Parasitologia
Parasitologia
Parasitologia
Por un
lado, estudia a los organismos vivos parásitos,1 y la relación de ellos con
sus hospedadores y el medio ambiente. Convencionalmente, se ocupa solo de los
parásitos eucariotas2 como son
los protozoos, helmintos (trematodos, cestodos, nematodos) y artrópodos; el resto de los
organismos parásitos (virus, procariotas y hongos) tradicionalmente se consideran una
materia propia de la microbiología. Por otro lado, estudia las parasitosis o enfermedades
causadas en el hombre, animales y plantas por los organismos parásitos.
Por definición, un parásito es un organismo que vive a expensas de un hospedador, si bien
el ámbito de la Parasitología se circunscribe a aquellos organismos eucariotas, tanto
unicelulares como pluricelulares, que han elegido este modo de vida. Aun así, quizás
pueda sorprender el hecho de que existen muchos más organismos parásitos que
organismos de vida libre, aun excluyendo a los virus y muchos grupos de bacterias y
hongos que también son parásitos estrictos en cuanto a su modo de vida. Por tanto, hay
que concluir que el parasitismo es un modo de vida exitoso y como tal ha surgido en todos
los grupos evolutivos eucariotas: protistas, animales y plantas.
La Parasitología nació como una disciplina dentro de la Zoología, y en sus orígenes fue
esencialmente descriptiva. En consecuencia, los primeros parásitos descritos fueron
metazoos, y con el empleo posterior del microscopio se amplió al campo de la
Protozoología. La expansión colonial europea y la constatación de los graves problemas
para la salud humana y de los animales, que son causados por parásitos sobre todo en las
zonas tropicales, conllevaron un aumento en el interés médico por la parasitología (ver
abajo). Como consecuencia, la parasitología comenzó a estudiarse desde una perspectiva
etiológica-patológica, en la que la relación parásito-hospedador desempeña un papel
clave. Los llamativos mecanismos de adaptación presentes en estos sorprendentes
organismos pronto estimularon estudios más profundos. Fruto del interés por estos
organismos, cabe mencionar que muchos avances en la ciencia básica se han producido a
partir de las investigaciones con parásitos.
La importancia de los parásitos desde una perspectiva sanitaria es indiscutible.
Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud indican que hay más de 260 millones
de personas que padecen malaria, 200 millones sufren esquistosomiasis, 500 millones de
afectados por amebiasis, 700 millones con ascariasis, y más de 40 millones con patologías
producidas por tripanosomátidos (la enfermedad del sueño, la enfermedad de Chagas o
las leishmaniasis).
En la edad Media el sabio Avicena elaboró en Persia un tratado completo sobre helmintos
y nematodos y métodos para combatirlos y curarlos.
Francesco Redi5 (1686) y luego Lázaro Spallanzani.6 (1729-1799) usaron parásitos como
evidencia para refutar la teoría de la generación espontánea. Desde entonces cada
parásito tiene su anécdota; a finales del siglo XIX, por ejemplo, se descubrió la malaria y
su vector.
Muchos parasitólogos iniciaron observaciones al microscopio para descubrir distintos
protozoarios, pero realmente el primer protozoario de tipo parásito que se observó fue por
los doctores suizos Malmsten (1857) y Stein (1862) descubriendo Balantidium coli, que es
uno de los protozoarios más grandes y que habita en los intestinos del cerdo.7
Ramas de la parasitología[editar]
Para un estudio más específico, la parasitología se divide en tres ramas:
Epidemiología[editar]