Resumen Derecho Penal
Resumen Derecho Penal
Resumen Derecho Penal
Introducción.
Lección I
1. Derecho penal.
El derecho penal se puede definir como la rama del derecho que está constituida por el
conjunto de leyes que describen delitos mediante la asignación de una pena para el autor de
la conducta que los constituya, o la sustituye en ciertos casos por una medida de seguridad,
estableciendo a la vez las reglas que condicionan la aplicación de las mismas.
Caracteres.
- Es de naturaleza normativa, porque intenta regular la vida social, no solo conocerla.
- Es valorativo, puesto que valora para asignar la pena a algunos de los numerosos
hechos ya considerados como ilícitos por el ordenamiento jurídico.
- Es finalista, porque persigue la protección de los individuos componentes de la
sociedad, garantizándoles el goce de los bienes jurídicos
- Aplica el derecho de la pena
- Es un derecho complementario, ya que la pena solo aparecería cuando el legislador
ha considerado insuficiente otro tipo de sanciones en vista de la importancia social
del bien jurídico protegido, cuyo desconocimiento trata de prevenir del modo más
perfecto posible.
Finalidad.
La finalidad del Derecho Penal es la protección de bienes jurídicos a través de la sanción de
las acciones humanas consideradas por el legislador como delitos y de esa manera, procurar
una ordenada convivencia social.
De esta afirmación surque que con el Derecho Penal se pretende proteger
aquellos interés que la sociedad considera relevantes de acuerdo a su idiosincrasia
(vida, libertad, propiedad, orden y seguridad pública, el normal y trasparente
desenvolvimiento de la Administración Pública, etc.) a través de la represión, o sea, del
castigo al infractor.
La finalidad del Derecho Penal no es únicamente la sanción, sino también la protección bajo
amenaza de sanción de los bienes jurídicos, que tienen como fundamento normal morales.
No obstante, la ley penal no puede ser una protección absoluta de la moral
Relaciones con las restantes manifestaciones del derecho.
Se relaciona con las restantes ramas del Derecho: con el Constitucional porque la
Constitución nacional es la base de toda norma jurídica y ella da las pautas acerca de cómo
debe ser la legislación de fondo y de forma, así como las decisiones jurisdiccionales que se
adopten tomando como base la misma. Con el Derecho civil, en cuando el Código de materia
regula las grandes instituciones; como el matrimonio, la patria potestad, los contratos, los
derechos reales, etc. Por ejemplo: El art. 34.4 en cuanto declara impune al que obrare en el
ejercicio legítimo de su derecho. Es posible que la indicación acerca del actuar lícito se
encuentre en algún precepto del Código civil. Lo mismo puede señalarse en orden al Derecho
administrativo: en el mismo precepto del C.P. se habla del legítimo ejercicio de la autoridad
y la regulación respectiva estar dada en aquella rama del Derecho.
A) El injusto culposo.
Son aquellos delitos en los que la finalidad del autor no se dirige a la realización del tipo,
pero éste igualmente se configura como consecuencia de la negligencia, imprudencia o
impericia. Junto a los delitos dolosos, que son la generalidad de los delitos del Código Penal,
encontramos a los culposos o imprudentes, que al igual que los primeros, también pueden
constituirse a partir de acciones u omisiones.
Los delitos dolosos se caracterizan porque la realización del tipo de injusto respectivo se
efectúa con conocimiento y voluntad. Pero en los delitos imprudentes ocurre que el sujeto
activo no quiere cometer el hecho previsto en el tipo penal, y sin embargo lo realiza por
infracción de la norma de cuidado, es decir, por inobservancia del cuidado debido.
1) Sistemas Legislativos
Se han conocido dos sistemas legislativos para la regulación de los delitos imprudentes:
Sistema del numerus apertus: según éste todos los delitos del Código Penal admiten
siempre una forma imprudente y ello surge a partir de una cláusula usualmente
contemplada en la Parte General que así lo establece. Por ejemplo el anterior Código
Penal Español decía en su art. 565, I: “El que por imprudencia temeraria ejecutare un
hecho que si mediare dolo constituiría delito, será castigado con pena de prisión
menor”. La crítica a este sistema es que hay delitos de la Parte Especial que presentan
elementos subjetivos del tipo en los que resulta imposible admitir una forma
imprudente (ejs.: parricidio, secuestro extorsivo, etc.). Por otro lado, afirma Mir
Puig que este sistema de regulación se corresponde mejor con los principios de
legalidad y de ultima ratio.
Sistema del numerus clausus: este es el sistema de la tipificación cerrada y
excepcional de la imprudencia. Según el mismo, por regla general solo se castigan los
hechos dolosos, y excepcionalmente, se castigan los hechos imprudentes, para lo cual el
legislador debe construir tipos imprudentes expresos de los delitos que quiera reprimir
(ej.: homicidio culposo del art. 84, Cód. Penal). Sin tipificación expresa, la forma
imprudente de los delitos no es punible. Este sistema es el que adopta el Código Penal
Argentino.
2) La estructura del tipo culposo. Distinción entre faz objetiva y subjetiva:
Todo tipo imprudente presenta la siguiente estructura:
1. Una parte objetiva del tipo que supone la infracción de la norma de
cuidado (desvalor de la acción) y una determinada lesión o puesta en peligro de un
bien jurídico penal (desvalor del resultado).
2. Una parte subjetiva del tipo que requiere el elemento positivo de haber querido la
conducta descuidada, sea con conocimiento del peligro que entraña (culpa conciente)
o sin dicho conocimiento (culpa inconsciente); y el elemento negativo de no haber
querido el autor cometer el hecho resultante.
1. Legítima defensa.
Fundamentos. Requisitos. Bienes defendibles. Limites.
Para comprender el tema de la legítima defensa (como el de las demás causales de
justificación) debemos posesionarnos en el tercer escalón o categoría de la teoría
estratificada del delito, es decir, la antijuridicidad, que acabamos de estudiar en la lección
anterior.
Es menester pasar revista a los enunciados legales que el Código Penal contiene al
respecto:
Artículo 34: “No son punibles...”
Inc. 6°: LEGÍTIMA DEFENSA – PROPIA: “... El que obrare en defensa
propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: a)
agresión ilegítima; b) necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; c)
falta de provocación suficiente por parte del que se defiende...”.
Inc. 7°: LEGÍTIMA DEFENSA – DE TERCEROS: “... El que obrare en
defensa de la persona o derechos de otro, siempre que concurran las circunstancias a y b
del inciso anterior y caso de haber precedido provocación suficiente por parte del
agredido, la de que no haya participado en ella el tercero defensor”.
El artículo 34 del Código Penal comienza diciendo: “No son punibles:...”, y en
concordancia con ello el inciso 6° agrega: “... El que obrare en defensa propia o de sus
derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias:...”. De este modo,
nuestra ley regula el caso de la legítima defensa propia o de derechos propios, lo que
implica la posibilidad de defender legítimamente cualquier bien jurídico, incluso aquél que
no se halla penalmente tutelado.
Históricamente, esta figura penal nació unida a los delitos de homicidio y lesiones, y
permaneció así en los códigos antiguos. Pero en las legislaciones contemporáneas se acepta
la posibilidad de justificar la defensa de cualquier bien jurídico. Sin embargo,
BACIGALUPO encuentra una excepción a esta regla cuando se trate de una agresión a
bienes del Estado, es decir, a la patria, a la esencia de la nacionalidad, al ordenamiento
constitucional, etc. En estos casos, según dicho autor, no se admitirá la legítima defensa
pues sólo caben respecto a ellos los medios institucionales previstos en la misma
Constitución.
El fundamento de la legítima defensa propia radica, siguiendo las enseñanzas de
ZAFFARONI, en la máxima: “nadie puede ser obligado a soportar lo injusto”. O dicho de
otro modo por Bacigalupo: “el derecho no necesita ceder ante lo ilícito”.
Por otra parte, cabe acotar la naturaleza “subsidiaria” de esta causal, ya que en la
medida en que haya otro medio jurídico de proveer a la defensa de los bienes tutelados, no
es aplicable el tipo permisivo.
Los fundamentos de la defensa legítima podrían ser la necesidad de preservar el orden
social, la necesidad de garantizar los bienes individuales. El más compartido y acertado es
De la culpabilidad (Responsabilidad)
1) La culpabilidad: Concepto. Evolución.
La culpabilidad es el conjunto de condiciones que determinan que el autor de una acción
típica y antijurídica, sea criminalmente responsable de la misma (Bacigalupo).
Es el fundamento para poder responsabilizar personalmente al autor por la acción típica y
antijurídica que ha cometido, mediante una pena estatal. También es un requisito de
punibilidad y un criterio para la determinación de la pena (Jeschek).
Hay que determinar si al autor se le puede reprochar la realización de esa conducta. Este
reproche se afirma cuando al momento de actuar, al autor le fue posible determinar su
acción de otra manera conforme al derecho. Cuando el autor realiza una acción típica y
antijurídica demuestra falta de motivación y la culpabilidad es el reproche que se le
formula por esa falta de motivación, cuando de acuerdo con las circunstancias concretas le
era exigible que actuara conforme a derecho.
De esto se deducen los 2 elementos que componen el reproche de culpabilidad: la
motivación y la exigibilidad. La motivación se refiere a que el sujeto tenga capacidad para
motivarse en la norma de prohibición, esto quiere decir que tenga la capacidad de entender
la norma y hacer lo que esta dice. La exigibilidad se refiere a la posibilidad del derecho de
exigirle al sujeto que en la circunstancia en las que realizo la conducta, debía haberse
comportado conforme a derecho o no. Según esa situación se lo permitía o no. Es la
posibilidad que tiene el sujeto de comportarse según lo exige el derecho o no, en la
situación concreta.
Solo cuando sea posible exigir otra conducta (conforme a derecho) y el sujeto opta por
otra, se lo considera culpable.
Concepto psicológico de culpabilidad.
Surge durante el auge del positivismo filosófico y del concepto causal de acción. Hacia
fines del siglo XIX la noción de culpabilidad no se separaba de la antijuridicidad. Con Liszt
y Beling, que introducen la teoría del delito, estos conceptos se separan. La comprobación
de que la voluntad del autor es causal del hecho ilícito. En la culpabilidad se encuentran
todos los procesos subjetivos (el injusto era objetivo).
Es la teoría más antigua, y concibe a la culpabilidad como: un nexo de carácter psicológico
entre el autor y su acto.
En consecuencia, habrá culpabilidad cuando se compruebe que la voluntad del autor es
causal del hecho ilícito. Y ello puede ocurrir en dos casos: el dolo y la culpa, ambos son
especies de la culpabilidad y presuponen la imputabilidad del autor.
Es decir, cuando el hombre actúa y resulta ser culpable, es porque en un caso tuvo el
conocimiento de lo que estaba haciendo y la voluntad de concretarlo (dolo); y en el otro,
tuvo una falla -también de tipo psicológica- entre lo que estaba haciendo y los
requerimientos del ordenamiento jurídico. El hombre se representó el resultado y confió en
que ese resultado no se iba a producir por su habilidad, entonces existe ese nexo
-La custodia del menor por el Juez para lograr su formación y protección.
-La restricción del ejercicio de la patria potestad y de la tutela para que pueda operar
dicha función del magistrado.
Esta disposición del menor puede hacerse cesar en cualquier momento y termina de pleno
derecho cuando alcanza él la mayoría de edad o cuando el menor es condenado a pena
privativa de libertad (según el art. 4) y es internado en establecimientos especiales para el
cumplimiento de ella (art. 6).
Mayor de 16 años y menor de 18: es imputable en cualquier delito con excepción de
los de acción privada o reprimido con pena privativa de la libertad que no exceda de dos
años, con multa o con inhabilitación.
Mayor de 18 años y menor de 21: es plenamente imputable, quedando equiparado en
todo en relación con los mayores de edad, salvo en cuanto a que la condena debe cumplirse
en establecimientos especiales hasta la mayoría de edad.
Mayor de 21 años: plenamente imputable.
-Insuficiencia de facultades.
La insuficiencia de facultades refiere, según opinión dominante, a la insuficiencia de
carácter intelectual. Así se reconocen: a) insuficiencias normales: estados crepusculares
(entre dormido y despierto) y disminución de la atención en virtud de la falta de sueño y
agotamiento; y b) insuficiencias anormales: oligofrenias (doctrina alemana) o frenastenias
(doctrina italiana).
Son casos en los que se verifica una detención del desarrollo psíquico-intelectual, que
puede ser congénito o precozmente adquirido, y que se caracterizan por su permanencia. Es
decir, se trata de una persona cuya inteligencia no ha evolucionado como el de la media-
común. La persona que los posee presenta problemas de aprendizaje, adaptación social y
maduración.
Esto nos lleva a considerar la inteligencia que, según STERN, es la capacidad general del
individuo para adaptarse, mediante el pensamiento intencionado, a los problemas nuevos y
las condiciones mudables de la vida.
7 Hans WELZEL.
Autoría y participación.
1) Participación: concepto amplio y restringido.
- Criterios teóricos sostenidos para definir al autor
Hasta aquí la exposición ha presupuesto calladamente un “autor” que realiza el ilícito típico
por sí solo y de propia mano. Esta constelación no es la única. Cuando el delito no es obra de
una sola persona, se habla de “concurrencia de personas en el delito”.
Autores.
Concurso de personas en el delito. Instigadores.
Partícipes.
Cómplices.
2-Teorías que antecedieron a la tesis del dominio del hecho
Las teorías que habrán de repasarse a continuación se preguntan esencialmente
quién puede ser considerado autor de un delito determinado.
* Existe una separación eventual entre el momento de la consumación y el momento en que termina la ejecución, que
da lugar a la distinción entre lo que se ha dado en llamar consumación (o consumación formal, en que ya no hay
tentativa sino delito completo) y agotamiento del delito (también llamado consumación material).
Aquí se trata también la figura del denominado “agente provocador”. Es aquel quien
representa el papel de instigador, pero guiado por la finalidad de que el instigado sea
descubierto en su accionar delictivo, para que sea reprimido por la autoridad. Bacigalupo
dice que la instigación requiere un doble dolo, el querer la realización y su consumación, lo
que no se daría en el agente provocador. El principio general es que el agente provocador
actúa típicamente.
Respecto del dolo del instigador se ha planteado un serio problema con el caso del llamado
“agente provocador” (agent provocateur), que es el que instiga a otro a emprender la
comisión de un delito para que cuando se halle en la etapa de tentativa pueda ser detenido
y puesto a disposición de la justicia. Se dice que el agente provocador no es punible porque
no instiga a la comisión de un delito, sino a la comisión de una tentativa de delito. Si bien en
algún momento nos convenció este argumento, vemos ahora que tiene una base falsa: la ley
no quiere que nadie determine a nadie a cometer acciones prohibidas por ella, sean
consumadas o tentadas. Por ello, creemos ahora, con la mayoría de la doctrina, que el
agente provocador es punible como instigador, particularmente teniendo en cuenta que no
hay diferencia entre el dolo del delito y el dolo de la tentativa –que es lo mismo- y que
nuestra ley sólo requiere que el instigador determina a otro a cometerlo.
Así, si se sabe o sospecha que un sujeto trabaja como sicario, y un agente de
investigaciones le habla ocultándole su identidad y pagándole un precio para que mate a una
persona determinada, deteniéndole en el momento en que el sujeto le está apuntado a la
persona, será el agente un instigador de homicidio, puesto que fue quien determinó al otro a
la ejecución del hecho, es decir, que el dolo del sicario no hubiese surgido de no ser por la
determinación del agente.
Por otra parte, cabe tener en cuenta que la impunidad del agente provocador deja libre una
forma de “investigación” de delitos harto discutible, pues en lugar de investigar
policialmente delitos cometidos, se trataría de instigar a cometer delitos para después
punirlos 12.
Problemas particulares de la participación.
Exceso del autor.
Si de las circunstancias particulares de la causa resultare que el acusado de complicidad no
quiso cooperar sino en un hecho menos grave que el cometido por el autor, la pena será
aplicada al cómplice solamente en razón del hecho que prometió ejecutar. (art. 47).
La norma no hace sino consagrar para la participación el principio básico de la individualidad
de la culpabilidad en el cual cada partícipe responde, en principio por lo que ha querido,
según el conocimiento que se tiene del hecho a realizar y en el cual ha entendido intervenir
con su actividad.
La culpabilidad del partícipe no solo está dada por el dolo directo (querer un determinado
hecho), sino por el dolo eventual (ej. quien concurre a robar sabiendo que otros llevan
armas de fuego, prevé el posible resultado de muerte o lesiones y lo acepta, por tanto es
también culpable por lo que ocasionen sus codelincuentes).
12 Así, ZAFFARONI.
b) Varias acciones que originan una sola lesión jurídica (delito continuado),
1 CARAMUTTI, Carlos.
4 Entendemos por conexión típica: aquellos casos en que los delitos se materializan en un mismo momento y/o lugar, y
lesionan bienes jurídicos de similar entidad.
5 Esto según el lenguaje empleado por Enrique BACIGALUPO en su obra “Derecho Penal Parte General”.
6 Con respecto al art. 57, para determinar el grado de gravedad de diferente naturaleza, debe estarse al orden en el
cual las enumera el art. 5, es decir: a) reclusión; b) prisión; c) multa; e d) inhabilitación.
7 Así ZAFFARONI.
2 Sebastián SOLER.
3 Etimológicamente, la voz amnistía deriva de la locución griega amnesis, que significa pérdida de la memoria, olvido.
b) Máximo legal: Para penas de reclusión o prisión, siempre que no supere los 12 años,
ni resulte inferior de 2.
5 VON HENTIG.
6 PETTINATO.
Período de observación;
Período de tratamiento;
Período de prueba;
Período de libertad condicional.
1º) Período de observación: Según el art. 13 de la susodicha ley, durante el período de
observación el organismo técnico-criminológico tendrá a su cargo:
a) Realizar el estudio médico, psicológico y social del condenado, formulando el diagnóstico
y el pronóstico criminológico;
b) Recabar la cooperación del condenado para proyectar y desarrollar su tratamiento. A los
fines de lograr su aceptación y activa participación, se escucharán sus inquietudes;
c) Indicar el período y fase de aquel que se propone para incorporar al condenado y el
establecimiento, sección o grupo al que debe ser destinado;
d) Determinar el tiempo mínimo para verificar los resultados del tratamiento y proceder a
su actualización, si fuere menester.
2º) Período de tratamiento: El artículo 14 de la citada ley, reza que “en la medida que lo
permita la mayor o menor especialidad del establecimiento penitenciario, el período de
tratamiento podrá ser fraccionado en fases que importen para el condenado una paulatina
atenuación de las restricciones inherentes a la pena. Estas fases podrán incluir el cambio
de sección o grupo dentro del establecimiento o su traslado a otro”.
3º) Período de prueba: El artículo 15 del mismo cuerpo legal establece que el período de
prueba comprenderá sucesivamente:
La incorporación del condenado a establecimiento abierto o sección independiente de éste,
que se base en el principio de autodisciplina;
La posibilidad de obtener salidas transitorias del establecimiento;
La incorporación al régimen de la semilibertad.
El último período será tratado seguidamente para seguir con la metodología del programa.
Determinación de la pena.
1) Individualización de la pena. Concepto.
Es el procedimiento por medio del cual la pena abstractamente determinada por la ley se
adecua al delito continuado cometido por el concreto autor.
La individualización la realiza el juez en su sentencia (por tanto es judicial) en base a las
especificaciones del tipo y a las pautas de la parte general (respecto de los cuales se habla
de una individualización legal, aunque impropiamente) y se va adecuando a la persona del
condenado mediante la ejecución de la pena en procura de su fin de prevención especial (se
habla entonces de una individualización ejecutiva
En sentido amplio, la decisión de la individualización abarca el problema de la suspensión de
la ejecución, la sustitución de la pena (por otra pena o por una medida de seguridad).
Los procedimientos para la determinación o individualización son de variada naturaleza:
-Legalismo extremo: confía la fijación exclusivamente a la ley.
-Extremo arbitrio judicial: confía la fijación de la exclusivamente a la manos del juez, sin
límites en cuanto a la naturaleza y cantidad de pena.
Estas 2, son posiciones extremas. El derecho argentino tiene una posición intermedia.
Utiliza componentes de los 2 sistemas. Tiene marcos amplios para que haya un cierto
arbitrio judicial. También hay penas fijas, casos en los que el juez se limita a aplicarlas,no
tiene opciones.
2) El sistema de determinación de la pena. Penas fijas, individualización legal,
individualización judicial, individualización administrativa.
-Sistema de penas fijas: a un delito le corresponde exclusiva y únicamente una pena
determinada. Fija la naturaleza y cantidad de la pena (por ej. Reclusión perpetua).
Zaffaroni dice que por el principio de irracionalidad mínima, la pena debe tener
proporcionalidad con el delito, lo que exige flexibilidad para poder fijar la pena; de lo
contrario se crearía un sistema injusto, porque los conflictos pueden ser diferentes y
resolverse de la misma manera. Zaffaroni propone la inconstitucionalidad de las penas fijas.
-Individualización legal: la adaptación de la pena al caso concreto, esta regulado por la
propia ley. Se condice con el procedimiento del legalismo extremo.
-Individualización judicial: según Mir, es el sistema que se condice con una mejor
adaptación de la pena al caso concreto; atiende a las circunstancias particulares del
caso(Es la postura del positivismo italiano, V. Liszt, el derecho anglosajón, etc.).
Sentencia absolutamente indeterminada:el juez debe concretar la individualización
de modo absoluto. También pueden hacerlo las autoridades penitenciarias.
Sentencia relativamente indeterminada: se fija solo un limite máximo o un límite
mínimo (“no menos de…” o “no más de…”).
-Individualización administrativa: es propio de un sistema progresivo, es la que hacen las
autoridades penitenciarias. Se trata de definir el avance del condenado dentro de la cárcel.
Pasan por distintos períodos.