Aprendizaje Del Adulto
Aprendizaje Del Adulto
Aprendizaje Del Adulto
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En la actualidad, la práctica educativa a nivel universitario se realiza utilizando estrategias
inadecuadas por cuanto no respetan los intereses y motivaciones propias de un individuo
psicológica, social y biológicamente maduro, las cuales lucen incongruentes para el logro de
principios y objetivos de la educación de adultos que se centra fundamentalmente en considerar al
hombre como un individuo que se desarrolla integrado a una comunidad, con características
propias, conductas diferenciadas con un caudal de actitudes que heredan y se manifiestan
objetivamente, donde el participante es reconocido como un ente social, cuyos esfuerzos
individuales benefician el conjunto del conglomerado humano como unidad de la sociedad, el cual
tiene capacidad de aprender, desaprender y reaprender continuamente.
Desde esta perspectiva, los estudiantes adultos de Educación Superior, por el hecho de
estar inmersos en un mundo social, laboral y familiar, donde predominan intereses, características
y expectativas propias plenamente diferenciadas; es por este motivo que en sus orientaciones
hacia la construcción de su aprendizaje, requieren ser acompañados por facilitadores formados de
acuerdo a diseños curriculares y perfiles que contengan la orientación metodológica para este
nivel y que a la vez diseñen y apliquen estrategias metodológicas adecuadas al momento etáreo, y
que por ende conlleven hacia la participación y autogestión del aprendizaje adulto, ya que en ellos
subyace el compromiso, el interés, la responsabilidad y el conocimiento experiencial..
La Educación De Adultos
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Esta afirmación sostenida por el autor citado plantea que los métodos utilizados en el
proceso orientación aprendizaje deben tomar en consideración los intereses y motivaciones que
mueven a los adultos a adquirir nuevos conocimientos y habilidades que les son vitales en su
desenvolvimiento ergológico y social. Además, todo método que se utiliza debe propiciar la
horizontalidad en el proceso de enseñanza y aprendizaje que involucre las expectativas tanto del
facilitador como del participante. Según la posición del autor citado, entre la educación de los
niños y la educación del adulto existe una gran diferencia representada por la verticalidad en una y
la horizontalidad en la otra.
Según Pratt (2003), establece que “Para aprender, un individuo debe actuar en relación
con otros, para esta razón, la preparación para el trabajo en grupos y la interacción mediante la
discusión constituyen elementos de gran importancia.” (p. 87).
De igual manera, el mismo autor citado expresa que las diferencias individuales son
cruciales en esta teoría, y considera que cada individuo tiene una secuencia única de experiencias
y, por ende, selecciona diferentes estímulos a los cuales responder, y organiza sus respuestas de
modo diferente a los otros individuos. En ese sentido, la experiencia es fundamental en el
aprendizaje, y la misma se produce en gran parte como respuesta a las necesidades y metas básica
de motivación y se amplía por el interés tanto como por la práctica. El participante adulto:
Tiene derecho a participar activamente en todas las etapas de su aprendizaje; de tal
manera, que llegue a convertirse el agente principal de su propio aprendizaje.
Posee, en sí mismo, os recursos esenciales para su crecimiento, desarrollo, orientación y
elección.
Es capaz de tener iniciativa; autonomía, decisión personal, dedicación activa en el proceso
de su desarrollo personal y profesional.
Es capaz de obtener los objetivos inmediatos y funcionales en una acción educativa. porque
tiene un mayor interés en la actividad educativa y no obligado a realizarla.
Tiende a desarrollar los conocimientos, las habilidades y los comportamientos
estrechamente con sus responsabilidades y actividades.
Se inscribe en una actividad educativa con el propósito de resolver un problema o de
encontrar una solución o respuestas a una situación.
Percibe habitualmente, como un gran reto, la nueva actividad educativa. Dispone casi
siempre, de poco tiempo para continuar una actividad educativa: paradójicamente el
momento que está más urgido de aprender.
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Características Psicológicas Del Adulto
Inteligencia plena.
Temperamento definido.
Carácter definido.
Madurez en su responsabilidad.
Capacidades lógicas.
3. El adulto que aprende está siempre preparado. Según Knowles, el adulto que aprende
tiene una actitud dinámica ante la vida. Acepta que tanto él como su entorno evoluciona
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constantemente, y por tanto, también asume que debe estar preparado para adaptarse a
los cambios y aprender. El adulto, conforme madura, se orienta cada vez más al desarrollo
de habilidades que le permitan desenvolverse en los entornos sociales (familia, trabajo y
amigos).
4. El adulto que aprende busca la aplicación práctica. Los adultos necesitan encontrar la
aplicación práctica en lo que aprenden. La vida de un adulto puede llegar a ser compleja.
Debe desenvolverse y resolver problemas en distintos entornos y situaciones: personal,
familiar, amistades y profesional. Esto hace que el tiempo para el aprendizaje se reduzca
considerablemente y que, por tanto, deba seleccionar aquellas experiencias de
aprendizaje que más útiles puedan resultarle.
5. El adulto que aprende está motivado. Los adultos pueden querer aprender por
motivaciones externas. Puede por ejemplo, que la empresa haya asignado una nueva
función a un trabajador y este deba adquirir nuevas habilidades. Sin embargo, el adulto
aprende mejor cuando tiene una motivación interna. Esta es la motivación que nace del
deseo de querer mejorar, crecer profesionalmente, mejorar su calidad de vida o actualizar
sus conocimientos.
De cualquier modo, cabe destacar que el aprendizaje en la etapa adulta tiene unas
características definitorias y diferenciales, que abarcan desde los rasgos psicológicos de la edad
adulta y los espacios donde se desarrolla, hasta los contenidos que pueden abordarse en cada
etapa. Lo primero que hay que tener en cuenta es que las necesidades que llevan a un adulto a
estudiar son diferentes a las de una persona más joven, y lo mismo ocurre con los intereses y
expectativa
Necesidades
Sentirse protagonistas de los procesos de aprendizaje.
Superar metas y objetivos autoimpuestos.
Elevar su autoestima y su autoconcepto.
Cualificarse académica y/o profesionalmente.
Satisfacer sus ansias de saber, su curiosidad y la consideración de sentirse útiles, activos
e integrados socialmente.
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Intereses y expectativas
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Variación de la distribución de los contenidos de enseñanza-aprendizaje en algunas
enseñanzas. En concreto, en la educación básica de adultos los conceptos se organizan
en campos de conocimiento.
Referencias
Adam, F. (1990). Andragogía, Ciencia de la Educación de Adultos. Segunda Edición.
Caracas- Venezuela: Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
Adam, F. (1994). La Teoría Sinérgica en y el Aprendizaje del Adulto. Revista de Andragogía.
Año 1 N° 1 INSTIA. Caracas: UNESR.
Ausubel, D. (1989). Psicología Educativa. Un punto de Vista Cognoscitivo. 2da Edición.
México: Editorial Trillas Bruner, J. (1984). Desarrollo Cognitivo y Educación. Madrid – España:
Ediciones Morata, S.A.
Knowles, M. (1992). Andragogía, no pedagogía. Revista de Educación de Adultos. Año 1, N°
1. Caracas.
Pratt, A. (2003). Documento base de la línea de investigación Facilitación de los
Aprendizajes en el Adulto en un Sistema de Educación Abierto y a Distancia. Maestría en
Educación Abierta y a Distancia. Postgrado U.N.A. Caracas– Venezuela.