Guión Pastorela

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PASTORELA 2015

CBTIS 78

AUTOR: LESTER ERICK ORTIZ NICOLAS

Narrador: En un principio todo era tinieblas, y Dios separo la luz de la oscuridad,


creo el universo y todo cuanto existe en él, Dios creo al hombre a su imagen y
semejanza, y lo puso por encima de todo ser viviente. El hombre tenía todo para
ser feliz. Sin embargo un día fue tentado por el maligno y rompió su amistad con
Dios.
Pero no todo estaba perdido. Aún quedaba una esperanza. Dios en su infinita
misericordia promete a la humanidad un salvador.
“De la descendencia de la mujer saldrá una virgen santa y pura que dará a luz un
niño y será llamado hijo de Dios que vendrá de la mujer prometida, ella será virgen
y pura.”

PRIMER ACTO

(Casa de María)

Narrador: Transcurrieron muchos años y la humanidad esperaba con ansia la


promesa hecha por dios. En una humilde aldea de Nazaret vivía una bella joven
llamada María. Un día, encontrándose ella haciendo labores domésticas en su
hogar sucedió un hecho muy importante, veamos que paso.

(El ángel Gabriel se acerca a María, quien no se percata de su presencia debido a


que estaba escuchando música a muy alto volumen.)

Gabriel: (Grita) Oh María, por fin te encuentro, por favor no te distraigas con mis
músculos, se que son hermosos, pero no he venido a mostrarlos, no considero
eso un acto muy humilde que digamos… Mmm, ¡María!, ¡María!

(María sigue sin darse cuenta de la presencia de Gabriel; éste le apaga la música
con un chasquido debido a sus “poderes mágicos”.)

María: (Enojada y confundida) ¡Oye, pero que ra…! (Brinca del susto) Ay jijo, ¡Un
chango!
Gabriel: (Indignado) Woow woow woow ¿Qué dijiste?, si esta cara la tallaron los
mismísimos querubines del cielo.

María: Uy pues si te salió tan caro pídeles el reembolso, mucho renombre y que
mal servicio.

(Gabriel se enfada)

Gabriel: Mira, ¡Vamos al grano! He venido para decirte que fuiste la afortunada
ganadora de el mejor premio que nuestro señor dios te puede ofrecer (orgulloso)
jaja ¡No! No es una cita conmigo, aunque no lo parezca hay algo aún mejor.

María: (Queriéndose reír) A ver pues…dime ya que me he ganado.

Gabriel: Nada más y nada menos (redobles de tambor) ¡Que un aut…! Ah no eso
no (Se apena) No. Nada más y nada menos, ¡Que el privilegio de ser madre!

(Sonidos de la multitud emocionada)

María: (Con desprecio) Uy pues no se va poder, ni esposo tengo, y contigo ni lo


pienses

Gabriel: No necesitas hacer… Eso con un hombre, claro que el señor te elegirá a
un compañero para cuidar al niño, pero este ni te va a tocar.

María: (Indiferente) Vaya… ¿Y entonces cómo podré ser madre?

Gabriel: Acaso no sabes que el poder del señor es tan grande, que con ayuda del
espíritu santo quedaras embaraza, ¡Es un milagro!

María: ¿Y cómo quieres que lo sepa? Si en estos tiempos aun creemos que la
tierra es plana, tecnología como esa de ustedes son demasiado para mí.

Gabriel: Pues me están informando que ya hay un elegido para cuidar al niño, al
parecer es un amigo tuyo, se llama José.

María: ¡José! Wow está… ¡Uff! (Se emociona y hace cara de enamorada)

Gabriel: Pero recuerda que él bebe será obra del espíritu santo, el tan solo te
ayudara a cuidar al niño.

María: (Cara de decepción) mmm…


Gabriel: Bueno me voy. Tengo otros asuntos que atender, y de paso voy a
avisarle al susodicho.

María: Está bien, me lo mandas… Aquí estaré esperando al papucho. (Se muerde
los labios de la emoción.)

Gabriel: Bueno pero tampoco te emociones…Que el tipo no tiene ni la mitad de


todo esto (hace movimientos de galán)

(Sale María de escena y el ángel pasa a la casa de José)

Gabriel: (Hablando con prisa) Hola, mucho gusto, me llamo ángel Gabriel, vengo
del cielo, me mando el jefe a decirte que eres el elegido para cuidar a su hijo, tu
esposa será María, felicidades, suerte siendo el padre, fue un gusto, bye.

José: (Asombrado) Oye, oye ¡Espera! ¿Cómo que cuidare a un niño?, ¿Yo, por
qué?, ni siquiera es mío, que listo me salió tu patroncito.

Gabriel: Son órdenes del jefe, pero mira (saca unos vales de su bolsillo), para que
te animes aquí hay uno vales para unas vacas (se los da disimuladamente).

José: Ah pues viéndolo así… Con todo gusto acepto el trabajito.

(Comienza a salir de escena el ángel Gabriel)

José: (Admirando los vales) ¡Me saludas al jefe!

Narrador: La profecía se había cumplido. Muy pronto el salvador estaría entre los
hombres dando a conocer su mensaje de amor.
Pero el maligno "Satanás" no podía quedarse con los brazos cruzados sin hacer
nada. Ahora más que nunca quería evitar que los hombres se acercaran a Dios.
Veamos que pasa en el infierno.

Fin del primer acto.


SEGUNDO ACTO

(Infierno)

(Satanás se encuentra sentado cómodamente viendo la televisión)

Periodista: Y continuando con Infierno News, nos acaban de informar que en la


Tierra se está viviendo un verdadero infierno, y no solo por el terrible calor que se
vive en pleno mes de Diciembre, si no por el desabasto del que se ha convertido
en el principal medicamento del momento: EL PARACETAMOL, debido a que
jamás llego el fondo dedicado al sector salud. Se dice que el presidente Enrique
Peña Nieto se volvió adicto a dicho medicamento, razón por la cual se está
transformando en todo un diablo (Satanás comienza su línea) llevando el país a la
ruina y transformándolo en todo un caos haciendo que arda con las llamas de
mismísimo infierno.

Satanás: (Molesto) ¡Ah! ¿Con que este abusado ya se quiere robar mi puesto?
Mejor me pongo serio. Digo, conociendo como están las cosas en su pueblo son
capaces de venir a cobrarme impuestos y quitarme el lugar.

(Entra rápidamente Débora emocionada con bolsas de centro comercial)

Débora: ¡Amorcito! (Se pone enfrente del televisor) ¡Amorcito!, ¡Mira lo que te
traje de Angelo´s!, ya salió la nueva colección otoño-invierno.

Satanás: (Aparta a Débora fuera del televisor) ¡Espérate vieja! ¿Qué no ves que
estoy viendo las noticias?, además, ya te he dicho que no vayas a esa tienda…
Sabes que no me gusta ese nombre.

Débora: Ay mi cielo si te compre de estos calzoncitos que te gustan, mira tiene los
diablillos que te gustan. (Intenta hacer que se pruebe los calzones.)

(Satanás se asusta al ver los calzones.)

Satanás: (Molesto) ¡Que no me digas mi cielo con un demonio!

Periodista: ¡Flash informativo! La nueva celebridad en la tierra, el futuro hijo de la


virgen María quien al parecer será el nuevo rey que gobernara a los hombres, se
ha dado a la tarea de realizar una mudanza pues sus padres abandonaran el
pueblo de Nazaret, debido a que su loco gobernante Herodes mando a matar
todos los niños del lugar… (Continúa moviendo la boca simulando el habla).

Satanás: (Pensativo) Mmm, ¿Herodes? Me agrada. Recuérdame apartarle un


lugar al buen hombre.

Periodista: Ahora la virgen María y su nuevo esposo José se dirigen al pueblito


de Belem con esperanza de encontrar morada.

Satanás: ¡Ahora es cuando! ¡Vieja!, trae a mi escuadrón ELITE de altísima calidad


que mande a forjar.

Débora: Pero bebé, todavía no te mides tu trusita, mira se te va ver bien bonita.

Satanás: (Huyendo de Débora) Demonios mujer, ¡Esto es serio!

Débora: (Haciendo berrinche) ¡Ya nunca me haces caso!, ya ni me tocas como


antes.

Satanás: ¡Ay! Ya vas a empezar.

Débora: (Alterada) ¡De seguro ya tienes a otras!, con eso de que tienes a la lujuria
esa…

Satanás: En nombre de Lucifer, ¡Lo hare yo mismo! …(enciende el comunicador)

Debora: ¡Ah!, ¡Pero no sean tus amigotes! que con ellos si ves tus partidos.

Satanás: (Ignorando a Débora) Muchachos, ¡Necesito que vengan rápido!

Débora: (Llorando atrás) ¡Es porque estoy gorda!

Satanás: Es algo importante, no pregunten y, ¡Vengan para acá!

(Satanás apaga el comunicador y voltea hacia su mujer)

Satanás: (confundido) Y, ¿Ahora qué tienes?

Débora: (llorando desgarradoramente) ¡Es que ya no me amas!

Satanás: ¡Ya mujer! Haber, ven. (La toma de la mano ayuda que se levante)
Abrázame. (Estira los brazos)

(Se abrazan y Débora se pone feliz)


Débora: (Toma del brazo a su esposo) ¡Yei!

(Entran 5 diablos agitados, el Diablo 3 se tropieza al entrar a escena; Débora se


distrae mientras hablan)

Diablo 1: Llegamos jefe, ¿Cuál es el problema?

Diablo 2: (Impaciente) ¿Hay pelea? ¿Quieren pelea? ¿A quién hay que golpear?

(Diablo 5 y 6 comienzan a platicar ignorando totalmente a Satanás)

Satanás: Tranquilícense mis engendros del mal, lo que les voy a contar es algo
muy importante, (Diablo 3 comienza a arremedar a Satanás) mi eterno rival, el
presumidito ese que está en el cielo (Burlándose) ¡Huy sí! ¡Huy sí! soy bueno y me
llamo Dios…

Diablo 3: (Interrumpe) ¡Sí jefe ya entendimos quien! (Se arrepiente al instante)

Resto de diablos: (Asustados) Shhhhh, ya nos chupo el diablo.

Satanás: (Molesto) ¡Haber bola de idiotas!, ¡Dejen que termine de


explicarles!…Dios mandara su hijo a la Tierra, y los encargados de recibirlo son
dos humanos llamados María y José, se me ocurre que podemos hacer algo al
respecto para arruinar su planecillo.

Diablo 4: (Ansioso) ¡Sí! ¡Acabemos con ellos!

Satanás: Pero no podeos ir nosotros directamente, ¡Se nos vendrían el cielo


encima!

Todos los diablos: (en coro) Literalmente.

Satanás: Mi plan es interceptar a un grupo de pastores, y engañarlos para que


interfieran en el camino de los elegidos, de esta manera, no sabrán que fuimos
nosotros.

(Todos ríen maquiavélicamente; Diablo 5 y 6 reaccionan confundidas ante las


risas)

Diablo 5: (Aún confundido) Bueno, bueno, ¿Y quiénes pueden ser los dichosos
pastores, amo?
Satanás: (Perspicaz) Ya localice a un grupo cerca de Belem, creo que pueden ser
los adecuados.

Diablo 3: Bueno. ¡Vamos allá! (Comienza a avanzar).

Satanás: ¡Esperen! (Detiene al Diablo 3 y lo empuja con el resto de los diablos)


Antes deberían entrenar un poco, ¡Son unos buenos para nada! Se supone que
son mi equipo de diablos de Elite ¡Y están todos desnutridos!

Diablo 3: ¡Ay! Pero ni estamos tan mal.

Diablo 6: ¡Es verdad! Si estamos todos bien nutriditos.

(Todos los diablos se voltean a ver entre ellos con cara de desaprobación)

Diablo 2: Bueno pues, pero entonces… ¿Quién nos puede ayudar?

Satanás: (Sonriendo) No se preocupen, tengo a la persona indicada… ¡Paulo!

(Entra a escena un diablo estrafalario)

Paulo: (Con voz afeminada) ¿Qué pasó, mi señor?

Satanás: Paulo, que bueno que vienes, ¡Necesito que entrenes a esta bola de
diablos!

Paulo: Claro papusho, lo que sea por usted (Mira a Satanás con lujuria)

(Débora reacciona y se molesta)

Débora: ¡Oye, oye! Tampoco lo mires con esos ojos que este es mi hombre.

(Débora jala a Satanás hacia su resguardo)

Paulo: (Intentando acercarse a Satanás) Ay, si nomas te lo voy a quitar tantito…

Satanás: (Nervioso) ¡No, no! Yo me voy con mi vieja, tú solo entrénalos que para
eso te pago.

Paulo: Lo que usted guste mi señor.

(Paulo le da una nalgada a Satanás mientras sale de escena junto con Débora.)

Paulo: A ver mis amores, quiero ver esos músculos.


(Paulo quita parte de su exuberante ropa y se pone bandas para hacer ejercicio;
empieza a sonar música de zumba; entra Gabriel a escena)

Gabriel: ¿Alguien dijo músculos? (Presume sus “músculos”)

Diablo 1: ¿Y este que hace aquí?

Diablo 4: ¡Qué horror! ¡Es horrible!, ¡Traigan a un exorcista! (Se desmaya por
unos segundos.)

Paulo: (Con pena ajena) Corazón esta no es tu escena.

Gabriel: (Molesto) Total que ni quería.

(Sale Gabriel de escena presumiendo su cuerpo)

Diablo 5: Metámosle prisa que el tiempo corre.

(Comienza escena de entrenamiento riguroso; después de un rato todos caen al


suelo rendidos)

Paulo: (Decepcionado) Pues de algo a nada…

Diablo2: (Muerto de cansancio) ¡El jefe nos va a matar!

Diablo 3: ¡Pff! ¿Matarnos? ¡Si ya estamos muertos!, malo que nos reviviera
(Pensativo), le debía la renta a mi vecino.

(Entra Satanás)

Satanás: ¡Haber! ¿Ya están listos?

Todos los diablos: (algo nerviosos) Si, amo.

Satanás: Pues váyanse pa´arriba, ¡Rápido, que no tenemos mucho tiempo!

(Salen los diablos de escena adoloridos mientras Paulo se queda mirando a


Satanás sensualmente; Satanás se asusta y sale de escena.)

Fin del segundo acto.


TERCER ACTO

(El cielo)

Narrador: Mientras Satanás se encontraba planeando su maléfico plan, en el cielo

las cosas se ponían difíciles, ahora que María y José se encontraban camino a

Belém, era tiempo de dar la grata noticia a la gente en la Tierra, los humildes eran

elegidos para ser los primeros que recibieran la buena nueva y los primeros que

tuvieran la dicha de ver primero al hijo de Dios. Así que una vez más le

encomendó al mejor de sus Ángeles que sus tropas fueran a difundir la buena

nueva.

(Se escucha música de arpas o flautas)

Angelita 1: (Entra corriendo; comienza a gritarle a Gabriel) Gabriel, Gabriel.

¿Dónde Estás? ¿Dónde te metiste?

(Entran Ángel 2 y Ángel 3 jugando a las traes, corren una detrás de la otra, toman

a Ángel 1 y le dan varias vueltas; cuando la sueltan, se tambalea mareada.)

Angelita 1: (Todavía tambaleándose) Hay, ya ni la muelan, me dejaron más

mareada que borracho en las fiestas de Téjaro. Oigan ¿No han visto a Gabriel?

tengo un mensaje mucho muy importante de parte de Nuestro Señor y no lo

encuentro.

Angelita 2: (Con tono fresa) Hay mi Angelita, o sea bájale dos rayitas a tu estrés

OK ¿Cómo te explico? Mira te presto mi celular para que le marques y le

preguntes en donde anda, no te compliques.


Angelita 3: ¡Si préstale tu celulitis!

Angelita 2: (Enojada) ¡Celular querida, ce-lu-lar! Yo no tengo celulitis, me compré

una crema de baba de caracol recién ordeñada. (Presume sus piernas.)

Angelita 1: ¡Huy!, pues a ver si con tanta baba no te pones bab… Presta pues el

celular... (El teléfono suena justo cuando lo toma)

Angelita 3: ¡Espérate, espérate!, ¡No contestes, no contestes! (Suena una

canción grupera como tono de llamada; se pone a bailar.)

Angelita 1: (Burlándose) Ándale chiquita, quien te viera, tu tan nice, tan fashion,

tan fresita y con ese tonito tan naquito.

(Ángel 3 se burla. Ángel 2 le quita el celular a Ángel 1 y lee el mensaje.)

Angelita 2: ¡Pff! Ósea, tu comentario ni al caso, ¡Cero cool! Es Gabriel, dice que

viene llegando.

(Se escuchan sonidos de autos derrapando, Gabriel entra dolorido y gritando

mientras se soba la espalda.)

Gabriel: ¡Hay!, estos taxistas celestiales cada vez manejan peor, y luego a estas

alas que les anda fallando el aterrizaje. Que porrazo me acabo de poner, creo que

voy a tener que visitar al quiropráctico. (Reacciona al ver a los demás Ángeles)

¿Y ustedes que hacen aquí? ¿Mitin otra vez? ¿O huelga de hambre? (Volteando

hacia arriba.) ¡Hay Dios mío, en buena hora hicieron su sindicato de Ángeles!

Angelita 1: ¡No, no, no, Gabriel!, ningún mitin ni nada por el estilo, te estamos

esperando porque San Pedro te mandó un mensaje de parte de nuestro Señor, se

trata de otra misión muy pero muy importante, mira, mira, aquí lo tienes.
(Gabriel voltea a ver un televisor que ahí se encuentra y comienza a escucharse la

voz de San Pedro diciéndole el mensaje.)

San Pedro: (Carraspea la garganta) ¿Ya está grabando? Arcángel Gabriel, ya

sabes que los hombres en la tierra se están perdiendo en el pecado, es por eso

que Dios nuestro Señor ha decidido mandar a su hijo a la tierra para que viva

entre los hombres y les enseñe de nuevo el camino del amor. Pero ahora tu

misión, si decides aceptarla, será ir a la Tierra de nuevo e informarle a aquellos

humildes pastores acerca de la llega del hijo de Dios para que puedan ir a

adorarlo. Si fallas o eres capturado el Cielo negara cualquier relación contigo, y

acuérdate que las multas en la barandilla son muy caras… Ahora que si decides

no aceptar la misión pues creo que tendré que bajarte el sueldo, en fin. Este

mensaje explotará en 5 segundos. 5, 4, 3, 2, 1… (Los ángeles corren tratando de

esconderse, se agachan y se tapan los oídos; San Pedro se bota a carcajadas.)

¡Ay, qué buena broma! No es cierto, ¡Como creen que va a explotar mi

computadora!, si están carísimas, y con esto de las caídas de las bolsas de

valores, hasta en el cielo hay crisis. Bueno, cambio y fuera.

(Los Ángeles se levantan todavía asustados)

Gabriel: (Adolorido) Dios santo, otra vez tengo que volver a la Tierra, y yo con

fallas mecánicas. Oh, y ahora ¿quién podrá ayudarme?

Angelita 3: (Grita valiente) ¡Yo!

Todos: (Sorprendidos) ¡Qué!

Gabriel: (Se le arrima y le habla de ladito) Mija, ¡Esas frases no se usan!, ¿Qué
no sabes que tienen derechos de autor? Vas a hacer que nos demanden, y

acuérdate que todos los abogados los tienen en el infierno.

Angelita 3 (Corrige) Yo digo que podríamos ir todas contigo. O en todo caso

ayudarte a arreglar esos problemas mecánicos que te andan dañando el espinazo.

Angelita 2: Ósea mija, aparte de naca, ignorante; no es el espinazo lo que trae

dañado, es el aterrizaje en las alas ¿Ves?

Angelita 3: (Burlona y remedando a Pura) Ósea… (Ya con tono normal) ¿Que no

ves que es el espinazo el que le está resultando dañado con los porrazos que se

pone cada vez que no aterriza bien? ¿O no Gabrielito?

Gabriel: Este, sí. Pero no creo que San Pedro nos deje salir a todos en bola, ya

ven que está peor que los de la patrulla fronteriza, mejor nada más me ayudan a

reparar mis alas y un par de fallas mecánicas extra que traigo en los guaraches

para el aterrizaje. ¡Imagínense!; si me las llevo a todas ustedes, me saldría

carísimo, con eso de la crisis, la globalización, la caída de las bolsas de valores, el

misterio de la desaparición de los fondos, y el aumento a la gasolina todo el año,

¡No hay para viajes colectivos!. Aunque… Veré que puedo hacer, mientras

vámonos rapidito al taller para que me ayuden a reparar mis alas. ¡Y tú! (Señala a

Ángel 2), vete a la tienda de mamá Lucha, o sea como quien dice al Chedraui

verde y cómprame un paracaídas, digo, no es que desconfíe de sus conocimientos

de mecánica, es mera precaución.

(Salen los ángeles marchando detrás de Gabriel.)

Fin del tercer acto.


CUARTO ACTO

(Palacio del Rey Herodes)

(Herodes se encuentra en el palacio plácidamente recostado y comiendo unas

jugosas uvas.)

Narrador: En el tiempo en que Herodes el grande era rey del país, llegaron por

entonces a Jerusalén unos sabios de oriente que se dedicaban al estudio de las

estrellas. Habían estado siguiendo una muy brillante, la cual sabían que les

indicaría el camino hacia el rey de los judíos. Sus nombres eran Melchor, Gaspar y

Baltasar. Melchor venido de la india en su majestuoso elefante, Gaspar

procedente del caucazo en su brioso corcel y Baltasar originario del oriente en su

noble camello. Al llegar fueron a ver a Herodes. . .

Melchor: Te saludamos rey Herodes, hemos venido de muy lejos siguiendo una

estrella luminosa ya que según nuestros cálculos en estas fechas nacerá el rey de

los judíos.

Gaspar: ¿Sabes dónde está el rey?

Herodes: ¿Rey? ¡Qué rey ni que rey! El único rey de Jerusalén soy yo, el

espléndido, el único, el maravilloso, el magnánimo y nunca bien ponderado

Herodes el grande ese soy yo!

Baltasar: No dudamos que así sea, pero nosotros venimos buscando al Mesías

del mundo.

Satanás: (Se aparece al rey Herodes y le dice al oído) No seas tonto magnifico

rey, están por cumplirse las escrituras pregúntales que saben del Mesías, así

sabrás donde esta y podrás eliminarlo para siempre. ¿O acaso dejaras que un
pobretón te quite el trono?

Débora: Es verdad, si mi bello esposo tiene razón, no lo puedes permitir, te

imaginas, que oso, ¿No?

Herodes: ¡Ah! ¡Sí, claro!, el Mesías, como se me pudo olvidar, ¿Ustedes saben

con exactitud dónde nacerá?

Gaspar: Según nuestros cálculos y de acuerdo a las escrituras de los profetas,

deducimos que será en Belén de Judá.

Satanás: (Susurrando) Diles que te indiquen el lugar exacto para poder atraparlo.

Herodes: ¡Pues vayan a buscarlo!, y cuando lo encuentren venid y decidme el

lugar exacto para que también yo vaya a adorarlo, a ese pequeño y dulce bebito

que ya ansió tenerlo entre mis manos. . . Perdón entre mis brazos.

Narrador: Con estas indicaciones del rey los sabios se fueron y la estrella que

habían visto brillar, iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar

donde estaba el niño, o eso creía…

Fin del cuarto acto.


QUINTO ACTO
(Camino hacia Belem)

Narrador: Transcurrieron los días y cada vez, se iba acercando más la fecha que
toda la humanidad esperaba, mientras tanto, los pastores se encontraban
merendando, quien se iba a imaginar que Satanás y sus demonios, disfrazados
para no ser reconocidos les esperaban en un lugar del camino para tentarlos y
evitar así su encuentro con el salvador.

(El grupo de pastores se encuentra descansando)

Bartolo: (Fascinado) Mmm… Que buenos te quedaron los tamales Chona.

Chona: Gracias Bartolo, también traigo ponche, ¿Va querer?

Bartolo: Pues si no queda de otra me tendré que sacrificar, haber pásemelo.

(Chona le pasa el ponche a Bartolo; se sirve y continúa comiendo tamales; entra


Don Gil a escena)

Don Gil: (Emocionado) ¡Hijos míos!, ¿Ya escucharon la noticia?

Bertha: (Curiosa) ¿No es esa de qué los tamales son la principal causa de gases
en el mundo?

(Bartolo escupe sorprendido su tamal)

Don gil: (Molesto) No, eso no es noticia.

Bartolo: (Tosiendo) Lo es para mí.

Chona: ¡Ay! Si bien que te gustaron para que les haces al cuento

(Bartolo se siente apenado pero sigue comiendo su tamal)

Don Gil: Se dice que el mesías, hijo de Dios y salvador de los hombres, va
camino hacia Belem, y ese lugar queda cerca, ¡Tenemos que ir a presenciar tal
milagro!
Bertha: (Ansiosa) ¿El niño Jesús va a nacer ya? Que rápido para el tiempo,
¡Vamos para allá de una vez! (Señala a Bartolo y Chona), ¡Ustedes 2 vayan a
buscar algo para ofrendarle!

(Don Gil y Bertha se quedan atrás, mientras que Bartolo y Chona avanzan
recolectando paja)

Chona: ¡Se dice que los mismísimos reyes del oriente vienen a presencia el
nacimiento!

Bartolo: (Intrigado) ¿A poco si es muy importante el niño este?

(Entran los diablos a escena disfrazados de pastores)

Diablo 4: (metiéndose a la conversación) Ni creas… Solo es otro junior que nos


quiere imponer el gobierno.

Diablo 2: Así es, ¿A poco nomas por decir que es hijo de Dios ya le van a creer?,
puros cuentos. (Hace gestos de burla)

Chona: (Temerosa) ¿Y ustedes quienes son o qué?

Diablo 1: (Confiado) Somos pastorcillos de aquí cerca, vivimos en aquella casa.


(Señala hacia la supuesta casa)

Bartolo: (Burlándose) ¿Cinco machines en una sola casa? ¡Ja! Que raritos me
salieron.

Diablo 2: (Molesto) ¡Oye no! ¿Qué te pasa? Si yo soy bien hombre

(Enseña sus músculos, Diablo 3 lo golpea para que se calle)

Diablo 3: (Apenado) Tranquilo compa’, no te salgas del tema.

Diablo 5: (Finge tos) Ejem, ejem… Bueno, bueno, volviendo al tema…

(Bartolo hace una “discreta” burla)

Diablo 4: (Imponiendo orden) Los queremos invitar a que se unan a nuestra


manifestación, y que nos apoyen bloqueando el paso de María y José.
Chona: (Desconcertada) ¿Y a nosotros en que nos beneficia eso? Yo no estoy de
acuerdo en impedir que nazca una creatura del señor y menos si las profecías
dicen que es el hijo de Dios.

Bartolo: ¡Estoy de acuerdo!, de hecho andamos buscando cosas para llevarle de


ofrenda.

Diablo 3: (Burlándose) Mira que interesados me salieron, todavía ni llega al poder


y ya están de lamesuelas.

(Diablo 2 comienza a desesperarse; le quita la ofrenda a Bartolo y la avienta.)

Bartolo: (Gritando) ¡Oye! ¿Pero qué te pasa?

Diablo 2: (Seguro de sí) Yo sé lo que les conviene, ni se molesten en ir a verlo,


luego cuando necesiten algo no les va a hacer caso, así son todos los
gobernantes.

(Llegan don gil y Bertha)

Bertha: (Enfadada) ¿Qué pasa porque se demoran tanto?

Don gil: (Brinca del susto) ¡Válgame Dios! ¡Puro chamuco hay aquí!

Chona: Tampoco se pase Don Gil, está bien que están feítos pero…

Don gil: (interrumpe escandalosamente) ¡No mija!, ¿Apoco no les vez los
cuernos?, canijos de seguro los querían llevar por malos pasos.

Diablo 4: Pues en esas andamos, solo seguimos órdenes del patroncito, pero
como ya vimos que no se puede…

Diablo 2: (Ansioso) ¡Es hora del plan B!, ¡Vamos a picarlos hasta que se pongan
rojos!

Bartolo: (Burlándose) ¡Píquense entre ustedes!, total viven los cinco juntitos haya
en el monte. (Se bota de la risa)

Diablo 5: (Molestos) ¡Que no somos de esos!, ¡Ataquen compañeros!

(Comienzan a perseguir a los pastores, hay una fuerte pelea; justo cuando los
diablos están a punto de ganar, llegan los ángeles)
Gabriel: (Grita imponiendo orden) ¿Qué está pasando aquí? (Se asombra al ver a
los diablos) Vaya, vaya, vaya.

Angelita 3: (Se ríe) ¡Que bajo cayo Satanás!, ¡Ya no tiene de otra más que
mandar a esos mugrosos a hacer su sucio trabajo!

Resto de las angelitas: (En coro) ¡Cero cool!

Diablo 3: (Gritando) ¡Pues no seremos machos!, ¡Pero somos muchos!

Bartolo: (Se bota de la risa) ¡Se los dije!

(Todos los diablos lo zapean)

Diablo 2: (Apenado) Ya mejor cállate carnalito, nomas nos pones en ridículo.

Angelita 1: (Valiente) ¡Bueno pues! ¿Ya van a dejar a los pobres pastores en paz
o tendremos que encargarnos de ustedes?

Diablo 2: (Confiado) Ni crean que nos asusta enfrentarnos a unos lindos


angelitos.

(A los pastores les da miedo enfrentarse a los diablos, pero fingen valentía)

Angelita 2: (Valiente) ¡Pues éntrenle!

(Escena de batalla entre ángeles y demonios; en medio de la batalla aparecen los


reyes magos; los demás continúan luchando)

Gaspar: Síganme muchachos creo que ya casi llega…. (Se asombra al ver a
todos luchando; se pone nervioso.) Mmm no, ahora que lo pienso bien, era por el
otro lado.

(Melchor mira a Gaspar con enfado; los reyes magos se dan la vuelta y salen de
escena; continua la lucha y después de un rato aparece Satanás junto con su
esposa)

Satanás: (Enfadado) ¿Pero, qué demonios? ¡Alguien explíqueme que esta…!

Débora: (Interrumpe emocionada) ¡Pero no puede ser!, ¡Esa ropa es de Angelo´s!

Angelita 2: ¡Sí!, miren amiguis ¡Es de las nuestras!


Angelita 1: ¿Ya viste la nueva colección otoño- invier…?

Satanás: (interrumpe muy furioso) ¡Mujer! ¡Deja de juntarte con el enemigo! ¡Por
todos los infiernos, tú no entiendes por las buenas!

Débora: (triste) Pero ¡bebé!, ¡Mira! Ellas también tienen membrecía platino
celestial para compradores frecuentes.

Satanás: (Furioso) Vieja, ¡Te me vas para la casa!

(Débora se pone a llorar y sale de escena muy triste)

Angelita 1: (Desconcertada) ¡Oye! ¡Eso es maltrato intrafamiliar!

Angelita 2: (Con mucha tranquilidad) Entre ustedes no se respira paz, y sin amor
no se puede llevar a cabo el bello acto del (Angelita 1 y 2 suspiran) matrimonio.

Angelita 3: (Molesta) ¡También ustedes 2 ya cálmense!, ¡Esto es serio!, Gabriel


¿Qué no tenías órdenes del jefe?

(Gabriel, quien se había distraído todo este tiempo mirando su reflejo en un espejo
reacciona lentamente)

Gabriel: Oh sí…este… ¡Satanás! Deja en paz a estos pobres pastores, ellos


deben ir con bien al pueblo de Belem, a recibir a su mesías.

(Satanás se pone cara a cara con Gabriel; uno de los diablos le entrega una
espada)

Satanás: (Confiado) Ah sí, ¡Pues tendrán que pasar sobre mí!

Gabriel: (Presumiendo) Pff, eso no será problema. (Una de las angelitas le


entrega una espada similar a la de Satanás)

(Comienza la batalla entre Ángel Gabriel y Satanás; después de un rato de una


intensa batalla, Gabriel hiere a Satanás y cae al suelo rendido)

Gabriel: (Con pose victoriosa) Satanás, ¡Dios es tu padre!

(Todos los diablos gritan aterrorizados y se ponen de rodillas)

Satanás: (En el suelo malherido) Mendigo angelito, ¡Ganaron esta ocasión!, pero
a ver si les da tiempo de ir a recibir a su nuevo rey, les falta camino y ya es tarde.
(Los diablos ayudan a Satanás a levantarse)

Bartolo: (Riéndose) Si no hay problema, acaban de abrir un libramiento a Belem,


y no se hace nada de tráfico, ¡Eso sí es un milagro!

Gabriel: ¡Ya escuchaste rojito!, regrese para su infierno que aquí no es bien
recibido ¡Y llévate a estos mugrosos!

(Se van los diablos humillados; el diablo 2 pica a Bartolo con su arma y huye
riéndose a carcajadas; el resto de los pastores festejan la victoria de Gabriel sobre
Satanás)

Don Gil: (Ansioso) ¡Pues no se diga más! ¡Vámonos!

(Salen todos de escena cantando un villancico)

Fin del quinto acto.

SEXTO ACTO

(Desierto)

Narrador: Mientras se disputaba la lucha entre ángeles y demonios, los Reyes


Magos se encontraban al otro lado del desierto en camino hacia Belem.

(Se encuentra Melchor y Gaspar caminando adelantados; Baltasar va cuidando los


animales y cargando con los regalos para el niño Jesús)

Melchor: (Fastidiado) ¿Seguros que este es el camino correcto?

Gaspar: ¡Pff! ¡Hasta la pregunta ofende! Ya les dije que solo hay que seguir
aquella… (Se queda mirando buscando en el horizonte) ¡Aquella estrella!
(Susurrando) eso creo…

Melchor: (Decepcionado) Ay Gaspar, ya nos perdimos por tu culpa.

Baltazar: (Interrumpe agotado) Oigan, ¿Ya podemos cambiar de turno?

Todos: ¡No!

(Baltazar sigue caminando cansado)


Melchor: (Presumiendo) Haber, Haber, ya es hora de hacer las cosas como se
deben (saca de su bolsillo un aparato extraño), con mi nuevo súper GiPiEs iYisus
fabricado en Madera, sabremos el camino correcto hacia Belem con son solo un
dedo. (Se chupa el dedo y le da un toque al aparato).

Gaspar: ¡Ay sí! ¡Ay sí! Como tú si eres pudiente.

Baltazar: (Delirando) En mi reino solo tenemos señales de humo.

(Melchor y Gaspar se quedan viendo con desprecio a Baltasar)

Baltazar: (A punto de caer del cansancio) Oigan ¡Por cierto! ¿Ya podemos
cambiar de turno?

Melchor: (Cansado de explicar) Cuantas veces te tengo que explicar nosotros nos
vamos a encargar de seguir el camino correcto hacia donde se encuentra el hijo
de Dios, y como tú no ayudas de mucho te toca cuidar a los animales y los
regalos.

Gaspar: (ofendido e indignado) ¡Como sea!, pues dinos que dice tu súperGipi… lo
que sea sobre nuestro destino…

Melchor: Pues según esto, si giramos en la segunda estrella a la derecha


retomaremos el camino principal….

Baltazar: (Molesto) Bueno, bueno démonos prisa porque esto está muy pesado…
(Sarcásticamente) y claro como ustedes no cargan.

(Los tres reyes siguen caminando y salen de escena)

Narrador: Vaya, vaya, que raritos nos salieron estos reyes, pero bueno, por fin
podrán llegar a tiempo para la llegada del mesías, ahora el tiempo corre, y María y
José siguen en busca de una morada.

Fin del sexto acto.


SEPTIMO ACTO
(Cuidad de Belem)

(María y José entran a escena, José está preocupado, mientras que María se
encuentra cansada y con dolores)

Narrador: Por aquel tiempo, el emperador augusto ordeno que se hiciera un


censo en todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo cirineo gobernador
de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a
Belén, en Judea, donde había nacido el Rey David, porque José era descendiente
de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, que estaba comprometida para
casarse con él y se encontraba en cinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén
le llego a María el tiempo de dar a luz.

José: (Agotado) Vaya, tanta casa y nadie nos recibe, intentemos por última vez

(Toca la puerta de una casa, una señora mayor sale a atender a José)

José: (Cabizbajo) Señora, mi esposa, mi esposa está a punto de dar a luz, por
favor apiádese de nosotros déjenos pasar la noche en su morada.

María: (Interrumpe adolorida) ¡José, ya no aguanto!, ¡Este niño quiere salir ya!

Señora: (Muy apenada) Pues, mi casa es muy pequeña y humilde pero atrás hay
un pequeño establo; sé que no es mucho pero es lo único que puedo ofrecerles,
no sé si gusten pasar ahí la noche.

José: ¡Sí! No hay problema, solo necesitamos pasar la noche en un lugar seguro,
¡Dios se lo agradezca!

(La señora sale a acompañar a María y José hacia su pequeño establo)

José: (Triste y pensativo) Sé que no es digno del nacimiento de un rey, pero es lo


mejor que pude encontrar; (Se pone de rodillas y mira al cielo) ¡Perdón Dios mío!,
¡Pero no me vayas a rebotar mi cheque de vacas por esto! (Saca los vales de su
bolsillo y les da un beso)
María: (Sorprendida) ¿Cuáles vacas? (grita de la desesperación), ¡Ya viene!

José: (Nervioso y preocupado) Rápido, ¡Acuéstate aquí!

(María se recuesta en un pesebre, José se postra a su lado y la toma de la mano;


a lo lejos se escuchan los paso de los Ángeles y los pastores)

Bertha: (Apresurada) ¡Justo a tiempo!, ¡Está por nacer el niño!

Chona: Ayúdeme comadre, que esto ya es cosa de mujeres, ¡Que los hombres se
vayan para allá! ¡Vamos a recibirlo!

(Chona y Bertha empujan a José y a Bartolo hacia un lado; después de un tiempo


el niño Jesús por fin nace)

Angelita 2: (Emocionada) ¡Esta hermoso!

Angelita 1: ¡Que bello niño!

Don Gil: (Pacíficamente) Hola, mucho gusto, mi nombre es Gil, un placer


conocerlos, María y José.

José: Mucho gusto, Don Gil, es un placer tenerlos aquí todos reunidos
presenciando el milagro de nuestro Espíritu Santo.

Bartolo: (Contento) Hemos traído una humilde pero noble ofrenda a nuestro rey.

María: Muchas gracias a todos por venir, me alegra que estén aquí.

(A lo lejos se escuchan las voces de los reyes magos discutiendo; entran a escena
Melchor y Gaspar peleando; Baltasar se tira al piso muerto de cansancio; hay un
silencio incomodo)

Bartolo: (Rompiendo el silencio) ¡Llegaron los tíos pudientes!

(Los tres reyes se percatan de que todos los miran confundidos, dejan de pelear y
Baltasar se levanta; cada quien toma su regalo y acomoda su vestimenta)

Bartolo: (Continua) ¡Esos si tiran buenos regalos!

(Chona le pega a Bartolo para que guarde silencio)


Melchor: Muy buenas tengan todos ustedes, hemos venido desde muy lejos para
presenciar la llegada de nuestro salvador, nuestro mesías, el hijo de D…

(Diablo 2 sale de detrás del establo e interrumpe a Melchor)

Diablo 2: ¡Sí, sí! Ya entendimos quién…

Bartolo: ¡Órale hijo del… chamuco!

(Bartolo le da un golpe en la cabeza al Diablo 2 y sale huyendo de escena)

Don Gil: (Dirigiéndose a Melchor) Por favor, continúe.

Melchor: ¡Oh, sí! Hemos traído unos presentes para que el niño pueda disfrutar.

(Pasa cada Rey de uno en uno a entregarle el presente a María)

Gaspar: Yo traje mirra, debido a que el niño Dios también es hombre.

(María lo ve con cara de desprecio y se lo entrega a José)

Bartolo: (Entre dientes) ¿Mirra? ¿Qué mirra? (Bertha le da un zape).

Baltasar: Yo traje incienso, para alabar al Rey de los cielos.

(María vuelve a verlo con desprecio y se lo entrega a José de nuevo)

José: (Pensativo y en voz baja) ¿Qué rayos es el incienso?

Melchor: Y yo, traigo oro, pues, ¿Qué es lo menos que puede dar el rey del
mundo?

(Esta vez, María no le entrega el presente a José sino que se lo guarda para ella
misma)

Bartolo: (Sarcástico) Bueno, al menos el oro brilla.

(Chona y Bertha miran a Bartolo con enfado; José se siente indignado por la
acción de María)

María: (Con desprecio hacia Gaspar y Baltasar) Muchas gracias a todos…

José: (Se levanta feliz y emocionado) Bueno amigos, hay que festejar ahora que
se ha cumplido la promesa de Dios, ¡Comamos, bebamos y bailemos hasta el
cansancio! ¡Aleluya!
(Todos se levantan y comienzan a festejar; los diablitos aparecen disfrazados de
nuevo y empiezan a comerse la comida sin que nadie se percate.)

Narrador: Y así como les mencione en un principio, esta fue la historia del
nacimiento de un Rey. Un Rey que nos enseñara el camino del bien, que nos
enseñara a confiar en Dios padre todo poderoso. Despierta niño Jesús, trae paz y
libertad. Vengan todos con luz al camino, al camino del amor. Hagan ruido,
brinquen, canten .Porque ha nacido Jesús. A partir de esta noche, se celebra la
noche buena año con año y la navidad llena de júbilo en nuestro hogares, y
claro…de regalos.

Feliz navidad a todos.

(Entran todos los personajes a escena, hacen reverencia al público; comienzan a


cantar y salen de escena).

Fin de la obra.

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