lo que precede ni con lo que sigue.
El Siervo Sufriente, según Duhm, sería un maestro de la Torah, un pastor que habita en
la comunidad post-exílica en Judá, servidor de YHWH, iluminado por Él, con una misión
a realizar cara a Israel y cara a los gentiles. Su acción se desarrolla en el silencio y el
sufrimiento que le es ocasionado dentro de su pueblo hasta morir por ello.
Según Mettinger, son hipotéticamente posibles todas las combinaciones excepto A-4
(aunque Simian cree que también ésta es posible: editados en conjunto). Si se demostrara
A-1, no habría que separar este corpus del Deútero-Isaías. Así que trata de demostrar las
dos premisas:
a.- Que el autor ES EL MISMO: se apoya en C. NORTH (1956) para afirmar que el
vocabulario es similar en ambos, por lo que no hay motivo para suponer un autor
diverso.
b.- Que han estado DESDE EL PRINCIPIO en Deútero-Isaías: trata de demostrar cómo
los argumentos que se dan para separar los textos No son suficientes. Esos argumentos
son 3:
.- Los CSS no tienen un género literario propio para señalarlo como “corpus”.
.- Desde el punto de vista de la composición de Is 40-55, se puede encontrar una cierta
función de los CSS dentro del conjunto del texto: tienen su función.
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.- Desde el punto de vista del contenido, los CSS deben ser considerados como parte del
conjunto del Deútero-Isaías, porque todos los textos hablan del sufrimiento de Israel.
Ahora bien, nadie dice quién es, individualmente, el SS: un maestro de la Torah, el rey
Ozías, el rey Ezequías, el rey Josías, Jeremías, Ezequiel, Job, Moisés, Yoyaqim, Ciro,
Zorobabel, Nehemías, Eliazar…
Once años después de este estudio, en 1994, es rebatido por H.M. BARSTAD, también
escandinavo. Éste afirma que los exégetas están tan mediatizados por sus propias
escuelas (tradiciones) que no llegan a ver razones objetivas. Los cristianos retienen a los
CSS como algo particular porque lo aplican a Jesús.
Sobre este tema, el último trabajo es de 1996. Toda la gran oposición que ha habido de
considerar a los CSS como “corpus” ha servido para aclarar la cuestión. En realidad no
interesa determinar si el corpus es completamente diverso o no a Deútero-Isaías, ni quién
ha encarnado histórica e individualmente la figura del SS. A veces se hacen preguntas a
un texto que éste no pretende responder. Si se quiere una respuesta justa, se necesita una
pregunta justa. Ésta proviene del sentido teológico: qué quieren decir?
P. Simian parte de la premisa de que el autor de los CSS podría ser el mismo de Deútero-
Isaías y que, aun contando con esto, tienen una intención específica. Mientras que los
capp. 40-55 hablan fundamentalmente de CONSOLACIÓN, los CSS tienen otros
intereses.
Vamos a estudiarlos, viendo primero unos textos preliminares:
.- 3 textos del vecino Oriente Medio, de entre 1800-800 a.C., para entrar en la
problemática del justo que sufre: es la angustia vieja de la humanidad.
.- algunos salmos bíblicos.
.- los propios CSS.
Textos babilonios:
1. Texto paleobabilonio
Los textos babilonio y sumerio sirven para negar la particularidad total de la Biblia sobre
los CSS. El más antiguo es el texto 1 (“El hombre y su Dios”) (pp. 1-2), paleobabilonio,
publicado por primera vez por NOUGAYROL en RB 1952: “Una antigua versión del
justo sufriente”. Nuestra edición es la de Lambert, de 1987. La última está en la
colección TUAT (alemana), de 1990, donde hay más texto traducido.
Este primer texto es de difícil lectura: 90 líneas (en el texto, hasta la 69), con una firma
final: Kalbanum, el escritor. Es una escritura del período paleobabilonio en tablilla, en
cursiva y con muchas lagunas.
interpretaciones: hay 2 personajes o hay uno sólo que habla de otro? Lambert cree que
hay uno sólo.
El hombre alza a Dios su voz como una oración (7-8) haciendo un discurso
contradictorio. Comienza en (10) a contar su sufrimiento. (2-6) tienen una intensa
descripción de su sufrimiento; mención de los riñones y del corazón: sede de los
sentimientos en la creencia babilonia.
Las líneas 50-54 son muy interesantes. Sugieren que todo el proceso es una pedagogía
divina, una prueba, una educación de Dios. La impresión es que Dios ya ha considerado
suficiente el sufrimiento del siervo y hace cambiar la situación. Los CSS suponen una
determinada teodicea: se puede salvar o no Dios ante la experiencia del mal.
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2. Texto sumerio
Traducido en 1960 por el gran acadista VON SODEN. Otros acadistas importantes
son Lambert y Römer. El texto está dividido en secciones:
Estos dos textos son casi contemporáneos (1ª mitad del 2º milenio: 1800-1500 a.C.). Se
discute su mutua dependencia. Si en el texto babilonio el hombre es un juguete en manos
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de los dioses y, por tanto, no tiene sentido buscar solución al problema, aquí, en el texto
sumerio se indica que tras cada sufrimiento hay un pecado, aunque sea inconsciente, por
lo que los dioses no tienen otra solución que castigar al hombre que, irremediablemente,
peca.
.- sección B (33-48): conclusión, escéptica, del SS: querría saber qué cosas placen a los
dioses. Esta conclusión se aumenta por la ininteligibilidad de la vida y su inconsistencia,
por la inexcrutabilidad de los dioses y la incertidumbre de la condición humana.
Las inclusiones no son exclusivas de la Biblia: bella inclusión entre (33) y (48).
.- Tras este clímax teológico viene una sección más aburrida, la sección C (49-107):
descripción de las enfermedades consideradas como espíritus malignos.
(82-83): inutilidad de los sacerdotes y de la religión.
En la tablilla tercera, son de cierto interés las primeras líneas. (1): “su mano era pesada
para mí”. Siempre “su”: no hay el coraje necesario para nombrar a Dios.
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A partir de la sección B viene la curación, que sucede sin explicación, por medio de 3
sueños (típico), en los que aparecen 3 personajes: un joven, una mujer ataviada de reina
y un sacerdote (41): restablecimiento de la estirpe sacerdotal (!!).
En (43) aparece el nombre del SS, que significa “Hazme rico dios Sakkan”.
Los 3 personajes son interesantes a nivel de fenomenología de la religión.
En (23) aparece un segundo mensajero, un bello joven que se identifica como enviado de
Laluralimma, habitante de Nippur (Nippur era una ciudad muy importante cuyo santuario
era famosísimo: es importante nombrarlo, aunque no a su Dios, ELIL, porque era
enemigo de Marduk: no podía mencionarse para no provocar las iras de éste).
La sección C tiene diversa numeración (empieza por el nº 4) por otra tablilla encontrada
más tarde. Al final, en vez de números hay letras (son como comentarios), que han
querido clarificar algunos puntos del texto.
En la tablilla cuarta, hay una alabanza al Dios Marduk. Podría ser el SS quien la
pronunciara pero no se identifica con lo precedente. El orante, finalmente (sección B), va
al Templo (Esagil) y visita las diversas Puertas del Templo; en cada Puerta recibe la
bendición propia de cada Puerta: por ejemplo, en la Puerta de la Prosperidad recibe la
bendición de prosperidad.
En el texto sumerio, el interés se centra en la confesión del joven (sección D), pero la
descripción del sufrimiento parece indicar que es inmerecido. Su confesión se desarrolla
a partir de lo declarado en (102): todo hombre es pecador. Es importante que la
confesión sea pública, ante la asamblea (112-113). Esto es quizá un indicio de la
necesidad del autor de mantener la doctrina sobre la correspondencia entre pecado y
castigo: el autor quiere mantener este principio.
Si uno se confiesa inocente hasta el final crea muchos problemas, plantea muchos
interrogantes, pero si reconoce su culpa, todo el universo retoma su orden y, así, la
religión mantiene su puesto en la sociedad. Si no, si se es inocente, la religión queda en
crisis. Toda sociedad tiene necesidad de culpables y de que los que sufren sean culpables:
esto mantiene el orden básico de la sociedad: los culpables son castigados y, al revés, los
castigados son culpables: síndrome de Estocolmo. Así se entienden las líneas 1-4 del 2º
texto: parecía que era un inicio pro-forma, pero ahora parece el núcleo. Y por eso se
titula así este tercer texto: “alabaré al Dios de la sabiduría”. Significa que esto debe ser
así.
El texto termina con la oscura afirmación de que la grandeza de Dios se apoya en la
miseria humana: mediocridad humana del egoparlante.
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El grito que surge de estos 3 textos antiguos, la angustia profunda, encuentra, pues, una
solución modesta. ¿Dirá algo más la Palabra de Dios, el AT?
Salmo 22
En este salmo no se utiliza el término db[ (siervo) pero está incluído en el sentido
general. Este salmo tiene una primera gran dificultad en la organización del texto: la
unidad. Muchos autores no creen que sea un texto sino una mezcla de varios. Hay 2
tendencias fundamentales:
.- La otra tendencia, por contra, hace una lectura muy de conjunto, inspirada en una
teoría literaria o una filosofía que le lleva a interpretar el texto, pero sin los argumentos
necesarios. Ejemplo es un estudio de DAVIDS (“Explorium for limits…”, JSOT 1992,
93-105: vale la pena leerlo. La tesis de base es entender la poesía como conocimiento
inmediato de las cosas, en línea de Ricoeur).
Así pues, una buena parte de los estudios sobre este salmo están referidos al problema de
la unidad del texto: es un argumento central.
Pero, dentro de la primera sección, hay también una variedad de tonos emocionales. El
inicio (vv. 2-3) es claramente una lamentación. Pero los vv. 4-6 tiene algo de alabanza y
confianza. En el v. 7 se retorna otra vez a la lamentación, hasta el v. 9. Y vuelve, a partir
del v. 10, la confianza en Dios. Así, en la primera sección vemos una sucesión de súplica-
lamentación y confianza en Dios (4-6.10-11).
Hay quien dice que es el momento final de un proceso de crecimiento del texto; también
se dice que el salmo sería un conjunto de obras diversas, pero en ambos casos rige
preguntarse ¿por qué están o se han puesto en conjunto?.
Hay una explicación sicológica: tomando como referencia la realidad humana, se puede
pasar de la angustia a la confianza y viceversa en algunas situaciones. Pero esta
explicación no gusta a los exégetas. Ahora bien, es cierto que el texto refleja estados de
ánimo y conocerlos no tiene por qué ser una herejía exegética.
Vamos a demostrar que la primera sección (2-22) tiene una gran coherencia, que se
expresa en un estado de ánimo determinado. Tiene, por tanto, una estrecha unidad que,
cuando se demuestra, permite hacer una muena transición a la sección siguiente.
.- jfb, en Hiphil, tiene sentido negativo: crear una falsa confianza (Jer 28,15; Is 36,15)
.- yjiGO, ptc + suf. 1ª sing.; es hapax. La raíz verbal más vecina es jyG y jwG, que
señalan una acción violenta (la violencia de la torrentera del agua que arrasa: Job 28,8 o
Miqueas 4,10: gemido de dolor de parto).
El contexto es, pues, de violencia: “tú me has arrancado del seno de mi madre”. El v. 10
tiene una imagen negativa de YHWH. La partícula kî tiene sentido enfático.
La “pacífica” traducción se convierte así en una auténtica acusación. Que se confirma en
el v. 11:
.- &lv, en Hophal, tiene un sentido muy negativo. Aparece, por ejemplo, para tirar la
cabeza cortada de un traidor (2Sam 20,21); unido a cadáveres y gente exterminada (Jer
14,16); a la vid arrancada (Ez 19,12); a la Jerusalén repudiada (Ez 16,5). Es siempre “ser
tirado”, “arrojado” en contexto negativo.
En esta sección (vv. 2-22) no hay, pues, alternancia de géneros literarios (lamentación y
confianza). Esto hemos querido demostrar partiendo de los vv. 11-12 que, a pesar de
algunas traducciones, NO son una expresión de confianza, sino más bien una acusación,
casi una blasfemia cuyo significado podría ser: “Tú te has constituido, abusivamente, en
mi Dios… para dejarme, después, solo y abandonado”.
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El grito del v. 12 (‘no te alejes de mí’) está en relación con el v. 2 (‘ytI[;WvymI’, ‘mi
salvación’) y con el v. 25 (‘wO[W ]v'b]W’, ‘a su clamar’).
v. 3: “No hay más que silencio para mí”: un silencio que no es, dados los contínuos gritos
de auxilio del orante.
Los vv. 4-6, que son un recuerdo de la fidelidad de Dios hacia su pueblo (‘los padres’) es
el argumento de acusación: y ahora, por qué no?, conmigo, por qué no?
v. 8: “Los que me ven se burlan de mi”: el verbo g[l no es tanto insultar (que hace
‘tomar en serio a alguien’) cuanto reirse de alguien, burlarse. Parangón con Jer 20,7.
Esta interpretación, no muy apreciada por los exégetas, tiene se mejor apoyo en el
Salmo 71, que es como una antología de textos diversos. Entre ambos salmos hay un
paralelismo evidente:
s. 22 s. 71
En el salmo 71,6 (= 22,11) encontramos “yzIwOG”, hápax: ptc. Sing. Masc. + suf. 1 c
s., palabra que viene de “tyzIG:” que significa “trozo de piedra tallado” (Ex 20,25; Is
51,1-2). Hay en ambos textos una querida intertextualidad. El más antiguo (por ‘lectio
difficilior’ lingüística y teológica) es el salmo 22, porque el ‘pío’ teólogo del salmo 71 ha
querido “poner orden”: transforma el “yjigO” del 22 (v. 10) en “yzIwOg” del 71.
Quiere eliminar el significado de herejía o de blasfemia, para situarlo en un contexto de
alabanza.
Insistimos en que en esta primera subsección (vv. 2-12) hay una lamentación amarga.
Hay un sentimiento del orante que expresa el hecho de poder haber vivido una vida
tranquila, sin sobresaltos, pero optó por un camino de heroicidad, de servicio al Templo
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y a Dios, y ha resultado ser abandonado. Hay toda una literatura entreguerras que trata
este tema: “Diario de un cura rural” (G. Bernanos), “El poder y la gloria” (Hesse).
La segunda parte de la sección (vv. 13-22) expresa los sufrimientos del orante. Los vv.
13-16 nos hablan de un malestar físico, de un cuerpo enfermo (el término ‘yj'wOql]m'
’ significa propiamente “presa, botín” (Num 31,26). El orante ha dedicado mucho tiempo
a la oración (v. 3) y por eso aparece como un falso devoto, un presuntuoso ante sus
amigos. Entre los bienpensantes, la situación de sufrimiento se ve unida al castigo de
Dios. Esta incomprensión de amigos y familiares provoca un sufrimiento espiritual (vv.
18-19).
v. 17: !y[IrEm] : se suele traducir como “malhechores”, pero puede ser también
“compañeros”. Ésta es la opción de Simian-Yofre, porque el término ya aparece con tal
significado en Gen 26,26.
v. 22: “boca de león” puede referirse a la boca de uno que habla mal de otro. Hay que
señalar que en esta parte del salmo las imágenes son muy variadas y cambiantes.
v. 21: “la espada” es símbolo muy genérico del mal, de todo lo que es malo.
v. 22: “los cuernos de los búfalos” (!ymirE ynEr]q' : remîm se escribe normalmente r
+ a). La palabra “búfalo” aparece siempre en contexto de fuerza y poder (Num 23,22;
24,8: Dios de los cuernos de búfalo; aquí no aparece la palabra ynEr]q' sino
tpo[}wOt; pero los primeros son los símbolos del poder (1Sam 2,1; Sal 75,11 -poder de
los enemigos-; 92,11 -poder del orante-; Dt 33,17 -poder de Efraím.
Así que la visión del salmo es coherente.
El sentido del v. 22 sería: “sálvame de la boca del león y respóndeme desde los cuernos
de búfalo”: se pide una respuesta de YHWH desde la sede de su poder. Hay que señalar
también la estructura concéntrica del versículo. En el mismo v. se halla
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.- ynIt;ynI[} no debe entenderse como que el Señor ya ha respondido (por ser qatal),
sino que debe entenderse que YHWH no ha respondido, y que este verbo está unido a lo
anterior por su estructura concéntrica. La forma se llama precativo perfecto, que
seguida de imperativo, mantiene este último sentido. Es, pues, parte de una doble
invocación final.
La tercera sección la componen los vv. 23-26: confesión de alabanza del salmista.
v. 25: aparece la motivación de la alabanza, y hay una gran dramaticidad, a pesar de las
apariencias, dada la situación real del orante.
El v. 30b tiene una afirmación central: “y su alma para él (hay que corregir el “no” en
“para él”) vivirá. Y después leer juntos los vv. 31-32: “la descendencia de los que lo
sirven contará (rP'sUy ]) sobre Dios (l de referencia) a la generación que viene
(WaOby: rwODl') y contarán su salvación que ha realizado a un pueblo que nacerá”.
Es un bello final para el texto: la descendencia del sufriente contará la salvación.
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Salmo 27
Es un salmo que ha provocado cierta sorpresa, porque se toma en este contexto del CSS
“por tradición”, pero tiene elementos muy interesantes. Aunque se habla de “tu siervo”,
por si misma esta expresión no significa nada más que la referencia al orante como tal.
Pero la evolución de este personaje a lo largo del salmo es muy interesante, y recuerda al
tercer cántico del siervo sufriente (Is 50,4-9). El salmo tiene expresiones por un lado
muy conocidas y, por otro, muy comunes. Por lo demás, se ha discutido la unidad del
salmo, dividiéndolo en dos partes muy diferenciadas; la cesura está entre los versículos 6
y 7, con un cambio de ritmo.
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5-6
Hay una posición descendente hasta el v. 5; los vv. 5-6 son una unidad de base; y luego
se va ascendiendo de nuevo hasta el v. 13. Las correspondencias aproximadas son:
Hay que señalar que son correspondencias antinómicas. Los vv. 5-6 son, por contra,
sinónimos, se corresponden el uno con el otro.
La primera división que se establece es que la 1ª sección (vv. 1-6) trata sobre el
personaje en términos de 1ª persona (YO), tanto en formas verbales como en sufijos
pronominales: centralidad del yo. Declara la seguridad, pretensión, arrogancia, de la
ayuda que el Señor le brinda en toda ocasión.
La 2ª parte (vv. 7-13) está centrada en el Señor y se caracteriza por los imperativos:
todo se refiere al Señor. Se pasa a una situación que habla de futuro.
La unidad del Salmo está cifrada en una evolución del sentimiento del orante, que
parte de una cierta pretensión de seguridad y llega a una inseguridad basada en Dios.
En el v. 1 el carácter de seguridad no es ofrecido por la afirmación (la frase es nominal,
está sin verbo expreso y podría entenderse como volitiva), sino por yMImI : está palabra
marca la seguridad del orante.
Pero, a partir de aquí -y ésta es la tesis fundamental de SY- la mayor parte de las
proposiciones de la 1ª sección se deben leer como condicionales: si el Señor hiciese esto
y lo otro…, entonces yo…, como diciendo que el Señor lo hará sin duda. El v. 2 es difícil
leerlo desde esta clave, pero también se puede hacer, entendiendo que la condicional está
expresada por la preposición b] y los verbos de apódosis están en precativo perfecto
(que vacilen y caigan). El derecho nos lo ofrece el estudio de las condicionales en lengua
hebrea, para lo cual es preciso estudiar la gramática de Jöuon 167,f-i. Así pues, se leería
toda la primera parte en condicional.
En el v. 2, en vez del texto como está, SY lee “hM,ho ylI” “pienso para mí”, que no es
una expresión tan aislada (v. 8). Todas las condicionales expresan un sentido de
pretensión, de cierta arrogancia.
En la base de la 1ª parte, el v. 5 sería la prótasis y el v. 6, la apódosis. Todo ello supone
una afirmación clara de seguridad en la intervención salvífica del Señor.
En esta primera parte, las proposiciones son claras gramaticalmente (el v. 3, !ai + yiqtol;
el v. 5, por contra, usa yKi como condicional y afecta a las 3 acciones).
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Pero llega la 2ª parte, en donde parece que todo lo anterior queda vacío, no se ha
cumplido. ¿Qué ha podido ocurrir? ¿quién es el personaje?
El personaje parece ser un levita (por expresiones del salmo) que nos hace comprender
una curiosa expresión en el v. 3: tazoB], ‘aquí’, ‘en esto’ (= la fábrica del Templo): su
espiritualidad está ligada a su presencia física en el templo. Y ¿quiénes son sus enemigos,
esos que quieren ‘devorarlo’? Es importante ser realistas en las imágenes, para identificar
a los enemigos (figuras tan abundantes y comunes en los salmos!). En el v. 12
encontramos trazos de respuesta: nefes - cuello(órgano de la mentira), falsos testigos.
Así pues, los enemigos del orante son quienes dicen testimonios mentirosos, que se
relacionan con el devoro del v. 2.
La expresión del v. 12b “rq,v,AydE[E” se encuentra en el elenco de Proverbios 6,19,
entre las 6 cosas que odia el Señor (+ j"peywI) : casi igual que aquí. Estos enemigos
son, probablemente, vecinos del orante, que lo espían: v. 11 : yr;r]wOv , del verbo rrv
- espiar. Quizá quieran que el orante sea expulsado del Templo.
Por otra parte hay una serie de imágenes militares, que se encuentran también en otros
salmos para describir la actitud-comportamiento del enemigo personal (55,19; 56,2).
Pero no hay que pensar, en un primer momento, en la figura de un jefe militar.
SALMO 31
El Salmo 31 tiene los mismos problemas de unidad que los demás. Tiene secciones que
podrían formar parte de salmos independientes, pero esto no basta como argumento,
porque nuestro punto de partida es la tradición, y, por tanto, partiendo de la unidad del
salmo, se trata de encontrar su sentido.
Casi todos los autores están de acuerdo con que nos encontramos ante una
yuxtaposición de textos diversos. Un gran estudio, realizado como tesis doctoral, de E.
BONS (1994) trata de demostrar su unidad.
A partir del v. 10 hay un contraste: no hay ya trazos de seguridad. Los vv. 10b-14
expresan particularmente las relaciones de los enemigos con el orante: éste se ha
convertido en “oprobio” de sus enemigos, que buscan su muerte. Pero en esta sección
también hay súplica (10a, 16b, 17). Los vv. 15-16 no expresan la esperanza de ser
liberado de un peligro sino más bien la convicción de que su vida está en manos del
Señor, suceda lo que suceda.
Para el estudio del salmo 31, partimos de la 2ª sección (vv. 10-17) porque encierra
elementos muy importantes.
Se narra una confesión de indigencia, una situación del orante caracterizada por el dolor
físico (v. 10).Es interesante s['k'b] : comunmente se traduce “dolor”, pero s[k es una
palabra más compleja: afán interior, pesadez del sentimiento, fastidio, ira, irritación,
tribulación y tristeza: todo eso es s[k. Es, además, un sentimiento provocado por otros y
divino, lo sufre el propio Dios ante la ofensa recibida. Por eso esta raíz, como verbo
hiphil significa “irritar a Dios”.
En el v. 11 se confirma la descripción del sufrimiento del orante: “mi vida se consume en
el afán”: es una tristeza profunda, la tristeza de Jacob a la muerte de Benjamín, o la de
Jeremías (20,18: @wOgy:); “mis años se consumen en el llanto”: hj;n:a} (Is 35,10;
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51,11: tristeza profunda por Sión) no es ykIb] (un llanto éste más común y ligero).
Estamos ante una realidad de sufrimiento más que físico, pero también, del orante.
El v. 12 es una referencia a la sociedad en la que se encuentra: se ha hecho para ella un
hP:r]j,, oprobio; es el crimen, algo ignominioso. Como awon, también es condenación
(Gen 34,14); soportar el insulto de Goliat es un herpah; el exilio es herpah para Israel; lo
es también la destrucción del Templo. El término tiene, pues, un profundo significado,
que incluye de igual modo la relación con otros que hacen comentarios malvados, que
hacen sufrir al orante: esto es muy frecuente en los salmos. Se pone en relación al ultraje
(kelimah), a la vergüenza (boshet), al desprecio.
En estos casos se habla de sufrir el herpah, que más se soporta (como la vergüenza o el
oprobio). Aquí se va más allá: se dice “Yo soy herpah” (expresión muy fuerte). En el
salmo 79,4 es el pueblo el que se hace, y en el salmo 89,42 es el propio rey.
La expresión “mikkol tsoreray” (“de todos mis enemigos”) es ambigua: origen o causa.
dj'p'W es un término divino: YHWH es pahad de Israel y le pertenece (Job 25: la casa
libre del pahad de Yhwh). También en los textos apocalípticos pahad es el terror que
sucede al que huye de la fosa. Aquí el término también se ha ‘dulcificado’. Se usa, pues,
un vocabulario que pertenece a Dios. La última parte del versículo explica y confirma
nuestra interpretación: “los que me ven escapan de mi”, es decir, yo -que soy pahad-
provoco el miedo.
Para algunos autores, el elemento estructural del salmo es la palabra ds,j, que aparece
en las 4 secciones importantes (vv. 8,17,22,24). Pero es un término común en el salterio,
por lo que no puede dar el sentido preciso y particular del salmo.
Hay dudas sobre si la 3ª sección (vv. 18-19) pertenece a la citación: son imprecaciones
contra los enemigos: “que yo no sea avergonzado y ellos sí” (v. 18). Un elemento
importante: rq,v; ytep]ci , “lengua mentirosa” (Prov 10,18) : nos da la tonalidad de
fondo de todo el salmo: ser acusado injustamente. Se pide que se enmudezcan para
siempre los enemigos. Esto implica que hay quienes hablan contra el orante, lo acusan,
no lo defienden, usan mentiras. Queda abierto el pensar si ésta es una reacción que se
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sitúa en tiempo pretérito. Pero se expresa con claridad que ha sucedido una auténtica
confrontación entre una persona y otras.
En este momento de profunda crisis comienza a referir a Dios su oración (vv. 16-17),
mezclándola con un sentimiento de ira y furor contra sus enemigos (vv. 18-19).
En el momento de la primera sección, el orante se encuentra en la situación de haber
perdido su causa (fin del proceso jurídico e inicio de una nueva vida). Ya no tiene
confianza en la ayuda humana (a esto se puede referir el v. 7) así que dirige su causa a
Dios (vv. 2-6). Él sabe que su actitud no ha sido siempre de fidelidad y abandono en
Dios; al contrario, se había creído abandonado de Dios (v. 23). El orante siente ahora, en
este momento, la necesidad de comunicar su experiencia (también experiencia de duda e
infidelidad), cuando ha reencontrado la plena seguridad de la ayuda de Dios.
Ahora bien, esta seguridad no expresa una solución a sus problemas (vv. 8-9), pero no se
expresa nunca cuáles son las circunstancias de la modificación en su situación. No ha
sido entregado al poder del enemigo (v. 9) [en el v. 16 aparece el término en plural; es el
momento de la crisis]. En los salmos aparecen las dos formas: en singular y en plural,
con una particularidad:
.- con sufijo posesivo, siempre es en plural: mis enemigos, tus, sus…excepto 1 sola vez.
.- sin sufijo posesivo, en singular: El enemigo. Parece una categoría superior, singular,
que se corresponde con el singular de YHWH, hasta parecer 2 categorías paralelas.
El orante quizá comprende que LOS enemigos pueden ser diversos pero que la gran
lucha, en fin, es entre Dios y EL enemigo. No es una lucha apocalíptica, ni del demonio
contra Dios, tiempo contra eternidad, esfera superior contra inferior… no hay evidencias
de eso; pero hay una consciencia de una realidad que va más allá de la empírica
cotidiana, como la percepción de una totalidad de sentido o de no-sentido (= literatura
pesimista: enemigo, caos, proceso… temática de un sin-sentido de la totalidad). Esto es
lo que rechaza el orante (v. 9).
Las palabras que aparecen en el v. 6a (yjiWr dyqip]a' *d]y:B]) son retomadas por
Jesús y por Esteban; son una manifestación de la experiencia trágica de sentirse
abandonado de Dios en el poder de los enemigos pero, a la vez, creer que no acaba ahí
todo, que se producirá una victoria sobre ellos: supone aceptar la voluntad de Dios que
ha llegado a ese punto de situación trágica.
Una clave fundamental para interpretar los salmos: la clave de desarrollo temático.
Salmo 69
Este salmo ha sido retomado en el NT (Mt retoma el v. 22; Jn 2,17 el v. 10) y su largura
supone una dificultad de interpretación, por ser difícil hallar el sentido total. El salmo
añade a los anteriores que el orante se considera culpable; está apenas sugerido, pero
presente.
vv. 2-6: súplica del orante por sí mismo, descripción de la situación personal del orante.
vv. 7-13: súplica por los fieles, junto con la situación del salmista (v. 8) respecto a los
adversarios, que incluyen incluso gente próxima a él (v. 9).
vv. 14-22: súplica por si mismo (como la primera sección) y situación ante los
adversarios (como la segunda sección): se entremezclan los argumentos. Todo gira en
torno al orante; abundan los verbos con sufijo objetivo en 1ª persona (vv.
14.15.17.18.19: imperativos en relación a su situación personal).
vv. 30-37: menos homogénea: súplica (v. 30) y exhortación (v. 33).
Tras esta división en secciones, porque nos interesa la situación del orante, el sufrimiento
del salmista, surgen unas preguntas a hacerse:
a.- precisar en qué consiste la persecución y sufrimiento del orante.
b.- identificar sus adversarios.
c.- tratar de comprender en qué sentido el orante ha sido culpable.
d.- en qué modo es representativo de un grupo (v. 7): gran pretensión.
a.- Hay una descripción figurativa de un pantano (vv. 2-3): agua en el nefes (mejor
traducir ‘cuello’ (‘garganta’) y no ‘alma’. No son palabras usuales, pero hay otras
descripciones genéricas (herpá, kelimá, boset…) muy frecuentes en los salmos. En el v.
13 aparece algo menos común: volverse broma para los demás. La última referencia a la
situación del salmista está en el v. 22: en sentido figurado, le han hecho muy amarga la
vida.
En realidad, de la situación de persecución y sufrimiento del orante no sabemos mucho
porque las indicaciones son generales.
La imagen de las “aguas abundantes” (mayim rabim) es una expresión de “enemigos” (Is
10) y retoma sentido también su petición: que su campamento y sus tiendas sean
desolados. Así pues, la hipótesis no es imposible.
La identificación entre los sentimientos del salmista y del Señor (v. 20: “tú conoces … mi
vergüenza, mi deshonor, mi afrenta”) ¿El orante ha sido culpable de algo? Parece que sí:
su estupidez (yTil]W'aI , v. 6, de iwwelet, es signo de culpa) genéricamente significa
todo lo que se opone al sabio, pero no se dice más de su culpabilidad.
Hay que señalar que en el texto está presente el carácter de representatividad del orante.
Así como este “rey caído” es consciente de lo ocurrido, ha intentado hacer penitencia y
mover al Señor a poner fin a esa situación (vv. 11.14). Por otra parte, a pesar de su
culpabilidad, hay otras acusaciones que son injustas (¿el robo de cosas del Templo para
pagar tributos?) y contra ellas reacciona. No es culpable de todo, porque “le devora el
celo de tu casa” (v. 10). Esta declaración prepara la decisión final de celebrar el nombre
del Señor, alabarlo… (vv. 34-36). Visión sumaria pero profunda de la personalidad del
Servidor de Yahvé: no es un personaje particular sino que tiene una función (=
representatividad). No ha sabido conducir a su pueblo, ha cometido errores, pero la
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situación a la que se ha llegado le hace ser consciente de su culpa; por eso suplica por su
pueblo y se abre una nueva esperanza. No es ningún santo: es un hombre de acción
política o militar que ha tratado de actuar bien pero no lo ha conseguido. Sus prioridades
son:
a Dios, la alabanza; a la ciudad, la reconstrucción; a sus hermanos, el servicio; a los
enemigos, el castigo; a si mismo, la misericordia de Dios (v. 14). El salmo es de gran
riqueza.
En el recorrido de los 4 salmos hemos visto varios aspectos del Siervo de Yahvé.
Un posible trabajo para Pascua: escribir 3 páginas sobre cómo, en qué manera se puede
hablar de una evolución del Siervo Sufriente; quién es el del Salmo 27,31,69,109; qué
tipo de personalidad se encuentra tras sus sufrimientos…
Salmo 109
Este salmo tiene 3 secciones y se desarrolla entre los vv. 1b y 30b-31.
El v. 8b es la clave del salmo: que su puesto sea asumido por otro. Interesante el punto
de vista estilístico y retórico (v. 10b: sahal y darash son complementados por
behorbotehem).
El v. 17 expresa por qué merece todo lo anterior: el orante no ha tenido piedad y ha
amado la maldición y no la bendición.
En el v. 18 hay una dura imprecación y deseo insoportable de los enemigos. Ahora bien,
esto mismo, tan duro como es, dirá el orante de los enemigos (v. 20).
.- la defensa que viene a partir del v. 19 viene a dar argumentos para pensar que la
sección 6-19 son palabras de los enemigos contra el orante.
Is 42,1-7: 1º CSS
En su estudio sobre el Deútero-Isaías, Simian-Yofre hace un estudio sincrónico del
término ebed (db[) y trata de descifrar y distinguir entre el siervo anónimo y el siervo
Israel. Llega a la conclusión de que el primer término es una imagen teológica abierta,
que no coincide con ninguna figura histórica individual o colectiva, pero que cualquiera
que asuma sus características la puede “realizar”. Permite, pues, una identificación
sucesiva. Esta formulación es hermeneútica, y quizá exegéticamente se dejan ver trazos
que pueden referirse a personajes más concretos, incluso el pueblo de Israel como tal: la
formulación pasa a ser, pues, histórica.
Mirando al final, vemos que 42,10ss es un himno que corta claramente el texto; mirando
al principio, 42,1-7 puede ser aislado porque la unidad anterior, 41,21-29, es una disputa
con los dioses a propósito de los ídolos: presencia de la raíz dgn (en Hiphil). Pues bien,
los ídolos y esta misma raíz verbal vuelven a aparecer en 42,8.
41,22 y 42,9: harisonot.
Hay, pues, una explícita continuidad entre 41,29 y 42,8, mientras que nada tiene que ver
42,1-7. Antes hay un “vosotros” o “ellos”; ahora es un “tú” o “él” (el problema del
singular-plural adquiere importancia en un contexto preciso). La pregunta permanece:
¿por qué se ha insertado precisamente aquí este primer CSS?.
Problema: la fórmula del mensajero del v. 5, que para algunos significa una 2ª unidad.
Ahora bien, la fórmula no siempre indica otra unidad, sino que a veces es como un
“tomar aliento” de la argumentación.
El estudio de H. Cazelles (RSR 1955), aún válido, es interesante estudiarlo. Uno de los
últimos libros publicados sobre el Deúteroisaías es el de P.G. KRATZ (“Ciro en el libro
del Deúteroisaías”, 1991), exponente de la “literalkritik” alemana, tiene una recensión
hecha por P. Clifford, en Bíblica 1993. Considera que 42,1-7 es una unidad hoy, pero
elaborada en 2 épocas distintas: la primera: vv. 1-4; la segunda: vv. 5-7 sería una
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El texto parece dicho por YHWH en los primeros tres versos; después se habla del
personaje, introducido por la palabra wyl:[:
Trataremos de hacernos una IMAGEN de este Siervo sin dejarnos llevar por lo obvio del
texto. Es una imagen muy ambigua (no como la del 4º CSS), no parece que sea un
Siervo sufriente.
Isaiah 42:1
ayciAy ~yIAGl; jP'v.mi wyl'[' yxiWr yTit;n"
yvip.n: ht'c.r' yrIyxiB. AB-%m't.a, yDIb.[; !he
42:1 "He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace
mi alma. Sobre Él he puesto mi Espíritu, y Él traerá justicia a las naciones.
El verbo hcr tiene como sujeto “mi alma” (= yo), “me complazco”. El complemento
sería wOB, objeto válido para los dos verbos. Significa “agradar”, “encontrar
complacencia”.
El verbo en Niphal (hcrn) se usa como término técnico para indicar la ‘aceptabilidad’ de
la ofrenda (Lev 22). Aquí la forma es Qal, que también puede tener el mismo significado
que en Niphal, como ocurre en Jer 14,12; Os 8,13; Am 5,22. El personaje aparece como
siendo él mismo una ofrenda aceptable, no como un profeta que tenga que decir algo.
Este verbo, pues, nos indica dos cosas:
.- el personaje aparece desde el principio como anónimo, caracterizado como ofrenda.
.- el texto se pone en relación muy estrecha con el cap. 53 (4º CSS), aunque el propio
verbo aparece una segunda vez en el cap. 40,2 (inicio del texto del II Is). La traducción
normal es “pagada su culpa” pero no está bien pues cambia el sentido del verbo para
mantener el primer significado de awon. Por contra, es awon la palabra que tiene
multiplicidad de sentidos. Se debe mantener el significado del verbo.
La más antigua discusión sobre la expresión tiene un defecto: hace el estudio de una sola
palabra; se deben encontrar expresiones similares que aclaren las cosas.
El verbo acy en forma causativa (Hiphil) tiene muchos objetos (el más conocido, hacer
salir al pueblo de Egipto); es más interesante la acepción de hacer salir en sentido de
exponer (la hija a los violadores, el fuego, la espada, la sangre… en cada caso el verbo
adquiere un sentido diferente). También se hace salir (=producir) una mala fama (Pr
10,18).
Tras examinar 277 casos, no hay ninguno donde el significado sea “proclamar” (portar
una palabra), como tantas veces se traduce. El servidor no es un proclamador (un
profeta) sino otra cosa.
El punto importante es hacer ver, resaltar ante otros, un destino esplendoroso: el Señor
pone de relieve su destino, su suerte. Paralelismo entre ‘tu camino’-‘tu derecho’. Éste
podría traducirse por CAUSA (situación personal que puede incluir un proceso jurídico
pero no necesariamente).
Job 23,4 apoya esta traducción de “mispat”: causa, no proceso -como se traduce- a
YHWH, que es impensable.
Por otra parte, Is 40,14 tiene el mismo paralelo del salmo 37: camino y juicio (causa),
ahora hablando de Yahvé.
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Con todos estos elementos, podemos rechazar la línea de proclamación de una palabra…
y defender que el siervo presenta ante los pueblos su vida misma, su situación, su causa.
También Is 40,27 tiene un paralelo entre derek y mispat: “mi causa, mi destino, mi suerte
pasa ante el Señor sin que haga nada” (un reproche que hace Dios al pueblo preguntando
por qué dice eso). Esto mismo nos puede hacer pensar que el pueblo también puede estar
tras el cap. 42.
Este versículo es, pues, un versículo fundamental para saber quién puede ser el
protagonista. Nos da un elemento negativo: el verbo acy en hiphil no se usa nunca para
expresar una palabra o un juicio. Por contra, puede ser utilizado para manifestar el sufrir
de algo, como un proceso casi natural (Jer 51,10). Nos da también un elemento positivo:
la polisemia de “mispat”, uno de cuyos sentidos es causa, destino (también como
elemento judicial: Job 23,4).
Es importante la traducción porque se trata de describir quién es el personaje: si ha de
proclamar algo o se trata de otra cuestión.
Ya hemos dicho más arriba que un texto clarificador e importante es el Salmo 37,5-6,
porque en él está presente el mismo sintagma que en Is 42,1; otro texto que clarifica es
Is 49,4 (3º CSS), cuyo sentido es imposible como ‘juicio’ o ‘derecho’. En este caso el
personaje es el pueblo de Israel y el término “mispatî” está en paralelo a “peulatî”. El
‘paralelismus membrorum’ es muy importante para la exégesis. Aquí sería o bien un
paralelismo sinónimo, o bien un paralelismo sintético. Otro texto relacionado es Is 40,27
en donde también hemos de traducir como “mi camino, mi suerte, mi destino”.
Una dificultad en 42,1: mispat no tiene sufijo personal (y los otros casos sí): tras
reconsiderar la cuestión, se puede concluir que este término tiene la tendencia a
prescindir del artículo y del sufijo posesivo. De 301 presencias constatadas sólo 14 veces
tiene artículo y sólo 31 tiene sufijo posesivo; en el resto (5/6 partes) no usa ninguna
delimitación.
Interesante, finalmente, ver Ezequiel 23,24, donde el Señor pone en manos de los
enemigos el mispat (=destino). Se traduce como “juicio” lo que es ya una sentencia, pero
no es lo mismo juicio que sentencia. El término aparece tres veces y las tres con sentidos
diversos.
.- lwq afn es un sintagma que necesita explicación. Casi siempre se completa con hkb
(llorar). No se trata de la voz de la palabra (Gn 21,16). También a veces se usa con
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expresión de alegría (Is 52,8: alzar la voz y…alegrarse). Es un elemento que necesita una
caracterización posterior.
.- wlwq … [ymvy es una expresión que también aparece en Cantar (2,14) como
“hazme escuchar tu voz”, como una expresión de ternura que significa “manifiéstate a
mi” no en un sentido fónico literal. Este mismo sentido de “manifestar” lo encontramos
en Deut 4,36. Finalmente podemos señalar el uso metafórico de $WjB' como
“exteriormente” (Pro 24,27).
Estos primeros versículos de Isaías 42 se refieren más a la situación del orante que a su
misión (vv. 1-4).
El Señor habla explícitamente para dar un mensaje: es lo que debe hacer el personaje
(‘alianza del pueblo’, ‘luz de las naciones’). Argumento sustancial es el significado de
“berit”: ¿se trata de un pacto bilateral o tiene otro sentido? Tras mucho tiempo de
polémicas, hoy se ha tranquilizado bastante el tema. Hay 2 posiciones fundamentales,
defendidas por McCarthy y Kutsch. El primero, representante de la escuela exegética de
USA, defiende la idea de pacto bilateral (“Pacto y Alianza”, 1978); el segundo, pensando
en Isaías, defiende que se trata de la obligación que asume sobre si quien participa en un
pacto: es una “naturaleza previa”. Se destaca así el aspecto de unilateralidad previa al
pacto bilateral que, ciertamente, también existe. Esta segunda posición respeta más la
complejidad de la relación hombre-Dios.
Y así, tal obligación (personal) se mantiene a pesar de que la otra parte no cumpla el
pacto (esta idea también aparece en OSEAS). Un texto nos abre a esta significación: Gn
15,18: el Señor hace un pacto que es promesa (empeño que YHWH asume). Este
sentido es el parece que se encuentra en 42,6.
De estos textos podemos concluir que “berît” va en línea de alianza con la obligación
personal de quien la hace. Este sentido le hace paralelo de “hesed”, que es la acción
divina en favor de, y tan es así que se convierte en la virtud estructural de Dios.
“Te constituyo” (*n]T,a,wÒ) : es difícil constituir a uno con idea de pacto bilateral, que
exigiría dos voluntades distintas. Tiene sentido en cuanto es una iniciativa divina,
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unilateral. Significa hacerle a uno parte constitutiva de una promesa. El AT conoce el uso
metafórico de la “pars pro toto”: Num 24,17 (sebet); Sal 89,19 (maqen, escudo).
De igual forma, el personaje puede ser parte del pacto o la totalidad de él; en Gn 16,2
Abraham es hecho bendición.
2.- K. ELLIGER ve en este texto una escena de la corte celeste. En pocos textos del AT
se habla de Dios sentado en su corte; la escena típica está en Job pero también en 2Re
22,12. En esta dirección, Is 6 suele ser interpretado como un texto de la asamblea
celestial. Es el Consejo Divino quien decide enviar a un profeta. El texto sería la
aplicación a un personaje de este tipo de escenas, un ‘ebed hammelek.
Este concepto de siervo sería el mismo de Is 41,8. No parece que sea así en Deútero-
Isaías; el texto más parecido es 2Re; pero el tema no está tan desarrollado en el AT como
a veces se pretende.
Nosotros presentamos al Siervo como quien manifiesta su vida y su destino ante Dios y
ante los hombres. Lo importante es su vida. Este servidor no se lamenta, no se queja, no
se expresa; es débil y sufre, pero aguantará hasta terminar la misión (misión que es el
personaje como tal). Tiene necesidad del afecto de YHWH y lo recibe. YHWH, el único
que puede hablar de “mi siervo”, es quien habla. Se podría ver en 41,21-28 la inmediata
introducción a nuestro texto. La unidad de la perícopa no corta, ni tiene por qué, la
continuidad con lo que precede y sigue.
Uno de los textos donde el Siervo se refiere a Israel es Is 41,8-13: Israel = ‘abdî. El
versículo 10 es el punto central: NO TEMAS. *texUm; es un hápax.
En este texto hay 5 palabras comunes al 1º CSS: ‘abdî, rjb (elegir), qzj (tomar de la
mano), &mt (sostener) y arq (llamar, convocar).
La expresión @ymiy;b] qzj nos reenvía a Is 45,1ss, así que de todas estas expresiones
podemos estructurar 3 tipos de textos:
.- siervo anónimo (cap. 42)
.- siervo Israel (cap. 41)
.- siervo Ciro (cap. 45)
El término ‘ebed aparece más de 300 veces en el AT; y ‘abdî más de 50, referido a
Moisés, a David, a Job, a Israel, a Nabucodonosor, a Abraham, a Zorobabel, a Isaías
(sobre todo en DtIs).
Por lo tanto, el camino semántico no es el modo más apropiado para encontrar el sentido
del texto. Mejor conocer el género literario: un tipo de textos referidos al rey en una
situación de peligro se encuentra en textos del Antiguo Oriente. Tienen 4 elementos
característicos:
1. Alocución : nombrar al que va referido el texto.
2. Fórmula de confirmación : no temer.
3. Promesa de intervención divina en favor del personaje contra los enemigos.
4. Presentación de Dios mismo : autoelogio.
4º CSS : Is 52,13-53,12
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Falta buena parte de la explicación del 4º Css porque ha coincidido con “la mala pata”:
necesidad de compulsar la dispensa y completar bastante.
El punto fundamental del estudio de este CSS es el aspecto teológico. Son muchas las
expresiones que aparecen y es necesario comprenderlas bien. Desde este punto de vista,
el Canto tiene 3 temas fundamentales, referidos al problema de la representatividad:
El texto que nos ayuda para aclarar la expresión es Ex 28,12.29.30.32, ya que el punto
central del discurso sobre el Siervo es comprobar hasta qué punto tiene o no
representatividad.
El texto de Éxodo describe la vestimenta y ornamentos del Sumo Sacerdote: el dwOpae,
el pectoral, los ‘!yMITUh" wÒ !yrIWah;’ (cadenas que pendían del pectoral) y las
joyas de oro en la frente. Al final de cada sección que describe cada uno de estos 4
elementos hay un versículo relativamente similar:
en 28,12 se habla de 2 piedras, como recuerdo de los hijos de Israel, en las que esté
escrito el nombre de las tribus (nasa’ semôtam). Algo parecido ocurre en 28,29 (nasa’
semôt benê Israel).
Al final de la sección que habla del tercer elemento (urîm haturîm), 28,30, lo que el
sumo sacerdote tiene que portar es el “mispat benê israel”, es decir, el ‘destino’ del
pueblo de Israel.
Así pues, en los dos primeros casos se habla de portar objetos concretos; en el 3º hay un
sentido diferente: no es un llevar ‘físico’ sino una ‘representación’.
Y, finalmente, en 28,38 aparece “nasa’ ‘et ‘awôn haqodasîm (= ofrenda sagrada)”. Aquí
cambia la estructura: llevará la ‘culpa’ (la ‘responsabilidad’) de los sacrificios que se
hacen.
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1.- b) La segunda expresión que se refiere a la asociación del siervo en la culpa aparece
en 53,12: ac;n: !yBir'Aaf]je aWhwÒ . El sintagma “nasa’ het’ ” significa ‘cargar
con el pecado’ (portar il peccato su di se). Aparece en algunos textos interesantes:
.- Lev 19,17 : aquí en sentido negativo: cuando se obedece un mandato positivo,
NO se carga con el pecado). Llevar el pecado en sentido jurídico, como apódosis de una
ley con formulación casuista: si alguno hace esto y esto y esto… entonces cargará sobre
él el pecado. Este estilo aparece abundantemente en el Levítico.
.- Num 18,22 : aquí la ley no tiene formulación casuista sino apodíctica: No harás
esto y, si lo haces, cargarás con el pecado.
.- Ez 23,49 : larga alegoría sobre las ciudades pecadoras. “Llevaréis el pecado de
vuestra idolatría” = sois responsables del proceso de idolatría que hay en las ciudades.
Representatividad de la ciudad.
b) Is 53,6 : wOB ["yGIp]hi : el verbo [gp significa “alcanzar algo para matarlo; pero en
Hiphil (como aparece en 53,12) significa “alcanzar algo para rogar por él”. El “bô”
significa “por medio de él”.
Esto se clarifica a partir de Is 59,16 donde el pueblo en una larga lamentación, YHWH
ve que no hay ni un hombre capaz de intervenir, se sorprende que ["yGIp]m' @yae , en
uso absoluto del participio, y eso mueve al Señor a actuar. A partir de este texto
entendemos el v. 6: el verbo tiene sentido salvífico (desde Is 59,16). Se dice algo como
que YHWH ha alcanzado con su intervención salvífica la transgresión de todos nosotros
por medio de él (una paráfrasis). Ese alcanzar es salvífico para nosotros pero punitivo
para el Siervo Sufriente.
Hay quien afirma que el sujeto es wvpn [él hace un asam (= sacrificio)]. Esto no es
claro, porque realizar un asam no se expresa nunca con el verbo sîm sino con la forma
hiphil de awb o de bwv o de arq. Esta solución no es buena.
Mejor es comprender que el Siervo (o Dios) pone su vida como asam. De todas formas
no se puede decidir cuál de ellos es el sujeto.
!v;a; es una palabra difícil, compleja, globalizante (como ‘awôn, ‘peso’ de la culpa), que
significa muchas cosas y hay que encontrar el significado preciso en cada caso, en cada
campo semántico. Hace referencia a dos campos: el de la transgresión y el de la pena.
Respecto al ámbito de la transgresión, significa ‘transgresión’ propiamente, y ‘pecado’,
aunque éste tiene una connotación ligeramente más moral (transgresión no significa
necesariamente pecado) y, además, ya está hata’ o het’ .
Respecto al ámbito de la pena, significa la ‘expiación para compensar el fallo cometido’ y
‘la compensación’, ‘la indemnización’.
Todo esto, una compleja realidad, es lo que el siervo debe ser. El autor del texto quiere
utilizar un vocabulario muy amplio porque es una función muy importante. En el fondo
está hablando de algo que no comprende bien. En este momento, el ámbito es el de la
pena (== expiación == compensación), porque la realidad del otro ámbito (transgresión
== culpa == responsabilidad) el Siervo la había asumido en el ‘awôn.