Preguntas de Psicología Preventiva PDF
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El interés que ha habido desde siempre por el bienestar y por cómo evitar el sufrimiento
ha preparado el campo para que hoy podamos estar hablando de la Ciencia de la
Prevención.
Estadios históricos
A pesar de los grandes avances que se han producido en el ámbito de la prevención, los
objetivos actuales para la promoción de la salud no distan tanto de los de la época
galénica, donde el aire, el agua, el clima, la comida y bebida, el ejercicio físico, el
ritmo-vigilia, la defecación, la higiene sexual y los estados de ánimo ya eran elementos
tan importantes como lo son ahora.
Tipos de prevención:
- Hablar de estos tres tipos de prevención supondría considerar que casi cualquier
tipo de intervención podría ser calificada como preventiva. Sobre todo, esto
ocurre con la prevención terciaria, término que podría sustituirse por
rehabilitación.
- Categorías como la prevención primaria son demasiado amplias. Por ello, cada
vez son más los autores que defienden una diferenciación entre:
Ecuación de Albee
Durante los últimos años dentro del campo de la prevención, se han procedido a buscar
fórmulas cuantitativas para operacionalizar las variables que determinan la salud de las
personas. Así, Albee se centra en variables individuales para explicar la enfermedad
mental:
𝐹𝑎𝑐𝑡𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑜𝑟𝑔á𝑛𝑖𝑐𝑜𝑠+𝐸𝑠𝑡𝑟é𝑠+𝐸𝑥𝑝𝑙𝑜𝑡𝑎𝑐𝑖ó𝑛
Incidencia de la enfermedad = 𝐷𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑧𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑓𝑟𝑜𝑛𝑡𝑎𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑜+𝐴𝑢𝑡𝑜𝑒𝑠𝑡𝑖𝑚𝑎+𝐺𝑟𝑢𝑝𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑝𝑜𝑦𝑜
En el numerador se encuentran los factores de riesgo, que son:
- Factores orgánicos de la enfermedad: trastornos genéticos, predisposiciones
psicobiológicas, lesiones en el SNC…
- Estrés.
- Explotación: resultado de las diferencias entre los recursos y psicológicos y
materiales de las clases sociales.
Modelo de competencia
Presenta dos elementos: una perspectiva teórica que explica las causas entre los factores
riesgo – protección y el bienestar de las personas; y una dimensión práctica para la
puesta en marcha de la intervención.
Características
Así, este modelo entiende las conductas como elementos clave de la prevención,
hablando así de estilos de vida saludables. Otros aspectos relevantes son las cogniciones
y la motivación.
Hay tres razones históricas para establecer las disciplinas del currículo universitario
(Nikitina, 2005). Se puede considerar la disciplina como: cultura, ya que
tradicionalmente se ha hecho así en la estructura y dinámica político-académica
universitaria; epistemología, que incluye las teorías e instrumentos para crear
conocimiento; y, por último, lenguaje, que se refiere al discurso teórico utilizado. Por
tanto, las disciplinas han ejercido, y continúan haciéndolo, una influencia dominante en
la forma en qué pensamos, percibimos y buscamos describir, comprender, explicar y
transformar la realidad. El problema actualmente en el ámbito de la educación, algo que
no se ha solucionado con el plan Bolonia, es la enorme fragmentación de conocimientos
existente.
Para lograr este objetivo, las expectativas académicas de los profesores y alumnos
deben contribuir a crear un clima académico centrado en la interdisciplinariedad. Esto
es algo muy difícil de conseguir, pero sí contribuiría a una mayor visibilidad social y
socialización del conocimiento. Los requisitos básicos en la formación universitaria son
motivación intrínseca para buscar y leer bibliografía acerca de temas divergentes,
establecer relaciones complementarias entre diversos campos de conocimiento y
considerar la construcción del conocimiento desde puntos de vista divergentes.
DIAPOSITIVA 3: LA SOCIEDAD DEL RIESGO
En los Estados de bienestar ricos y desarrollados la lucha por el pan de cada día pierde
su capital importancia; surgen nuevos problemas como la obesidad, en lugar del
hambre. No obstante, con ello se sustrae al proceso de la modernización la base de
legitimación que tenía antes: la lucha contra la carencia evidente, por lo que se estaba
dispuesto a aceptar (ya no tanto) algunos efectos secundarios. Éstos ponen de relieve
que las fuentes de riqueza están contaminadas, algo que antes no se percibía debido a la
lucha por la supervivencia y el sobredesarrollo de las fuerzas productivas (cada vez más
destructivas). Avanzando hacia la modernización, se solapan las situaciones y conflictos
de una sociedad repartidora de riqueza con otra repartidora de riesgos; aún no vivimos
en una sociedad del riesgo, pero tampoco en una exclusivamente de carencia.
3. Los riesgos retroalimentan el desarrollo capitalista. Luhmann afirma que con los
riesgos la economía se vuelve autorreferencial, independiente de la satisfacción
de necesidades.
Tanto los riesgos como las riquezas son objetos de reparto y constituyen situaciones, o
bien de peligro o de clase. Las riquezas son recursos escasos a los que se aspira. Por su
parte, los peligros son un producto adicional de una sobreabundancia que hay que
impedir. Se contraponen una lógica positiva de la apropiación con otra negativa de
eliminar. El reparto de riesgos está mediado argumentativamente; para su constatación
se precisa al experto (con sus sesgos, errores, controversias), pues los nuevos riesgos se
abstraen de la percepción (ej: radioactividad).
1. Conjetura de causalidad. Las afirmaciones sobre peligros no son reducibles a
afirmaciones sobre hechos. Contienen tanto un componente teórico como uno
normativo. Es necesario añadir una interpretación causal que haga aparecer los riesgos
como producto de la industrialización, como efecto secundario de la modernización.
Así, en los riesgos se presuponen los intereses y dependencias de la modernización,
ligándolos a amenazas ajenas en sentido socia, material, local y temporal. Se
relacionarían así por ejemplo la industria química con los campesinos a los que provee,
que se ven forzados por la CE a una producción masiva especializada y con cualquier
habitante del extrarradio de una gran ciudad. Esto pone de relieve que los riesgos de la
modernización tienen un carácter universal, que es al mismo tiempo específico e
inespecífico localmente, y lo incalculable e impredecible de su efecto. Los riesgos se
subordinan a una conciencia teórica y científica, sin relaciones de causalidad clara.
4. Pluralidad de definiciones: cada vez más riesgos. Cada posición de interés intenta
defenderse con definiciones de riesgo. La destrucción de flora y fauna constituye una
definición de riesgo muy ventajosa, en tanto que permite hablar del bien común y dar
voz a los que no la tienen. El ligar causalmente los efectos nocivos de los riesgos al
sistema de producción industrial abre la puerta a una pluralidad infinita de
interpretaciones individuales, y en relación con condiciones individuales. Por ejemplo,
si se considera a las ardillas las culpables de la deforestación, no se trata aparentemente
de un riesgo de la modernización, sino de voracidad animal, lo cual es un diagnóstico
local erróneo. Cuando enfocamos el problema en base a la modernización lo hacemos
duradero, global, político, y lo sometemos a la crítica pública dirigida hacia los expertos
relacionados (las empresas automovilísticas, las refinerías, etc.). Estos bomberos de la
argumentación contraargumentan rápido y mal con una anticiencia, que se vuelve
indispensable para el éxito de los negocios, que incrementa la inseguridad dentro de la
industria.
7. Legitimación: efectos secundarios latentes. Todo esto presupone que han sido
reconocidos con éxito socialmente. No obstante, los riesgos primero son bienes a evitar
cuya inexistencia se supone hasta nuevo aviso. A diferencia del reparto desigual de
riquezas, los riesgos pueden quedar legitimados si no se ha visto ni querido su génesis.
Así, en la sociedad cientifizada los riesgos deben dejar de ser tabú y nacer
científicamente en el estatus de un efecto secundario latente, que consiente y legitima el
peligro. El esquema de pensamiento del efecto secundario latente es un salvoconducto
que confiesa las consecuencias a evitar, al tiempo que las reparte y justifica.
Los riesgos se asemejan a las riquezas en tanto que hay amplias zonas de solapamiento
entre la sociedad de clases y la sociedad de riesgo. Éstos siguen el esquema de clases,
fortaleciéndola, pero a la inversa; las riquezas se acumulan arriba y los riesgos abajo. A
la falta de recursos se une la sobreabundancia de peligros. Los ricos pueden comprar la
seguridad y libertad respecto del riesgo, lo que viene provocando desde hace mucho
tiempo una agudización de los contrastes de clase: el riesgo de no conseguir empleo es
mayor para aquellos poco cualificados, las zonas residenciales baratas están más cerca
de los centros de producción contaminantes, etc.
1. El efecto bumerang. Los riesgos acaban afectando a la larga a quienes los producen o
se benefician de ello; no se libran los poderosos ni los centros de producción. Como
ejemplo, en Alemania el incremento de uso de abonos artificiales y productos químicos
se incrementa exponencialmente entre 1951 y 1983, provocando dolorosos efectos
secundarios antes inadvertidos, como la muerte de flora y fauna, la erosión del suelo o
el descenso de fertilidad del suelo. Este efecto circular se puede generalizar; más tarde o
más temprano surge la unidad del culpable y de la víctima. Esto es evidente ante la
guerra atómica, que aniquila también al agresor, sin establecer ninguna diferenciación
(ricos/pobres, norte/sur...). No sucede lo mismo con la crisis ecológica. Ésta no afecta
solo a la naturaleza y al abastecimiento de la población, sino al propio bolsillo y salud
de los ricos.
La lucha entre la amenaza invisible de muerte por hambre frente a la de muerte por
intoxicación se decanta hacia la primera, venciendo la miseria material. Los pesticidas
(mayor producción agrícola) permiten una pequeña independencia de estos países frente
a las metrópolis desarrolladas, facilitando la creación de sus propias provisiones
alimentarias. Hay que tener en cuenta el escaso desarrollo de las normas de seguridad,
promovidas por el management favorecidas por la ingenuidad industrial de la población
rural analfabeta. Condiciones de producción ventajosas, libres de deberes de
legitimación, atraen a los consorcios industriales, vinculándose al interés de los países
por superar la miseria material y mantener la autonomía estatal: el hambre se combate
con la potenciación de riesgos.
• Villa Paresi (Brasil): municipio químico más sucio del mundo, cuya historia
comienza en 1954 con la llegada de la empresa petrolífera Pegropràs. La mayor
parte de sus habitantes, sobre todo menores, sufren enfermedades respiratorias.
Un accidente ocurrido el 25 de febrero de 1984, debido a la incompetencia de la
empresa, se saldó con la muerte de 500 personas (más un número indeterminado
de niños).
El hecho de aprovechar los riesgos a medida que crece el mercado favorece una
oscilación entre ocultar y desvelar riesgos. No obstante, los riesgos polarizan de una
manera parcial, desde las ventajas; cuando la amenaza se visibiliza, estas desaparecen.
Además, los riesgos acaban creando amenazas que relativizan sus ventajas, y el
crecimiento de los peligros a través de la pluralidad de intereses hace real la comunidad
de riesgo (ej: iniciativas ciudadanas en contra de la destrucción medioambiental). La
sociedad del riesgo despliega así, a diferencia de la de clases, una tendencia a la
unificación objetiva de los daños en las situaciones de amenaza global. Contienen una
dinámica de desarrollo que hace saltar las fronteras y es democrática de base. En
consecuencia, posee nuevas fuentes de conflicto y consenso. Aparece la supresión del
riesgo en lugar de la supresión de la carencia, superando fronteras nacionales y
económicas.
De esta manera, la utopía de una sociedad mundial se hace más real. Los seres humanos
presentes y futuros tienen que aprender a sentarse a dialogar y, más allá de las fronteras,
encontrar soluciones para las amenazas autogeneradas. Un ejemplo son los acuerdos
internacionales actuales sobre medio ambiente o armas atómicas, cuya solidez política
está por ver.
El vacío político. Pese a todo, el optimismo debe ser comedido, pues estas nuevas
comunidades objetivas de amenaza todavía no están sólidamente fundamentadas; al
contrario, se confrontan con los intereses de los Estados y de la sociedad industrial.
Las amenazas están creciendo, pero no han sido transformadas en una política
preventiva; más aún, no se sabe qué política aplicar ni por parte de qué instituciones. No
surgen ideas al respecto. Tras esto se oculta, entre otros elementos, la cuestión del sujeto
político. Las sociedades de clases del siglo XIX eligieron como tal al proletariado. Las
conquistas del movimiento obrero político y sindical son muy importantes, lo que
provoca un efecto retroactivo de conservar lo conseguido más que de buscar las
respuestas a las situaciones amenazantes de la sociedad del riesgo. En dicha sociedad de
riesgo al proletariado le corresponde solo el daño causado a todos por peligros
monumentales. Esto nos hace pensar sobre si se pueden organizar políticamente los
daños universales no palpables, si no son una ocasión para no percibir o percibir
distorsionadamente las situaciones problemáticas, si no serían una suerte de fuentes de
cabezas de turco, etc.
Riesgo e incertidumbre
Hay que distinguir entre las fuentes de la incertidumbre y los tipos de incertidumbre.
La fuente más común de incertidumbre es la falta de evidencia empírica o su mala
calidad. Otra fuente de incertidumbre está relacionada con los modelos utilizados. La
variabilidad de algunos procesos, producto de las interacciones que se producen entre
las variables, los puede convertir en inmodelables.
Por otra parte, se habla de caracterización del riesgo como un proceso integral que
combina análisis (científico) y deliberación (política). Cómo debería de tener lugar la
caracterización del riesgo:
- Debería ser una actividad guiada por decisiones y encaminada hacia la elección
informada y la resolución de problemas.
- Dar cuenta de una situación de riesgo requiere una amplia comprensión de las
pérdidas, daños y consecuencias relevantes para los agentes implicados.
- La caracterización del riesgo es resultado de un proceso analítico-deliberativo. Su
éxito depende de un análisis científico que sea apropiado al problema abordado, de
responder a las necesidades de los agentes implicados y de tratar las incertidumbres
importantes de un modo comprensivo.
- El proceso analítico-deliberativo que conduzca a la caracterización del riesgo
debería incluir una atención temprana y explícita a la formulación del problema.
- El proceso analítico deliberativo debería ser recíproco y recursivo.
Todas las decisiones de riesgo tienen los mismos elementos básicos: opciones,
resultados e incertidumbres, inscritos en un contexto social, y formulados en un
lenguaje que pone el acento en determinadas formas de considerar la decisión. Para
cada decisión, el análisis normativo puede organizar la información y las incertidumbres
que sean de relieve. La investigación descriptiva puede contrastar las opiniones
intuitivas de los decisores con el análisis normativo. Las intervenciones prescriptivas
puedes ayudar a las personas a tomar mejores decisiones. Estos enfoques otorgan tanto
a la gente corriente como a los expertos una manera de pensar acerca de las decisiones
de riesgo privadas y públicas, ya sean participantes activos u observadores interesados.
Independientemente de las de las decisiones que tomen las personas, se aceptan algunos
riesgos. No es necesario que estos riesgos sean aceptables, es más, cuando son
aceptables, su aceptabilidad depende de los beneficios que reporten, y los beneficios son
aceptables en función de los riesgos. Además, el grado de aceptabilidad de riesgos y
beneficios cambia según la persona que los valore.
El riesgo implica una cierta probabilidad de perder algo de valor. Definir el riesgo es un
ejercicio de pensamiento centrado en valores. Puede estar guiado por la reflexión sobre
qué resultados son realmente relevantes y por el análisis de las decisiones pasadas, en
cuanto a lo que revelan sobre lo que las personas valoran.
Una decisión bien fundamentada requiere entender los hechos inciertos del mundo y los
valores inciertos de uno mismo. La teoría de la utilidad define una “elección racional”
como la selección de la opción con la mayor utilidad esperada, partiendo de la premisa
de que las preferencias están muy ordenadas. Esta teoría omite algunos aspectos de las
decisiones propias de la vida real, lo que a menudo la convierte en una mala descripción
de las decisiones reales.
Las personas se enfrentan a decisiones nuevas, lo que les obliga a construir preferencias
que a menudo son inestables. También se enfrentan a decisiones complejas, que les
fuerzan a emplear heurísticas simplificadoras que a menudo generan decisiones
razonables. Los individuos hacen frente a resultados que no les son conocidos, de modo
que se ven obligados a predecir sus propias experiencias y hasta más tarde no llegan a
saber qué valoran.
Las personas afrontan las decisiones de riesgo basándose en intuiciones que pueden
generar juicios sobre el riesgo, tanto precisos como sesgados. Estas intuiciones a
menudo proceden de reglas heurísticas que permiten respuestas imperfectas y basadas
en una racionalidad limitada.
Las personas tienden a entender la magnitud relativa de diferentes riesgos, pero pueden
tener dificultades a la hora de juzgar sobre los niveles absolutos de riesgo. Las
percepciones de riesgo a menudo son razonables, pero también pueden ser tan erróneas
que produzcan malas decisiones. Estas percepciones erróneas del riesgo suelen reflejar
ignorancia sobre los hechos que las personas pueden aprender con una comunicación
adecuada sobre el riesgo.
La primera reunión de la internacional Sociedad para el Análisis del Riesgo (Society for
Risk Analysis, 1981) se dedicó a “El análisis de riesgos: reales contra percibidos”.
Desde entonces, la presión a favor de una mayor implicación de la población general en
las decisiones de riesgo ha obligado a la comunidad técnica a plantearse cómo gestionar
dicha implicación en esta tarea.
La pieza central del esquema es una concepción de la gestión de riesgos que va desde la
iniciación a la acción/supervisión. Lo que la distingue son solamente las flechas de
cuatro direcciones entre fases, que requieren de una autocrítica que podría conducir a
repetir una fase o incluso abandonar el proceso. Ofrece un punto de vista diferente sobre
la implicación de los ciudadanos, con flechas en dos sentidos que conectan la barra de la
comunicación de riesgo con cada fase de la gestión de riesgos. Por tanto, en lugar de
esperar a que los expertos solucionen las cosas para después comunicar sus
conclusiones, los ciudadanos toman parte del proceso en todas sus fases. Desde la
misma iniciación del proyecto, la población tiene derecho a saber qué está pasando y a
hacer su aportación al proceso.
Las comunicaciones del riesgo influyen tanto sobre la capacidad de los individuos de
tomar decisiones sensatas como sobre su lugar en la sociedad.
Los costes de una mala comunicación de riesgos pueden ser altos. Para los ciudadanos,
incluyen decisiones innecesariamente inadecuadas y la negación del derecho a saber y a
participar. Para las autoridades, los costes incluyen que se malgasten esfuerzos, la
pérdida de reputación y la vergüenza por la incapacidad de proteger a los ciudadanos.
En ambos, erosionan los bienes comunes que son la buena voluntad y la confianza que
toda sociedad necesita.
Mary Douglas defendía que las sociedades se definen a sí mismas por el modo en que
definen y gestionan los riesgos. Sostenía que las ciencias aplicadas que lidian con el
riesgo asumían el papel de la hechicería, ya que interpretaban las reglas sociales a la
hora de actuar ante el peligro y la contaminación. Las sociedades revelan sus valores
más profundos en las prioridades que establecen entre los riesgos físicos y los
simbólicos. Douglas, en colaboración con Aaron Wildavsky, observó el modo en que las
sociedades se fragmentaban cuando los grupos que las constituyen tienen un punto de
vista muy distinto sobre los riesgos.
Los analistas del riesgo afrontan retos en términos de legitimidad social. Por sí mismo,
el análisis del riesgo no proporciona las reglas estables que una sociedad necesita para
asignar culpabilidad y responsabilidad. Se hace necesario un tipo de contabilidad social
que funcione mediante regulaciones, instituciones políticas, tribunales, medios de
comunicación y otras instituciones. Aunque es posible que dichas instituciones
respalden los métodos analíticos de toma de decisiones, siguen necesitando la
aceptación de la sociedad. Ésta puede estar propiciada porque a los ciudadanos les
gusten los métodos o los resultados generados por los métodos.
De esta manera, los analistas (expertos) desempeñan papeles necesarios en sus
respectivas sociedades. Su modo de desempeñarlos refleja además los valores de su
sociedad, lo que se pone de manifiesto con la máxima claridad en los conflictos sobre
los términos de su trabajo, como, por ejemplo, la definición de lo que es riesgo y que
no. Estas luchas por las definiciones de los riesgos reflejan lo lenta que las sociedades
desarrollan las normas para peligros de reciente descubrimiento (por ejemplo, cuando
surgió el peligro del VIH/SIDA). Cuando surgen peligros nuevos, la sociedad debe
aprender cuáles son sus causas y mecanismos de control, sopesar sus exigencias y dar
significados a las decisiones resultantes.
La investigación sobre riesgos ha mostrado que los juicios de valor son inevitables al
decidir qué resultados medir y cómo medirlos.
Extender el análisis del riesgo desde sucesos repetidos, como dar las cartas, a sucesos
hipotéticos, como la geoingeniería, acrecienta la necesidad de un juicio científico.
El estudio contemporáneo del riesgo empezó con elementos que se podían contar
(apuestas, seguros, problemas sociales) y progresó hasta elementos nuevos (extinción de
especies, terrorismo). Cuando la ciencia se extiende a nuevos peligros, la sociedad debe
compartir sus conocimientos, incluida una evaluación sincera de sus límites.
Los modelos formales sobre riesgos ponen el acento en factores fáciles de cuantificar,
como procesos físicos (carga útil de los misiles balísticos) y procesos biológicos
computables (relaciones dosis-respuesta). Pero pasan bastante por alto los determinantes
humanos del nivel de riesgo (cumplimiento de los tratamientos médicos). Como
consecuencia, el estudio de los factores sociales que influyen en los riesgos, por lo
general, ha adoptado un punto de vista poco sistemático, en vez de una perspectiva
integradora.
Algunos factores de riesgo son principalmente sociales. Incluir factores sociales en los
análisis sobre el riesgo incrementa las probabilidades de solucionarlos. Entre los
factores sociales de riesgo más potentes están las imágenes, que establecen la
culpabilidad de temibles peligros (los estigmas). Una vez que se establece la sombra del
estigma resulta bastante difícil de borrar (durante años homosexuales +
drogadictos=SIDA). Este estigma puede ser inmune (y en muchos casos lo es) a las
pruebas empíricas. Sin embargo, la imaginería simbólica también puede hacernos bien
(estigmatizar el consumo de tabaco).
Si los individuos quieren tomar sus decisiones de riesgo tras una reflexión, en lugar de
dejarse llevar por las emociones, a menudo necesitan que les faciliten el trabajo.
Muchos riesgos comportan unos procesos tecnológicos y sociales tan complejos que
nadie los comprende del todo. Para entender los riesgos, las personas necesitan modelos
mentales sobre los factores que influyen sobre cada resultado valorado.
El estudio del riesgo incrementa dicha conciencia, porque nos ayuda a reflexionar sobre
cómo se formulan las decisiones de riesgo, cómo se definen los riesgos, cómo nuestras
creencias revelan el mundo y cómo descubrir nuestras prioridades.
Las definiciones de riesgo reflejan normas sobre cómo el mundo es y debe ser. Si lo
saben, los análisis del riesgo ayudan a las personas a actuar ante los peligros y a vivir la
buena vida tal y como ellas la entienden.
La antropología
Endocultura/Difusión
La cultura de una sociedad tiende a ser similar en muchos aspectos de una generación a
otra. En parte, esta continuidad en los estilos de vida se mantiene gracias al proceso
conocido como endoculturación. La endoculturación es una experiencia de aprendizaje
parcialmente consciente y parcialmente inconsciente a través de la cual le generación de
más edad incita, induce y obliga a la generación más joven a adoptar los modos de
pensar y comportarse tradicionales. Ej: los niños chinos usan palillos en lugar de
tenedores, hablan una lengua tonal y aborrecen la leche porque han sido endoculturados
en la cultura china.
Sin embargo, la endoculturación no puede explicar una parte considerable de los estilos
de vida los grupos sociales existentes, la replicación de las pautas culturales de una
generación a otra nunca es completa, el fenómeno ha sido denominado abismo
generacional.
A principios de este siglo la difusión era considerada por muchos antropólogos como la
explicación más importante de las diferencias y semejanzas culturales. En general
cuanto más próximas están dos sociedades, tanto mayores serán sus semejanzas
culturales. Pero estas semejanzas no se pueden atribuir, sencillamente, a una tendencia
automática a la difusión de rasgos. Es probable que sociedades próximas en el espacio
ocupen ambientes similares; de ahí que sus semejanzas puedan deberse a la adaptación a
condiciones parecidas.
Relativismo cultural
Todos los antropólogos culturales son tolerantes y sienten curiosidad por las diferencias
culturales. Algunos, no obstante, han ido más lejos y adoptado el punto de vista
conocido como relativismo cultural, según el cual toda pauta cultural es,
intrínsecamente, tan digna de respeto como las demás. Aunque el relativismo cultural es
una manera científicamente aceptable de referirse a las diferencias culturales, no
constituye la única actitud científicamente admisible. Como todo el mundo, los
antropólogos también se forman juicios éticos sobre el valor de las diferentes clases de
pautas culturales. No hay por qué considerar el canibalismo, la guerra, el sacrificio
humano y la pobreza como logros culturales valiosos para llevar a cabo un estudio
objetivo de estos fenómenos. La objetividad científica no tiene su origen en la ausencia
de prejuicios, sino en tener cuidado de no permitir que los propios prejuicios influyan en
el resultado del proceso de investigación.
Emic y Etic
Patrón universal
Para poder comparar las culturas, el antropólogo tiene que recoger y organizar los datos
referentes a las mismas en relación con aspectos o partes del todo sociocultural
presentes en todas las culturas. La estructura de todas estas partes recurrentes se
denomina Patrón Universal.
La mayoría de los antropólogos coincidirá en que todas las sociedades humanas han de
tener dispositivos culturales de índole conductual y mental para satisfacer las
necesidades de la subsistencia, la reproducción, la organización del intercambio de
bienes y trabajo, así como los aspectos creativos, expresivos, estéticos, morales e
intelectuales de la vida humana.
Los miembros de los diferentes grupos humanos han tenido siempre curiosidad por las
costumbres y tradiciones de los extraños. El enfoque más antiguo, y todavía más
común, consiste en suponer que las creencias y prácticas que adopta uno mismo son
expresiones normales de la verdad o de la forma adecuada de vivir, justificadas por las
enseñanzas de nuestros antepasados y los mandatos o instrucciones de seres
sobrenaturales.
La mayoría de las culturas tienen mitos de origen que establecen el orden de los
acontecimientos que conducen al comienzo del mundo y de la humanidad y a la
adopción del modo de vida que caracteriza al grupo.
Hacia mediados del siglo XVIII, durante el periodo conocido como Ilustración,
comenzaron a surgir los primeros intentos sistemáticos de ofrecer teorías científicas de
las diferencias culturales. El tema común de estas teorías era la idea de progreso.
Algunos autores como Adam Smith, Adam Ferguson y Denis Diderot mantenían que las
culturas eran diferentes no debido a que expresaran diferencias innatas en las
capacidades o preferencias humanas, sino debido a que expresaban diferentes niveles de
conocimiento y logros racionales. Se creía que la humanidad había vivido en cierto
modo en una situación “no civilizada” al no existir un conocimiento de la agricultura y
de la ganadería, de las leyes y del gobierno.
Sin embargo, gradualmente, la humanidad progresó a un estado de civilización ilustrada
gracias al papel de la razón. Las diferencias culturales eran un resultado de los
diferentes grados de progreso intelectual y moral conseguido por diferentes pueblos.
La idea de progreso cultural fue la precursora del concepto de evolución cultural que
dominó las teorías de la cultura durante el siglo XIX. August Comte postuló una
progresión de los modos de pensamiento desde el teológico al metafísico y al positivo
(científico).
Uno de los esquemas que tuvo más influencia fue el propuesto por el antropólogo
norteamericano Lewis Henry Morgan.
Morgan inició una investigación comparativa (ya que no había desarrollado todavía un
modelo evolucionista) para tratar de demostrar el origen común de los sistemas de
clasificación de parentesco en misioneros y agentes indígenas del oeste de los EE.UU.
Los datos mostraron que los sistemas de clasificación de parentesco eran uniformes
entre los indios de Norteamérica, lo que implicaba que debían tener un origen común; la
hipótesis de Morgan fue que todos ellos procedían de Asia.
Morgan dividió los sistemas de afinidad y consanguineidad en dos grandes grupos que
denominó “sistemas descriptivos” y “sistemas clasificadores”.
Los sistemas clasificadores, sin embargo, tratan de la misma manera a los parientes
lineales y colaterales: emplean el mismo término para padre y hermano del padre,
madre y hermana de la madre, etc. En cambio, distinguen la generación y el género. Los
parientes consanguíneos no son descritos mediante una combinación de términos
primarios, sino que cada uno cae bajo alguna de las relaciones reconocidas. Mediante
generalizaciones comprensivas, y aparentemente arbitrarias, son reducidos a grandes
clases o categorías (independientemente de su grado de proximidad o separación),
siendo colocados en el mismo nivel y admitidos en la misma relación.
Este tipo de organización social era moralmente repugnante. Así que progresivamente
fue surgiendo una nueva institución, la organización tribal, que continuó permitiendo
los matrimonios colectivos, pero prohibió la cohabitación entre hermanos y hermanas
(prohibición del incesto) e impuso la obligación de casarse con personas de fuera de la
tribu (exogamia). Para un ego masculino, los hijos de sus hermanos eran también sus
hijos, pero no los de sus hermanas, que ahora eran sus sobrinos; y lo mismo le sucedía a
un ego femenino. Los primos cruzados se distinguían de los paralelos, siendo estos
últimos identificados como hermanos.
En el último de sus libros, La sociedad primitiva, Morgan llevó a cabo una descripción
detallada de la historia de la humanidad y cómo había tenido lugar la evolución de la
sociedad.
Para llevar a cabo la reconstrucción de la historia de la humanidad, Morgan se apoyó en
dos presupuestos:
1. La historia podía reconstruirse mediante deducciones teóricas, es decir,
conjeturalmente. La secuencia que conduce de unas instituciones a otras
respondía a una lógica. La promiscuidad, por ejemplo, había sido condición
necesaria para el surgimiento de la familia consanguínea.
2. Los conocimientos disponibles sobre los pueblos salvajes
contemporáneos representaban evidencias del pasado de las naciones civilizadas.
La evolución social de la humanidad, según Morgan, había sido única y lineal, pasando
por tres grandes etapas o períodos étnicos: el salvajismo, la barbarie y la civilización.
Cada una de estas etapas de la historia de la humanidad se había caracterizado por un
grado de progreso distinto, apreciable en cuatro dimensiones del desarrollo social y
cultural: la tecnología, el gobierno, la familia y la noción de propiedad.
Morgan pensaba que uno de los indicadores más claros de la evolución de una sociedad
era el nivel de tecnología que hubiese logrado. El progreso de la humanidad había
dependido, en primer lugar, del desarrollo de sus “artes de subsistencia”. La supremacía
del ser humano sobre la tierra frente a otras especies animales había sido posible gracias
a estas habilidades.
Por último, hace mención al desarrollo de la idea de propiedad. Relaciona, por una
parte, el desarrollo de este concepto con el progreso tecnológico y, por otra, la
regulación de su posesión y herencia con la evolución de la organización social en los
sucesivos períodos étnicos.
Marx y Engels leyeron con interés la obra de Morgan. Engels propone una teoría para
explicar el origen de la familia y del Estado, en la cual las condiciones económicas y la
propiedad privada juegan un papel fundamental.
Una de las ideas de Morgan que Engels consideraba trascendental para el entendimiento
de la prehistoria era que la organización matrilineal había precedido a la patrilineal. En
su opinión, esto probaba que las mujeres habían ido perdiendo estatus a medida que la
sociedad progresaba. Esa pérdida de estatus alcanzó su punto más álgido con la
aparición de la familia monógama, cuya causa había sido el surgimiento y desarrollo de
la propiedad privada. Así se produjo la primera forma de opresión de clases: la
explotación de las mujeres por parte de los hombres.
La aparición del Estado, según Engels, fue un paso más en el mismo proceso
desencadenado por el desarrollo de la propiedad privada y el conflicto de clases.
Adherencias y supervivencias
La primera de las costumbres que analizó fue la "evitación" entre los cónyuges y los
parientes afines más inmediatos. A continuación, examinó si había relación entre esta
costumbre y los modos de residencia pos-matrimonial. Primero tabuló el tipo de
residencia: en 65 casos era matrilocal, en 76 matrilocal temporalmente para convertirse
más tarde en patrilocal, y en 141 era patrilocal. Esto le hizo pensar que se trataba de
auténticas "adherencias" (correlaciones) y no asociaciones independientes.
Para explicar los casos negativos, en los que por ejemplo el esposo evitase a los
parientes de su mujer a pesar de no convivir con ellos, Tylor recurrió al concepto de
"supervivencia". Argumentó que en una etapa previa dicha sociedad debía haber sido
matrilocal y la evitación se mantenía como un vestigio en la etapa contemporánea. Esta
explicación, obviamente, contradecía el principio de co-variación en el que estaba
tratando de fundamentar su método. El concepto de "supervivencia", y no el método
comparativo, constituye la base argumental de su teoría evolucionista.
Y, por último, señalar que para Tylor, los principios del evolucionismo social serían:
El problema de Galton
Galton pensaba que una misma costumbre en dos tribus podía tener un origen común y
ser, por consiguiente, un duplicado del mismo original. Fowler insistió en la necesidad
de que las unidades fuesen del mismo tipo para poder ser comparadas, algo que
consideraba difícil de garantizar cuando se trata de grupos humanos.
Estas objeciones apuntaban a los problemas que plantean las fuentes de datos y las
unidades de análisis utilizadas para realizar comparaciones culturales. Las mismas
objeciones se han planteado con posterioridad a los análisis estadísticos de bases de
datos obtenidos de investigaciones etnográficas llevadas a cabo con distintas teorías
antropológicas y métodos no estandarizados.
Hubo varias reacciones al evolucionismo del siglo XIX, por eso a comienzos del siglo
XX, los antropólogos tomaron la iniciativa en la revisión de los esquemas y doctrinas
evolucionistas, tanto de los darwinistas sociales como de los comunistas marxistas.
En EEUU la posición dominante fue la desarrollada por Franz Boas, que se conoce
como particularismo histórico.
Boas adujo que cada cultura tiene su propia historia, larga y única. Para comprender o
explicar una cultura hay que reconstruir la trayectoria que ha seguido. El particularismo
histórico mantiene la noción de relativismo cultural, en la que no existen formas
superiores o inferiores de cultura.
El logro más importante de Boas fue su demostración de que la raza, la lengua y la
cultura eran aspectos independientes de la condición humana, ya que entre pueblos de la
misma raza se encontraban culturas y lenguas similares y diferentes; no existía base
para la noción darwinista social de que las evoluciones biológica y cultural formaban
parte de un proceso simple.
En la misma época en que Tylor leía su ponencia ya se escuchaban los primeros sonidos
de lo que más tarde serían las críticas de Boas al evolucionismo social. Aunque
inicialmente Boas se vio favorablemente impresionado por la ponencia de Tylor,
llegando a pensar que el método comparativo acabaría convirtiéndose en el método de
la antropología, terminó decantándose por otro método, el estudio histórico de la
distribución regional de los elementos del folclore, y otro tipo de explicaciones de la
cultura, el difusionismo.
Los evolucionistas sociales habían considerado los sonidos alternantes una característica
propia de las lenguas "primitivas". Los "salvajes" y "bárbaros", al igual que los niños,
eran incapaces de distinguir correctamente los fonemas de una lengua, lo cual tenía
como resultado que a veces los confundiesen al escucharlos. Boas creía que lo que
sucedía en realidad en esas ocasiones era que los sonidos eran percibidos por los
oyentes interpretándolos tomando como referencia sonidos similares que habían
escuchado anteriormente.
Mientras que para los evolucionistas los sonidos alternantes eran una evidencia más del
desarrollo de una única cultura (civilización) a lo largo de la historia de la humanidad,
para Boas resultaban una prueba de que la percepción del mundo externo por parte de
los individuos estaba determinada por sistemas de sentido aprendidos previamente (a los
que acabaría llamando culturas), que estaban condicionados históricamente. Estas ideas
constituían la semilla de un nuevo paradigma prospectivo en antropología, que la
subsiguiente historia se iba a encargar de confirmar.
Cultura y personalidad
Ruth Benedict
Extrapolando estas ideas a la antropología, Benedict sostiene que cada cultura debe
entenderse como una totalidad integrada. La cultura modela el carácter de los
individuos en una sociedad, pero estos no suelen ser conscientes de la forma como esto
sucede. Los conocimientos culturales son implícitos, los individuos carecen muchas
veces de teorías para explicar en qué consiste su cultura.
Los modelos culturales explican por qué los miembros de una sociedad se comportan de
una forma característica. Benedict lleva a cabo la comparación de estas sociedades
empleando una tipología conceptual dicotómica del temperamento humano, que toma
prestada de Nietzsche. Considera que el amplio abanico de configuraciones culturales
que se puede observar en el mundo oscila entre dos categorías: el carácter apolíneo y el
temperamento dionisíaco.
Conflicto entre el individuo y la cultura
En el planteamiento de la cultura que hace Benedict no sólo los modelos culturales son
relativos, sino también la desviación de ellos. De esta manera Benedict es una de las
primeras antropólogas que plantea el tema de las relaciones entre cultura y personalidad.
Antecedentes
Mead se pregunta por qué las personalidades de hombres y mujeres han sido modeladas
de manera tan distinta a lo largo de la historia de la humanidad. Siguiendo las ideas
planteadas por Ruth Benedict en Patterns of culture, propone como hipótesis la
existencia de un repertorio limitado innato de temperamentos en la especie humana, de
los que cada cultura haría una selección para configurar sus modelos ideales. De esta
manera, las personalidades sociales de ambos sexos serían variaciones del
temperamento humano configuradas de manera particular por cada sociedad, y no
temperamentos innatos de cada sexo.
Materialismo dialéctico
Destacan autores como Leslie White y Julian Steward. Los materialistas dialécticos
mantenían que la historia tenía una determinada dirección, la del surgimiento del
comunismo y de la sociedad sin clases. Las fuentes de este movimiento son las
contradicciones internas de los sistemas socioculturales y para comprender las causas de
las diferencias y similitudes socioculturales los científicos sociales tienen que tomar
parte en las resoluciones dialécticas que conducen al progreso hacia el comunismo.
La contradicción más importante es la que existe entre los medios de producción y las
relaciones de producción; en palabras de Karl Marx: “El modo de producción en la vida
material determina el carácter general de los procesos sociales, políticos y espirituales
de la vida. No es la conciencia del hombre la que determina su existencia, sino su
existencia social determina su consciencia”.
Materialismo cultural
Para los materialistas culturales, las causas más probables de variación en los aspectos
mentales y espirituales de la vida humana son estas limitaciones materiales que afectan
a la forma en que las personas se enfrentan a los problemas de satisfacer las necesidades
en un hábitat particular. Para ellos la evolución cultural ha sido provocada por la
acumulación gradual de rasgos útiles a través de un proceso de prueba y error. También
tienen en cuenta la diversidad de motivaciones políticas entre antropólogos pero que
están unidos por un compromiso común en el desarrollo de una ciencia de la cultura.
Uno de los autores más importantes dentro del materialismo cultural es Marvin Harris.
Para él la vida social está formada por dos tipos de fenómenos: por un lado, la conducta
de la gente y, por otro, sus pensamientos y emociones. Ambos pueden enfocarse desde
dos perspectivas distintas: la del propio participante (emic) y la del observador externo
(etic). Cada una de estas perspectivas da lugar a dos tipos de investigación.
Más adelante decidió sustituir la palabra "determinación" por "primacía", sin que esto
alterase la definición:
En definitiva, para explicar los fenómenos socioculturales, según Harris, se debe dar
prioridad a las teorías basadas en variables infraestructurales: tecnológicas, ecológicas y
demográficas. Las variables estructurales y las superestructurales están supeditadas a las
infraestructurales, contribuyendo a la regulación de los sistemas socioculturales, pero no
pueden buscarse en ellas las causas de los mismos.
Harris considera que la antropología es una ciencia y que debe buscar leyes que
expliquen las semejanzas y diferencias culturales. Su elección por el estudio de la
infraestructura está basada en la creencia de que está gobernada por leyes.
Uno de los varios ejemplos analizados por Harris es el de la guerra, ¿Por qué algunos
grupos humanos practican la guerra tribal de manera reiterada?
Harris considera que las teorías de la agresividad innata tienen poco valor para explicar
la guerra tribal. En lugar de ello, considera que las causas de la guerra están
relacionadas con la competencia entre grupos humanos por los recursos de los que
depende su subsistencia y la necesidad de regular el crecimiento de sus poblaciones.
Según este autor el análisis estructural se define como: "El sociólogo se encuentra en
una situación formalmente semejante a la del lingüista fonólogo: como los fonemas, los
términos de parentesco son elementos de significación; como ellos, adquieren esta
significación sólo a condición de integrarse en sistemas; los «sistemas de parentesco»,
como los «sistemas fonológicos», son elaborados por el espíritu en el plano del
pensamiento inconsciente; la recurrencia, en fin, en regiones del mundo alejadas unas
de otras y en sociedades profundamente diferentes, de formas de parentesco, reglas de
matrimonio, actitudes semejantes prescritas entre ciertos tipos de parientes, etcétera,
permite creer que, tanto en uno como en otro caso, los fenómenos observables resultan
del juego de leyes generales pero ocultos".
La prohibición del incesto, posee ambas características: constituye una regla y tiene
carácter universal. Lévi-Strauss rechaza las teorías anteriores sobre el origen de esta
prohibición, para él, la prohibición del incesto es el vínculo entre la naturaleza y la
cultura.
Las sociedades "primitivas" se caracterizan, según L-S, por ser "regímenes del producto
escaso". En este tipo de sociedades el grupo o la comunidad es quien regula la
distribución de valores, tales como las mujeres o los alimentos, muchas veces de manera
integrada. Las mujeres ocupan un papel fundamental en el sistema primitivo de valores,
se las considera bienes escasos y esenciales para la vida del grupo. En este tipo de
sociedades, asevera L-S, las mujeres no sólo son importantes por el papel primordial
que juegan en la reproducción, sino también en la economía. Esto hace que todos los
individuos deseen casarse. La soltería y la orfandad constituyen situaciones
problemáticas.
3. El pensamiento salvaje
L-S intenta demostrar que el pensamiento "primitivo" es tan lógico como el nuestro y
que gran parte del saber primitivo es desinteresado. Lo que impulsa el pensamiento
"primitivo" es una voluntad de saber. Considera equivocadas las interpretaciones de la
mentalidad "primitiva" que habían ofrecido Lévy-Bruhl y Malinowski. En La mentalité
primitive, Lévy-Bruhl había sostenido que el pensamiento de los pueblos "primitivos"
era prelógico y precientífico. Malinowski, por su parte, creía que el pensamiento de
estos pueblos estaba regido por sus necesidades psicobiológicas.
- Función.
- Jerarquía de necesidades.
- Papel del simbolismo.
E. Desde un punto de vista dinámico, esto es, con referencia al tipo de actividad, la
cultura puede ser analizada en cierto número de aspectos como la educación, el control
social, la economía, los sistemas de conocimiento, creencia y moralidad y aun modos de
expresión artística y creadora.
La cultura entonces nos aparece primero y principalmente como una vasta realidad
instrumental, el cuerpo de los instrumentos y comodidades, los estatutos de la
organización social, las ideas y costumbres, las creencias y valores, es decir, todo lo que
le permite al hombre satisfacer sus requerimientos biológicos con la cooperación y en
un medio remodelado y reajustado. En suma, la cultura es instrumental, adaptativa y
funcionalmente integrada. La explicación de la cultura requiere, según Malinowski,
determinar su función.
La jerarquía tiene que ver con el orden de aparición de las necesidades, no con su
importancia. Las necesidades culturales son tan relevantes como las biológicas. El
funcionalismo es, en esencia, la teoría de la transformación de las necesidades
orgánicas, es decir, el individuo, en necesidades e imperativos culturales derivados. Por
otro lado, la cultura produce nuevas necesidades. Las respuestas culturales para
satisfacer necesidades como la nutrición, la reproducción o la higiene dan lugar a
nuevas condiciones que demandaban nuevas respuestas culturales. Todo esto nos lleva a
plantearnos una pregunta. ¿Por medio de qué mecanismos se satisfacen las distintas
necesidades? A través de las instituciones, a saber, formas organizadas para llevar a
cabo actividades colectivas. Las distintas instituciones de una sociedad contribuyen de
forma integrada a satisfacer las necesidades de sus miembros. El conjunto de
instituciones es para Malinowski la organización social.
La función de la magia
Psicología comparada
Desde hace algunos años, varios autores popularizaron diversos temas acerca del
comportamiento animal, de una forma general se trata de llevar a cabo, extrapolaciones
más o menos justificadas, del comportamiento animal al ser humano. El tema de la
relación entre etología y salud-enfermedad mental es amplio y complejo, destacando los
siguientes aspectos:
Definición de etología
Los etólogos han aceptado, de una forma unánime, una serie de cuestiones biológicas
básicas, pero relevantes para entender la conducta. Estas son las siguientes:
Etología humana
Una premisa básica para la etología humana es que "el hombre es un animal. Se trata de
una especie notable, y hasta única desde muchos puntos de vista, pero no deja de ser un
animal por ello" (Tinbergen).
Existen autores (Cfr. Cordon) para quienes el hombre es un animal más (un animal
genuino, un individuo directamente supracelular), pero se puede afirmar que ya no
constituye una especie animal por dos razones:
De acuerdo con Eibl-Eibesfeldt, la etología humana puede ser definida como el estudio
de la biología de la conducta humana, y se fundamenta sobre la teoría de la selección y
de la causación, función y desarrollo onto y filogenético de la conducta humana. Para
Omark, tanto la etología en general, como la etología humana, en particular, deben
superar los modelos y proponer un modelo holístico en el cual lo biológico nunca puede
estar separado de aquello que es ambiental, pues cualquier elemento externo sólo tiene
significado para el organismo si se tiene en cuenta como el organismo lo percibe y
responde a él.
Actividades de sustitución
En este punto se va a hacer referencia, en primer lugar, a las contribuciones que puede
efectuar la etología a las ciencias de la salud; y, en segundo lugar, se expondrá el
modelo etológico de conducta tanto normal como anormal.
Son múltiples las aportaciones que puede hacer la etología a las disciplinas que se
ocupan, prioritariamente, de la salud mental de las personas. Entre las más importantes
se pueden indicar las siguientes:
- Aportaciones filosóficas: se trata de afirmar que el hombre es parte del reino animal
y, que tanto la estructura como la conducta humana son producto de los mismos
sistemas básicos que originan la estructura y la conducta de todos los animales. Al
mismo tiempo, es necesario poner de relieve las diferencias específicas entre el
hombre y los otros animales (método comparativo).
- Aportaciones metodológicas: constituyen métodos, los etológicos, de observación
conductual en ambientes naturales; principalmente, pueden proveer un poderoso
instrumento para describir, explicar y modificar el comportamiento humano
patológico.
- Aportaciones de información: se trata, siempre que sea posible, de aplicar modelos
de comportamiento animal para crear un marco de referencia para entender los
complejos sistemas de comportamiento humanos. Otra contribución fundamental es
la aportación de una terminología específica que se puede aplicar en las ciencias de
la salud.
- Aportaciones terapéuticas: relativas al empleo con humanos de sugerencias
terapéuticas formuladas a partir de observaciones o experimentos llevados a cabo
con animales. A pesar de los múltiples puntos de contacto y de una "relación
natural" existente entre etología y ciencias de la salud, poca comunicación ha
existido entre ambas. Según Tinbergen esta situación es debida a: dificultades de
comunicación relacionadas con diferencias en el lenguaje científico, dificultades
debidas a las diferencias en la educación ofrecida a los estudiantes en las dos líneas
de trabajo (ciencias de la salud y etología), "caricaturas" y expectativas personales
de que son diferentes en las personas que se centran en los estudios etológicos y
aquellas que se orientan hacia las ciencias de la salud y por último, conexionado con
lo anterior, se halla el afán de cada ciencia por mantener su campo delimitado y
propio, con lo cual se establece una nueva barrera para la comunicación
intercientífica.
Son múltiples y diversas las investigaciones que se llevan a cabo aplicando los métodos
y la "actitud" etológicos al estudio del comportamiento patológico humano. Como
ejemplos se pueden indicar los trabajos que intentan explicar los desórdenes
psiquiátricos desde la perspectiva de la biología evolutiva, el enfoque etológico del
autismo, etc. En primer lugar, se halla la relación hipotética entre conducta normal y
anormal y, en segundo lugar, la clasificación funcional de la conducta.
Todos los seres vivos deben lograr ciertos fines si estos pueden incrementar la
probabilidad de tener descendientes vivos en generaciones venideras. Por ese motivo, a
dichos fines se les suele llamar metas, y estrategias adaptativas a los patrones de
conducta utilizados para lograr dichas metas. Existe una serie de metas biológicas de
incuestionable importancia en la historia evolutiva humana (y de otras especies).
Algunas de ellas son las siguientes:
Las metas que se acaban de mencionar son conseguidas por medio de una serie de pasos
ordenados referentes a conductas conocidas como estrategias. Mcguire y Fairbanks
distinguen siete categorías de conductas para las que los seres humanos están
biológicamente predispuestos y cada una de las cuales contiene diversas conductas
adaptativas. Aquí, sólo se va a hacer mención a las categorías, que son las que a
continuación indicamos:
Cuando las metas y las conductas adaptativas enumeradas se deterioran y no son útiles
para llevar a cabo una óptima relación B/C entonces disminuye la aptitud inclusiva de
los sujetos. En pacientes con diversos grados de enfermedad mental existe evidencia,
para afirmar que tiene lugar un decremento de dichas metas. De este modo, podemos
decir que los enfermos mentales presentan menor probabilidad de tener prole, mayor
probabilidad de ruptura de los vínculos con familiares y amigos, dificultades para
establecer una eficiente relación de tiempo-energía, carencia de flexibilidad
comportamental y de aprendizaje, comunicación imprecisa, vínculos afectivos
deteriorados, etc.
Recientemente se han presentado polémicas por parte de los partidarios de los derechos
de los animales y por sus activistas más radicales que ponen en duda el valor de la,
investigación conductual sobre animales. Pues bien, la evidencia actualmente disponible
es que la investigación conductual efectuada con animales sí es relevante y necesaria;
además, arroja resultados positivos, en múltiples campos, por ejemplo la terapia del
comportamiento, el tratamiento de la incontinencia fecal y urinaria en humanos, la
medicina conductual, la rehabilitación de desórdenes neuromusculares, la comprensión
y alivio de los efectos del estrés y del dolor, la evaluación de las drogas para el
tratamiento de la ansiedad, las psicosis, la enfermedad de Parkinson, el nuevo
conocimiento acerca de los mecanismos de adicción a drogas y sus efectos nocivos
sobre el feto, la comprensión de los mecanismos y futuro probable para aliviar algunos
déficits de memoria que ocurren con la edad, etc. Se han propuesto alternativas al
empleo tradicional de animales en la investigación psicológica (observación naturalista,
estudios de casos, empleo de animales inferiores o de embriones, etc.) e incluso se ha
hablado de otras posibilidades al uso de animales (por ejemplo, utilizar plantas,
simulación a través de ordenador, etc.). No obstante, estas nuevas líneas de trabajo
propuestas no son eficaces, y no parece haber alternativa para el empleo de organismos
vivientes en múltiples aspectos de la investigación comportamental.
Existen seis formas en que los estudios con animales pueden contribuir a una mejor
comprensión de la conducta humana, ya que son de gran utilidad:
Los sistemas simbólicos que los individuos utilizaban al construir el significado, eran
sistemas que estaban arraigados ya en su lenguaje y cultura.
Como dice Clifford Geertz sin el papel constitutivo de la cultura somos “monstruosidades
imposibles, animales incompletos, sin terminar, que nos completamos o terminamos a través
de la cultura”. Por tanto, en psicología el papel de la cultura es muy importante por
diversas razones;
- Primero, la participación del hombre en la cultura y la realización de sus potencialidades
mentales a través de ésta, hace que sea imposible construir la psicología humana basándonos
solo en el individuo “no existe una naturaleza humana independiente de la cultura”.
- En segundo lugar, nuestra forma de vida depende de significados públicos y compartidos al
estar basados en la cultura en la que nos encontremos, lo que hace que la psicología deba
trabajar con ellos, no haciéndola así subjetiva sino todo lo contrario.
- En tercer y último lugar, la psicología popular (folk psychology), se ocupa de la naturaleza,
causas y consecuencias de aquellos estados intencionales (creencias, deseos, intenciones…),
despreciados por el resto de la psicología científica debido a la subjetividad de dichos
estados; por eso la psicología popular nunca se verá desplazada por paradigmas científicos.
Una psicología sensible a la cultura debe estar basada no solo en lo que hace la gente sino en
lo que dicen que hacen y en lo que dicen que los llevó a hacer lo que hicieron. También de
lo que la gente dice que hacen los otros y por qué. Y por encima de todo se ocupa de cómo
dice la gente que es el mundo.
La psicología orientada culturalmente ni desprecia lo que dice la gente sobre sus estados
mentales ni trata lo que dicen sólo como si fueran indicios predictivos de su conducta
visible. Adopta la postura de que existe una congruencia públicamente interpretable entre
decir, hacer y las circunstancias de lo que se dice y se hace.
La psicología popular sería el equivalente al “sentido común”. En todas las culturas hay
una psicología popular, que es uno de los instrumentos constitutivos más poderosos y que
consiste en un conjunto de descripciones más o menos normativas y conexas sobre cómo
"funcionan" los seres humanos, cómo es nuestra mente y las mentes de los demás, cómo
cabe esperar que sea la acción situada, qué formas de vida son posibles, cómo se
compromete uno a estas últimas, etc. El aprendizaje de la psicología popular se produce muy
pronto: la aprendemos al tiempo que aprendemos a usar el lenguaje que adquirimos y al
realizar las relaciones interpersonales que requiere la vida comunitaria.
La psicología popular se puede entender como un sistema mediante el cual la gente organiza
su experiencia, conocimiento y transacciones relativos al mundo social. Su uso comenzó con
el renacimiento del interés por la "mente salvaje", especialmente por la estructura de los
sistemas indígenas de clasificación. Garfinkel y sus colegas proponían una etnosociología,
una ciencia social en referencia a las distinciones sociales, políticas y humanas que las
personas sometidas a estudio hacían en su vida cotidiana, basándose en Alfred Schurtz. Segú
n Alfred Schurtz, hay un poderoso argumento institucional, dado que las instituciones
culturales se construyen de tal manera que reflejan las creencias de sentido común sobre la
conducta humana.
Ya que la psicología popular debe estar en la base de cualquier psicología cultural, se han
seleccionado algunos componentes fundamentales, que son aquellas premisas o creencias
elementales que forman parte de las narraciones sobre las situaciones humanas. El primero,
es que creemos que la gente tiene creencias no sólo sobre el presente sino también sobre el
pasado y el futuro, que nos ponen en relación con el tiempo concebido de una determinada
manera, la nuestra; el segundo, es que creemos que nuestras creencias deben tener algún
tipo de coherencia, no creer en cosas incompatibles; por último creemos que las creencias y
deseos de la gente llegan a ser lo suficientemente coherentes y organizados como para
merecer el nombre de compromiso o forma de vida y esas coherencias se consideran como
disposiciones que caracterizan a las personas(padre dedicado, amigo fiel, etc.).
La división entre un mundo interior de experiencia y un mundo exterior autónomo, crea tres
dominios que requieren una forma distinta de interpretación: el primero es un dominio que
se encuentra bajo el control de nuestros propios estados intencionales, donde el Yo como
agente opera con conocimiento del mundo y con deseos que se expresan de una manera
congruente con el contexto y las creencias, por tanto somos responsables del curso de los
acontecimientos; el segundo es más problemático, es una mezcla indeterminada del primero
y tercero y que requiere una forma más elaborada de interpretación, asociado en el cultura
occidental a la psicología reduccionista o Inteligencia Artificial; el tercero se produce desde
fuera, que escapa a nuestro control, es el dominio de la naturaleza.
La psicología popular es de naturaleza narrativa, trata de agentes humanos que hacen cosas
basándose en sus creencias y deseos, que se esfuerzan por alcanzar metas y encuentran
obstáculos que superan o que les doblegan, ocurriendo todo en un prolongado tiempo.
El suicidio es una forma deliberada e intencional de acabar con la vida de uno mismo. Esta
definición es inadecuada, ya que uno lo que quiere es acabar con su sufrimiento personal, no
con su vida: por lo tanto el concepto adecuado sería “penacidio”. Hay diferentes tipos de
suicidio, más impulsivos o más premeditados, pero todos tienen en común una situación
adversa mantenida o un desencadenante.
Alrededor de este tema existen una serie de mitos, como que hablar de suicidio puede
fomentarlo; que tras un intento de suicidio y posterior recuperación ya no hay riesgo; que el
riesgo de suicidio disminuye con la mejora de la depresión; que solo se suicidan los
enfermos mentales… No es cierto que solo se suiciden los EM, pero sí tienen mayor riesgo
aquellos que sufran Trastorno de Estrés Postraumático, esquizofrenia o personas que abusen
de alcohol y drogas.
Existe un patrón característico del suicida, que consiste en: pensamiento dicotómico (ver
todo blanco o negro); rigidez y constricción cognitiva; perfeccionismo hacia sí y hacia los
demás, con altos niveles de autocrítica; falta de especificidad en la memoria autobiográfica
(vaga y general) asociada con depresión, TEPT y conducta suicida; deterioro de la resolución
de problemas y escasa confianza en su solución; vulnerabilidad de las experiencias
percibidas en relación con ocurrencias negativas, aproximando rápidamente las adversidades
que generan malestar.
El proceso suicida se va gestando en la persona de manera lenta y pasa por tres fases:
1.- Planteamiento o ideación suicida pura: la persona se plantea la posibilidad de quitarse la
vida para solucionar sus problemas.
2.- Ideación suicida ambivalente: la persona empieza a plantearse las consecuencias de
suicidarse.
3.- Decisión firme de suicidarse: la persona toma la decisión inamovible de acabar con su
vida.
Existen una serie de factores que pueden facilitar la consumación del suicidio. Pueden ser:
- El lugar donde se produzca el suicidio (por ejemplo en el medio rural el más común es el
ahorcamiento mientras que en la ciudad la precipitación).
- Los aspectos culturales que hagan que el método empleado sea considerado lícito o no.
- La disponibilidad de los medios.
- La oportunidad para llevarlo a cabo.
Internet es una herramienta de influencia en el tema del suicidio. Por un lado puede
favorecer los intentos de suicidio como en los casos de cibersuicidio: da información sobre
métodos suicidas y favorece la consumación de pactos suicidas. Por otra parte, Internet
también ofrece posibilidades de prevención del suicidio permitiendo realizar consultas en
crisis suicida cuando la persona solicita ayuda antes de consumar el acto suicida.
Además de Internet, otros medios de comunicación como las películas, las series o los libros
pueden llegar a favorecer el acto suicida a través del efecto imitativo (hipótesis del
Contagio). Ejemplos de ello son el Efecto Werther (proveniente del desencadenante de
suicidios que produjo la novela Las penas del Joven Werther, de Goethe) y el Efecto Yukiko
(proveniente de la imitación suicida que se produjo a raíz del suicidio de una estrella de rock
japonés). Para prevenir se establecen una serie de recomendaciones para la publicación de
noticias sobre conducta suicida en Medios de Comunicación Social como evitar los detalles
del suceso, no mostrar fotos del fallecido, no describir el método empleado, no justificar el
suicidio con valores morales dignos de imitarse, etc. Esto también se puede dar en
adolescentes a los que se les ha suicidado otro adolescente de su entorno.
Para la concienciación del la prevención del acto suicida se ha instituido el día mundial de la
prevención de suicidio (10 de septiembre) y además, la OMS lanzó la estrategia SUPRE.
Hay dos tipos generales de intervención para la prevención: estrategias poblacionales
(objetivos a largo plazo) e intervenciones en grupos de riesgo específico (objetivos concretos
y a corto plazo).
Algunos de los factores que disminuyen el riesgo suicida son: el uso de medios de
comunicación de manera conveniente (en Austria la restricción de noticias de suicidios
acaecidos en el metro redujo los suicidios por ese método), el establecimiento de un Contrato
Conductual y la distribución de información.
La actividad preventiva ante una persona con riesgo suicida debe tener en cuenta tres pilares:
La escucha (no se juzga, ni se interroga, ni se aconseja, ni se opina)
La confianza (clima de confidencialidad)
La ayuda y la compañía
En cuanto a los efectos, existe evidencia de que el efecto de múltiples adversidades sobre el
riesgo o probabilidades de psicosis es acumulativo, es decir, a mayor número de situaciones
de adversidad sufridas mayor probabilidad de desarrollar psicosis. Aunque hay ciertas
limitaciones puesto que no cada exposición tiene el mismo efecto en la persona.
Acerca de los factores protectores, hay evidencia de que el apoyo social, en concreto el de un
adulto, puede limitar las consecuencias negativas del maltrato y otras adversidades en la
infancia.
Hay una serie de mecanismos biológicos que están conectados a través de los cuales la
exposición a las adversidades en la infancia puede incrementar el riesgo de psicosis. Se
producen ciertas disfunciones en estos sistemas biológicos en quienes están expuestos a
adversidades en la infancia. Estas adversidades se relacionan con una hiperactivación del eje
HPA al igual que en las personas con psicosis. Existe evidencia de la disminución del
hipocampo tanto en las personas expuestas a las adversidades en la infancia como a aquellas
que sufren un trastorno psicótico. También disminuyen las concentraciones de BDNF
después de la exposición al estrés y en las personas con psicosis. Por último hay una
liberación de dopamina tras la exposición al estrés y en individuos con psicosis.
En cuanto a los mecanismos psicológicos, la evidencia es escasa aunque ciertos estudios
sugieren que las adversidades en la infancia pueden aumentar el riesgo de psicosis a través
de una repercusión en el afecto. Otros muestran también que las experiencias de adversidad
durante la infancia cuando cristalizan los estilos de pensamiento y creencias en torno al yo y
al mundo pueden repercutir entre si.
Según algunos autores, la ciencia no nos enseñaría nada acerca de lo que debemos creer,
puesto que esta no determina que fines son más valiosos, sino que solo conoce hechos
que tienen el mismo valor e interés, los observa, explica, pero no juzga.
Para saber, no lo que es, sino lo que es deseable hay que recurrir a sugerencias del
inconsciente…sentimiento, instinto o como queramos llamarle, al final lo que determina
lo que es valioso o no, no es la ciencia, sino otros métodos extra-científicos, los
sociales.
Esto es así para Durkheim que dice que, a través de la razón social se construye la idea
de lo que es “la cosa buena” que es la salud y lo que no. Una frase que quizás explica
bien lo dicho hasta ahora, es de este mismo autor “la ciencia puede iluminar el mundo,
pero permite a la noche reinar en nuestros corazones”.
Si encontramos un criterio objetivo inherente a los hechos mismos y que nos permita
distinguir científicamente la salud de la enfermedad, en los diversos ordenes de los
fenómenos sociales, la ciencia se encontrara en situación de iluminar la práctica fiel a su
estilo. Sin duda hoy, no consigue llegar al individuo, solo puede suministrarnos
indicaciones generales.
El estado de salud tal como puede definirlo, no convendría exactamente a ningún sujeto
individual, ya que todo puede ser establecido en relación con las circunstancias más
comunes, de las que todo el mundo se desvía más o menos. Por supuesto, no deja de ser
un punto de referencia para orientar la conducta, pero como veremos en sucesivos
párrafos, ni las condiciones de salud, ni las de enfermedad son definibles de una manera
absoluta, son más bien definiciones relativas…pero ¿relativas a qué?
Veamos ahora algunas reglas o ejemplos, que pone de manifiesto cuán difícil es la
definición o delimitación de lo que es salud y lo que es enfermedad, de lo que es un
fenómeno normal o patológico…
Podemos atender a otro criterio. Por ejemplo, la salud sería el estado en el que el
organismo en el cual se encuentran las oportunidades de supervivencia al máximo y la
enfermedad por el contrario todo lo que lo disminuye, es indudable que, por lo general,
la enfermedad tiene realmente como consecuencia una debilitación del organismo. Pero
no es la única que produce este resultado, los procesos de desarrollo biológico por
ejemplo…la ancianidad y la infancia tienen los mismos efectos; porque el anciano y el
niño son más accesibles a las causas de desnutrición ¿son entonces enfermos y es
preciso no admitir mas tipo sano que el del adulto?
He aquí buenos ejemplos donde el campo de la salud y el de la fisiología quedan
singularmente reducidos. Desde el mismo punto de vista habrá que clasificar la
menstruación entre los fenómenos mórbidos; por que los trastornos que provoca
aumentan la receptividad de la mujer a la enfermedad…sin embargo ¿Cómo calificar de
enfermizo un estado cuya ausencia o desaparición constituye indiscutiblemente un
fenómeno patológico? Por otra parte, la menstruación se vive de diferentes formas en
unas culturas que otras…Se razona sobre estas cuestiones como si en un organismo
sano, cada pormenor tuviese un papel útil que desempeñar, como si cada estado interno
respondiese a alguna condición externa exacta.
Por otro lado, no es seguro que la enfermedad tenga siempre un resultado en función del
cual se la quiere definir… ¿quién nos dice que no hay enfermedades útiles? La viruela
que nos inoculamos por medio de una vacuna es una verdadera enfermedad que
aceptamos voluntariamente y sin embargo aumenta nuestras oportunidades de
supervivencia.
Por otra parte, si convenimos en denominar tipo medio, (lo que se denomina ahora
estereotipo), al ser esquemático que reúne en un mismo todo, los caracteres más
frecuentes de la especie, podemos decir que el tipo normal puede confundirse con el
tipo medio y que toda desviación respecto a ese patrón de salud es un fenómeno
mórbido/patológico.
Hay que tener en cuenta que lo que el fisiólogo estudia son las funciones del organismo
medio y los mismo ocurre con el sociólogo, además, solo puede clasificarse como
patológico un hecho en relación con una especie determinada. Como decíamos al
principio, las condiciones de la salud y la enfermedad no pueden ser definidas de una
manera absoluta.
Cada especie tiene su salud peculiar, porque hay un tipo medio que les es propio. Hay
que renunciar a la costumbre, todavía muy difundida, de juzgar una institución, una
práctica o máxima moral, como si fuesen buenas o malas en sí mismas y por sí mismas,
para todos los tipos sociales indistintamente, puesto que el punto de referencia en
relación con el cual se puede juzgar el estado de salud o de enfermedad varia con las
especies, puede variar incluso para una sola y misma especie si esta llega a cambiar, así
desde el punto de vista puramente biológico lo que es normal para el salvaje no lo será
para el civilizado y viceversa (recordemos el caso del niño salvaje de Aveyron).
Otro ejemplo importante también es, tener en cuenta que existe un orden de variaciones
en una especie, como hemos mencionado, las que se refieren a la edad, por ejemplo. La
salud del anciano no es la misma que la del adulto y lo mismo que esta no es al del niño.
Por lo tanto, no puede clasificarse un hecho social como normal para una especie social
determinada más que en relación con una fase. No basta con observar bajo qué forma se
presenta en la generalidad de las sociedades que pretenden dicha especie, hay que
cuidar también de considerar en la fase correspondiente de su evolución.
Para distinguir lo normal de lo anormal, hay que tener en cuenta diversas variables y
hacerse según qué preguntas, como hemos visto hasta ahora y tener muy presente los
periodos de transición de una especie, donde la generalización del tipo normal puede ser
engañosa, dado que puede que solo se mantenga por la fuera ciega de la costumbre y se
haya modificado. En sociología para las sociedades que pertenecen a las especies
inferiores que ya han realizado su carrera evolutiva, la ley de su evolución normal es, o
puede ser establecida. Pero cuando se trata de sociedades elevadas como la nuestra y
más recientes, esta ley es desconocida por definición, puesto que todavía no han
recorrido toda su historia. En este caso solo al sociólogo solo le queda hacer
comprobaciones.
(lo más importante es, la primera página y media y estas tres últimas reglas)
A
1. La sociología no se ocupa de un universo “pre-dado” de objetos, sino de
un objeto que está constituido o es producido por los quehaceres activos de los
sujetos. los seres humanos transforman a la naturaleza socialmente y al “humanizarla”
se transforman a ellos mismos; pero, por supuesto no producen el mundo natural. La
producción y reproducción de la sociedad no está “biológicamente programada” como
ocurre con especies inferiores. (las teorías que los hombres elaboran pueden afectar, a
través de sus aplicaciones tecnológicas, a la naturaleza, pero no pueden llegar a
constituir características del mundo natural, como lo hacen en el caso social).
En resumen, las tareas primarias del análisis sociológico son las siguientes;
Esta producción solo aparece al multiplicarse la población. las relaciones entre unas
naciones y otras dependen de la extensión en que cada una de ellas haya desarrollado
sus fuerzas productivas, la división del trabajo y el intercambio interior. De hasta donde
se han desarrollado las fuerzas productivas de una nación, el mejor indicador, es el
grado hasta el cual se ha desarrollado en ella la división del trabajo (que a la postre
generará la dependencia de relaciones que formaran la conciencia como veremos más
adelante). La división del trabajo dentro de una nación, se traduce en la separación del
trabajo industrial respecto al agrícola, de la separación de la ciudad y el campo. Las
diferentes fases de desarrollo de la división del trabajo son otras tantas formas distintas
de la propiedad. (el problema es que el sistema capitalista genera separación de
actividades espirituales y materiales lleva a la distribución desigual del trabajo y sus
productos, de la propiedad; la producción y el consumo es asignado a distintos
individuos creando así contradicciones al interior de la comunidad. Una de éstas es la
oposición que se da entre el interés común y el privado; lo que en realidad sucede, como
demuestran Marx y Engels, es la creación de una mutua dependencia entre todos los
individuos participantes de la división del trabajo.
Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana, que desciende del cielo
sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo. Se parte del hombre que realmente
actúa y arrancando de su proceso de vida real, se expone también el desarrollo de los
reflejos ideológicos y de los ecos de este proceso de vida. No es la conciencia la que
determina la vida (critica a la ideología alemana, critica a Hegel), sino la vida la
que determina la conciencia. Desde el primer punto de vista, se parte de la conciencia
como el individuo viviente, desde el segundo, que es el que corresponde a la vida real,
se parte del mismo individuo real viviente y se considera la conciencia solamente como
su conciencia.
Existe una conexión materialista de los hombres entre sí, condicionada por las
necesidades y el modo de producción y que es tan vieja como los hombres mismos,
conexión que adopta continuamente nuevas formas y que ofrece una “historia”, aun sin
que exista cualquier absurdo político o religioso que también mantenga unidos a los
hombres. El lenguaje es tan viejo como la conciencia, es la conciencia practica que nace
como intercambio entre hombres de esa “historia”. La conciencia, por tanto, para estos
autores, es ya de antemano un producto social, y lo seguirá siendo mientras existan los
seres humanos.
Tanto para estos autores como para Vygotsky, la verdadera riqueza espiritual del
individuo depende totalmente de la riqueza de sus relaciones reales.
Por tanto, las circunstancias hacen al hombre en la misma medida en que este hace a
las circunstancias. “yo soy yo y mis circunstancias y si no se salvan ellas, no me salvo
yo”.
El mismo Marx nos resume el resultado al que llegó: En toda sociedad puede
distinguirse una estructura económica o infraestructura que determina la superestructura
jurídico-política o ideológica (formas de conciencia). Las fuerzas productivas y las
relaciones sociales que se dan en el proceso de producción forman la infraestructura o
base económica de la sociedad (base de todo el proceso de producción) sobre la que se
erige la superestructura. Las relaciones de producción no dependen de la voluntad
humana, sino del modo de organizar el sistema productivo y del grado de desarrollo de
las fuerzas productivas.
Lo que produce los cambios sociales son las condiciones económicas. El cambio social
es posible si se dan las condiciones materiales en el seno de la propia sociedad antigua,
si la estructura económica ha cambiado previamente para tal revolución. Por eso la
humanidad “siempre se propone los objetivos que puede alcanzar” y que solo “brotan
cuando las condiciones materiales lo posibilitan. Según Marx, las sociedades han ido
evolucionando en los siguientes modos de producción: asiático, antiguo, feudal y
moderno burgués. En la sociedad burguesa se da un antagonismo de las condiciones
sociales de la vida de los individuos; pero las fuerzas productivas en esta sociedad
brindan las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con este modo
de producción se cerrará la prehistoria de la sociedad humana.
Federico Engels, quien había llegado por su cuenta a las mismas ideas se estableció en
Bruselas y expusieron sus ideas comunes en varios trabajos: Manifiesto del partido
comunista, por ejemplo.
Acaba el prólogo citando las palabras que Dante en La divina Comedia pone a las
puertas de infierno: “es bueno que el temor sea aquí deado y que, según Marx habría
que poner también ante la ciencia, en concreto de su estudio científico y aquí la
cobardía, quede muerta. concienzudo de la sociedad y la Economía, que, como nos
acaba de explicar es fruto de muchos años de dedicación y estudio.
Marx escribió las “tesis sobre Feuerbach” en Bruselas, en la primavera de 1845, cuando
había terminado ya de desarrollar los rasgos principales de su teoría materialista de la
historia y había extendido el materialismo a la explicación de la sociedad humana.
Según definición de Engels, es “…el primer documento en que se contiene el germen
inicial de la nueva concepción del mundo”.
*el documento contiene 11 tesis, pero en clase solo destacó necesarias a saber 3 de
ellas.
VI
Feuerbach, que no se ocupa de la crítica de esta esencia real, se ve, por tanto, obligado
a;
La vida social es, en esencia, practica. Todos los misterios que descarrían la teoría
social hacia el misticismo, encuentran su solución racional en la práctica human y en la
comprensión de esta práctica.
XI
Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo
que se trata es de transformarlo.
¿Existe algo que estos procesos tan diferentes tengan en común que pueda reunirlos
bajo un único concepto de aceleración social? Más bien, al mirar este espectro de
fenómenos, resulta evidente que podemos separarlos en tres categorías diferentes tanto
analítica como empíricamente.
La tercera categoría es la aceleración del ritmo de vida. Esta categoría no está ni lógica
ni causalmente implicada en las dos primeras, sino que más bien parece paradójica con
respecto a la aceleración tecnológica. Esta aceleración es el centro de atención de
mucha de la discusión sobre la aceleración cultural y la presunta necesidad de
desaceleración. Ahora bien, si asumimos que “el ritmo de vida” se refiere a la velocidad
y comprensión de las acciones y experiencias en la vida cotidiana, es difícil ver cómo
está relacionado con la aceleración tecnológica, ya que ésta última describe la
disminución del tiempo necesario para llevar a cabo los procesos y acciones cotidianas
de producción y reproducción, comunicación y transporte, esto debiera conllevar a un
incremento del tiempo libre, el cual, a su vez, podría frenar el ritmo de vida. Ya que la
aceleración tecnológica implica que un menor tiempo es necesario, el tiempo debiera
volverse abundante. Si, por el contrario, el tiempo se vuelve más y más escaso, este será
un efecto paradójico que requiere una explicación sociológica.
El empoderamiento humano está adquiriendo cada vez más importancia como fuerza
impulsora detrás de la democratización. El desarrollo de la “democracia efectiva”
refleja que la gente común ha adquirido recursos y valores que les permiten presionar a
las élites eficazmente. Sin embargo, por lo general, se subestima la importancia de este
proceso llamado “empoderamiento humano”.
Para medir la democracia efectiva se debe considerar no sólo el grado en que los
derechos políticos y civiles existen en el papel, sino también hasta qué punto los
funcionarios públicos realmente respetan esos derechos. El índice Freedom House da
cuenta del primero de estos componentes. Si un país tiene elecciones justas, libres y
competitivas, la medición de Freedom House tenderá a calificarlo como “libre”. Por
otro lado, los datos de “buena gobernalidad” del Banco Mundial, especialmente los
puntuajes de “control de corrupción”, entregan la mejor medición disponible del grado
en que se apegan a la ley aquellos que están en el poder.
Hoy en día, los estudios de la WVS (World Values Survey o Encuesta Mundial de
Valores), incluyen más de 80 países, y comprende casi el 90% de la población mundial,
lo que hace posible medir si los países en donde ciertas actitudes están relativamente
extendidas son en realidad más democráticos que otros. Los resultados demuestran que
ciertas actitudes de la masa están estrechamente relacionadas con la democracia, pero la
validez aparente es un parámetro poco confiable en términos de qué actitudes tienen
mayor impacto. Una buena parte de las investigaciones recientes se fundamenta en la
suposición que las sociedades donde el público afirma cosas favorables acerca de la
democracia tienden a ser democráticas. En este momento histórico, la mayoría de las
personas está dispuesta a hablar bien de la democracia, y las grandes mayorías en gran
parte de los países les informan a los encuestadores de opinión que la democracia es la
mejor forma de gobierno. Pero esto no indica necesariamente que existan orientaciones
profundamente arraigadas o motivaciones fuertes; en algunos casos, simplemente refleja
los efectos del sesgo de “deseabilidad social”.
Los sociólogos hablan de estratificación social para describir las desigualdades que
existen entre los individuos y los grupos dentro de las sociedades humanas. Con
frecuencia mencionamos la estratificación para aludir a bienes o propiedades, pero el
fenómeno también puede darse en función de otros atributos como el género, la edad o
la afiliación religiosa.
3. Los estratos que determinan las diferentes categorías sociales tienden a cambiar
muy lentamente a lo largo del tiempo. En las sociedades industrializadas, por
ejemplo, las mujeres en su conjunto sólo han empezado a adquirir igualdad con
los hombres en los últimos tiempos.
4. Los sistemas de clase son sistemas a gran escala e impersonales. Los sistemas de
clase operan principalmente mediante conexiones impersonales a gran escala,
como las que se dan entre patrón y empleado. Las diferencias de clase se reflejan
en las desigualdades de salario y de condiciones de trabajo. En los restantes
sistemas de estratificación las desigualdades se expresan principalmente
mediante relaciones personales basadas en el deber o la obligación, ya sea entre
esclavo y amo o individuos de una casta inferior o superior.
La clase se ha convertido en la forma dominante de estratificación social.
Existen una serie de puntos principales de las críticas al marxismo, que describiremos
brevemente. En primer lugar, se ha dicho que la división en “dos grandes campos”, que
según Marx caracteriza a la sociedad capitalista, es demasiado simplista. Dentro de la
clase trabajadora existen divisiones entre los obreros especializados y los no
cualificados que han perdurado y se han vuelto más complejas, al intervenir factores
como el género o la etnia, que producen competencia y conflictos internos. En segundo
lugar, la revolución comunista, que sería liberada por la clase obrera de la industria de
las sociedades avanzadas, no ha llegado a materializarse, lo que cuestiona su análisis de
las dinámicas del capitalismo. Además, la mayoría de la clase trabajadora ha ido
ganando un mayor acceso a la propiedad y tiene más interés en el mantenimiento del
sistema capitalista que nunca. Por último, aunque Marx creía que la conciencia de clase
iría en aumento gracias al mayor número de experiencias compartidas por la clase
trabajadora, lo cierto es que cada vez nos identificamos menos con nuestra posición
social de clase. La clase ha perdido importancia para mucha gente, a la vez que han
surgido otras fuentes de identidad social.
El sociólogo Wright ha desarrollado una teoría que debe mucho a Marx, pero que
incorpora también ideas de Weber. Se apartó de la mirada exclusiva de la propiedad de
los medios de producción y centró su interés en descifrar el grado de control que tenían
los miembros de las distintas clases sociales del proceso de producción. Según Wright,
en la producción capitalista moderna el control sobre los recursos económicos tiene tres
dimensiones que nos permiten identificar las principales clases existentes: control sobre
las inversiones o el capital monetario; control sobre los medios físicos de producción
(tierra o fábricas y oficinas) y control sobre la fuerza de trabajo.
Quienes pertenecen a la clase capitalista tienen control sobre cada una de estas
dimensiones del sistema de producción, tal y como afirmó Marx. Los miembros de la
clase obrera no lo tienen sobre ninguna de ellas. En medio de estas clases principales,
sin embargo, hay grupos cuya posición es más ambigua: los directivos y los empleados
de “cuello blanco”. Estas personas se encuentran en lo que Wright denomina situaciones
contradictorias de clase, porque pueden influir en algunas facetas de la producción, pero
se les niega el control de otras.
¿Cuál es la relación entre los trabajos que realizamos y nuestra posición social de clase?
¿es lo mismo clase que ocupación? ¿cambiamos de clase cuando cambiamos de
ocupación? A algunos sociólogos no les satisfacen los esquemas de clase descriptivos,
ya que afirman que sólo reflejan desigualdades sociales y materiales entre las clases, sin
pretender explicar los procesos que las producen. Con estas preocupaciones en mente, el
sociólogo británico Goldthorpe, creó un esquema que se pudiera utilizar en
investigaciones empíricas sobre la movilidad social. El esquema de clase de Goldthorpe
no se concibió como una jerarquía, sino como una representación del carácter
“relacional” de la estructura de clases contemporánea.
Dos de las grandes críticas a Goldthorpe son que, aunque su esquema resulta claramente
útil para la investigación empírica, no es tan evidente que pueda aportar mucho sobre la
posición de esos grupos sociales, como los estudiantes o los desempleados, que quedan
fuera de la delimitación de las clases. También ha sido atacado por no conceder
suficiente importancia a las graves disparidades de riqueza que encierran las sociedades
capitalistas.
Algunos autores han señalado que debemos evaluar la posición de clase de los
individuos, no sólo en función de la economía y del empleo, sino respecto a factores
culturales como el estilo de vida y las pautas de consumo. Las identidades de los
individuos se estructuran en mayor medida en torno a opciones relativas a los estilos de
vida y menos teniendo en cuenta indicadores de clase más tradicionales como el
empleo.
Para Bourdieu, sociólogo francés, la elección del estilo de vida es un indicador
fundamental de clase, Bourdieu sostenía que el capital económico es importante, pero
sólo aporta una comprensión parcial de la clase a la que se pertenece. Identifica cuatro
formas de “capital” que determinan la posición de clase: el capital económico, el
cultural (educación, apreciación del arte y búsqueda de consumo y ocio), el social (red
personal de amigos y contactos, los recursos que adquieren las personas o los grupos en
virtud de la posesión de una red permanente de relaciones más o menos
institucionalizadas de conocimiento y reconocimiento mutuos) y el simbólico (posesión
de una buena reputación; la idea es similar a la de status y se basa en la opinión que los
demás tienen de nosotros). Estos cuatro tipos de capital están relacionados entre sí y
hasta cierto punto la posesión de uno puede ayudar a la búsqueda de los otros.
Desde el modelo sugerido se amplía la visión de los factores continuos que moldean el
desarrollo del estilo general de vida de una persona, y una perspectiva circunscripta de
las crisis recurrentes asociadas con cambios repentinos en sus estructuras de conducta.
Este modelo se basa en la provisión de aportes y la significación de las crisis vitales.
Las listas de necesidades son generalmente algo arbitrarias. Una lista útil podría tener
en cuenta tres áreas principales:
Los preceptos de conducta influyen sobre las relaciones complementarias entre el rol de
la persona y los de los otros individuos de su medio ambiente; además, la cultura del
grupo; formulada en el lenguaje, valores y tradiciones. Esto afecta de una manera
importante en la forma en que se percibe la realidad, y las actitudes y aspiraciones
individuales.
Un plan de este tipo debe tanto asegurar la provisión adecuada de aportes básicos a los
miembros de la población, como ayudarlos a enfrentar constructivamente sus crisis
evolutivas y accidentales. Esto puede lograrse desde dos ángulos relacionados: la acción
social y a acción interpersonal.
Acción social
Llamamos acción social a los esfuerzos realizados para modificar los sistemas
operativos sociales y políticos, y la actividad legislativa y reglamentadora relativa a la
salud, la educación, el bienestar, y a los campos religiosos y correlaciónales, con el fin
de mejorar, en escala comunitaria, la provisión de aportes físicos, psicosociales y
psicoculturares básicos, y la organización de servicios, para ayudar a los individuos a
enfrentar sus crisis.
Aportes físicos
Los objetivos de los especialistas en salud mental en todas las actividades incluyen el
fomento de la provisión de aportes básicos, o la neutralización de las influencias que
tienden a impedir esta provisión.
Aportes psicosociales
Los aportes psicosociales de mayor peso son provistos por las relaciones familiares; uno
de los objetivos más importantes de la prevención primaria en la protección de la
integridad familiar. Debería influirse sobre los legisladores y los funcionarios
administrativos que plantean la distribución energética y humana para que aseguren que
todo trabajador tenga la oportunidad de emplearse en la misma localidad en que vive su
familia. Las reglamentaciones sobre el trabajo de mujeres embarazadas y madres de
niños pequeños deberían estipular un margen de tiempo libre para el cuidado de los
hijos.
Las leyes de bienestar relativas a la ayuda a niños necesitados, permiten que sigan
unidas a las familias en las cuales el miembro que gana el sustento muere, abandona el
hogar o queda incapacitado. En algunos estados, la reglamentación de las subvenciones
a las madres solteras se está modificando, en general, para desalentar nuevos embarazos
ilegítimos.
Las leyes de divorcio y las prácticas legales relacionadas con la custodia de niños son
un importante campo para los servicios de consulta del psiquiatra preventivo.
La acción social para promover las relaciones sanas dentro de la familia no es tan
sencilla. Los programas comunitarios para la educación de padres pueden sin embargo
aumentar la compresión por los adultos de las necesidades de los niños, y de las razones
de los cambios de la conducta infantil, de manera que los padres puedan ser menos
arbitrarios en los métodos de crianza. Es también posible dar consejos generales sobre
lo que no debe hacerse. Incluso la difusión de reglas de evitación tan sencillas a través
de los medios de comunicación de masa, debe manejarse con prudencia, a fin de que el
papel parental no se distorsione por mecánico y falto de naturalidad.
Los acontecimientos significativos de la vida urbana actual son el aumento relativo del
número de ancianos y la dificultad de mantener un contacto regular entre las
generaciones a causa de la pequeñez de las viviendas y de las actitudes de rechazo. La
acción social puede contrarrestar estos dos últimos factores. Es también posible
combatir las actitudes de rechazo hacia los ancianos con un programa de educación
pública que ayuden a los jóvenes a comprender los problemas y posibilidades de sus
padres y abuelos, de la misma manera que tratamos de lograr que abuelos y padres
comprendan mejor a la nueva generación.
Aportes socioculturales
Acción interpersonal
Bajo este encabezamiento clasificamos los programas que implican la acción recíproca
cara a cara. Aunque la intervención inmediata actúa sobre el individuo, la estrategia de
la operación plantea el problema a nivel comunitario. Esta estrategia determina la
elección de individuos que son miembros significativos de la comunidad y que influyen
a su vez en la salud mental de muchos otros, o que en el momento de la intervención
son sumamente sensibles al tratamiento. De la estrategia depende también la elección de
métodos y técnicas.
La acción interpersonal se dirige tanto a asegurar los aportes básicos como a promover
la superación sana de la crisis. La identificación y la corrección de las relaciones
significativas alteradas entre madres e hijos constituye un ejemplo notable de provisión
de aportes básicos.
Prevención secundaria es el nombre que los especialistas en salud pública dan a los
programas tendientes a reducir la incapacidad debida a un trastorno, disminuyendo el
dominio del trastorno mismo. El “dominio” es la proporción de casos probados del
trastorno entre la población en riesgo, en cierto momento o periodo de tiempo. Son
“casos probados” tanto los nuevos como los ya existentes. La “población en riesgo”
incluye a todos los miembros de la comunidad que podrían sufrir el trastorno.
La reducción del dominio puede tener lugar de dos maneras: haciendo descender la
proporción de casos nuevos mediante la modificación de los factores que llevan al
trastorno y haciendo descender la proporción de los casos declarados al acortar su
duración mediante el diagnóstico precoz y el tratamiento efectivo.
3. Prevención indicada: se dirige a las personas en alto riesgo que son identificadas
con signos o síntomas mínimos, pero detectables, que pronostican el inicio de un
trastorno mental, o marcadores biológicos que indican la predisposición para
desarrollar trastornos mentales, pero que, en ese momento, cumplen con el
criterio para trastorno mental.
Las circunstancias pudieron ser tan adversas como para moldear toda una forma
de ser, estilo o carácter de la persona, sea por caso todo un carácter neurótico o
psicótico. Tal carácter, estilo o modo de ser sería una forma de interactuar
adaptativa, al menos, en su día y en todo caso un estilo aprendido en relación
con un medio social, incluyendo el sistema familiar o sistema clínico. Como tal
estilo, no dejaría de reinfluir en su propio medio, generando determinadas
formas de trato social. Los depresivos terminan por generar ambientes
depresivos, los paranoicos terminan por ser mirados de manera especial y los
“enfermos mentales” terminan como “enfermos”. La expresión “persona con
esquizofrenia”, al sugerir que la “esquizofrenia” es una enfermedad del cerebro,
deja fuera de consideración el modo característico de ser una “persona
esquizofrénica” y el correspondiente trato social (Sass, 2007).
b) El modelo contextual de psicoterapia supone que el problema tiene que ver con
la persona en sus relaciones con los demás, consigo misma con sus propias
experiencias, sentimientos, pensamientos y “eventos privados”. El modelo
contextual no supone que tenga que haber un defecto, déficit o disfunción en
algún presunto mecanismo psicológico, como causa subyacente, a partir de la
cual explicar el problema, entre otras cosas, por qué los trastornos mentales
(psicológicos o psiquiátricos) son posibilidades del ser humano, debidas más a la
condición humana que a la condición natural. Se dice que son “posibilidades”
humanas no por la obviedad de que si existen es porque son posible, sino por la
consideración del carácter abierto del ser humano, capaz de ser de diversas
maneras, incluyendo las que podrían devenir problemáticas o incluso
patológicas despliegan nuevas normas. De hecho, los trastornos mentales no se
pueden definir a partir de un supuesto diseño natural, normal, del que fueran un
defecto o un mal funcionamiento.
c) El modelo contextual de psicoterapia se interesa más en poner principios
terapéuticos generales que en desarrollar técnicas específicas dirigidas a
supuestos mecanismos. Se puede adelantar que las terapias de tercera generación
han puesto de relieve dos grandes principios terapéuticos: la aceptación y la
activación. Ya no se trata de técnicas específicas, sino de principios a
implementar de diversas maneras, con las técnicas que sea. Así, la aceptación no
significa resignación ni renuncia al cambio, antes bien es un acto positivo, un
tanto paradójico, de cambio radical, como es cambiar el contexto de “lucha” en
vano y contraproducente contra los propios síntomas en la que uno estaba
sumido hasta entontes. Frente a este “circuito neurótico” en el que a menudo
queda enredada la persona, el modelo contextual propone el abandono de la
lucha contra los síntomas y, a la vez, la activación: un nuevo contexto en el que
entender y vivir el problema. La activación consiste básicamente en reponer a la
persona cara a la vida y en actuar en dirección a las cosas que le importan. La
activación supone actuar para cambiar la situación y circunstancias que están
manteniendo el problema.
DIAPOSITIVA 10
Existen muchos ejemplos de autores y textos griegos que recogen estos y muchos otros
aspectos que comentábamos y que no. Podríamos mencionar entonces a Los Siete
Sabios vinculados con el Oráculo de Delfos (VI a.c) o rememorar famosas citas como:
“Conócete a ti mismo”, “Nada en exceso” … También destacar a ciertos autores
clásicos tales como Platón; Aristóteles quien en Ética nicomáquea ya afirmaba que la
virtud y la moderación es un término medio; o incluso también destacar los Tratados
Hipocráticos (IV a.c).
La naturaleza (natura) se rige igualmente por leyes divinas. El libro sagrado la Biblia, es
una de las fuentes de conocimiento para la prevención de la enfermedad y promoción de
la salud. Destacamos aquí la figura de Santo Tomás de Aquino, el cual en su obra Suma
de Teología hizo aportaciones que todavía están por resolver en la piscología/psiquiatría
de la invulnerabilidad. Conceptos como prudencia, justicia, templanza, fortaleza…
Otro aspecto importante es la regimina sanitatis que hace referencia a la importancia de
construir individuos con elevada probabilidad de llegar a estar sanos. En esta
perspectiva coincide la cultura cristiana con la árabe. El ser humano se compone de res
naturales (el cuerpo, sus partes y funciones), res contra naturales (enfermedad, causas,
sintomatología) y las res non naturales (aire, comida y bebida, movimiento…).
Por otro lado, la cultura árabe sigue con la tradición hipocrático-galénica, pero al igual
que en la cristiana existe también una mezcla de especulación filosófica, metafísica y
preocupación por la salud. Destacamos aquí figuras como la de Averroes, Maimónides,
Rhazes…etc.
Existen numerosos ejemplos en los que durante estos siglos diferentes autores han
puesto de manifiesto la importancia de las características psicológicas de la
invulnerabilidad. Mencionaríamos así a Locke; Schopenhauer; Nietzsche (“Adivina
remedios curativos contra los daños… lo que no le mate le hace más fuerte”); Freud…
Estilos de invulnerabilidad
El ser humano vive en un nicho ecológico que él mismo ha construido. Durante siglos
de evolución en la lucha contra la enfermedad y enfermedad se han planteado una serie
de objetivos. Dichos objetivos de la prevención o la promoción de la salud no han
cambiado demasiado en el transcurrir del tiempo. La semejanza entre el modelo
hipocrático-galénico y la moderna ciencia es muy elevada.
Podemos así ejemplificar dicha semejanza con algunos aspectos: la importancia del
comer y beber con moderación que ya se apuntaba en el mundo clásico; el ejercicio
físico como algo clave en la salud tanto mental como física (Mens sana in corpore
serrano xd *sano); la importancia de los estados de ánimos que postulaban los antiguos
y que hoy dicha relevancia de los afectos positivos y equilibrio emocional se estudia a
través de la Psiconeuroinmunología (unha boa carallada) …
Por otro lado, cabe destacar también la importancia del desarrollo sostenible, sobre el
cual tanto en la actualidad como en la época clásica se tenía conciencia. El problema del
ruido, del hacinamiento, contaminación…
El énfasis que se hace hoy en día en los que recursos que tienen los individuos para
superar la adversidad se incluye bajo la denominación de Psicología/Psiquiatría
Positivas. Cuyo objetivo es destacar la necesidad de construir calidad de vida en el
individuo (modelo de competencia e invulnerabilidad) en vez de curar patologías
(modelo del déficit o centrado en la patología).
Este enfoque nace a finales de los heroinómanos años noventa. No se busca reducir años
reducir años, sino fomentar bienestar. Hablamos así de conceptos como: bienestar,
satisfacción, esperanza, optimismo, motivación intrínseca, relaciones interpersonales…
Autores a destacar serían Seligman y Csikszentmihalyi (alias “el Csiki”).
Finalmente, en cuanto a las posibles críticas de este enfoque positivo, si bien es cierto
que el contexto es importante y en situaciones extremas anula y modula el carácter y
comportamiento del individuo. No se debe siempre tratar de explicar el comportamiento
del individuo como consecuencia de las circunstancias y, por tanto, de la renuncia del
individuo a su voluntad.
LA INVULNERABILIDAD: continuación
Conceptos relacionados
APOYO SOCIAL
El acceso y la utilización que hace una persona de otros individuos, grupos,
comunidades u organizaciones para ayudarla a afrontar eventos estresantes que se le
presentan y para los que no dispone de las respuestas adecuadas. La principal fuente de
apoyo social procede de la vinculación afectiva que se establece con otras personas u
comunidades, de forma que los mecanismos psicológicos implicados en el proceso de
apoyo social hacen que los individuos valoren una situación como menos estresante o
puedan construir mecanismos de defensa o de afrontamiento exitosos.
Un aspecto importante en este tema es el apego íntimo. El cual constituye una necesidad
humana básica y no existe alternativa a él. El apego a personas sirve para establecer una
base segura sobre la cual asentar el afrontamiento de situaciones adversas y la
resolución de problemas. Se ha distinguido así tres clases de estilos de apego:
1. Seguro: se da cuando a los sujetos les resulta fácil estar próximos al objeto de
pego y hallan confortable la dependencia mutua. No existe preocupación por el
abandono de la persona objeto de apego.
Lo importante para forjar sujetos invulnerables es que dispongan de una base de apego
segura. Separaciones o pérdidas no deseadas dificultan el establecimiento de esa base y
reducen de una forma significativa los recursos para afrontar la adversidad. Una red de
apoyo social adecuada y próxima puede incluso proteger contra la incidencia de la
demencia en personas adultas (Fratiglioni, Wang).
Los animales de compañía puede ser un recurso importante para la mejora del bienestar
psicológico de las personas, tratando de ser objetos sustitutivos del apego a personas.
Disponer de un animal al que cuidar, no sólo hace que los sujetos se sientan útiles, sino
que también les hace tener el tiempo ocupado y sentirse necesarios para alguien.
Aquella persona que no significa nada para nadie, no tiene existencia social; por tanto,
es mejor justificarla con el cuidado de un perro o un gato que vivirla sin sentido. (“Si
quieres un amigo, te compras un perro” Michael Douglas como Gordon Gekko en Wall
Street 1987, la segunda peli es una mierda, aunque sale Trump).
Hay que tener en cuenta que el recurso positivo de este tipo de apego es afrontar los
problemas con la ayuda de Dios, no a la cuenta de Dios, ni controlado por Dios.
Refiriéndonos a una religión de mentalidad sana. Sin embargo, la religión también
puede causar graves efectos negativos para el bienestar de las personas y las sociedades
como: generar excesivos sentimientos de culpa; culpabilizar cosas naturales como la
sexualidad; procesos de represión insalubres generadores de ansiedad, sentimiento de
miedo ante el castigo eterno...
Para concluir este apartado podemos decir, empíricamente, que las creencias religiosas
se relacionan positivamente con la invulnerabilidad a través de los siguientes
mecanismos de acción:
Gracias Jesucristo
Existen cuatro líneas de investigación sobre este tema. Estas hacen referencia los
estudios de personas centenarias, los estudios longitudinales de personas que han
sufrido acontecimientos vitales estresantes, las estrategias afrontamiento y lo que se
denomina la personalidad saludable.
CENTENARIOS
Las investigaciones en referencia a esta línea tratan e aportar evidencia acerca de los
recursos personales y sociomateriales que permiten vivir largos años, manteniendo una
calidad de vida adecuada.
ESTUDIOS LONGITUDINALES
Rochester Child Resilience Project: se centró en analizar cómo los niños superan
ciertas circunstancias adversas. El diseño consistió en el seguimiento de dos
grupos: niños resistentes y otros afectados por el estrés. Las variables que mejor
diferenciaban a los dos grupos eran: la autodignidad, empatía, atribuciones de
control realista, destrezas de solución de problemas y autoestima.
ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO
Inicialmente los trabajos sobre esta temática surgen dentro del psicoanálisis. Según
Freud, los conflictos ente el Ello y el Súper yo son resueltos por el Yo, a través de
mecanismos de defensa, pero estas estrategias son patológicas a largo plazo. Otros
psicoanalistas han reformulado estos planteamientos estableciendo una jerarquía de
procesos que utilizan las personas para superar sus conflictos entre el principio de placer
y el de realidad, diferenciando entre estrategias de afrontamiento, mecanismos de
defensa y los procesos de fragmentación. Los primeros serían los utilizados por las
personas maduras y sanas, con un conjunto de pensamientos y actos realistas y
flexibles; mientras que los mecanismos de defensa y procesos de fragmentación serían
recursos patológicos que llevarían a los individuos a desarrollar problemas de tipo
neurótico y psicótico.
PERSONALIDAD SANA/SALUDABLE
Este concepto (“El concepto es el concepto, esa es la cuestión” Airbag) se relaciona con
muchos de los comentados anteriormente: invulnerabilidad, estrategias de
afrontamiento, autoeficacia, control personal, optimismo, autoestima…
Referente a este tema nos remitimos a tres modelos que se han estudiado. En primer
lugar, el modelo de reactividad psicofisiológica, el cual afirma que las características de
personalidad repercuten sobre las respuestas neuroendocrinas de los organismos,
influyendo así en el surgimiento de la enfermedad o resistencia a la misma. El segundo
modelo sería el Vulnerabilidad psicosocial o predisposición constitucional, que postula
que las características de personalidad se relacionan con unas mejores o peores redes de
apoyo social, mayor número de eventos estresantes…Por tanto un nivel de apoyo
adecuado y accesible hace que los individuos se vuelvan más resistentes a la adversidad.
Y en último lugar estaría el modelo transaccional que relaciona y trata de integrar los
dos modelos anteriores.
Estudio longitudinal llevado a cabo por Emmie E. Werner, Jessie M. Bierman, Fern. E.
French y Ruth S. Smith (psicóloga clínica establecida en Kauiai, la isla donde se lleva a
cabo dicha investigación) que se ha extendido durante más de tres décadas.
Sus objetivos principales eran: evaluar las consecuencias a largo plazo del esfuerzo
prenatal y perinatal y documentar los efectos de una primera crianza en condiciones
adversas sobre el desarrollo físico, cognitivo y psicosocial de los niños.
¿Cuáles son los factores de protección y apoyo que contribuyen a que los niños en
apariencia vulnerables resistan y superen la adversidad?
A las embarazadas escritas a nuestro estudio las cuidadoras de la salud pública las
entrevistaban una vez por trimestre durante el embarazo, tomando nota de cualquier
exposición a un trauma físico o emotivo. Los médicos por su parte fueron registrando
todas las complicaciones perinatales (antes y durante el parto y en periodo neonatal).
Las enfermeras y los asistentes sociales llevaron a cabo varias reuniones con las madres
y los niños, tanto de forma conjunta como individual (en el caso de los niños, al año y
10 años de edad), además de observar el trato recíproco en el hogar de padres e hijos.
Pediatras y psicólogos evaluaron a los niños a los 2 y 10 años de edad. Y, por último,
los maestros evaluaron sus progresos escolares y su comportamiento en las aulas.
Desde el inicio del estudio se fue recogiendo información sobre aspectos materiales,
intelectuales y emocionales del ambiente familiar, incluidos sucesos adversos de la vida
que produjesen discordias o el quiebre de la unidad familiar. Además, se administró
también una amplia gama de tests de aptitud, ejecución y personalidad en los grados
elementales de la escuela y en la enseñanza media. Por último, se conocieron los puntos
de vista de los mismos jóvenes entrevistándolos a las edades de 18 y 30 años.
Así pues, la mayoría de los niños de este estudio no pudieron contar con un ambiente
favorable. El 30% de los niños sobrevivientes de la población de estudio fueron
denominados como niños de alto riesgo. Vulnerables serán los niños que hayan sido
expuestos a 4 o más de los factores de riesgo con anterioridad a los dos años. Sin
embargo, uno de cada 3 de entre los niños de alto riesgo llegaron a ser competentes
adultos, puesto que ninguno de ellos presentó problemas graves de aprendizaje o de
conducta ni en la infancia ni en la adolescencia.
Finalmente, es necesario saber que para que cualquier plan de intervención resulte
eficaz, el niño necesita unas atenciones educacionales lo suficientemente constantes, y
aunque en el caso de nuestro estudio no fueron objeto de ningún servicio de
intervención, tuvieron una persona en su vida que les aceptó incondicionalmente.
Los estudios sobre individuos resilientes realizados en los últimos años han echado por
tierra la concepción predominante según la cual los factores de riesgo de una familia y
su entorno inevitablemente generan en los hijos trastornos que perduran hasta la edad
adulta. Rutter señala que ninguna combinación de factores de riesgo,
independientemente de su gravedad, origina un trastorno significativo en más de la
mitad de niños expuestos a ellos.
De algunos estudios se extrae que ciertos rasgos como un temperamento sereno y
despreocupado y un alto nivel de inteligencia, eran elementos favorables, aunque no
esenciales para alcanzar la resiliencia. Más significativo aún es poseer una alta
autoestima, caracterizada por una esperanza realista y un buen control personal. Kobasa
por su parte halló pruebas a favor de que las personas dotadas de una personalidad tenaz
poseen tres características generales: 1) creen que son capaces de controlar los sucesos o
influir en ellos, 2) pueden sentirse profundamente comprometidas con las actividades
que desarrollan y 3) consideran el cambio como un apasionante desafío para su
desarrollo.
Murphy habló del “sesgo optimista” de los niños resilientes, que se aferran a cualquier
cosa para tener esperanza y fe en recuperarse
Los estudios sobre individuos resilientes han resaltado la importancia de adoptar una
condición sistémica. Así, la mayor influencia positiva es una relación estrecha de afecto
con un adulto significativo que crea en ellos y con el cual puedan identificarse. La teoría
sistémica por su parte ha añadido procesos transaccionales más amplios de la familia y
los sistemas sociales.
Resiliencia familiar
Este concepto designa los procesos de superación y adaptación que tienen lugar en la
familia como unidad funcional. La perspectiva sistémica permite comprender de qué
manera los procesos familiares moderan el estrés y posibilitan a las familias afrontar
penurias prolongadas y dejar atrás las situaciones de crisis. La forma en que la familia
enfrente la experiencia disociadora y siga adelante con su vida influirá en la adaptación
de todos sus integrantes y en la supervivencia y bienestar de la unidad familiar misma.
Lo que distingue a las familias sanas no es la ausencia de problemas sino la capacidad
de superarlos y resolverlos.
En cada etapa evolutiva existe un cambiante equilibrio entre los sucesos estresantes que
aumentan la vulnerabilidad y los mecanismos de protección que aumentan la resiliencia.
Para ello se han propuesto tres modelos:
- Patrones de organización
Flexibilidad
Conexiones
Recursos sociales y económicos
- Procesos comunicativos
Claridad
Expresión emocional franca
Resolución colaborativa de problemas
La aparición del concepto resilience en psicología data de los años 70, siendo, según
Machacon (2011), el convencimiento que tiene un individuo o equipo de poder superar
los obstáculos de manera exitosa. Sin embargo, para diferenciarla del término de
autoeficacia, tomaremos la siguiente definición: <<Habilidad para resurgir de la
adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva>>.
Otros autores señalan como elementos esenciales el pensamiento positivo, la tenacidad
y la búsqueda de ayuda.
Este nuevo constructo nace desde una perspectiva actualizada del estrés, en la que se
hace énfasis en la capacidad de recuperación de la normalidad, en lugar de ponerlo en la
ruptura de ésta.
Pero… ¿Por qué algunos niños salen fortalecidos de la adversidad y otros sucumben?
¿Es algo innato o se aprende? Como en todo lo referente al hombre, un cierto tipo de
personalidad pone las bases y, por otro, un aprendizaje aporta el contenido. El conjunto
del binomio individuo y sociedad constituye la base de lo que se denomina “estrategias
de afrontamiento ante los acontecimientos negativos” que deben ser adaptadas a cada
tipo de sociedad y a los elementos que en ella se consideran valiosos. Por ejemplo, un
niño del siglo XXI no puede hacer frente a un mundo adecuadamente sin el uso de
ordenadores, mientras que un niño a principios del siglo XX sí, e incluso podría hacerlo
sin saber leer.
Sea cual sea el reto, la resilience es un estado de ánimo antes, durante y después de la
vivencia de la adversidad. En un primer análisis se observa una serie de elementos que
se combinan de una manera compleja tales como entereza, confianza y combatividad.
Parece que todas ellas nacen en la primera infancia en el seno de la familia, poniendo de
manifiesto una vez más el carácter interactivo de la construcción de la resilience.
Es evidente, por tanto, que la depresión es incompatible con la resilience, ya que son
dos estados de ánimo antagónicos: Cuando hay un descenso en uno, se produce un
aumento en el otro. La mayor parte de las depresiones infantiles son reactivas, es decir,
suelen desencadenarse ante sucesos negativos. Está probado que la resilience produce
un efecto protector ante este tipo de eventos, tanto mediato como inmediato.
En la familia, las condiciones perturbadoras que se han observado son: Dejación de las
funciones de la crianza, mal clima familiar, perturbaciones paternas, afectividad
deficiente, precarios recursos personales o sociales. Mientras que existen una serie de
características positivas por la otra parte: Familia estable, buena relación de pareja,
cohesión familiar, apoyo paterno, entorno estimulante, exigencias ajustadas a la
situación, recursos sociales e ingresos adecuados.
Por otra parte, están las condiciones personales, siendo los sujetos cuyas estructuras
somáticas facilitan respuestas excesivas y desproporcionadas los que constituyen los
grupos de riego, ya que son más proclives a desarrollar problemas emocionales.
Programa de prevención
Una adaptación de este programa es el Penn Enhancement Program (PEP), que consiste
en un uso de técnicas similares pero aplicadas a situaciones muy concretas.
Casos especiales
Entre las situaciones especiales que representan para el niño un riesgo especial,
destacan: Depresión de la madre, el suicidio (ideación suicida).
El objetivo de este estudio es responder a las siguientes preguntas revisando los trabajos
mas recientes realizados. Los objetivos por tanto son:
Resiliencia
Aunque en muchas ocasiones este termino se utiliza sin precisión si que estamos todos
de acuerdo en que es algo que sirve como sinónimo para definir cualquier situación de
superación por parte de un individuo. Para poder promover la resiliencia en niños y
adolescentes es necesario conocer bien el concepto.
Pero, ¿Por qué la psicología esta interesada en la resiliencia? En los últimos 20 años el
numero de trabajos y estudios sobre esta temática se ha visto incrementado
notablemente. Esto se debe a cuatro diferentes razones:
Estos cuatro argumentos, los dos primeros de corte conceptual y los segundos de tipo
mas sociológico, son una razón para promover la resiliencia en la infancia que se
encuentra en riesgo. Pero antes de hablar de la intervención es necesario adentrarse en
los aspectos conceptuales que encuadren la resiliencia
Según Kaplan (2013) y Khanloy y Wray (2014), existen 5 cuestiones que nos permiten
entender el concepto de resiliencia
1. ¿La resiliencia es producto únicamente de los individuos y las características que
estos tengan o también está relacionada con la interacción del individuo con su
grupo o comunidad?
La resiliencia no elimina los riesgos o situaciones adversas, pero contribuye a que los
individuos nos enfrentemos con eficacia a esas situaciones. Una vez analizadas todas las
cuestiones, se propone de una manera integradora la siguiente definición:
- Nacimiento prematuro
- Divorcio de los padres
- Pobreza
- Maltrato
Los primeros estudios aparecieron en los años setenta. Estos estudios partían de un
modelo biomédico centrado a su vez en la teoría psicoanalítica, y en la mayoría de los
casos en un ámbito restringido, por lo que su utilidad practica es casi nula. El estudio de
la resiliencia, a partir de estos primeros desarrollos psicoanalíticos, ha avanzado en
cuatro diferentes enfoques que se identifican a continuación
Los estudios adscritos a esta vía intentan traducir la ciencia básica sobre resiliencia en
programas aplicados. En este grupo de estudios se trata por tanto, de diseñar programas
de intervención efectivos y eficaces que promuevan la resiliencia en los niños,
siguiendo el enfoque de la psicología clínica.
Pese a que existen ciertas características intrínsecas de los individuos estos pueden
aprender a tener resiliencia, y la psicología puede aportar programas efectivos y eficaces
que promuevan dicho enfoque.
Los estudios mas recientes en el area se están centrando en conceptos tales como genes,
adaptación neurobiológica, desarrollo cerebral o función ejecutiva. En este sentido
sabemos que los individuos con mayores capacidades cognitivas tienen mas facilidad
para manejar diferentes fuentes de información, mayor disposición para resolver
problemas, y por tanto, mayor repertorio de estrategias de afrontamiento.
Una mayor capacidad cognitiva, igualmente implica una mejor función ejecutiva. Esto
es un conjunto de habilidades cognitivas que permiten la autorregulación, anticipación y
establecimiento de metas, planes, etc. Los estudios demuestran que un mejor
rendimiento en la función ejecutiva predice un mejor afrontamiento.
Este modelo parte de una premisa principal: Los menores buscan la aceptación y la
aprobación de sus conductas de sus figuras de referencia. Si realizan una conducta
desviada esto provoca malestar psicológico.
El problema según Kaplan esta en el momento en que los individuos no siguen una
espiral ascendente. Puede que en un primer momento no se sientan aceptados y/o
aprobados y que esto genere un malestar psicológico que debe ser resuelto. Si este
malestar no se resuelve, buscando la espiral positiva de la que hablamos con esos cinco
conceptos, puede aparecer la conducta desviada, objeto de estudio de la teoría
integrativa de la conducta desviada.
Este modelo ofrece una visión general de la resiliencia que implica que puede ser
aplicada a diferentes tipos de estresores, adversidades y eventos vitales que puede sufrir
un individuo. En este modelo la resiliencia comienza con un estado de homeostasis
también denominado “zona de confort”. La interrupción de este estado homeostático
puede producirse básicamente cuando un individuo no tiene recursos suficientes para
amortiguar los acontecimientos vitales estresantes. Al producirse esto se activan todos
los recursos posibles para buscar el equilibrio y volver al momento inivial.
Richardson indica que hay cuatro maneras diferentes de realizar ese proceso,
llamémosle, de recuperación:
El último paso para que aparezca la resiliencia es el del afrontamiento en si mismo, que
trata de conseguir los mejores resultados posibles en una determinada situación de
perdida. Estos recursos de afrontamiento también se ven influidos por la personalidad.
Un estudio realizado por ellos mismos (Mancini y Bonnano) con población civil bosnia
que vivió la guerra de los Balcanes indico que aquellas personas que tenían un sesgo
mas positivo presentaban un mejor afrontamiento, con respecto a aquellas que no lo
tenían, y en consecuencia una mayor resiliencia.
- Modelo protector: Los recursos con los que cuenta el sujeto moderan o
reducen el riesgo de obtener resultados negativos.
Estos resultados tienen una importante implicación practica ya que demuestran que la
promoción de la resiliencia debe centrarse no tanto en los factores de riesgo como en
potenciar los recursos del individuo. El peso de los factores de protección fue
demostrado inequívocamente por las autoras del modelo.
Para finalizar y una vez que se han analizado las teorías mas importantes sobre la
resiliencia cabria preguntarse que factores según la investigación son los mas relevantes
para predecir la resiliencia. Según Ji et al. (2013) los factores que mas influyen en la
resiliencia se pueden distribuir en dos grandes bloques:
a) Variables demográficas
a. Edad: A mayor edad, mayor resiliencia
b. Sexo: Resultados contradictorios
b) Variables Psicológicas
a. Factores de riesgo: Mayores factores de riesgo, menor nivel de
resiliencia. Entre los mayores factores de riesgo se encuentran la
depresión y la ansiedad.
b. Factores de Protección: Los que producen un mayor efecto (Mayor nivel
de resiliencia) son la autoeficacia, el afecto positivo y la autoestima
Este trabajo tiene una gran importancia practica. Los resultados nos indican que mejorar
y promover factores de protección como la autoeficacia o el afecto positivo es más
efectivo que tratar de reducir los factores de riesgo. Asimismo como resultado de su
trabajo, Lee et al. (2013) apuntalan la importancia de los recursos externos, tales como
la familia y la comunidad, como formula para optimizar la resiliencia.
Estudios específicos realizados con niños indican que uno de los factores que parecen
tener evidencia empírica en su relación con la resiliencia es la presencia de padres o
cuidadores competentes. Pues bien, esta es la idea que se pretende promover: Adultos
competentes que ayuden a los niños a crecer con resiliencia.
Establecer que a noción de grupo non é exclusiva das enfermidades contaxiosas, senón da
maioría dos procesos patolóxicos, así como do desenvolvemento, ou o envellecemento.
Evitar recurrir á estatística como único procedemento para establecer unha relación
causal, pois non sempre é posible realizar un estudo ou proba experimental.
Intentar explicar unha relación causal a través de mecanismos biolóxicos e/ou sociais. A
comprensión destes mecanismos é indispensable e constitúe o elemento diferenciador entre
a epidemioloxía e o estudo estatístico.
Entender que un modelo epidemiolóxico, por bo que sexa, non se pode comparar a un
estudo de campo. (realizado en condicións naturais).
Non avaliar nunca un problema de saúde fóra do seu contexto e da súa relación con outros
problemas.
Con respecto aos tipos de epidemioloxía, convén distinguir entre os 4 tipos fundamentais: a
epidemioloxía descritiva, que encaixaría na primeira parte da investigación, e se basea na
observación e rexistro das enfermidades e das posibles causas para crear hipóteses que
serán comprobadas posteriormente; a experimental, que pretende observar e analizar a
información a partires de grupos de animais previamente seleccionados e distribuídos
aleatoriamente, buscando o control experimental dos grupos; a analítica, que se realiza
unha vez recollidos os datos, consiste na análise das observacións realizadas mediante
procedementos diagnósticos e estatísticos (análise factorial, análise cluster, etc.); e por
último, a teórica, que consiste na representación dunha enfermidade usando modelos
matemáticos, ou simulando patróns naturais de aparición de enfermidades.
Fins teóricas
Fins prácticas
Correlación-causación
(Conceptos básicos que dijo Luis que eran importantes: tasa, razón, incidencia y
prevalencia)
Una tasa es una relación donde una frecuencia de sucesos se relaciona con una entidad
más global, en la que la primera representa una parte de la última. Es una cuantificación
de la frecuencia de los sucesos en relación con la salud de una población definida.
n=1, 2, 3, …
Una razón es una expresión matemática de la relación entre dos entidades diferentes
como numeradores o denominadores. Una razón puede ser la comparación de 2 tasas.
Por ejemplo:
Una asociación es un término usado en estadística para implicar una dependencia entre
dos o más acontecimientos, características u otras variables. Una asociación está
presente si la probabilidad de que ocurra un suceso o aparezca una característica (p. ej.,
una enfermedad), o el valor de una variable (presión arterial alta), dependen de uno o
más acontecimientos de otra índole, de la presencia de una o más características
distintas o de una o más variables adicionales (consumo elevado de sal, estrés, función
renal, …). Las correlaciones estadísticas no implican necesariamente relaciones
causales. Por ejemplo, el número de nidos de cigüeña en las ciudades está
correlacionado con la tasa de natalidad de esos mismos lugares, o por ejemplo el
número de lavaplatos vendidos en Norteamérica se asocia a una tendencia decreciente
en la mortalidad por cáncer de estómago.
La única forma de establecer una relación de causa entre dos variables es mediante un
estudio experimental. En este tipo de estudios se seleccionan dos grupos de personas
equivalentes, es decir, personas que coincidan en el mayor número de variables extrañas
posible (edad, inteligencia, estatus socioeconómico, nivel educativo, etc.…). Pueden
existir problemas éticos por lo que este tipo de estudios tienen limitaciones en cuanto a
su aplicación. Da la casualidad de que, en algunos estudios, no sería ético seleccionar
dos grupos equivalentes y obligar a uno de ellos a fumar, mientras que se lo impedimos
al otro grupo, para comprobar si fumar realmente causa cáncer de pulmón. En estas
situaciones no se puede aplicar un estudio experimental y la única alternativa son los
estudios observacionales, en los que establecer una relación de causación frente a una
mera correlación resulta más complicado.
Relación causa-efecto
Cualquier relación entre una causa y su efecto es una cuestión tanto de medición como
de criterio. Bradford Hill uniendo observación y experimentación en la investigación de
causas, y la contribución de J. Yerushalmy y C.E. Palmer, Lilienfield, B.Hill y S. Evans
en el establecimiento de criterios de causalidad representan las bases del pensamiento
causal actual. Una buena demostración causal, de acuerdo con las contribuciones de
estos autores, se basa en los siguientes prerrequisitos:
Los criterios de causalidad de Hill que debe seguir cualquier relación causal son:
Temporalidad: una causa siempre debe preceder al efecto que produce (“el
carro detrás del caballo”)
Fuerza de asociación: criterio que se fundamenta en las mediciones. Por
ejemplo, cuanto más alta sea la frecuencia de la enfermedad en individuos
expuestos en comparación con los no expuestos, más fuerte será la relación.
Gradiente biológico: se trata de una extensión del criterio anterior que refleja la
bidireccionalidad entre el valor de la exposición (duración, intensidad o
cantidad) y el tamaño del impacto. También se fundamenta en la medición.
Especificidad de la asociación: se estudian dos aspectos de la especificidad. La
especificidad manifestacional revela que un factor (la causa estudiada) nos
conduce a un patrón consistente de consecuencias, y la especificidad causal está
basada en una medida de la importancia relativa de un factor respecto a los
restantes
Consistencia de la asociación: la consistencia de una relación etiológica debe
comprobarse a través de diferentes estudios independientes del mismo problema
Plausibilidad biológica: se debe intentar encontrar la explicación de los
mecanismos morfológicos y funcionales que relacionan una supuesta causa con
su efecto.
Los tres últimos criterios refuerzan y complementan una prueba causal, pero no
son necesarios. Éstos son la coherencia con el conocimiento prevalente, la
analogía y las pruebas experimentales como criterio de referencias.
Sesgos en epidemiología
Escolar y laboral
Promoción de la autoestima.
Acoso escolar
El acoso escolar es una realidad entre los escolares comparable o similar a otras
manifestaciones violentas que se dan entre los adultos como son la violencia de género o el
acoso laboral; también conocido como “mobbing”. Todas estas formas de violencia tienen
en común que son utilizadas por el agresor para demostrar, de forma destructiva, su poder
sobre las víctimas a las que considera indefensas en un contexto determinado. Los niños
víctimas de acoso escolar tienen mayor probabilidad que aquellos que no sufren acoso de
tener baja autoestima, soledad, ansiedad y depresión. Además, tienen mayor riesgo de tener
pensamientos suicidas o de intentar suicidarse. También pueden desarrollar trastornos del
sueño y conducta alimentaria, enuresis, disminución del rendimiento escolar, así como
mayor riesgo de presentar comportamientos delincuentes, abandono de la escuela o
consumo de sustancias.
Los objetivos de la prevención del acoso escolar, a nivel escuela ofrecer al personal,
información básica sobre el acoso escolar y las formas de abordarlo y lograr que se
comprometan con el trabajo sobre el acoso. A nivel de clase, la meta es influir sobre los
estudiantes para -en lugar de aceptar silenciosamente la situación de acoso o alentar a
los acosadores- apoyen a la víctima y transmitan así que no aceptan las prácticas
abusivas. Por último, a nivel estudiantes se pretende abordar los casos graves de acoso
de manera efectiva; incluyendo un seguimiento para comprobar que la situación ha
cambiado. Estos programas incluyen actuaciones globales y también específicas para
prevenir el acoso escolar y solventar los casos destacados. Las acciones globales están
dirigidas a todos los alumnos de la escuela; son esfuerzos que pretenden influir en las
normas de grupo, enseñar a los chicos a comportarse de forma constructiva y a asumir
su deber de no fomentar el acoso y de apoyar a las víctimas.
Tabaquismo
Los programas de prevención del tabaquismo (y no sólo del consumo de nicotina, sino
también para otras drogas) comienzan a ser objeto de preocupación con la aparición de
estudios que relacionan la menor edad de inicio del hábito con la mayor probabilidad de
llegar a ser fumador, así como el progresivo descenso de la edad de inicio en este
hábito. De esta forma, los programas de prevención se dirigen cada vez a sectores más
jóvenes de la población; más concretamente a aquellos que no han tenido un primer
contacto con el tabaco u otras sustancias; niños entre 11 y 13 años. Igual que sucede con
los TCA, en el tabaquismo resulta de suma importancia la prevención, ya que una vez
que la conducta se desarrolla, es especialmente difícil extinguirla.
Algunos estudios han demostrado que de los jóvenes que participan en los programas de
prevención del tabaquismo presentan un consumo de tabaco significativamente menor
que los jóvenes del grupo control, lo que se mantiene hasta entre 2 y 4 años tras la
intervención -aunque las diferencias entre ambos grupos tienden a desaparecer en
períodos más amplios de seguimiento, alrededor de 6-8 años más tarde-.
Los programas de prevención del tabaquismo están basados en cuatro modelos teóricos; el
modelo racional, la teoría de refuerzo social, el modelo de las normas sociales y por último
la teoría del desarrollo.
El modelo racional sigue una línea educacional y tiene como objetivo el cambio
de actitudes y modificación de la conducta de las personas relacionada al tabaco.
Los métodos utilizados se basan en proporcionar información de manera que el
conocimiento sobre las consecuencias negativas de fumar, altere su sistema de
creencias y por consiguiente su conducta de fumar.
Por último, se encuentra la teoría del desarrollo, está es similar a la anterior los
adolescentes buscan la independencia y autonomía de sus padres por lo que
experimentan una serie de conductas que están influenciadas por las relaciones
estrechas que desarrollan con su grupo de iguales. De esta forma, si el grupo de
los individuos está principalmente formado por fumadores. la presión social que
tendrán los adolescentes que no fumen en dicho grupo será muy grande lo que
los empujará a comenzar el hábito de fumar. Por el contrario, si el grupo
estuviera formado por no fumadores, este hecho podría suponer incluso un
factor protector o de prevención del inicio de este hábito.
Mobbing
Para una correcta prevención del abuso laboral, se debe cuidar que las medidas no se
centren exclusivamente en las relaciones interpersonales de los trabajadores: las
actividades preventivas deben encaminarse a la resolución de conflictos y a la evitación
de la estigmatización, lo que implica una correcta organización del trabajo y a
consecuencia, la implicación de la organización. Un programa que pretenda ser eficaz
en este sentido debe formular y aplicar programas formativos que promuevan cambios
en la cultura empresarial tradicional y que supongan modificar determinadas prácticas
organizacionales basadas en el autoritarismo, el paternalismo o simplemente en la
dejadez de todo cuanto acontece en la empresa y que no genera beneficios económicos.
Es indispensable que las empresas elaboren estrategias propias de lucha contra el
mobbing, adaptadas a su propia realidad y en relación con las personas que pertenecen a
ella (Chong, Seigne y Coyne, 2003).
Delincuencia:
El programa incluía actuaciones con los niños y sus familias. Para los primeros se
desarrolló una intervención comprehensiva que incluía clases de dirección proactiva,
enseñanza interactiva y aprendizaje cooperativo. En el primer grado se les añadió un
programa de aprendizaje cognitivo en resolución de problemas. A las familias se les
implantó, voluntariamente, dos diferentes tipos de programas de entrenamiento de
padres, uno dirigido a identificar comportamientos apropiados e inapropiados y, otro
dirigido a mejorar la comunicación entre padres e hijos
Un problema principal del ser humano es que realizamos conductas perjudiciales como
consumir más electricidad de la que necesitamos, abusar de recursos como bolsas de
plástico etc. a pesar de saber que eso afecta a largo plazo a los demás e incluso a
nosotros mismos. Kanheman y Tversky desarrollaron un modelo influyente acerca de la
forma en que las personas tomamos decisiones en función de la situación. Así podemos
dividir nuestra toma de decisiones en dos tipos fundamentales. La primera que funciona
de forma más rápida e intuitiva denominada en los heurísticos, reglas generales de
actuación y que normalmente conducen a un error por los sesgos de procesamiento que
estos suponen. La segunda consiste en una toma de decisiones más lenta y más
analítica, la cual favorece una toma de decisiones más racional y permite trabajar con
metas propuestas a largo plazo, lo cual supone un mayor gasto de recursos cognitivos.
Lo cierto es que los impulsos espontáneos combinados con los estímulos ambientales
correctos podrían conducir a la experiencia de placer inmediato en detrimento de una
recompensa futura, anteponiendo la decisión fácil al pensamiento más complejo y
reflexivo.
Una vez conocemos esto surge la pregunta de qué podemos hacer para cambiar esto y la
respuesta sería aplicar los conocimientos de psicología y economía conductual en favor
de la sociedad. Así surge la teoría del acicate. La esencia de esta teoría consiste en
animar a los ciudadanos a que tomen las decisiones correctas sin necesidad de recurrir a
leyes y prohibiciones. Un ejemplo práctico de esto sería diseñar edificios que
promuevan la actividad física en vez del uso del ascensor. Esto supone meternos en la
“arquitectura de la decisión” la cual desempeña un papel fundamental: la norma básica
de la teoría del acicate es que la opción que vamos a introducir sea atractiva para quien
queramos que modifique su conducta. En esta misma línea surge en los años 90 una
persona encargada de la limpieza en el aeropuerto de Ámsterdam que, cansado de
limpiar restos de orina innecesarios en los baños masculinos, decidió colocar la imagen
de un insecto en el medio de los urinarios de pie para inducir a los usuarios a apuntar
hacia el “objetivo”. El resultado fue una reducción de costes de limpieza de un 20%.
Naturalmente estas estrategias tratan de facilitar al usuario la opción más beneficiosa
para todos y, como también comentan los expertos, esto a veces entra en conflicto con si
estamos llevando a cabo un incentivo o una manipulación. Lo que hay que dejar claro es
que para que podamos hablar de acicate esto debe ser siempre una opción para el
usuario y que por tanto tenga la posibilidad de decidir si quiere llevarla o no a cabo.
En el libro Nudge, Thaler y Sunstein dicen que los nudges, por mano de la política
pública, pueden influenciar a las personas a tomar decisiones y conductas más
económicas y más eficaces. Para ellos, nudge es: cada aspecto en la estructura de las
decisiones que modifica el comportamiento de las personas de un modo previsible sin
prohibir otras decisiones. Es como una pica: el intervento debe ser de evitar; no es una
orden. Poner fruta a la vista es un nudge. prohibir la comida basura no lo sería.
Más tarde, esta definición fue modificada como: << un nudge es una función de
(condicion1) cada intento de influir sobre los juicios de las personas, las decisiones o
una conducta de una manera predecible, esto es posible debido a que los límites
cognitivos ponen barreras a la racionalidad de las personas que (condicion2) usan estos
límites como parte integral de sus decisiones.
Hoy el uso sistemático de los nudges para cambiar conductas está aumentando su
influencia sobre la política pública de todo el mundo. Una institución clave en este
desarrollo fue la creación del Behavioural Insight Team (BIT) en 2009 por parte de
David Cameron.
La industria de alimentos es una de las que más se utiliza del nudging para inducir a
decisiones menos saludables. Un ejemplo son los cambios de precios constantes y las
promociones, que hacen con que las personas mantengan más su atención en eso que en
el producto específicamente que está siendo vendido y consuman más de lo que
necesitan. Otro uso de tal industria es el incremento de alimentos con productos que
maximizan el sabor de las comidas y conservan su apariencia, haciendo también con
que las personas consuman más de esos productos sin necesidad, teniendo gran
influencia en las tasas de obesidad que existe actualmente.
Por otro lado, el nudging también sirve para facilitar las decisiones saludables. Un
ejemplo es el tamaño de los platos. Una técnica muy utilizada en el tratamiento de la
obesidad es reducir el tamaño de los platos para que las personas no coman más que lo
necesario para estar satisfechos. Otro uso saludable de nudging es con las verduras,
existen estudios que muestran que hay un aumento de la compra de verduras en los
mercados cuando estos son puestos de forma más atractiva o divertida.
También, el nudging no sirve solo para facilitar las decisiones saludables, pero también
para hacer más difíciles las no saludables. El Nudging provoca muchas críticas políticas
y éticas. En particular, las críticas éticas a menudo diferencian el hecho de que nudging
quiere crear cambios en las conductas e intervenir en muchos contextos donde las
personas viven y trabajan.
La acusación más grande es que nudging manipula las decisiones de las personas. Esto
es importante por dos razones:
Introducción
La familia tradicional nuclear está compuesta por una pareja heterosexual con hijos
biológicamente emparentados está ahora disminuyendo.
- Nuevas familias: formas de familia que no existían o se ocultaban hasta finales del
siglo xx, son más lejanas de la familia tradicional que las monoparentales. Ej.: familias
formadas por madres lesbianas o padres gays, con madres solteras por elección y las
formadas mediante técnicas de reproducción asistida.
Familias tradicionales
Experimentos (M. Cummings y Davies 19994): exponen los niños a discusiones entre
adulto y grababan su reacciones- provoca angustia- → influye directamente e
indirectamente en el bienestar de los niños.
Explicación:
Explicación:
1. Los padres no están en condición de cuidar adecuadamente sus hijos.
2. Viven en situación de extrema pobreza.
3. Los padres pueden sufrir de trastorno psíquicos.
Wilson: mitad de hijos de heroinómanos vivían al año de edad con otras personas.
Schuckit y Smith: niños pueden heredar una propensión al alcoholismo o a drogas.
Mayes y Truman: bebés tienen riesgos adicionales, reducido peso al nacer, retraso
evolutivo, etc. Los bebés de madres heroinómanas nacen con adicción a esta droga,
experimentan los síntomas de abstinencia.
Situaciones:
Resultados:
Apego seguro:
Resistente:
- Madre= persona de cuya disponibilidad no pueden fiarse.
- Sí mismo= persona indigna de ser queridas.
Evitativo:
A medida que los niños crecen, más difícil es evaluar su apego observando la
conducta→ Main, Kaplan y Cassidy desarrollan nuevas técnicas centradas en el
pensamiento y el lenguaje.
Estudios han establecido que las relaciones de apego inseguro y desorganizado van
asociadas a resultados menos positivos en los primeros años escolares y problemas de
conducta. Sin embargo, el apego de los niños puede cambiar con el tiempo.
Mary Mein→ desarrolla la Entrevista de Apego del Adulto. Interés por la forma en la
que los individuos hablan de sus experiencias.
4 tipos de apego:
Aunque otros estudios han dicho que no hay relación directa entre el apego de los niños
y de ellos cuando son adultos; sin embargo, el apego seguro tiene más probabilidad de
traer consecuencias positivas.
Investigaciones sobre los estilos de crianza: Diana Baumrind (1971; 1989; 1991):
- Progenitores autoritarios: tienen dificultades de negociación con sus hijos y suelen ser
rigurosos, lo que puede hacer que los niños desarrollen dependencia, sean desafiantes y
tengan dificultades sociales.
- Progenitores permisivos: con frecuencia tienen dificultad para controlar la conducta y
exigir a sus hijos, lo que puede generar en ellos dificultades de tomar decisiones.
- Progenitores indiferentes: no se preocupan mucho por el cuidado a sus hijos, ni
dedican mucho tiempo y atención a los niños. Esto puede producir en los niños
dificultades en la escuela, de conducta y emocionales.
- Progenitores democráticos: considerado el estilo de crianza más saludable a la familia
y al desarrollo del niño. Se trata de una mezcla entre la afectividad, la confianza, el
control y las diferentes posiciones en la familia, basada en el diálogo.
Steinberg & Skill (2002) - lazos entre la crianza y el ajuste infantil: Estudio con énfasis
en las relaciones de los adolescentes con sus progenitores: Se percibe que adolescentes
criados por progenitores más democráticos y que respetan la necesidad de autonomía de
sus hijos, pero sin dejar la afectividad y límite, suelen ser más asertivos. Las tres
dimensiones de evaluación son:
- Autonomía: Control de los padres al adolescente.
- Armonía: Afecto y apoyo en las relaciones filioparentales.
-Conflicto: Tensión y hostilidad en las relaciones filioparentales.
Conclusión
Algunos tipos de familia no tradicional están más asociados a consecuencias negativas
para los niños. En contraste, los niños criados en nuevas familias tienen una un
bienestar psicológico más alto que los de familias tradicional.
Explicación:
- Más alta motivación de los padres de tener hijos, están planeados.
- Número de progenitores: la observación de casos de niños criados de un solo
progenitor sugeriría que no hacen falta dos progenitores. Pero estos niños tienen
un riesgo más alto de desarrollar problemas psicológicos a causa de los factores
adversos (dificultad económica), respecto al desarrollo del género no hay
diferencia respecto a los niños con 2 padres.
- Género de los progenitores: