2018 Sierra - Nevada Hist - Biocult Gbecerra
2018 Sierra - Nevada Hist - Biocult Gbecerra
2018 Sierra - Nevada Hist - Biocult Gbecerra
Biosfera
Historia biocultural de la
Sierra Nevada de México
2
Índice
Introducción………………………..……………………………………..5
La Sierra Nevada ……..………...…..……...……………………..…….8
Geología……………………………………………………………8
Clima………………………………………………………………11
Hidrología………………………………………………………....12
Glaciares………………………………………………………….13
Biodiversidad……………………………………………………..15
Suelos……………………………………………………………..17
Entorno socio ambiental contemporáneo…………….............18
3
Nueva transformación del paisaje……………………..........…80
Punto de cruce entre dos mundos……………………………..84
Conclusiones………………………….……………………………....187
Bibliografía……………………………….………………………..…..192
4
Introducción
El dilema entre conservación y desarrollo ocupa el centro de la
discusión medio ambiental contemporánea. Sin duda alguna el
desarrollo ha colmado de satisfactores la vida del hombre moderno,
aunque no a todos por igual. Pero al mismo tiempo, el modelo de
desarrollo actual, centrado en el capital, depredador y consumista
como ningún otro, atenta contra la base natural que lo sustenta y en
consecuencia con la sustentabilidad del desarrollo. ¿Hasta dónde
debemos conservar los espacios naturales y hasta dónde podemos
seguir extrayendo de ellos sus bienes, convertidos en recursos
naturales para satisfacer nuestras necesidades de desarrollo?, esa
es una pregunta esencial.
Esta crisis no proviene del medio ambiente mismo sino que deriva
de las actividades humanas y sus impactos sobre los sistemas
naturales. A tal punto la huella del hombre está afectando la
biosfera, que nuestra era ha comenzado a llamarse el Antropoceno;
ninguna otra especie, de los miles de millones que conforman la
biosfera, ha tenido este poder de afectación sobre el planeta que
habita y la sustenta.
5
ecosistemas. Por ello la protección de los espacios naturales son
motivo de preocupación y ocupación tanto de los países como de la
comunidad internacional.
6
Si bien la ubicación de esta serranía en el centro más poblado del
país hace que su conservación sea indispensable, esta
conservación no puede darse a costa del desarrollo de las
comunidades locales; pues más allá de la injusticia social que ello
representa, la pobreza es también un factor de depredación medio
ambiental. Por ello es necesario el empodearamiento de los actores
locales y propiciar la diversidad creativa que caracteriza a las
comunidades humanas cuando se saben partícipes de su propio
desarrollo.
7
La Sierra Nevada
Geología
El proceso geológico que inició hace 60 millones de años con la
colisión de dos placas tectónicas, la de Cocos y la Norteamericana,
originó el plegamiento del Eje Volcánico Transversal. Posterior a
este plegamiento, se inició un periodo casi ininterrumpido de
vulcanismo continental que se extendió a lo largo de los últimos 45
millones de años; este proceso de vulcanismo conforma la unidad
geológica de la cordillera y la identifica con sus múltiples nombres:
Eje Volcánico Transversal, Faja Volcánica Transmexicana, Cinturón
Volcánico Transmexicano o Eje Neovolcánico, ya que en él han
8
surgido volcanes recientes, como el Paricutín en 1943; y contiene,
además, a dos de los volcanes más activos del planeta: al Nevado
de Colima y al Popocatépetl.
Los tres picos más altos del Eje Neovolcánico son conocidos como
los “cincomiles mexicanos” debido a que superan los cinco mil
metros sobre el nivel del mar, altura que se considera como la “línea
de las nieves” o donde se encuentran las nieves persistentes, aún
en el verano. Estos “cincomiles mexicanos”, el Citlaltépetl (5,640
msnm), el Popocatépetl (5,460 msnm) y la Iztaccíhuatl (5,220
msnm), están entre los más altos de Norteamérica; y son, además,
las cimas por arriba de los cinco mil metros más accesibles del
norte del continente (Neyra 2012: 28).
9
En la porción centro oriental del Eje Neovolcánico se localiza la
Sierra Nevada, donde sobresalen el edificio volcánico de la
Iztaccíhuatl, que se calcula surgió hace unos 30 millones de años; y
su vecino el joven volcán Popocatépetl, que surgió hace apenas
unos 30 mil años (2013: 25).
10
historia y leyendas lo colocan mundialmente en un lugar muy
especial. Su nombre en lengua náhuatl significa “Cerro que
Humea”, debido precisamente a su constante emisión de fumarolas.
La primera exhalación de la cual tenemos registro es gracias a
Chimalpahin, en 1347 (Chimalpahin 1965).
Clima
Por su latitud la Sierra Nevada se ubica en la región de los vientos
alisios en una zona donde predominan las circulaciones de tipo
convectivo local, lo cual hace posible una gran estabilidad
meteorológica durante la mayor parte del año. Pero debido a su
topografía y ubicación, tiene una variedad de climas que van del
templado húmedo a los climas frío y muy frío; la temperatura va
disminuyendo con la altura a razón de 0.68º C por cada 100 metros
(Neyra 2012: 320).
11
clima muy fío (EF), donde la temperatura media del mes más cálido
es inferior a los 0oC, ahí se presentan las nieves persistentes y no
se desarrolla vegetación alguna. En la Iztaccíhuatl probablemente
se han medido las temperaturas más bajas en México, de hasta
menos 0o C (Neyra 2012: 39).
Hay que considerar que el clima cambia a lo largo del tiempo. Hace
unos 20 mil años, la última glaciación mantenía gran parte de esta
serranía cubierta de nieve, y durante la Pequeña Edad de Hielo,
que ocurrió entre los siglos XVI y XIX los glaciares llegaban a los 4
300 msnm. En una expedición científica realizada en el
Popocatépetl en 1890, Émile Chabrand establece “la región de las
nieves eternas” en los 4,300 msnm; cinco años más tarde, los
célebres geólogos mexicanos José Aguilera y Ezequiel Ordoñez
fijan ese límite en los 4,350 msnm (Neyra 2012: 34). Debido al
calentamiento global actual ya no se puede hablar de nieves
eternas en estas montañas ya que sólo durante cortas temporadas
las principales cumbres se cubren de nieve.
Hidrología
En la Sierra Nevada se localiza el parteaguas que divide las aguas
tributarias del Golfo de México de las aguas tributarias del Océano
Pacífico, originando dos importantes cuencas hidrológicas: la de
México y la del alto Balsas. En ese punto se forman numerosos
arroyos que se convierten en innumerables durante la época de
lluvias.
12
del Balsas que desemboca en el Océano Pacífico (CUPREDER
2001).
Glaciares
La ingente belleza con las que nos cautivan el Popocatépetl y la
Iztaccíhuatl se debe, en gran parte, a sus blancas cumbres. La gran
altura de esas montañas determina que por lo regular la
precipitación sea en forma de nieve, en verano por arriba de los 4,
500 msnm y en invierno desde los 4,200 msnm; es decir, que a
13
ciertas alturas, la precipitación normal en todos los meses del año
es la nieve (Delgado 2008). Debido a que la temperatura de esos
lugares es bastante baja, hasta el punto de que en cuanto se pone
el sol y durante las primeras horas de la mañana queda por debajo
de cero grados centígrados, la nieve caída se conserva
indefinidamente aunque no en su totalidad. Nevada tras nevada, la
nieve va acumulándose en las altas laderas y va sufriendo
transformaciones físicas que la llevan al estado de congesta (nieve
granular), primero, hasta transformarse en hielo compacto. Como
las laderas tienen una gran inclinación, esta masa comienza a
desplazarse pendiente abajo por su propio peso y así se forma un
glaciar, que se compara con un río de hielo. A partir de los 4,500
msnm se percibe la presencia de glaciares. Al llegar a las partes
bajas de la montaña, donde la temperatura es superior, el hielo se
funde y pasa al estado líquido.
14
la reactivación eruptiva del Popocatépetl en 1994, es
particularmente dramática la pérdida de glaciares; mientras que en
la Iztaccíhuatl se calcula que probablemente desaparecerán en muy
pocos años (Neyra 2012: 35).
Biodiversidad
La ubicación geográfica y el intrincado relieve de estas montañas
favorecen su alta diversidad ecosistémica, y su gran riqueza
biológica que se distribuye claramente en gradientes altitudinales; la
mayor biodiversidad se encuentra entre los 2,400 y 3,500 msnm y
se va perdiendo con la altura (CONANP 2013: 39). Aunado a lo
anterior, la confluencia en la propia serranía, de las regiones
biogeográficas neártica y neotropical, le proporciona mezclas únicas
de flora, fauna y hongos. También destaca la Sierra Nevada como
centro de origen y diversificación natural, sobre todo para
vertebrados (Arriaga 2000).
15
El paisaje serrano es típico de los bosques templados de México
donde predominan las coníferas. En las partes bajas, entre los 2,
400 a los 3,300 msnm se encuentran bosques mixtos de pinos
(ayacahuite y montezumae) y encinos; entre los 3,300 y 3,500, que
es donde se localiza el techo nuboso, se encuentran los húmedos
bosques de oyamel (Abies religiosa). En las partes más elevadas,
hacia los 3,600 msnm se establece el pino de las alturas (Pinus
hartwegii) especie que se caracteriza por marcar el límite altitudinal
arbóreo en México (4,200 msnm), además de ser el pino que crece
a mayor altura en el mundo (CONANP 2013: 41), esta especie de
pino de las alturas tiene una extraordinaria capacidad de adaptación
a condiciones muy inhóspitas, lo que lo hace candidato para
forestar Marte. Además es una especie muy longeva, en la
Iztaccíhuatl se han encontrado pinos de 300 años de antigüedad,
que no son los más viejos, pues en el Cofre de Perote se han
encontrado individuos de 420 años de edad (Neyra 2012: 68).
16
sudamericanas emiten vocalizaciones). Además de ser uno de los
lepóridos de menor tamaño, representa a uno de los 12 géneros de
mamíferos endémicos del país y solamente presenta una sola
especie, es decir, es el único representante de su género, a lo que
se le llama especie monotípica (Neyra 2012: 76). La degradación de
su hábitat ha puesto a esta especie en peligro de extinción, por lo
que fue declarado como símbolo de la conservación de la cuenca
de México y emblema del Parque Nacional Iztaccíhuatl
Popocatépetl.
Suelos
México es un país de compleja orografía, casi el 44% del territorio
nacional son montañas; en ellas los ecosistemas son muy frágiles,
tanto por sus características biológicas como porque sus suelos son
delgados y se encuentran en declive; lo que hace que, al eliminarse
la vegetación, los suelos queden desprotegidos ante la fuerza de la
17
lluvia ocasionando profundas cárcavas con efectos irreversibles en
el ambiente. Sin la protección de la capa vegetal que retenga el flujo
de agua, se provocan inundaciones y se transforman los
microclimas.
Los suelos forestales absorben cuatro veces más agua de lluvia que
los suelos cubiertos por pastos, y 18 veces más que el suelo
desnudo (CONAFOR 2014).
18
ecosistemas que son vitales para el suministro de servicios
ecosistémicos a la macro región más poblada de México. Alrededor
de ella se localizan ricos valles agrícolas, zonas industriales y
ciudades cada vez más populosas: al oriente crecen las ciudades
de Puebla, Cholula, Atlixco, Izúcar de Matamoros y San Martín
Texmelucan; hacia el sur Cuautla, Yautepec y Cuernavaca; y hacia
el poniente continúa expandiéndose vertiginosamente y a costa de
los antiguos lagos, la zona metropolitana del Valle de México, una
de las regiones más pobladas del orbe.
19
El hombre transforma su entorno
Primeros pobladores
Los primeros vestigios humanos en lo que hoy es nuestro país, se
remontan a 25 mil años atrás (+-) y se encuentran en Tlapacoyan,
en los linderos de la Sierra Nevada y el extinto lago de Chalco. La
abundancia y diversidad de recursos naturales tanto en los bosques
templados que cubren las montañas, como en los antiguos lagos
que conformaban la cuenca de México, proporcionó durante
milenios el sustento a pequeños grupos, al parecer de carácter
familiar, que dependían de la recolección de plantas, la cacería de
animales y la pesca lacustre (García-Bárcena 2007). Hay que
considerar que en esa época, la Pequeña Edad de Hielo propiciaba
el crecimiento de flora y fauna muy diferentes a las que conocemos
ahora; los valles ofrecían una gran diversidad de especies mayores
como mastodontes, antílopes y caballos que hacia el final del
pleistoceno esos primeros habitantes vieron extinguirse (Glockner
1996: 15).
20
recolectores y las primeras sociedades agrícolas sedentarias,
también conocidas como sociedades neolíticas o aldeanas (Noyola
2011). La fauna que habitaba el lago y los tupidos bosques de
pinos, fresnos y encinos está reproducida en pequeñas piezas de
barro cocido en las que aparecen jabalíes, sapos, murciélagos,
gallinas de agua, patos y garzas; las puntas de proyectil remiten a la
cacería, mientras que las coas y los objetos de molienda hechos
con piedra volcánica hablan de una incipiente agricultura. En esta
zona se hallaron los granos de teocintle, el pariente silvestre del
maíz, que según la arqueóloga Cristina Niederberg son hasta ahora
los más antiguos de América (Glockner 1996: 16).
La cuenca de México es, por lo tanto, uno de los primeros sitios que
escogieron nuestros ancestros para echar raíces y formó parte de
una de las pocas civilizaciones originales que ha creado la
humanidad a lo largo de la historia: la civilización mesoamericana
(Bonfil 1990).
21
mecanismo para dispersar las semillas de manera natural (Bonfil
1990).
1
Municipios del Estado de México, Amecameca
<www.estadodemexico.com.mx/portal/amecameca/index.php?id=3>
22
Amaquemecan se convirtió en un centro religioso-político regional
destacado y con una densa población.
Así como los lazos étnicos anudaron la cohesión social del grupo, el
altépetl fue el piso que le dio territorialidad, definió sus fronteras y lo
dotó de la identidad con el lugar de origen (Florescano 2009).
Altépetl quiere decir agua-cerro, viene de los vocablos nahuas atl
(agua) y tepetl (cerro o montaña), se le representa como un cerro
con agua en su interior; los españoles lo llamaron pueblo o señorío;
también se le identifica como Ciudad-Estado, que implica una
23
comparación con la polis de la antigua Grecia (Carrasco 2002), o
comunidad-reino (García Martínez 2002).
24
que implicó la observación sistemática y constante del entorno
natural y sus ciclos anuales, así como la necesaria transmisión de
ese conocimiento acumulado a las nuevas generaciones. La
invención de la agricultura se atribuye primordialmente a las
mujeres, que es de suponer se quedaban más tiempo en un lugar
fijo por razones de parto o crianza de los niños.
25
El poblado neolítico se encontraba todavía muy adherido al
ecosistema inmediato, aunque éste hubiese sido modificado en
forma parcial por la actividad agraria. La nueva ciudad era un
espacio cada vez más desligado de la actividad inmediata del
campo, aunque sólo subsistía por ella. Las relaciones entre espacio
rural y urbano se tornaron más complejas, pues la ciudad sólo
subsistía gracias a la acumulación de excedentes del trabajo
agrícola. En la ciudad se va a concentrar, transformar y
comercializar la producción agrícola, pero no son dos espacios
aislados, sino dos subsistemas (Maya 1995: 27). En Mesoamérica,
alrededor del año 2500 aC el patrón de asentamientos semi
sedentarios transformados en aldeas permanentes cuya
subsistencia se basaba en la producción agrícola, ya estaba bien
establecido (McClung 2013).
26
La invención de la agricultura es un hito civilizatorio, un momento
revolucionario en la prehistoria de la humanidad, y vinculado
estrechamente a ella, se encuentra la construcción del calendario,
considerado también entre las características que definen a una
civilización (Matos 2013).
27
infraestructura para el riego o las terrazas, o que dieran lugar a la
ganadería; fue una “agricultura sin animales”, que descansó en la
movilización colectiva de la energía humana (McClung 2013). La
organización del territorio se fue dando en torno al trabajo agrícola,
que se convirtió en la principal actividad económica.
28
Sus orígenes se remontan al período Preclásico y perduró de
manera importante a lo largo de por lo menos mil 500 años hasta
casi desaparecer a mediados del siglo XX. Su permanencia a lo
largo de todo este tiempo demuestra su valor estratégico como un
sistema sostenible de producción (Toledo y Barrera-Bassols 2009).
29
espacio vertical con la siembra de árboles para proteger las
plantaciones; y del espacio horizontal, con la rotación de cultivos
intercalados para producción de flores y plantas útiles; así como el
manejo del tiempo para saber el momento adecuado para hacer
cada labor. Estas delicadas y sofisticadas faenas rendían sus frutos,
pues se ha estimado que una chinampa prehispánica podía producir
entre tres y cuatro toneladas de maíz por hectárea (Toledo y
Barrera-Bassols 2009). En la chinampa surgió una vigorosa y
productiva variedad de maíz de ciclo largo denominada “chalqueño-
chinampero”.
30
La intervención humana sobre el entorno natural con el fin de
producir sus alimentos, construyó, al paso de los años, un paisaje
cultural representado por las milpas sembradas tanto en los valles
como en la zonas lacustres.
El paisaje deificado
Estas culturas prehispánicas, que tuvieron como base material la
agricultura, desarrollaron por ello un culto al agua que tiene que ver
con lo que ésta les otorga: la fertilidad de la tierra que produce el
alimento de los hombres. La agricultura fue posible gracias a la
acuciosa observación de los ciclos naturales, particularmente el
ciclo del agua.
31
La fiesta de la diosa que esta ciega gente celebraba en
nombre de Iztac Cíhuatl, que quiere decir Mujer Blanca, era la
Sierra Nevada, a la cual además de tenerla por diosa y
adorarla por tal, con su poca capacidad y mucha rudeza y
ceguedad y brutal ignorancia, teníanle en las ciudades sus
templos y ermitas, muy adornadas y reverenciadas, donde
tenían la estatua de esta diosa. Y no solamente en los
templos, pero en una cueva que en la mesma Sierra había.
Estaba muy adornada y reverenciada, con no menos
reverencia que en la ciudad, donde acudían con ofrendas y
sacrificios muy de ordinario, teniendo junto a sí, en aquella
cueva, mucha cantidad de idolillos, que era los que
representaban los nombres de los cerros que la Sierra tenía a
la redonda, como contamos del ídolo llamado Tláloc, a la cual
fiesta basta remitiros, a causa de que la mesma solemnidad, a
la letra, que se hacía al cerro que ahí dijimos, la mesma
puntualmente se hacía acá en la Sierra Nevada.
Salvo, diré que en la ciudad de México tenían a esta diosa de
palo, vestida de azul, y en la cabeza, una tiara de papel
blanco, pintado de negro. Tenía atrás una medalla de plata,
de la cual salían unas plumas blancas y negras; de esta
medalla salían muchas tiras de papel, pintadas de negro, que
le caían a las espaldas. Esta estatua tenía un rostro de moza,
con una cabellera de hombre, cercenada por la frente y por
junto a los hombros… Estaba puesta encima de un altar,
como los demás, dentro en una pieza pequeña, aderezada de
mantas galanas y otros ricos aderezos. A la cual servían las
dignidades del templo, con las ceremonias acostumbradas de
día y de noche, con tanto cuidado y orden, como a los más
principales dioses (Durán 1995).
32
y Chalchiuhtlicuye, que era la diosa de los ríos y fuentes que de
este volcán salían” (Durán 1995). Si bien todas las montañas eran
veneradas, el Popocatépetl era reverenciado como “el más principal
cerro de todos los cerros” (Durán 1995).
2
Iztaccíhuatl, en Ipan tepeme ihuan oztome, <http://www.montero.org.mx/iztaccihuatl.htm>
33
Por su parte, el Popocatépetl es la montaña más representada en
los códices; se le encuentra en el Vindobonense (prehispánico) y en
los códices Florentino, Vaticano A-Ríos, Huamantla, Telleriano
Remensis, en la Matrícula de Tributos, en los Mapas de
Cuauhtinchan 1 y 2, y en el Lienzo de Tlaxcala, entre los más
relevantes de la Colonia. El origen de su nombre lo registra
Chimalpahin en el año 9-caña, que corresponde al año 1347 de la
nueva cuenta, fecha en la que el volcán hizo una fuerte erupción,
“por primera (vez) se vio humear el monte que hoy llaman
Popocatépetl y que anteriormente solo era conocido por
Xalliquéhuac” (Chimalpahin 1965).
34
sus faldas tan ásperas de quebradas y cerros y tierra
asperísima, están los cerros y quebradas pobladísimos de
gente, y lo estuvieron siempre, por las ricas aguas que de este
volcán salen y la fertilidad grande que de maíz alrededor de él
se coge, y frutas de Castilla, que, mientras más llegadas a él,
más tempranas y sabrosas se dan, no olvidando el hermoso y
abundante trigo que en sus altos y laderas se coge. Por lo
cual los indios le tenían más devoción y le hacían más honra,
haciéndole muy ordinarios y continuos sacrificios y ofrendas,
sin la fiesta particular que cada año le hacían, la cual fiesta se
llamaba Tepeilhuitl, que quiere decir “fiesta de cerros”.
Conviene a saber, que llegado el día solemne de la
veneración de este cerro, toda la multitud de la gente que en
la tierra había, se ocupaba en moler semillas de bledos y
maíz, y de aquella masa hacer un cerro, que representaba al
volcán. Al cual ponían sus ojos y su boca y le ponían en un
lugar prominente de toda la casa.
También sacrificaban algunos niños este día y algunos
esclavos y ofrecían en los templos y en presencia de la masa
en que fingían la imagen de este cerro y de los demás,
muchas mazorcas de maíz fresco y comida y copal, y
entraban a las cumbres de los cerros a encender lumbres y a
incensar y quemar aquel copal y a hacer algunas ceremonias
que ordinariamente hacían (Durán 1995).
35
repletos de riquezas, el ciclo agrícola, los muertos y los ancestros
(Broda 2003).
36
(Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco) en el santuario del monte Tláloc.
De esta manera, en la estación más seca del año, el Huey Tlatoani
en persona encabezaba los ritos que daban inicio al año agrícola
implorando la llegada de las lluvias desde lo más alto de la montaña
sagrada (Broda 2007). Esta era la única ceremonia a los dioses de
la lluvia en la que participaban los nobles (Montero 2007).
37
donadora del principio femenino de vida y también patrona de los
partos. La dualidad masculino-femenino en las deidades del agua
fue totalmente nítida en el mundo prehispánico, pero la prevalencia
de la visión masculina del mundo, hizo que Chalchihuitlicue pasara
a un segundo plano en relación a Tláloc.
38
En el México prehispánico ya existía el concepto de conservación
de la naturaleza. Algunos tlatoanis, mostraron especial interés en la
protección de la flora y la fauna de las tierras bajo sus dominios,
construyendo jardines y reforestando bosques, construyendo obras
de irrigación y dictando leyes a favor de su conservación y
resguardo.
39
Dos civilizaciones se enlazan
40
Copil que tú fuiste a arrojar allá donde el agua hace giros y
más giros! ¡Pero allí donde vino a caer, y habéis visto entre
los peñascos, en aquella cueva entre cañas y juncias, del
corazón de Copil ha brotado un nopal salvaje! ¡Y ahí
estaremos y ahí reinaremos: allí esperaremos y ahí daremos
encuentro a toda clase de gentes! Nuestros pechos, nuestra
cabeza, nuestras flechas, nuestros escudos, ahí les haremos
ver: a todos los que nos rodean allí los conquistaremos! Aquí
estará perdurable nuestra ciudad de Tenochtitlan (Tezozomoc
citado en Garibay 1974).
41
Cuando llegaron los mexicas, la región ya estaba densamente
poblada por diversos grupos que basaban su sustento en la
agricultura.
42
estos tres poderes prevalecía la mutua hostilidad, el faccionalismo y
sus cambiantes alianzas (Florescano 2009).
43
De todos los pueblos ribereños aprendieron el manejo del agua del
que pronto fueron grandes maestros. Más tarde los mexicas, como
muchas otras culturas de la antigüedad, establecieron un control
sobre agua través de grandes obras hidráulicas realizables
únicamente por el Estado. El manejo del agua mediante canales
formaba parte de un complejo hidráulico de diques y acueductos.
Los diques se construían para separar el agua salada de la dulce
que provenía del sistema interconectado de lagos. Algunos diques
alcanzaban a medir 15 km de largo, requiriendo una prolongada
inversión de fuerza de trabajo (Toledo y Barrera-Bassols 2009:
163). Este dominio estatal del agua como medio de producción fue
estudiado por Marx para las sociedades precapitalistas y lo llamó
“modo de producción asiático”; más tarde Wittfogel las llamó
sociedades hidráulicas (Carrasco 2002: 194).
El imperio mexica
En la medida que las aldeas se fueron desarrollando y
constituyendo en Ciudades-Estado, la competencia por la
supremacía del territorio iba en aumento. Esta competencia entre
Estados con poder semejante, fue uno de los rasgos característicos
del centro de México desde fines del siglo XIII y uno de los estímulos
para que se construyera una visión imperial (Florescano 2009). Con
el tiempo y gracias a sus destrezas guerreras, los últimos en llegar
a la región, los mexicas, logran establecer esa supremacía.
Después de derrotar a los poderosos tepanecas de Azcapotzalco en
1428, logran construir una organización política expansionista que
44
descansaba en la fuerza militar, en la conquista territorial y en una
ideología mesiánica (Toledo y Barrera-Bassols 2009: 161).
45
Los pueblos sojuzgados a estas Ciudades-Estado debían pagar
tributo y aportaban guerreros, aunque se les permitía continuar con
sus usos y costumbres. Esta forma de dominio permitió el rápido
crecimiento del poder económico, político y militar de la Triple
Alianza, sin los fuertes gastos administrativos que implica el
gobierno de cualquier territorio.
46
La confederación chalca, que estaba constituida por unidades
separadas pero iguales, sin un nivel jerárquico formal, cambió tras
el sometimiento mexica que impuso una jerarquía política y un
sistema administrativo centralizado. Cambiando así de la
autonomía, a la dependencia (López 1999).
47
(1466-1520), Huey Tlatoani de los mexicas: los presagios que
habían anunciado la llegada de calamidades; y el regreso del mítico
Quetzalcóatl, que había partido hacia el oriente tiempo atrás.
48
llegada de gentes extrañas “de carnes muy blancas… barba larga y
el cabello hasta las orejas” que bajaban de “torres o cerros
pequeños que venían flotando encima del mar” (León Portilla 1976:
12), el gran tlatoani reacciona de inmediato enviando ricos
presentes para recibirlos. Corría el año 13-conejo de la antigua
cuenta.
49
Sol, Tonatiuh (numen protector del Quinto Sol), y con el tlatoani
(Boone citada por Florescano 1996).
50
mexicas, y como tal, pertenecía a un imperio en plena expansión,
pero que no se consolidaba aún en la estructura vertical y control
territorial; por lo tanto Zempoala conservaba su autonomía y su
tlatoani encabezaba la estructura social y política, es decir, era
soberano. Esta condición de “soberanía” dentro de la subordinación
al imperio, fue lo que les permitió decidir su alianza con los recién
llegados. Acertado o no desde el punto de vista de sus
consecuencias, dice Bernardo García, este acto era, según se viera,
una insubordinación o un ejercicio de soberanía (García Martínez
2002). Treinta pueblos totonacas se habían reunido en Zempoala,
para sellar esta alianza y marchar juntos a la conquista de
Tenochtitlan. Acordaron aportar mil trescientos guerreros y un gran
número de tamemes para transportar la artillería de los europeos
(López de Gómara 2006). Estos hombres se sumaron a los poco
más de 600 soldados castellanos que habían desembarcado con
Hernán Cortés.
La alianza española-tlaxcalteca
Tlaxcala era una confederación de señoríos que rivalizaba con las
Ciudades-Estado de la Tripla Alianza. No pagaban tributo al imperio
pero eran objeto de las llamadas guerras floridas, una especie de
torneo para el ejercicio militar y la captura de prisioneros. Tiempo
después, Moctezuma explicó a los españoles que no conquistaba
Tlaxcala porque quería un enemigo cercano para ejercitar
fácilmente a sus guerreros y disponer de prisioneros que le llegaran
como tortillas recién hechas en el comal (Carrasco 2002).
51
Bajo esta circunstancia de larga animadversión entre ambas
confederaciones, Cortés llegó al territorio de Tlaxcala al mando del
ejército totonaca-español, que era numéricamente muy inferior a la
densa población tlaxcalteca que vivía asentada en cientos de
pequeñas localidades. En esos territorios vivían también
poblaciones pequeñas de pinomes y otomíes.
52
Como muestra de paz los tlaxcaltecas regalaron mujeres a los
españoles, entre las que se encontraba una hija de Xicohténcatl el
Viejo, quién se casó con Pedro de Alvarado y fue bautizada como
María Luisa Tecuelhuatzin. En el lienzo de Tlaxcala aparecen
Cortés y Xicohténcatl sellando esta crucial alianza.
El sometimiento de Cholula
En la vertiente oriental de la Sierra Nevada, dentro del Valle de
Puebla, se encontraba uno de los asentamientos humanos más
antiguos de Mesoamérica y larga historia: Cholula. Esta ciudad era
tributaria y aliada de los mexicas con una población de treinta mil
habitantes, que tenía un arraigado culto a Quetzalcóatl (Muñoz
Camargo 1979). Ya como aliados de los españoles, los tlaxcaltecas
intrigan contra los cholultecas, “es un gran perverso nuestro
enemigo, el de Cholula. Tan valiente como el mexicano, es amigo
del mexicano”, al mismo tiempo que tratan de reclutarlos a la
alianza:
fueles enviado decir por los de Tlaxcala que se vinieran y de
parte de Cortés, que se viniesen y diesen de paz, y no
tuviesen temor que los hombres blancos y barbudos les
hiciesen daño porque era muy principal gente y muy noble,
que querían su amistad, y así les rogaban como amigos los
recibiesen de paz, pues haciéndolo así serían bien tratados de
ellos y que no les harían ningún mal tratamiento, porque de
otra manera si los enojaban era gente muy feroz, atrevida y
valiente que tenían armas aventajadas y muy fuertes de hierro
blanco (López de Gómara 2006).
53
La respuesta de los cholultecas no se dejó esperar y muestra la
animadversión que había entre ambos pueblos:
dejad llegar a estos advenedizos extranjeros, veamos qué
poder es el suyo porque nuestro dios Quetzalcohuatl está aquí
con nosotros… dejadlos lleguen a los alquilados que bien les
han pagado la vida a los miserables. Mirad a los ruines
tlaxcaltecas, cobardes, merecedores de castigo: como se ven
vencidos de los mexicanos, andan a buscar gentes
advenedizas para su defensa. ¿Cómo os habéis trocado en
tan breve tiempo, y os habéis sometido a gente tan bárbara y
advenediza, extranjera y en el mundo no conocida? Decidnos
de dónde los habéis traído alquilados para vuestra venganza.
¡Oh miserables de vosotros que habéis perdido la fama
inmortal que teníais de vuestros varones ascendientes de la
muy clara sangre de los antiguos teochichimecas, pobladores
de estas tierras inhabitables! (López de Gómara 2006).
54
españolas y la furia incontrolable de sus aliados tlaxcaltecas y
totonacas.
Mandó matar a algunos de aquellos capitanes, y los demás
los dejó atados. Hizo disparar la escopeta, que era la señal, y
arremetieron con gran ímpetu y enojo todos los españoles y
sus amigos a los del pueblo. Hicieron conforme al apuro en
que estaban, y en dos horas mataron más de seis mil. Mandó
Cortés que no matasen niños ni mujeres. Pelearon cinco
horas, porque, como los del pueblo estaban armados y las
calles con barreras, tuvieron defensa. Quemaron todas las
casas y torres que hacían resistencia. Echaron fuera toda la
vecindad; quedaron teñidos en sangre. No pisaban más que
cuerpos muertos. Se saqueó la ciudad. Los nuestros tomaron
el despojo de oro, plata y pluma, y los indios amigos mucha
ropa y sal, que era lo que más deseaban, y destruyeron
cuanto les fue posible, hasta que Cortés mandó que cesasen
(López de Gómara 2006).
55
Tenochtitlan. El contingente español, tlaxcalteca y totonaca
permaneció en Cholula durante catorce días. Los cholultecas ya
sometidos y en la derrota, terminaron aliándose a las fuerzas de
Cortés. Después de haber sembrado el terror, como era su
propósito, cuando inicia la marcha hacia Tenochtitlan, no encontró
resistencia.
El camino a Tenochtitlan
Después de la cruenta matanza de Cholula y con un fortalecido
ejército de aliados indígenas, en 1519 Hernán Cortés atravesó la
Sierra Nevada por un valle que se encuentra en medio de los dos
volcanes, y desde ahí vio por primera vez el lago de Texcoco y la
isla donde se asentaba la gran ciudad de Tenochtitlan. De ahí que
este sitio llamado anteriormente Tlamacaxco “Paso de Arriba”, hoy
se conoce justamente como Paso de Cortés. Según algunas
fuentes históricas, también en este lugar Quetzalcóatl y varios de
sus acompañantes quedaron atrapados por una tormenta de nieve
en su camino hacia la costa oriental (Tucker 2007).
56
estaban deleitándose. Como si fueran monos levantaban el
oro, como que se sentaban en ademán de gusto, como que se
les renovaba y se les iluminaba el corazón.
Como que cierto es que eso anhelan con gran sed. Se les
ensancha el cuerpo por eso tienen hambre furiosa de eso.
Como unos puercos hambrientos ansían el oro.
Y las banderas de oro las arrebatan ansiosos, las agitan a un
lado y a otro, las ven de una parte y de otra. Están como
quien habla lengua salvaje; todo lo que dicen, en lengua
salvaje es (Sahagún 1999).
57
sea, y lo que quiera que sea… ya tendremos qué verlo con
asombro… (León Portilla 1976: 57)
58
Se decía que fray Martín poseía una gran habilidad para hacer
llover invocando la cruz cristiana, tal como lo hacían los “brujos
llovedizos” de aquel entonces y lo siguen haciendo actualmente los
graniceros en las diferentes cuevas de la sierra. De ahí que a su
muerte, acaecida en el año de 1534, en Amecameca se construyó
la leyenda de que a partir de sus milagros él logró sintetizar
aspectos definitorios tanto de la cosmovisión católica como de la
indígena, en particular la que definía las características de esta
región con el culto a los volcanes en tanto proveedores de agua
(Loera 2011). Posteriormente el cuerpo de fray Martín de Valencia
desapareció de su reposo en Tlalmanalco, en donde tenía un culto
bastante extendido (Manrique 2002: 441).
59
El paisaje se hace mestizo
Uno de los periodos de nuestra historia que ha sido
tachado, borroneado y enmendado con más furia,
es el de la Nueva España.
60
aunque hay que señalar que los centros de origen y diversidad de la
agricultura descritos por Vavilov en 1927, comprenden más
territorios que los expuestos líneas arriba (Boege 2008: 22).
España y el Renacimiento
El año de 1492 significó un parte aguas en la historia de España y
marca el inicio del Renacimiento español. Tres hechos de gran
relevancia marcaron ese año:
61
búsqueda de una nueva ruta hacia el este para conseguir
especias, ya que las tradicionales rutas por el Mediterráneo se
estaban cerrando por el avance de los turcos.
Europa se encontraba en plena expansión económica y
demográfica, y España y Portugal eran las principales
potencias que se disputaban las rutas comerciales. Colón
buscó respaldo para su empresa en ambos reinos, pero al ser
España la que finalmente lo ayuda, queda claro que será
capitalizado por este país. El 28 de noviembre Colón precisa
en su diario: “Podría haber en estos parajes un lugar de
comercio para toda la cristiandad, y principalmente para
España, a la que todo debe quedar sometido… (pero) sólo los
buenos católicos cristianos deben poner aquí sus pies, porque
el objetivo esencial de la empresa ha sido siempre acrecentar
la gloria de la religión cristiana” (Attali 1992: 182). Así pues,
comercio y conversión fueron la guía de esta gran empresa.
Pocos años después, el papa español Rodrigo Borgia, publica
la bula Inter coetera donde atribuye a los reyes católicos la
propiedad de todas las tierras situadas más allá de cien
leguas al oeste de las Azores, hasta el otro extremo de la
Tierra (Attali 1992). Con este respaldo de la Iglesia, España
se lanza a la apropiación de los nuevos territorios.
62
expansión del castellano que se impone como lengua
internacional en Europa y más tarde en gran parte de
América.
63
Tlatelolco y considerado el primer etnógrafo, por los métodos
empleados con los indígenas del centro de México. En esta
Universidad surgió un grupo de estudiosos conocido como
la Escuela de Salamanca, cuyos integrantes, las mentes más
brillantes de su tiempo, renovaron la teología, sentaron las bases
del derecho de gentes moderno, del derecho internacional y de la
ciencia económica moderna. Las Cruzadas habían puesto a los
europeos en contacto con el conocimiento clásico preservado por
los árabes, y los arabistas de la Escuela de Salamanca fueron sus
traductores.
64
1493 que dispusieran de los bienes de la Iglesia para financiar la
conversión de los indios (Attali 1992).
3
El Renacimiento: <https://es.wikipedia.org/wiki/Renacimiento_espa%C3%B1ol>
65
La catástrofe demográfica
Más que las guerras de conquista, a las que los indígenas estaban
acostumbrados, el efecto más terrible, inmediato y duradero de la
llegada de los españoles fue el vertiginoso descenso de la
población indígena debido a la introducción de enfermedades,
particularmente influenza, viruela y sarampión, hasta entonces
desconocidas en estas tierras.
Esta catástrofe demográfica fue más grave aún que la peste negra
que había acabado con la mitad de la población europea en el siglo
XIV, y en muchos aspectos, esa catástrofe europea y la americana
del siglo XVI fueron resultado de un mismo proceso ecológico global
que se ha bautizado como la “unificación microbiana” del mundo
(Florescano y Martínez 1992: 45).
66
El imperio español se sobrepone al antiguo imperio mexica
Si bien el imperio mexica había dominado sobre la gran mayoría de
los señoríos de Mesoamérica que le pagaban tributo y le aportaban
guerreros, también era cierto que había respetado los usos y
costumbres de cada uno de ellos; los pueblos sometidos mantenían
su identidad y la facultad para seguir un desarrollo propio. La gran
diferencia con la conquista española fue el cambio de parámetros
civilizatorios; los españoles impusieron una nueva la manera de
pensar, de hablar, de comer, de producir y de organizarse, que
descalificaba a las formas indígenas, a las que consideraba
inferiores, salvajes, de infieles, de gente ciega o de idólatras.
67
servicios militares y cuerpos para el sacrificio (García 2002). El
pago de esas obligaciones era responsabilidad de los antiguos
gobernantes, los tlahtoque, llamados en lo sucesivo caciques. La
supervivencia de los señoríos era fundamental para que este
sistema funcionara, pues los españoles no tenían forma de llegar
casa por casa. Se trataba de un sistema de dominio indirecto, cuyo
punto crítico consistía en la efectividad de la intermediación que
debieron hacer los caciques (García 2002).
Mención aparte merece el fértil valle del Atoyac, regado por varios
ríos y sin población indígena, donde los españoles fundaron la
ciudad de los Ángeles y la villa de Carrión, hoy Puebla y Atlixco,
respectivamente. Ahí dedicaron tierras a la producción agrícola y
68
propiciaron importantes movimientos de población española y
americana. La idea era crear una villa habitada solo por españoles
dedicados a labrar la tierra sin el recurso de los indios de
encomienda. La forma como esta vez se repartió la tierra mostró el
deseo de crear una sociedad de medianos y pequeños propietarios,
aunque el experimento fracasó y pronto los avecindados en Puebla
eran encomenderos (Florescano y Martínez 1992).
69
de indios” para marcar las diferencias sociales y culturales que la
nueva sociedad iba generando.
70
Si bien la encomienda no modificó el patrón de asentamiento
prehispánico y conservó la organización territorial de las
jurisdicciones medias y menores, la asignación de los indios a
encomenderos particulares significó la destrucción del antiguo
centralismo que organizaba el uso colectivo de la fuerza de trabajo
y del tributo dentro de un sistema más amplio que satisfacía
necesidades colectivas y políticas globales. En lo político éste fue
quizá, dice Florescano, uno de los efectos destructivos más
importantes de la conquista, pues de hecho desaparecieron las
unidades políticas, económicas, sociales, religiosas y militares
indígenas más amplias, las cuales fueron sustituidas por unidades
políticas locales, controladas por los encomenderos y por las
órdenes mendicantes (Florescano y Martínez 1992).
La ruta de la evangelización
Desde el primer momento en que se tuvo idea de la Nueva España,
se diseñó una diócesis para ella, llamada Carolense en honor del
emperador Carlos V, pero pasaron años antes de que se hiciera
efectiva. Religiosos mendicantes fueron designados para ocupar la
primera sede episcopal de la Colonia instalada en Tlaxcala en 1525
(García 2002).
71
El 13 de agosto de 1523 llegaron a México tres frailes franciscanos
de origen flamenco, conocidos con los nombres castellanizados de
Juan de Ahora, Juan de Tecto y Pedro de Gante. En 1524 hicieron
su entrada “los 12 apóstoles”, la primera misión de franciscanos
encabezada por fray Martín de Valencia, quienes fueron humilde y
ceremoniosamente recibidos por Cortés y sus hombres,
acompañados por Cuauhtémoc, último tlatoani mexica, y
numerosos caciques indígenas (Florescano y Martínez 1992).
72
obstáculos que significaba establecer un contacto íntimo con la
población indígena.
73
En esta tarea sobresalieron los franciscanos fray Toribio de
Benavente –que había sido escogido por fray Martín de Valencia
como uno de sus apóstoles– con su gran obra Historia de los Indios
de la Nueva España; y fray Bernardino de Sahagún, con su
monumental Historia general de las cosas de la Nueva España.
74
España y sobre la religión azteca; la segunda se refiere a la
conversión cristiana y el modo en que los nativos celebraban las
fiestas de la iglesia; y la tercera describe la idiosincrasia de los
indígenas así como la geografía, la flora, la fauna y las principales
ciudades de la Nueva España. 5 Por sus obras descriptivas de la
cultura local y la defensa de sus derechos se le considera uno de
los primeros hombres en reconocer los derechos humanos.
5
Toribio de Benavente: <https://es.wikipedia.org/wiki/Toribio_de_Benavente>
6
Bernardino de Sahagún:
<https://es.wikipedia.org/wiki/Bernardino_de_Sahag%C3%BAn> en Wikipedia última
consulta 13 de junio de 2016.
75
Sahagún pasó por los conventos de Xochimilco, Huejotzingo y
Cholula; fue misionero en las regiones de Puebla, Tula y
Tepeapulco (1539-1558); definidor provincial y visitador de la
Custodia de Michoacán (1558). Pero desde 1547 se consagró casi
totalmente a la construcción de su obra histórico-antropológica.
Obra que habría de traerle no pocos problemas: en 1577 (o 1578)
sus trabajos fueron confiscados por orden real, probablemente por
temor a que el valor que Bernardino asignaba al estudio de la
cultura de los antiguos mexicanos y a que sus métodos misionales
que, en cierta medida respetaban las costumbres ancestrales,
pudieran ser un obstáculo para la evangelización.
76
jeroglíficos a otros indígenas, instruidos por él en el Colegio de
Santa Cruz, para que hicieran la traducción al náhuatl. Este proceso
se repetía varias veces antes de someter todo el material producido
a una última revisión por parte de un tercer grupo (Curcio 1980:
1786). Gracias a este método, largo y riguroso, la información
obtenida es muy fiable y le valió a Sahagún ser considerado como
el primer etnógrafo.
77
hermosos monasterios construidos en las laderas del Popocatépetl,
al sur de la Sierra Nevada, entre los actuales estados de Puebla y
Morelos. Los monasterios de Atlatlahucan, Cuernavaca, Tetela del
Volcán, Yautepec, Ocuituco, Tepoztlán, Tlayacapan, Totolapan,
Yecapixtla, Hueyapan y Zacualpan de Amilpas en el estado de
Morelos; y de Calpan, Huetotzingo y Tochimilco en el de Puebla,
fueron incorporados, en 1994 a la lista de Patrimonio Mundial
Cultural de la UNESCO; distinción que se les otorgó por haber sido el
modelo arquitectónico conventual que se implantó en toda la parte
hispana del continente americano, así como por constituir un
ejemplo único de arquitectura y urbanismo al incorporar la
utilización de espacios abiertos.7
La deforestación
La construcción de la capital de la Nueva España sobre las ruinas
de Tenochtitlan, ocasionó una intensa deforestación en las
montañas cercanas, entre ellas las de la Sierra Nevada, por las
crecientes necesidades de madera para la nueva ciudad y para
combustible doméstico (Castañeda 2006: 6).
7
UNESCO, Patrimonio Mundial
<http://www.unesco.org/new/es/mexico/work-areas/culture/world-heritage/>
78
Ya en 1607, Enrico Martínez aseveraba que las inundaciones de la
Ciudad de México estaban directamente relacionadas con el
desmonte y el cultivo de las tierras en las colinas que la rodeaban,
los suelos eran arrastrados desde las partes altas de la cuenca por
malas prácticas agrícolas (Castañeda 2006).
79
totalmente ignoradas por los españoles que vivían fuera de ellas
(Castañeda 2006).
Durante casi los casi tres siglos que duró el Virreinato, la economía
tuvo como sustento básico para su desarrollo la explotación de los
bosques principalmente de las zonas templadas del centro del país,
de ahí salieron los insumos para soportar las actividades
económicas y las formas de vida de indígenas, españoles y criollos
(Castañeda 206: 7). Se estima que al tiempo de la conquista, tres
cuartas partes de la Nueva España estaban cubiertas de bosque. A
fines del período colonial, Humboldt estimaba que sólo la mitad de
la Nueva España estaba forestada. En un período de menos de
trescientos años, México había perdido un tercio de sus bosques
(Simonian 1999: 63).
80
ganados propiciaron cambios culturales, no solo por el consumo de
carne, que pronto se popularizó, sino porque esos animales nunca
antes vistos, se asociaban a símbolos y valores que irrumpían
agresivamente en el mundo mesoamericano (García 2002).
81
gobierno central era el que daba estas autorizaciones ya que debía
quedar claro quién daba a quién y con qué derechos.
Para mediados del siglo XVI las mercedes dejaban una huella visible
en el paisaje de la Nueva España donde algunas zonas se
caracterizaban por una importante ocupación ganadera y agrícola.
De entre ella se destacaban la cuenca del río Atoyac en las
inmediaciones de Tlaxcala (ganadera) y el salado poblano (trigo y
ganado).
82
en el paisaje rural mesoamericano); autorizando matar al ganado
perjudicial; ordenando el desplazamiento de hatos o rebaños a otras
tierras. En 1567 se dictaron ordenanzas que precisaban las
medidas agrarias en uso y delimitaban zonas de protección
alrededor de los asentamientos de los pueblos, de modo que, por
ejemplo, no hubiese estancias ganaderas dentro de un radio de
aproximadamente un kilómetro a partir del centro de ellos.
Conflictos y correctivos giraban en torno a asuntos de uso del suelo
y explotación de recursos, sin ser exactamente litigios por la
propiedad (García 2002).
83
México y Puebla y en esas ciudades tuvo sus principales mercados.
Hacia 1530, Hernán Cortés, otros encomenderos y funcionarios ya
cosechaban en toda la región de los volcanes el trigo y
desarrollaban la cría de ovejas y mulas. Los españoles también
trajeron consigo numerosos frutales como la pera, el durazno, la
ciruela o la nuez, que pronto echaron raíces en las fértiles tierras
volcaneras.
84
Durante la Colonia las tierras se repartieron en haciendas que
llegaron a alcanzar gran poderío y magnificencia: como la hacienda
del Molino de las Flores; la de Chapingo, en Texcoco; la de San
Francisco Acuautla; la de Ayotla, en Ixtapaluca; la de San Antonio
Chiautla, construida en el siglo XVI; y la de San Miguel Contla, en
San Salvador El Verde.
85
Asbaje y Ramírez de Santillana, después conocida como sor Juana
Inés de la Cruz, y en la hacienda de Panoaya, entonces parte de la
república de indios de Amecameca, donde vivió hasta los 13 o 16
años, aprendió a leer el castellano y a hablar la lengua náhuatl.
86
perdurable a su memoria fue la creación de la Sociedad Científica
Antonio Alzate en 1884, que en 1935 pasó a ser la actual Academia
Nacional de Ciencias de México.
87
La explotación de los recursos naturales
¡Qué hermosas montañas las de México!
Aquellos conos de nieve perpetua es lo más hermoso del mundo;
esas cabezas de nieve majestuosa
que se elevan en medio de la brillante vegetación de los trópicos.
8
Humboldt en Wikipedia <https://es.wikipedia.org/wiki/Alexander_von_Humboldt>
88
Los servicios de Humboldt, aportados ingenuamente, fueron
cruciales para avivar el deseo norteamericano por apoderarse de
los territorios mexicanos del norte, como al poco tiempo ocurrió.9
9
Ibid.
89
Para ese entonces, la cosmovisión indígena que concebía al
hombre como parte integrante del mundo natural había perdido
fuerza hasta casi desparecer; en su lugar se impuso la visión judeo
cristiana traída por los europeos, que ubica al hombre en la cúspide
de la creación divina y por encima de la naturaleza. Más aún, la
naturaleza debe ser “dominada” en beneficio del hombre. Con esta
visión, y concebido el país como el cuerno de la abundancia,
pletórico de recursos naturales y buenas tierras, se podía explotar
sin reparo alguno.
90
XVI era el mayor centro productor de la Nueva España al rendir
cosechas de 100 mil fanegas anuales; y para 1630 ya disponía de
90 áreas de cultivo intensivo que daban 150 mil fanegas. Le seguía
en importancia productiva el valle de San Pedro, poblado con
agricultores de Atlixco, que tenía rendimientos de 70 a 80 mil
fanegas (Lira y Muro 2002: 321).
91
En la vertiente oriental de la Sierra, los valles de Puebla-Tlaxcala,
aunque continuaron como productores importantes de maíz, frijol y
otros productos, redujeron sus sembradíos de trigo. Las haciendas
poblanas del valle de Atlixco vinculadas al mercado de la ciudad de
México fueron desplazadas, hacia el fin de la Colonia, por la
producción triguera del Bajío y el valle de Toluca, que por su calidad
y bajos costos de transporte llegaron a invadir los mismos mercados
poblanos. No obstante, en 1810 había en Puebla 478 haciendas y
911 ranchos (Florescano y Menegus 202: 416).
El “beneficio de la nieve”
La Corona española había decretado que toda la tierra de la Nueva
España le pertenecía y por lo tanto podía disponer de lo que en ella
hubiera. El hombre novohispano se alejó de la visión indígena de la
naturaleza. Ésta ya no se concebía como el espacio sagrado que
proveía los bienes esenciales para la vida del ser humano, sino
como la fuente inagotable de recursos naturales a partir de los
92
cuales se podía hacer dinero, mucho dinero y mientras más mejor.
Con esta visión, la pródiga naturaleza del Nuevo Mundo fue
explotada y sobreexplotada en beneficio de la opulenta Corona
española, la cual tuvo en la Nueva España a su más rica colonia.
93
En nuestro país, el primer asiento de las nieves del que se tiene
noticia se remonta a 1594 en la Ciudad de México (González 1991:
45). En un principio los ayuntamientos eran los encargados de su
administración pero como el hielo estaba en lugares inaccesibles
para los funcionarios reales y municipales, éstos tuvieron que
conceder su explotación a particulares. De esta manera, los
asientos de la nieve comenzaron a rematarse al mejor postor a
cambio del pago de una renta anual por la concesión; el remate de
ésta se pregonaba públicamente en las calles de las ciudades de
México y Puebla, las más pobladas y cercanas a las montañas con
hielo. Aunque se sabe que hubo remate del asiento de las nieves
desde 1596, todo parece indicar que fue hasta 1620 cuando se hizo
el primer remate exitoso en la capital de la Nueva España. Fue
otorgado a Leonardo Leaños, un criollo avecindado en México
(González 1991: 46).
94
En el inicio de la cadena del estanco de la nieve se encontraban los
indígenas que vivían en la cercanía de las montañas. Eran los
únicos capaces de subir diariamente a alturas por arriba de los
cuatro mil metros para extraer la nieve o más arriba si se trataba del
hielo, el cual cortaban del frente del glaciar con una torreta.
Podemos imaginar cuan dura era esta extracción ya que se
realizaba siempre en condiciones climáticas extremas; además de
que la jornada tenía que empezar mucho antes de la salida del sol
para preservar el producto. Todo ello implicaba tener un amplio
conocimiento del terreno y una gran resistencia física; era un trabajo
pesado, riesgoso y altamente especializado, pero muy mal pagado.
95
hicieran respetar los derechos monopólicos de los asentistas
(González 1991: 48).
96
desestancaba definitivamente la explotación de las heladeras de
todo el territorio nacional (González 1991: 67).
97
resultados que a mediados del siglo XVI había alcanzado enorme
difusión. El primer centro productivo importante fue la próspera
región de Puebla, donde hacia 1550 una sola finca podía tener 40
mil matas plantadas (Lira y Muro 2002: 325).
Paralelamente al éxito de la reproducción de la morera y de la
nueva industria que se generó en torno a ella, se elaboró su
legislación; innumerables cédulas, pragmáticas e instrucciones
fueron dictadas desde la metrópoli para normar su explotación (Lira
y Muro 2002: 325).
98
libres, blancos, indios y hombres de color, están confundidos como
galeotes; unos y otros están desnudos, cubiertos de andrajos,
flacos y desfigurados” (Florescano y Menegus 2002: 314).
99
En esta pérdida de posición de Puebla como principal centro
manufacturero del país y el largo estancamiento que la afectó, tuvo
que ver la aparición del Consulado de Veracruz y el fomento de la
producción de algodón en esa región, que obligó a Puebla a
reorientar su producción tradicional de tejidos de lana por tejidos de
algodón. El deterioro de la economía poblana en la segunda mitad
del siglo provocó una migración de los campesinos, castas y gente
pobre del campo; no obstante, a fines del mismo siglo la mitad de la
población trabajadora estaba empleada en la industria textil (Villoro
2002: 493).
100
propuesta de vida y relaciones sociales altamente jerarquizadas y
discriminatorias en términos clasistas y étnicos (Novelo 2005).
Como consecuencia, desde los inicios del siglo XIX los obrajeros y
comerciantes de Puebla y otras ciudades ya identificaban la
decadencia de sus talleres con la introducción de telas inglesas y
norteamericanas, productos de la Revolución Industrial (Florescano
y Menegus 2002: 413).
101
concepción, el capital se convirtió, en palabras de Arnaldo Córdoba,
en una bestia depredadora tanto de la naturaleza como de los
hombres (Córdoba 1995: 53).
102
Chiconquiahuitl, Zavaleta, Miraflores, El Moral y Santa Cruz, y una
ranchería en San Rafael (SEMARNAT 2005).
103
Cuernavaca. Hacia 1888, las únicas actividades de transformación
de productos agrícolas que se realizaban a una escala más amplia
eran la elaboración de aguardiente de caña –que llegaba de
Morelos– y la producción de harina de trigo para pan que se
realizaba en la hacienda de Zavaleta y en el rancho de Socorro;
ambos sitios utilizaban la corriente del río de Tlalmanalco para
generar la energía que requería la maquinaria de molienda.
104
(de ahí lo de Anexas), así como propiedades comunales, montes,
bosques y agua (Silva 2015). A ello se sumó la adquisición de
buena parte de las acciones del ferrocarril Tlalmanalco, principal
medio de transporte regional. Gracias a ello, pronto la fábrica pudo
generar su propia fuerza eléctrica, producir su propia materia prima
(celulosa) y operar su propio ferrocarril que transportaba la madera
de sus bosques hacia la planta industrial.
105
Desde que se concibió el proyecto empresarial se fijó el objetivo de
lograr grandes y mejores producciones de papel para abastecer al
creciente mercado nacional. Con el aliciente de la modernización
técnica se compró maquinaria suiza y se instauraron procesos
productivos innovadores que dejaban atrás la elaboración manual y
local, elaborando en principio unas 12 toneladas de papel diario
(Silva s/f).
El cauce del río Tlalmanalco está formado por varios afluentes que
tienen su nacimiento en las vertientes occidentales de la
Iztaccíhuatl, en cuyas laderas se encuentran prominentes
acantilados. Los arroyos Tolnecoxco, Cabeza del Negro y Piedra
Lisa, fueron conducidos a través de canales de mampostería que,
con la fuerza de algunas caídas de agua, dieron pie a la
construcción de cajas de agua y plantas de generación de energía
eléctrica. Este sistema hidroeléctrico, montado desde 1890
aproximadamente, abasteció a la compañía papelera de electricidad
que se usó principalmente para el movimiento de la maquinaria
(Silva 2015). A las tres cajas de agua iniciales que formaban las
caídas La Fábrica, La Cuesta y Dos Aguas, posteriormente se
106
sumaron otras tres: Zavaleta, Cabeza del Negro y Nexcoalanco. La
red de distribución sumó en cierto momento 16 mil 208 metros de
canales de mampostería con cinco tanques de almacenamiento que
poseían una capacidad de 98 mil 175 m3 de agua (Silva 2015).
Todas las obras realizadas por la fábrica habían sido estipuladas en
los contratos pactados con ejecutivo del Estado que recibía $125
pesos mensuales por gastos de inspección (Silva 2015).
107
naturales, sino sobre todo significó el cambio del uso del suelo, los
montes y el agua y, por consecuencia, originó un cambio profundo
en las relaciones entre recursos naturales y unidades de
producción: comunidades, haciendas y fábrica (Silva 2015).
108
económica (Castañeda 2006). Después de 1830 los naturalistas
que catalogaron y describieron la riqueza natural de México fueron
extranjeros; muchos científicos alemanes, estadounidenses,
ingleses y franceses colectaron ejemplares de plantas medicinales,
así como de fauna y flora en general para sus propias
investigaciones. Esos ejemplares iban a parar a museos,
academias e instituciones fundadas con el fin de fomentar el
conocimiento científico y apoyar el creciente desarrollo industrial de
sus respectivos países (Challenger 1998).
109
primeras leyes de protección a la fauna silvestre para limitar la
cacería de algunas especies y normar las temporadas cinegéticas.
Sin embargo, estas leyes no se hicieron extensivas a la extracción
de resina de los pinos (principalmente montezumae, pseudostrobus
y teocote) utilizada para el alumbrado público de la capital del país,
que acabó con buena parte de los bosques del Valle de México
(Challenger 1998: 8). Esta práctica, conocida popularmente como
“ocoteo” desgraciadamente persiste en buena parte de las
comunidades de la Sierra Nevada, donde es común ver en los
mercados la venta de ocote para prender los fogones.
110
acelerado desmonte que requería la naciente industria (Challenger
1998: 9).
111
La conservación del patrimonio natural
112
Miguel Ángel de Quevedo pilar de la conservación en México
Miguel Ángel de Quevedo y Zubieta (1862-1945), nació en el
estado de Jalisco y estudió ingeniería civil en Francia, lo que le
permitió conocer las principales ciudades de Europa y ver cómo se
desarrollaban esas naciones, que ante sus ojos eran el modelo de
civilización que él quería para México. Ahí cultivó importantes
amistades con colegas franceses y españoles, quienes le brindaron
la oportunidad de observar diversas obras de ingeniería que
le sirvieron de referencia para proponer la modernización del país
durante el Porfiriato. Como ingeniero participó en la construcción del
canal del desagüe, la ampliación de la red ferroviaria, la
construcción de puertos y diversas obras hidráulicas e industriales
donde llegó a convencerse de la importancia de los bosques que él
mismo había afectado en buena medida con la construcción de
dichas obras (Castañeda 2006: 10).
113
adquirir, mediante expropiaciones si era necesario, terrenos
privados biológicamente críticos y terrenos que pudiesen ser
reforestados para convertirlos en parques nacionales. Las
recomendaciones tuvieron eco y a fines de 1909 el presidente Díaz
ordenaba la suspensión de la venta de terrenos nacionales mientras
que la Secretaría de Obras Públicas anunciaba que no daría
concesiones para explotación de bosques en terrenos que se
determinara deberían ser conservados para el bien público. El
gobierno también se adjudicó el poder de expropiar terrenos,
cuando fuese necesario, para la reforestación de tierras sin árboles
y para mantener manantiales y corrientes de agua que
aprovisionaran a las ciudades (Simonian 1999: 100).
114
reglamentar el uso de los elementos naturales susceptibles de
apropiación, de modo de distribuir equitativamente la riqueza
pública y salvaguardar su conservación.
En los años veinte también se abre del Jardín Botánico del Bosque
de Chapultepec (1923) que empieza a mostrar la biodiversidad
mexicana; y se crea el Instituto de Biología de la Universidad
Nacional Autónoma de México, el cual establece las bases
científicas, teóricas, metodológicas y prácticas de la conservación
de los recursos naturales del país (Castañeda 2006: 10).
115
En 1926 se promulga una Ley Forestal como medida para proteger
los bosques y selvas del país de la voracidad destructora de las
compañías forestales extranjeras. En ella se reconocía a los
bosques y selvas como propiedad de las comunidades dueñas de
las tierras; sin embargo, esta ley permitía la explotación forestal
únicamente a aquellas empresas con suficiente capital, pericia y
experiencia comercial, lo que paradójicamente, sólo tenían las
compañías extranjeras (Castañeda 2006: 11).
116
de las ciudades, en 1933 se declaró zona protectora forestal a los
terrenos situados en las vertientes y planicies que forman parte de
la cuenca de México. Este fue el primer antecedente de protección
de las montañas de la Sierra Nevada y supedita la integridad de los
bosques con la provisión de agua (SEMARNAT-CONANP 2013: 3).
Don Miguel Ángel luchó sin descanso, desde muy diversos frentes y
en condiciones lo mismo adversas que propicias por la
conservación de los bosques de nuestro país. Se le nombró el
apóstol del árbol, pero más que eso fue un gran visionario que
impulsó políticas públicas, fundó instituciones y promovió leyes. Los
argumentos que sostuvo para proteger a los bosques siguen
estando vigentes hasta nuestros días. Ellos son:
i) Los bosques son un bien público.
ii) Los bosques deben conservarse por su valor biológico (regulan
el clima, son hábitat de fauna silvestre, protegen contra la
erosión, enfermedades y fenómenos meteorológicos, además
de limpiar el aire). Hoy a esos valores los llamamos servicios
ecosistémicos.
iii) Deben respetarse los bosques nativos frente al crecimiento de
la agricultura y la ganadería.
117
iv) Los bosques son fundamentales para el mantenimiento del
ciclo hidrológico. Si hay bosques seguirá habiendo agua para el
consumo humano, la agricultura y la industria.
v) Las cuencas deben manejarse de manera integral. Si se
conservan los bosques de la cuenca alta, se evitará la erosión,
los azolves y las inundaciones de la cuenca baja.
vi) Visión planetaria. Los bosques benefician a toda la humanidad,
conservando el equilibrio climático y la biología en general de
todo el planeta. Ante el cambio climático, hoy este principio
cobra mayor relevancia.
vii) Los bosques tienen también valores estéticos y recreativos que
enriquecen la vida de los seres humanos.
viii) El bosque debe ser aprovechado asegurando su permanencia
a largo plazo. Hoy conocemos a este principio como
sustentabilidad.
ix) La educación de la población es parte indispensable para la
conservación de los bosques.
118
Al iniciarse los años treinta todo parecía indicar que el latifundismo
sobreviviría. Sin embargo, Cárdenas alteró radicalmente la
estructura de la propiedad rural con la expropiación de casi
dieciocho millones de hectáreas, en su mayoría tierra ya en cultivo.
Durante su régimen, el 37% del presupuesto federal estuvo
destinado a gastos de carácter económico y la mayor parte se
dedicó a irrigación. Entre 1934 y 1940 el Estado llevó el riego a una
superficie de 118 mil hectáreas (Meyer 2002: 861).
119
primer término, un patrimonio, que había que explotar del mejor
modo posible y para beneficio común, por lo que sólo el Estado
podía hacerse cargo de esta tarea (Córdoba 1995: 64).
120
La selección de los territorios susceptibles de ser parques
nacionales se hizo a partir de tres criterios principales: tener
importancia ambiental para las ciudades próximas, poseer un gran
atractivo paisajístico, y contar con potencial recreativo. Con ello la
conservación del patrimonio natural de México deja de ser un hecho
aislado y se convierte por primera vez en nuestra historia, en
política pública.
Es el caso del Parque Nacional Izta-Popo, que tiene cerca del 30%
de su superficie actual asentada en terrenos propiedad de ejidos y
comunidades que no han sido indemnizados. Estas tierras
corresponden a los bienes comunales de: Amecameca, San Pedro
Ecatzingo, Ozumba de Alzate y Coatepec en el Estado de México;
San Pedro Coaco o Benito Juárez, Santiago Xalitzintla, San Andrés
Huayacatitla, San Juan Cuauhtémoc, en el estado de Puebla. Así
como a los ejidos de Tlalmanalco, Río Frío, Santiago Cuautenco,
Coatepec, San Martín Cuautlalpan, Zoquiapan, Santa Catarina del
Monte, San Gerónimo Amanalco, San Miguel Tlaixpan, San Pablo
Izayoc y Santa Catarina en el Estado de México; y San Antonio
Tlaltenco, Santa María Atexcac, San Felipe Teotlalcingo, San
Baltazar Atlimeyaya, Ignacio López Rayón, Ignacio Manuel
Altamirano, San Juan Cuauhtémoc, San Martinito, San Pedro
Matamoros, Santa Cruz Otlatla, Santa Rita Tlahuapan, en el estado
de Puebla (SEMARNAT-CONANP 2013: 50).
121
No obstante que el gobierno de Cárdenas tuvo las limitaciones
económicas para indemnizar a los propietarios de la tierra y
garantizar una buena administración de las áreas protegidas recién
decretadas, sentó las bases legales que le permitieron al Estado
dirigir la política de conservación, protección y manejo de los
recursos naturales en todo el país. Particularmente, los bosques del
altiplano que constituían el territorio más cercano, accesible y
ecológicamente más vulnerable y valioso del centro de México
(Castañeda 2006: 13).
122
El decreto de creación del Parque Nacional es breve y conciso. En
su primer considerando a la letra dice
que las montañas culminantes del territorio nacional, que
forman la división de sus principales valles ocupados por
ciudades populosas y que, a la vez, constituyen la división de
las cuencas hidrográficas y por su propia extensión
contribuyen de manera considerable a la alimentación de las
aguas de los ríos, manantiales y lagunas de los mismos
valles, sosteniendo su régimen hidráulico si están cubiertas de
bosques, como deben estarlo para evitar la erosión de sus
terrenos en declive y para mantener el equilibrio climático de
las comarcas vecinas (Decreto 1935).
Por lo cual
se hace de todo punto necesario que esas montañas
culminantes sean protegidas de manera eficaz en sus
bosques, pastos y yerbales que formen una cubierta
suficientemente protectora del suelo y de las demás
condiciones climáticas y biológicas; conservación forestal que
no puede obtenerse de una manera eficaz si prevalecen los
intereses privados vinculados en la propiedad comunal o ejidal
o de particulares que tienden a la excesiva explotación de los
mismos elementos forestales; siendo por todo ello
indispensable que dichas montañas culminantes se
constituyan con el carácter de Reservas Forestales de la
Nación (Decreto 1935).
123
restaurando sus bosques en perfecto estado y sus praderas
de bello contraste para la garantía del buen clima regular de
las ciudades vecinas, como son la capital de la República y
demás poblaciones del Distrito Federal, así como la capital del
estado de Puebla y otras de sus ciudades de importancia,
como Atlixco, Izúcar de Matamoros, Texmelucan, y, asimismo,
en el Estado de Morelos, las ciudades de Cuernavaca,
Cuautla y Yautepec; para todas las cuales, así como para sus
ricos valles y cursos de agua importantes para la agricultura y
la industria es necesario asegurar la conservación forestal de
las dos montañas mencionadas (Decreto 1935).
124
extranjeros que lo visitaban, el primer albergue se hizo insuficiente,
por lo que en 1975 se construyó, cercano al anterior, el albergue
Vicente Guerrero, mejor conocido como Tlamacas. Este albergue se
hizo sin escatimar recursos económicos y con materiales hechos
como para durar toda la vida. En su momento estuvo considerado
entre los mejores albergues alpinos del mundo (SEMARNAT-CONANP
2013: 116).
125
El decreto del Parque Nacional no definió la superficie que lo
comprendía; cálculos posteriores establecieron que tuvo una
extensión aproximada de 89 mil hectáreas (Vargas 1997), definidas
a partir de la cota de los tres mil metros sobre el nivel del mar, que
es la altura donde se establecen los bosques de coníferas.
EI límite inferior de este Parque Nacional será trazado por el
Departamento Forestal y de Caza y Pesca siguiendo una
curva de nivel de tres mil metros de altitud sobre el nivel del
mar, salvando únicamente las porciones de terrenos agrícolas
y poblados que se encuentren dentro de la misma curva
estableciendo la línea límite del Parque Nacional a una
distancia de cien metros, por lo menos, de los
correspondientes poblados y cultivos (Decreto 1935).
126
Poco tiempo después de decretado el Parque, al estar haciendo los
deslindes del área protegida, un nuevo decreto del presidente
Cárdenas (1937) confirma que los terrenos forestales de la
hacienda de Zoquiapan habían quedado comprendidos dentro del
Parque Nacional.
Considerando que en los estudios efectuados en la
delimitación de la superficie que corresponde al Parque
Nacional Iztaccíhuatl Popocatépetl, se ha comprobado que los
terrenos forestales correspondientes a las haciendas de
Zoquiapan y Anexas (Zoquiapan, Ixtlahuacán y Río Frío),
ubicadas en los estados de México y Puebla han quedado
comprendidos dentro de los límites que corresponden a dicho
Parque Nacional y procede, por lo tanto, que en cumplimiento
de lo dispuesto por la fracción V del Artículo 13 de la Ley de
Secretarías y Departamento de Estado de 30 de diciembre de
1935, queden dichos terrenos bajo la administración directa
del departamento Forestal y de Caza y Pesca (Decreto 1937).
127
decreto, podrán ser otorgadas fuera de los límites del propio
Parque Nacional (Decreto 1937).
128
inmensos recursos de que éramos dueños pudiesen ser explotados.
Para los revolucionarios el verdadero parásito depredador de la
naturaleza era el capitalista en contra de cuyo poder se había hecho
la Revolución, junto con los extranjeros a quienes el antiguo
régimen les había permitido adueñarse de grandes recursos y
además explotar a los trabajadores (Córdoba 1995: 60).
129
litigio por recuperar el pago que les corresponde por derecho. Es
una histórica deuda social que arrastra el gobierno mexicano.
130
selva ininterrumpida cubriendo los flancos de nuestros
gigantes nevados? No quedan de aquellos soberbios bosques
más que pequeños manchones aquí y allá dispersos… El
llamado Parque Nacional del Iztaccíhuatl, que comprende
toda la montaña arriba de los tres mil metros de altura, bien
pronto quedará convertido en un páramo sediento.
131
que se acelerara el ritmo de desarrollo económico tanto en el sector
agrícola como en el industrial. En esa época nos atacó una
enfermedad moderna, que primero llamamos industrialización y
poco después desarrollismo, dice Arnaldo Córdoba. Los valores
revolucionarios sobre la construcción en México de una sociedad
igualitaria y con justicia social comenzaron a naufragar y con ellos
en primer lugar, la idea de que nuestros recursos naturales eran el
único medio con que contábamos para realizar esa sociedad
(Córdoba 1995: 67).
132
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial se genera una gran
demanda de materias primas que detona una política de extracción
intensiva de recursos naturales para satisfacer el mercado mundial.
Lo que en términos de la conservación significó un retroceso
significativo ya que se subordinaron las precarias e incipientes
políticas de conservación a las productivas (CONABIO 2006).
133
corresponde al Estado mexicano su salvaguarda; en ella se define
que la nación tiene el derecho de imponer a la propiedad privada las
modalidades que dicte el interés público, así como el de
regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto
de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública,
cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del
país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la
población rural y urbana...
134
se emite a Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente (LGEEPA) que en su Artículo 1º establece que:
La presente Ley es reglamentaria de las disposiciones de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que se
refieren a la preservación y restauración del equilibrio
ecológico, así como a la protección al ambiente, en el territorio
nacional y las zonas sobre las que la nación ejerce su
soberanía y jurisdicción. Sus disposiciones son de orden
público e interés social y tienen por objeto propiciar el
desarrollo sustentable y establecer las bases para:
I.- Garantizar el derecho de toda persona a vivir en un medio
ambiente sano para su desarrollo, salud y bienestar;
III.- La preservación, la restauración y el mejoramiento del
ambiente;
IV.- La preservación y protección de la biodiversidad, así
como el establecimiento y administración de las áreas
naturales protegidas;
V.- El aprovechamiento sustentable, la preservación y, en su
caso, la restauración del suelo, el agua y los demás recursos
naturales, de manera que sean compatibles la obtención de
beneficios económicos y las actividades de la sociedad con la
preservación de los ecosistemas
VII.- Garantizar la participación corresponsable de las
personas, en forma individual o colectiva, en la preservación y
restauración del equilibrio ecológico y la protección al
ambiente.
135
II.- El establecimiento, protección y preservación de las áreas
naturales protegidas y de las zonas de restauración ecológica;
III.- La formulación y ejecución de acciones de protección y
preservación de la biodiversidad del territorio nacional y las
zonas sobre las que la nación ejerce su soberanía y
jurisdicción, así como el aprovechamiento de material
genético;
V.- La formulación y ejecución de acciones de mitigación y
adaptación al cambio climático.
136
los países subdesarrollados alcancen el nivel de consumo de las
sociedades del primer mundo, ya que ello implica una amenaza
para la Tierra y sus recursos naturales (Hernández 2004: 46).
137
En abril de 1987 la Comisión para el Medio Ambiente y el Desarrollo
de las Naciones Unidas publicó su primer informe al que llamó
Nuestro futuro común, también conocido como informe Brundtland,
por el nombre de su coordinadora, la primera ministra de Noruega,
Gro Harlem Brundtland. En su primer párrafo este informe plantea
que la incapacidad humana de encuadrar sus actividades en el
conjunto de los ecosistemas que constituyen nuestro mundo, está
modificando, de manera fundamental, el sistema planetario. Muchas
de esas modificaciones van acompañadas de riesgos que
amenazan la vida, por lo que esta nueva realidad, que es imposible
eludir, debe ser reconocida y dominada (Montes de Oca 2014: 26).
138
económicos y los sociales desde una perspectiva solidaria inter
generacional e intra generacionalmente.
139
con la biodiversidad, los recursos naturales y los ecosistemas. Esta
última contenía un conjunto de instrumentos de política ambiental
entre las que se encuentran: protección de áreas naturales,
regulación directa de la vida silvestre, ordenamiento ecológico del
territorio, evaluación del impacto ambiental, normas oficiales
mexicanas, instrumentos económicos, criterios ecológicos,
información ambiental, educación e investigación y convenios,
acuerdos y participación (Montes de Oca 2014: 98).
Los años noventa fue una década muy activa de las organizaciones
de la sociedad civil quienes cuestionaban las “áreas protegidas de
papel” y reclaman mayores presupuestos y mejores instrumentos
para la protección del patrimonio natural del país. Desde la
SEMARNAP se da un nuevo enfoque institucional al manejo de las
áreas naturales protegidas al hacer eco de estos reclamos e
impulsar los Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable
donde participan académicos, la sociedad civil organizada,
empresarios, autoridades locales y representantes comunales.
Estos consejos dan como resultado que, de manera emblemática
para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, el cinco de
junio del año 2000 se creara la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (CONANP) como órgano desconcentrado de la
140
entonces SEMARNAP. Las atribuciones de la nueva institución se
centraron en la nueva política ambiental que integraba, en forma
conjunta, las interrelaciones existentes entre agua, aire, suelo,
recursos forestales y componentes de la biodiversidad, con los
aspectos sociales y económicos. La CONANP se planteó como su
principal objetivo: “Conservar el patrimonio natural de México y los
procesos ecológicos a través de las áreas naturales protegidas y los
Programas de Desarrollo Regional Sustentable en Regiones
Prioritarias para la Conservación, asegurando una adecuada
cobertura y representatividad biológica”.
141
sustentable de la biodiversidad del territorio nacional, en
particular preservar las especies que están en peligro de
extinción, las amenazadas, las endémicas, las raras y las que
se encuentran sujetas a protección especial;
III.- Asegurar la preservación y el aprovechamiento
sustentable de los ecosistemas, sus elementos, y sus
funciones;
IV. Proporcionar un campo propicio para la investigación
científica y el estudio de los ecosistemas y su equilibrio;
V.- Generar, rescatar y divulgar conocimientos, prácticas y
tecnologías, tradicionales o nuevas que permitan la
preservación y el aprovechamiento sustentable de la
biodiversidad del territorio nacional;
VI. Proteger poblados, vías de comunicación, instalaciones
industriales y aprovechamientos agrícolas, mediante zonas
forestales en montañas donde se originen torrentes; el ciclo
hidrológico en cuencas, así como las demás que tiendan a la
protección de elementos circundantes con los que se
relacione ecológicamente el área; y
VII.- Proteger los entornos naturales de zonas, monumentos y
vestigios arqueológicos, históricos y artísticos, así como zonas
turísticas, y otras áreas de importancia para la recreación, la
cultura e identidad nacionales y de los pueblos indígenas.
142
parques, y con ello se inicia un proceso de recuperación ecológica y
de diálogo con las comunidades aledañas bajo los siguientes
objetivos:
i) Frenar el deterioro ambiental; ii) revertir los procesos
causales; iii) lograr una coordinación interinstitucional en la
región para atender su problemática; iv) Promover la
participación de los usuarios del parque tomando en cuenta
los distintos intereses; v) Promover el desarrollo sustentable
de las comunidades aledañas; vi) Revalorar los saberes
locales de manejo de la biodiversidad (López 2007).
143
Monumento Natural; la de Parque Nacional es la categoría más
restrictiva ya que no se permite ningún tipo de aprovechamiento
comercial de la biodiversidad en ellos, están destinados
exclusivamente a la conservación y a las actividades turístico
recreativas.
144
La Reserva de la Biosfera Los Volcanes
La Tierra es una, pero el mundo no lo es,
todos dependemos de una biosfera que sostiene nuestras vidas.
La crisis ambiental
Hasta hace poco tiempo los seres humanos no habíamos tenido
que preocuparnos mucho por las limitaciones de nuestra casa, la
Tierra. Durante dos millones de años por lo menos (Arizpe et al.
1993) las actividades humanas sólo habían impactado a nivel local
y el planeta se veía inconmensurable. Esto ha cambiado.
145
cubrir de plásticos la Tierra. La vida moderna no se entiende sin
ellos, y son, literalmente, el motor de nuestro desarrollo.
146
el planeta ha perdido el 60% de la selva húmeda tropical, la
destrucción de los arrecifes coralinos y la contaminación de los
ecosistemas marinos es vertiginosa, y según datos de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza el 25% de los
mamíferos y el 11% de las aves están amenazados. Este acelerado
daño a los recursos vivos del planeta se conoce como “erosión
genética” (Dirzo 2016).
11
El término Antropoceno fue acuñado en el año 2000 por el ganador del premio
Nobel de química Paul Crutzen, quien considera que la influencia del comportamiento
humano sobre la Tierra en las recientes centurias ha sido significativo, y ha constituido
una nueva era geológica <https://es.wikipedia.org/wiki/Antropoceno>
147
avances en la salud humana, la esperanza de vida o la producción
agroalimentaria; pero los procesos que condujeron a esos
progresos han puesto a prueba a nuestro planeta y amenazan
seriamente la calidad de vida de las poblaciones humanas. No
podemos eludir que el ser humano, a pesar de distinguirse por esa
gran capacidad transformadora, es una especie más de las que
constituyen la biosfera, y al igual que todas las especies, sigue
dependiendo de los sistemas naturales que sostienen la vida, por lo
que al desequilibrar esos sistemas, afecta de manera grave su
futuro a largo plazo, su futuro como especie.
148
problema ambiental es el precio que el ser humano está pagando
por su desarrollo tecnológico (Maya 2013).
149
puede ampliar y corregir su conocimiento del medio ambiente. Por
el otro lado, las necesidades y aspiraciones humanas son
determinadas culturalmente y están en un cambio continuo; no son
estáticas o definitivas. Así, lo que en algún momento se veía como
símbolo de progreso, en otro momento se puede interpretar como
un freno o un franco retroceso. Por ejemplo, la generación de humo
en plena Revolución Industrial, fue en su época sinónimo de
prosperidad y desarrollo; la deforestación, que hasta hace poco
tiempo fue la máxima expresión del proceso civilizatorio, la que
simbolizaba el dominio del hombre sobre la naturaleza, hoy se
enfrenta como uno de los más sentidos y graves problemas
ambientales del mundo.
El desarrollo sostenible
Cada generación es un usuario, un guardián y un enriquecedor
potencial del patrimonio natural, genético y cultural común de la
humanidad; por lo tanto, debe dejar a las generaciones futuras por
lo menos las mismas oportunidades de las cuales gozó (Pérez de
Cuéllar 1997: 59) Este es el principio que guía a la sustentabilidad.
150
Se puede afirmar que hay una percepción global de que se vive una
crisis ambiental y unanimidad en la necesidad de la sustentabilidad.
Aunque no hay un consenso en cuanto a cómo lograr la
sustentabilidad.
151
consumo imperantes en EUA, la humanidad necesitaría disponer de
los recursos naturales de tres o cuatro Tierras (Matsuura 2008). Y
sólo tenemos una.
152
la capacidad inventiva, creativa y organizativa que tenemos todos
los seres humanos.
153
implica un cambio en el propio modelo de civilización hoy
dominante, particularmente en lo que se refiere al patrón ecocultural
de articulación sociedad-naturaleza (Guimarães 2002: 10). Uno de
los temas centrales de la antropología.
Para Arnold Toynbee “en nuestra era, por primera vez desde la
aurora de la historia, la humanidad se atreve a creer en la
posibilidad de que toda la especie humana acceda a los beneficios
de la civilización” (Pérez de Cuéllar 1997: 43), una civilización
globalizada pero al mismo tiempo que valore, respete y favorezca la
gran diversidad cultural. Porque siguiendo a Lévi-Strauss
la noción de “civilización mundial” sólo es aceptable como una
especie de concepto límite o como una manera abreviada de
designar un proceso complejo. No hay, no puede haber, una
civilización mundial en el sentido absoluto que se le da a
menudo a este término, ya que la civilización implica la
coexistencia de culturas que ofrecen entre ellas el máximo de
diversidad y que consiste incluso en esa coexistencia. La
civilización mundial no podría ser otra cosa sino la coalición, a
escala planetaria, de culturas que preservan cada una su
originalidad (Pérez de Cuéllar 1997: 38).
154
especie capaz de adaptar el medio a sus propias necesidades,
aspiraciones y curiosidades. Esto lo hace mediante la cultura.
155
domesticación de la naturaleza en su conjunto. La cultura es
naturaleza transformada y la naturaleza ha entrado en un proceso
de hominización. El problema ambiental no consiste en "conservar"
la naturaleza, sino en modificarla bien, aunque se tenga que
"conservar" para lograr una transformación adecuada. Por ello, la
solución no radica en prescindir de la técnica, sino en orientarla
(Maya 2013).
156
Si el debate público sobre el medio ambiente gira esencialmente
alrededor del impacto que las actividades humanas producen sobre
su entorno y cómo este impacto puede modificarse para hacerlo
menos perjudicial y más tolerable, es importante saber no sólo qué
tipos de actividades humanas perjudican el entorno y de qué modo
lo hacen, sino también qué actividades son inocuas o incluso
beneficiosas. Los estudios antropológicos de los papeles jugados
por las poblaciones humanas en los ecosistemas abordan
precisamente estos temas y por lo tanto pueden contribuir a
desarrollar una comprensión de lo que podría implicar un modo de
vida sostenible desde el punto de vista de los valores, creencias,
estructuras de parentesco, ideologías políticas y tradiciones rituales
de las diferentes culturas (Milton s/f: 34).
157
ambientales adversas. Si la cultura es el mecanismo a través del
cual los seres humanos interaccionan con sus entornos, entonces la
supervivencia humana puede depender en último extremo de la
diversidad cultural (Milton s/f: 40). Esta diversidad no
necesariamente es la preservación de lo que ya existe ya que la
creación de nuevos modos de comprender el mundo podría también
generar modos de vida sostenibles. Pero la conservación de la
diversidad cultural como tal podría llegar a ser tan importante para
el futuro de nuestra especie como la conservación de la
biodiversidad lo es para el futuro de la vida misma (Milton s/f: 41).
158
los modos de vida de nuestros antepasados como una
situación a la cual jamás seremos capaces de retornar; pero
podemos rescatar esa sabiduría original de un modo que nos
permita comprender mejor lo que está sucediendo hoy día,
cuando una generación casi inocente de un sentido de historia
tiene que aprender a convivir con un futuro incierto, un futuro
para el cual no ha sido educada (Guimarães 2002: 11).
159
búsqueda de un desarrollo económico y social y el
mantenimiento de valores culturales asociados?
Vistas así, estos territorios son mucho más que simples áreas
naturales protegidas. No deben verse como espacios aislados en un
mundo cada vez más amenazado por el impacto de las actividades
humanas, sino como los sitios que propicien la reconciliación entre
los seres humanos y la biosfera y permitan la revalorización del
conocimiento acumulado para responder a las necesidades de las
generaciones futuras (UNESCO 1996: 5).
12
Reservas de la biosfera. Programa El Hombre y la Biosfera
<http://www.unesco.org/new/es/santiago/natural-sciences/man-and-the-biosphere-
mab-programme-biosphere-reserves/>
160
ello un rasgo distintivo del programa MaB es su enfoque
interdisciplinario.
161
mundiales de conservación y desarrollo sostenible (UNESCO
1996: 4).
162
situación y administración de los parques nacionales, como se ha
mencionado, era muy deficiente, por lo que se trataba de buscar
algo distinto. En estas circunstancias una serie de centros de
investigación se propusieron crear reservas de la biosfera en
estrecha colaboración con los correspondientes gobiernos estatales
y, contando con el apoyo económico de proyectos de CONACYT, se
establecieron las reservas de Mapimí y La Michilía (Durango), El
Cielo (Tamaulipas), Manantlán (Jalisco), Sian Ka’an (Quintana
Roo), Montes Azules (Chiapas), y Los Tuxtlas (Veracruz) (Halffter
2011: 10).
163
biótica y una mayor equidad social, incluyendo el respeto a los usos
tradicionales de las comunidades locales. Busca promover
simultáneamente conservación y desarrollo sustentable. Se
sufragan dos propósitos fundamentales: poner en valor los
conocimientos tradicionales, y servir de referencia regional para
sobrepasar las dificultades derivadas de distintos programas e
intereses regionales.
164
Según encuestas realizadas en 2009 (Halffter 2011: 3) a pesar de
los esfuerzos y programas institucionales, persiste una limitada
aceptación de las áreas protegidas por parte de las comunidades
locales. Lo anterior se atribuye, entre otras cosas, a la imposición
unilateral del decreto y del programa de manejo, así como a la
frecuente sensación de exclusión de las comunidades locales en la
toma de decisiones. A pesar del desarrollo de mecanismos de
participación social, éstos no siempre se cumplen y la exclusión (o
la sensación de exclusión) fomenta la percepción de pérdida de
tutoría sobre su propiedad por parte de las poblaciones locales.
165
se ha logrado un avance muy importante en el pago por
servicios ambientales. No se ha cumplido (principalmente por
falta de integración con otros programas gubernamentales de
desarrollo) la recomendación de que las reservas de la
biosfera sirvan de laboratorios para la búsqueda de nuevas
alternativas que favorezcan el desarrollo sustentable a nivel
regional (Halffter 2011: 3).
166
Numerosas universidades, científicos y organizaciones de la
sociedad civil, habían sido muy críticos en cuanto al estado en que
se encontraban estos espacios, decretados en el papel como
protegidos, pero sin personal, presupuesto ni programa que
realmente los protegiera. De ahí el calificativo de áreas protegidas
de papel. En 1994 Gómez Pompa y Dirzo escriben que los
gobernantes en turno sólo habían descargado su conciencia a
través de los decretos, esperando que un milagro permita que las
áreas realmente se conserven; sin embargo a la hora de la verdad
los recursos asignados han sido mínimos (Gómez-Pompa y Dirzo
1995: 3).
167
en la vertiente poblana de la Sierra, por la migración de sus
pobladores a EUA; litigios por las indemnizaciones adeudadas; falta
de respeto a las restricciones de no uso de los recursos por parte
de las comunidades; sin personal capacitado para orientar los
trabajos de conservación, ya que si bien existía una plantilla de
personal llamados guarda parques, realmente operaban como
personal de servicio del albergue Vicente Guerrero. A todo ello hay
que sumar que dicho albergue se había tenido que cerrar a causa
de la reactivación eruptiva del Popocatépetl en el año 1994 (López
2007).
168
Al mismo tiempo, la reactivación del Popocatépetl desde 1994 y la
consecuente prohibición definitiva del acceso al albergue por parte
del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), de la
Secretaría de Gobernación, obligaba a un cambio radical en el
manejo del área protegida ya que la principal atención
(infraestructura, recursos humanos y económicos, apoyo
gubernamental, etc.) giraban en torno de él.
169
Jiménez; así como los gobernadores Arturo Montiel (Estado de
México), Melquiades Morales Flores (Puebla) y Sergio Estrada
Cajigal (Morelos), firman el Convenio de Coordinación para el
Ordenamiento Ecológico del Volcán Popocatépetl y su Zona de
Influencia (SE 2004).
170
El Ordenamiento Ecológico del Volcán Popocatépetl y su Zona de
Influencia abarca 284 mil hectáreas de 34 municipios de los estados
de México, Puebla y Morelos. Sienta las bases para el desarrollo
sostenible de esta región, a partir de la gestión ambiental entendida
como: i) El conjunto de decisiones y actividades dirigidas al logro
del desarrollo sostenible; ii) El tratamiento ordenado del ambiente y
iii) El uso racional de los recursos naturales y comunitarios
(CUPREDER 2013).
171
estatales y municipales, así como a las organizaciones sociales,
públicas o privadas y demás personas interesadas. La misma
LGEEPA define al Programa de Manejo como el instrumento de
planeación y regulación basado en el conocimiento de la
problemática del área, sus recursos naturales y su uso racional;
donde se plantea la organización, jerarquización y coordinación de
las acciones que permitirán alcanzar los objetivos de creación del
ANP. El Programa de Manejo del Parque Nacional Iztaccíhuatl
Popocatépetl se publicó a fines del año 2013 y delimitó su superficie
en una sola poligonal que abarca 39 mil 819.086 hectáreas
ubicadas en 14 municipios de los estados de México, Puebla y
Morelos (SEMARNAT-CONANP 2013: 22).
172
A diferencia de los parques nacionales, la categoría de reserva de
la biosfera no altera la tenencia de la tierra y parte de la premisa de
que la participación local es fundamental para la conservación de
los recursos naturales. No hay compromisos económicos,
adquisición de tierras, reubicación de gente, ni sanciones de ningún
tipo para los pobladores; es por el contrario, el entendimiento de
que los recursos naturales son un bien común de la humanidad y
por consiguiente de la gente que habita dentro de un área natural
protegida. Los primeros beneficiados por vivir en una reserva de la
biosfera deben ser los habitantes de la misma.
173
La Reserva de Biosfera Los Volcanes abarca una superficie de
171,774 hectáreas y comprende 22 municipios de cuatro estados.
Estado de México: 77,005 hectáreas en ocho municipios; Puebla
53,662.28 hectáreas en 10 municipios; Tlaxcala con 8,488
hectáreas en dos municipios; y Morelos 3,657 hectáreas dos
municipios (CONANP 2010).
174
Ahora bien, la designación de la UNESCO no implica en automático
el manejo del área como reserva de la biosfera ya que como se ha
dicho, las reservas de la biosfera del MaB están sujetas a la
legislación de sus respectivos países, que en el caso de México es
la LGEEPA. Para que se dé la re categorización del Parque Nacional
como reserva de la biosfera contar con el consentimiento pleno de
los habitantes y dueños de los bosques ya que como se ha
insistido, una reserva no se decreta, se construye de manera
colectiva por todos los involucrados en ella. Las visiones de largo
alcance requieren tanto políticas de Estado como de arraigo social
de las iniciativas. Este es un proceso en curso.
175
La CONANP visualiza el futuro de la Sierra Nevada como reserva de
la biosfera; la UNESCO reconoció la importancia del sitio para serlo.
Falta la aceptación plena de las comunidades; la literatura y la
experiencia señalan la importancia del empoderamiento de las
personas y la participación de éstas en la conservación medio
ambiental por lo que cualquier estrategia de conservación debe
contemplar mecanismos de educación, empoderamiento y
participación para que sea exitosa (Cañete y Silva 2008).
176
Vegetación secundaria arbustiva 740.59 706.63 -33.96 -4.59
Zona urbana 1,875.37 3,385.25 1,509.88 80.51
Erosión 165.59 308.45 142.86 86.27
TOTAL 99,319.28 99,320.28
Fuente: CUPREDER-BUAP. 2013.
177
TOTAL DEL BOSQUE 6,976.53 6,759.94 216.59 -
Agricultura anual de temporal 4,359.14 3,200.10 -1,159.03 -26.59
Agricultura permanente de temporal 7,343.71 8,501.84 1,158.13 15.77
TOTAL DE AGRICULTURA 11,702.85 11,701.94 0.91 -
Desprovisto de vegetación 196.75 156.19 -40.56 -20.62
Pastizales 1,414.50 1,509.83 176.33 12.47
Vegetación secundaria arbustiva 464.80 464.80 0 0
Zona urbana 133.07 215.07 82 61.62
Erosión 0 0.21 0.21 0
TOTAL 20,888.99 20,888.99 - -
Fuente: CUPREDER-BUAP. 2013.
178
agricultura ha incidido en la pérdida de superficie boscosa, aunque
en un porcentaje pequeño: 3.2% (CUPREDER 2013).
179
bloquear las capacidades sociales para la construcción de estilos de
producción y reproducción social sustentables, y se convierten en
panaceas (Merino y Robson 2009). La reserva de la biosfera luego
entonces, no es ni puede presentarse como una panacea, sino como
una elección que se debe construir en libertad y de manera colectiva.
180
locales extraen su conocimiento sobre el entorno experimentándolo
desde dentro de él (Milton s/f: 22).
181
siempre que muchos individuos utilizan al mismo tiempo un recurso
escaso (Martínez 2001).
182
Muchos procesos biológicos se desarrollan a escalas muy
pequeñas y resultan muy sensibles a los cambios de clima, de
elevación, y en estructura e importancia de un nicho a otro, un
excesivo énfasis sobre la necesidad de arreglos institucionales de
gran escala puede conducir a la destrucción o al desaliento de
arreglos institucionales en escalas medianas o pequeñas. Es a este
nivel, al nivel de las escalas pequeñas donde el conocimiento local
sobre las complejas y muy específicas interacciones naturales y la
preocupación sobre el capital natural, pueden aplicarse a la vida
diaria.
183
propiedad privada, la gubernamental y la común. De esta afirmación
se desprende que no se puede confiar por completo en los
gobiernos nacionales o en la propiedad privada para proteger
nuestros recursos naturales, necesitamos abrir espacio para que los
usuarios locales se gobiernen a sí mismos y pensar en formas de
relación con nuestros recursos naturales renovables que no estén
limitadas a su conservación consuntiva, sino que incluyan de
manera central su utilización racional y sustentable.
184
específico que se analiza en esta tesis, los bosques que se
sumarían al manejo como reserva de la biosfera, son también de
propiedad colectiva.
185
¿Qué hace falta cambiar y cómo hacerlo para asegurar la
contribución de la reserva de la biosfera al desarrollo sostenible de
esta región? Pensar en el bien común.
186
Conclusiones
La Sierra Nevada está lejos de ser un territorio prístino. Es, de
hecho, una de las regiones con mayor historia de uso y
aprovechamiento de sus bienes naturales. La riqueza de recursos
tanto en la sierra como en los bellos valles que la circundan, de
tierras fertilizadas por las cenizas volcánicas, atrajo a las
poblaciones humanas desde épocas muy tempranas. Estos valles
son el escenario donde hace miles de años el hombre
mesoamericano inició el largo proceso de domesticación de las
plantas inventando con ello la agricultura, una de las primeras
formas de cultura.
187
de tres estados, una veintena de ciudades pequeñas y una gran
cantidad de pueblos y comunidades, se benefician de los múltiples
servicios que otorgan estas montañas. No sólo los surten de agua
dulce, también los proveen de aire limpio, los protegen de eventos
meteorológicos extremos como tormentas y sequías, y les
proporcionan un agradable clima. De ahí que para asegurar calidad
de vida de millones de personas y la sustentabilidad ambiental de
todas esas poblaciones, sea indispensable conservar en buen
estado y en el largo plazo, los ecosistemas que conforman esta
cordillera.
188
pérdida de plantas y animales socava al mismo tiempo identidades
culturales y bienestar espiritual, otros de los beneficios que nos
otorgan los ecosistemas.
189
En la reserva de la biosfera, si bien el Estado mantiene importantes
atribuciones de regulación, la participación comunitaria se vuelve
central para el desarrollo y la instrumentación de reglas de uso, ya
que permite adecuarse a las condiciones sociales y ambientales
locales; contar con legitimidad y compromiso de las comunidades;
disponer de espacios de resolución de conflictos y de sistemas de
monitoreo in situ. La reserva parte del reconocimiento de los
derechos de propiedad social a que están sujetos los territorios y los
recursos, pero al mismo tiempo pondera el valor social y ambiental
de los mismos por el interés público que contienen. De la capacidad
para lograr acuerdos y establecer reglas claras sobre el uso de esos
recursos naturales, dependerá el buen funcionamiento de la
Reserva de la Biosfera Los Volcanes.
190
Como se ha dicho, la reserva de la biosfera no es una panacea ni
tiene una directriz universal para acceder a la sustentabilidad. No
ofrece un solo camino. Es una plataforma para conciliar la
necesidad de la sustentabilidad a la multiplicidad de perspectivas
ambientales y sociales que caracterizan a esta región; un referente
para la gestión territorial de manera articulada y adaptativa; un
ámbito de negociación entre autoridades y ciudadanos donde la
confianza y la legitimidad deben prevalecer; y un espacio para
potenciar las oportunidades que representa repensar el desarrollo
de esta región desde ella misma.
191
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