La Política, Los Afectos y Los Media
La Política, Los Afectos y Los Media
La Política, Los Afectos y Los Media
Peio Aguirre
Publicado el 2018-04-15
http://campoderelampagos.org/critica-y-reviews/6/4/2018
Los intentos por romper esta oposición binaria entre la razón y los afectos, entre la mente
y el corazón han sido constantes en el arte y la literatura. La escritura ensayística de
Roland Barthes y Susan Sontag es tremendamente afectiva sin necesidad de nombrar
al afecto. El centro de ese proyecto crítico era precisamente la demolición de la distinción
entre pensamiento y sentimiento: “La base de todos los puntos de vista anti-intelectuales:
el corazón y la cabeza, el pensamiento y el sentimiento, la fantasía y el juicio. Tengo la
impresión de que el pensamiento es una forma de sentir, y el sentimiento una forma de
pensar”, aseguraba la escritora norteamericana en una entrevista en 1979 de la revista
Rolling Stone. (1) El corazón y la mente en un flujo ininterrumpido, pasional y racional a
la vez. Spinoza decía que la razón sola es incapaz de mover a la acción humana, que se
requiere del afecto –la pasión– para motivar cualquier comportamiento y también
cualquier idea. Pero, ¿cómo funcionan los afectos cuando los ponemos bajo el prisma
de la política?
Los afectos de la política
Puede sonar polémico, pero despojar al afecto de su buenismo ha de ser también una
tarea para la izquierda: la repolitización de la teoría del afecto supondría salir de la coraza
del proteccionismo del cuidado para enfrentarlo incluso a sus manifestaciones más
controvertidas, políticamente perniciosas y cuestionables. Un libro concreto, Les affects
de la politique (Seuil, 2016), del economista y filósofo Frédéric Lordon, actualiza el legado
de Spinoza en la esfera política como un terreno esencialmente pasional. (2) Este autor
ha adquirido protagonismo en la vida pública francesa al criticar el estado de la política
en ese país. (3) Las diatribas en su blog “La pompe à phynance” en Le Monde
Diplomàtiquecontra el sistema bancario mundial y la espectacularidad mediática de la
post-política le ha granjeado la fama de estar en una posición insumisa. El nombre de
Lordon emergió como el del intelectual situado a la sombra del movimiento Nuit Debout,
que comenzó a concentrarse en la Plaza de la República en París a partir del 31 de
marzo de 2016 para protestar contra la Ley del Trabajo (protesta que se extendió
rápidamente a otras ciudades francesas). Para Lordon, el afecto en Spinoza es el nombre
que se le da al efecto que ocurre a partir del ejercicio de un poder: una cosa ejerce una
fuerza sobre otra, y como consecuencia esta última se ve modificada. “Afecto” es el
nombre que recibe esta modificación: “El viento curva un tallo: el tallo es modificado –
afectado”. (4) Lordon utiliza la Ética de Spinoza y la aplica a la empresa capitalista y
también a la política. (5) La mente, el alma y el espíritu indican una idea que envuelve su
propio cuerpo; un cuerpo empeñado en la perseverancia del ser. El alma es la expresión
del cuerpo, y éste no hace nada si no está movilizado por el deseo de obtener un
beneficio.
Una de las teorías principales es que las ideas –el mundo de la razón– necesita de los
afectos para conseguir modificar y producir algo, pues las ideas, en su concepción
diríamos pura o idealista, no tienen necesariamente efecto alguno. El afecto sería la
afección corporal en el orden del pensamiento, pues para Spinoza el alma percibe no
solo las afecciones del cuerpo sino también las ideas de esas afecciones. En la Ética,
una sola y misma persona puede ser afectada por un solo y mismo objeto de manera
diferente en momentos diferentes, y también personas diferentes pueden ser afectadas
por un solo y mismo objeto de manera diferente. El desafío consiste aquí en escapar de
esta antinomia entre la potencia o puissance y la razón, pues Spinoza hizo de la figura
del sabio, del individuo que guía su conducta a partir de la razón, el summum del poder.
La razón, la actividad razonable del espíritu, es un efecto que exige ser comprendido en
la gramática de esta puissance (potencia). ¡No por casualidad afecto y efecto suenan
casi igual! Debe superarse esta separación entre las pasiones puissances y la intelección
de ideas para que ocurra el necesario soporte de los afectos al esfuerzo de la razón.
Dicho de un modo más simple: las formas de la razón no devienen eficaces si no están
sostenidas por los afectos. La reivindicación actual del afecto por parte de una renovada
política de la izquierda apuntaría hacia esta tesis.
Frédéric Lordon insiste en esto: “se confirma que la política, de modo contrario a la
presentación complaciente que se hace de ella, no es un asunto ‘de ideas’, sino un
asunto de producción de ideas afectantes, lo que supone añadirles un suplemento”. (6)
En efecto, como él señala, cada vez son más numerosas las personas que tienden a
sentirse preocupadas por la política, y ésta es una demostración impresionante de la
política como ars affectandi. Una lectura atenta de la política contemporánea señalaría
que el juego de las afecciones es más abierto, y capaz de producir configuraciones
absolutamente inesperadas, que a veces incluso se consideran espontáneamente
anormales (como sucede con Donald Trump). (8) Si hay algo comprobable es que la
política contemporánea ha encontrado la manera de sacudir los ánimos –frapper les
esprits, que dirían los franceses– y con ello impresionar a los cuerpos, preocupar a la
gente. Es incontestable que esto se produce mediante los canales de transmisión por los
que se propaga, es decir, los media. Hoy no sabemos si estamos en tiempos de guerra
o de paz, y no podemos siquiera imaginar cómo será en el futuro.
Pero, además, ¿qué es lo que indigna hoy a un gran número de individuos? ¿Acaso esa
indignación no se propaga ahora como una llama inflamada a través del aparato
medialógico? La tarea del activismo político es aquí desplazar los umbrales de la
indignación para que de estos nazca un afecto colectivo que desestabilice la lógica
algebraica por la cual el Estado gobierna. Sin embargo la paradoja consiste en que la
naturaleza de la afección puede ser buena o mala en función de quien la perciba. Con la
Primavera Árabe se habló de las nuevas tecnologías y las redes sociales como panacea
de la democracia, casi como una forma de utopía, pero poco después de que en esos
mismos países pasara lo que pasó se cuestionó este dictamen. Un lustro después esas
mismas compañías globales están considerando el potencial distópico que las recorre,
por lo que los gobiernos están comenzando a negociar medidas para regularlas, a la vez
que se pone de manifiesto la consabida impotencia de los Estados-nación, tomados de
manera aislada, contra el capitalismo multinacional. Es toda una ironía dialéctica la
respuesta de compañías como Facebook cuando proclama que la herramienta en
realidad es neutral y no ideológica, y que es el uso que los usuarios hacen de ella lo que
la convierte en un océano para la confraternidad universal o, por el contrario, en una
máquina para el odio. Revolución y contrarrevolución, utopía y distopía, etc. Este sería
uno de los rasgos de la dialéctica: bueno y malo al mismo tiempo y en un solo golpe.
Spinoza: “cada uno juzga lo bueno y lo malo según su afecto”. Lo interesante de esto es
que de nuevo toda la problemática se concentra en el principio spinoziano que mueve a
la humanidad: las pasiones.
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(1) Jonathan Cott, Susan Sontag: The Complete Rolling Stone Interview,
Yale University Press, 2013, p. 65.
(2) Frédéric Lordon, Les affects de la politique, Seuil, París, 2016.
(3) Ver el texto de Alberto Toscano dedicado a la obra de Frédéric Lordon,
“Un estructuralismo del sentimiento”, New Left Review 97, marzo-abril,
2016.
(4) Lordon, Les affects de la politique, op. cit., p. 16. (Todas las traducciones
que siguen son mías)
(5) Ver Frédéric Lordon, Capitalisme, désir et servitude. Marx et Spinoza, La
Fabrique, París, 2010. Traducción en inglés, Willing Slaves Of Capital:
Spinoza And Marx On Desire, Verso Books, Londres, 2014.
(6) Lordon, op. cit., p. 57.
(7) Ibid., p. 87.
(8) Ibid., p. 51.
(9) Ibid., pp., 64-65.
(10) Baruch Spinoza, Ética demostrada según el orden geométrico, Tecnos,
Madrid, 2007, p. 380. (Dice así: “Según están ordenados y concatenados en
el alma los pensamientos y las ideas de las cosas, así están ordenadas y
concatenadas, correlativamente, las afecciones o imágenes de las cosas en
el cuerpo”.
(11) Ibid., p. 91.
(12) Ibid., p. 60.
(13) Ibid., p. 61.
(14) Spinoza, op. cit., 299.
(15) Lordon, op.cit., p. 107.
(16) Ibid., p. 142.